No sé si les ha pasado a ustedes, pero generalmente, cuando no alcanzamos a comprender algo en toda su magnitud, siempre tenemos la tendencia a tacharlo de "feo". O por lo menos, decimos que es algo tan raro, que sólo puede ser apreciado por aquellos que son sus dueños (hablando de una cosa). Lo que sí es cierto es que, más allá de tratar de encontrarle un sentido a todas las cosas, a veces simplemente nos dejamos llevar por la primera impresión y nos hacemos a un lado para evitar conflictos con algo a lo que preferimos no darle vueltas ni tratar de entender a aquellos quienes tuvieron la idea y la audacia de hacer algo diferente ("ponerse en los zapatos del otro", le dicen). Cloud Atlas es, desafortunadamente, una película que cae en esa zona. Es una película muy diferente, "ambiciosa" y "enredada". Siendo sinceros, necesitaríamos que alguien que supiera de procesos de edición en videos, nos ayudara partiendo las casi 3 horas que dura la cinta en las 6 historias que se cuentan, las acomodara en orden cronológico, y entonces sí, pudieramos disfrutar de esas 6 narraciones, como si de una miniserie se tratara, y después, tratar de encontrarles un mejor sentido, encontrar las conexiones que hay entre ellas y, finalmente, decidir si ha valido la pena el tiempo perdido y si podemos encontrar el supuesto mensaje de que "todo está conectado" que quisieron transmitirnos los hermanos Wachowski con su nueva propuesta filosófica que injustamente ha sido relegada en las recientes nominaciones a los premios oscar (por lo menos a mejor maquillaje, mejores efectos y mejor banda sonora). Ahora bien. Todo este "experimento" que hacen Lana y Andy, proviene de un libro homónimo, Cloud Atlas, de David Mitchell. Y en realidad, cualquier tipo de filosofía siempre se entenderá mejor (suponiendo que la filosofía en verdad se entienda) en un libro que en una película, puesto que son más palabras que imágenes; se sirve más de la lógica que de la imaginación. Pero si hiciéramos lo mencionado anteriormente, Cloud Atlas no tendría el mismo impacto. Pondremos las cosas sencillas: A viaja en un barco mientras escribe un diario. B lee el diario de A mientras aprende de un maestro de música y compone una pieza musical (hermosa por cierto) que C escucha. C conoce a la pareja de B mientras quiere descubrir la verdad detrás de un proyecto en el que D está involucrado. La vida de D se transforma en una película que E mira. Mientras que F venera a E como una diosa en un futuro apocalíptico por el que E lucha. ¿Le entendieron? Pues es básicamente la historia de este filme, que va entrelazando una historia con otra, brincando del pasado al futuro y viceversa, mientras notamos los principios básicos de la filosofía de la reencarnación: Hay vida después de la muerte, y nuestro espíritu perdura, renaciendo una y otra vez, pero conservando la misma esencia, sólo cambiando de nombre, de lugar y de tiempo. Y con ello, todas las acciones que se lleven a cabo y todas las decisiones que se tomen, influyen en nosotros mismos y en los demás, como un efecto mariposa. Y estoy tratando de simplificar algo que sí es muy complicado, pero, ¿Acaso la vida no es complicada por sí misma?. Cloud Atlas es sublime. Es una obra de arte incomprendida. Es un ejercicio ambicioso y enredado, cierto, pero tan arriesgado que uno agradece que hayan cuidado tantos detalles, que se haya puesto tanto esmero en adaptar a la pantalla grande algo que en verdad vale la pena intentar desenredar e intentar hacer que la gente piense en medio de tantos blockbusters huecos y sin sentido. Y créanme cuando les digo que la película no es para quien busca entretenerse o para quien quiere verla por curiosidad. Deben estar dispuestos a enfocarse al 100%, a concentrarse, a liberarse de los problemas cotidianos y buscar un significado más profundo no sólo en la película, sino en su existencia misma. Cloud Atlas no es para todos, es para aquellos dispuestos a abrirse a nuevas ideas, a reflexionar,a profundizar y a disfrutar la vida misma entendiendo cada detalle como un conjunto de un todo, como piezas importantes en el universo, ese maravilloso universo que los hermanos Wachowski han intentado darnos a pesar de todas las críticas.
