El miedo interior Después de varias películas de terror para el olvido en la cartelera local, llega este film escandinavo destacable por el modo original y novedoso de presentar una convencional historia de zombies. Ellos te están esperando (What we become/Sorgenfri, 2015) divide su argumento en tres niveles asociados a los vínculos: el primero se da entre el adolescente Gustav y su vecina de enfrente, de quién se enamora. El segundo es entre Gustav y sus padres, quienes tratan de acercarse a su hijo al cual comprenden cada vez menos. El tercero es entre la familia que componen Gustav, sus padres y su pequeña hermana, y el resto de la comunidad de nombre Sorgenfri, título original de este film danés. No es un film coral, de hecho la película se centra en Gustav, sino una nueva exploración de los vínculos sociales a través del cine de terror. El cine de terror escandinavo se caracteriza por representar el lado oscuro de las comunidades aparentemente perfectas de la región norte de Europa. Podemos observar un denominador común de este tipo de película: el terror nunca es un factor externo sino que viene del mismo seno de las comunidades. Ellos te están esperando no es la excepción, a través del modo de presentar su relato, podemos ver cómo la aparente armonía de tales vínculos sociales esconden un temor latente que se oculta más cerca de lo que ellos intuyen. En el film dirigido por Bo Mikkelsen, el pueblo padece una epidemia (cuyo origen se desconoce) y es puesto en cuarentena. Los ocultados, los peligrosos para el resto, son los “ellos” del título local -ambigüedad entre los protagonistas y los zombies- quiénes viven en el pueblo con sus casas tapadas detrás de largos plásticos negros que los condenan a la oscuridad. Desde el interior de sus hogares, el miedo no se ve, se percibe. Sucede fuera de las casas, fuera del campo visual de la familia protagonista, fuera del cuadro cinematográfico. El espectador recibe la misma información que los personajes víctimas/victimarios del virus (el diseño del sonido fuera de campo es fundamental), generando una angustia e impotencia acerca de lo que sucede -y podría suceder- arrolladora. Este recurso del suspenso acciona sobre la idea planteada por la película: concibe la empatía con los protagonistas marginados, considerados parias por el mismo grupo social al que pertenecen, y a la vez obliga al destinatario del film a pensar que el germen del mal surge de los vínculos establecidos. Hacia el interior del mismo Sorgenfri sucede lo mismo: la desconfianza y el temor rompe la aparente armonía de una familia constituida según los cánones de normalidad, desatando los miedos propios de unos sobre otros. Quizás, el verdadero terror que destruye a los propios y ajenos a cada paso. Ellos te están esperando sigue esta línea planteada por el cine escandinavo, construyendo un terror que emerge de las entrañas de su propia sociedad. Terror del bueno.
Mi casa suburbana Justo en la intersección entre el melodrama y la claustrofobia, lo único anómalo de esta propuesta danesa de zombies se reduce a su origen, ya que el resultado artístico deja mucho que desear en términos de eficacia, inconformismo y originalidad… A rasgos generales podemos afirmar que The Walking Dead a lo largo de sus -por ahora- siete temporadas experimentó algunos cambios típicos de cualquier serie televisiva que se extiende por un período de tiempo más que generoso: mientras que sus primeros años estuvieron caracterizados por una dosis importante de desarrollo de personajes y lapsos esporádicos de violencia zombie y/ o humana, las últimas temporadas decididamente invirtieron la ecuación para no perder el afecto de un público curtido que ya conoce casi todos los trucos que el programa tiene para ofrecer. Así las cosas, el tono apaciguado y melancólico del descubrimiento de la debacle de a poco fue dando paso a un nihilismo que suele venir empardado con el melodrama y la destrucción del entramado vincular de los protagonistas, quienes cada día están más cerca de la condición de mártires del apocalipsis. El opus danés que nos ocupa, Ellos te Están Esperando (Sorgenfri, 2015), toma prestado el tópico principal de The Walking Dead y por momentos parece querer construir una suerte de síntesis de las dos etapas de la serie creada por Frank Darabont a partir de los cómics homónimos de Robert Kirkman. El film se centra en los efectos que genera la propagación de una enfermedad viral desconocida en una familia de los suburbios de Copenhague: la jugada curiosa del relato viene por el lado de no mostrar en pantalla a los dichosos infectados hasta los últimos minutos del metraje, lo que en términos prácticos nos deja con las “historias de vida” de los miembros del clan y nos reenvía a la idoneidad del realizador de turno, Bo Mikkelsen, en lo que atañe al arte de apuntalar un desarrollo dramático a la altura de las circunstancias. Hoy lamentablemente el tedio termina ganado la partida gracias a personajes bastante insípidos. Si bien estamos hablando de la ópera prima en largometraje de Mikkelsen, llama mucho la atención que la obra resultante sea tan opaca y deficiente considerando la amplia experiencia del susodicho en materia de cortos. Más allá de que con el transcurrir de los minutos queda claro que el objetivo de fondo era de hecho redondear una especie de rip-off desprejuiciado y “a la danesa” de