Inspirado en hechos y personajes reales, registrados puntualmente en el libro de memorias de Colin Clark, refiere un momento de su vida que lo marcó a fuego. En 1956, pisando por primera vez un set de cine como asistente de producción, le tocó ser testigo directo de los avatares del accidentado rodaje de “El príncipe y la corista”. Recién casada con Arthur Miller y seducida por el prestigio de Sir Lawrence Olivier –quien iba a dirigirla además de ser su pareja en la ficción–, Marilyn Monroe viajó a Inglaterra para someterse a esta nueva experiencia. La estrella pasaba por el mejor momento de su carrera, pero su inestabilidad emocional complicó las cosas llevando el rodaje al borde de la catástrofe. Clark refiere con detalle estos sabrosos entretelones y Michelle Williams, nominada al Oscar, se lleva las palmas en la piel de Marilyn. El elenco británico, en el que destaca Kenneth Branagh, no se queda atrás.
En 1979, un film de aparente ciencia-ficción se publicitaba con una señal de alerta: “En el espacio nadie oirá tus gritos”. Nos estaba diciendo que no se trataba de una mera aventura intergaláctica. “Alien”, dirigida por Ridley Scott, se proponía como una mixtura de géneros. Mezclaba el horror con la anticipación. La tripulación de la nave Nostromo, tras descender en un planeta desconocido, retomaba su ruta con un pasajero no invitado. La criatura hacía estragos entre los tripulantes hasta que la Teniente Ripky conseguía dispararla al espacio. Se sumaron las secuelas y ahora llega la quinta, también dirigida por Scott, en realidad una precuela. Unas excavaciones arqueológicas insinuarían que los humanos fueron creados genéticamente. La nave Prometheus va en procura de esos orígenes. La doctora Elizabeth Shaw comanda la misión y habrá que estar atentos a la relación que se establece con el androide David.
En un momento en que el cine francés parece haber perdido un poco el rumbo, las propuestas de Claire Denis (“Bella tarea”, “El intruso”) bucean en las actitudes de gente común que, de pronto, se iluminan con un gesto y patean el tablero. Porque precisamente, no hay “gente común”. Todos pueden sorprender. Lionel, viudo de mediana edad, trabaja como conductor de trenes y vive con su hija Josephine en un modesto edificio en las afueras de París. En el lugar, tiene como vecinos a Gabrielle, quien mira a Lionel con buenos ojos y algunas secretas ilusiones, y Noé, muchacho inquieto decididamente atraído por Josephine. Los lazos sentimentales y los familiares van a cruzarse, no siempre de manera armónica. Dentro de un cine que en apariencia apunta al realismo, Denis se las ingenia para que sus criaturas se aparten de la rutina cuando es necesario, armando otro libreto. Una opción que habrá que respetar.
Se alzó con cinco Oscar y el Golden Globe. En blanco y negro, casi muda (salvo la frase final), sin intérpretes conocidos, se cargó de premios y aplausos por su original puesta en escena, que recreaba las tribulaciones de un famoso actor de cine mudo en el Hollywood de los `20, que con el arribo del sonido en 1927 pierde popularidad y se le van cerrando las puertas de los grandes estudios. Con su bigote anchoíta y sonrisa estereotipada, George Valentin de pronto es desechable. Mientras su carrera declina, asciende vertiginosamente Peppy Miller, quien había debutado como extra junto al actor. La muchacha, que lo quiere de veras, hará lo imposible para frenar la caída de Valentin y darle una razón para vivir. La película opera como un homenaje al cine, sin eludir una mirada ácida sobre la impiedad del negocio cinematográfico. Tiene momentos entrañables y recupera la atmósfera de aquel cine romántico.
Para Spielberg, las películas de guerra son una tentación. No se equivoca. Mientras otros géneros clásicos de la era dorada de Hollywood, como el musical o el western, palidecen hasta casi desaparecer, las producciones bélicas se revitalizan. Cabe subrayar que este no es un título revisionista ni polémico. Más bien se asienta en esa tradición del relato épico donde prevalecen el arrojo y la temeridad, muy en la línea de John Ford, Howard Hawks, William Wellman entre otros. En 1914, durante la Primera Guerra Mundial, el Ejército inglés lleva a Francia el caballo que había criado y domado el campesino Albert. El film sigue puntualmente las historias paralelas del muchacho y su pingo en un estilo clásico, sin abundancia de efectos especiales pero cargado de emoción. Como en los buenos viejos tiempos. Entre los Extras que aporta la edición en DVD, especial atención al diseño de la película y el capítulo “Camino a casa”. En la edición en Blu ray estos datos se amplían.
