Matando la acción El realizador neozelandés Andrew Dominik vuelve al ruedo luego de su memorable film El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (2007), esta vez en un policial vinculado a los oscuros negocios de las apuestas y juegos clandestinos. Brad Pitt (quien también trabajara en El asesinato de …) interpreta a Jackie Cogan, un matón profesional que es convocado para investigar si un robo durante un juego de póker (organizado por la mafia) fue una posible estafa o un verdadero atraco. El propio director es quien se ocupó de adaptar la novela de George V. Higgins, Cogan’s Trade, que recorre la historia de estos dos asaltadores de poca monta, organizado por uno de mayor experiencia. Todo el relato transcurre de manera armoniosa, sin demasiados sobresaltos y los pobres enredos son tapados por discursos de campañas presidenciales, dando un tinte político a un argumento nada novedoso. Las interpretaciones son correctas, con un desfile de actores como Ray Liotta (Más allá del cielo), en el papel del dueño de la casa de juegos, Richard Jenkins (Diario de un seductor ) como el contratista y James Gandolfini (Los Soprano)interpretando a un matón algo irritable, pero a la vez, muy sentimental. Mátalos Suavemente no aporta demasiados a la carrera de Domink, sólo pasa suavemente, sin hacer ruido.
El baile de los chicos del barrio Con un comienzo a todo ritmo sobre las calles de Miami, Step Up llega con su cuarta entrega, Revolution, y sigue la estela de sus predecesoras que comenzaron en el 2006. En este caso los chicos del movimiento dance callejero llamado “La Mafia” irrumpen en distintos lugares y son filmados para logran la mayor cantidad de visitas en YouTube y poder coronarse así con un premio millonari. Pero el rumbo de la historia se ve modificado cuando uno de los líderes de The Mob, Sean, se enamora de Emily, la hija de un hombre de negocios inmobiliarios que pretende quedarse con un barrio costero de Miami en donde pasa su vida “La Mafia” y allegados. Con grandes coreografías y altos contrastes de colores, Step Up imprime una estética atractiva y un vertiginoso sentido del videoclip, que deja por momentos de lado, la parte cinematográfica. Cabe recordar que se puede ver en su versión 3D, donde se potencian las caídas, la lluvia de dólares y otros pequeños momentos. Con un argumento poco original, el film de Scott Speer entretiene y está destinado a un público adolescente y amante de las danzas del Hip Hop. No mucho más que eso y con el objetrivo del baile en primer plano.
Un amor para siempre Y llegó la esperada segunda parte del final de la saga Crepúsculo, basada en la novela de Stephenie Meyer, donde se da a conocer el fruto del amor entre Edward Cullen (Robert Pattinson) y Bella Swan (Kristen Stewart). Ellos consumaron su relación en la Isla Esme y en consecuencia, Bella se transforma en una salvaje "woman" y la beba Renesmee (que poca acción suma a la historia) crece rápidamente. Renesmee, "mitad humana y mitad vampiro" cuenta con otros dones y será la bisagra entre los lobos amigos de Jacob (Taylor Lautner) y las "craituras de la noche" amigas de Edward, en contra de las fuerzas oscuras de Aro (Michael Sheen). La leyenda cuenta que la niña podría ser una amenaza para la raza bebedora de sangre. El relato evidencia una historia melosa al comienzo (con exceso de fundidos encadenados), donde todo es color de rosa, y los jóvenes vampiros viven acomodadamente en la casa del bosque (claro está, sin trabajo ni ocupaciones) y sin ningún tipo de conflictos. Incluso la rivalidad entre Edward y Jacob se mantiene de manera pacífica. El final entrega la mayor dosis de acción (y la mejor) en los fríos escenarios de la montaña, y con más creatividad que en las entregas anteriores. La inclusión de personajes nuevos podrían haber sumado mucho más a la historia, pero muchos no fueron aprovechados. Amanecer es, en la medida justa, lo que se esperaba: un film donde los fanáticos de Crepúsculo podrán disfrutar y soñar con el amor para siempre. Un digno broche que tendrá legiones de espectadores.
Algo que el colegio no enseña El realizador canadiense Philippe Falardeau lleva a la pantalla una historia cargada de emociones y sentimientos. El relato cuenta los sucesos posteriores a la muerte de una profesora que decide ahorcarse en su propia aula, en un colegio primario de Canadá, el dramático impacto en sus alumnos y la llegada de un suplente con un fuerte pasado. El arribo de Bachir Lazhar como maestro, un inmigrante argelino a punto de ser deportado en cualquier momento, es un golpe fuerte para los estudiantes que deben adaptarse a él y a la imagen de la maestra muerta. Lazhar, contratado para sustituir a la profesora, entra en la vida de cada niño e intenta mejorar su educación, trato y mirada sobre la existencia y la muerte. Con un claro entender de las relaciones personales y pincelando con temas como la política (quizás por su estudio en la temática), el amor y la realidad escolar, Philippe sumerge al espectador en una tierna y conmovedora historia, donde el humor también se hace presente. Profesor Lazhar es una hermosa narración donde la fábula y las situaciones del mundo real, se asemejan demasiado y no es gratuito que fuera nominada al Premio Oscar como "Mejor Película Extranjera".Monsieur Lazhar construye la esperanzaen el rostro de la tragedia y enseña que todos tenemos algo que aprender.
