La vida de Toula (Nia Vardalos) se encamina a la monotonía. Ahora ella también es madre de una hija que intenta independizarse, su familia griega es cada vez más grande y ruidosa, y para colmo, los padres de ella no están casados por un error burocrático. Ahora todos deberán organizar la boda entre Costas y María, mientras Toula intenta mejorar la relación con su hija y revivir la pasión de su propio matrimonio. Estamos ante la ¿esperada? secuela de Mi Gran Casamiento Griego, aquel film del 2002 que nos mostraba la dinámica interna de una típica familia griega llevada al cliché máximo para buscar risas en el espectador. Seguramente la gran pregunta que se hagan ustedes es si valía la pena que se haga una continuación y que salga casi quince años después. Bueno lector, se lo dejamos a su criterio. En Mi Gran Casamiento Griego 2 el quid de la cuestión es más global. Obviamente el tema del casamiento vuelve a ser el tema principal, y podríamos decir que casi lo es por partida doble. Por un lado tenemos el porqué de que Costas y María en realidad no estén casados, y cómo la cabezonería de ambos lo único que logra es que el asunto se dilate más de lo necesario. Pero por otro lado, tenemos al personaje de Paris (Elena Kampouris), quien intenta separarse un poco de la tradición griega, mientras el resto de la familia ya le busca marido pese a que aún es una adolescente. El tono de comedia ligth familiar vuelve a hacerse presente a lo largo de todo el metraje, apuntando claramente a un público que le escapa a las comedias que se basan en las flatulencias o los golpes. Hasta ahí todo bien, pero el enorme problema que presenta esta película es la poca originalidad que tiene a nivel guión (escrito por la propia Nia Vardalos). La primera entrega funcionó. A muchos les encantó ver a esta familia griega convertida en sátira de sus costumbres y a otros nos pareció un film bastante menor. En esta ocasión se busca repetir la fórmula casi sin disimularlo, sólo con la excusa del paso del tiempo para cambiar algunas situaciones, o cambiar el foco del conflicto principal a otros personajes, y muy poco más. Poco queda destacable entonces si sumamos que muchos de los momentos graciosos son a base de gritos e histrionismo por parte de todos los personajes, o de llevar al límite algunos pensamientos que a día de hoy, para los que no pertenecen a ninguna comunidad étnica, quedan bastante retrógrados. Mi Gran Casamiento Griego 2 queda entonces como una pobre secuela, sin demasiado que ofrecer, salvo más de lo mismo. A quienes disfrutaron de la primer película, seguramente con esta la van a pasar igual de bien. Para el que busque algo más elaborado u otro tipo de humor, les aconsejo seguir buscando.
Luego de varios sucesos, la vista de los gobiernos a nivel mundial está puesta en Los Vengadores. Pese a salvar al mundo varias veces, el daño colateral que causan muchas veces es similar a la del villano del turno; y por eso la ONU decide implementar un registro para los meta humanos. Pero la aparición de un viejo conocido de Steve Rogers (Chris Evans), junto con la creciente oposición de opiniones entre los héroes llevará los hechos a un enfrentamiento épico. Y llegó el día, una de las películas más esperadas del año por fin se estrenó, con un hype tremendo y para colmo, precedida de un film que también enfrentaba a superhéroes, pero en la empresa rival. Así que antes de seguir, lectores, les aviso que acá no van a encontrar comparaciones entre Capitán América: Civil War y Batman v Superman. Lo primero que salta a la vista es que Marvel parecía mucho más preocupada en llegar bien parada a la hora de hacer este film que para La Era de Ultron, y sinceramente, esta película lo demuestra, siendo bastante superior a la ya citada Age of Ultron. No sólo porque de nuevo se cuenta con casi todo el plantel actoral de este Universo Compartido, sino que la trama, pese a lo que muchos aseguran es una tontería, tiene bastante sentido. Ya vimos la destrucción masiva que se da en los combates finales y siempre como espectadores nos preguntábamos sobre el daño colateral. Gran porcentaje de la trama de Capitán América: Civil War se basa en esto y es el mejor arco argumental que ofrece el film, y de paso planta semillas, o mejor dicho, personajes, que seguramente a futuro serán mucho más importantes que en esta cinta, como por ejemplo el de Everett Ross (Martin Freeman). Pero así como destaco lo bueno, también resalto lo malo. En este enorme desfile de personajes hay algunos que aún no encuentran su lugar en este universo, en especial alguien que acá debería haber tenido mucha más importancia (Sharon Carter de Emily VanCamp), u otros que, a menos que se mantengan estables, no tiene sentido su retorno (el General Ross de William Hurt). Y el guión no sólo falla a la hora de saber distribuir los personajes, también el conflicto final, el gran clímax que deberíamos haber visto, se siente bastante pobretón, más aún en comparación a la mega batalla que veníamos de ver. Para mantener sorpresas, de la dichosa pelea no voy a decir nada. Pero sí comentaré sobre los nuevos agregados. Tanto Spider Man como Black Panther se cohesionan a la perfección con el resto de los héroes; y si bien la aparición del primero (a esta altura ya no es spoiler, lo vimos en los trailers) es fanservice puro, el trepa muros funciona y nos da la esperanza de que por fin podamos ver un film digno del Hombre Araña. Pantera Negra es otro cantar, ya que él sí tiene peso en la historia, y de a poco se posiciona como parte clave de futuros grupos. Aprobados ambos, personajes y actores. Capitán América: Civil War es una película súper entretenida, y como viene siendo normal en Marvel, también es sincera. Buscando el único fin de entretener, lo cumple a la perfección y es un disfrute para los fans de los cómics como para el público en general ¿Película perfecta? Ni de cerca, y se nota que muchas veces prevalecen las ideas de los productores por sobre lo que quieren contar los realizadores; pero eso no le resta demasiado a una orgía de entretenimiento puro. El que ya sabe que ofrece Disney/Marvel, seguramente saldrá con ganas de volver a verla en lo inmediato.
Henry se despierta en un laboratorio, sin saber nada. Pero tiene poco tiempo para intentar saber cómo llego ahí, ya que de inmediato es perseguido por el misterioso y malvado Akan y su mini ejercito. Ahora Henry deberá escapar por su vida mientras intenta descifrar que es lo que le hicieron y porque ahora es un cyborg. Estamos ante un nuevo intento de hacer una película emulando el lenguaje de los videojuegos. En esta ocasión, se intentó imitar el estilo FPS (First Person Shooter), es decir, esos donde la cámara es la visión del personaje y vemos las manos empuñando el arma. Para ponerles un ejemplo, quizás recuerden cuando Hit Girl intenta rescatar a su padre en la primera parte de Kick Ass. Bueno, así, pero todo el film. ¿El resultado? Lo que se podía prever; algo que ya ha utilizado como herramienta en algunas películas de acción y queda interesante a la vista y le da un salto de originalidad al estilo de dirección, no tiene por qué funcionar durante todo el metraje. Más aun cuando parece que todos los esfuerzos fueron a parar en hacer que la cinta se vea así, olvidándose de algo tan importante como lo es la historia en si. No soy partidario de exigirle a todos los films lo mismo, y de hecho dentro del mismo género, trato de informarme para saber qué nivel de expectativas tener antes de ver cada película. Pero en este caso, aun habiendo visto la película con cierta vana esperanza, termina siendo aburrida y decepcionante. La historia no es más que una excusa para hacer constantes escenas de acción que se intercalan entre persecuciones y tiroteos, y breves momentos muertos con Sharlto Copley tirando información para darle un poco sentido a todo. Aun es mas graciosa la presencia del propio Sharlto Copley en el film, no solo por lo ya mencionado en el párrafo de arriba, con el literalmente diciendo qué está sucediendo para explicarles a Henry y a nosotros que está pasando; sino que además, con cada aparición de su personaje, lo vemos vestido de forma diferente, como si alguien cercano a la producción tuviera una tienda de disfraces y necesitaran usarlos para financiar la película. Poco queda para analizar en Hardcore: Misión Extrema, ya que de película tiene más bien poco y nada. Como experimento podría haber funcionado si se trataba de un cortometraje, como recurso para determinadas escenas de acción queda interesante (la ya citada Kick Ass, Kingsman: El Servicio Secreto o Doom: La Puerta del Infierno que tienen momentos así), ahora para un largometraje, la gran sensación que queda como espectador es “¿Cuando me dan el joystick para poder jugar?”
