Luego de los eventos vistos en la primera entrega, surge la organización Monarch, que se encarga de estudiar a los diferentes titanes que van saliendo a lo largo del planeta. Mientras tanto, un eco terrorista, Alan Jonah, se dispone a despertar a estos monstruos gigantes, entre ellos, el alfa y peligroso Ghidorah. No fuimos pocos los que al terminar de presenciar la entrega pasada de Godzilla, nos sentimos bastantes decepcionados. No solo porque al enorme lagarto apenas lo vimos en pantalla, sino que las actuaciones de los personajes humanos eran desastrosas. Eso, sumado a una muy discreta performance de Kong: La isla calavera, nos provocaba poco hype este universo compartido de monstruos. Por suerte alguien tomó nota de todo esto, y al fin, nos dieron una digna entrega del Rey de los monstruos. Godzilla: el rey de los monstruos es lo que toda monster movie debe ser. Presenta a los monstruos, los muestra en pantalla en todo su esplendor, y nos ofrece grandes secuencias de pelea entre los enormes bicharracos. Y es que por más que esto suene simple, parece que pocos son los cineastas que se dan cuenta que esto es lo que la gente quiere ver a la hora de pagar una entrada de dicho subgénero en el cine. Pero también se cometen algunos de los errores vistos en la anterior entrega. Principalmente el de darle demasiada pantalla a los personajes humanos, con sub tramas familiares y de redención que poco le importa al espectador, que solo quiere ver a monstruos rompiéndose la cara. Y de todos los intérpretes que reciben innecesarios minutos, sobresale Millie Bobby Brown. Nuestra querida Eleven es quien más tiempo en pantalla tiene; y si bien su actuación no es desesperante por ser un personaje insufrible, ni pésima por no tener talento; tampoco la vemos demasiado alejada a lo que hace en su serie. De todas formas, esto no implica que Godzilla, Mothra, Ghidorah y los demás titanes tengan su tiempo en pantalla para sacarse la madre. Y podemos ver todo con lujo de detalle, sabiendo donde se encuentra cada monstruo, e incluso los molestos personajes humanos. Aunque de nuevo, queda poco claro los tamaños cambiantes de los bicharracos, así como dependiendo la epicidad que se quiera dar a la escena, pueden caminar por determinadas superficies, a los segundos, hundirse en ellas. Godzilla: el rey de los monstruos es un paso adelante en este forzado universo compartido. Entretenida pese a sus dos horas, y con la destrucción que uno podría esperar de una monster movie, mejora varias de las falencias de sus predecesoras; aunque sin ser ninguna genialidad. Lo dicho, entretiene y listo.
Tori y Kyle son una pareja joven, que viven en una granja de Kansas. El destino les juega la mala pasada, ya que no pueden tener hijos; pero todo cambia cuando un misterioso objeto del espacio cae en el lugar. Años después, la idílica familia empieza a sufrir cuando el joven Brandonempieza a desarrollar extrañas habilidades, mientras sospecha de su verdadera naturaleza. Por la sinopsis, es más que obvio que Brightburn: Hijo de la oscuridad es una revisión al mito de Superman, pero dándole una vuelta de tuerca a dicha historia; con un niño que se empieza a salir de control pese a los constantes esfuerzos de su padre para que sigua por la senda del bien. La pregunta es si esto alcanza para dar una buena película o no. La respuesta, sería un “más o menos”. Empecemos por lo negativo. El film tiene un enfoque, que, a nivel personal, parece bastante errado, yéndose por el lado del terror al más estilo “movie genérica de todas las semanas”. Así que no solo estamos ante una de horror, sino que esta recontra plagada de jumpscares. Cuando en realidad si bien la posibilidad de un Superman malo es aterradora, no necesariamente se tenía que hacer una película de terror al uso. A esto debemos sumarle el pobre trabajo del joven Jackson Dunn en el rol principal. Si bien no nos gusta criticar la labor de un niño, con un actor un poco más expresivo, hubiéramos tenido un Brandon bastante más creepy. Y esto se nota sobre todo en las escenas donde el chico intenta manipular a sus padres ocultando su recién iniciada ola de asesinatos De todas formas, esto no tira por tierra las virtudes que ofrece Brightburn: Hijo de la oscuridad. Elizabeth Banks compensa cualquier mala actuación, componiendo a una madre que pasa por todos los estados mientras ve que su hijo adoptivo se encamina a ser un monstruo asesino. Lo mismo podemos decir con la fotografía y ese tono opresivo que se nos presenta. Y pese a que el bajo presupuesto se nota a lo largo de hora y media de duración, en ningún momento chirria o hace ver al resultado final como ridículo o clase b. Brightburn: Hijo de la oscuridad es una interesante película, que tiene el sello de James Gunn por todos lados, aunque participo poco y nada en el proyecto. Con una idea original para los tiempos que corren donde los superhéroes pueblan nuestras salas, es una lástima que no se jugara más con este mito y se descartaran por el terror más obvio. Así y todo, no deja de ser recomendable si tienen muchas ganas de ir al cine.
