En busca de la hechicería perdida El nuevo film de la productora Pixar, Unidos (Onward, 2020), cuya traducción literal es “adelante”, es un film animado sobre un adolescente cuyo padre ha fallecido antes de que él naciera y que al cumplir dieciséis años recibe un báculo de mago con instrucciones para revivir a su progenitor por un día. Ian es un adolescente flaco y taciturno, tímido, sin amigos, que aún no encuentra su lugar en el mundo, a diferencia de su hermano, Barley, un joven extrovertido y corpulento un par de años mayor que él. Lleno de energía e impetuosidad, pero siempre guardián de su hermano, Barley impulsa a Ian a emprender una cruzada para encontrarse con su padre ante un percance en el hechizo que lo debía traer de vuelta, el cual solo consigue revivirlo de la cintura para abajo. La mitad del padre y sus hijos emprenden así la búsqueda de un diamante mágico en una aventura que les permitirá encontrarse por primera vez, pero para ello Ian deberá aprender el arte de la hechicería bajo la supervisión de su fanático hermano. El relato se centra en la recuperación de las tradiciones mágicas perdidas debido a su reemplazo por la tecnología, que de a poco ha domesticado a todos los seres, convirtiéndolos en dependientes de sus artefactos y olvidando sus poderes. Tan solo la urgencia ante el peligro permite su recuperación, algo que aparece por ejemplo en los hechizos de Ian o en escenas con las hadas. En un mundo donde la magia estaba al servicio de la solidaridad, la tecnología ha apaciguado la aventura y eliminado la historia. Barley, un jugador de rol, combina la practica lúdica con el conocimiento histórico en una defensa de las tradiciones identitarias y del patrimonio mágico de la ciudad que expone los conflictos entre el progreso y la tradición, la tensa convivencia entre la necesidad de no olvidar el pasado y la mirada del presente fijada en el porvenir. Unidos trabaja con gran detallismo tanto la imagen como la construcción de los personajes y la acción. Además introduce ideas progresistas sobre respeto y convivencia en la narración sin forzar ninguna escena ni ningún tópico. La historia rompe con la construcción clásica de personajes mágicos, presentando unas hadas motoqueras punk, una mantícora transformada en emprendedora y un juguetón dragón mascota. El juego con los estereotipos de la mitología permite construir situaciones cómicas que funcionan muy bien y plantean una mirada menos solemne de los mitos aunque no menos respetuosa. El guión del director Dan Scanlon junto a Jason Headley y Keith Bunin tiene un gran desarrollo psicológico de cada personaje. Desde el despertar del instinto salvaje de la mantícora hasta la madre guerrera, pasando por el policía centauro, los unicornios que revuelven la basura o las hadas punk, cada personaje tiene sus particularidades cómicas y gestos característicos, pero también un conflicto con el pasado alrededor de los poderes dormidos que poseen. El final de la aventura tiene sus claroscuros, lo que permite que algunos personajes se destaquen, especialmente los personajes femeninos, y que se cierre la narración pero sin sorprender demasiado con la conclusión, la siempre esperable redención y el encuentro de la identidad con la consiguiente pérdida de la timidez. La música de Mychael y Jeff Danna compuesta especialmente para la película es realmente extraordinaria, aportando a la construcción de las escenas y por supuesto ofreciendo canciones inolvidables. La banda sonora también incluye composiciones de Tom Petty, Danny Elfman y The Cars en un combo nostálgico muy acorde a la propuesta del film, que apela constantemente a la retromanía con una estética de cine de los años ochenta. Scanlon, que ya había dirigido la precuela de Monsters Inc. (2001), Monsters University (2013), logra aquí crear una historia sobre la necesidad de convivir con el pasado sin olvidarlo, considerándolo como una enseñanza ancestral que no debería ser eludida para no repetir los errores de antaño. De esta forma Pixar consigue otra película cálida y entrañable, con un diseño de imagen impecable, excelentes canciones y una historia para redescubrir la relación con el pasado no siempre tan lejano.
Después de entregarnos dos secuelas seguidas, «The Incredibles 2» (2018) y «Toy Story 4» (2019), Pixar vuelve a deleitarnos con una nueva historia original. Si bien varias secuelas de la compañía de animación más famosa del mundo mantienen un standard de calidad altísimo (no es el caso de «Cars 2», «Cars 3» y «Monsters University»), siempre resulta más atractivo descubrir sus historias nuevas con ese aire fresco que suelen tener. «Onward», título original, que vendría a traducirse como «adelante» o «hacia adelante» (respecto a una aventura) presenta un doble sentido que podríamos relacionarlo con el futuro de la compañía. Primero porque el estudio de la lámpara comienza una nueva etapa sin la presencia de John Lasseter como director creativo, tras los incidentes de acoso sexual que se le adjudican. Lasseter fue una piedra angular tanto dentro de Pixar como de Walt Disney Animations Studios, y «Unidos» significa el primer paso sin la supervisión del animador, productor y director. Por otro lado, también representa el punto de quiebre de una seguidilla de secuelas siendo la más reciente película original desde «Coco» (2017). Cabe aclarar que la próxima película de Pixar también representa un relato nuevo llamado «Soul» y que se estrena en junio de este mismo año. Disney Pixar no estrena dos películas originales seguidas desde 2015 donde había producido «Inside Out» y «The Good Dinosaur». Si bien «Unidos» no es una obra maestra de la animación, sí representa una más que digna adhesión a la familia Pixar, otorgando momentos hilarantes, emotivos y novedosos, tal como nos tiene acostumbrados desde 1995. Algo realmente destacable y sorprendente luego de que se revele que Dan Scanlon («Monsters University») iba a ser el encargado de dirigir el film y de presentar los primeros avances donde se veía un diseño de personajes bastante extraño para lo que es Pixar y que parecía más en consonancia con el estilo de algunos estudios de la competencia. No obstante, el largometraje es un relato conmovedor, el cual se nota que fue realizado con el afecto y la minuciosidad que suelen caracterizar a los relatos del estudio. Esta obra cuenta una historia que se ambienta en un mundo de ensueño y fantasía donde todo el encanto, la hechicería y la magia se fue perdiendo a medida que fue pasando el tiempo y la sociedad se fue «aburguesando» y/o convirtiendo en una fantasía suburbana que tiene más que un punto en común con las sociedades modernas que se dan en las grandes urbes actuales. En aquel contexto dos hermanos elfos adolescentes Ian y Barley Lightfood (Tom Holland y Chris Pratt) descubren un mensaje que les dejo su difunto padre en el cual sugiere que todavía puede existir un poco de magia en el mundo que les permita pasar un último día con él. Así es como ambos se embarcan en una aventura de épicas proporciones que no solo los llevará a descubrir cosas nuevas en el camino por conocer a su padre (que murió cuando eran muy pequeños como para recordarlo) sino también inducirlos a un viaje introspectivo y de autodescubrimiento. La cinta presenta un guion inteligente que Scanlon coescribió junto a Jason Headley y Keith Bunin dando justo en la tecla en lo que respecta a desarrollo de personajes. El arco dramático de este dúo protagónico está muy bien definido y es interesante cómo se trabajó cada una de sus psicologías que los van llevando a un camino hacia la madurez. También está muy bien representada la dicotomía o la puja entre las tradiciones y lo novedoso, o esa idea de cómo la tecnología influye en nuestra forma de relacionarnos y nos distancia de algunos aspectos positivos de las viejas formas. Así es como veremos que los personajes clásicos de la literatura fantástica fueron adaptándose a los tiempos modernos y cambiando su esencia, a veces por elección (como es el caso de las maravillosas Hadas motociclistas Punk) y a veces en consecuencia (como la Manticora, interpretada por la maravillosa Octavia Spencer o los unicornios que se convirtieron en ratas que husmean en los tachos de basura de la ciudad). Pero la clave y el corazón de la película están puestos en las metáforas que se van erigiendo sobre la hermandad, la fraternidad, la pérdida y el rol de la familia. Estos dos hermanos disímiles aprenderán a convivir y a abrirse ante el otro para poder apoyarse mutuamente. Este nuevo opus de Pixar nos recuerda un poco a las películas de aventura de los ochenta como «The Goonies» (1985), donde los personajes deberán emprender una travesía en forma de búsqueda del tesoro. También posee algunos elementos de las road movies ya que ambos se montan en la camioneta de Barley y deberán enfrentar algunos clásicos periplos que se dan en los viajes de carretera. En el apartado visual, dejando de lado el polémico diseño de personajes que parece más al estilo de Dreamworks Animation o Illumination Entertainment, la animación es impecable. Cada vez es más realista (irónicamente) todo lo que tiene que ver con las texturas, la reacción de los fluidos y la física en general del mundo representado. A su vez, el trabajo de los fondos es algo en lo que Pixar no tiene comparación o rival alguno ya que son desarrollados con una rigurosidad y detalle inigualables. «Unidos» es una película maravillosa e inteligente que brindará entretenimiento para toda la familia llegando al corazón tanto de grandes como chicos. Especialmente en su final, el cual además de ser súper entretenido y emotivo fue ejecutado de manera brillante cerrando perfectamente todo a nivel narrativo. Un film lleno de magia.
Los hermanos sean unidos Unidos (Onward, 2019), la nueva producción animada de Disney Pixar, se inscribe dentro de un tipo de género que bucea en la emocionalidad de los protagonistas y un sinfín de lugares comunes para encontrar la aprobación en los espectadores. En la historia de dos hermanos que deben solucionar un “pequeño” inconveniente asociado a su legado, con la magia y universos de seres míticos como telón de fondo, esta propuesta, con una mirada masculina (aunque incorpore al primer personaje animado LGBTIQ dentro de Disney y subraye la idea de una nueva madre ama de casa) desarrolla el camino del héroe necesario para que sus personajes se transformen y también a su entorno, haciendo progresar el tempo del relato multiplicando su línea narrativa. Ian cumple 16 años, los recuerdos de su padre fallecido a poco tiempo que naciera son su más preciado tesoro, dueño de una profunda timidez, a diferencia de Barley, su hermano, y su madre, cuando ésta le revela una “sorpresa” guardada durante años para la ocasión, comenzará un derrotero para solucionar el obstáculo para poder reencontrarse por un día con su progenitor. El guion del director Dan Scanlon, con la participación de Jason Headley y Keith Bunin, presenta de una manera detallada a cada uno de los personajes principales y secundarios, ogros, gnomos, elfos, unicornios, y otros seres fantásticos, humanizados, que configuraran el lugar en el que Ian y Barley deberán transitar para solucionar, en menos de 24 horas, la conexión con su pasado y la magia. De esos dos puntos mencionados, la magia y el pasado, Unidos extrae su trama, la que apelará a una estructura clásica de tres actos, sin novedades ni tampoco un desarrollo de la animación sorprendente, yendo a lo seguro y buscando la lágrima fácil. La previsibilidad afecta el visionado, su acercamiento a Fin de semana de locura (Weekend at Bernie’s, 1989) le quita verosímil y su persistencia por conectar más con los adultos que con los niños, le resta frescura y originalidad a una historia que evidencia algunos problemas narrativos y que desea trascender su forma de película animada a toda costa. Con una crítica hacia el progreso y el avance tecnológico, la desconexión entre seres y vínculos, Unidos podría haber espejado de otra manera su necesidad por manifestar la pérdida de la inocencia en cuanto a relatos y propuestas para niñes, evitando que aquello que impulsa la narración desde la primera escena, luego se diluya sin explicación alguna. Adelante, tal su título original, curiosamente, habla de avance, de una línea de tiempo que necesita del progreso para seguir existiendo, algo que la película sabe y por eso transita con humor y lágrima fácil, para desarrollar el derrotero de dos jóvenes que tienen que asumir su parte en un mundo que dejó de creer en lo mágico, y que en la ausencia de nuevos senderos y creencias, la unión y hermandad, como así también la recuperación del pasado, serán la única salida viable a aquello que enfrentan como imposible: volver el tiempo atrás.
Los elfos, la dragona leona y el policía centauro.Crítica de Unidos Florencia Fico Hace 2 horas 0 1 La película estadounidense “Onward” compone un universo fantástico en los suburbios con un claro mensaje contra el avance de la tecnología; que restringe los vínculos sociales ya sea con un reproductor de música, un programa televisivo, celulares y videojuegos. Por. Florencia Fico. El argumento del filme se ve montado en un universo imaginario suburbano, dos adolescentes hermanos elfos, Ian(Tom Holland) y Barley(Chris Pratt), inician una caravana en la que se disponen hallar si es posible algo de la magia que les posibilite estar un día con su papá ya fallecido en el momento de sus infancias con el fin de recobrar su memoria. El director y guionista Dan Scanlon continúa planteando escenarios juguetones al mejor estilo Monster University su trabajo anterior con la productora Pixar aunque no eleva la vara mezcla criaturas mitológicas humanizadas. En la progresión de su filme puede combinar paisajes fantásticos y transformándose en espacios urbanizados donde la adaptación es natural. Los diálogos manifiestan la adaptación de las sociedades a la tecnología en desmedro del encanto mágico, la ausencia paterna, la epopeya de la época de las cruzadas y los rituales de la hechicería en plena era del click. La carencia de la figura del padre; es un reflejo de lo que vivió el realizador cuando muere su papá quien se inspiró cuando escuchó un audio del suyo. La animación no hay dudas que hubo trabajo en cada personaje ya sea Ian con la voz dulce de Tom Holland con un estilo intelectual y neutral encaja idealmente. Su hermano Barley va por otro lado es mucho mayor, delirante y desaforado posee un look punk rock. Son opuestos complementarios. Otros protagonistas interesantes fueron La Mantícora(originaria de la mitología persa) con la composición vocal de la cómica Octavia Spencer un rol clave para que los chicos recopilen información sobre el mundo ancestral en brujería, su aspecto da múltiples interpretaciones se percibe una dragona leona u osa con cola de escorpión. Lo mismo sucede con el novio de la mamá de los hermanos un policía centauro Colt Bronco(Mel Rodriguez), otros oficiales como faunos o cíclopes. Animación y reparto ensamblan de forma ideal. Y recicla figuras antiguas como pegasos, sirenas, unicornios, hadas y troles. La cinta animada bajo la tutela de Scanlon recrea una obra fantástica urbana con un flujo balanceado entre ambientación y su narrativa conmovedora. Logra una alquimia magnética entre los hermanos Ian y Barley, en ellos ahonda la noción de confianza, valentía y travesura lo que da como resultado una aventura humorística con Octavia Spencer. Puntaje: 75.
