“Chaos Walking” de Doug Liman. Crítica. Un nuevo Blockbuster aterriza en la cartelera de los cines. Francisco Mendes Moas Hace 19 horas 0 3 No es extraordinario afirmar que Tom Holland y Daisy Ridley pasan por un gran momento, protagonizando un éxito tras otro. En esta ocasión comparten pantalla durante la última película de ciencia ficción del director Doug Liman. Basada en una saga de libros escrita por Patrick Ness, “Chaos Walking” se presenta como la primera de una posible saga. Mundos extraterrestres, acciones y muchos efectos especiales, en una historia donde se representa la clásica lucha entre lo clásico y lo moderno. Que llega a la cartelera de los cines este jueves 1 de abril. En un futuro distópico, exploradores de la humanidad quedan varados en un misterioso nuevo mundo. Aquí los pensamientos de los hombres se reproducen tanto visual como sonoramente. El joven Todd, debe aprender a convivir con esta condición. Pero además carga con la carga de ser el más joven de un asentamiento sin mujeres. Todo cambia cuando una misteriosa nave se estrella en el planeta y la única sobreviviente es Viola. Si bien el audiovisual se enmarca dentro del género de la ciencia ficción, varios elementos compartidos con el western generan una mixtura atípica. El asentamiento, los caballos, vestuarios y las pistolas hacen que, aunque futuristas, el espectador las conecte con las viejas películas de John Wayne. Siendo esto uno de los mejores logros del departamento de arte. El western, único género creado exclusivamente por el cine, encuentra su lugar en los futuros distópicos, más aún en aquellos donde los yermos o wasteland (en inglés) son la norma. Los colonos espaciales retoman las viejas usanzas del viejo oeste. Una de las principales virtudes de la película se encuentra en su cast. Un conglomerado de grandes estrellas, de esas que llevan público a las salas. A los ya nombrados Tom Holland y Daisy Ridley se les suma el siempre soberbio Mads Mikkelsen. Nick Jonas realiza una pequeña incursión en la gran pantalla sin grandes resultados. Empero a pesar de todo, la pareja protagonista no logra consolidar del todo su química. Sin que se considere en desmedro de sus actuaciones, por más que Holland repita las herramientas que lo llevaron a la fama en el papel de Spiderman, en conjunto no logran explotar aquellos que por separado los resalta del resto. La acción y los efectos especiales se encuentran a la orden del día. Estos últimos se integran de manera orgánica a la imagen. En el caso del “Ruido”, la expresión visual y sonora de los pensamientos, resulta algo incómoda por momentos. Sin embargo nos encontramos ante un acierto, ya que es la función que deben cumplir, tanto dentro de la narrativa, como para la experiencia del espectador. En cuanto a lo que respecta a la acción, Tom Holland no deja de sorprender con lo que es capaz de hacer película a película. Un inicio de carrera prometedor y un futuro inmejorable, lo pueden posicionar como un sucesor espiritual de Tom Cruise, el día que este decida retirarse, por supuesto. Doug Liman volvió a hacerlo una vez más, realizó una película correcta que si la taquilla acompaña tiene el potencial de convertirse en una nueva saga juvenil. Encontrando en la sala de cine su hábitat natural, la pantalla gigante y el sonido envolvente son requisitos sine quanon para vivir una experiencia plena.
Caos: El inicio – El ruido del patriarcado Tom Holland está de parabienes. Además de haber terminado de grabar la tercera película de Spider-Man dentro del MCU, tuvo la posibilidad de grabar dos películas con directores de renombre: Cherry (de los hermanos Russo, los mismos de Avengers Endgame) y la que nos convoca hoy… Caos: El inicio, dirigida por Doug Liman. ¿De qué va? En un futuro no muy lejano, en un mundo donde las mujeres han desaparecido y los hombres han sido afectados por “el ruido” -una fuerza que exhibe todos sus pensamientos- Todd Hewitt (Tom Holland) se encuentra con Viola (Daisy Ridley), una joven misteriosa que ha aterrizado en su planeta. Con Viola bajo riesgo, Todd jura protegerla y ponerla fuera de peligro. Para salvarla Todd tendrá que controlar su “ruido”, descubrir su propia fuerza y desbloquear todos los oscuros secretos que guarda su planeta y su comunidad. La película está basada en una serie de libro escritos por Patrick Ness (ésta película en particular se centra en The Knife of Never Letting Go, la primera parte de la saga de libros titulada Chaos Walking). Si les suena el nombre del director, es porque Doug Liman dirigió entre otras cosas Identidad desconocida (The Bourne Identity) y la genial Al filo del mañana (Edge of Tomorrow). Pero él no fue la primera opción para dirigir: fue Robert Zemeckis (Back to the Future, Forrest Gump) que por problemas de agenda sólo ofició de productor. ¡Y hay más! Como el libro es bastante introspectivo, se convocó al guionista Charlie Kaufman (Being John Malkovich, Eternal Sunshine of the Spotless Mind) para adaptar el guión. A los meses se retiró por diferencias creativas. Caos: El inicio tiene los problemas de un mastodonte (costó más de 100 millones de dólares) que tuvo problemas desde su pre-producción, con caos (je) en la producción que requirió volver a grabar muchas cosas, y una cantidad exacerbada de guionistas que van lastimando el relato a medida que avanza la trama. Al inicio todo es la típica historia Young Adult (esas novelas distópicas para adolescentes): una sociedad futurista compuesta solo de hombres, que deben controlar “el ruido”, que es básicamente la exteriorización de sus propios pensamientos. Esta postura de “ser el macho que se aguanta lo que siente” es de lo mejor a nivel conceptual de la historia, ya que en esta sociedad es mas “fuerte” el que puede esconder mejor “su ruido”. Pero eso se va al garete en el momento de la aparición de Viola (Daisy Ridley, la Rey de Star Wars). Todd conoce a una mujer por primera vez, una mujer que cae del cielo en una nave/barco y la protege ya que por alguna razón que manda el guión, los pueblerinos quieren asesinar a la única mujer viva (?). Obviamente, se irá enamorando (o dejando que sus hormonas tomen el control) mientras van saliendo a la luz los secretos oscuros de esta sociedad y su máximo líder: el alcalde Prentiss (Mads Mikkelsen). Todo parece indicar que sólo en ese planeta el ruido existe, y no afecta a las mujeres. Caos: El inicio es una muy buena idea inicial, que no se desarrolla eficazmente. Mientras más avanza el relato, más se vuelve inentendible todo. Ni Holland ni Ridley le inoculan ángel a sus personajes, y se terminan volviendo molestos, se vuelve complicado empatizar con ellos. Tampoco entendemos hacia donde vamos en la historia, lo que nos empieza a expulsar más y más. Estoy seguro que Doug Liman no gustaría de estar cerca a la hora que vemos su película, porque si el ruido existiese… no le agradaría escuchar lo que pensamos.
