Rebecca y Tylor son dos pequeños hermanos. Mientras su madre necesita hacer un viaje, ambos niños son enviados a visitar a sus abuelos, quienes están distanciados de su madre desde hace décadas. Los chicos aprovechan para filmar un documental sobre la estancia de sus abuelos. Pero a medida que avanza la semana de visita, los ancianos se empezarán a comportar de forma extraña, haciendo sospechar a los chicos. Estamos ante una nueva película de M. Night Shyamalan, quien empezó siendo el hijo favorito de Hollywood y hoy hacen fila para asesinar sus películas. Pero queramos o no, lo amemos u odiemos, sus films siempre traen repercusión. Esta vez tenemos una especie de relato de Hansel y Gretel moderno y realista, donde ambos hermanos deberán enfrentarse a unos ancianos en lugar de una bruja, y donde el factor sobrenatural fue borrado de la trama (algo que no es nuevo en el director). La vuelta de tuerca al clásico relato de los Hermanos Grimm está bien pensada, pero por desgracia Shyamalan falla, y bastante, a la hora de darle un sentido a su historia, pese a que quiera mezclar el humor con el terror. Por un lado la trama lagunea enormemente en su primera mitad, y salvo algún comportamiento errático de los abuelos del film, tendremos mucho tiempo muerto con los jóvenes Tylor y Rebecca hablando tonterías que no le interesan al espectador, y peor aún, lo sacaran de la película haciéndolo ver más de una vez el reloj para saber cuánto falta. Pero el peor error que comete Shyamalan, es haber decidido filmar con el (personalmente odiado) estilo found footage. Es decir, como si fuera un video casero, o un falso documental, que de hecho, los chicos lo dicen al inicio de la película. Y con esto cae en el error recurrente de todos los que deciden realizar una película así, y es que por momentos, no sabemos quién está filmando lo que vemos, o peor aún, hay situaciones donde cualquier persona normal soltaría la cámara y saldría corriendo de ese lugar. Lo que es más gracioso, o irónico, es que Shyamalan si se preocupa por iluminar bien y tener una fotografía cuidada a lo largo de los escasos noventa y cuatro minutos que dura la película, así que no se entiende bien por qué decidió utilizar un recurso que por lo general eligen los directores vagos para disimular sus faltas de ganas a la hora de “hacer ver linda” la película. Los Huéspedes es un claro ejemplo de lo que viene padeciendo hace varios films el director hindú; es decir, una buena idea, pero mal llevada a cabo y dirigida sin algún estilo personal, más que la aparición de una familia desmembrada en la trama. Y pese a que cuando el film decide arrancar, sí se disfruta un poco, pero para esto ya es demasiado tarde porque ya vimos la mitad de la película. Si son fans de Shyamalan, seguramente la van a pasar bien con Los Huéspedes. Si buscan ver algo para pasar el tiempo sin pensar demasiado, puede que la disfruten, pero ante tantas buenas opciones actualmente, Los Huéspedes deja una sensación a poco cuando salimos del cine.
