Otra película que se desarrolla en el terreno del documental ficticio, como lo hizo años atrás El proyecto Blair Witch, The Last Broadcast y más recientemente Actividad Paranormal. Un estilo cinematográfico que no nació con la bruja de Blair como suele asociar la mayoría de la gente, sino que fue creado en el cine por Charles B. Pierce, con su clásico La leyenda de Boggie Creek, que fue un fenómeno espectacular de taquilla en 1972. Ninguno de estos filmes hubiera sido lo mismo sin este trabajo de Pierce. Pueden encontrar más información en el link. Si Contactos del cuarto tipo se hubiese filmado 10 o 13 años atrás hubiera resultado uno de los fenómenos de taquilla del año. En la actualidad, debido al enorme crecimiento y desarrollo que tuvo Internet en el mundo donde la información corre a la velocidad de la luz, armar una campaña viral donde se intenta hacerle creer a la gente que los hechos de este film son reales es mucho más difícil. Al director Olatunde Onsunsanmi se le complicó este tema y antes que el film llegara a los cines se supo que la doctora Abbey Tyler, quien daba su testimonio en el film en realidad era una actriz llamada Charlotte Milchard. Por pedido de la producción y en un gesto de onda del sitio IMDB, Milchard no figuró en la ficha de la película de esa página pero no sirvió demasiado. De todas maneras esto no impide que como espectadores no podamos engancharnos con esta propuesta que no nació de hechos totalmente ficticios. Después retomo ese tema. La película arranca con Milla Jovovich caminando hacia la cámara donde nos informa que los que estamos a punto de ver es una recreación de hechos ocurridos en el año 2000 y que al finalizar la historia cada uno sacará sus propias conclusiones si lo que vimos fue real o no. A partir de ese momento el film combina la recreación de los actores con material de archivo de la verdadera historia de la doctora Tyler. Si te sumás al juego que proponen el director y Milla la pasás bien con una historia locas de abducciones extraterrestres. A diferencia de Acvtividad Paranormal acá por lo menos te cuentan una historia concreta con buenos momentos de tensión logrados por el laburo de los actores. Milla, Elias Koteas y Will Patton (Armaggedon) tienen muy buenas escenas juntos. El director combinó muy bien los supuestos elementos reales con la recreación que hacen los actores. Si no la tomás en serio la podés pasar bien. Es ridículo creer que si los acontecimientos hubieran sido reales la mujer que sufrió los hechos le va a entregar cintas que documentan su experiencia a un flaco que quiere hacer una película pochoclera. Creo que habría otros organismos a los que hubiera acudido primero. De todas maneras vale destacar que la premisa que sirvió como inspiración del film es real. En la localidad de Ome, en Alaska, se produjeron muchas desapariciones de personas desde 1960 que el FBI investigó y nunca pudo resolver. Es un misterio real que no tiene respuesta. Las personas desaparecieron y nunca se encontraron rastros o pistas que pudieran permitir armar una hipótesis. La leyenda urbana indica que esto tendría que ver con abducciones extraterrestres y el director hizo una película sobre el tema. No es un estreno imperdible, pero si te atrae la temática entretiene.
