Tree pensaba que sus problemas se habían acabado, hasta que se despertó y vio que, otra vez, era lunes 18. What? Ya perdimos la cuenta de cuantas franquicias terroríficas tiene Blumhouse Productions en su haber. Lo cierto es que el señor Jason Blum se las ingenia para seguir sumando historias con bajísimos presupuestos y altas ganancias, aunque no siempre conserven la misma calidad narrativa. De la mano de una premisa harto conocida y jugando con todos los clichés del género, “Feliz Día de tu Muerte” (Happy Death Day, 2017) se convirtió en una grata y simpática sorpresa, más que nada, gracias a la versatilidad de su protagonista: Jessica Rothe. La pobre Tree Gelbman (Rothe) tuvo que revivir quichicientas veces su muerte, y su cumpleaños, hasta encontrar a la responsable de su fatídico final -y sus motivos- en aquella primera entrega. Finalmente, pudo desenmascarar a su no tan gran amiga Lori Spengler (Ruby Modine), encontrar el amor en Carter Davis (Israel Broussard), y cerrar el time loop que la salvó del deceso definitivo. En realidad, el director Christopher Landon y el guionista Scott Lobdell nunca nos contaron los pormenores del bucle temporal, sólo lo dimos por sentado como muchas de las películas que se agarran de este recurso, como un jueguito del destino o un mensaje cósmico para que Theresa cambiara su actitud más banal ante la vida y arreglara unos cuantos embrollos personales, incluyendo la relación con su papá. Landon –también responsable de “Scouts Guide to the Zombie Apocalypse” (2015)- vuelve a plantarse detrás de las cámaras, y en esta oportunidad también se ocupa de la escritura, para terminar de explicarnos qué pasó en realidad ese lunes 18 de octubre que, ahora, vuelve una vez más para atormentar a Tree y a sus compañeros. “Feliz Día de tu Muerte 2” (Happy Death Day 2U, 2019) no se anda con vueltas y arranca ahí mismo donde dejamos la trama en 2017, y para nuestra sorpresa (y la de la protagonista), poco y nada tiene que ver con su destino. Ryan Phan (Phi Vu), compañero de habitación de Carter y un geniecito de la física cuántica, está teniendo el déjà vu más grande y sangriento de su vida. Sí, al pibe lo persigue un asesino con la máscara de la mascota de la universidad (un bebé súper creepy), y vuelve a revivir los acontecimientos cada vez que muere en esta “pesadilla”. Cómo hombre de ciencia que es, cree que todo se trata de un sueño, pero el panorama cambia cuando se cruza con Theresa, quien sabe bastante de este predicamento. Resulta que Ryan y sus compañeros crearon una máquina de energía (SISI), cuyo fallo creó el time loop original donde cayó Gelbman y su asesina. Ahora deben arreglar esta nueva anomalía, pero la inestabilidad de SISI complica aún más las cosas y Tree termina en una realidad alterna donde vuelve a revivir su asesinato, pero esta vez las constantes no son las mismas. En este nuevo universo, Lori sigue vivita y coleando, al igual que su mamá (con quien comparte cumpleaños). Su relación romántica con Carter no existe y el asesino enmascarado podría ser otra persona. ¿Qué hiciste chabón? A la chica no le queda otra que seguir gastando vidas para encontrar a su victimario, pero también para darles el tiempo suficiente a los cerebritos para encontrar la forma de arreglar la máquina y este desastre. En el medio debe tomar una decisión importante: volver a su realidad y a su vida cotidiana, o quedarse en este falso presente donde mamá Julie (Missy Yager) no falleció en un accidente. ¿Ven la disyuntiva? Lo meta (y nuestro conocimiento de la primera entrega) juega un papel fundamental en esta secuela un tanto agarrada de los pelos. Rothe y Tree siguen siendo lo más divertido y rescatable del ensamble, pero también lo es la forma en que se relaciona con este nuevo entorno y compañeritos, con los que atraviesa esta aventura espacio-temporal. En esta oportunidad, el director se corre un poquito del relato terrorífico y juega con los elementos más emblemáticos de la ciencia ficción, siempre a su manera, convirtiendo todo en un pretexto para retorcer más el misterio y sumar algún chascarrillo de tanto en tanto. Ahí reside gran parte del problema de esta continuación. La repetición constante ya no provoca el mismo efecto, descubrir al asesino se transforma en una partida de “Clue”, y el sentimentalismo lo inunda todo deshaciendo completamente la atmósfera de terror. Baby Face is back! “Feliz Día de tu Muerte 2” es un híbrido que por momentos da en el clavo con su tono, su sátira y mezcla de géneros, pero termina desgastando su propia fórmula. Hacía el final nos pierde entre tanta subtrama y dilemas por resolver, que también terminan impactando en el ritmo de la película. Acá no buscamos verosimilitud, ni mucho menos, pero se nota que a Landon se le acabaron las ideas. Así y todo, la secuela cumple con sus objetivos de entretener a través del absurdo y la relectura de tropos. La saga de Blumhouse sigue siendo una “digna” heredera de la “Scream” de Wes Craven, más centrada en el humor que en el slasher, obviamente. El bucle es sólo un recurso narrativo para sumar información y las muertes más estrambóticas (bueh, no tanto, ni que fuera “Destino Final”), pero viendo el abuso que está teniendo por estos días, sería mejor guardarlo en el freezer por un par de años. Todo lo que queremos, por ahora, es que Tree pueda llegar sana y salva hasta el 19 de octubre.
Se abre un nuevo capítulo en el universo “Happy Death Day” (2017), con esta secuela que se estrena esta semana en nuestro país y que sinceramente nadie esperaba o pedía. No obstante, aquí está y el resultado es mejor del esperado, considerando que estaba todo dado como para que se repita el mismo esquema de la película original, haciendo que sea un mero ejercicio de reiteración. Sorprendentemente esto no pasa y el film intenta explotar una veta diferente, siendo en general un producto disfrutable, aunque innecesario y plagado de agujeros narrativos. Para los que no estén familiarizados con esta historia, ahora devenida en saga, se encontrarán con una cinta que repite la dinámica de “Groundhog Day” (1993), la comedia protagonizada por Bill Murray y dirigida por Harold Ramis, que mostraba cómo el protagonista repetía una y otra vez el mismo día, viéndose atrapado en una especie de loop temporal. Luego de aquel clásico de los años ’90, varios films se propusieron copiar la fórmula de dicho largometraje, convirtiendo el recurso de la repetición casi en un subgénero. En el año 2017, Christopher Landon (“Paranormal Activity: The Marked Ones”) decidió replicar esa técnica pero en el marco de un film de slasher, donde la protagonista muere continuamente mientras intenta descubrir quién es la misteriosa figura que la quiere asesinar. La obra de Landon se convirtió en otro éxito de Blumhouse Productions y no era de extrañar que haya surgido la idea de una secuela, mientras que la primera película todavía estaba en cartelera. Lo interesante radicaba en ver cómo el director se las ingeniaba para no presentarnos una historia repetitiva y semejante a la que nos mostraron anteriormente. Por suerte, Landon decidió ahondar más en el costado de ciencia ficción y de comedia para traernos un producto sumamente entretenido que enarbola y abraza el espíritu clase B desde el primer momento sin tomarse demasiado en serio a sí mismo. El largometraje retoma a los personajes originales, dos años después de los eventos acaecidos en la primera película, pero esta vez la acción se enfoca en Ryan (Phi Vu), el compañero de cuarto de Carter (Israel Broussard), el cual cae en el loop temporal por medio de un experimento de física cuántica que compone la tesis de grado que está realizando con un grupo de amigos. Pronto también se da cuenta que está siendo perseguido por el asesino de la máscara de bebé y muriendo repetidamente por lo que decide acudir a su amigo y a su novia Tree Gelbman (Jessica Rothe) que ya tiene amplios conocimientos en la materia. Pronto Tree descubre el origen de los eventos del primer film y también se ve atrapada en el loop cuando decide ayudar a Ryan a resolver el misterio. A fines de preservar la sorpresa en el espectador no profundizaré en los pormenores de la trama pero sí cabe mencionar que en esta ocasión se decidió indagar más en el costado científico/tecnológico y en la comicidad que también tenía la obra original más que en su veta slasher que igualmente la posee. Lo importante es que el opus de Landon busca distanciarse de lo visto previamente, aunque por momentos eso también hace que el verosímil se tambalee o que los puntos de giro sean bastante forzados y/o irrisorios. El tema también radica en que al no tomarse en serio a sí mismo o al explotar los momentos de comedia, el director sale bastante airoso aun cuando mete algún que otro deux ex machina o paradojas temporales dentro de la diégesis (y argumentales a nivel macro). Dicho todo esto, cabe destacar la performance de Jessica Rothe, que nuevamente se carga la película al hombro y que junto con sus compañeros de elenco demuestran tener un acertado timing para la comedia. En líneas generales están todos los actores muy bien incluso los nuevos que se incorporan en esta secuela. Otro punto digno a resaltar es la nueva dimensión que se le dio al conflicto interno de Tree que también era uno de los puntos altos del film anterior pero que esta vez va más allá. “Happy Death Day 2U” es un film sumamente entretenido que se despega de la primera entrega tal como hizo “Back To The Future II” con la primera (de hecho bromean al respecto en el film con esta cuestión). La propuesta de Landon se disfrutará más si uno no se enfoca tanto en los errores o en la credibilidad de lo que estamos viendo y se deja llevar por lo atractivo de sus personajes y su habilidad para la comedia.
