No quiero ser polvo es una película minimalista de corte fantástico que demuestra que con poco se puede decir mucho. Dirigida por Iván Lowenberg y en co-producción entre México y Argentina, protagonizada por Bego Sainz, Anahí Allué y Eduardo Azuri. No quiero ser polvo narra la historia de Bera, una mujer obsesionada con la espiritualidad y la auto-ayuda esotérica, en el momento en que empieza a dudar de sus creencias, su gurú le informa que se viene un cambio drástico interdimensional que ayudará a la humanidad, sin embargo, traer un apocalipsis consigo. El principal acierto de No quiero ser polvo es saber contar una historia simple y efectiva manteniendo un perfecto timing para su trama. La película nos adentra en la vida de Bera y sus creencias posicionando al espectador como un participante de la duda. Esto se debe a la buena argumentación que realiza el director y guionista de la cinta, metiéndonos de lleno en el mundo del New Age contemporáneo y los límites de su creencia. Debemos remarcar el buen trabajo actoral de Bego Sainz en, no solo protagónico, sino también su primer papel en el cine. Ella se siente muy natural dándole vida al personaje, la vemos cambiar de emociones muchas veces y logra transmitir los dictámenes del guion con su mirada. No quiero ser polvo juega todo el tiempo con el verosímil de la historia y la psicología del personaje, teniendo en el tercer acto un giro que nos mantiene enganchados a la pantalla en los últimos minutos del metraje. El guion y la actuación de la protagonista, son, sin dudas, el fuerte del film. Las demás actuaciones no destacan, pero tampoco se sienten forzadas. La fotografía se mantiene al nivel del bajo presupuesto, pero manteniendo un nivel de enfoque profesional. Se nota que estamos ante un director joven, pero con experiencia. En fin, No quiero ser polvo es una muy buena propuesta para quienes gusten del cine fantástico, minimalista y de autor. Quienes busquen grandes efectos especiales debo decirles que esta no es su película.
Luego de años de espera se estrena en cines Avatar: El camino del agua, la última superproducción de James Cameron y una secuela que tardó más de diez años en realizarse. El elenco vuelve a repetir a Sam Worthington, Zoe Zaldana, Sigourney Weaver y Stephen Lang, agrega a estrellas como Kate Winslet, Cliff Curtis y CCH Pounder. Sin dudas, Avatar: El camino del agua, va a ser una película que dará que hablar ya que apenas estrenada está siendo incluida en diversos premios cinematográficos, pero ¿esto es justo? Veremos. Comenzaré por los puntos positivos, que son bastante obvios, y sí, estamos hablando de los efectos especiales. Al igual que su antecesora, Avatar: El camino del agua, revoluciona la técnica cinematográfica es tanto visuales. En la primera parte revolucionó el cine 3D, en esta lo perfecciona, pero lo más destacable es que las criaturas de Pandora, principalmente la civilización Na’vi, parecen físicas. Por lo general cada vez que vemos un blockbuster lleno de efectos especiales notamos el trabajo computarizado, en Avatar: El camino del agua esto no ocurre y esto tal vez sea los que nos deparará el cine de entrenamiento en esta década. Otro punto positivo es que se nota el trabajo del director, se siente como una película de James Cameron, aunque este muy alejada en calidad si se compara con las grandes obras del director. Sin embargo, si bien la autoría es notoria, James Cameron peca de repetirse, literalmente hay escenas copiadas de Terminator 2 y de Titanic. Y, dicho esto, comenzamos con los puntos álgidos del film. Si bien debo decir que la historia de Avatar: El camino del agua es mejor que la primera, esta vez no estamos ante una copia de Pocahontas, sigue siendo una historia plana y con varios baches de guion. Aunque, claro está, teniendo en cuenta que saldrán más películas de la franquicia, es posible que esos agujeros se llenen más adelante, pero por el momento debemos centrarnos en esta parte. Esas fallas del guion hacen que el espectador se sienta perdido ante ciertas actitudes de los personajes y, a su vez, se nota un cambio de filosofía dentro de la cultura de los Na’vis del bosque que choca con los vistos en su predecesora. Otro punto extraño son las actitudes de los humanos y, dicho sea de paso, la humanización de los Na’vi. No puedo continuar explicando esto porque entraría en el terreno de los spoilers, cuando la