Crítica emitida al aire en Zensitive Radio Nordelta
La capacidad de Pixar no sólo radica en su innovación tecnológica (capaz de ir cada vez más allá a nivel de imagen y nuevas técnicas), o en la cantidad de premios que ya tiene en su haber, o en la taquilla, o en su manera de vender muñecos, de estar a la vanguardia… Pixar tiene una capacidad única de crear universos narrativos propios, únicos, irrepetibles… y adentrarnos en ellos en menos de 120 minutos. Si le creíamos a la historia de un universo futurista post-apocalíptico y a una amistad de un robot con una cucaracha, o que los muñecos pueden hablar, o que un hombre decide llenar su casa de globos para salir volando, o que una rata puede ser chef… fue porque Pixar nos hace creer que esos relatos son posibles, y que son nuestros. Sea de la generación que sea. Y con Unidos, lo hace de nuevo. En este mundo, la magia existía desde los albores de la humanidad. Una humanidad mágica, más cercana a las criaturas mitológicas. Pero la misma, pensada para ayudar a quienes más lo necesitaban, era un arte complejo… por lo que la aparición de la tecnología fue ganándole terreno y convirtiendo a todos estos seres en una involución de sí mismos (no al nivel de los obesos de Wall-E, pero con la misma crítica). Pero la magia siempre quedó allí… esperando. En el presente Ian (voz de Tom “Spider-Man” Holland) está cumpliendo 16 años… nunca conoció a su padre (que falleció unos meses antes de nacer) y vive en una familia ensamblada con su hermano mayor Barley (voz de Chris “Star-Lord, men” Pratt), su madre Laurel (voz de Julia “Veep” Louis-Dreyfus) y su padrastro: el Centauro policía Colt Bronco (Mel Rodriguez). Su madre, lo reúne con su hermano y les entrega un regalo post-mortem que su padre había dejado una vez que Ian cumpliese los 16 años: un báculo. Sí, el padre era un mago, ¿el truco? un encantamiento capaz de permitirle pasar 24 horas en el mundo de los vivos para poder tener por primera vez una charla entre padre e hijos. Barley (un rebelde total, metalero y amante de los juegos de rol) intenta el encantamiento sin suerte; pero Ian al sostener el báculo descubre que tiene la capacidad de hacer magia, claro que el hechizo sale mal y el padre queda re-aparecido en el mundo de los vivos por la mitad. Sí, por la mitad… de la cintura para abajo. ¿Entonces? cómo si fuera una suerte de Fin de semana de locura (Weekend at Bernie’s, 1989) el dúo de hijos deberán recuperar una piedra capaz de completar a su padre en menos de 24 horas. Pero en lugar de cargar con un hombre muerto y hacerlo pasar por vivo, deberán hacerlo pasar por un hombre completo en el medio de un mundo de fantasía y tecnología muy similar a la nuestra. La historia en su estructura es muy parecida a Buscando a Nemo, con tres líneas paralelas que se encuentran hacia el final y permiten explotar las características de cada uno de los personajes. Los hermanos en su quest (término de los juegos de rol) por tener la posibilidad de conocer a su padre, la madre junto a un ser mitológico (la Manticora, en la voz de Octavia Spencer) buscando a sus hijos para protegerlos de una maldición, y el padrastro intentando entender que está sucediendo. Unidos (Onward en su título original, que significa “Avanzando / Hacia adelante”, un título que funcionaría mejor) es una muestra garrafal de lo que Pixar es capaz: una historia creativa y llena de imaginación, personajes tridimensionales con motivaciones reales y empáticas, conflictos claros y bien resueltos, emoción pura sin golpes bajos y una exquisitez visual tan bien lograda que muchas veces se confunde con el live action. Sin olvidar que logran establecer un personaje que ESTA COMPUESTO SOLO DE DOS PIERNAS. Pixar es sinónimo de calidad innegable, de apostar siempre a más en cada una de sus películas, demostrando que nunca llegamos a ver lo más alto de su vara… como tampoco logramos ver la parte de arriba del padre de Ian y Barley.
Es una realidad que Pixar siempre ha tenido la capacidad de conmover con sus historias más allá de la premisa que estas contengan. Si bien en los últimos años , la compañía se ha centrado mucho más en las secuelas y precuelas de sus mayores éxitos, nunca viene mal que nos brinden un relato fresco y original. Unidos nos mete en un mundo de fantasía en el que la magia se desvaneció debido a los avances tecnológicos y la capitalización de una comunidad que se termina pareciendo a la nuestra. Todo cambia cuando dos hermanos descubren nuevamente la magia en una aventura para reencontrase con su fallecido padre. La historia sin llegar a ser grandiosa en su presentación, nos termina otorgando una aventura simpática y un relato que termina siendo bastante emotivo. Los protagonistas son dos hermanos de personalidades muy distintas pero que comparten algo en común , se han cuidado el uno al otro debido a que crecieron sin su padre. Ian Lightfood es el hermano elfo más pequeño, el que nunca pudo conocer a su padre ya que este se encontraba enfermo antes que su hijo naciera. Cuando cumple 16 años el recibe un regalo proveniente de su padre, un bastón y un hechizo que lo haría revivir por 24 horas. Si bien la magia se encontraba extinta en el mundo, el chico logra hacer funcionar la magia, aunque a medias, ya que solo hace aparecer los pies de su padre. Es por eso que los hermanos deben emprender un viaje para conseguir una gema que será útil para terminar el hechizo antes que pase el plazo de las 24 horas y su padre desaparezca para siempre. Me tocó contar la premisa completa, ya que nos permite entender la forma en que está desarrollada la historia, que más bien es una aventura estilo Road movie, dónde en el viaje los personajes aprenden una lección a demás de correr a contrarreloj. Si bien esta premisa está llevada a cabo mediante una aventura que resulta sumamente entretenida, también pierde un poco de fuerza todo lo que se cuenta de su mundo y la falta de la magia. Quizá esto era un elemento que se podría haber aprovechado con mayor profundidad, ya que tampoco entendemos como se llegó al hechizo que reviviría al padre. Puede que la historia esté mucho más centrada en la intimidad de la familia, que termina descuidando el elemento fantástico, pero no podemos negar que este drama familiar termina siendo bastante emotivo. El desarrollo de los personajes principales, el tono de comedia con el que se va presentando la aventura, hace que el film tenga un ritmo ágil y atrapante. En cuanto a la calidad visual en la animación, es algo de lo que no podemos objetar mucho a una compañía como Pixar. Que nos ha brindado un diseño de personajes y de ambientación urbana bastante bien lograda. Si también sucede que le hace un poco más de falta el elemento fantástico en la animación, pero que al fin y al cabo cumple con su prometido. En cuanto a las voces, para los que vayan a ver el film en inglés con subtítulos, cuenta con un excelente trabajo de Tom Holland y Chris Pratt como los hermanos protagonistas. Poco podemos decir sobre el doblaje, así que esto será algo que puedan juzgar en los comentarios. Unidos es una película sumamente entretenida y que nos regala la dosis de emoción que Pixar nos tiene acostumbrado. Si bien es verdad que su mundo fantástico no se encuentra muy bien explorado, pero aún así nos dan una aventura que es divertida de principio a fin, y que además resulta simpática y emotiva. Calificación 7.5/10
Un padre ausente, un adolescente introvertido con un hermano desaforado y un universo lleno de criaturas mitolológicas son los elementos que el realizador de Monsters University utiliza para construir una tragicomedia siempre fascinante desde lo visual y por momentos emotiva. Sin alcanzar las cumbres artísticas de la factoría Pixar (es menos sutil y sorprendente que otras películas previas de la misma compañía), se trata de todas formas de una más que digna y entretenida propuesta. Desde que en noviembre de 1995 se estrenó en los Estados Unidos Toy Story ha pasado ya casi un cuarto de siglo. Durante ese período, Pixar estrenó 21 largometrajes (y muchos otros cortos) que marcaron a varias generaciones y elevaron mucho la vara artística dentro del masivo negocio de la animación. En medio de varias secuelas (Buscando a Dory, Cars 3, Los Increíbles 2 y Toy Story 4) y de algunas valiosas historias originales (Intensa-mente y Coco), llega la película número 22 de la factoría, Unidos (Onward), que -si bien no se ubica entre las mejores propuestas del estudio- mantiene una calidad visual y una solvencia narrativa dignas de los pergaminos de Pixar. El film de Dan Scanlon (Monsters University) tiene como protagonista (antihéroe) a Ian Lightfoot (Tom Holland en la versión original), un adolescente elfo que justo cumple 16 años. Tímido y solitario, este introvertido joven no se anima ni siquiera a invitar a su casa a alguno de sus compañeros de colegio, pese al entusiasmo que le ponen al asunto su hermano mayor Barley (Chris Pratt), que funciona casi como el opuesto complementario (desaforado, exagerado, caótico), y su bienintencionada pero poco convincente madre Laurel (Julia Louis-Dreyfus), que de manera paralela está tratando de rearmar su vida con una nueva pareja (un hilarante policía centauro llamado Colt Bronco al que le presta su voz Mel Rodriguez). En un universo de personajes con sesgos mitológicos (además de elfos y centauros, hay gnomos, cíclopes, dragones, unicornios y monstruosas y divertidas criaturas como la Manticore de Octavia Spencer), el eje de este film lleno de rituales de iniciación y desventuras a bordo de una camioneta destartalada marcado por la pérdida, el dolor y la búsqueda de sanación y redención pasa por la falta del padre (no conviene adelantar demasiado pero a partir de un hecho mágico el progenitor tendrá una suerte de “resurrección”) y por cómo dos hermanos muy distintos entre sí pueden unirse y ayudarse en medio de la angustia, la añoranza, la tristeza y la decepción. Agradable, vistosa, por momentos simpática y en otros emotiva, Unidos no logra sacarle del todo el jugo al universo fantástico que se ha construido alrededor de los personajes centrales. Y, en determinados pasajes, lo afectivo está articulado y desarrollado de forma un poco obvia, sin demasiadas sutilezas ni matices. De todas formas, esta historia pura y cristalina no defrauda. Como siempre, uno puede (y debe) exigirles más a quienes más nos han dado. Y, en ese sentido, Unidos no es todo lo extraordinaria que uno querría encontrar en el universo de Pixar. Dicho esto, no deja de ser un film para admirar y disfrutar.
Bien puede decirse que Disney, y Pixar, lo han hecho de nuevo. Porque Unidos es el tipo de película emotiva que tiene ribetes, huellas similares en Up, Coco y hasta en la saga de Toy Story. Y es, hay que decirlo, la comedia por momentos más triste que haya creado Pixar, a partir de un personaje protagónico que con su timidez, y falta de amigos y autoestima, es imposible que no conquiste, en cierta manera seduzca o genere una fuerte empatía desde la platea. Ian Lightfoot (al que Tom Holland, el nuevo Spider-Man, le presta su vos) cumple 16 años y no se anima ni a invitar a su casa a sus compañeros del colegio, que ni saben quién es, para festejarlo. Pero es su madre (Julia-Louis Dreyfus) quien les tiene reservado un regalo sorpresa a Ian y a su hermano mayor Barley (todo lo desaforado y excéntrico que puede ser un personaje creado a semejanza de Chris Pratt). El padre de estos elfos falleció (porque si los juguetes pueden hablar y tener vida propia, y un anciano atar con globos la casa de su amada, ¿por qué no habría de haber elfos en una película de Pixar?), pero le dejó algo a su esposa para que se lo entregara a sus hijos cuando crecieran. Barley tiene dos o tres recuerdos de su padre, pero Ian ni siquiera uno. Con algo de la magia que con el tiempo parece que se va perdiendo, los hermanos logran en parte revivir a su progenitor. Bueno, literalmente en parte, porque el hechizo no logra ser completo y a papá sólo se le ve de la cintura para abajo. Así que gracias a que Barley es un cultor de las tradiciones y conoce mucho de hechicería, irán tras una extraña gema que permita terminar el hechizo y la resurrección. Tienen menos de 24 horas para embarcarse en este viaje por caminos desconocidos, y en los que se cruzarán con otros personajes mitológicos. Y, claro, se complementarán como no sabían que podían. Y son. No hace falta tener hermanos para disfrutar Unidos. Como las buenas películas de Pixar, hay guiños para los mayores, pero está construida y dirigida para todo el público. Se toca el tema de la familia ensamblada (la mamá intenta rearmar su vida con un policía… que es un centauro), Mantícora con aspecto leonino, como debe ser, con la voz de Octavia Spencer, más gnomos, unicornios, hadas… Lo dicho: Disney y Pixar lo han hecho de nuevo, comenzando con dos personajes queribles a fuerza de la contraposición, lo introvertido y extrovertido, y que en esa relación que sólo debe haber entre hermanos construyen una historia emotiva, sensible, entradora y disfrutable.
La nostalgia por un pasado con menos tecnología y más magia es central en esta historia de dos hermanos elfos adolescentes que emprenden una aventura para realizar un hechizo que les permita resucitar a su padre por un día. La intención de rescatar el pasado también está en la mirada que el director Dan Scanlon le impone a la película. Desde su espíritu lúdico y aventurero hasta un inesperado homenaje a la ochentosa Fin de semana de locura , Unidos se acerca a los films familiares de otra época pero lo lleva al terreno en el que suele jugar Pixar. Se subraya la emoción, recurriendo una vez más al tópico de la pérdida de un padre, que funciona como herramienta para conmover al espectador y convencerlo de que la película no es solo entretenimiento. Esa exigencia atenta contra un mayor desarrollo sobre el potencial del film de ser una aventura aún más divertida, con un tratamiento sutil de lo emotivo, algo en lo que el estudio de animación se especializó en el pasado. Una novedad y acierto de Unidos es su retrato de escenarios sin magia del capitalismo tecnológico (autopistas, estaciones de servicio, restaurantes de comida rápida), representado en una versión élfica de una ciudad norteamericana, que contrasta con el mundo mágico de antaño. Aunque como corresponde a una película de Pixar, el film propone que es posible recuperar la magia perdida, que no solo está en el corazón de los personajes sino también en esos espacios desangelados que habitan.
En un mundo fantástico, en el cual la magia ha quedado olvidada por los avances tecnológicos, dos hermanos elfos (en voz de Tom Holland y Chris Pratt) emprenden un viaje para conseguir la resurrección de su difunto padre. Dirigida por Dan Scanlon (Monster University, Cars). Unidos es otra nueva apuesta original de Pixar que mezcla un concepto básico de aventuras con una vuelta de tuerca en su ambientación. Con un guion simple a cargo de Scanlon, Jason Headley y Keith Bunin Unidos exhibe sus fortalezas en mostrar un mundo complejo habitado por diferentes criaturas y, en su aspecto más importante, vivo. Además esa falta de magia perdida en los tiempos se divisa con cambios radicales de acciones hilarantes sin esfuerzo. Un claro ejemplo es cómo la luz se introduce como un elemento mágico y en cuanto llega la electricidad… la simpleza absurda se apodera de este mundo. De igual forma las bases de juegos de rol son un factor crítico para la historia ya que gracias a ellos, Unidos encuentra su inicio y arma su camino para llegar al final. También es interesante como Pixar, poco a poco prefiere que los antagonistas de sus últimas películas sean personificaciones del mundo en sí y no personajes individuales con una motivación clara; una movida audaz pero efectiva que hace que la perspectiva de Pixar se renueve positivamente en cada nuevo proyecto. La química entre Pratt y Holland es excelente, la película refleja con exactitud la relación de compañerismo entre vergüenza ajena pero por sobre todo: amor fraternal. Estos dos hermanos son para destacar en este nuevo mundo de animaciones ya que ofrecen mucho más la típica frase «vamos a buscar una aventura». Ian y Bradley comparten penas pero entre ellas se brindan un apoyo incondicional inquebrantable; en Unidos no se encuentra el cliché del hermano mayor abusivo sino una relación entre hermanos que apoya mutuamente en las buenas y en las malas. 102 minutos de duración que pasan volando y enseñan que tal vez las cosas que nos faltan son las que ya tenemos y no valoramos. Unidos trata sobre la familia, la familia por lo que es actualmente y no por lo que alguna vez fue; consigue agradar a pesar de la simpleza reiterada que se encuentra en su argumento no obstante introduce un nuevo mundo en el cual Pixar puede aprovechar a futuro. Valoración: 75/100.