The Walking Dead, reciclando el pulso aletargado de los inicios y las tragedias pomposas más recientes, la película no consigue despertar del todo el interés del espectador y deambula perdida en su pretensión de ir creando suspenso a través de algunos “detalles” que supuestamente adelantan sucesos futuros. Tal es el volumen acumulado de esos detalles que todo termina aburriendo incluso cuando por fin llegan las corridas y los disparos, a lo que se suma el carácter anodino de los burgueses protagonistas. En este sentido, en Ellos te Están Esperando no falta ni uno de esos clásicos clichés de los periplos de supervivencia familiar (aquí tenemos una madre dominante, un padre que se debate entre la impasibilidad y la cobardía, una nenita que no pasa de ser un cero a la izquierda y un hijo mayor obsesionado con la vecina de enfrente) y también abundan las buenas intenciones en lo que respecta a los relatos de encierro y/ o claustrofobia compartida (en pos de ser justos, debemos decir que la propuesta levanta el nivel durante el nudo de la trama, cuando las fuerzas de represión del estado danés marcan un perímetro de contención y aíslan al grupo en su propio hogar para evitar que se expanda aún más la infección). A diferencia de la mucho más interesante y enérgica Cuando Despierta la Bestia (Når Dyrene Drømmer, 2014), Ellos te Están Esperando apenas si coquetea con la hipocresía y el recelo de los seres humanos…
ALGO HUELE MAL EN DINAMARCA L a información, o la trivia, indica que Sorgenfri (Ellos te están esperando) es la primera película de zombies danesa. No es que los realizadores en Dinamarca sean ajenos al cine fantástico, ya que algunos de sus próceres primordiales como Carl Th. Dreyer o Benjamin Christensen ya habían mostrado interés en el vampirismo, la brujería y el satanismo. Pero en el subgénero zombies sus vecinos noruegos les ganaron de mano y ahí tenemos los zombies nazis de Dead Snow, por ejemplo, aunque en este caso con una intención y un tono totalmente distinto. Y es que los zombies y los muertos vivos no solo son lo suficientemente versátiles para ser internacionales y adoptarse a cualquier contexto. Ya vimos zombies españoles, griegos, cubanos, ingleses, un montón de italianos haciéndose pasar por norteamericanos, y también argentinos (véase la serie Plaga Zombie). Son también los que mejor se han adecuado a la época, los que mejor la representan, dejando por detrás a cualquier monstruo clásico. Los zombies de Sorgenfri pertenecen a la especie de zombies más relacionada con la facción epidemiológica, de la cual ya tuvimos un estreno este año, Viral, con una trama (muy) similar. Quizás porque ambos films le deben mucho a The Crazies (1973) del maestro George Romero, el tipo que en este tema inventó casi todo. Sorgenfri es un suburbio acomodado donde empiezan a manifestarse los primeros casos de una gripe bastante agresiva. Por lo menos es lo que los vecinos pueden ir observando y los medios les van comunicando. Claro, la situación es mucho más complicada, y no van a quedar dudas de ello cuando los militares aíslen la zona, mantengan a la gente sin poder salir de sus casas, no los proporcionen información de los que pasa afuera, y se empiecen escuchar ruidos raros e intranquilizados. Gran parte de la efectividad de la película reside en la dosificación de la información ya que los espectadores saben más o menos lo mismo que los protagonistas -una familia tipo de padre, madre, hija menor e hijo adolescente- y se van enterando en la misma medida. Y está claro que la información se les escamotea y la van obteniendo a veces de la peor manera. El relato avanza en un crescendo en el que, obviamente, todo va empeorando, y uno, identificado con los personajes a pesar de las pésimas decisiones que toman, va incorporando esa tensión. El gore y la violencia están contenidos en la primera mitad y gran parte de los truculento queda fuera de campo, sugiriendo que hay algo muy feo suelto pero si mostrarlo del todo. Y es que de los que se trata en un principio es de los que el título internacional sugiere, “What we become”, “en que nos convertimos. No solo en que se convierten los infectados, sino en que se van convirtiendo los sanos con tal de sobrevivir. Se trata entonces del intento desesperado de mantener los diques de contención. A veces de reforzarlos a la fuerza, como hace el gobierno, para que la enfermedad no se esparza. Pero también de mantener los diques que contengan el progresivo desmoronamiento de todo lo humano. De las leyes, los lazos, la amistad, la pareja, la familia. Por eso en el climax final, en ese desmoronamiento, es cuando los zombies hacen su entrada a cuadro masiva y triunfal y, ahí sí, la sangre, se desparrama. En sus dos vertientes, muertos vivos o infectados rabiosos, los zombies, fueron no solo vehículo para el horror y la alegre diversión descerebrada (a veces sí, y está bien), sino también para para hablar del estado de las cosas, de esos otros monstruos: los seres humanos vivos o sanos. Lo que somos y en los que nos podemos convertir. ELLOS TE ESTÁN ESPERANDO Sorgenfri. Dinamarca. 2015 Dirección: Bo Mikkelsen. Intérpretes: Mille Dinesen, Ole Dupont, Mikael Birkkjær, Troels Lyby, Marie Hammer Boda, Benjamin Engell. Guión: Bo Mikkelsen. Fotografía: Adam Philp. Edición: Bo Mikkelsen y Niels Ostenfeld. Musica: Martin Pedersen. Duración: 87 minutos.
