El discreto encanto de la Burguesía Película perturbadora, más allá que uno ya ha visto todo y de todo, que aún se pueden rememorar filmes de calidad -ya muy lejanos y productos de la explosión reaccionaria de los años 70, donde se hizo un cine de crueldad- con ejemplos del nivel de "La naranja mecánica" de Kubrick o "Los Perros de paja" de Peckinpah, aquella y no la absurda e innecesaria "remake" del 2011. Ahora llega "The Purgue", retitulada como "La noche de la Expiación", donde un guión propone un thriller futurista. Es el año 2022 los EE.UU gozan de una economía floreciente, con absoluto control de la seguridad callejera y cero desocupación (muy buen chiste). Una vez al año se le permite a cualquier ciudadano que se le "Suelte la cadena" y salga pegar, violar o matar a quien desee durante 12 hs.. Fantasiosa y fascistoide parábola donde la violencia se desata a raudales, y la bestia interior aflora crudamente, se sabe que vivimos dentro de una posible sociedad enferma pero esta de la purga anual las sobrepasa a todas. La propuesta tiene sus ratos entretenidos pero también surgen algunas cosas inverosímiles y carentes de sentido (Lo de las máscaras de los atacantes, que sentido tiene...???). Ethan Hawke ha hecho cosas mejores que este padre de familia exitoso y que puede cambiar de idea propia en un rato nomás, si el año pasado conocimos los "Juegos del hambre", estos bien podrían ser "Los juegos de la Abundancia", hay un remarcado muestreo de la pensada, racista y armada sociedad burguesa de USA. Más allá del dicho retrato el filme es regular, entretiene perooo.....
Un Nazi anda suelto Años 60, solitario paisaje patagónico, y sobre él mismo se dibujan, una niña jugando y la observación silenciosa de un hombre parco, gris, su nombre Josef Mengele, nada menos...asì arranca la última película de Lucia Puenzo. Luego vendrá radicarse en Bariloche en simultáneo para la familia que componen Enzo, un artesano fabricante de muñecas (Diego Peretti notable), su esposa Eva (Una sorprendente, mayúscula Natalia Oreiro), sus tres hijos y a la par ese hombre alemán que han conocido en su ruta, y que es el citado genocida nazi que -se sabe- viene con otro "alias", ocultando así su verdadera identidad.Que el tipo mostrará una obsesión enfermiza por la hija mediana Lilith (la notable debutante Florencia Bado), quien algo diminuta para sus 12 años promete ser estudiada y ayudada en un pronto crecimiento por el perverso Dr. que ha venido haciendo sus estudios hasta el momento -asegura- solo con animales. Seguramente algunos espectadores recordarán cuando también el personaje fue conocido por la novela de Ira Levin pasando luego al cine en "Los Niños de Brasil" (1978, Franklin J. Schaffner) donde el feroz alemán era interpretado por un llamativo Gregory Peck. Aquí también se mostraban en parte las experimentaciones con niños para prolongar -en idea descabellada- la raza aria, también Mengele quería crear un nuevo Hitler de laboratorio. La directora argentina logra sin dudas su mejor filme hasta el presente, atreviéndose a narrar una historia sombría, de sugerente pesadilla psicológica, que también asoma su crítica al pasado cómplice de una sociedad argentina en virtud a estos inmigrantes desfasados, sin más recordar que en nuestro país se alojaron criminales como Adolf Eichmann o Erich Priebke. El filme trae una maravillosa fotografía, una inmejorable calidad artística en todo aspecto que la hace aún más valida y en lo referente a lo actoral hay que destacar la actuación del germano/español Àlex Brendemühl en el rol protagónico y una Elena Roger como espía fotográfica que es meritoria. Un filme recomendable claro...
