A esta altura, Clint Eastwood es un prócer del cine y por ello cuesta objetarle cosas. Sé que si esta misma película hubiese estado dirigida (y protagonizada) por otra persona, mi percepción y evaluación serían diferentes. Seguro que no entra en el top ten de su obra, pero Cry Macho me entró desde lo sentimental. Ese choque de dos mundos, las sutilezas y la manera en la que está narrada, hace que una historia simple se convierta en otra cosa. Eastwood logró conmoverme una vez más y creo que por ahí va a pasar la recomendación de este film. Porque seguro que conmoverá a muchos. Ojalá vos seas uno de esos espectadores.
Maligno es una de esas películas de las cuales uno puede escuchar o leer declaraciones tales como “es una genialidad” o “que porquería acabo de ver”. Va a depender mucho de si entrás en el código y sintonía que le dio James Wan. Se nota que el director quiso hacer algo distinto en el género de terror luego de haber dejado su huella con grandes hitos modernos tales como Saw (2004), las dos primeras Insidius (2010 y 2013) y las dos primeras de El conjuro (2013 y 2016), amén del resto de las secuelas y spin-offs. Aquí intentó lograr una modernización de cierto tipo de cine (de terror) pseudo Clase B de la década del ’80 y principios de los 90s. De ahí las sobreactuaciones que esgrimen los personajes, los diálogos ridículos y los tiempos de la narración. Ojo, no está queriendo causar que el público se ría, pero lo puede provocar. Ofrece la entrada a un mundo particular y que vos como espectador disfrutes de él. Todo esto dentro de un gran laburo de puesta y fotografía para maquillar los clichés que saca a relucir. Bien en contraposición de sus trabajos previos. En definitiva, Maligno no es una película para todos los paladares. Sino más bien para quienes amen mucho las distintas aristas del género.
"Shang-Chi es la película de Marvel menos Marvel de todas" es una afirmación que he leído bastante en estos días y estoy en total desacuerdo. Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos es una película de Marvel más, con todo lo que eso infiere. Lo bueno y lo malo. Como nunca leí un comic de este personaje no puedo valorar su adaptación de la viñeta a la pantalla. Lo que si puedo hacer es centrarme en el MCU y cómo encaja ahí. A priori es un film entretenido, obviamente bien ejecutado y donde pasás un buen rato en el cine. Pero no mucho más que eso. Si es verdad que por momentos adquiere esa identidad de película de artes marciales, pero se cae a cada rato una vez que “la fórmula Marvel” entra en juego. Es decir, situación seria interrumpida por un chiste (a veces bueno y a veces tonto) para luego sumarle acción y repetir esto una y otra vez durante los tres actos. Los que me leen hace rato saben bien que esa fórmula a mí ya me cansó. Pero obvio que es exitosa y que la mayoría del público disfruta. Así que aquí encontrarán más de lo mismo, pero con algunas diferencias. ¿Cuáles son esas diferencias? La más obvia es que tenemos al primer protagonista asiático del MCU y lo que señalé más arriba en cuanto a las artes marciales. La otra es que el cast no tiene ningún nombre de alta fama o larga tradición. Y por más que Awkwafina o Michelle Yeoh tengan su público o reconocimientos, no son masivos. Mismo caso de Tony Chiu-Wai Leung, en occidente no es alguien popular. Si es verdad que hay un personaje (secundario) que ya ha aparecido y que es muy famoso (y polémico), pero es spoiler y aquí no lo diré. En cuanto al protagonista, Simu Liu, es a quien más rescato. Está medido, nunca es ridículo pese a los chistes. Gracias a estos personajes la película fluye y la pasás bien junto con el gran despliegue visual. La puesta de Destin Daniel Cretton es la que indica el manual de Marvel: cero personalidad e identidad. Se abre un poco el juego para lo que vendrá en los próximos años (sobre todo en una de las escenas post créditos) y no mucho más.