Vin Diesel larga los autos y agarrar la espada para transformarse en El Último Cazador de Brujas. El inmortal Kaulder es un guerrero de la edad media que dedica su vida a cazar brujas. Luego de matar a la Reina Bruja, es maldecido con el don de la inmortalidad; por eso ahora sigue persiguiéndolas o manteniéndolas a raya para conservar la tregua entre los humanos y los aquelarres. Pero luego de que su ayudante muera, Kaulder descubre una conspiración en torno su persona. Seguí con los autos Vin El género de brujería siempre dio algunas pelis interesantes, o como mínimo divertida. Y no solo me refiero a las que se sitúan en un contexto medieval, El Aprendiz de Brujo sin ser una genialidad, entretenía bastante y de paso nos mostró uno de los últimos papeles decentes de Nicolas Cage. Pero olvídense de todo eso a la hora de ver El Último Cazador de Brujas, porque ni siquiera llega al termino “estúpida y divertida”, solo es la primera palabra, y eso si somos buenos y vamos con las expectativas bajas. A todos los que querían ver a Vin Diesel (Rápidos y Furiosos 7) en modo vikingo repartiendo espadazos a diestra y siniestra, olvídenlo. Se ve que el presupuesto no alcanzaba para situar mucho metraje en el pasado, por lo que rápidamente veremos al pelado en la actualidad, haciendo las veces de un Constantine que en lugar de atrapar demonios, vigila brujas. En el medio de esto también aparecerán Michael Caine y Elijah Wood intentando darle una mínima cuota de calidad al apartado actoral. Pero por desgracia tanto Caine y Wood salen poco, y están desperdiciados en personajes planísimos. Si en cambio tendremos bastante de Rose Leslie (nuestra querida salvaje Ygritte de Juego de Tronos) como un pseudo interés romántico de Kaulder. El problema es que a la colorada parece que le dieron los peores parlamentos posibles, y su personaje no solo se vuelve prescindible, cae en lo insoportable rápidamente. Criticar a Diesel por su actuación a esta altura del partido, es como descubrir que la noche es negra. Pero es que ni siquiera en las pocas escenas de acción su personaje se vuelve creíble. Y para colmo de males, ¡poco y nada lo veremos empuñando una espada!, pero si disparando armas sin ningún mínimo de gracia. A esto súmenle un malvado genérico sin personalidad y los bostezos están asegurados. El director Breck Eisner poco puede hacer casi sin materia prima a la hora de dirigir, pero de todas formas se las ingenia para que las escenas de acción de El Último Cazador de Brujas sean de lo más rescatable, sacándole buen partido a los efectos especiales, que pese a no ser espectaculares, cumplen. Conclusión El Último Cazador de Brujas es mala, y lo peor de todo, es un film de acción del montón. Con destino seguro de “sábados de súper acción” en algún canal de cable (ya se imaginan a cual me refiero) y con muy poco para rescatar. Pese a tener a un actor por lo menos carismático, nunca vemos personalidad en la película, algo clave en un film de este tipo si quiere destacarse en un mercado superpoblado de propuestas.
Zach y su madre se mudan a su nueva casa en un tranquilo pueblo; alejado de las grandes ciudades que él tanto quiere y extraña, parece que su vida se va a tornar muy aburrida, hasta conoce a la hermosa y misteriosa Hannah, su vecina que permanece encerrada por órdenes de su padre. Tras sospechar de que su vecino anda en algo raro, Zach irrumpe en su casa, sólo para enterarse que el padre de Hannah es nada más y nada menos que R. L. Stine, el famoso escritor de terror. Pero sus libros no sólo son fantasía, y todo se convertirá en una pesadilla cuando los demonios literarios se vuelvan reales. Si entre los lectores hay adolescentes, o alguien que tenga menos de veinticinco años, seguramente la serie Escalofríos no les va a sonar para nada. En 1995 vió la luz dicha serie, que consistía en adaptar a la tv los libros de R. L. Stine con un tono un poco juvenil, pero siempre como relatos de terror. Y así fue como algunos capítulos se volvieron, por decirlo, de culto, como aquellos protagonizados por Slappy o los Gnomos de Jardín. Escalofríos Bueno, toda esta introducción no sirve de mucho, porque la película está tan bien ideada que se sostiene por sí misma, aún si el espectador no miraba el programa de televisión. De hecho, se hizo énfasis en esto, porque estamos ante un film netamente infantil. De todas formas, si entre los espectadores hay algún padre que miraba el show, más de una vez se le dibujará una sonrisa. Para los detractores de Jack Black, les pido que le den una oportunidad a Escalofríos. Su nivel de histrionismo (que en lo personal a mi sí me causa gracia) es casi nulo, de hecho, logra darle ese aire misterioso que pretendían al retratar a este Stine ermitaño y alejado de todos. Vale tener en cuenta también, que Black no es el protagonista. Acá quien lleva la historia es Dylan Minnette, como el curioso Zach; y la verdad que el adolescente lo hace bastante bien. Porque junto con las acertadas interpretaciones, también tenemos una trama lo bastante bien planteada como para entretener a grandes y chicos. Pese a lo tonto que puede parecer el modo en que se liberan los monstruos creados por Stine, cuando se sueltan, la película pone primera y no para hasta en el final; dándonos una aventura con los suficientes elementos cómicos, aventureros y trepidantes que todo film tirando a infantil debe tener. En lo personal sólo critico que no se explotara a unos policías que vemos en la trama, que podrían haber dado mucho más de sí debido a sus personalidades. Escalofríos Ponerse a hablar de los valores técnicos, o sub y meta mensajes de esta película, es no haber entendido de entrada qué se iba a ver; que en este caso, es una película que apunta a los chicos de la casa (niños de unos 10 años) y a quienes fueron originalmente espectadores de Escalofríos. En conclusión, Escalofríos es muy entretenida, con una propuesta que si bien no es original, encuentra la forma de poner en pantalla a cientos de monstruos que pese a no dar miedo, dejan en evidencia la mente creativa de Stine; y seguramente haga que sus libros vendan varios cientos de ejemplares más. Para otro día queda la discusión si en realidad Stine es original o sospechosamente sus libros se parecen demasiado a los de Stephen King.