Más que un viaje de hermanos “Unidos” (Onward, 2020) es una película animada de aventuras y fantasía que está dirigida y co-escrita por Dan Scanlon (Monsters university). Producida por Pixar y Disney, la cinta cuenta con las voces originales de Tom Holland, Chris Pratt, Octavia Spencer, Julia Louis-Dreyfus, Mel Rodriguez, Ali Wong, Lena Waithe, entre otros. Ambientada en un mundo lleno de criaturas míticas tales como centauros, hadas y mantícoras, la historia gira en torno a Ian Lightfoot (Tom Holland), un elfo azul que acaba de cumplir 16 años. Ian tiene un hermano mayor llamado Barley (Chris Pratt) que en nada se parece a él: mientras que a Ian no se le da bien hacer amigos por su timidez e inseguridades, Barley es salvaje, intrépido y extrovertido. Al darse cuenta que sus dos hijos ya son mayores, la madre elfa Laurel (Julia Louis-Dreyfus) decide que es hora de entregarles un paquete que les dejó su padre, el cual falleció antes de que Ian naciera. El regalo consiste en un cetro con una gema anaranjada que les permitirá a los hermanos conjurar un hechizo para poder pasar unas últimas 24 horas con su papá, hasta el ocaso del Sol. Sin embargo, la sociedad en la que viven los Lightfoot hace tiempo dejó de ser mágica debido al uso de la tecnología, por lo que es más complicado que el conjuro tenga efecto, aparte de que no todas las criaturas tienen el poder como para llegar a ser hechiceros. Por culpa de una interrupción mientras Ian estaba logrando que su padre vuelva a la vida, el cuerpo queda incompleto. Con la mitad del cuerpo de su padre presente (de pies a cadera), los hermanos elfos se irán de casa para buscar otra gema que les permita realizar el hechizo correctamente y así poder pasar unos últimos momentos con su progenitor. Luego de la cuarta entrega de Toy Story, Pixar nos trae una road movie que es más linda por su mensaje que por la película en sí. Con una historia muy personal, el director consigue representar muy bien cómo es la etapa de duelo por un ser querido que ni siquiera se llegó a conocer. Lo único que Ian tiene de su padre, aparte de una prenda de vestir y una conversación grabada, son las anécdotas y descripciones de las personas que sí llegaron a conocerlo. Ian desea convertirse en lo que fue su padre y le pesa no tener a una figura paterna en su vida. Por eso, el viaje que emprende con su hermano será muy importante para darse cuenta de quién es realmente. Con una estructura narrativa que no es para nada original dentro de los filmes de Pixar (el viaje importa más que el destino), la cinta tiene varios personajes secundarios olvidables y poco simpáticos. Lo que importa aquí es la hermandad entre Barley e Ian, elfos que se quieren a pesar de sus múltiples diferencias y que van a descubrir secretos que no se imaginaban del otro. Además, la película crea una muy bella relación entre la magia como consecuencia del confiar en uno mismo. La llegada de la tecnología para facilitar las acciones cotidianas es otro punto fuerte dentro del filme, aspecto que tranquilamente se puede comparar con el mundo en el que vivimos. Por otro lado, la cuota humorística es ideal para los más chicos, con un par de chistes que también funcionarán en los adultos. En cuanto a la emotividad del relato, depende mucho de las vivencias previas que atravesó el espectador. Lejos del nivel que tienen otros filmes de la compañía (Buscando a Nemo, Intensamente, Coco, por nombrar algunos), “Unidos” rescata el importante valor de la familia y, por sobre todo, el de la hermandad para superar situaciones difíciles. Como largometraje no será muy recordado, pero por su trasfondo sí nos hará estar agradecidos por las personas que nos formaron y están para nosotros día tras día.
Magia sobre ruedas Como si se tratara de un mashup entre Fin de semana de locura (Weekend at Bernie's, 1989), Frozen: Una aventura congelada (Frozen, 2013) y Coco (Coco, 2017), Dan Scanlon, director de Monsters University (Monsters University, 2013), nos trae Unidos (Onward, 2020), la road movie para todo público que narra la historia de dos hermanos elfos, Ian (Tom Holland) y Barley (Chris Pratt) Lightfoot, que intentan recuperar a su padre muerto en un período de 24 horas. El día de su cumpleaños número 16, Ian recibe de regalo un bastón mágico y un hechizo con el que podrá regresar a su padre, emisor del presente, al mundo de los vivos. Sin embargo no todo resulta como esperaba y solo recupera la mitad del cuerpo: la parte inferior. Llevando consigo las piernas de su progenitor, junto a su hermano deberá completar el conjuro antes de que el tiempo se agote. A medida que Ian y Barley emprenden su viaje, comienza también una búsqueda que los llevará a conocerse mutuamente y a su vez a ser testigos de la manera en que cada uno sobrellevó el duelo. Es acá donde Unidos encuentra su punto fuerte, ya que funciona perfecto cuando explora la dinámica entre ellos. Scanlon se inspiró en una pérdida familiar a la hora de escribir este relato y trasladó el mismo a un mundo maravilloso, repleto de criaturas, pero carente de magia, ya que esta se detuvo cuando la tecnología moderna apareció entre sus vidas. No obstante, y tal como sucede en la película, a pesar de lo fantástica que pueda resultar la tierra donde habitan estos personajes, la nueva producción de Pixar nunca se siente del todo mágica, y por momentos resulta difícil conectar con las situaciones que estamos viendo. Su narrativa es plana y sus personajes, si bien son adorables, no resultan para nada memorables. El problema con Unidos es que nada de lo que sucede en el camino es completamente divertido o emocionante. Quizás el humor alcance para sacar una sonrisa a los más chicos, quizás en contados momentos emocione a los más grandes, pero este reino de duendes y dragones lejos está de otras producciones de la compañía. Unidos es una película decente, con buen ritmo y buenas intenciones, pero también es una historia que, por momentos, no se dirige a ninguna parte. Entretiene lo justo y necesario.
Magia, elfos, hadas punks y toneladas de ternura en la nueva aventura de Disney/ Pixar. En un mundo donde la magia va perdiendo su poder, con el pasar de los años, debido a los avances tecnológicos y las máximas de la inmediatez posmoderna, una familia de elfos convive sintiendo la ausencia del papá. Están Laurel, la madre, y sus dos hijos, Ian y Barley. Ian es tímido, flacucho e intelectual, cumple 16 años y no se anima a invitar a sus compañeros del instituto a festejar. En cambio Barley, unos años mayor que él, es fornido, extrovertido y salvaje (por decirlo de algún modo), además amante de los juegos de cruzadas. Con motivo del aniversario de Ian, la madre les entrega a los jóvenes un obsequio que les ha dejado su padre Wilden, acompañado de una carta. Por lo visto cultor de la magia, se encuentran con una especie de báculo con una gema preciosa, que a su vez profiriendo una invocación puede traer a la vida por un día al progenitor. Los hermanos no dudan en poner en marcha la práctica, pero en medio del hechizo algo falla y su papá queda materializado solo de la cintura para abajo. Con las piernas de Wilden a cuestas, los hermanos emprenderán una mágica cruzada donde se toparán con un agente de policía mitad caballo (el novio de su madre), una mantícora que abandona su aburguesamiento para recuperar la esencia guerrera, y demás criaturas mitológicas, con el fin de adquirir una nueva gema que complete el hechizo fallido. Y nuevamente todo funciona en una cinta de la ya reconocida empresa de animación. Está todo pensado a detalle, desde la tracción narrativa para llevar adelante la acción, hasta la construcción de sus personajes siempre empáticos y tiernos sin necesidad de ser físicamente perfectos. Un fortachón, un protagonista con nariz grande, mujeres gorditas… como la vida misma la diversidad se hace presente en esta cinta, sin ser esta la única virtud. Porque la historia sobre todo da cuenta de cómo atravesamos las dificultades que pone ante nosotros la vida, de manera imperfecta, como podemos, pero sobre todo motorizados por el amor. El relato pone en relieve que más allá de nuestras preocupaciones, lo que realmente importa lo tenemos en nuestro cotidiano. En los regaños de una madre, en el apoyo incondicional de un hermano, aunque este a veces nos avergüence; aquellos amigos con quien compartimos o nos reímos, o en esa persona que apenas conoces y te sorprende con su generosidad en los momentos más difíciles. Unidos es una película para toda la familia, lo más pequeños disfrutarán de la acción, las criaturas y el colorido universo; y los más grandes podrán apreciar la complejidad que presentan estos personajes que se reacomodan una y otra vez, siempre con respeto, paciencia y desbordados de amor.
Unidos: Más Disney y menos Pixar. Disney y Pixar nos entregan una divertida propuesta que alegra el día y nos hace reflexionar sobre el mundo actual con una historia convencional sin muchos riesgos. Pixar sabe cómo inmiscuirse en el alma de los espectadores. A pesar de hacer parte del imperio Disney ha tratado de funcionar como un ente aparte. Esto le ha permitido llevar a la gran pantalla historias poco convencionales para el público infantil; se podría incluso decir que a pesar de ser animadas, abarca temáticas que los adultos detectamos como propias y que los niños pueden obviar o sentir como ajenas independientemente de ser, a priori, el público objetivo y terminar igualmente absorbidos por su riqueza visual. El sufrimiento y la frustración no se esconde en su cine, por el contrario se usa como herramienta para contarnos historias en las que las adversidades se superan si tenemos un panorama de todo lo que pasa en nuestras vidas, tanto positivo como negativo. En resumidas cuentas, la tesis de Pixar es que debemos seguir adelante y es esa precisamente la traducción literal del título (Onward) de esta película. Hacia adelante. Unidos nos enmarca previamente en un mundo primitivo y alterno en el que la magia era el motor de la existencia y la civilización; a través de conjuros las hadas, duendes, elfos, dragones y demás seres fantásticos prodigaban el bien como una suerte de comunidad heterogénea perfectamente ensamblada. Mediante los encantamientos cada uno de ellos obtenía lo que necesitaba. Pero con los años el mundo fue cambiando y ante las necesidades comenzó a operar el concepto de bienes y servicios, los seres fantásticos se volvieron cada vez más perezosos y fueron olvidando el poder que poseían. Ahora en medio de la realidad urbana la magia no es más que historia y unos pocos monumentos que la recuerdan y poco a poco van desapareciendo con los afanes de la actualidad. En ese sentido la película pudo haber aprovechado mucho mejor el antiguo mundo con el fin de conectarnos aún más con las añoranzas y la nostalgia que pretende inspirar en el espectador. Esa nostalgia viene con la historia de una familia de elfos conformada por dos hermanos y una viuda. Ian Lightfood (voz de Tom Holland) es un adolescente inseguro que siente la necesidad constante de honrar la memoria de su padre a través de su propia vida, a pesar de no haberlo conocido. Barley Lightfood (voz de Chris Pratt), su hermano mayor, es todo lo contrario a Ian, un elfo sin miedos aparentes que con el pasar del metraje irá mostrando su lado más sensible y las razones de su comportamiento rebelde y comprometido con la causa de preservar la memoria histórica. Ambos han quedado al cuidado de su madre Laurel (voz de Julia Louis-Dreyfus), quien les informa de un regalo que el padre les había dejado para la posteridad y que les permitirá reencontrarse con él por un período corto de tiempo a través de un encantamiento. Pero estos no son tiempos de magia y las cosas no saldrán como se habían planeado. La película no pretende ser una metáfora de la realidad humana pues el mensaje es claro y directo sin sutilezas; habla de nuestra realidad; con el paso de los años el consumismo, el sedentarismo, la tecnología y las largas jornadas laborales han opacado y anestesiado nuestra magia, sea esta la creatividad o la persecución de sueños y la han convertido en lo que hoy llamamos realización personal, el traslado del sueño americano al mundo entero; casa, auto y quince días de vacaciones. Y aunque en ese sentido esperaríamos de Pixar el nivel de profundidad que acostumbra. Sin embargo, la historia se centra en la aventura de los elfos por resolver el problema que se les presenta intentando mezclar un género como la road movie con clásicos como Indiana Jones en sendos y evidentes homenajes. En muchos pasajes logra cotas de entretenido divertimento cercano más a los convencionalismos de Disney que a los paradigmas de Pixar. Es más Zootopia y menos Up. Algunos personajes cómicos enriquecen el resultado final como los unicornios que más parecen ratas que seres mágicos o las hadas apasionadas por las motos Harley Davidson. Y aunque el protagonista es Ian, lo más destacado de toda la película pasa por el personaje de Barley cuya voz es interpretada de manera destacada por Pratt; es el personaje con el que sentimos una evolución en la historia, quien aporta las cotas más cómicas y a la vez las más melancólicas. Escenas destacadas como aquélla en la que por amor o por un sentido del deber, es capaz de hacer un importante sacrificio en homenaje conmovedor al western, incluso la música parece acompañar el tono de la escena con acordes en la tradición de Morricone. Es un personaje que enternece y la razón por la que la película va de menos a más en un final en el que sentimos satisfacción y en cierta medida, más leve que en las mejores de Pixar, catarsis. En síntesis, Unidos funciona bien como una película de Disney que los niños y adultos disfrutarán mucho; logra conmover, entretener y despierta sonrisas de satisfacción. Como película de Pixar conserva la forma, de perfección y calidad técnica; pero el fondo roza la superficie de la pantalla por instantes sin alcanzar la grandeza de muchas de sus obras maestras.
Ian cumple 16 años y espera que su vida cambie de un día para el otro: ser extrovertido, conseguir amigos, invitar gente a su fiesta de cumpleaños; pero por sobre todo, espera ser como su padre, al que no llegó a conocer. Aunque esto podría cambiar gracias a un hechizo que podría traerlo de nuevo por un día, pero no todo sale de acuerdo al plan. Onward es lo nuevo de Pixar y es una hermosa historia de hermandad llena de comedia y con un corazón enorme.
No es lo mismo Mushroomtown, pueblo de hongos, que Mushroomton, lata de hongos. Tampoco es lo mismo una época donde reinaban la magia, la naturaleza y los seres mitológicos, y la época actual donde reinan los fast-foods temáticos y cosas peores, y aquellos seres están degradados o reciclados. Por ejemplo, nuestros personajes son dos hermanos elfos iguales a cualquier adolescente, salvo por el color y las orejas. Y la madre es una elfa igual a cualquier madre, salvo por el color, las orejas, su relación con un centauro chicano y su acuerdo con una mantícora para salir en busca de sus retoños, que andan por zona de riesgo buscando una Gema Fénix para completar un hechizo. No saben que eso despertará la furia de un enorme monstruo hecho de hormigón y cara, no diremos de qué tiene la cara. Tampoco diremos qué clase de ser viviente es una mantícora, sólo que se parece a Whoopi Goldberg. Pero esa es la parte de broma y aventura, la más visible. Aventura con dejo de cintas ochentosas y juegos de fantasías medievales. Broma con tono de amable ironía sobre hábitos, alteraciones y comodidades de la vida moderna. Detrás de eso hay algo más tocante. No por nada ésta es una película Pixar. Los chicos buscan la gema para reencontrarse aunque sea un minuto con su padre muerto. Uno llegó a conocerlo. El otro, el más sensible, nació después. Todo es barullo y diversión, y el singular momento en que al fin la magia ocurre es todo silencio, delicadeza, discreción. Y comprensión, preciosa, de lo que vale un hermano mayor. Autor, Dan Scanlon, el de “Monsters University”, que ahora nos cuenta esta historia inspirado en su propia experiencia de hermanito menor y niño huérfano. Jefe de modelado de casas, paisajes y autopista, el tucumano Gastón Ugarte. Pequeña discordia: en una charla al borde del camino un cíclope policía dice, para festejo de alguna gente y espanto de otra, “La novia de mi hija hace que me arranque los pelos”. Se nota que es un doblaje mexicano. Acá diríamos “me saca canas verdes”.
Con Unidos Pixar demuestra, una vez más, que no importa lo que haga siempre mantiene nivel de excelencia. En esta oportunidad cruzan tres géneros ya que se trata de una buddy movie, una road movie y una coming of age. Cada uno está muy bien explotado y ejemplificado con elementos propios y característicos, pero aún así la película se siente fresca e innovadora. Tal vez sea por la gran alma que poseen los personajes que cobran vida gracias a las espectaculares técnicas de animación a las que nos tienen acostumbrados, o tal vez sea por el guión plagado de fantasía. Y hablando de fantasía, los fans del sword and sorcery podrán encontrar muchas referencias y guiños (los famosos easter eggs) que se pueden asociar con Tolkien e incluso con Dungeons & Dragons. En ese sentido la premisa es muy buena. La magia quedó “pasada de moda porque la tecnología lo hace todo más fácil”, por lo cual se puede trazar una gran analogía con los tiempos que corren. Son los dos personajes quienes rompen con ese status quo y emprenden la gran aventura. A su vez, es una muy tierna historia que habla de la hermandad y el vínculo con nuestros padres. Es ahí donde las interpretaciones (las voces) de Tom Holland y Chris Pratt se lucen, les dan vida a los hermanos Ian y Barley Lightfoot, respectivamente. No tengo idea si la versión doblada podrá transmitir algo así. Dan Scanlon, quien dirigió Monsters University (2013), es el realizador de Unidos y hace un buen trabajo, pero bien a reglamento dentro de la fórmula de Pixar. Por ello la obra no trascenderá más allá del entretenimiento que cause en el momento de la visualización. Sus personajes son entrañables, pero no duraderos. En definitiva, sin ser Toy Story ni Coco, Unidos es una gran película animada, con mucho sentimiento y entretenimiento.
