Hogan, Bob, Chilli, Sable y Jerryson amigos desde la infancia, y habiendo crecido en el mismo barrio se juraron así mismos jugar siempre, para no terminar siendo adultos amargados, y mantener la amistad durante el paso de los años. Con la llegada del inicio de la temporada de la clásica reunión anual, todos se juntan para por fin poder derrotar a Jerry, quien jamás fue atrapado en el juego del tocado. Si la premisa suena absurda, agarren sus pelucas cuando les cuenta que ¡Te atrape!, empieza aclarándonos que lo que vamos a ver, está basado en un hecho real, donde un grupo de hombres de más de cuarenta años, seguían jugando como si fueran chicos de cinco. La pareja feliz También llama la atención, como siendo que estamos viendo una comedia absurda, encontramos actores del calibre y la trayectoria de John Hamm o Jeremy Renner, acostumbrados mas a aparecer en films de acción o dramas. E irónicamente, son ellos dos quienes mejor performance presentan, en contra de intérpretes a los que si solemos ver en estas producciones, como el no gracioso Ed Helms o Isla Fisher. Y si bien los actores antes citados están bien, los momentos de comedia recaen en los que son nacidos en este género, y, por ende, resultan bastante sosos. Algunos gags a base de golpes pueden provocar una sonrisa, pero no mucho más que eso, mientras que los que son a base de diálogos, en más de una ocasión no se entienden. Si tenemos que destacar algunos momentos, son escasos y a más de uno les va a recordar al Sherlock Holmes de Downey Jr. “No me vas a atrapar” Pero, aunque suene extraño y pese a lo que acabamos de mencionar, ¡Te atrape! no es una película aburrida. Primero porque es auto consiente de lo ridícula que puede ser, pero, además, sabe sus limitaciones y no se extiende demasiado en su metraje, haciendo que la hora y cuarenta de duración sea perfecta para lo que se nos quería contar. Eso sí, cuando la película entra en su modo dramático, ahí si se nota el nivel de sus mejores actores, y termina siendo bastante emotiva en algunos momentos, aunque son los menos. ¡Te atrape! termina siendo un film simpático y ya. Casi nadie se va a acordar de sus chistes o llorar cuando algo grave está pasando, pero tampoco creemos que el público salga fastidiado del cine tras ver esta comedia. Como dice la cada vez más regular frase asociada al cine “para ver, y olvidar al cabo de unos días”.
La Isla Nublar está al borde del colapso debido a un volcán en erupción. Muchos son los grupos ecológicos que luchan por los derechos de los dinosaurios, y una empresa multinacional decide salvar a los enormes reptiles, trasladándonos a un santuario natural donde van a poder vivir en paz y libertad. Es por ésto que Claire y Owen son reclutados para atrapar a los prehistóricos animales para salvaguardarlos. Pero un oscuro y sórdido plan se esconde detrás de tan buena intención. Nos llega la secuela del re inicio/continuación de Jurassic Park, con menos hype del que podría esperarse. Primero porque la anterior entrega no fue el éxito de crítica (especializada y de público) que se esperaba, pero porque además, el trailer de Jurassic World: el reino caído dejó a varios con una sensación de “meee” que por desgracia, se confirma con esta movie. Un pequeño bagre El motivo de dicho pensamiento, no es que en el avance se nos mostró la mejor secuencia de Jurassic World: el reino caído, sino que hay una sucesión de momentos que no solo van a dar ganas de hacer el famoso facepalm, sino que rozan la vergüenza ajena. No vamos a puntualizar en cada uno de ellos, pero solo acuérdense de nosotros en cierta escena bajo el agua. Si podemos decirles que estamos ante uno de los peores personajes de alivio cómico de los últimos años. Y es el que el rol del sujeto que se la pasa gritando, en un ambiente fuera de su hábitat natural, ya dejó de ser gracioso hace tiempo, y en este caso en particular, además, roza lo irritante. A ésto debemos sumarle, que Jurassic World: el reino caídovuelve a cometer algunos errores vistos en su antecesora (no por nada uno de los guionistas vuelve a ser Colin Trevorrow), como por ejemplo, el de abrir sub tramas que en este film no tienen cierre, o presentar personajes que son irrelevantes, con la esperanza que en la tercera película si lo sean, haciendo de esta cinta, más un trailer del final de la saga que una movie independiente y con sentido propio. El nuevo Cesar De todas formas, no todo es malo. Por suerte siguen estando Bryce Dallas Howard (ahora con botas) y Chris Pratt en el elenco, para resolver a base de talento y carisma, más de una situación que con otros actores hubieran sido insalvables. Es una pena que no sean bien secundados por el resto del elenco. Jurassic World: el reino caídotermina siendo un producto en toda su palabra. Como film de entretenimiento cumple y ya, pero dentro de una semana nadie se la va a acordar. Eso sí, todos vamos a querer tener en nuestros estantes, los muñequitos de los dinosaurios.