vean notaran a que me refiero. Otro punto negativo es su extensa duración de tres horas y cuarto, un metraje innecesario para lo que se quiere contar, incluso hay un momento a la mitad de la cinta que parece más un documental ambiental que una película. Estas fallas narrativas, lamentablemente, terminan arruinando un poco la experiencia. Eso sí, hay que admitir que la acción del tercer acto es trepidante, pero esto ya es marca registrada de James Cameron. Si bien Avatar: El camino del agua cuenta con grandes celebridades de Hollywood y otras en ascenso, ninguno de ellos destaca en el sentido actoral, aunque sí hay desarrollos de personajes interesantes como lo son Kiri y Lo’Ak. Mención aparte para el villano interpretado por Stephen Lang, esta vez en su forma de avatar, el personaje es quien realmente hace avanzar la trama de la película y se destaca sobre el resto. Eso sí, no se puede negar que tiene un bonito mensaje sobre la familia y la necesidad de adaptarse en un territorio ajeno, pero también tiene un mensaje bastante antipacifista y bastante bélico. En fin, Avatar: El camino del agua es una película recomendada para ver en el cine más por sus efectos especiales que por su trama, manteniendo la misma falla que su predecesora. Hay que ser sinceros, si hablamos de puntaje, el apartado técnico es un once y la historia un cinco. Si te gustó la primera con esta va a ocurrirte lo mismo y ya deberías tener las entradas en mano, si eso no ocurrió es preferible que ahorres el dinero para otra cosa.
Hoy llega a los cines argentinos Black Adam, película de la franquicia DC Warner que continúa el legado del DCU iniciado por Zack Snyder desde El Hombre de Acero, franquicia cojera, por cierto, ya que nos tiene acostumbrados a productor irregulares. Veamos, entonces, que le pareció la película a este humilde redactor. Black Adam sigue la historia del homónimo ¿villano? ¿antihéroe? ¿héroe? luego de ser liberado de su tumba/prisión en la cual estuvo confinado durante cinco mil años, esta vez deberá decidir entre sucumbir a su furia destructiva o salvar el mundo. La película es dirigida por Jaume Collet-Serra, director que viene del cine de terror y ahora se encuentra dirigiendo superproducciones, siendo esta su segunda película protagonizada por Dwayne Johnson, en el elenco lo acompañan Sarah Shahi, Viola Davis, Pierce Brosnan, Quintessa Swindell, Noah Centino y Aldis Hodge. Black Adam es una buena película de superhéroes que cumple con entretener, es mejor (por bastante) que Mujer Maravilla 1984, pero tampoco hay que glorificarla ya que entra en todos los tópicos del género sin aportar nada nuevo. En otras palabras, estamos ante un producto genérico y previsible, con algunas sorpresas que no llegan a alcanzar. Comencemos, entonces, con los puntos fuertes de Black Adam. El primero son las actuaciones, que sin ser merecedoras de ningún premio se agrade la química entre algunos personajes como Hawkman, Dr. Fate y el propio Black Adam, principalmente. La interpretación de Sarah Shahi en la piel de Adrianna quien es la que lleva cierto peso dramático sin esforzarse demasiado, muy por detrás quedan las interpretaciones de Quintessa Swindell y Noah Centino, como Cyclone y Atom Smasher respectivamente, claramente fueron colocados para que la Justice Society no se vea tan escuálida de personajes. Otro punto a destacar es la acción, que cumple, aunque hay momentos en que el CGI se nota demasiado. Esta acción se agradece porque logra que las dos horas de duración del film no se sientan cansinas, sin embargo, hay un momento en que la película parece repetirse entre tantas escenas similares. Lo más interesante de Black Adam es la perspectiva que le dan a los superhéroes en un país ajeno, algo que ya vimos en Escuadrón Suicida de James Gunn. Por lo demás estamos ante una cinta que repite la fórmula del género y manteniendo el estilo oscuro del DCU, y esto tal vez sea el mayor pecado de Black Adam en conjunto con el abuso del slow motion, algo que a esta altura ya cansa. En fin, Black Adam es una película recomendada para aquellos fanáticos de la línea DC, pero que al resto de los espectadores puede parecerle indiferente, obligada en el cine para los primeros, opcional para los segundos. Estamos ante un producto regular que cumple con lo prometido, sin destacar demasiado, pero manteniéndose por encima de algunas otras obras de la franquicia.