Edith Cushing pertenece a la aristocracia de Buffalo de principios de 1900. Sueña con ser escritora y rechaza bastante la vida que le toca llevar y que su padre pretende para ella. Pero algo más también le pasa, desde chica es visitada por un fantasma que le advierte sobre “La Cumbre Escarlata”. Cuando el empresario Thomas Sharpe y su hermana Lucile se presentan en el lugar con un negocio entre manos, todo parece cambiar para Edith, aunque dentro de su renovada felicidad también se acrecentarán las visitas de los espectros. El amado y defenestrado en partes iguales Guillermo Del Toro, nos presenta su nuevo film, volviendo al terror. Y la verdad es que sinceramente ME ENCANTÓ. Así que voy a tratar de ser objetivo y no llevarme por el fanatismo. La Cumbre Escarlata Lo primero que debo aclarar, y que ustedes tienen que leer antes de ir al cine, es que esta NO ES UNA PELÍCULA DE TERROR CONVENCIONAL; aquellas personas que gusten de los films de horror puros y duros, o del sustito fácil que se hace en base a dejar sordo al espectador subiendo el volumen de golpe, aléjense de esta cinta porque se van a aburrir. La nueva propuesta de Del Toro es un homenaje sincero, puro y hecho desde el cariño al terror gótico, a Poe, a la productora Hammer… Ya de entrada la primera sonrisa del fanático se asomará cuando lea que el apellido de la protagonista es nada más y nada menos que Cushing; toda una declaración de intenciones por parte del realizador. A esto súmenle que la historia pasa en gran parte en Inglaterra, con la presencia de la enorme mansión alejada que oculta secretos. Mientras más fan sea uno de este subgénero, más provecho le sacará a la película. De hecho, para los fans del propio director, hay autorreferencias que saltan a la vista. Pero el asunto no sólo se limita a referencias. Del Toro también sabe construir una historia sólida casi sin huecos o lagunas argumentales. Seguramente muchos se aburrirán, porque el primer acto del film nos introduce de lleno en la historia de Edith y Thomas, acercándose más a una historia de amor barroca que a una de sustos. Pero donde algunos empezarán a bostezar, otros encontraremos cómo se nos introducen de a poco todos los elementos que serán clave en el desenlace del relato. La Cumbre Escarlata Eso sí, cuando el film ya presentó todo lo que teníamos que saber y pone primera, no para; en una trama con bastantes giros (algunos previsibles), pero sin forzar la historia para sorprender. Ayuda mucho a la película también que el nivel actoral sea bastante sólido. Todo el reparto cumple perfecto sus roles, pero en lo personal destaco especialmente a los hermanos compuestos por Tom Hiddleston y Jessica Chastain. Misteriosos, él galante y desbordando carisma, ella mucho mas retraída pero a la vez siniestra, se complementan tanto en roles como en actuaciones. Es una lástima que Mia Wasikowska no tenga la suficiente fuerza que su rol ameritaba, y que Charlie Hunnam no tenga el suficiente tiempo en pantalla para desarrollar un personaje que queda estereotipado como el que está en la “friendzone”. La Cumbre Escarlata La Cumbre Escarlata tiene enormes méritos para ser de lo mejor de esta segunda parte del año. Por un lado es un gran homenaje a un cine que ya casi está extinto y que dio grandes obras, pero también tiene el mérito propio de ser una gran obra por sí misma, con un apartado técnico perfecto y que muchas otras cintas envidiarán. Ojalá que a Guillermo del Toro se le sigan financiando sus proyectos, porque está claro que sabe lo que hace detrás de una cámara, y es de los pocos que en un género ultra quemado, tiene un estilo personal.
