Ruth Ginsburg es una entusiasta estudiante de abogacía, que tiene que padecer haber crecido en los 60, época donde la mujer jamás podría hacer las mismas cosas que el hombre. Pese a todo, y debido a su tenacidad, Ruth no solo se recibe, sino que se volverá una de las abogadas pioneras en la lucha por la igualdad. Hoy nos toca hablar de La voz de la igualdad, película que se nota a la legua, que estaba planeada para ser estrenada en épocas de premios, tratando de aspirar a alguno. ¿En que nos basamos para afirmar esto? Solo hay que ver el elenco y la temática que toca. Y pese a eso, debemos decir que su ninguneo en todas las ceremonias, es entendible. El mayor error de La voz de la igualdad, es que peca de estar prefabricada. Tanto en su estilo de filmación (bastante regular, sin nada que la destaque por sobre la media), el recurrir a un tema actual pero que tuvo su caso real en el pasado; deja en evidencia las intenciones de los productores de querer conseguir premios. De todas formas debemos decir que el trabajo de Felicity Jones en el rol de Ruth Ginsburg es impecable. La actriz británica logra trasmitir toda la frustración que debía sentir una mujer en los 60, al ser tratada como un adorno de los hombres, sin ningún tipo de aspiración o auto superación personal. En ese sentido, la película también se queda corta; ya que solo en el final vemos como a Ruth las cosas se le complican seriamente. Mientras, en el resto del film, cada traba que suponemos se le presentó, son obviadas del metraje, y resueltas fuera de campo; haciendo que el espectador suponga que la protagonista logró avanzar a base de esfuerzo. Si bien es un buen recurso que la audiencia ponga de su parte, nunca vemos un verdadero reto. También debemos recalcar, que en el final de la movie, se nos presentan las clásicas letras contándonos que fue de los personajes, y tenemos que admitir que la vida de Ruth Ginsburg fue mucho más interesante de lo que plantea la película, haciéndonos pensar que quizás se dejaron lo mejor fuera del guion, y solo vimos sus inicios como abogada de “causas perdidas” De todas formas La voz de la igualdad no es un mal film. Pese a abusar en algunos tramos de lenguaje legal (más de un espectador se va a aburrir en estos tramos), la historia es llevadera y está bien actuada tanto por la nombrada Jones como por Arnie Hammer. Pero es demasiado poco para una cinta que pretendía establecerse y pisar fuerte en la temporada de premios.
Baker Dill tiene un bote pesquero en la isla de Playmounth, y se encarga de llevar turistas a que atrapen grandes peces en el océano. Pero su verdadera pasión, o más bien, obsesión, es pescar un enorme ejemplar de atún que lo atormenta en sueños. Pero todo cambia, cuando su ex pareja se hace presente en el idílico lugar, pidiéndole un peligroso favor que involucra a su marido golpeador, y el hijo que tiene con el propio Baker. Obsesión es una película bastante compleja para analizar, y no en el buen sentido. No nos referimos a complicados movimientos de cámaras, o de un film experimental, sino que es una de esas cintas que apenas se puede hablar de ella sin entrar en el terreno de los spoilers, y que dichos spoilers involucran giros de guion al mejor estilo M. Nigh Shyamalan. Entendiendo eso, podemos asegurar que Obsesión es un verdadero desastre. No lo decimos por el plot twist mencionado en el párrafo anterior, porque seguro habrá gente que le guste dicho volantazo de la trama. Pero es que el guion no hay por donde agarrarlo; y no solo por sus situaciones poco verosímiles, o con presencia de algunos personajes que no aportan nada a la trama. Los diálogos provocan risa (no forzada). Recordando el famoso gag de Los Simpson donde un publicista le menciona a Homero sobre un comercial con gente gritándose cosas sin sentido; acá podemos ver lo mismo. Pareciera que cada personaje está hablando de un tema distinto en todas las conversaciones, porque las respuestas o reacciones en más de una ocasión son incomprensibles. Así como también ver como Matthew McConaughey se queda en cuero (con planos de su ejem, espalda baja) sin que lo que está pasando en pantalla lo pida. Entendemos que se quiera vender la película con el cuerpo del actor, pero podría haber sido más sutil, con escenas que justificaran dichos encuadres. De todas formas, no todo en Obsesión es un desastre. La fotografía es lo más destacable de todo. Y los actores también aportan bastante (sobre todo el ya nombrado McConaughey), sobre todo para darle un poco de verosimilitud a un guion tan caótico y con diálogos tan ridículos. Obsesión podría haber sido un buen thriller, o una buena película con una gran vuelta de tuerca final. Pero el pobrísimo guion tira abajo todo el potencial que se tenía (actores incluidos), haciendo que estemos ante uno de los films que seguramente entre dentro de lo peor del 2019.