El ocaso de un seductor Bel Ami, o como se llama realmente el personaje, Georges Duroy (Robert Pattinson), es un joven apuesto que llega a París luego de la guerra y procedente de Argelia. Sin dinero y ocupación, su único pasar es intentar disfrutar de un buen momento en los cabaretes del lugar. Gracias a la ayuda de su superior en el frente de batalla, se suma a la grandeza de París del siglo XIX y va escalando socialmente por sus amoríos con mujeres casadas. Los directores Declan Donnellan y Nick Ormerod no supieron plasmar los escritos de Guy de Maupassant (uno de los escritores más relevantes del siglo XIX), ni tampoco lo antes realizado por el cineasta Albert Lewin, quien en 1947, filmó una versión mucho más deslumbrante de Bel Ami, integrada en ese terceto de obras maestras del director que completarían El retrato de Dorian Gray (1945) y Pandora y el Holandés Errante (1951). Lewin había comprendido el texto original, colocando a George Sanders en otro personaje para recordar y lejos de la labor casi inexpresiva del ex vampiro, Robert Pattinson. La escasa conexión de Pattinson con su personaje, lo aleja de un Duroy (Bel Ami) que seduce a cada paso y deja dolor a sus espaldas. A la muy lograda ambientación de época se suman papeles secundarios dignos y una eficaz Christina Ricci que abarca todos los estados de ánimo. El reparto lo completan Uma Thurman y Kristin Scott Thomas, dos actrices que logran amalgamarse con cualquier papel y aumentan el valor de la producción. Bel Ami pudo haber sido mucho más de lo que es, pero solo se queda en el texto literario, sin aportar alma al relato y sin ensamblar las escenas con mayor pasión.
Un voto en blanco En época electoral para los Estados Unidos, llega esta comedia de la mano de dos humoristas, uno en ascenso y otro, quizás, en su declive (Zach Galifianakis, el primero y Will Ferrell el segundo). Will interpreta a un congresista de en un pequeño distrito electoral de Carolina del Norte, embustero, mujeriego y sin ningún escrúpulo. Por su parte, Zach es el contrapunto, un hombre de familia, religioso y sin grande expectativas, quien será tentado para postularse y sumergirse en el mundo de la política. Si bien, detrás de este argumento hay un negociado con el comercio oriental, eso pasa desapercibido y la atención hace foco sobre los personajes principales. Cam Brady (Ferrell) pierde popularidad por sus traspiés (desde golpear a un bebé hasta after hours sexuales), mientras que su oponente Marty Huggins (Galifianakis) debe refinarse, cambiar de perros y hasta de costumbres. El film, que transcurre sin demasiados sobresaltos, no entrega momentos hilarantes y quizás el realizador Jay Roach se haya equivocado en la elección de uno de los protagonistas. El elenco está conformado por grandes del mundo del cine, como John Lithgow, Dan Aykroyd, Dylan McDermott, Jason Sudeikis y Brian Cox, entre otros. El director tuvo en su carrera aciertos como Los Fockers 1 y 2, La Cena de los Tontos y las tres partes de Austin Powers. Locos por los Votos se encuentre entre las menos destacadas y con escenas menos felices que las esperadas.
Veo gente muerta El film de animación ParaNorman llega de la mano de los realizadores Chris Butler (del departamento de arte de El cadáver de la novia) y Sam Fell (director de Lo que el agua se llevó), quienes hicieron un verdadero trabajo artesanal filmado "fotograma por fotograma" con la técnica de stop-motion. Una historia que coloca al joven Norman, un chico incomprendido que habla con los muertos, en la posición de salvador de un pueblo acechado por la maldición de una bruja. Y heredando la misión de su tío, Norman, deberá detenerla. Con una cuidada estética y graciosos detalles de guión, ParaNorman se disfruta y evoca La noche de los muertos vivientes y otras como Sé lo que Hicieron el Verano Pasado, además de tener gags de terror para público adolescente. Sin lugar a dudas. Chris Butler y Sam Fell se unieron sabiendo que sus experiencias podían potenciarse, y su creatividad quedó plasmada en la pantalla. Con la presencia de su abuela muerta, una maestra de teatro avasallante, una familia que no lo entiende y un pueblo en su contra, Norman y su fiel amigo Neil intentarán cumplir su cometido, mientras logran divertir al espectador.