La proyección del film Terror 5, de los hermanos Sebastián y Federico Rotstein, como parte de la competencia argentina del reciente Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, generó una interesante conversación entre colegas de este mismo diario acerca del subgénero de zombies, uno de los más prolíficos dentro de las últimas cinco décadas de cine de terror junto al de las posesiones demoníacas. La charla giró en particular en torno del carácter metafórico generalmente orientado a una crítica social con el que suele tratar de potenciarse a estas películas. En esa charla, mientras una de las partes sostenía que estas metáforas se vuelven burdas cuando quedan demasiado pegadas al objeto criticado, la otra iba todavía más allá, afirmando que ese carácter tosco en realidad se registra en el universo completo de las películas de muertos vivientes y que el disfrute pasa entonces por otro lado. Toda la disquisición es útil para abordar el estreno de Ellos te están esperando, del danés Bo Mikkelsen, considerada la primera película del género filmada en Dinamarca, pero que vuelve sobre el tema casi sin realizarle ningún aporte significativo. En Ellos te están esperando todo responde al manual del buen zombie. El misterioso brote infeccioso en una pequeña y tranquila ciudad de provincia; la cuarentena forzada por las autoridades sanitarias desbordadas; la militarización del área; las pequeñas disputas dentro de un núcleo familiar al que el confinamiento domiciliario al principio parece fortalecer, pero que pronto comienza a disolverse ante una crisis que se vuelve incontrolable. El hombre como lobo del hombre, tema tratado esta vez de un modo convencional. No hay nada nuevo en Ellos te están esperando, no hay sorpresa ni un abordaje original, ni siquiera una crítica clara sobre la cual recostarse para releer el argumento en clave social, política o en alguna otra clave. O al menos nada que pueda exponerse sin forzar demasiado las cosas. Y eso que en Europa actualmente sobran temas que justificarían la reutilización la metáfora zombie. Apenas si puede mencionarse el detalle de los campos de concentración para infectados y el exceso de violencia al que estos son sometidos. Que en todo caso se trataría de una metáfora subexplotada, incluida como al pasar y hasta perezosamente encausada hacia horrores y culpas del pasado, habiendo en el presente material de sobra en lo que respecta a campos para la reclusión forzada de personas y/o tortura, pero a los que la metáfora esta vez no parece tener la intención de aludir. Ellos te están esperando no es una película de acción distópica al estilo de 28 días más tarde, de Danny Boyle. Tampoco es una de terror puro como [Rec], de Paco Plaza y Jaume Balagueró. Mucho menos una comedia como Tierra de zombies de Ruben Fleischer, o Muertos de risa, de Edgar Wright. Ellos te están esperando es una película de zombies demasiado prolija como para causar impacto, demasiado aséptica como para asustar o provocar asco y correcta en exceso como para divertir. Si algo hay de seminal en el tema del zombi es la idea del miedo a un otro alienado, que desde que el arquetipo fue reinventado por George Romero en La noche de los muertos vivos (1968) fue utilizada en todo el mundo para referir a situaciones bien diversas. El gran problema de Ellos te están esperando es que los zombies en ella representan a un otro vacío y esa ausencia de sujeto la vuelve apenas un juego formal de correcta factura pero sin mucho fondo, en el que hasta el placer lúdico del gore llega demasiado tarde.
Publicada en edición impresa.
Ellos te están esperando es una buena película danesa que creo no defraudará a ningún fan de las historias de zombies. En este caso nos encontramos con una producción independiente en la que el director Bo Mikkelsen intentó evadir la mayor cantidad de clichés posibles que solemos ver en esta clase de filmes. El enfoque del conflicto se concentra más en el drama emocional que viven una familia durante una epidemia de zombies, en lugar del espectáculo gore y la escenas de violencia. La película en ese sentido está más sintonía con Maggie, un gran film con Arnold Schwarzenegger que no pasó por los cines, que la acción y el horror de Exterminio (Dannny Boyle). Los muertos vivos en este caso tienen un rol secundario, ya que la atención del director se concentra en los lazos personales de una familia y el modo en que reaccionan ante la tragedia que viven. Para los espectadores que busquen grandes secuencias de acción intensas este film podría resultar algo aburrido, ya que la historia va por otro lado, y la narración del director tarda un tiempo en establecer el conflicto. Sin embargo esa característica es también uno de los principales ganchos de esta producción que propone una mirada diferente dentro de una temática conocida. Si las historias de zombies te atraen esta es una producción decente que se puede tener en cuenta.
CUANDO EL REMEDIO Y LA ENFERMEDAD SON IMPLACABLES Lo decimos de entrada es una de zombies, de muertos vivos, pero a diferencia de las series de tele y las películas norteamericanas, como esta se trata de una producción danesa, no hay bocas sangrantes, vísceras y otras preciosidades en primer plano, salvo en el final. La acción y la tensión se desarrollan en un suburbio, en una casa de padres amables y negadores con adolescente rebelde que tiene el corazón robado por una flamante vecina a la que espía. Los primeros síntomas de la peste comienzan con las autoridades pidiendo que los casos se reporten a un número especial y a la prohibición de salir de las casas. Después un ejercito despótico tomará las calles, con leyes marciales para llevarse a los infectados, mientras que entre los sanos comienzan a florecer las peores cosas para defender a los suyos y cero solidaridad. Cuando el horror se instaló es demasiado tarde. No es una película novedosa, pero si discreta. Ya vimos esos momentos limites muchas veces retratados pero aquí con una mirada mas atenta a como reacciona la sociedad supuestamente civilizada. Hay tiempo para una historia de amor y el descubrimiento de soluciones finales.
El editor danés Bo Mikkelsen debuta como director de ficción con la película “Ellos te están esperando” (Dinamarca, 2015) una propuesta de género que recupera el espíritu de las primeras películas de George Romero en los que la posibilidad de una invasión de zombies o afectados por algún tipo de virus se transforman rápidamente en una amenaza para la humanidad. La vuelta de tuerca que le ha encontrado Mikkelsen para poder recuperar para la cinematografía de su país este tipo de relatos, es el poder trabajar desde la óptica de aquellos amenazados y además potenciar la mirada sobre el gobierno y los mecanismos que manejará para controlar la “plaga”. Una familia, encabezada por Dino (el experimentado actor Troels Liby) verá cómo rápidamente su idílica situación familiar se verá modificada ante un alerta que habla de personas que actúan de manera extraña y la inminente propagación de un virus. La habilidad del director será, no sólo la de representar a los “infectados” por el virus de una manera similar a la que se lo ha hecho hasta ahora, sino que su virtud radicará en poder sumar al conflicto situaciones que desencadenarán la acción generando el placer de género. A saber, un vecino, aparentemente infectado, verá cómo su pareja lo acusa de ser uno de los “enfermos” por lo que el gobierno termina poniendo en cuarentena la vivienda imposibilitándoles el contacto con el exterior. El hijo mayor del protagonista vivirá un incipiente romance con su vecina, en medio del apocalipsis que se comienza a generar, por lo que ese “romance” además, terminará por convertirse en un símbolo de la resistencia ante los embates del gobierno y también como una lucha en medio del horror. Pero además Mikkelsen ofrece una lectura política que subyace en cada intervención que menciona sobre el ejército, funcionarios, revistiéndolos de una patética capa que potencia cada decisión arbitraria que toman sobre la población. “Ellos te están esperando” podría haber sido una película más de zombies, pero avanza a paso seguro, más allá de las convenciones del género, con una estructura clásica que refuerza el sentido de su propuesta en el contraste adentro/afuera. El adentro, “supuestamente”, será el espacio para la contención, la organización, la asepsia, el lugar en donde nada malo puede pasar, mientras que el afuera tendrá la función de exponer a los protagonistas no sólo ante la amenaza sino ante las miserias más profundas. Entre los dos lugares Mikkelsen va desarrollando una sinergia, que no sólo refuerza el sentido de pertenencia al género, con estereotipos y lugares comunes, sino que va avanzando en tópicos que tradicionalmente se ubicarían en filmes más dramáticos que de terror. Lograda en cuanto al guion, con algunos baches en cuanto a su nivel de compromiso con el género, principalmente cuando la mirada política fagocita la acción, Mikkelsen logra en su debut como realizador un filme que habla más del terror generado por los propios hombres y no tanto por las amenazas que buscan trastocar sus cimientos.
