Revelaciones de familia Un matrimonio recibe en su chacra la visita de sus cuatro hijos para revelarles una sorpresa. A través de una trama torpe y carente de ideas se irán ventilando los distintos problemas de cada uno de los integrantes de la familia. "La culpa del cordero" es una película de estereotipos bien elementales y sin nada de singularidad, cuyos conflictos radican en las típicas denuncias hacia clase alta y los distintos sucesos del relato se encuentran unidos de la manera más forzada posible. La historia de la película es bien básica, se divide en dos partes bien diferenciadas: la llegada y la cena. En la primera se nos introducen a los personajes con sus características, secretos e insinuaciones y en la segunda, la reunión entre ellos implosiona en el choque de sus demonios. El inicio es claramente lo peor de la trama ya que allí no hay ningún tipo desarrollo en el relato, simplemente los distintos personajes van desfilando uno para uno mostrando sus falencias. Males que no se reflejan en su personalidad y forma de actuar, simplemente lo expresan mediante diálogos o se los ve en acción. La narración aquí es bien torpe y tiene un manejo más propicio del teatro. Sin embargo, lo que realmente hace de esta mitad algo vacío y sin emoción, es la extrema chatura de los personajes y la falta tensión en el ambiente. Aunque se sepa que va ha haber una sorpresa en la cena, nada hace creer que esta vaya a ser determinante y, por lo tanto, todo en la película transcurre de manera demasiado desinteresada. Mientras tanto, la otra mitad de la película, la cena, si logra generar interés en el espectador. En este momento la trama abandona todo tipo de previsibilidad y el clima se enrarece. Es aquí cuando el relato asume riesgos. No obstante, aunque la historia avance y termine en un clímax bastante atrapante, "La culpa del cordero" no puede evitar ser una película absolutamente absurda, extremadamente básica y sumamente superficial.
Momentos embarazosos Documental bien personal sobre la previa y el nacimiento de un bebé. Sergio Mazza registró con su cámara todos los momentos relacionados al parto de su hijo y los monto en esta película correcta y simple. Básicamente el realizador colocó la cámara y dejo que el momento hable por si sólo. Un documental preciso que trae el inevitable cuestionamiento del objetivo de su proyección. "Natal" es una película bien simple en términos de realización y algo compleja en su narración; fue hecha de la manera más profesional posible; y su increíble naturalidad gracias a la impasibilidad de las personas con la cámara, hicieron del documental un registro singular y emotivo. No obstante, el inconveniente de la película radica básicamente en porqué el espectador debe interesarse en el nacimiento del hijo de unas personas ajenas a él. Obviamente la apreciación del mismo será diferente de acuerdo a sí todavía pasó o no por esa experiencia, pero igualmente aunque se trate de una situación bien emocional, no deja de ser una experiencia personal sobre un hecho común, lo cual no convierte necesariamente a "Natal" en objeto de interés.
Drama musical sobre las desgracias de un grupo de marginados en la Francia de a principios del siglo 19. A pesar de ser visualmente monumental o ser musicalmente fantástica, la película carece totalmente de ritmo haciendo que sus dos horas y media de duración se vuelvan interminables. Los actores o cantantes dan lo mejor de sí en brillantes números musicales, pero nada pueden hacer ante una flojísima historia y una ambientación que grita falsedad. "Los miserables" termina siendo simplemente una experiencia agotadora, que tal vez vista de forma segmentada funcione mejor. Originalmente una famosa obra de Broadway, esta película nunca logra ser íntegramente una adaptación al cine. Al final resulta ser más teatro filmado que otra cosa y esto se debe principalmente a que los actores son muy ampulosos y el espacio siempre es muy limitado. Si bien el nivel interpretativo mantiene ese registro por toda la película volviéndolo algo natural, el ambiente falla notablemente al encerrarse en simples locaciones de cuatro paredes sin traslaciones o movimientos. Incluso parece que la novedosa idea de hacer las grabaciones en vivo, provocó que los actores canten solamente en largos primeros planos, lo cual es una desgracia porque, de haber sido de otra manera, se hubiera podido explotar las escenas de manera más cinematográfica. Aunque es cierto que todos los números musicales son de gran calidad (hay mejores y peores), los excesos de duración en varios de ellos traban por completo a la historia, sobretodo en la última hora. Con cada canto la trama se pausa, son muy pocas las canciones que ofrecen desarrollo narrativo, ya que la mayoría habla de sentimientos o decisiones a realizar. Incluso cuando la música cesa y hay acción, la película se vuelve todavía más torpe. Todo esto termina provocando indiferencia y hartazgo. Si hay alguna razón por la cual "Los miserables" no funciona es simplemente porque es más una copia que una adaptación. Por lo tanto, nadie quiere imitaciones solo desea el original.
