Hay algo con respecto a Morbius que no logró comprender en lo que refiere a la crítica y cierto sector del fandom. Resulta que la vienen matando desde bastante antes de su estreno y si bien el film no es una maravilla, le saca un par de vueltas a las de Venom (la decadencia misma). Y la comparación es más que atinada ya que son películas de SONY dentro del mismo universo, al cual ya deberíamos llamar Spiderverso cinematográfico. Morbius entretiene y punto. Es pasar el rato. Tiene unos cuantos problemas estructurales y se nota que recibió mucha tijera. Los VFX podrían ser mejores y la puesta e ideas del director Daniel Espinosa son de manual. ¿Jared Leto? Está bien en un personaje que desde el guión no pretende mostrar muchos matices. Él queda peor por lo apresurado de la historia y la imposibilidad de empatía que genera como consecuencia de esa velocidad. No mucho más que agregar, solo que hay dos escenas post créditos que tranquilamente podrían ser una sola. Es una película intrascendente dentro del género de superhéroes, pero no es mala de por sí. No se merece el escarnio que le están haciendo en redes y cierta parte de la crítica.
Gastón Duprat y Mariano Cohn ya tienen su sello y siempre darán que hablar. De por sí, tienen detractores que intentan verter ideología en sus películas, como por ejemplo decir que 4x4 (2019) es un film fascista. En fin, es increíble lo que uno puede leer. Porque esa misma película bajo un sello de Hollywood hubiera sido festejada por lo que es: entretenimiento. La realidad es que su dupla es magnífica le pese a quien le pese, desde el más gritón en twitter hasta la gente más rancia de la cinefilia argentina. Competencia oficial es una película magnífica, que da nota de un ingenio agudo y sutilezas deliciosas. Es un film muy cinéfilo y que celebra ese mundo, motivo por el cual una parte del público puede sentirse un poco alienado. Y está bien que sea así, porque su historia gira en torno a hacer una película, a la relación de una directora con dos actores consagrados (y opuestos). Allí reside la grandeza de este film, en las apabullantes interpretaciones de Penélope Cruz, Antonio Banderas y Oscar Martínez. Describiría más de una situación, pero más allá del spoiler sería un sacrilegio porque es algo que hay que ver en pantalla. El film juega con el espectador todo el tiempo, te hace reír y te pone incómodo. Odiás y amás a los personajes que son tan queribles como miserables. Por momentos un tanto minimalista y por otros más grandilocuente, la puesta de este estreno es un punto fuerte para destacar. Sin dudas es la producción más importante encabezada por la dupla Cohn/Duprat. En definitiva, Competencia Oficial es una gran película que gustará más o menos, pero no pasará desapercibida por quien la vea.
Antes de sentarte a ver Ambulancia tenés que entender (y aceptar) que estás entrando al mundo de Michael Bay. Un lugar donde su propio estilo se lo devoró a sí mismo y de esa manera arrastra a la audiencia a un sinsentido que te marea. Bay fue uno de los abanderados de la parte “más industrial” de Hollywood hacia fines de los 90s y principios de los 2000s con películas tales como La Roca (1996), Armageddon (1998) o Pearl Harbor (2001). Pero fue luego de la saga Transformers en donde consolidó una forma de narrar cuasi putrefacta. Y aunque ya no pueda hacer primeros planos de una cola de una actriz, mantiene el resto de sus vicios, pero redoblados. Por ello, Ambulancia es un film que ya vimos mil veces, la copia de la copia de Speed (1994) y sus derivados, pero con su filtro imposible de digerir. Excelentes actores tales como son Jake Gyllenhaal y Yahya Abdul-Mateen II se ven “forzados” a la más pésima de las sobreactuaciones. Poco importa la suspensión de verosímil que propone el film porque no llega a dar la vuelta para convertirse en un placer culposo (si es que el término existe y/o se aplica aquí). Ambulancia solo es apta para los que banquen la impronta del director. En mi caso, me resultó de lo peor que he visto en los últimos tiempos.