El caza recompensas es una propuesta que se vende como película romántica pero en realidad entra en el terreno de la comedia de acción, donde no faltan los tiros y las persecuciones. Lamentablemente hace agua en todos los campos y al final resulta un film totalmente olvidable. El director Andy Tennant se manejó muy bien con la comedia en el 2005 con Hitch, protagonizada por Will Smith, pero acá no pudo concretar una producción entretenida como aquel film. El gran problema es el guión que ofrece una historia mediocre y aburrida que no tiene nada que envidiarle a ese fiasco que fue Amor y Tesoro con Matthew McConaughey y Kate Hudson. Jennifer Aniston presenta un trabajo pobre donde parecería que nunca hubiera hecho comedias. Uno la ve en este estreno y realmente llama la atención que haya logrado hacer una carrera en la actuación. Gerard Butler, por otra parte, es un gran actor que trató de hacer lo que pudo con el guión pedorro que le dieron y no se entiende como acepta este tipo de trabajos cuando es una figura que hoy no le deben faltar propuesta de trabajo precisamente. Por el mismo cheque podría hacer cosas mejores. El caza recompensas se esfuerza demasiado en presentar situaciones graciosas que se ven forzadas y las secuencias de acción parecen salidas de una serie de televisión de los años ´80. El enfrentamiento final que tienen los protagonistas con el villano, por ejemplo, no tiene nada que envidiarle a cualquier capítulo de los Dukes de Hazzard. Parecería que intentaron hacer algo similar a Sr. y Sra. Smith, con Brad Pitt y Angelina Jolie, pero ni siquiera llega a hacerle sombra a esa película que sin ser una joya del cine, por lo menos era entretenida y tenía muy buenas secuencias de acción. A la larga es otra muestra clara de la crisis de creatividad que hay en Hollywood por estos días. Si te la pasan gratis en un avión, asegurate de tener cerca un buen libro.
Hermanos es un estreno que va ser disfrutado por los afortunados espectadores que hasta ahora evitaron ver el trailer, ya que los productores idiotas de este film permitieron que el avance te contara de manera cronológica toda la película. Increíble. Si vistes el avance ya sabés por donde viene el final. No importa que no sea un thriller, realmente es un desastre lo que hicieron con el trailer. Lo cierto es que la falta de creatividad y vagancia que hay en Hollywood por estos días genera que la remakes ya no se hagan de filmes clásicos, como solía ocurrir en el pasado, sino de producciones recientes. En este caso Hermanos es un refrito de la película danesa protagonizada por Connie Nielsen (Gladiador) en el 2004 que pueden conseguir en los videos clubes. La historia es un buen drama que habla sobre los efectos psicológicos que causa la guerra en las personas que intervienen en estos tipos de conflictos. Si bien no está ni a palos a la altura de El Francotirador, la obra maestra de Michael Cimino con Meryl Streep y Robert De Niro, que trabajó este tema de una manera más cruda, la trama ofrece una muy buena historia que en ambas versiones se destaca por el laburo de los protagonistas. En el caso de la remake, el trabajo de los actores (Tobey Maguire principalmente) son quienes reman como dioses este refrito dirigido por un cineasta en decadencia como es Jim Sheridan. En el pasado hizo grandes filmes como En el nombre del padre, El Boxeador y En América, pero en los últimos años volcó por completo por motivos que son un misterio. Primero con la patética biografía del rapero 50 Cent (Get Rich or Try Die Tryin´), un desastre que no parecía dirigido por él y ahora con este refrito donde calcó prácticamente el trabajo de la directora danesa Susanne Bier. Es difícil objetarle cosas a este estreno porque es prácticamente igual a la producción danesa que ya brindaba una buena historia. La única diferencia entre la versión original y la remake es que en el refrito hollywoodense cerraron más la historia en algunas cuestiones argumentales como para que el público norteamericano entienda bien la historia. La versión danesa deja algunas cuestiones relacionadas con el personaje que interpreta Maguire más abiertas. Después es la misma película. No está mal pero Sheridan trabajó sobre un terreno seguro al copiar la obra de otra artista y no ofrece nada original en su versión de la historia. Un drama correcto por el que cobró su cheque y siguió adelante con otro proyecto.
