El arte terapéutico Las películas sobre esquizofrénicos, discapacitados y autistas en general son toda una institución dentro del mainstream hollywoodense porque permiten apelar a la sensibilidad del público desde una facilidad más que evidente, concepción que suele olvidar que el cliché detrás de todo el asunto -en términos narrativos- deriva en cansancio y la anulación de esa pretendida empatía automática de fondo. Un Nuevo Camino (Please Stand By, 2017) es un exponente indie del rubro que cae en la esperable mediocridad pero por lo menos no llega a despertar la vergüenza ajena de tantas otras propuestas semejantes centradas en el padecimiento de la o el protagonista y en algún objetivo social o individual autofijado que habilite al personaje a probarse a sí mismo en un entorno que nunca está dispuesto a aceptar al diferente o aunque sea tratar de interpretarlo/ entenderlo en sus problemas y necesidades. En esta ocasión la paciente de turno es Wendy (Dakota Fanning), una chica con Síndrome de Asperger, una variante del autismo relacionada con la ansiedad, la depresión, el carácter irascible, el comportamiento compulsivo y diversas dificultades para la comunicación y la interacción social. La joven vive en un hogar especial al cuidado de Scottie (Toni Collette), trabaja en una cadena de reposterías y tiene como única familia a su hermana Audrey (Alice Eve), quien a su vez tuvo una beba llamada Ruby a la que Wendy aún no conoce por su disposición emocional un tanto impredecible y su tendencia a exaltarse, a gritar y a hacerse daño. Luego de una visita de Audrey que provoca un episodio violento de Wendy, la muchacha decide trasladarse hasta Los Ángeles para entregar un guión de su autoría con motivo de un concurso de Paramount Pictures centrado en Viaje a las Estrellas (Star Trek). Adoptando el formato de las road movies, esta obra del veterano Ben Lewin se dedica a retratar el atribulado periplo de Wendy en pos de acercar el guión y -en simultáneo- el “intento de rescate” encarado por su hermana, Scottie y el hijo adolescente de esta última, Sam (River Alexander). La protagonista tiene la mala idea de llevar con ella a Pete, su encantador chihuahua, lo que deriva en que la bajen del micro cuando el perrito orina el interior. A partir de ese momento los infortunios se acumulan uno tras otro: luego le roban gran parte de su dinero, la tratan de estafar en una tienda, entabla conversación con una anciana que la convence de subirse a otro ómnibus y así termina formando parte de un accidente en la carretera y acabando en un hospital, del cual se fuga aunque no sin antes perder muchas páginas de su guión en el trajín, todas volando en el viento gracias a la prisa. En el fondo se agradecen las buenas intenciones del film y el catálogo de referencias old school a la querida serie de Gene Roddenberry del guión de Michael Golamco, basado asimismo en su propia puesta teatral, no obstante la experiencia resulta algo pobretona y carente de verdadera imaginación porque si bien el desempeño del elenco es muy bueno, el sustrato conceptual jamás va más allá de remarcar el porfiar de Wendy -más vinculado a una simple compulsión de su enfermedad que a una gesta ideológica intensa- con vistas a entregar en mano su trabajo (la excusa es que faltan dos días para el cierre del concurso y no habrá retiro de correspondencia porque uno es domingo y el otro un lunes feriado). Lewin privilegia un naturalismo sádico y evita los finales felices facilistas de hoy en día pero lo cierto es que desperdicia la oportunidad de profundizar en la capacidad terapéutica del arte, en este caso la literatura, ya que opta por entretenerse demasiado con las minucias de una odisea en la que Pete termina siendo mucho más interesante que la protagonista…
El prolífico subgénero de dramas sobre personajes con “características especiales” (el entrecomillado es propio de estos tiempos de dictadura de la corrección política) ha dado más desatinos que hallazgos. Sin ser nada del otro mundo, Un nuevo camino al menos gambetea con destreza los peores lugares comunes y golpes bajos que abundan en este campo minado del cine hollywoodense y lleva a buen puerto una historia que evita el tono aleccionador y el espíritu manipulador. Dakota Fanning interpreta a Wendy, una joven con un importante grado de autismo que lleva una vida medianamente normal apelando a una rígida y obsesiva rutina (un encadenamiento de actividades que incluye acciones y prohibiciones varias) con un trabajo no muy exigente, la activa supervisión de una querible psicóloga (la gran Toni Collette) y una relación no muy cercana con su hermana Audrey (Alice Eve), muy concentrada en su propia dinámica familiar. La gran pasón de Wendy es Star Trek y su principal proyecto pasa por escribir y entregar un guión para un concurso ligado a ese antigua y popular franquicia. Ben Lewin apuesta más al humor que a la comedia y -aunque todo en el guión de Michael Golamco pare servido para desbordes melodramáticos y ciertos picos de sadismo (sobre todo cuando Wendy se escapa de San Francisco hacia Los Angeles)- el relato se sigue con bastante interés (el tono es atractivo), aunque por momentos uno agradece más lo que el film evita que lo que muestra. Entre lo mejor que sí muestra está una breve pero notable aparición de Patton Oswalt que no conviene adelantar para que se disfrute en toda su dimensión.
Como todo arte, el cine tiene la capacidad de llevar al público por un vaivén de emociones durante toda la obra y dejar una sensación especial al terminarla. Una película está bien realizada cuando logra generar este efecto en cada espectador y, a la vez, que lo que pase en la historia quede rondando en su cabeza horas y días después de ver el film. “Please Stand By” marca muy fuerte las emociones por las que te va llevando y te deja un gusto muy particular cuando finaliza, pero no consigue que la trama quede en tu memoria durante mucho tiempo. La historia que cuenta es la de una chica de 21 años, Wendy (Dakota Fanning), que sufre de Asperger, una gama del autismo. Wendy está en un hogar para discapacitados, es fanática de Star Trek y le gusta mucho escribir. Ella escribe un guión para un concurso de Paramount Pictures para los amantes de la saga que deseen escribir y producir una historia dentro de este mundo. El conflicto se genera cuando, en beneficio de la trama, el día de la entrega de guiones se acerca y no le quedan días hábiles disponibles para enviarlo a los estudios de Hollywood, ya que en el año 2017 siguen sin recibir documentos por mail; entonces, en un intento de demostrarle a su hermana (Alice Eve) que ella está lista y para salir del control estricto de su tutora terapéutica (Toni Collette), la protagonista escapa del pueblo con su perro y juntos encarnan un largo viaje plagado de contratiempos. Exceptuando giros favorables a la trama y clichés propios del género, el relato avanza muy bien, manteniéndonos interesados en la historia durante la hora y media que dura el largometraje. Los personajes están muy bien desarrollados, son bastante completos y nos hacen sentir una gran empatía por todos ellos, y de esta manera la película nos hace reír como llorar por lo que va sucediendo en pantalla. Lo que también es criticable del progreso del argumento es que apela constantemente al golpe bajo y no siempre es necesario para entender la historia y sus protagonistas. El elenco está compuesto principalmente por tres mujeres (Dakota Fanning, Alice Eve y Toni Collette), lo cual es un gran avance para Hollywood. Las tres actrices cumplen excelentemente su trabajo. Sin embargo, la protagonista de la historia, Dakota, se destaca por sobre el resto, haciendo un papel bastante difícil, casi a la perfección. La producción de la película no sobresale pero aprueba. La música y la fotografía cumplen bien su rol pero, tal vez por una necesidad del guión, no toman un papel central para la generación de sentido en el espectador. En síntesis, es una película linda, que apela mucho al golpe bajo, pero gracias a buenos personajes con excelentes actuaciones, logra transmitirnos muchas emociones y generarnos una gran empatía con ellas.