Según la definición de la Wikipedia, el Cine de "Serie B" se caracteriza por tener bajo presupuesto, presentar efectos especiales muy malos y generalmente tramas sin sentido, con actores desconocidos. Muchas de las películas que definieron éste género fueron aquellas de "terror" con Zombies (Night of The Living Dead), alienígenas (Plan 9 From Outer Space) y cosas parecidas que, ante el boom del lujo hollywoodense, eran las alternativas para los jóvenes que buscaban entretenimiento más que calidad. Muchos han considerado a ParaNorman un claro tributo a esas películas, no por su calidad en la animación (que por cierto, es un stop motion muy bien logrado), sino por el tipo de trama que presenta: Norman es un niño que vive con sus padres y su hermana, que es un niño promedio en la escuela, con amigos raros y una hermana insoportable. pero tiene una cualidad muy especial: es capaz de ver a la gente muerta, convertidos en fantasmas, quienes se han quedado en la tierra por tener asuntos pendientes. Es así que, en el aniversario de la fiesta del pueblo, se desata una terrible maldición que trae a los muertos de regreso a la vida y sólo él será capaz de salvar a su gente. La ventaja de ParaNorman, es que más allá de tener una trama típica de películas de terror, trata temas muy actuales como el Bullying (que por cierto, comienza a fastidiar un poco verlo por todos lados), la homosexualidad (aunque sólo sea un par de comentarios), y la intolerancia de la gente. Como ya lo mencionamos, la calidad en la animación es innegable y el trabajo de doblaje en latinoamericano no es malo, pero se queda lejos de ser el mejor (nada memorable). Y la historia, que al principio parece clásica, presenta un par de giros de tuerca bastante inteligentes pero sobre todo, muy cómicos que hacen disfrutable la presentación. Todo esto la ha llevado a convertirse en una nominada al oscar de animación con buenas esperanzas de llevarse el premio mayor para una pequeña empresa de animación. Personalmente puedo encontrarle un defecto, y es que los personajes secundarios se quedan muy secundarios, el guión carece de profundidad y el 3D con el que fue hecha la película no es una experiencia alucinante. Además de todo, los personajes caen en clichés que, aunque intentan ser rescatados, terminan por ser olvidables, al considerar que el filme se queda a mitad de camino entre una película infantil (a muchos niños no les gusta) y ser una película entretenida para adultos (pues muchos ya perdieron ese niño interior y ahora buscan películas más serias) y se queda en un buen homenaje a cintas de terror del pasado y una película para pasar el rato.
AMOUR es la nueva cinta de Michael Haneke, que aunque todo en ella misma nos diga que es Francesa, resulta procedente de Austria. Ganadora del festival de Cannes, y más recientemente del Globo de Oro a mejor película extranjera, y principal favorita para llevarse todos los premios, incluido el oscar, en la misma categoría. A Haneke nunca se le podrá criticar por lo visceral de sus películas. Y por visceral, nos referimos a crudeza visual: pone la historia, pone a los actores, y deja que todo fluya. Deja que la historia pase, se alargue, sea tan natural como poner una cámara y grabar la vida misma. Anne (una brillante Emanuelle Riva) y Georges (Jean-Louis Trintignant) son maestros de música retirados, disfrutando de su vejez y de su vida juntos, cuando los hijos se van, cuando sólo se tienen el uno al otro. Y entonces, Anne comienza a sufrir con su salud, y la paciencia, el temple y sobre todo el amor de Georges se verá puesto a prueba mientras Anne se va deteriorando poco a poco. Una conocedora de la cultura de Francia me dijo una vez que "si no es lenta, pesada, y al final te quedas con cara de ¿Y ahora, qué?, no es película Francesa". El único problema con Amour es que es tan realista, que termina por ser pesada. Ver el día a día de la pareja, las actividades, incluso los mismos problemas entre ellos y con su hija, termina por ser pesado. Termina por cansar, pidiendo una mejor edición que en lugar de durar 127 minutos, durase 20 minutos menos y con ello se convierta en algo más ágil. Pero sin embargo, no dejaría el mismo mensaje, el mismo impacto. Es, simple y sencillamente, una lección de vida. Una demostración plena de amor. Un asomo a la vida real de esas parejas de antes, de las que ya existen muy pocas: de aquellas parejas que son capaces de hacer todo por esa persona que aman. Que no cuestionan ni esperan nada a cambio: solo aman por amar, solo se entregan por completo y son felices, sin pedir nada a nadie, sin dejar que nadie los cuestione y entendiendo que una relación es de dos, y nada más. Una oda a la vida misma, a la piedad, a la muerte incluso. Amour es una pieza magistral que todos por lo menos deben ver una vez en su vida.
