Una biopic que poco tiene del género, una persecución, el gato que persigue al ratón. Neruda, un título muy amplio para una historia que no necesariamente tiene al poeta como protagonista. La película toma lugar en 1948, cuando Chile tenía como presidente a Gabriel González Videla. El ese entonces senador y escritor Pablo Neruda, acusa a su gobierno de traicionar a los comunistas en el congreso, así es como el presidente ordena su captura. Pablo Neruda (Luis Gnecco) emprende así una eterna huída. Somos testigos del permanente escape, las casas en donde se hospedó y el recorrido realizado para no ser atrapado por el policía Óscar Peluchonneau (Gael García Bernal). Mientras Neruda es perseguido comienza a escribir “Canto General”, obra que se convirtió en un símbolo de libertad y una leyenda literaria con peso político. La actriz Argentina Mercedes Morán encarna a una de las mujeres de Neruda, Delia del Carril, una compañera que apoyó a su marido en todo momento, y se separó en los períodos necesarios. El film dirigido por Pablo Larraín, tiene una excelente fotografía y ambientación de época, desde el vestuario y escenarios viajamos a los 40’s. Las escenas de traslado de personajes en autos o motocicletas tienen un hoy bizarro croma, en donde se nota que el vehículo está quieto sobre un fondo donde se proyecta un camino. Hoy se ve extraño pero ese mecanismo era muy usual en films de la época en donde transcurre “Neruda”. La película tiene elipsis de espacio pero no así de tiempo, una extraña forma de narrar que saca de contexto. La historia la vamos conociendo por una voz en off, la de Óscar Peluchonneau, un prefecto policía hijo de una prostituta y se cree, él cree, hijo del policía más importante Olivier Peluchonneau. Este personaje, que al principio parece uno secundario, termina siendo el protagonista. Neruda cuenta un corto período del poeta con mucho de ficción. Las actuaciones son correctas. Sin embargo, no termino de descifrar si la intención del director y su guionista Guillermo Calderón, fue dejar bien parado a Pablo Neruda o darle con un caño. Neruda fue la elegida para abrir el Festival de Cine de Mar Del Plata el año pasado y contó además con una nominación a los Globos de Oro como mejor película.
Tres mujeres afroamericanas revolucionan la Nasa, cada una desde su lugar y su talento. La matemática Katherine Johnson, gran interpretación de Taraji P. Henson, se destaca entre los empleados (hombres y mujeres) y se convierte en pieza importante para poner en órbita al astronauta John Glenn. Gracias a sus cálculos, el astronauta fue el primer estadounidense en orbitar la tierra. La película nos lleva a los años 60’s donde las personas de tez negra eran discriminadas (mucho más que ahora). Una NASA donde hay cafetera y baños para personas de color. El sector más alejado y peor cuidado del edificio es para un grupo de mujeres de color que la tienen mucho más clara que cualquiera. El trío protagónico, que realiza un gran aporte a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), está conformado por Mary Jackson (divino papel interpretado por Janelle Monáe), Dorothy Vaughan (Octavia Spencer quién tiene una nominación a los Oscar por su interpretación) y la ya mencionada Katherine Johnson (Taraji P. Henson). Cada detalle desde el maquillaje, vestuario y escenografía está altamente cuidado y acorde a la época. Los looks de estas mujeres y la música nos transportan a los años 60’s. Nos indigna tanta desigualdad y nos emociona como estas mujeres fueron haciéndose lugar para convertirse en grandes contribuyentes para la aeronáutica americana. Cabe destacar los personajes de Kevin Costner (Al Harrison), como el jefe del grupo en el que trabaja Katherine. Un hombre que supo ver el talento de esta mujer e hizo de la planta un lugar un poco más igual para todos. Y la detestable supervisora Vivian Mitchell (Kristen Dunst, OMG! donde quedó la nena de Jumanji o Mary Jane?), quien a pesar de hacerle la vida imposible a las mujeres del ala oeste, tendrá que admitir el conocimiento que tiene el grupo. Aunque por momentos, Talentos Ocultos, puede resultar lenta, lo cierto es que nos cuenta en detalle muchas situaciones que hacen al total, que dan dimensión del esfuerzo y esmero de tres mujeres que no solo hicieron un aporte a la NASA, si no a la historia de las mujeres en general.
