El culebrón del soldado Aprovechando la presencia carismática y fotogénica de Zac Efron, la película del realizador Scott Hicks (el mismo que filmara la interesante Claroscuro) juega con un pequeño hecho que cambia la vida del protagonista. El popular actor de High School Musical y Casi 17, es Logan, un marine de los Estados Unidos que combate en Irak y encuentra la fotografía de una mujer a la que no conoce. A su regreso, está empecinado en encontrarla y llega, finalmente, a la granja donde vive Elizabeth (Taylor Schilling). La joven pasa sus días junto a su pequeño hijo y su madre (una siempre convincente Blythe Danner), mientras lidia con un ex que quiere recuperar a su familia. Cuando te encuentre no es un lecho de rosas para los personajes y mucho menos para el espectador. Todo se desarrolla de manera edulcorada: Logan y Elizabeth se enamoran (las escenas románticas muestran partes de sus anatomías entre grandes caricias) y luchan no sólo con el ex marido de ella que la amenaza con la tenencia del hijo, sino también con el trágico pasado familiar de la muchacha. A través de las convenciones del drama romántico, llevadas al extremo, la película de Hicks está cerca del culebrón, cosa que no estaría mal si resultara creíble en el planteo de sus situaciones (el héroe que aparece en los momentos de mayor tensión o el conflicto de los dos hombres peleando por una misma mujer) o las instancias finales con la "casita del bosque" que en la historia tiene otras implicancias y significados. El título original hace referencia al "afortunado" Logan en este film que abre y cierra con su relato en off una historia que se torna tan inexpresiva (Efron contribuye) como previsible.
Cuando la suerte trae felicidad Una película romántica que muestra el cuerpo de Zac Efron en unas cuantas escenas ya se asegura la visita de unas cuantas adolescentes (y no tanto). Si a esto se le suma un poco de amor, optimismo, y escenarios visualmente coloridos la combinación puede resultar atractiva para cualquier espectador que guste del romanticismo al estilo Holywood. Logan Thibault (Zac Efron) es un Sargento de la Marina de EEUU quien en el medio de un combate encuentra la foto de una mujer. Esa foto le trae suerte (el título original del film en castellano es “El afortunado”) y regresa con vida a su casa cuando otros no lograron sobrevivir. Al terminar la guerra Logan decide buscar a la mujer de la foto que le salvó la vida. Cuando finalmente se encuentra con Beth (Taylor Schilling) no puede decirle la verdad y acepta trabajar en su criadero de perros cuando, en la confusión, ella piensa que busca trabajo. La relación entre ellos se hará cada vez más cercana, pero siempre bajo la mirada y la amenaza de su ex marido, el sheriff del pueblo, y la sombra del secreto de Logan. Es conocido por todos el papel preponderante que juega el azar en el amor. Este tópico, en el cine, suele rondar casi todas las películas románticas. La idea de la predestinación y las almas gemelas son entonces los derivados argumentales más comunes que estos films suelen adoptar. Pero, seguramente, la intencionalidad de la película cambiará la forma en que estos son mostrados. En Cuando te encuentre (The Lucky One, 2012), claramente, la idea de la predestinación adquiere un papel decisivo y determina la narración en todo momento. ¿Cómo se le podría ocurrir a un espectador que los protagonistas no terminen juntos dadas las circunstancias? Las expectativas románticas de cualquier persona que se acerque a ver este film deberían ser concretadas, o, al menos, la película debería hacernos creer que así va a ser. Y sobre estas reglas básicas se apoya este film. Sobre las reglas de un género que el cine norteamericano no pretende modificar porque son efectivas y venden. Con esta escueta aclaración, caer en las mismas críticas hacia las “películas de amor yanquis” sería redundante. Es algo obvio y conocido por todos que a partir del trailer o bien del afiche del film se sabe con cierta certeza qué tipo de producto veremos en la pantalla. Por eso sería difícil que alguien salga de la sala de cine sintiéndose decepcionado. Porque es una película que vende lo que es y que en ningún momento pretende correrse de los lugares comunes del género. Sin embargo, sí se le puede criticar cierta falta de pretensión al momento de incorporar algún giro narrativo de cierta originalidad. El melodrama que incorpora la línea argumental de los combatientes de la guerra no resulta del todo verosímil y por momentos aparece forzado. Pero, si de ir a ver una película de amor se trata, la pregunta pertinente sería: ¿por qué no?
Primero, quiero aclarar que no tengo nada en contra de las películas románticas. Me gusta verlas y hasta tengo mis dos o tres preferidas guardadas en la memoria. Lo menciono porque el estreno de Cuando te Encuentre me sirve como disparador para preguntarme lo siguiente: ¿qué sería del género sin la “suerte” a favor de generar encuentros y desencuentros? Por otro lado, el abuso de este recurso ¿vuelve todo inverosímil?...
Cuando te encuentre es una película que promete mucho al comienzo con la búsqueda de la chica pero que se va opacando a medida que transcurre la proyección. Sólo para románticos empedernidos. Si la historia que se cuenta fuera un cuento corto y durara sólo una hora, sería una buena película. Aquí el problema radica en que para una hora y cuarenta minutos...
Nicholas Sparks es la mente detrás de esas novelas románticas que luego se traducen a la pantalla grande en películas que tanto le gustan a tu novia, tu novio, hermana, prima o parecido. Los picos altos han sido la tremendamente romántica The Notebook y Message in a Bottle, siendo la última The Last Song, protagonizada por la joven proeza musical Miley Cyrus. Entonces, ¿cuál es el próximo paso a seguir? Traer a otra joven estrella para dar vida a un nuevo libro, en este caso el joven Zac Efron, al que le falta un golpe de horno actoral, así como también a la simplona historia que presenta The Lucky One. El protagonista masculino es un ex-combatiente quien regresa a casa con la foto de una joven desconocida, imagen que encontró en uno de sus viajes y, según él, le sirvió como amuleto para sobrevivir. Una vez vuelto, los embates psicológicos no le permiten reformar su vida normalmente, así que emprende un viaje para encontrar a la muchacha. Por supuesto, ella es hermosa, joven, con un hijo y un trabajo a cuestas, y la química no tardará en aflorar. Y he aquí el problema principal de la película: la trama es demasiado simple como para atraer al espectador medio, un argumento que hasta se vale de los clichés más utilizados en este tipo de propuestas, como el ex-marido celoso o la propia historia familiar de ella. De poco sirve el talento de una grande como Blythe Danner (Meet the Fockers) o la sonrisa radiante y la candidez de Taylor Schilling frente a un Zac Efron carente de afecto y emociones (para decirlo en criollo, actuando es de madera). La escasa química de la pareja poco y nada puede hacer frente a las embestidas de una historia que se ha visto demasiadas veces y, lo peor de todo, sin variación alguna en los obstáculos a superar por los personajes. Una desgracia que la sobria dirección de Scott Hicks (Hearts in Atlantis, No Reservations) haya encontrado un recipiente tan insulso como en esta película. Para los ávidos y los completistas de las adaptaciones de Nicholas Sparks, la película cumple escasamente con el objetivo. Para el resto, una tortura en forma de novelón.