Remake americana de la primera parte de la exitosa saga “Millenium” de origen sueco, basada en el best seller de Stieg Larsson. Mikael Blomkist (D. Craig), un periodista de investigación desacreditado a causa de un escándalo, recibe el encargo de investigar la misteriosa desaparición de la sobrina de un magnate, ocurrida 40 años atrás. No sabe que una pirata informática, Lisbeth Salander, lo está investigando a él. La joven, de aspecto punk, ha sido sometida a todo tipo de vejámenes por su padrastro y su tutor. Tarde o temprano, uno y otra unirán fuerzas para enfrentar a un enemigo de mil caras. Rodney Mara se empeña por igualar la performance de Noomi Rapace, la actriz nórdica que se hizo cargo de la rebelde y atormentada Salander. En la Argentina ya se conocía la versión original, y pese a los esfuerzos de David Fincher (“Pecados capitales”, “Red social”), esta nueva y prolija aproximación pasó rápidamente por la cartelera local.
Almodóvar redobla la apuesta en esta intriga espesa en la que caben, por lo menos, cinco películas. Apelando a su habitual mixtura de géneros, va del thriller al melodrama, coquetea con el culebrón y no para hasta la tragedia. El doctor Robert Ledgard, eminente cirujano plástico, pierde a su mujer en un accidente y la reinventa de una manera temeraria. Experimenta con piel sintética. Su hija es violada por un adolescente, entonces lo secuestra y lo somete a una vaginoplastia, cambiándole el sexo tras incontables operaciones. La hija muere, pero él convierte a su paciente en objeto del deseo hasta darle el rostro y la figura de la mujer perdida, secundado por un ama de llaves que es, en realidad, su madre. Hay visitas indeseables, ladrones fugitivos, más violaciones, pantallas televisivas que vigilan todo, secuestros y varios asesinatos. Banderas da el tono exacto como el implacable y helado Ledgard. Un Almodóvar recargado.
Bouchared apuesta fuerte en esta propuesta intensa, que combina la denuncia social y la mirada política con la intriga propia del mejor thriller (muy a la manera del cine de Costa Gavras). Acá, los sentimientos fraternos se mezclan con un enfoque que enjuicia claramente la política francesa posterior a la caída del nazismo, hasta arribar a la independencia de Argelia. Tres hermanos son desalojados de sus tierras sin miramientos porque no tienen la documentación en regla. Más tarde padecerán en carne propia las consecuencias de la matanza de Sétif, en 1945, cuando las fuerzas de ocupación francesas masacraron a 40.000 argelinos para sofocar un levantamiento. La propuesta, de tono revisionista, registra las miserias y excesos de la política colonial mientras sigue el azaroso itinerario de los protagonistas, en un contexto impiadoso. Film polémico y revelador.
Los Muppets gozan de buena salud y van por más cuando acechan las amenazas. Walter –también él un muñeco– es el fan número uno de estas célebres criaturas que han encantado a varias generaciones desde la lejana “Plaza Sésamo”. Decidido a conocerlos, viaja a Hollywood con su hermano y la novia de este. Menuda sorpresa van a llevarse cuando descubran que un siniestro millonario, zar del petroleo, planea destruir el teatro donde los Muppets graban su mítico programa de televisión. Ante la emergencia, convencen a la Rana René (o Kermit), a Miss Piggy, Forzy y el resto de la banda para hacer un programa especial de tevé y recaudar fondos con el fin de conservar el teatro. Apenas salen de su estupor, los muchachos se lanzan con los tapones de punta y no hay quien los pare. Entre los Extras figura la secuencia de errores de grabación más larga que se haya registrado en materia de bloppers. Tratándose de semejante pandilla, se agradece.
Un presente que duele y un viaje en procura del pasado. Bruno, profesor de literatura, es convocado de urgencia para que asista a su madre, muy desmejorada. Ese viaje lo retrotrae a la infancia, a un tiempo con luces y sombras que ha venido negando. El pasado se le echa encima a Bruno con una fuerza inusitada, y allí se dibujan su madre bellísima y la figura de un padre carcomido por los celos, que acabará echándola del hogar. De ahí en adelante, la imposición de una vida itinerante. El reencuentro con esa madre, al cabo de tanto tiempo, encenderá esas imágenes que ha estado a punto de sepultar. Esa mujer aún hoy, enferma y todo, sigue haciendo de las suyas, escapándose del hospital en cuanto se descuidan, para pasear en libertad. Comedia agridulce, lanzauna mirada diáfana sobre el tiempo perdido, y vuelve al presente para señalar que todavía queda mucho por rescatar.