La Casa de los Espíritus Qué bueno saber que el cine de género truculento entre tanta y tanta cantidad de estrenos de terror berreta, vergonzosos, aburridos, inaguantables, etc etc está -pese a todo- gozando de buena salud, que la originalidad y el meternos miedo desde la pantalla aún funciona. El año pasado con "Sinister", y mejor aún en este 2013 con "La Cabaña en el bosque" y "Mamá", parece que hemos retomado la ruta de la calidad y sobre todo la funcionalidad del tema. El director malayo James Wan con antecedentes positivos en la saga "Saw", el policial "Sentencia de muerte"(2007) y la eficaz -también de este género- "La noche del demonio" (Insidious, 2010), que además se anuncia ya en unos pocos meses más su segunda parte, este realizador con marcado sentido del manejo del horror y el misterio, nos trae la trama tomada de un caso real en 1971, donde una familia tuvo que soportar presencias no gratas y aterradoras experiencias en su nueva casa -genuino caserón en medio de un bello paisaje campestre- y por ello acudir a la pareja de estudiosos de fenómenos paranormales que aquí forman Ed y Lorraine Warren, quienes se veràn forzados a enfrentarse con el mal absoluto, y además con el caso más espeluznante que hayan vivenciado, librando una batalla interminable contra esos extraños visitamtes. Hay un acercamiento a ese estilo clásico de narración sobrenatural que sugiere más que mostrar y que en el género tienen dignos ejemplos tales como "The Innocents" (1961, Jack Clayton), "The Legend of Hell House" (1973, John Hough), y "Los Otros" (2001, Alejandro Amenábar), sin olvidar la suprema joya "El Exorcista" (1973, William Friedkin). Por parte de los rubros de producción, la edición del sonido -fundamental en este tipo de propuesta fílmica- es magistral tanto como lo son la fotografía y el montaje, por lo actoral sobresalen Lili Taylor -aquella magnífica protagonista de "La fiesta de las feas" (Dogfight, 1991, Nancy Savoca)- como la sufrida madre y el dueto de investigadores que la ayudan a cargo de Vera Fármiga -estupenda como siempre- y Patrick Wilson. Inquietante pero a la vez efectiva en su cometido.
Una comedia para brindar! Casi nunca nuestro cine se metió a contar una historia donde se mezclan la comedia refinada, el thriller delictivo y la aventura inimaginable, por ello es grato recibir, y ver esta propuesta de Ariel Winograd, director con pergaminos óptimos como "Cara de queso" (2006) y " Mi Primera boda" (2011), en la primera mostrando las posturas tragicómicas de la era "Menemista" y en la segunda, una visión desopilante de las desavenencias familiares ante la cursada de una boda. Aquí hay dos ladrones muy peculiares que se conocen cuando ambos intentan robar una obra de arte, ellos son Daniel Hendler, como siempre con oficio y notabilidad actoral, y Valeria Bertuccelli, muy graciosa y por suerte alejadaaaa de ese personaje denominado "La Tana Ferro" de otra comedia. Juntos, la emprenderán con un nuevo golpe en Mendoza -siempre bellísimos paisajes de una provincia extremadamente hermosa-, en la bóveda de un banco donde se guarda un misterio alcohólico, aunque el director y el guión nos reserven una serie de guiños y sorpresas que convienen no mostrarlos aqui a manera de "spoilers". El buen gusto y la aceitada historia van de la mano y de a ratos parece que estamos ante un celebrado homenaje cinéfilo a aquél significativo Hitchcock de "Para atrapar a un ladrón" con el dueto Cary Grant-Grace Kelly, o la inolvidable "Charada" de Stanley Donen con Grant pero con Audrey Hepburn (y si uno es tan tan cinéfilo súmense títulos: "Como robar un millón de dolares", "Gambit", "The italian Job" etc etc). Hay un disfrute pleno, que se hace agradecido, esa cosa de pasarla bien con una película que además es de una calidad sonora y fotográfica (Ricardo De Angelis) como pocas, bien musicalizada, y actuada de oficio, ya que también destacan: Martin Piroyansky como un secuaz nerd, Mario Alarcón como el divertido padre de Bertuccelli y hasta un Juan Leyrado como dispar villano. Nadie saldrá defraudado de apreciarla.
La Sombra de una Duda Thomas Vinterberg, director de origen danés nos plantea una historia aquí tan densa como ajustada, y a la vez perturbadora. El personaje principal (Lucas) viene de ratos difíciles -separación, relación con su ex e hijo adolescente-, y en su nuevo trabajo en un Jardín de Infantes es señalado como eje de un supuesto abuso sexual, o sea lejos le tocará cargar con un sayo pesadísimo, para mal de males: impuesto y prejuzgado antes de saber si es o no culpable. La pesadilla se acrecienta en esa pequeña y amistosa comunidad donde se mueve, comenzándose a transformarse en una horda de vecinos que pasan a dictaminar su propia condena social al tipo, mostrando la hilacha violenta, feroz, despiadada. Como se sabe siempre hay una especie de manipulación al espectador como para que un filme de medidas artísticas solventes (hay excelente fotografía, buenas actuaciones, credibilidad en general, etc) sea atrapante en su propuesta, como dentro del cine hay ejemplos calificados del tema del abuso a niños y /o la manipulación y rápida ejecución del espinoso tema: "La Duda" (Doubt, 2008, John Patrick Shanley). Lo más notorio, importante es que después de verla nos deja una sensación de dudas a nosotros mismos, nos hará repensarla o buscar una urgencia de discusión con otros espectadores. Algo que en el cine es impagable.