¿UN HECHICERO LO HIZO? Una aventura fantástica con acento en los lazos familiares Pixar nos trae un nueva aventura original que nos lleva de paseo por el mundo de la fantasía, la magia perdida y la unión familiar. Todavía celebrando el triunfo de “Toy Story 4” (2019) en la última entrega de los Oscar, Pixar estrena la primera de las dos historias originales que nos tiene preparadas para este año. Dan Scanlon, director de “Monsters University” (2013), es el responsable de “Unidos” (Onward, 2020), una aventura familiar que nos sumerge en un mundo fantástico no tan diferente al nuestro, más allá de sus extraños habitantes. Hace mucho, mucho tiempo, este solía ser un universo plagado de magia, hechizos y criaturas mitológicas que convivían en armonía. Con el tiempo, descubrieron que los avances tecnológicos se ajustaban mejor a sus necesidades, y fueron abandonando los encantamientos y las pociones para ajustarse a los placeres de la vida moderna. El presente nos transporta a una ciudad suburbana como cualquier otra, aunque habitada por criaturas fantásticas antropomórficas. Entre ellas, dos hermanos elfos, Ian (Tom Holland) y Barley Lightfoot (Chris Pratt), adolescentes que viven con mamá Laurel y todavía añoran la presencia de papá Wilden, quien falleció cuando ambos eran pequeñines. Ian es el típico muchachito antisocial que no encuentra su lugar en el mundo y busca constantemente esa figura paterna que jamás conoció. Su hermano, en cambio, es un joven temerario siempre dispuesto a meterse en problemas y avanzar hacia la próxima aventura, fantaseando con un mundo de magia y hechicería que nadie recuerda en la actualidad. Cuando Ian cumple los 16 años, ambos reciben un báculo que pertenecía a su papá y las instrucciones de un conjuro que puede devolverle la vida por unas meras 24 horas, cumpliendo ese sueño anhelado de reencontrarse todos por primera vez. Claro que las cosas no son tan sencillas como decir abracadabra. Por falta de experiencia y habilidad mágica, el hechizo no logra completarse y los Lightfoot apenas consiguen conjurar las piernas escurridizas de papá. Con la presión del tiempo sobre sus espaldas, los hermanos deciden emprender una cruzada aventurera y recorrer los rincones más peligrosos de la ciudad en busca de los elementos necesarios para completar la “resucitación” de Wilden. Unidos por la magia Scanlon, también responsable del guion junto a Jason Headley y Keith Bunin, se despacha con una road movie que le rinde homenaje a varias sagas fantásticas (Harry Potter, El Señor de los Anillos) y comedias ochentosas como “Fin de Semana de Locura” (Weekend at Bernie's, 1989). Su espíritu adolescente y rockanrolero -puntos a favor para la banda sonora de Jeff Danna y Mychael Danna- la alejan de las aventuras más clásicas de la compañía de la lamparita, pero no de su estructura más básica: ese recorrido indispensable (literal y metafórico) que deben realizar los protagonistas -abandonando su zona de confort, sus creencias y sus prejuicios-, que los ayuda a redescubrirse y a asimilar el mundo y la gente que los rodea. Acá no hay villanos, pocas películas de Pixar los tiene realmente, sino una pareja de hermanos como cualquier otra que, a veces, no se lleva tan bien y, otras tantas, deben dejar todas sus diferencias de lado para logar un pequeño objetivo en común. Puede que este propósito no sea tan sencillo, pero es la excusa perfecta para indagar en la dinámica familiar, la fraternidad y esas cuestiones más trascendentales que suelen exceder lo “fantástico” y ficcional en las producciones del estudio. No todo es lo que parece en este mundo fantástico “Unidos” no se destaca particularmente en el plano estético -al menos, no como otras producciones hiperrealistas-, pero recrea un universo mágico plagado de detalles y personajes que suman su cuota de humor y ternura como Corey (Octavia Spencer), una mantícora guerrera que ahora regentea un restaurante, o Colt Bronco (Mel Rodriguez), centauro policía y el nuevo novio de mamá Lightfoot, demasiado cómodo para moverse en sus cuatro patas. Poco y nada aporta la cíclope lesbiana de Lena Waithe, otra oficial de la ley que, como si nada, deja entrever que su pareja es femenina. Algo así como el beso entre personajes del mismo sexo en “Star Wars: El Ascenso de Skywalker” (Star Wars: Episode IX - The Rise of Skywalker, 2019), una ‘buena intención’ que no tiene verdadero peso narrativo dentro de la trama. ¿Y si les damos un protagónico? ¿Demasiado progresista para el tío Walt? A donde vamos no necesitamos caminos A simple vista, “Unidos” resulta una propuesta menos ambiciosa, pero no por ello menos emotiva. Como es su costumbre, Pixar sabe tocar las fibras correctas y dar con los mensajes correctos, sin necesidad de caer en el golpe bajo que hizo tan famoso al estudio del ratón en sus primeras épocas de éxito. Imposible no conectar con estos dos hermanos que necesitan hacer un cierre con la muerte de papá y seguir adelante entendiendo que, a pesar de esta falta, tienen en quién apoyarse.
Hechizo directo al corazón La nueva propuesta de Pixar no desilusionó y demostró que todavía hay producciones que pueden llegar a emocionar a los espectadores. La vieja camioneta de Barley se pone en marcha cuando él mueve la palanca de cambios a "O", que en inglés significa "Onward" y traducido al castellano es "adelante", con una segunda acepción que sería "de ahora en adelante". La historia de vivir pendiente del pasado en vez de atesorar el presente, que todos padecieron alguna vez, es retratada por la divertida pero sensible "Unidos", nueva película de Disney Pixar. Su nombre original era "Onward" pero llega con título cambiado al país, aunque en esta ocasión, cualquiera de las dos denominaciones le hace justicia. El antecedente que nos cuenta antes de meterse en la historia principal es que en algún momento en la tierra hubo magia, y hechiceros que hacían esa magia posible, para ayudar a otros cuando no tenían la chance de lograr algo. Era un hecho solidario y altruista. Pero con el advenimiento de la tecnología, los seres comenzaron a olvidarse de todo. De la magia y de la solidaridad. Llegamos al presente en el que los que habitan esta tierra de fantasía son elfos, cíclopes, centauros y unicornios. Un elfo, Ian (voz en inglés de Tom Holland), es un adolescente sin amigos, muy tímido e introvertido, que no conoció a su padre. De todas formas, su hermano mayor Barley (voz en inglés de Chris Pratt) lo cuida aunque al joven no parece interesarle el cariño. El día en el que cumple 16 años, la madre les da un regalo que su padre les dejó a ambos, que es la posibilidad de traerlo de vuelta de la muerte por 24 horas. El hechizo falla y deja a su padre aparecido por la mitad, por lo que sólo se le ve la parte inferior. Así, los hermanos y un par de piernas paternales emprenderán un viaje para encontrar una pieza fundamental y completar el encantamiento antes de que se cumpla el tiempo dispuesto. En el camino, Ian y Barley vivirán aventuras que los harán conocerse mejor, aceptarse y entender qué es lo que los mantiene unidos. El filme de Pixar, sin tanta promoción como otros del pasado, es una de las piezas más sensibles que entregó la franquicia. Divertida y directa al corazón.
La magia de creer. Ya hace mucho tiempo que los estudios Pixar se ganaron un lugar de privilegio en el mundo del cine animado, debido a sus altos estándares de animación, de estética, de enseñanza, y por la gran manera de narrar lo que tienen para contar. En este caso, Unidos (Onward) no es la excepción a la regla. Protagonizada por los entrañables Tom Holland y Chris Pratt (estrellas del MCU) y dirigida por Dan Scanlon (Monsters University, Cars) Unidos es una película que se desarrolla en un universo donde criaturas fantásticas como centauros, sirenas, elfos, hechiceros y dragones, han dejado de lado sus viejas costumbres legendarias y conviven en un mundo moderno, capitalista, el cual se rige por las reglas civiles que conocemos y practicamos cotidianamente. La historia surge a partir del cumpleaños número 16 de Ian Lightfoot (Tom Holland), un elfo adolescente con dificultades para socializar y con miedos a los que no se anima a enfrentar, cuando recibe un regalo de su padre ya fallecido que tendrá que compartir con su hermano mayor Barley (Chris Pratt), un joven y disparatado adulto fanático por las culturas fantásticas del viejo mundo, que a contrario de Ian, no le teme a nada. Este regalo que reciben ambos por ser mayores de edad, es ni más ni menos que el don de la magia (representado en un báculo estilo Gandalf), un arte ya extinta que el mundo moderno ha dejado en el pasado. Junto con el báculo reciben también las instrucciones para realizar un poderoso hechizo, que consiste en traer a su padre de regreso sólo por día. Tras varios intentos fallidos, Ian descubre sus dotes mágicos y consigue revivir a su padre pero solo desde los pies hasta la cintura. Es así como los hermanos elfos, a medida que descubren la magia, enfrentarán varios caminos y retos con el objetivo de cumplir una sola meta: lograr el hechizo para recuperar la otra mitad de su padre. La película se desarrolla al principio con un ritmo lento, pausado, y por momentos bastante obvio, pero que aun así, funciona para presentar no sólo a los personajes, sino también sus ideas, sus inseguridades, y sus metas. Una vez develado el conflicto, la película toma otro camino. Un ritmo más elevado y fugaz nos permite comenzar a empatizar con los personajes y con el contexto de la historia, el cual desde el inicio causaba un poco de ruido. A medida que el film va llegando al final, logra tocar la parte más sensible del espectador, provocando así un cariño por los hermanos aventureros que al principio nos costaba reconocer. El final, a pesar de los últimos 5 minutos innecesarios, logra cautivar al público; manejando los hilos narrativos con sobriedad y melancolía, y promulgando enseñanzas sencillas pero amorosas, consigue visibilizar el amor que tenemos a nuestros seres queridos, sobre todo a la familia. Con una fotografía hermosa, un gran diseño de personajes, la clásica cuota de humor y con una historia que no para de crecer, Pixar, una vez más, ha dado en el blanco con un producto que sin prometer nada, termina cumpliendo.
"Unidos", un Pixar sin brújula La nueva película del estudio de la lámpara saltarina está lejos de los niveles de creatividad que supo exhibir el estudio, ahora abducido por los estándares sentimentales de Disney. La secuencia introductoria de Unidosmuestra un pasado repleto de magia y fantasía, un mundo poblado por hadas, elfos y dragones en libertad que se contrapone a un presente en el que aquellas criaturas olvidaron su carácter mitológico para convertirse en seres integrados al escenario urbano y tecnológico. Más allá del efecto cómico que puede generar ver a unos unicornios peleando por los restos de comida de un tacho de basura como perros callejeros, o que un pequeño dragón haga las veces de mascota, no hay demasiada sutileza a la hora de trazar los contornos de ese juego de espejos entre ambas temporalidades. Tampoco habrá sutileza en todo lo que sigue. Hace un buen tiempo que Pixar anda con la brújula desimantada, como si la sobreexplotación de secuelas de los últimos años hubiera adormecido la capacidad creativa de uno de los estudios más importantes de la historia del cine. En ese sentido, un punto a favor es la apuesta por la creación de un universo propio y nuevos personajes, algo que dice menos sobre la película en sí que sobre el estado de una industria muy cómoda en sus tópicos habituales. El segundo largometraje como director del animador Dan Scanlon luego de Monsters Universitypropone un relato que, como Coco, aborda el peso de las tradiciones y cómo ellas muchas veces chocan con los mandatos modernos, celebrando de paso los valores de la familia, en lo que es el primer tópico que hace de Unidos la película de Pixar con más espíritu Disney desde Un gran dinosaurio. Aquí hay una familia de elfos incompleta, en tanto papá murió hace años y desde entonces solo quedan mamá y dos hijos adolescentes, a los que luego se sumó un centauro policía como padrastro. El menor se llama Ian, está a punto de cumplir 16, es dueño de una timidez galopante y no llegó a conocer al padre, cosa que sí hizo Barley, el mayor. Antes de morir dejó instrucciones para que, una vez que los dos hayan soplado las 16 velitas, la madre les dé un regalo que junta polvo en el altillo. Ese regalo es un bastón, un diamante y una serie de instrucciones para, magia mediante, traer nuevamente a papá durante un día. El vacío de la ausencia, entonces, como motor narrativo: segunda marca Disney. Barley es un gordito freak amante de las leyendas, y por eso mismo no duda en empuñar el bastón y decir las palabras que supuestamente disparan el hechizo. Pero nada. Distinto será cuando las diga Ian: sin saberlo, el muchachito es heredero de las tradiciones, alguien capaz de vehiculizar la ligazón entre ambos mundos. El problema es que con el diamante apenas reconstruyen las piernas y la cadera, situación que obliga a los tres (o dos y pico, teniendo en cuenta que a para le falta más de medio cuerpo) a partir en búsqueda de un segundo diamante para completar el truco y, ahí sí, pasar unas horas con el hombre revivido. Pero primero deberán camuflarlo poniéndole un tren superior hecho de almohadas y sábanas, dando pie a varias situaciones cómicas basadas en la nula estabilidad del cuerpo ficticio. Quienes hoy superen los 30 años recordarán aquella comedia que tuvo un millón de pasadas durante las tardes de Telefe de principios de los ’90 llamada Fin de semana de locura, en la que dos muchachos intentaban disimular la muerte de su jefe llevándolo con ellos como si estuviera vivo y moviéndolo con sogas y poleas. Un método similar aplican los hermanos, con la salvedad que lo hacen tres décadas más tarde: la originalidad, entonces, habrá que buscarla en otro lado. Unidos abraza el modelo de las road movies poniendo a sus personajes en la ruta con el objetivo de llegar en tiempo y forma al lugar donde supuestamente está el diamante. Más allá de las referencias a Indiana Jones con la clásica secuencia que culmina con el rescate de un objeto justo en vísperas de la clausura de la puerta de una cueva, la aventura no es precisamente el fuerte de un guión en el que los conflictos se resuelven a pura magia. Aquí sucede lo mismo que con muchas películas que confunden lo fantástico con lo arbitrario: siempre hay algún truco, alguna frase, alguna vuelta de tuerca que cuadra perfecto con las necesidades de los chicos. Si hay un pozo sin fondo, pues que con el bastón se pueda caminar en el aire. Si los para la policía, entonces que les permita “camuflarse” detrás de una falsa imagen del padrastro policía. Es cierto que el guión escrito a seis manos por Dan Scanlon, Jason Headley y Keith Bunin tiene ritmo. Como también que probablemente el público más bajito disfrute de cabo a rabo a estas criaturas bellas aun en su fealdad. Pero sobre la última parte Unidos se arroja de cabeza al terreno del sentimentalismo más burdo y evidente, incluyendo el típico recurso del protagonista que, al leer una carta, resignifica situaciones recientes -que la película se encarga de mostrar, como para que quede bien clarito todo- que terminan dando vuelta como una media sus sentimientos. Pixar es una de las usinas de mayor talento en Hollywood, un estudio cuyas películas son capaces de emocionar a públicos de todas las edades, de todos los estratos sociales, de todas las culturas. Esa capacidad es una virtud extraordinaria, siempre y cuando la emoción parta de una búsqueda genuina y no de un cálculo matemático. A Unidos se le notan demasiado las costuras, aquellos puntos en los que se espera que la platea se conmueva, como si aquí la prioridad máxima sea arrancar lágrimas a como dé lugar. Una idea que está bien lejos de las mejores épocas del velador saltarín.