El destino siempre tiene un papel importante en las historias con las que Nicholas Sparks ha afirmado su fama de fabricante de best sellers muy requeridos por el cine. The Lucky One , o Cuando te encuentre , según fue rebautizada en esta parte del mundo, es la séptima novela suya que merece una versión fílmica. Que entre las últimas llegadas aquí figuren La última canción (con Milley Cyrus), Querido John (con Amanda Seyfried y Channing Tatum) y Noches de tormenta (con Richard Gere y Diane Lane) ya puede dar una idea del tipo de relato romántico que cultiva el autor. El destino se encargará de que se crucen un hombre y una mujer, que entre ellos nazca el amor, que algo los separe, que sea necesario sortear obstáculos de distinta especie, que no falte alguna muerte o una enfermedad y que abunden los atardeceres dorados, a veces para que sirvan de fondo de las escenas felices, a veces para subrayar la melancolía de la ausencia, o de la pérdida. En este caso, el destino se manifiesta en forma de una fotografía (el retrato de una rubia sonriente) que un marine encuentra entre lo que ha quedado de una sangrienta emboscada sufrida por las tropas norteamericanas en Irak y que se convertirá en una especie de amuleto (o ángel guardián) que le evita desgracias en un par de oportunidades y le permite volver a casa, en Colorado, psicológicamente maltrecho, pero entero. Logan, que así se llama, no ha logrado recuperar la paz, entre otros motivos porque nunca ha podido dar con la chica de esa foto milagrosa, quizá la novia de uno de los caídos en la fatídica encerrona. Pero felizmente la rubia ha posado para la foto cerca de un faro y a él no le lleva demasiado tiempo identificarlo. Por eso un buen día parte, a pie y acompañado por su perro, rumbo a Luisiana, en busca de la desconocida a la que quiere darle las gracias. Esto es sólo el prólogo y no hace falta añadir más, salvo que la suerte le sigue sonriendo, por lo menos hasta que da con la rubia, y consigue trabajo muy cerca de ella. Un ex marido celoso y acosador, una dama sabia y comprensiva y un chico que sabe todo sobre el ajedrez completan un cuadro más bien modesto en términos dramáticos. Ya se sabe que otros inconvenientes vendrán para poner en duda su condición de hombre de suerte, pero el muchacho es paciente, tolerante, juicioso, llegado el caso también heroico (por algo es un marine, aunque tierno como Zac Efron), y sabrá superar todos los tropiezos. Corazón romántico no le falta. A ella (Taylor Schilling), tampoco, de modo que con la ayuda de la música de Mark Isham y los húmedos y arbolados paisajes de Luisiana estará todo listo para que los adictos al género se emocionen y hasta deban enjugar alguna lágrima. Los menos sensibles a este tipo de telenovelas, en cambio, sólo llorarán pensando en el tiempo perdido.
¡Pero qué casualidad! Un amor (casi) imposible. Zac Efron se hizo un nombre jugando al básquet y cantando -en el orden que prefieran- en High School Musical . Pero demostró que es un muy buen actor en Me & Orson Welles , no estrenada aquí, y en Hairspray al lado de John Travolta no desentonaba. Aquí, como un (joven) veterano de guerra que regresa sano y salvo de milagro de Medio Oriente, no canta ni juega al básquet. Y aunque vuelve a mostrar que es un buen intérprete, su papel, el guión y la dirección de Scott Hicks (el de Claroscuro ) más que ayudarlo, lo empujan hacia el descrédito. Zac es Logan, quien busca a una chica. Munido de la clásica fotito 4x4 que los soldados siempre llevan en la billetera de sus seres amados, con la leyenda Cuidate , que fue la que le salvó la vida a él, pero no al portador de la misma (¡la encontró!), quiere hallar a esa joven. Y la encuentra en un pueblito rural. Pero no le dice que la buscaba. Ni le muestra la foto. Ni le aclara que era de su hermano, por el que ella llora desde hace tiempo. Y consigue trabajo con ella, que tiene un ex marido golpeador. Y que tiene un hijo comprador. ¿Cuánto tiempo podrá Logan ocultar la fotito? Mejor: ¿por qué cuernos no le dice a Beth (Taylor Schilling) la verdad de una buena vez, y sanseacabó? Las respuestas a ambas preguntas están enumeradas en el primer párrafo: la construcción de su papel, el guión y la dirección, que no deja de acumular lugares comunes, clisés y vueltas de tuercas de lo más inverosímiles. En el elenco está Blythe Danner ( La familia de mi novia ) como la mamá de Beth, pero poco importa. Schilling tiene un carisma extraño, no es bella pero sí llamativa como actriz. Zac Efron espera por otra mejor oportunidad. Tranquilos: como en este filme, todo llega.