En un futuro distópico, la humanidad vive en la miseria, mientras anhela sin esperanzas, poder ingresar a la última ciudad flotante en pie. En este mundo el Doctor Dyson ido se encarga de reparar a los ciborgs que pululan por todos lados; y mientras buscaba piezas en el basurero local, se encuentra con los restos de una niña androide, a la que repara y le da el nombre de Alita; quien no recuerda nada de su pasado, pero que de a poco se convertirá en la esperanza de Iron City. A más de uno le llamó la atención, cuando se supo que Robert Rodriguez sería el encargado de llevar al cine la versión live action el icónico manga. La gran duda que se nos presentaba, es si el director de ascendencia mexicana, iba a poder imprimir su estilo en la historia, o si en realidad estamos ante un producto por encargo. Y por desgracia, debemos decir que sucedió esto último. Esto se nota particularmente con dos situaciones. La primera, es que, en las escenas de pelea, y sabiendo que se enfrentan ciborgs, lo más normal hubiera sido que Rodriguezsalpique toda la pantalla con sangre y tripas sintéticas, sabiendo que al “ser falso” podría regodearse aún más en el gore explicito que tanto gusta usar. Pero no, al parecer el PG 13 que trae Battle Angel: la última guerrera, hace que no veamos apenas una gota de sangre robótica. Y la otra, y que más afecta a todo el film, es que se nos mete con vaselina una sub trama de amor teen, que no solo contrarresta con lo demás, haciendo que el ritmo que se venía consiguiendo, entre en una meseta de sopor y clichés. Sino que los resultados de dicho arco argumental, podrían haber funcionado con cualquier otra motivación; dando a entender que de nuevo a Rodriguez se lo obligo a introducir elementos que no son habituales de su cine. Pero, nobleza obliga, Battle Angel: la última guerrera es súper entretenida. Pese a los ya comentados bajonazos de ritmo, el film nunca se torna aburrido pese a llegar a las dos horas de duración. También debemos destacar su factura técnica, en la que en ningún momento el CGI chirria a la vista, incluso cuando nuestra protagonista claramente está hecha con efectos especiales. Battle Angel: la última guerrera en comparación a Ghost in the Shell (nos negamos a pronunciar el nombre que recibió en el doblaje latino) es un paso hacia adelante. Pero la sensación de que estamos viendo algo prefabricado, y se desperdició a un director que suele dejar su sello en las películas, no se nos quita nunca; y termina restándole puntos a la evaluación final.