Luego de que John cometiera asesinato dentro de una de las sucursales del Continental, es ex comulgado por la Orden Superior. Con todo el mundo luchando por el premio de 14 millones que pende sobre la cabeza de Wick, el retirado sicario deberá buscar antiguos aliados si quiere permanecer con vida, mientras todos sus allegados pagan caro el grave error de haberlo ayudado. Después de una corta espera, nos llega la tercera entrega de una saga, que ni sus propios creadores pensaron que iba a surgir. Sin proponérselo, John Wick nos retrotrajo a ese cine de acción de antaño que tanto cuesta encontrar hoy en día, que tanto rinde y es tan amado; pero increíblemente, casi ningún realizador o guionista se anima hacer. Lo primero que notamos de John Wick 3, es que ese aire realista que vimos en la primera entrega, y se dejó un poco de lado en su secuela, acá ya se termina de perder del todo, para darnos en cambio secuencias de adrenalina pura (sobre todo al principio), haciendo que quizás JW3tenga el record de heatshots en la historia del cine. También se indaga un poco más en este sub mundo de asesinos. No solo exploramos un poco más de las sucursales del Continental; sino que vemos un poco de los tejes y manejas de la Orden Superior, entidad que regula a todos los caudillos de los bajos fondos. Lo bueno, es que todo lo mencionado, es acompañado por una fotografía y música similares a las entregas anteriores, dándole una cohesión de verdadera saga, y no solo películas individuales que fueron juntadas porque sí. Pero no todo es bueno en John Wick 3. Algunas situaciones, si nos ponemos un poco en exigentes, podrían sacarse del corte final y la historia seguiría funcionando igual, dando a entender que están ahí solo para sumarle una secuencia más de acción al film. Un claro ejemplo de esto es todo lo referido al personaje de Halle Berry, quien sobra totalmente. El hecho de que estemos ante una tercera entrega, y con lo dicho más arriba, ya debería servir para que saquen sus propias conclusiones. Aquellos que disfrutaron de la saga hasta el momento, la van a pasar muy bien y seguro van a salir del cine con ganas de más. Si por el contrario nunca vieron nada de John Wick, les recomendamos que hagan la tarea, y se pongan al día, porque estamos ante una de las mejorcitas trilogías de acción no súper heroicas del momento.
