Un dinámico y disparatado concierto de incoherencias Últimamente, salvo en la soprendente Kick-Ass, el espectador se está acostumbrando a ver a Nicolas Cage en películas de poca monta, sumamente intrascendentes, en las que hay que hilar fino para encontrar aspectos positivos y dignos de recordar. Y Contrarreloj no es la excepción sino otro ejemplo de ello. Incluso con un inicio de buen ritmo, el film deja entrever una atmósfera algo descabellada en lo que respecta a los primeros acontecimientos, en donde un grupo de agentes del FBI vigila pero deja accionar libremente a nuestro protagonista y a sus aliados mientras estos se hacen un festín para ingresar a la bóveda de un banco y hacerse con el motín. Pero cuando deciden perseguirlos y la tensión empieza a aparecer, un Cage supuestamente experimentado en el rubro delictivo, tiene el infortunio de olvidarse a unos metros de sí el bolso con el dineral. Consecuencia: debe retroceder para que la historia intente acentuar el nerviosismo. Sin entrar en más detalles de lo que hacen al relato de la cinta, la dinámica que se le imprime es buena, la acción dice presente en diversos momentos, pero mientras más avancen los minutos, mayores son las escenas en donde el absurdo y la ridiculez de los hechos prevalecen en la narración, deviniendo la proyección en una suerte de subgénero cuasi gracioso por su incoherencia. LO MEJOR: algún que otro pasaje de buen ritmo. LO PEOR: acontecimientos descabellados, exagerados; el guión y la repetición de lugares en común. PUNTAJE: 4
Una edición del tráiler tan buena como tramposa La clásica y conocida historia de aquellos hermanitos cuyo padre abandona en el bosque con una vuelta de tuerca: en vez de tomar las piedras preciosas de la bruja que les intentó tender una trampa (como reza el cuento original), estos aguerridos pequeños cambian su rumbo para convertirse en cazadores de aquellas hechiceras que se les interpongan en su andar. El tráiler fue tan prometedor y adrenalínico que generó expectativas sobre todo en amantes de la acción. Pero realmente resultó más engañoso aún que la emboscada que aquella bruja les quiso propender a los protagonistas de la famosa fábula. Es que la dinámica que se nos aseguraba en la difusión del spot del film lejos queda de acecharnos y de dejarnos sin respiro. Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas cuenta con la capacidad de entretener al espectador en la medida justa, sin más, sumado a una admirable puesta de fotografía bastante oscura con efectos visuales impactantes. Y ahí tenemos los puntos positivos. Quizás la destreza de las enemigas en cuestión le pone un poco más de pimienta al asunto, pero la película flaquea con un guión soso, algo inocentón y con resoluciones bastante evidentes. Las interpretaciones están bien, Jeremy Renner cumple con el objetivo pero sin brillar como para que sea recordado por esta cinta. En líneas generales, la idea de darle este giro al relato tradicional no está mal, pero falla en la aplicación, en ese intento de hacer un film algo más que bueno, cosa que queda trunca por completo. LO MEJOR: efectos, la estética que se le imprime. LO PEOR: no entretiene cómo se esperaba. La acción no dice constantemente presente, intrascendente. PUNTAJE: 5,5
Demasiado simplona como para evocar al Maestro del suspenso Destacable desde lo que respecta al maquillaje y a las interpretaciones, Hitchcock falla en los que debían ser los puntos claves del film: ofrecernos mayor espectáculo en el relato y revelarnos secretos o detalles propios de nuestro protagonista, como por ejemplo por qué utilizó determinados planos en diversas escenas y otros elementos que pueden interesarle al espectador a partir de lo técnico y la manera de hacer cine de Alfred. Como se mencionó al inicio, el reparto ha cumplido más que satisfactoriamente. Anthony Hopkins ofrece un porte serio, infundiendo mucho respeto con su sola presencia y su postura, y lo de Helen Mirren encarnando a la esposa es admirable. La idea central de narrar cómo “El Maestro del Suspenso” decide filmar su prestigiosa Psicosis sin ningún estudio que apoye el proyecto, financiándola él mismo, es la parte atrayente de la cinta. Pues en el comienzo encontramos las escenas más amenas de la historia, pero cuando todo parece ir progresivamente, Hitchcock empieza a decrecer en ritmo y pierde un poco el hilo. Y allí es donde sentimos una ligera pesadez que nos hace preguntarnos qué surgirá de interesante del desarrollo al desenlace. Algún que otro toque de comedia viendo el lado vouyerista de “Hitch”, el cual está presente espiando, observándolo todo y una entretenida forma de contarnos los sucesos redondean una pasable película, pero que no va más allá de eso por la simpleza y el poco aprovechamiento que se le da a la biopic. LO MEJOR: las actuaciones. Entretiene. LO PEOR: muy común. No revela detalles acerca de planos, tomas y recursos que aplicaba el Maestro del Suspenso. PUNTAJE: 6
