La segunda parte de El Hobbit sobresale principalmente por los aspectos técnicos de realización, donde se destaca la soberbia ejecución de Peter Jackson en las secuencias de acción. En lo personal no le encuentro sentido analizar estos filmes como si fueran producciones independientes cuando se trata de un larga película que vamos conociendo por entregas. Por eso me cuesta entender frases como "esta es mejor que la primera", ya que en realidad se trata del mismo film del año pasado, con la diferencia que la trama se hizo más interesante con su desarrollo. Jackson ya se tomó el tiempo de presentar el conflicto y los personajes en la primera mitad de la historia y acá se metió de lleno con la acción y la aventura. Desde lo técnico hay escenas que son de una opulencia visual escalofriante y en materia de acción brinda momentos que superan a todo lo que él hizo con las historias de la Tierra Media hasta la fecha. Secuencias como la batalla de Bilbo con la arañas gigantes (gran momento clásico de la novela de Tolkien), el memorable escape de los enanos en unos barriles por un río y la pelea con el dragón Smaug son pequeñas obras maestras de realización que brindan algunas de las mejores secuencia de acción que se vieron en este 2013 en el cine. Queda claro también con La desolación de Smaug que Jackson estuvo más interesado en construir la precuela del Señor de los Anillos que adaptar El Hobbit. En esta cuestión encuentro el único elemento que se le podría objetar a esta producción. La segunda mitad de El Hobbit está plagada de escenas adicionales que expanden la historia sin mucha necesidad más que para justificar la división de esta propuesta en una trilogía. Los momentos relacionados con la investigación de Gandalf se pueden entender y los demás porque se conecta de manera directa con la trilogía del anillo. Ahora el resto de las largas escenas con los elfos, que aparecen nada más que para justificar la presencia de Orlando Bloom y Evangeline Lilly en el film, no tienen razón de ser. Son escenas que si se eliminaban de la película no afectaban para nada la saga porque no tienen un aporte concreto en el argumento más que alargar la duración del film sin sentido. En consecuencia, la llegada de Bilbo a la montaña de Smaug se hace interminable. La buena noticia es que Peter Jackson por lo menos recompensa la paciencia del espectador con la participación de dragón que se luce a lo grande después. La presentación que hace de Smaug es brillante y en la versión en 3D hasta hay momentos que parece que la cabeza de la criatura sale de la pantalla del cine. Pero bueno, te queda al final esa sensación de que se podía haber evitado la demora de esas grandes escenas si la expedición de Bilbo no hubiera tenido tantos desvíos innecesarios. Va a ser muy interesante ver como siguen las cosas el año que viene porque la historia concreta de El Hobbit ya se contó en un 90 por ciento y lo que sigue será el puente a la trilogía del anillo. Si bien La desolación de Smaug se me hizo larga en la butaca, disfruté de la película como propuesta de fantasia y me quedo con sus virtudes visuales que son increíbles.
Kon Tiki es una recreación desde la ficción de la histórica expedición que emprendió el explorador noruego Thor Heyerdhal en 1947. En una balsa recorrió el Océano Pacífico desde Sudamérica hasta la Polinesia, con el objetivo de demostrar que el poblamiento de ese país se pudo concretar por vía marítima desde América del Sur. La travesía de Heyerdhal luego se plasmó en un libro que fue best seller y terminó registrada en un cortometraje, escrito y dirigido por el propio explorador que ganó un Oscar en 1951. Esta película que llega a los cines esta semana recrea la historia detrás de esta expedición que en su momento fue considerada una idea suicida, ya que se creía que las chances de sobrevivir de Heyerdhal y sus colaboradores eran mínimas. Kon Tiki fue dirigida por la dupla de realizadores noruegos Joachim Ronning y Espen Sandberg, que hicieron el western Bandidas, con Penélope Cruz y Salma Hayek y que estarán a cargo de la próxima entrega de Piratas del Caribe. El film se luce en los aspectos visuales y la reconstrucción de los hechos donde logra engancharte con el suspenso y la aventura aunque ya sepas como termina la historia. Esa es tal vez la gran virtud que tiene este film que son esas pequeñas gemas que llegan a la cartelera y a lo mejor pasan desapercibidas porque no tiene difusión. Sin embargo se trata de una muy buena producción que trata un hecho histórico interesante y fue impecablemente realizada. Kon Tiki logró hacerle justicia a un hecho real que parece inventado por un guionista de Hollywood y a la extraordinaria determinación de Thor Heyerdhal, quien se jugó por alqo que se consideraba imposible de lograr.