Un nuevo camino, de Ben Lewin Por Ricardo Ottone La original serie Star Trek (1966-1969) fue uno de esos Big Bangs culturales (como Star Wars, como La noche de los muertos vivos) cuyo grado de expansión excede por mucho lo previsto por sus propios creadores, en este caso el legendario Gene Roddenberry. Nuevas temporadas, nuevas series, películas, spin offs, reboots, dibujos animados, comics, videogames. Un universo en constante crecimiento (y facturación) en eso que ahora solemos llamar franquicia. Pero además de una marca, Star Trek es un fenómeno cultural y por eso, aparte de la oferta oficial, tenemos un montón de productos derivados: homenajes, parodias, documentales, imitaciones, sketches, fanfiction, así como múltiples guiños y referencias dentro de la cultura pop. Todo esto sostenido por esa legión de fanáticos fieles e irreductibles que en una época llamábamos Trekkies pero ahora tiene mas onda llamar Trekkers. Para comprobar su grado de fanatismo se puede ver el documental Trekkies (1997) y sorprenderse con los niveles de compromiso personal y afectivo de algunos de ellos en esto que para los otros (los de afuera) es apenas una saga de ciencia ficción. Wendy, la protagonista de Un nuevo camino, es una Trekker. Y además es autista. Las comparaciones entre cierto fanatismo obsesivo y el autismo están servidas pero eso no es de lo que se trata (por suerte). Por el contrario, para Wendy Star Trek es un refugio, una línea de conexión al mundo. Su visualización religiosa y el conocimiento enciclopédico le proporcionan un equilibrio en su por otro lado inestable condición psíquica. A Wendy también le gusta escribir y lo hace con el mismo nivel de precisión milimétrica y conocimiento de causa con que encara todo lo que se relaciona con su objeto de afición. Cuando se entera de un concurso anunciado por Paramount para mandar guiones originales para un capítulo de la serie, escribe el suyo para participar y además, por qué no, para transformar su experiencia fanfic en canon. Pero como se le pasa la fecha para que llegue a tiempo por correo, decide escaparse del centro de salud mental donde vive en San Francisco para viajar hasta Los Angeles y entregar el guión en mano. Así tenemos el planteo para una road movie en clave de autoayuda, con el viaje como aprendizaje y la meta (entregar el guión) como una excusa para la superación y para resolver, de paso, aquellas cosas que están estancadas en su vida, en particular la relación con su hermana. Porque el viaje que para otra persona sería de lo más sencillo, para la protagonista es como ir al infinito y más allá. Por ende, atravesar esa odisea le va a dar la posibilidad de salir transformada. Aquellos que esperan sensiblería y golpes bajos que no se preocupen porque eso es lo que van a obtener. La estructura episódica de las road movies va a servir para que Wendy se encuentre en diferentes situaciones frente a diferentes personajes que se van a aprovechar de ella, le brindaran ayuda o directamente la van a ignorar. Y si un personaje con autismo no fuera suficiente para manipularnos, también nos meten un perro. Literalmente hablando, ya que un pequeño perrito va a acompañar a la protagonista en su viaje para añadir un poco de simpatía y ternura canina. El film está basado en una obra de teatro del mismo guionista. De todos modos a su propuesta se le puede rastrear un antecedente literario en “El curioso incidente del perro a medianoche”. Una novela del escritor inglés Mark Haddon, donde un adolescente con síndrome de Asperger y fanático de Sherlock Holmes, para resolver un presunto caso policial en su barrio, tiene que salir a enfrentarse con ese mundo exterior con el que le cuesta relacionarse. Allí donde aquella novela resultaba exitosa era en presentarnos un protagonista con problemas psicológicos sin basarse en la conmiseración. Por el contrario, aquel despertaba la empatía del lector a partir de su ingenio, la originalidad de sus razonamientos y la forma en que lograba resolver los desafíos que le planteaban tanto las situaciones como su propia condición. Lo opuesto es lo que sucede con Un nuevo camino, donde, a pesar de que Dakota Fanning hace lo que puede para darle más espesor al personaje que le toca en suerte, la apuesta es apelar a la piedad del espectador ante los múltiples sufrimientos y dificultades de la protagonista. Los pocas escenas que no están basadas en la compasión y donde la emotividad se siente más efectiva y genuina son aquellas en las que Wendy puede compartir su fanatismo con otros personajes: el policía que le habla en klingon, el hijo de la terapeuta que lee su guión. En esos momentos puede sentirse integrada a una cierta comunidad donde su conocimiento y compromiso con la serie no es un fenómeno de circo sino algo que le permite ser alguien y destacarse. Escasos momentos a lo largo del camino de un film claramente condescendiente. UN NUEVO CAMINO Please Stand By. Estados Unidos. 2017. Dirección: Ben Lewin. Intérpretes: Dakota Fanning, Toni Collette, Alice Eve, River Alexander, Michael Stahl-David, Tony Revolori. Guión: Michael Golamco, sobres su propia obra. Fotografía: Geoffrey Simpson. Música: Heitor Pereira. Dirección de Arte: Lindsey Moran. Diseño de Producción: John Collins. Producción: Lara Alameddine, Ben Cosgrove, Tim Crane, Mark Cuban, Daniel Dubiecki, Nash Edgerton, David Grace, Todd Wagner. Distribuye: Digicine. Duración: 93 minutos.
Wendy (Dakota Fanning), una joven autista bajo la vigilancia de su cuidadora, encuentra la forma de huir. Todo lo que ella quiere es enviar un texto para una competencia de redacciones y mostrar que tiene talento para ser escritora. En Un nuevo camino Dakota Fanning interpreta a una joven con autismo llamada Wendy. Vive en un hogar terapéutico en San Francisco donde cuenta con asistencia constante a cargo de Scottie (Toni Collette) y tiene todas su actividades organizadas según días y horarios, hasta su vestimenta está planeada con anticipación. Éste supone ser el tipo de estructura recomendada para simplificar su vida diaria ya que tiende a tener un comportamiento irritable al no poder lidiar con el día a día. Wendy tiene un fanatismo extremo por el mundo de Stark Trek y sus personajes. Casualmente, hay un concurso que consiste en escribir el guión para un capítulo de la serie en el que el ganador obtiene una importante suma de dinero. Ella está convencida de que si gana su hermana (Alice Eve) la va a dejar volver casa y conocer a su sobrina, e incluso podrá, por fin, valerse por sí misma. Sin embargo, la respuesta ante su plan no es la esperada. Wendy tiene dificultad para manejar sus emociones ante la negativa de su hermana cuando ésta va a visitarla después de mucho tiempo. Luego de un episodio de histeria se da cuenta que ya es demasiado tarde para entregar su guión por los tiempos del correo. Entonces, toma la decisión de viajar ella misma hasta Los Ángeles, a los estudios de Paramount Pictures, y entregar su guión en persona. Así comienza una especie de odisea para Wendy, a partir del momento en que se escapa de la casa, y nos toca asistir a su intento de desenvolverse en el mundo a pesar de sus dificultades. Se ve obligada a lidiar con situaciones que la mayoría de las personas realizan sin problemas pero con las cuales ella tiene mayores contrariedades, como cruzar la avenida, tomar un micro, comprar comida, entre otras. Pero, a todo esto, no está completamente sola. Pete, su perro, decidió seguirla, así que Wendy no solo deberá cuidar de ella misma, sino también de otro ser vivo. Un nuevo camino resulta una película simpática, llevadera y optimista. Contiene un mensaje alentador de superación que va más allá del autismo. Dakota es correcta y suficientemente creíble en su interpretación de esta joven con capacidades diferentes, pero no es un rol que se presta a un desarrollo profundo sobre el tema, así que tampoco hay demasiado lugar para que la actriz se despliegue mucho más. En definitiva, es un film un tanto predecible que responde a ciertas fórmulas de películas esperanzadoras, cuyo atractivo principal son elementos de color y no tanto la historia en sí.
