El fútbol despierta pasiones y odios. Muchas personas creen tener una conexión especial con su equipo. Sergio Garces (Diego Peretti) cree que su destino está atado a la suerte de la Selección Argentina de fútbol. En pleno Mundial de Fútbol de 2014 en Brasil (donde Argentina fue subcampeón), “Francés” trabaja de extra en muchas películas pero su sueño es ser actor. En su pasado, grabó un disco de covers del famoso cantante francés Serge Gainsbourg, de ahí su apodo. S.G. tiene una semana de mala racha, debe lidiar con sus fracasos, un romance que no espera -ni quiere- y un crimen inesperado. La película coproducida por Argentina, Estados Unidos y Líbano busca ser más de lo que es: intenta mezclar comedia, humor absurdo, policial negro y costumbrismo local. Es una apuesta valiosa pero que se queda en la mitad. Las actuaciones la elevan por sobre la media, con un Peretti en llamas: desatado y profundo. La sorpresa la da la estadounidense Julianne Nicholson con una interpretación cálida y sentida. El dúo protagónico desborda la química que no tienen los personajes secundarios. La película está escrita y dirigida por la libanesa Rania Attieh y el estadounidense Daniel García, que tienen la difícil tarea de retratar un ambiente local en la pantalla siendo extranjeros, y lo logran con creces. Tiene un par de recursos técnicos de lujo, un soundtrack disfrutable y varias ideas para destacar, pero no logra redondear un desenlace satisfactorio y concluyente con todo lo que plantea en el desarrollo. La comedia y Diego Peretti siguen más unidos que nunca y hay que aprovecharlo porque está en un nivel único. La valentía de sumarse a proyectos independientes con poca prensa, le retribuye papeles oscuros donde se puede lucir. Sergio Garces se ve a sí mismo como alguien canchero, atractivo y talentoso. Y la película trata de mostrarnos un estereotipo argentino en decadencia. No lo hace mal, pero uno se va con sabor a que podría haber sido mejor explorado. Igualmente ver a Diego Peretti bailando por San Telmo es algo digno de ver.
Diego Peretti en llamas. Crítica de “Iniciales S. G.” de Rania Attieh y Daniel GarciaI Sergio Garces (Diego Peretti) se ve a sí mismo como alguien canchero, atractivo y talentoso. Está llegando a los 50, pero él actúa como si tuviera 25. Fanático del fútbol, pasa sus días bajo los efectos del porro, hábito que lleva a cabo a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Sus amigos lo llaman “Francés” porque cuando era joven grabó un disco de covers del famoso cantante Serge Gainsbourg en castellano. Trabaja de extra en muchas películas pero su sueño es ser actor. En la semana en la que la Copa del Mundo 2014 está terminando Sergio atraviesa una racha de mala suerte. Debe lidiar con su carrera fallida, un romance que no le interesa con una extranjera (Julianne Nicholson) y un crimen que no quiso cometer. En copdroducción con Estados Unidos y Libano llega a la Argentina la nueva película protagonizada por Diego Peretti. Dirigida por la libanesa Rania Attieh y el norteamericano Daniel García, la película mezcla comedia, humor absurdo, policial negro y costumbrismo local. Junto a Peretti, aparece como coprotagonista la norteamericana Julianne Nicholson. Llamativamente una actriz que, al igual que Sergio Garces, siempre fue de reparto o con papeles esporádicos en series norteamericanas pero que acá sorprende gratamente como una joven extranjera perdida en la gran ciudad que se engancha con el protagonista. Tanto lo hace que terminará ayudándolo en un raid delictivo extraño y divertido, donde ambos se sacan chispas, propiciando los mejores momentos de humor de la película. Sumado a algunas sorpresivas apariciones, como el cameo del gran director de cine porno argentino Victor Maytland en una escena desopilante y bizarra, Si se tiene en cuenta que los directores son extranjeros, es notable el modo en que logran reflejar el paisaje argentino, con sus costumbres y tradiciones, sobretodo el grado de locura con el que viven los argentinos el mundial de fútbol masculino (No nos olvidemos que la película está ambientada en el mundial de Brasil 2014). La inconfundible voz de Daniel fanego de fondo le da a la película la solemnidad de un cuento con final fabulesco, en unidad con un soundtrack jazzero que llamativamente queda perfecto para el tipo de humor que despliega la película. “Iniciales S. G” es una comedia bizarra y desopilantes por momentos, pretenciosa en otros. Sostenida por la labor de la dupla principal, sobre todo de un Diego Peretti cada vez más afianzado en el género. Puntaje: 75/100.
Nos guste o no, 2019 está en camino de ser destacado como un año de figuras recordadas a partir de mitos crepusculares, del olvido, del desgaste y del eventual resurgimiento por medio de un descenso emocional y metafísico. En ‘Avengers: Endgame’, los protagonistas fundadores del equipo están dispuestos a sacrificar todo por el regreso de sus compañeros caídos; En ‘Dolor y Gloria’, Pedro Almodóvar hace una introspección de toda su carrera artística, observada desde su posible finalidad profesional en vistas de su eminente reconfiguración; y, por supuesto, Quentin Tarantino le encuentra sentido a las vidas de las estrellas de un viejo Hollywood que en apariencia, y en nuestra realidad, se ve atravesado por su ocaso desde hace más de cincuenta años. En medio de esta diáspora, tenemos a Diego Peretti en el estelar de un largometraje escrito y dirigido por la dupla norteamericana Rania Attieh y Daniel García. ‘Iniciales S.G.’ está ambientada en la Argentina de 2014, durante los últimos partidos de la Copa Mundial de Fútbol, cuenta también con la participación de la estadounidense Julianne Nicholson y con la voz narradora de nuestro local Daniel Fanego. Sergio Garcés (Peretti) es un sujeto en decadencia, no solo por su profesión, sino por cada aspecto de su vida. Es un actor al que, con mucha suerte, contratan para papeles principales y de casualidad genera vínculos lascivos con las mujeres que de verdad le interesan. Vive solo en su departamento, con el recuerdo de una vida exitosa en ámbitos artísticos, con sus vicios y refugiado en el desempeño de una Selección Argentina que logró aproximarse a la final de un Mundial, luego de muchos años de pasión y espera. Ante tales circunstancias, quienes vivimos ese evento nos podríamos anticipar que, de alguna forma u otra, la inestabilidad de Garcés está al borde de su agravamiento. Así las cosas, y como pudimos corroborar en una conversación con sus realizadores (ver nuestra nota ‘“INICIALES S.G.” – JUNKET DE PRENSA’), este film se niega a manifestarse como lo hace un ingenuo Indiana Jones en el principio de ‘Los Cazadores del Arca Perdida’ (1981), es decir, no se jacta en considerar que los seres humanos vivimos solo históricamente. En otras palabras, el contexto verídico no es reduccionista, una vez expuestos los datos personales y culturales de Garcés, se articula una puesta en tensión con la cual los espectadores somos invitados a volvernos cómplices. ¿Qué sucede entonces en la trama de esta película? Anticipar más de lo dicho puede atentar contra las expectativas de la concurrencia en más de un sentido. Similar a ‘Claudia’ (película en cuya crítica hemos adelantado las cualidades de este estreno), ‘Iniciales S.G.’ no obliga a los cinéfilos a comprender cada referencia citada –voluntaria, o no-, pero están todas ahí, el diálogo en este tipo de cine es inevitable. ¿De qué cine hablamos? De aquel que comprende lo inaudito de auto pensarse moralmente, aunque en él convivan los personajes moralmente correctos y los más indignantes; aquel que se reflexiona estéticamente, en sentido filosófico (a no confundirlo con el mero preciosismo visual, algo de lo cual ninguno de estos dos ejemplos se exime, ya que cada plano impulsa la narración de su respectiva historia); En definitiva, es un cine que nos convoca a pensar, y no a ser pensados; pero esta libertad, como siempre decimos, es voluntaria por parte del espectador, nunca obligatoria.
