Machete es un antihéroe que surgió de la retorcida mente de Robert Rodríguez, y como producto de la curiosidad de convertir en largometraje uno de los clásicos avances de cine ficticios que gusta de hacer en sus presentaciones, esta vez en Planet Terror (2007). Así, Danny Trejo,un mexicano muy estereotipado y hasta cierto punto racista, es Machete, un ex agente federal que descubre que la justicia y las leyes no siempre van de la mano, así que decide convertirse en una especie de vigilante. Así, con toda la ironía y situaciones clichés del cine de acción (el héroe nunca muere y es capaz de cualquier cosa) Machete Kills es la secuela de una película que atrapó gran cantidad de adeptos por su frescura y su sentido de la burla. Ahora, Machete es contratado por el presidente de los EU (Carlos Estévez), para detener a Marco Méndez (Demián Bichir), un narcotraficante que amenaza destruir Washington si no intervienen en la desigualdad social de México. Pero todo resulta ser un juego de la verdadera mente maestra, Voz (Mel Gibson) quien planea llevar sus negocios al máximo. Como ustedes saben (y por si no lo saben, es advertencia), el cine de Robert Rodríguez es sangriento, burlón, sádico, pero sobre todo, lleno de clichés y parodias. Si no se toman este tipo de cine en serio o no soportan mucha sangre volando exageradamente y habilidades extraordinarias en el héroe, mejor absténganse. En cambio, si disfrutan de una buena película de acción, definitivamente no los defraudará. Con la participación especial de gente como Antonio Banderas, Lady Gaga, Cuba Gooding Jr., Vanessa Hudgens, Sofía Vergara y más, y la mayor parte de la gente de la primera parte, Machete Kills promete seguir con una nueva entrega en el espacio y seguir siendo tan irreverente como genial.
Cuando iniciamos la "phase one" de las pelìculas de Marvel, era como ver diferentes piezas de un ùnico rompecabezas que Marvel estaba armando. Avengers fue la pieza final y en taquilla logró un verdadero éxito, aunque en críticas no unificó a todo el mundo. Después del bodrio que representó Iron Man 3, ytras el anuncio de sus 4 nuevas piezas de rompecabezas (Thor 2, capitán América 2 y Guardianes de la galaxia), todos esperábamos una estrategia similar para Avengers 2. Resulta que podríamos simplificar todo, empezando por ver Thor (Dir. kenneth Branagh), continuar con Avengers y seguir con Thor 2. La línea directa de la historia termina siendo Thor y su hermano Loki. En esta segunda parte, deben enfrentar una amenaza antigua, los Elfos Oscuros, quienes bscan el Aether, una gema mística que otorga poder ilimitado. En medio del castigo que enfrenta loki por sus crímenes, su rubio hermano deberá pedir su ayuda aunque eso signifique ser traicionado por el Dios del engaño. Una de las cosas que se lecriticaban a Loki es que no habían mostrado su habilidad para mentir y engañar, cosa que intentaron corregir en esta secuela. Y de hecho, es mucho menos el drama familiar y mucha más la acción a la que entramos desde el inicio con una secuencia histórica bien narrada sobre el orígen de la amenaza y su posterior desarrollo con la intervención de Jane Foster (Natalie Portman). Pero como siempre, uno se pregunta, si ya nos dijeron que los héroes son universales, ¿dónde están Iron man, el capitán y compañía en una guerra que se supone es de proporciones universales? Por presupuesto, o por cuestiones temporales, esperemos que nos expliquen en futuras secuelas del universo Marvel (cosa que nos quedaron a deber en la Phase one). Ahora bien. Chris Hemsworth, plano como siempre. Tom Hiddleston el mejor de todos. René Russo sorprendiendo y Anthony Hopkins y Natalie Portman como siempre impecables. Las bromas del mundo Marvel corren por cuenta de Kat Dennings (Darcy). Dirigida por Alan Taylor (The Emperor´s new Clothes), parece que las instrucciones de arriba realmente fueron dar énfasis a las secuencias de acción más que a los diálogos. Pocas interacciones y pocos personajes al mismo tiempo en pantalla sin que exista algo de efectos. Pero eso si, tal y como Loki, llena de engaños. No quiero arruinar ninguna sorpresa, pero les adelanto una cosa: esta película en realidad no forma parte de la phase two. Cuando la vean, entenderán por que (hay que recordar que Avengers 2 en realidad llevará por título Age of Ultron, desviando la atención del villano que habíamos encontrado en la escena final de Avengers). y al menos podemos decir, bien Marvel, por hacernos olvidar Iron Man 3.