Hay que darle un descanso de por lo menos una década a las historias juveniles sobre futuros distópicos. Por lo general las películas de este tipo, al menos las últimas que se estrenaron, suelen reunir clichés y personajes que se sienten repetidos y después de un tiempo terminaron por aburrir. La mayor frustración de Caos es que a la media hora de haberse iniciado el film ya tenés la certeza que todo va a quedar en la nada porque que no hay modo que pueda conseguir una continuación. Lamentablemente se trata de esos casos donde demasiados cocineros meten mano en la elaboración del plato y arruinan un producto que tenía un potencial interesante. Los créditos de esta producción informan que Doug Liman estuvo a cargo de la dirección, pero cualquier espectador que haya visto Edge of Tomorrow o Barry Seal (ambas con Tom Cruise) puede percibir que esto no es un trabajo suyo, sino un producto manoseado por el estudio Lionsgate. De hecho, hace unos meses se confirmó la noticia que el realizador uruguayo Fede Álvarez (No respires) llegó a filmar escenas adicionales, luego que los primeros testeos con el público resultaran negativos. Durante la pre-producción también pasaron numerosos guionistas que trabajaron en la adaptación de la trilogía literaria de Patrick Ness, entre ellos Charlie Kaufman y John Lee Hancock (Saving Mr. Banks). El resultado final más que una película se siente como un compilado de imágenes que preparó el estudio para anticipar el estreno en una Comic-Con. Vemos a los protagonistas envueltos en persecuciones permanentes y villanos genéricos que no tienen una motivación definida, más allá de justificar las secuencias de acción, y no hay mucho más contenido que eso. Daisy Riley y Tom Holland conforman una buena pareja pero la narración acelerada del film no les da espacio para desarrollar mejor el vínculo de sus personajes. Dentro del reparto un gran actor como Mad Mikkelsen termina completamente desperdiciado en un rol que deja la impresión que fue afectado por la edición y probablemente era más relevante dentro del conflicto. Inclusive Óscar Jaenada (el recordado Luisito Rey de la serie de Luis Miguel) era parte del elenco y todas sus escenas fueron eliminadas. Se nota claramente que faltan momentos en esta película que contribuían a construir la fantasía distópica y quedaron afuera del corte para cines, con el fin de darle más prioridad a la acción. Para tratarse de la primera entrega de una trilogía (que sería un milagro que se complete) Caos no consigue despertar interés por el mundo de ciencia ficción que presenta y ni las historias personales de los protagonistas. Probablemente se sume a la lista adaptaciones literarias que nunca se llegarán a completar, como El dador de recuerdos, con Jeff Bridges, entre otros títulos, que tuvieron el mismo destino.
Cuando me enteré de que esta película había sido desarrollada a partir de un primer guión escrito por Charlie Kaufman, y que Robert Zemeckis estuvo a punto de llevarla a cabo pero que luego la posta la tomó Doug Liman, me interesé bastante. Además, el trailer me había resultado bueno. Pero luego de verla me queda claro que de Kaufman no debe haber quedado nada y que es otra típica película de futuro distópico. Liman tiene una filmografía bastante errática que alcanzó un pico con The Edge of Tomorrow (2014) y que hasta ahora no pudo replicar. Este estreno tampoco es la excepción. Aunque está bien desde la puesta. Nunca deja de ser correcta y sentís todo el tiempo que ya viste algo así. Y ese es el mayor problema del film, porque por más que se sitúe en un mundo en el cual los pensamientos de los hombres pueden ser escuchados (e incluso vistos), no llama la atención lo suficiente como para engancharte con los personajes. Aclaro que no leí la saga de libros escrita por Patrick Ness, en la cual esta cinta se basa. Tal vez los fans puedan encontrar algo que el espectador común no. A mi no me llegó nada, pese la onda tremenda que le mete Tom Holland, quien básicamente lleva la película a cuestas. ¿Daisy Ridley? Aún no me doy cuenta si es buena o mala en lo que hace, pero me queda claro que este papel no era para ella. También está Mads Mikkelsen para dar un poco de estirpe. Pero el resultado es el mismo. En definitiva, Caos el inicio es un film que no aporta nada a ese subgénero y que pasa totalmente inadvertido, aunque esté bien realizado.
Todd ha crecido en Prentisstown, ubicado en un planeta donde los hombres deben convivir con «el ruido», un proceso por el cual todos sus pensamientos se hacen visibles a las demás personas. Si bien las mujeres no fueron afectadas de igual manera, la tribu nativa las terminó asesinando. Con la llegada de una joven, y única sobreviviente, en una nave espacial, Todd se dará cuenta de que no todo es lo que parece y la ayudará a escapar de las garras de su pueblo para poder contactar a su gente. «Caos: El inicio» es una película distópica basada en la novela «The Knife of Never Letting Go», la primera parte de la trilogía «Chaos Walking» escrita por Patrick Ness. Por un lado su premisa resulta atractiva y su ejecución hasta divertida o graciosa por momentos por exponer los pensamientos de los personajes todo el tiempo pero a la vez la constante utilización de este recurso se va tornando un poco molesto y repetitivo con el correr del metraje. Al principio cuesta seguirle el hilo a la historia, entender su trasfondo y contexto, como también quiénes son algunos personajes y su vínculo con el protagonista. Sin embargo, a medida que avanza la trama se va brindando la información necesaria para establecer los orígenes y las relaciones. Algunas cuestiones centrales se vuelven bastante predecibles, sobre todo aquellas resoluciones que deberían ser más impactantes o sorprendentes, el espectador puede adivinarlas al poco tiempo de empezada la historia. Si bien muchos films solo buscan entretener, acá también se exploran algunos temas interesantes como el machismo, el miedo a lo desconocido, la violencia, entre otras cuestiones, desde un costado bastante superficial sin llegar a profundizar demasiado. De todas maneras la película nos propone entretenimiento a base de un ritmo dinámico, donde los protagonistas están en constante peligro. Todd está encarnado por Tom Holland, uno de los jóvenes actores más prometedores de la actualidad, quien logra equilibrar de una buena manera la inocencia de su personaje con la fortaleza que debe tener. Por su parte, Daisy Ridley se pone en la piel de esta chica que llega al planeta para poner su mundo patas para arriba, generando misterio y un detonante interesante para Todd. Ambos se complementan muy bien en escena, transmitiendo buena química entre sí. En cuanto al villano, tenemos a Mads Mikkelsen, que a pesar de que en un comienzo sus intenciones están aplacadas es una elección lógica como antagonista y como siempre lo realiza de una buena forma. En síntesis, «Caos: El inicio» es una película atractiva y entretenida, gracias a la química de sus personajes y al dinamismo de su historia. Sin embargo, existe una repetición de recursos hasta el agotamiento, decisiones que se vuelven predecibles o un inicio confuso que hacen que la interesante propuesta se quede a mitad de camino.