INICIALES SG: LA VIRTUD DE SER UN PERDEDOR HomeTodas las entradas...Iniciales SG: La virtud de ser un perdedor En el mundo actoral debe haber una verdad mentirosa: “Si llegas a los 50 años y sigues siendo extra, es porque eres un fracasado”. Fracasada o no, hay gente que vive el presente sin pensar en el que dirán. Al final, el mundo no es un lugar agradable y hay que pagar la cuenta. Así que no importa que tan sucio que estén tus pantalones. Sergio Garcés (Diego Peretti) en Inciales SG entiende eso y le va bien. La cinta está dirigida por la libanesa Rania Attieh y el estadounidense Daniel García que ya pasaron por Argentina con Tayeb, khalas, yalla el 2012 en el Bafici. Iniciales fue presentada en el Festival TriBeca bajo un elenco conformado: Peretti, Julianne Nicholson (I, Tonya), Daniel Fanego, Malena Sánchez y Francisco Lumerman. Nuestra Opinión: Muy buena. Esta es una película de personaje, donde cada uno maneja su visión del mundo y se van entrelazando. Garcés es un actor de 50 años que se ve como un ganador. Tipo canchero y atractivo, el típico imbécil con el cual te engañaría tu novia. Tuvo una época de éxito en el cine porno pero solo eso. Vive de sus trabajos como extra para mantener su estilo de vida. Un cóctel de Jazz, fútbol y faso. Él sabe que tu piensas que es un perdedor. Pero es un sentimiento que no le afecta, es más, lo abraza y entiende que no tiene nada que perder, por eso maneja actitudes diferentes como seguir a la gente y fantasear con hacerles daño. Intentar aprovecharse de la situación sentimental de las personas. O siempre ir por la mujer más bonita. Al final no tiene nada que arriesgar. La historia transcurre durante un festival de cine en Buenos Aires donde Garcés actúa en varias cintas (misma semana de las semifinales y final del mundial 2014). Conoce a Jane (Nicholson) una americana que trabaja como programadora y que es descrita por nuestro protagonista como: “La típica extranjera que quiere tener una noche de pasión con alguien de la ciudad”. Enseguida pegan onda. Como espectador quieres que estén juntos. No solo porque ella cae bien desde el comienzo, sino porque en nuestro pensamiento de vida normal, ella lo podría ayudar a él a salir de esa oscuridad. Pero cuento de hadas esto no es. Iniciales SG es una cinta que se propone decirte que hay cosas que están podridas y no hay nada que hacer. Parecido a la decadencia del sueño americano en Taxi Driver. Es realista y sincera, lo cual lo hace muy disfrutable. Luego hay una situación que será un punto de quiebre en la historia. Tarde o temprano nuestro Garcés se tenía que manchar las manos. Nuestra pareja ideal pasa a ser un Bonnie y Clayde. Todo lo demás que compone la película es maravilloso. La voz perfecta de Fanego que narra la historia y representa a una audiencia que no juzga. La participación preocupante de Malena Sánchez. Las tomas manejando bicicleta. El mundial y la pasión argentina. El irreconocible guiño a Buenos Muchachos. El baile de Jane en la fiesta. Y más cosas que logran que Iniciales SG sea un thriller muy dramático que no escapa de la comedia. Todo un plus en el cine argentino.
Jettatore. Iniciales S.G. es una película protagonizada por Diego Peretti, en la que interpreta a Sergio Garces, un actor con una carrera fallida al que le ocurren una serie de desgracias durante los últimos días del Mundial de futbol del 2014. La dirigen Rania Attieh y Daniel Garcia, quienes además cumplen el rol de guionistas, y por ser una coproducción con Estados Unidos cuentan con la participación de Julianne Nicholson. La película se divide en dos partes, la primera se dedica a describir a su protagonista, mostrando su vida, su trabajo, la relación con sus amigos y con Jane, una norteamericana que viene a Buenos Aires a pasar unos días y con la que vive un romance bizarro como el de Embriagado de amor. Pero un giro en la trama da lugar a una segunda parte más interesante, metiéndose de lleno en el terreno policial y dando rienda suelta al humor negro. Todo esto es complementado por una narración en off a cargo de Daniel Fanego, que explica las emociones y los pensamientos de Sergio, un recurso del que lamentablemente se abusa, desaprovechando situaciones que podrían haberse resuelto con el uso de acciones concretas. Lo más interesante que tiene esta película es su puesta en escena, ya que utiliza una estética neonoir, característica de las películas que conformaron el destape del cine nacional durante la vuelta de la democracia a mediados de la década del 80. Es así como sus directores retratan una Buenos Aires nocturna y sórdida, iluminada con luces de neón y acompañada por una música con ritmo de jazz compuesta por Bill Laurance y Maciej Zielinski, que da sentido a que sus personajes anden desabrigados cuando los acontecimientos históricos ocurrieron durante el invierno. Un párrafo aparte merece el muy buen trabajo de Diego Peretti, cuyo aspecto desgarbado es ideal para interpretar a este antihéroe patético con la nariz vendada debido a un accidente que le trae problemas para trabajar. Y tiene buena química con Julianne Nicholson, una turista ingenua a la que todo le resulta novedoso e interesante, potenciando así las escenas humorísticas, como la primera cita compartiendo un sauna junto a un desconocido. En conclusión, Iniciales S.G. es una comedia de humor negro enmarcada dentro de una trama policial, pensada para el lucimiento de Diego Peretti. Pero que tiene dos problemas serios, el primero es que la segunda parte, que es la más interesante tarda mucho en llegar, y el segundo es el abuso de la narración en off, que impide explotar al máximo el enorme potencial narrativo que tiene esta historia.
Un despliegue técnico de primer nivel no logra sacar a flote una historia mediocre con un guion redundante y que si bien tiene buenos actores, sus personajes tienen un desarrollo poco consistente. Escrita y dirigida por Rania Attieh y Daniel Garcia, Inciales S.G. (2019) es una película protagonizada por Diego Peretti en donde el ex simulador interpreta a Sergio Garcés, un actor en decadencia al que las propuestas de trabajo no le abundan y aquellas que logra conseguir son para películas porno de bastante bajo presupuesto. En sus ansías de querer sobreponerse del mal momento que lo persigue también en su vida personal, Sergio conocerá a Jane (Julianne Nicholson), la organizadora de un festival de cine que se está llevando en Buenos Aires y que se le es presentada a Sergio por su representante. Esta incipiente relación los llevará a ambos a transitar caminos a los que no están acostumbrados y terminarán siendo participes de un crimen que luego los atormentará bastante. A pesar de llevar adelante una propuesta arriesgada por parte de sus directores, Iniciales S.G termina quedando a mitad de camino en cuanto a donde quiere llegar. El guion da vueltas sobre sí mismo y en la búsqueda de querer generar intriga a la hora de la resolución, sólo termina alargando de manera poco redituable para con el espectador una trama que parecía agotada. El gran problema de ese aspecto es que la película es corta (93 minutos) y el desarrollo del segundo acto se hace eterno, bastante monótono y muy poco gracioso. Un aspecto en donde este filme sí se destaca es en cuanto a la resolución técnica. Con un gran uso de luces, sombras, efectos especiales y movimientos de cámara, la fotografía y la cinematografía constituyen un salto de calidad por sobre otras películas argentinas del mismo género, o similares, que si bien intentan parecerse más a filmes foráneos no logran acertar. En cuanto a la performance de los actores, sólo Peretti y Nicholson pueden tenerse en cuenta para evaluar ese aspecto y mucho más él que ella. Si bien la estadounidense logra desenvolverse de una manera casi natural, incluso hablando español en un 90% de sus diálogos, el mayor problema que tiene su personaje es la falta de desarrollo y la mera y simple utilización del guion para con ella para ser una leve motivación del protagonista. Por el lado de Peretti, su papel si tiene una construcción eficaz y concreta pero al mismo tiempo simple y por momentos insulsa. Sólo gracias a él, algunos pasajes de la cinta se pueden considerar divertidos y graciosos y aún así allí no se ve su mejor versión. Cuando mejor se lo ve a Peretti es cuando se aferra al drama y logra con la postura corporal transmitir desazón y hartazgo. Inciales S.G. termina quedando a mitad de camino en cuanto a lo que quiere mostrar y cómo es transmitido. Un gran despliegue técnico no logra tapar las falencias de guion e historia y ninguno de los géneros que quiere abarcar terminan siendo explotados de manera correcta, decretando así una película insulsa y olvidable.