El Chef es una película británica dirigida por Philip Barantini y escrita por James Cummings, salta a la pantalla grande desde el corto del año 2019 hecho por los mismos realizadores. El Chef es protagonizado por Stephen Graham y el reparto incluye a Vinette Robinson, Ray Panthaki, Alice Feetham y Jason Flemyng. El Chef sigue la historia de Andy Jones, el chef (valga la redundancia) de un reconocido restaurante. Durante la noche de navidad, los problemas para Andy irán en crecimiento a medida que transcurre la noche, ya sea con su jefa, con un inspector de bromatología, clientes insatisfechos y con sus propios ayudantes. Una forma de clasificar este film, siendo metafóricos, es que estamos ante una olla a presión a punto de explotar. Desde que la cinta comienza empezamos a sentir como las responsabilidades de Andy lo agobian al punto de ponerlo en una crisis anímica. Suele decirse que el trabajo de un chef es uno de los más estresantes de la vida laboral, con tiempos justos y perfeccionismo para que la comida salga perfecta, El Chef muestra muy bien esta situación poniéndonos en el lugar del protagonista y de los empleados del restaurant desde la focalización de la cámara. En este sentido destacamos el trabajo del director ya que la película parece estar filmada en una sola toma, lo cual hace que el espectador sienta la influencia del tiempo como si se tratara de una bomba que nunca se sabe cuándo va a explotar. Otro punto importante para que este resultado sea satisfactorio son las sólidas actuaciones, no sólo Stephen Graham se carga el protagónico, también está muy bien acompañado por el elenco, dan tiempo a mostrarnos la historia de cada uno de estos personajes con el tiempo necesario para que nos importen. El restaurant es otro punto a destacar, ya que ese ambiente tiene peso en la narración, sus espacios son una construcción funcional a la película que durante varios momentos se siente hostil. Tal vez el punto “flojo” de El Chef, lo pongo en comillas apropósito, sea que no es un film para todos los gustos. Es un drama que por momentos se siente cansino pese a su duración de una hora y treinta minutos, aunque se siente que esa tensión es realizada por el director a conciencia. En fin, El Chef es un buen drama disfrutable por los amantes del género y que mantiene en al espectador atento al desenlace y manteniéndolo en un estado de nerviosismo al no saber con qué puede encontrarse en la próxima escena.
Joran Peele vuelve a ejercer como director, luego de los éxitos de Get Out y Nosotros, esta vez trayendo a los cines argentinos ¡NOP! Un film que cuenta con las actuaciones de Daniel Kaluuya, Keke Palmer, Steven Yeun, Brandon Perea, Keith David y Michael Wincott. ¡NOP! Narra la historia de OJ Haywood un entrenador de caballos que vuelve a reencontrarse con su hermana luego de la extraña muerte de su padre. Mientras OJ intenta recomponerse económicamente para salvar su rancho algo comienza a acechar los cielos tejanos, él y su hermana harán todo lo posible para poder captar una imagen del extraño platillo volador que surca los cielos. A gusto personal ¡NOP! se encuentra entre por debajo de Get Out y por encima de Nosotros, y tal vez con esto comiencen las divisiones de aguas. ¡NOP! Es una película más cercana al misterio paranormal de Shyamalan que dentro del género de terror y las dos obras anteriores de Jordan Peele encajaban muy bien en el género. Ya sabemos que este director tiene tantos amantes como retractores y en el caso de ¡NOP! es posible que ocurra una inversión, estoy casi seguro que a muchos de los que no les gusta el cine de Peele disfruten de la cinta y, tal vez, aquellos que venían apoyándolo sientan que ¡NOP! es bastante liviana. Sin embargo, el film, tiene una historia atrapante e interesante, dándole una buena vuelta de tuerca a la temática OVNIS. Hay que aclarar que ¡NOP! es producida, escrita y dirigida por Jordan Peele, por lo tanto, recae en él los aciertos y los fallos de la película. Comencemos con los aciertos, que son varios, como les comentaba antes la película tiene una originalidad con respecto a la temática que plantea y se siente como un aire fresco dentro del