Películas de superación personal hay muchas. Tanto que nunca acabaríamos de contarlas todas si me pusiera a hacer una lista de ellas. Y para más referencias, un par de amigos (o socios) que se sienten acabados, o fuera de lugar, y de repente descubren que tienen mucho que dar de sí mismos, enseñar y aprender de otros y, finalmente, volverse a encontrar en la vida. Si la fama les suena familiar, es porque de eso va Aprendices, o The Internship, protagonizada por Owen Wilson y Vince Vaughn. La novedad en esta trama es que ambos son vendedores de relojes "a la antigua", es decir, personal y de puerta en puerta intentando convencerte de comprar. Ahora que los relojes de pulsera han pasado de moda, pues todo el mundo consulta la hora en su celular, deben encontrar un nuevo trabajo, y su mejor opción es ingresar a Google, el gigante de la internet, cuyo programa de contratación incluye una pasantía de una semana para determinar quienes serán sus nuevos integrantes. Los chistes tecnológicos de los que pudieron "abusar" se hacen a un lado, para dar más valor a las lecciones morales, terminando por entregar una comedia dramática más que una comedia en toda su extensión. Los mejores gags son sin duda la referencia a los mutantes (que de hecho, lo gastaron por completo desde el avance) y una épica referencia al mundo de Harry Potter. Además de tener una escena completamente fuera de lugar no apta para menores que elevan inecesariamente su categoría de comedia familiar a comedia para adultos (de verdad, la escena del antro no tenía NADA que hacer en la edición, por más que me digan que hay una versión sin censura y otra con censura). Es así que lo que pudo haber sido una comedia tecnológica moderna, termina por ser un comercial masivo de google, y un filme moralista sobre como aprovechar tus fortalezas en un mundo en el que, por momentos, todo parece ir más rápido que la vida.
Resulta complicado que una pelìcula que hable de la etapa más complicada de la adolescencia, vulgarmente conocida como Pubertad, logre hacer justicia a los sentimientos por los que todos pasamos entre los 12 y los 17 años. Y más especialmente cuando involucran problemas como dos familias diferentes y unas vacaciones en las que se debe convivir con el padrastro con el que simplemente se empieza con el pie derecho. Duncan es un chico que, en plenas vacaciones de verano, debe encontrar su lugar en el mundo, entre aceptar la nueva vida de su madre, defenderla por el amor que tiene y él mismo encontrar el amor y encontrarse a sí mismo. Con ayuda del dueño de un parque de diversiones acuático (Sam Rockwell) y na vecina, Sussanna (AnnaSophia Robb), que más que nunca lo entiende, lo apoya y lo comprende al ser un poco mayor que él, Duncan deberá entenderse así mismo y aprender a valorarse, lejos del "3" de su padrastro (un insoportable Steve Carrell) Entendemos que a la "industria" de películas indie le encantan este tipo de historias. Comedias con un tinte dramático (o dramas con un tinte de comedia), que situadas en un espacio-tiempo específico, cuenten la maduración de un adolescente y su entendimiento muy particular del mundo. Y esa me parece que es la mayor falla de "El camino de vuelta" titulada en España y otros países de latinoamérica, que son tantas las historias que han contado lo mismo, que esta ya no parece fresca y que, en realidad, no tiene mucho que contar y no genera una gran empatía (al menos no con el protagonista, Liam James -2012, AVP2-) y que aparentemente no tiene ni pies ni cabeza ni un objetivo verdadero de contar una moraleja o una lección de vida. Desde muy, muy atrás es de esos filmes que, a pesar de que tienen buenas actuaciones, un guión aparentemente sin huecos y una dirección cumplidora, no pasará a la memoria colectiva y sólo será un filme para ver un domingo por la tarde.
