A veces las remakes sirven para mejorar una obra original. Esto no sucede muy a menudo, pero cada tanto surgen casos de este tipo. Epidemia, remake de The Crazies, de George Romero, es un caso reciente elocuente. La nueva versión con todas las cosas que se le pueden criticar superó a la original en varios aspectos, que ya de por sí era una película de medio pelo. Sin embargo, a veces hay casos donde las remakes son un espejo de la obra original y no se pueden hacer milagros. Escupiré sobre tu tumba fue una película malísima de 1978, dirigida por Meir Zarchi, que en su momento generó un escándalo tremendo por las escenas de sexo y violencia que tenía la historia. Hasta el día de hoy no termino de entender que tiene que ver con el género de terror filmar de manera morbosa la violación de una mujer y su posterior predecible venganza sangrienta. En ese momento, cuando se estrenó, este tipo de propuestas que se conocían con el nombre de “exploitation films”, eran bastante populares y habían surgido a partir del furor que generó en 1972, The Last House on the Left , de Wes Craven que tuvo una influencia real e importante en cine de terror. Escupiré sobre tu tumba simplemente trató de llamar la atención con escenas fuertes y nada más. La película fue muy criticada por la prensa en general por considerar que glorificaba la violencia contra la mujer, un argumento, por cierto, que es imposible de refutar. Esta remake que se estrena esta semana no ofrece un panorama distinto de lo que fue la versión de 1978. Los actores, esto lo tengo que reconocer, son un poco más decentes, pero después es la misma bosta que hace 30 años con un envase diferente. De todas maneras, creo que películas como estas tienen su público que las consideran grandes obras de terror porque entienden que el género sólo pasa por filmar secuencias de violencia extrema con grandes galones de sangre. Lo vimos hace poco con El juego del terror, película pedorrísima, que sin embargo tuvo sus adeptos, pero porque buscaban justamente entretenerse con ese tipo de propuestas. Hasta el episodio más flojo de Saw, que fue una serie sangrienta, tenía una estructura argumental más sólida que Escupiré sobre tu tumba, que de tan predecible que es, termina siendo tonta y aburrida. La versión original todavía era más enferma, ya que la protagonista luego de haber sido brutalmente violada, volvía a utilizar sus cuerpo para seducir nuevamente a los agresores con el fin de vengarse de ellos. En la remake, por razones que no tienen explicación, la actriz principal luego de ser atacada reaparece como la hija que podrían haber tenido la asesina Nikita y Jigsaw. Es claro que en esta remake el director Steven Monroe intentó levantar la apuesta en materia de morbo y violencia con una película mediocre que no tiene mucho que ofrecer salvo por ese tipo de escenas. Pero bueno, los que se entretengan con violaciones y mutilaciones de todo tipo supongo que tienen la propuesta adecuada para ir al cine. El género de terror quedará pendiente para la próxima
En Estados Unidos a los críticos les deben haber suspendido las medialunas, ya que no se explica de otro modo el ensañamiento que tuvieron con este estreno en las reseñas. El Turista está muy lejos de ser una obra maestra del cine, pero tampoco es esa película malísima que anunciaron los medios en ese país. No es para tanto. Se trata de una remake del film francés del 2005, Anthony Zimmer, que tampoco fue un peliculón memorable, pero era una propuesta entretenida con Sophie Marceau e Yvan Attal (Munich). Aquella producción se destacó por el trabajo de los protagonistas y en la versión hollywoodense ocurre lo mismo. Si disfrutás de Johnny Depp en el cine la vas a pasar bien con esta película porque él está muy bien y la trama ofrece un thriller con buenas dosis de humor. No es un film que requiera de un riguroso análisis intelectual. La película presenta una historia de policías y ladrones habilidosos, donde se destacan en roles secundarios Paul Bettany y Timothy Dalton, principalmente, más una pequeña participación de Rufus Sewell (Corazón de caballero). El director del apellido largo, que es conveniente limitarse a llamarlo por su nombre, Florian, hizo un gran trabajo retratando bellísimos paisajes europeos, especialmente en Venecia, que no deja de ser un personaje más en el film. El guión de Christopher McQuarrie (Los sospechosos de siempre) juega claramente con una historia de misterio que recuerda al clásico de Alfred Hitchcock, El hombre equivocado por el tema de las identidades cambiadas, y la verdad que brinda un entretenimiento decente. Depp es el que tiene a cargo con su personaje el humor en la trama y las mejores escenas de la película son todas las que aparece él, porque hizo a su personaje divertido con pequeños detalles, como el cigarrillo artificial. Sam Worthington, quien iba a protagonizar esta película y terminó reemplazado por Johnny, creo que hubiera estado más complicado con este personaje. Al menos me parece que hubiera sido menos gracioso. El Turista se deja ver y está bien para entretenerse un rato. El que busque ir a verla como un drama profundo para reflexionar sobre la vida se equivocó de estreno. A los críticos yankees definitivamente les pasó eso.
