La Historia continua... La historia continúa en donde había quedado, el poco modesto y millonario inventor Tony Stark anuncia al mundo que él es Iron Man y la fama le acarreará nuevas amenazas. Ahora el gobierno lo considera un arma y desean que entregue (como irónicamente dice Robert Downey jr.) su prótesis especial. Pero ese no es su único peligro, el proyecto primitivo del generador de energía cayó en las manos equivocadas; un hijo (Mickey Rourke, El Luchador) que busca venganza y reconocimiento, quién se unirá a un codicioso personaje (Sam Rockwell, Todos están Bien) que desea ser el privilegiado proveedor de armas de los Estados Unidos. Con la sociedad dividida en dos y mucho en su contra, incluso su salud, Iron Man debe apoyarse en su fiel secretaria Pepper Potts (Gwyneth Paltrow, Los Amantes), James "Rhodey" Rhodes (Don Cheadle, Traidor) y algunos nuevos personajes (que no adelantaremos) y tejer una nueva alianza para enfrentase a estos múltiples enemigos. La cinta desde el principio resulta cautivante, llena de acción y variados efectos, que nada hace pensar que hubiese sido mejor realizarla en 3D. Y cuando la tensión comienza a caer, toda la operación vuelve a arrancar y no habrá ojos capaces de captar todos los sucesos. Los diálogos como es costumbre suelen tener mucha gracia, más cuando salen del egocéntrico Tony, con el agregado de la cautivante personalidad de Downey. Este film cuenta con la participación de su director Jon Favreau (Solo para Parejas), que además de encargarse de llevar la cinta adelante, puso su talento como actor para interpretar al asistente y chofer de Tony Stark. Entre las participaciones especiales están la de Samuel L. Jackson y la bellísima Scarlett Johansson que junto a algunas puntas de información, van desmadejando esta precuela de lo que será próximamente Los Vengadores. Y para los que deseaban ver al Increíble Hulk o al Capitán América deberán conformase por ahora, solo con la aparición su escudo. Paciencia…
El amor, un problema universal. La trama de Todos tenemos un… EX se centra en las vidas entrelazadas de seis parejas. Una de ellas se encuentra conformada por Philip y Catherina (Nancy Brilli), un matrimonio roto que se encuentra en plena guerra de divorcio y cuya principal batalla gira en torno a la custodia de sus dos hijos. Por su parte, Sergio (Claudio Bisio) un psicologo que debe hacerse cargo de la educación de sus dos hijas luego de la repentina muerte de su ex esposa. Elsa (Claudia Gerini) se encuentra viviendo uno de los mejores días de su vida dado que contraerá matrimonio con Corrado (Gianmarco Tognazzi) pero, en el lugar menos pensado, se encuentra con su ex, quien actualmente es conocido con el nombre de Don Lorenzo (Silvio Orlando). Julia (Carla Signoris) debe mudarse a Nueva Zelanda por lo que su relación sentimental con el parisino Marc (Malik Zidi) debe continuar a la distancia con miles de kilómetros que los separan. En último lugar está Pablo (Fabio De Luigi), quien ve que su noviazgo con Monique (Cécile Cassel) peligra con la llegada de David (Alessandro Gassman), su celoso ex novio. Llena de ocurrentes pasos de comedia la cinta va corriendo y logra atrapar con mezcla de ternura, humor y algo, porque no, de dramatismo al espectador. Estas parejas europeas no se ven tan diferentes a las del resto del mundo, ya que el director Fausto Brizzi escribió el guión de manera casi universal con muy pocos toques de la cultura y costumbres que suelen verse en el cine italiano. Todos tenemos un Ex, es una película muy fácil de seguir y las historias entrecruzadas jamás se anudan, permitiendo hacer más que llevadera a esta comedia romántica de dos horas. Historias de amor y desamor entre adultos y adolescentes ya que al fin y al cabo todos tenemos un ex…