Década de los 60, Tony “Lyp” se queda momentáneamente sin trabajo, hasta que el local nocturno donde tiene contrato hace unas remodelaciones. Buscando conseguir algo temporáneo, le llega la posibilidad de ser chofer y asistente del Doctor Don Shirley, un talentoso pianista afroamericano. El choque racial y cultural de ambos hombres será parte clave para las dos semanas que deberán compartir en la carretera mientras Shirley da una serie de conciertos. Llega a nuestros cines otras de las candidatas a los Oscar, y podemos decir que, por suerte, este si es un film que tiene calidad para competir por dicho premio, siendo una de las pocas ternadas que puede presumir de esto. Así que es hora de hablar de Green Book: una amistad sin fronteras. En los primeros compases de la película, un miedo puede surgirles, ya que a quien les habla, le pasó lo mismo, ya que, Tony “Lyp” (Viggo Mortensen), parece ser un cliché andante de un italoamericano: habla a los gritos, se la pasa comiendo con malos modos y su forma de hablar es por demás vulgar. Lo mismo podríamos decir del Doc Shirley(Mahershala Ali), quien, con solo un par de minutos en pantalla, sabemos que proviene de otro mundo, con educación de élite y casi sin saber moverse sin asistentes. La química que vemos entre Viggo Mortenseny Mahershala Ali es casi el 100% de Green Book: una amistad sin fronteras. Ambos intérpretes demostraron ser garantía de buenas actuaciones, y acá lo vuelven a confirmar; pero desde que empiezan a interactuar, el film se potencia y podemos encontrar varios de los mejores diálogos vistos en este mes; así como algunos gags bastante efectivos (otros no tanto, ya que caen en la sobre explicación de alguna situación). Con esto último también debemos destacar la mano del director, Peter Farrelly (si, el mismo de Los Hermanos Farrelly), quien muestra que en su haber tiene comedias como Tonto y Retonto o Locos por Mary. Pero a su característico humor (que por desgracia se había esfumado en sus últimos proyectos), debemos destacar su buena mano para la dirección. No lo decimos porque muestre una dirección virtuosa, sino porque la recreación de 1962 es perfecta, y es, junto con las actuaciones, el apartado donde más brilla Green Book: una amistad sin fronteras, transportándonos a dicho año en cuestión de fotogramas. Sin haber leído el libro en el que se basa la película, Green Book: una amistad sin fronteras es muy entretenida, y sus más de dos horas de duración nunca se hacen pesadas, lo cual habla de un guion bastante ligero y bien construido. Como dijimos, de las pocas nominadas a los Oscar, que si merecen tener dicho honor.
La Reina Anne de Inglaterra padece de gota, es por eso que su salud física y mental se encuentra cada vez más deteriorada, y es por el mismo motivo, que Lady Sarah es quien toma todas las decisiones tras la figura real. Mientras el país se encuentra en guerra con Francia, al palacio llega Abigail, prima de Sarah, y quien de a poco irá ganándose el favor de la Reina, convirtiéndose de a poco en su favorita y desplazando a su prima. La favorita es la nueva película del griego Yorgos Lanthimos; realizador del cual debemos hablarles primero, ya que su estilo de filmar y narrar es poco convencional. Al grado de que quizás muchos hayan odiado sus antiguas películas (La Langosta y El sacrificio del ciervo sagrado). Quizás en ese sentido; el film que nos compete hoy sea más fácil de ver, ya que el director se acerca más al espectador promedio, pero sin traicionar su estilo. Pero si hay un punto a resaltar en La favorita, es el de las actuaciones. Las tres actrices principales son la película entera. Y no lo decimos de forma despectiva; sino en el buen sentido, porque hace tiempo no vemos en una película, un nivel tan alto y parejo de sus intérpretes, que, además, se van pasando el protagonismo; teniendo cada una su (varios) momento para lucirse. Estamos seguros que en la próxima época de premios, veremos a Olivia Colman, Emma Stone y Rachel Weiszternadas en cuanta nominación se cruce. Colman compone una mujer grande, que su estado de salud y mental pende de un hilo, y por ende es fácilmente manipulable por su entorno. Mientras que Stone sorprende componiendo un personaje alejado del que nos tiene acostumbrados; y en más de una ocasión vamos a terminar odiándola. Mientras que Weisz, si bien es una experta manipuladora, parece ser quien tiene los pies más centrados de este trio de mujeres que se las trae. Pero no podemos dejar de mencionar a Lanthimos. Al inicio aclaramos un poco el hacer de este director; quien vuelve a mostrar su talento, y poco habitual modo de filmar. Acá veremos unos planos y paneos, que nos mostraran el lado menos romántico de un palacio, y si una especie de agobio y encierro que padecen las protagonistas; pese a que son ellas mismas quienes desean estar ahí. Con todo esto sobre la mesa, y sin exagerar, podemos decir que La favorita va a estar entre las mejores películas de este 2019 que recién empieza. Si, ya sabemos que quedan cientos de películas por ver; pero ante el buen cine, solo nos queda aplaudir y arrodillarnos a sus pies.