Apenas 16 meses después del film original se estrena en todo el mundo esta más que digna secuela de la factoría Blumhouse que repite guionista, director y algunos elementos. Ryan (Phi Vu) se despierta en su auto, va a la facultad, se junta con sus compañeros para trabajar en un proyecto científico que durante la noche tuvo un pico de consumo irregular, camina por los pasillos y es asesinado por un enmascarado (o enmascarada). Pero no muere sino que “revive” en el mismo día, lo que le permite intentar atrapar al asesino antes de que perpetre el crimen. Así comienza Feliz día de tu muerte 2, secuela del film de 2017 producido nuevamente por Blumhouse (compañía de moda tras los éxitos de ¡Huye!, Fragmentado y La noche de la expiación). Un comienzo que enciende las luces de alerta: otra franquicia que, en lugar de expandir su universo, se limita a replicar una fórmula exitosa. Pero el nuevo film del guionista y director Christopher Landon, felizmente, no es más de lo mismo. Sucede que el error en el proyecto científico generó una alteración en la temporalidad que ha puesto a Ryan en un bucle, pero su solución implica que esa alteración se traslade nuevamente a Tree (Jessica Rothe), quien volverá a vivir una y otra vez el día de su cumpleaños 18. Feliz día de tu muerte 2 es una secuela original que apuesta menos al terror tradicional que a un tono de comedia negra y posmoderna, algo ilustrado en los mil y un suicidios (algunos de ellos, verdaderamente hilarantes) de Tree para cerrar el famoso bucle. La película refuerza así una apuesta por lo metadiscursivo que por momentos funciona, pero que en otros agota. Porque, si bien durante más de la primera mitad de metraje todo es leve y simpático, el relato virará hacia algunas decisiones éticas que debe tomar Tree. Cierto apremio por resolver todas sus vertientes narrativas (el bucle, el destino de Tree, el descubrimiento del asesino) exhibe algunas inconsistencias de un guión que, de haberse concentrado más en su negrura autoconsciente, hubiera funcionado mejor.
Dicen que segundas partes no son buenas, y esta nueva entrega del loop eterno de Tree (Jessica Rothe) por más vuelta de tuerca que se quiera imponer se termina perdiendo la ironía de la original sumando una misteriosa máquina, fantasmas del pasado de la protagonista y no mucho más. Hay humor, muertes, pero cuando se pone seria la película pierde vuelo, quedando en el espectador las ganas de volver a ver la primera entrega, mucho más simple, directa y original.
Las secuelas suelen seguir al pie de la letra los pasos de sus originales en la persecución de la popularidad lograda por esas primeras partes. Los personajes están obligados a recorrer una y otra vez el mismo camino, sin apartarse del sendero que alguna vez condujo a la franquicia al éxito, y el espectador es quien termina alejándose con el correr de las secuelas al darse cuenta de que está viendo siempre lo mismo. ¿Cómo se hace entonces la secuela de una película conceptual sobre el déjà vu? En una simpática cruza entre Hechizo de tiempo y Scream, Feliz día de tu muerte seguía a la protagonista Tree (la carismática Jessica Rothe) que vivía el mismo día de su cumpleaños en loop sin poder evitar que un encapuchado con máscara de bebé la asesine una y otra vez. Feliz día de tu muerte 2 parece hacerla fácil y le pasa esa maldición que cargó Tree a un personaje secundario de la primera. Pero el director y guionista Christopher Landon sólo juega con la posibilidad de seguir a un nuevo protagonista en el día de su muerte y enseguida se va para otro lado, que no es más que el encierro, una vez más, de Tree en ese mismo fatídico cumpleaños de la original. Y, en medio de alusiones a Volver al futuro 2 como nuevo punto de referencia, Tree deja bien claro que esta vez tiene muy pocas pulgas para lidiar otra vez con ser asesinada tantas veces. Landon reniega del slasher y deja un poco de lado al cine de terror (relegando a un papel menor al “bebé asesino”) para profundizar en terrenos de la comedia y la ciencia ficción e incluso incursionar en el drama. Jessica Rothe demuestra que es una estrella todoterreno que rinde en cualquier género, pero la desmedida ambición farolera del cineasta perjudica una película que, con tal de huir de la perogrullada, se encierra en recovecos innecesarios llenos de explicaciones que perjudican la narración. Landon se marea, embriagado de su propia originalidad, al elegir el camino hacia el final, pero el paseo tiene el atractivo suficiente como para ya empezar a preguntarse por Feliz día de tu muerte 3.
Secuela de Feliz día de tu muerte-2017- de la factoría Blumhouse, que vuelve a dirigir Christopher Landon y que ubica la acción dos años después de lo acontecido en la primera. Mezcla de slasher, comedia y ciencia-ficción -con más peso de éstas últimas dos-, la película construye un universo propio que juega nuevamente con los loops temporales y hace referencias explícitas a Volver al futuro II y El origen, como una suerte de "sueño dentro del sueño". El relato se despega del filme original y escoge otros elementos para poder "empezar y volver a empezar" un nuevo día. Lo mismo que funcionó con Hechizo del tiempo, la película protagonizada por Bill Murray, pero traspasado al formato del cine de terror con un asesino serial de adolescentes. En esta ocasión, el joven Ryan -Phi Vu-, el compañero de Carter -Israel Broussard-, es quien cae en el loop temporal por medio de un fallido experimento de física cuántica, y es perseguido por el asesino con máscara de bebé. Por tal motivo, pedirá la ayuda de Tree Gelbman -Jessica Rothe- y de su novio para descifrar el misterio. Con este andamiaje de escenas repetidas -un poco cansadoras hasta promediar el filme-, Feliz día de tu muerte 2 pone el acento en los conflictos familiares que enfrenta Tree y sus alocados intentos de suicidio para poner fin a sus pesadillas. También resucita otro personaje gracias al bucle temporal que, por momentos despista y desconcentra de la acción central. Si bien la película tiene momentos logrados en sus pasos de comedia el terror se va diluyendo hasta el desenlace que intentará poner en orden cada pieza del rompecabezas narrativo y en el que cualquier cosa puede suceder. Incluso, después de los créditos finales. Lástima que todo lo divertido que tiene la trama opaca el clima inquietante y la atmósfera de peligro porque, en definitiva, se trata de una de terror.
La secuela de “Feliz Día de tu Muerte” (“Happy Death Day”, gran éxito de taquilla) continúa con la historia de Tree Gelbman (Jessica Rothe) estudiante universitaria que se encuentra atrapada en un bucle de tiempo. En la primera parte, nuestra protagonista debe vivir su muerte once veces en loop, escapando de un asesino con una aterradora máscara de bebé. En ésta segunda parte, que retoma la acción justo después de la primera,el problema se traslada también a sus amigos y a su “novio” Carter (Israel Broussard), al que se suma su compañero de cuarto, Ryan (Phi Vu) quien sufre el mismo esquema, al entrar en el mismo bucle, que deberá romperse si quiere salvarse. A su vez éste último joven se encuentra trabajando en un proyecto científico sobre energía cuántica para resolver el dilema. Dirigida por Christopher Landon, la película reúne diversos géneros: comedia, ciencia ficción y suspenso, sin llegar al terror, pero con el plus de alguna que otra secuencia emotiva. Con referencias a “El Día de la Marmota” y “Volver al Futuro 2” (de hecho ésta última es nombrada a modo de homenaje), lo mejor que tiene “Feliz día de tu Muerte 2” es que no se toma nada demasiado en serio, más que entretener a la audiencia con un muy buen trabajo de nuestra heroína, Jessica Rothe y mucho humor más que terror. No se vayan después del final, siempre hay una sorpresa esperándonos. --->https://www.youtube.com/watch?v=d3c0K2xmqb0 TITULO ORIGINAL: Happy Death Day 2U DIRECCIÓN: Christopher Landon. ACTORES: Jessica Rothe, Israel Broussard. ACTORES SECUNDARIOS: Phi Vu, Ruby Modine, Suraj Sharma. GUION: Christopher Landon. FOTOGRAFIA: Toby Oliver. MÚSICA: Bear McCreary. GENERO: Terror . ORIGEN: Estados Unidos. DURACION: 100 Minutos CALIFICACION: Apta mayores de 13 años con reservas DISTRIBUIDORA: UIP FORMATOS: 2D. ESTRENO: 14 de Febrero de 2019 ESTRENO EN USA: 14 de Febrero de 2019
Cuando se estrenó la primera película como una versión terrorífica de “El día de la marmota” la idea resultó curiosa y efectiva. La protagonista amanecía en el dormitorio de un extraño el día de su cumpleaños y moría a manos de un asesino con máscara de bebé, en un loop de tiempo que se repetía con ligeras variantes en once oportunidades. Para esta segunda parte el director y guionista Christopher Landon ofrece sorpresas, un poco menos de diversión y la incorporación de momentos melodramáticos que buscan la lágrima. Hay que reconocerle que pudo haber elegido a otro protagonista como se reconoce al principio y evitó esa salida fácil. Pero también se olvidó de la ironía de la primera con su toque slasher. Se embarca con un equipo de nerds científicos que construyeron una especie de máquina del tiempo que pretende ingresar en “lo serio” y dar una explicación de lo que ocurre. Y en brindar una opción, detallada con ahínco, de poder elegir una versión mejorada de la vida, con momentos de decisiones de hierro, más teleteatreras, con filosofía barata de frases hechas. Lo mejor sigue siendo su protagonista Jessica Rothe y su energía. La química con su enamorado encarnado por Israel Broussard. El resto del elenco acompaña con entrega. Especial mención merece Rachel Matthews con escenas escritas especialmente para su lucimiento. Un entretenimiento que funciona.