El origen del mal Para hablar de La Cinta Blanca, inicialmente se debe mencionar que fue creada por un director emblemático de origen alemán, Michael Haneke. Cineasta que además a sus obras suele pincelar con sus otras dos profesiones: la filosofía y la psicología. Trazos que ya pudieron ser disfrutados en sus anteriores films La Profesora de Piano y Caché-Escondido y que dan un sello Haneke a sus creaciones. La Cinta Blanca que como ya se había dicho en otras entregas, trata sobre una serie de sucesos que transcurre en un pueblo protestante del Norte de Alemania, hacia 1913/1914 en vísperas de la Primera Guerra Mundial. Mientras todos se ven conmovidos por una serie de extraños e inexplicables incidentes que adquieren la forma de un ritual de castigo, un profesor tratará de ir demostrando una posible teoría de lo acontecido. Los protagonistas principales de la historia son el barón, el pastor de la Iglesia, los niños del coro, un doctor viudo y el maestro de escuela que es partícipe y, conjuntamente, el encargado de ir narrando los hechos. Pero esta historia viva no está basada en un hecho real, sino como dice el autor y lo traslada al comienzo del film “No sé si la historia que quiero contarles es verdadera en todos sus aspectos”, pero de seguro logra su cometido, dejar ese gusto amargo en la boca y esa sensación de querer saber más. La cinta contó con más de 100 extras que resultaron de castings que se hicieron en zonas rurales de Rumania y Alemania, no dejando nada al azar como los rostros de los jóvenes del coro y el singular profesor y su prometida. (Escena inolvidable la de su primer encuentro, tanto por el dialogo como por la interpretación de ambos). Como cierre Haneke decidió realizar la película íntegramente en blanco y negro para darle un entorno más creíble y de documento. La Cinta Blanca resulta una ilustración cinematográfica que fue premiada en diversos festivales entre los cuales se hizo acreedora de Palma de oro Festival de Cannes (2009), Premio FIPRESI (2009) y Globo de Oro a la Mejor Película Extranjera (2010).
Las cartas, testigos de un amor Estados Unidos, Primavera de 2001: John Tyree (Channing Tatum) es un soldado de las Fuerzas Especiales y Savannah Curtis (Amanda Seyfried) una universitaria de una acomodada familia que está en casa por las vacaciones. John y Savannah pertenecen a mundos diferentes, y cuando se conocen se sienten inmediatamente atraídos. Y pasan juntos dos inolvidables semanas, que marcarán para siempre a la joven pareja. Cuando John decide volver a sus fuerzas de despliegue y Savannah tiene que regresar a la universidad, la pareja promete escribirse. Y es lo que los mantiene unidos, como único vinculo palpable, además de su incondicional amor que, pese a las distancias, se mantiene presente. El director Lasse Hallström basó este relato sobre una novela del exitoso autor Nicholas Sparks, que narra cómo John debe alejarse de Savannah durante 6 largos años, las esporádicas visitas que él realiza y las mutuas cartas son el combustible que mantiene a esta relación en marcha. Lasse supo utilizar los pocos recursos actorales del bello actor Channing y exprimir a la hermosa y talentosa Amanda (Mama Mia) generando una buena dupla de intérpretes. Entre los que participan en Querido John se encuentra el conocido actor Richard Jenkins, quién participo de películas como ¿Bailamos? o se lo puede encontrar en Algo pasa con Mary, Yo, yo mismo e Irene, de los hermanos Farrelly; Caprichos del destino, de Sydney Pollack; o En tierra de hombres, de Niki Caro. En este caso interpretando al padre de John, que es un obsesivo y atento coleccionista de monedas. Y mantienen una relación entre sí tan fuerte que los defectos y diferencias de ambos, se hacen invisibles. Querido John es una hermosa historia amor y una muestra de apego, fe y esperanza donde todos los vínculos parten del corazón.