El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, es considerada una de las máximas novelas góticas del siglo 19 que en la actualidad se suele destacar como uno de los grandes clásicos de la literatura occidental. Sin embargo, cuando fue publicada por primera vez en 1890 causó un enorme escándalo en la sociedad europea por ser considerada una obra pervertida y nausebunda, ya que los críticos de entonces se sintieron ofendidos por el tono homoerótico que tenía el libro. Con el tiempo adquirió notoriedad otra vez y Wilde fue reconocido por su maestría para criticar con ironía a la sociedad burguesa londinense. Esta novela, que fue la única que escribió Oscar en su carrera, ya que se hizo famoso por sus obras de teatro, fue adaptada varias veces en la pantalla grande. La versión que llega esta semana a los cines es una de las más pobres y en este caso la decepción que brinda este film se vive por partida doble. En primer lugar porque convirtieron una historia compleja y fascinante en una película trivial y olvidable, algo que requiere un esfuerzo descomunal de incompetencia. Pero lo peor de todo es que la dirección corrió por cuenta de Olivier Parker, quien ya había abordado con éxito otros trabajos de Wilde en el cine. En 1999 dirigió una excelente adaptación de Un marido ideal (en mi opinión la mejor y más divertida obra deWilde) con Julianne Moore, Cate Blanchett y Ruper Everett como ese maravilloso dandy que es Lord Goring. En el 2002 adaptó La importancia de llamarse Ernesto, otra gran comedia de enredos, con Judi Dench, que también estuvo muy buena. Si bien las películas presentaban algunos cambios argumentales, como suele ocurrir en todas las adaptaciones cinematográficas, Parker se habían mantenido fiel al espíritu de las obras de Wilde. Con Dorian Gray sucedió exactamente lo opuesto a tal punto que el afiche debería decir “inspirada en la novela de Oscar Wilde” ya que la historia fue muy distorsionada y poco tiene que ver con el libro.2 Al ver esta película queda la sensación que los realizadores ni siquiera se molestaron en averiguar de qué iba trataba la trama original. Agregaron personajes sin sentido que no aportan nada y los importantes terminaron inevitablemente distorsionados por todos los cambios que le hicieron al relato. El director Parker en este caso estuvo más interesado en llenar el film con escenas grotescas de sexo, para retratar el libertinaje de la era victoriana, que centrarse en la relación entre los dos personajes principales, Dorian Gray y Lord Henry, interpretado en este caso por Colin Firth, quien hace lo que puede con el guión pedorro que tuvo para trabajar. Intentaron narrar esta historia clásica como si fuera una película de Freddy Krueger y ahí la jodieron por completo con un enfoque equivocado. Lo que era una historia interesante e inteligente se convirtió en un relato burdo y superficial. El final que debió haber sido impactante terminó convertido sin necesidad en una mala copia de los filmes de terror de Sam Raimi. La edición, por otra parte, es lamentable y Parker utiliza los recursos de flashbacks de manera torpe, que no hace otra cosa que confundir al espectador con interrupciones sin sentido. Tampoco ayudó demasiado el trabajo pobre de Ben Barnes (El príncipe Caspian de Narnia) a quien el personaje principal le quedó demasiado grande para interpretar. Dorian Gray es un tropiezo en la carrera de Olivier Parker, que es buen director que hizo muy buenos filmes basados en obra de Wilde y además nos brindó ese gran clásico de terror que fue Hellraiser. Sin embargo acá la pifió feo.