Eric, el Cazador (Chris Hemsworth), lleva una vida apacible después de que junto con Blanca Nieves derrotaran a la malvada Ravenna (Charlize Theron). Pero el mal nunca descansa, y la perversa Reina del Hielo, Freya (Emily Blunt), reaparece, buscando terminar asuntos pendientes con Eric, y poder vengarse de su hermana derrocada y asesinada Ravenna. Lo primero que salta a la vista viendo El Cazador y la Reina de Hielo (The Huntsman: Winter´s War en su nombre original) es que por todos los medios intentaron hacer otro film ligado a Blancanieves y el Cazador, pero sin tener que recurrir a Kristen Stewart, quien se encontraba con problemas con alguien ligado a la producción por asuntos que no vamos a tocar ahora ¿La solución? Hacer un film que es mitad precuela y mitad secuela de la movie anteriormente nombrada, y centrando el protagonismo en el personaje de Chris Hemsworth. Así es como durante los primeros diez minutos se nos dice varias veces que ambas películas están ligadas y que todo pasa en el mismo mundo, pero contándonos (de forma lo mas explícita posible) quién es Freya y por qué es casi peor que Ravenna en su maldad y ambición. Como paso con la anterior entrega, lo mejor del film es el apartado técnico. La recreación de los paisajes (en especial lo referente a lo mágico) así como los personajes está a la altura de lo que uno espera de estos tanques de Hollywood. Incluso si uno presta atención, notará varias referencias a que el reino donde pasa El Cazador y la Reina de Hielo es una alegoría directa a los vikingos. Y ahí se quedan las cosas destacables, porque el resto es cliché puro. Como el protagonismo cambia de manos esta vez, tendremos bastante trasfondo de El Cazador, que ahora nos enteramos que se llama Eric y pertenece a un grupo de soldados de elite. Sí, es tan ridículo como suena, y para colmo toda su historia referente al pasado y por qué era un borrachín simpático, es bastante de manual. Peor aún es el personaje de Freya; que pese a que el estilo de frialdad total le queda perfecto con la apariencia de Emily Blunt, su personaje es bastante pobre, y para peor, en los constantes giros que pega la trama para intentar sorprender, Freya termina quedando como una de las villanas más tontas que vimos en tiempo. Poco queda de positivo para comentar, ya que en la comparación termina perdiendo contra Blancanieves y el Cazador; ya que en aquel film se encontró la forma de darle una vuelta de tuerca a la historia, mientras que ahora, tras terminar la cinta, nos queda una sensación de haber visto un pastiche hecho a las apuradas. Tampoco se entiende por qué se le quiere dar un tono serio a estos films, cuando a la vista queda claro que si se lo hubieran tomado de forma más light, para hacer una película de aventura que entretenga y ya, sin pretensiones, hubiera quedado una cinta mucho más amena y divertida. El Cazador y la Reina de Hielo es un film bastante menor, que tiene enormes fallos a nivel guion y construcción de personajes; y que para colmo sale al mercado entre medio de dos tanques de superhéroes que le sacaran el grueso de posibles espectadores; casi condenando su destino de entrada.