Los hermanos Hughes (Desde el infierno) regresan al cine con una muy buena película de acción relacionada con las historias post apocalípticas, donde el espíritu de Mad Max (muy especialmente la segunda parte, El guerrero del camino) está presente durante toda la trama. Los directores desarrollaron esta propuesta como una especie de western futurista que sobresale por la hermosa fotografía de Don Burgess (Spiderman, Forrest Gump), un fabuloso uso moderado de la animación computada y un elenco tremendo donde se destacan Denzel Washington, Gary Oldman (que siempre garpa como villano) y una participación especial de Tom Waits, que tiene un pequeño papel. El tema de los efectos especiales es notable porque muchísima gente trabajó en el film en este campo pero lo que hicieron con los escenarios y algunas secuencias de acción estuvo tan bien realizado que ni te das cuenta hasta que ver los nombres del numeroso equipo en los créditos iniciales. Me quedó la sensación que los Hughes fueron muy cuidadosos con este tema y se preocuparon por brindar un film de acción como los que se hacían antes. Hay muchísimo CGI pero estuvo bien trabajado y las secuencias de acción no se ven artificiales como si fueran un malo video juego estilo Se Busca. Otro aspecto técnico que no quiero dejar pasar es el excelente laburo que hicieron con los efectos de sonido. Hace mucho tiempo que no disfrutaba del sonido de las balas en el cine! En El libro de los secretos hay momentos donde sentís que las balas te rozan la cabeza y los tiroteos tienen el sonido típico de los spaghetti westerns donde los disparos sonaban con un silbido especial. Denzel Washington, por cierto, interpreta un típico anti héroe de los viejos westerns italianos que recuerda bastante al Hombre sin nombre de Clint Eastwood y el memorable Django de Franco Nero. Hasta los 10 minutos finales este estreno es un peliculón que no defrauda a quienes disfruten del buen cine de acción. Lamentablemente en la conclusión los Hughes se van al carajo en cuestiones argumentales, sobre todo cuando el film entra en el terreno religioso. El final está muy tirado de los pelos en ese aspecto, pero con total impunidad voy a expresar que la pasé tan bien con esta película que se las dejo pasar. Sí, la jodieron en los últimos minutos, pero el balance general es más que positivo y la verdad que después de ver lo que hicieron con esta historia futurista les tengo fe para la próxima adaptación de Akira, una de las grandes obra maestras del manga japonés.
Si la historia del jugador de fútbol americano Michael Oher no fuera cierta probablemente Hollywood la hubiera inventado. La cosas que vivió este deportista parecen creadas por un guionista especializado en melodramas pero lo cierto es que los hechos ocurrieron tal cual se cuentan en este estreno. Oher, quien en la actualidad tiene 23 años, es uno de los jugadores de fútbol más prometedores que surgieron en los últimos años y su historia de vida personal se hizo conocida en el 2006 con la publicación del libro “The Blind Side: Evolution of a game”, del periodista Michael Lewis. El libro se centraba en cuestiones de estrategia y tácticas de ese deporte y en la segunda mitad se contaba el origen de este jugador. La historia pegó tan fuerte en los medios que el trabajo de Lewis enseguida se convirtió en best seller y en Hollywood no tardaron en llevar esta historia al cine. La película fue dirigida por John Lee Hancock, quien en el 2002 hizo un film similar para Disney, The Rookie (con Dennis Quaid), no estrenado en nuestro país, sobre un jugador de béisbol que a los 40 años debutó en las grandes ligas de ese deporte. El motivo principal por el que Un sueño posible no terminó editada en dvd como The Rookie se debe a que Hancock no se concentró en cuestiones deportivas, sino en el drama humano y la vida del protagonista que es sumamente interesante y accesible la película para el público fuera de los Estados Unidos. Probablemente en manos de otro director como Lee Daniels (Preciosa) Un sueño posible se hubiera transformado en un dramón meloso insoportable. Hancock narró este film con tacto sin exagerar las situaciones fuertes de la vida de Oher a la vez que aportó un poco de humor a la trama. Sandra Bullock después de mucho tiempo encontró con este proyecto un papel donde pudo destacarse como actriz y vuelve a demostrar que está para mucho más que las últimas comedias tontas en las que apareció. Me pareció acertado que los productores cerraran el film con fotos de los protagonistas reales que formaron parte de esta historia que parece salida de un cuento de hadas, pero que para estas personas simplemente fueron los hechos que enfrentaron en su vida en los últimos años. Un sueño posible es film entretenido que se destaca principalmente por el trabajo de Bullock que finalmente se pudo destacar en una buena película.