Salvo su mejor opinión, la mejor descripción de un filme de Quentin Tarantino, es decir que es una película de Quentin Tarantino. Su estilo visceral, crudo, violento, cínico, sarcástico, memorable y sobre todo, debatible, es único en el mundo, y siempre que algo dice "guión original" que lleve su firma, podemos estar seguros que estamos ante un producto de una grandísima calidad, unos más, unos menos, pero que siempre estará en el ojo del huracán por la eterna pelea entre aquellos que lo aman y aquellos que lo critican y lo odian. Django (Jamie Foxx) es un esclavo que es liberado por el doctor Schultz (un magnífico Christoph Waltz), quien es cazarecompensas. Django está casado, y al entablar una amistad ciertamente extraña con Schultz, éste decide acompañarlo en la búsqueda y rescate de su esposa, del empresario Calvin Candie (Di Caprio). Y aunque el señor Foxx, ganador del oscar, hace un papel interesante, resalta la razón por la cuál Waltz se ganó el globo de oro a mejor actor de reparto y por qué se coló a la pelea por el oscar a la misma categoría: se lleva el papel, se roba la película y demuestra por qué Tarantino lo busca constantemente para papeles complejos. Redención, venganza, un poco de amor y mucho racismo. Si, racismo. He leído algunas críticas sobre lo "exagerado" y lo "brutal" que llega a ser el racismo presentado en esta película, pero seamos sinceros. En 1850 (período histórico en el que aproximadamente se desarrolla este Western), la segregación racial en América estaba en su máximo esplendor, y las diferencias eran notorias, ya no digamos las torturas. Y un reflejo fiel es Di Caprio: "Son mi propiedad y hago con ellos lo que quiera". Es quizá la misma crítica que le hacían al Jesucristo de Mel Gibson. Pero una cosa es que a través de la historia, mediante libros, se haya suavizado la violencia y las torturas a la que ha sido sometida la gente y otra muy diferente que existan personas sensibles quienes prefieran no ver las cosas tal y como eran. Por eso lo dice el título de esta reseña: "Una película de Tarantino". Y si no conocen la forma de dirigir de Tarantino, están avisados: sangriento, cínico, visual, explícito. Con diálogos que van in crescendo hasta llegar al clímax y explotar (literalmente). Contrapuntos en la cámara, diálogos memorables al igual que sus personajes (aunque en esta ocasión el secundario es más memorable que el protagonista, razón por la que nunca se tomó en cuenta a Jamie Foxx para competir por algún otro premio), y comedia sarcástica y cínica que hacen de Django un producto muy disfrutable. Ahora, existe un punto en su contra: después de la primera mitad de la película, hay escenas que se sienten alargadas y otras forzadas. Y si nos metemos a la intimidad, a los datos y a los números, resulta que el tiempo de producción fue muy corto. Y hay escenas en las que se nota esto: escenas insertadas muy a la fuerza, música cortada abruptamente, secuencias innecesarias... quizá se hubiera agradecido la corrección de estos errores aunque el tiempo de estreno se alargara, pero obviamente se hizo con la mira a competir en esta temporada de premios, y no sufrir del olvido de los galardones para el próximo año. Y por ello, el final parece que se alarga innecesariamente (2 horas 45 minutos) con un cierre... bueno, ya se imaginarán ustedes. Tiene buenas posibilidades de repetir el premio de los globos de oro: guión original, pero me parece que, dentro de los productos de Tarantino es, incluso, flojo para lo que nos tiene acostumbrados.