Robert Zemeckis vuelve al cine de primer nivel con En La Cuerda Floja (The Walk), una de las pocas películas donde vale la pena pagar de más por el 3D. Caminando por un sueño 1974. Philippe Petit es un artista callejero, despreciado por su familia, que se dedica de lleno a sus habilidades como malabarista, pedaleando en monociclo o caminando sobre cuerdas. Luego de conocer a la mujer de sus sueños y al que será su mejor amigo, descubre la adrenalina que es hacer equilibrio entre dos puntos extremadamente altos tras caminar ilegalmente sobre la Catedral de Notre Dame. Desde entonces tendrá solo una idea y un deseo en mente: cruzar con su cuerda las Torres Gemelas en Nueva York. No apta para gente con vértigo La historia creo que es conocida por todos. De hecho, ya existe un documental al respecto llamado Man on Wire, ganador del premio Oscar en el 2008. Pero de todas maneras, Zemeckis y su equipo decidieron adaptarlo en forma de ficción a la gran pantalla, y en tres dimensiones. Y aunque suelo renegar bastante ante el formato 3D, esta vez hay que reconocer que la película hace un uso magistral de dicho recurso, provocando verdadero vértigo en el espectador cuando Philippe Petit camina a una altura monstruosa cruzando las Torres Gemelas. Zemeckis logra sacarle todo el provecho posible a esta tecnología, y no solo tirando cosas a la pantalla o poniendo la cámara contra picada para ver como caen objetos desde el vacío. No, el efecto tridimensional esta usado para sumergirnos aun más y poder sentir de cerca la adrenalina que vivió Petit al lograr tal hazaña. En lo personal, desde Gravedad que no veo un uso tan inteligente de un recurso que muchas veces es usado como único gancho para atraer espectadores, cuando en realidad deberían implementarlo de esta forma. Como una herramienta más. Pero En la Cuerda Floja no sobresale solo por el buen ojo de su director a la hora de aprovechar el 3D. Las actuaciones si bien no son nada del otro mundo y dudo que alguno de los actores este nominado a algún premio, son lo bastante solidas como para que empaticemos con ellos. En especial Joseph Gordon - Levitt, quien a la hora de tener que hablar con un acento francés corría el riesgo de sonar forzado, pero a los pocos minutos se nos hace creíble su nacionalidad y no desentona frente a actores que si son de origen galo. El punto más blando de En la Cuerda Floja es sin duda su guión. La historia escrita por el propio Zemeckis y Christopher Browne se hace demasiado simple, sin ningún conflicto en concreto salvo que Petit pierda el equilibrio y se estrole contra el piso. Todo le sale demasiado bien a los personajes, y pareciera que pueden hacer lo que quieran sin que nadie se los impida. Más allá de ser un hecho verídico es también una película de ficción, no un documental, y hubiera sido mejor aprovechar ese margen para adornar un poco la historia y volverla más interesante. Eso sí, el dúo de guionistas se tomó su tiempo para rendirle un homenaje a las Torres Gemelas, que por cierto se siente bastante fuera de lugar. Conclusión Muy a pesar de su simple historia, En la Cuerda Floja es una muy buena película. Es simpática y con el sello de Robert Zemeckis impreso en cada minuto, y los ávidos consumidores de cine, que siguen la carrera del realizador, ya tendrán una idea clara de lo que se van a encontrar. Pero los desprevenidos que lleguen sólo por el espectáculo van a ver un film ameno y entretenido, que aprovecha al máximo las benditas tres dimensiones y que los hará sentir contento de haber pagado esos pesos extra. Sin dudas uno de los mejores ejemplos del buen uso del 3D que podamos ver hasta hoy.