Sobreviviente a la maldición de los niños prodigio, Dakota Fanning ya demostró que es una muy buena actriz y aquí tiene un papel de esos que Hollywood ama premiar: Wendy, una chica autista, fanática de Star Trek, que escribe un guión para un concurso de libretos para la serie y emprende la módica travesía San Francisco-Los Angeles para entregar su manuscrito antes de que venza el plazo. Es una historia mínima, cuya mayor originalidad y magia radica en el factor trekkie: hay ensoñaciones que recrean los diálogos que Wendy imaginó para Spock y el Capitán Kirk e, incluso, una escena hablada en klingon. Más allá de algunos tiernos pasos de comedia y las actuaciones de Fanning y Toni Collette (como la cuidadora de Wendy), otro mérito de la película es el acertado retrato del vínculo entre Wendy y su hermana. Lo que Un nuevo camino capta es la impotencia y el desconcierto que suele producir la enfermedad mental entre los familiares del paciente.
Ben Lewin podría haber convertido su película en un obsecuente camino de superación y sin embargo consigue desprenderse de esa tentación con humanidad y buen ojo. Se debe en parte a la calidez de sus personajes (impecable Toni Collette) y, sobre todo, a su sintonía con el universo de Star Trek. Es que Wendy (Dakota Fanning) es una joven con autismo acostumbrada a una rutina estricta y previsible que se aventura al mundo real de California, para a través de él encontrar en la vida interior de Spock el descubrimiento de sus propias emociones. Sin estridencias y con honestidad, Lewin hace de la escritura de Wendy, tanto del guion sobre Star Trek para un concurso como de los fragmentos de su vida como sostén de la experiencia, el verdadero corazón de su heroína.
Una “road movie” que no deja consecuencias Cerca del final de Un nuevo camino se produce uno de los pocos momentos genuinamente emotivos de la película: un policía de Los Ángeles, interpretado con gigantesca humanidad por Patton Oswalt, logra entablar contacto con la protagonista –una chica autista, por momentos con características usualmente asociadas al síndrome de Asperger– hablando en la más pura lengua klingon. Nada extraño si se tiene en cuenta que Wendy acaba de recorrer un buen trecho de rutas y calles suburbanas en el estado de California, a pesar de sus más bien escasas habilidades para la interacción con otros seres humanos, con la férrea intención de hacerle llegar a los estudios Paramount su guion para un largometraje de la saga Star Trek. Wendy, un rol elaborado por Dakota Fanning a partir de la imposibilidad de mirar a sus interlocutores a los ojos, entre otras características poco comunicativas para con aquellos que la rodean, es la trekkie más insospechada y otro personaje más en la galería hollywoodense –en este caso, en su vertiente indie– de seres especiales por partida doble: incapacitados para cumplir con prácticas sociales básicas y sencillas, inteligentísimos en algún área en particular, en este caso la creación artística. Basado en una obra teatral de Michael Golamco –a su vez guionista de esta adaptación–, el largometraje del veterano Ben Lewin (El amor es un golpe de suerte, Seis sesiones de sexo) dispone los elementos para la cocción de la empatía desde el minuto cero: una amorosa terapeuta interpretada por Toni Collette, un perrito chihuahua que hará las veces de compañía en las buenas y en las malas, una hermana que, a pesar de adorar a la protagonista, se siente incapaz de sobrellevar el día a día de la enfermedad. Y, por supuesto, el gran desafío, la Misión con mayúscula: cruzar por primera vez una populosa avenida, tomar un ómnibus de larga distancia y recorrer cientos de kilómetros para alcanzar la Meca y entregar su creación en mano. ¿Por qué no enviar el mamotreto de más de 400 páginas por correo? Cosas de los guionistas: lo impiden la obsesión por las correcciones infinitas y un día feriado absolutamente inapropiado. La chica sigue a pie juntillas una serie de rutinas diarias para ordenar su existencia y estabilizar su espíritu, pero, contra todo pronóstico, decide escapar de la seguridad de esa casa-instituto y enfrentarse un mundo real del cual apenas si conoce su capa más superficial. La amabilidad es aquí una de las características más notorias: a pesar de toparse con algún que otro peligro –incluida una pareja de ladrones–, el relato esquiva cualquier posible desliz en la violencia o la sordidez, prefiriendo en cambio un derrotero marcado por la seguridad de que todo saldrá razonablemente bien. Es un apuesta posible e incluso noble, aunque la tensión le cede muy rápidamente el lugar a la repetición de una fórmula, aquella que hace de Wendy una heroína entrañable, entre otras cosas, por su obcecamiento a prueba de balas. En última instancia, Un nuevo camino es una particular road movie en la cual la evolución del paisaje no genera cambio alguno en los personajes, apenas una reafirmación de que la protagonista es dueña de muchos recursos a la hora de perseguir su meta, a pesar de sus obvias limitaciones.
Una adolescente con un grado de autismo y un cuento de hadas que redondea su historia poco creíble, aunque el trabajo actoral de Dakota Fanning, le da espesor a su protagonista. Es la historia de Wendy, que vive en una suerte de clínica con puertas abiertas donde conviven jóvenes con problemas, llevados adelante por una terapeuta que consigue que ellos avancen. En su, a tener un trabajo, a relacionarse con otros personajes, y a escribir un guión sobre “Star Trek” (Viaje a las estrellas) para participar de un concurso de la productora al cumplirse el cincuenta aniversario de la serie. En los créditos finales se ve que muchos chicos autistas participaron haciendo de si mismos y que una entrenadora, Elaine Hall, le permite a la Fanning construir a Wendy: su vida gira en rutinas y estructuras que le permiten superar sus ansiedades y falta de comprensión de algunos ritos sociales, repeler el contacto físico y visual, anotarse cada indicación. Pero desde ahí el guión se dispara a lo imaginativo lejos de una realidad probable. La chica huye para llegar a Los Ángeles y entregar a tiempo su guión, en un camino poblado de problemas y gratitudes, a cada peligro una compensación como para que nada llegue a ser tremendamente angustiante. Una aventura de rutas, con su chihuahua a cuestas, poco dinero que encima le roban, un accidente impensado, un policía bueno, y un objetivo añorado: Que la hermana de la protagonista le permita conocer a su sobrina y la acepte en su vida. Lo dicho un cuento de hadas dirigido por Ben Lewin, con guión de Michael Golamco, que busca la emoción fácil, y que no cae en terribles golpes bajos porque posee a grandes actrices. Fanning y Tony Collette.
Dakota Fanning es una chica autista que despunta su afición por escribir y su amor por star trek, apuntalada por su psicóloga y un entorno familiar con altibajos, en este film que tiene a bien evitar el aleccionamiento y el golpe bajo para, en su lugar, apostar a un tono de comedia que le sienta bien.
Nos encontramos con una original comedia dramática (más drama que comedia), de concepto peculiar e interesante, pero que se queda en el camino. Los espectadores que tengan el “gen nerd” de Star Trek sentirán un poco más de empatía por la historia, al mismo tiempo que entenderán más los guiños. Y es por ahí donde radica lo original, porque ya hemos visto películas con personajes similares, de esos que no conectan con la realidad. Esta trama hace unos años no hubiese sido posible, pero hoy está de moda la “temática nerd” y eso en un plus. Tenía bastante expectativa (por ser nerd) con este film y eso me jugó un poco en contra. Me da la sensación de que no fueron a fondo y que no explotaron del todo al personaje principal. Aún así, me entretuve y me dejé llevar por la historia pese a sus clichés. Pero el mayo problema que posee es a nivel guión. Muchas arbitrariedades y casualidad para justificar secuencias y situaciones. Dakota Fanning, quien brilló de niña, hace rato que no la pega con un papel fuerte y esta no es la excepción, pese a ser una gran actriz. Su personaje te compra y te da ternura, pero no terminás de engancharte. Poco importa Toni Collette, porque no se luce en ese papel. Lo podría haber hecho cualquier otra actriz. La aparición más significativa y simpática es la del comediante Patton Oswaltt pero, una vez más, es por el agregado nerd. El veterano director Ben Lewin no logra generar el clima que se propone desde la premisa, así como tampoco destaca desde ningún aspecto narrativo. En definitiva, Un nuevo camino es un buen intento con las mejores intenciones, pero que no entrega lo que busca. No logra emocionar ni movilizar. ver crítica resumida
La cara de Dakota Fanning se mantiene igual durante casi toda la película, y de esta forma logra transmitir muchísimo. Como siempre, esa actriz a la que descubrimos en I Am Sam (Mi Nombre es Sam) sigue sorprendiéndonos en papeles dramáticos. En Please Stand By lo vuelve a hacer, pero eso no alcanza para salvar a la película de esa meseta a la que llega y de la que no puede salir en ningún momento.