Ian y Barley son dos hermanos elfos, que viven en la actualidad, en un mundo en el que alguna vez existió la magia. Cuando Ian cumple la mayoría de edad, recibe un regalo póstumo de su padre; un báculo de mago con el que poder revivirlo solo por un día. Ambos hermanos emprenderán una épica aventura para poder pasar un último momento con su papá. Luego de algunas producciones bastante simplonas, Pixar debía redimirse con su público; y que mejor forma de hacerlo con una película de la que casi nadie esperaba demasiado. Y es que, si bien la trama de los hermanos en una aventura no venía siendo demasiado usada, el centrarla en un mundo mágico si le quitaba algo de originalidad. Graso error. Quizás en los primeros minutos, Unidos les recuerde a la infame Bright(ese bodrio que sacó Netflix hace unos años), y más de uno se va a llevar las manos a la cabeza. Tranquilos, una vez pasada la introducción del mundo y los personajes centrales, es decir, unos quince minutos, la película empieza a ir progresivamente hacia arriba, tanto en su trama y emotividad. Todos aquellos que tengan una unión muy cercana con su hermano mayor o menor, o quienes por desgracia perdimos a nuestro padre a una temprana edad, Unidos nos va a dar más de un golpe directo al corazón; ya que se nos plantea lo clave que son dichos lazos familiares, y como los mismos, nos van formando para nuestra futura edad adulta. En este sentido, quien más brilla es el personaje de Barley. Tanto por el diseño físico o personalidad, no podemos dejar de pensar en Jack Black, y que hubiera quedado bastante mejor que el propio Pratt (aunque por edad, Black podría ser más el padre que el hermano mayor de Tom Holland). Pero no todo es bueno en Unidos. La película parece un copy/past de varios productos, siendo el más obvio, Full Metal Alchimist. A esto hay que sumarle que la trama tarda bastante en arrancar, llegando casi a la media hora hasta que la cinta recién se pone entretenida (eso sí, cuando empieza no para). Unidos es una buena película, que, con algunos pequeños detalles mejor trabajados, hubiera sido mucho más redonda. De todas formas, estamos ante lo mejorcito que nos ofreció Pixar en tiempo; así que la recomendación total.
Hoy llega a los cines argentinos Unidos, la nueva película del estudio Pixar. Dirigida por Dan Scanlon y protagonizada por Tom Holland y Chris Pratt. Unidos se ambienta en un mundo de fantasía suburbano, donde los hermanos Ian y Barley Lightfoot, ambos elfos adolescentes, emprenden un viaje para descubrir si aún queda algo de magia para pasar un día con su padre, el cual murió cuando ellos eran demasiado pequeños para recordarlo, luego de realizar un hechizo fallido que trajo de vuelta a la vida solo la parte inferior del cuerpo del elfo. Pixar es un estudio que nos tiene acostumbrados a su excelente calidad de animación y hermosas historias que entretienen y emocionan, Unidos lleva consigo la calidad de Pixar aunque es una de sus obras más pobres. Por ello mismo comenzaremos hablando de los puntos flojos del film, lo primero que tenemos para decir es que la película, o sea, la aventura hecha y derecha tarda en comenzar. En este sentido el primer acto de Unidos es bastante aburrido, si bien sirve para presentar ese mundo moderno lleno de criaturas fantásticas y nos ayuda a conocer las motivaciones de Ian, el hijo menor de la familia Lightfoot, se toma demasiado tiempo cuando podría haber sido presentado de una forma más ágil. Esto conlleva también que la explicación sobre la carencia de magia en ese mundo es bastante pobre y afecta un poco la línea temporal de la historia ya que no sabemos hace cuánto tiempo la magia dejó de manifestarse, esto nos damos cuenta principalmente por el personaje de La Mantícora (muy chistoso, por cierto). El otro punto negativo de la película es que muchas escenas son un refrito de otras cintas, si bien esto no quita demasiado tampoco aporta y se siente un poco la falta de originalidad con respecto a llevar la trama adelante. Pasemos ahora a los puntos positivos de Unidos. El gran acierto del film es la química genial que hay entre los hermanos Ian y Barley Lightfoot, notándose lo buenos que son Tom Holland y Chris Patt en conjunto, son un dúo que nos lleva constantemente de la risa a la emoción y por sobre todo ambos son creíbles en sus papeles y manteniendo roles opuestos pero complementarios. También se destaca mucho Julia Louis-Dreyfus, como la madre de los hermanos elfos y Octavia Spencer en el papel La Mantícora, ambas dando un toque femenino de fuerza y sensibilidad. La animación, si bien no es espectacular, mantiene la calidad del estudio Pixar, por lo cual no hay quejas al respecto. Para finalizar, destacamos el mensaje que trae la trama, un mensaje hermoso de amistad y cofradía entre hermanos, que se va haciendo cada vez más fuerte a medida que la aventura avanza. En fin, Unidos es una película recomendada para ir al cine en familia, disfrutable tanto por niños como por adultos y nos hace replantear la relación entre hermanos (y porque no amigos también) dándole la importancia y la responsabilidad que merece esa unión.
Es la nueva película de Disney y Pixar dos hermanos elfos intentan averiguar si queda magia en un mundo que perdió esa maravilla. Una muy buena idea no del todo explotada, donde los personajes más encantadores, hadas, duendes, cíclopes, centauros, comenzaron a perder interés en los embrujos para utilizar la tecnología y adaptarse rutinariamente al nuevo mundo. La línea narrativa tiene que ver con un recuerdo personal del director Dan Scanlon: La relación de dos hermanos, con el menor que perdió a su padre cuando solo era un pequeño niño y carece de recuerdos de su progenitor. De ahí la idea de explotar ese vinculo entre el menor timorato y el mayor robusto y alocado para lograr revivir al padre por un día. Primero logran “crearlo” desde los pies hasta la cintura y deberán correr mil aventuras para completarlo. Con el guion del director junto a Jason Headley y Keith Bunin se nota, por un lado que se dejo de lado la inspiración de un mundo sin magia y por el otro que se le dio preeminencia a las aventura convencional y que todo se reduce en la mayor parte del film a un ritmo enloquecido, a una carrera contra el tiempo que absorbe la creatividad de los personajes. El film crece emotivamente hacia el final. No es de lo más apreciado de Pixar, luego de poner una vara tan alta como Toy Story o tantas otras creaciones. Pero eso no significa que no resulte entretenido y con su final de lágrimas incluido, es un buen es un buen entretenimiento para la familia.
En apariencia, uno podría decir que Unidos es una de las escasas excepciones en donde el título traducido guarda más coherencia que su original, Onward, que en ingles significa “hacia adelante.” Sin embargo, es Pixar de quien estamos hablando. Un estudio que se ha distinguido por el nivel de cuidado que presenta hacia sus guiones, y si lo vemos desde esa óptica nos vamos a dar cuenta que ese “ir hacia adelante” implica algo que va mucho más allá de la ruta que recorren los protagonistas. On the road, again… El atractivo de Unidos está naturalmente arraigado en sus sendas escenas de acción de índole fantástica. A esto se le suman los aspectos cómicos nucleados en la dinámica de pareja dispareja que existe entre los hermanos protagonistas. Dicha comedia también se encuentra en una subtrama que involucra a su madre y una particular criatura, saliendo paralelamente en su búsqueda por un riesgo que no anticiparon. Sin embargo, la solidez del guion de Unidos, aquello que la hace conmovedora, va por otro lado. Para ese mencionado “ir hacia adelante”, los personajes deben soltar algunas cosas y concretar las que dejaron pendientes. O mejor dicho, un personaje es el que debe soltar y otro concretar lo que dejó pendiente. Si bien la búsqueda de los protagonistas está relacionada a su padre, y parece hablar mucho de la hermandad, el acento que pone es en esa gente que estuvo ahí para vos y te enseñó cosas valiosas más allá de que haya un lazo sanguíneo o no. Es sobre el valor, no solo de enfrentar obstáculos físicos (tales como un largo puente invisible), sino también los emocionales (poder decir adiós a un ser querido al que no le queda mucho tiempo). No es ningún accidente que su realizador, Dan Scanlon, se haya inclinado por elegir un mundo fantástico de elfos, magos y criaturas míticas para poner de plano ese tema. Creer en algo muchas veces implica confiar en un instinto, en algo que puede no estar de claro manifiesto ante la simple mirada. Es una creencia que bordea casi lo religioso, donde -desde más de una perspectiva- nos valemos de historias con resoluciones improbables, las cuales tienen mucho de mágico y completamente alejado de lo lógico. Esta religiosidad se puede ver en su paleta de colores, una muy nutrida como cualquier propuesta de Pixar, pero donde lo que predomina es precisamente la gama de azules, presente en los cielos, en la piel de los personajes y crucialmente en las movidas de magia que produce el báculo que heredan los protagonistas. En el trabajo de voces (ello, claro está, si se inclinan por la versión en su idioma original) tenemos a un prolijo Tom Holland expresando las inseguridades de Ian, el hermano menor. Chris Pratt es quien consigue llevarse los aplausos, dándole su voz a su tiernamente temerario hermano Barley. Julia Louis Dreyfus hace un buen trabajo como su madre, pero verdaderamente destaca cuando es complementada por una Manticora, cuya voz pertenece a Octavia Spencer.
De la mano de la experiencia personal de Dan Scanlon, quien perdió a su padre a muy temprana edad, llega “Unidos” (OnWard) la nueva película de Disney/Pixar que retrata el road trip de dos hermanos en búsqueda de la reconstrucción del recuerdo de su padre. Tom Holland es el encargado de darle su voz a Ian Lighfoot, un adolescente retraído que en su cumpleaños recibe el regalo por parte de su madre de un báculo que le permite invocar a su padre. Para hacerlo necesitará la ayuda de su hermano mayor, en la voz de Chris Pratt, quien es un experto en el mundo mágico. Pero como era de esperarse algo sale mal y el hechizo queda a medio hacer de modo que su añorado padre ahora es solo un par de piernas sin torso. Tendrán 24 horas para tratar de terminar este hechizo y al menos compartir unos minutos con su padre a quien el adolescente no llegó a conocer. Comienza así una maravillosa road movie fraternal que se ve atravesada por los recuerdos que ambos poseen de esa figura paterna y entonces sabremos que el dolor de la perdida ha calado hondo en el espíritu del inefable y extrovertido hermano mayor. Con una animación prodigiosa “Unidos” nos permite también adentrarnos en la construcción del vínculo paternal y deconstruir los ideales del mismo entiendo que el mismo es un estado más que un título. Para una factoría que históricamente nos enseño que la ausencia es el trauma narrativo insuperable (“Bambi”, “Rey León”,etc.) este film parece reconciliarnos con la mirada de “Coco” sobre la muerte como un elemento mas de la vida, una culminación tan ineludible como natural. También nos brinda de forma muy sutil una relectura de la industria del entretenimiento, esta vez en cabeza de Manticora (Octavia Spencer), un personaje mágico que ha sido atrapado por la industrialización de sus habilidades. Y este es el gran riesgo que asume cualquier gran creadora de contenido a nivel de entretenimiento el perder la magia inicial frente a la masividad de sus lanzamientos. “Unidos” se transforma en una magnifica coming of age élfica donde acompañamos a estos dos hermanos a redescubrir los lazos que los unen y las ausencias que los acompañaran, pero desde una mirada mas amorosa que lacrimógena (no faltaran las lágrimas, pero serán más de emoción que de angustia). Sin llegar a los niveles de “Intensamente”, “Toy Story”, “Coco” o “Buscando a Nemo”, “Unidos” se instala como una propuesta sólida en materia de animación y con un mensaje tan claro como contundente: desde la ficción pueden construirse ideales vinculares mas sanos para las generaciones venideras……pero siempre sin perder la magia. POR QUE SI: “Magnífica coming of age elfica donde acompañamos a estos dos hermanos a redescubrir los lazos que los unen y las ausencias que los acompañaran”
Disney/Pixar es la combinación más maravillosa que hay en animación. Perfecta por donde la mires, guión, efectos visuales y entretenimiento con moraleja. El guión realizado por Dan Scanlon, (responsable junto a Jason Headley y Keith Bunin) nos enseña que “Onward” significa “Hacia Adelante” y tiene que ver con la historia de dos hermanos elfos, el menor e inseguro Ian (Tom Holland) y el aventurero Barley Lightfood (Chris Pratt), tan enorme como tierno, que intentan avanzar en la vida, sobre todo con lo que se refiere a su progenitor, ya fallecido, al que quieren volver a ver a través de la magia. Su madre Laurel, en el cumpleaños 16 de Ian les entrega un báculo de hechicero, lo que significa que su padre fue mago y que uno de los dos lo tiene en sus genes. Intentan la magia para volver a ver a su padre con la gema del báculo, pero sólo logran medio cuerpo, Ahora tendrán que emprender un viaje en busca de otra gema y terminar el cuerpo para verlo por última vez, y en el caso de Ian, conocerlo. Laurel (la siempre eficaz Julia Louis Dreyfuss) es valiente pero temerosa de lo que pueda pasarle a sus “niños”, pero la que se destaca realmente con el humor a cada paso es Manticora (Octavia Spencer) mezcla de dragón y escorpión y dueña de una cafetería y de escenas muy graciosas, que ayudará a Laurel en la búsqueda de Ian y Barley cuando desaparecen, en lo que se transforma en una road y buddy-movie muy divertida. La dinámica de pareja despareja funciona a la perfección, son distintos y unidos en el amor de hermanos, a pesar de que la palabra “unidos”, después presente otra connotación. El objetivo de ambos es buscar a su padre y pasar 24 hs con él, no lo conoció y le quedaron un listado de cosas que le gustaría compartir con su padre. El guión les y nos enseña que hay que creer en uno mismo y que unidos nada puede salir mal. Los rodean magos y duendes, además de los propios elfos. La película es entretenida, divertida, con mucha magia y extremadamente emotiva, quizás no sea recomendable para niños muy pequeños, salvo posterior explicación, pero los más grandes la van a disfrutar muchísimo. De los aspectos técnicos no hay nada que decir más que son excelentes, tiene un gran trabajo de animación, desde la estética de la familia de elfos, que van a la escuela y hacen vida normal y cotidiana, seres alados en moto y centauros que son policías, hasta su fotografía. Cada lugar está estratégicamente pensado para que sea perfecto y asombre. Díficil contar sin spoilear...Esta aventura extraordinaria dirigida por Dan Scanlon y producida por Kori Rae (los mismos de “Monsters University”) es redonda, llena de carisma y emoción, nunca pierde fuerza ni diversión, jamás apela a golpes bajos aunque trata temas como la muerte, y se apoya en el vínculo fraterno, tan tierno que emociona, ya que Barley lo ayuda a desarrollar sus habilidades y le inculca la idea de que tiene que creer en él para que cualquier cosa sea posible. Recomiendo verla en su idioma original para los adultos. Y como novedad, que una madre viuda tenga novio en una película de Disney...bravo! Vamos avanzando. Una película de lazos familiares, donde un viaje hace cambiar a sus protagonistas, a pura ternura. --->https://www.youtube.com/watch?v=GhvLAcBs23g TITULO ORIGINAL: Onward DIRECCIÓN: Dan Scanlon. VOCES ORIGINALES: Chris Pratt, Tom Holland, Julia Louis-Dreyfus, Octavia Spencer. GUION: Dan Scanlon. FOTOGRAFIA: Sharon Calahan. MÚSICA: Jeff Danna, Mychael Danna. GENERO: Aventuras , Animación . ORIGEN: Estados Unidos. DURACION: 102 Minutos CALIFICACION: Apta todo público DISTRIBUIDORA: Buena Vista FORMATOS: Imax, 3D, 2D. ESTRENO: 05 de Marzo de 2020 ESTRENO EN USA: 06 de Marzo de 2020
LA EMOCIÓN HECHA IMAGEN Al igual que Un gran dinosaurio, Monsters University o Valiente, Unidos parece estar destinada a integrar una especie de segunda selección de películas de Pixar, integrada por obras bastante subestimadas y hasta olvidadas a pesar de sus méritos y complejidades. Quizás sea por las superficies genéricas que utilizan: si aquellas recurrían como soportes al western, las narrativas infantiles, el ámbito estudiantil, las películas deportivas o los moldes de los cuentos clásicos de Disney, el film de Dan Scanlon apela a los relatos de fantasía, a los mitos y leyendas, pero también a la road-movie y la buddy-movie. Y ese posicionamiento genérico la termina colocando en un lugar problemático para mucho público y crítica cada vez más inclinado a la noción de que todo tiene que sonar “importante”. Y lo cierto es que Unidos tiene para decir muchas cosas relevantes, solo que elige caminos que ya no son habituales, algo que casi siempre suele hacer Pixar. Es bastante patente que el cine de Steven Spielberg anda sobrevolando casi toda la historia de este film, situado en un universo donde las criaturas fantásticas –sirenas, elfos, centauros, etcétera- conviven en entornos típicamente urbanos donde la magia ha quedado prácticamente olvidada. Allí nos encontramos con dos hermanos que, luego de un hechizo algo fallido en el que su padre fallecido retorna a medias (solo se le ven las piernas), deben emprender una “cruzada” para poder obtener una piedra mágica y completar esa vuelta por un tiempo limitado. Pero si el realizador de ET siempre giró alrededor de los dilemas del conocimiento, la noción de lo tecnológico como factor deshumanizante y las figuras paternas ausentes, Unidos se permite incorporar otras capas a su narración: la aventura establece enlaces también con los cines de Robert Zemeckis y Joe Dante a partir de cómo piensa la magia, lo monstruoso, la interacción de mundos y lo temporal construyéndose desde el recorrido espacial y el marco social. Sin embargo, donde Unidos establece una personalidad propia y termina emocionando de forma rotunda es a partir de cómo repiensa el cine de Pixar en general y el de Scanlon (quien venía de dirigir Monsters University) en particular. El hermano menor que es Ian Lightfoot, que va descubriendo sus poderes como hechicero sobre la marcha, es como un primo hermano del Remy de Ratatouille, el Arlo de Un gran dinosaurio, el Sullivan de Monsters University o el Woody de Toy Story–por citar apenas unos ejemplos-, que también emprende otro camino de descubrimiento, de aprendizaje sobre cómo esas personas que parecen opuestos en verdad terminan siendo alter egos. Paradójicamente, es desde ahí que la película encuentra una conexión inesperada con la obra de Spielberg, a partir de la capacidad para construir una multitud de significados, mensajes y resonancias con una sola secuencia, imagen o línea de diálogo. Porque si Unidos es durante la mayor parte de su metraje una aventura irreprochablemente ejecutada, plagada de dinamismo y de una fluidez envidiable, es en los minutos finales que entrega un plano demoledor, donde el punto de vista, lo que no se escucha pero se intuye y la profundidad de campo son utilizados para estrujar el corazón con armas nobles. En apenas unos segundos, Scanlon toma la decisión perfecta y habla –sin decir nada, a pura sabiduría visual- sobre la pérdidas irreparables, los roles que asumimos casi inconscientemente en las historias (personales, familiares, históricas y hasta mitológicas) y las personas que nos forman en nuestras existencias, esos seudo padres sustitutos que están siempre ahí, al pie de cañón, incluso negándose a que los expulsemos de nuestras vidas. Y ahí es donde uno tiene que detenerse y respirar, porque tiene que hacerse cargo de que está ante una película universal, de esas que interpela las experiencias íntimas, y no puede evitar recordar a los que ya no están y a los que permanecen, a los caminos recorridos, lo que queda por aprender, el camino recorrido y el que se presenta a futuro. Entonces las lágrimas asoman y son incontenibles. Esos malditos de Pixar vuelven a rompernos el corazón a puro cine y uno sabe que Unidos es una muestra más de esa visión humanista del estudio hecha a pura emoción.