Fuerte, crudo, contundente y adrenalínico. Así es este Batman y así es la película. ¿La mejor de DC? ¿La mejor del superhéroe? ¿La más polémica? Ahora mismo nos metemos en eso. El primero de mis pareceres es que, como toda buena película de DC, ésta será divisoria y debatida por años. No es un film para todos los paladares y cierto público incluso puede aburrirse. Y si bien tiene algunos problemas en el segundo acto (de los cuales no hablaremos para evitar spoilers), Matt Reeves crea la mejor atmósfera posible para Batman. El film es totalmente inmersivo, el espectador se mete de lleno en la historia y en las botas de Bruce. El estilo film noir era una gran deuda pendiente cinematográfica con el personaje y esta película la salda con creces. El primer acto es apabullante con la presentación de Gotham y de cada uno de los personajes. Robert Pattinson tenía la vara altísima y llenar esa capucha no es fácil. Y la verdad es que sigue demostrando su gran pedigrí y la rompe en el papel. Por primera vez vemos a Batman más tiempo de pantalla que su alter ego. Ahora bien, ¿Es el mejor Batman? La respuesta radicará en los gustos de cada uno. En mi caso particular dudo que otro intérprete pueda bajarme a Ben Affleck del pedestal, pero la objetividad me hace expresar que Robert tiene un futuro inmenso por delante. Lo que si puedo asegurar es que Zoe Kravitz es la mejor Catwoman live action y gracias a su look bien comiquero, le hace competencia a Michelle Pfeiffer. La química entre “The bat and The Cat” atraviesa la pantalla. Colin Farrell es un gran Pingüino, de la misma manera que Andy Serkis le da otra tonalidad a un Alfred que hasta ahora no había sido explorado así en la gran pantalla. Jeffrey Wright tiene un gran peso con su Gordon atormentado y Paul Dano se lleva todos los aplausos, pero en esta reseña no podemos hablar de él así como tampoco de John Turturro. Son tres horas intensas en donde se explora bien las motivaciones de todos ellos, en un segundo año para Batman. Con una historia conocida, pero al mismo tiempo nueva. Nos volvemos a encontrar con elementos de Year One pero tamizados con The Long Halloween, influencias de David Fincher (homenaje total a Seven y Zodiac), Chinatown y varios policiales de los 70s. Hay muchísimo más para decir sobre The Batman, pero será en otros ámbitos y con más visionados encima, con más tiempo transcurrido. Lo hermoso de todo esto, de este 2022, es que tendremos otros dos encapotados además de Pattinson: recordemos que Ben Affleck se despide del personaje en The Flash a fin de año. Película donde también regresará con la capa Michael Keaton 30 años después de haberla colgado. Eso sin contar los comics, merchandising, videojuegos y demás. Batman es tal vez el personaje de la cultura pop amado por unanimidad y aquí se lo celebra, aunque no sea perfecto. No será la mejor película de DC (para mi) ni la mejor de Batman (también para mi), pero es una gran película, aunque genere polémica y aunque divida. Es un gran viaje donde la batiseñal recién empieza a prenderse.
Siendo enero, puedo afirmar con facilidad que Licorice Pizza entra en el top 3 de estrenos del año (aunque técnicamente es una película de 2021). Paul Thomas Anderson creó la perfecta coming of age dentro de una elocuente carta de amor a Hollywood. Me refiero al Hollywood anterior a las franquicias, al Hollywood que hacía negocios con el arte y no con los productos. Pero elige contarnos desde una perspectiva hiper inocente, desde una historia de amor tierna, una imposible al día de hoy, pero muy real en los 70s. Así es como aparecen personajes tales el actor Jack Holden (que en realidad se llamaba William) interpretado por Sean Penn y ni hablar de uno de los grandes enigmas de Hollywood: Jon Peters el peluquero que se transformó en uno de los productores más poderosos de la industria. Y Bradley Cooper hace un laburo increíble en ese papel. Pero ellos no dejan de ser adornos en comparación con Alana Haim y Cooper Hoffman. La historia de Alana y Gary es tan ideal y palpable que es imposible que no te enamores de ellos, del vínculo que construyen, de la imposibilidad por la diferencia de edad y de la fábula que resulta. El hijo de Philip Seymour Hoffman, quien debuta aquí, heredó la estirpe de su padre y tiene un carrerón por delante. Pero la que se luce más es Alana ya que -también- es su debut como actriz y hasta ahora sola la conocíamos por su faceta musical, por lo cual la sorpresa es aún más grande. Es impresionante el magnetismo que genera. PTM siempre narró como los dioses y aquí no es la excepción. Es su film más personal e introspectivo. Por ello Licorice Pizza es una obra maestra, un placer cinematográfico para ver en cine, algo que lamentablemente no durará mucho tiempo
Es muy difícil (más con un solo visionado) analizar Spiderman: sin camino a casa desde lo formal. La película es puro sentimiento, amor absoluto hacia el personaje, su legado de 20 años en el cine y, por sobre todo, sus fans. Asimismo, es la película más spoileada de la historia (debate aparte) y aún así logra sorprender e incluso enaltece las expectativas. Siempre le objeto a Marvel su fórmula y si bien aquí está, hay tantos elementos que queda tapada. Tiene varias situaciones de drama muy bien llevadas y se hace cargo de todo. El tercer acto es épico a más no poder y en la sala de cine el público vibrará al igual que lo hizo en las escenas clave de Avengers Endgame (2019). Lo único que lo objeto es el manejo de los tiempos hacia la mitad del film y un par de decisiones raras en cuento la historia. Amén de eso, Jon Watts hace un impecable trabajo para contar la magna épica que le encargaron. Y Tom Holland logra su mejor interpretación. Llena de más matices al personaje y nos deja con un futuro muy promisorio (por la nueva trilogía ya anunciada). El resto que hay que hablar si o si es spoiler y aunque ya se sabe, aquí no será escrito. Es para vivirlo (y llorar) en el cine.