Luego de un asalto que resulta con la muerte de un miembro de un grupo de amigos, el resto decide rendirle sus respetos yendo a acampar en una zona montañosa. Después de que uno de ellos se lastima una rodilla, deciden volver al hotel, y para acortar camino, se adentran en un bosque. Nadie pensaba que se iban a topar con un ente sobrenatural que acecha en el lugar, y que pondrá sus vidas en peligro. Hoy tenemos el agrado de hablarle de El ritual. Y lo decimos así porque ya iba siendo tiempo de que en este 2018 tengamos una buena película de terror (que por ahora solo nos dio la local Aterrados y Ghostland). Así que, para los amantes del género, les pedimos que sigan leyendo Creo que nos perdimos… El ritual es de esas películas que quizás no nos asustan o nos quiten el sueño por la noche, y, de hecho, a más de uno le va a parecer un cruce entre El proyecto de la bruja de Blair y La bruja, y de hecho quizás lo sea. Pero al tomar elementos de ambos proyectos, crea un clima tenso y opresivo que nos va a tener sometidos toda la película esperando cuál de los amigos es el próximo en caer. Además, el hecho que el film inicie con una brutal tragedia, y se centre bastante en cada integrante del grupo y en la dinámica entre ellos, hace que los personajes nos importen. Los pases de factura, la culpa y la ira se van a hacer presentes, sobre todo cuando la posta de la historia la tome el protagonista Luke (Rafe Spall), quien es el que presenció el deceso de la persona a quien inicialmente le rendían homenaje. Algo malo pasa De todas formas, no estamos ante una película perfecta. algunas decisiones en momentos límites, por parte de los protagonistas, se nos hacen inverosímiles y hasta ridículas. Así como también le hecho de mostrarnos de lleno al ente sobrenatural en los últimos minutos, cuando hasta entonces lo habíamos visto entre sombras, provocando mejores resultados esto último. El ritual es de lo mejorcito de este 2018 en lo referente al horror, donde hasta ahora solo podemos contar otros dos buenos films de terror (las ya nombradas Aterrados y Ghostland). Con una idea sólida y una atmósfera claustrofóbica (pese a que transcurre en un lugar abierto) y opresiva, la película se propone y logra mantenernos atentos y tensos durante todo su metraje. Algo que últimamente, pocos films vienen consiguiendo.