Wendy (Dakota Fanning) es una joven con Síndroma de Asperger, una variante de autismo, con síntomas como la angustia y la depresión y una gran dificultad para interactuar con los demás. Vive en una especia de hogar con otros chicos con patologías similares a la suya y trabaja en una famosa cadena de pastelería. Su única familia es su hermana Audrey (Alice Eve) quien está casada y tiene una beba, que todavía Wendy no conoce. La pasiones de Wendy son escribir y Star Trek y justamente Paramount Pictures lanza un concurso para una película y busca un guión que debe llegar en una fecha tope. Wendy, con mucho esfuerzo, escribe y al ver que no llega vía correo decide emprender el viaje personalmente a Los Angeles. Grande será la sorpresa de su Terapeuta a cargo (Toni Collette) cuando se da cuenta de lo sucedido y salgan, ella, su hijo y Audrey a buscarla. Ben Lewin logró una mezcla de road movie con drama y muy poco de comedia, aunque así está calificada. En síntesis, buenas actuaciones por parte de Fanning y Collette, aunque el guión esté un poco enredado y lo mejor termine siendo Pete, el chihuahua de la protagonista... ---> https://www.youtube.com/watch?v=1-xhyEDyZRY ---> TITULO ORIGINAL: Please stand by ACTORES: Dakota Fanning, Toni Collette. Alice Eve, River Alexander, Marla Gibbs, Jessica Rothe, Michael Stahl-David. GENERO: Drama , Comedia DIRECCION: Ben Lewin. ORIGEN: Estados Unidos. DURACION: 93 Minutos CALIFICACION: Apta para todo público con reservas FECHA DE ESTRENO: 10 de Mayo de 2018
Un nuevo camino: El viaje iniciático de Wendy. “No quiero privarte de la revelación de que todo lo que podéis superar juntos, o una amistad, así os definirán de un modo que ni siquiera puedes imaginar”. Mr.Spock No es novedad que este tipo de temática es casi un género en la industria cinematográfica estadounidense. O por lo menos un tópico que ha servido a diferentes causas. No siempre con sutileza, más como un accidente que la trama debe sortear, como sucedía en esa espantosa Mercury Rising (1998) o el drama que aunaba a diferentes personajes y nos referimos a Atypical (2017), serie de Netflix que encaró el tema con soltura y humor para luego optar por otros caminos. De por si, en el cine en general, las capacidades especiales son vistas como el detonante para un viaje hacia la contención más que la comprensión. Y Please Stand By de Ben Lewin, intenta sin mucho éxito salirse de esos planteos promedio. Wendy, vive en una institución para autistas, es una fanática nivel senior de Star Trek, situación que afecta a la película en su totalidad, porque ella estará plagada de referencias, no tanto a la trama, sino más bien al espíritu de la serie. Los paralelismos entre los personajes serán por momentos bastante obvios. Pero sigamos, ella tiene su vida completamente estructurada, todo parte de la terapia para ayudarla a relacionarse con el mundo exterior. Rígido, casi acético es su día a día. Despertar, desayunar, trabajo y el único momento que realmente le pertenece es su hora de Tv y su escritura. Por otro lado está su hermana, quien poco la visita y que ha continuado con su vida, manteniéndola de muchas maneras aparte. Situación que generará la aventura que inicia Wendy cuando decide participar de un concurso de guiones de la serie Star Trek, cuyo primer premio le daría la oportunidad de regresar al hogar con su hermana y por fin conocer a su sobrina. El viaje inciático por un lado, el aprendizaje por el otro. Ambas mujeres enfrentarán sus miedos y recelos, construirán desde allí una nueva relación a la distanciada que poseían como hermanas. Y claro todo bajo la supervisión, de una desaprovechada Toni Collette, la terapeuta de Wendy. Una de las características positivas del film es que el director apela por el humor, medido, más que el drama de golpe bajo, haciendo más llevadera una trama que desde el comienzo el espectador sabrá como concluye. Pero es la epopeya de la joven donde tropieza con los ya vistos tópicos de este tipo de films; situaciones de dramática soledad, personajes secundarios que parecen salidos de un convento y el deus ex machina para resolver de manera rápida, aunque no efectiva, los sinsabores de Wendy. El paralelismo de ella con Spock, es por momento de dudosa metáfora, aunque no así la capacidad interpretativa que Dakota Fanning logra y que genera la empatía necesaria como para perdonarle tanto autismo al uso cinéfilo y poco de una verdadera exploración del tema y de como la creatividad surge de ellos. Eso sí, lo poco que se lee del guion escrito por ella, nos hace pensar que pudo ser la mejor película de la franquicia lejos, pero ese no es el tema aquí, aunque sea lo más interesante de averiguar.
Conquistar lo Desconocido Al mismo tiempo que vive en una casa de cuidado, donde una psicóloga muy oportunamente llamada Scottie le enseña a entender su autismo y lograr valerse por sí misma en la vida, Wendy tiene dos sueños: volver a casa con su hermana y escribir, algo que lleva un tiempo haciendo para participar en un concurso de guiones basados en el universo Star Trek que tanto le apasiona. Pero cuando cree que todo está por salir como espera, ambos planes se le frustran. En pocas horas descubre que su hermana no está lista para hacerse cargo de ella y que se le hizo demasiado tarde para enviar el sobre por correo. Para cumplir con su sueño pero también demostrarle a todos que es capaz de cuidarse a sí misma, se escapa al amanecer con la meta de llegar hasta Los Ángeles y entregar su guión en persona, aunque nunca se alejó de su hogar más que unas pocas cuadras sin compañía. Con muy poco dinero y un total desconocimiento de dónde queda Los Ángeles ni cómo llegar, se lanza temerariamente a las calles. Allí le esperan una serie de incidentes para los que no está preparada, pero que no pretende dejar que la detengan. Cosas de Vulcana No suele haber muchos personajes dentro del espectro del autismo en las pantallas, en general porque se lo considera algo muy difícil de mostrar de forma a la vez realista, respetuosa e interesante para contar una historia. En este caso, Wendy y su inhabilidad de manejar emociones como la ira no parecen pretender ser un manifiesto sobre el tema, sino que es un agregado a una historia un poco más amplia que suma complicaciones por su condición y que termina hablando más sobre cómo la trata el resto de la gente; algunos con desconfianza, algunos con insensibilidad, y otros directamente dispuestos a aprovecharse. Muchas veces los mayores problemas de Wendy no vienen de ella misma sino de un entorno incapaz de ponerse en el lugar de otra persona. Más allá de esa postura que puede sumar algo de interés a Un Nuevo Camino, todo lo demás tiene poco de novedoso o llamativo. Visualmente no muestra intenciones de contar una historia, pues la cámara se limita a seguir a sus personajes para registrar todo lo que hacen o dicen, tirando todo el peso en las interpretaciones de un reparto al que se le reconocen un par de caras de la TV y que dependen fundamentalmente del carisma y empatía que pueda llegar a transmitir su protagonista. Dakota Fanning lo logra bastante, pero no deja de quedar la sensación de que toda su historia está intencionalmente achatada y suavizada como para no incomodar. Conclusión Aunque con un tono liviano y optimista que alcanzan para hacerla medianamente entretenida, Un Nuevo Camino no aporta nada al manual del género: por el contrario, parece armada leyendo sus lugares más repetidos.