Súper esperado, cumplidor y 100% “Tarantinesco” Un film del que se viene hablando hace tiempo, con un jugosísimo tráiler que no hizo más que acrecentar la ansiedad, sobre todo en seguidores del prestigioso y particular Tarantino. Por dónde empezar, un tema dificultoso. Podemos destacar, una vez más, luego de una magnífica interpretación encarnando a Hans Landa, el papel que lleva a cabo de manera sublime Christoph Waltz, en esta ocasión del lado contrario, si hilamos fino y encontramos ciertas similitudes con Inglourious Basterds, dado el racismo crudo que se muestra en el relato. Lo de Jamie Foxx está más que bien pero sorprenden y/o atrapan aún más los personajes interpretados por Leonardo Di Caprio y Samuel Jackson. En lo que respecta a la historia, Django Unchained ya comienza con una mística interesante y en la primera escena ya presenciamos un poco de acción. El guión está bien tramado, el relato nos lleva por sí solo a buen puerto y el ritmo de la película es ameno, con mucha dinámica y seguidillas de secuencias en donde los tiros copan la pantalla. Y aquí llegamos a los 60 minutos iniciales, en donde todo marcha bien pero la historia parece caer en una incertidumbre. Y es donde nos preguntamos qué sucederá en la hora y cuarenta y pico restante. Un giro da con la aparición de Di Caprio y a partir de ese momento éste comienza a tomar protagonismo a partir del carismático pero detestable Candie, mientras el personaje de Waltz se va haciendo cada más querible con el correr de los minutos. A partir de allí es donde Quentin le imprime su sello en aquellas escenas en donde priman los diálogos extensos pero con una tensión que crece a grandes escalas. Momentos en los que todo parece marchar bien pero algo está por saltar para “pudrir” el ambiente y que derive en una carnicería. Si nos preguntamos si es excesiva la cinta, la respuesta es un sí sin titubeos, es que si no lo fuese no encontraríamos la huella de Tarantino. Gritos desgarradores de víctimas de disparos que nos rompen el tímpano para hacernos sentir la crudeza que le busca estampar el director, sangre a chorros e intriga respecto de quién/es se salvarán. Estamos en presencia de uno de los mejores y más esperados films del 2012, sin lugar a dudas. Distinto y polémico, si se quiere, como siempre, Tarantino nos ofrece una muy buena pieza aunque no a la altura de Inglourious Basterds o la majestuosa Pulp Fiction. LO MEJOR: la historia, la tensión característica que se le da. La intriga, los giros, la musicalización en sincronía de los sucesos y personajes. Christoph Waltz: un genio. LO PEOR: casi 3 horas de duración que podrían resumirse en mucho menos. PUNTAJE: 8,40
Excelente thriller con giros brillantes Con actuaciones realmente destacables (principalmente de Rooney Mara), Efectos colaterales se mete en la piel del espectador gracias a su laberíntico relato, a un pasaje de acontecimientos turbios, sombríos y a unas excelentes vueltas de tuerca que hacen al film tan impredecible como hipnótico. Oscura, retorcida e intrigante, la película reúne todos los condimentos justos y necesarios que deben tener los buenos thrillers psicológicos. Sostenida bajo una dirección impecable de Soderbergh (¿su última labor cinematográfica?), la narración no hace más que mantener al público firme y plenamente enfocado en la pantalla. La protagonista de La chica del dragón tatuado vuelve a acaparar todas las miradas encarnando a una joven diseñadora gráfica con serios problemas depresivos e intentos de suicidio. Cuando su marido (Channing Tatum) sale de prisión, ella empieza a tratarse con un psiquiatra (Jude Law) que le receta diversos medicamentos, tratando de dar en la tecla exacta que genere estabilidad emocional en la paciente. El director, sumamente hábil, le imprime una tensión y un clima tan enigmático a la cinta, que cuando se revela el misterio nos deja la mente ocupada largos minutos en ello, dado el ingenio y los magníficos giros que se van dando desde el desarrollo al final de la proyección. Efectos colaterales cumple claramente con su objetivo; sin recurrir a disparos y secuencias de acción, sabe entretener y generar un estado de concentración supremo en el espectador, quien probablemente no se la pueda quitar de la cabeza. LO MEJOR: hipnótica, intrigante, un thriller con todas las letras. Rooney Mara, excepcional. Jude Law. LO PEOR: alguna que otra pequeña resolución que podría ser algo más pretenciosa. PUNTAJE: 8