Gengis Khan Inicia. Tranquilamente se podría haber titulado de esa manera este estreno, ya que la frase es un resumen perfecto de lo que vas a encontrar en esta excelente película del director ruso, Sergei Bodrov, nominada al Oscar el año pasado como mejor film extranjero, que narra el origen y ascenso al poder de uno de los más grandes bastardos en la historia de la humanidad. Mongol es la primera entrega de una prometedora trilogía que narró como nunca se había hecho hasta ahora en el cine la vida de este personaje histórico. La segunda parte tiene su estreno planeado para este año. Gengis Khan fue uno de los más grandes genocidas que pasaron por este mundo, que pese a la enorme imagen negativa que tiene en muchos países, no son pocos los historiadores que lo rescatan como uno de los máximos estrategas militares. En Turquía, por ejemplo, es considerado un héroe y es muy común que los chicos lleven su nombre. El fundador del imperio más extenso de la Historia fue un pionero de la guerra psicológica que se concentraba en sembrar el terror en las poblaciones que conquistaba con la perpetración de numerosas masacres donde no excluían a las mujeres y los niños. En el cine Gengis no tuvo mucha suerte. Su vida que es digna de una película épica fue desaprovechada muchas veces con filmes pedorros como los que protagonizaron John Wayne en la controversial (ver Dato Loco) The Conqueror, de1956 y Omar Shariff en Gengis Kahn, de 1965, que presentaron versiones hollywoodenses de este personaje que poco tenían que ver con el líder mongol. En el 2007 se estrenó otra impresentable versión japonesa, To the end of Eart and Sea donde hicieron cualquier cosa con la vida de Kahn. Mongol es la posta. El director Bodrov presenta la versión que más se acerca a la verdadera historia de Gengis, algo que no es para nada un dato menor debido a que este hombre siempre resultó un enorme desafío para los historiadores. Hasta el día de hoy se debate el año de nacimiento exacto del líder mongol y las circunstancias de su muerte tampoco son claras. Esto se debe a que los mongoles solían conservar su historia a través de relatos orales, por lo tanto no abundan demasiados textos originales que describieran los hechos. Bodrov realizó su film a partir del libro “La Historia secreta de los mongoles” que es un poema épico que narra el ascenso al poder del Gengis Kahn y el resto de la familia real. Es el único material escrito que procede de los propios mongoles. Lo cierto es que esta película es la producción que más se tomó en serio el trabajo de los historiadores sobre este personaje y de todas las cosas que se hicieron en el cine es por lejos la más interesante. Esta primera entrega de la trilogía nos presenta al joven Tedmujin antes que se convirtiera en Gengis Khan, que fue el nombre que adoptó después como emperador. El director hizo un trabajo fabuloso al presentar a este personaje en su juventud, mucho antes que llegara a liderar su ejército. A diferencia de otros filmes que nos mostraron a Khan directamente como un guerrero sanguinario, acá tenemos la posibilidad de ver cómo un joven común y corriente que podía haber tenido un destino diferente se transforma en esa figura temible que terminó por convertirse en uno de los hombres más poderosos del mundo. Desde la realización Mongol presenta una producción impecable que sobresale por su hermosa fotografía, la acertada reconstrucción de época y espectaculares secuencias de acción. En la media hora final, donde el director Bodrov deja un poco la rigurosidad histórica para meterse de lleno en el terreno de Corazón Valiente y 300, Mongol ofrece una batalla épica brillantemente planificada. Es imposible contar esta historia en un solo film y esta primera entrega de la serie augura una trilogía que apunta a ser espectacular. Mongol es una película para ser disfrutada en su primera visión en una pantalla de cine, ya que tiene todos los ingredientes de un gran espectáculo cinematográfico. Por estos días el director trabaja en la post producción de la segunda parte, The Great Khan, que se concentrará en la vida de Gengis como emperador y sus campañas militares. No se pierdan el primer capítulo de la trilogía que es uno de los mejores estrenos de este mes. EL DATO LOCO: Una historia tremenda relacionada con Gengis Khan y el cine. En 1956, Howard Hughes produjo The Conqueror, donde se contó la historia de este personaje con John Wayne como protagonista. Los exteriores de esa película se filmaron cerca de una zona militar de Utah, donde el ejército norteamericano hacía pruebas de armas nucleares. Es famosa y recordada la imagen de Wayne junto a un contador Geiger, que permitía medir la radiactividad en el set. Lo cierto es que el director Dick Powell, los protagonistas John Wayne, Susan Hayward y Pedro Améndariz junto con varios miembros del equipo técnico fallecieron de cáncer en los años posteriores. Una investigación de la revista People reveló que 91 miembros de los 220 que conformaban el equipo del film murieron por esta enfermedad a raíz de la exposición radioactiva. Howard Hughes que siempre se sintió culpable por lo que había ocurrido compró todas las copias e impidió que el film se exhibiera durante más de 17 años.