Keller Dover (Hugh Jackman) es un padre de familia. Como buen vecino, se lleva bien con sus vecinos, que tienen una hija de la misma edad que la suya. Como otras ocasiones, van a comer juntos y a disfrutar de una tarde en familia. Pero esa tarde se convierte en pesadilla cuando las dos pequeñas desaparecen sin dejar rastro, y la única pista es una casa rodante que estaba estacionada cerca. Así comienza La Sospecha (título bastante raro, cuando la traducción directa, Prisioneros, no quedaba tan mal), película dirigida por Denis Villeneuve (Incendies, 2010), y coestelarizada por un elenco de lujo: Jake Gyllenhall, Viola Davis, Terrence Howard, Melissa Leo y Paul Dano. Y hablando de éste último, ¿cuándo será que la academia aprecie su trabajo y le de por lo menos alguna nominación?. Un thriller de secuestro, en el que, una vez más, un hombre es capaz de llegar lejos para salvar a su familia. Un esquema bastante trillado. Aquí la diferencia es que no es de acción. No hay explosiones, y de hecho, no hay ni siquiera asomo de habilidades asombrosas ocultas. Fans del físico de Hugh Jackman, absténganse. Y es que, como en otros trabajos del australiano: The Prestige o Les Miserables, Jackman se mete en un papel que le exige actuación, que le exige talento. Y demuestra que si lo tiene aunque no sabemos si le alcance para ganar algún premio. Gylenhall por momentos parece muy lano y Paul Dano, con poco tiempo en pantalla, es quien en realidad mueve la trama por lo oscuro. El único (y el mayor) problema del filme es su duración: 2 horas y media parecen exagerados para la historia que se quiere contar, aunque sea totalmente realista. Eso si, como buena película de hollywood, dejamos un final abierto por si la historia tiene éxito y se nos antoja contar una segunda parte. Solo esperemos que no tarden mucho para traerla a México
Neill Blomkamp, responsable de la infravalorada Sector 9, regresa acompañado de Matt Damon, Jodie Foster y Diego Luna, con locaciones en la Ciudad de México, para traernos Elysium, una historia con tintes de thriller y acción y ciertas remembranzas a su anterior trabajo. Elysium es una ciduad futurista, en una estación espacial, a donde las personas de la alta sociedad se fueron a vivir luego de que la tierra se ha convertido en un basurero inhabitable. Max, un obrero cualquiera, sufre un accidente que lo obliga a buscar un modo de llegar al paraíso, en donde son capaces de curar cualquier enfermedad con sólo un botón. Así, entre alegorías de migración, muros, separación de clases y miseria humana, combinada con egoísmo, Elysium muestra mucho menos de lo que puede hacer. Lejos de convertirse en otra obra política como District 9, acá Blomkamp se conforma con mostrar a un Matt Damon ocupando todo el tiempo la pantalla, en donde incluso Jodie Foster más que villano, es otro personaje secundario. Ya me contaba una amiga que la mayoría de las películas de Damon se tratan solamente de él, y esta es otra prueba de esas. Si bien es un correcto thriller de acción, en el que se disfruta la segunda mitad de la película cuando empieza el viaje, se queda muy corta con el trabajo previo del director. Eso si, los efectos especiales merecen su distinción pues están muy bien logrados. Lo malo es que no compensan la falta de profundidad del guión que pudo haber mostrado mucho más que los sueños egoístas de Matt Damon (y no, la redención innecesaria de personajes no salva un filme malo)
Del director Joshua Michael Stern, y basada en la vida del genio fundador de Apple, Steve Jobs es un intento fallido de retratar la genialidad de una persona que amaba lo que hacía y lo llevaba a la perfección. Desafortunadamente, en un año plagado de películas biográficas (Lovelace, Diana, etc), Jobs se queda en un intento muy vago de reflejar la vida de Steve y no muestra ni sus problemas personales ni los laborales. Ashton Kutcher es quien interpreta al nativo de California, y lo hace de forma correcta (mas no brillante). La mayor parte de la película no lo reconoces a él y te crees que sí es el inventor de apple, y sin embargo, aunque empieza en un viaje difuso de su adolescencia, mientras avanzamos a la creación de la apple 1 con su amigo Steve Wozniak, pareciera que la película va por buen camino. Pero -porque siempre hay un pero- empezamos con saltos temporales completamente confusos y terminamos con la parte "dramática" del filme y de aquella sonada despedida de la empresa que fundó. Con pintas de ser un telefilme (sin lograr el efecto "lágrima" que muchos de ellos tienen), la película termina por caer en una especie de línea temporal en la que muestran lo que pasó: 1976, funda apple; 1977 sale la apple II, 1984, lo expulsan de apple; 1996, regresa a apple. Y básicamente es el resúmen del filme, que más que dar spoilers, en cualquier libro no autorizado se encuentra mayor información que lo que vemos en la cinta Insípida, con una dirección que termina por arruinar la película (en donde se nota la inexperiencia del director para dirigir un filme sobre el que se esperan grandes cosas), un guión que no supo si dirigirse al ámbito personal y mostrar los problemas por los que atravesó, o dirigirse al ámbito financiero, mostrando los altibajos de la compañía de la manzana. jOBS es, en todos sentidos, una película decepcionante.