Después de filmar la remake de Rescate en el Metro 123, Tony Scott decidió volver a las vías con una propuesta distinta que recrea un incidente verídico, ocurrido con los trenes en el 2001, en Estados Unidos. Creo que Imparable va a quedar con el correr del tiempo como uno de los trabajos más subestimados de este director, quien es uno de los grandes artistas de Hollywood que laburan en el campo de la acción y sabe brindar productos entretenidos. Tal vez no reciba la misma atención que otros trabajos de Scott como Escape salvaje (True Romance), Top Gun, Hombre en llamas o Marea Roja, pero es un film donde el cineasta logró destacarse, una vez más, como uno de los mejores realizadores del género. Esta es una propuesta bastante particular del director ya que acá no hay terroristas, asesinos, grandes tiroteos ni villanos. La película es una recreación de un incidente que se produjo en Ohio, el 15 de mayo de 2001, cuando un tren fuera de control, que transportaba materiales químicos tóxicos acaparó la atención de todos los medios de ese país, que siguieron en vivo paso a paso como los empleados del ferrocarril trataban de parar una locomotora con 47 vagones que viajaba a más 82 kilómetros por hora. Scott básicamente se dedicó a recrear con su estilo visual y narrativo lo que se vivió aquel día en esa ciudad con algunos cambios para hacer un poco más dramática la película. La sorpresa de Imparable es que la trama que brindaba en principio no parecía muy atractiva, pero fue la dirección del viejo Tony lo que convirtió a este film en una propuesta recomendable. En breve minutos el director presenta a los personajes principales y a partir del momento en que un empleado ferroviario pierde el control del tren, la película se vuelve totalmente atrapante y logra engancharte por completo hasta el final. Sin acudir a grandes villanos ni esos tiroteos que tan bien suele dirigir, Scott mantiene el suspenso constante con una producción que sorprende por la imponente logística que tuvo la realización. Los trenes que se ven en la historia no son de juguete o recreados con animación computada y hay algunas secuencias de acción que son espectaculares por el trabajo que requirieron concretarlas. El tipo filmó esos momentos con el estilo de la vieja escuela, donde los directores no se dormían con la tecnología digital porque no existían esas herramientas. Cuando Tony Scott vuelca una locomotora y la estrella contra otros autos lo hace en serio y esa escena que dura segundos tiene detrás un equipo enorme de laburo, que planificaron durante meses ese tipo de secuencias. Como la crítica de cine suele subestimar a este género estas cosas nunca se mencionan y creo que está bueno destacarlas cuando hacen un gran laburo. Imparable tiene sus puntos flojos en algunas cuestiones argumentales. Por ejemplo, en la historia, los medios de prensa son implacables y siempre tienen la información correcta. A los pocos minutos de ocurrido el incidente, la televisión ya identifica al empleado que perdió el control del tren. En la vida real eso no sucede con tanta precisión, de hecho, al día de hoy la compañía ferroviaria de Ohio nunca informó la identidad del empleado responsable de los hechos. Pero bueno, este estreno tampoco es una película intelectual que requiera un desarrollo profundo de los personajes principales. Denzel Washington, con todo el respeto que merece como actor, en esta historia su participación sirve para que el poster tenga una cara conocida, ya que los grandes protagonistas son los trenes. Rosario Dawson es quien más logra destacarse un poco en el reparto. De todas maneras la gran vedette de esta producción es claramente el suspenso y la acción y en ese sentido el director Scott cumplió con su objetivo. Imparable es una apuesta segura para los que busquen entretenerse con una historia de supenso bien dirigida por un veterano de Hollywood.