Llega Ellos te están esperando, película danesa sobre zombies dirigida por Bo Mikkelsen. En un tranquilo pueblo de Dinamarca, un misterioso virus comienza a azotar a los habitantes y rápidamente surge una epidemia. Las autoridades no dan muchas explicaciones y apenas se limitan a “controlar” la situación manteniéndolos alejados y encerrados. Pero en algún momento ya no pueden quedarse tranquilos y esperando, y la familia protagonista intenta salir y encontrar una solución. De tiempos lentos y una cuidada construcción de climas, Ellos te están esperando no aporta nada demasiado original a una historia ya contada muchas veces. La familia tipo y la relación con los vecinos son dos aristas retratadas de manera predecible y obvia (los personajes no son el plato fuerte del guión), así también como lo mencionado a las autoridades que simulan estar en control de una situación que en realidad no tienen idea de cómo manejar y la mejor opción siempre parece ser contener, encerrar. Los lugares comunes están todos ahí. Es una historia simple y sólida, y funciona sin muchas más pretensiones. Hay zombies y algo de gore (no mucho igual), claro, pero no son el plato fuerte, sino que tardan en hacer presencia. Y es una pena porque es de lo más interesante que tiene el film para ofrecer. Toda la primera parte se torna un poco lenta (y no es una película larga, dura menos de hora y media) mientras que el plato fuerte llega en los últimos minutos de manera más bien apresurada. Una buena y cuidada fotografía, una historia demasiado simple y predecible, y alguna buena escena cerca del final, hacen de Ellos te están esperando una decente película de virus y zombies, pero que no aporta nada nuevo al subgénero. Termina siendo curiosa sólo por el hecho de ser la primera película danesa de zombies.
Un digno exponente de terror con zombies y excesos gore de origen danés. El cine de terror no sabe de calendarios ni de festividades, y las películas de ese género siguen lanzándose una tras otra. En este caso se trata de Ellos te están esperando, una producción proveniente de Dinamarca dirigida por Bo Mikkelsen sobre una familia de clase media de un apacible barrio escandinavo que de buenas a primeras debe enfrentarse a algo que ellos no saben muy bien qué es. Sucede cuando, por razones que el guión elige omitir, un ¿virus? empieza a propagarse sin control, obligando a las Fuerzas Armadas a declarar el Estado de Sitio y a poner la ciudad en cuarentena. Es en ese contexto que Gustav debe dejar de lado las internas familiares y, junto a unos vecinos, iniciar una lucha por sobrevivir contra una horda de zombies hambrienta. No hay nada demasiado original en un film que apuesta menos a la grandilocuencia que a un tono inquietante y ominoso. La idea de un grupo de personajes obligados a resistir en un espacio cerrado y el desconocimiento de lo que está sucediendo puertas afuera emanan un aire al cine de John Carpenter, aunque con el correr del brevísimo metraje (apenas 80 minutos) el asunto irá corriéndose hacia una auténtica cacería que cruza el espíritu de The Walking Dead con el gore más crudo. Ellos te están esperando es, entonces, un digno exponente del género que debe verse un tiempo después de haber digerido la comida navideña
Zombis daneses El título original, Sorgenfri, se refiere al escenario en que transcurre la exigua historia de este enésimo film de zombis, una variedad tan frecuentada como carente de innovación. La única rareza, en este caso, tiene que ver con su origen: es un film danés ambientado en ese tranquilo barrio de los suburbios de Copenhague donde viven los protagonistas, una familia de clase media sin demasiados rasgos singulares. La mamá es la encargada de abrir el relato, que Bo Mikkelsen organiza como un racconto. La mujer está tratando de tranquilizar a su hija menor que aparentemente acaba de despertar de una pesadilla. Pronto sabremos que la pesadilla no era tal, sino lo que está viviendo todo Sorgenfri, desde que a causa de un misterioso y contagiosísimo virus que está diezmando a la población, las autoridades han prohibido a los residentes salir de sus casas, con lo que se ha frustrado el prometedor verano que se anunciaba y que todos se estaban aprestando a disfrutar, en especial el hijo adolescente de la familia, que acaba de conocer a una linda vecinita. La enfermedad no es una vulgar gripe, sino un mal del que no se dan mayores detalles y ya puede imaginarse por qué: los infectados se suman a los zombis que hemos visto en los innumerables films que siguieron el camino inaugurado en 1968 por George Romero en La noche de los muertos vivos. No hay mayores novedades, pues. Tampoco se las propone Mikkelsen, que apenas muestra algún oficio y demora casi hasta el final para imponer algo de acción.