Simpática y horror no creo que sean dos palabras que se vean muy a meunudo en una frase; sin embargo, en "Feliz Día de Tu Muerte 2" el adjetivo y el género cinematográfico concuerdan. Si bien la secuela en donde Tree volverá a morir y a levantarse tantas veces como sea necesario para romper el ciclo temporario que la tiene atada a una trágica noche no va a ganar un Oscar en ninguna categoría, para el público pre adolescente y para los adolescentes contiene bastantes ingredientes que van bien con sus preferencias. Algo de "Volver al Futuro", "Muchacho Lobo" y por qué no de "El Día de La Marmota" además de un cover de Stayin' Alive son un guiño para los espectadores con unos añitos más encima. Christopher Landon, el director, retoma el origen de la saga que por ahora tiene 2 capítulos y podría tener un tercero y por eso, quienes no vieron la primera, no quedarán colgados al ver la segunda. Cuando comienza es como si la repetición de la muerte fuera a caer sobre otro personaje pero pronto Tree, una estudiante universitaria con un carácter bien decidido, deberá enfrentar a un asesino que se encuentra, tal como ella en un universo multidimensional que puede cambiar el curso de la historia de todos los protagonistas que rodean a la chica. Los personajes fueron creados por Scott Lobdell, quien le dio a Tommy Lee Jones la oportunidad de ser el Hombre de la Casa, -en el filme con ese título-, protegiendo a una hermandad de lindas chicas universitarias haciendo de las suyas. En la primera entrega también escribió la historia y en esta segunda, le pasa el mando a Christopher Landon, guionista de "Actividad Paranormal 3" y "Disturbia" entre otras. El elenco, vuelve a ser encabezado por Jessica Rothe, Israel Broussard y Ruby Modine. Con Phi Vu, Suraj Sharma y Sarah Yarkin que la juegan de nerds entre el cuchillo del asesino de máscara de bebé y Sissi, la máquina del tiempo. No se pone truculenta, es un tanto bizarra y cumple su cometido de divertir. Atención, no se vayan de la sala cuando salen los títulos, hay un Easter Egg, que como les decía puede ser el antecedente para la tercera. Para ir a ver con un grupo de amigos y bolsa de pochoclo en mano.
El inesperado éxito de una película de modestas aspiraciones como Feliz día de tu muerte (2017) abrió las puertas a una saga con el mismo ánimo lúdico, pero teñida de la autoconsciencia que requiere repetir la fórmula. En aquella -sobre un guion ajeno-, el director Christopher Landon mezclaba el recurso del loop temporal de Hechizo del tiempo con el ímpetu del terror sin dejar de servirse del carisma de su protagonista y de un ligero tono paródico. En esta segunda vuelta -y ya con guion propio-, Landon decide dejar el terror en un claro segundo plano para recostarse sobre la comedia, e incluso permitirse algunos momentos sentimentales. El truco temporal que conducía a Tree (otra vez muy bien Jessica Rothe) a repetir una y otra vez esa travesía redentoria hacia una muerte segura, aquí encuentra su origen en la ciencia y no en los misterios del cosmos. Un extravagante experimento estudiantil reinicia el ciclo de muertes con ingenio, abre nuevas encrucijadas para una Tree de corazón más sensible, y realiza sendos homenajes a dos buenas secuelas como Volver al futuro II y Halloween II. El hospital se convierte, como para Jamie Lee Curtis en esa noche eterna con Michael Myers, en el escenario de interminables venganzas y ajustadas salvaciones. Sin la frescura de la original, y con algunos gags demasiado sobreescritos, F eliz día de tu muerte 2 es más divertida que terrorífica, y recupera el corazón que muchas veces le falta a las secuelas.
Multiversos, asesinatos… y mucha diversión. No esperábamos la hora para ver qué hacía Christopher Landon en esta secuela, y vale confesar que toma un giro más que interesante. Ubiquémonos en el universo de Tree (Jessica Rothe), la protagonista, quien en la primera entrega pasa de ser engreída cool de la universad a liberarse de prejuicios, debido a la experiencia cósmica que le toca vivir: amanece una y otra vez el mismo día, luego de ser asesinada por alguien con la máscara de la mascota del equipo deportivo local. Queda atrapada en un bucle temporal tal efecto mariposa. Luego de descubrir quien la asesinó, el bucle se rompe y sigue con su vida consciente de todo lo que cambió, y enamorada de un “looser”. En esta segunda entrega Tree volverá a quedar encerrada en un loop, y el día de su cumpleaños, pero ya sabiendo qué y quienes lo originaron: un grupo de nerds, que está a cargo de un proyecto científico que genera una alteración en la temporalidad. La cuestión es que a pesar de revivir una y otra vez el mismo día, hay factores alterados. Tree está perdida en otra dimensión, y allí su novio sale con su amiga y su madre vive. Por lo que tendrá dos opciones, romper el “hechizo del tiempo” y quedarse en esa dimensión, o volver al punto de partida; será una decisión más que difícil para nuestra protagonista, tanto desde lo emocional como desde lo moral. Si bien la cinta que inicia la saga quedaba atrapada entre el humor negro y el horror, esta da un vuelco hacia la ciencia ficción. El terror queda relegado a un segundo plano haciendo foco la narración en desentrañar el embrollo temporal. La atención no está puesta en los crímenes ni en descubrir al asesino, sino en ese ir y venir recursivo que transita la protagonista, ya súper consciente de la situación. Esta secuela sabe que dirección toma, y pone el acento en los gags cómicos, muchos más efectivos y logrados que en la entrega inicial. Hay escenas desopilantes, como cuando Tree se tira de un avión en bikini para caer en el patio de la universidad. Además del humor, la película logra un tempo dinámico y sorpresivo acorde a lo que relata, acompañado por unas actuaciones fabulosas. Un grupo con química que se complementa a la perfección. Tal como la premisa que plantea, Feliz día de tu muerte 2 toma de varias realidades preexistentes (Hechizo del tiempo, Volver al futuro, Big Bang theory, Scream), para crear una historia distinta. Que tiene varios déjà vu, pero es nueva. Te recomendamos sumergirte en este mutiverso y dejarte llevar hasta esta dimensión entretenida; ahhh! y quédate hasta finalicen los créditos porque hay una escena que delimita el futuro de la saga.
Happy Death Day fue una agradable sorpresa, con una bienvenida vuelta de tuerca a la Groundhog Day dentro del gastado terreno del slasher. Como buena película nacida del modelo Blumhouse, se presentó como una propuesta original de género con un presupuesto bajo, el cual multiplicó con creces en la taquilla mundial. Aquello básicamente garantizaba una segunda parte y así se llega al estreno de Happy Death Day 2U, secuela que tiene el mérito de no contentarse con ser una mera repetición de lo que se hizo previamente y querer ser algo más, más allá de que no siempre se salga con la suya y se le vean las costuras.
El antislasher Tal como pasaba en la primera, el slasher no es en Feliz Día de tu Muerte 2 (Happy Death Day 2U, 2019) un género que rige sino un condimento más, un elemento que parece metido más por algoritmos que por convicción. Porque estamos ante una comedia tibia, lejos del desborde de lo que puede aportar -en líneas generales- la comedia de horror, y lejos también de los tópicos y la manera de expresarlos de la nueva comedia americana. El grupo protagónico es un “Breakfast Club aggiornado” a puro nerdismo y clichés (el chinito, el hindú, la minita “rara”), que mediante un convertidor de protones genera el loop temporal en el que quedan atrapados Ryan (Phi Vu) y, de nuevo, Tree (Jessica Rothe), la también protagonista de la primera parte. Con los primeros minutos nos damos cuenta que Christopher Landon podría haber hecho una buena película de terror, pero no le interesa. Porque ese primer acto es el único donde estamos ante un slasher de cuchillo en mano y máscara genial (el artesano es el mismo de la cara fantasma de Scream); el resto es una comedia sensiblera con chistecitos subnormales y algo de acción desarrollada en los pasillos de ese hospital que nos recuerda al que acechaba Michael Myers en Halloween 2 (1981). Si ya en la primera había una pobre relectura de Groundhog Day (1993), vaciada de sus aspectos discursivos y apoyada en elementos del Whodunit, acá hay además todo un rollo con los multiversos que remite a la saga de Volver al Futuro, y cierta dinámica ligada al espíritu de comedia adolescente de unos 80 que empiezan a oxidarse (de la mencionada Breakfast Club a Weird Science, por nombrar sólo dos). La gran referencia de esta secuela a Groundhog Day es la secuencia de montaje con Tree suicidándose de muchas maneras diferentes tal como lo hacía el personaje de Bill Murray. El problema es que acá el suicidio es otra forma de desprecio al slasher, e incluso al Whodunit de la primera: la protagonista prefiere suicidarse a ser asesinada y ya no nos regalan ni la galería de muertes de la primera parte ni el misterio de descubrir quién está detrás de la máscara, porque acá el poco suspenso está puesto en si Tree podrá salir del loop temporal o no. Aunque en esta segunda parte estamos en un universo paralelo al de la primera, en la habitación donde Tree se despierta cada vez que muere también está el poster de They Live (1988) pegado en una pared, referencia vacía que llama la atención porque no hay una sola escena en la que asome el cine músculo de John Carpenter o el cariño por el horror.