Basada en la novela homónima de Nicholas Sparks, el film es una adaptación algo mas simplificada de la misma dado que en la novela original uno de los elementos importantes del relato es la travesía del protagonista en búsqueda de su musa salvadora, elemento que no está tan presente en su adaptación cinematográfica a cargo del director Scott Hicks (director Claroscuro y Sin Reservas, entre otras). La historia se centra en Logan (Zac Efron) un marine que en medio de una operación en la guerra de Iraq encuentra una foto de una joven sonriente en cuyo reverso figura un mensaje alentador , a partir de entonces el sentirá que su angel de la guarda es esta bella joven a quien siente que debe conocer. Al volver a su hogar junto a su familia la inserción en la rutina se le hace imposible, por lo que emprenderá la tarea de encontrar a la joven de la foto. Luego de varias averiguaciones se dirigirá hacia Carolina del Norte y empezará a trabajar en el pensionado canino que ella tiene, sin contarle su verdadera historia. Conocerá también la historia de su hermano (quien fuera el desafortunado dueño de la foto) y poco a poco nacerá la atracción entre ambos, o por lo menos debería nacer dado que la pareja de Taylor Schilling y Zac Efron tienen menos química que la existente entre el actor y la foto al mirarla. Así las cosas el romance se ve frustrado por un ex marido abusivo con el cual la protagonista tiene un hijo (nacido de sus malas artes anticonceptivas juveniles), pero tampoco llegará el conflicto a plantearse porque la personalidad de Logan es tan pacifica que hace recordar a un Kung Fu (tanto por la caminata como por la soledad y el activismo no violento). El film posee todos los elementos de la comedia romántica clásica, pero la combinación de los mismos es la que no termina de convencer en una historia que no conmueve ni teniendo de por medio perros, guerra, amor y niños.
Hay escritores que se puede asumir que son amados en Hollywood ya que casi todos sus libros son potenciales películas. Uno de ellos es Nicholas Parks, que además de ser el autor de Cuando te encuentre, escribió Diario de una pasión, Mensaje en una botella, y otras dos novelas más también llevadas al cine. Su fuerte son las historias de amor en el marco de alguna desgracia. Esta vez, la tragedia sobre la cual gira la trama es la guerra de Irak. Logan (un gélido Zac Efron) es un marine que ha sobrevivido tres importantes ataques en ese conflicto sin recibir mucho más que un rasguño. Todos sus compañeros murieron, pero él parece tener un amuleto muy poderoso: la foto de una chica desconocida, que encontró en medio de los escombros tras un ataque. Con una mezcla de culpa y gratitud, cuando lo mandan de nuevo a casa decide buscarla. Basándose en el título, uno pensaría que una gran parte de la historia pasaría por la búsqueda, pero no. Parece que Logan es mucho mejor detective de lo que nadie cree, ya que encuentra a Beth (Taylor Schilling) en menos de veinte minutos (fílmicos). Y ahí empieza la historia entre ellos, aunque él no sabe explicarle cómo llegó hasta ella, y toma el trabajo de limpieza que le ofrecen. Uno de los puntos flojos de la película es la abundancia de clichés y lugares comunes que atraviesan la película. Hay un perro, una chica que se hace la difícil, un sobreviviente culposo, un niño incomprendido, un bote que no anda, un malo, tipo “bully”, igual de inteligente que Biff, de Volver al futuro. Y hasta una conversación con uno de los protagonistas de espaldas al otro, como se satiriza en Top Secret. Contra todo eso, un protagonista que sabe hacer de todo: arregla lo que sea que ande mal, toca el piano si encuentra uno, entrena perros, enamora a la chica, se hace amigo del hijo, apacigua matones, y le cae bien al padre del matón, todo por el precio de un salario mínimo. Eso sí: no emociona. El límite actoral de Efron en este film es más que evidente. Pareciera que le dijeron que el síndrome de estrés post-traumático que sufren los soldados al regresar del frente es como si imitaran una heladera. Así de versátil se lo ve. El otro punto flojo es la falta de expectativa para ser sorprendido, de algo que genere intriga por lo que va a venir en la película. Una parte es previsible: se enamoran, se sabe desde que levantó la foto de entre la arena. Pero no hay obstáculos reales. El exmarido matón es un personaje digno de comedia de secundaria, y el drama de que ella se entere de que él está ahí por esa foto está exagerado. Al fin y al cabo, cuál es el problema. Los planteos dramáticos son tan superficiales que bien puede pasar por un telefilm. El resultado es una película que si bien no aburre (ayudan a esto las intervenciones de Blythe Danner, que interpreta a la abuela de Beth), tampoco deja demasiado.
Sólo para ver gente, lugares y hasta mascotas bonitas Dicen que Renoir aseguró que «lo feo puede ser hermoso, pero lo bonito jamás». Sin dudas Zach Efron es bonito, y Taylor Schilling también es bonita, igual que los atardeceres y hasta los perritos que aparecen en esta historia que es muy bonita. Por otro lado lo único feo que aparece en esta película es el «popó» del perro de la guardería de mascotas donde transcurre la acción, pero es feo feo, sin posibilidad de hermosura alguna. EL bonito film se llama «Cuando te encuentre», ya que la premisa argumental se refiere a una búsqueda que debería ser casi imposible, aunque curiosamente se resuelve bastante rápido. Efron es un curtido soldado cumpliendo su tercer tour por Irak que encuentra una foto de una hermosa chica y un mensaje protector obviamente dedicado a otro marine. Pero el asunto es que, cuando el enemigo ataca, el protagonista sobrevive y no puede evitar la sensación de que fue esa chica de la foto la que se convirtió en su ángel guardián y evitó su muerte. Ya de regreso en los Estados Unidos, como todo veterano de guerra, no logra asimilarse correctamente a la vida civil, y en cambio se obsesiona por encontrar a su ángel desconocido, lo que logra sin gran dificultad en Louisiana. Solo que cuando la encuentra las palabras no salen de su boca, y no le puede decir lo importante que fue la foto para él. En cambio ella lo contrata como empleado de su guardería perruna, para que él haga todo tipo de trabajos que le permitan exhibir su musculatura. Mientras que Zach Efron más que actuar, modela, sin que su silencio logre transmitir su supuesto mundo interior de ex combatiente, Taylor Schilling habla demasiado y sobreactúa, por lo que la química de la pareja termina volviéndose insoportable. El título original es «The Lucky One» (El afortunado) lo que se aplica a quien se mantenga lejos de los cines donde se exhiba.