Año 2022. El gobierno de los Estados unidos de América ha autorizado una ley que se conoce como "La Purga". Una vez al año, durante 12 horas, se suprimen todas las leyes y está permitido matar, violar, secuestrar e ingresar a casas (excepto las de funcionarios de gobierno de un alto rango). Durante una noche, los servicios de emergencia se suspenden y se permite a la gente matar (excepto con armas de destrucción masiva) y "limpiar" las calles de delincuentes y desahogar sus frustraciones. James Sandin (Ethan Hawke) es un vendedor de sistemas de seguridad para casas. Con ellos, garantiza la seguridad de sus clientes durante la noche de purga. Sin embargo, debido a un "error" de su hijo, deberá vivir en carne propia las atrocidades de las que son capacez las personas en busca de satisfacer ese instinto asesino que todos tenemos oculto. James DeMonaco (State Island), produce, escribe y dirige este thriller de suspenso en el que los demonios internos de la gente "bien" salen a relucir mientras se trata de defender a su familia, o al menos ese es el pretexto que ponen. Con una premisa bastante interesante, planteamos el dilema de, ¿qué nos hace humanos?¿Hasta donde somos capaces de llegar por el bienestar de los que amamos?¿Existe el bien y el mal dentro de nosotros?. Lo malo, es que se limitan a mostrar lo sucedido dentro de una familia acomodada, sin desarrollar a los personajes. No sabemos quienes son, como son, como actúan. Simplemente nos presentan la "ley de la purga", y de inmediato vamos por los asesinatos. Total, a la gente le gusta el suspenso y la sangre y eso es lo que le damos. Y es un reflejo del hollywood actual: vamos por el dinero, la calidad es lo que menos importa. Interesante para aquellos que gustan del suspenso y la sangre. Mala para los que buscan un poco de calidad en cualquier producción. P.D. Nunca se vayan con la finta cuando los carteles dicen "Del productor de...". Los productores solo ponen dinero, y esperan que se les regrese con inversiones. No son responsables del producto final. P.D. Ya se anunció una segunda parte. Dado que el futuro que plantea es interesante con esta extraña ley, ojalá no se limiten a otra familia, sino a algo más global.
Si tienen entre 20 y 30 años de edad, sabrán la fiebre que respresentó, por lo menos aquí en México y en otros países de latinoamérica, la entrada de Dragon Ball a la pantalla grande. En aquellos años en los que apenas empezábamos a entender que las caricaturas de japón se llamaban "ánime" y cuál era la diferencia entre eso y un "manga", y quién era Akira Toriyama, las aventuras de un pequeño niño con cola y sus peleas estilo karate (responsable que incluso muchos de nosotros quisiéramos aprender Karate, kung-fu y todos sus derivados), y que posteriorimente evolucionaría en sus peleas, personajes y estilos hasta convertirse en todo un referente cultural y popular. Hoy, después de casi 10 años (un poco más, un poco menos) de su finalización, -hay que considerar que Dragon Ball GT nunca formó parte del universo original, sino que fue una historia creada exclusivamente para la TV- Akira Toriyama regresa con Goku y compañía para traernos una nueva aventura con un nuevo enemigo y las ansias de los fans quienes nos mordemos las uñas contando las horas para su estreno en pantalla grande. No sé en cuántos países, pero en México, en su momento, tuvimos el estreno de una película llamada simplemente "Dragon Ball Z, la Película", también conocida como "La batalla más grande del mundo está por comenzar", allá por 1998, por lo que una aventura así no nos es completamente ajena. La ventaja de "La batalla de los dioses" es que cuenta con el factor nostalgia. Después de la horrenda Dragon Ball Z Kai, que pretendía ser la versión remasterizada, resumida, y con miras de llegar a las nuevas generaciones, Toriyama anunciaba una nueva historia creada por él, y se movió cielo mar y tierra para que fuera proyectada en cines fuera de japón y con las voces que inmortalizaron este ánime en su primera transmisión. Y ahora que llegamos... pues sigo sin decidirme si la película es mala por sí sola, si sólo fue como respuesta a la presión de los fans por el regreso de los Saiyajins, o es que las expectativas estaban demasiado elevadas. La