Aunque Nuevo Mundo es un planeta distante, luce casi igual al nuestro durante la colonización del lejano oeste, salvo que los colonos son acosados por el “ruido”: inexplicablemente, sus pensamientos pueden escucharse e incluso proyectan imágenes vaporosas que los rodean como un halo. La mujeres son inmunes al “ruido” y por esa razón, se nos dice, fueron asesinadas por los hostiles aborígenes del lugar. Aquí se estrella Viola (Daisy Ridley), la única sobreviviente de una cápsula exploratoria enviada por una nave en órbita. La chica es prontamente hallada por Todd (Tom Holland), el último adolescente de su pueblo y, en breve, están escapando de una partida a caballo liderada por el villano Prentiss (Mads Mikkelsen) que quiere retenerla. Esta acción, como otras, no encuentra razón alguna. Entendemos que Prentiss se siente amenazado por la opacidad de la mente de Viola (un regreso al cliché de lo “misterioso” femenino) y que acaso pretenda de algún modo imposible apropiarse de su nave, pero todo esto hay que imaginarlo. Cuando llegue la mayor revelación de la trama, hay que preguntarse no solo porqué todo un pueblo de asesinos guardó un secreto por años para el solo beneficio de un chico sin importancia sino, y en particular, cómo lo hizo, dado que aquí los varones no pueden ocultar sus pensamientos. Todo esto, que quizá se aclare en las novelas originales de Patrick Ness, se perdió en el ruido de la una producción catastrófica, con un guion de Charlie Kaufman rechazado y un rodaje de más de tres años plagado de idas y vueltas, donde seguramente dio inicio este caos.
Lo llaman El Ruido. No es fácil y sí algo engorroso explicarlo. Pero es básico en Caos: El inicio, el filme con Tom Holland (el nuevo Hombre Araña), Daisy Ridley (Rey en la última saga de Star Wars) y un elenco realmente de estrellas. En un mundo distópico, donde no hay mujeres, los hombres que siguen vivos pueden escuchar los pensamientos de los demás en un flujo de imágenes, palabras y sonidos llamado, en inglés, Noise. Ruido. Ese mundo distópico es un nuevo mundo. Y lo del Ruido les pasa a todos los hombres en el planeta. Cada pensamiento queda expuesto. Es como si uno pudiera leer la mente de con quien está conversando. O, por ejemplo, ahí lo tenemos a Todd (el personaje de Tom Holland), que piensa en una serpiente, y una serpiente surge y ataca a Davy Prentiss Jr (Nick Jonas). Una nave espacial sufre un accidente, y cae allí, en este nuevo mundo. Hay una sola sobreviviente, Viola (Daisy Ridley), y por supuesto que cuando Todd la descubre no entiende nada. No es el único. Y ella tampoco entenderá nada. “¿Dónde están las mujeres?”, pregunta la recién llegada, como caída del cielo, literalmente. “Están muertas”, le responden. Algo así como Niños del hombre, de Alfonso Cuarón, pero algo más retorcido. Porque no se trata solamente de que la reproducción humana no tiene cabida. Para ella, claro, es raro ver todo lo que Todd piensa. “Para mí es raro no saber qué pensás”, le replica Todd. A lo mejor el nombre del director Doug Liman les suena porque está, desde hace unos años, íntimamente ligado a otro nombre más famoso: Tom Cruise. Tras dirigirlo en Al filo del mañana, volverá a hacerlo en la secuela Live Die Repeat and Repeat, en SpaceX Project, que los llevará literalmente a rodar al espacio exterior, y en Luna Park. Mientras estos proyectos se liman, Liman se abocó a llevar a la pantalla el best seller El cuchillo en la mano, de Patrick Ness. Y el comienzo es verdaderamente desconcertante, como lo que ocurría en Al filo del mañana. No es que las cosas se repitan una y otra vez como en el filme con Cruise y Emily Blunt. El efecto visual está bueno, y luego la trama comenzará a desandarse sin mayores complicaciones, siguiendo el sendero del relato de aventuras. Es el típico muchachito-conoce-a-muchachita y la ayuda a esconderse y/o huir para que los malos (en el caso, el alcalde Prentiss, padre del personaje de Nick Jonas e interpretado por el gran Mads Mikkelsen) no la atrapen. Porque con el poder de ella, quién sabe que puedan hacer juntos Todd y Viola. Pero… hay muchos secretos ocultos. Como filme de acción y aventuras, Caos: El inicio no deja de entretener ni un solo instante. Hay un costo de producción importante, y no solamente para contratar al elenco. Sumen a Demián Bichir (Godzilla vs Kong, Cielo de medianoche), David Oyelowo, Cynthia Erivo y para el decolorante del cabello de Daisy Ridley.
Texto publicado en edición impresa.
Las sagas literarias de Young Adult son uno de los tesoros más deseados para adaptar al cine en el Hollywood del presente milenio, no solo por la popularidad que arrastran sus libros y autores (y que se extiende a un público más amplio del que la etiqueta sugiere) sino también por la posibilidad de conseguir uno de los logros más preciados hoy en la industria: una franquicia, la cual se puede extender hasta 3, 4 o más películas, con posibilidad de precuelas, spin offs o lo que la voluntad, la recepción y las posibilidades de estirar permitan. De este lote, las sagas de ciencia ficción distópica con problemática adolescente y protagonistas idem están en el podio. Así es que cada tanto vemos surgir un primer capítulo de lo que pretenden ser los próximos Juegos del hambre y tenemos entonces los Maze Runner o los Divergente, entre otros, con resultados y suerte variada. Caos: el Inicio pertenece a este mismo grupo y ya el título local delata sus intenciones. Basada en el primer libro de la saga Chaos Walking de Patrick Ness, que fue traducido al castellano como “El cuchillo en la mano”, presenta un escenario distópico en una colonia de un planeta colonizado por humanos hace ya un par de generaciones. La particularidad que tiene este planeta es que en su atmósfera se produce un fenómeno conocido como “el ruido”, que hace que los pensamientos se exterioricen y sean accesibles para cualquiera que esté cerca y pueda oírlos o verlos según la cualidad verbal o visual del pensamiento. Esto es algo bastante incómodo, y en algunos casos inconveniente, y parte de la adaptación de los nuevos colonos y del crecimiento de las nuevas generaciones consiste en poder dominar esta cualidad que, bien manejada, también puede usarse como instrumento. Otra cuestión problemática es que “el ruido” solo afecta a la población masculina, mientras que las mujeres están por completo inmunes al fenómeno, otra fuente previsible de conflicto y desconfianza. Todd (Tom Holland) vive en las afueras de un pueblo de la zona colonizada. Es un joven huérfano ya que todas las mujeres del pueblo murieron hace un par de décadas de una manera que no vamos a contar acá. En este emplazamiento puramente masculino