Este es un estreno loco. No sólo porque se trata de un extraño caso donde la remake supera a la obra original, sino que además tiene que ver con uno de los filmes más olvidados en la carrera del Gran George Romero (La noche de los muertos vivos). The Crazies fue una película particular de Romero que se estrenó en 1973 y resultó un fracaso enorme en los cines. La verdad es que salvo para los fans del director, esta película es completamente desconocida por la mayoría de la gente, ya que muy pocas veces se emitió por televisión y durante varios años fue difícil de conseguir en video. The Crazies quedó por completo en el olvido en parte también porque Romero hizo filmes superiores en su carrera. La película presentaba un muy buen concepto que lamentablemente no funcionó en el cine, entre otras cosas, porque tenía un reparto lamentable. Más allá de que esta remake contó con un presupuesto superior, creo el director Breck Eisner (Sahara) trabajó con mucha más precisión e intensidad el concepto de The Crazies. La historia sigue siendo la misma. Un accidente del ejército ocasiona una epidemia donde los afectados por un extraño virus se convierten en psicópatas asesinos. A su modo, en 1973, Romero reflejó con este cuento la paranoia que existía en ese momento en Estados Unidos por la Guerra Fría, un tema que trabajó con más precisión John Millius en Red Dawn (1984), cuya remake también se conocerá en unos meses. Lo que cambió en la nueva versión de Eisner es el enfoque. El director realizó un film mucho más atrapante, con un muy buen reparto, donde además juega con el concepto de zombies que creó Romero, al menos la segunda camada de muertos vivos en el cine que surgió con su famoso film de 1968. En este caso se incluyeron ciertos elementos fantásticos que hace que los infectados se vean como zombies. A diferencia de The Crazies que básicamente era una película clase B de acción, La epidemia se centra más en el género de terror. Es cierto, que en definitiva la película es más de lo mismo, si la vemos por el tema de los muertos vivos, pero está bien hecha y es una de las buenas que está para ver.
Más allá de la vida es el film más sentimentalista que brindó Clint Eastwood como director desde Los puentes de Madison. Se trata de una película que pasó sin pena ni gloria por los cines de Estados Unidos y que al estudio Warner le costó bastante vender. El trailer, por ejemplo, se centra principalmente en Matt Damon, cuando él es apenas una pieza más del rompecabezas que presenta el conflicto, ya que no hay un protagonista especial. Tampoco es un thriller de los que suele hacer M Night Shyamalan, como se había anunciado en los medios en un comienzo. No hay elementos fantásticos ni grandes momentos de suspenso. El tema de los psíquicos no es un asunto de ciencia ficción y existe gente que realmente cuenta con una percepción especial, como la que tiene el personaje de Damon. Claro que también existen los chantas que lucran con eso como muestra muy bien el film. Con este trabajo Eastwood reflexiona acerca de la muerte y Más allá de la vida en realidad se enfoca en las perdidas humanas y las dudas y planteos que se hace el ser humano frente a estos temas. De alguna manera es la contracara del fiasco de Peter Jackson, Desde mi cielo, estrenado el año pasado, que tocaba temáticas similares, donde la atención estaba puesta en los efectos especiales realizados por computadora y los actores quedaban a la deriva. Clint se enfoca en la emociones y se toma su tiempo en presentar bien a los personajes, a tal punto que el film, desde la narración tiene un ritmo diferente a lo que fueron sus últimos trabajos. La historia es interesante porque comienza con la escena de un tsunami, digna de las películas de Roland Emmerich (2012), algo que Eastwood nunca había hecho en su carrera hasta ahora y luego se convierte en un drama muy interesante sobre la muerte y la soledad que evitan todo tipo de moralina religiosa. Salvo por la banda de sonido, donde se destaca el clásico pianito y guitarra, que el director siempre utiliza a la hora de componer la música de sus filmes, Más allá de la vida es una película distinta de Eastwood y para quienes son seguidores de este gran artista ese es un gran motivo para no dejar pasar esta película. Tal vez no genere la misma atención que Río Místico o Gran Torino pero merece su visión.