Hace dos años, cuando se estrenó la original, escribí “Feliz día de tu muerte cumple en lo que se propone: un entretenimiento ligero que homenajea un clásico.” Y pensé que se trataba de una película que iba a pasar sin pena ni gloria. Pero resulta que le fue muy bien y de inmediato se anunció una secuela. Este estreno hace que aprecie aún más a la de 2017 y que me declare medio fan de esta saga. La idea está agarrada de los pelos y es tan ridícula como la película en si misma, pero se hace cargo de eso. No busca ser inteligente ni superarse, sino entretener con buena creatividad y “choreando”. No solo El día de la marmota (1993) sino también conceptos introducidos en Volver al Futuro 2 (1989). Christopher Landon vuelve a ser guionista y director. Mantiene frescura, buenos ritmos, y se anima a un poco más, pero sin excederse. Jessica Rothe vuelve a estar espectacular, e incluso mejor. Ya no está el factor sorpresa, y es genial ver cómo su personaje va sobrellevando todo. Con cada vez más complicaciones y más delirios. No hay mucho más que decir sobre este estreno. Es tan simple como disfrutable. Si les gustó la primera, les tiene que gustar mucho esta porque la supera. Y a no levantarse de las butacas rápido, porque hay escena post créditos…
“Feliz día de tu muerte 2”, de Christopher Landon Por Jorge Bernárdez Cuando se estrenó Feliz día de tu muerte provocó una pequeña conmoción y como a esta altura pocas cosas provocan algo en el mundo del cine, cuando sucede resulta una verdadera sorpresa. La premisa era inmejorable: se junta el concepto de loop temporal de El día de la marmota y se lo cruza con una película de terror con algo de Scream o de las películas de Freddy Kruger. Una joven y reconocida mujer del mundo televisivo que puede jugar el rol de comediante pero también el de joven actriz en peligro de ser acuchillada o descuartizada de distantes maneras. La gran innovadora del género Blum House se encontró entonces conque la película escrita y dirigida por Christopher Landom tuvo gran repercusión, así que rápidamente firmó contrato con Jessica Rothe para que interpretara una vez más a la sufrida Tree, en la película anterior murió nada menos que once veces hasta que entendió como podía cortar esa repetición de situaciones truculentas que terminaban con su muerte. Las segundas partes en el cine cargan con ciertos prejuicios y suelen estar condenadas a ser la repetición de la película original, esta es casi una norma rígida de Hollywood porque ya se sabe que la gente va a ver una segunda parte para volver a ver la película original. Landon escribió la segunda parte de su éxito de 2017 rompiendo un poco las reglas y encontrando una nueva manera de encarar la historia de Tree. Si en la primera película nada tenía mucho sentido en su secuela se nos muestra el experimento que algunos compañeros de la protagonista estaban preparando en la universidad que llevo a ese loop temporal a lo Marvel, que llevó a la protagonista a morir una y otra vez. En el comienzo de esta segunda entrega ni siquiera es ella la que al principio de la historia se ve atrapada en aquella pesadilla sino un amigo de su novio. Rápidamente Tree vuelve a estar encerrada en el mismo juego que ya conoce, pero esta vez y un poco al estilo de Scream y de Volver al futuro, hay variaciones e incluso hay posibilidades de “arreglar” lo que pasa. Sin embargo el tono de la película no es el del cine de terror o slayer sino de comedia de ciencia ficción, lo que permite que Jessica Rothe despliegue no solamente carisma sino que se luzca al pasar por una gama nutrida de situaciones que van de lo melancólico a lo disparatado. Feliz día de tu muerte 2 es la feliz continuación de una película que resulto ser una sorpresa en 2017 y que ahora es nada menos que la confirmación de que Landon es un autor a tener en cuenta, Jessica Rothe una estrella de la que se puede esperar más y Blum House la innovadora compañía productora parece que llegó para quedarse, tanto que ya se anunció que asociada con Netflix este año producirá una película de terror por mes para estrenarse en esa plataforma. FELIZ DÍA DE TU MUERTE 2 Happy Death Day 2U. Estados Unidos, 2019. Dirección y Guión: Christopher Landon. Elenco: Jessica Rothe, Ruby Modine, Israel Broussard, Rachel Matthews, Suraj Sharma, Charles Aitken, Phi Vu, Caleb Spillyards, Laura Clifton, Steve Zissis. Producción: Jason Blum. Distribuidora: UIP. Duración: 100 minutos.
En una época signada, entre otras cosas, por la llegada de innumerables secuelas construidas a partir de la mera repetición de fórmulas y con fines puramente comerciales, toparse con una película ambiciosa, decidida a romper con ese automatismo y que hasta se anima a variar de género es un suceso extraordinario y, por tanto, digno de ser celebrado. La película en cuestión es Feliz día de tu muerte 2. Su antecesora, estrenada en 2017, abrazaba la premisa de Hechizo del tiempo –revistiéndola con elementos del slasher y una divertida investigación detectivesca–, y explicitaba tal operación no sólo en su campaña de lanzamiento sino también hacia el final de su relato, cuando uno de los personajes notaba la extraña similitud entre todo lo ocurrido y la trama del clásico protagonizado por Bill Murray. En sintonía con aquel espíritu autoconsciente, su secuela –dirigida nuevamente por Christopher Landon– también reconoce abiertamente a su principal influencia, aunque ésta ya no sea Hechizo del tiempo. A la manera de Volver al futuro II, Feliz día de tu muerte 2 es cercana a la película original, pero mantiene cierta distancia: observa (y repite) muchos de sus eventos, pero desde una perspectiva alejada; paralela, para ser más precisos. Esto le permite evitar que aquellos eventos –así como también el arco dramático de los personajes– se vean vaciados de su sentido, desprovistos de la relevancia que adquirieron en el primer film. De hecho, al verse nuevamente atrapada en el día de su cumpleaños, durante una de las escenas iniciales la propia Tree (Jessica Rothe) se pregunta si sus esfuerzos en la película anterior fueron en vano. Inmediatamente, Carter (Israel Broussard) le asegura que no tiene nada de qué preocuparse. A través suyo, la película también nos lo dice a nosotros. En efecto, el loop temporal reaparece, pero la lógica que lo engloba ya no es la misma. Tampoco lo es el género en el que se inscribe el relato: ya no nos encontramos ante una comedia de terror, sino frente a un híbrido que apela al terror (aunque en una dosis mucho menor), a la aventura (en una mucho mayor) y, sobre todo, a la comedia. Similarmente, el tema central del relato también varía: en ambas entregas Tree debe lidiar con la muerte de su madre, pero mientras que en la primera debía hacerlo para volverse una mejor persona, en la segunda debe “soltar” dicho trauma, dejar de aferrarse a ese pasado trágico (devenido presente alternativo e imposible) para poder abrazar su futuro, tan lleno de incertidumbres como de posibilidades. De cierto modo, en esa decisión reside el modus operandi de Feliz día de tu muerte 2, secuela que opta por dejar atrás las limitaciones que suelen desprenderse del deseo de continuar un relato ya clausurado –y que suelen nublar la visión de las segundas partes en general– para explorar, en cambio, otras realidades posibles. Entonces, mediante su “repetición distanciada”, la película crea una serie de universos paralelos (el jocoso tratamiento del logo de Universal lo anticipa desde el comienzo), en los que se permite a sí misma experimentar con otros protagonistas, jugar con nuevas dinámicas entre los personajes y, especialmente, apostarlo todo por el humor que emerge de los más irrisorios desfases, réplicas y variaciones respecto de su antecesora. Por otro lado, siendo la repetición una herramienta paródica, Landon apela a ella para darle forma a un relato autoconsciente, que prescinde de ataduras formales, que constantemente desafía las expectativas y en el que Jessica Rothe puede explotar al máximo su talento nato para la comedia. Sin embargo, al acercarse el final, el director parece abusar un poco de estas libertades y toma una serie de decisiones un tanto cuestionables: retoma líneas narrativas ya olvidadas hasta por los propios personajes (la de los asesinos, por ejemplo) y da lugar a otras nuevas (de un momento a otro, la película se transforma en un caper juvenil) que alteran en gran medida la fluidez exhibida hasta ese momento. Asimismo, todo esto ocurre luego del momento de mayor carga emocional del film (la “despedida” brillantemente ejecutada), por lo que es difícil no percibir tales giros argumentales como un tanto forzados o fuera de lugar. Aun así, ninguno de estos descuidos narrativos es capaz de opacar alguno de los tantos méritos previamente citados. Es más, al salir de la sala lo último que se hace es pensar en ellos. Por el contrario, uno sale genuinamente sorprendido por la atípica secuela que acaba de ver; una que, a la distancia, se parece a su antecesora, pero que, en el fondo, no podría ser más diferente. Una película que, tal como su protagonista, revive su pasado lo justo y necesario como para pararse firme en su presente. Ahora, aguardemos expectantes por el futuro.