gobernado por el Mayor Prentiss (Mads Mikkelsen), un líder carismático que maneja el ruido con verdadero talento, cae por accidente una nave exploradora proveniente de una nave nodriza. La única superviviente del accidente es Viola (Daisy Ridley). El Mayor ve en ella, o más bien en la nave que se aproxima, la oportunidad de obtener un medio de abandonar el planeta y para eso necesitan secuestrar la nave e impedirle a Viola avisar a sus compañeros. Cuando advierte esas intenciones, Viola huye del lugar ayudada por Todd, quien va a también a descubrir oscuros secretos en la historia de la colonia. La premisa parece interesante y original y ya viene del material de base. Su puesta en escena y desarrollo en el film ya no lo es tanto. El “ruido” es representado como una suerte de humo que rodea al personaje, el continuo parloteo de los pensamientos se pone algo exasperante y está mejor resuelto en el caso de los pensamientos visuales que permiten cierto juego con lo real. El personaje de Todd tiene cierta complejidad en tanto la situación lo lleva a un necesario crecimiento, mientras el personaje de Viola es bastante plano. Mads Mikelsen está bien como siempre, aunque su villano le sale de taquito, mientras tenemos otro antagonista en la figura de un predicador que resulta bastante ridículo. Si hay algo que distingue un poco a la propuesta es el hecho de introducir en este marco temas de género que están en la agenda contemporánea como la misoginia, los femicidios y, sobre todo, el tema de la masculinidad, presentada como una disyuntiva entre una masculinidad tóxica (El Mayor les dice a Todd que los hombres “tienen que matar”, Todd se la pasa repitiendo a sí mismo “Sé un hombre”) y la posibilidad de otro tipo de masculinidades. El planteo no está hecho de manera muy sutil, pero en todo caso no tenemos un personaje declamando el mensaje. Chaos: El inicio parece una apuesta fuerte. Tenemos al frente como pareja protagónica a representantes de los dos tanques principales de la factoría Disney: el Spiderman del universo cinemático de Marvel y la Rey de la tercera trilogía de Star Wars. El director Doug Liman es un realizador prolífico e irregular, de quien podemos destacar una muy buena película de ciencia ficción como Al filo del mañana (2014), y señalar que ya tuvo éxito en lanzar una saga al dirigir Identidad desconocida (2002), la primera película de la serie Bourne, y fracasó en lanzar otra con Jumper (2008). Los resultados de esta Chaos Walking no parecen muy alentadores. Habrá que ver si se convierte en el primer capítulo de la deseada franquicia o un arranque en falso, debut y despedida. CAOS: EL INICIO Chaos Walking. Estados Unidos, 2021. Dirección: Doug Liman. Intérpretes: Daisy Ridley, Tom Holland, Mads Mikkelsen, Demian Bichir, David Oyelowo, Kurt Sutter, Nick Jonas. Guión: Patrick Ness, Christopher Ford. Basado en la novela de “El cuchillo en la mano” de Patrick Ness. Fotografía: Ben Seresin. Música: Marco Beltrami, Brandon Roberts. Montaje: Doc Crotzer. Dirección de Arte: Carolyne de Bellefeuille, Daran Fulham, Nicolas Lepage, Justin O’Neal Miller. Producción: Doug Davison, Erwin Stoff, Alison Winter, Allison Shearmur: Producción Ejecutiva: Ray Angelic, Erik Feig, Michael Paseornek, Patrick Wachsberger, Diseño de Producción: Dan Weil. Duración 109 minutos.
En los últimos años pudimos ver una series de producciones que pertenecían a un subgénero ambientadas en un futuro distópico, y orientado al público juvenil. Luego del éxito que tuvo Los juegos del hambre, muchas producciones intentaron emular este fenómeno de películas también basadas en sagas literarias , aunque sin mucha suerte. Caos: El inicio, es uno de esos films que trata de sumarse a esa moda, con una historia que tiene un argumento interesante, pero que muchos de sus elementos lamentablemente no están muy bien explotados. En este caso no podré hacer una comparación sobre si este film es fiel al material literario, porque no he leído los libros, pero si podemos decir que se trata de una trilogía en la que básicamente en un futuro, las personas fueron infectadas por algo que provoca que todos sus pensamientos sean visibles. El protagonista se encuentra en una colonia donde solo habitan hombres , y en la que viven con ese problema llamado “Ruido” pero todo cambia cuando llega una mujer sobreviviente de la colisión de una nave, y las cosas se ponen complicadas. No hay que negar que en concepto la idea es interesante, y que a su vez la ambientación lo es, ya que nos muestra un futuro, pero con un aire algo rural, que es el planeta donde se lleva a cabo los hechos. Luego está historia se reduce la típica historia romántica, dónde los personajes sienten algo en medio de todo el peligro y que a su vez nos encontramos con las típicos deseos egoístas de los hombres, que aunque tienen un arco narrativo entretenido, no aporta nada nuevo. A la hora de hacer una producción juvenil de más de 100 millones, toca tener a actores que sean llamativos para este tipo de productos. Es así como llegó Tom Holland, uno de los actores jóvenes que está pasando un buen momento gracias a su papel de Hombre araña, acá también vemos a una actriz en principio desconocida pero que también ganó cariño y fama, siendo lo mejorcito de una renovada pero insulsa trilogía de Star Wars, Daisy Ridley. Vamos a decir que entre los personajes hay química, y que de no ser por ciertas decisiones de guión, a ambos los podemos ver cómodos y metidos en sus papeles. Luego tenemos a Mads Mikkelsen, que está ahí solo para cobrar el cheque, lo mismo que Nick Jonas, aunque este no cuenta con el registro actoral como el primer mencionado. Chaos: El inicio, es lejos de ser una película lamentable, pero queda solo como una entretenidas aventuras que será olvidable con el paso del tiempo. Es otro fallido intento de recrear una saga literaria de ciencia ficción para jóvenes, aunque por la poca oferta que tenemos en cines, no está tan mal. Calificación 5.5/10