El ilusionista es el nuevo trabajo del cineasta francés Sylvain Chomet, quien dirigió hace unos años Las trillizas de Belleville, que terminó nominada al Oscar. En esta oportunidad presenta una película de un tono más melancólico que su trabajo anterior, que se destaca por una cuestión en particular. La historia está basada en un guión incompleto de Jacques Tati, quien es considerado uno de los mejores directores en la historia del cine. Su caso es interesante porque le bastaron seis películas apenas para dejar una huella importante en este arte. Tati fue un director que se destacó por hacer comedias super populares, que fueron muy exitosas entre 1949 y 1974, como “Las vacaciones de señor Hulot”, que tuvo tres secuelas. Estos filmes se caracterizaron por presentar historias muy graciosas que hacían hincapié en los chistes visuales y la comedia física, como en las viejas películas de Chaplin o Buster Keaton. Inclusive las ves hoy y siguen vigentes porque son muy divertidas. Tati, que interpretaba al señor Hulot, prácticamente no usaba diálogos en sus trabajos y se centraba en la sátira visual. Menciono esto porque el cine de Chomet está totalmente influenciado por el arte de Tati, más allá que en este caso se inspirara en un guión incompleto del viejo Jaques. De hecho, en La trillizas de Belleville hay referencias a las películas del señor Hulot. El Ilusionista desde lo argumental no tiene la misma fuerza que el film anterior del director, que era mucho más divertido. En este caso salvo por dos personajes, todas las personas que aparecen en la historia son absolutamente deprimentes. Es como que a Chomet le pintó el bajón y mató sus penas escribiendo esta historia, que de haber sido dirigida por Tati, no tengo duda hubiera resultado más divertida. Lo mejor del film es el trabajo de animación. Con las películas de Chomet pasa algo muy similar a lo que ocurre también con los filmes de Hayao Miyazaki (El viaje de Chihiro), donde los escenarios y los extras en la trama tienen un realismo poco habitual en este género cinematográfico. En el caso de El ilusionista, cuando el director retrata esos fabulosos paisajes europeos, los detalles en los dibujos son tan abundantes que no parece que estuviéramos viendo una película animada. La otra virtud del film es la dirección. Prácticamente sin diálogos, Chomet se las ingenió para hacer llevadera la trama desde lo visual como en los viejos dibujos animados. Este estreno, al menos en la copia que pude ver yo, no viene con subtítulos pero eso no afecta en ningún momento la comprensión de la historia, justamente por el gran trabajo que hicieron con la dirección. Para los amantes de la animación es una propuesta que no se puede dejar pasar, ya que son esa clase de películas que no llegan con frecuencia a los cines y hay que aprovechar. Hugo Zapata EL DATO LOCO: Hay un momento en que el protagonista entra a un cine y se puede ver la escena de una película. Ese fragmento (que por cierto quedó muy bien editado dentro de esta historia) corresponde a “Mi tío” (1958) de Jacques Tati y es la secuela de “Las vacaciones del señor Hulot”.
Personalidad múltiple es la remake del extraño film coreano Addicted, que fue un éxito moderado en Asia en el 2002. Una historia muy difícil de catalogar en un género en particular, ya que era dramón romántico, que también tenía suspenso y jugaba con elementos fantásticos. La película estuvo protagonizada por ese gran actor que es Lee Byung-hun (GI.Joe, The Good, The Bad, The Weird) al que algunos medios suelen llamar el Brad Pitt asiático. Esta versión norteamericana protagonizada por Sarah Michelle Gellar tuvo bastante problemas en lo que se refiere a la distribución y termino directamente en dvd en los Estados Unidos el año pasado. La remake dentro de todo tiene el mérito de no ser un refrito que calca escena por escena la obra original, algo que es patético y suele ocurrir a menudo. Esta versión se enfocó más por el lado del thriller, aunque tampoco es un film que te enganche por el suspenso precisamente. Desde la narración es un poco más dinámica que la película coreana, que por momentos se hacía aburrida con escenas lentas que alargaban el desarrollo del conflicto. Es una película distinta donde los personajes son más oscuros e inclusive el final resultó un poco más retorcido. El film coreano es mucho más emocional y dramático y hacía hincapié en la historia de amor entre los personajes principales. En Personalidad múltiple encaminaron las cosas por otro lado. Llegaron a filmar una conclusión que estaba más en sintonía con la historia coreana pero lo dejaron como extra del dvd. Estas son las clásicas películas que uno engancha en cable cada tanto y se la pone a ver sabiendo que si fueras al cine sacarías la entrada para otra cosa. Tampoco es tan terrible y Sarah Michelle Gellar tiene títulos peores en su filmografía, pero no es un film que uno recomendaría con entusiasmo.
