Como en tantos otros de sus reconocidos films (Alice, La Rosa Púrpura del Cairo, La Maldición del Escorpión de Jade), un elemento fantástico: una vidente (reminiscente a Whoopi Goldberg en Ghost, La Sombra del Amor) interpretada por Pauline Collins (Shirley Valentine) presta su trabajo a conducir la vida de Helena (impecable Gemma Jones), aconsejar según las energias prevalecientes en el ambiente. Helena acaba de ser abandonada por su esposo (Anthony Hopkins) en la etapa otoñal de sus vidas, su hija (Naomi Watts) convive con un médico (Josh Brolin) que no ejerce y se dedica a la escritura de un libro sin éxito.Sin dinero, son mantenidos por sus padres quienes, como es el caso de Helena se aparece de imprevista en la casa donde convive su hija a diario, emitiendo opiniones que no le atañen contra su yerno. Una de las opciones laborales es entrar a trabajar como buscadora de artistas para una galeria de arte cuyo dueño es algo asi como un seductor nato (Antonio Banderas, en uno de los roles que mejor encajan en su carrera). Woody plantea como es de costumbre en sus films, la experiencia de el hombre mayor que deja a su esposa luego de extensos años de matrimonio por una jóven y sexy musa, algo así como en Poderosa Afrodita. Hopkins realiza una labor alejada del transitado hombre serio con acento, intenta algo nuevo en su carrera, incursionar en comedia paralelamente al drama. Las desopilantes situaciones incluidos gags no tienen desperdicio, son constantes. En Argentina todavía esperamos el estreno de Whatever Works. Link de la página oficial del Festival, conferencia de prensa de Woody Allen: http://www.festival-cannes.com/en/mediaPlayer/10501.html
Basada en sucesos reales, A L’Origine relata la historia de un estafador que buscando nuevas presas logra por casualidad internarse en un plan de construcción de una autopista, haciendose pasar inadvertidamente como el representante de una empresa de construcción multinacional. Un pueblo rural marginado de negocios anteriormente, no quiere volver a perder la oportunidad, por lo tanto ponen todo su empeño, trabajo y personal, aprontando tal magnifica construccion, un tramo de autopista que no va hacia ningun lado. El frade continúa inexplicablemente sin siquiera el asomo de la más mínima sospecha, Phillippe Muller (Francois Cluzet), asi apodado, revoluciona la región rural brindando esperanza de una forma de vida mejor, dignificando a la persona gracias al trabajo y siendo aceptado por la misma, algo que no habría lograda jamás en su desapercibida vida anterior. La interiorización de Muller es fenomenal, su involucración en una obra que se la va de las manos, una simple estafa que termina tomando un volumen inimaginable. Cluzet interpreta a Muller, anteriormente visto en el protagónico del destacable thriller Ne Le Dis a Personne (Tell No One) cumple con un rol vertiginoso, de esos denominados “más grandes que la vida misma”. Xavier Giannoli, presente en la sala, comentó acerca de la diferencia de duración del film, en su exhibición para esta Semana De Cine Europeo en comparación con la versión presentada en Cannes. Se indagó sobre su relación con el Muller autentico y las conversaciones que tuvieron estando este ultimo internado en una carcel, cumpliendo condena.
