Mater es un film que surgió de la obra de Claudio Tolcachir “El viento en un violín” y es llevada al cine de la mano de Pablo D’Alo Abba con los mismos actores. Me hubiese gustado haber visto la obra. Suele haber películas basadas en libros, pero basadas en piezas teatrales, es menos común. Me la perdí. Dicen, los que pudieron ver ambos que la película es un poco más “light” que la obra. Imagino que para quienes la vieron, será un viaje interesante transitar la peli. En fin, Mater es un largometraje que podría haber sido corto o mediometraje. Una película fuerte, incómoda, que por momentos parece que todo se podría haber contado en menos tiempo. Es una historia de dos mujeres que buscan ser madres y hacen lo imposible, y lo peor para conseguirlo, y un hombre sin un lugar en la sociedad, excluido, que busca pertenecer. Su director no juzga, solo muestra. No hay conclusiones. Hay tragedia, y sin embargo hay final feliz. A mí, me hizo un poco de ruido que un abuso se deje pasar por alto. Acaso no sería una inconcebible ese final si la historia fuese al revés? Es menos grave el abuso de parte de una mujer? Muchas preguntas y una película para debatir, y así habrá dado que hablar la obra. En donde quizás la intención final fue buena, mostrar otro tipo de familias, por ej, pero el fin justifica los medios?
Un futuro áspero, con un Ryan Gosling como Blade Runner, Harrison Ford como un viejo ermitaño con un perro buena onda y una Ana de Armas versión "Siri futurista". Las películas de ciencia ficción, son de mis favoritas, pero Blade Runner nunca formó parte de esa colección de films que amo. Ya con su antecesora, tuve esa sensación de que no le pusieron onda al futuro. Ok, puede ser duro, calamitoso, pero ponéle imaginación. Los monitores no me los hagas igual que en los '80, no me hagas carteles de neón. Bueno, en el año 2049, la onda futurista es también muy retro. Parece filmada en los '80. Luces de neón, monitores anchos, no hay celulares, y no faltó el cartel de Atari, en fin. Por otro lado, la película dura una eternidad. Si va durar casi 3 horas, más vale que se haga ameno, llevadero. Y cada plano lleva su tiempo. La historia presenta un conflicto que no nos vuelve locos, no atrapa. Hay que reconocer que la película se vuelve un poco más entretenida cuando aparece Harrison Ford, y ese momento tarda en llegar. Una historia de origen, de identidad que podría haber sido más concreta y hasta emotiva. Blade Runner se pierde en la historia de amor de Gosling con de Armas, cuando a nadie le importa. Un film recomendable para fanáticos de la primera, disfrutarán de las perlitas y referencias a la película de 1982. Para quienes no tenemos un amor particular por la primera y no somos amantes del género, no valen la pena ni las tres horas de Ryan Gosling o Ana de Armas en pantalla gigante.
Un viaje a la psicodelia de los '70 de la mano de personajes inquietantes. "Desearás al hombre de tu hermana" es el debut de Carolina "Pampita" Ardohain, un inicio de carrera cinematográfica jugado del que sale airosa. "Desearás..." es una película que oscila entre lo estándar y lo border/bizarro. Siempre al límite. Diego Kaplan, con esa insolencia que lo caracteriza se atreve a más. En un sitio donde estamos acostumbrados a ver a la mujer como objeto, el director pone al hombre en su lugar, en donde ver miembros masculinos no será un tabú, sino moneda corriente. La fotografía, ambientación y vestuario nos adentran en una década de drogas y amor libre. "Desearás..." es una comedia erótica, un género que no estamos acostumbrados a ver en nuestro país o en pantalla grande. Si sos un toque prejuicioso, o pacato, ni te metas en la sala, o bueno, por ahí sí metete. Vas a salir con la cabeza partida a la mitad. Aplausos para Andrea Frigerio, en donde sorprende con su papel jugado, extremo. Muy distante de su personaje en "El Ciudadano Ilustre", compone a una mujer muy abierta sexualmente, sin tapujos y con la gracia justa para destacarse en la película. "Desearas..." habla de la sensibilidad femenina, aquellas cosas que nos marcan como personas y afectan en el futuro. Un film diferente, con una historia atípica.