Vale, podrían golpearme por haber puesto el título de un libro de un autor latinoamericano nada querido por sus pésimos libros de "autosuperación". Pero es que, más allá de encontrar un parecido entre un libro y una película (que aclarando, nada tiene que ver con el material original en el cuál se basa esta película, escrito por Stephen Chbosky, y que por cierto es el guionista y director de la misma), el título refleja lo que realmente podemos apreciar en la película. Charlie (Logan Lerman) es un chico nuevo de preparatoria, que se siente fuera de lugar (ese extraño sentimiento que tenemos todos al entrar a una nueva escuela), sobre todo porque su vida ha tenido momentos muy difíciles que lo marcaron. Es así que, por cuestiones extrañas, conoce a Patrick (Ezra Miller) y a su hermanastra Sam (Emma Watson) que son estudiantes de último año y forma una amistad sólida que le enseñan lecciones mediante su convivencia diaria. Más que enseñar una lección, Las ventajas de ser invisible (o marginado, según la traducción de cada país), refleja de una forma muy natural, sutil, y por decir "perfecta" la adolescencia, ese brinco que todos tenemos de dejar de ser unos niños de secundaria, para convertirnos en jóvenes adolescentes de preparatoria y todo lo que eso conlleva: el amor, la amistad, los apodos, los estereotipos, las burlas... vaya, creo que todos sabemos de lo que estoy hablando porque todos hemos pasado por algo semejante. Pero entonces, ¿qué es tan especial y por qué todo el mundo habla de ella? Por ese toque tan infantil que tiene, por la naturaleza del tema y que es reflejado sin excesos, sin bromas pesadas, sin escenas "morbosas" o chistes subidos de tono. Es quizá la mejor película sobre jóvenes que tenemos desde "Y tu mamá también", dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón. Sólo necesitamos un par de ingredientes esenciales: inocencia, amor, ganas de encajar, de tener amigos, un poco de comprensión. Ponerse en el lugar de alguien así es difícil, y aunque antes he dicho que no me gustan las películas que sólo apelan a los sentimientos humanos, hay maneras de hacerlo, y ésta no busca hacernos llorar, sólo busca ponernos en el lugar de nuestros hermanos, hijos, sobrinos o esas personas que nos rodean que atraviesan una etapa difícil de la vida y que a veces se nos olvida el apoyo que necesitan. Como dice la misma historia: "A veces se nos olvida lo que es tener 16 o cumplir 17. Y de repente esas historias se convierten en sólo fotografías y no recuerdos". Lo mejor de todo es que su mismo autor fue quien hizo la adaptación y quien dirigió la misma película, y salvo que leamos el libro, podemos estar seguro de que no habrá mucha diferencia entre uno y otro. Es una opción interesante para disfrutar en familia y alejarse del cine comercial. Y esperemos que se lleve un par de nominaciones, especialmente por esas excelentes actuaciones de Miller, Watson y Logan que logran conformar un triángulo sólido en todo momento en que la película no decae. Películas como estas, se agradecen de sobremanera en medio de tantas películas juveniles sin sentido
