Con este nuevo exponente en la pantalla grande continúa la campaña de Hollywood por volver estúpidos a los clásicos cuentos de hadas. Menos mal que Charles Perrault, Hans Christian Andersen y los Hermanos Grimm descansan en paz porque se hubieran convertido en personas depresivas al ver lo que hace el cine actualmente con estos íconos de la fantasía. Los personajes literarios de este calibre son tan grandes que resisten cualquier cosa y pueden ser adaptados en todos los escenarios que te imagines porque los conflictos que los volvieron famosos son universales. Recientemente pudimos ver lo que hicieron en el cine coreano con la brillante Hansel y Gretel, una propuesta con neuronas, que trabajó este relato desde el terror psicológico. Es decir, si hay creatividad se pueden hacer cosas copadas. Lamentablemente en Estados Unidos la situación es distinta y si no refritan la misma basura una y otra vez parece que no se les cae una idea. Esta versión de Hansel y Gretel no es para nada un film desastroso pero presenta un enfoque completamente trillado que actualmente vive un desgaste y eso le termina por jugar en contra. Si viste Van Hellsing con Hugh Jackman o la infame Abraham Lincoln: Cazador de vampiros ya sabés de que se trata todo esto. Cambiá los vampiros por la brujas y es más de lo mismo. Hasta las bandas sonoras suenan iguales!! La película sigue la misma línea de ambientación que hace poco pudimos ver también en Caperucita Roja, con Amanda Seyfried, y Blanca Nieves con Kristen Stewart. De hecho, por momentos daría la sensación que las tramas de estos filmes transcurren en el mismo universo de ficción ya que los escenarios son prácticamente idénticos. Es justo destacar que entre estos títulos citados Hansel y Gretel dentro de todo es la que más se destaca en los aspectos visuales. El uso del 3D estuvo bien aplicado y las escenas sangrientas, que abundan en la película, estuvieron impecablemente realizadas igual que las secuencias de acción. Esto no sorprende demasiado ya que la dirección corrió por cuenta de Tommy Wirkola, quien ya se había destacado en estos aspectos en su película de zombies nazis, Dead Snow. Wirkola es un amigo del gore y las mutilaciones y acá se divirtió trabajando con las brujas, pero lamentablemente no tuvo un guión interesante con el que pudiera sostener estas cuestiones visuales. La película no da respiro en materia de acción y por esa misma razón con el transcurso de la trama Hansel y Gretel se termina por convertir en un producto insulso y aburrido. Todas la secuencias de peleas son iguales entonces más que el gore no hay nada que logre sorprenderte. Inclusive los actores tienen poco para hacer con el guión pobre que tuvieron disponible. En el caso de Jeremy Renner, el tipo hace exactamente lo mismo que en Los Vengadores con la diferencia que su personaje tiene otro nombre. El gran problema de esta versión de Hansel y Gretel es que la hicieron tarde. Unos años atrás este enfoque del cuento tal vez hubiera sido un poco llamativo pero ante tantas propuesta parecidas que vimos en el último tiempo este estreno se pierde en el olvido.