Aladdin es un joven ladrón de un reinado árabe. Un día conoce en las calles a una misteriosa chica, de la cual se enamora, sin saber que en realidad es la Princesa Jasmine. Intentando conquistar el corazón de la muchacha, termina conociendo primero al malvado Yafar, y luego al Genio de la Lámpara, quien lo ayudará a cumplir sus verdaderos deseos. El hate que tenía el live action de Aladdindesde que fue anunciado, pocas veces se había visto. Ya sea por la elección de Guy Ritchie como director, o por la obvia ausencia de Robin Williams como el Genio, casi nadie quería ver esta película. Más aun cuando las primeras imágenes surgieron, y vimos el aspecto de Will Smith. Y pese al desastre que se podía esperar, estamos ante un film que cumple al menos, con entretener al espectador. Lo primero que debemos decirles, es que de hecho Will Smith es lo mejor de la película; y quizás, quien termine salvando a Aladdin de todo lo malo que se esperaba de ella. Ya sea porque es el mejor actor de todo el elenco, por carisma y porque de verdad sus chistes causan gracia, su Geniono tiene mucho que envidiarle al de Williams. Si quizás se abusa bastante de ver a Smith como una persona más y no en su forma azulada y mágica, pero tampoco molesta demasiado. Aunque lo del carisma es relativo, porque, así como mencionamos lo positivo, hay que recalcar lo malo, personificado en los dos protagonistas. Tanto Mena Massoudcomo Naomi Scott es de lo peor que hemos visto estos meses en lo referente a la actuación. Ambos son atractivos y logran aguantar las escenas de canto y baile, pero es que en toda la película siempre tienen la misma cara, no importa lo que les esté pasando a sus personajes. De todas formas, esto no termina por tirar abajo el resto del film. Nunca tendremos momentos muertos donde no pase nada; y siempre algún personaje está actuando para hacer avanzar la trama. Y si bien a nivel argumental no se nos ofrece nada muy distinto a lo visto en la cinta animada, podemos decir con toda seguridad que Aladdin no aburre. Aladdin termina siendo una película entretenida, pero que tampoco propone nada nuevo con respecto a su versión animada. Si son muy fanáticos de esta última, o no la vieron, están ante una opción más que segura; sino, hay otras propuestas en las salas.
Moxy y sus amigos viven en Villa Fea, un lugar donde los juguetes defectuosos, viven felizmente desconociendo esta realidad. Todo cambia cuando nuestra protagonista, empecinada en ver que había al otro lado de un ducto por donde entraban los nuevos chiches, descubre un mundo de perfección al que ella y los suyos pertenecen. Pero Moxy está decidida a ser aceptada, pese a no ser perfecta. Uglydolls: extremadamente feos es de esas películas que a uno como redactor, les cuesta bastante analizar. Porque si nos ponemos en estrictos, deberíamos ajusticiarlas sin piedad; pero también debemos ser conscientes que no somos el público al que apuntan estas producciones; y quizás, entendiendo esto, podamos sacar alguna mínima cosa positiva. Antes de seguir, también vale aclarar, que la película la vimos en su versión doblada al español latino, así que poco podemos decir de las voces originales. Y en cuanto a las autóctonas, estas cumplen sin más. En cuanto a lo destacable de Uglydolls: extremadamente feos, podemos recalcar su mensaje de aceptación. Pero no es el que todos suponen, que uno debe aceptarse pese a sus defectos y saberse especial; sino que acá es todo lo contrario. Lo que nos deja en claro la película, es que debemos aceptar al otro, pese a no ser como nosotros queremos, con sus defectos y virtudes. No sabemos si esto fue buscado o salió de pura casualidad; pero funciona, tanto a nivel narrativo como de moraleja. En cuanto a la animación, si bien es notorio que no se busca revolucionar el sub género, o asombrar al espectador, los diseños y modelados de los personajes son lo suficientemente atractivos, como para que los más chicos quieran cualquier próxima chuchería que obviamente, saldrá a la venta. Uglydolls: extremadamente feos termina siendo un film bastante discreto. Como dijimos al principio, somos conscientes de que el público al que se apunta, tiene como máximo 10 años (y quizás aún menos). Pero así y todo, hemos visto otras películas infantiles y de animación, que le proponen un poco más de desafío a los chicos, y le regala algún que otro gag al adulto, para que no se duerma en el cine. Por desgracia, esta no es la ocasión.