Un “mago”, brujas y un film que nunca termina de atrapar Los primeros minutos de Oz, el poderoso, fundidos en blanco y negro logrando una imagen artística más que interesante, parecen ser lo más atrayente y entretenido de la película. Cuando Oscar Diggs (James Franco) abandona Kansas y se sitúa en la Tierra de Oz, el relato se va desvaneciendo, decae vertiginosamente en ritmo y aumenta en previsibilidad. Lo que sucede es que el espectáculo visual que se nos ofrece a base de una dirección de fotografía impecable, imponente con su variación de colores y paisajes, no se condice para nada con la historia en sí. Lo que parece deleitar nuestros ojos es opacado parcialmente por un pasaje de acontecimientos de a ratos sosos, poco creativos y algo densos. Se rescata o resulta simpática esa falta de mística o suerte de antihéroe que se le imprime al personaje principal, un mago de poca monta, embustero, inseguro pero engreído que intenta engañar a todos los inocentes habitantes de la pintoresca población pronunciándose como “el salvador”. Esperada por muchos espectadores, Oz, el poderoso no consigue encantar ni lograr atrapar plenamente al público, desaprovechando la oportunidad de intentar generar una obra más dinámica y trascendente, quedando más bien como una típica película poco recordable para ver en familia. LO MEJOR: la factura técnica de las imágenes, los primeros 15 minutos. LO PEOR: previsible, no entusiasma, no entretiene, no trasciende. PUNTAJE: 5
Recordando los queridos arcades Ralph: El Demoledor posee un elemento distinto respecto de las películas de animación que veníamos presenciando, y éste radica en ofrecernos, al menos de movida, una historia creativa vinculada al mundo de los videojuegos. Generando nostalgia en quienes vivimos la época de furor de los arcades, con toda esa mística de ir a comprar las fichas y demás, la cinta se mete dentro de lo que sería la vida de los protagonistas de los juegos. Y aquí aparece Ralph, un destructor de edificios que oficia de “malvado” y que comienza a hartarse del poco reconocimiento que le dan en su “trabajo”. Así, decide explorar el mundo virtual de sus colegas. Ingeniosamente se construye un relato con una suerte de reglas respecto de lo que abarca el modo de vivir de estos curiosos personajes. Y empiezan a tener pequeñas participaciones los Zangief (Street Fighter), el fantasmita del Pac-man, entre otros tantos, lo que le da un toque atrayente a la historia. Nuestro héroe, en la búsqueda de una medalla que le permita otorgarle un status mejor en su arcade, incursiona en otros, hasta que termina yendo a parar a Sugar Rush, un videojuego de carreras, caracterizado por un mundo de golosinas empalagosas por doquier y en donde se nombran inusitadamente una inmensa cantidad de marcas comerciales. Allí conoce a la súper carismática Vanellope, una pequeñita que se roba todas las miradas del público, tanto de niños como de adultos. Bien, hasta aquí todo perfecto, pero el problema o la “falla” mayor radica en dejar caer al film en la obviedad, estancándose casi todo el tiempo en Sugar rush y desaprovechando lo que se podría lograr deambulando por los diversos recreos electrónicos. Y lo que queda de rodaje desborda de previsibilidad, sensiblerías típicas de Disney y un desenlace a las apuradas. Ralph, El Demoledor es una película creativa, con una animación prodigiosa, que se podría haber trabajado mejor en unos cuantos pasajes que hacen al relato. LO MEJOR: la creatividad, la historia es muy original. La animación. LO PEOR: se desaprovecha la posibilidad de incursionar en más videojuegos. Pasan mucho tiempo en Sugar rush. No logra ofrecernos más de lo que nos otorgan las demás cintas de animación en cuanto a previsibilidad. PUNTAJE: 6