Las historias de náufragos en el pasaron nos brindaron títulos memorables. Se hicieron un montón de películas, pero hay un par que sobresalen por su excelencia. En mi Top Five de este tipo de historias se destacan 8 a la deriva (peliculón de Alfred Hitchcock), Naúfrago, de Robert Zemeckis, Infierno en el Pacífico (super peliculón con Lee Marvin y Toshiro Mifune), El señor de las moscas (la versión de 1990) y Robinson Crusoe (1932) con el maestro Douglas Fairbanks. Una aventura extraordinaria, el nuevo trabajo de Ang Lee no creo que desbanque a ninguno de estos filmes pero es un buen aporte dentro de esta clase de relatos. La película sobresale especialmente por el extraordinario trabajo de realización que presenta el director y probablemente sea recordada como una de sus producciones más bellas. Al igual que Hugo, de Martin Scorsese, Lee brinda una tremenda lección de cómo debe aprovecharse el formato 3D y la animación digital en el cine. Este film encuentra sus puntos más fuertes en los aspectos técnicos y visuales que es donde más se luce esta historia. El trabajo que hicieron con el tigre, que fue creado a través de la tecnología CGI, es impresionante y en ningún momento parece un personaje virtual. No deja ser loco que este film contara con el mismo presupuesto (120 millones de dólares) que la última entrega de la patética saga Crepúsculo que fue un mamarracho en este campo. La fotografía de Claudio Miranda (clásico colaborador de David Fincher) también es extraordinaria y en más de una escena uno se queda embobado frente a la belleza que tienen los planos del director. En materia de realización esta película es impecable y me parece que no se le puede objetar nada. El problema que tiene Una aventura extraordinaria se encuentra en el enfoque que eligió Ang Lee para desarrollar la trama. Creo que fue un grave error presentar al protagonista adulto y que a través de flashbacks se contara el conflicto. Al enterarte en los primeros minutos que Pi sobrevivió y lleva una vida tranquila la conclusión de su experiencia perdió muchísima fuerza, donde no ayuda tampoco que la trama tenga uno de los finales más trillados y obvios de todos los tiempos. La historia tiene una primera parte brillante donde se presenta al protagonista en su infancia que brinda algunos momentos fabulosos. La búsqueda espiritual de Pi y las escenas que tiene con su padre (genial personaje) junto con el retrato de la cultura india son mucho más fuertes que la experiencia del naufragio que viene después. Hay un par de buenos momentos con el tigre pero la película se vuelve densa, muy especialmente en los últimos 20 minutos. La odisea de Pi es bastante lisérgica por momentos pero nunca se vuelve apasionante. Robert Zemeckis manejó mucho mejor la situación con Tom Hanks y la pelota Wilson y con esto vuelvo otra vez a los que mencionaba antes. Si en Náufrago hubiéramos sabido de entrada que el protagonista sobrevivía, el final de la trama no hubiera tenido la misma fuerza. Tampoco se llega a explorar cómo la experiencia de Pi impactó en su vida en los años venideros porque la película deja esas cuestiones en el aire. Con respecto al contenido espiritual el tratamiento de estos temas es bastante superficial y el eterno debate de la ciencia y la religión tampoco se profundiza demasiado. En términos generales Una aventura extraordinaria es una buena película de Ang Lee pero no una obra memorable como anunciaron las críticas exageradas.
Ralph, el demoledor se destaca por brindar un gran tributo nostálgico a los viejos videojuegos arcade que tuvieron su época de gloria en los años ´80 y ´90. Una era que en la que estas opciones de entretenimiento eran realmente creativas y conservaban una inocencia especial que hoy se perdió con el tema de las consolas y las propuestas que salen a la venta. La diferencia es que ahora la gran mayoría de los juegos que factura millones de dólares se concentran más en la violencia y en presentar historia oscuras, porque eso es lo que más se consume. Este film nos brinda un gran recuerdo de lo que uno sentía cuando se encontraba con sus amigos a jugar en una sala de videos, que hoy son una especie en extinción. El director Rich Moore, quien realizó episodios de Los Simpson, Futurama y The Critic, ofrece una muy buena comedia familiar que tiene sus mayores virtudes en la primera parte de la trama donde se presenta a los personajes y el mundo en el que conviven entre sí. Escenas como el grupo de autoayuda de villanos o el retrato de la vida cotidiana de los protagonistas cuando los juegos no funcionan son momentos brillantes. Hubiera estado bueno que la película explorara más estas cuestiones que luego se pierden en la historia. Es como si Ralph, el demoledor estuviera dividida en dos segmentos distintos. En el argumento tenés una primera parte muy creativa donde está excelente el trabajo que hicieron con la historia y el humor y una segunda mitad donde el film sigue los clichés clásicos del cine de animación occidental. Para ser más concreto, a partir del momento en que Ralph entra al juego Sugar Rush y conoce a la niña Vanellope von Schwarts la historia decae por completo. Lo que sigue es un collage de lugares comunes donde no falta el clásico villano resentido de Disney que ya pudimos ver en otros filmes como Los increíbles o Up. El mismo perfil de personaje. Lamentablemente cuando la historia se encamina por ese rumbo el director tira por la borda todo lo bueno que había construido en la primera mitad del relato que era muy original e interesante. Hacia el final la película pierde fluidez en la narración y la trama se vuelve innecesariamente larga. Es justo destacar también que en materia de animación Ralph, el demoledor es impecable y sobresale especialmente el trabajo que hicieron con la construcción de los escenarios, que presentan las distintas estéticas que tenía los gráficos de los juegos arcade. Los cameos de los personajes clásicos que todos adoramos en algún momento de la vida también son maravillosos y es una pena que un ícono como Mario Bros se quedara afuera por la codicia de los muchachos de Nintendo. Ralph, el demoledor pese a tener sus fallas es una opción entretenida para los más chicos que logra robarle una sonrisa a los adultos por el recuerdo nostálgico que brinda sobre las salas de videojuegos.