Natasha tiene un día para resolver el problema de inmigración de su familia, antes de que los deporten a Jamaica. Ese mismo día, Daniel tiene una importante entrevista de trabajo. El destino los unirá, y pasaran las pocas horas que pueden compartir juntos, mostrando que, pese a la adversidad, el amor siempre puede triunfar. Nos llega otra adaptación de un libro enfocado a los jóvenes adultos; y por desgracia, tenemos otro fiasco en las salas, al mismo nivel de After. Y antes de seguir, queremos aclarar que quien les escribe, no detesta este sub género; pero ya sea porque el material original es flojo, o porque los guionistas son incompetentes a la hora de trasladar las historias a la gran pantalla, sobran los dedos de una mano para contar las buenas películas que nos llegan desde este mundillo literario. Uno de los mayores problemas de estas cintas, y que se hace presente en El sol también es una estrella, es el de sus actores protagonistas. Entendemos que elijan interpretes carilindos que atraigan al público adolescente; pero es que todos parecen cortados por la misma tijera. Cuerpos torneados, pero ni un ápice de talento, al grado que, en más de una ocasión, terminan generando antipatía con el espectador que es ajeno a estas tramas. A esto hay que sumarle que el mensaje final, casi siempre es el mismo; diciéndonos que debemos creer en el verdadero amor y el destino, pese a todas las trabas que la vida nos pueda poner. Pero en pantalla, vemos situaciones tan inverosímiles, que son menos creíbles que gente teniendo súper poderes. Quizás como dato curioso, queda en preguntarnos como es que contaron con John Leguizamo para un rol secundario en la película; sabiendo todo el talento que tiene el actor de ascendencia latina. El sol también es una estrella es otro film más de un sub género que parece no poder dar una buena película para el público ajeno a sus historias. Poco para destacar, y, por ende, un producto final para nada recomendable.
El joven Ronald Tolkien, acaba de perder a su madre. Es por esto que termina junto a su hermano, viviendo bajo la tutela de una señera perteneciente a la alta sociedad inglesa. Allí es donde Ronald conocerá a su grupo de amigos y la mujer de su vida; mientras de a poco va formándose más y más en su gran pasión, la literatura. Pero la sombra de la Gran Guerra se asoma en el futuro. En una época donde los biopics empiezan a copar de a poco las salas, que le llegara el turno a uno de los escritores más reconocidos a nivel mundial, no asombra a nadie. Pero es una lástima que la película que debía contarnos la turbulenta vida de J. R. R. Tolkien, tenga tal nivel de mediocridad; que, si no se hacía, no pasaba nada. Esto se traduce en una historia, donde al protagonista no se le muestra una falencia como persona. Y esto conlleva a uno de los mayores errores que se podían cometer; y es que el Tolkien real, era alguien clasista y racista (algo que hasta en su propia literatura se hace presente). Estas malas cualidades, brillan por su ausencia en la cinta; así como también sus marcadas creencias católicas son apenas mostradas. Tampoco vemos muchas fuerzas opositoras reales y creíbles en la película. Alguien me va a correr diciéndome sobre La Gran Guerra, pero no es algo particular de este personaje, sino que afectó a millones de personas. Y tampoco es que veamos mucho de la guerra en sí; apenas unos planos de una masacre y ya. Demasiado poco para que sea el mayor conflicto de Tolkien en la trama. Pero a favor, tenemos que decir que la película, pese a que resulta genérica en casi todos los aspectos, Tolkien no se vuelve aburrida. En parte porque pese a que el protagonista consigue todo lo que se propone, el ritmo es el adecuado para entretenernos. Lo mismo que las actuaciones; incluso la siempre insípida Lilly Collins, aunque quien de verdad se roba la función, es Nicholas Hoult, quien vuelve a mostrar que es uno de los mejores actores del momento. Tolkien termina siendo otra biopic mas del montón, que solo ofrece un correcto trabajo actoral, y una buena ambientación de época, y poco más. Sin un conflicto claro; santificando a su protagonista, quien además tenía unos demonios bastante evidentes y conocidos. Solo recomendable si son demasiado fanáticos del escritor en cuestión; sino, hay propuestas más interesantes en el cine.