Me imagino los productores norteamericanos de esta película hace un tiempo diciendo "en un año llegan Los vengadores", hagamos algo para las chicas... Y así salió Cuando te encuentre. Vuelvo a recordar la frase "juzgar a la película por lo que pretender ser"... y lo que busca es ser una salida para chicas. Lejos está de una Diario de una pasión que sobrevive a los años en la referenciación de historias románticas, por estar bien contada, por sus actuaciones, por su historia en si. Acá Cuando te encuentre tiene un buen director de fotografía que te brinda muchos momentos Kodak y además a Zac Efron. Hay una escena que es la síntesis de la película, la chica rubia con vestido amarillo, corriendo con un fondo de ojas amarillas del otoño en un atardecer amarrillento y colorado y hasta donde se ve un cartel de curva en ruta que lógicamente es amarillo. Tiene muchas imágenes "dulces". La hicieron para la popular. Falta que aparezca el Flaco Schiavi a cortar con tanta dulzura :P Pero la realidad es que hace rato quizás no hay una película romanticona de esta estilo y hay mucho público para la misma. Además sigue la evolución de las fans de Efron, y para ellas lo dejaron a lo largo de la película con su mismo despeinado prolijo, con su andar perfecto, y con la barba de 3 días súper prolija que jamás vas a ver como se la arregla, al igual que los Dukes de Hazzard cargaban nafta. Y hasta les regalan a las chicas un manoteo de la cola de Zac... Para eso fue hecha la película y no creo que deje insatisfechas a las chicas y no tan chicas que quieran escapar de Los Vengadores. Tiene un par de buenos momentos, mezclados con algunos innecesarios. Pero no se hizo para perdurar, solo para pasar un momento meloso en el cine.
Es la chica de la fotografía La guerra en Irak. Un dramático suceso que afecta la vida del infante de marina Thibaudt y el inesperado hallazgo de la fotografía de una mujer que en el reverso luce una maternal inscripción "cuídate", parece ayudarlo en la contienda, mientras le infunde más ganas de vivir. La vuelta al hogar de Logan incluye la promesa de buscar a la dueña de esa imagen, que el destino le puso en el camino. El caso es que la chica aparece. Es la "cabeza" de un hogar de mascotas en Louisiana y vive con su pequeño hijo y la buena de Nana, en un ambiente atractivo en el que Logan Thibaudt se incorpora como empleado, sin decir nada de la fotografía que lo motivó a la búsqueda. Por supuesto que habrá romance, algunos obstáculos (un ex marido celoso), peligros inesperados y la bucólica vida de un lugar de campo. BIEN CONTADA La película del director Scott Hicks ("Shine") está basada en la novela "El hombre afortunado", de Nicholas Sparks, un escritor nacido en Nebraska cuyas novelas son sorprendentes best sellers, generadores a su vez de "best sellers filmicos" como "El diario de Noah". "Cuando te encuentre" es una película entretenida y convencional. Nada sucede que no haya sido previsto. Está bien contada, formalmente no tiene objeciones. Tiene una pareja con buena química, el californiano Zac Efron, muy seguido por las adolescentes y la encantadora Taylor Schilling, animales del hogar, actriz madura recordada, Blythe Danner ("Alice" de Woody Allen), buena música y un simpático actor infantil. Hay romance, peligros momentáneos, momento inicial de guerra y la clásica historia rosa con gente joven y linda. Sí, es convencional y para pasar el rato, pero bien, con una sonrisa.
La buena suerte está echada Zac Efron es un marine de guerra a quien la suerte le pone en su camino la fotografía de una hermosa muchacha que le sirve como una especie de amuleto para regresar a su casa de Irak. De regreso en su país, Logan Thibault (así se llama el personaje interpretado por Efron) se propone encontrar a la protagonista de esa foto para agradecerle que le haya salvado la vida. Allí comienza una historia que es mejor mirarla, vivirla y sentirla que leerla de un texto. Cuando te Encuentre está basada en una novela de Nicholas Sparks (el cual ya ha tenido varias adaptaciones como Diarios de una Pasión, Querido John o La Última Canción) y como hemos visto en varias de las películas que se basan en los escritos de Sparks la suerte juega un papel fundamental en sus historias. Bueno, en realidad, se podría decir que en la mayoría de los films románticos la suerte y el destino juegan un valor sobresaliente que dependiendo de la sensibilidad de cada uno puede resultar excesivo, pero de alguna manera ese exceso ayuda en muchas ocasiones a generar el ambiente épico que necesitan esos "romances de película" que tanto le gusta contar a Hollywood. Cuando te Encuentre posee varios defectos, entre los cuáles encontramos su abrumadora solemnidad, su poca originalidad y su previsibilidad, su falta de matices en la personalidad de los personajes principales o los momentos heroícos panfletarios hacía el ejército yankee. Pero más allá de estos defectos, y esto es lo que más amo del cine mainstream de Hollywood, la historia llega a sentirse, a vivirse e incluso a desear que por fin se concrete ese increíble y destinado "romance de novela". O sea, lo que quiero expresar es que el cine norteamericano a pesar de sus conspiradores excesos en búsqueda de conseguir ese ambiente increíble y épico (que cualquiera que vaya a ver, ya sea por gusto propio o ajeno, este tipo de películas debe conocer) logra generar en muchas ocasiones productos muy efectivos en su cometido. Si una película romántica no conmueve, no crea suspiros, no inventa momentos grandiosos e inolvidables, es un fracaso y realmente Cuando te Encuentre si bien no logra concretar al 100% esas premisas (si no estaríamos hablando de una obra maestra) si llega en parte a crearte y contagiarte una historia de amor. Nada más y nada menos. Zac Efron sigue en carrera hacía convertirse en un muy buen actor y aquí consigue una interpretación que arrancará varios suspiros a la platea femenina. Por otra parte tenemos a la linda Taylor Schilling que se encargará de acompañar a Efron de manera eficiente y con buena química entre ambos. La buena suerte está echada y Cuando te Encuentre representa una efectiva opción para los amantes de los "romances de película".