Jack (Owen Wilson) trabaja para la compañía “Cardiff”, la cual hace poco cerró un contrato sobre la manipulación del agua en un país del Sur de Asia; es por esto que debe mudarse con su familia a dicho lugar. Lo que parece una nueva oportunidad para reestablecerse y progresar, rápidamente termina convirtiéndose en una pesadilla cuando la gente local, disconforme con dicho tratado, crea una guerra civil con las autoridades, matando a cuanto extranjero se cruce. Ahora Jack deberá pelear por su vida y la de sus seres queridos. Un norteamericano en un país que le es desconocido y que debe agarrar las armas si no quiere morir. A priori, el argumento más simple que el funcionamiento de un reloj de arena, parecía atractivo. Más cuando después de ver el tráiler, la cosa parecía por demás de interesante, con un Owen Wilson alejado de la comedia y puesto en una de acción realista secundado por Pierce Brosnan. Sin Escape Bueno, querido lector, estamos ante el típico caso donde habría que darle un premio al que realizó el avance, porque si esperabas ver acción realista, una familia al límite de morir constantemente y mucha tensión, te vas a sentir muy defraudado. En especial cuando en muchos tramos el film causa gracia, siendo que Sin Escape no es una comedia. Esto se da pura y exclusivamente por el pobre guión escrito por John Erick Dowdle (también director) y su hermano Drew. Toda posible esperanza de una trama de corte realista sin que el protagonista roce lo invencible se pierde cuando, pese a que lo intentan mantener constantemente, también se hacen presentes una sucesión de momentos incoherentes. Por citar uno: el personaje de Wilson y su familia deambulan por las calles escondiéndose, mientras son seguidos por los guerrilleros locales. Pero en varias ocasiones tienen la oportunidad de hacerse con un arma de fuego para defenderse y no lo hacen. Peor aún es que a esta altura del cine, se siga recurriendo al deus ex machina como recurso para salvar a los protagonistas de una situación límite, que los mismos guionistas se encargaron de llevarlos hasta ahí, pero deciden usar el camino fácil de la trampa para salvarlos. Con una historia tan poco creíble, poco pueden hacer los actores. Owen Wilson alejado de la comedia no lo hace mal (aunque más de una vez saca risas sin proponérselo), y Pierce Brosnan demandaba más tiempo en pantalla. Sin Escape Sí vale hacer un párrafo aparte para las chicas encargadas de hacer de hijas de los Dwyer, Claire Geare y Sterling Jenins. Ya se sabe que es complicado meter a chicos en las películas dramáticas, porque suelen terminar siendo insoportables. La verdad es una pena por las dos nenas, pero los Dowdle (John Erik es el realizador de “Cuarentena” o “Así en la Tierra como en el infierno”) no les hicieron ninguna justicia a las pequeñas. Sí, son insoportables. Sin Escape (No Escape, en su nombre original) tenía el suficiente potencial como para terminar siendo una buena película de acción cruda y dura; pero la impericia de sus guionistas a la hora de mantener la historia a niveles de realismo que ellos proponían, termina dando como resultado un film muy irregular; desaprovechando elenco, locación exótica… más la falta de propuestas similares actualmente en el mercado. Lo que se dice, desaprovechar un buen material.