Zombis con acento danés La primera película del género hecha en Dinamarca es correcta, pero no se aparta de las convenciones. Se supone que esta es la primera película danesa de zombis y ese sello escandinavo la hace, a priori, atractiva, sobre todo luego de lo que los suecos hicieron con los vampiros en la genial Criatura de la noche. Pero en ese sentido es decepcionante: correcta, prolija, no se aparta de las convenciones del género. Todo sucede en Sorgenfri (tal el título original), un suburbio acomodado de Copenhague, donde familias burguesas llevan una vida confortable. Hasta que llegan noticias del brote de una rara enfermedad en la zona; primero es un rumor lejano, pero de a poco la epidemia se apodera de todo. La película hace un amago de usar al apocalipsis zombi como excusa para desnudar las miserias de la vida burguesa, el hastío y la asfixia de la rutina de la familia tipo. También plantea un escenario de opresión estatal, con las autoridades listas para, ante la primera excusa, privar a los ciudadanos de sus derechos. Pero esas lecturas paralelas se diluyen a medida que los muertos vivientes ganan las calles. Ahí todo se reduce a la rutina zombi, bate de béisbol incluido, con un par de innecesarios detalles gore. Y Ellos te están esperando termina siendo sólo una más de zombis.
La primera película postapocalíptica de temática zombie hecha en Dinamarca tiene un sello de autor muy interesante, un ambiente acotado y asfixiante, pero en términos globales no aporta casi nada al subgénero, excepto lucir excepcional y ya. Luego de una tirada de cortos, el realizador y guionista Bo Mikkelsen se lanza a dirigir un largometraje y Sorgenfri resulta una estimulante carta de presentación al mundo, pero que por el lado narrativo deja bastante que desear. La epidemia mortal que diezma a una ciudad o, en este caso, a un barrio residencial se ha visto hasta el hartazgo en compañeras de género, y con más relevancia en el canon de los muertos vivos. Una familia idílica con un hijo adolescente rebelde, una madre amorosa pero firme, un padre cool y una hija pequeña adorable, son estereotipos gastados a los que su elenco sabe darle un ápice de tridimensionalidad para hacerlos funcionar. Sorgenfri se toma su buen tiempo en establecer lugar y forma de la epidemia, con elementos perturbadores aquí y allá, pero nunca abandonando la frescura y luminosidad de un barrio demasiado perfecto, de esos que siempre se ven en toda película del estilo. El hijo adolescente, Gustav, es el motor de casi todas las acciones que van revelando los velos que esconde la trama, con su curiosidad juvenil que lo lleva a descubrir lo horrible que se puede convertir una situación que se descontrola a medida que pasan las horas. El ritmo narrativo de Mikkelsen es pausado, va generando una escalada de escenas violentas sin mucho sentido -en la vida real, no hay científicos que den explicaciones de las epidemias- y el costado humano del argumento es lo que más se destaca del film. Una familia y sus amigos cercanos se ven acorralados en una lucha por sobrevivir. ¿Se escucha las indicaciones del gobierno, que se ha puesto en modo hostil en apenas horas, o se busca una vía de escape para salvar a los propios? Es un gran interrogante que plantea el danés, pero que en su acto final desbarranca volviéndose bastante trillado, recurriendo a las estupideces de unos personajes que hasta el momento eran razonables, y culminando con un evento que no se ve pero se escucha y significa la frutilla del postre del Libro de los Clichés. Una manera muy pobre de terminar un proyecto que construyó una ambientación cordial, por la que uno podía sentir empatía. En base a un presupuesto a todas luces reducido, Mikkelsen hizo lo mejor que pudo y si se habla en términos de estilo, Sorgenfri se deja ver. Las locaciones son preciosas y la corrupción del barrio se va sintiendo minuto a minuto a medida que la situación se desboca. Su elenco vende muy bien al núcleo familiar que protagoniza la historia, sobre todos los padres encarnados por Troels Lyby y Mille Dinesen quienes luchan abnegados por hacer que su familia sobreviva, aunque gran parte de la película tiene como foco al Gustav de Benjamin Engell, que resulta convincente pero para nada expresivo frente a los hechos que ocurren frente a sus narices. Más allá de algunas decisiones narrativas de dudoso gusto -¿en serio alguien tendría sexo en vista de la situación? ¿Podemos terminar con la escena pre-créditos que prácticamente vaticina los últimos minutos del film?-, Sorgenfri empieza su ascenso con buenos momentos, personajes y situaciones, pero termina tropezando al no tener un sentido final, ni aportar nada nuevo o diferente al género. Es una buena película, pero no sorprende para nada.