Luego de los eventos vistos en la primera entrega, todo parecía ir en armonía para la vida de Emmet. Aunque de inmediato se presenta una nueva y colorida amenaza; que conlleva a la destrucción de todo el mundo lego, sumergiendo a la sociedad en una civilización desértica y peligrosa. Pero los líderes de esta nueva era, son invitados por la Reina Watevra Wa´Nabi para formar un matrimonio por conveniencia que en teoría, traería la paz para todos los mundos. Casi sin darnos cuenta, pasaron cinco años desde la primera entrega de La gran aventura lego, que luego de su genial spin off llamado Lego Batman, y la olvidable (y olvidada) Lego Ninjago, por fin nos presenta su secuela. Antes de seguir con la review, debemos decirles que es prioritario que vean la anterior película, porque si no éste film carece de sentido; ya que un elemento que se develaba en el final, es el motor de toda La gran aventura lego 2. Y en la explotación del sorprendente final visto antes, es donde radica el mayor acierto de esta secuela. Como ambos mundos y todo lo que pasa en uno de ellos, tiene explicación en el otro, es por lejos lo mejor que ofrece La gran aventura lego 2. Porque por desgracia el resto, es todo lo que ya vimos antes, pero con el doble de todos los elementos, asumiendo que con eso ya el espectador se va a conformar. Con esto queremos decir que el casting de voces sigue siendo brillante, y trasmitiendo a la perfección los sentimientos de sus personajes; lo mismo que la animación, manteniéndose dinámica y muy bella de ver. Aunque es obligatorio decir, que, pese a que La gran aventura lego 2 apenas dura poco más de hora y cuarenta, la película se siente bastante larga, sobre todo porque laguneamás de una vez en su segundo acto. Sobre todo, en lo referente a Wyldstyle/Lucy, con quien se pretende hacer una protagonista bad ass (más de lo que era antes), pero se termina construyendo un personaje bastante bidimensional y del que poco importa tanto su pasado, como sus emociones. La gran aventura lego 2 dista de ser aburrida, de hecho, es bastante divertida con algunos gags bien armados, y conceptos bastante interesantes tomados de la primera entrega. Pero los constantes altibajos de ritmo que tiene, sumado a que en realidad no estamos viendo más que un reciclado de los buenos momentos de su predecesora; hace que la película nos deje con gusto a bastante poco.
Hipo ya es el líder indiscutido de su pueblo, quienes ahora se encargan de encontrar y salvar a todos los dragones que puedan; cosa que vuelve un poco molesta la convivencia. Cuando nuevos cazadores se hacen presentes, Hipo decide llevar a su gente al Fin del Mundo, un lugar en teoría ficticio, donde podrán vivir con los bestiales animales, en paz y armonía sin ser amenazados. Luego de cinco años, llega a nuestros cines la tercera y ¿ultima? entrega de la saga Cómo entrenar a tu dragón. La gran duda que hay es si esta parte número tres se acerca al mamarracho visto en Shrek, o si en cambio se acerca a lo sucedido con Toy Story. Y la verdad, es que no estamos ante ninguno de esos dos ejemplos. Sin haber leído los libros en el que se basa la saga, pero entendiendo que la historia principal es la relación entre Hipo y Chimuelo, por sobre la del joven líder vikingo y alguna mujer, o con respecto a su gente; Cómo entrenar a tu dragón 3 vuelve a indagar en el vínculo del heredero y el ultimo Furia Negra que existe. Pero, aun así, el film no es la gran despedida de estos personajes, que suponíamos que iba a ser. Cómo entrenar a tu dragón 3 pierde demasiado tiempo en la historia entre Hipo y Astrid, de que si se van a casar, de que ella lo debe apoyar, de que si aún son jóvenes. La saga nunca se centró en ellos dos, y al principio del film se nos dice que apenas pasó un año desde los eventos vistos en la anterior entrega; y al saber que esta pareja está destinada a estar por siempre juntos, es obvio que tarde o temprano se van a casar, por lo cual, hay una sub trama que gira en torno a la nada misma, y que poco importa con el conflicto principal. A esto debemos sumarle que de nuevo tenemos como villano a un cazador de dragones…. Si ya sabemos que tampoco Cómo entrenar a tu dragón 3(y las anteriores cintas) se sostienen con sus malos, pero que de nuevo se caiga en un personaje casi calcado a lo visto en la película pasada; habla o de poca imaginación por parte de los guionistas, o de una vagancia total que no se molestaron en imaginar algo nuevo. Todo esto hace un combo que, en el total, logra que Cómo entrenar a tu dragón 3termine siendo una película casi del montón. Con pocos momentos graciosos, que apuntan a los más chicos de la casa y no tanto al espectador que creció viendo la saga; es un cierre aceptable para la trilogia, pero no mucho más que eso.