Luego de leer las críticas de dos colegas redactores de “A Sala Llena”, he encontrado en ellas un factor común en la redacción “Clint Eastwood está más cerca de acá que de allá”, su participación en la dirección de Más Allá de la Vida lo evidencia claramente. Otros hablan de la ausencia del “toque Eastwood”, personalmente no creo tal “toque” exista, Eastwood ha venido reinventándose en éste, el último tramo de su carrera como director. El film comienza con una escena a gran escala, nada menos que un tsunami arrasa con una hermosa costa veraniega, derriva estructuras edilicias, posadas, arrastra vehículos, personas, una verdadera catástrofe. Dentro de las víctimas se encuentra Marie (Cécile De France), una periodista francesa que, de vacaciones junto a quien estuviera ligada sentimentalmente, el encargado del programa televisivo donde trabaja, Marie sale a buscar unos presentes para los hijos de éste, a segundos de avistar la gran mareada, queda inconsciente, ahogada, transita unos segundos en el más allá y resucita. Uno bien podría considerar que por la espectacularidad de las imágenes estaríamos sumergiéndonos en una nueva odisea de Emmerich, pero apenas pasados unos escasos minutos, ese tsunami es infimo en tamaño comparativamente con el desarrollo de narración, estilos y profesional sentimentalismo arraigado a esta maravillosa historia, “el verdadero tsunami todavía está por venir”. George (Matt Damon) es un persona con una virtud (aunque él la considere una desgracia), es un psíquico, cuyo mínimo roce de sus palmas con otro ser, genera visiones o lecturas, mensajes, recuerdos, vivencias, un perfecto puente de conexión entre los vivos y los muertos allegados. Más Allá de la Vida, tiene todos los condimentos para ser vinculado a un film de género fantástico y es aquí donde al menos mi visión del film fue dirigida hacia otros encantos, otros temas que vinculan a los personajes principales, basta está decir que son tres, Marie, George y Marcus, un pequeño que pierde a su gemelo. Mas Allá…trata de la soledad, el duelo, la incertidumbre sobre lo inexplicable y cómo éstas tres instancias repercuten de distintas maneras sobre un diversos seres humanos. La soledad, vinculada a la pérdida, cual un amor o un fallecimiento, en las etapas que ésta involucra, el insostenible dolor y angustia inicial, la búsqueda por salir a flote como sea, el querer buscar una explicación… A Marie, el suceso le cambia la vida por completo, son diferentes sus necesidades, su óptica, su motor e incesante el cuestionamiento por querer entender o dilucidar qué hay en el más allá, ella lo ha experimentado, lo ha percibido, vivió la experiencia. Su soledad está vinculada al no entendimiento del resto, ya sus requisitos para conecer a alguien han cambiado. Marcus, es quien más siente la perdida y anhela la vuelta de su hermano, algo que no ha de suceder, ansía el mínimo contacto, extraña, es hasta capaz de quitarse la vida para volver a estar con el. Como un extraño deambula por las calles en busca de una respuesta, en toda actividad estudiantil se encuentra disperso. George, es quien se siente solo en gran parte por su aptitud, las mujeres lo han dejado por ello reiteradas veces, cuestión que ante su insatisfacción lo obligó a abandonar una actividad redituable relacionada con su don, ha de comprender al resto y sin ser egoista, no quiere ayudar más al prójimo por que entiende que primero debe ayudarse a sí mismo. Los enfoques de Eastwood a partir de éstos tres personajes, donde también podríamos hacer mención de un cuarto, el de Melanie (Bryce Dallas Howard) (que sirve para entender el descreimiento de George), reflejan el excelente estado narrativo del director, quien no permite que relato caiga en golpes bajos y sensiblería aleccionadora. Vehículo por el cual el film termina o mejor dicho comienza a convertirse en una hermosa y esperanzadora historia de amor.
Italiani supertar… La ciudad de Bagheria, dentro de Palermo, Sicilia, es donde nació Giuseppe Tornatore (54), director del film, quien vivió allí hasta sus 28 años de edad. Es por ello que, Baarìa, como se denomina a la ciudad en lunfardo, es donde este útlimo trabajo del director, con tinte autobiográfico tiene lugar. Aquellas callesitas llenas de personajes agradables, rústicos, satirizados, mostrados como en otros films del director, buscando esta comicidad impuesta que liga acontecimientos del relato a partir de las actitudes de una sociedad reaccionaria. De carácter epico (tres generaciones), Baarìa se centra principalmente en la vida de Peppino, un niño que supo captar desde su lugar, los acontecimientos característicos, comportamientos y actitudes de una sociedad en vigencia de una guerra mundial. El resurgimiento del partido socialista, las burlas al régimen del Ducce. Peppino encuentra en la vida su vocación en la política, tiene facilidad para arrastrar adeptos, tiene principios y éstos lo alejan de determinadas vivencias, conoce a Mannina, a quien sus padres quieren alejar de él. Existen muchas cuestiones a tener en cuenta con éste nuevo film de Tornatore, considerando que es uno de los primeros donde aplica revivir escenas de la política italiana y mundial. No falta su constante costumbrismo a cuestiones sentimentales, alguna que otra referencia sexual, su nueva participación junto a Ennio Morricone, aunque dispar, y como destacaba previamente, la comicidad reinante. Muchos temas abarcados, muchos personajes, muchas historias, un compendio que termina diluyéndose a medida que los extensos 150 minutos de duración corren. Baarìa no es de lo mejor de Tornatore, podría entenderse como una conjunción entre su Cinema Paradiso (aunque bien lejos) y el Fabricante de Estrellas, algo así como lo que Tatí realizaba con su Sr.Hulot, a partir de un único personaje ir deambulando por todo un entorno, un pueblo, una ciudad, un país.