En una alejada y enorme casona, viven su retiro una diva del cine argentino, su marido, el director que la tenia de fetiche y el guionista de cabecera de este último. Todo se complica cuando al lugar llegan de casualidad dos fans, que a la vez trabajan en una empresa de compra y venta de inmuebles. Viejas riñas, pases de factura y estrategias casi de ajedrez, empezarán a sucederse en esta bizarra comedia. El cuento de las comadrejas está basada en el film Los muchachos de antes no usaban arsénico, película que este redactor no vio, y por ende, la review se limitará a hablar de la cinta que nos compete y ya. Una vez aclarado esto, comencemos. El mayor mérito que tiene El cuento de las comadrejas, es el saber utilizar a su elenco en roles que les caen como anillo al dedo. Por ejemplo, nadie podría imaginarse a otra actriz en el rol de Mara Ordaz que no sea Graciela Borges; y lo mismo podríamos decir del resto del casting. Lo mismo que la dirección de Juan José Campanella, quien a través de su cámara, logra hacer que la enorme casona donde pasa el 90% de la película, termine siendo un personaje más. Por momentos fría y abierta, por otros claustrofóbica y opresora; sin dudas estamos ante un claro ejemplo de cómo saber utilizar una locación. Pero, así como Campanella es parte de lo positivo, también es de lo negativo. Todos sabemos lo buen director que es, y que muchos actores dieron sus mejores interpretaciones bajo la tutela del realizador argentino. Por eso sorprende la pésima dirección de actores que tiene El cuento de las comadrejas en más de un momento. Así como leyeron. El mayor defecto de esta película, radica en la dirección de actores. En más de una ocasión pareciera que se filmó el ensayo en la locación, y no el corte final elegido para el film. Da la sensación de que los intérpretes están recitando de memoria, más que hablando como gente normal que se responde de forma ácida. Y si bien esto se hace más evidente al inicio; para el tramo final el daño ya estaba hecho, y no podemos olvidar lo incómodos y raros que nos sentimos viendo en pantalla dichas escenas. Es por esta razón, que El cuento de las comadrejas no termina de ser esa película tan redonda que uno suponía que podría ser, teniendo el elenco y el director que posee. Pese a buenos gags y unas actuaciones impecables, lo forzado de la mayoría de los diálogos le quita cualquier ápice de verosimilitud que podía tener; dándole más un tono de parodia que el de la comedia negra que se quería hacer.
Luego de que Thanos cumpliera su cometido de desaparecer la mitad de la vida en el universo, los Vengadores se reagrupan para poder revertir la situación. Con nuevos aliados y un plan de ataque claro; los héroes más poderosos de la Tierra se preparan para la batalla más importante de sus vidas. Tenemos que decirles que Vengadores: EndGame es bastante difícil de reseñar, ya que como dijeron los propios Hermanos Russo, todo lo visto en los trailers se limitaban a los primeros veinte minutos de película; así que cualquier cosa que podamos decir más allá de la sinopsis, podría ser considerada spoiler, y un eventual linchamiento a este pobre redactor. Así que hablaremos del film en un aspecto más general. EndGame es distinta a Infinity War en varios aspectos. El primero y principal, es en el tono de la película; siendo esta Vengadores algo más cercano a una heist movie, con planes e improvisaciones constantes, que a una cinta plagada de acción donde se le hacía honor al War del título de la cinta anterior. Otra cosa que, si podemos contarles, es que los dichos de los Russo sobre que ésta es una película centrada en el equipo original, son ciertos. Gracias al tono que posee, Vengadores: EndGame no solo funciona como una cinta de atracos, sino que es un mimo, una caricia a los personajes que fundamentaron el MCU, y que queramos o no, tenían que pasarles la posta a los nuevos superhéroes. Con esto no decimos que estamos ante una carnicería de héroes “viejos”, pero el tono a despedida se palpa durante las casi