Cassey y su compañero Perkins se dedican a transportar y asegurarse que viejos billetes sean convertidos en basura. Pero la avaricia de algunos involucrados a esta operación federal, más la cercanía de un peligroso huracán, van a dar lugar a uno de los atracos más arriesgados posibles: el robo del dinero en plena tormenta. El cine catástrofe vuelve a atacar nuestras salas, con Huracán categoría 5. Pero en esta ocasión, hay una gran vuelta de tuerca para complicar todo, la planificación de una enorme cantidad de dinero perteneciente al gobierno. Si leyeron bien, una heist movie con un huracán. ¿Qué serian de las películas sin Skype? " data-medium-file="https://i1.wp.com/www.locoxelcine.com/wp-content/uploads/2018/06/1-1.jpg?fit=300%2C155&ssl=1" data-large-file="https://i1.wp.com/www.locoxelcine.com/wp-content/uploads/2018/06/1-1.jpg?fit=525%2C272&ssl=1" class="wp-image-2010 size-full" src="https://i1.wp.com/www.locoxelcine.com/wp-content/uploads/2018/06/1-1.jpg?resize=525%2C272&ssl=1" alt="Huracán categoría 5" width="288" height="149" srcset="https://i1.wp.com/www.locoxelcine.com/wp-content/uploads/2018/06/1-1.jpg?w=800&ssl=1 800w, https://i1.wp.com/www.locoxelcine.com/wp-content/uploads/2018/06/1-1.jpg?resize=300%2C155&ssl=1 300w, https://i1.wp.com/www.locoxelcine.com/wp-content/uploads/2018/06/1-1.jpg?resize=768%2C397&ssl=1 768w" sizes="(max-width: 767px) 89vw, (max-width: 1000px) 54vw, (max-width: 1071px) 543px, 580px" style="box-sizing: inherit; border-style: none; height: auto; max-width: 100%; display: block; margin-left: auto; margin-right: auto;">¿Qué serian de las películas sin Skype? Hay dos formas de encarar esta película. La primera es yendo al cine pretendiendo ver algo serio, y enojarnos ante la sucesión de momentos absurdos que vamos a ver. O como las leyes de física y gravedad son rotas a conveniencia del guion (no por nada los productores son los mismos que los de Rápido y Furioso). La otra es entender que vamos a ver un mero entretenimiento y ya, con la famosa frase de “dejar el cerebro fuera de la sala”. Y de esta forma si vamos a poder al menos, pasar un momento entretenido en el cine. Ayuda bastante a esto último la labor de los actores principales. Donde destacan especialmente los dos protagonistas y el villano. Tanto Maggie Grace como Toby Kebbel tienen suficiente carisma en pantalla y química entre ellos, como para sobrellevar el peso del film a sus espaldas. No nos molestaría verlos deteniendo crímenes en otros contextos de catástrofes naturales. Mientras que Ralph Inneson tiene la presencia que un villano plano pero funcional debe tener. Se viene el agua Si o si tenemos que hablar de los efectos especiales, ya que son uno de los “puntos importantes” de Huracán categoría 5. Y es que si bien suponemos que nadie pretendía ver algo similar a lo visto en Vengadores: Infinity War, el CGI está bastante por debajo de la media y en más de una ocasión pareciera que estamos ante una película de hace diez años (o más), cuando todavía no estaba del todo pulida esta técnica. Huracán categoría 5 termina siendo una especie de Sharknado pero con presupuesto y actores conocidos (y que no están en decadencia). Como dijimos al principio, el que busque ver algo serio, le aconsejamos que se replantee de ver The Hurricane Heist (nombre original). Para los que quieran pasar un momento entretenido y desconectar de la realidad por casi dos horas, están frente a una buena opción.
Román tiene una vida bastante rutinaria, simple, pero que para él es todo lo que puede pedir. Asiste de forma regular al gimnasio, sigue una dieta a rajatabla, es creyente y participa en el templo del barrio, pero por sobre todo, es un policía de calle que cumple su trabajo honestamente. Pero todo se empieza a derrumbar cuando ve que los lugares en los que era feliz, están podridos de corrupción. Estas son las películas que a uno como redactor más le duele comentar, porque estamos hablando del cine argentino; y uno trata desde este humilde lugar, fomentar la producción nacional. Pero ante todo tenemos que ser sinceros con nosotros mismos y con ustedes, y por desgracia tenemos que decirles que Románes una muy pobre película. Empezando por su protagonista, Gabriel Peralta Rangel, quien suponemos que actúa de esta manera por pedido del director Eduardo Maneghelli, y no porque en verdad es su forma de interpretar a un personaje. Si bien entendemos que se está componiendo a una persona simple y metódica, esto no es condicionante para que alguien se mueva y hable de forma robótica, casi como si estuviera recitando el guión de memoria, o leyéndolos en el momento. A esto debemos sumarle una historia que si bien es bastante sencilla, no termina de ser clara en su premisa ni en su ejecución. Y es que no le encontramos mucho sentido a que alguien que se rige por una conducta intachable de hacer lo correcto, a la primera cosa que rompe su esquema, le planta cara al estilo “justicia por mano propia”. No solo no coincide con el personaje en sí, sino que nunca vemos un motivo de quiebre para que empiece a comportarse como un Punisher argentino. Vale destacar que los personajes secundarios, pese a ser clichés, si se nos presentan más interesantes, y hasta nos da curiosidad en ver en que andan metidos y porque nuestro protagonista se distancia tanto de ellos. Pero apenas sabemos de sus vidas, por lo que nunca podremos conectar con nadie aparte del propio Román. Román se vuelve una película difícil para el espectador, y no porque presente un argumento muy complicado. Pero desde la poca lógica de los actos de su personaje principal, hasta tener un protagonista con el que es imposible empatizar (pese a sus buenas intenciones) por la interpretación del actor; pocos sentirán interés por dicho film, pese a que se notaba que había buenas ideas de fondo.