Largo viaje y prosperidad. Ben Lewin (The Sessions) dirige esta peculiar comedia en la que Dakota Fanning interpreta a una joven autista que recorrerá medio estado de California en busca de cumplir un sueño muy particular. El elenco lo completan Toni Collette (Un Gran Chico, Sexto Sentido) y Alice Eve (Star Trek, Hombres de Negro 3). Wendy (Fanning) nació con un principio de autismo y desde entonces su vida ha sido una lucha constante contra su condición. El inicio de la película la encuentra, a la edad de 21 años, en el centro especializado en enfermedades psicológicas dirigido por la simpática Scottie (Collette). Una rutina construida con extrema solidez, ejercicios realizados a rajatabla y la práctica de la escritura como hobby han hecho progresos fantásticos en Wendy, por lo que la inminente visita de su hermana Audrey (Eve) probablemente pueda terminar como la joven espera: con la promesa de abandonar el centro dirigido por Scottie, no porque no le guste sino porque finalmente desea vivir una vida normal con su única familia, lejos de tratamientos y sesiones de diván. Con excelentes trabajos actorales de Dakota Fanning y Toni Collette, la película rápidamente logra captar la atención del espectador en base a sus personajes. Un chequeo de rutina por parte de Scottie nos permite conocer todos los pormenores de la vida de Wendy mientras esta contesta sistemáticamente a todas las preguntas de su psicóloga en relación a sus actividades diarias, desde recordar hacer la cama después de levantarse hasta cepillarse los dientes antes de irse a dormir. Eso, sumado a la peculiar manera que Wendy tiene de expresarse, con frases cortas, evitando el contacto visual y haciendo curiosos comentarios fuera de contexto, es una enorme cantidad de información (muy necesaria para lo que va a venir) a la que accedemos rápidamente gracias a una narrativa ágil, divertida y muy natural. Las cosas se complicarán cuando Audrey haga su visita. Todo va bien mientras Wendy le cuenta a su hermana sobre sus progresos en el campo de la escritura. De hecho, acaba de terminar un guion de más de 400 páginas sobre Star Trek como parte de un concurso lanzado por la propia Paramount Pictures para fanáticos de la saga en el que el ganador no solo accederá a un premio de 100.000 dólares sino que verá cómo su idea de papel es llevada a la gran pantalla. Pero esas mejoras en la vida de Wendy no serán suficientes para poder cumplir su verdadero sueño de tener una familia. Resulta que Audrey fue madre recientemente y considera que todavía no está lista para recibir en su casa a Wendy, cosa que provoca un brote bastante violento en esta última cuando se entera. A partir de su temática, la obra de Ben Lewin también acierta a la hora de tratar un tema tan delicado como el autismo ya que lo aborda con esa enorme naturalidad que caracteriza al personaje de Wendy, encontrando los momentos para mostrar las características de un paciente con esta condición a la vez que lentamente lo conduce hacia ese mensaje ya más universal que la película va a plantear. Porque una vez terminada la traumática charla con su hermana, Wendy descubre que esperó demasiado tiempo para enviar su guion a Paramount Pictures con el fin de contar con el visto bueno de Audrey antes de presentarlo. Inicia así la segunda parte de este relato en la que, con ciertas características de road movie, acompañaremos a la protagonista en un clandestino viaje desde Oakland a Los Ángeles con el fin de ganarle a los tiempos del correo y entregar su guion en persona. Simple, pero a su vez comprometida con temáticas adolescentes muy bien tratadas, Un Nuevo Camino hace que nos enamoremos de su Wendy prácticamente desde el primer fotograma y no le soltemos la mano mientras emprende un viaje con obstáculos a superar que van mucho más allá de los kilómetros recorridos.
Impacto 24 Inicio Cinefilos Los estrenos de cine de la semana CINEFILOS Los estrenos de cine de la semana Por Susana Salerno - 11 mayo, 2018 44 0 “RESPIRAR” (2017). Dirección: Javier Palleiro, Actores: María Canale, Esteban Bigliardi, María Villar, César Bordón, Género: Drama. Origen: Argentina/Uruguay. Duración: 96 minutos. Apta para mayores de 16 años. Julia descubre que está embarazada de su ex marido, pero él no lo sabe. Tiene treinta años y deberá decidir qué hacer con el bebé en camino. A la noche, no le resulta fácil dormir, y cuando lo hace tiene sueños angustiantes. Sueña que se ahoga, que se hunde cada vez más profundo y no puede salir del agua. “Respirar” es una película dramática, tensa e intrincada, producto de la vida de Julia y de su inútil intento de evitar las pérdidas. Mi Opinión: Todo transcurre en Uruguay, país donde el aborto se encuentra despenalizado. Los pasos no son sencillos, se consulta con profesionales, hay un apoyo psicológico y se da la alternativa de pensarlo. Como dato: no se registran muertes de mujeres por esta causa. Tampoco aumentó la cantidad de abortos en el país. La protagonista es Julia (María Canale, “Abrir puertas y ventanas”, estupenda interpretación, logra transmitir) una treintañera que se entera que está embarazada y le toca decidir si continua o lo interrumpe, trabaja en una joyería, no tiene pareja y se acaba de divorciar (Esteban Bigliardi, “Cetáceos”, “Cómo funcionan casi todas las cosas”). Pero no solo se trata de resolver si ser madre o no, sino que además se plantea la búsqueda interior y la identidad. Vemos la constante sensación de ahogo, ella lucha con los sentimientos, las pérdidas: del amor, de los seres queridos, del control y están siempre los miedos. Su relato es bien intimista, la cámara transmite cada instante de su vida, sus días en esa gran pileta que se sumerge a diario, está presente la angustia, la soledad, con momentos asfixiantes, claustrofóbicos y lo espinoso que le resulta salir a la superficie, además se encuentran sus insomnios, las pesadillas y los conflictos. Una historia que te deja pensando, analizando, con buenos climas, estupenda fotografía y la música apropiada a lo que está relatando y cuenta con el guión de: Javier Palleiro, y Guillermo Rocamora. Muy Buena “SEXY POR ACCIDENTE” (2018). Dirección y Guión: Abby Kohn y Marc Silverstein. Actores: Amy Schumer, Michelle Williams, Emily Ratajkowski, Género: Comedia. Origen: China/Estados Unidos. Duración: 110 minutos. Versiones: Subtitulada/Doblada. Apta para mayores de 13 años. La historia se centra en una mujer normal que se enfrenta a sus inseguridades a diario. Pero después de sufrir una caída, se cree la mujer más preciosa y capaz del mundo y consigue el éxito laboral y el respeto de su gran ídolo: su jefa. Mi Opinión: Aquí la protagonista nos muestra lo importante de sentirnos vivas, seguras, lindas, despreocuparnos por la belleza exterior, debemos amarnos por lo que somos, no importa tu cuerpo, tu voz, tu apariencia, pero por otro lado todo lo que quiere demostrar por ciertas escenas resulta algo contradictorio. La película resulta divertida, con buen ritmo, la protagonista Amy Schumer, (Serie de TV Inside Amy Schumer) tiene un gran carisma frente a la cámara y sabe entretener a los espectadores, a la historia se suma la participación de la modelo y actriz