La secuela de Machete resultó el mayor fracaso comercial en la carrera de Robert Rodríguez. Desde que debutó en 1992 con El Mariachi esta es la primera vez que un trabajo suyo no logró recuperar el presupuesto invertido. En este caso hablamos de apenas 20 millones de dólares lo que significa que hasta los propios fans del director le dieron la espalda a esta propuesta y ni siquiera la vieron en el cine. Con Planet Terror también tuvo problemas pero aquella producción fue un proyecto en conjunto con Quentin Tarantino. La responsabilidad no era completamente de él. A la continuación de Machete sin duda le jugó en contra un boca en boca negativo, debido a que es la labor más desapasionada de la carrera de Rodríguez donde parecería que la hizo sin ganas, con cero inspiración. El gran problema de este estreno es que distorsionó el espíritu de la propuesta original. La primera entrega de Machete fue un divertido revival del viejo cine Grindhouse de acción clase B que se hacía en los años ´60 y ´70. La nueva producción dejó de lado ese enfoque para presentar una trillada parodia de James Bond que a esta altura no da para más. Ya fue suficiente con la serie de Austin Powers. El personaje de Machete es parte de la nueva historia pero aparece en una película distinta que tiene algunos destellos humorísticos con los cameos de celebridades de Hollywood que pasan por la trama. Mel Gibson y Charlie Sheen, que acá se lo menciona en los créditos con su verdadero nombre, Carlos Estevez, son los que levantan por completo la película en cada momento en los que aparecen. Las escenas de Lady Gaga, que había sido tan promocionada en los afiches, en cambio todas juntas apenas llegan a durar un minuto y no tuvo mucho para hacer en la trama, como la mayoría de los actores secundarios. El film está plagado de violencia extrema exagerada igual que en el capítulo anterior. En las primeras secuencias de acción cuando Machete decapita a alguien o le saca las tripas a un villano te podés reír por el humor negro y absurdo que tienen esos momentos. El tema es que cuando la misma situación se repite una y otra vez en la película, la historia termina por aburrir y se hace demasiado larga. Especialmente hacia el final. Queda la sensación que Rodríguez perdió la magia en este proyecto y no hizo otra cosa que refritarse a sí mismo. Ni siquiera se calentó por lo menos en darle una buena motivación al villano de la trama, ya que se limitó a robar literalmente de manera burda el mismo conflicto de Moonraker (1979), de la saga Bond. Lo peor encima es que el argumento no tiene un final concreto y deja la puerta abierta para una tercera entrega, pensada como una cargada a Star Wars (algo que nunca se hizo), que difícilmente logre concretarse después de semejante fracaso. Igual Rodríguez es un cineasta independiente y puede hacerla con dos mangos pero hay que ver si sigue adelante con esto, luego de esta continuación que pasó desapercibida en los cines. Quedó claro con esta entrega que al personaje de Danny Trejo no le da el cuero para tener una saga más extensa y con la segunda parte ya se lo explotó bastante. El regreso de Machete en definitiva no es otra cosa que la Scary Movie de James Bond que no está para nada al nivel de lo que puede brindar como director Robert Rodríguez, quien en este trabajo se se limitó a filmar una secuela en piloto automático.
La película más castigada por la prensa norteamericana este año. Paranoia fue masacrada en las reseñas y encima terminó siendo el tercer gran fracaso comercial del 2013, según la revista Forbes, ya que ni siquiera logró recuperar su presupuesto. Cuando ocurre una situación de este tipo la propuesta se vuelve interesante ya que te dan ganas de saber si es tan terrible como dicen. Creo que con Paranoia hubo un odio desmedido y me parece que derraparon mal con los palos exagerados. Si bien no es para nada una película memorable que vas a salir corriendo a comprar en dvd para incorporar en tu colección, tampoco es tan terrible como para destruirla con tanto veneno como lo hicieron en otros países. En Rotten Tomatoes, por ejemplo, tiene un ridículo promedio de 4 por ciento de aprobación lo que la ubicaría al mismo nivel de las producciones de Ed Wood. Lo que ocurrió con esta producción es que no está a la altura de lo que uno hubiera esperado, si se tiene en cuenta que tres grosos del cine como Gary Oldman, Harrison Ford y Richard Dreyfuss son parte del reparto. La dirección corrió por cuenta de Robert Luketic, quien viene del palo de la comedia donde hizo cosas como Legalmente rubia y Una suegra de cuidado (Jane Fonda). En el último tiempo empezó a incursionar con filmes de suspenso donde brindó una buena película de estafadores como 21 Black Jack, con Kevin Spacey. Con Paranoia no logró concretar un thriller del mismo nivel y esto se debe en parte a que la trama es bastante trillada y ya se pudo ver en el pasado en otros filmes. Tampoco ayudó que la grandes figuras del reparto parecen haber hecho esta película para tapar algún agujero financiero. Richard Dreyfuss, que tiene un rol muy secundario, deja la sensación que pasaba por el set y como tenía tiempo lo engancharon para filmar un par de escenas. Algo similar ocurre con Harrison Ford. El caso de Gary Oldman es loco porque Paranoia demuestra una vez más que el actor tiene un esqueleto de adamantium como Wolverine y le rebotan todas la balas. Aunque la película no sea buena, Gary brinda siempre lo mejor de sí, y el empresario corrupto que interpreta en esta historia es genial. Si te gusta Oldman este es el único motivo por el que le podés dar una oportunidad a esta historia que como thriller no llega a ser precisamente apasionante. Tal vez con otro director el film hubiese funcionado un poco mejor. Al director Luketic que se especializa en comedias románticas con este proyecto sobre espionaje corporativo se lo vio un poco perdido y desde la narración es evidente que no le pudo encontrar la vuelta para hacer algo con más suspenso. Al menos para justificar el título, ya que la paranoia en este caso brilla por su ausencia. De todos modos creo que se deja ver principalmente por la presencia de Oldman y Ford que logran hacer un poco más llevadera esta propuesta.