Trás 11 años de la segunda y 14 de la primera, llega la tercera parte de XXX, esta vez Reactivado. Una película de acción pura con escenas exageradamente imposibles, pero entretenidas. Vin Diesel vuelve a ponerse en la piel de Xander Cage, un aventurero, sin miedo a nada. Vuela en una motocross, anda en longboard como nadie y maneja armas como un experto. Todas las locaciones posibles están metidas en esta peli, vamos del Caribe a Nueva York o Tailandia y todas las etnias posibles en los personajes. Hay en este Reactivado situaciones y diálogos exactos de la primera película de la saga, transformando la peli en una sátira o auto-homenaje (?) de su primera parte. El tratamiento del film hacia la mujer, como objeto, mostrando sus traseros y tirándose encima de Diesel como si se tratase de un sex simbol, resulta chocante a esta altura del partido.
Luz de Luna, es una película escrita y dirigida por Barry Jenkis que no solo trata el tema de la identidad, el ser homosexual en un barrio pobre de Miami, sino que va más allá con una profundidad que deja un sabor amargo. La historia de vida de cada ser humano puede ser tan profunda, situaciones que marcan a las personas y que uno no tiene idea. A la hora de relacionarnos, no pensamos por todo lo que pudo haber atravesado la persona que tenemos enfrente. Quizás nunca recibió una caricia o amor. Algo así te deja este film. Luz de Luna es un tríptico, tres caras de un mismo personaje a través de los años. Lo vemos en su infancia interpretado por Alex R. Hibbert, en su adolescencia con Ashton Sanders y en su adultez de la mano de Trevante Rhodes. Todos ellos con pocas palabras, silencios y miradas dan vida a Chiron, un niño/adolescente/adulto criado en un barrio pobre y violento de Miami, con una madre drogadicta, compañeros que le hacían bullying y un amor imposible (o posible). La cosa será permitirlo. Con un relato bastante lento – por momentos me hubiese gustado que la historia avance, que tenga más ritmo – conocemos en profundidad los sentimientos de Chiron y vivir con él sus etapas, a mi forma de ver bastante sufridas. El director se da el tiempo para contar cada escena, en su niñez cuando pregunta qué es ser marica, en la adolescencia: la escena de la playa, en su adultez: la escena del restaurante. Cada una genera de alguna forma tensión, ganas de gritar. Un gran logro. Luz de Luna, puede generar muchas cosas, y según el tipo de público va a impactar de diferente manera. Algunos se sentirán identificados, otros se movilizarán o quedarán con un sabor amargo hacia el final. Imperdible film, candidato a ser ganador del premio mayor de los Oscar.
Un film ingenioso, con un final sorprendente y un gran trabajo de Pfening. La valija de Benavidez es una película escrita y dirigida por Laura Casabé, basada en un cuento de Samanta Schweblin. Es una película corta, con una historia sencilla, en donde nada es lo que parece ser. La valija de Benavidez, es un thriller fantástico y psicológico que ahoga al espectador en ese mundo que se crea y se desvanece delante de los ojos de Benavidez (Guillermo Pfening). Él es un artista plástico, hijo de un famoso pintor, que se siente fracasado por haber sido rechazado por la crítica en su último trabajo. Luego de una discusión con su mujer, Benavidez llega a la mansión de su psiquiatra y pasa la noche allí. Al día siguiente descubre lo que realmente es ese lugar misterioso. Guillermo Pfening nos lleva con su gran actuación a su mundo, sus sensaciones y podemos sufrir con él lo que le pasa dentro de esa casa que por momentos asfixia y me hace acordar a la maravillosa canción de The Eagles: Hotel California. Casabé juega con las cámaras de seguridad de la casa, tecnología y cuadros animados. Una dirección jugada y acertada. Completan el elenco Jorge Marrale como el psiquiatra de Benavidez, Norma Aleandro como la curadora y Paula Brasca como la esposa de Benavidez.