Antes de iniciar la entrada, Un feliz año nuevo para todos nuestros lectores!. Que el 2013 les traiga más y mejor cine con sus seres queridos y que sigan siendo nuestros seguidores!. Y como primer entrada, mi última película del 2012: Life of Pi, del director Ang Lee y basada en el libro de Yann Martel. Protagonizada por Suraj Sharma (debutante), Irrfan Khan (Slumdog MIllionaire) y nuestro querido Richard Parker. La verdad es que en ésta oportunidad no nos vamos a morir en alabanzas y halagos para ésta película. Si, el apartado visual es espectacular y el 3D es probablemente de los mejores presentados junto con Avatar de Cameron; hay que diferenciar entre efectos de explosiones y demás cosas como tipo Los Vengadores, y los efectos de la naturaleza como Life of Pi. Lo primero emociona, pero lo segundo deleita. Aunque también habrá que mencionar que por ahí hay momentos en los que Richard Parker no se ve tan natural como en otras ocasiones. No hay que confundir una película "mala" con algo que simplemente no nos gustó. Ang Lee nos transporta a un mundo de fantasía, de supervivencia del más apto, de magia. A los lugares olvidados de la tierra y de nuestra mente. Piscine es un chico hindú común que sufre por lo extraño de su nombre. Y conforme crece con sus padres, dueños de un zoológico, aprende de la Fe. Y de la Fe como base para cualquier creencia: no importa en lo que creas siempre y cuando tu Fe sea lo suficientemente fuerte para defenderla ante cualquier situación. Un día, viajando hacia américa, el barco donde viajaba su familia y los animales naufraga, dejándolo a la deriva con unos cuántos animales, entre ellos un feroz Tigre de Bengala. Y nos lleva a un viaje místico, que pone en duda todas las creencias del muchacho, toda su experiencia (poca en realidad) sobre el cuidado de los animales y sobre la vida en sí misma. Personalmente no me pareció la "maravilla" de la que todo el mundo habla pero tampoco vamos a dejar de reconocer su gran historia y sus maravillosos aspectos técnicos. Creo que el problema con ésta película realmente es alargar innecesariamente el relato y jugar entre la delgada línea del drama y la comedia sin dejar de lado la propia autocrítica a la naturaleza humana y lo mucho que se ha alejado de la naturaleza animal. ¿Realmente somos tan diferentes a ellos o es sólo que nos sentimos tan superiores que todo lo que nos parece "extraordinario" preferimos dejarlo a un lado y aferrarnos a lo cotidiano, a lo común?. ¿Es nuestra Fe en la religión (y en realidad, la Fe en cualquier persona u objeto) tan poderosa para permitirnos sobrevivir o es tan frágil que puede ser quebrantada con cualquier prueba? Quizá algunos me acusarán de loco, pero Life of Pi me dejó el mismo mensaje de la tan odiada Sucker Punch (Mundo Surreal): Uno elige creer en lo que quiera, uno elige ponerse barreras o romperlas. La mente es tan poderosa que puede crear mundos más allá de lo que a todos les asusta. Y al final, esas personas, a las que muchos llaman "locas", son en realidad las más felices, porque su Fe es más poderosa que les permite ver más allá, les permite ser superiores, y les permite ser felices a su propia manera. Al final, estamos ante una contendiente al oscar a mejor película. Recomendable pero sin ir con altas expectativas.