“Iniciales S.G”, de Rania Attieh y Daniel Garcia Por Mariana Zabaleta La historia podría tranquilamente ser un cuento de Fontanarrosa, al compás del café y los tragos el negro mil y una veces fabuló personajes como Sergio Garces (Diego Peretti). Un tipo de esos tantos, capitalinos de pura sepa, la crisis de los 50´s los engalana de la peligrosa aceitosidad que emana la grasa de las capitales. Garces, como Boggie, recorre la ciudad mezclándose con la mullida fauna nocturna. Actor de segundo plano, amante empedernido, son muchos los apodos, y las cicatrices, que surcan la pantalla. La cara-mascara de Peretti se manifiesta cada vez más preparada, los diálogos parecen sobrar como estrategia para reconstruir a un personaje tan taciturno y oscuro como entrañable. La ira de Garces construye un raid de situaciones donde el humor negro es el preponderante. Gran parte de la puesta se encuentra enfocada en la construcción de un personaje marcadamente principal, y que paradójicamente se entiende a sí mismo como “extra protagónico”. El amor al cine de aquellas almas en segundo plano, carne vital de la pantalla que nunca llegan a mayor reconocimiento que la impresión de sus iniciales en los créditos. El pulso costumbrista lo inyecta la relación íntima de Garces con el futbol, correspondencia ontológica que inyecta la magia mundialista a gran parte de la historia. Ligado al futbol y al cine siempre decanta alguna mujer fatal, en este caso el personaje de Julianne Nicholson se “acomoda” simpáticamente a la historia del gigolo devenido en criminal. Una historia divertida con sólidos personajes y situaciones que rayan lo inverosímil, acompañada de un soundtrack que marca un pulso liviano y atractivo. INICIALES S.G Iniciales S.G, Argentina, EEUU y Líbano, 2019. Dirección: Rania Attieh y Daniel Garcia. Intérpretes: Diego Peretti, Francisco Lumerman, Malena Sánchez, Daniel Fanego y Julianne Nicholson. Distribuidora: Digicine. Duración: 98 minutos.
“Iniciales S.G.” es una coproducción estadounidense, argentina y libanesa dirigida por Rania Attieh y Daniel García y protagonizada por Diego Peretti en el rol de Sergio Garces, un actor porteño, de mediana edad, que trabaja como extra pero que pretende papeles más comprometidos, difíciles de conseguir. Se muestra canchero, muy intolerante y soberbio, le gusta salir con chicas jóvenes pero se ve envuelto en un romance con una mujer madura, Jane (Julianne Nicholson) a quien conoce de manera casual, cuando los presenta un amigo en común. Ella está de paso en Buenos Aires, es programadora y se entusiasma con Sergio pero no es recíproco, aunque el destino y un crimen involuntario hará que tengan que pasar tiempo juntos. En el pasado Sergio grabó un disco con canciones de Serge Gainsbourg, sus amigos lo apodan “Francés” y él cree mucho en la suerte que él le aporta a la Selección Argentina de Fútbol que está disputando la Copa Mundial de Futbol en 2014 en Brasil. El film combina humor negro, drama, la pasión por el fútbol, y termina acercándose al género policial. Está narrada por la voz en off de Daniel Fanego. Nicholson y Peretti logran una buena dupla, sobre todo cuando tienen que limpiar los trapos sucios. Y esa es la mejor parte, el suspenso que, cuando llega, se agradece. Hay algunos roles secundarios que aportan poco y nada. En síntesis, un film costumbrista, diferente, con buenas actuaciones y fotografía y un guión con muchas aristas. ---> https://www.youtube.com/watch?v=7yZrROGcucQ ---> TITULO ORIGINAL: Initials SG ACTORES: Diego Peretti, Julianne Nicholson. Daniel Fanego, Malena Sánchez, Francisco Lumerman. GENERO: Drama , Comedia . DIRECCION: Rania Attieh, Daniel Garcia. ORIGEN: Estados Unidos, Argentina. DURACION: 97 Minutos CALIFICACION: Apta mayores de 16 años FECHA DE ESTRENO: 19 de Septiembre de 2019 FORMATOS: 2D.
Un hombre que vive a su manera Iniciales SG es una comedia negra dirigida y escrita por la libanesa Rania Attieh y el estadounidense Daniel García. Protagonizada por Diego Peretti y Julianne Nicholson (Yo Soy Tonya), el reparto se completa con Francisco Lumerman, Julián Kracov, Walter Jacob y Malena Sánchez (Re Loca). La cinta tuvo su debut en el Festival Internacional de Tribeca. Ambientada en Buenos Aires, durante la Copa del Mundo de 2014, la historia se centra en Sergio Garcés (Diego Peretti), un fanático de la Selección Argentina de Fútbol que es un firme creyente en las cábalas, al punto de que si al equipo le va mal, la racha de mala suerte también repercute en su vida. A Sergio sus amigos lo llaman “Francés”, ya que cuando era joven él grabó un disco de covers en castellano del cantante Serge Gainsbourg. Alcohólico y bastante solitario, Garcés participa como extra de varias películas, sin embargo su sueño consiste en ser actor. Al conocer a Jane (Julianne Nicholson), una programadora de cine estadounidense que está allí por un viaje de negocios, Sergio comenzará un romance particular donde involucrará a la mujer en un crimen que él no deseó cometer. Si hay una palabra para definir al cuarto filme de Attieh y García es la de intrascendente. A pesar de contar con una duración corta (93 minutos), la película carece del ritmo necesario para mantener atrapado al espectador, tornándose sumamente larga teniendo en cuenta que casi nada relevante sucede en la vida de este hombre que se cree canchero pero en realidad es un fracasado. Con una voz en off de Daniel Fanego, la cual está bien utilizada, el relato no tiene razón de ser más que el de meternos en el aburrido día a día de Sergio, un hombre que se la pasa mirando televisión en calzoncillos, fumando o protagonizando alguna que otra película porno. Aunque algunas de las situaciones bizarras que vive el protagonista logran causar gracia y otros momentos surrealistas llaman la atención por su buena construcción, Iniciales SG cuenta con más errores que aciertos. En cuanto al guión, en un par de ocasiones la película da la sensación de que va a acabar pero no lo hace, lo que nos lleva a pensar que los escritores no tenían muy en claro cómo continuar esta historia. Además, el asesinato de un joven dealer, vecino de Sergio, llega muy tarde en la trama y, aunque por lo menos nos saca del letargo, no consigue tener un buen desarrollo. No hay mucho más para decir sobre Iniciales SG, un filme distinto y raro pero no por eso recomendable. A pesar de contar con buenas actuaciones, la película hace agua por todos lados y está destinada al olvido ni bien termina.
Sergio Garces (Diego Peretti) se gana la vida como extra en múltiples rodajes (incluidos algunos de cine porno). Apodado “El Francés” por sus amigos, supo ser de joven cantante de covers de Serge Gainsbourg, con quien comparte las iniciales S.G. a las que alude el título. Ya cerca de los 50 años, actúa con la irresponsabilidad y el desenfado de un adolescente, mientras debe lidiar (incluso en estrados judiciales) con una incapacidad absoluta para controlar sus ataques de ira y su tendencia a la fabulación. Además, la vida lo enfrentará a una racha de infortunios y le dará unos cuantos golpes (literales): desde un fuerte accidente en bicicleta hasta alguna golpiza. En el marco de un festival simil BAFICI, conoce a Jane (Julianne Nicholson), una vulnerable programadora estadounidense que se obsesiona por él, aunque el protagonista parece más interesado en el fútbol (estamos en pleno desarrollo del Mundial 2014 en Brasil) que en algún compromiso afectivo. Con una omnipresente narración en off con la voz de Daniel Fanego, esta película codirigida a cuatro manos por la libanesa Rania Attieh y el texano Daniel García apuesta por la comedia negra, premeditadamente desafiante, que remite a cierto patetismo del cine de los hermanos Coen y por un humor muchas veces deforme que ubica a Peretti en la línea del Barry Egan de Adam Sandler en Embriagado de amor, de Paul Thomas Anderson. Así, cinéfila, melómana y futbolera a la vez, se trata de una propuesta provocativa, que escapa siempre de la norma, de las convenciones y de lo previsible. Una auténtica rareza.
Más de una sorpresa se llevarán los admiradores de Diego Peretti cuando vean Iniciales SG. Y todas agradables, por cierto. Porque nadie va a descubrir a esta altura el talento del actor de Los simuladores, Mamá se fue de viaje y Un tranvía llamado Deseo, por recordar sus títulos más renombrados en televisión, cine y teatro. Si los personajes que están al borde, o ya metidos en la decadencia, perdedores natos, le han dado satisfacciones en el cine, Peretti aquí encarna a un actor que llega a los 50 no precisamente en su mejor momento. Apodado el Francés por sus amigos, por un disco de covers que hizo de Serge Gainsbourg, con el que comparte sus iniciales y cierto parecido, Sergio Garcés es un extra en películas, protagónico cuando hace cine porno, se cree un ganador con las mujeres y se mete en un tremendo problema. Algo de ira invade su cuerpo, y por eso tiene una cuenta pendiente con la Justicia. Así y todo, Sergio, que consume mucha “merca” y no puede dormir con una mujer tras tener relaciones sexuales, conoce a una estadounidense. Jane (Julianne Nicholson) podría, o no, cambiarle el curso a su vida. Más cuando ella descubra algo de lo que Sergio prefiere que nadie se entere. Dirigida por la libanesa Rania Attieh y el estadounidense Daniel García, que pasaron por el Bafici con Tayeb, khalas, yalla en 2012, y presentaron Iniciales SG este año en el Festival de TriBeCa, la película no sólo tiene una tensión que va in crescendo, sino que varios personajes laterales, aunque parezcan esquemáticos, tienen su importancia y un vital sentido por el que están. Vean a Malena Sánchez como una vecina de Sergio. Escuchen al Narrador, con su acentuación perfecta y descubrirán fácilmente a Daniel Fanego. Y maravíllense con cómo dos directores foráneos pueden describir la euforia y la desazón argentina durante la Copa del Mundo de Brasil 2014, que es durante la cual transcurre Iniciales SG. Julianne Nicholson, que fue Ivy Weston en Agosto y la entrenadora Diane Rawlison en Yo soy Tonya, está asombrosa. Tiene la medida justa de candidez, de seducción, de entrega. Su personaje es ciertamente agraciado, pero hay mucho de la mirada de los directores sobre todos ellos -Sergio, sus amigos- que denota una especial atención por construir un verosímil, algo poco frecuente en el género de la comedia. Porque al fin de cuentas Iniciales SG es eso, una comedia con tintes de thriller y dramatismo. Un combo que tal vez desconcierte a los fans de Peretti. Pero que no conviene dejar pasar por alto en la cartelera actual del cine argentino.