Sin objeciones uno de los mejores films presentados en el festival, con alta dosis de adrenalina surgida de los spins de DJ Ickarus, la movilidad de la gente en sus fiestas electrónicas y la movilizante historia a narrar casi al ritmo de sus melodias. Ickarus es un DJ, artista nato, llega al instante de su vida en que no puede trasladar sus vivencias a su trabajo musical, la empresa discográfica que lo patrocina comienza a escuchar más de lo mismo al igual que su relación de pareja con Mathilde. El excesivo consumo de todo tipo de drogas lleva a DJ Ickarus al punto donde el frenesí lo apabulla, lo deja tirado balbuceando frenéticamente en clubes y hoteles, su adicción repercute en su truncado nuevo disco que no puede ver la luz de lanzamiento ya que debe ser internado en un tratamiento en una clínica psiquiatrica. Paul Kalkbrenner interpreta al DJ, encargado también de la banda sonora y con una excelente labor, 100% en el rol, quizás por similitudes en la vida real, pero, verborragico y enérgico como el film requiere. Dentro del psiquiátrico, nos encontramos con una directora fría, demasiado alejada de sus internos, un rol que trae reminiscencias al de Louise Fletcher en Atrapado Sin Salida, interpretado por Corinna Harfouch, referente en el nuevo cine alemán, vista en varios films presentados en este festival como Whisky con Vodka y Hace un Año en Invierno.
Existen imposibilidades técnicas, de formato, comerciales, monetarias, de distribución, de exhibición, respectivas al género cinematográfico, no obstante una vez más, los “chicos”, a quienes ya deberíamos dejar de llamar así salvo como una calificación afectuosa que generan luego de ver sus anteriores propuestas y en mi caso particular apenas conocerlos, a partir de aquí los ahora denominados “profesionales” de Videoflims. En esta ocasión el film a destacar es La Casa por la Ventana, una co-producción argentino- chilena de Juan Olivares y Esteban Rojas, éste úlitmo de origen chileno de quien ya podríamos garantizar estar argentinizado, perteneciente al grupo Farsa y a la distribuidora VideoFlims. Julio Saez Jr. interpretado por Walter Cornás (Plaga Zombie, Filmatrón, Kapanga: Todoterreno), otro ícono de Farsa, un actor versátil que ha pasado de componer roles como ridiculizaciones con gran cantidad de gesticulaciones a un tono más austero y calmo como al recientemente recibido arquitecto nerd que se encarga de concebir una fiesta de fin de año para sus amigos, estudiantes, colegas… Su padre es un agiornado, le reclama cambiarse una remera de color rojo para que no lo confundan por las calles con un militante de izquierda, así la trama, sobriamente va hilvanando algo que todos vemos venir, una fiesta para la cual se esmeran de realizar todos los arreglos y preparativos cual si fuese una obra arquitectónica, todo perfecto, todo cordial, pero, aparece en acción el personaje del tío, ex estrella de rock, Lorenzo Sáez, el resultado es eminente, sale todo al revés, surge el descontrol y una de las más gratas sorpresas del film, un final a todo rock’n’roll. El diseño de vestuario del film tanto así como los colores elegidos y ambientación son muy cuidados. En ellos se destaca la importancia de la funcionalidad de los mismos. La Casa…tiene puntos en común con comedias de género ya consideradas clásicas o de culto de la década de los 80’s. Imposible no mencionar a John Hughes y sus films que siempre incluyen una fiesta en su metraje o al actual Wes Anderson. La Casa por la Ventana, fue exhibida comercialmente en escasas salas, cineclubes, Festivales como el BARS, actualmente en Chile y las próximas semanas bajo una retrospectiva en el 25º Festival de Cine de Mar del Plata, los espacios que deberían exhibir éste tipo de cine que no tiene nada que envidiar a propuestas hollywoodenses o de distribución de las mayors actualmente se encuentran colmados de propuestas comerciales a las que la gente asiste principalmente por el bombardeo publicitario, la inclusión de “¿estrellas?” que convocan, quienes finalmente deberían, con políticas claras dejar lugar a la industria nacional, en éste caso particular a proyectos realizados a puro pulmón y profesionalidad, de los que ya muchos acompañana gracias a la movida engendrada por éstos grupos que subsisten por un canal alternativo. La Casa por la Ventana será reestrenada el mes de Diciembre de 2010 en cartelera porteña.