El amor sucede Si la vida te da limones, quizás solo te queden dos caminos: amargarte o hacer limonada. Este es el concejo del siempre creíble actor Aaron Eckhart (Gracias por Fumar), que en este caso debió meterse en el papel de un viudo que tras la muerte de su amada esposa, decide escribir un libro con pasos para mejorar la vida de las personas. Marcando ni más ni menos que eso – que de un hecho lamentable, pueden ocurrir cosas para bien-. En sus viajes de recorridas, la historia lleva a este gurú de la autoayuda a presentar su libro y dar unas charlas a Seattle, el lugar donde vivía su mujer con sus padres. Mientras que los seguidores se sienten fortalecidos con sus palabras, desde el comienzo, nada de lo que él diga parece convencer al joven viudo y en la intimidad el director Brandon Camp lo muestra inseguro y triste. Pero, como dice el afiche: Cuando uno menos se lo espera… Y es ahí que aparece en escena una joven florista, que está interpretada por Jennifer Aniston en un papel que le va mejor que en otras oportunidades, ya que logra relajarse y salir de su monoactuación, como en Viviendo con mi Ex o su más reciente film El Caza Recompensas donde realiza a menudo los mismos gestos y movimientos. En esta oportunidad, si bien está algo más distendida y no sale de su peinado habitual, si permite otros matices de emociones e incluso realiza mucho menos su registrado tartamudeo. Ella logrará llamar la atención de este orador y sin quererlo podrá sacar a la luz un lado oscuro y secreto, que al revelarlo quizás sea la liberación para él, pero a la vez un posible fin para el gurú del A-Okay. El film cuenta con todo lo que puede tener una historia de amor: drama, secretos, ternura, humor, un loro y hasta un suegro interpretado por Martin Sheen (Los Infiltrados), un actor de raza que logra en sus pocas apariciones hacerse odiar y querer en diferencia de minutos. Nuevamente Amor es el claro reflejo de que las cosas suceden, cuando uno menos se lo espera, suceden y está en uno en ver que hacer con eso.
Un caja sin muchas sorpresas La Caja Mortal, The Box, aunque se la presente como una terrorífica cinta, es una compleja combinación de suspenso y ciencia ficción. Basada en el clásico cuento corto Button, button de Richard Matheson, fue escrita para la pantalla y dirigida por Richard Kelly, quién en su anterior trabajo (Donnie Darko 2001) fue premiado por Independent Spirit Award a la mejor ópera prima y mejor guión. En este caso, la trama se centra en una pareja y su hijo que viven en los suburbios de los Estados Unidos. Ella, Norma Lewis, interpretada por Cameron Diaz (El Descanso), es una maestra de un colegio privado y él, Arthur, encarnado por James Marsden, un ingeniero de la Nasa. James se dio a conocer por participar de series como La Niñera o Party of Five. Pero sin lugar a dudas, su popularidad llegó a las masas cuando personificó a Cyclops en la producción de Marvel, X-Men. La historia comienza rápidamente en una madrugada de 1976, cuando el timbre despierta a la familia. Si bien es vísperas de Navidad, la sorpresa que encontrarán detrás de la puerta no será el regalo más esperado. Ahora en sus manos se encuentra este extraño presente que puede cambiar sus vidas. Un misterioso hombre con el rostro terriblemente desfigurado aparecerá en su domicilio (el correctísimo Frank Langella) y será el encargado de explicar que esta caja trae consigo la posibilidad de obtener un millón de dólares y, a la vez (sin posibilidad de elección), alguien morirá en otro lugar. Esas serán las reglas y de ellos dependerá como sigue la historia. Si bien la película tiene un buen y prometedor comienzo, que logra llamar la atención del espectador, después todo se diluye y lo concreto se hace agua. La historia se dispara hacia otros rumbos y la cinta va dejando a su paso muchos cabos sueltos. Más algunos pocos e innecesarios malos efectos especiales que lograron empañar el correcto trabajo de la gente de ambientación e iluminación. La actuación de Cameron Díaz sigue siendo apropiada al contexto del film, al igual que Frank Langella, pero el clima general y los baches mencionados no ayudan mucho al resultado final.. Más allá de todo, muchos se preguntarán que se esconde detrás de esa caja mortal y quien maneja los hilos de esta fuerza sobrenatural.