Casi un mes después de su estreno en Estados Unidos, llega la nueva apuesta de Lionsgate, “Caos: El Inicio” (Chaos Walking, 2021). El film está basado en la novela “The Knife of Never Letting Go” de 2008, la primera parte en la trilogía “Chaos Walking” escrita por Patrick Ness, quien también trabajó en el guión de la película. En un futuro distópico, más precisamente en el año 2257, la humanidad conquistó otro planeta, un “Mundo Nuevo.” En este nuevo planeta, los hombres se ven afectados por algo llamado el “Ruido” un extraño fenómeno que exterioriza a través de imágenes y sonidos los pensamientos de todos los hombres, pero no de las mujeres. En Prentisstown, un pequeño poblado habitado sólo por hombres, vive Todd Hewitt (Tom Holland), el más joven de la villa. Todos están bajo el mando del alcalde, David Prentiss (Mads Mikkelsen) un hombre que puede manejar su “Ruido” a la perfección. El elenco de Prentisstown lo completan Davy Prentiss Jr (Nick Jonas) el hijo del alcalde, el predicador Aaron (David Oyelowo) y los padres adoptivos de Todd, Ben (Demian Bichir) y Cillian Boyd (Kurt Sutter). La aparente vida tranquila de Todd y sus vecinos es interrumpida por la llegada de Viola (Daisy Ridley), una joven que llega en una pequeña nave para explorar el planeta, aunque su llegada es bastante traumática: su nave se estrella y todos sus compañeros mueren, siendo ella la única sobreviviente. Obviamente, el primero en encontrarla es Todd, quien queda shockeado al ver una chica por primera vez en su vida. Luego de que es capturada momentáneamente por el alcalde Prentiss, Viola logra reencontrarse con Todd, quien decide escapar y ayudarla a contactar la nave madre de la que ella viene. El film hace un buen trabajo en presentarnos a sus personajes, su historia y los conceptos que necesitamos para ambientarnos en el mundo que nos propone, cómo la raza autóctona del planeta, los “Spackle.” Están bien presentados, pero no todos están desarrollados lo suficiente o con la profundidad que por ahí necesitaban, cómo los Spackle por ejemplo, son mencionados pero aparecen poco y nada en el film. Se nota que la película sacrificó explicaciones más detalladas para no perjudicar el ritmo de la narración y meter todo en dos horas, objetivo que creo yo se logró ya que la película es entretenida de mirar. El setting y los efectos están bien logrados, sobre todo el efecto del “Ruido” tan presente durante todo la película, cómo cada personaje lo maneja de forma diferente y cómo algunos llegan a influenciar a los demás con el mismo, transformándolo en una herramienta. Para mí, es uno de los conceptos más interesantes de la historia. Sin lugar a dudas, uno de los aspectos que más sobresalen en la peli son las actuaciones, especialmente las de Tom Holland y Daisy Ridley en los protagónicos, la relación que van formando sus personajes, Todd y Viola, es sumamente orgánica, y el carisma que desprenden ambos hace que compremos enseguida. Todd y Viola son personas muy diferentes, con historias sumamente distintas, aunque ambos tienen en común un pasado trágico, y la relación que se va desarrollando entre ellos es uno de los puntos fuertes de la historia. No puedo dejar de mencionar “el villano” de Mads Mikkelsen, un actor que en este tipo de papeles generalmente no falla. A pesar de que tiene un buen ritmo y se entiende todo en todo momento, la última parte de la película se siente medio apurada, como para poder llegar a una conclusión convincente. Y esto es algo a remarcar ya que el final es complaciente, nos da una sensación de cierre, y no nos deja con algún “cliffhanger” muy grosero apostando todo a una hipotética segunda parte, aunque claro que sí este film cumple con las expectativas del estudio seguramente veamos una continuación. La premisa interesante, los conceptos, el ritmo y las actuaciones de Holland y Ridley hacen de Caos: El Inicio una propuesta interesante para pasar un buen rato en el cine, con el balde de pochoclo en mano.
El eco de tu voz. Estamos ante la adaptación a la pantalla grande de El cuchillo en la mano, el primer libro que forma parte de una trilogía distópica escrita por Patrick Ness, quien también intervino en el guion. Dirigida por Doug Liman, la película está protagonizada nada menos que por nuestro adorable Spider-Man, Tom Holland y Daisy Ridley (quien interpreta a Rey Skywalker en Star Wars). O sea, hay equipo en cuanto actores juveniles se refiere. Una historia de ciencia ficción que se ubica en el año 2257, en un planeta alienígena habitado por terrestres, más precisamente en la comunidad de Prentisstown. Una comunidad en la que curiosamente solo hay hombres, dado que un germen mató a todas las mujeres y creó “el ruido”. Una condición en la que se pueden escuchar los pensamientos de los demás. En este contexto, el inquieto Todd Hewitt es el único joven del lugar. Pero la tranquilidad del pueblo se perturba cuando cae una nave del espacio exterior, teniendo como única sobreviviente a Viola, una mujer. Con la particularidad de que a ella no le pueden leer los pensamientos. A partir de aquí se desata una especie de “road western”, en donde Todd tendrá la misión de acompañar a Viola a que encuentre un lugar para que se pueda comunicar con los suyos. Un viaje revelador para el joven, ya que saldrá de la “caverna platónica” en la que estaba encerrado, para descubrir otra realidad. Caos: el inicio es una película correcta. El ritmo fluye, se genera interés por la historia también pretende un dejo de épica. La naturaleza y la tecnología se fusionan para abrir paso a conflictos personales, emocionales y sociales. Para cuestionar una sociedad dominada por un encantador de serpientes, el alcalde Prentiss (magnífico Mads Mikkelsen), que tiene una forma malsana de ejercer poder. Quizá tantos pensamientos verbalizados, acompañados por una música solemne, generen algo de confusión. O al presentar este nuevo universo colmado de elementos, se descuide la química y las motivaciones de los protagonistas. Sí, falta más pasión y palpitar más aventura, pero está bien narrada… ¿alcanza?
En un futuro no tan lejano los humanos colonizan otros planetas, una idea que escribió y transformó en best seller Patrick Ness. En esta distopía, un grupo de hombres viven por elección violenta en una aldea sin mujeres, una suerte de suicidio en vida. En ese planeta adquirieron la posibilidad de leer la mente, los pensamientos no expresados son “el ruido” y se corporizan como vapores que emanan sus cabezas. Cuando una chica queda como sobreviviente de una nave que se estrella en el lugar es la que cataliza la acción, es el móvil romántico y la revelación de tanta crueldad acumulada, contraria a los colonizadores que buscaban, aparentemente un mundo primitivo mejor. De lo que va la película es de persecuciones de todo tipo, rodadas de caballos, perrito fiel, jefe de clan dominante y cruel, y el temor por la llegada de más colones que les quiten el poder. Y otra línea argumental más interesante tiene que ver con la contraposición de la vida en una nave, con alimentos sintéticos y el descubrimiento del mundo y la comida natural. No mucho más. En el elenco se esfuerzan en especial Tom Holland como el adolescente engañado forzado a convertirse en hombre y de paso enamorarme y descubrir secretos. Mads Mikklesen es un villano con todas las letras y Daisy Rilen la menuda heroína con muchos recursos.