Pixar Animation Studios se forjó la fama de ser la productora de cine que siempre hacía obras extraordinarias. Sobre los hombres de tres películas de Toy Story instaló esa idea. Pero fuera de aquellos tres films, no siempre Pixar hizo películas tan fuera de serie. Muchas son buenas, muchas mediocres y algunas de regular para abajo. Unidos es una nueva prueba de lo desparejo que de Pixar y la inercia que lleva a festejar todo lo que lleva ese sello. La película transcurre en un mundo que ha dejado atrás la fantasía y se ha aburguesado. Elfos, unicornios y hadas ya no son lo que eran. Ahora viven una cómoda y gris vida suburbana, con los recuerdos cada vez más lejanos de una era de magia. Dos hermanos elfos viven con su madre. Ian cumple 16 años pero su timidez le hace casi imposible hacer amigos. Barley es todo lo contrario, osado, valiente y bastante atolondrado. Ian, que es el hermano menor, no tiene recuerdos de padre. Pero en el día de su cumpleaños la madre le entrega un regalo que les dejó a ambos su padre fallecido años atrás: un báculo de magia. Con el regalo vienen las instrucciones para un hechizo que consiste en traer nuevamente al mundo al padre de los jóvenes, pero tan solo por un día. Ese es el comienzo de una aventura clásica donde ambos emprenden una carrera contrarreloj para conseguir cumplir con el hechizo. En el camino irán descubriendo que debajo de la superficie todavía sigue existiendo un espacio de fantasía con magos, dragones, maldiciones y hechizos. La película es una gran road movie acerca del amor y la lealtad entre hermanos. Pero lo que en teoría se ve interesante, en la práctica es rutina en el estado más puro. Todos los chistes viejos y sin chispa, todas las citas cinematográficas ya rancias y sin efectividad, y una obviedad en la bajada de línea y sus reflexiones que aplaca toda la inteligencia que en algún momento se dijo que Pixar sabía ofrecer. Visualmente impecable, con muchos hallazgos técnicos, pero sin que eso le permita brillar como una gran película.
Disney y Pixar presentan Unidos (Dan Scanlon, director de Monsters University), una nueva aventura animada que nos emocionará, nos hará reír y, por supuesto, nos dejará un mensaje hacia el final. Tom Holland y Chris Pratt son los encargados de darle voz a la dupla protagónica. Hace mucho tiempo atrás el mundo estaba repleto de criaturas mágicas: elfos, unicornios, hadas, centauros, magos, etc. Cada una de ellas aportaba lo necesario para poder vivir sin problema alguno. Claro que el tiempo lo cambia todo. El avance de la tecnología hizo que sus poderes especiales ya no fueran necesarios para la vida cotidiana. Ahora, en un mundo repleto de aparatos que básicamente hacen todo por nosotros, pasaron a ser simples criaturas semejantes a los seres humanos. Es en este mundo mágico pero a la vez mundano que nos encontramos con Ian (Tom Holland), un adolescente inseguro, y su hermano mayor, Barley (Chris Pratt), un rebelde sin miedo a nada. En el cumpleaños del menor, la madre les hace un regalo muy especial: su padre, antes de fallecer, les dejó un bastón de mago. Dicho artefacto permitirá que sus hijos lo traigan nuevamente a la vida por un día. El hechizo finalmente no sale de acuerdo a lo planeado: sólo consiguen traer la mitad del cuerpo de su padre. Es así que estos elfos se embarcarán en una aventura semejante a una partida de Calabozos y Dragones, con el objetivo de conseguir una gema especial y así poder finalizar el encantamiento de una manera eficaz. La dupla protagonista es el corazón de la película. Ambos personajes, completamente opuestos en todos los aspectos, se complementan a la perfección. Es fácil ponerse en lugar de ambos, por más que los dos tengan ideas contrarias. En ningún momento se da a la posibilidad de juzgar a ninguno de ellos por sus acciones/decisiones. Los personajes secundarios, por su parte, otorgan dinamismo a la historia y funcionan como puntapié para las situaciones cómicas. Como siempre ocurre en las producciones realizadas por Disney-Pixar, Unidos (al igual que sus antecesoras) busca dejar un mensaje para toda la familia. En esta ocasión apunta a la importancia de la unidad, el compañerismo, la hermandad, los lazos familiares, a la resiliencia. A nunca darse por vencido aun cuando todo parezca estar perdido. Es así que nuevamente estamos frente a una historia “para chicos”, pero con guiños que llegarán al corazón de los más grandes. Aunque pueda verse algo floja si la comparamos con otras de las producciones de Disney-Pixar (tengamos en cuenta que sus últimas entregas fueron Los Increíbles 2, Toy Story 4 y Coco), Unidos es una aventura entretenida con un equilibro perfecto entre la comedia y la emotividad. Unidos es una película entretenida y emotiva, con un importante mensaje respecto a la unidad, el compañerismo y los lazos familiares. PD: ¡No se olviden de tener pañuelos a mano!
Por lo menos cuatro elementos en Unidos, dirigida y co-escrita por Dan Scanlon (Monsters University), nos sugieren que nos detengamos en el hecho de que la familia Lightfoot consigue sentidos ocultos a partir de lo que tienen en su rutina y así llegar a lo que les hace falta de su pasado. Estos son: las tonalidades azules, el rol del hermano mayor, la madre en sus elasticidades formativas, y la voz y la mirada como articulaciones vitales. Algún apático puede señalar con acierto que ya la compañía de animación en 3D ha tratado antes algunos de estos elementos, pero aquí las diferencias invitan a este acercamiento al tema fundacional de Pixar: la familia en la era posmoderna. En principio, el color azul de la piel de este núcleo familiar de elfos es más pálido con respecto al azul de Tristeza en Intensamente (2014), el de Sully en Monsters, Inc. (2001) y no es tan vivaz como el de los cielos en las Toy Story (1995-2019). Recordemos que los tonos azules pertenecen al ámbito de la melancolía, así que no es descabellada la sugerencia por parte del diseño de personajes de que los Lightfoot han continuado su vida a pesar de la muerte de la cabeza de la familia. El detalle de que precisamente los cabellos, signos orgánicos de identidad, tengan azules más acentuados y cortes excéntricos ya nos está hablando de una aventura necesaria no solo porque la historia comienza el día del cumpleaños 16 de Ian, el protagonista. Ya antes se había incluido ausencias paternales en la mencionada saga de juguetes, pero sin hablarlas frontalmente. La relación de los hermanos resulta novedosa dentro del marco de lo que nos ha acostumbrado la compañía de la lamparita saltarina. Ian, hijo menor, acepta que su hermano Barley ha hecho las veces del padre en vista de la muerte de este cuando ellos eran niños. El guion nos sorprende en un punto y forcejea la desconfianza entre ambos a cuenta de los conocimientos en magia del mayor. E inicialmente podemos creer que esto es un capricho por parte de los guionistas. De todas maneras, la lupa en los matices de este vínculo sirve para conscientizar la tirantez juguetona y desconfiada de toda hermandad. Las figuras maternas han tenido la capacidad de estirarse desde Elastigirl (Holly Hunter) en Los Increíbles (2004-2018) hasta Elinor (Emma Thompson) en Valiente (2012). Si en la primera era un superpoder incluso físico, en esta ocasión los guionistas aprovechan con humor la cotidianidad de Laurel (Julia-Louis Dreyfus), la elfa madre, para defender a sus hijos como cuando pelea con un dragón de diseño bastante ingenioso y al ritmo de la música que ella escucha haciendo aerobics cada mañana. Quien solo quiera ver ahí empoderamiento femenino y corrección política, recuerde que los cuerpos maternales de Pixar no son precisamente aerodinámicos como lo es el preconcepto del poder y mucho menos toda madre en la realidad efectiva está dispuesta a unir fuerzas con un ser como la Mantícora (Octavia Spencer) que deja su puesto de encargada en un restaurante temático para volver a sus raíces del peligro mitológico y mitomaníaco. Y si nos empeñamos en el empoderamiento, hagámoslo de raíz: Pixar contrata nuevamente a una actriz respetada no solo por su edad como Julia Louis Dreyfus para confiarle el rol de una madre enérgica y flexible en sus alianzas más monstruosas Todo esto nos lleva finalmente a la voz y la mirada. Bastante se ha dicho que la compañía de animación ha trazado una filmografía donde las emociones tienen un valor preponderante. Esto es una superficialidad si mínimo no precisamos el rol de la tristeza en su trayectoria. Reconocible como un motor que encauza lo estancado, no leamos esta emoción acuosa nada más en el sentido metafórico. Observemos atentísimos cómo Ian cede su necesidad de hablar con su padre para que sea su hermano quien se reencuentre con la figura paterna. Ahora, cuando ocurre el encuentro entre primogénito y padre, no hay movimientos en la toma hacia el punto de vista de Barley. La imagen del reencuentro desde la mirada de Ian a lo lejos está enmarcada por escombros. Entonces el protagonista se convierte en espectador quieto y callado de un reencuentro filial del otro con su padre ausente. La mirada de reconocimiento releva la voz como conjuro mágico. Y a nosotros espectadores se nos está sugiriendo que si cedemos al llanto, reconocimos que crecer duele. Si miramos sin lágrimas, ya hemos crecido. Al final, la película confía tanto en la escritura del pasado (la historia y la magia) como en la del futuro (listas), si bien tiene conveniencias visibles en el guion para poner en marcha sus sentidos hacia lo venidero. A quienes por momentos nos parezca que las emociones transmitidas a través de la historia están templadas, es porque cierto sentimentalismo entorpece las sutilezas más pertinentes de la película.