Scott Hicks, director de “Sin Reservas”, vuelve a la pantalla grande con este film basado el el libro de Nicholas Sparks, autor conocido por su obra “Diarios de una Pasión” que tuvo buena repercusión al llegar al cine allá por el 2004. “Cuando te encuentre” (The Lucky One) nos presenta a Zac Efron como un soldado de guerra que vuelve a casa luego de un accidente en el campo de batalla. Cuando se aleja del campamento para levantar una foto que ve a lo lejos se salva de un ataque y es así que desde ese momento le atribuye toda su suerte a ella. Por eso, al regreso, emprende un viaje para encontrar a la chica de la foto (Taylor Schilling) para agradecerle el mantenerlo con vida. A partir de ahí se desprende toda esta historia romántica en medio de las situaciones que le toca vivir a cada personaje. En general la película tiene una línea muy directa y de cierta forma predecible. No quiere decir que sea malo pero hay que admitir que todo aquel que conozca las novelas de Nicholas Sparks sabe más o menos qué esperarse al final. Aún así la historia, pese a tener su cuota de melosidad, atrapa cuando uno como espectador se ve identificado dentro de ciertas situaciones familiares que se dan y mucho más si aquel que la ve cree en el destino y el amor ideal. A medida que la historia avanza el amor pasa a ser drama y todo desemboca en situaciones que condicionan a cada uno de los personajes y determinan el destino de cada uno de ellos. Creo que lo que más cuesta creerse de la película es el papel de Zac Efron como soldado que vuelve de la guerra. Si bien su actuación es acorde, creo que tanto “High School Musical” hace que sea un poco difícil creerse algo más serio. Con Taylor Schilling pasa algo similar y pese a que hace un buen trabajo resulta prácticamente indiferente si el mismo papel fuera interpretado por otra actriz. La que si hace un buen laburo es Blythe Danner como la abuela que nunca sabe nada pero siempre sabe todo y está en el momento justo cuando un buen consejo es necesitado. Por su parte Scott Hicks, como director, logra resolver bien la historia y la situación de cada uno de los personajes sin tantas complicaciones y siguiendo básicamente la línea del libro. La película no presenta una historia que sea de lo más interesante aunque seguro hay gente que pueda encontrarla entretenida. Es una peli más apuntada a las fans de Efron y a aquellos personas melosas que tienen fé ciega en el amor. Engancha mientras dura pero nada más que eso.
Encuentro sí, hallazgo no El par antagónico guerra y amor ingresan en la lógica de causa-consecuencia en el nuevo film protagonizado por Zac Efron, uno de los actores más taquilleros de la factoría Disney que encarna, esta vez, al Infante de marina Logan Thibault, quién salva su vida gracias a la fotografía de una joven que lo desvía de una explosión y otros peligros. De regreso a su hogar, el ex combatiente se propone encontrar a la desconocida muchacha, en principio, para darle las gracias. La guerra es el disparador inicial de una típica historia romántica donde un héroe, primero patriótico y luego galán, viene a disputarle el amor de la mujer angelical a un arquetípico cretino americano que bebe y camorrea con impunidad. La lápida del hermano muerto de Beth Green (Taylor Schilling), a quien pertenecía la fotografía extraviada en el campo de batalla, reza “operativo de libertad iraquí”, una definición de la guerra que cancela toda perspectiva crítica al intervencionismo norteamericano. El film circunscribe los impactos del conflicto bélico a la psicología del soldado y a la desmembración de la célula familiar, y por sobre la dimensión política se impone el drama personal de dos sujetos a quienes el destino indemniza con un fortuito encuentro. Por lo demás, Cuando te encuentre es sólo una película bonita que sigue a rajatabla la premisa del romanticismo por la cual los estados anímicos de los personajes se reflejan en el paisaje circundante. Atmósfera grisácea y tormentosa para los pasajes escabrosos y dramáticos y una paleta de dorados, ocres, y amarillos que imprimen un sesgo edénico a la cuidada fotografía del film dirigido por Scout Hicks. Las más simples operaciones domésticas devienen en acciones estéticamente agradables a la visual, configurando una poética de la cotidianeidad, en una estancia de Luisiana donde el paisaje es tan idílico como la historia de amor de Logan y Beth, con sus bien logradas escenas de hedonismo pasional. Basada en el bet seller de Nicholas Sparks, autor de la afamada Diario de una pasión, esta historia es simplista y no explota las peripecias sorpresivas que habilita la apoyatura en el destino. Un guión previsible y pretendidamente sensiblero, en torno a las casualidades y las ausencias, con un muerto innecesario hacia el final, que ahoga consigo a los anti-valores de una axiología más acorde a los cuentos de hadas que a los grandes dramas. Pese a no ser un hallazgo cinematográfico, Cuando te encuentre arroja una reflexión que, por cómoda y trillada, no es menos efectiva: ahí viene el amor a curarnos de la guerra.
Es lindo sorprenderse en el Cine. Ir con cierto tipo de expectativas, y finalmente soprenderse en el Cine con algo que uno no espera. Eso me paso viendo “Cuando te encuentre” (“The Lucky One”). LA SORPRESA. “Cuando te encuentre”, como carta de presentacion, cuenta con ser la adaptacion de una novela de Nicholas Sparks (Nico Chispas, para los amigos), quien es autor de Message in a Bottle, A Walk to remember, y la genial The Notebook, entre otras. Para arrancar, la peli tiene perros, y en mi caso, eso SIEMPRE suma varios puntos!!! De movida, afrontemoslo… Actua Zac Efron, y eso a priori, no puede ser bueno. Pero aca aparece la primer sorpresa, Zac Efron puede actuar, asi es! No tiene un papel super jugado, pero tampoco es facil. Lo que se cuida de hacer es de poner esa sonrisa idiota que lo hizo famoso, entonces es mas facil ver un poco mas alla. Ojo tampoco se van a creer que es el proximo James Dean, pero el tipo cumple. DE QUE VA LA COSA. Zac Efron es Logan, un soldadito de los miles que los yanquis mandan a Iraq. Durante una mision, encuentra una foto de una muchacha, que lo demora y separa de su grupo, justo en ese momento, la tragedia se desata, y todo su grupo es aniquilado, quedando el vivo. En gran parte gracias a la foto, a la que adopta como su angel guardian. Despues de tres tours de servicio vuelve a su pais, con el tipico Shell Shock de los soldados. O sea vuelve algo tocadito. Ahi esta lo bueno de la actuacion de Zac Efron, ya que Logan es un tipo tranquilo, pero que se lo nota conteniendo una ira y frustracion infinitas, y eso no siempre es facil de representar. Una vez en su pais, decide ir a buscar a esta mujer para darle las gracias. Tras confuciones tipicas de pelicula, termina encontrandola, pero tras no animarse a decirle para que la busco, termina trabajando en su guarderia de perros. Alli, comenzara a reconectarse no solo con el amor, si no con la humanidad. Ojo, no es una comedia ultra rosa. Por suerte no lo es, y eso es lo que la hace mirable. Ya que esta pelicula no se trata de una historia de amor entre un hombre y una mujer. Si no que es un camino de sanacion, de redescubrimiento de la capacidad de amar. A un amigo, a un animal, a un hermano, a un hijo, a un niño, e incluso a un enemigo. Y en eso es en donde esta peli triunfa. En sobrellevar la violencia sin sentido que no solo esta en la guerra, si no en la envidia y la corrupcion de todos los dias. El camino a la redencion nunca es facil, y siempre tiene sus sacrificios, y en la historia de Logan queda demostrado. Llega a buen puerto, ¿porque no decirlo? Despues de todo, esta no es una peli para sufrir. Ademas, tiene perros!!! ADEMAS. Algo que suma mucho es la fotografia de los paisajes tipicos del sur de los Estados Unidos, junto con su sensacion de parsimonia y tranquilidad. En este caso la peli esta filmada en New Orleans. Realmente suma tanto y ayuda a demostrar un ambiente tranquilo, que para la escena de mayor dramatismo es necesario poner una tormenta, porque si no uno piensa que en esos paisajes nada malo puede pasar. Y parrafo aparte tiene Blythe Danner! Genial! Le da el peso de seriedad actoral al reparto, balancea y alinea la peli. Muy Bien! EN DEFINITIVA. Realmente una grata sorpresa, si bien esta peli no descolla, si entretiene, y sale del molde de la tipica peli rosa de “chico-chica”. Para ver con la novia/novio/compañero/a de aventuras, es mas que recomendable! No es The Notebook, no esperen eso. Pero tampoco es un desperdicio. Esta bien. Ademas tiene perros!!!