género, también si leemos entre líneas veremos que el film esconde un mensaje sobre el cine, e incluso sobre la fotografía, poniendo en juego aquello que puede filmarse y lo que no. Continuando con el trabajo de la dirección se nota la mano de Peele, ya que presenta tomas bien cuidadas y una fotografía que logra cautivar al espectador. El guion también está pulido, sin embargo, en ese punto recae la principal falla ¡NOP! y es su duración. Sus dos horas terminan sintiéndose pesadas luego de la revelación de la trama, por lo cual, el tercer acto se estira demasiado sin necesidad y pecando de abrir algunos focos narrativos que no terminan de cerrarse y esto no puede obviarse teniendo en cuenta el resultado final. Otro acierto de ¡NOP! son las actuaciones, las cuales todas cumplen, incluso el personaje insoportable de la hermana de OJ interpretado por Keke Palmer. Steven Yeun cumple con creces y Daniel Kaluuya se banca el protagónico diferenciándose con su actuación en Get Out, ocurre lo mismo con Michael Wincoot, quien interpreta a un excéntrico director de cine. Para finalizar con las cosas buenas que hace ¡NOP! hay que decir que cuenta con una muy buena banda sonora, que acompaña tanto las escenas de tensión como de distensión. ¡NOP! es una gran recomendación para ver en la pantalla grande, es una película disfrutable tanto para quienes les gusta el cine de Peele como para aquellos que no. Si te gusta la temática OVNIS es una cinta obligada.
Hoy llega a nuestras salas Men: Terror en las sombras, la nueva producción de la aclamada productora A24, film escrito y dirigido por Alex Garland y protagonizado por Jessie Buckley y Rory Kinnear. Men: Terror en las sombras sigue la historia de Harper, quien luego de la muerte de su esposo decide mudarse a un pueblo alejado de la ciudad e intentar remediar la perdida y la culpa que lleva encima. La aparente tranquilidad comienza a volverse siniestra a través de las actitudes de los hombres del pueblo, hombres que tienen el mismo rostro. Lo primero que debemos decir de Men: Terror en las sombras es que estamos ante una película que ha dividido aguas, hay quienes la amaron y quienes la odiaron. Para este redactor Men: Terror en las sombras, es simplemente un producto mediocre, ya veremos los por qué. Vayamos a los puntos positivos de la cinta, el primero y completamente indiscutible es el trabajo actoral, Jessie Buckley y Rory Kinnear lo dan todo y se ponen la película al hombro. Ella desde la complejidad dramática de su personaje y los estados que debe atravesar y él con sus múltiples interpretaciones, ya que todos los hombres del pueblo tienen su rostro. Incluso están bien acompañados con los secundarios Paapa Essiedu como el difunto esposo de Harper y Gayle Rankin como su incondicional amiga, si bien sus interpretaciones son breves cumplen con creces, principalmente Paapa Essiedu. El trajo de dirección de Alex Garland en Men: Terror en las sombras es correcto, aunque hacia el final de la película nos regala una escena muy bien lograda, el resto de la película nos muestra una buena fotografía y bien acompañada del apartado sonoro. El ritmo del film también es bueno, podemos decir que no aburre, sin embargo, el principal problema de Men: Terror en las sombras radica en el guion. La historia de por sí, roza el surrealismo y, a priori, eso no es malo, pero al terminar de ver la cinta nos quedamos con más preguntas que respuestas. Y esto tampoco debería ser algo malo, pero abre tantos focos interpretativos que nos termina resultando un producto vacío, ya que permite casi cualquier interpretación posible. No puedo explayarme demasiado ya que entraría en el terreno de los spoilers y no es algo que hacemos en nuestras reseñas. Cuando vean la cinta entenderán a que me refiero. En fin, Men: Terror en las sombras es una película que te puede maravillar como disgustarte, considero que se queda en el camino de la mediocridad ya que le faltaron definiciones contundentes y los golpes de efecto no alcanzan para cerrar esos huecos. Así que es recomendable para esas personas que les gusta teorizar sobre lo visto y debatir interpretaciones. La más floja del director, sin lugar a dudas.