Susie se une a prestigiosa compañía de baile en una Berlín post guerra. Lo que es un sueño hecho realidad para la joven bailarina, se convierte en una pesadilla para su amiga Sara, tras seguir la pista de Patricia (otra estudiante que abandonó el establecimiento). Ahora Sara y un anciano psicólogo, Josef Klemperer, deberán sacar a flote lo que en realidad pasa en la escuela de ballet. Luego de las quejas iniciales, posteriores dudas y finalmente, cierto hype, llega a nuestros cines la nueva versión de Suspiria, aquel clásico del terror dirigido por Dario Argento; esta vez con Luca Gudagnino en la silla de director. Lo primero que debemos decir, es que aquellos que esperan encontrarse con esos tan odiosos remakes que son un calco fotograma por fotograma de la obra original, vayan sacándose esa idea de la cabeza, porque el realizador italiano hizo bien los deberes, y le supo dar la suficiente distancia a su versión de Suspiria, como para que difiera el film de Argento, pero manteniendo la esencia del mismo. Otro gran acierto radica en la dirección de actores. Desde la siempre insípida Dakota Johnson (quien da su mejor actuación hasta el momento), hasta una brutal Tilda Swinton(quien compone a tres personajes, uno de ellos hombre), todo el elenco está a la altura de una película tan esperada. Quizás decepciona un poco el rol de Chloe Moretz, quien apenas aparece diez minutos en pantalla, cuando era una de las caras promocionales de la cinta. Pero donde radica el mayor acierto de Suspiria, es en su fotografía. Es de esas obras (nunca mejor usada la palabra) que son obligación verlas en un cine para poder disfrutar del poderío visual que tiene la película. Ya sea en esos fríos exteriores, como en los perturbadores y casi claustrofóbicos interiores; uno podría parar la cinta en cualquier momento, y obtener un cuadro digno de colgar en nuestras casas. Igual no todo es perfecto en Suspiria. La película se torna larga por momentos y las dos horas y media de duración se sienten; sobre todo cuando la historia se centra en un personaje que no vamos a nombrar; pero que, si lo sacamos de la trama principal, todo funcionaria igual. Suspiria es de esos remakes que valen la pena que se hagan. Ya sea por su fotografía, actuaciones, o un clímax plagado de gore, tiene los elementos suficientes como para valerse por sí misma, y no ser otro intento de colgarse de la fama de una película querida de antaño. Todo un logro en los tiempos que se corren, viendo que se remekea todo lo que se tiene a mano.