Hay casos que nunca deben abrirse Emily Jenkins, correctamente interpretada por Renée Zellweger (El Diario de Bridget Jones, Nueva en la Ciudad o Chicago entre otras,) es una consagrada trabajadora social especializada en problemas familiares que ha visto todo tipo de horrores domésticos, mentiras, negligencia y abuso. Como toda trabajadora social cuenta con mucho trabajo y como ella misma cuenta: Tiene 38 casos. Hasta que le designan un nuevo expediente, su caso número 39. El de Lillith Sullivan, papel interpretado por Jodelle Ferland, una niña de 10 años de edad, cuya familia perturbadora y hermética deja a Emily conmocionada y preocupada. Pero a la vez, se genera desde un principio un vínculo entre Lilith y Emily que va más allá de lo profesional. Lilith repite que sólo quiere que la quieran. Cuando los padres de Lillith tratan de hacerle daño en un ritual nocturno, Emily interviene y logra salvarla. Desconsolada por la soledad e inocencia de Lillith, Emily decide algo que nunca antes había hecho: involucrarse íntimamente. Con la esperanza de ayudar a la retraída niña, Emily le ofrece a Lillith un hogar cariñoso y feliz hasta que encuentre una familia adoptiva. Y este argumento es el primer paso a una nueva vida en la existencia de ambas, para bien o para mal, ya que luego de este acercamiento, raros sucesos comenzarán a suceder y muy difícil será probar si realmente existe un culpable o son solo hecho fortuito y accidentes frecuentes. Se puede decir que la película está dividida en dos partes bien definidas, una más oscura con datos inciertos y con muy poca claridad de que tema se está hablando. Y una segunda, en donde con todas las cartas sobre la mesa, la protagonista no sabe cómo hacer para seguir y terminar con lo que empezó: un expediente que nunca debió abrir. El film del director Christian Alvart rodó otra película con mucho suspenso llamada Pandorum, y sigue usando como recurso el miedo psicológico. Y lo hace bien, ya que resulta efectivo y logra conectar al público con la pantalla. Entre los que acompañan a Renée Zellweger, se encuentra uno de los actores más aprovechados por Hollywood en los últimos tiempos, Bradley Cooper (¿Qué pasó ayer?, Alocada Obsesión), que si bien se lo vincula con la comedias, las historias románticas o las de acción, como será próximamente el caso de Brigada A, lleva dignamente su papel de psicólogo infantil y a la vez le abre un camino a un rubro diferente. La película cumple su cometido: atrapa, altera e inquieta, ¿Pero qué cosa tan terrorífica puede esconder una pequeña que aparentemente sólo busca que la quieran?...
Creer o no creer, esa es la cuestión. Cuando se avista un OVNI, se llama encuentro de primera clase. Cuando se encuentra evidencia, es conocido como encuentro de la segunda clase. Cuando se hace contacto con los extraterrestres, es el de tercer tipo. El siguiente nivel, el secuestro o abducción, es el de cuarto tipo. El film de Olatunde Osunsanmi, Contactos de cuarto tipo, viaja entre la delgada línea entre la ficción y la posible verdad o realidad. La historia cuenta que en Alaska misteriosamente desde la década de ´60, un número desproporcionado de la población ha sido reportada como desaparecida cada año. A pesar de múltiples investigaciones que el FBI supuestamente ha llevado a cabo, la verdad nunca ha sido descubierta. En esta remota región, la psicóloga Dr. Abigail Tyler, interpretada por Milla Jovovich, la misma de Juana de Arco, de Luc Besson y de la saga Resident Evil, comienza a grabar en video las sesiones con los pacientes traumatizados y sin saberlo, irá descubriendo algunas de las evidencias más inquietantes jamás reveladas. La película, muy bien editada y dirigida, relata los traumas que padece esta especialista y como su pequeño mundo se va expandiendo a medida que descubre lo casi inentendible. Y cómo para los demás esa realidad está más cerca de la locura que de lo verosímil. Si bien no es la primera vez que nos encontramos con una producción de este estilo, recordando El proyecto Blair Witch, la española Rec o incluso la poco creíble Actividad Paranormal, ésta mezcla filmaciones de la protagonista y otras con la supuesta Dra. Abigail Tyler y lo mismo hace con algunos de los pacientes, haciéndolo de esta manera un film documentado. Sin lugar a dudas, Olatunde Osunsanmi supo ir por ese camino, para dejar en todo momento migajas de dudas y así como dice la protagonista al comienzo del film: "está en uno creer o no". Entre los protagonista se encuentra Elias Koteas a quién se lo conoce por ser protagonista de la serie La Ley y el Orden y trabajar en películas como El curioso caso de Benjamin Button (2009), además de Corey Johnson y Will Patton conocido por Armageddon (1998) o El Mensajero de la Oscuridad (2002), junto a Richard Gere. Ahora solo queda verla y que cada uno saque sus propias conclusiones. Creer o no creer.