La Otra Dimensión Happy Death Day se estrenó allá por el año 2017 y se trató de una agradable sorpresa: una especie de Día de la Marmota (1993) pero de terror al mejor estilo Scream (1996), en la que una joven (Teresa “Tree” Gelbman) revivía una y otra vez el día de su muerte hasta que finalmente descubría a su asesino (o mejor dicho, a su asesina ¡SPOILER ALERT!) y terminaba con su tormento. ¿Original? No. ¿Simpática? Sí. ¿Memorable? Para nada. Pero se dejaba ver: tenía una trama sencilla, con momentos de tensión bien llevados y giros argumentales respetables. Feliz Día de tu Muerte 2 continúa con la misma premisa de la primera entrega: Tree (Jessica Rothe) vuelve a quedar atrapada en el loop interminable del lunes 18, sólo que esta vez, gracias al mal funcionamiento de un proyecto de ciencias de Ryan Phan, compañero de cuarto de Carter (alias el personaje más intrascendente de la historia), es transportada a una dimensión paralela. Tree se verá entonces en la encrucijada de elegir si volver a su propia dimensión o quedarse en la nueva, donde su madre está viva pero, horror de los horrores, Carter (Israel Broussard) está de novio con la superficial Danielle (Rachel Matthews). Escrita y dirigida por Christopher Landon, la segunda entrega de Happy Death Day logra despegarse de su antecesora, modificando la fórmula lo suficiente como para diferenciarse pero no perder su estilo. También se aleja del género de terror “slasher”, para convertirse en una comedia un tanto bizarra mezclada con ciencia ficción que expande la historia original y la lleva en una dirección completamente distinta. Está claro que Feliz Día de tu Muerte 2 no revoluciona la forma de hacer cine de terror (ni de ningún otro género) pero sí es una secuela que logra lo que pocas pueden: continuar una historia sin ser redundante y preparar el terreno para próximas entregas. Divertida y fácil de ver, Feliz Día de tu Muerte 2 se ríe de sí misma y una vez más, sorprende gratamente a sus espectadores y los transporta a una nueva dimensión.
Feliz día de tu muerte 2: El primer slasher del 2019. Feliz día de tu muerte 2 es la segunda entrega de una historia que creíamos que ya no tenía más nada que mostrar, pero sorprendentemente funciona. Y lo que es mejor, entretiene. Christopher Landon, realizador conocido por guionar Disturbia (2007), y tres películas de la saga de Actividad Paranaromal, es un director y escritor, que sabe cómo darle un vuelco a las tramas. Entiende cómo atrapar al espectador confundiéndolo y haciendo creer algo que luego dará un giro en 180 grados. Feliz día de tu muerte, quizás, sea uno de esos slasher que saben llegar al público de una manera un tanto fanática y agradable. Y es producida por Blumhouse, una de las más importantes en el género hasta ahora, que lleva mucho tiempo sacando taquilleras películas de este género, tales como “Insidous” y “Get Out”, entre otras. La trama en sí es una extensión de la primer entrega (recomendable verla para poder conectar diversas referencias, pero tampoco es imprescindible), pero con una vuelta de tuerca más. Lo que principalmente mantiene viva la atención hacía la película y evita que ésta sea repetitiva, es la utilización constante de situaciones cómicas. Las mismas si bien son bastante explotadas y de momentos rozan el ridículo, no pierden la efectividad buscada. La historia consiste en la vida de Tree dos años después de los sucesos que le ocurrieron el día de su cumpleaños, una joven que vive el mismo día de su vida una y otra vez. Todos estos días tienen algo en común: es asesinada por un personaje desconocido que utiliza una máscara de bebe. Hasta este momento el relato es el mismo que en la primera entrega. Solo que acá, encontramos una explicación “lógica” para esta situación, y Tree deberá enfrentar un escenario que la llevará a decidir entre el pasado y el presente. La musicalización está a cargo de Bear McCreary, compositor de filmes como “Avenida Cloverfield 10” (2016) y la serie “The Walking Dead”. Bear tiene la temática del suspenso y acción, lo que hace que la película sea atrapante cualquiera sea el género, terror, suspenso o como pasa en Feliz día de tu muerte, algo con un estilo más “teen”, abocado a música con una sintonía más pop. Las puestas en escena de los actores son buenas, ya que no solo es Tree (Jessica Rothe, que pudimos ver en el aclamado film “La La Land” con un papel más inocente y al no ser la protagonista de dicho filme no se logró ver tus dotes actorales) la protagonista, sino que todos conjugan y hacen un equipo equilibrado. Muestran que hay más personas en la historia, y que las decisiones que deban tomarse afectan de manera radical a cada uno de los personajes. No pasaremos por alto que el film también puede relacionarse con temáticas actuales. Una mujer perseguida por su asesino quien usa máscaras para cubrir su identidad, clara metáfora de la situación de la mujer, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, en que se lucha contra la violencia de género. Un asesino que no es condenado, liberado sin juzgar vuelve a atacar, y es ella la única responsable de poder estar a salvo. Y por supuesto el adolescente entrando a la adultez o coming-of-age, donde tomar decisiones no es una tarea fácil y el hallar un camino es un total y absoluto drama. En definitiva la película está bien lograda, desde el elenco, donde la música y la fotografía acompañan de manera absoluta, y nos brinda lo que justamente vamos a buscar: Entretenimiento. Con algunos toques cómicos y de romance, podemos decir que esta segunda parte es un nuevo slasher atrapante que vale la pena ver.
Luego del inesperado éxito de taquilla “Feliz día de tu muerte” (2017), el director Christopher Landon y su actriz, Jessica Rothe, vuelven a la carga con esta secuela que básicamente plantea más de lo mismo, es decir, las desventuras de una adolescente que, muera como muera, siempre despierta indemne poco tiempo después, como si nada hubiera sucedido. Es decir, una variación de “Hechizo del tiempo” de Harold Ramis, pero en plan película de terror adolescente. La original tenía bastante de comedia negra y esta secuela acentúa ese tono y también intenta complicar un poco las cosas argumentalmente, aunque también se ocupa demasiado insistentemente de que si algún espectador no vio el film anterior aquí haya detalles que le recuerden de qué va la cosa. Además, hay toda una teoría del espacio-tiempo surgida del departamento de física de la universidad donde transcurre la acción que casi parece salida de “Volver al futuro”. Landon conoce bien el género y saca de la galera algunas escenas imaginativas, y el asesino con máscara de bebé siempre dispuesto a asesinar a la protagonista es bastante carismático, pero hacia el final de la película las ideas parecen un poco agotadas, lo que no significa que esta franquicia vaya a morir aquí sin resucitar para una tercera parte.
Tree (Jessica Rothe) vuelve a morir una y otra vez para derrotar al asesino de la máscara de bebé y salvar a sus familiares y amigos de una muerte segura. FDDTM2 no es una película de terror como otras. No creo que siquiera sea una película de terror. Es más bien un largo capítulo de Scooby Doo para adultos, que es salvado una y otra vez por la gran actuación de Jessica Rothe. La historia está llena de guiños a películas icónicas de terror en general y de los 80 en particular, incluyendo un guiño a Volver al Futuro (1985). Al principio, la película no logra encontrar sustento, saltando incoherentemente de un lado a otro, parodiando (inintencionalmente creo yo) a personajes de la cultura pop contemporánea. Por ejemplo, Ryan y su equipo de investigación son una versión parodiada de los personajes de The Big Bang Theory y Tree es su Penny. Por suerte, el carisma y una actuación sólida de Rothe le permite a la película pasar su confuso primer acto y entrar en el segundo de una anera más cómoda, finalmente haciendo pie y contando una historia entretenida y poco convencional. La dirección es competente, aunque no destaque demasiado, acompañando a un guión con muchos altibajos. El resto del elenco ayuda poco, ya que recuerdan tanto a Koothrappali y compañía que distraen. Recomiendo ver esta película un fin de semana con amigos, mientras se disfruta de unas cervezas, para pasar el rato, reírse un poco y nada más
Feliz Día de tu Muerte 2 El Mito de Sísifo responde al personaje de la mitología griega obligado a empujar una piedra cuesta arriba por una montaña, piedra que antes de llegar a la cima volvía a rodar hacia abajo, repitiéndose una y otra vez el frustrante y absurdo proceso. Por un lado uno siente que Christopher Landon, guionista y director de este film, trata de convencernos de que los orígenes de este universo narrativo tienen más que ver con la mitología griega y menos con El Día de la Marmota de Danny Rubin y Harold Ramis. Pero no es sino hasta que profundizamos en los vericuetos de la historia, y su teoría de los universos paralelos, que nos percatamos que son dos miradas distintas sobre el mismo universo y con los mismos personajes. Pasándolo en limpio: si la primera era El Día de la Marmota en clave de Slasher, esta secuela es El Mito de Sísifo aplicado al slasher… pero hasta ahí nomás. Decimos “hasta ahí” porque Feliz Día de tu Muerte 2 no tarda mucho en hacer a un lado el slasher establecido en la película anterior, haciendo un énfasis mayor en los momentos de comedia y de drama. El personaje se equivoca, muere a manos del asesino y repite el día, pero tras cada muerte el encuentro con el asesino se produce más como una necesidad para concluir las secuencias y menos como un clímax satisfactorio, a tal punto que disfrutamos más cosas como la protagonista tirándose en bikini sin paracaídas que el descubrimiento de quién es el asesino en esta nueva entrega. Si tuviésemos que medir Feliz Día de tu Muerte 2 por cómo funciona en cuanto a ser un slasher, desaprobaría. Sin embargo la protagonista encuentra a lo largo de su camino opciones irreconciliables que la obligan a entender por qué ciertas desgracias terminan moldeando nuestro carácter para bien. Esa dirección emocional es lo que hace a la protagonista querible y a la película disfrutable, salvo un desenlace que alarga demasiado su bienvenida. Podríamos decir que es un guion desordenado que abandona sus códigos con mucha facilidad. Pero el relato fluye, y mucho de eso tiene que ver con el carisma de Jessica Rothe, una actriz que -como en la original- tiene un cambio de registro admirable. Pasa de un crispado histrionismo en las escenas cómicas a adoptar una penetrante angustia en las escenas dramáticas. Si la película queda en la memoria del espectador, no cometamos errores: ella es un factor decisivo.