Eternals es la película peor puntuada desde que existe el MCU. No coincido con eso como tampoco coincido con la frase “Es la peli de Marvel menos Marvel”. Una falacia absoluta ya que recae en la fórmula de siempre: secuencia de acción y tinte de pseudo drama interrumpido por humor estúpido porque no pueden hacerse cargo de algo solemne. Otra cosa que se señala y que es un oxímoron es “parece una película independiente”. Por dios cuanta ignorancia. Está claro que empezó a correrse esa bola por Cloé Zhao. Y si bien la filmografía de la ganadora del Oscar apuntó hacia un lado, aquí le fue imposible luchar contra el sistema. Tal vez se puede apreciar un poco de su impronta en la dirección de arte y algo de la fotografía. Pero no más de eso. La construcción narrativa es igual que siempre. No más. Y destacar los VFX a esta altura es algo que no corresponde porque están a la altura de lo que tienen que estar. Ahora bien, jamás leí un comic de Eternals en mi vida así que no tenía expectativa alguna al respecto. Pero muchos fans puristas se están quejando por cómo se comprimió la historia. En cuanto al elenco, están bien. Algunos son nombres importantes (Angelina Jolie por sobre todo), pero en personajes que no dicen absolutamente nada. Si, está el primer personaje gay en el MCU y no se lo siente forzado, Lo cual está muy bien. Para cerrar, es imposible no aludir las comparaciones y supuestas similitudes entre este estreno y Zack Snyder’s Justice League. No entiendo de dónde viene eso. ¿Será acaso por los tonos más apagados en la colorimetría? Porque es el único punto comparable que hay. En definitiva, Eternals es una película más de Marvel. Un buen entretenimiento con una bella estética.
Retrato de una mujer en llamas es de esas historias de amor que te llegan y que se quedan con vos. Vi la película (más de una vez) hace un año y aún revivo en mi mente un par de escenas. El clímax es tan poderoso y está tan bien narrado que las lagrimas se mezclan con la piel de gallina que te causa. Absolutamente todo en esta película está bien. La puesta y narración por parte de la directora y guionista Céline Sciamma es magnífica. Te mete de lleno en ese mundo simple pero complicado. Por momentos idílico y por momentos de pesadilla. Pero, sin dudas, lo que más se aplaude de esta producción es la dupla protagónica. El trabajo que hacen Noémie Merlant y Adèle Haenel es impresionante. No solo por como esgrimen sus diálogos sino por sus miradas y sus silencios. Te hacen sentir lo que ellas sienten y proyectar sobre tus propias vivencias, Merecidísimos todos sus premios y nominaciones y celebro que llegue al cine, aunque sea mucho tiempo más tarde (es un film de 2019). Retrato de una mujer en llamas es una de las mejores historias de amor cinematográficas de los últimos años.
Una cuestión que aún me desvela es el éxito abrumador que tuvo Venom (2018) cuando llegó a los cines. Según mi análisis y sensibilidades, es una de las peores películas del género superheroico. Pero el gran público la amo y la segunda parte se confirmó de manera inmediata. Solo que tardó un poco más en llegar por culpa de la pandemia (aunque no haga falta aclarar). La secuela es más de lo mismo, pero con la salvedad de que ya sabés de antemano el tono y cómo están construidos los personajes. En mi caso eso hizo que no la odiara, pero sí que la padeciera. Es insufriblemente ridícula y tediosa pese a su corta duración. Andy Serkis hace un buen laburo en la puesta y la gran pelea está muy buena, aunque es corta. Como lector de estos personajes en su momento de gloria (los 90s), debo decir que el film superó a las viñetas en poder darle vida de esa manera, al ver los colores y la textura. El resto es malo. Podría destacar a Woody Harrelson, pero ni da. Él siempre cae bien parado, incluso aquí. Venom: Carnage liberado es una excusa de una hora y 37 minutos para llegar a la escena post créditos y obtener una gran revelación.
Daniel Craig se despide por una puerta muy grande. Deja a James Bond en lo más alto y deja preguntando al espectador en qué harán con el personaje a futuro, pero eso es discusión para otro momento. Sin tiempo para morir es la película de la franquicia con más corazón. En mi caso particular nunca había llorado con las entradas anteriores (ni las de sus predecesores) pero aquí fue imposible no hacerlo. Asimismo, también es la película más spoileable de la saga, motivo por el cual no haré ningún comentario acerca de su trama. Si destacaré que posee todos y cada uno de los “elementos Bond” que tanto gustan a los fans y que James está más deconstruido que nunca (como no podía ser de otra manera dado los tiempos que corren). Casi todos los personajes están excelentes, algunos de manera bastante breve. Y lo más criticable en esta área es el villano interpretado por Rami Malek, quien puede resultar algo tonto. El resto es perfecto pese a sus arbitrariedades y sus vicios. Cary Joji Fukunaga no logra distinguirse como lo hizo Sam Mendes pero hace un buen laburo a reglamento. Por esto y por lo caricaturesco de Malek, este film no se lleva el máximo puntaje, pero compensa en emoción. Gran cierre de oro para este capítulo de un personaje eterno. Porque Craig dejará los vodkas Martini y la licencia para matar pero “James Bond regresará”, tal como se puede leer en los créditos finales y como ha sido durante décadas.