Con muchos problemas que la producción de El Hobbit tuvo, desde falta de presupuesto inicial, abandono por parte del director original, Guillermo Del Toro y ciertas complicaciones al momento de las grabaciones, por fin llega la tan esperada "precuela" por llamarla de algún modo, de la mítica, galardonada y de culto trilogía de El Señor de Los Anillos, cintas y libros que para muchos son el principal referente en cuanto a la mitología fantástica se refiere. Del autor John Ronald Reuel Tolkien, y publicada en entregas en 1937 (para más información, la reseña del libro aquí en mi sitio), El Hobbit nos narra las aventuras de Bilbo Baggins (Bolsón traducido al español) antes de que sucediera todo lo ocurrido con su sobrino Frodo y el anillo único. Es así que, con la intervención de Gandalf (brillantemente interpretado por Ian McKellen), y la aparición de una compañía de 13 enanos, se ebarcan en una aventura a enfrentar a un terrible dragón el el afán de recuperar su magnífico tesoro. De entrada, se había manejado que el libro sería dividido en dos películas (cuando Del Toro estaba a cargo), sin embargo, cuando Jackson entró a rescatar el proyecto, se anunció que sería una nueva trilogía, al más puro estilo de Star Wars. Y de hecho, es como empezamos la película, con una secuencia que podríamos denominar "secuencia 0" ante todos los eventos que suceden años después en la trilogía que ya todos conocemos. Y así, aunque parece innecesario el alargue de la serie, considerando que de hecho ésta primera parte dura casi 3 horas, nos adentramos (o mejor dicho, regresamos) a la Tierra Media, hogar de enanos, "hobbitses", orcos, elfos, trasgos, magos y demás criaturas fantásticas. Es así que, para los amantes de El Señor de Los Anillos, habrá más de un guiño que los seguidores de las películas (y los fans del libro) sabrán reconocer y al mismo tiempo, odiar por ese juego tan extraño que juega Jackson en el filme: a veces es literal con los diálogos, a veces se despega para alargar la trama y a veces simplemente acorta líneas y explora demasiado otras. Pero no lo podemos negar. Jackson hace un maravilloso trabajo hablando visualmente. La película intenta mantener un ritmo constante y no caer mucho en ratos de tedio originado por los diálogos. Y arrancamos con una breve narración para meternos de lleno a la mitología, a la historia, y viajar con nuestra compañía preferida de enanos (lo siento Gimli, has quedado obsoleto), mientras exploramos los maravillosos paisajes de la tierra media y disfrutamos los maravillosos efectos (con un par de pecados incluidos en los que se nota mucho el CGI) y las brillantes actuaciones que convierten los 166 minutos de proyección en una inversión redituable, sobre todo si ya se era seguidor de una historia tan compleja como enredada. Y aunque Howard Shore no logra un score maravilloso como sus anteriores trabajos en la tierra media, ni Martin Freeman tiene el mismo toque que Elijah Wood, es un gusto disfrutar de nuevo de Sir Ian McKellen como Gandalf. No creo que el 3D aporte mucho a la historia (la vi en formato normal), y no puedo comentar sobre la técnica de HFR (High Frame Rate o Imágen de Alta Frecuencia, consistente en correr a 48 fotoramas por segundo, más cercano a la velocidad en la que el ojo humano percibe las imágenes, cuando lo usado actualmente en el cine son 24 fps) tan "innovadora" con la que se ha arriesgado a filmar nuestra nueva trilogía literaria que intentará competir por éste mercado en los próximos 3 años contra Los Juegos del Hambre. Pero sí podemos decir que ha valido la pena correr el riesgo de regresar a la tierra media (con todo y cameos) y que seguiremos esperando con ansias, si no se acaba el mundo, a la conclusión de otra nueva historia épica.