Ellos te están esperando: Zombies nórdicos con poca “cocción” No es fácil realizar una película de terror. El fanático del género lo ha visto todo, conoce absolutamente cada truco, vuelta de tuerca y giro inesperado de la trama que tenga enfrente. En las últimas décadas, pocos fueron los largometrajes que lograron generar “miedo” en el espectador, siempre hablando de los individuos avezados en este tipo de filmes. “Ellos te están esperando” (Sorgenfri, 2015) venía con la particularidad de ser una obra realizada en Dinamarca -de hecho es el primer filme postapocalíptico de zombies-, y siempre es genial ver lo que se hace, cómo piensan y que tienen para mostrar otros países cuyas obras no son tan comunes de encontrar en nuestro mercado cinéfilo. Lo cierto es que vamos a tener que seguir dándoles más oportunidades en este tipo de películas, porque a esta obra le falta “cocción”. La trama se sitúa en un vecindario de familias bastante acomodadas. Se conocen entre todos, realizan fiestas y actividades juntos, pero cada uno alberga sus trapitos sucios. Lo normal de un vecindario, bah. Gustav (Benjamin Engell) es un adolescente, algo rebelde, que no soporta mucho a sus padres. Dino (Troels Lyby), su papá, es un hombre que vive anestesiado y tiene su mente puesta en otra parte. Pernille (Mille Dinesen), su mamá, es una mujer autoritaria, a la que le gusta mandar, y que vive sobreprotegiendo a su hermanita Maj (Ella Solgaard). No pasa nada del otro mundo en ese lugar y por eso el joven vive aburrido y sin mucho que hacer... Hasta la llegada de unos vecinos nuevos que tienen una hija de su misma edad llamada Sonja (Marie Hammer Boda). Automáticamente, Gustav le echa el ojo y no pierde el tiempo en acercarse a la chica, pero para desgracia de la parejita no van a tener mucho tiempo de intimar y conocerse porque justo coincide con la llegada a la ciudad de una enfermedad algo extraña de la que nadie sabe mucho, los medios poco informan y el gobierno prefiere guardar silencio. Pronto al barrio lo pondrán en cuarentena, quedará sitiado por el Ejército, y los muertos no tardarán en llegar. Gustav y los suyos tendrán que unirse como familia si quieren sobrevivir a lo que está ocurriendo allá afuera. El género zombie está muy masticado. Lo hemos visto miles de veces en toda clase de películas, e incluso series, hecho por personas que hace décadas tienen en claro qué cosas son fundamentales tener, qué funciona, que asusta más, qué es lo que quiere el espectador encontrarse. El director y guionista Bo Mikkelsen intenta jugar por el lado del desconocimiento (no muestra a lo que se enfrentan los protagonistas hasta un poco después de la hora de metraje) y generar suspenso y claustrofobia al encerrar a todos en la casa familiar. Pero finalmente eso le termina jugando en contra porque los personajes no son muy interesantes, terminan aburriendo y la acción brilla por su ausencia. Cuando el realizador se decide a mostrar las cartas ya no importa, por más que transforme al filme en lo más gore y sangriento que se haya visto en el país escandinavo en las últimas décadas. Tiene un par de cositas interesantes, como lo que hacen las fuerzas armadas o esto de jugar mucho con el sonido, pero no son suficientes en este mercado en el que estamos, por ejemplo, fanatizados con “The Walking Dead” (2010- ) hace más de un lustro. Sólo dos propuestas se atreven a estrenar este fin de semana (el siguiente jueves no hay ningún estreno programado, por primera vez en años) y, justamente, “Ellos te están esperando”. Si no llego, empiecen sin mí.
Todo se altera en un pequeño pueblito de Dinamarca, vemos un matrimonio conformado por Pernille (Mille Dinesen) y Dino (Troels Lyby) algo cansados, tienen dos hijos el adolescente rebelde Gustav (Benjamin Engell) enamorado de su vecina de enfrente Sonja (Marie Hammer Boda) y la pequeña Maj (Ella Solgaard), de repente sus vidas se ven afectadas cuando se declara una ley de urgencia por una fuerte gripe y quedan aislados, sus vecinos se transforman en seres extraños. Todo es un desconcierto, lo que sigue es paranoia, sangre, violencia, ataques de zombies, todo tiende a ser apocalipsis. Contiene imágenes impactantes y asfixiantes, tiene suspenso, momentos gore y de thriller, goza de una buena fotografía y música. Algunos pasajes resultan confusos, caen en innecesarios clichés y no tiene nada novedoso. Ideal para los que gusten de este género.
A fin de año hay casi nada de estrenos, y lo poco que hay es, por lo menos, raro. Como sucede con esta película danesa que cuenta la ya muchas veces transitada historia de una epidemia que transforma a la gente en zombie y el drama de los sobrevivientes tratando de no ser contagiados o comidos y de deshacerse de seres queridos transformados en monstruos, mientras el Estado los encierra en su propio pueblo. El film es efectivo: los momentos de miedo en general surten efecto y en algunos casos son mazasos emocionales. Y lo hacen porque entendemos a esas personas y nos importan. Es cierto que la trama carece de toda originalidad, pero dado que funciona -y el espectador siente atracción por ver nuevamente una historia conocida, como nos pasaba con los cuentos de hadas-, podemos ver también un paisaje social y moral bastante ambiguo, que es lo que le permite al film ganar en espesor y superar el estadio de conjunto amorfo de golpes de efecto (epidemia zombie del cine de terror de hoy, desgraciadamente). Eso sí: dudamos que esta película hubiese encontrado lugar de no estrenarse cerca de las fiestas, dos días antes de Nochebuena, cuando los cines, además, van a tener pocas funciones. Si tiene la curiosidad, si le quedan menos de hora y media entre compra apurada y compra apurada, pruebe: género puro realizado con respeto y de acuerdo con las reglas.
Así como pasó hace un tiempo con los films de vampiros, estamos llegando a un posible agotamiento de las películas de Zombies, que prácticamente ya casi son un género en sí mismas.
Ellos te están esperando: zombies a la danesa La película de Bo Mikkelsen combina la moda del momento con escenas de acción bastante bien logradas y realistas aunque no cuenta nada nuevo para el género En una charla de redacción con mi coequiper Martín García, nos pusimos a desglosar cuáles con las características de las películas de zombies y descubrimos que cada país tiene sus reglas para hacer películas al respecto: los norteamericanos con torpes y hambrientos, los británicos son rápidos y rabiosos, los coreanos son ciegos y frenéticos; y a esa lista se le agregan ahora los daneses de "Ellos te están esperando". Y es que esta película del danés Bo Mikkelsen busca darle su propia impronta al género y por eso las víctimas de una suerte de gripe se van transformando en una suerte de "infectados", más que zombies. La historia cuenta como en un vecindario se ve cercado por las autoridades a razón de un brote de gripe que va diezmando a la población de manera acelerada. Tras la implementación de la cuarentena, que incluye la cobertura de las casas con plásticos negros, los ciudadanos son encerrados en sus propias casas sin mayores explicaciones. En este marco, un joven llamado Gustav pondrá su vida en riesgo al tratar de llegar a la casa de Sonja, su nueva vecina, a la que quiere rescatar de su hogar, mientras su familia hace lo imposible para sobrevivir con las raciones que le dio el Gobierno. La película tiene un buen comienzo, y en general su ritmo es el ideal para este tipo de producciones, con suspensos bien logrados y actuaciones acordes a la trama. En lo que falla Mikkelsen es en el guión, que no es diferente a, por poner un ejemplo, los primeros episodios de The Walking Dead o el gran clásico La Noche de los Muertos Vivientes (1968) de George Romero. De todas maneras, cualquier fanático de este género sabe que lo que verdaderamente importa de este tipo de historias es la superviviencia de los protagonistas y ahí, la película gana bastante con las peripecias de éstos en una ciudad sitiada primero por soldados y luego por las víctimas de la plaga.