El “abuelo” Arnold de regreso… y recargado Schwarzenegger, supo ser un policía de elite en Los Ángeles. Maltrecho y agobiado de tanto caos y derramamiento de sangre allí, pasa sus días en un pueblito de Arizona (que está en la frontera) como el sheriff encargado de la seguridad de estos lugareños. Allí se conocen todos, los vecinos le tienen un gran respeto y un cálido afecto. Pero en la gran ciudad, un narcotraficante muy peligroso con un auto que más bien parece volar se escapa en dirección a México. El FBI hará lo imposible por frenarlo, pero todo parece indicar que se tendrá que topar con el gran Arnold y sus precarios e inexpertos ayudantes pueblerinos. El último desafío es una buena película. Sin dudas. Es una especie de western bien pintoresco, con acertadas pinceladas humorísticas y una mística aventurera muy particular, que se disfraza por momentos de un thriller sencillo y repleto de disparos. Lo destacable es la acción y la dinámica que le imprime el director a cada escena. El entretenimiento está por demás garantizado y no hay lugar para diálogos innecesarios que desvíen la atención, porque precisamente el foco está puesto en los enfrentamientos, en los fogonazos que se dan y en el desparramo de municiones. Guión simplísimo y previsibilidad como puntos negativos, todo lo demás es muy ameno a nuestro sentido visual. Schwarzenegger lleva a cabo una actuación muy digna y apreciable, imponiendo su porte y autoridad, y las contadas apariciones del carismático personaje interpretado por Knoxville acrecientan el lado humorístico y divertido del film. LO MEJOR: entretenimiento al máximo, desborda de acción y dinamismo. Arnold y Knoxville. LO PEOR: guión poco elaborado. PUNTAJE: 7
Otra eximia muestra de lo que puede dar Darín Tesis sobre un homicidio es un muy interesante thriller psicológico, narrado inteligentemente sobre una atmósfera oscura y de una factura técnica impecable. La historia nos remite a un abogado penalista retirado que se dedica a la docencia universitaria, encarnado por un Darín del cual ya nada nos sorprende y, una vez más, vuelve a dar cátedra desde su sublime actuación. Una ráfaga de intriga se apodera de la pantalla al momento de la incursión en escena de un joven proveniente de otro país que decide anotarse en el seminario de criminología dictado por nuestro protagonista. Apenas pocos minutos más, un asesinato en los alrededores de la facultad acrecienta el clima sombrío que se venía generando. Y, a partir de allí, comienza una suerte de disputa intelectual entre el misterioso muchacho y el experimentado letrado, a base de hipótesis o conclusiones sobre lo que para uno representa la justicia y las refutaciones correspondientes de la otra parte. Ambos moviéndose como si estuviesen en un tablero de ajedrez, con frases sugestivas y dignas de analizar. Lo raro y a la vez destacable de la película radica en el ascenso del suspense a pesar de contar y mostrar todo el tiempo un solo sospechoso, aquel joven enigmático al que el personaje de Darín no hace más que encerrar en su mente como el autor del homicidio, cayendo en una casi obsesión, con un interrogante que se mantiene en vilo hasta el final. LO MEJOR: la actuación de Darín. Elementos técnicos, la ambientación intrigante y oscura que se le da. Los diálogos. LO PEOR: la actuación de Calu Rivero no está a la altura del film. PUNTAJE: 7,80
Tres abuelos bastante “cool” Virando entre la comedia y el thriller (con más del primer género que del segundo), Stand up guys nos ofrece una hora y media amena, entretenida, con la particularidad y distinción que se nos permite visualizar y apreciar en cada escena gracias a la presencia de actores de tamaña importancia, como lo son Christopher Walken, Al Pacino y Alan Arkin. Y allí radican los puntos fuertes del film, lo demás peca de intrascendente. La historia nos remite a la amistad de dos asesinos a sueldo retirados. Uno de ellos sale bajo libertad condicional después de 28 años tras las rejas, y al reunirse con quien supo ser su compañero de andanzas deciden disfrutar de una última noche de fiesta. El problema radica en que uno de los dos, ha sido contratado para aniquilar al otro. Sin mucho que analizar, Stand up guys es más bien una pieza humorística, de a ratos vulgar pero con muy buenas interpretaciones, como no podía ser de otra manera dado el reparto que posee, pero falla en el intento de ser algo más que un rejunte de excelentes actores. Si bien los diálogos son divertidos y posee alguna que otra secuencia graciosa, el guión queda boyando en el aire por no salirse de lo tradicional o de algo que nos sorprenda por su estructura. LO MEJOR: el reparto, un par de escenas graciosas. LO PEOR: el guión, la historia no ofrece nada distinto. PUNTAJE: 6