La cabaña del terror es una de las películas más originales que brindó la producción norteamericana en el último tiempo dentro de este género. Se trata de un proyecto de Joss Whedon, el director de Los Vengadores, que realizó en el 2009 para los estudios MGM. Cuando la compañía se declaró en quiebra el film fue vendido a Lionsgate y recién el año pasado comenzó a llegar a los cines. Whedon, quien además fue co guionista de esta historia, delegó la dirección en Drew Goddard, quien había trabajado con él en la serie Buffy, la caza vampiros. Esta película es un interesante tributo a los últimos 30 años del género de terror. A través de una trama que juega y brinda referencias a los grandes clásicos, la película propone una mirada distinta al subgénero de los slashers ochentosos. Una de las grandes cualidades de este film es que el director Goddard logra mantenerte enganchado con el misterio del conflicto hasta la escena final, algo que hace mucho tiempo no ocurría con un estreno de este tipo. Por eso es también interesante La cabaña del terror. El desquicio de la trama es tan delirante que es imposible adivinar el final y eso es algo para agradecer a los realizadores. Especialmente en estos tiempos, como vimos claramente el año pasado, donde todo es más de los mismo y el nivel de producción en general es bastante mediocre. Acá tenemos una película realmente creativa que logra sorprenderte con el misterio que tiene el conflicto. Después te podrá gustar más o menos el cuento, pero la propuesta al menos no es predecible. Creo que Whedon y Goddard concretaron algo más que un simple film entretenido. La cabaña del terror es también un gran estudio del género de terror que con mucho humor además se ríe de los elementos estúpidos y estereotipos que siempre fueron parte de estas historias. Las referencias a Evil Dead, los filmes de zombies de George Romero y la saga Martes 13 son evidentes en la trama, pero es en los últimos 20 minutos donde el tributo al género se vuelve memorable y aparecen todos los íconos del horror juntos en un par de secuencias inolvidables. La verdad que todavía no pude comprender las críticas negativas a La cabaña del terror. No entiendo los análisis que hacen, el enfoque con que evalúan la película, nada. Creo que esta es una muy buena propuesta que si bien no revoluciona nada en el género brinda una mirada original y entretenida de este tipo de relatos Entre los puntos flojos se destacan algunos efectos digitales que no quedaron bien, seguramente por una cuestión de presupuesto y la inclusión de un unicornio entre los monstruos que me pareció cualquiera. Con los unicornios no Whedon. No son criaturas oscuras y queda descolgado cuando aparece uno durante una escena, pero el delirio es tan grande en ese momento de la historia que se nota que no les importaba nada a esa altura y si podían también metían a los Pitufos en el medio del caos. A mi me encantó esta película y me parece que después de lo que fue el 2012 para este género, la llegada a los cines (aunque sea demorada) de La cabaña del terror es algo que se celebra.