Cuando dos personas se juntan a conversar, digamos en un café, es sabido que hay temas difíciles de tratar o de aquellos que mucha gente propone dejar de lado al realizar una reunión familiar para que la velada sea placentera. Temas como política, religión…uno puede escaparles, discernir, estar o no de acuerdo, inferir, criticar, volcar la propia opinión según sus vivencias, creencias, con menor o mayor razón, callar, asentir y el mirar hacia otro lado, no sirven más que para terminar de dar la razón a la otra postura. Ahora, hay gente que al ocurrir un suceso como el que destaco, deciden tomar otra postura, levantarse de su asiento, postura erguida y retirarse. No por cobardía sino como un rechazo a los planteos que pueden estar realizándose. Al momento de estar viendo El Día del Juicio Final, algo por el estilo pasó por mi comportamiento. Sentía que la butaca se había convertido en una cama de fakir, me dolían las rodillas, miraba hacia otro lado que no sea el de la pantalla con desprecio, creo no haber sido el único, he visto a otros hacer lo mismo. “Impensable”, como sería el título original en inglés, es escribir un guión tan vehemente, que actores de la talla o ya podríamos considerar caducos como Samuel L.Jackson o Carrie-Anne Moss o el excelente entrevistador Frost al que habría puesto en escena Michael Sheen. ¿Cómo puede ser que hayan aceptado participar de tan inescruputoso film?. El Día…fue vendida como “el film que no quieren ver dejar ver Estados Unidos”. El film trata sobre el posible caso que una personas, aquí un retirado de las fuerzas, Steven (Michael Sheen), norteamericano y profesante de religión islámica, decide colocar tres bombas nucleares en tres ciudades “x” de Estados Unidos y no desactivarlas si sus requerimientos no son cumplidos en determinado plazo. Steven quiere ser vendido como un Hannibal Lecter después del 9/11, encerrado en una celda con interrogatorios un tal “H” (Samuel L.Jackson), un verdugo a quien el Estado llama sólo en casos de urgencia extrema como este, el hombre que gracias a sus métodos de tortura siempre ha logrado extraer lo que se proponía de sus víctimas. La agente Helen (Carrie-Anne Moss) no se más que un calquito de Clarice Starling. Algo indica que se ha tomado el guión del afamado film clase B ganador de cuantiosos premios, El Silencio de los Inocentes, conjunto a una idea frente a los sucesos de terrorismo de estado contemporáneos y plasmar ambos. El resultado, en gran parte por las decisiones del director Gregor Jordan, equívocas como el mostrar miembros amputados en escena cuando la temática ronda principalmente por un cuestionamiento ético y moral, es determinante. El Día del Juicio Final es de esos films que como los temas que planteábamos antes, deben hablarse, deben debatirse, en una fiesta, una reunión, donde sea, pero el mayor logro de ese debate sería “la forma”, aquella que éste film estuvo ausente y lamentablemente causaron en mí todas las ganas de levantarme e irme. Fuera de los cines, la realidad se asemejaba a lo visto en pantalla, cuestionamientos (pacificar o reprimir) sobre asentamientos ilegales. El discernir, tomar una postura, a veces no tan simple, con intereses de más de un partido político, gobierno nacional o de la ciudad de turno, políticos que pelean y se contradicen como niños. La urgencia en actuar para luego no tener que remediar, cuatro muertes reales hasta el día. En fin, a veces vemos en pantalla cosas “Impensables”, de aquellas que al retirarnos de la sala a los minutos olvidamos y descreemos que puedan ocurrir, la realidad al final se asemeja a lo “impensable”. Lindo sería vivir en un lugar y momento donde estan cosas no ocurran mas, las torturas, la discriminación, la utilización de la pobreza con fines políticos, la ausencia de planes de vivienda. Ojalá algun día podamos salir de una sala y ver una peli como Cuando Harry Conoció A Sally… y las preocupaciones no sean otras que conseguir un buen helado en un día de calor como el de hoy.