Después de destruir al Avispón Verde con una de las peores adaptaciones de cómics que se hicieron en el cine, Seth Rogen volvió con otro proyecto personal que en este caso resultó una de las grandes comedias bizarras de estos últimos años. Este es el fin reúne a todo un dream team hollywoodense de actores nerds de la actualidad con una historia desopilante, plagada de guiños cinéfilos, donde los protagonistas se ríen de sí mismos. Desde la limitada capacidad de expresión de Set Rogen hasta la imagen de actor pretencioso que tiene James Franco, que es algo que se les objetó a los actores numerosas veces en la prensa, en el film hay palos para todos los miembros del elenco. La película tiene dos segmentos muy definidos. La primera mitad, donde sobresalen los diálogos del guión, presenta una mirada irónica del mundo de las celebridades hollywondenses y las relaciones entre los artistas. A partir del momento en que se dispara el conflicto apocalíptico Este es el fin se convierte en una producción bizarrísima, típica del cine clase Z, con la particularidad que los efectos especiales acá estuvieron bien logrados. Hace tiempo que no llegaba a los cines una comedia tan desquiciada como esta que entretiene y te hace reír de principio a fin por las situaciones absurdas que presenta. Claramente apunta a un público muy cinéfilo de menos de 40 años que está familiarizado con los trabajos de los protagonistas. Un espectador que no identifica a Jay Baruchel (Tropic Thunder) o los trabajos de Seth Rogen me parece que se va a quedar afuera de muchos chistes, como la escena en la que los protagonistas hacen una secuela trucha de Pineaple Express. Si no viste ese film el chiste no resulta tan gracioso. Lo divertido de esta comedia es que a medida que paso el tiempo el nivel de delirio aumenta hasta llegar al final que parece un sketch del programa Todo por dos pesos. Se le puede objetar tal vez a esta comedia algunas situaciones escatológicas que me parecieron innecesarias y se podían haber evitado porque el guión tiene muy buenos diálogos, pero bueno, parece que es un elemento obligatorio en la comedia de estos días. Cabe destacar que para los que somos detractores de ese irritante e infumable actor que es Michael "hago siempre el mismo personaje "Cera la película ofrece un regalo especial que vas a aplaudir y celebrar en el cine. De hecho, esta es la primera vez que lo vi a Cera ofrecer una actuación en serio. Después de algunos fiascos que tuvimos (como la tercera entrega de ¿Qué pasó ayer?) me parece que Este es el fin sobresale como la mejor comedia que pasó por la cartelera este año. Al menos la más divertida que por lo menos logra hacerte reír, algo que no es poco en el cine de estos días.