elle va en plena ruta, preocupada por los problemas con su novio; sumida en sus pensamientos sufre un terrible accidente con el auto. Despierta en un extraño sótano, donde un desconocido la está cuidando del choque y le prohíbe salir del lugar, un bunker. Ahora Michelle deberá creerle a su “salvador” de que hubo un ataque y la superficie es inhabitable, o escapar y comprobarlo por ella misma. Todos nos sorprendimos hace unos meses cuando nos enteramos que de la mano de J.J. Abrams, estaba a punto de estrenarse una especie de secuela de Cloverfield (2008), filmada en un total secretismo y que pasaba íntegramente en interiores (contrario a la anterior que pasaba casi todo en las calles de noche). Lo primero que les tengo que decir, es que para nada es obligatorio ver el film original para entender Avenida Cloverfield 10. De hecho, si se quiere leer una sinopsis de aquel film y ya se puede hacer porque los eventos de esta película apenas están ligados. Poco se puede comentar si no queremos spoilearle el film a ustedes lectores, así que voy a recalcar lo mejor que tiene Avenida Cloverfield 10: las actuaciones y la historia. Por el lado interpretativo, todas las opiniones que alaban el trabajo del siempre genial John Goodman, tienen razón. El actor de larga trayectoria se devora la película y logra componer un personaje bastante intimidante cuando se lo necesita. Mientras que la bella Mary Elizabeth Winstead vuelve a demostrar que es más que una cara bonita y puede cargar esta clase de películas a sus espaldas sin demasiado trabajo. Una lástima que se la use tan poco porque es una scream queen con todas las letras. Por el lado de la trama, tenemos la clásica película que sabe aprovechar los pocos recursos con los que cuenta. En esta ocasión, tres personas encerradas en un búnker que no pueden (o no deben) salir. Así de simple; y con esto acompañado por buenas actuaciones, tenemos una hora cuarenta de entretenimiento que engancha lo suficiente como para hacernos olvidar de que, en realidad, hay un monstruo del tamaño del edificio por algún lado en la superficie. Y seguramente ésta sea la mayor virtud del trío guionista compuesto por Damien Chazelle (responsable de Whiplash), Josh Campbell y Matthew Stuecken cuando escribieron Avenida Cloverfield 10, saber entretener con solo tres actores y una locación, mostrándonos que a veces Hollywood también es esto, una simple historia, sin la necesidad de grandes efectos especiales, ni que el film dure casi tres horas logrando que más de la mitad del metraje sea aburrido. Para todos aquellos que solo quieren una película entretenida, concisa y honesta, con toques de ciencia ficción y buenas interpretaciones, no duden en ver Avenida Cloverfield 10.
Nueva adaptación de El Libro de la Selva, esta vez en 3D, mezclando personajes de carne y hueso con CGI y un reparto de voces de lujo. Yo vivía en la selva…. Mowgli se crió en la selva, con una manada de lobos y una pantera vigilando su crecimiento. Luego de que una enorme sequía asola el lugar, todos los animales deben respetar la Tregua de Paz para compartir el poco agua que queda; incluyendo al peligroso tigre Shera Khan, quien fija en el joven humano todo su odio y lo quiere como presa. Ahora Mowgli debe enfrentar la peligrosa situación sin que sus seres cercanos mueran intentando buscar su lugar en el mundo. ¿Para los más chicos? Voy a empezar a comentar quizás lo único malo que le vi a El Libro de la Selva y es su tono poco definido, mejor dicho, lo poco claro que está el entender a qué publico intentó apuntar el director Jon Favreau a la hora de llevar adelante la película. Por un lado el film es bastante violento (específicamente en las peleas entre animales) y más de un nene chiquito se va a asustar con eso, o con lo atemorizantemente real que se ve el tigre Shera Khan. Pero por otro lado tenemos unos cuantos de gags bastante tontos, e incluso un par de canciones de esas pegadizas para que canten los más peques del hogar, que se contradice un poco con la violencia que por momentos vemos. Así que por ese lado desde Alta Peli les aconsejamos tener esto en cuenta si piensa llevar a algún menor de 10 años a ver la película con ustedes. Pero si deciden ir a ver este film sólo por gusto propio