Cloud Atlas es una de las producciones independientes más caras en la historia del cine que tuvo muchos problemas para ser concretada. Ningún estudio de Hollywood importante quiso prenderse en este proyecto ya que lo veían como una apuesta arriesgada, desde el punto de vista comercial. Así fue que los hermanos Wachowski junto con el director de Corre, Lola, Corre, Tom Tykwer estuvieron durante cuatro años tratando de realizar este proyecto que se hizo realidad gracias al aporte de financistas independientes. La película es una adaptación de la novela homónima de David Mitchell que ya de entrada proponía un desafío complicado. A lo largo de más de 500 páginas la trama interconectaba seis historias que transcurrían en distintas épocas y escenarios. La propuesta en general, lo mismo ocurre con la versión cinematográfica, es muy original e interesante por las temáticas que trata. Cloud Atlas lidia con el karma y las vidas pasadas y como nuestras acciones y elecciones del presente repercuten en el futuro dentro de esa gran ilusión y mentira que es el tiempo. El punto es que el núcleo central de esta historia se refiere a que en realidad todos estamos mucho más conectado de lo que creemos y es ahí en donde entra en juego la red invisible a la que se refiere el título. Lo cierto es que este estreno me dejó sentimientos encontrados que no pude aclarar todavía. Por un lado me parece que la temática es apasionante y desde la realización es brillante en muchos aspectos. Sin embargo, también me quedó la sensación que el film no explotó del todo el potencial que tenía. No se la jugaron. El tema de las vidas pasadas y el karma se aborda muy por arriba y el film es rebuscado de manera innecesaria con una extensión que se hace tortuosa durante casi tres horas. Hace muchos años que no hacía algo que me generó Cloud Atlas y es mirar el reloj para ver cuánto falta para que se termine un film. No suelo hacer eso en el cine y disfruto de las historias largas pero acá la última media hora se hace interminable. Creo que a esta película le faltó esa magia especial que tuvo la primera entrega de Matrix, donde los hermanos Wachowski abrieron muchas cabezas con una historia profunda que generaba su discusión y además ofrecía una gran entretenimiento pochoclero. Esta película tiene sus escenas de acción y suspenso pero no alcanzaron para convertirla en una obra apasionante. Por ejemplo, la historia que protagoniza Jim Broadbent en un geriátrico técnicamente no le aporta nada a este film, más allá de algún momento humorístico, y alarga esta producción de manera innecesaria. Ahí está el gran problema para mí desde lo argumental. Los personajes atraviesan todo tipo de situaciones pero el tema central de la película nunca se termina por desarrollar del todo y los distintos argumentos se terminan por volver aburridos, ya que carecen de un conflicto sólido que genere entusiasmo. El concepto del film es brillante pero su ejecución terminó siendo decepcionante. Algo para destacar es el trabajo de los actores que interpretan distintos personajes y la extraordinaria labor del editor Alexander Bender que merecería ser considerado en los próximos premios Oscar. Es muy difícil narrar a través de la edición seis historias de manera simultánea sin perder la coherencia del film y lo que hizo Bender es fantástico. En lo personal esperaba mucho más de esta producción y aunque no me terminó por convencer del todo creo que si sos cinéfilo vale la pena experimentar esta historia en el cine porque son propuestas locas que no llegan a las salas todas las semanas.
El director español Juan Antonio Bayona se tomó su tiempo para desarrollar su siguiente proyecto después de El Orfanato (2007). El segundo film del realizador está basado en hechos reales y narra la odisea que vivió la familia española Alvarez Belón cuando se encontraban de vacaciones en Tailandia, en diciembre de 2004, y fueron sorprendidos por un tsunami que hizo desastres en las costas de ese país. Lo loco de esta producción es que a los personajes los hicieron ingleses y en el film los protagonistas son interpretados por Ewan McGregor y Naomi Watts. Esto habrá tenido que ver con razones comerciales seguramente pero no deja de ser curioso que les cambiaran la nacionalidad a los personajes reales. Lo imposible es un muy buen exponente del cine catástrofe con la particularidad que tienen una gran sensibilidad a la hora de abordar este tema y como resultado el director ofreció un drama muy emotivo que le escapó a los clichés hollywoodenses. De alguna manera es la cara opuesta de lo que hubiera hecho Roland Emmerich (El día después de mañana, 2012) que por lo general suele concentrarse más en espectáculo visual que en los personajes. Con esta producción ocurre exactamente lo contrario y gracias a eso Bayona brinda una gran película. El film consigue retratar la experiencia que vivió esta familia con muchísimo realismo donde fue clave el trabajo de los protagonistas. Muy especialmente Naomi Watts y los niños actores que son excelentes y estuvieron muy bien dirigidos. La recreación del tsunami y el desastre y caos que se ocasionó en Tailandia es imponente y el trabajo que hicieron con los efectos especiales son brillantes y no tiene nada que envidiarle a la mejor película norteamericana. Lo único negativo que tiene Lo imposible es el patético trailer que anda dando vueltas en los cines y te cuenta literalmente toda la película. Es inexplicable que el director Bayona y los productores permitieran que ese material desastroso llegara a los salas porque al verlo el espectador pierde todo tipo de sorpresa sobre el final de la historia y el destino de los personajes. Lo que hayan evitado el avance seguramente disfrutarán con más intensidad esta gran película española.