Tron: El legado es claramente uno de los eventos cinematográficos del 2010. Los 28 años de espera que se tomó Disney para hacer esta secuela valieron la pena porque el espectáculo de ciencia ficción que propone este film es imponente y sumamente entretenido. Tron fue una película atípica de Disney que en 1982 generó muchísima polémica en Hollywood al presentar por primera vez en la historia de este arte efectos visuales generados por computadora. Para muchos artistas esto era una desgracia ya que entendían que arruinaba al cine y lo convertía en otra cosa. Hoy la animación digital es una herramienta imprescindible para las grandes propuestas pochocleras de todo tipo de género y dejó de ser visto como un enemigo del cine. Lo cierto es que Tron tuvo la mala suerte de ser un film absolutamente adelantado a su tiempo y la gran mayoría del público le dio la espalda cuando se estrenó en su momento. Sin embargo, con el tiempo se convirtió en un fenómeno de culto importante cuando se editó en video y se pasó por televisión. La película tuvo una gran influencia en muchos artistas que luego trabajaron en Hollywood, como por ejemplo, John Lassetter, el fundador de Pixar, quien descubrió en Tron un potencial enorme en la animación computada para ser trabajada en el cine. Durante años Disney ocultó a Tron como la oveja negra de la familia, a tal punto que llegamos a diciembre de 2010 y la película todavía no fue editada en dvd y el 90 por ciento del público que va a ir al cine este fin de semana no recuerda o directamente ni registra la existencia de Tron. Hasta la serie de Los Simpsons hizo chistes con este tema. Una enorme estupidez de esta compañía que tranquilamente podía haber sacado antes el dvd para ayudar a difundir la secuela. Este error de Disney convirtió a El legado en una propuesta muy jodida de vender, porque es complicado desarrollar la continuación de una historia que se hizo hace más de veinte años y mucha gente desconoce. De todas maneras, creo el enfoque que le dieron a esta producción fue inteligente. Tron: El legado tiene un espíritu retro ochentoso que captura la esencia de la obra original, pero a su vez brinda una gran aventura pochoclera que puede ser disfrutada por todo el mundo, aunque no conozcan la primera. Es interesante porque trabajaron muy bien la trama con el personaje principal que interpreta Garret Hedlund, uno de los mejores actores jóvenes que laburan hoy en día en Hollywood, pese a que su nombre no es muy conocido. De alguna manera, Sam Flynn representa a los espectadores nuevos que al igual que el héroe del film va a descubrir el mundo de Tron por primera vez. Los fans veteranos van a seguir esta historia desde la visión de Jeff Bridges, quién se destaca con la interpretación de dos personajes totalmente distintos, cortesía de la tecnología actual. Con una banda sonora de Hanz Zimmer, que por momentos nos remite a los últimos filmes de Batman de Christopher Nolan, esta secuela te engancha desde el comienzo y te sorprende con una experiencia visual maravillosa para ser disfrutada en 3D desde el momento que el protagonista entra al mundo virtual de Tron. Sí, el guión no es una obra de Isaac Asimov precisamente, pero tampoco lo fue el argumento de la primera que se centró más en los efectos visuales. La secuela va por el mismo camino con la particularidad que la tecnología de hoy te permite vivir el concepto del mundo Tron desde un lugar diferente. Las secuencias de acción son impresionantes y en la pantalla del IMAX se van a convertir directamente en un espectáculo inolvidable. Creo que lo más importante de esta película es que ofrece un gran entretenimiento que adapta a este clásico a las nuevas generaciones sin distorsionar el espíritu de la original. Imperdible la participación de Michael Sheen . Es increíble que se trate del mismo tipo que actualmente podemos ver en El día del juicio final. Esos son los actores de verdad. Tron: El legado no es una película emblemática que te va a cambiar la vida como cinéfilo, pero sí se destaca como una de las mejores producciones de Disney en estos últimos años fuera de los dibujos animados. Grandes secuencias de acción, un admirable buen uso del 3D, la banda sonora de Zimmer y Daft Punk, más el regreso de Jeff Bridges como Kevin Flynn son los elementos principales que componen esta gran secuela que merece su recomendación. EL DATO LOCO: La película representa la ópera prima de Joseph Kosinski, quien se hizo conocido por su trabajo con la tecnología CGI en la publicidad. Al comienzo del film cuando Jeff Bridges habla con su hijo se puede ver el disco de la película El abismo negro, otro clásico emblemático de Disney, de ciencia ficción, de 1978. Hace unas semanas el estudió confrmó que Konsinski será el encargado de dirigir la remake de esa historia programada para el 2012.