La gracia sigue, la sorpresa no Cuando se estrenó, a finales de 2017, Feliz día de tu muerte representó una sorpresa tan módica como grata en el territorio de las películas de terror producidas por la fordiana línea de montaje hollywoodense. Dirigida por Christopher Landon –que no es otro que el hijo del actor Michael Landon–, aquella película contaba la historia de Tree, una joven un poco hueca y superficial que era asesinada en un campus universitario la noche de su cumpleaños. Lejos de morir, la pobre se veía envuelta en la maldición de despertarse una y otra vez en el mismo día, el de su muerte. Aunque es verdad que había cierto componente aleccionador en ese recurso repetitivo –ambos elementos “heredados” de Hechizo de tiempo, la obra maestra de Harold Ramis–, la película atravesaba con verdadera gracia cada situación, atreviéndose a jugar con el humor negro y hasta el slapstick. De hecho, es mucho más apropiado calificarla como comedia que como film de terror, aunque también encaja perfectamente en el subgénero de los slashers. Resultaba difícil imaginar que la película pudiera tener una continuación; sin embargo, el buen rendimiento en las boleterías consiguió que una vez más se produzca el milagro de la secuela. Dirigida de nuevo por Landon, que ahora también es guionista, Feliz día de tu muerte 2 mantiene el mérito de su gracia aunque pierde, por supuesto, algo de sorpresa. Aun así, el hijo de Charles Ingalls se las ingenia para encontrar una vuelta de tuerca que funcione como disparador. En primer lugar, hace que esta vez quien padece la maldición sea Ryan, un nerd que en la primera era apenas un personaje secundario, quien junto a dos compañeros lleva adelante un proyecto de ciencias que resulta ser lo que provoca el inicio del ciclo de repeticiones. De esa forma, aquello que en la película anterior solo podía explicarse desde lo mágico o fantástico acá pasa a tener un origen científico. Por supuesto, Tree será la única que pueda ayudar a Ryan a resolver el laberinto temporal, pero como ocurre con todos los experimentos en el cine, algo saldrá mal. Tanto, que la maldición volverá a cambiar de dueño y caerá otra vez en la pobre e iracunda joven. En ese punto, la película complejiza el asunto de las repeticiones con la teoría de los universos paralelos, haciendo que Tree se encuentre ahora dentro de una realidad que a partir de ligeros cambios ofrece grandes diferencias. Un dilema ético que la obliga a elegir en cuál de esas realidades tiene más ganas de vivir (o de morir). El problema que se lleva puesta a esta secuela es su necesidad de expresar un mensaje de forma explícita. Es cierto que ese elemento ya estaba presente en el primer episodio, pero la potencia del artificio cómico del ciclo de repeticiones conseguía absorberlo, limitándolo a un espacio visible pero secundario. A diferencia de eso, en Feliz día de tu muerte 2 el elemento aleccionador se vuelve primordial en la resolución del dilema, anteponiendo una intención moral al mecanismo cinematográfico, debilitando el lado cómico y entorpeciendo el resultado final.
Feliz día de tu muerte (Happy Death Day, 2017) era una película de terror muy divertida cuya trama giraba en torno a la muerte de su protagonista en un día que volvía a comenzar cuando era asesinada por alguien con una máscara. Como en Groundhog Day (1993) ella recordaba todo lo ocurrido, aun cuando amanecía en la misma cama, en la mañana del mismo día luego del momento de su muerte. La combinación entre terror y comedia, con un misterio que nunca era develado, funcionaba muy bien, sin demasiadas pretenciosas extras. Acá en la secuela, Feliz día de tu muerte 2, las cosas se complican. La protagonista no es la única involucrada en este bucle temporal que parece no tener fin, pero además hay una explicación científica para que este fenómeno ocurra. Si se trataba de multiplicar la idea de la primera película sin duda lo logran, pero eso le hace perder parte de su encanto, además de que el chiste del film original ya ha renunciado a su originalidad. Si acaso ver a la protagonista muriendo tantas veces en el primer film resultaba insólito y cómico a la vez, siempre se conservaba el tono dentro del cine de terror. En la secuela se suma la ciencia ficción de forma abierta y la comedia se apodera del relato. Hay escenas de comedia, muchas, a punto tal que uno olvida si queda algo de terror. En la escena de los créditos finales se promete una tercera parte que puede llegar a ser infame o extraordinaria, el juego sigue abierto.
La teoría de los mundos paralelos ha tenido impacto en ámbitos tan disímiles como la física, la lógica y la ficción. En su nombre, se han creado algunas obras magníficas y se han cometido muchas más atrocidades. En algún punto intermedio de ese espectro cualitativo está Feliz día de tu muerte 2. El inesperado éxito de la primera y la tendencia de la industria a repetir fórmulas eficaces hacían suponer una secuela. Y aquí está, con el mismo elenco, el mismo director, el mismo escenario y casi con el mismo argumento, esta combinación de terror de baja intensidad y comedia romántica que sigue siendo simpática, porque en su estructura tiene algo de canción pop, con un estribillo que viene una y otra vez y se queda pegado en esa zona del cerebro que no tiene que ocuparse de pensar. La no tan buena noticia es que resulta imprescindible haber visto la primera para disfrutar de la segunda. Por más que hay una secuencia de resumen, no basta para discernir todos los cables que conectan las historias. En una época en que imperan las series, no es un requisito demasiado exigente. Pero un director menos perezoso les hubiera evitado a sus espectadores esos deberes adicionales Si bien el ciclo kármico, similar al de El día de la marmota, que regía la estructura de la primera se repite en esta, ahora todo está sostenido sobre la idea de mundos paralelos. Ya no se trata de escapar de un círculo sino de una dimensión distinta y ese tinte científico justifica que el escenario sea una universidad y que la mayoría de los personajes sean nerds. El grado de suspenso no varía, sí el sentimentalismo, tal vez un poco más empalagoso de lo necesario.
Dado el éxito de taquilla que obtuvo Feliz Día de la Muerte en el 2017, de Christopher Landon era de esperar que llegará esta secuela. En esta oportunidad la protagonista Tree Gelbman (Jessica Rothe) inesperadamente revive la misma experiencia, tiene un déjà vu, porque su amigo Phi Vu (Ryan Phan) alteró el tiempo y todo está relacionado con un proyecto científico. El director Christopher Landon, que además formó parte del guión, va combinando diferentes géneros: horror, ciencia ficción y comedia negra, manteniendo muy bien un ritmo intenso, vertiginoso y ágil, también tiene momentos emocionales como por ejemplo cuando tiene que tomar una decisión difícil, optar por su madre o su novio Cartes Davis (Israel Broussard), aquí logra la atención de los espectadores y resulta muy entretenida. Hay referencias a algunas películas como “Volver al futuro Parte II” (1989) y “Scream”, entre otras. Cuando el film llegue a su fin recordá quedarte porque hay una escena post créditos, que te anticipa que habrá una tercera entrega, logrando mantener cautivos a sus seguidores.
La secuela del "Día de la marmota" del slash se preparó dos años para volver a las pantallas y se encuentra más que lista.
Manteniéndose vivo ¿Se puede comenzar una reseña contando cómo casi no llego a la función porque me confundí de cine, y me sentí casi igual que la protagonista, con un deja vú de las miles de veces que tuve que tomar un taxi corriendo para llegar a algún lado por una inexplicable confusión? ¡Sí! Obvio. Basada en los personajes creados por Scott Lobdell y guionada y dirigida por Christopher B. Landon, Feliz día de tu muerte 2 no solo me dio todo lo que esperaba luego de la primera película; me entregó más. Dobla la apuesta con una brillante vuelta de tuerca, se renueva dando una explicación al origen de las situaciones que la protagonista atraviesa desde el inicio del film original, inmersa en un loop del que no puede salir, salvo…muriendo. En esta nueva recreación de la idea de un bucle temporal que es necesario cerrar, retratada magníficamente en El día de la marmota, se logra con la misma eficacia pero mayor juego en función de la imaginación del espectador; el desarrollo es genial, el guion tiene una construcción excelente y no abandona el humor. Al contrario, lo reutiliza como herramienta narrativa y refuerzo de resolución de las situaciones. Aparecen nuevos personajes que dan un toque justo y sirven para explicar la nueva dirección de la historia, cambiando al principio el eje pero retomando luego y recuperando el sentido de la primera entrega. Es una película sin pretensiones y al despojarse de ellas eleva su calidad y su carácter. Es uno de los tipos de producciones que no pecan de snobs y entregan entretenimiento bien entendido, para fans, para nerds, tal vez. Entretenimiento, lo que parece ser casi una mala palabra, como si el hecho de la diversión a la hora de ir a una sala de cine fuera un pecado mortal del que hay que despertarse cada vez…luego de morir; para despertar a la realidad y modificar la historia. Una excelente película que redobla la apuesta, modificando las reglas y el género y otorgando al espectador mucho más de lo esperado para una secuela de este tipo. Calificación. 10. Calificación: 10. ¿Acaso no lo dije antes?