Diego Peretti protagoniza Iniciales S.G., la nueva película de Rania Attieh y Daniel García. Se trata de una tragicomedia que va perdiendo el gusto con el correr de los minutos. Diego Peretti interpreta, en esta ocasión, a Sergio Garcés, un actor de 50 años que se comporta como un joven de 20. Su sueño es convertirse en un actor reconocido, pero no consigue más que papeles secundarios. Muchas veces debe recurrir a participar en películas pornográficas para poder llegar a fin de mes. Entre mucha droga (principalmente marihuana) y alcohol, Sergio pasa sus días como si no tuviese ningún tipo de responsabilidad, hasta que su vida da un giro de 180°. Un crimen inesperado y la llegada de un romance no solicitado amenazan con romper su tan arraigada rutina. Como menciona el protagonista en un momento, la suerte en su vida depende de cómo le va a la selección argentina. Iniciales S.G. nos sitúa durante el Mundial 2014, cuando Argentina llegó a la final. Todos sabemos cómo termina esa historia. Es por eso que no es difícil anticipar cómo será el futuro del protagonista. Frente a una racha de ¿buena suerte? (aunque la realidad es que no tanto) todo termina desmoronándose por completo y, por primera vez en su vida, debe aceptar que los 20 años quedaron atrás hace mucho tiempo. Diego Peretti es un camaleón dentro de la actuación. Ya demostró, decenas de veces, poder adaptarse al papel que tiene enfrente. Su interpretación en esta entrega no es la excepción. En todo momento logra convencernos de ser ese típico “pendeviejo” que genera tanto cariño como rechazo. Su papel es, definitivamente, lo más destacable de esta película. El carisma que tiene ante las cámaras ayudan a salvar (o mejorar) cualquier película, por más mala que sea la trama que se plantea. Iniciales S.G. juega entre la comedia y el drama constantemente, aunque su fuerte realmente está puesto en la comedia. Al menos en esos momentos es en donde mejor funciona la película. El drama en sí se siente algo forzado y tirado de los pelos (sobre todo en lo que respecta a ese “crimen inesperado”). En esos momentos la película se desvirtúa bastante y la trama se va perdiendo entre un intento de halo de misterio que, finalmente, resultado sobreexplicado en cada escena. Iniciales S.G. es una tragicomedia con sabor a poco. La película va de acá para allá y la resolución del conflicto resulta inverosímil y torpe. Lo más destacable es, una vez más, la actuación de Diego Peretti, quien nuevamente demuestra ser un camaleón y adaptarse a lo que venga.
Crítica emitida en radio. Escuchar en link.
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Entre luces y sombras Iniciales SG es la muy buena película de Rania Attieh y Daniel García. Esta coproducción Argentina-Líbano y Estados Unidos posee una muy interesante carga de humor negro (a oscurísimo, por momentos), planteando a través del personaje central una idea más que negativa de la vida pero que no incomoda para nada mientras se ven las vicisitudes del susodicho, Sergio, un actor que no da en el clavo a la hora de, a sus cuarenta y tantos años, encauzar su vida profesional y emocional. Y en ello es clave Diego Peretti, quien, a juzgar por el resultado, parece ser el único capaz de ponerle el cuerpo a este oscuro personaje que, con su humor corrosivo y particular sentido de la amistad y la necesidad de vínculo amoroso, se mueve dentro de lo que la vida le va pidiendo. Con un muy buen planteo para la musicalización (el personaje ha grabado un disco, y algunas de las canciones forman parte del soundtrack, acompañando las situaciones que atraviesan los personajes) el relato va llevando a Sergio por los sinuosos caminos del destino sin mucha pompa, pero con golpes firmes. A la hora en que conoce a (Julianne Nicholson, excelente en su papel) piensa que las cosas se acomodan y puede tener otra vez una oportunidad de felicidad. Pero como en los trucos de magia, nada es lo que parece y Sergio… bueno, no les voy a contar más. Pero les puedo asegurar que si disfrutan a Peretti, un actor que claramente se supera y puede dar más de sí, quien encaja a la perfección con este perdedor que no cree serlo, y ata su realidad a la suerte, a la insistencia, al fútbol y sus resultados, o a todas a la vez, podrán tener una buena experiencia al ver esta película. No es una película de nicho pero puede que no todo el mundo esté listo para disfrutarla. Quien se anime a ello no se arrepentirá. Iniciales SG es una muy buena coproducción que, si bien puede que no sea disfrutable para todo el público, tiene un excelente armado de los personajes en el contexto del universo imaginado para ellos y un elenco que calza a la perfección.
Oscuro reviente Los personajes con actitud de renegados sociales siempre caen bien en pantalla. Saber de su vida, de su espíritu anárquico resulta atractivo para un espectador que mira con cierta admiración la manera despreocupada de disfrutar la vida, escapando a todo tipo de compromiso y deber social. El personaje de Diego Peretti en Iniciales SG (2019) es uno de esos personajes pero diferente en varios aspectos. Porque su Sergio Garcés, apodado “el francés” por grabar en el pasado un disco de covers del famoso cantante Serge Gainsbourg en castellano, es puramente argentino. La idiosincracia del país en el que vive le quita el carisma y gracia y lo convierte en un perdedor desafortunado, de esos que nos gusta ver sufrir. El tipo es un actor de segunda que ronda entre actuar de extra o aparecer en películas pornográficas mientras disfruta ver a la selección Argentina (la historia transcurre durante los últimos partidos del mundial 2014) y conquistar alguna chica. Su dudosa moralidad se oscurece cuando la desgracia lo persigue en una serie de acontecimientos que harán de su hedonista vida un infierno. Los realizadores son Rania Attieh y Daniel García. Paradójicamente Rania es de Trípoli, Líbano, y Daniel es del sur de Texas, USA. Sin embargo el espíritu tragicómico nacional queda impregnado en todo el relato. No es una comedia blanca aunque la actitud del protagonista y el tono del narrador (Daniel Fanego) así lo indiquen. Tampoco se trata de un melodrama, género por excelencia para escenificar las historias que pasan el drama al humor con facilidad. Iniciales SG usa melodías de jazz y toques surrealistas (que parecen sacados de una película de David Cronenberg) para describir los lados oscuros de su personaje. La película suma en cada una de esas decisiones, porque arriesga y profundiza en la miseria de su protagonista. Un reventado que a medida que avanzan los minutos, se aleja del costado infantil del mundo (al estilo Seth Rogen) y acerca a la filosofía de un tipo peligroso lleno de oscuridades. El trabajo de Diego Peretti es fundamental para la película, se expone en cámara en cuerpo y alma, su capacidad de pasar del drama a la comedia en la misma escena son funcionales al tono del relato. Como si el actor tantas veces protagonista de comedias conciliadoras aprovechase esa fama para redoblar la apuesta con sus seguidores. Su mirada esconde la tristeza de un tipo que ansía ser alguien más. Sus gestos acompañan el derrotero del personaje. El personaje de Julianne Nicholson se presenta como su contracara, ingenua y estructurada, la mujer extranjera de visita en el país que se lleva consigo un aprendizaje poco luminoso. Iniciales SG es una grata sorpresa en su manera de representar la mediocridad y la miseria, lleva a puntos carnales los límites humanos asociados a la dependencia del fútbol, el sexo y las drogas en personajes que sólo quieren reconocimiento; y lo hace, como pocas veces se vio, con una verdadera comedia negra. De esas que sólo el cine con cierta independencia parece dispuesto a filmar.