Este es uno de esos ejemplos en el que deberíamos agradecer a los distribuidores de películas en la Argentina por esa tendencia inescrupulosa de cambiarle el titulo a los filmes que se estrenan. Es la excepción que confirmaría la regla. Su denominación original es extremadamente vago, “The Lucky One”, que sería lago así como “El Suertudo”, situación que haría dudar al espectador inocente sobre que versa el texto fílmico. Por eso “Cuando te encuentre”, y ya parados en la puerta del cine, no caben dudas sobre que veremos antes de entrar, como diciendo “ya la ví una y mil veces, creo...” El problema es que una vez adentro, no sólo ya la viste, sino que las antecesoras no eran tan malas, como si funcionará a rajatabla la “Ley de Murphy”, nada es tan malo que no pueda empeorar. Primera escena: un paisaje paradisíaco, lagos, ríos, vegetación, pequeños barcos, un atardecer “de película”, mezcla empalagosa. Luego sabremos que es el Estado de Louisiana, y una voz en off que nos dice, sintetizando, que debemos creer en el destino. Corte. Estamos en medio de una guerra, Logan (Zac Efron) es parte de las tropas de Asalto en Irak, y un haz de luz le impacta en la cara, es el reflejo de algo que hace rebotar la luz del sol e impacta en sus ojos, ¿Qué hace Logan? No, no se corre, va en busca de ese elemento molesto y se aleja lo suficiente como para que un misil que impacta sobre el camión en el cual el estaba apoyado explote en un mil quinientos setenta y cinco pedacitos, y a él no le pase absolutamente nada. Ese objeto era la foto de una joven rubia, de otro soldado, atrás de la foto decía “Cuídate”. Ergo, esa foto le salvo la vida. Pero no era una foto cualquiera, en el margen derecho de la misma se podía ver de fondo la mitad de un faro. Es a partir de esa imagen que él puede descubrir donde fue tomada e ir en busca de su ángel guardián, la chica de la foto que le salvo la vida. ¿Sabe qué? Por casualidad encuentra a la chica sin mucho esfuerzo, Google mediante (lo que es la tecnología, no?), mucho más bella en persona, y no sabe que decirle…. Pero ella, por las dudas, lo desprecia de una ¿Adivine que pasa luego? Claro. ¿Y después? Por supuesto. ¿Como sigue? Perfecto ¿Y más tarde? ¡Aja!¡ Increíble! ¿Como termina ¿Se le anima? Acaba de recibirse de novelista mediocre con futuro cinematográfico. A todo esto súmele un hijo pequeño todo corazón, un ex marido violento y para colmo el sheriff del pueblo, una madre sabia, más por vieja que por bruja, muchos y hermosos perros, etc.etc. Esto que no es más que una chanza, es para dar cuenta que toda la producción es un catálogo de lugares comunes, clisés por donde se lo mire, ni siquiera uno puede sostenerla a partir de pensar, o evaluar, los rubros técnicos, los que están a pleno trabajados sobre un guión paupérrimo. Ni hablar de las actuaciones, Zac Efron no termina de recibirse de actor; la bella Taylor Schilling deberá esperar otra oportunidad para demostrar sus capacidades histriónicas. El realizador Scott Hicks, el mismo de las muy buenas “Claroscuro” (1996) y “Mientras nieva sobre los cedros” (1999), hace lo que puede con el material que le dieron.