El nuevo film de Disney Pixar, Unidos, de Dan Scanlon, ofrece todo el nivel al que nos tiene acostumbrado la casa matriz, agregándole una calidez humana en los mensajes muy propia de la coyuntura actual. Cuando parecía imposible, es más de lo que esperábamos. A mediados del año pasado, recibíamos las primeras imágenes y el primer trailer de Unidos. No era mucho lo que se sabía de ella, pero se veía que se ubicaba en un universo fantástico, y que tenía como protagonistas a dos hermanos, de características diferentes, que debían unirse por una causa común. Vamos a sincerarnos, no parecía la propuesta más original de los dueños de la lamparita; igual comprábamos. A los pocos meses, esta sensación creció cuando nos enteramos que no sería el único estreno de este año, que Unidos se adelantaba, y para nuestras vacaciones de invierno tendríamos Soul, anunciada con bombos y platillos como LA película animada de este año (veremos). ¿Entonces qué es Unidos? Una película menor, algo de mediana calidad que no merece tanta atención como lo que veremos dentro de cuatro meses. Para tener la respuesta, quizás debamos repasar algo del pasado de Pixar; más precisamente, Un gran dinosaurio, una película con algunos problemas de producción, retrasada, que nos vendieron como algo menor, y de hecho pasó injustamente desapercibida pese a ser una película maravillosa. Unidos es eso, algo maravilloso, dejando atrás cualquier duda que tengamos. Pixar no necesita de una gran parafernalia, ni enormes redoblantes que nos prometan romper con todos los moldes. Digamos que, a esta altura, con 25 años haciendo largometrajes, invictos en calidad (me paro a defender ante cualquiera a Cars 2 y 3), no tienen mucho que probar, y sin embargo, siguen innovando. Vamos a aclararlo, no, en Unidos no encontraremos ninguna innovación tecnológica en la animación, pero tampoco algo que la haga verse menor. La técnica es perfecta, al máximo nivel, tanto en los personajes como en la ambientación de fondos que mezcla lo realista con lo caricaturesco. La clásica paleta de colores vívidos y algo oscuros, las formas redondeadas, todo está ahí en un nivel supremo, como siempre. Lo que destaca por sobre el resto acá es su argumento, y la forma de encararlo. Al igual que sucedía en Zootopia (otra gran película subvalorada de Disney – sin Pixar – ), se nos presenta un universo regido por seres antropomorfos y referencias constante a nuestra forma de vida. En aquella eran animales varios pertenecientes a una sociedad con todos los elementos con los que convivimos a diario; acá son seres mitológicos. Hace siglos estos utilizaban la magia como elemento natural para desenvolverse y desarrollarse diariamente. Pero poco a poco fueron descubriendo los adelantos tecnológicos, ya no hacían fuego con un hechizo sino con fósforos, ya no volaban con dragones sino que usaban aviones comerciales, y así, hasta llegar a la actualidad en la que viven como nosotros, olvidándose casi por completo de la magia. Solo algunos la veneran y como algo fantasioso. Ian es un adolescente retraído, muy tímido, y al que le cuesta hacer amigos. A punto de cumplir los 16 años, no tiene a quién invitar a su posible fiesta de cumpleaños. Pero su madre le tiene una sorpresa, su padre ya fallecido cuando era pequeño, le encargó entregarle a él, y a su hermano mayor Barley, un regalo especial para cuando Ian cumpla esa edad. Se trata de una vara y una gema para hacer hechizos. Ian es tan incrédulo de la magia como todos. Pero Barley es de los que la venera, aficionado a los juegos de rol y a los libros de aventuras y hechicerías, cree que es una costumbre que no debe perderse, por lo que intentará realizar un hechizo. Quiere traer a su padre de regreso por 24hs. Cuando finalmente Ian lo intente y descubra que tiene el don, las cosas comenzarán bien pero no terminarán igual, “a media reconstrucción” la gema estalla, quedando medio padre reconstruido, piernas y cadera. La única posibilidad de terminar el hechizo es conseguir una nueva piedra, por lo que Ian, Barley, y el medio padre, emprenderán un viaje sin un destino muy cierto. Más allá de los guiños a los elementos de nuestra vida cotidiana, que no necesariamente se traducen en los mismos chistes de siempre a la cultura pop (por suerte), Unidos se apoya en pilares de los conflictos de familias actuales. Ian y Barley son casi antagónicos. Ian tiene los pies sobre la tierra, es retraído y pretende encajar dentro de los círculos habituales de cualquier adolescente. Barley es un veinteañero volátil, que cree y sustenta en la magia, mucho más desinhibido, pero no por ser popular, sino porque no le interesa encajar; tiene un perfil de rockero ochentoso, y su actitud es siempre positiva… aunque algo infantilizada. ¿Esto hace que confronten? A Ian le cuesta aceptar la forma de ser de su hermano, sobre todo por ese deseo de pertenecer, pero no hay un franco rechazo, más bien representa aquello latente que se oculta para ser aceptado. Barley adora a Ian, y quiere tener un vínculo fuerte con él. Entre ellos se siente un gran amor fraternal. La madre apoya a ambos e intenta amoldarse a lo que cada uno necesita, estando. No es una madre perfecta, es una posible. Tiene una nueva pareja, policía (un vínculo que tampoco es cuestionado), pero no es dependiente. Cuando sus hijos partan con su medio padre, ella no se quedará esperando, llorando, porque sus hijos regresen, saldrá en su búsqueda viviendo su propia aventura. ¿Qué decir del medio padre? Con muchos gags al estilo Fin de semana de locura, hablamos de un hombre que necesita de sus hijos para completarse, que no se sostiene por sí solo, y el que, aún después de muerto, le sigue preocupando el vínculo entre ellos. Bueno, también está la Mantícora dueña del restaurante, un personaje que mejor que descubran por sí mismos. Súmenle mensajes a favor de no perder las tradiciones (sin que esto se lea como conservador, al contrario), del uso de la modernidad arrasando con la estructura del ser, de la importancia de anteponer los vínculos activos; de no olvidar a los que ya no están; de aceptar al diferente y aceptarse tal cual somos. Pareciera que todo Pixar está dentro de Unidos, y en un envase que no se siente para nada pesado, alejado del sermón. Es cálida, desopilante, chispeante, y con personajes que nos compran sin mucho esfuerzo. El ritmo de aventura es permanente, sin caer en lo abrupto ni en el desenfreno innecesario. Su banda sonora, incluido un bellísimo leit motiv en los créditos finales, es como la cereza del postre. Por supuesto, como casi todo Pixar, se trata de esas películas que uno imagina perfectamente como representadas por personajes de carne y hueso. Comedia humana y de la buena. Quienes tengan la posibilidad de verla subtitulada, a por ella. Tom Holland, Julia Louis Dreyfuss, y sobre todo Chris Pratt y Octavia Spencer hacen un trabajo maravilloso. Unidos vino silbando bajito y nos sorprendió como uno de los mejores títulos de una casa productora que siempre se las ingenia para volvernos a enamorar. Un paso adelante.
La nueva película del exitoso estudio Pixar, dirigida por Dan Scanlon (Monsters University), relata una historia que combina un mundo fantástico con la actualidad tecnológica. Ian y Barley (Tom Holland y Chris Pratt, si se la ve en su idioma original) son dos hermanos elfos que han perdido a su padre de pequeños y ahora de adolescentes viven con su madre y un pequeño dragón como mascota. Uno es retraído y demasiado tímido como para tener amigos; el otro es excéntrico y está fanatizado con la magia del pasado que ya nadie usa. Es que lo primero que hace “Unidos” es retratar rápidamente todo un universo: bastante parecido al nuestro pero lleno de criaturas mitológicas en una época estaba cargado de magia y hechizos. Lo que pasó fue que la tecnología en sí se tornó tan poderosa como la magia y a los seres les dejó de interesar aprender hechizos para prender la luz si hay electricidad, ahora viven todos enfrascados en sus celulares. Y así lo mitológico fue quedando olvidado. Las criaturas viven y trabajan como simples seres humanos. La verdadera aventura empieza con el cumpleaños de Ian y un regalo que su padre le dejó: la posibilidad de pasar un día más con él gracias a la magia. Pero las cosas no salen del modo esperado y sólo se quedan con medio padre, de la mitad para abajo, por lo que ambos hermanos se embarcan en esta aventura en busca de aquella piedra que les permitirá terminar el hechizo y disfrutar de un poquito de tiempo más con él, y sólo tienen veinticuatro horas para conseguirlo porque después se desvanece. Veinticuatro horas que siguen corriendo, así que cuanto más tarden en conseguir la piedra, menos tiempo les quedará para compartir con él. Acá la película comienza a tomar la estructura de un videojuego: se van siguiendo determinados pasos a medida que nuevas dificultades los encuentran. En este sentido, el guion funciona como un relojito, sin detalle librado al azar, permitiendo que la historia fluya de manera dinámica. También los personajes secundarios consiguen cumplir su función, siendo los más relevantes la figura de la madre (Julia Louis-Dreyfus), la de su novio policía (Mel Rodriguez), y la de una criatura llamada Mantícora (Octavia Spencer). Por otro lado, en el camino se pierde un poco de la magia que promete y la parte emotiva sí se siente un poco forzada. Por suerte tenemos un buen uso del humor, con situaciones inesperadas que se consiguen principalmente en las escenas entre los dos hermanos y ese medio padre al que disfrazan al mejor estilo Fin de semana de locura. Aunque pueda recordar a Coco con aquella idea de poder pasar un poquito más de tiempo con la persona querida que se fue, lo cierto es que Unidos funciona más gracias al humor que a la emotividad. A nivel técnico, Pixar nunca decepciona pero además acá nos brinda una linda galería de personajes que nos harán divertir bastante. Y como siempre, se guarda mensajes lindos y positivos para que la vida resulte un poquito menos hostil.
"Unidos", un mundo lleno de maravillas. Hace mucho tiempo, el mundo solía estar lleno de maravillas. Gracias una vez más al talento y la originalidad de los estudios de animación Pixar, esas maravillas siguen al alcance de todos. Es por ello que a través de un nuevo film original, nada de precuelas o secuelas como cada vez tiende más la casa de la lamparita, se logra un inmenso despliegue de renovación de la fantasía clásica. Con Unidos, el director Dan Scanlon (responsable de la olvidable Monsters University) se sirve de la mística y la épica de la fantasía para traerla nuevamente a la vida… bajo la mirada de los tiempos modernos. La historia toma lugar en una tierra colmada de criaturas mágicas que alguna vez fueron sinónimos de leyendas y protagonistas de valerosas aventuras. Pero el paso del tiempo y la llegada de la tecnología hicieron lo suyo para que todo ello quede prácticamente en el olvido. Es entonces que ahora las pequeñas señales de la magia en este mundo quedan relegadas a unicornios que revisan la basura en busca de comida, un dragón domesticado como mascota o la mitológica Mantícora como propietaria de un restaurante. Pero esos pequeños atisbos de lo que alguna vez son los que recupera Unidos dándole valor a la aventura, y más importante aún, a los lazos familiares. Ian Lightfoot (Tom Holland) es un elfo de 16 años que lidia con los temores e inseguridades típicas de su edad a la vez que con la ausencia de su padre, quien falleció cuando él era pequeño. Mientras que Ian es alguien retraído y con los pies en la tierra, su hermano mayor Barley (Chris Pratt) es un extrovertido apasionado por los juegos de rol, la historia del mundo mágico y la velocidad de su estruendoso corcel… una desvencijada camioneta. Los dos hermanos emprenderán un viaje hacia la aventura luego de heredar un báculo que les permite traer a la vida por 24 horas a su padre. O al menos parte de él. Con solo habiendo podido revivir la mitad inferior (un par de piernas que son un gran cómic relief), estos dos elfos y medio deben ir en busca de la gema necesaria para completar el hechizo antes de que culmine el tiempo. Pixar construye con maestría este viaje de padre e hijos, o más bien piernas e hijos, dotado de ideas originales y mucha comicidad. Un balance perfecto entre la épica fantástica y la comedia de enredos a lo Fin de semana de locura. Sin embargo todo ello no es más que una excusa para depositar el foco, y por lo tanto el corazón del film, en la relación fraternal de los protagonistas. La dinámica y el vínculo entre hermanos muchas veces es motivo de conflicto, sin ser una excepción a la regla la relación entre Ian y Barley se hermana (justamente) entorno a las diferencias y las uniones expuestas en su viaje. Mientras que la presencia del padre de ambos se vuelve un divertido elemento de comedia física, la aventura toma como forma e interés de desarrollo la emoción fraternal nacida de ambos protagonistas. El film pone como eje central la acertada demostración de que las ideas de los vínculos o etiquetas familiares trascienden muchas veces al rol preestablecido. Es así como Ian dentro de su crecimiento interno gana el entendimiento suficiente para ver en Barley un hermano, un amigo y la muy necesitada figura paterna que siempre estuvo allí. De manera simple, efectiva, pero elevada gracias a la enorme pasión y sentimiento con lo que todo es dotado de vida, Unidos le regala al espectador la capacidad de volver a creer en la magia. Todo ello funciona perfectamente, con grandes persecuciones de hadas motociclistas o el ataque de un dragón de concreto, siendo quizás lo menos efectivo el arco paralelo de la madre elfo Laurel (Julia Louis-Dreyfus) que busca a sus hijos junto a una Mantícora (Octavia Spencer). Pero la historia no lo hace únicamente gracias a la originalidad con la que se conforma la aventura llena de peligros y diversión, sino que guarda mayores intenciones en su aparente simplicidad narrativa. El film despierta lo mágico en el relato y el espectador haciendo uso de la aventura para desnudar a los personajes emocionalmente, con sentimientos tan reales como lo es un centauro o un gnomo dentro de ese mundo. Unidos no es definitivamente una de las mejores producciones de Pixar, pero es a raíz de su simple construcción y de apelar a una cálida sensación de bienestar, que el film de Dan Scanlon cuenta con el gran corazón que describe a esta clase de propuestas. La caótica travesía de Ian y Barley hace que la magia perdida comience a despertar de apoco y, de igual manera, a medida que se afianza el vínculo entre hermanos, el público logra una cercanía con su capacidad de creer en lo fantástico. Lo vuelve consciente de las maravillas del mundo, incluso de las más simples e importantes, como el abrazo de un ser querido.
Ambientada en un mundo de fantasía suburbana, dos hermanos elfos adolescentes, Ian y Barley Lightfood, se embarcan en una aventura en la que se proponen descubrir si existe aún algo de magia en el mundo que les permita pasar un último día con su padre, quien falleció cuando ellos eran aún muy pequeños como para poder recordarlo. Protagonizada por Chris Pratt y Tom Holland, y producida por el equipo detrás de "Monsters University", Pixar nos presenta "ONWARD" , una película que todos esperaban con poca expectativa y terminó superándose a sí misma. Con excelentes y memorables interpretaciones de un gran dúo que dan ganas de verlo fuera de la animación e invitan a ver el film en idioma original, esta emocionante y conmovedora historia nos transporta hacia un nuevo universo mágico, rico e interesante para explotar, como bien sabe hacer el famoso titán de la Industria. E incluso a pesar de todo aquello, es importante destacar como lo mejor de la obra es el profundo trasfondo que oculta y trata con una delicadeza necesaria de reconocer. Ya que estamos ante una trama infantil que esconde un tema importante y pesado de manejar. Dos jóvenes que perdieron a su padre y debieron crecer sin él, enfrentándose a la posibilidad de compartir 24 hs juntos. No es que sea algo nuevo que Disney trate temas de adultos camuflados de colores y canciones en películas infantiles. Pero en este caso resultó especial, por la manera en la que decidieron hacerlo. No tengo ninguna duda de que a más de una persona se le cayo una lagrima al sentir esa reconocible sensación de pérdida y la desesperación agobiante de pasar algunas horas con esa persona. Y el hecho de que hayan podido pasar el día solo con una parte de su padre (sus piernas) es fuertisimo incluso de ver. Cerrando con broche de oro la reflexión final sobre la unión de los hermanos. Punto para Pixar, que se animó a tratar ese tema, y por la forma en la cual lo hizo. Aunque todos los puntos se los lleva por haber apostado a una nueva idea en vez de sacar otra secuela innecesaria. La nueva obra de Disney trae consigo una aventura tierna y entretenida para todas las edades, con momentos que te hacen agarrarte del asiento incluso sabiendo que todo terminará en un final feliz. Convirtiéndose en una historia que llega a estar a la altura de la reconocida filmografía de Pixar, sin llegar a ser de sus mejores obras. Recomendable para ver en familia y apoyar que sigan sacando nuevos relatos y dejen de explotar hasta literalmente el cansancio sus exitosos clásicos. Por Estefanía Da Fonseca
Unidos es la película telonera de Soul, el gran estreno que tiene previsto Pixar para la temporada de las vacaciones de invierno y está destinada a un público más maduro. En este caso ofrecen una propuesta familiar olvidable que reúne todos los clichés asociados con esta productora que hace años dejó de representar la gran vanguardia en el género de la animación CGI. En el pasado se podía percibir una superioridad notable entre los proyectos de la compañía y la competencia y la realidad es que hoy el desempeño de los estudios es mucho más parejo. Sin ir más lejos, la última entrega de Cómo entrenar a tu dragón, de Dreamworks, presenta un espectáculo visual completamente superior a Unidos que integra esas películas de segunda línea de Pixar, como lo fueron El buen dinosaurio y las continuaciones de Cars. Cumple para entretener un rato a los más chicos pero carece de alguna cualidad notable para resaltar. El concepto de la historia sobre la desaparición de la magia y el contraste con el uso de la tecnología era interesante pero lamentablemente terminó saboteado por el catálogo de lugares comunes que contamina esta producción. Otra vez nos encontramos con personajes que lidian con la muerte de unos de sus padres e inician una aventura de autodescubrimiento personal en la que aprenden una lección de vida. Para variar los protagonistas tienen personalidades opuestas y deben viajar a un lugar específico para resolver sus problemas. La misma premisa con la que Pixar viene robando desde Toy Story. Tampoco está ausente ese tono depresivo que suelen tener los relatos del estudio y el infaltable “momento Coco” que intenta hacer llorar a los espectadores. Cuando estos elementos cobran fuerza en el relato te das cuentas que Unidos es un film sin inspiración que hicieron para tener presencia en la cartelera antes del estreno de Soul. Dan Scanlon, responsable de Monster University, no presenta ninguna evolución como realizador y ofrece otra película genérica del mismo nivel. A lo largo del conflicto no desarrolla con ideas creativas el mundo de fantasía que ambienta la historia ni hace el mínimo esfuerzo por desvincularse de la fórmula argumental del estudio que ya se volvió predecible. Si bien no es una película terrible e inclusive en el momento de su visionado podés llegar a pasarla bien, tiene la enorme desventaja de repetir demasiados conceptos que esta productora explotó hasta el hartazgo. Pixar tiene que darle un descanso de por lo menos diez años a los familiares fallecidos en estas historias y empezar a crear personajes diferentes que lidien con otras cuestiones. Ya hicieron llorar a todo el planeta con Coco, llegó el momento de orientar los contenidos emocionales por otro rumbo. Aunque las interpretaciones en piloto automático de Tom Holland y Cris Pratt son correctas tampoco consiguen que nos encariñemos con estos personajes que no brillan precisamente por su carisma. Los hermanos elfos son simpáticos pero cuesta imaginar que despierten pasión de multitudes en el público infantil. En resumen, un film que se deja ver pero difícilmente sea recordado entre los grandes estrenos del año dentro del género de animación.