Aun imperfecta, resulta interesante en un panorama bastante adocenado. Las películas de perdedores, cuando están narradas con la distancia necesaria, generan el efecto de lo ridículo combinándose de modo constante. En sus mejores momentos, esta historia de un tipo inmaduro, alguna vez responsable de un disco de covers sobre temas de Serge Gainsbourg, que pasa por la peor semana de su vida logra, gracias a Peretti, ese efecto con nobleza y originalidad. Aun imperfecta, resulta interesante en un panorama bastante adocenado.
Alto, tirando a delgado, sin pinta de galán, cerca de los 50 años, Sergio Garcés trabaja de extra cinematográfico. La historia transcurre en 2014, en una semana impregnada de fútbol porque se juega la Copa del Mundo. En esos días a Sergio le pasan muchas cosas, que incluyen una relación sentimental al paso (se sabrá en un determinado momento que él nunca se enamoró de ninguna mujer), un accidente callejero y varias situaciones de furia. Con estos ingredientes narrativos, Rania Attieh, nacida en el Líbano, y el estadounidense Daniel García, construyeron la trayectoria del protagonista en un tono alejado de un realismo tradicional, con tramos que no parecen buscar la credibilidad. No hay un conflicto que sea el eje argumental, con peso propio, sino un abanico de experiencias en el día a día del extra de cine. La elección de este enfoque no es un problema en sí mismo sino la ausencia de una mayor dosis de interés en el transcurso de la historia. Todo se desliza en medio de climas que van de matices irónicos, de la mano de la imaginación acaso descontrolada de Sergio, a instantes de arrasadora violencia en el interior de un ascensor. Sin que falte una escena de sexo ardiente. El desenlace deambula entre lo que pasa por la cabeza del extra y lo que puede ser una verdad irremontable. La voz en off de un narrador explica demasiado lo que debía haber sido terreno abierto a sugerencias clave. La atracción de "Iniciales SG" hay que buscarla por el lado del tratamiento visual, en el se mueven con habilidad Attieh y García, profesionales galardonados en el plano internacional en distintas oportunidades. Las secuencias, los planos y el montaje revelan solvencia. Pasado en limpio, es una película formalmente bien hecha. El otro soporte positivo proviene del elenco. Pese a la fragilidad del guión, Diego Peretti ofrece una labor sensible, transmitiendo con buenos recursos los vaivenes anímicos de su personaje. A su lado, la actriz estadounidense Julianne Nicholson aporta un trabajo, expresivo, como esa mujer que está de paso en la Argentina y que en un minuto decisivo no oculta sus dudas. A cargo de ese narrador que tiene más participación de lo conveniente, Daniel Fanego luce una impecable dicción. Con sus aciertos interpretativos y desniveles argumentales, "Iniciales SG" deja apenas una débil huella.
Sergio Garces es actor, extra en realidad, y vive intentando alcanzar el éxito que parece no llegar nunca, pero su vida dará un giro inesperado y las circunstancias lo empujaran al extremo. Así es Iniciales S.G., una comedia negra escrita y dirigida por Daniel García y Rania Attieh.
Iniciales S. G. es una película nacional escrita y dirigida por Rannia Attie y Daniel García, protagonizada por Diego Peretti y Julianne Nicholson. El film sigue la vida de Sergio Garcés un actor fracasado que sueña con entrar al territorio “serio” de la actuación, ya que se dedica a hacer bolos y oficiar de actor porno. En la semana en la que la Copa del Mundo 2014 está terminando, Sergio atraviesa una racha de mala suerte al tiempo que comienza un trunco romance con Jane. Hoy nos compete hablar de Iniciales S. G. y lamentablemente tenemos que decir que nos dejó sabor a nada. Vamos a comenzar nombrando los puntos positivos de la cinta, lo primero es el trabajo de dirección, las escenas, los planos y las tomas están bien realizadas y se nota profesionalismo, lo segundo es la actuación de Diego Peretti quien personifica a Sergio Garcés y Julianne Nicholson que hace de Jane, que, por cierto, es el único personaje que nos saca una sonrisa. Ah, y la música. Listo, eso es lo único bueno que tiene Iniciales S. G. Todo lo demás es lamentable. Si bien mencionamos que una de las cosas buenas que tiene Iniciales S. G. es que está filmada profesionalmente desde el punto de vista estético, debemos mencionar que los directores claramente no saben contar una historia. El punto más negativo de toda la película es el uso de una voz en off como narrador, realizada por Daniel Fanego, que no aporta, sino que resta. El uso de un narrador es un recurso que debe ser bien utilizado porque de lo contrario es muy notorio; en Iniciales S. G. el narrador tiene que explicar cosas que deberían ser mostradas por la cámara. De todas las veces que el narrador aparece, solo una o dos lo hace bien, todas las demás (que son muchas) tiene un uso errado y grotesco que es un insulto para el espectador. Sinceramente, el modo de contar la historia es paupérrimo y encima tiene una trama que no llega a transmitir nada y el cierre, que sin dudas es lo mejor de toda la película, es arruinado por la forma en que decidieron llevarlo a cabo. El humor es otra de las cosas en que falla Iniciales S. G., si bien intenta jugar con el humor negro, solo lo hace bien en una sola escena, todo lo demás nos hace sacar una sonrisa incomoda a excepción de Julianne Nicholson que si bien su personaje no termina de convencer al menos es simpático. Para ir cerrando este desastre, los 98 minutos de duración le quedan larguísimos y desde la mitad del film empezamos a sentir el peso de su duración. En fin, Iniciales S. G. es una película que no recomendamos porque con lo poco que hace bien no alcanza ni siquiera para entretenernos. Lo peor de todo es que estábamos ante una trama con potencial y que fue completamente mal realizada.
Los directores y guionistas Rania Attieh y Daniel Garcia reconocidos como cineastas independientes, desarrollaron una comedia negra que tiene como protagonista a un ser sufriente, eterno adolescente, elemental y primario, que tiene como telón de fondo el estado de ansiedad de nuestro país cuando estaba por terminar el mundial de futbol en Brasil y la ilusión de obtener un campeonato mundial parecía posible. Precisamente ese clima que ellos vivieron en una visita a nuestro país fue el disparador de proyecto, que acaba de ser premiado en el Festival de Tribeca. Sergio Garcés se maneja a través de sus impulsos, no razona, tiene pulsiones de conquista que no lo satisfacen, se percibe como actor, cuando su record tiene que ver con ser uno de los extras más convocados, con un pasado de protagonista de films porno. Su existencia la percibe como la consecuencia de hechos ajenos, tiene problemas con el manejo de su ira. Un ser golpeado por la necesidad del éxito que no tiene y la percepción de haber perdido ya sus mejores años, que nunca fueron buenos. La vida vacía de un hombre sin piedad, que no provoca empatía con la oscuridad a flor de piel. En su historia los giros argumentales lo llevan a situaciones de desprecio por el otro, la misoginia, la violencia y situaciones extremas, donde no existe la culpa. Quizás un acto de salvación final y desconcertante. Para Diego Peretti un desafío actoral que él asume con todos los matices para deslumbrar con su trabajo, con un trabajo interior profundo y sentido. Julianne Nicholson perfecta con esa mujer medida y feroz al mismo tiempo. Un clima de policial negro, subrayado por la mirada irónica de los acontecimientos y hechos del pasado que cumplen con la carga de patética pérdida constante, bien subrayada por la fotografía, la dirección de arte y el vestuario. Criaturas perdidas con la fascinación de lo irreparable. Metáfora de una argentinidad que preferimos no ver.