Una de las mejores comedias románticas que se hicieron en Hollywood en estos últimos años y que lamentablemente deja cierto sabor amargo por la muerte de James Gandolfini. Con esta película finalmente había encontrado un proyecto que le permitía despegarse de la sombra de Tony Soprano y no deja de ser triste que este film fue uno de sus últimos trabajos. Una segunda oportunidad es una muy buen película que también le permitió sobresalir en el cine a una gran actriz como Julia Louis Dreyfus, quien después de Seinfeld recién encontró en este proyecto la gran oportunidad de demostrar su talento como actriz. La dirección corrió por cuenta de Nicole Holofcener una directora del cine independiente quien desde los años´90 viene haciendo películas de bajo presupuesto con su actriz fetiche, Katherine Keener, quien también fue parte de su nuevo trabajo en un rol secundario. Creo que el motivo por el cual Una segunda oportunidad viene cosechando tan buenos comentarios es que se trata de una comedia romántica que evitó todos los clichés estúpidos que suelen tener estos filmes en Hollywood. La película está muy bien escrita y sobresale por tratar las relaciones sentimentales de los personajes con bastante realismo y un muy buen equilibrio entre la comedia y el drama. Esta es una de las pocas ocasiones en la que James Gandolfini logró con su interpretación que los espectadores se olvidaran por completo del mafioso de Los Soprano con un rol diferente y eso no deja de ser un condimento especial. Algo que se vio potenciado con la gran química que tuvo con Julia Louis Dreyfous, quien es la gran figura de esta producción. Hace rato que no se estrenaba una comedia romántica que mereciera su recomendación y no estuviera protagonizada por adolescentes, sino por personajes maduros que tuvieran historias interesantes. Una segunda oportunidad es una muy buena película que se disfruta muchísimo y dentro de este género es una gran alternativa entre la novedades de esta semana.
La sospecha es un gran debut hollywoodense del director canadiense Denis Villeneuve, quien se viene destacando en el cine independiente desde fines de los años ´90. La mayoría de sus trabajos se conocieron en festivales y en el 2010 adquirió mayor notoriedad con su película, Incendies, que terminó nominada al Oscar como Mejor Película Extranjera. Con su nueva producción presentó un thriller que está en la línea de lo que suelen ser la novelas del escritor Dennis Lehane, también llevadas al cine, como Río místico y Desapareció una noche (Gone, baby, gone). El director Villeneuve hizo un gran trabajo en La sospecha con las construcción del misterio del conflicto y logró mantener la tensión del relato durante los 153 minutos que dura la historia. La película es un poco larga pero está muy bien narrada desde la dirección, que además se sostiene con tremendas actuaciones de Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, que son la figuras que más se destacan en el reparto. A La sospecha se le pueden encontrar ciertas debilidades en el guión, con algunos agujeros argumentales que se le podrían objetar en lo referido a la investigación del caso que plantea. En la vida real a la policía no se le hubieran pasado por alto algunos hechos obvios que en la película se ignoran tal vez por cuestiones dramáticas para extender el conflicto. La trama, por otra parte, está plagada de simbología que ya despertaron interesantes debates en internet donde por ejemplo se discuten lo misteriosos tatuajes del detective que interpreta Gyllenhaall y su anillo masón. En términos generales es un gran thriller que no decepciona para nada si querés ver una historia de suspenso bien hecha, que además brinda una de las mejores interpretaciones de Jackman en el cine. Definitivamente es una opción que recomiendo tener en cuenta.
Después del último film de Dragon Ball llega otro estreno de animé a los cines locales algo que es atípico y muy positivo para la cartelera que le abre una puerta a este género. Super Once es uno de los grandes fenómenos infantiles japoneses del momento que en el último tiempo empezó a cosechar sus fans en Latinoamérica. Una propuesta que nació primero como una serie de video juegos para la consola Nintendo DS y que luego se adaptó en una serie de animación y cómics con mucho éxito. Estaba cantado que no tardaría en tener su película en el cine. Super Once es una combinación bizarra de Los Supercampeones (un dibujo animado que fue famoso en Argentina a mediados de los ´90) con Yu Gi Oh, donde el fútbol se mezcla con la ciencia ficción y la fantasía. Un producto que está muy bien pensado para capturar la atención de los chicos, muy especialmente los varones, por la manera en que se fusiona la competencias deportivas con jugadas futboleras bizarrísimas de fantasía que convierten a los Supercampeones en una drama de Akira Kurosawa. La película es una especie de capítulo doble para el cine donde se profundiza un poco más e los comienzo del protagonista, Mark Evans y sus primeros años en la escuela Raimon. Recuerdo que cuando era chico este tipo de films que se estrenaban basados en series animadas de televisión eran destruidas por la prensa porque se consideraban productos menores y en la prensa se olvidaban del público para el que estaban concebidas. Para los chicos que siguen esta serie por la tele el film es una fiesta y tiene un muy buen trabajo en la animación y la secuencias de acción que son muy divertidas. No es una joya del animé pero es un producto decente que está bien realizado y entretiene. La película de Super Once, estrenada en el 2010, fue imbatible en la taquilla japonesa durante seis semanas consecutivas, donde se consolidó como una de las producciones más vista de ese país durante ese año. Los fans la recibieron muy bien y por eso se hicieron dos continuaciones más. Los padres que acompañen a sus hijos y no estén familiarizados con los personajes seguramente la sufrirán un poco más con tanto desquicio que presenta el dibujo, pero lo más chicos sin duda la disfrutarán a lo grande.