Acaso sabes lo que odio de los americanos Película puramente de acción en la cual el veterano John McClane, tras ganar el amor de su hija en la anterior cinta, ahora va a reconquistar el aprecio de su otro hijo. Una trama bastante pobre dispuesta solamente a unir escenas de acción poco elaboradas donde todo explota, pero que garantiza entretenimiento gracias el carisma de sus protagonistas junto a la corta y adrenalinica duración del relato. Si hay alguna razón por la cual "Duro de matar: un buen día para morir" resulta ser simplemente un entretenimiento hueco y pasajero se debe a la impericia de la trama. Tantos los villanos como los héroes son personajes muy pobremente construidos. Los conflictos padre e hijo son muy forzados y elementales, mientras la fuerza antagónica presenta constantemente demasiados tropiezos como para ser temida. Igualmente lo peor es la intrincada secuencia de eventos cuyos giros en la trama no sorprenden por su imprevisibilidad sino que lo hacen por su inverosimilitud. Por otro lado, el fuerte de la película, sus escenas de acción, también es bastante deficiente y poco creativo. Todos estas secuencias contienen un sin fin de recursos para hacer del momento algo excitante, sin embargo lo que uno simplemente ve son cosas romperse o explotar. En ninguna de estas escenas, hay algún combate con algo de suspenso o tensión. Tal vez, la persecución pueda tener un ritmo propio, pero es increíble como en cada plano un auto es chocado, pisoteado o explotado. En conclusión, "Duro de matar: un buen día para morir" no va a aburrir a nadie, puede que por momentos irrite, pero tampoco va a ser estimulante o intrigante.
La flor de la reunificación Pintoresco documental sobre una mujer y una inquietud. Im Su-kyong causó en 1989 un revuelo en la dos coreas de Asia, su pasión por la re-unificación conmocionó a muchos incluido al realizador de esta película quien siempre la siguió con interés y luego de 20 años viajó a Corea para encontrarla. Un relato apasionante sobre el paso del tiempo, el fin de las utopías y sobre todo, el peso y desgracias de ser un figura pública. Desde aquel viaje filmado con su cámara Súper VHS, García quedó fascinado por aquella fuerza revolucionaria poderosa de la joven proveniente de Corea del Sur cuyo conmovedor discurso pacifista y pro-unificación desafiaba a la realidad de ambos países. Una vez presentada como ícono de protesta política y bautizada como "La flor de la reunificación" uno entiende y comparte la fascinación del realizador por esta joven. Su llegada significaba un brote de esperanza. Sin embargo, luego de veinte años se convirtió en otra persona. Toda su pasión se extinguió y solo queda ese sueño roto que ahora desparrama cierta melancolía al no haber cumplido con las expectativas. Es a través de los encuentros y algunas charlas con otros residentes donde se puede vivenciar en parte todos los detalles que implicaron en Im Su-kyong para ser la trágica persona que es ahora. Así como se trata de la vida de una persona también es un relato del realizador y su impresión sobre ella. En cierto modo es un documental sobre su propia realización. La búsqueda e investigación de García y su amigo, mitad argentino mitad coreano, es por si sola muy atrapante y es la linealidad de su concepción lo que continuamente depara sorpresas o decepciones. A través de ellos uno comparte su intrincada labor para poder sacar una entrevista y como en cada encuentro debían sortear todo tipo de evasivas para conocer algo de ella. No es casual, como la aparición del propio García en pantalla termina siendo todo un acontecimiento para la trama, ya que en ella sucede finalmente el encuentro tan deseado. El inconveniente con el documental es la mirada particularmente turística que adquiere por momentos el relato. En todas las diferentes instancias de la película hay situaciones donde la trama no avanza y se pausa su desarrollo. En las imágenes de 1989 están los distintos viajes por Corea del Norte, en el reencuentro aparecen demasiadas salidas con Im Su-kyong que no dicen nada e incluso en el breve lapso de Buenos Aires hay una salida con ella paseando a un perro que no aporta nada. Cada una de estas escenas traban el progreso del documental haciéndolo por momentos muy trabado. "La chica del sur" termina siendo una película llena de sorpresa donde el realizador logra trascender las recetas del documental para terminar creando un retrato fiel a sus protagonistas. Las múltiples aristas de la historia son llevas con gran capacidad y el espectador es atrapado por la elocuencia, calidez y naturalidad de los acontecimientos.