Ben (Robert De Niro) se encuentra empezando la tercera edad. Viudo, jubilado, sin mucho que hacer y buscando ocupar su tiempo libre. Estudia cuanta cosa encuentra, evita salir con una mujer interesada en él y va a funerales de amigos. Un día normal, encuentra un volante de una página de venta de ropa online, la cual implementará un sistema de internos pasantes, pero jubilados, en pos de hacer buena publicidad. Pese a que la jefa de la ascendente empresa, Jules (Anne Hathaway), a regañadientes acepta a Ben como asistente personal, de a poco él ira ganándose un lugar en el corazón de ella y de todos sus compañeros. Antes de empezar con el análisis de la nueva película de Nancy Meyers (“Lo Que Ellas Quieren”, “Enamorándome de mi ex”), quiero aclarar que pese a lo que muchos piensan, Pasante de Moda (el título puesto en Latinoamérica no ayuda demasiado), no es una nueva versión de “El Diablo viste a la moda”, pero con los roles invertidos; nada más lejos de la realidad. Pasante de Moda Si bien el personaje externo al mundo de la moda y una jefa obsesiva con su trabajo se hacen presentes, ahí terminan las similitudes, porque acá la trama pasa por otro lado. De hecho me gustaría saber por dónde Nancy Meyers quería centrar la historia que ella misma escribió. Por un lado tenemos a Ben en sus años de retiro que se inserta en un trabajo que le es totalmente ajeno, y las situaciones cómicas que esto conlleva (no entender la tecnología, menos aún comprender de moda). También está su relación con sus compañeros de trabajo, todos muchos más jóvenes, en edad de ser sus hijos, y cómo este los va aconsejando y convirtiéndose en una especie de tío adoptivo de todos. Además conocerá a una mujer que le hará sentir cosquillas en la panza de nuevo; y la obvia relación con su jefa, que empezará tirante y terminará como si fueran padre e hija. Esto no tiene nada de malo, salvo por el tema de que la historia “lagunea” bastante entre todas estas subtramas, sin decidir en ningún momento cuál priorizar o a cuál darle un cierre adecuado al final, haciendo que la película de a ratos se transforme en una comedia de esas que son una sucesión de escenas graciosas, pero sin ningún hilo narrativo claro. Y si a esto le sumamos las tramas que aporta el personaje de Jules (los obvios problemas en casa por estar todo el día trabajando), la cosa no mejora demasiado. Pasante de Moda Si el film se hace disfrutable, es por obra y gracia del eterno Robert De Niro, quien ya demostró que tiene timing para la comedia. Y pese a que su personaje no es demasiado elaborado, sabe sacarle provecho a los gags que lo tienen como alguien fuera de contexto. Es una pena que a Anne Hathaway le dieran un personaje tan plano y sin matices como para tener con qué trabajar. Más aún cuando ella también dio sobradas muestras de que se maneja bien con la comedia liviana… Pero esta vez queda muy opacada por su coprotagonista. Pasante de Moda (The Intern, en su nombre original) es una película simpática, bastante light, que nunca se arriesga a llegar a fondo en ninguna de las subtramas que abre, pero que por la experiencia de sus protagonistas se hace llevadera para el espectador. Para el que se quiera reír con algo que no sean flatulencias o gente drogándose, seguro la va a saber apreciar mucho más. Para quienes prefieran ver algo elaborado, hay mejores películas en cartelera.