La nueva versión de Candyman tiene un gran punto a su favor: la unión con las películas anteriores (sobre todo a la original estrenada en 1992) y a la vez sirve de reboot para las nuevas generaciones. No ignora ni su origen ni su legado. En ese sentido está a la altura de la circunstancia. Ahora bien, en cuanto a película de terror deja bastante que desear. No asusta prácticamente nada. Da la sensación de que los realizadores pusieron más el foco en el mensaje que en la entrega del mismo. O sea, al ser una producción de Jordan Peele, el énfasis está en el tremendo problema de discriminación racial histórica que hay en Estados Unidos. Lo cual se aplica a la perfección con este personaje. Pero al mismo tiempo pierde. Sin dar spoilers, las víctimas siguen un mismo patrón y uno puede sacar sus conclusiones al respecto. La directora Nia DaCosta hace un trabajo muy correcto, pero con cero innovación o personalidad a la hora de intentar asustar un poco. Es todo repetición, cliché o abuso de recursos ya establecidos. El elenco también está bien, pero nadie para destacar en ningún sentido. El film es más apto para los muy amantes del personaje, ya que le da una cierta reivindicación, contexto y peso. No mucho más.
Free Guy es de las películas mainstream más completadas de los últimos tiempos. Parte de un concepto ya explorado, pero aún así no es ni secuela, ni precuela, ni reboot, ni remake. O sea, algo para destacar en los tiempos que corren. Es una mezcla de The Truman Show (1998) con un RPG violento y la mezcla sale a la perfección. En parte gracias al tremendo carisma y dotes de comedia de Ryan Reynolds, pero también porque hay corazón en la historia. Te interesás por los personajes secundarios y lo que creen. Las dos historias de amor funcionan y el público es cómplice de todo y en todo momento. Son fuertes las carcajadas que podés llegar a largar, así como también las exclamaciones de delirios nerds por algunos guiños y cameos en momentos determinados. Lo único negativo para resaltar es que el film cae en su propia trampa y se repite a sí mismo en un par de ocasiones. El resto del trabajo de Shawn Levy es formidable. El director ya había demostrado su pericia para la acción mezclada con comedia en las dos entregas de Una noche en el museo (2006 y 2009, respectivamente) y gran narración en Real Steel (2011). Aquí combina eso y le agrega algo de épica dentro de un mundo en el cual vale todo y por lo cual no se le puede objetar nada. Free Guy es la película ideal para ver en el cine.
ACLARACIÓN IMPORTANTE: la siguiente reseña está escrita por un fan de DC así que puede estar un poco “viciada” o no ser del todo imparcial. El escuadrón suicida es, sin dudas, la película más divertida de DC Comics y tal vez la más divertida del género. (Cuando pase un poco el tiempo y podamos obtener un poco de más perspectiva, podremos decir si es más graciosa que Deadpool, 2016). Ahora bien, esto no significa que sea la mejor tal como muchas personas están clamado. Eso dependerá de tus gustos y de cómo prefieras este tipo de films. En lo particular, me identifico con las interpretaciones más solemnes y serias de estos personajes. Pero aquí James Gunn me ganó por completo en la composición de su ensamble, en la irreverencia y desatado que fue. Y de cierto modo eso también es ser fiel al comic de origen, porque cuando en 1987 se publicó por primera vez El Escuadrón Suicida (post Crisis en Tierras Infinitas), se pretendía romper un poco el molde. Aquí lo hizo. Y sin bien ciertas cosas son adaptaciones directas de la obra del guionista John Ostrander (y también otros autores) es la personalidad e ideas de Gunn las que resuenan en el film. Cuando ellos y ellas hablan, es él quien está hablando. La película no te deja respirar porque te sorprende todo el tiempo (es muy spoileable), así como tampoco deja que te recuperes de una carcajada para meterte en la siguiente. Además, es sangrienta, algo gore y no le escapa al humor negro. No es escatológica por más que posea algún chiste de ese tipo ni tampoco es una comedia sexual por hacer chistes con penes. Su humor es ingenioso y al servicio de los personajes y no al revés. Margot Robbie vuelve a robarse todo el show con su Harley Quinn. Y aquí más desatada que nunca. Lo mejor de la película, siempre. Pero le sigue muy de cerca John Cena como Pacemaker, de quien tendremos serie propia el año