Ojalá no te encuentre Cuando te encuentre es la adaptación de la novela homónima del autor best seller Nicholas Sparks, también responsable de The notebook, novela que tomó forma de película con Diario de una pasión en 2004. El tipo de historias que insiste en contar el señor Sparks son románticas en el sentido más superficial del término, o sea aquí siempre estamos hablando de dos personajes aparentemente (arbitrariamente) destinados a estar juntos, y que por alguna razón más o menos dramática no pueden concretar esa unión. Luego llega alguna solución más o menos moral, más o menos mágica que les permite ser perfectamente felices para siempre o hasta que alguno de los dos se entere que tiene leucemia (aunque lo último es para otra película). De entrada, el director Scott Hicks (Claroscuro, 1996; Sin reservas, 2007) nos sumerge en el “terrible mundo interior” de Logan (Zac Efron), veterano de la (última) guerra de Irak, quien ha sobrevivido unas cuantas misiones peligrosas. Logan atribuye su “suerte” en el campo de batalla a una foto de una bonita chica rubia (que más adelante sabremos que se llama Beth y está interpretada por Taylor Schilling) que encontró un día entre los escombros. Cuando lo devuelven a los Estados Unidos, se propone buscar a la chica de la foto para decirle gracias (?). Aunque no sabe nada de ella, existe Internet, por lo cual la encuentra fácilmente. Ustedes pensarán: si la encuentra tan rápidamente ¿de qué trata la película? La verdad no sé…, o sí sé, pero es tan poco interesante que en este momento me invade un tedio tan pesado que no me permite ni siquiera articular una oración para expresarles (o mejor dicho avisarles) con lo que se van a encontrar, si en algún momento de debilidad deciden ir al cine a ver esto. Porque obviamente Beth se enamorara de Logan y su amor será bello pero imposible y etcétera. Y si no lo sospechábamos, nos enteramos de esto al minuto 15 y todavía queda una interminable hora y veinte de lugares comunes y obviedades. Y el problema no es que se nos cuente lo mismo de siempre, lo que está mal es la forma en que se lo cuenta. Hicks no intenta una búsqueda, no tiene o no encuentra sentido del humor en su película. Y así, Cuando te encuentre es angustiosamente chata, clásica en el peor de los sentidos, no tiene ritmo, aburre y además le sobran unos quince minutos. Si podemos rescatar algo positivo digamos que el film tiene una bella fotografía y que además Zack Efron es alguien con cierto talento por explotar pero que elige proyectos pésimos. Con respecto al resto de las actuaciones, tenemos a una irregular Taylor Schilling y a una especie de escultura de la isla de pascua llamado Riley Thomas Stewart que hace lo que puede con un personaje tan infame como es el de Keith (el ex marido de Beth). Me dicen, escucho y leo, que Cuando te encuentre es un producto con un target determinado. Que apunta un público fiel que la va ver, le va a gustar y va a pasar un buen rato. Está bien, pero eso no le da derecho a ser mala, a estar dirigida en piloto automático, a construir personajes sin matices, a no intentar agregarle interés a una historia que nunca despega.
Una historia romántica hecha a la medida del crecido y musculoso Zac Efron que va a la conquista del corazón de sus admiradoras, que también crecieron. Soldado valeroso que salva milagrosamente su vida, que encuentra la foto de una hermosa mujer en medio de tanta muerte y sale a buscarla. Leve erotismo, imagen cuidada y mucha miel…
Para aquellos que les guste el romanticismo al estilo Hollywoodense, con la presencia de Zac Efron y Taylor Schilling. Un film lleno de escenas para adolescentes. Esta es una de esas historias que a los pocos minutos de verla descubrís rápidamente como será su desarrollo e incluso su final, llena de cliché y hasta se puede ver el que habla del destino, siguiendo por un camino sin sorpresas, recomendable para adolescentes aquellas que suspiran por Zac Efron ( 24 años), este actor y cantante estadounidense, que se hizo famoso gracias a su participación en la película original de Disney Channel, High School Musical, en la serie de Warner Brothers, Summerland y en la adaptación cinematográfica del musical de Broadway, Hairspray. Lo acompaña la actriz estadounidense Taylor Schilling (27), conocida por su papel protagonista en La rebelión de Atlas: Parte I (2011). Vamos a su desarrollo: Efron interpreta a Logan un infante de marina en la guerra de Irak, que en medio de la batalla en un momento se inclina porque ve una foto de una chica muy bonita, al dorso de la misma dice- “cuídate”, esa situación lo salva de estar demasiado cerca de una explosión, a partir de ese momento la ve como su ángel guardián. Cuando regresa comienza la búsqueda, recorre varios kilómetros y como es de suponer encuentra a su misteriosa chica, Beth (Taylor Schilling), que tiene un negocio con su madre Ellie (Blythe Danner, reconocida actriz “La familia de mi novia”), a esta le cae simpático desde el primer momento, en ese lugar empieza a trabajar, pero como es de suponer Beth no está sola, vive infeliz con su ex el sheriff del pueblo Keith Clayton (Jay R. Ferguson) y su dulce hijo Ben (Riley Thomas Stewart). Todo luce hermoso, en medio de una bellísima fotografía y música la relación crece cada día, con escenas para que suspire la platea, y como es de esperar surgen las complicaciones, la foto pertenecía a otro marino el hermano de Beth quien falleció el día que la encontró Logan; además está el ex marido, un alcohólico agresivo y maltratador (naturalmente).Quien los alienta es Ellie, que solo desea la felicidad de la bella Beth. La película está basada en una de las novelas de Nicholas Sparks, del que vimos hace un tiempo la adaptación de “Diario de una Pasión (2004)”. Una lástima, porque viene de la mano del director de cine australiano Robert Scott Hicks (59), quien cuenta dentro de su filmografía con títulos como: "Sin reservas, 2007"; “Nostalgia del pasado, 2001”; "Mientras Nieva sobre los Cedros, 1999", nominado en algunas ocasiones por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood. Su narración abusa del recurso de generar encuentros y desencuentros, en todo momento intentan vender a Efron como un hombre romántico, para que las mujeres jóvenes estén a punto de desmayarse por sus ojos azules mirando de forma pensativa, y sin quitarle de encima los ojos a su chica. Muestra sus abultados músculos sobre todo llevando objetos pesados además de su ropa interior. Ella se luce junto a este chico guapo y todos terminan viviendo felices para siempre como en los cuentos de hadas.