The Circle Tour fue una revancha contundente para los que nos pudimos estar en el recital de River que Bon Jovi dio a fines de octubre en Buenos Aires y un recuerdo soberbio de lo que vivieron los fans que si pudieron estar en ese show. La película es un recital tremendo de dos horas que se compone de varios momentos de cuatros shows que la banda dio este año en la ciudad de New Jersey. Igual no te das cuenta porque el film se presenta como un largo espectáculo tal cual vienen dando alrededor del mundo. Antes del concierto se emite el último video que hicieron de la canción “What do you got?”. No es una exageración afirmar que este estreno fue como asistir a otro recital de Bon Jovi en Buenos Aires, porque eso fue lo que se vivió en la sala del Showcase Belgrano. En la función del día viernes en ningún momento sentías que estabas a punto de ver una película porque había clima de recital y eso es lo que hace muy especial a estos eventos. Es gracioso porque el martes pasado cuando se hizo la función para la prensa no pude llegar a tiempo y me la perdí. Algo que por cierto me dejó bastante molesto. Sin embargo, a los diez minutos de empezado el show en la sala de cine me sentí agradecido de no haber estado el martes porque no hubiera sido lo mismo. Ver este recital con todos los fans fue una experiencia alucinante y extraña a la vez porque estabas en un cine, pero el entusiasmo del público te hacía sentir que estabas en un estadio! Cada vez que terminaba un tema la gente aplaudía como si la banda se hubiera presentado en el Showcase Belgrano. Es bizarro. De todas maneras me parece que en este tipo de estrenos ese comportamiento es totalmente válido. Es un recital loco, no una película de Christopher Nolan. Podés cantar, gritar, aplaudir que está todo bien porque el público lo vive como un show más y eso es lo grandioso de la tecnología digital que permite este tipo de espectáculos. Si vistes la película de U2 o la de Iron Maiden ya sabés con que te vas a encontrar en materia de calidad de imagen y sonido. Esto es lo mismo. El show se ve impresionante y suena como los dioses. Tengo que destacar la dirección de Anthony Bongiovi, hermano de Jon, quien hizo un trabajo fantástico a la hora de capturar lo que se vive en un concierto de la banda. Especialmente en esta última gira donde los músicos están totalmente afilados. El set list de la película es genial porque combina los mejores temas nuevos que sacaron en el último tiempo con los clásicos de siempre y algunas sorpresas inesperadas. Un ejemplo de ellos son la interpretaciones que brindan de “Raise Your Hands” (esta la tocaron en River también), del disco “Slippery When Wet” y “Something for the pain” y “Diamond Ring” del album “These Days”. Otra punto interesante es que en la película casi no hay baladas, salvo por “I´ll be there for you” en su gran mayoría son todos temas de rock. Para los seguidores de la banda sin duda este estreno se destaca como uno de los eventos especiales de este año. Gracias Bon Jovi por esta película!