que viene. Lo cual tiene sentido porque te deja con muchas ganas de más. Idris Elba cumple muy bien como Bloodsport al igual que Peter Capaldi como The Thinker. Y el resto del elenco está genial, ya sean los que repiten rol o los nuevos. La química entre todos está muy bien planteada y cada uno tiene un propósito definido. ¿King Shark? Aplausos para el equipo de VFX y para Silvester Stallone por crear semejante personaje. James Gunn hace un trabajo magnifico y vuelve a demostrar, una vez más, que es el único “director/autor” que ha trabajado en Marvel, ya que sus Guardianes de la Galaxia son las que salen de la fórmula de la empresa (sobre todo la primera). Aquí claramente tuvo más libertad creativa e hizo lo que quiso y con mucha pericia logró algo muy bueno. Amén de las referencias a Argentina que podría nombrar aquí u otros detalles, sin dudas el mejor acierto para encarar este tipo de film, fue su impronta. Lo que no quiere decir que desprecie la cinta de 2016 sino todo lo contrario, ya que son dos versiones y enfoques diferentes. Aun así, corresponde aclarar que la versión que vimos ese año de Escuadrón Suicida no es la original, no es la planteada por su director David Ayer, ya que fue cambiada casi a último momento. Es por ello que ahora mismo hay una fuerte campaña bajo el hashtag #ReleaseTheAyerCut de la misma manera que se hizo con el corte de Zack Snyder de Liga de la Justicia. Veremos qué pasa… Mientras tanto hay que disfrutar de este estreno a pura adrenalina y carcajada.
Jungle Cruise es una película que cumple con su promesa: entretener sin dar muchas explicaciones ni formalidades. Y la verdad es que no se puede esperar más de la nueva adaptación de Disney sobre una de sus famosas “rides” en su parque de diversiones. De la misma manera que se hizo con la saga Piratas del Caribe -y también en alguna medida con Tomorrowland (2015)- aquí se intenta venderle al público un universo a partir de una atracción turística/juego. En esta oportunidad evocando una especie de espíritu a lo Indiana Jones o sus derivados, tales como la saga de La Momia. Lo que le resta mucho es que todo el tiempo se la nota artificial. Toda la naturaleza que los rodea, tanto plantas como animales. Y eso puede sacar de sintonía a muchos espectadores. Asimismo, la historia en sí es trillada. Ya hemos visto arcos argumentales muy similares. Pasa que aquí lo que resalta es el buen trabajo de la dupla protagónica. Dwayne Johnson hace brillar todo al igual que en el resto de sus producciones y Emily Blunt no hay nada que haga mal. El director Jaume Collet-Serra, de carrera bastante interesante, acá queda un tanto opacado detrás de toda la parafernalia Disney. O sea, su puesta es la correcta pero los VFX ocultan su talento. En definitiva, Jungle Cruise es un film que será disfrutado por un público sin mayores exigencias, que solo busquen entretenerse con algo simple.
Lo primero que hay que tener en cuenta antes de ver Space Jam: una nueva Era, sobre todo si estás en tus 30s, es que es una película para chicos. O sea, no hay que intentar revivir lo que sentiste cuando la viste por primera vez porque ahí -justamente- eras un niño o niña y este estreno está apuntado para ese público. Hago esta aclaración porque leí varios comentarios sobre que “Space Jam había perdido su magia”. Lo cual es inentendible porque es básicamente lo mismo y, además, un chico jamás diría eso. El film es inocente y punto. Hay que juzgarlo por lo que pretende ser. Y obvio que no es una película perfecta, pero cumple con su objetivo. Pasa que llega 25 años más tarde. En mi gusto particular, prefiero a Jordan, pero seguro que es porque soy contemporáneo a su figura. LeBron James hace un trabajo decente. actúa mal, es verdad. Pero no es actor. En cuanto a la historia, el guión podría haber sido un poco más ingenioso y gracioso (apenas te saca dos risas en dos escenas muy puntuales). Y el film peca de ser todo el tiempo una gran publicidad de toda la galería de Warner. Faltaba que diga “Disponible en HBOMAX” y listo. Lo único bueno de eso es que brinda entretenimiento para los cinéfilos queriendo ver (e identificar) a todos los personajes que aparecen. No hay mucho más para agregar. No suma hablar de Zendaya como Lola Bunny, cualquiera podría haberlo hecho. Space Jam: una nueva Era es buen entretenimiento para los más chicos, tal vez más si les gusta el básquet.