"Iniciales S.G.": luces y sombras de una comedia negra Lo más interesante de la película es el misterio que rodea los comportamientos del protagonista (interpretado por Diego Peretti), un hombre que no sabe muy bien qué le pasa y con una tendencia a lo autodestructivo que parece no tener límites. “Esta es la historia de un hombre que vivió su vida en segundo plano, pero que a pesar de eso nunca sería olvidado”, dice la voz en off antes de los títulos de Iniciales S.G. Ese hombre es Sergio Garcés y se dedica a la actuación. Intenta dedicarse, mejor dicho, dado que lo suyo nunca ha pasado de trabajos menores como extra, algún que otro bolo en cine y televisión y varias participaciones en películas porno, área laboral que da pie a una secuencia con un cameo de Víctor Maytland, amo y señor argento del género de los gemidos. Sí puede ufanarse de haber grabado un disco de covers de Serge Gainsbourg, con quien lo único que comparte son las iniciales. Por fuera de eso, su vida es tan gris como un cielo nublado, una suerte de errancia constante que lo lleva a cruzarse con distintos personajes secundarios que propulsarán las situaciones varias que propone el relato. A partir de esos cruces, Sergio develará las aristas de una personalidad conflictuada, los contornos de un hombre cuya oscuridad tiñe de negro la película entera. Estrenada recientemente en el Festival de Tribeca, la película del norteamericano Daniel García y la libanesa Rania Attieh es, se dijo, una comedia negra. Muy negra en sus mejores momentos, como aquéllos en los que Sergio (Diego Peretti) deja traslucir un mundo interno cargado de una violencia contenida que cada tanto explota de la peor manera posible. Trompeándose en la calle, por ejemplo, hecho por el que ahora debe hacer un tratamiento de manejo de ira. Su periplo tiene como escenario de fondo las semifinales del Mundial de Brasil de 2014, con aquel recordado 7 a 1 de Alemania sobre Brasil y el triunfo de la Argentina sobre Holanda por penales como indicios cabales del paralelismo entre la vida y el fútbol que irá trazando Sergio a medida que avance el metraje. Hay también un festival de cine (llamado, ejem, Bafenuci) y, con él, la presencia de una programadora estadounidense (Julianne Nicholson) que sirve tanto como partenaire de una relación ocasional como de cómplice para un hecho que marca una bisagra narrativa. No conviene adelantar este hecho, en tanto implicaría caer en el cada vez más lapidario terreno del spoiler. Sí puede plantearse la pertinencia de lo que ocurre, si ese hombre, más allá de todos sus quilombos, sería capaz de hacer lo que hace. Lo mismo que la fidelidad de esa programadora que tiene una agenda llamativamente libre de compromisos. Lo más interesante de Iniciales S.G. es el misterio que rodea los comportamientos de Sergio, un tipo que no sabe muy bien qué le pasa y con una tendencia a lo autodestructivo que parece no tener límites. El problema es que la voz en off a cargo de Daniel Fanego sí sabe qué le pasa, y cuanto más críptico, más inasible se vuelve Sergio, más explícitos son los conceptos de este narrador omnisciente que solo observa la acción a prudente distancia cuando le conviene y no cuando debe.
El cine argentino está creciendo a pasos agigantados y hay muchas coproducciones con otros países que lograron posicionar a Argentina muy bien entre la crítica. En este caso tenemos una comedia dramática o mejor dicho una tragicomedia, coproducción entre Argentina, Líbano y EEUU; dirigida por la libanesa Rania Attieh y el estadounidense Daniel García. Lq película está protagonizada por Diego Peretti, que interpreta a un actor de poca monta que está está llegando a los 50, pero actúa como si tuviera 25. Sus amigos lo llaman “Francés” porque cuando era joven grabó un disco de covers del famoso cantante Serge Gainsbourg en castellano y por ese álbum el se cree el mejor del mundo. Todo el film se basa en su sueño de ser actor, cantante y en ocultar un asesinato que no quiso cometer. Las actuaciones son muy buenas en especial el papel de Jane (Julianne Nicholson) que durante toda la cinta habla en spanglish y su interpretación acompaña muy bien al personaje de Peretti. En general la cinta es buena, y tiene una musicalización excelente, los chistes bien Argento y ese aire de grandeza fiel a nuestra cultura se refleja en todo momento. Quizás algunas elecciones de fotografía no son muy acertadas pero no por eso rebajan el film. Está película es una joyita más en el portafolio de Peretti y es esa que todos tenemos que ver en algún momento de nuestras vidas. Por Keila Ayala
Así como en “Sunset Boulevard” el cuerpo inerte en una piscina abría una de las películas más famosas de la historia y ese personaje mediante una cautivante voz en off se presentaba como un experto narrador que nos iría relatando todo lo sucedido, en “INICIALES SG” otro cuerpo, el del propio protagonista, ya no en una piscina sino en un rio, abre la película y así nos iremos introduciendo en la historia. La particular voz de Daniel Fanego como el narrador –uno de los grandes aciertos del filme-, nos irá brindando, poco a poco, los datos necesarios para ir conociendo algunas situaciones y pensamientos que tiene Sergio Garcés en su cotidiano, en un efecto de la voz en off que suma y acompaña al relato y las acciones (y no como muchas otras veces que ese off subraya y repite lo que estamos viendo en pantalla). Mezcla de antihéroe, perdedor o eterno secundario que presume de actor protagónico, SG ha desarrollado una carrera artística tan zigzagueante como sus propios vínculos. De sus múltiples trabajos como extra –inclusive en un festival llega a obtener un reconocimiento por la cantidad de películas incluidas en la programación en donde él participa como extra, aunque en algunas de ella su trabajo haya quedado fuera en el corte final- a actor protagonista de películas porno, sus amigos lo han apodado “Francés” justamente por aquella época en donde se ha dedicado a cantar covers de famosos temas del emblemático cantante Serge Gainsbourg. Este intérprete, astro de la canción francesa que ha sabido mezclar géneros tan disímiles como la “chanson” popular, el jazz y que ha incursionado, inclusive, en el pop es su gran referente personal. Gainsbourg ha sabido abordar varios géneros musicales, y lo mismo pasa con la propuesta que desde el guión y la dirección hacen a nivel cinematográfico Rannia Attieh y Daniel García, en su cuarta colaboración en conjunto. Ella es una directora nacida en Líbano y él es un texano, ambos viviendo en Manhattan, dispuestos a filmar esta aventura que tiene toques inexorablemente porteños y esta mixtura es otra de las rarezas que tiene el filme. La historia que pretenden contar intenta justamente no encuadrarse en ningún género en especial y por lo tanto, apuntan a la sorpresa permanente y a virajes que hacen pasar de la comedia al suspenso, del humor negro al retrato intimista, de cine independiente de autor a momentos de cine noir. Y no solamente comparten esa mixtura de géneros sino que el espíritu de Gainsbourg parece haber dejado marcas en Garcés / Peretti y este alter ego que construye por momentos este “francés” de San Telmo, se conecta por el consumo y las adicciones, una marcada misoginia, su espíritu provocador y ese encanto sombrío que tenía el cantante, que lo ha llevado a diversos problemas cuando fue involucrado en un escándalo con menores. El personaje de Sergio Garcés alcanza momentos de enormes sombras, coqueteando permanentemente con el límite del buen gusto, de lo desagradable, de lo patético, con la particularidad que además deberá lidiar con sus problemas de violencia y de manejo de la ira, que irán acompañando a los giros más potentes de la trama. Lo creativo y novedoso de “INICIALES SG” es que nada de lo que va desarrollando es previsible. Si bien hay una subtrama amorosa con el personaje de una distribuidora cinematográfica (Julianne Nicholson, a quien vimos en “Agosto” con Meryl Streep y Julia Roberts y que veremos en dentro de algunas semanas en la colombiana “Monos”) con quien tienen un amigo en común que los presentará y se cruzarán en ocasión de este Festival, el resto de los disparadores son sorpresivos y como espectadores nunca tenemos la certeza de intuir hacia dónde irá en la próxima escena. Nada es previsible. Nada puede anticiparse. Quienes vayan a ver al Peretti de “Mamá se fue de viaje” “Tiempo de Valientes” “Sin hijos” o “No sos vos, soy yo” saldrán tan desorientados como ha sucedido con el protagónico de Darín en “La Cordillera”. Peretti, en esta ocasión, no solamente demuestra todo su potencial y su capacidad de abordar cualquier personaje, sino que explora las zonas más oscuras, más incómodas y se entrega por completo a este Sergio que compone con un gran nivel de detalle, incluso en sus reacciones y sus comportamientos más desagradables. Basta verlo pasearse con un slip blanco raído y manosearse tumbado en un sofá de su lúgubre departamento, para darse cuenta de su total entrega a una composición despojada de sus anteriores personajes dentro de un cine más comercial, y que comparte en ciertos momentos, algunos rasgos y la negrura de su personaje en “Showroom”. La actuación de Peretti potenciada con un guión que elige no encasillarse en ningún lugar común y que busca permanentemente la innovación, son efectivamente el punto más alto de “INCIALES SG” A Julianne Nicholson se la nota ajena, con una química que no termina de amalgamar con el resto de la propuesta, pero no significa que no sea funcional a la trama y a lo que se pretende contar, aunque se extraña esa falta de complicidad que hubiese perfeccionado aún más el trabajo. Enmarcada en pleno Mundial, la pasión argentina por el fútbol es otro de los hilos argumentales, máxime que Sergio cree fervientemente que la suerte del seleccionado nacional está atada a la suya propia: ¿será que la selección pierde porque a él no le está yendo nada bien o que como la selección pierde su espiral descendente se acentúa más y más? Para cuando queramos encontrar una respuesta, Attieh y García nos regalan nuevamente como una gran elipsis, la misma evocación al “Sunset Boulevard” de la apertura, esta vez con otras connotaciones, otras reflexiones, una gran sorpresa y ese entramado que nos queda girando en la cabeza un buen rato después de abandonar la película.