"Caos: el inicio": todavía falta lo peor Con alguna que otra buena escena de acción, la película dirigida por Doug Liman termina pareciéndose demasiado al típico producto corporativo de diseño en función de una estrella. El año es 2257. En el pequeño poblado Nuevo Mundo, en un planeta distante de alguna galaxia muy muy lejana, las mujeres no existen y los hombres pueden escuchar claramente (e incluso ver, a través de una suerte de ectoplasma multicolor) los pensamientos de los demás. Por eso cuando una nave espacial se estrella en el bosque y la única sobreviviente resulta ser una muchacha, el statu quo debe ser protegido cueste lo que cuesta y caiga quien caiga. Pero… siempre hay un héroe dispuesto a poner todo patas para arriba. Esa podría ser una sinopsis simplificada de El cuchillo en la mano, la primera novela de la trilogía Chaos Walking del novelista Patrick Ness, y también de la adaptación a la pantalla grande, pensada para el lucimiento de su reparto joven y el interés del público ídem. Tom “Spider-Man” Holland es el encargado de darle vida a Todd Hewitt, el colono que termina rebelándose contra el orden riguroso del alcalde del pueblo (Mads Mikkelsen en modo villano de manual), y acompañando a la chica del espacio (Daisy Ridley, la Rey de Star Wars) en un intento desesperado por comunicarse con los suyos allá arriba en el espacio. Teniendo en cuenta la extensa y compleja producción de Caos: el inicio, resulta difícil imaginar qué hubiera ocurrido si el director original, Charlie Kaufman, hubiera tenido luz verde para comandar el proyecto. Dirigida finalmente por Doug Liman –veterano de la industria con varios pergaminos en el terreno de la acción y la ciencia ficción–, la película termina pareciéndose demasiado al típico producto corporativo de diseño, aunque el director de Al filo del mañana y Jumper se las arregla para meter una o dos escenas de peligro agreste en las colinas y en unos peligrosos rápidos. Lo cierto es que este mundo futurista se parece mucho al Lejano Oeste estadounidense, con su pueblito de casas de madera, persecuciones a caballo e indígenas peligrosos (los zulaques, primos lejanos de los “depredadores”). Y más allá de los fuertes elementos sci-fi, a lo que más se asemeja Caos es al viejo cine de aventuras, aunque tampoco brille demasiado por su originalidad o capacidad de estimular los sentidos. Signo de los tiempos, la metáfora sobre la violencia de género (aquí llevada al extremo del genocidio) comienza a ponerse de relieve cuando Hewitt descubre las verdades ocultas en el pasado de su tribu, punto de quiebre para un camino sin retorno con destino de orfandad, pero también de libertad. Eso es básicamente lo que hay: una historia con pocas sorpresas cuya factura profesional entretiene pero no entusiasma. En el reparto también figuran el mexicano Demián Bichir y el joven Nick Jonas, figuras de renombre y/o atractivo popular para una película desteñida. ¿Habrá una segunda y una tercera parte? Eso dependerá del resultado en la taquilla global de esta entrega.
Caos: el comienzo (Chaos Walking, 2021) es una película de ciencia ficción basada en una trilogía de libros de los cuales el film adapta el primero. Si se llegan a filmar las dos secuelas que faltan estaríamos en presencia de un verdadero milagro. Nadie que haya participado de esta película puede tener el deseo de continuarla y nadie que la haya visto querrá más de lo que aquí se ve. Un minuto de película alcanza para saber que estamos frente a una catástrofe. Aunque siempre hay algún espectador confundido o demasiado generoso que tolere cosas así, dudo que alguien la pueda considerar aceptable. El protagonista camina por el bosque con su perro y descubrimos uno de los elementos fundamentales de la trama: los pensamientos de los hombres pueden ser escuchados por otros e incluso puede visualizarse brevemente. El recurso visual para mostrar esto es una especia de aura que rodea la cabeza de los protagonistas. La primera vez que uno lo ve (y lo escucha) sabe que la película no tiene salvación. Solo los hombres padecen este efecto, las mujeres no. El problema es que las mujeres han desaparecido por completo en este mundo postapocalíptico. La primera que aparece es una joven cuya nave espacial se estrella cerca del pueblo donde viven estos hombres. Una mezcla de ciencia ficción con western, una combinación que más o menos funciona, aunque la película no tenga interés alguno. Caos: el inicio es uno de esos claros casos donde nada salió bien, tuvieron que volver a filmar, postergaron el estreno y finalmente nada pudo evitar el fracaso. No es necesario investigarlo, se nota desde lejos. Cualquier análisis social que uno quiera darle a la película es exagerar el respeto que este título merece. A la hora de encarar una trilogía hay que tener al menos una idea de lo que se hará con primera película, de lo contrario puede pasar algo como esto.
Si te gustan las pelis basadas en universos distópicos con una dosis de mucha ciencia ficción, esta peli es para vos. Basada en la Novela de Patrick Ness, “Chaos Walking’’ nos presenta un escenario en donde los hombres conviven entre sí, con la particularidad de que cada pensamiento que pase por su cabeza será escuchado por los demás, definiéndose como “Noise’’ (ruido). Por otra parte, en el pueblo de nuestro protagonista Todd (Tom Holland) no habita ninguna mujer, y es por eso que él arriesga su vida para huir junto a Viola (Daisy Ridley)- una joven que accidentalmente llega a su vida- , en busca de muchas respuestas y una vida diferente. Debo admitir que puse mucha expectativa encima de este film cuando fue anunciado. Un proyecto con actores pertenecientes a dos de las franquicias más famosas de los últimos tiempos , unidos en una pieza de ciencia ficción producida por Lionsgate - la misma productora que gestó la aclamada saga de “Los juegos del hambre”- no era poca cosa. Como si fuera poco, el film además está producido por Robert Zemeckis (Volver al futuro) y uno de los autores del guion es Charlie Kaufman (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos), quien obtuvo un premio Oscar a mejor guion original. Lamentablemente, este panorama tan prometedor solo significó eso: una promesa, que no se terminó de cumplir. Más allá del hecho de que la elección de los actores seguramente haya formado parte de una gran estrategia enfocada a la venta, los actores cumplen con su trabajo y demuestran ser no solo dos caras conocidas en el mercado del cine. El rol de Holland en el film le cabe a la perfección y me da la sensación de que el mismo fue creado pensando exclusivamente en él. Por otro lado, no pude evitar encontrar un poco llamativo el papel de Daisy. Esto no se debe a su interpretación, sino a algún factor relacionado con la construcción del personaje desde el guion. Debemos recordar que el film está basado en una novela previamente escrita. Desconozco al personaje en su versión literaria, pero sí puedo decir que en la versión audiovisual no es recordable ni tampoco cuenta con algún rasgo distintivo que me lleve a querer ver más sobre él. La premisa de la película parecía interesante en un principio, pero rápidamente se dejó llevar por una construcción simple y básica del universo del film, en el que todo parecía