Los años pasaron y los pequeños Jane y Michael Banks son ahora adultos, con el segundo a punto de perder su casa y cumpliendo el primer año como viudo. Las cosas no parecen mejorar, de hecho, todo va cada vez peor, pero Mary Popins aparecerá para ayudar a la nueva familia, mostrando que todo es posible, incluso lo imposible. Luego de varias décadas, llega la continuación del ya clásico film infantil, y mientras lo estaba viendo en la sala, no podía dejar de pensar, que más que una secuela, me encontraba frente a un remake encubierto. Así es, El regreso de Mary Poppins en más de una ocasión parece un calco de su predecesora. No por el hecho de copiar de forma literal secuencias; pero si notamos la similitud y una gran falta de originalidad. Para darles un ejemplo sin entrar en los spoilers, veremos toda una escena de baile dentro de un mundo imaginario, con animales creados con dibujos clásicos no hechos en cgi ¿Les recuerda a algo parecido con ciertos pingüinos y un dibujo en una baldosa? De todas formas, debemos decir que la factura técnica de El regreso de Mary Poppins es impecable. La producción no escatimó en gastos y creatividad (no narrativa, como ya aclaramos) y todas las secuencias de baile y canto son una delicia para la vista y los oídos. A esto debemos sumar la química que tienen Emily Blunt y Lin Manuel Miranda a la hora de protagonizar dichos números musicales. Es donde el film brilla. Y hablando de Blunt, nada que reprocharle a la actriz británica, quien logra llenar los zapatos de Julie Andrews de forma impecable; haciendo que, a los pocos minutos, sintamos que ella es la Mary Popinsde siempre. Pero debemos comentar algo importante en esta película. Y es que quizás los chicos más pequeños de la casa, no la pasen tan bien en el cine. El film es igual de largo que el original, y debemos tener en cuenta que es algo infantil. Esto sumado a que no hay apps ni nada con lo que los pequeños puedan interactuar con este mundo fuera de la sala. Todo esto da como resultado que seguramente el público adulto termine disfrutando más de El regreso de Mary Popins, que los propios nenes. El regreso de Mary Poppins es una película correcta, pero que casi no aporta nada a la mitología del personaje, y que en los tiempos que corren, quizás no termine de enganchar al público al que apunta. Repetimos esto porque es algo a tener muy en cuenta a la hora de plantearse ir al cine a verla.
Luego del gran desempeño mostrado contra Ricky Conlan, Adonis se convierte en el campeón mundial de los pesos pesados. Junto con el título, llega la noticia de que Bianca está embarazada. Todo parece ir bien hasta que Viktor Drago, hijo del caído en desgracia Ivan Drago, se presenta públicamente para desafiar a Adonis. El pasado de ambos se hace presente, y los problemas sin resolver del joven Creed, así como su relación con Rocky, serán puestos a prueba. Luego de la grata sorpresa que resulto Creed en el 2015, nos llega Creed 2: defendiendo el legado. No pocos eran (éramos para ser sinceros) los que temíamos que aquella gran película solo fuera suerte, o si en realidad se podía construir una nueva saga con Rocky como secundario, pasándole la antorcha a otro boxeador. Por suerte esto último no pasó, y el espíritu del Semental Italianosigue vivo ahora en su “sobrino” Adonis Creed. Y Michael B. Jordanvuelve a demostrar que no le tiemblan las piernas para cargarse un protagónico cargado de dramatismo, donde temas recurrentes de esta saga se vuelven a hacer presentes, como los conflictos familiares, la auto superación o encontrar el verdadero motivo por el cual se sube a un ring a pelear. El resto del elenco por suerte está a la altura. Desde Stallone que parece haber aprendido a actuar ya de grande, pasando por Tessa Thompson y llegando hasta los villanos, Ivan y Viktor Drago. Ambos con pocos diálogos (se nota que no es su fuerte) pero con pura postura y caras de pocos amigos, logran establecerse como buenos villanos. Amén de que el actor que interpreta a Viktor, bien podría suplantar a La Montaña en Games of Thrones. Quizás uno de los puntos flacos radica en la acción. Las buenas escenas de pelea filmadas por Ryan Coogler, acá se echan un poco en falta, aunque tampoco es que estemos hablando de un desastre. Pero si notamos un par de planos tomas en cámara lenta a lo Snyder, que se sentían bastante fuera de lugar con el estilo que se venía utilizando. También vale aclarar, que, por momentos, la película se extiende un poco; y si bien no aburre, las dos horas se sienten. Quizás sea por una sub trama en particular, que suponemos que será explotada en una más que obvia tercera parte. Creed 2: defendiendo el legadoes una buena secuela, que casi está a la altura de su predecesora. Con personajes viejos queribles, y nuevos que ya se ganaron nuestro corazón, es una cita obligada al cine, ya sean fans o recién se inicien con la saga de Rocky Balboa.