como grandulones que son, se van a encontrar con muchísimas cosas positivas. Una de ellas es que por fin el 3D tiene una razón de ser y está bien usado. Todas las carreras y corridas estilo parkour por parte de Mowgli usan este recurso de forma excelente y nos adentran en esa espesa jungla a los pocos minutos de metraje. Otro punto a favor es lo bien que esta usado el elenco de actores para las voces de los animales. Podemos escuchar a Bill Murray, Ben Kingsley, Lupita Nyong´o, Christopher Walken, Giancarlo Esposito, Idris Elba y Scarlett Johansson. Estos dos últimos se lucen y le aportan una tremenda personalidad a sus personajes; Elba intimidando y causando hasta cierto miedo como el letal Shera Khang, y Scarlett Johansson aprovechando voz para recrear la característica serpiente seductora de la historia. Alta Peli tuvo la posibilidad de ver la película desde las nuevas butacas D-BOX, que se mueven acompañando los movimientos de cámara. Quizás la comparación más cercana sea con la de los joysticks de una consola como la Playstation, que vibraban en determinados momentos buscando sumergirnos todavía más en la acción. Aunque al principio se debe reconocer que es algo novedoso y divertido, el efecto se pierde a los pocos minutos, llegando al punto de olvidar que no estamos sentados en una butaca común y corriente. Conclusión El Libro de la Selva es una buena película, entretenida, con un impresionante poderío visual y una historia simple pero que engancha. Probablemente el mayor problema lo vayan a tener los padres que de buena fe lleven a sus hijos más pequeños a ver una de animalitos, y se terminen encontrando con una experiencia mucho más intensa de lo que esperaban. Lo mejor será verla y disfrutarla para satisfacer al niño que todavía llevamos dentro.
Luego de sufrir un terrible accidente automovilístico, Eveleigh se muda a un viejo viñedo con su marido, mientras entra en los últimos meses de embarazo. A medida que se acerca la fecha y conoce a la gente del lugar, su esposo se adentra más y más en el trabajo, mientras la joven Eve empieza a sufrir visiones de algo horrible que pasó en el lugar. Ahora Eveleigh deberá descifrar qué pasa y qué relación tiene con su embarazo. Nueva película de terror, esta vez a cargo de Kevin Greutert, director de un par de entregas de SAW y la mediocre Jessabelle. Así que con estas referencias, ya podemos ir imaginándonos qué clase de film nos vamos a encontrar en el cine. Mujer sola e indefensa, en un lugar aislado, con pareja y amigos que no le creen lo que ella ve. Sí, suena a mil veces visto y por desgracia lo es, ya que poco y nada tiene Yo Vi al Diablo como para destacarse en un género que parece no poder levantar la cabeza, y que en lo que va del año ya nos entregó un puñado de las peores películas del 2016. Esta vez, por desgracia, ni siquiera algunos actores logran salvarse de la mediocridad general que presenta Yo Vi al Diablo. Algunas caras conocidas como Isla Fisher, Jim Parsons o Eva Longoria no pueden hacer demasiado, los dos primeros claramente incómodos fuera de la comedia, genero por el cual se mueven siempre y dan buenos resultados; la tercera, con escaso tiempo en pantalla como para poder construir un personaje destacable. Quizás lo poco apreciable del film lo encontremos en el apartado visual. Tanto la iluminación como la fotografía en general logran darle cierto clima de suspenso, siendo esto aprovechado de forma inteligente por Kevin Greutert, quien pese a su discreta dirección, sabe sacarle partido a la mejor herramienta con la que contó. Del resto de los apartados, pocas cosas destacables. Duele ver entonces cómo hace una semana tuvimos un film de terror tan sólido como La Bruja, y ahora volvemos a tener otra peli más del montón, de la que cuesta hacer un análisis,. No porque sea horriblemente mala, pero tampoco tiene demasiado que comentar. Yo Vi al Diablo (Visions en su nombre original, y que tiene mucho más sentido tras ver la peli) seguramente le vaya bien en el cine porque maneja un suspenso con toques de terror bastante de manual, y es una película mucho más cómoda de ver que algunas buenas de terror que fueron estrenadas estas semanas. Pero como producto cinematográfico, al menos desde acá, le bajamos el pulgar.