Iniciales SG: El perdedor que se cree canchero. Diego Peretti protagoniza una comedia negra sobre el ser adulto, sentirse adulto, el fútbol, el amor, el crimen y el trabajo de actor. “Iniciales S.G.” es una película atractiva por todos los temas que toca, aunque ninguno lo trabaje en profundidad. La trama no es interesante pero el espectador se mete en la cabeza del protagonista para querer ayudarlo con sus problemas. La historia va abriendo muchos frentes que después son difíciles de cerrar, por lo que se queda en la mitad pero eso no la hace mala. Coproducida por Argentina, Estados Unidos y Líbano, escrita y dirigida por la libanesa Rania Attieh y el estadounidense Daniel García, es una mezcla de todo: humor, comedia negra, enredos, policial y drama. Sergio Garces (Diego Peretti) se ve a sí mismo como alguien canchero, atractivo y talentoso. Está llegando a los 50, pero él actúa como si tuviera 25. Sus amigos lo llaman “Francés” porque cuando era joven grabó un disco de covers del famoso cantante Serge Gainsbourg en castellano. Vive en Villa Crespo, toma mucho alcohol y fuma mucha marihuana. Trabaja de extra en muchas películas pero su sueño es ser actor. Tampoco rechaza participaciones en el porno. Cree que su destino está atado a la suerte de la Selección Argentina de fútbol. En la semana en la que la Copa del Mundo 2014 está terminando Sergio atraviesa una racha de mala suerte. Conoce a Jane, una distribuidora estadounidense, que está de paso por viaje de negocios, y a partir de ese encuentro la su vida no será la misma. Deberá lidiar con su carrera fallida, un romance que no le interesa con una extranjera (Julianne Nicholson) y un crimen que no quiso cometer. Si algo eleva a la película para que sea muy buena es el reparto. Dicho mejor, Diego Peretti y Julianne Nicholson, son quienes se encargan de darle profundidad y sensibilidad a la historia. Entre ellos, la química es innegable y abrumadora. Las ideas son buenas, sobre todo pensando en que 2 extranjeros recrearon escenas costumbristas argentinas y le salieron muy bien, pero no logran una historia concluyente luego de todo lo planteado a lo largo de la narración. Podría haber sido mejor explorado alguno de los temas, más allá del estereotipo de argentino canchero venido a menos. “Iniciales S.G.” deja una sensación rara en el espectador. La película es entretenida aunque si después se reflexiona sobre la misma, decanta en otra conclusión: la historia no tiene conflicto. Pero sigue siendo entretenido ver a Peretti contar la vida de este perdedor que quiere remontar su vida de alguna forma. Podría haber logrado más, sí. Pero funciona así también
Daniel García y Rania Attieh seleccionan a Diego Peretti y Julianne Nicholson como protagonistas de un relato sobre el mundo del cine, la actuación y el fútbol que además se entrecruza con un contexto adverso en una historia diferente para una comedia que hay que ver. Peretti INCREIBLE.
Indudablemente esta película es una curiosidad. La historia pasa por un extra y a veces actor porno, Sergio Garcés, que se hizo popular cuando grabó un disco de covers de Serge Gainsbourg, pero que ya tiene cincuenta años, sigue trabajando de extra y viviendo como un adolescente. Con el escenario del Mundial del Fútbol de 2014 y un festival de cine independiente, una productora gusta de Sergio y logra una que otra vez atraparlo. Pero Sergio, un tanto reacio a la continuidad erótica de la simpática pero ya no tan joven productora, se resiste. Lo que pasa en un ascensor entre este personaje de pocas pulgas y un chico claustrofóbico acerca impensadamente a la pareja y pone efervescente el relato. SURREALISTA "Iniciales S.G." es una loca comedia negra muy bien construida, con picos de suspenso, momentos de novela negra y una música tan original como atractiva. Si la historia es original, el hallazgo del elenco ideal es otro punto a favor. Uno no termina de preguntarse de dónde sale el interés de estos directores treintañeros por Gainsbourg, un cantante y actor vanguardista, émulo de Vian, censurado por el Vaticano por sus canciones eróticas, pero de fama en los "60-"70, cuando ellos no habían nacido. No sabemos, pero que manejaron la inspiración con encanto y frescura es una realidad, por no hablar del elenco. Nunca tan buen actor, al borde de continuos precipicios dramáticos, el gran Diego Peretti. Y qué comentar de la chaplinesca Julianne Nicholson, que parece salida de una comedia muda de Wes Anderson. Algunos intercambios de miradas y gestos con Peretti son inolvidables. Por no aludir a la barra que acompaña a Sergio Garcés y hasta el cameo del director Víctor Maytland (Sena para los conocidos), baluarte del cine porno argentino. Sin olvidar a Daniel Fanego como relator de una historia a lo Fontanarrosa. También hay que destacar los covers de Gainsbourg con música de Rusansky y Andrés Ortega, más letras de Gianotti y Tomei. Una curiosidad estética que pasa por el policial, la comedia loca, la música vintage y un capolavoro de Peretti, digno de disfrutar.
Afiliadas actuaciones, pero con un humor negro que puede dividir las aguas. Una de las definiciones de riesgo narrativo es la de contar y estrenar una historia con un protagonista poco o nada querible, en un contexto de humor negro. Un riesgo que duplicado no solo por la falta de identificación, sino por mostrar el lado más oscuro de nuestra humanidad sin ninguna redención posible. Esta parece ser la intención en la que se enmarca Iniciales S.G. Historia de un Francés El protagonista Sergio Garcés comparte iniciales con el cantante Serge Gainsbourg, pero le dicen “el Francés”. Es en este apodo, digamos, cariñoso, que recibe el protagonista, donde siente una onza del reconocimiento al que aspira pero le es esquivo. Su búsqueda de que Garcés sea sinónimo de Gainsbourg. Por el momento, una similitud en la acentuación esdrújula entre su nombre y el gentilicio no es mal lugar para empezar. Iniciales S.G. no es solo una apuesta destacable por ser encabezada por un personaje nada tribunero o por su acento en el humor negro, donde el espectador ve sufrir al protagonista a cada paso del camino, sintiendo que levemente se lo merece por su violencia interna. Es también una apuesta por la senda narrativa que la película elige para hacer circular a su personaje, que está completamente alejada de cualquier clasicismo. Esto es una rodaja de vida; no hay otra meta más que mostrar un par de días, decisivos y dolorosos, en la vida de un personaje. Ese alejamiento del clasicismo es lo que más ayuda a aceptar la (coloquialmente hablando) mala leche que tiene la película. Iniciales S.G. hace uso del amor por el fútbol como subtexto. Como una manera de exteriorizar, de hacer universo a la personalidad del protagonista. Ese contexto, o al menos del modo que lo asumimos a través de su punto de vista, es mostrar a la selección argentina como el protagonista: llegan a la final teniendo todo para ganar, pero por H o por B no ganan. Aunque podríamos decir que esa H o esa B podrían ser la vanidad, el cinismo y el cortoplacismo al querer una victoria masiva en el menor tiempo posible; una exigencia que se vuelve más imperante conforme uno envejece. Es situación la atraviesa el personaje interpretado por Diego Peretti. No obstante, Iniciales S.G. es en cierto modo una historia de cambio, aunque esta crítica se aventura a afirmar que un ejemplo más rotundo del mismo está manifestado en el personaje de Julianne Nicholson. Si bien al espectador le puede llegar a causar algo de lástima la indiferencia que el personaje de Peretti ejerce en ella, sus gestos, sus actitudes, y un llamado telefónico es lo que proponen esta enorme pronunciación. Párrafo aparte merece el trabajo de narración en voice over a cargo de Daniel Fanego. No es ninguno de los protagonistas, y es un recurso más novelístico que cinematográfico. Pero cuando se usa bien es cuando aporta detalles que la imagen no puede rendir por si mismos. Detalles de la historia previa de los personajes dichos por este narrador, pero ubicándolos en momentos cruciales. Es esa narración austera, disociada, pero con un fuerte dejo de ironía, es donde suele latir más fuerte el corazón del humor negro de esta historia.