británico-estadounidense Emily Ratajkowski, cuenta con buena música, vestuario y no es un film pretensioso. Buena. “CUSTODIA COMPARTIDA” (2017). Dirección y Guión: Xavier Legrand. Actores: Denis Menochet, Léa Drucker, Thomas Gioria, Mathilde Auneveux, Coralie Russier, Género: Drama. Origen: Francia. Duración: 93 minutos. Apta para mayores de 16 años. Miriam Besson (Léa Drucker, “La chambre bleue”) y Antoine Besson (Denis Ménochet,”Bastardos sin gloria”) se divorciaron. Ella solicita la custodia exclusiva de su hijo Julien Besson (Thomas Gioria) para protegerlo de un padre que, según ella, es violento. Antoine defiende su caso como un padre despreciado, y el juez da su sentencia a favor de la custodia compartida. Rehén del creciente conflicto entre sus padres, el joven Julien se ve empujado a vivir situaciones límite. Mi Opinión: Todo comienza con el divorcio de una pareja que tienen dos hijos: un niño de 11 años y una joven de 18. Pese a los pedidos de la madre la jueza determina la tenencia compartida del menor. En cada encuentro entre el padre y el hijo, el hombre se muestra violento, en sus movimientos como cierra la puerta del vehículo, el cinturón de seguridad, su respiración, los portazos en la casa y sus expresiones, toscas, impulsivas y un amor que en realidad es perturbador. Ese niño sufre, se lo ve angustiado al igual que el resto de la familia, todos están sufriendo, tienen mucho miedo, hay terror en la mirada de quienes son víctimas de este hombre que además como su contextura física es grande, se asemeja a un ogro. La cámara sigue en todo momento a los protagonistas otorgándole mayor nerviosismo. La banda sonora está acorde en cada minuto, se crean muy buenos climas, una interesante paleta de colores e iluminación y las interpretaciones resultan estupendas. El espectador esta tenso, siente en los últimos minutos que todo está a punto explotar y culminar en tragedia. Muy Buena. “El AMANTE DOBLE” (2017). Dirección: François Ozon. Actores: Marine Vacth, Jérémie Renier, Jacqueline Bisset, Género: Thriller, Origen: Francia/Bélgica. Duración: 107 minutos. Apta para mayores de 16 años con reservas. Chloé es una joven frágil que se enamora de su terapeuta, Paul. Unos meses más tarde, cuando se van a vivir juntos, ella descubre que su amante le ha ocultado una parte de su identidad, con la que Chloé se obsesionará. Mi Opinión: Este film se encuentra basado en la novela de Joyce Carol Oates (“Lives Of The Twins” es el título original del libro). Con guión de François Ozon (“Frantz”, “Una Nueva Amiga”) y Philippe Piazzo (“Frantz”, “Tout Est Calme”). Todo gira en torno a la débil Chloé (Marine Vacth, “Joven y bella”), que tiene 25 años, vive sola con su gato, fue modelo y en la actualidad trabaja en vigilancia en un museo de arte moderno, ella sufre dolores en su vientre pero clínicamente no tiene nada por lo tanto le sugieren que consulte con un psicólogo. Ella comienza su terapia con el psicoanalista Paul Meyer (Jérémie Renier, “Escondidos en brujas”), pero al tiempo debe dejar las sesiones, ambos se enamoran y comienzan a vivir juntos. Pero ¿Quién es realmente Paul Meyer? No conviene adelantar nada más de la trama, hay misterio, laberintos, confusiones, vuelta de tuerca, un toque psicológico erótico y un gran juego de espejos con el estilo que le sabe dar François Ozon, además mezcla bien géneros entre el drama, el romance, lo terrorífico y el thriller. Hay alguna referencia a otros films: “El bebé de Rosemary”, “8 mujeres” y “Hermanas”, entre otras. Buena. “GODARD MON AMOUR” (2017). Dirección: Michel Hazanavicius. Actores: Louis Garrel, Stacy Martin, Bérénice Bejo Género: Comedia. Origen: Francia/Italia/ Myanmar, Duración: 107 minutos. Apta para mayores de 13 años con reservas. París 1967. Durante el rodaje de su nueva película, el director francés Jean-Luc Godard se enamora de la actriz Anne Wiazemsky, 20 años más joven que él. Un año después, tras casarse con Anne y haber encontrado aparentemente la estabilidad, Godard se ve sumido en una crisis existencial debido a la negativa acogida de la película y a los conflictos sociales que se están desarrollando en París. Mi Opinión: La mayor parte se encuentra ambientada en la década del 60 y comienzos de los 70, retratando los momento que vive Jean-Luc Godard (Louis Garrel), su relación con la sociedad y con Anne Wiazemsky (Stacy Martin), quien es su segunda esposa a partir de 1967 luego de la separación de Anna Karina de 1965. Vamos viviendo su militancia, su participación en los acontecimientos del Mayo Francés de 1968, y los problemas que trajo la suspensión de la edición de ese año del Festival de Cannes, su pelea con Bernardo Bertolucci, acusándolo de traicionar sus ideales marxistas y la actuación de Wiazemsky en “Il Seme dell’Uomo”, 1969) de Marco Ferreri, acontecimiento que trae aparejado celos por parte de Godard. Hasta un hipotético intento de suicidio. Tiempo después llegan a la separación en 1979. La cámara avanza para que apreciemos cada detalle, construyendo buenos planos en el relato, contiene mucho humor, visualmente atractiva resaltando los colores: rojos, azules, y amarillos en los objetos y el vestuario. Además cuenta con las destacadas actuaciones de: Stacy Martin y Louis Garrel. Esta película participó en la sección oficial del pasado Festival de Cannes. Además tiene todo el talento de su director francés, Michael Hazanavicius, que intenta mostrar una época y una historia de vida, algo similar como lo hizo en la película “El artista” ganadora de 5 Oscar, protagonizada por la actriz franco-argentina Bérénice Bejó, su esposa. Muy Buena. “UN NUEVO CAMINO” (2017). Dirección: Ben Lewin, Actores: Dakota Fanning, Toni Collette, Alice Eve, Género: Comedia Dramática, Origen: Estados Unidos, Duración: 93 minutos. Apta para todo público con reservas. Wendy (Dakota Fanning), una joven autista bajo la vigilancia de su cuidadora, encuentra la forma de huir. Todo lo que ella quiere es enviar un texto para una competencia de redacciones y mostrar que tiene talento para ser escritora. Mi Opinión: Esta es una película sencilla, simpática, entretenida, encantadora y con toques emocionantes. Ante determinadas dificultades que se le presentan a nuestra heroína Wendy (Dakota Fanning), una joven con Síndrome de Asperger, enfermedad relacionada con el autismo. A ella la cuida Scottie (Toni Collette), quien trabaja en una cadena de reposterías, tiene una hermana llamada Audrey (Alice Eve), quien tiene una beba (Ruby). Pero un día sucede algo en este lugar, a partir de este momento todo se transforma en un road movie porque Wendy decide escaparse con su chihuahua y viajar a Los Ángeles para entregar un guión de su autoría y presentarlo en un concurso de Paramount Pictures relacionado con “Star Trek”. Comienzan a suceder una serie de complicaciones, tiene que recurrir a su ingenio pese a sus dificultades y saldar ciertos conflictos que se van presentando, quien aporta momentos muy divertidos es el chihuahua, además de la interesante participación del actor, humorista de stand-up y guionista estadounidense Patton Oswalt. Tiene un buen elenco que intenta salvar la historia pero la misma se queda a mitad de camino.