Si algo podemos destacar de Dreamworks y Pixar aparte de su constante evolución en la animación, son las historias originales tan hermosas que nos entregan. Y si bien a veces se basan en mitos, leyendas o simplemente personajes ya existentes en la psique colectiva, siempre le dan la vuelta a las historias clásicas para crear su propio cuento clásico. Es así que, nacidos de la historia popular estadounidense, Jack Frost (Juanito Escarcha), Sandman (meme), El Hada de los Dientes, El Conejo de Pascua, Santa Claus y "El coco" llegan a la pantalla grande en esta historia infantil y muy entretenida. Mientras Claus, un tipo rudo y bonachón y su escuadrón de Yetis y Duendes (que en cada aparición te roban una carcajada), El hada de los dientes, una frágil y extraña hada con su ejército de ayudantes, Pascua, con su por demás extraño mundo de huevos, y Sandman, quien gobierna los sueños de los niños, son considerados "Guardianes" de ellos, se abre una nueva amenaza al mundo: Pitch Black desea inundar a los pequeños con desesperanza para hacerse más poderoso. Sin embargo, la Luna, la guardiana de todo, designa a Jack Frost como el elegido, y es así que se convierte en el verdadero protagonista de nuestra historia. El acierto de Dreamworks es darle protagonismo a un personaje ciertamente desconocido en la mitología de personajes infantiles. Por el contrario, su desacierto es que su "fama" sólo abarca territorio norteamericano. No es lo mismo Santa Claus o El ratón de los dientes (la "versión latinoamericana" del hada), incluso el conejo de pascua que, relativamente son más conocidos en todo el mundo que Frost o incluso Sandman. Y quizá es por ello que se pierdan muchas referencias acá en el mundo de habla hispana sobre su cultura y su naturaleza. Ojo, no hay que mal entender. Realmente es una película muy entretenida, con una animación más que increíble (y si tienen la oportunidad, no se arrepentirán de pagar unos pesos extras por el 3D que bien vale la pena), pero se hubiera agradecido más que la historia fuera más universal que sólo referirse a los cuentos populares de los niños de Estados unidos. Más allá de los muchos nombres que tienen El coco, Santa Claus y demás personajes, el origen y manufactura de la película claramente está enfocada a los niños de ese país, aunque eso no demerita la grandísima calidad de ésta producción. Desde una música heroica y hermosa compuesta por Desplat, unos efectos alucinantes y muy bien logrados, y una historia sólida (aunque con ciertas fallas en las motivaciones del villano y la historia de los personajes secundarios) y el cálido mensaje de creer siempre en los sueños y nunca darse por vencido, Rise of The Guardians es una excelente opción para los pequeños (y no tan pequeños) en éstas próximas vacaciones. Eso sí, y aunque no les guste a algunos, con lo que parece ser la última producción animada fuerte por el oscar, me sigue pareciendo que Disney es el claro favorito para la anhelada estatuilla dorada próxima a entregarse.
Resulta curioso que la empresa líder en animación mundial no haya ganado un sólo oscar a película animada. Sin embargo, si revisamos la historia, la estatuilla sólo se empezó a otorgar en 2001, siendo Shrek la primera ganadora. Cabe aclarar que aunque Pixar fue absorbido por Disney hace algunos años, y que películas como Buscando a Nemo, Toy Story 3 o Wall-E que han sido ganadoras,y en las que Disney ha participado en ellas, Pixar siempre ha sido la casa gestora de estas ideas, por lo cuál no se le atribuye el éxito al hogar del ratón Mickey. Y el hecho de que "La Bella y La bestia" haya estado nominada al rubro de mejor película no cuenta como un premio, simplemente un logro histórico. Aunado a ello, los últimos 10 años no han representado lo mejor en cuanto a historias "originales" si podemos considerar como tal las historias de "La princesa y el sapo" o "Enredados". Sin embargo, y afortunadamente, Ralph el Demoledor ha cambiado por completo esa idea. Desde la concepción en un mundo completamente de videojuegos clásicos, una animación maravillosa, un diseño de arte perfectamente cuidado en cada detalle (desde el mundo apocalíptico de Hero´s Duty, hasta el dulce y azucarado hogar de Sugar Rush con todo y paletitas y dulces de todos tipos y colores), una historia realmente enternecedora que los más pequeños disfrutarían, junto con los padres, y con tantas referencias, guiños y cameos gamers que los adictos a la tecnología sabrán encontrar y apreciar, Ralph el demoledor se perfila como la primer película exclusivamente de Disney que ganará el oscar. Quizá la