estar allí para justificar la trama de la historia. Es decir, a mi parecer se creó el terreno perfecto para contar una historia interesante y llamativa ideal para que se desarrolle algún conflicto –un mundo en el que se escuchan los pensamientos de los hombres- pero se cometió el error de no reparar en ofrecer una justificación completa del mismo. Como dije anteriormente, puede que en el libro esto no sea así, pero por lo menos en el film no se vio reflejado. Por encima de estos desaciertos, la película cuenta con un gran enfoque orientado a la autonomía del género femenino, haciendo notar que no toda historia de aventura tiene que incluir al romance en la misma solo por el hecho de que haya un hombre y una mujer en la trama. Es una realidad distinta a la mayoría de los films y me alegra que eso suceda. Más allá de las inconsistencias que se pudieron percibir, destaco la calidad de la imagen y el nivel de producción con el que cuenta. Es una historia simple contada en su gran mayoría a través de una gran percusión por el medio de la naturaleza que cuenta con la gran ayuda de la técnica a la hora de hacer ver a esta trama más interesante y llevadera. Es un producto que entretiene y logra su cometido en rasgos generales. Desconozco el contenido original del guion –que no es lo mismo que la historia literaria- pero creo que este producto es la mejor versión de lo que podría haber sido, ya que las mayores inconsistencias no se encuentran al momento de la realización. Por Milena Orlando
Finalmente van llegando esta semana los nuevos tanques de la industria a salas porteñas. En esta oportunidad, es el turno de la nueva producción de Doug Liman, gran amigo de Tom Cruise (estará pronto rodando con él), director de sobrada experiencia en filmes de ciencia ficción ("Jumper", "Edge of tomorrow") que tiene como principal activo la presencia de Tom Holland y Daisy Ridley, dos grandes figuras para los adultos jóvenes. La historia en "Caos: el inicio" es un poco difícil de explicar. En un planeta lejano (ejem!), Todd (Holland) vive una vida difícil en la colonia que integra. Sólo habitada por hombres, su aldea está regida por Prentiss (Mad Mikkelsen) y tiene una particularidad: cada uno de ellos emite una especie de nube, donde se pueden oír sus pensamientos. "El ruido", es una consecuencia de la vida en ese lugar, ha afectado la individualidad y hay que cuidarse muy bien de lo que se piensa, porque no se tiene manera de esconderla. Cierto día, desde el espacio cae una nave en las cercanías, de la que solo sobrevive Viola (Ridley), quien es capturada rápidamente por la tribu de Todd. No hay mujeres vivas en ese poblado, por lo cual se convierte en centro de la escena, y más cuando está la posibilidad de que Prentiss logre interceptar una posible llegada de rescate de su gente. Los ánimos se caldearán y Tom y Viola escaparán en busca de resolver los varios interrogantes que ya en los primeros minutos se instalan, todos vitales para su supervivencia. Desde los rubros técnicos, "Caos walking" está muy bien. Hay oficio en el rubro y se agradece. Posee quizás una edición de sonido un poco estridente (e innecesaria) en algunos momentos y el film tiene ritmo y su energía es equilibrada a lo largo del metraje. No hay chances de aburrirse. Es cierto que provenir del mundo de la literatura (la obra original es de Patrick Ness, "The Knife of Never Letting Go", súper éxito editorial en 2008 y primer hit de una saga bastante leída para adultos jóvenes) le da cierto volumen a la historia. Liman utiliza sus recursos con soltura y no busca complicarse, el relato es simple y los enigmas van dando paso a cuidadas escenas de acción en las que los protagonistas se mueven en forma natural. Holland y Ridley se complementan acertadamente y la atmósfera es atractiva y dinámica en todo momento. En suma, una cinta entretenida que no defraudará al público local. Para destacar también, secundarios que se lucen: Demian Bichir (como el padre de Tom), David Oyelowo (un predicador atormentado que se las trae) y por supuesto Mikkelsen, quien aporta el toque de experiencia que la trama necesitaba. Buen producto, sin dudas.
MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES, MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES... “Soy Mary Putrueli. Acá no quedó nada del guion de Charlie Kaufman. Qué atinado Robert Zemeckis en no dirigir esta adaptación. Soy Mary Putrueli. Esto es una reseña de una película que no se entiende hacia dónde va. No hay un atisbo de química entre los personajes. Soy Mary Putrueli. Muy buena premisa para un desarrollo monótono y poco legible”. El párrafo anterior comienza con “el ruido que sucedió en mi cabeza” al comenzar a pensar y escribir sobre Caos. Para quienes aún no la vieron, este ruido del que hablamos hace referencia a aquello que los hombres piensan y todos pueden oír y en ocasiones, ver. Sí, solo los hombres, porque en el mundo distópico, donde la historia sucede, no hay mujeres, y las pocas que luego aparecen en pantalla tampoco tienen “ruido”; que no se entienda que se quiere sugerir que las mujeres no piensan, o que lo que piensan no es lo suficientemente interesante para poder ser escuchado o visto por otros, sino simplemente es que así está planteado. Los anti feministas dirán “dejen de exagerar todo” y las feministas dirán “dejen de hacer películas tan estúpidas”. Una grieta más que nadie pidió. Retomando la trama, los hombres tienen (y hacen ruido) y deben, desde pequeños, aprender a controlarlo. Es decir, domar sus pensamientos. Todd Hewitt (Tom Holland, nuestro querido Hombre Araña) es parte de esta sociedad acéfala de mujeres. De un momento a otro, su vida da un giro radical cuando cae desde el cielo, sin metáforas hablando, Viola (Daisy Ridley), quien aterriza en el planeta de Hewitt, y a la cual el pueblo no recibirá de la mejor manera. Mujer igual peligro. Hewitt, casi inmediatamente decide salvar y proteger a Viola y emprende así un camino fugitivo con toda una horda de ruido detrás, sumado al suyo que poco ayuda, sobre todo en los momentos donde expone la atracción y las ganas que Viola no se vaya del planeta y se quede a vivir una vida a su lado. Si bien la premisa tiene grandes aspiraciones, lo cierto es que la película sufrió tantos contratiempos y cambios, que todo queda demasiado expuesto en el guion, en el ritmo narrativo, en las interpretaciones, hay una mínima tensión que nunca llega a explotar, casi que termina por aburrirnos la espera por saber de dónde viene Viola, qué paso con las mujeres desaparecidas, y hacia dónde va a desembocar la historia. Desde lo visual, todo es correcto, pero no hay una sola escena que maraville o que diga, bueno, se salvó un poco la película. Lo cual es bastante inesperado teniendo en cuenta que su director es Doug Liman, responsable de la gran Al filo del mañana. Basada en una serie de libros escritos por Patrick Ness, y sumando adeptos al bando de libro mata película, posiblemente este futuro distópico en la literatura haya sido mucho más atrapante de leer que verlo convertido en un proyecto cinematográfico. Caos: el inicio fue uno de los estrenos más esperados en la crisis pandémica que atravesó el cine este último año, y lamentablemente debe decirse que no valió para nada la pena.