Hace 17 años, aproximadamente, Dakota Fanning llegaba como un torbellino a las pantallas acompañando a Sean Penn en “Mi nombre es Sam”. Su belleza natural, sumado a su precocidad, y potente manera de actuar, la ubicó en un lugar privilegiado de Hollywood. Pasaron años, películas y más películas, la transformación de ella misma, y siempre ha quedado en el imaginario aquel relato doloroso acerca de un hombre que debía luchar por la custodia de su hija (Fanning) en medio de su propia pelea por encontrar un lugar en el mundo pese a sus dificultades. Ahora ella es la que se ubicará en un lugar particular, con un personaje muy especial, en la simple y honesta “Un nuevo Camino”, película que la presenta por primera vez como protagonista absoluta y en la que muestra un registro actoral distinto, alejada de estereotipos. Ben Lewin (The Sessions) dirige esta historia de superación a partir de la construcción de una narración apoyada en el universo de Wendy (Fanning), una joven con autismo que se hace camino en la vida a partir de rutinas y mucha imaginación. Fanática de Star Trek, intentará escribir un guion y en el medio de su día a día recibe la visita de su hermana (Alice Eve) y verá cómo a partir de ésta su universo de seguridades y certezas se desploma. “Un nuevo camino” elude lugares comunes, clichés y estereotipos en su historia, prefiriendo avanzar en la construcción de disrupciones o secuencias oníricas para reforzar conceptos y la importancia que tiene para el relato el vuelo y la asociación con la cultura popular. No es un dato menor que Star Trek se convierta en el refugio y fuente de inspiración de metáforas y situaciones cotidianas para Wendy. La serie, que aún mantiene vivo el espíritu de fanáticos de todo el mundo, marcó un antes y un después en la concepción de otros mundos en el imaginario colectivo. “Un nuevo camino”, a su manera, también aporta una nueva mirada sobre la enfermedad, las situaciones que viven día a día personas con capacidades diferentes y su relacionamiento con el mundo desde dónde se pueda. La película prefiere desarrollar desde el humor, la incomodidad, y la honestidad, su historia, evitando que el drama supere los índices y temas del relato, apoyándose en el mundo imaginario de la protagonista, la relación con su hermana, con su terapeuta (Toni Collette) y con el agobio de su propia enfermedad. Lewin construye una película en la que se privilegia la forma al contenido, enriqueciendo una historia previsible que volantea el rumbo hacia una búsqueda visual potente, destacando así las actuaciones protagónicas, en particular la de Fanning, y reforzando su mensaje sobre la lucha, la perseverancia, el amor y la familia.
Ir adonde ningún autista ha ido antes Rain Man (Barry Levinson, 1988) marcó la pauta dentro de una suerte de subgénero contemporáneo, encargado de traernos historias sobre personajes que a pesar de sus limitaciones mentales pueden superar las dificultades que les plantea la vida y dar evidencia de su inteligencia particular, a contramano de la consideración popular y de los prejuicios más comunes. En Un nuevo Camino (Please Stand By, 2017) el director Ben Lewin trae a la pantalla grande la obra teatral de Michael Golamco que gira en torno a Wendy, una chica autista que viaja desde San Francisco hacia Los Angeles buscando entregar un guión cinematográfico para un concurso de fanáticos de la saga Star Trek. La ex-niña prodigio Dakota Fanning interpreta a Wendy, quien junto a Toni Collette (Pequeña Miss Sunshine, Un gran chico) y Alice Eve (Star Trek: En la oscuridad, Ni en tus sueños) conforman el trinomio femenino sobre el cual se apoya la historia. Contenida dentro de un relato circular donde el personaje principal realiza un viaje iniciático a través del cual busca superar sus propias limitaciones, la narración toma forma de road movie y lleva al espectador a acompañar a Wendy durante 93 minutos mientras intenta superar las dificultades -propias y externas- que se interponen a la consecución de su objetivo. Canalizando al Robert Downey Jr. de Una guerra de película (2008) y su mantra “never go full retard” pero en clave dramática, Dakota Fanning hace un trabajo aceptable poniéndose en la piel de una chica autista que lucha por demostrar sus capacidades; pero por momentos la verosimilitud del relato le juega en contra, exponiendo a su personaje a situaciones improbables que bordean peligrosamente el absurdo. Toni Collette cumple en un papel que la hemos visto encarnar en múltiples ocasiones a través de los años, el de la mujer que se preocupa por el bienestar de otros hasta extremos poco recomendables. Cierto aura indie lo sobrevuela todo, agregando a la película una pátina agradable y llevando a su protagonista por ciertos recovecos de la América profunda, donde intenta darnos una pequeña muestra de las personas buenas y malas que uno puede encontrarse en este y en cualquier camino. Con un approach liviano sobre el autismo y las dificultades de vivir con un ser querido que sufre una enfermedad mental, Un nuevo camino no parece tener intenciones de reescribir el género ni cuenta con la ambición suficiente como para romper algún tipo de paradigma cinematográfico. Su propuesta es simplemente traernos una historia que alcanza una mayor dimensión solo gracias al calibre de sus intérpretes.
El viaje que puede cambiar tu vida Dakota Fanning interpreta a una joven autista bajo la vigilancia de su cuidadora y encuentra una forma de huir. Todo lo que ella quiere es enviar un texto para una competencia de redacciones y mostrar que tiene talento para ser escritora. Por apelar a la sensibilidad menos sutil del mundo, los filmes sobre enfermedades o trastornos mentales ya conforman un subgénero dentro del drama hollywoodense. Este tipo de producciones ponen el foco, desde el comienzo y sin pausa, en las necesidades de las personas que padecen algún tipo de problema, lo que resignifica el motor para su realización. Son, entonces, películas que con su intención emotiva, intentan de alguna manera transformarse en servicio pues, ante todo obligan a visibilizar y enfrentar al público con cuestiones incómodas. Dakota Fanning interpreta a una joven autista Wendy vive en una casa de cuidado psicológico, y está bajo tratamiento con Scottie (Toni Collette), una psicóloga que también es una compañía materna. Tiene un trabajo estable y muchas rutinas para sobrellevar su vida en sociedad, que mantiene junto a lo único que ama hacer durante su tiempo libre: escribir sobre “Star Trek”. Al enterarse de un concurso para mandar un guión destinado a su programa favorito que, además, le permitiría ganar dinero y “liberar” así a su familia del peso de su tutela, se pone en campaña y le cuenta a su hermana su deseo pero recibe una negativa a ayudarla. Entonces, decide viajar a Los Angeles en un autobús, sola, y concretar su sueño. El relato tendrá más de humor que de drama, pero siempre construido sobre el deseo de Wendy de llegar al lugar en donde debe entregar su preciado guión. Con un gran trabajo de Dakita Fanning -otrora niña prodigio de la actuación y que en su adultez aún no pudo descollar con ningún rol trascendental- el filme se destaca por evitar los golpes bajos más allá de la sensibilidad que necesita para llevar adelante la historia, proyectada también como una “road movie” pues más allá de la temática, todo se trata del primer viaje de Wendy y sus andanzas a pesar de sus limitaciones.