“La importancia de la familia” La última producción de Disney/Pixar Unidos, es otra película que se encarga de construir un universo propio, acercándonos a la fantasía, pero, mezclada con situaciones de la vida real. Película que tiene como director a Dan Scanlon (Monsters University, 2013) y como guionistas a Jason Headley, Keith Bunin y al mismo Scanlon. Onward (2020), nos presenta a dos hermanos elfos adolescentes, Ian (Tom Holland) y Barley (Chris Pratt), ellos comenzarán una aventura en donde el tiempo apremia y buscarán conseguir un objeto mágico que les permitirá pasar un último día con su padre ya fallecido. La dirección tomó el camino cómodo, dejando a esta producción como una copia de otras producciones, ya que reutiliza la misma fórmula, sin brindar originalidad a pesar de ser un mundo nuevo. El mismo sí es un acierto, al brindar un poco de aire fresco a la cinta y a su vez, al mezclarlo con la estructura social de la vida real, ofrece situaciones muy interesantes y divertidas. El guión es predecible, sin embargo la historia es conmovedora y transmite un mensaje muy especial. Las voces originales no pude escucharlas, Se destacan las voces, ejecutadas por Carlo Vázquez como Barley y Emilio Treviño como Ian. "En resumen, es una película que tenía bastante condimentos para arriesgarse, pero se queda a la mitad y toma el camino fácil. Si bien el film se disfruta y sus personajes son simpáticos, conmueven sus mensajes. El espectador no se va con novedades, con respecto al género, tampoco da lugar a la reflexión como sí sucedió con Coco (2017). Es un film que para los que tenemos hermanos deja lindas sensaciones, pero que luego de un tiempo esta película pasará sin pena ni gloria." Puntaje: 6/10
Una carta a la nostalgia por los tiempos mágicos y una caricia al aprendizaje Parece redundante decirlo cada vez, pero es que la frase "Pixar lo hizo de nuevo" le cabe regio al estudio del logo de la lámpara de escritorio pase el tiempo que pase. Por supuesto que puestas a comparar unas con otras habrá discrepancias entre cual, o cuales, son mejores, pero todo dentro de un universo que va de lo bueno a la excelencia, aunque habrá que quitar del canasto de los juguetes algunas secuelas. Nadie es perfecto. “Unidos” es la historia de Ian (Tom Holland) y Barley (Chris Pratt), dos hermanos elfos que habitan un lugar otrora lleno de magia, duendes, hadas y fantasía. pero que ha perdido todo eso en este presente aciago. Viven con su madre Laurel (Julia Louis-Dreyfus) que se desvive por ellos. Barley es un fanático del Rol Game, o Juego de rol medieval para ser exactos. Un experto en todo lo concerniente a la mitología de ese entretenimiento que alguna vez (¿antes de la globalización capitalista?) fue real en ese mundo alejado del presente. Pero además es confidente, seguro de sí mismo y lleno de amor atolondrado por su madre y su hermano menor. Ian es introvertido, tímido, carente de autoestima, y si bien quiere a su familia está en la edad de sentir cierta vergüenza cuando su vínculo está expuesto al resto de la sociedad. Ninguno de los dos, a su manera, ha podido dar vuelta la página respecto de la falta del padre, fallecido cuando ellos eran pequeños. En un regalo entregado por su madre los hermanos descubren un hechizo antiguo que al pronunciarlo les devuelve a su padre por el lapso de 24 horas, pero algo sale mal y sólo aparece la mitad de la cintura para abajo. Ambos tienen un día para obtener el elemento que complete el truco y poder volver a ver a su padre, y acaso compartir ese tiempo que nunca tuvieron cuando niños. De esta manera, al cuarto de hora de empezado el primer acto ya sabemos que esta aventura es como el boomerang del argumento de “Buscando a Nemo” (2003) en el cual era el padre quien iba en busca de su hijo. El fabuloso guión de Dan Scanlon, Jason Headley y Keith Bunin trabaja sobre el vínculo entre los hermanos de manera frontal y sin eufemismos. pero apelando a una fórmula que funciona desde afuera hacia adentro, es decir primero desde lo físico y luego hacia lo emocional, acaso como ocurre en la vida misma. Lo sutil de la historia va socavando de a poco hacia la emoción del espectador porque mientras todo va en dirección al encuentro de su papá, la vertiente profunda de “Unidos” es la de cómo Ian y Barley empiezan a conocerse entre sí, y eventualmente elegirse en este paso de la adolescencia a la adultez. Hay tantos guiños a J.R.R. Tolkien y al cine de los ‘80 (especialmente a Steven Spielberg, Joe Dante y Robert Zemeckis) que padres y madres criados en esos años tendrán con qué identificarse también en escenas que no conviene adelantar. Por supuesto que la estrella es la relación padre-hijo a la cual Dan Scanlon le rinde un sentido y emotivo homenaje. También hay lugar para reflexionar sobre la identidad y esa llama interna que se convierte en el propósito de estar aquí y ahora; todo al ritmo de una aventura que se fusiona claramente con el espíritu de las road movies y esos viajes iniciáticos que se resignifican con el paso del tiempo. El sentido del humor en “Unidos” está ya más emparentado con el humor que enormes dibujantes como Chuck Jones, Robert McKinson o, en menor medida, Tex Avery supieron endilgarle a los cortos animados de los ‘40 y ‘50, sin que por ello se vea afectada la calidad de los diálogos cuando estos profundizan el mensaje. Para una forma u otra, la banda de sonido de Jeff y Mychael Danna es fundamental. una preciosa composición. “Unidos”, menos perspicaz como traducción de su título original que sería "En adelante” o "De aquí en más", se constituye como una carta a la nostalgia por los tiempos mágicos (la imaginación en la infancia casi siempre es así), un tributo al sacrificio por el otro, y una caricia al aprendizaje frente a las carencias. Imperdible.
Hablemos de standards. El standard narrativo, técnico y visual de “Pixar” es altísimo. Es casi imposible que una película de la firma no satisfaga al ojo, no entretenga (aunque este redactor opina que, últimamente, filmes como “Intensamente” no lo hacen), no genere memoria. Pero “Pixar” poseyó casi durante todo el cuarto de siglo desde su primer largometraje un altísimo standard en invención, que ha decaído notablemente en estos últimos años, quizás por absoluta lógica. “Unidos” es lo que Hitchcock llamaría “run for cover”, “ir a lo seguro” en una traducción libérrima. En un universo a lo Tolkien, la magia ha desaparecido y las criaturas fabulosas (elfos, dragones, centauros, etcétera) son demasiado cotidianos (los unicornios comen de tachos de basura, por ejemplo). Dos hermanos, uno joven y otro apenas adolescentes, tienen la posibilidad de ver por un día a su padre, fallecido, gracias a un artilugio mágico, pero las cosas no salen del todo bien y terminan en una “misión” viajando con la mitad inferior del progenitor. ¿Engorroso de contar? Sí, y también de ver: aunque hay ternura y emoción a reglamento, el guión no se decide entre la parodia y la lección de vida, y la pretendida “magia” se disuelve en un espectáculo de alta tecnología. Es decir, una película que, al lado de todo gran espectáculo de hoy, no pasa de ser... estándar.
Se trata de una de las apuestas más fuertes de Disney-Pixar de este año: "Unidos", película animada dirigida por Dan Scanlon y producida por Kori Rae, el mismo equipo creativo que estuvo a cargo de "Monster University" (2013). Con las voces de Chris Pratt, Julia Louis-Dreyfus, Tom Holland y Octavia Spencer en los personajes principales, tanto niños como adultos podrán adentrarse en una historia capaz de hacerlos reír pero también emocionarse. En ocasión de su décimo sexto cumpleaños, la madre de Ian lo sorprende con un misterioso regalo que le dejó su padre, fallecido tiempo atrás: un envoltorio que debe abrir con su hermano mayor Barley y que los lanza a una aventura contrarreloj totalmente inesperada que tiene como objetivo algo que ambos desean y con lo que Ian sueña hace tiempo: volver a ver a su padre, aunque sea por unas horas. En esta historia, por varios momentos una suerte de road movie animada, no falta nada: personajes divertidos, una historia sencilla y emotiva, obstáculos difíciles que los hermanos deberán superar y momentos de adrenalina y ternura muy disfrutables. Una manticora tan simpática como feroz, un dragón como mascota, pequeños insectos voladores con aspecto rockero y alas de hada, y otras criaturas fantásticas forman parte de este filme que tiene tantos personajes como situaciones y que no pierde el ritmo a lo largo de su desarrollo. Incluso Disney presenta en este filme a su primer personaje gay: Specter, una oficial de policía (con la voz de la actriz Lena Waithe). LA HERMANDAD Mas allá de ser una cinta animada y con momentos graciosos, hay que tener en cuenta que "Unidos" también trata temas más profundos que quizás restrinjan el público al que está destinada. La pérdida de un ser querido, el deseo de volver a ver a esa persona aunque sea por un instante, lo difícil que puede resultar transitar la adolescencia sin esa figura que solo recordamos por una foto, se convierten en reflexiones y transmiten cierta emoción que probablemente un niño de corta edad no pueda entender o disfrutar. Aquel que haya perdido a alguno de sus padres sabe no solo lo difícil que resulta aceptar esa perdida sino también cuán valioso resulta el apoyo y el amor de un hermano. En "Unidos" este tema es uno de los ejes principales y sin duda, el más valioso. Es a través de esta aventura, que también funciona para Ian como un viaje de descubrimiento, en donde el valor y el amor entre los hermanos se hace presente. Profundamente encantadora, "Unidos" garantiza un momento de verdadero disfrute ante la gran pantalla.
El nuevo largometraje animado de los estudios Pixar, Unidos fusiona el universo fantástico de la mitología nórdica y de la mitología persa, como por ejemplo la figura de la mantícora, con un mundo contemporaneo con celulares, y autos, pero con viviendas con forma de hongo en donde viven los protagonistas que son dos hermanos elfos: Ian (Tom Holland) y Barley (Chris Pratt). El contraste de sus personalidades es marcado no solo desde su apriencia física sino tambien desde su personalidad, mientras que Ian, el menor de ellos es más introvertido y racional, Barley es como un "torbellino" impulsivo. El conflicto se presenta cuando su madre (Julia Dreyfus) al otrorgarle un significativo regalo de cumpleaños a Ian que ha dejado preparado su difunto padre puede mediante un hechizo y un báculo con una piedra, ambos fuente de magia traer de vuelta al mundo por un día la presencia de su añorado padre. El problema es que este espíritu regresa solo hasta la cintura y ambos hermanos emprenderán una aventura para poder completar el hechizo y así lograr compartir al menos un día con su padre. En esta especie de roadmovie animada, entenderemos que esto es una excusa que plantea el filme para realmente profundizar sobre el significado de la hermandad, la paternidad y sobre todo lo que implica tener alguien en nuestras vidas que nos guie, acompañe nuestro crecimiento y crea en nosotros. Este aspecto es el toque emotivo con el que los filmes de Pixar siempre saben llegarnos al corazón. A su vez, la película resulta muy entretenida, y todos sus chistes realmente son eficaces, generando gran divertimento en el público. Además de enaltecer el valor de la familia y la fraternidad, Unidos propone una vuelta a los orígenes, a lo "salvaje" lo cual se ve bien encarnado en la mantícora (Octavia Spencer), a través de los elementos mitológicos pero también con varias relaciones intertextuales hacia los juegoscomo Magic The Gathering que ya forman parte de la cultura nerd. Si bien Onward está a la altura de las producciones de Pixar y supera nuestras expectativas (pues no se guien por el trailer) no estará en los primeros puestos de mis favoritas de Pixar, pero es muy atractiva y merece ser vista por grandes y chicos.
Pixar lo hizo otra vez. Una buddy movie con entramados sencillos que no necesita abusar de los chistes y que en todo momento tiene la atención puesta en el factor emotivo. Los detalles en la animación siguen elevando el prestigio del estudio.
De lo más mediocre que dio Pixar Si hay algo bueno que tiene Pixar, es que hasta sus productos más flojos logran mantener un cierto estándar mínimo de calidad, al menos en lo que al combo de guión y calidad de animación se refiere. ''Onward'' podría ubicarse tranquilamente entre las 5 peores películas de la factoría junto a las secuelas de ''Cars'' o ''The Good Dinosaur''. ¿Esto quiere decir que la propuesta es mala e inmirable? No. Simplemente no llega a tener la calidad y magia que suele caracterizar a una factoría de fantasía de alto nivel como Pixar. Lo primero sobre lo que voy a despotricar es sobre la dupla protagonista del film. Dos personalidades exageradas, caricaturizadas por demás, infantiles y anticuadas. Ian Lightfoot (Tom Holland), el más chico de los hermanos, es el típico adolescente introvertido e inteligente con pocas habilidades sociales. Sacando de que no es muy original el perfil, lo más raro que presenta es una especie de inocencia incómoda para la edad que supuestamente tiene (16). Su ñoñez y torpeza social son más bien infantiles y podrían encontrarse en un niño de 11 o 12 años, pero resulta muy extraño ver esos comportamientos en un adolescente de 16 años. El hermano mayor, Barley Lightfoot (Chris Pratt), es básicamente el personaje de Jack Black en ''School of Rock'', con la diferencia de que este no canta ni toca ningún instrumento. En su lugar, su pasatiempo y/o destreza es conocer mucho sobre la historia del pueblo y su magia perdida. También la personalidad de este personaje está exagerada en un nivel que lo caricaturiza por demás. Otro punto flojo es que si bien presenta un mundo mágico de hadas, duendes, unicornios, centauros y otras criaturas mitológicas, no está del todo aprovechado. Es más un relleno que parte relevante de la historia. La trama podría haberse desarrollado en un mundo sin magia y podría haber tenido el mismo resultado. Ambos puntos flojos que remarqué hacen que al público le cueste empatizar con los personajes. Lo demás está muy bien. Con un mundo colorido de fantasía que presenta paralelismos críticos a nuestra evolución como sociedad. Nos hicimos tan dependientes de lo material y la comodidad que nos olvidamos de la magia que hay en cada uno de nosotros y en el otro. Está muy bien el planteo y tiene corazón. La aceptación de lo que nos toca vivir y el abrir los ojos sobre las personas importantes en nuestras vidas, es también un pedazo de mensaje. Acá creo que está el punto fuerte de la propuesta y es lo que logra emocionar sobre el desenlace. Tiene un poco de exceso de azúcar, pero logra salir airosa en el resultado final. En lo que a calidad de animación se refiere, está todo impecable también, con los altos estándares a los que Pixar nos tiene acostumbrados. Hay personajes mágicos divertidos, un gran despliegue de colores y creatividad. En resumen, si sos fan de Pixar y te viste todas o casi todas sus pelis, creo que vas a compartir muchas de estas apreciaciones. Te va a entretener ''Onward'', pero no te va a encantar.
Unidos es lo nuevo de Disney-Pixar. Un road trip con hechizos, elfos y la piernas de papá.