Entretenida "psico-comedia", término descripto por el grupo de directores en la coferencia de prensa posterior a exhibición del film. Las Hermanas L. (mención que al momento de estar filmandose el proyecto causó molestia en otras hermanas L.) conjuga con entrelazos las diversas relaciones entre familiares, amantes, profesores, alumnos, mayoritariamente con un factor común: el sexo. Concebida a partir de la obra base Un Tranvía Llamado Deseo, las acotaciones a dramas en subtramas de índole familar-sexuales se hacen presentes a lo largo del film como un adulcorado drama de Tenesse Williams convertido en comedia, libremente por parte del grupo galardonado en BAFICI con su ópera prima UPA! (Una Película Argentina), de Santiago Giralt, pero sin Camila Toker ni Tamae Garateguy. Willy Lemos interpreta a Cocó Legrand, un travesti padre de las hijas referentes al título, dos mujeres de las cuales una recién llegada de Europa debe pedir alojamiento a la otra, quien convive con su pareja. Soledad Silveyra con una grotesca labor, alejada de trabajos de su filmografía, interpreta a una madre completamente absorbedora de su hijo. Preocupada por la orientación sexual del mismo, casi esquizofrénica y compulsiva, de carácter almodovariano. Silvina Acosta, principal protagonista es quien brinda la entereza que el film necesita, sus tics de comedia se hacen ver a lo largo del metraje incesantemente.
Como otras producciones de El Pampero Cine, Ocio tambien transcurre en el barrio de Parque Patricios, esas calles de adoquines grises, tristes. Basada en la obra homónima de Fabián Casas, Andres es un adolescente que ha perdido a su madre, vive con su padre, un payaso que trabaja realizando shows. Resalta el ambiente rockero donde Andrés es una gema màs, sus juntadas con amigos a pasear por la ciudad, tomar unas cervezas o fumar en una terraza del barrio, observando a lo lejos las plateas del estadio Tomas A.Duco. Sin mucho razonamiento, los muchachos se meten en problemas fácilmente por un acto menor, la falta de pago de una moto adquirida a una pandilla de barrio. Es ahí donde éstos personajes resultan inverosímiles. La relación padre-hijo sobresale ante la angustia y acordes de bajo que fuertemente retumban, como para volver al clima aun mas hostil, la pandilla no deja pasar de largo las deudas y la violencia toma mayor parte en la vida del adolescente.
Tan triste como la letra de un tango. Helena es una cantante de tango, un día, dejan de amarla. Su carrera hasta ese momento estable, decae, su salud e intento de suicidio posterior sólo demuestran que su estado es similar al de las letras que en las noches canta en diversos escenarios de la ciudad. Cambiar de habitat puede ser una solución, empezar de nuevo otra. Es así como Helena cambia radicalmente, migra tanto físicamente como en actitud. Los tangos acompañan la acción en todo el metraje, las letras de abandono, tristeza, añorar, hacen de Helena una ejemplo viviente de lo que canta, viaja sola con su canción. Eugenia Ramirez Miori interpreta a la cantante que migra de Buenos Aires a Francia, actriz y cantante de profesión, interpreta un amplio repertorio en las presentaciones o entre quehaceres domésticos títulos como “Yo no sé qué me Habrán Hecho tus Ojos”, “Alma en Pena”, “Quien Hubiera Dicho”, “La Ultima Curda” o “El Ultimo Café”. El bahiense Diego Martinez Vignatti compone su tercer largo como director, presentado en el Festival de Locarno en la Competencia Oficial, ya había trabajado como director de fotografía para directores como Reygadas en Japón o Batalla en el Cielo. La Cantante…es un film cuyo guión parece haber salido específicamente de una letra de tango, la vinculación es notoria, los temas similares, actuales. Se mantiene un quiebre entre lo que sería el pasado y futuro de la protagonista, un punto de quiebre. El mayor atractivo que podría haber tenido el film se ve en cierta manera truncado por los límites vocales y de registro de la actriz principal, un relato plenamente vinculado a lo musical donde la letra es vigente tanto como el ambiente pero no la performance, que no termina de convencer al espectador sobre la grandeza de la cantante demostrada como tal en el relato.