Estamos en Nueva Inglaterra, en 1630, plena época donde se empezaban a formar las colonias inglesas en lo que aún no era Estados Unidos. Una familia cristiana es expulsada del poblado y debe irse a vivir lejos de todos, cerca de un espeso bosque. A medida que la cosecha no da resultados, no pueden cazar y el hijo menor de la familia desaparece, las sospechas de todos los miembros de la familia empiezan a tomar forma, la forma de que el propio Satanás y las brujas están en las inmediaciones. La Bruja venía siendo comentada hace tiempo en las redes sociales y en internet, en general con muchísimas personas poniendo un poco de fe en este proyecto para que por fin después de varios meses podamos ver un film decente de terror. Bueno mis queridos amantes del horror, sus sospechas se confirmaron y The Witch (nombre original del film) es todo lo bueno que esperábamos. Lo primero que debo recalcar es que si entre los lectores hay fanáticos de las películas de horror simples, de manual, con los sustitos fáciles a base de un subidón de música, o con gore que roza lo pornográfico, La Bruja no es la cinta para ustedes. Esta vez nos encontramos con una película que nos recuerda a los viejos films de terror de antaño, donde en los primero s minutos pareciera que no pasa nada, pero en realidad se crea una atmósfera, que a lo largo del resto de la historia, nos irá poniendo en un estado de tensión que al más mínimo susurro empezaremos a sentir ese hermoso sudor frío. Esto se logra particularmente por la genial fotografía a cargo de Jarin Blaschke. Realmente retrocedemos en el tiempo a una época donde las supersticiones estaban a la orden del día, y la vida de todos se regían por seguir al pie de la letra los escritos de la Biblia. Si la fotografía de Blashcke es excelente, la dirección del debutante Robert Eggers está casi al mismo nivel. Tanto a la hora de jugar con los fueras de cuadro, o porque uno puede pausar el film casi en cualquier momento y tener un cuadro digno de enmarcar en pantalla, pero en especial por la inteligente utilización de los sonidos tantos diegéticos como extradiegéticos (los que provienen de la propia trama de la película y aquellos que son agregados como la música). Quizás el mayor defecto, o el único, que tiene La Bruja, es que por momentos el ritmo cae hasta casi estancarse y pareciera que la trama no avanza a ningún lado. Quizás en el momento de verla eso exaspere a más de uno, pero como film, como un conjunto, uno entiende esos momentos muertos que en realidad juegan con la paciencia del espectador que espera el susto fácil. La Bruja se presenta entonces como una de las mejores películas de terror de los últimos meses (quizás desde It Follows). Poco convencional, con espíritu de film antiguo, pero de esos que se mantienen efectivos a día de hoy. Sólo queda esperar que triunfe en taquilla como para que proyectos similares tengan luz verde y el género del horror de una vez por todas pueda levantar cabeza.