Memorias cruzadas es una película inspirada por la vida de Vera Silvia Magalhaes, una leyenda de la izquierda revolucionaria de Brasil. Vera fue una de las más famosas guerrilleras latinoamericanas que participó del secuestro del embajador de Estados Unidos en Brasil en 1969 y se convirtió en un icono de la lucha armada contra la dictadura militar en ese país. La mujer luego fue detenida y brutalmente torturada, algo que le ocasionó dos cáncer y varios problemas de salud por los tormentos recibidos. Magalhaes falleció en el 2007 mientras se encontraba en producción este film. La película dirigida por Lucía Murat, reconocida por su trabajo Dos hermanos(2004), es muy interesante porque se centra en un problema actual de ese país que es la resistencia del gobierno brasilero a investigar los crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura militar y el enjuiciamiento a los torturadores. Un tema que está muy caliente en Brasil donde no se avanzó demasiado a diferencia de otros países de la región. Memorias cruzadas es una reflexión sobre el rol de la izquierda brasilera en los ´70 que expone también los errores de quienes eligieron combatir la dictadura a través de la lucha armada. Un aspecto de esta producción muy rico porque no se queda en la oda a la militancia política de los años ´70 sino que también hay una crítica de las cosas que no se hicieron bien dentro de los partidos políticos más radicales. Un historia que tiene su contra-cara en la nuevas generaciones que cuentan un visión distinta de la vida y están representados en este film por los hijos de los protagonistas. El film sobresale por el trabajo de los actores, donde se destaca el legendario Franco Nero (Django) en un rol secundario y la fotografía de Guillermo Nieto, clásico colaborador de Pablo Trapero. El trabajo de la directora es de lo mejor que se hizo en el cine de Brasil con estos hechos históricos por la manera en que crítica la impunidad de los militares torturadores y el cuestionamiento de quienes tomaron medidas extremas para enfrentar la dictadura. Una película que en definitiva merece su visión por la honestidad con la que se abordó este tema.
Van a pasar muchos años hasta que el tema de Wikileaks pueda ser bien analizado en el cine. El caso de Julian Assange es histórico y revolucionó para siempre el mundo de la información y los medios de comunicación. Todavía está todo demasiado caliente para hacer una buena reflexión sobre el tema que permita evaluar bien sus consecuencias y mientras tanto llegan al cine este tipo de producciones oportunistas. Esta es la segunda película de ficción que se hace sobre esta cuestión. La primera fue la producción para televisión Undergound: The Julian Assange Story (2012) que es un poco mejor porque narraba los orígenes de este hombre sin el sensacionalismo hollywoodense. Aquella película, que la pueden encontrar en dvd, se centra en la camada de hackers de los años ´80 a la que perteneció Assange y es más interesante. El problema con El quinto poder es que está basada en dos libros que escribieron personas que seguramente no le mandarán una postal a Assange el día del amigo. Las fuentes del guión fueron "Inside Wikileaks", de Daniel Domscheit-Berg y "Wikileaks: Inside Julian Assage´s War on Secrecy", de David Leigh y Luke Harding. Son dos miradas muy tendenciosas donde queda afuera la voz de Assage que es la otra campana del tema. Desde lo cinematográfico es claro que el director Bill Condon tomó como referencia el cine de Alan Pakula y su obra maestra, Todos los hombres del presidente (1976). Condon intentó hacer un thriller de ese estilo pero la diferencia es que no contó con un gran guión como el que tuvo Pakula en su momento que laburó el caso Watergate de una manera brillante. El quinto poder se propone trabajar el tema Wikileaks como un thriller de periodistas pero derrapa cuando lo convierte a Assange en una especie de villano hollywoodense, que parece salido de un film de Joel Schumacher. La verdad que Bill Condon que venía de hacer los filmes de Crepúsculo no fue la mejor elección para hacer esta película. Wikileaks es un tema groso que tuvo un enorme impacto en el mundo y esta película no está para nada a la altura del conflicto que aborda. El film es demasiado superficial y nunca explora la complejidad de lo que ocasionó la aparición del sitio web de Assange que es un tema fundamental. Lo más rescatable de esta producción son las interpretaciones de los dos protagonistas Benedict Cumberbatch (Sherlock) y Daniel Brülh (Rush), quienes merecían que sus trabajos hubieran sido apoyados por un mejor guión. Ellos son la razón por la que vale la pena darle un visionado a este film que dificilmente sea recordada como "la gran película" del tema Wikileaks en el cine.