Debe ser una mezcla entre el retraso por pandemia y la focalización de las series en Disney+, que la consecuencia del estreno de Black Widow es que me la olvidé ni bien salí del cine. Pese al amor que le tengo a Scarlett. Tal vez se debe también a que la película -número 24- de Marvel no posee sorpresa alguna y eso era algo que ya sabíamos. O sea, un film de origen de la Viuda Negra era una cuenta a saldar por parte del Estudio, pero se pierde noción de ello en el camino. Arranca muy bien y se mantiene así todo el primer acto. Pero luego es imposible no pensar “es una más” u “otra vez lo mismo”. La fórmula (muy exitosa) Marvel vuelve a repetirse: intercalar secuencias de acción con alivios cómicos y un leve drama que es desechado al segundo. No ayuda para nada saber que no hay peligro alguno para las dos protagonistas ya que una se encuentra muerta en la actualidad y la otra se anunció que seguirá en el universo. Situar los hechos del film entre Capitán América Civil War (2016) y Avengers Infinity War (2018) es entendible desde lo narrativo pero un desperdicio desde lo original y emocional. ¿Por qué no situarla previa a Ironman 2 (2010) y/o a los hechos ocurridos en Budapest? Y hablando de la Capital de Hungría, es increíble que luego de haber estado machacando por varias películas con ese recurso (y esa intriga) no nos muestren lo sucedido ahí ¡sino que eligieron contarlo! El trabajo de la directora Cate Shortland es del manual de Marvel/Disney y por lo tanto es correcto, pero desalmado e impersonal. ¿Realmente la realizadora de Somersault (2004) está detrás de este film? ¿Pasará lo mismo cuando veamos Eternals a cargo de la ganadora del Oscar Chloé Zhao? Imposible no recordar las palabras de Lucrecia Martel… Pero bueno, ese es otro debate. La acción y los VFX están a la orden, pero sin ninguna escena en particular que trascienda en el subgénero de superhéroes o siquiera en la Compañía. Lo mejor -y motivo exclusivo por el cual se mantiene el film- es Scarlett Johanson, quien puedo darle algo más a su Natasha y tener una especie de cierre. Aunque merecía más. Por su parte, Florence Pugh está muy bien y se esperará con ganas más de su Yelena. En cambio, David Harbour y Rachel Weisz no dicen nada. ¿El villano? Ray Winstone interpreta a alguien a imagen y semejanza de Harvey Weinstein y es muy malo porque tiene que serlo. En definitiva, Black Widow es una película vacía, que llega tarde y que elige una historia para contar que no interesa demasiado. Pero bueno, es Marvel y con eso tal vez, alcanza.
En el barrio es meterse un poco en el mundo de Lin Manuel Miranda. Aquel mundo que muchos descubrimos mediante Hamilton (se puede ver en Disney Plus) pero que tantos otros vienen celebrando hace ya casi una veintena. Si te gustan los musicales es todo disfrute en esta película. Y si no te gustan… bueno, ya podés dejar de leer y -definitivamente- no veas este film. El carisma de todo el elenco (mayormente desconocido salvo por un par de caras) es brillante. Las coreografías y los bailes son sensacionales y la música es muy poderosa. Te envuelve y te transporta. El director Jon M. Chu hace un gran laburo. La puesta es increíble y tiene todos los elementos que se le puede pedir a un musical grandilocuente. La historia es simple, las resoluciones obvias y queda más que claro el por qué adaptar esta obra justo ahora. Es muy coyuntural en lo que respecta a la representación de las minorías latinas (y afrolatinas) en Hollywood. Pero bueno, más allá de entrar en esos debates -y amén de la simpleza de su relato- En el barrio es un musical que se disfruta bastante por los amantes del género y que seguramente volveré a ver.