En Cuando te encuentre parece haber una constante preocupación por la credibilidad. O, mejor aún, por la diferenciación (aunque más no sea superficial) con respecto a otros films y sus configuraciones. El problema es, justamente, lo efímero de esa pretensión: sus personajes, diálogos y/o hechos terminan por descartar sus extravagantes maquillajes, sobre todo a la hora de un final en el que la vía de escape habitual y canónica termina por imponerse. En su afán por hacer creíble ese mundo, la película de Hicks encuentra a su mejor garante de amor sincero y durable en un héroe de guerra joven y sensible, heredero de un trauma que lo vuelve maduro casi de repente. Su pareja ideal es madre soltera, víctima de los acosos de un ex marido violento y de la misma guerra, que se ha cobrado la vida de su hermano. Pero cuestiones como el trauma post-bélico o la violencia son apenas accesorios, excusas para ciertos comportamientos en sus personajes en vista de que representen los ideales necesarios para una historia de amor verosímil. La concepción anterior se hace clara en las intervenciones de ese contexto que, si bien son frecuentes, van siempre acompañadas de un aire de forzamiento, como si fuesen piezas estructurales y a la vez implantadas del universo que las sufre. De cualquier forma, la evidente impotencia a la hora de encontrar fórmulas narrativas propias es lo que definitivamente termina haciendo de Cuando te encuentre un film enajenado. Poco después del comienzo de la película, Logan (Zac Efron) intenta decirle a Beth (Taylor Schilling) la razón por la que ha llegado hasta su casa a verla, pero ella, ansiosa e interruptora como en ninguna otra ocasión, completa la frases sin dejarlo hablar. Las escenas trascurren y siempre pasa algo que impide que el problema sea aclarado. Así es como se posterga el único recurso para el conflicto final, justo antes del clímax, que desata la pérdida de confianza de un personaje en el otro (con el beneficio de que el supuesto culpable puede alegar que trató de comunicarlo y ella no lo dejó). El otro atajo narrativo es tan evidentemente popular como engañador. Esta vez, focalizado en el destino de Keith (Jay R. Ferguson), único enemigo, ex marido agresivo y, por supuesto, malo perfecto (justamente porque no elige serlo). Conforme se acerca el final, su presencia va haciéndose demasiado perturbadora y amenazante como para no exigir un desenlace drástico, y por eso es que su muerte en manos de una tormenta es, además de un vergonzoso Deux ex machina, el cierre perfecto de la historia. Es que, al parecer, no cabía otro destino para este antagonista que el de una tragedia resultante de su propia miseria, con la cual además se hiciese manifiesto un aliviante y oportuno karma que supliese la falta de una mejor resolución narrativa. Finalmente, el inconsciente del género se impone de manera que ahoga todo intento de crear un mundo auténtico, en tanto coherente consigo mismo y sus personajes. Cuando te encuentre destella signos de originalidad que construye en forma desprolija, cuando no se rinde a las convenciones, por más ajenas que sean, de cómo debe constituirse ya no una historia de amor sino un drama romántico cualquiera.
Publicitar al nene... "The Lucky One" o "Cuando te encuentre" (muuuy similares los títulos...) es según mi punto de vista, una de las peores películas de Scott Hicks, que sin ser un prodigio de la dirección, llegó a entregar films como la inolvidable "Shine", con la cuál el gran Geoffrey Rush se ganó un merecido premio Óscar. En esta ocasión cae en una historia boba, desgastada, cuyo público objetivo está ubicado mayormente al sur de los Estados Unidos, donde el Marine y el ejército norteamericano son idolatrados como dioses del Olimpo. En realidad reflexionando un poco, me di cuenta que el problema no es tanto filmar sobre alguna historia suscitada en la milicia estadounidense, de hecho Kathryn Bigelow entregó una muy buena "Vivir al límite", sino que lo insoportable es la sensiblería barata que se pretende activar de manera torpe en el espectador para que éste simpatice con el mayor poder militar del planeta, idea que de entrada, me eriza los pelos de todo el cuerpo. Por otro lado, la historia de amor planteada funciona a los ponchasos, alternando momentos de buena química con situaciones ridículas como el desenlace final en el que de repente hay gente que se ahoga y el Marine todo poderoso acude al rescate... nada que ver con la trama amorosa y representa 10 minutos totalmente innecesarios. Lo único bueno que puedo decir, es el entendimiento inteligente que tiene Hicks sobre las estrellas que pone a protagonizar el film. Zac Efron es el protagonista y Marine en cuestión que es explotado como el cliché comercial del producto, que viejo pero todavía efectivo, ofrece momentos varios del joven que ya está bastante crecidito (de músculos), sin remera, en boxers, teniendo sexo y hasta hay una situación de mano femenina en nalga masculina de 1er plano. ¡Las adolescentes seguidoras de Zac quedan extasiadas al menos por 2 semanas consecutivas! Un poquito de Blythe Danner para darle más jerarquía y seriedad, mezclado con otra pizca de Taylor Schilling para la escasa audiencia masculina en sala. Aún así, no logra entretener casi en ningún momento de sus 100 minutos de duración. Un propuesta chata que no aporta nada a la vida de nadie, que no entretiene y que parece ser una publicidad doble donde los productos promocionados son los Marines de USA y el nuevo look "macho sexy" del nene Zac Efron.
Logan Thibault (Zac Efron) interpreta a un sargento de la Marina norteamericana que vuelve de Irak en busca de una mujer cuya foto encontró durante la guerra. Al encontrar a Beth (Taylor Schilling) Logan dedica su tiempo a conquistarla. El guión está basado en la novela del escritor estadounidense Nicholas Sparks, también autor de "Diarios de una pasión", y que parece repetir la fórmula del chico que hace lo que sea necesario para obtener su amor eterno. Aunque eso suponga que deje todo y se instale en un pueblo sin trabajo, ni familia, ni amigos. Más allá de que según Sparks, la historia "simboliza un viaje metafórico a la vida", la película está plagada de muerte y romance barato. En cuanto a las actuaciones de Schilling y el ídolo adolescente Efron, rozan la frialdad y permanecen inmutables ante situaciones extremas.
Basada en una novela de Nicholas Sparks, autor de éxitos literarios que llegaron al cine como Querido John o La última canción y dirigido por Scott Hicks, quien hace años atrás entregara una valiosa obra como Claroscuro, este drama romántico es apenas una pieza que hace cierto honor al género y no ofrece demasiados elementos fuera de eso. Cuenta con un intérprete principal que va camino al estrellato -al menos en el resto del globo, en Estados Unidos ya es un galán consagrado desde High School Musical -, Zac Efron, que aquí compone un sargento de la Marina norteamericana que halla la foto de una joven y bella mujer en pleno conflicto en territorio iraquí. Esa imagen lo intriga y lo motiva, ya que por un lado no alcanza a ubicar al compañero vivo o muerto a quien pertenecía dicho retrato, y por otro llega a considerar que la fotografía tiene buena estrella para él. El ingrediente que los combatientes se aferren a un objeto que les sirva de amuleto sobrenaturalal en medio de un trance bélico, es un punto no demasiado tratado en el cine y resulta atrayente. Al regresar este soldado a su pueblo se desarrolla el meollo del argumento y explota su costado romántico y melodramático, ya que emprende la búsqueda de la chica de la foto, a la que fnalmente encuentra, sin confesarle su historia. Su secreto y la insidiosa presencia de un ex de ella, llevarán adelante el conflicto principal de la trama.
Publicada en la edición digital de la revista.