Fútbol con botones Documental sobre dos viejos ex-periodistas amigos desde la escuela de periodismo que comparten coloridas anécdotas y un hobby tan singular como es el del fútbol con botones. Una película simple y divertida en la que se narran viejas historias y se enseña los detalles particulares del juego. Sin embargo, a pesar de ser correcto, los recursos narrativos comienzan a repetirse entorno al fútbol haciendo que rápidamente se agote y termine aburriendo. No obstante, los protagonistas rescatan al documental derrochando simpatía en cada uno de sus relatos mientras son acompañados con muy buena naturalidad por los realizadores. Rómulo Berruti y Alfredo Serra son dos personas carismáticas con mucha experiencia en su materia quienes mientras el relato avanza van narrando historias bien interesantes y apasionantes con una habilidad enorme, probablemente perfeccionada con sus años de oficio. Anécdotas como las picardías de Berruti en los premios Oscar o la curiosa y tierna relación de Serra con una pequeña rusa en el mítico tren Transiberiano, engrandecen de manera fantástica la trama del juego de los botones. Un juego de los botones que en primera instancia es entretenido por como uno van enterándose de las distintas reglas o sucesos en el juego. Sin embargo, los realizadores agotan el tema al presentar casi todas las peculiaridades del juego en la primera mitad, lo cual ya para el final solo queda repetir recursos o invitar a unos jugadores brasileros para que compitan. Momentos que lamentablemente no logran funcionar ya que las referencias a los botones se van volviendo cada vez más agotadoras y el encuentro entre naciones se ve muy forzado al entrometer dos personajes nuevos en el círculo íntimo de los protagonistas. Incluso, la trama del documental se ve comprometida con la intrusión de un supuesta perdida del botón Bordenave donde si bien en un principio pudo haber pasado por verdadero, el seguimiento del jugador brasileño al baño revela el engaño rápidamente. Lo cual si en un documental hay indicios de falsedad, la credibilidad del mismo se cuestiona profundamente al no saber en que otras cosas nos pudieron haber timado. "Cracks de nácar" es una película de tono festiva y cálida, donde se celebran los hobbys y la amistad. Un documental simple, pero bastante limitado y que ya para al final termina totalmente agotado. No obstante, es sumamente disfrutable.
No llores Una niña de 9 años vive el margen de la sociedad junto a su padre alcohólico que también la mantiene al costado de su vida y quien a pesar de encargarse de ella al darle de comer y enseñarle a sobrevivir, no abundan sus expresiones de afecto o incluso siempre la conserva en habitaciones/casas separadas. La historia arranca con la llegada del padre enfermo y la caída de un temporal provocando que la niña se quede sin respaldos ante el mundo. A través de su mirada cálida e inocente conjugada con la propia imaginación de la niña, la película encuentra un tono mágico y atrapante. Sin embargo, la trama presenta un núcleo muy frágil ya que al no explotar sus conflictos sino decantarlos provoca que cualquier imperfección, por más chica que sea, aburra o se vuelva densa. No obstante, sus altibajos nunca impiden que el espectador disfrute de esta verdadera rareza cinematográfica. La película se desarrolla a través de dos ejes centrales sumamente interesantes: la relación entre una niña con su padre agonizante y la pobreza extrema mirada desde la cotidianidad con orgullo. Dentro del conflicto familiar se despliega una importante trama donde la hija observa y padece de forma consciente como su padre se va muriendo, ya que al inicio ella enfatizó su deseo de que él muriese. Si bien los diálogos anuncian más que nada su padecer por la supuesta responsabilidad, la mirada de la hija si muestra desencanto y angustia. Mientras tanto, la pequeña comunidad en la que viven se mantiene entre el júbilo alcoholizado y las desgracias de su situación. Aunque es en realidad más un ambiente que una historia, los hechos de la lluvia, la explosión de la represa y la aparición de la civilización moderna la vuelven un ente poderoso por si mismo. Un conflicto basado en el orgullo de pertenencia a un lugar combatido a cualquier costo cuyo oponente podrá ser visto de manera opresiva, pero racionalmente no esconde ninguna maldad hacia los protagonistas. Sin embargo la trama encierra algunos problemas como los enormes animales imaginarios de la niña o sus diálogos en off que a pesar de brindar un lado poético a la trama, nunca se asocia de manera natural al relato y parece estar siempre muy forzado. Incluso los momentos con el pueblo inundado tampoco revelan demasiado y la trama se estanca en situaciones bastante diluidas que aburren bastante. No es hasta que el agua desciende cuando la película se saca la máscara de incertidumbre para mostrar su cara más cruel y conmovedora. "La niña del sur salvaje" es una historia rara ya que se sitúa en un lugar olvidado por la sociedad: un sitio sin tiempo ni ubicación en las que sus habitantes se mueven a su ritmo y deseos. En ese lugar aisladoel mundo, un niña demuestra toda su ternura a la vez que recibe el rápido asenso a la adultez. Un relato inteligente, fuerte y muy emotivo.