Una de pandemia zombie danesa. Centrada en una familia con hija menor mimada e hijo mayor adolescente rebelde, vecinos de una zona residencial donde todo parece transcurrir con amor y armonía hasta que la evidencia ensombrece: un virus mortal se propaga. El apocalipsis va rápido, pero hasta por lo menos la mitad de la película es casi invisible. Algo de lo que se habla en televisión, se difunde en comunicados inquietantes-¡no llamen al 911!- algo malo que se intuye por el patrullaje incesante de fuerzas de seguridad armadas, muy armadas. Los contagiados, muertos vivientes, asustan primero por los sonidos animales que emiten. Pero el director Bo Mikkelsen, aún mostrando poca sangre, no ahorra ideas truculentas que a más de uno dibujarán una sonrisa. Porque Ellos te están esperando -título casi opuesto al original, What we become: en lo que nos transformamos-, tiene a su favor la sobriedad de su puesta y el trabajo de sus buenos intérpretes (vistos en Borgen, la estupenda "House of Cards danesa", la serie favorita del presidente Macri). Pero el guión ofrece poco más que una puerta abierta a terrenos conocidos y transitados del género. Los golpes de efecto sonoros no logran que el asunto vuele por encima de lo rutinario y la pintura de personajes es superficial, al menos para que nos comprometamos a acompañarlos en su desventura.
Crítica emitida por radio.
Sin sangre ni elegancia Ellos te están esperando, de Bo Mikkelsen, encara el género de zombies con frialdad nórdica y nos hace extrañar un poco de tripas. Los avatares de la distribución cinematográfica y las fiestas de Navidad y Año Nuevo que este año para colmo caen en fin de semana, hacen que se estrene la resaca y entre esa resaca suele haber películas de terror ignotas y pequeñas que siempre pueden hacer un papel digno en la taquilla. Vamos a ver una de zombies, qué mejor plan. El subgénero de zombies es el único que nació en el Nuevo Mundo. A diferencia de los vampiros, los hombres lobo o el golem al estilo del monstruo de Frankenstein, todos provenientes del folklore europeo, los zombies provienen de Haití y el zombie cinematográfico como lo conocemos hoy, de la película fundacional de George Romero de 1968, La noche de los muertos vivientes. Por eso no es tan usual ver una película de zombies danesa como Ellos te están esperando, de Bo Mikkelsen. La película de Mikkelsen apuesta más a la tensión que se va construyendo a medida que un virus afecta a los habitantes de un barrio residencial y a la manera de lidiar con la epidemia que tiene el Gobierno. Es decir: prioriza el conflicto entre humanos, que siempre es uno de los tópicos del género. Ante el apocalipsis inminente y el sálvese quien pueda, muchas veces el enemigo no es el monstruo o, mejor dicho, el monstruo no es el zombie. Para ponerlo en términos que los seguidores del género seguramente entiendan: Ellos te están esperando tiene menos de The Walking Dead que de su spin-off Fear the Walking Dead, y los zombies y el gore y las tripas quedan para los últimos minutos. Es una elección válida como cualquier otra, pero al bloodfest morboso que tanto nos gusta, Mikkelsen no opone demasiada elegancia tampoco. No estamos hablando, por decirlo de alguna manera, de un Let the Right One In de zombies (ya sé que una es sueca y la otra es danesa; agrupémoslas bajo la conveniente etiqueta de “nórdicas”) sino de una película que sin ser tan de terror tampoco termina de convencer con sus alegorías al fascismo y a la sociedad salvaje. El 12 de enero se va a estrenar otra película de zombies de una cinematografía no usual: se trata de Invasión zombie, el título que le van a poner acá a Train to Busan, del surcoreano Yeon Sang-ho, que debutó este año en la sección nocturna de Cannes. No me quiero adelantar -hablaré de ella cuando llegue el momento- pero resulta difícil ver con ojos complacientes a la película del pobre Mikkelsen después de que la coreana nos muestre que la crítica social puede venir acompañada de escenas frenéticas e imaginativas y de diversión y chorros de sangre.