Loco corazón es una película que sin el trabajo de Jeff Bridges probablemente no hubiera recibido una distribución internacional. Se trata de una producción independiente chiquita que narra una historia de redención y segundas oportunidades en la vida que vimos en más de una ocasión. Sin ir más lejos, El luchador, con Mickey Rourke planteó una temática similar, sólo que en este caso se desarrolló en el mundo de la música country. Bridges interpreta a un personaje claramente influenciado por Waylon Jennings (el creador del tema de los Duke de Hazzard), una leyenda de este género musical que tuvo en su vida problemas similares a los que enfrenta en la trama el personaje de Bad Blake. Al margen del trabajo de Jeff, cuyo Oscar estuvo más que merecido, el trabajo de todos los actores hicieron posible que esta historia contada en otras oportunidades resultara atractiva. Hay que destacar la participación de Colin Farell, quien hizo un trabajo más que digno como cantante country. La escena en la que interpreta una canción junto a Bridges es realmente muy buena. Yo por lo menos no lo tenía cantando y la verdad que lo hizo muy bien. Los actores junto a la fabulosa banda de sonido producida por T Bone Burnett son lo mejor de este estreno, que pese no tener la misma pasión que Johnny y June (Joaquín Phoenix) que también estaba relacionada con el mismo ambiente musical, brinda un cuento ameno.
Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio vuelven a ofrecer una buena película de suspenso con esta adaptación de la novela de Dennis Lehane (Ríos Místico) que hasta los últimos 20 minutos brinda un thriller fabuloso. El director desarrolló esta historia en la línea de los que solían ser los viejos policiales negros de las décadas del ´50 y los filmes de misterio de Alfred Hitchcok. Desde esa primera escena con niebla donde se nos presenta a los protagonistas, Scorsese nos mete de lleno sin perder el tiempo en un ambiente absolutamente aterrador en el que el se puede percibir que el peligro está cerca. Con una banda sonora tremenda, que fue supervisada por el gran Robbie Robertson, miembro de la legendaria banda de rock The Band, quien ensambló piezas musicales que creó para Scorsese en el pasado y nunca se habían utilizado, la introducción a la isla siniestra (nunca mejor puesta la traducción de un título) es espectacular. La escena en que una paciente del hospital psquiátrico le pide a Di Caprio que haga silencio en los primeros minutos del film, cuando entra al edificio principal, es por lejos uno de los momentos más aterradores que vi en el cine en el último tiempo. La cara de esa mujer no me la voy a olvidar enseguida. Genial. Si la hubieran estrenado a fines del año pasado no hubiese sorprendido que DiCaprio obtuviera una nominación al Oscar porque está excelente y tiene varias escenas donde sobresale junto a otros grossos del cine como Jackie Earle Haley (Watchmen) Patricia Clarkson , Ben Kingsley y Max Von Sidow ( El exorcista). Esa es una particularidad interesante del film, ya que todos los roles secundarios están a cargo de actorazos importante que Scorsese no desaprovechó y logró sacar lo mejor de ellos. La historia es muy atrapante y está tan bien construida que es difícil no engancharse con este relato. Esos ambientes claustrofóbicos en los que se desarrolla la trama y las secuencias oníricas, junto con la dirección de los actores, son otros elementos del trabajo de Scorsese que merecen ser destacados. Lamentablemente lo que podría haber sido una brillante historia se viene a pique con el final que es exactamente igual a otra gran película estrenada hace unos años (muy entretenida), que también tuvo actores grossos Como el final es similar no puedo mencionar ese título porque la van a sacar enseguida y no tiene sentido. Especialmente los seguidores del género del terror. Igual más allá de este film en particular, esa clase de conclusión que le dieron a La isla siniestra es uno de los más grandes clichés que existen en el cine y tiene su origen en la era de las películas mudas e inclusive se trabajó también en varias series de televisión clásicas. El principal responsable del robo en esta cuestión, no es Scorsese, sino Dennis Lehane que escribió esa conclusión afanosamente inspirada en un clásico del cine. Es más, creo que el único motivo por el cual el autor no fue demandado por plagio es que ese film hoy es de dominio público y lo que hizo es legalmente lícito. Es una lástima porque venía tan atrapante la película que este punto me resultó decepcionante. La isla siniestra es un buen estreno pero podría haber sido una gran película.