Hoy vamos a hablar de Los que no quieren ver, un documental sobre la ceguera dirigido por Graciela De Luca. Muchas veces la vida de los no videntes nos pasa desapercibida y Graciela De Luca, en este documental, nos mete de lleno en la cotidianidad de Natalia y Daniel, una pareja de ciegos. El documental nos cuenta sus vivencias dentro de una sociedad que suele invisibilizar a personas con discapacidades. En Los que no quieren ver, el foco narrativo desde las palabras de Natalia y Daniel que nos acerca a entender la vida cotidiana de esta pareja no vidente se mezcla con el uso de la cámara y el sonido, acompañando la experiencia de la pérdida de visión. El punto más importante de este film es que busca normalizar estás condiciones alejándose de los golpes bajos y, a su vez, concientizar el trato que debemos tener los videntes con personas deficiencia visual. Esto es algo que los mismos protagonistas nos van mostrando al comparar las actitudes que la sociedad tenía con ellos hace unos años y el progreso actual, teniendo en cuenta que es un camino que debemos seguir recorriendo. En fin, Los que no quieren ver es un buen documental que se nota que está hecho con sentimiento y a conciencia para introducirnos desde un campo visual en la cotidianeidad de las personas no videntes. Tiene una duración breve, pero concisa y es ideal para espectadores que les gusten movilizar sentimientos.
Finalizando estas vacaciones de invierno llega a los cines argentinos DC Liga de Supermascotas, una película ideal para los más pequeños ya que nos presenta la historia de Krypto un perro con superpoderes, macota del mismísimo Superman, quien se siente desplazado por la relación que tiene su amo con Louis Lane. Pero cuando Superman y los integrantes de la Liga de la Justicia son secuestrados por la infame Lulu, una conejilla de indias con habilidades especiales, Krypto deberá unirse a un grupo de animales rebeldes para salvar a su amo y al planeta. DC Liga de Supermascotas, es un film dirigido por Jared Stern y Sam Levine, protagonizado por Dwayne Johnson, Kevin Harth, Kate McKinnon, Diego Luna y el mismísimo Keanu Reeves poniéndole la voz a Batman. Lo primero que podemos decir sobre DC Liga de Supermascotas es que estamos ante una película pensada para los más pequeños. Scá no vamos a encontrarnos con guiños para los adultos, aunque es disfrutable para nuestro niño anterior, pero sobre todo para aquellos que tenemos mascotas y las amamos. Los puntos más fuertes de la cinta es la relación entre animales y humanos (súper, en este caso) y el camino de amistad y reconocimiento que las Supermascotas van teniendo durante el film, principalmente el camino que recorren Ace y Krypto, dejando un lindo mensaje para los espectadores. Debemos hacer una mención especial para Lulu, a quien Kate McKinnon pone la voz, como el mejor personaje de toda la película, tanto por su humor como por su maldad, una pequeña pero mortal villana que destaca cada vez que aparece en pantalla. Tal vez el punto más flojo de DC Liga de Supermascotas sea la animación, la cual se siente bastante simple para el 2022, sin embargo, no es algo que moleste ni mucho menos, pero es algo notorio si se compara con otras películas animadas de los últimos años. En fin, DC Liga de Supermascotas es una película muy recomendada para los más pequeños, disfrutable por adultos y con un lindo mensaje sobre la amistad y las relaciones. Es ideal para aprovechar estos últimos días de las vacaciones de invierno de los más pequeños.