Malditos Sean! es una producción argentina independiente relacionada con el género de terror. Se trata de una antología de tres historias que giran en torno a un misterioso curandero llamado Ulises y que en materia de realización es uno de los trabajos más decentes que se hicieron en nuestro país. Detrás de este film hubo un gran trabajo de fotografía, maquillaje y efectos visuales de un nivel que sinceramente no encontré en otras propuestas nacionales de este estilo. Para ser una película de bajo presupuesto la verdad que hicieron una buena labor e inclusive brindaron en estos campos un producto superior a varios bodrios norteamericanos que nos fumamos el año pasado con secuencias sangrientas que tenía un patético uso de la animación computada. Malditos Sean! (título incomprensible que sólo pueden explicar sus directores) presenta cierta influencia de la literatura de Clive Barker y los primeros filmes de Sam Raimi, donde también hicieron milagros con poco dinero. Lo que más me gustó de esta producción es el trabajo narrativo de Demián Rugna y Fabián Forte a la hora de construir situaciones de suspenso que logran engancharte con el misterio de los conflictos. El punto débil de esta propuesta se encuentra en los guiones de los tres relatos que tienen algunas inconsistencias. “Alimenta la caja” creo que dentro de todo es la historia más lograda de todas y ofrece un buen cuento de horror. “Cafeomancia” presenta una buena idea pero se vio muy afectada por un par de actuaciones pobres y un cierre argumental completamente estúpido que arruinó la trama. El mismo problema tiene “El Curandero”. El inconveniente es que los directores construyen todo un misterio con momentos de tensión y escenas violentas para luego cerrar la historia con una resolución humorística bastante tonta, que lejos de hacer reír lo que logra es arruinar el cuento que venían narrando. El otro inconveniente del film es la duración donde los 120 minutos se hacen sentir en el cine. No es un film que me volvió loco, pero en términos generales me parece una propuesta bien realizada a nivel visual dentro de este género.
Acá nos encontramos con un caso similar a lo que fue La importancia de ser invisible, con Emma Watson, donde un escritor es el encargado de adaptar en el cine su propio libro. Se trata de la novela “La delicadeza”, de David Foekinos que fue editada en Argentina por Six Barral. La película brinda una historia de amor que es interesante pero cuenta con una narración aburridísima que genera que con el tiempo uno vaya perdiendo el interés por las cosas que les suceden a los personajes. La trama está buena y presenta un lindo cuento sobre las segundas oportunidades en el amor, pero el exceso de situaciones redundantes en el que cae la narración de la película hace que el conflicto en un momento se estanque y demore en desarrollarse. El autor de este libro realizó la adaptación para el cine junto a su hermana Stéphane y es probable que en manos de otro director La delicadeza hubiera resultado una propuesta mucho más atractiva. La buena noticia es que el film por lo menos tienen muy buenos actores donde se destacan Audrey Tautou (Amelie) y muy especialmente Francois Damien, quien es el responsable de evitar que esta producción se convirtiera en un bodrio. Desde el momento en que el actor aparece en la trama la película cambia por completo y se vuelve más interesante y entretenida. Damien interpreta un sueco de aspecto extraño con serios problemas para desenvolverse en las relaciones sociales que por esos misterios del amor encandila a la protagonista. Con la aparición de este personaje La delicadeza entra en el terreno de la comedia romántica y la película se vuelve mucho más llevadera. No representa lo mejor que vimos de Audrey Tatou pero es una propuesta romántica que zafa si uno le tiene paciencia a los baches narrativos de los directores