En 1992 el cine independiente norteamericano brindó un film llamado Bad Liteneaunt, dirigido por Abel Ferrara, un sujeto que se especializa en contar historias oscuras y deprimentes. La película es considerada hasta el día uno de los trabajos más importantes que hizo Harvey Keitel en su carrera, quien interpretó a un policía decadente y corrupto que se enfrentaba a sus demonios personajes cuando se ponía a investigar la violación de una monja. Por supuesto que esto traducido en la visión de Ferrara es otro tema. Aquel film un poco ensalsado por la crítica tampoco narraba una gran historia, más allá de las alegorías religiosas y de mostrar al policía más corrupto del mundo abusar de su poder y la drogas. Es como que Ferrara estaba demasiado preocupado por hacer una película controversial y oscura que narrar una buena trama. Cualquier episodio de Los Sopranos es mucho más profundo y apasionante que ese film, pero es cierto que Keitel ofreció una actuación sumamente convincente. Un maldito policía en Nueva Orleans es un film inspirado en esa obra de Ferrara. En realidad no es una remake oficial ni una continuación, pese a que se repiten varias situaciones del film de 1992. La dirección corrió por cuenta del alemán Werner Herzog, quien en el pasado se destacó con películas como Aguirre, la ira de Dios y Fitzcarraldo. En este caso Herzog y Cage decidieron abordar la historia del policia corrupto más en joda sin tomarse demasiado en serio el género. Esa es la principal característica de Un maldito policía. Lo que era un drama depresivo en el film original acá se tomaron las cosas en solfa. Nicolas Cage, quien parece llevarse bien con los personajes con problemas de adicciones, es el que salvó la película y la verdad que está muy bien en este personaje. Es loco porque si bien el trabajo de Herzog de alguna manera es un poco más entretenido que el de Ferrara, por las situaciones disparatadas y absurdas que presenta, la película no termina de convencer del todo como propuesta policial. Werner es un gran documentalista pero queda claro que este género no es lo suyo. Hay un tiroteo al final de la historia que en manos de otros realizadores como Brian De Palma o Antoine Fuqua (Dia de entrenamiento) se hubieran lucido con más intensidad en el film. Lo mismo ocurre con la investigación que lleva a cabo el personaje principal que se resuelve en una escena de manera ridícula donde se atan todos los cabos sueltos como si fuera una serie clase B de televisión. Tampoco ayudan una serie de secuencias surrealistas que Herzog filmó con unas iguanas, donde parece intentar emular a David Lynch. Son momentos que representan alucinaciones del protagonista que no aportan nada y detienen el desarrollo del conflicto sin sentido. Todo esto sumado a un final Hollywodense hacen que la opción más recomendable con respecto a este film sea recordar la película original, que sin llegar a ser una obra maestra dentro de todo era mejor que esto.