Luego de que el ejército ingles se hiciera con el control de las colonias del Virreinato de La Plata, deciden introducir el concepto del futbol, para distraer a la gente de lo que realmente está sucediendo. Pero un grupo de personas verá en este novedoso deporte, la forma de revivir el sentido patrio que todos tenían dormido. Hoy vamos a hablar del nuevo delirio dirigido por Néstor Montalbano, alguien que no debería necesitar demasiada presentación, ya que sus antiguos proyectos hablan por sí mismos. Así que si entre los lectores hay fans de lo absurdo como arma principal en una película, prepárense para No llores por mí, Inglaterra. Como todo buen film de este estilo, su mayor virtud está en reconocerse ridículo, y explotar dicha herramienta al máximo. Solo así podemos entender el uso y abuso de cromas que se notan y saltan a la vista al segundo de verlos. O la utilización de algunos miembros del elenco, que claramente no son actores, y que difícilmente los volvamos a ver en una película. Pero quizás ahí radica el mayor problema que va a tener en cartelera No llores por mí, Inglaterra, y es que estamos hablando de un film muy de nicho. No solo por el tema del humor absurdo que no es apto para todos; sino que el mundo en el que se centra, es en el del futbol. Y no solo lo decimos por el deporte en sí; sino que además hay muchas referencias y guiños al “balón pie” argentino, y que si uno es ajeno a esto, no los va a entender y va a ver como el resto de la sala se ríe. Para que todo este humor funcione, se debía contar con interpretas que se presten para el ridículo, y por suerte Montalbano los encontró. De Diego Capusottono podemos decir nada que no se sea, ya que este hombre nació para dichos roles. Pero quien destaca y sorprende es Gonzalo Heredia, a quien vemos tomarse muy en broma su rol, cosa que sumado a su carisma, hacen que de inmediato empaticemos con su personaje y su protagónico sea llevadero y creíble. No llores por mí, Inglaterra es recomendable pero para un grupo muy reducido de espectadores. Ya sean por futboleros o porque les gusta el humor ridículo y absurdo (ya si son de disfrutar ambas cosas es un golazo), es un film que deben ir a ver en su primera semana en cartelera, porque por desgracia, estas películas difícilmente duren mucho tiempo en los cine. Así que están avisados y no se olviden de alentar a su equipo favorito.
En Testigo de otro mundo, vamos a ver la historia de Juan, quien a sus doce años, tuvo una vivencia que lo marcó de por vida, ya que fue testigo presencial de un caso de ovnis. Ahora de adulto, vemos como vive retirado de la sociedad, con una angustia que nunca pudo sacarse y una historia que necesitaba ser contada. Algo que tenemos que hablar y aclarar de entrada, es que Testigo de otro mundo no nos va a mostrar el fenómeno ovni desde la parte ufológica y técnica del suceso, sino que vamos a ver una historia de auto descubrimiento, y donde su protagonista, cierra una vieja herida emocional. Así de a poco vamos conociendo sus raíces aborígenes, y cómo dicho encuentro, está conectado con sus antepasados, en especial, con su abuelo. De a poco el documental va mutando de tema, pero lo hace de forma tan natural, que como espectadores nunca nos va a molestar el cambio temático, ya que lo que se nos cuenta es bastante interesante. La parte donde se hace foco en la ascendencia aborigen de Juan, no solo nos muestra más de la cultura de este pueblo; sino que incide bastante con lo que en realidad quería contar Alan Stivelman (director y guionista del proyecto), y es la historia de un hombre que decidió auto recluirse de la sociedad, al no sentirse amparada por esta cuando vivió algo tan traumante. Si hablamos de los apartados técnicos, podemos decir que Testigo de otro mundo es muy bella de ver. Contrario a lo que pasa con muchos documentales, donde la calidad de imagen se siente bastante pobre, en esta ocasión vamos a tener no solo una buena dirección, sino un trabajo de imagen muy sólido. En especial donde se re crea el avistamiento vivido por Juan. Testigo de otro mundo es una buena opción para ir al cine esta semana, si uno no es fan de los superhéroes y le quiere escapar a la ola de gente que va a poblar casi todas las salas. Con un tema interesante, un buen guión que va mutando y una historia por demás humana, estamos seguros que no va a dejar indiferente a nadie.