Los ilegales es un proyecto del músico Nick Cave que se basa en hecho reales y brindó una tremenda película de gángsters en serio. Después de la pseudo intelectual y soporífera Mátalos suavemente esto la verdad que es un alivio. La trama es una adaptación de la novela histórica de Matt Bondurant “The Wettest Country in the Wolrd”, donde narró los hechos que vivió su abuelo y su familia durante la era de la Ley Seca. La familia Bondurant se dedicaba a fabricar whisky ilegal en un pueblo de Virginia y sus integrantes se vieron envueltos en una guerra contra las autoridades federales y otros mafiosos. Este es un tema muy interesante que por loco que parezca nunca fue retratado en el cine como lo hicieron en esta producción. Es decir, filmes sobre estas cuestiones tenés a patadas. Sin embargo, si te ponés a revisar los grandes clásicos en los que trabajaron James Cagney, Humphrey Bogart o Edward G. Robinson (Little Caesar), los conflictos siempre se desarrollaban en la ciudad. Los ilegales en cambio se enfoca en los mafiosos rurales y cómo funcionaba la producción del alcohol ilegal que luego llegaba a las grandes ciudades. La película es apasionante por un guión que te envuelve en la historia con sus personajes y un reparto impresionante. Si Guy Pearce no termina nominado al Oscar por su trabajo en este film pega en el palo porque está brillante en esta producción. Tom Hardy, después de encarnar al villano Bane en el último film de Batman, vuelve a destacarse con otra gran actuación donde formó un buen equipo junto a Shia Labeouf, quien también tiene muy buenos momentos. La dirección corrió por cuenta de John Hillcoat, quien fue responsable hace un tiempo de La carretera, con Vigo Mortensen. Los ilegales es un gran thriller de mafiosos que no defrauda para nada y brinda todo lo que uno espera de este género. Lo único negativo es que Gary Oldman tiene una participación en un par de escenas y te quedás con ganas de verlo más en el personaje que interpreta. Al margen de ese detalle este es uno de los grandes estrenos de la semana.
El Hobbit es mucho más que un regreso a la Tierra Media de la mano de Peter Jackson, ya que representa también el primer episodio de lo que en el futuro será una de las sagas cinematográficas más importantes del cine. Creo que en ese punto reside la mayor virtud de este film que excede la adaptación de un libro de Tolkien. Lo interesante de esta producción es que Jackson y Guillermo del Toro (quien colaboró en el guión) tomaron el cuento de El Hobbit y lo adaptaron al universo de ficción creado en la trilogía del anillo. De esa manera este estreno pasaría a ser el primer episodio de la saga de la Tierra Media que quedará completa en el 2015. Jackson traslada con mucha fidelidad la aventura de Bilbo Bolsón pero al mismo tiempo empieza a tejer los conflictos que luego se desatarán en La comunidad de anillo y la verdad que es apasionante porque esa decisión de los realizadores brindó excelentes momentos en este estreno. Si bien el El Hobbit no necesitaba ser adaptado en una trilogía la verdad que podrían hacer cinco películas más, ya que con este nivel de realización los amantes de la fantasía no van a presentar ninguna queja. El Hobbit es pura magia cinéfila. Peter Jackson logra desde los primeros minutos que te desconectes por completo de la realidad, el tiempo y el espacio para hacerte viajar a ese lugar apasionante y maravilloso que es la Tierra Media. El director vuelve a brindar una cátedra de cómo debe emplearse los efectos digitales en la pantalla grande y nuevamente le saca el jugo a los increíbles paisajes naturales de Nueva Zelanda, que fueron claves a la hora de darle ese realismo que tiene el reino de fantasía donde transcurren los hechos. Tres escenas memorables que quiero destacar y no tienen desperdicio. 1-El Concilio de Rivendell. Un momento interesante porque en el film desarrollaron un aspecto que en el libro original se pasaba por alto. En un momento de la trama Gandalf abandonaba a la expedición de enanos para asistir a un Concilio. En esta escena donde intervienen Galadriel, Saruman y Elrond podemos ver a los personajes discutiendo los hechos que más tarde desencadenan el conflicto del anillo. 2-La pelea de los gigante de piedra. Esto es pura magia pochoclera y sobresale como una de las mejores secuencias de acción que se vieron en el 2012. Unas montañas toman forma de gigantes y se van a las manos con los protagonistas en el medio del combate. Jackson se pasó con ese momento que es una fiesta en el cine. 3- La participación de Gollum. Andy Serkis la rompe otra vez en unas escenas con diálogos fabulosos donde este personaje se roba literalmente la película. El Hobbit dura 169 minutos pero al tener a un maestro narrador como Jackson el tiempo ni se siente y te deja entusiasmado por saber cómo desarrollaran los dos capítulos que quedan. Esta producción es una obra maestra del género de fantasía que le brinda una poco de magia a la gente algo que no viene para nada mal en estos tiempos que corren.