En nuestro semanal nos compete hablar de Thor: Amor y Trueno, la última producción de la franquicia Marvel y nuevamente dirigida por Taika Waititi. El elenco incluye a Chris Hemsworth, Natalie Portman, Christian Bale, Russell Crowe y Tessa Thompson. Thor: Amor y Trueno, sigue la historia de nuestro asgardiano favorito quien continúa buscando el sentido de su existencia junto a Los Guardianes de la Galaxia, todo cambia cuando Gorr, el carnicero de dioses, comienza a masacrar a las deidades desperdigadas por el universo, ahí es cuando Thor se reúne con su vieja amiga Valkiria y vuelve a encontrarse con Jane Foster, su verdadero amor, para enfrentar a este siniestro villano. Lo primero que debemos decir sobre Thor: Amor y Trueno es que probablemente sea una película que divida aguas, ya que estamos ante un producto potenciado con respecto al film anterior dirigido por Taika Waititi, es decir, aquellos que les gustó Thor: Ragnarok seguramente disfruten mucho esta nueva cinta, pero aquellos que no les gustó, probablemente les ocurra lo mismo con Thor: Amor y Trueno. Sin embargo, e intentando ser objetivos, hay que aclarar que esta vez estamos ante un mejor producto. Pasemos ahora al análisis del film. Ya sabemos que Taika Waititi es un director con sello propio y tiene la característica de pasar del humor más absurdo a un tono dramático en pocos segundos, Thor: Amor y Trueno no es la excepción a la regla y hay momento que nos hace pasar de la carcajada al llanto sin mediaciones. En este sentido, el peso cómico recae principalmente por parte de la dupla Thor y su amigo Korg, y el peso dramático en los personajes de Gorr y Jane Foster. Sobre lo primero debemos decir que continúa con ese estilo tonto de humor de la película anterior, sin embargo, en esta cinta, el drama es mucho mayor creando un muy buen trasfondo en las historias de Gorr y Jane. La actuación de Christian Bale como el antagonista de Thor: Amor y Trueno es realmente maravillosa, hacía tiempo que Marvel no presentaba a un villano de este calibre, y con respecto al crecimiento del personaje de Jane…bueno, es mejor no decir nada para no arruinar sorpresas. En tanto actuaciones quienes se llevan los laureles son Natalie Portman y Christian Bale, por lejos. Aunque todos cumplen muy bien sus roles, destacamos al desagradable Zeus protagonizado por Russell Crowe y, sin ánimos de spoiler, los hilarantes cameos de Matt Damon, Sam Neil y Melissa McCarthy. En fin, Thor: Amor y Trueno es una obligada al cine para los fanáticos de Marvel, estamos ante un mejor producto en comparación con la anterior entrega, hay más risa, más acción y más drama. Les recordamos que el film tiene dos escenas postcréditos y ambas son importantes, así que no se levanten de sus asientos hasta verlas.
Esta semana llega a nuestros cines la película Dog: Un viaje Salvaje, es un film dirigido por Reid Carolin y Channing Tatum, quien también es el protagonista de esta historia junto a la perra Lulu. Briggs es un ex Ranger que debe realizar un viaje con la indómita perra Lulu a través de la costa del Pacífico para llegar al funeral de un viejo compañero si quiere volver a ser parte del ejército. Lo que Briggs no sabe es que la perra Lulu lo meterá en varios problemas. Lo primero que debemos decir sobre Dog: Un viaje Salvaje, es que estamos ante una película de superación y agradecemos mucho que se trate de una aventura y no de una cinta que utiliza golpes bajos para sensibilizarnos. Quien escribe debe sincerarse, no me gustan las películas tristes sobre animales y al empezar a ver Dog: Un viaje Salvaje, tenía miedo de que termine como muchos films sobre mascotas. Por suerte este no es el caso y cuando terminamos de verla salimos del cine con una gran sonrisa. Carolin y Tatum ya llevan varias películas trabajando juntos y se nota que tanto director como actor se entienden. Esta vez, ambos dirigen y si bien se siente como un producto de estudio debemos admitir que cumple sin necesidad de la marca de autor. Dog: Un viaje Salvaje, es una película de carretera, un viaje lleno de peripecias con dos personajes rotos y esto es lo más interesante de la cinta. Tanto Briggs como Lulu sufren de estrés post traumático debido a la guerra de medio oriente, algo que ya se ha visto en varias películas, pero en este caso se centra en la vida cotidiana de los personajes y como se ven afectados por esos traumas y por una cierta necesidad de seguir en el ejército como única forma conocida de vida, eso es lo que tanto humano como animal deben superar y lo bueno es que la película lo muestra de una manera natural y vemos el crecimiento de los personajes. Ahora bien, Dog: Un viaje Salvaje, tiene sus fallas al no profundizar demasiado en algunos aspectos por centrarse más en la adrenalina del viaje y los cambios entre el drama y el humor no sale bien parado en todos los casos. A su vez las actuaciones son pasables, pero nadie destaca, ni siquiera el protagonista. De todas formas, eso no llega a opacar demasiado el producto final. Dog: Un viaje Salvaje es una entretenida película para los amantes de los animales, donde vemos la relación, el crecimiento y el amor mutuo entre ambas especies. Es una película recomendada para aquellos que les guste la aventura, el drama y el humor, que por suerte tiene un final feliz.