ddie es un chico especial: bastante testarudo y con una infancia que lo tuvo alejado de cualquier deporte; es por eso que su obsesión es participar en los Juegos Olímpicos, da igual la disciplina, sólo quiere tener su momento de gloria. Luego de probar varios deportes, encuentra su lugar en el mundo cuando descubre el salto en esquí. Rechazado y humillado por todos, Eddie demostrará que tiene algo que dar y sorprenderá a ajenos y propios. Lo primero que se nos recalca cuando empieza la película es que todo lo que vamos a ver pasó de verdad. Mal síntoma para varios, ya que cuando se hace tanto énfasis en darle veracidad a la trama es porque lo que se va a contar no es del todo interesante. Bueno, esta vez, por suerte, esta premisa no se da y estamos ante un film bastante ameno. Volando Alto Si bien a priori parece la típica cinta de auto superación personal, la cosa radica en que hay varios factores que hacen que la película funcione y si nos interesa la historia de alguien que para la mayoría resultará desconocido. Esto se da principalmente por la enorme química que tienen Taron Egerton y Hugh Jackman. El protagonista de la súper entretenida Kingsman vuelve a mostrar que ya no es tanto una promesa, y empieza a consolidarse como uno de los mejores y más interesantes actores de su generación. Mientras que Hugh Jackman si bien hace nuevamente de Hugh Jackman, tiene un papel que le cae como anillo al dedo y que ya sabe interpretar de taquito. Aunque quiero hacer hincapié especialmente en Taron Egerton; ya que su papel era un poco complicado a la hora de interpretar. Eddie Edwards es una persona complicada, porque además de su problema físico, se nota que también es alguien especial, sin que nunca lo digan en la película de forma explícita. Por eso podrían haber caído en el lugar común a la hora de llevarlo al cine, pero tanto el director Dexter Fletcher como Taron Egerton supieron sacar el personaje adelante. Volando Alto Y hablando del director Dexter Fletcher, bastante correcta su dirección, que destaca principalmente en la parte de los saltos en esquí y los posteriores y muchos golpazos que se da Eddie mientras intenta aprender. Eso sí, nobleza obliga, se nota mucho la mano del esta vez productor Matthew Vaughn, quien se nota que estuvo supervisando el proyecto de cerca y pese a no haber estado detrás de cámaras en el set, su estilo se hace presente. Volando Alto es una película chica pese a tener elenco y equipo técnico digno de un film mainstream. Pero la historia que se cuenta, la forma de contarla y la duración, hacen de esta peli bastante amena, ideal para ver en familia si uno quiere alejarse un poco de los grandes tanques hollywoodenses que ahora reinan en las salas de casi todo el mundo (ya saben a qué película súper heroica me refiero).
Marie sufre un terrible accidente mientras esquiaba, y debe pasar mucho tiempo en un centro de rehabilitación. Mientras hace la terapia para recuperarse, tiene tiempo para repasar su romance con Georgio: desde que se conocieron, el enamoramiento salvaje, la gestación de su hijo y las posteriores y constantes peleas hasta la separación. Mon Roi (Mi Amor en el doblaje de varios países de habla hispana) podría también llamarse “crónica de un romance frustrado”, porque en las dos horas de metraje, vamos a poder ver todos los estados por el que pasan la mayoría de las personas a la hora de establecer una relación seria que no llega a buen puerto. Mon Roi En este apartado la película es bastante realista y por momentos recuerda al film anti Día de San Valentín, Blue Valentine (donde vemos el amor y las peleas de las parejas), por el realismo y la crudeza de algunas situaciones, que quizás cuando las vivimos nosotros no resultan tan incomodas como cuando las observamos en pantalla protagonizadas por un tercero. La mayoría supondrá que es una gran película, pero no. Porque hasta ahí llega la propuesta de este film. Mostrar una pareja que no funcionó y ya, pero sin ningún sentido dramático en especial, o buscando algo artístico a través del montaje para dejarnos pensando, como si pasaba en Blue Valentine. Y ahí es cuando la duración del film empieza a pesar, volviéndose por momentos bastante pesada y densa, porque no se nota ningún rumbo a llegar por parte de los guionistas Etienne Comar y Maiwenn. Tampoco ayuda los saltos entre presente y pasado, que no solo no aportan nada, si no que cortan el ritmo de lo que se venia contando. Mon Roi Por suerte para el film el dúo protagonista tiene la bastante química a la hora de amarse y pelearse como para mantener el interés del espectador. Por un lado Emmanuelle Bercot logra componer de forma creíble a esta mujer sufrida que se deja seducir por un encantador manipulador. En cambio Vincent Cassel esta bastante insoportable gran parte del film cuando hace del hombre que conquista a cuanta mujer se le pone delante, al grado de poner en riesgo su propia familia. Mon Roi se muestra como una bien actuada historia de amor dramática, pero sin rumbo fijo a nivel guión, lo que da como resultado un film aburrido y monótono, que desperdicia las buenas actuaciones de los protagonistas, una interesante fotografía en base a colores fríos, y un vistazo a la vida diaria de la mayoría. Lo dicho, si quieren ver una buena historia de una pareja que no funciona, vean la ya mencionada Blue Valentine.