Monsters on the Campus Uno sabe que la mayoría de los filmes de animación que se convierten en exitosos y logran buena cantidad de entradas, rápidamente son pensados en secuela, en su gran mayoría y con honrosas excepciones (Toy Stoy 3 por ejemplo), han sido inferiores, repetitivos y malogrados. A la productora "Pixar" parece que le bastó imaginar casi más de una década que hacía con algo tan notable como "Monsters Inc."(2001), que en su momento fué una de las mejores pelis de la empresa, y tan inteligente como significativa, si hasta tenía su lado crítico a las "corpos". Aquí han regresado ese hallazgo de simpatía y encanto, tanto del grandote multicolor Sullivan como ese "ojo" divertido llamado Mike Wazowski, y que ahora participamos de esta suerte de precuela, donde nos cuentan como empezó todo, donde se conocieron y algo de sus respectivos orígenes, y básicamente sus incursiones en los denominados "Campus" universitarios a donde concurren a aprender a ser genuinos monstruitos asustadores. En verdad no es que la nueva propuesta caiga en un páramo de falta de ingenio o carezca de ser entretenida, la cosa es que muchos imaginarán que sería algo superadora de su potente antecesora y ahí está el craso error. Porque si bien divierte, no posee la fuerza de aquella de hace 11 años atrás. El público demandante, siempre ansía una segunda parte tan bien lograda como la primera y a veces esa no suele ser la intención. Con muchísimo humor "slapstick" que parece heredado del mejor cine de tradición "Chaplinesca" o de Buster Keaton, este filme alcanza la categoría de ser una muy buena precuela.
De Malo a Bonachón "Yo he visto mucha gente mala convertirse en buena, pero nunca un bruto convertirse en inteligente" (Juan Domingo Perón) Cualquier cinéfilo recuerda que en "Terminator" (1984, James Cameron), Arnold S. era villano odioso, pero en su segunda aventura fílmica logró su transformación a casi un héroe más bueno que Lassie y el "Quaker" juntos... bien con Gru, el personaje de esta peli ha ocurrido lo mismo. Ahora el experto en sofisticado armamento se ha abocado a ser padre de sus adoptivas hijas (3) y prefiere dedicarse a un emprendimiento de dulces y mermeladas caseras, pero es obvio no podrá abandonar las aventuras y los peligros en ciernes así nomás. Junto a una agente secreto (en el doblaje la estupenda comediante Kristen Wiig de "Saturday night live" y hacedora de la buena comedia fílmica: "Damas en guerra") deberán enfrentar a un villano de raíces latinas que creían desaparecido y también protagonizar el divertido romance que todos esperan, que de última la sociedad no muestra simpatía por los hombres solos como padres...-de hecho este mensaje deja boyando al periodista de espectáculos argento Polino que si lo cree y está en eso, pero afortunadamente Argentina no es tan reaccionaria socialmente como USA-, volviendo a la crítica de esta propuesta digamos que pese a todo, los que decididamente se roban estrepitosamente la peli son los personajitos tan divertidos de los "Minions" -ayudantes de Gru-, que como manda Hollywood tendrán pronto su película en solitario. Algo curioso, los segundones parecen ser quienes más resaltan hoy en el cine de animación, recuerden los pingüinos de "Madagascar", la ardillita de "La Era del hielo" o al Gato con Botas de "Shrek". Por lo dicho es divertida y mucho, no supera a la primera pero no fallará a la hora de ser elegida para ser disfrutada en familia.