Los años en la mira Amante Accidental es una comedia romántica justamente con esos dos componentes: humor y romanticismo, donde el director y guionista Bart Freundlich escogió a Sandy, una madre moderna ocupada con las tareas cotidianas y abocada de lleno a sus dos hijos, Catherine Zeta Jones, que viven en las afueras de la ciudad en un barrio y un hogar soñado. Pero la trama da inmediatamente un giro cuando en forma accidental, revisando unos videos, encuentra a su marido con una de sus amigas. Sin mucho para pensar, en busca de cambio, deja esa vida detrás y viaja con sus hijos a la gran ciudad. Está ciudad la espera con la suma de otras más obligaciones y riesgos. Se las verá sola, muy segura de sí misma, pero frágil a la vez y, con cuarenta años recién cumplidos buscará trabajo y donde vivir con sus hijos. En esa búsqueda conocerá a Aram Filkestein (Justin Bartha) un joven veinteañero, que si bien se encuentra diplomado, trabaja en la cafetería que se encuentra debajo de su departamento. Está relación que comienza como una amistad, sigue con el pedido de Sandy en ofrecerle a Aram que cuide de sus hijos y lo que continua es fácil de imaginar. Aram se siente parte de la familia, el vinculo que se ha generado es muy grande, pero las diferencias de edades para la protagonista pasó de ser algo gracioso a pesarle fuerte y deberá decidir qué hacer con esta relación que se parece mucho al amor. Con algunos momentos flojos o que no se cerraron bien en la historia, la película resulta muy llevadera, además de no ser muy extensa, que es un punto a favor a la hora de hacer una comedia para no perder el ritmo. Enredos, risas, reflexiones e hijos de por medio dan una pantallazo de una realidad que hoy se ve más cotidianamente y que asombra a muy pocos. Diferencias de edades, de creencias, de culturas, de sexos o sociales ya no son un impedimento frente a los otros, sino muchas veces hacia uno mismo. Quizás sea lo que Bart Freundlich, el director, propone contar en esta historia de humor y amor.
Como perro por su hueso Los estudios DreamWorks, los mismos que ofrecieron Madagascar, Kung Fu Panda e incluso Shrek, traen a las pantallas de los cines una aventura animada donde la historia se centra en un joven vikingo llamado Hipo (Hiccup). Hipo habita en la isla de Berk donde los robustos pobladores pelean a diario con los diversos tipos de dragones, como si fueran plagas, ya que estos no sólo demuestran ser peligrosos, sino que también roban gran parte de sus rebaños e incendian las viviendas del lugar. El joven vikingo si bien es el hijo de jefe del lugar, resulta ser un fracaso como guerrero y su popularidad es tan baja como su autoestima. Pero su voluntad y decisión lo empujan a intentar ser un verdadero vikingo como los son los demás pobladores. Pero todo cambiará accidentalmente cuando conozca al dragón más temible de todos los tiempos y descubra su verdadera vocación. Pero lo más difícil será cuando intente demostrarle a su gente que esas bestias, tal cual las conocían, no son lo que parecen. La historia entretiene a cada momento con mucha acción y momentos graciosos, y al enfocarse sobre un adolecente era inevitable agregarle momentos de drama e incertidumbres por parte del protagonista y su padre, pero no generan más que realismo a la situación. Los efectos 3D están bien logrados, en especial en los momentos de vuelo y de explosión, que es donde más se genera el cambio en la vista, vista que de a poco se va acostumbrando a este tipo de imágenes. Recordemos que este film se basó en el libro de Cressida Cowell y está dirigida por Chris Sanders y aunque en las salas se la verá doblada, en su versión original cuenta con las voces de Jay Baruchel a quien se lo verá próximamente en El Aprendiz de Brujo y Gerard Butler (300, Días de Furia), quein estará dentro de muy poco en las carteleras con Caza Recompensas.