Algo del orden de la honestidad puesta en juego promueve la próxima aclaración, así como en el filme “The full monty” (1997) Dave (Mark Addy), un consumado soldador de la industria del acero en la ciudad de Sheffield, Gran Bretaña, viendo a Jeniffer Beals en escenas del “Flashdance” (1983) dice,.”así no se hace una soldadura”…,es lo que me incita a escribir estas líneas. Bien, algo de esto me promueve esta realización, más que nada empujado por la “deformación” profesional. Se que es una ficción, se que existe la licencia literaria, (en este caso podría decirse que se parece a un año sabático), se que esta basada en una novela escrita por el mismo responsable del guión. Pero cuando en tanto construcción de un personaje, a quien se lo presenta como autista y luego es un catalogo de entidades y conductas de todas y cada una de las patologías psiquiatritas, le digo: molesta. Bueno, no todas, pero si muchas, y muy contradictorias entre si. Lo cual hasta suena como una falta de respeto a la inteligencia del público. Dicho esto, convengamos que no es ni la primera, ni será la última, que presenten a un personaje enfermo psiquiátrico como carácter principal. La narración abre con imágenes del espacio exterior. Los personajes que se intercomunican son los mismos de la serie de “Viaje a las estrellas”, que tuvo 30 temporadas, sin embargo algo no cierra en el discurso de los personajes, no parecen ser los mismos Capitán Kirk y Sr, Spock, enseguida sabremos que todo es una creación de nuestro personaje principal. La historia se centra en tres mujeres. Wendy (Dakota Fanning) es una huérfana de 21 años, esta internada en una especie de hospital psiquiátrico a puertas abiertas, denominado de esa manera, ya que muchos internos tienen la posibilidad de salir, mayormente a realizar actividades especificas, escuela, trabajo, etc. El único contacto en el mundo exterior es Audrey (Alice Eve), su hermana mayor, casada, madre de un bebe, quien la cuido mientras pudo después del fallecimiento de la madre de ambas. La directora del lugar, Scotie (Toni Collette) ha visto grandes progresos en Wendy, por lo cual planea un reencuentro entre las hermanas, pues desde su llegada ha transitado del encierro total ha poder sostener un trabajo en una especie de bar. Con clara referencia al autismo que padece Wendy, nos muestra la relación de confianza entre ella y Scotie. La creación de Wendy está motivada por un concurso literario sobre cómo continuar la historia de los personajes y de la famosa nave Enterprise. El premio es 100.000 dólares. Ella es una fanática de la serie, todos los días ve al menos un capitulo, tanto sabe de la misma, más que cualquier otro mortal sobre la tierra, o en la mismísima nave. El encuentro con su hermana no es del todo favorable, termina acostada casi sin respuesta, cuando despierta se le hizo tarde para enviar su guión por correo por lo que decide llevarlo ella misma. En la madrugada se escapa, debe llegar hasta los estudios Paramount en la ciudad de Los Ángeles. Todo lo que le sucede a ella en este viaje es el 85% del filme, alternando con lo que va sucediendo con las otras dos mujeres que salen a buscarla cuando Scotie se da cuenta de la ausencia. Todo es un catalogo de lugares comunes, demasiado obvio, sin contar con horrores de construcción del personaje, lo que si hace ruido es la inoperancia de la profesional a cargo. Wendy es casi un ente plagado de tics, conductas de todo tipo, obsesivo compulsivo desde algunos actos a llevar a cabo, fóbico desde otros, psicótico desde el discurso, `por momentos tratando de emular a Dustin Hofman en “Rain man” (1988), o bipolar como los personajes de “El lado luminoso de la vida” (2012). Demasiado. Por su lado, la profesional de la salud mental, adhiriendo a la teoría cognitiva, (acá no daré opinión alguna) nada sabe de las razones por las que su paciente no puede dejar de ver una serie de TV, y lo que es peor ni se percata de la importancia de ese hecho. Una serie que ya lleva 20 años fuera de producción, o sea no perteneció nunca al mundo infantil de Wendy. La explicación viene de parte del hijo de la psicóloga, casi única responsable del lugar, como que no se investiga algo de esa naturaleza, Wendy habla como el Sr, Spock, o al menos lo imita. ¿No hay psiquiatra? ¿No hay medicación? Si hay un silbato, o varios, como reguladores del psiquismo de los pacientes y otra caterva de actos rayanos en la máxima estupidez teórica. El filme esta bien contado, responde y respeta las reglas del buen guión técnico, montaje clásico para una estructura narrativa del mismo orden, sólo se sostiene por las actuaciones, no hay demasiado más, previsible en casi todo el recorrido del relato, No aburre, pero tampoco entusiasma ni conmueve. Nada
VIAJAR ES CONOCER La metáfora del viaje como superación vuelve a aparecer en Un nuevo camino, pero en este caso por una persona que dada su dependencia diaria hace del recorrido una gran odisea. Aparece, así, la idea de salir de casa para encontrarse. Y al espectador le permite acceder a una manera de pensar muy distinta a la de la mayoría, pero no por eso menos valorable; muy por el contrario: uno llega a admirar las destrezas de esta mujer. Los primeros minutos en los que se narra la rutina diaria de la protagonista son centrales para observar todo el film. Se muestra la complejidad de esta muchacha. Por un lado, vemos su dificultad por desempeñar acciones que son habituales para la mayoría de la gente. Ella necesita hacer una rutina bastante estricta para poder mantener la calma. Se desnaturalizan los hábitos, ya que necesita ver en una libreta los horarios para todo: bañarse, comer, cambiarse, leer. Por otro lado, esta misma joven presenta cualidades memorísticas brillantes. Es capaz de recordar hasta el mínimo detalle o personaje de la serie Star Trek. También es una gran escritora, meticulosa, detallista y preocupada en cómo decir sus ideas. La primera de las escenas está dada en un hogar psiquiátrico, en el que vive esta joven junto con otras personas. Se trata de una casa agradable, muy lejos de los conocidos psiquiátricos de los hospitales. Ya desde ese lugar más ameno podemos encontrar un cambio en la postura ideológica con la que se trabaja junto a estas personas que se hospedan allí. Aun con una sociedad con muchas dificultades para comprender las diferencias, Un camino a casa logra despojar la etiqueta de “autismo” para adentrarnos en las complejidades de una joven. El personaje de Dakota Fanning es esencial para la película. Su actuación nos acerca a una joven que atrae por sus cualidades. La intención de presentar un guión para el concurso que organizaron los productores de la serie Star Trek es la excusa para mostrarnos de cerca a Wendy. La soledad del camino, que la lleva a su objetivo, hace posible ver de forma más íntima al personaje. Su gran capacidad de memoria y su ingenio, acompañados por una seriedad tan natural, tan despojada de la opinión de los demás, hacen de Wendy una persona muy llamativa. Así también, la literalidad que tiene esta joven produce comicidad. El camino que transcurre Wendy está dado con mucha fluidez. El personaje le otorga complejidad a momentos que podrían ser poco llamativos, su forma de razonar hace que tomen más significación. De esta manera, el viaje toma relevancia no sólo para ella sino también para todos los que quedamos por fuera de esas etiquetas psiquiátricas. Sacar a Wendy del entorno en el que desempeña un papel que le fue impuesto socialmente, ser “autista”, permite un acercamiento a ella como persona, con sus virtudes y dificultades. El film nos muestra así que tras el viaje no sólo esta joven realiza un cambio sino que su hermana y su psicóloga (Tony Collete, con una muy buena actuación) también dan un giro en sus vidas.
Dakota Fanning interpreta a Wendy, una chica con autismo y fanática de Star Trek en Un nuevo camino de Ben Lewin. Wendy es una joven con autismo que vive en una casa especializada en pacientes con trastornos similares. Su cuidadora Scottie (Toni Collette) le arma una rutina que la mantiene entretenida día a día, entre el trabajo y los quehaceres del hogar. También tiene una relación distante pero firme con su hermana Audrey (Alice Eva), quien está casada y tiene una pequeña hija. Dentro de este esquema organizado surge un concurso de guion para la próxima película de Star Trek y Wendy, siendo tan fanática, decide escribir uno y mandarlo. Por ciertos inconvenientes no lo logra y se escapa a Los Angeles para entregarlo en persona. Entre una road movie y una película de autodescubrimiento, Un nuevo camino de Ben Lewin es una lograda aventura que juega con la empatía de su protagonista. No cae en esos lugares comunes de protagonistas con alguna dificultad que generan lástima o el simple hecho de pensar que pueden lograr grandes proezas. El film se centra en el único objetivo de Wendy en entregar el guion a tiempo. Es obvio que a la par el espectador genera un paralelismo entre la historia de Star Trek sobre lo que significa para Spock tener emociones y su relación con el Capitán Kirk, frente a Wendy y su hermana Audrey. Con respecto a Scottie (que prácticamente es un guiño al personaje de la serie) funcionaba muy bien para afianzar la historia de ambas hermanas pero su propia trama con su hijo está un poco desaprovechada.
Joven autista desea probar que puede escribir, se escapa de quien la cuida y se encamina a vender un guión en Hollywood. La película tiene varios agujeros en su lógica si los comparamos con el mundo real. Pero además tiene a Dakota Fanning actuando con delicadeza y belleza, creando un personaje al que queremos seguir viendo toda la película, trucos lacrimosos aparte. El elenco en general ayuda a que sea una experiencia agradable.