La agonía de un viejo Película simple de concepto donde un anciano aquejado por un mal decide ir al pueblo vecino en búsqueda de una curandera. Hay pocos acontecimientos en esta historia casi ausente cuyo tiempo es extremadamente lento y las largas caminatas del protagonista terminan aburriendo más que diciendo algo. La película centra su mirada en la capacidad de observación de los realizadores cuya habilidad les permite crear planos metafóricos y simbólicos. Aunque el viaje les permitirá componer todo tipo de imágenes, rápidamente la creatividad o expresión de la cámara se vuelve repetitiva (no hay cambios ni diferencias entre las escenas) y en una película tan de observación como esta, la falta de detalles convincentes provoca casi la nulidad absoluta del espectador. Sin embargo, "El fruto" es una trama singular y ese cierto enfoque similar a cada plano le da un toque rutinario y cotidiano a la película. Este día es igual al protagonista como todos los demás y, por ende, ese sufrimiento de vacío existencial es algo que padece todos los días. Normalmente las acciones describirían el objetivo de la trama, pero las mismas son insuficientes y para los realizadores se les hizo imperativo ayudarse de textos para describir el estado de animo del protagonistas. Unos diálogos que si bien son medidos y efectivos, las situaciones donde se desarrollan son más forzadas que naturales. Por lo tanto, "El fruto" termina siendo simplemente un ejercicio de lago más de una hora que a pesar de realizar un labor intachable desde lo formal, falla a la hora de crear una emoción genuina el espectador. Los largas escenas, planos o charlas terminan pasando de la contemplación a la sobre-explicación y aunque la película sea extremadamente corta termina siendo eterno ante tanta redundancia.
Violencia gratuita Horrible película compuesta de varias historias inconexas y muy pobremente narradas. No hay nada en este grupo de tramas que pueda generar una sensación diferente al fastidio. Algo lamentable ya que el avance y los afiches promocionales prometían bastante. El tan popular sub-género del terror de falso documental tiene como principal atractivo que a pesar de saber de antemano la irrealidad de los hechos, se atrapa fácilmente en la historia por la importante presunción de realidad. Incluso la novedad de tratarse de grabaciones hechas en el viejo sistema del VHS junto a la imperante moda retro hacía de la película un proyecto sumamente interesante. Sin embargo, es imperdonable como en la primera historia ya el verosímil se rompe de manera horrorosa al ser grabada a través de lentes con cámara incorporada. No sólo no es VHS sino que a nadie se le podría imaginar como dicha grabación llegó parar en un casette. No obstante, la falta de cuidado por concepto fundacional de la película tampoco se respeta en las demás historias, ya que hay una trama donde claramente se ve una filmadora digital y otra donde todo el relato se maneja a través de un chat por internet. Igualmente, la falta de fidelidad con su idea no es ni siquiera el peor de sus males, ya que todo lo que presenta la película no es otra cosa que situaciones absurdas, personajes idiotas y violencia gratuita. Cada historia se desarrolla de la misma manera: adolescentes con las hormonas al tope pasan su existencia inconscientes de su alrededor hasta que la violencia estalla, mueren y se pasa a la siguiente historia. Aunque la trama realizada a través de las webcams sea fallida, si representa un cambio (no muy radical) con respecto a la monotonía de las otros relatos ya que en la misma las acciones ya arrancan mal y hay un desarrollo sostenido hasta llegar a su desenlace. Incluso tal vez se puede rescatar detalles positivos de las otras tramas como unos villanos infilmables, una casa poseída o una mujer monstruo extremadamente tímida, pero muy vengativa. "Las crónicas del miedo" solamente resulta ser otro horrible exponente del terror donde la película se crea simplemente para presentar un puñado de escenas violentas, mientras la historia es simplemente un estorbo necesario para unirlas.