Lo que parece ser una videoconferencia vía Skype entre un grupo de amigos, termina en una noche de pesadilla cuando una misteriosa persona se une a la conversación y los empieza a acosar. Y es que el grupito tiene un oscuro secreto, no sólo cada uno con el otro, sino que además, todos ellos le hicieron bullying a Laura Barns, una joven que se terminó suicidando debido al acoso que sufría. Estamos ante lo que personalmente llamo: “película de terror experimental”. No es para hacerme el culto, pero así le suelo decir a esta clase de films de horror poco convencionales, los cuales se destacan más por la frescura de la propuesta técnica que ofrecen, que por los verdaderos sustos que tenemos. Eliminar Amigo Casos de estas pelis son “La Bruja de Blair”, por ejemplo-aunque tiene su antecedente varias décadas atrás- que fue una de las primeras y que con el paso del tiempo puso de moda el subgénero “película casera encontrada”. Luego llegaron las “Actividad Paranormal”, que tomaron el guante y le dieron una vuelta de tuerca mayor a dicho estilo. Y ahora nos llega esta, Eliminar Amigo (Unfriended, en su nombre original), film que pasa exclusivamente por lo que está viendo la protagonista en su pantalla de notebook. Porque no sólo veremos los videochats con sus amigos, sino también cómo vía facebook es acosada desde la página de la difunta Laura Barns y cómo ésta le va chateando y pasando links tenebrosos, centrados en espíritus vengativos. Así es como de a poco se va develando que este “inocente” grupo compuesto por chicos y chicas carilindos, tiene poco y nada de inocente. No sólo humillaron a escondidas a la dichosa Laura Burns, sino que entre ellos hay más de un secreto que traiciona la amistad y confianza que se deberían tener. El mayor problema que tiene esta película es que hasta que llegan al momento de las revelaciones, es decir, cuando los adolescentes de verdad se sienten amenazados, ya pasó la mitad del metraje, el cual se tambalea en el borde del tedio, porque no hablan de otra cosa mas allá de la que hablarían los típicos adolescentes de su edad, o sea, la nada misma. Eliminar Amigo UNFRIENDED – 2015 FILM STILL – Blaire (SHELLEY HENNIG) and Mitch (MOSES STORM) are terrified that the end is near – Photo Credit: Universal Pictures © 2015 Universal Studios. ALL RIGHTS RESERVED. Tampoco a nivel actoral podemos rescatar el trabajo de los actores, ya que a todos los vemos desde los videos en la pantalla de la pc portátil, y lo único que hacen es estar sentados hablando a la webcam. Si bien dudo que alguien que vaya a ver el film busque grandes actuaciones, tampoco les dan el lugar a los chicos para mostrar algo. De todas formas hay que darle mérito a Eliminar Amigo, porque cumple lo que intentaba hacer, y eso era una de terror distinta a los demás films clónicos que estamos viendo; de paso aprovecha las nuevas tecnologías de chat para darle un entorno a la historia. Sin ser una genialidad ni nada parecido, es una buena peli de terror, aceptable para los más exigentes. Si bien no provoca miedo, aprueba en el sentido de buscarle una vuelta de tuerca al género; al menos por eso hay que darle el beneficio de la duda y mirarla.
En Duelo al Sol, un trabajo de rutina en pleno desierto de Mojave entre un explorador y un magnate, termina con una peligrosa persecución al mejor estilo gato y el ratón. No hay donde esconderse Ben es un perfecto explorador en la inmensidad del desierto de Mojave. Todo parece indicar que será un trabajo más cuando debe acompañar al multimillonario y excéntrico Medec a cazar en aquellas áridas tierras, donde es casi imposible esconderse del sol. Pero tras un accidente que lo deja en jaque, Medec no está dispuesto a perder su fama y fortuna. Acostumbrado a salirse con la suya, empezará a cazar al propio Ben con tal no dejar testigos y salir impune. Cuando calienta el sol… Duelo al Sol (Beyond the Reach en su nombre original) es la clásica película de persecución estilo gato y ratón, donde el primero tiene poderío por sobre el segundo, pero el segundo tiene ingenio y, en este caso, conocimiento perfecto del lugar donde se encuentran, aunque de todas formas no evita ser perseguido y sufrir del agobiante calor. El francés Jean – Baptiste Léeonetti por desgracia no le busca una vuelta de tuerca a la hora de filmar a estos hombres persiguiéndose, así que no esperen ver alucinaciones debidas al constante sol, o el desierto filmado de forma poco convencional (como vimos este año en Mad Max y sus colores brillantes). No, todo va a ser bastante estándar, y si no fuera por el conocimiento previo que tiene el espectador sobre el lugar, no sentiríamos ni calor, ni agotamiento, ni deshidratación, ni frio en las escenas de noche. El guionista Stephen Susco tampoco parece haberse roto demasiado la cabeza a la hora de buscarle alguna vuelta de tuerca a la historia (que esta basada en una novela, la cual no leí), así que tampoco busquen giros sorprendentes en la trama, o revelaciones trascendentes por parte de los personajes; solo veremos a Michael Douglas haciendo de una especie de Gordon Gekko en Wall Street, ya entrado en años y que se dedica a salirse con las suyas siempre que puede a base de sobornar gente. Y hablando de los actores, Douglas hace su papel de taquito, no solo porque no es demasiado complejo el personaje que le tocó, sino porque es un calco de una de las interpretaciones más reconocidas en su carrera. Es una lástima que a nivel guión no tenga mucho de donde escarbar, ya que tampoco ayuda que su compañero de elenco no ofrezca demasiado como para armar un duelo interpretativo más que el literal duelo al sol al que hace referencia el título de la película. Poco queda para rescatar cuando nos damos cuenta que en todos los apartados la película cumple sin más, y no se ve ni un mínimo de personalidad en ninguna de todas las partes en las que debe cumplir un film para ser recomendado. Conclusión Duelo al Sol es una película mediocre; es decir, ni buena ni mala, sino intrascendente, de esas que si uno la ve sé la olvida a los días y con el paso del tiempo ni nos vamos a acordar del nombre. Es una pena ver a Douglas en este tipo de proyectos, cuando ya demostró que hasta haciendo tanques pochocleros como Ant-Man puede aportar desde la experiencia, pero en esta ocasión poco puede hacer su nombre a una película tan plana.