Los vecinitos de enfrente Este cuarto eslabón de la película original pensada y creada por el israelí Oren Peli no funciona ni como precuela ni como continuación de las anteriores, porque el escenario es otro, aunque mantiene sus puntos de conexión entre los personajes. El film echa mano a los mismos recursos que la caracterizan (puertas que se abren, arañas que caen al piso, sonidos estremecedores y presencias capturadas en la oscuridad) y agrega como novedad el terror diurno, escaso en las anteriores historias. Una nueva casa, habitada por los padres (con conflictos matrimoniales), la hija adolescente y un niño, serán las nuevas víctimas de esta presencia que sigue moviéndose entre las sombras con impunidad. En esta entrega, la maldición se transmite a los extraños vecinos de enfrente. La presencia de la "famosa" hermana de los títulos anteriores y la aparición de un niño enigmático, se irá revelando a lo largo del film. En ese sentido, los elementos relacionados con niños y animales (al igual que en Poltergeist) dicen presente a través de una pelota, un triciclo y juguetes que sorprenderán al espectador. Más de lo mismo, pero con algunos sacudones y un nuevo agregado tecnológico, como lo son los celulares con cámara y las innumerables computadoras portátiles (¿hay tantas por cada hogar?) que registran las actividades paranormales a lo largo de 14 días de noviembre de 2011. Del mismo modo que El proyecto Blair Witch trajo un formato de registro con "cámara en mano" (y como originalidad, netbook en mano) visto en numerosas producciones que fueron un éxito, ahora Actividad Paranormal 4 recorre el mismo camino y va por su cuarta entrega, dejando la mesa servida para su quinta producción. Actividad Paranormal 4 se estrena en Argentina antes que en el resto del mundo (gracias a los fans que la votaron) y eso marca una pauta de lo esperados que siguen siendo sus sobresaltos.
Un escape por amor Llega a la pantalla grande una inteligente comedia, atravesada por el amor y la aventura de una chica y un scout de doce años que se enamoran y deciden (desde su niñez adulta) realizar un pacto secreto y escaparse a terrenos selváticos e inexplorados de una pacífica y ordenada isla de la costa de Nueva Inglaterra. Con un presentador y narrador de lujo, como lo es el actor Bob Balaban, quien se encarga de guiar al espectador durante los 94 minutos, la película corre sobre rieles sin grande sobresaltos. Perfectamente ambientada en el verano de 1965, el realizador Wes Anderson (El Fantástico Sr. Fox, Los Tenenbaums, Tres son multitud) se sumerge en una historia sin desperdicio, donde nó solo cuida la estética y la fotografía, sino que junto a Roman Coppola pusieron sendos talentos en el guión del film. Cabe destacar el aspecto formal (tomas que juegan con lo lineal, lo horizontal y lo vertical además del uso del zoom) y la música a Alexandre Desplat. Como es su costumbre, Anderson, reúne a grandes figuras que suele explotar para que den lo mejor: Edward Norton, Bruce Willis, Bill Murray, Frances McDormand y Tilda Swinton, quien ya había trabajado con el cineasta. Moonrise Kingdom es sumamente recomendable, pero no se puede decir que es el mejor film de Wes Anderson, ya que con él nunca se puede imaginar lo que está por venir. Sólo que es un relato sobre el amor, el "ordenado" mundo infantil ante el caótico universo de los adultos.
Vuelve la Ley La nueva versión del comic juez Dredd vuelve a la pantalla grande luego de la versión protagonizada por Sylvester Stallone en 1995, donde el actor de Rocky se calzaba el traje del personaje. En la historia, ambientada en un futuro post-apocalíptico, el poder lo tienen los jueces, quienes además realizan labores policiales e imparten justicia directamente. Juez, jurado y verdugo. Esta vez el personaje central es el actor de Nueva Zelanda, Karl Urban (visto en El señor de los anillos), quien junto a la joven aprendiz Anderson (Olivia Thirlby) debe luchar contra una banda de narcotraficantes al mando de Ma-Ma (Lena Headey). Al igual que en la reciente La Redada (lanzada en DVD), el grupo policial lucha a brazo partido contra aquellos que se oponen al sistema y se refugian en una suerte de fortaleza de cemento. Con la templanza y valentía de Dredd y el poder psíquico que ella posee, se sumergirán en la Torre más peligrosa de este viejo mundo, en busca de Ma-Ma y su poderosa droga SLO-MO. Con un comienzo vertiginoso, y un desarrollo que transita por la acción con elementos futuristas (por momentos se abusa de la cámara lenta), la película transcurre entre pasillos, puertas blindadas y eternas balaceras que no logran alcanzar al protagonista. Plasmada de manera sangrienta, el realizador Peter Travis plasma en imágenes el espíritu del "comic", superando a su antecesora pero entregando un producto rutinario sin sorpresas. Dredd llegó para implantar la ley y el público será quien la juzgue.