única falla que le encontramos aquí en México, es que la voz de Vanellope Von Schweetz es hecha por María Antonieta de las Nieves (La Chilindrina para toda latinoamérica) Y no es que la señora no tenga talento, sino que realmente se pierde mucha conexión por el intento de voz de niña que quiere darle y que realmente perdió hace algunos años. Sin embargo, omitiendo ese detalle que sólo pasó en la versión mexicana, es una película enteramente agradable por niños y adultos (doblemente si se es gamer) y con una historia que más que una lección, es realmente un viaje de aceptación a sí mismo, a lo que se tiene, lo que se es, y a usar realmente nuestro potencial por completo, sin cambiar sólo por agradar a los demás. Y eso sí, muchas, muchas risas en una hora y media, siendo lo mejor de este año, esperando lo que pase con Dreamworks, quien parece ser su más próximo y cercano competidor. Gracias Disney por traer a John Lassetter como productor ejecutivo. "Soy malo, y eso es bueno. Nunca seré bueno, y eso no es malo. No quiero ser nadie más. Y soy feliz"
Looper es, en muchos sentidos, una película para convertirse en una cinta de culto, a la par de cosas como Volver al futuro o La dimensión Desconocida por mencionar algunas que tienen que ver con viajes en el tiempo o universos alternativos. Y aunque la cinta, que cuenta con las actuaciones de Bruce Willis y Joseph Gordon-Levitt, no habla preciosamente de la teoría de universos múltiples, es necesario entender que los viajes en el tiempo están siempre relacionados de alguna manera con ésta teoría. Como tal, Asesino del futuro nos muestra un futuro en el que viajar en el tiempo es ilegal, y en donde sólo son usados por la mafia quienes asesinan a gente enviándolas al pasado para que los "loopers" se encarguen de eliminarlos. Es así que Joe trabaja ahorrando para conocer el mundo, mientras no envíen a su yo del futuro, lo cuál le garantizaría un retiro de 30 años mientras es capturado en el futuro, cumpliendo con el ciclo perfecto del tiempo. Sin embargo, cuando se acaba el tiempo, Joe del futuro (Willis) quiere evitar un futuro caótico y le complica las cosas a Joe del pasado (Gordon-Levitt). Suena un poco confuso, cierto, pero así son los viajes en el tiempo. Hay que decir que la calidad artística del filme es bastante buena. Los efectos especiales son imperceptibles. Y de hecho la parte de los viajes en el tiempo no es el asunto principal, sino que en realidad es el punto del cuál parte todo y después, la película se conduce por sí sola, experimentando pequeños altibajos que, a pesar de ello, hacen muy disfrutable la proyección. Se agradece que Willis esté en el elemento que mejor maneja y la actuación de Gordon Levitt en quien recae el mayor peso de la actuación, es simplemente intachable. No quiero complicarlos con cosas extrañas que van más allá del análisis "sencillo" de la película. Y me refiero por sencillo al análisis referido a lo que tiene que ver la película en sí (dirección, efectos, etc.) y no lo que implica entender lo que hay detrás del guión. Y es que, como mi pequeña nota al pie de página lo indica, soy químico (lo cual implica que tengo que ver física) y con ello entender ciertas cosas que aplican en la realidad sobre el tipo de cosas que la ciencia ficción nos enseña. Pero para aquellos que busquen un análisis más profundos de películas científicas, terminarán encontrando una enorme discusión sobre si el guión tiene o no fallas que harían que ésta película se derrumbase y perdiera esa excelente calificación que se le da en éste espacio. Podríamos ponerle dos calificaciones, una para aquellos que simplemente buscan un par de horas de buen cine y entretenimiento, y otra para aquellos que sean muy quisquillosos y en realidad esperen un producto de alta calidad que también tenga coherencia con el universo real. Pero eso sería imposible, porque entonces todas las películas que se hacen, sean o no de calidad, siempre tendrán más de una falla por la cuál terminarían quedando en el olvido. Pero justo como dijo un amigo: eso es lo que hace a éste tipo de películas que sean de culto, siempre podremos sentarnos a discutir horas y horas sobre el mensaje oculto que hay detrás de la proyección y nunca podremos llegar a un acuerdo. Y eso es lo que hace rico no sólo a éste espacio, sino a cualquier espacio que dedique un poco de su tiempo a platicar del cine y del arte en general: podremos estar en desacuerdo en algunas cosas, pero siempre, cuando eso pase, podemos estar seguros de que estamos ante un producto que no puede dejarse pasar por alto. Así es Looper.