En un barrio típico de Buenos Aires, extraños sucesos comienzan a suceder. Objetos que se mueven, presencias terroríficas, y peor aún, muertos que vuelven a la vida. Un policía local, ayudado por un antiguo colega forense y dos expertos de lo paranormal, decidirán investigar que está ocurriendo en verdad. El cine de terror nacional, por suerte, viene creciendo a pasos agigantados, teniendo cada vez más y mejores estrenos comerciales, fuera de lo que serian los circuitos independientes. Y Aterrados, viene a confirmar este avance, en lo que es para muchos, una de las mejores películas del género en este año. Varios son los puntos a destacar de Aterrados, pero el que se hace más evidente, es la buena construcción de una atmósfera. No solo lo decimos por contar una historia de hechos sobrenaturales que no se centran en una sola locación como pasa en el 99.9% de las películas de horror (acá la acción pasa en tres casas), sino que tenemos una constante sensación de miedo y tensión, haciendo que cuando llega el susto, podremos respirar aliviados. Esto va de la mano con una dirección impecable de Demián Rugna (quien también es el guionista). No solo por saber cuándo mostrar y cuando no, jugando con el suspenso que crea lo que no podemos ver: sino también con la iluminaciones y el sonido en off, y sobre todo, con algunas secuencias que dejan una sensación bastante turbia en el cuerpo; mostrando que cuando los recursos que tiene el director a mano son bien usados, se puede crear un gran clima. Otro punto a favor, es que Aterrados, contrario a la mayoría de las cintas del género, es que está bien actuada. Desde su protagonista, Maxi Ghione, hasta los secundarios, todos hacen creíbles a sus personajes; logrando que como espectadores nos interesemos por ellos, pero por sobre todo, transmitiéndonos el miedo que están viviendo. Pero no todo es bueno en Aterrados. No podemos dejar pasar el hecho de que cuando la película intenta explicar porque pasan estos sucesos, falla rotundamente. No vamos a decir el motivo, pero sí que caemos en el típico caso de que pretendiendo explicar algo sin necesidad, se le saca impacto al asunto; mostrando que muchas veces es mejor dejar al espectador con la duda, a querer darle todo en bandeja y hacerlo mal. Aterrados de todas formas es una gran cinta de horror; y podemos decir orgullosos que el cine de terror argentino, de a poco empieza a dar muestras de estar creciendo. Solo falta que tenga el apoyo del público y le dé una oportunidad a este film en las salas.