tres horas de metraje. Y sobre esto último; en ningún momento se siente la extensa duración. Al tener que planear e improvisar de forma constante, el guion compensa la reducida acción con escenas muy bien planteadas, y que van a ser el goce de los fans más acérrimos del MCU. Con esto no queremos decir que no hay secuencias de pura adrenalina; pero sí que están en cuenta gotas. Eso sí, cuando se llega al clímax, sean fanáticos o no de este subgénero, no va a poder soltarse de los apoyabrazos de la butaca; porque nunca se vio algo parecido en films de superhéroes. ¿Estamos ante una película perfecta? Sin duda que no. De hecho, quien les habla, prefiere a Infinity War por sobre EndGame. De hecho, podríamos enumerar varios momentos donde uno si los piensa demasiado bien, no terminan de cerrar, pero por suerte no dejan de ser detalles sin gran peso en la trama. Esto no quita que estemos ante el cierre de una era; y que los responsables de llevar todo a la gran pantalla, lo sabían, y por suerte estuvieron a la altura de las circunstancias. ¿Hay escenas emotivas? Si ¿Hay buenos gags? También. ¿Está bien actuada? Definitivamente sí. Los actores sabían que la gente esperaba que den todo de sí, y lo hicieron. Vengadores: EndGame es la perfecta conclusión para Vengadores: Infinity War, es el cierre de una fase que nos dejó más cosas positivas que negativas, y a un puñado de nuevos héroes que esperemos, estén a la altura del grupo original, y del legado que nos dejan.
1976. Anna es una asistente social, que vive en su enorme casa junto con sus dos hijos, tratando de sobrellevar la reciente muerte de su marido. Luego de que intenta ayudar a una mujer en su trabajo, los niños de dicha persona mueren en extrañas circunstancias, circunstancias que también empiezan a suceder en su propio hogar. Todo parece indicar, que se cruzaron en el camino de la mítica La Llorona. El Warrenverse se sigue extendiendo y este año nos llega La maldición de La Llorona, introduciendo a un personaje que hasta entonces, no habíamos visto en ninguna película de dicho universo. Y como ya sabemos que solo El Conjuro 1 y 2 son las únicas buenas, las dudas hacia este proyecto, no se hicieron esperar. Desde ya tenemos que decirles, que nos encontramos frente a un mejor film que La Monja. Primero por una sencilla razón; La maldición de La Llorona tiene un guion que no pareciera que fue escrito sobre la marcha mientras se rodaba, como si pasó con la recién mencionada cinta. Y la otra, es porque es un proyecto mucho menos ambicioso, y por ende más controlado y menos hypeado. Pero hasta ahí podríamos decir que llegan las virtudes de La maldición de La Llorona. La película peca de ser previsible, y utiliza por millonésima vez la historia de persona ajena a lo sobrenatural, que, por intentar ayudar a un tercero, termina poniendo a su familia en peligro. A la vez que se nota en varios tramos, el escaso presupuesto que se manejaba, y algunas escenas quedan bastante baratas (sobre todos las que muestran por demás a la propia Llorona). Eso sumado a que casi toda la acción sucede en un solo lugar. Por suerte con ese poco presupuesto, se pudo contratar a una buena protagonista como es Linda Cardellini, quien lleva todo el peso dramático de la película en sus espaldas. A ella le vamos a creer tanto su rol de mujer segura con el que inicia la historia, y como poco a poco va quebrándose en post de la presencia sobrenatural que quiere hacerse con sus hijos. La maldición de La Llorona es un film decente. Si bien abusa de los jumpscares (otra cinta de terror que lo hace y van…) y que tiene una historia mil veces vista, logra entretener. No se extiende en metraje, ni en explicaciones innecesarias, o introduciendo demasiados personajes para que no hagan nada. Siendo bastante superior al bodrio que fue La Monja, pero sin llegar a acercarse a la saga de El Conjuro; el Warrenverse va a seguir extendiéndose. Y no lo decimos porque se nos viene una tercera Annabelle y El Conjuro, sino que se anunció un spin off de La Novia…