MORIR NO ESTÁ TAN MAL Era difícil pensar en una segunda parte luego del cierre que había tenido Feliz día de tu muerte. O a lo mejor podríamos decir que el recurso que utilizó parecía agotado como para que se le diera continuidad. Sin embargo, esta entrega sorprende con creces. Recurre a nuevos géneros y da una nueva razón que moviliza al relato. Pero principalmente muestra a una Jessica Rothe aún más carismática. En cuanto al humor, se afila, generando una parodia muy divertida. En el primer film, Tree tuvo que morir once veces para romper con el ciclo que la condenaba a vivir una y otra vez el día de su muerte (que coincidía con su cumpleaños). En esta nueva versión, ella vuelve a ser la protagonista y tendrá que someterse nuevamente a la tediosa idea de vivir el mismo día varias veces. Pero en un comienzo es Ryan (el amigo de Carter) quien empezará el ciclo. Es por él que descubrimos cómo mediante un experimento universitario se ocasionó este problema. Pero también es por Ryan que Tree vuelve a estar encerrada en esta osadía. La idea de esta máquina del tiempo que se han construido de forma casual, intentando otra cosa, lleva al film a auto-vincularse con Volver al futuro 2. Es así como la película vira del género terror-comedia a una comedia más relacionada a la ciencia ficción. Pero los géneros no son lo importante aquí porque también vuelve a trabajarse el drama y el romance. Romper las estructuras de las etiquetas es uno de sus fuertes. Feliz día de tu muerte 2 es oportuna en cuanto al humor. No pierde oportunidades para generar momentos graciosos. La comedia es la excusa ideal para darle un corte a la seriedad de las subtramas. A diferencia de Scary Movie, la parodia que propone Feliz día de tu muerte 2 está más vinculada al valor que se le da a la muerte en las películas de terror y en la vida en general, que a los clichés. Es la idea de saber que va a volver a vivir luego de morir la que le proporciona a Tree una gran impunidad. Es así como la podemos ver respondiendo casi sin filtro en la mayoría de las situaciones. Le permite también jugar con las diferentes formas de morir, a lo cual fantasía se vuelve morbosa. E incluso le da la fuerza para imponerse a sus miedos, como el de tener verdaderos amigos, enamorarse o poder desarrollar mayores capacidades intelectuales. Feliz día de tu muerte 2 es una continuación directa, que no implica la obligación de tener vista la primera, pero que se aprovecha mucho más si se lo hace. Sobre todo para disfrutar más de los cambios que propone el personaje de Tree.
La primera entrega de Happy Death Day, resultó ser una película entretenida que nos regalaba una versión slasher de El día de la marmota. Para esta segunda parte decidieron no ir por lo convencional, abandonando un poco el terror para centrarse en la comedia y la ciencia ficción. El resultado es un producto entretenido, aunque tal vez demasiado alocado y que se olvida del toque de terror que antes lo caracterizaba. La historia de esta entrega se sitúa momentos después de lo que sucedió en el primer film, lo que comienza como un cambio de perspectiva, donde el protagonista que vuelve a vivir el mismo día es otro, todo termina recayendo en Tree, quien debe volver a morir en repetidas ocasiones. Los motivos de este suceso se debe a razones científicas, debido a los experimentos que han estado realizando los nerds de la universidad. Es así como la protagonista, que anteriormente debía evitar su muerte, ahora debe morir para hallar las respuestas y volver a la normalidad. La historia juega con el humor absurdo, e intenta mantener el espíritu slasher de la primera, aunque lamentablemente no lo logra. De todos modos la historia se hace muy entretenida por el carisma de su protagonista y el tipo de humor absurdo que maneja, si logras no tomarla en serio, seguramente se pasará un buen rato con esta cinta. Jésica Rothe es el alma de la fiesta, lo que parecía ser un cambio de protagonismo, todo vuelve a recaer en el personaje que interpreta Rothe. Está vez logra jugar mucho más con la comedia, y a su vez tener un apartado emotivo y de aprendizaje. El film juega con la aparición de una realidad paralela, donde volvemos a la misma historia pero con algunos cambios en la trama. Ese costado no logra exprimirse con eficacia, sobre todo en la historia del asesino con máscara de bebé, que termina sabiendo a poco y se mantiene como una excusa para mantener ícono de terror que caracterizó al primer film. La dirección de Christopher Landon es correcta, sabe manejar el humor y los giros en la trama, aunque algunas cosas que suceden al principio quedan sueltas y ni siquiera intenta buscar respuestas ¿Necesidad de secuela? Felíz día de tu muerte 2 es un película bastante entretenida, que sabe jugar con el humor, introduciéndose también en el terreno de la ciencia ficción. Aunque también toca admitir que este film reniega del espíritu slasher que caracterizó a la primer entrega, dejando mal posicionado el relato del asesino.
Que se puede esperar de una segunda parte cuando la primera rozaba la regularidad, dicho esto desde la benevolencia absoluta. Pues bien, en este sentido no defrauda, en este recorrido de la trama es que se intenta mezclar los géneros, por un lado el drama nuestro de cada día, el terror sobre la propia muerte, por otro la comedia en la que toda la estructura quiere sostenerse para darle un aire de parodia. Ahora con añadidos. Nada de esto se logra, los estereotipos están a la orden del día, los mismos de la primera con agregados del orden de lo insoportable, los lugares comunes los adornan y, como debe suceder en un filme secuela, un cierre que intenta mostrarse diferente para la apertura de la siguiente, en este caso en formato de investigación científica con incumbencia del estado. Dos años después de los eventos acaecidos en la primera película, Tree Gelbman (Jessica Rothe) vuelve a entrar en el bucle temporal para descubrir el motivo por el cual accedió a él, en primer lugar. También debe hacer frente a Lori, su ex mejor amiga, que tras resucitar a causa del bucle ha vuelto sedienta de venganza. Pero no es la única, en realidad no deja de ser una víctima de su propia inoperancia, aparecen otros involucrados en este “hechizo del tiempo”, que se parece a una cinta de Moebius, queriendo fundamentar este derrape de celuloide desde lo científico, incluyendo al género del terror, la comedia y el drama cotidiano que ya estaban en la primera, la ciencia ficción, todo de muy mala manera, no hay un lineamiento coherente que pueda amalgamar todas esas vueltas de tuerca. Eso si repite las buena actuaciones, sobre todo la de la protagonista, en este caso no hay nunca sensación de sobreactuado. Secuela de la estrenada en 2017, no espere otra cosa. Nada es novedoso, sumándole a que todo es excesivamente previsible, el filme fastidia.
Funciona menos que la anterior, por supuesto, pero Feliz día de tu muerte 2 mantiene el tono “no podemos tomarnos esto en serio”. La primera era “Hechizo del tiempo versión sangre”, e incluso el film se reía de esta “similitud”. Pero aquí, dado que la protagonista tiene que salvar a otra gente en un nuevo día sin fin en el que muere todo el tiempo, se trata de reírse un poco del cine de superhéroes. Funciona menos que la anterior, por supuesto, pero mantiene el tono “no podemos tomarnos esto en serio” que hace que la perspectiva nos genere una diversión genuina.