"Condenado al éxito" es una definición que le viene al dedillo a Sergio Garcés, el personaje que interpreta Diego Peretti en "Iniciales S.G.". Es un papel bastante alejado a los que Peretti suele interpretar y una peli también de un estilo bizarro-independiente. Una especie de Forrest Gump en decadencia. Quién es Sergio Garcés: es un extra, un actor que nunca llegó a un protagónico, incluso, ha filmado alguna que otra porno. En el marco de un BAFICI que no se llama así pero se da a entender que funciona como el tradicional festival de cine independiente de Buenos Aires, S.G. se enfrenta al drama, al crimen, a la búsqueda de un trabajo, bolo o changa y a un romance ocasional. Todo junto, todo revuelto con humor negro como ingrediente adicional del cóctel en pantalla. Un serie de sucesos descontrolados van forjando el destino de este hombre que lleva las iniciales como un homenaje a Serge Gainzbourg, un polémico cantaautor francés al que físicamente se parece y con el que a la vez compartirá el nombre de una mujer, Jane. La Jane de este filme es atípica, interpretada por la norteamericana Julianne Nicholson, con cara de ángel que puede convertirse en demonio al lado de Garcés y sus circunstancias. La historia tiene un narrador, la voz en off de Daniel Fanego que revelará cuál es el espíritu del extra que es protagonista para la peli en cuestión: siente que su suerte está atada a la de la Selección Nacional de fútbol, encima en medio del mundial de Brasil de 2014. Si la Selección gana, Sergio gana; si la Selección pierde, bueno... la suerte de Sergio, también se vuelve negra. Otro detalle es que la trama que descubre este pesimismo-ansiedad-futbolístico-vital del porteño fue escrita y dirigida por un norteamericano y un libanés: Rania Attiah y Daniel García. La peli gana en una excelente banda sonora y post producción de sonido con el Skywalker Sound, un lujo. El Festival Sundance es uno de los sponsors del filme y se estrena con un premio en el Festival de Tribeca, otro evento dedicado a la cinematografía independiente. Para los que se acuerdan de los primeros tiempos del BAFICI en su sección Vanguardia o la Nocturna, me parece que tienen una opción en cartelera que revive esa clase de filmes poco frecuentes con tantos títulos comerciales.
A Sergio Garcés (Diego Peretti) lo llaman "el francés", porque supo grabar covers en español de las canciones de Serge Gainsbourg. Pero de eso hace tiempo ya. El tipo, ahora, es un actor con trabajos esporádicos como extra y hasta en el porno. Fanático de la selección argentina (la acción sucede durante una copa del mundo), seductor, va por la vida con una actitud canchera, hasta que sufre un accidente en su bicicleta que le rompe la nariz, y acaso lo obliga a asumir la mala racha. Iniciales S.G. es una película difícil de descifrar. Que se regodea en un protagonista neurótico con el que cuesta empatizar o que directamente cae mal. Con un argumento plagado de situaciones gratuitas, y bastante truculentas, que aparecen (y desaparecen) porque sí, mientras se burla, desde la voz en off de un relator (Daniel Fanego) de situaciones que tienen muy poca gracia, desde la humillación a las mujeres al suicidio o los festivales de cine a la Bafici. Con intención quizá de provocar, y a pesar del oficio de su protagonista -la mayor virtud de todo el asunto-, una película que juega con el cinismo, y hasta con la crueldad, con tan poca justificación que el resultado está más cerca de lo desagradable.
"Iniciales SG" es la historia fragmentaria de un perdedor. Extra de cine, actor porno, objeto de deseo de mujeres que buscan un romance exótico y exprés, Sergio Garcés es también un tipo con pocos sentimientos, aparentemente ni buenos ni malos, que confiesa que nunca se enamoró. Descortés, poco empático, agresivo por momentos, Peretti construye en detalle a Garcés en un trabajo convincente cuyo desarrollo en la pantalla se ve interrumpido por el recurso recurrente de la voz en off para explicar lo que es narrado en imágenes. Esta premiada película de Rania Attieh y Daniel García, va a su ritmo pausado del humor a la tragedia sin importar si se trata de mostrar las pequeñas desgracias cotidianas que caen sobre SG como una bomba, o de escenas sexuales interrumpidas por incidentes inoportunos o una muerte involuntaria.
Sergio Garcés es el nombre del protagonista que da título a este filme de Rania Attieh y Daniel García: Iniciales S.G.. Pero, aunque suene curioso, S.G. no es protagonista de su propia vida. Como dice la voz en off que presenta la historia, Garcés (encarnado por Diego Peretti) vivió siempre “en segundo plano”. Y este dato no es menor teniendo en cuenta que él es actor o mejor dicho extra de películas de poca monta. Lo único que tiene para alardear es un pasado como cantante de covers de Serge Gainsbourg (de ahí también el título de la película), algo que supo darle, junto a su participación en el cine porno, cierto status hoy perdido, aunque a Garcés eso ya ni le perturba. Hasta ahí todo muy bien (o casi bien) pero la personalidad conflictuada de S.G lo termina involucrando en un crimen. A partir de ese momento los ataques de ira, la monotonía de su trabajo y su incapacidad para vincularse con el sexo opuesto cobran otro sentido. En el medio ocurre el Mundial de Fútbol de Brasil 2014 y por esas cuestiones de la vida el actor siente que su historia está ligada con la selección de fútbol argentina. Si a Argentina le va bien a él le irá bien, pero si a Argentina le va mal, él sufrirá las consecuencias. Ya sabemos cómo fue la final de aquella competencia. Esta comedia negra tiene como virtud desnudar la humanidad de un ser que parece común y corriente al que nunca le pasaron cosas comunes y corrientes. Habla de alguien que no puede contener la ira acumulada que guardó durante años de ninguneo e invisibilización. El clima sonoro y la fotografía le aportan un dramatismo singular que a su vez dejan colar el humor más sutil y efectivo. La voz en off a cargo de Daniel Fanego le suma más suspenso al enigma porque como narrador omnisciente sabe desde el minuto uno qué pasó con S.G pero no lo descubre sino hasta los últimos segundos. En el medio nadie puede sospechar los detalles del desenlace. En suma, esta película que roza todo el tiempo el absurdo no es para nada absurda, sino todo lo contrario. Hay un profundo sentido de humanidad detrás de la elaboración de cada personaje. Y ¡guarda! si alguien quiere burlarse de Sergio Garcés porque puede sufrir las consecuencias. Y puede también que sepa lo que eso implica hasta el desenlace final.
Acá el protagonista es Sergio Garcés (Diego Peretti, “Mamá se fue de viaje”, “Casi leyenda”) que trabaja como extra en las películas, inclusive de las porno, ya tiene cerca de 50 años, no le está yendo bien, circula por la ciudad en bicicleta sin casco y por esa imprudencia, tiene un accidente en la calle. Es algo malhumorado y ante ciertos hechos reacciona mal eso lo lleva a tener problemas con la justicia. Es bastante inmaduro, en decadencia, se cree un ganador con las mujeres, no se queda a dormir con ellas después de tener relaciones sexuales, no quiere relaciones estables, huye al compromiso, él cree que su suerte se relaciona con todo lo que le sucede a la Selección Argentina de Fútbol que justo está disputando la Copa Mundial de Fútbol en 2014 en Brasil. Otro dato es que hace unos años Sergio grabó un disco con canciones de Serge Gainsbourg, de ahí el título del film “Iníciales SG” y que sus amigos lo apoden “Francés”. También consume droga y circunstancialmente se encuentra ligado a una mujer que ve algo que no debía. Esta es una coproducción entre Argentina, Estados Unidos y Líbano, escrita y dirigida por la libanesa Rania Attieh y el estadounidense Daniel García. Su desarrollo intenta mezclar humor absurdo, la comedia, la sátira y el policial negro con toques costumbristas. Tiene como protagonista a Diego Peretti que se atreve a todo y logra lucirse con creces y está bien acompañado por la actriz y modelo estadounidense Julianne Nicholson (“Monos”, “Yo, Tonya”). La trama muestra personajes que son perdedores, están en decadencia, son antihéroes, además cuenta con un buen ritmo y música, con la voz en off de Daniel Fanego, que no le suma demasiado, tiene personajes secundarios que no aportan mucho, un final caído y que deja sabor a poco.
Sergio Garcés tiene las iniciales S.G. A pesar de pintar canas él se sigue viendo a sí mismo como un joven atractivo y talentoso. Como personaje de policial negro, su entorno se complica mucho más de lo que él puede controlar y la noche, desde un comienzo, se cierne sobre él. SG de joven grabó un disco de covers del famoso cantante Serge Gainsbourg en castellano, las iniciales lo llevan a emularlo también en la vida real. Trabaja de extra en muchas películas pero su sueño es ser actor. En la semana en la que la Copa del Mundo 2014 está terminando Sergio atraviesa una racha de mala suerte. Debe lidiar con su carrera fallida, un romance que no le interesa con una extranjera y un inesperado crimen lo sumergirá en una pesadilla. La película tiene más ideas que la casi totalidad del cine argentino y eso no puede ser obviado, pero aun así la elección del actor no funciona y la trama pierde fuerza, sin poder mantener la promesa inicial de una película que prometía más.