El Amor Sostenido En 1995, Richard Linklater estrenaba: "Antes del Amanecer" presentándonos a la pareja de Jesse (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy) que se conocían y vivían su efímero romance que los llevaría al reencuentro fílmico nueve años después en "Antes del Atardecer". Ahora, hoy hemos llegado a un posible cierre de historia con "Antes de la medianoche", donde acometen ambos personajes ya maduros en su historia, con alguna sorpresa incluida y la magia encantadora de siempre. Hay hijos, un paisaje griego que quizás podría haber sido aprovechado mejor, hay una memorable y maravillosa reunión de almuerzo donde los diálogos son tan simples como jugosos, tan divertidos como reflexivos, y por sobre todo habrá un tiempo de reencuentro, de verse íntimamente, una ansiada espera que parece se concretará antes de la citada medianoche. Como se sabe sostener un idilio es tarea harto dificultosa para cualquier pareja aquí, allá y en la China, ergo la pareja reunida en un habitación de hotel vivirán sus propias "Escenas de la vida conyugal" con un diálogo meritorio, rico y digno de enmarcarse. Más allá de todo al ser esta la última peli de la trama conocida a través de casi 20 años, se puede ubicar esta trilogía como una memorable, única y bella historia de amor, en algunos casos...envidiable. Pero por sobre todo: inolvidable.
¡Qué linda es mi familia! Sin dudas siempre es reconfortante ver una historia bien contada, y bien actuada, además pese al sellito "Holywood", el experimentado director coreano Park Chan-wook debuta con cine en inglés para brindar un drama mayúsculo tan retorcido y oscuro como densas aristas tiene la trama argumental. India (una estupenda, notable Mia Wasikowska) el mismo dia del velatorio de su padre conoce a su tío, quién además se va a quedar a vivir un tiempo con ella y con su madre (una gélida, cínica Nicole Kidman, en quizás una de sus mejores actuaciones para el cine), y así conformarán una familia que se las trae. La relación sobrina/tío parece homenajear a aquella inolvidable de "La sombra de una duda" de Alfred Hitchcock, realizador a quién se lo refresca con muchas escenas y climas similares, de a ratos también el surcoreano parece influenciado por aquél Brian De Palma de los comienzos. Decimos que entre ambos personajes se establecerá un peligroso juego de atracciones y rechazos, que constituyen la salsa probada de esta propuesta. Perturbadora, y no para cualquiera, un genuino ejercicio del cine perverso y ambiguo, tratada con tanto arte que muestra claramente como se puede ofrecer un filme de género con calidad altísima.
Perón Vuelve No es tarea simple recrear o darle vida, a algo que tenga que ver con una fuerte personalidad histórica como la del Gral. Juan Domingo Perón, es más no admite banalidades ni errores. El desafío de Víctor Laplace, que tiene ya transitada ocasión de conocerlo -lo hizo personalmente, siempre fué militante peronista, y en lo artístico lo había interpretado anteriormente en cine, teatro y televisión-, consistía en echar una mirada cinematográfica sobre las instancias del ex-presidente durante su exilio español, precisamente en "Puerta de Hierro". En su doble trabajo de actor/director, tarea compartida con Dieguillo Fernández, ofrece un muy interesante acercamiento a un momento álgido, que es cuando se digita la resistencia peronista por estas tierras y planea su retorno del viejo mundo. Al espectador le resultará curioso observar reuniones con sindicalistas, líderes montoneros, o algunos genuflexos de turno -que nunca faltaron cerca de los grandes estadistas-, y mucho más aún las vivencias del líder justicialista con esas dos incógnitas que han sido siempre: su mujer María Estela Martínez (Isabelita) y el "Brujo" López Rega, respecto a ambos el filme intenta dilucidar el porqué de ambas presencias en los últimos años del viejo, cosa que celebradamente hace con seriedad pero también con mucho sentido del humor. Alguna crítica que no puede ocultar su tufillo "gorilista" remarcó como una propuesta estereotipada o idealizada, si de a a ratos digamos es algo discursiva o fría pero nunca pierde el eje, lo cúal la convierte en un filme más que atendible y bienvenido, y que no es tanto el cine nacional con búsqueda de pasados políticos por revisar que abunde en las carteleras. Hay que resaltar la inclusión en la historia de un personaje de pura ficción (inexistente) que es la modista madrileña que establece con el protagonista un ida y vuelta y que funciona como personaje "confesor". Técnicamente está muy bien realizada, y hay que destacar las composiciones actorales de Vicky Carreras como "Isabelita", Yanelli como "Lopecito" y un genial -reaparecido en el cine, por suerte- Javier Lombardo como el industrial Jorge Antonio.