Alicia es un ícono popular que en el cine tiene la misma trayectoria que Drácula o Robin Hood. La novela creada por Lewis Carroll en 1865 fue llevada a la pantalla grande infinidades de veces. El primer antecedente fue el film mudo de 1906 que dirigió Cecil Hepworth y antes que llegara el sonido al cine se hicieron dos adaptaciones más en 1910 y 1915. Este popular personaje tiene una larga filmografía y su historia inclusive fue retratada hasta en un musical porno que hizo bastante ruido en 1976. Sin embargo, la gran mayoría de la gente suele asociar a Alicia directamente con la producción animada de Disney, de 1951, que en su momento fue un fracaso, tanto en las críticas como en la taquilla, aunque también se debió a que fue una propuesta psicodélica adelantada a su tiempo. El viejo Walt (al igual que Tim Burton) siempre detestó ese film porque sentía que los directores fallaron a la hora de retratar la magia y el espíritu de la obra de Carroll. De hecho, hasta su muerte rara vez se pasó por televisión y el artista se negó a reestrenarla en los años posteriores. Recién a fines de los ´60, en plena era del Flower Power, el éxito del film de los Beatles, Yellow Submarine, que era totalmente fumado, generó que el estudio Disney reestrenara con éxito rotundo la peli de Alicia que fue amada por los amigos del LSD. Hay mucha historia detrás de este personaje. En consecuencia, tomar un clásico de semejante envergadura y presentar una visión totalmente original es una tarea que sólo un genio como Tim Burton podía llevar a cabo y en ese punto reside para mí la principal virtud de este estreno. Burton tomó el cuento clásico de Alicia y lo narró con un enfoque inédito hasta la fecha. La película fue desarrollada con un tratamiento similar al que utilizó Steven Spielberg en Hook. Es decir, el film vendría funcionar como una secuela ultra lisérgica de la obra original, donde la protagonista ya más grande regresa a esa tierra de fantasía que visitó en su infancia. No son pocos los historiadores y escritores que creen que Lewis Caroll podría haber consumido alguna droga mientras escribía esta historia y en el libro hay muchas referencias claras a este tema. De hecho, Alicia se la pasa consumiendo distintas sustancias que la llevan a experimentar transformaciones en su cuerpo. Es un tema que da para largo, pero no es casualidad que en la actualidad la plancha de LSD que contiene el producto más puro de ácido lisérgico se conozca con el nombre de “Alicia en el País de las maravillas”. Bueno, la versión de Burton es la más fumada de todas. Ver a la protagonista vestida con armadura y espada enfrentarse al viejo y querido Jabberwocky (un monstruo que aparecía en un poema del segundo libro de Alicia) es algo que seguramente va a alterar a los puristas de la novela, pero como propuesta cinematográfica resulta totalmente divertido. Cacarear porque Burton no adaptó en detalle la obra de Caroll me parece que no tiene sentido. Sobre todo cuando la película juega con un montón de elementos de las novelas originales. La historia clásica ya la vimos miles veces en numerosas versiones y está bueno el esfuerzo que hicieron el director y sus colaboradores para brindar algo distinto en este cuento que tiene tantos antecedentes en el cine. Acá Alicia por momentos se parece más a Lyra Belacqua, la heroína de la Brújula Dorada, que al personaje tradicional que vimos en otras películas. En este caso el viaje al País de la maravillas representa una experiencia introspectiva para la protagonista que le permite tomar el timón de su vida y descubrir lo que quiere realmente para su futuro. Al cambiar la edad del personaje principal lo hicieron más interesante, además que narraron el cuento dentro de un contexto sociopolítico relacionado con la era victoriana. Lo cierto es que Burton ofrece una experiencia diferente y ese mundo de fantasía surrealista que creó es fabuloso. Junto con Avatar es probablemente el film que mejor trabajó el formato en tres dimensiones y la animación digital en el último tiempo. Si bien la película se promocionó principalmente con la figura de Johnny Depp, es Helen Bonhan Carter, quien se roba el film con su interpretación de la Reina Roja, que tiene escenas geniales junto a Crispin Glover (Volver al futuro). Creo que Burton expresó su locura creativa de manera equilibrada donde agregó cosas loquísimas de su propia cosecha, pero a la vez hizo un film fabuloso que puede ser comprendido por chicos de 9 años. Definitivamente este es el mejor trabajo del director en mucho tiempo.