El director y guionista Christopher Landon regresa con la secuela de su exitosa Feliz día de tu muerte. Y lo hace de manera autoconsciente e ingeniosa. Feliz día de tu muerte resultó un agradable slasher, algo más que un simple traslado de El día de la marmota a una película de terror. En parte funcionaba gracias a su humor y gracias al carisma de su protagonista, Jessica Rothe, a quien veíamos morir una y otra vez para despertarse y vivir, una y otra vez, ese bendito día de su cumpleaños. Esta secuela empieza de un modo similar pero con otro personaje, el compañero de cuarto de quien sería la pareja de la protagonista anterior. Se repite el esquema: personaje se despierta y vive una serie de situaciones hasta que alguien lo asesina. Se despierta como ese mismo día y ve que todo lo que sucedió antes de morir se repite, cada detalle, cada persona que pasa a su lado. Y entonces, cuando creíamos que esta secuela no iba a hacer más que repetir aquella fórmula pero con cambio de protagonista (una final girl por un final boy), Landon decide mandar todo al carajo. Al mismo tiempo que introduce una explicación lógica -lo más lógica que le puede permitir su película- a la creación de estos loops y regresa a su protagonista original. Acá fue un grupito de estudiantes de ciencia los que generaron este ciclo de tiempo que se repite y junto a ellos tendrá que trabajar para cerrarlo. Feliz día de tu muerte 2 es, tanto para nosotros como para su protagonista, a simple vista una repetición de la primera pero con ligeros cambios. Porque Tree (Rothe) se encuentra otra vez en el día de su cumpleaños, no obstante acá no está en pareja con Carter (quien a su vez está de novio con la insoportable Danielle) y, lo más importante, su madre está viva. Aquella a quien creía la razón cósmica de un día que se repetía sin cesar y que acá se refuta al comienzo cuando se introduce la ciencia ficción a la película. Si bien esta secuela (que tras un “recapitulemos” de su protagonista te resume en un minuto la película anterior por si uno no la tenía fresca) es menos un slasher -no importa tanto el asesino y está bastante menos presente- y más bien una mezcla de géneros (terror, comedia y ciencia ficción), la película funciona sobre todo en su sentido autoparódico. Aquellas preguntas sin contestar de la primera -desde la importante ¿por qué se repite continuamente ese día en particular? hasta alguno más trivial como ¿qué es lo que está buscando Carter cada vez que ella se despierta?- son tenidas en cuenta. El humor negro, la novedad con la ciencia ficción y una estructura que referencia a Volver al futuro 2, se pierde un poco en el último tercio cuando el film pone en foco cuestiones más importantes para su protagonista, como el tomar decisiones drásticas entre personas (no es sólo entre un novio y una madre sino entre su verdadero yo y aquel con el que se encontró ahora). Es allí cuando la chispa parece estar por apagarse, sin embargo no pierde el ritmo. La resolución respecto a quién se esconde detrás de la máscara, como aquella primera vez, parece un poco tirada de los pelos pero, como dijimos antes, lo que menos importa acá es quién o quiénes son los asesinos. Es un detalle de otra historia detrás. Y como yapa, una escena después de los créditos se encarga de situar otra posible continuación.
El mito de que las segundas partes son peores todos sabemos que es cierto. Por supuesto que hay excepciones, no lo discuto. Podría nombrarles muchas, no lo voy a hacer porque no es el motivo de esta crítica. Tampoco voy a decir que este film es mejor que el primero, pero tampoco es peor. Entraría en ese lugar del medio. En el limbo de las segundas partes que son igual a las primeras en cuanto a calidad. El film comienza al otro día de su primera parte, mismos protagonistas. La fórmula se repite, alguien re vive el día de su muerte. Hasta que nos muestran el porqué de este bucle temporal, y a partir de ahí comienza otra historia, similar a la primera pero con un poco mas de ciencia ficción, metiendo universos paralelos y el gran multiverso. Al principio parece que es lo mismo que el primer film. Pero esta vez las cosas cambian y se vuelve algo más interesante. El guion pone en jaque a nuestra protagonista, quién tiene que hacer una elección importante cerca del final del film. Las actuaciones están bien por parte de los protagonistas, hay algunos secundarios que parecen no tener experiencia. Pero no es algo que afecte a la totalidad del film. Se repite el intento de salto por parte de la edición de sonido. Con música de suspenso y un ruido para que el espectador salte. Caí en uno de esos saltos, por estar un poco distraído, pero ya cansan este tipo de elecciones por parte del director de sonido. No es una película de terror. La primera era una comedía romántica con sustos. Este nuevo film es una romántica comedia con intentos de sustos. No tiene muchas partes graciosas, pero si tiene mucho drama. Mucha introspección por parte de nuestra protagonista e incluso un mensaje positivo sobre “dar un salto”, jugársela por algo o por alguien, pensar el futuro y no en el pasado. Mi recomendación: Si viste la primera, mira esta como para entender lo que pasaba y también vas a tener que mirar la tercera que seguro viene en camino.
Happy Death Day 2U demuestra que se puede cambiar de estilo sobre la marcha y pese a las múltiples fallas que tiene, el barco sale a flote por una solida actuación de su protagonista. En 2017 Blumhouse, una de las productoras que más apuesta por realizadores e ideas no tan conocidas pero sí con una frescura notable y destacable, llevó a la gran pantalla Feliz día de tu muerte (Happy Death Day), una clase de injerto entre el slayer clásico que se puede ver en películas como Scream (1996) y el recurso narrativo que tan bien supo usar Harold Ramis en Hechizo de tiempo o mejor conocida como El día de la marmota (Groundhog Day, 1993). En la primera entrega, la protagonista Tree (Jessica Rothe) debía revivir el día de su cumpleaños una y otra vez mientras intentaba descubrir la identidad del asesino que día tras día lograba asesinarla. Dentro de todo lo que ofrece el mercado, en ese momento la temática y la mezcla de géneros logró convencer a espectadores y fanáticos del slayer que volvieron a ver en los cines una obra que, a pesar de sus fallas, logra de manera correcta hacerle honor a las obras de las que toma elementos. Pero cuando la secuela fue anunciada y se vio que la película contaría con el mismo elenco y con avances que mostraban absolutamente todo igual, la señal de alerta empezó a sonar temiendo que la ahora franquicia de Feliz día de tu muerte podría pisarse con su propia sombra y así terminar siendo otra de las tantas sagas que fracasan en solo su segunda entrega. En este contexto es que llega Happy Death Day 2U, la secuela directa de la peli de 2017 que retoma la historia en el lugar donde la última nos dejó, con Tree y Carter (Israel Broussard) ya establecidos como pareja, habiendo descubierto quien portaba la máscara de Baby Face y donde aparentemente nada más retorcido podía suceder. Pero ahora, quien tomará mayor preponderancia será Ryan (Phi Vu) el compañero de cuarto de Carter, quién junto con él y Tree descubrirán que el loop temporal que mantuvo a la rubia en la película anterior repitiendo una y otra vez el mismo día, podría ser culpa de un efecto secundario de un experimento científico que el mismo Ryan, junto con sus compañeros de laboratorio Samar (Suraj Sharma) y Dre (Sarah Yarkin), esta diseñando. En la búsqueda por terminar de pulir algunos detalles en dicho experimento, las cosas vuelven a ponerse pálidas para Tree ya que volverá a verse incluida en viajes en el tiempo, siendo ella la única que lo nota, pero ahora en una realidad paralela en la que su vida es bastante diferente. Ella, no solo deberá volver a detener a Baby Face sino que también tendrá que decidir si quiere volver a su propio universo o quedarse en esta nueva realidad donde más de una sorpresa puede hacerla llegar a dudar. Christopher Landon vuelve a ubicarse detrás de las cámaras para esta secuela y lo primero que hay que tener en cuenta es que el tono de esta película nada tiene que ver con la anterior. Acá ya no hay terror, suspenso y de todos los elementos que constituyen una película como “slayer” ya casi que no hay ninguno. Si hay un asesino y si hay un misterio que debe ser revelado, pero no del modo que fue presentado la oportunidad anterior. Y, ¿está bueno que cambie el rumbo sobre la marcha? la respuesta es extraña y puede llenar de dudas, ya que los mejores elementos de la primera película siguen estando pero todo el contexto cambió. Ahora hay humor todo el tiempo (a veces sobre abundante y tonto), explicaciones científicas, viajes temporales, otras dimensiones, la palabra “multiverso” (!!!!) con todo lo que eso implica y una escasa participación del asesino con la máscara de bebé. Todo esto puede provocar por muchos pasajes de la peli una confusión argumental muy peligrosa, ya que si bien los términos son explicados, estos nuevos elementos no son nada simples. Sin embargo, la película conserva los dos elementos que hacen que esta franquicia se establezca como tal y pise de manera estable: El loop temporal y la secuencia de muertes adrede de la protagonista que, en la primera servían para descubrir la personalidad de Tree y ahora, es un simple método para lograr algo a futuro. Teniendo en cuenta esto, la película vuelve a ser efectiva pero de una manera completamente diferente y a pesar de un tercer acto para el olvido que da la sensación que podría durar unos 15 minutos menos. El montaje vuelve a ser la piedra angular en la que se basa esta franquicia y aquí vuelve a destacarse. No tanto el guión, que en su afán de querer transformarse en una obra más compleja deja baches argumentales por doquier y algunas situaciones que nada aportan al desarrollo de la trama pero que si tendrán que ver a futuro, porque el anuncio de una tercera y ¿última? parte de saga es inminente. En caso de que esto llegase a suceder, la trama llegó a un punto de no retorno en cuanto al enfoque y al claro alejamiento de lo que fue la primera parte, ahí los guionistas tendrán un trabajo un poco más simple, ya que no tendrán que lidiar con esa lucha interna entre géneros. En cuanto a las actuaciones, el único miembro del elenco que vuelve a destacarse es Jessica Rothe. Esta vez de manera mucho más notoria que en la entrega anterior y con un repertorio de habilidades faciales y corporales que demuestran de que ya pueden apostar a ella para roles y papeles para trabajos de mayor importancia. De los actores complementarios, el que está parado esta vez en el segundo escalón en importancia es Phi Vu, quien con su simpatía y con una clara mejora en cuanto a diálogos y desarrollo de personaje opaca sin dudas al resto del elenco. Feliz día de tu muerte 2 es una extraña pero convincente secuela del material original. Habrá que esperar para saber si volveremos a ver a Tree y Baby Face en un futuro cercano, todo dependerá de cómo repercute en la taquilla mundial, pero teniendo en cuenta el “poco” presupuesto con el que Blumhouse suele manejar a la hora de producir, la posibilidad es bastante concreta.