El sabio orador A través de los pasos de Abraham Lincoln, Steven Spielberg crea una enorme película sobre uno de los momentos más significativos de la historia estadounidense. La serenidad y melancolía con que Daniel Day-Lewis interpreta a Lincoln, le dan a la trama el perfecto tono para poder llevar a cabo este relato donde las secuelas de la guerra desgarran a todos la población y cuyas suplicas por la paz deben ser postergadas para que el conflicto bélico haya sido significativo. Un drama inteligente que no teme meterse en las zonas más oscuras o ambiguas de la época y que tiene el valor suficiente de recrear la época con sus adecuados parámetros sin caer en la visión actual de sus acontecimientos. Empezando por una horrible batalla entre ambos bandos cuyos uniformes son difíciles de distinguir y no hay claros vencedores, en toda la trama trasciende la inevitable sensación de tragedia. Un sacrificio compartido entre blancos y negros que ahora depende de sus representantes para que convaliden todo por lo que lucharon. Desde la re-unificación de la nación hasta el fin de la esclavitud. Aunque la película define claramente a los abolicionistas de los esclavistas, es importante destacar que el terreno en donde la trama política se despliega no es muy diferente al barro donde la guerra se desarrolla. Este enorme thriller político donde a pesar de ya saber de antemano el resultado de los acontecimientos, nunca deja de atrapar al espectador. La intensidad de los distintos cruces verbales o la astucia de las diferentes anécdotas encierran una poderosa concepción sobre un Lincoln sabio, estadista y muy sacrificado. Una película muy espiritual en donde lo ideal choca con lo posible. El devenir de la política obliga a Lincoln a exponer toda su inteligencia a la hora de entablar sus diálogos, pero también le exige sacrificar sus palabras (sobornar funcionarios) o medir sus metas (aspirar a menos), si quiere conseguir la tan preciada abolición de la esclavitud o, más precisamente, terminar con la guerra. Son estos grises los que convierten a "Lincoln" en un relato real e increíblemente potente. No hay condenas a ningún político ni alabanzas a otros. Es simplemente la elocuencia con la que todos los presentes defienden sus posturas y creencias lo que hace de esta película un duelo apasionante. Incluso el racismo y discriminación imperantes en cada uno de los senadores, incluido el propio Lincoln, hacen de la trama un fiel retrato de los paradigmas de aquella época. Razón misma, por la cual, Tommy Lee Jones cobra una notoria importancia en la trama y cada aparición suya es como un terremoto en el recinto. Son sus fuertes ideales modernos y radicales los que elevan a la trama y permiten ubicar, de una cierta manera (aunque hay fuertes diferencias entre Jones y Day-Lewis), el espíritu de Lincoln dentro de las puertas del senado. Asimismo, cinematográficamente hablando la película es impecable. La trama contiene todo los elementos para convertirse en una triste representación teatral, sin embargo es el excelente uso de la cámara más un compendio de actuaciones sumamente veraces lo que impiden tal cosa y hacen de cada escena un placer visual y emotivo. Incluso el arte, la fotografía y la música hacen su trabajo de forma brillante, mientras la trama nunca se pierde en la soberbia y a través de sus distintos toques de humor siempre acierta a la hora de narrarse de la manera más apropiada. "Lincoln" resulta ser una obra maestra audaz que no teme mostrar las controversias del momento y no solo es un apasionado retrato de su protagonista, también es una fuerte declaración sobre los cimientos del hombre y los límites de la democracia. No es casual la presencia del drama familiar con sus gritos y cachetadas o la historia de como un viajero debe seguir su brújula. Todo el relato se construye de manera sólida para así poder brindar el mejor de los entretenimientos.