Con una gran ambientación de época, "Yo Soy Así, Tita de Buenos Aires", es una biopic de una parte de la vida de la icónica Tita Merello. Para los que conocemos a Tita tan solo de nombre o de verla allá por los '80 hablar en entrevistas en la tv, veremos una película en donde descubriremos cosas, para nosotros desconocidas, de la actriz y cantante. Remarcable trabajo el de Mercedes Funes como Tita. Un trabajo excepcional en donde no solo actúa sino que interpreta con su voz las canciones más reconocidas de la morocha argentina. Una tarea difícil con una carga de responsabilidad absoluta. El film narra los inicios de esta mujer que se crió en un conventillo de San Telmo, pasando por su auge en donde filmó películas y se hizo famosa, hasta la dificultad que tuvo que enfrentar para encontrar trabajo durante la Revolución Libertadora. Ninguno de los temas es desarrollado en profundidad. Hubiese sido interesante ver cómo se filmaban esas películas o un poco más del costado político. Pero Teresa Costantini prefirió posarse sobre la turbulenta relación con Luis Sandrini. Adentrándose en un ritmo lento e insulso. Desconciertan las elecciones de los actores que representan a las figuras míticas de la Argentina como ser Perón, Evita, el propio Luis Sandrini, Carlos Gardel, Hugo del Carril, etc. Lo mejor de la película es sin duda la ambientación y vestuario junto a la gran interpretación de Mercedes Funes, a quién me hubiese encantado ver en muchos más números de canto.
¡madre! Una experiencia difícil de digerir, contundente, intensa y surreal. Había leído por ahí que ¡madre! era un film para amar u odiar, o ni siquiera, en realidad sabía que había generado controversia, fui al cine como me gusta ir, despojada de información, sin tener idea de lo que iba a ver, y quedé conmovida, invadida y agobiada. Knock Out. Es bastante complejo contar la película de manera sencilla, o más bien siento que si deslizo una pequeña sinopsis, estaría hablando de otra cosa, no de ¡madre! porque a simple vista vemos una pareja en crisis. Él (Javier Bardem), un poeta con un bloqueo mental, el cual no le permite escribir nuevo material; y ella (Jennifer Lawrence), una compañera que se la pasa arreglando la casona donde viven. Ellos en su quietud y monotonía, reciben a otra pareja (Ed Harris y Michelle Pfeiffer), que irrumpen de la nada y terminan hospedándose en el hogar. Eso es lo que vemos, nos desconcierta porque los invitados actúan raro. Al principio, uno piensa “qué desubicados!” y luego ya nos incomodan, nos sacan de quicio. ¡madre! es el más reciente film del director Darren Aronofsky (El Cisne Negro, Requiem para un sueño). Su mente brillante hizo esta película metafórica, brutal y asfixiante. Un film diferente, no van a ver algo así muy fácilmente. No es una película para pasar el rato, ni para disfrutar con unos pochoclos. Salí del cine con el estómago revuelto, asqueada, afectada. ¡madre! es un viaje onírico, en donde a primera vista la historia que vemos, no es y tampoco tiene explicación. Terminó y la odié. Terminó y no entendí nada. Luego, el día continuó con otras actividades, pero las imágenes de la película invadían mi mente y allí le fui encontrando un sentido. Rebobiné en mi cabeza y encontré pistas que me hicieron ver otra faceta de la película, una posible explicación, que es fantástica, pero prefiero no revelar porque la convertiría en un gran spoiler. El film está lleno de metáforas, referencias bíblicas, puedo mencionar sin considerarlo un spoiler. Pocos films pueden generar tantas sensaciones. Vemos todo desde el punto de vista de Jennifer Lawrence, somos sus ojos, pero también vemos su rostro en primer plano. Todo el tiempo estamos en sus pies. Somos ¡madre!. Y es asfixiante, intolerable. Sentí ganas de que termine en cuanto la película llegó a su primera parte. Y es que en cierta forma hay dos partes. Y si bien la primera genera suspenso, intriga y confusión, porque no sabemos para donde va, y eso molesta, la segunda se torna un poco lenta y sobre todo muy grotesca e impactante. Visualmente intolerable. El trabajo de Jennifer Lawrence es impecable. Esa mujer pasa por todos los estados, la quietud del inicio se transforma en furia. Un in crescendo que la hace estallar hacia el final. Wow! Lawrence es un bestia y punto. En síntesis, ¡madre! es el óleo de un apocalipsis, una tierra que se destruye, en donde no hay peor cosa en este planeta que el ser humano y su egoísmo, maltrato, desamor y brutalidad. Terminé de ver el film agotada, cuál Jennifer Lawrence. Sí, fuimos ¡madre! y menos mal que no fue una experiencia en 3D!