Thanos y su ejército está decidido a atacar. Sus hijos y él mismo se dividen para conseguir las Gemas del Infinito a través del universo. Así es como los Vengadores, los Guardianes de la Galaxia y los nuevos héroes que fueron surgiendo, deberán unirse y aprender a trabajar en equipo para detener al Titán Loco y su plan de diezmar el universo. Y por fin llegó el día. Una de las películas más esperadas del año para los fans de los comics y el cierre a diez años de historias ya está en nuestras salas. Y todo el hype que había en torno a este film, al menos para quien les habla, fue retribuido. Los hermanos Russo entendieron que, para este proyecto, debían volver a ese tono serio que habíamos visto en Capitán América: el Soldado de Invierno; dejando un poco de lado los gags en pos de priorizar la historia. Y si bien los chistes están presentes (es una película de Marvel), se agradece que no sea un festival de comediantes como habíamos visto, por ejemplo, en la fallida La Era de Ultrón. Una de las virtudes de Vengadores: Infinity War, es que el protagonismo está repartido en grupos y, si bien cada grupo tiene su líder o líderes, se siente que cada héroe es necesario y útil para hacer frente a Thanos y su familia. Nadie sobra ni está en la película sólo porque tenían que ponerlo; así que, en ese sentido, estamos hablando de un gran trabajo por parte de los guionistas. Aunque para ser objetivos, tenemos que decir que así como trabajaron bien la distribución de importancia de todos los superhéroes, hay algunas cosas explicadas mediante una sola línea de diálogo, como si no quisieran pensar demasiado algunas justificaciones. Eso y que las motivaciones de Thanos parecen recauchutadas de otros villanos pero ahora a escala galáctica. Pero si hablamos de Thanos, podemos decir que por fin Marvel nos entrega un villano a la altura de sus héroes. No sólo porque es intimidante a nivel físico, sino que tiene personalidad y pese a que, como dijimos, sus justificaciones ya están vistas, éstas no dejan de ser funcionales en su forma de actuar, mostrando un propósito y determinación que da el pego para su personaje, siendo un malo tanto músculo como cerebro, personificado en uno solo. Otro acierto que tenemos que marcar antes de finalizar esta review, es que acertaron completamente con el enfoque de las escenas de acción. Dejando atrás los famosos planos secuencias largos vistos en otros films grupales de los Avengers. En Vengadores: Infinity War las secuencias son cortas, haciendo que las constantes peleas no terminen cansando al espectador, ya que cada una es más breve y está mechada con líneas de diálogos, ya sean planes para detener a Thanos o gags. Esto da como resultado que no nos terminemos aburriendo con un film de dos horas y media. Vengadores: Infinity War es un paso adelante con respecto a Pantera Negra y Thor: Ragnarok, y para este redactor, se sitúa cómodamente entre las tres mejores cintas del MCU. Así que eviten spoilers y corran a verla en cuanto puedan.
Doc es un veterano combatiente de Vietnam, y recibe la trágica noticia de la muerte de su hijo, quien servía en Irak. Sin familiares cercanos, Doc busca apoyo en sus viejos amigos y antiguos compañeros militares, mientras tiene que decir como enterrar a su hijo, a medida que va enterándose de oscuros secretos del ejército actual. Antes de hablar de El reencuentro (Last Flag Flying en su nombre original), tenemos que hacer hincapié, en que su director es Richard Linklater. Y si conocen su cine, sabrán que nos vamos a encontrar una película muy hablada, pero donde los diálogos son el fuerte del film, ya que este realizador tiene el talento de retratar las conversaciones de sus personajes, como si fueran personas comunes y corrientes, que podríamos cruzarnos cualquier día. En este sentido el trío protagónico compuesto por Steve Carell, Bryan Cranston y Laurence Bishburne, son quienes sacan adelante un film que con otro casting menos dotado; hubiera terminado siendo bastante aburrido. Pero sobre todo queremos destacar la soberbia interpretación que nos da Cranston. El ex Breaking Bad vuelve a mostrar que es uno de los actores más en forma de estos años, y cada una de sus frases desborda carisma, pero sobre todo humanidad; haciendo que empaticemos con él casi de inmediato; pese a que más de una vez se vuelve odioso o no estemos de acuerdo con su forma de ver la vida. Pero por desgracia ni los actores sin sus diálogos pueden hacer que las dos horas de duración de El Reencuentro, no se sienta pesada. Por más que sus conversaciones sean interesantes, mas de una escena se siente estirada; dejando la idea de que podríamos haber visto una película con un metraje de hora y media, y habiendo tenido algo mucho más pulido y satisfactorio. Otro factor que puede jugarle en contra a El Reencuentro, es su temática. Y es que seamos honestos, muchos siente un repulus enorme cuando en una película se habla del ejército norteamericano, y ya por eso varias películas no son vistas. Y siento que por desgracia, este va a ser uno de esos casos. El Reencuentro es otra muestra que Richard Linklater es de los directores que mejor retratan los diálogos en el cine, además de escribirlos. Eso y un elenco tremendo con Cranston como cabeza de lanza, nos dan como resultado una cinta bastante recomendable para los que gusten de este tipo de cine.