La La Land llegó a los cines y rápidamente se convirtió en la favorita de la crítica mundial. El film es bello, tiene buen gusto, dos actores que dan bien en pantalla, fotografía que deleita nuestros sentidos y música que moviliza. También habla de los sueños, esa pulsión que todos tenemos dentro, esa pasión por lograr un objetivo profesional, una vocación y qué pasa cuando no lo podemos concretar, qué pasa cuando sí podemos y que hubiera sido si. En medio de música y baile con cientos de homenajes a películas de la época dorada del cine musical, sucede una historia de amor; pero es el amor tan fuerte como para sostenerse en el tiempo, para pasar todos los altibajos y problemas? La primera media hora del film, hasta que arranca la historia de amor en sí, se hace un poco larga y extensa, al principio, para los que no somos muy amantes de los musicales se puede tornar media pesada; luego con el correr del relato, y cuando comenzamos a conocer a los personajes, la película nos va encandilando y nos atrapa. Ryan Gosling y Emma Stone hacen un muy bello y correcto trabajo, transmiten la pasión por el Jazz, el musical y el baile. Desde la dirección, la cámara es vertiginosa, logrando que las escenas donde hay música (recitales y lo que entraría en el rubro comedia musical), sean un deleite visual, dando la ilusión de que lo estamos viendo en vivo en un teatro de Broadway. La La Land, es una bella película y aunque no es para todo el mundo, si se le da tiempo y se la conoce, como a un nuevo amor, nos va a enamorar.
Un chico demasiado grande para ser niño, demasiado joven para ser un hombre. Así describe su autor Patrick Ness a Conor O’Malley, el niño protagonista de esta historia. Una historia que incluye a un monstruo que visita a Conor con una propuesta especial, contarle tres historias para que luego el chiquito le cuente una, con su verdad. Asombrosa actuación de Lewis MacDougall (Conor), que con sus ojos y gestos expresa más de lo que dice, conmueve. Conmueve como solo logra hacerlo su director, J.A. Bayona, quién tiene una habilidad clara para tocar nuestros corazones, estrujarlos y hacernos derramar nuestras lágrimas. Un monstruo viene a verme, puede ser un simple film con una historia triste de un niño que tiene una madre enferma de cáncer y además sufre de acoso en la escuela y en su mundo imaginario recibe la visita de un monstruo, pero realmente resiste análisis más profundos. Se trata de esas películas que podés desmenuzar y descubrir mil capas de información debajo de la que vemos a priori. Completan la historia el Monstruo con la profunda voz de Liam Neeson, que no se lo ve de manera tradicional, pero hay un guiño para el espectador, ya que lo vemos en varias fotos como abuelo de Conor; y Felicity Jones, interpretando a una madre separada enferma de cáncer. Esta joven me deslumbra en cada papel y esta no es la excepción. Qué sentirá al verse en pantalla de esa manera, realmente es shockeante y muy triste lo que la enfermedad hace en el cuerpo y en alma de una persona. Una película conmovedora, de aventuras, de ciencia ficción, de un monstruo de los buenos que enseñará a este pequeño algo muy importante.
‘Resident Evil: Capítulo Final’ es una montaña rusa de 1 hora 40 minutos. No para. Un muy buen cierre para esta saga. Luego de Resident Evil (2002), Resident Evil 2: Apocalipsis (2004), Resident Evil 3: Extinción (2007), Resident Evil 4: Ultratumba (2010), Resident Evil 5: La Venganza (2012), llega Resident Evil: Capítulo Final. Para los fanáticos que esperan un cierre épico, lo van a tener, tiene emoción, terror, suspenso, y mucha, mucha acción. Las escenas de pelea, persecuciones y sangre son increíbles. Las escenas de acción de Alice (Milla Jovovich) son de las más alucinantes que vi en cine, no muchas veces se ve a una mujer peleando tan ‘fuerte’. Sin embargo, a veces estas se tornan confusas por el abuso de efectos y seguidilla de planos, de poca duración que marean al espectador. Hablando de las escenas de acción, vale recordar que la doble de Milla Jovovich, Olivia Jackson, se accidentó rodando una escena de motocicleta y tuvieron que amputarle un brazo. En muchas ocasiones hay secuencias exageradas o que deberían pasar de otra manera, pero la película entretiene. Alice, tendrá su cierre y muchas cosas cobrarán sentido.