Cruda realidad, poca veces mostrada, o mostrada desde otro lugar. Alanis muestra al mundo de la prostitución, pero no desde el lado ilegal, desde la trata, sino visto como un trabajo más, donde una mujer lo transita como una forma de vida. Y cómo esa mujer imperfecta hace lo que puede, con lo que tiene, con lo que sabe hacer. Sofía Gala Castiglione, es Alanis y me quedo corta si les digo que está muy bien en lo que hace. No solo es creíble sino que se muestra sin tapujos, se la ve auténtica y en crudo. Muchas escenas las tiene con su hijo Dante. La relación entre ellos le da una realidad única. La historia transcurre en tres días en la vida de Alanis y les aseguro que no es fácil. Es una historia difícil, cruda, real. Pasa y no lo vemos, está en la oscuridad o no queremos verlo, pero pasa. Para ver y bancarse la que viene. Alanis es fuerte. Contundente. Necesaria.
IT (eso) es una de las películas más esperadas del año y no es noticia, ni estoy diciendo nada nuevo, pero es un éxito mundial y va a ser un éxito en nuestro país. Una historia potente, cuyo germen es el libro homónimo de Stephen King y una miniserie antecesora, que marcó una época con un Pennywise icónico, interpretado por Tim Curry. A todo eso, hay que sumarle la expectativa de un público que ama ver nuevas versiones de films que marcaron un momento de sus vidas, con fanáticos sedientos de criticar o de dejarse sorprender y amantes del libro con deseos de ver la mejor versión de IT hasta el momento. El director, argentino, Andy Muschietti, puso en la balanza ingredientes de películas sobre la amistad, grupete de chicos pasando un verano intenso; con un poco de terror: un miedo enorme con forma de payaso. Estos dos elementos van oscilando en esa balanza precisa, de un lado hacia otro logrando el equilibrio perfecto para que IT se lleve muchos puntos. El casting de niños ha sido preciso. Cada personaje tiene su color y están muy bien diferenciados. Algunos son más callados, otros más valientes, mientras que algunos bromean o la tienen difícil. Un hallazgo, el cast de esta película que no es una simple película de terror, sino más bien, podríamos decir que el terror es uno de los condimentos. Las escenas más espeluznantes están muy bien logradas, desde el Pennywise, que merece un capítulo aparte en cuanto a diseño, vestuario, gestos y mirada, un gran payaso de Bill Skarsgård; hasta la fotografía, movimientos de cámara con gran apoyo del sonido. Los asustadizos saltarán de la butaca en más de una oportunidad, hay momentos que sorprenden y algunos planos espeluznantes, que inquietan. Muschietti, tomó cosas del libro de King, y otras las cambió y consiguió que el público se sienta más identificado o allegado, por ejemplo, cambiando la época donde transcurren los hechos, de los ’50 a los ’80, las edades de los chicos y el trasfondo de sus historias. Lo que me gustó de esta versión es que hay mucho de metáfora, el payaso que toma la forma de los miedos, la historia de Beverly con su pelo, cómo ese cabello se transforma en otra cosa, y sobre todo, esa sensación de que en algún punto el mundo de los adultos es lo que más han de temer, mostrando unos adultos bastante inquietantes. La simbología en esta película hace de IT un film profundo e interesante para analizar.