Damian es un magnate, un empresario multimillonario que por enfermedades se encuentra en el ocaso de su vida. Ante la inminente muerte, decide participar en un programa donde su mente será traspasada a un cuerpo joven creado en un laboratorio, obteniendo una nueva identidad y teniendo una segunda vida. Pero de a poco Damián empezará a sufrir efectos secundarios en su tratamiento, y a sospechar de lo que acaba de hacer. Usualmente las películas donde el protagonista cambia de cuerpo, suelen ser usadas para la comedia, donde siempre vemos el constante juego y contraposición de la vida que llevaba anteriormente, y la nueva realidad que le toca vivir. Por eso cuando leí la sinopsis de Inmortal (“Selffles” en su nombre original), la idea de hacer algo similar, pero sacándole toda la parte graciosa, me pareció cuanto menos interesante. Inmortal Es una lástima que la buena idea se quedara en eso; no se la explotara del todo, y se terminaran cayendo en los clichés obvios para dar como resultado final una de acción más del montón. En esta ocasión vemos cómo Damian (primero Ben Kingsley, luego Ryan Reynolds) toma esta segunda oportunidad para vivir la vida a pleno y en el cuerpo de un galán. Hace deportes, sale de fiesta, se acuesta con cuanta mujer hermosa puede… O sea, lo que haría casi cualquier hombre en su posición. Pero de a poco va adentrándose en una trama de complot, con una agencia fantasma que de a ratos recuerda bastante a lo visto en “The Game”. Hasta ahí todo perfecto, de hecho es lo mejor de la película, pero los guionistas David y Alex Pastor decidieron introducir elementos de acción sin ninguna necesidad más que la de llenar el film de tiros y persecuciones de autos casi inverosímiles. Si bien los Pastor al menos se toman la molestia de justificar por qué de golpe el Damian Reynolds sabe manipular armas y manejar de forma tan temeraria, la verdad es que la excusa es bastante tirada de los pelos, más aún cuando lo que venían proponiendo anteriormente era lo que de verdad interesaba y venía siendo efectivo. Si bien Reynolds suele ser un actor recurrente a la acción, esta vez no tiene mucho de dónde agarrar para componer un buen personaje. Tampoco le juega a favor que la historia desperdicie a un muy buen actor como lo es Matthew Goode en un villano prefabricado que no intimida demasiado, y su móvil tampoco justifica todo lo que hace. Inmortal También es una pena que por la propia trama, Ben Kingsley no sea mejor aprovechado y lo veamos muy pocos minutos en pantalla. Inmortal es una película normal, ni buena ni mala, y quizás ese sea su mayor defecto. Con un enorme potencial para un thriller bien hecho, de esos que no vienen sobrando este año, nos terminamos quedando con un film de acción medio genérico que no aporta nada nuevo ni al género ni al cine en sí. Eso sí, para quienes no quieran estrujarse demasiado la cabeza con tramas de mil giros, seguramente Inmortal sea la mejor elección entre las ofertas que hay.