Un thriller que te llevará a lo más oscuro de una familia que guarda muchos secretos. Nieve Negra te mete en un historia fría, oscura, como esa nieve que permanentemente rellena la pantalla. El frío y el viento se sienten en los huesos, Nieve Negra te mete y te hace testigo de una historia familiar morbosa. La fotografía, la ambientación y los paisajes son sublimes. Logran que el clima traspase la pantalla y como espectador podamos sentir el viento fuerte del sur (ese aire frío que hace doler los oídos) y la nieve humedeciendo nuestros pies. Leonardo Sbaraglia (Marcos) y Laia Costa (Laura) componen una pareja que viene de España para arreglar unos temas familiares del personaje de Sbaraglia. Él argentino, ella española. Ambos con una actuación maravillosa. Laura va descubriendo y adentrándose en la historia familiar de su marido; ella es la más cercana a nosotros, al espectador, que poco sabe y con el correr del metraje irá revelando. Marcos llega a Argentina por el fallecimiento de su padre, debe convencer a su hermano Salvador (Ricardo Darín) de vender la casa de la familia, y dejar un cuidado para su hermana Sabrina (Dolores Fonzi, quien tiene un breve papel en la película) que está internada en un psiquiátrico. Ricardo Darín, es Salvador, un tipo ermitaño, que caza para comer. Majestuosa interpretación de Darín, que nunca deja de sorprender. Con una mirada, silencios y gestos dice todo y nos deja boquiabiertos. El relato por momentos es lento, pero está ingeniosamente contado mezclando tiempo y espacio. Personajes que encuadran en una misma toma pero no están juntos, los separan años y situaciones, pero juegan en la misma cancha. Nieve Negra es incómoda, como caminar por la nieve y el viento, te deja con molestia, con desazón. Se trata de lo que está guardado bajo siete llaves, secretos familiares que son escabrosos, relaciones difíciles. Revuelve, inquieta. Un film para ver y volver a ver.
Con una animación exquisita, una música que eriza la piel y voces que se ajustan a los personajes, llega a los cines la nueva princesa de Disney: Moana. Moana, un mar de aventuras, es un film de Walt Disney Animation Studios que el año pasado estrenó en Estados Unidos, pero llega a nuestros cines este jueves. Este personaje, será el favorito de muchos, particularmente para niñas, adolescentes y adultas abanderadas del “girl power”, porque Moana, es una nena que quiere descubrir lo que hay más allá de su isla, más allá de los arrecifes. Una chica que quiere saber quién es y que lucha sola, contra viento y marea. Un personaje delicioso, dulce y fuerte a la vez. La animación de esta película es alucinante: uno de los escenarios que más vemos es el océano y la calidad de la animación cuando aparece agua, arena, y otras texturas es sublime. Los tatuajes que llevan los personajes sobre pieles tostadas, son increíblemente reales. “How far I’ll go”, es la canción principal de la película y la música en general del film es destacable. Tiene potencia como su protagonista. La actriz y cantante Auli’i Cravalho le pone la voz a Moana, con gran dulzura a la hora de cantar. Podemos escuchar a Dwayne Johnson (Maui) cantando , quien además le pone la voz al personaje; excelente interpretación. En buena parte del film, los personajes de Moana y Maui están juntos y aunque hablemos de animación, se puede decir que la química entre ellos es genial. Hay varios personajes secundarios muy interesantes, la abuela de Moana es quien apoyará permanentemente a su nieta, la guiará y le dará fuerzas. Los divertidos animalitos, el cerdito y el gallo dan el toque de comedia. Moana hace que salgas del cine con alegría, tarareando la canción de los créditos y buscando a la Moana interior que todos tenemos dentro. Dato extra: Como es de costumbre antes de la película se proyecta un corto de animación, en este caso el elegido es “Inner Workings”, traducido como “Cabeza o Corazón”. El cortometraje te toca profundamente, te estruja el corazón y te saca una sonrisa.