Encantadora película y personajes. Simple. Pequeña. Sincera. Habla de la posibilidad de volver a empezar, de que no importa la edad ni en el momento en que nos encontremos, siempre hay una nueva oportunidad. Así es La Novia del Desierto. Una mujer que trabaja en una casa de familia, una especie de niñera/mucama. Ahora el niño creció y ya no la necesitan. Pero el niño (ahora adulto) la quiere y le consigue un trabajo en San Juan. Allí comienza una aventura para Teresa (Paulina García), una mujer que pierde la valija en una parada que hace al autobús hacia su lugar de destino y ahí conoce al Gringo (Claudio Rissi). El resto es un film sencillo, de sentimientos nobles, con un Claudio Rissi adorable, un tipo al que le gusta conversar, tomar mate. Y del otro lado Teresa, una mujer callada, que va detrás de eso que perdió. La novia del desierto, es un film simpático, con una hermosa fotografía y paisajes naturales. Una oportunidad para ver una película esperanzadora, con buenas actuaciones y un lindo mensaje.
La odisea de una mujer por adoptar. Así podríamos pasar en limpio la premisa de "Una especie de familia". En la misma semana, vi esta película y por Netflix enganché "Contratiempo", dos films totalmente diferentes que tienen como actriz a Bárbara Lennie y me explotó la cabeza. Una actriz versátil, con diferentes matices, que compone a dos mujeres muy diferentes. Bueno así con todos sus personajes, pero me sorprendió porque justo la vi en una misma semana, y me asombró desde lo básico, en una es una española con todas las letras y en otra es una porteña con todas las letras. En fin, "Una especie de familia", nos lleva a una mujer que viaja al norte de nuestro país para adoptar un chiquito que viene de una mujer que está a punto de dar a luz. Todo va a bien hasta que la familia le pide una "colaboración" a cambio del bebé y aquí viene la disyuntiva: por un lado, el de que un bebé no se compra y por otro, y como todo, cuando hay un pedido de dinero, no es sólo una única vez, sino que es la primera de muchas otras. Con ese panorama, Malena vivirá una odisea rodeada del calor norteño argentino. La participación de Daniel Aráoz como médico y Claudio Tolcachir como marido de Malena, se destacan, pero vale la pena resaltar el debut actoral de Yanina Ávila como Marcela, la madre biológica del bebé. Impresionante y conmovedor trabajo. Una película chiquita, una mujer haciendo lo imposible por conseguir lo que quiere, pero cuál es el límite? Hay escenas muy fuertes, de mucha tensión muy bien logradas por las calidad actoral de sus protagonistas. Un film para reflexionar sobre lo difícil que sigue siendo adoptar en nuestro país, sobre la lucha de una mujer, las trabas. Una película impecable desde la fotografía, planos y movimientos de cámara, con gran dirección de Diego Lerman.
“Los que aman odian” es la película protagonizada por Guillermo Francella, en la que Luisana Lopilato juega el papel de amante del ex Pepe Argento. Lejos de ese ícono que fue “Casados con hijos”, aquí vemos a una Luisana en plan “Femme Fatale” que rompe corazones y juega a varias puntas. La película está basada en el libro de Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo, en el que un homeópata llamado Huberman (Francella) viaja a Ostende en busca de descanso y de olvidarse de Mary (Lopilato). Oh casualidad, Mary, su hermana (Justina Bustos), su cuñado (Juan Minujín) y un colaborador, viajan a la misma mansión ubicada en la playa, porque alguna vez Huberman le había recomendado la estancia. Ambientado en los años ’40 el film transita esta historia de amor principal, un amor rodeado de obsesión; y luego se transforma en un policial del estilo “el asesino es el mayordomo”, en donde todos son sospechosos. El trabajo de ambientación está muy bien logrado, todos los detalles son un placer visual, el vestuario, los autos; y desde la actuación, la forma en la que se mueven los personajes, van acorde a la época. Esa década le queda muy bien a Juan Minujín y sorprende Justina Bustos con su trabajo en un papel totalmente distinto a los que estamos acostumbrados a verla. La música también juga un papel importante en la película en donde todo lo que sucede dentro del cuarto de Huberman musicalmente es insoportable, marcado con un sonido que genera constante tensión. El trabajo de Luisana Lopilato es impecable, se puede ver como moldeó a Mary, en sus gestos, su manera de fumar, de moverse. Sin embargo, su cara aniñada no ayudó a convencerme del todo. Los que aman odian, consigue suspenso, y ese juego con el espectador de ir cambiando de posible asesino a lo largo de la trama, hacen que nos sorprenda hacia el final.