EN UN TRANQUILO PUEBLO DANÉS Sin contribuir demasiado al género de zombies, Ellos te están esperando –que es oficialmente el primer film de su tipo hecho en Dinamarca- no deja de ser una película atractiva, por la forma en que aporta ciertos tonos y temáticas propias de su país a un molde ya largamente transitado y explotado. No deja de ser un tanto llamativo cómo la ópera prima de Bo Mikkelsen encuentra en sus mayores virtudes buena parte de sus límites. Hay una marcada apuesta por la sobriedad durante buena parte del relato, centrado en una típica familia burguesa que vive en un igualmente apacible pueblo danés llamado Sorgenfri (de ahí el título original, aunque el internacional es What we become), donde no parece suceder nada relevante, hasta que toda la zona es puesta en cuarentena por el gobierno luego de un brote viral que lleva a que la gente adquiera comportamientos un tanto…canibalescos. El realizador va dosificando la información y posa su mayor interés en los pequeños conflictos de los personajes: el hijo mayor adolescente atraído por la joven vecina recién llegada al barrio; la hermanita menor que de a poco está descubriendo cuán grande (y aterrador) es el mundo; y el matrimonio preocupado por balancear apropiadamente las responsabilidades a la hora de criar a sus hijos, cuidando que se salgan de cauce. Todo es un drama familiar de tono moderado y pausado, inserto en espacios sobrios, donde predomina el blanco y los bosques –con todo lo salvaje que expresan- rodean (o más bien acechan) a los civilizados hogares. Cuando se desata la epidemia, el foco pasa a estar en el contraste entre el adentro hogareño, donde escasea la noción de lo que está sucediendo realmente, y ese afuera hostil donde están pasando las cosas y que eventualmente irrumpirá en el interior. Ese cuidado por no desbordarse, por ir construyendo pausadamente las acciones y enhebrar los conflictos rumbo al estallido final, le da al film un innegable equilibrio y fluidez narrativo, pero también le quita impacto a los giros de los últimos minutos. Lo familiar y el relato de crecimiento se fusionan sin problemas con el horror, el suspenso y la sangre, pero los personajes no cautivan mucho y cuesta generar un vínculo empático. Tan previsible como correcta en su transitar –incluso en su oscuro cierre-, Ellos te están esperando es una película que va a lo seguro, mostrando a su director como un sólido narrador pero sin –al menos por ahora- una gran capacidad innovadora.
Zombies escandinavos Hay que partir desde la premisa que las películas de terror contemporáneas ya no valen ni un décimo de lo que valían las de décadas pasadas. Después de la saga "Juego del miedo", se terminaron las ideas originales para generar esa sensación de miedo y adrenalina tan buscada por los amantes del género. "Ellos te están esperando" es un ejemplo claro de que la imaginación está gobernada por los preconceptos ya establecidos y consumidos por las masas, y es ahí donde nuevamente los zombies vuelven a cobrar a vida. Pero esta vez con impronta escandinava. El terror irrumpe en el status quo danés donde todo funciona perfectamente -desde el estilo de vida hasta la genética. Y claro, que en una sociedad donde el orden reina, cualquier situación extraña ya levanta sospecha. En un barrio de clase alta en las afueras de Copenhague comienzan a llegar noticias de una enfermedad mortal, y mientras desde el gobierno intentan minimizar la situación, una familia tipo intenta ir más allá para descifrar el enigma. Sin embargo esta película -la primera del género en este país- fracasa rotundamente cuando recae en el estigma zombie con policías enmascarados y elementos del cine gore que terminan resultando una versión fraudulenta de "The Walking Dead".
Crítica emitida por radio.
Sonja (Marie Hammer Boda) llega junto a su familia a un nuevo vecindario, en Sorgenfri, de casas bajas con césped prolijo y gente que se trata de un modo apacible. Gustav –Benjamin Engell como el hijo más grande de los Johansson- omnubilado por la belleza de la joven, se encarga de darle la bienvenida. Mientras tanto su hermanita menor juega con su conejo y mira todo lo que la televisión le ofrece. El clima cálido y natural, con sonrisas y tranquilidad da un giro rotundo cuando una anciana llega hasta una fiesta vecinal pidiendo ayuda urgente: su esposo dejó de respirar y se ha puesto azul. Cuando Dino Johansson (Troels Lyby) llega hasta su domicilio, el sillón está vacío y nadie sabe que sucedió con el hombre. Simplemente desapareció. En los noticieros, el alerta sobre una fuerte gripe comienza a correr, pero los pobladores no le dan demasiada importancia hasta que los primeros muertos aparecen y la ciudad queda en cuarentena. Las sirenas pronto se hacen oír, igual que los tiros. Los gobernantes no hablan y los noticieros desinforman. ¿Qué es lo que ocurre? nadie está del todo seguro de eso, sólo saben que si salen de sus hogares -los cuales están cubiertos con una especie de bolsas de residuos gigantes negras que no les deja mirar el exterior- todo puede empeorar.
El ataque de los zombies daneses. Nobleza obliga: las películas de zombies no están es mi top 5 de géneros favoritos. Pero, hay que ver de todo. Así que cuando supe que “Ellos te están esperando” era una de zombies pero hecha en Dinamarca, dije, ¿por qué no? ¿De qué se trata “Ellos te están esperando”? Familia: madre, padre, niña pequeña e hijo adolescente enamorado de la vecina. Dicen que hay una enfermedad azotando su vecindario, Sorgenfri, y que todos deben quedarse en sus casas para no contagiarse. Mientras el exterior es un misterio, la familia intenta sobrevivir. ¿Con qué te vas a encontrar? Si querés estar una hora y media viendo zombies vagando y persiguiendo humanos… eso no va a pasar. ¿Por qué? Bueno, yo diría que en parte porque esto de ser una película europea es más fuerte y hace que esté a las antípodas de, pongámosle, ‘Guerra Mundial Z’. Aquí no hay grandilocuencias, ni héroes, ni extenso metraje de gente escapando de hordas de zombies que los persiguen. No. Ahora, ¿eso es malo? Para nada. De hecho hace que la película sea apta para el público que no es de ver este tipo de films. Hay tensión y buen ritmo. Las actuaciones son creíbles, la fotografía suma puntos y el relato entretiene. No, no hay miles de sobresaltos porque el director Bo Mikkelsen opta por construir atmósfera en vez de ir al susto fácil cada cinco minutos. “Ellos te están esperando” es para quien quiera asustarse un poco viendo cine europeo, dos cosas que no suelen ir de la mano. Puntaje: 6.5/10 Título original: Sorgenfri Duración: 81 minutos País: Dinamarca Año: 2015