historia se ubica unos años después de la derrota de Majin Boo a manos de Gokú (básicamente, el final de Dragon Ball Z).. Éste se encuentra en el mundo de Kaiosama, debido a que está muerto. Mientras, en un universo paralelo, el Dios de la destrucción, Bills, despierta de un largo sueño y escucha la historia de cómo el gran Freezer fue destruído por un saiyayin. Alimentado por una profecía que dice que un día enfrentaría a un Dios-Saiyajin, viaja a buscar a Gokú, que intenta pelear con él sin éxito. Con ayuda de Shen Long, descubren que reuniendo el poder de 6 saiyajins, lograrán obtener el poder de un Dios-saiyajin, por lo que Gohan, Goten, Trunks, Vegeta y una Pan no-nacida en el vientre de Videl, le dan el poder a Gokú para pelear en modo Dios, para al final... Bueno. No debería dar spoilers, pero me parece que el final es de lo peor que he visto en mucho tiempo. Equiparable con el giro de tuerca sin sentido de Iron Man 3 y el Mandarín. Pensándolo fríamente, hay que reconocer que retoma el espíritu infantil de Dragon Ball. Pero ver a Gohan, Piccolo y Vegeta haciendo payasadas está fuera de lugar. Y más aún fuera de lugar, la actitud de Bills y Weiss, los adversarios. Insisto, no sé si fue por presión que se hizo una historia tan mala con el mero pretexto de volver a ver a los Guerreros Z reunidos, pero... sin duda, y sin miedo a sufrir represalias, Dragon Ball Z se coloca en mi lista de lo PEOR del año.
Ladrones de La Fama, o Adoro La Fama, para algunos países de latinoamérica, es la nueva producción juvenil de Sofía Coppola (Somewhere), con Emma Watson en el cartel, aunque no sea ella la protagonista principal. Y en realidad, a pesar de que son Katie Chang (CUTEeGRL) e Israel Broussard (The Chaperone) quienes pasan más tiempo en pantalla y quienes inician todo, ellos junto con la genial Taissa Farmiga (American Horror Story) y Clairie Julien (The Dark Knight Raises, -como extra-) con otros esporádicos, son en quienes se enfoca la película. The Bling Ring, nombre dado a una banda de jóvenes ladrones, quienes se metían a las casas de famosos (Lindsay Lohan, Paris Hilton y otros más) a robar pertenencias, es el centro de esta historia. Y sin ir más allá, la película no toma ningún bando. Y eso es el sello de Coppola: mostrar las historias, sin tomar ningún bando, ni víctima ni victimario, y dejar que sea la gente quien juzgue y opine sobre lo que sucede. Como en Somewhere, el eje central es la fama. Es curioso que a veces en las estadísticas de robos a tiendas departamentales, sean jóvenes con dinero los que más roban artículos. Y esto se da no por falta de dinero, sino por obtener simple notoriedad. En una época en la que las redes sociales ya no respetan la privacidad de nadie, y mucho menos de aquellos expuestos a los reflectores, es sencillo encontrar la casa de quien quieras, tanto por dirección, como más recientemente por vista satelital. Agendas, calendarios, eventos, fotos y demás están a un click de distancia. Y eso, simplemente por juego o por obtener la fama, es por lo que Sam (Broussard) y Rebecca (Chang) entran a la casa de Hilton y se llevan unas cuantas cosas, obvio presumiendo a todo el mundo lo que hicieron sin ninguna dificultad. Es entonces cuando uno se pregunta, ¿Hasta dónde puede llegar el fanatismo, y la invasión de la privacidad? Todos sabemos recientemente lo que han llegado a hacer con tal de obtener un simple "follow" en twitter por parte de sus artistas, caso más reciente, de una chica que asesinó a su perro con tal de que los integrantes de one direction la siguieran; o llegar a acosarlos con fotos, visitas en su casa y tratar de parecerse a ellos. Como decimos, simple notoriedad. Por sentirse solos o por querer sobresalir. Ladrones de la fama es una mirada contemporánea a ese fanatismo que se vale de los recursos más actuales con tal de ser alguien famoso, con tal de pertenecer a ese estilo de vida tan sobrevaluado y al que, aunque muchos lleguen, no todos saben sacar lo mejor de él. Una película que más bien parece un reportaje, pues se enfoca en seguir los inicios de la banda, aunque quizá un poco mal fundamentados y de una manera muy superficial, que termina siendo una muestra alargada de un caso de los que seguramente hay muchos.