Bienvenidos al Caos El título de la película remite un poco a lo que fue la conflictuada producción de la misma. Desde 2011 se viene dando vueltas alrededor de la adaptación de la trilogía de Patrick Ness (Chaos Walking), y ha habido una danza de nombres de guionistas y directores -entre ellos, Charlie Kaufman y Robert Zemeckis-, hasta que la cinta terminó quedando en manos del cineasta Doug Liman (con créditos de guión que incluyen literalmente seis nombres). La primera película de la saga distópica finalmente llegó a los cines con estrellas como Tom Holland, Daisy Ridley y Mads Mikkelsen a la cabeza, en un intento de éxito taquillero que no pudieron conseguir. Holland encarna a Todd Hewitt en el “Nuevo Mundo”, un lugar en el que, por determinado motivo, no existen más las mujeres y se hace presente lo que denominan el “Ruido”, una especie de consciencia visible en donde se puede escuchar y ver lo que piensa cada hombre. La irrupción de una nave proveniente de la Tierra y una muchacha llamada Viola (Daisy Ridley) cambiarán el destino de Todd y su pueblo. A pesar de la incontable variedad de sagas de ciencia ficción distópicas, Chaos Walking resalta sobre más de una por lo interesante de su premisa y lo bien que quedó plasmado en cine el famoso “Ruido” mencionado anteriormente. Fue un total acierto la manera en que lo llevaron a cabo. De hecho, la introducción en este mundo es realmente lo mejor del film, ya que, sin demasiada exposición, presenta personajes y contextualiza al espectador de manera correcta. La fotografía es preciosa y cuidada en todo el metraje, las actuaciones de los protagonistas son más que convincentes, y la trama, interesante por sí misma. Sin embargo, hay algunas cosas que fallan, que quizá sean producto de los vaivenes de la producción. Por momentos pareciera estar apurada, hay personajes de los que se necesitaba más conocimiento de su pasado para justificar sus acciones, y el final es una seguidillas de sucesos que no fueron lo suficientemente planificados para lograr una mayor tensión; el clímax termina siendo pobre. Un poco más de minutos en la duración podrían haber ayudado a desarrollar cuestiones y conflictos con más eficiencia. En definitiva, termina siendo un prometedor inicio con buenos distinciones comparadas a otras sagas, pero se queda en el molde y no termina de convencer a todos hasta el final. Ojalá no quede en una primera parte como otras tantas que ya han pasado por las salas. Puntuación: 6,5/10 Por Manuel Otero
Destrozada por la crítica, terminada en 2017 pero intervenida con re-rodaje intensivo en 2018, retrasada por la pandemia, es probable que Caos: el comienzo, basada en una exitosa novela/trilogía de fantasía juvenil, sea la película con más mala suerte del Hollywood actual. No lo merece por varias razones. La primera, que las secuencias de acción, que abundan en esta especie de western donde algo extraño extinguió a las mujeres, los hombres tienen un rarísimo problema telepático y justo cae una chica, son comprensibles y tienen drama. Segunda: que los actores creen en lo que están haciendo (Mikkelsen y Holland son muy buenos). Tercero, que el ambiente de western futurista respeta la relación del hombre con el paisaje, básico en aquel género de enorme nobleza. Sí, es cierto, por momentos la trama se resuelve a los ponchazos, pero también es cierto que el film construye un mundo convincente donde los problemas morales se construyen y resuelven gracias a la imagen.
En un mundo distopico, un asentamiento de solo hombres vive de lo que cultiva, mientras lidian con el llamado “ruido”, un acto que manifiesta visualmente lo que cada hombre piensa. Todo cambia cuando nuestro protagonista, Todd, conoce a una chica, Viola, que acaba de llegar desde el espacio. Hoy toca hablar de un estreno en las salas virtuales de Argentina, Caos: el inicio, una película que en realidad no es tan nueva, ya que lleva estando cajoneada durante bastantes años; pero que, en épocas de vacas flacas, finalmente salió a la luz. Ahora veremos si vale la pena darle un visionado. Antes de comentar el film, aclaramos que estamos ante una adaptación, y que no leímos el material original, así que solo vamos a jugar a Caos: el inicio, solo como película y no por sus valores como adaptación en sí. Lo primero a destacar entre lo malo que tiene este proyecto, es que desperdicia el mundo que presenta de forma muy torpe. Y no solo lo decimos por una distopia donde las mujeres no existen hace décadas, sino por el resto. Se nos plantea un mundo futurista, tanto por las armas como por los vehículos, que sufrió un colapso y la gente tuvo que volver a reunirse en pequeñas urbes agrícolas, alejadas de las grandes ciudades. Pero todo esto lo intuimos, ya que nunca se nos dice que sucedió en realidad para que todos terminen así; y si bien el misterio y no poner a alguien exponiendo texto gratuitamente siempre es bueno, dejar todo al azar se siente bastante perezoso por parte de los guionistas. Otra cosa que no termina de funcionar es el tándem de Daisy Ridley con Tom Holland. No es que no tengan química (aunque tampoco parece que se sacaran chispas), pero el motivo por el cual el personaje de Holland decide ayudar de forma ciega al de Ridley, queda bastante en el aire. Y si, entendemos que la chica es muy linda y él se pueda haber enamorado a primera vista, pero no es motivo suficiente como para que arriesgue su vida y la de toda su familia, por alguien que acaba de conocer. Pero para hablar de algunas cosas buenas de Caos: el inicio, tenemos que mencionar a los actores. Si, sabemos que todos tienen unos personajes planísimos, pero los interpretes (todos los que tienen papeles importantes), logran sacarlos adelante a base de experiencia y saber dotar de personalidad a unos personajes que en manos de actores (y actriz) sin talento, hubieran sido dignos de cualquier saga adolescente juvenil que no pasó de la primera película. Para cerrar con lo bueno, destacar el diseño de producción. Como mencionamos más arriba, mediante el decorado, podemos ver que estamos en un mundo del futuro, que sufrió de algún accidente natural y por eso la gente pese a tener tecnología avanzada, debe vivir en pequeñas comunas agrícolas. En conclusión, Caos: el origen es una película que desperdicia algunas buenas ideas como la de que se visualicen los pensamientos, en post de una historia romántica en una distopia futurista; algo nunca antes visto en el cine…
Dos siglos en el futuro, la humanidad ha comenzado a colonizar un nuevo mundo con la esperanza de encontrar un destino mejor, lejos del arrasado planeta en donde tuvo sus orígenes. Ese nuevo mundo se parece bastante al antiguo, salvo por la importante diferencia de que todas las criaturas que lo habitan reciben la habilidad de materializar sus pensamientos en forma de sonido e imágenes. Esa situación, a la que bautizaron simplemente como el Ruido, puso a prueba tanto la cordura como la convivencia de la Primera Ola. Las cosas no salieron tan bien como se habían planeado. Apenas una generación después de que la primera ola se instalara en el planeta, solo queda un pequeño pueblo únicamente habitado por hombres. Todd (Tom Holland) es el más joven de ellos y está a punto de convertirse en adulto. A diferencia de su familia adoptiva y la mayoría del resto de los habitantes de Prentisstown, Todd no conoció otra realidad más que la de convivir con el Ruido, por eso cuando encuentra vagando en el bosque a Viola (Daisy Ridley) debe enfrentarse a dos grandes novedades al mismo tiempo: es la primera mujer que ha visto desde que era un bebé, pero también la primera que no está rodeada por la bruma del Ruido, dos revelaciones que ponen en cuestionamiento todo lo que creyó saber hasta entonces. Caos el Inicio, pero no sabemos de qué “Un hombre sin filtro es un caos andante”, dice con otras palabras Caos El Inicio (Chaos Walking) al comenzar, y es otro ejemplo de traducciones que rompen el sentido de un título que expresaba con mucha síntesis de qué se trata la película. Porque además de ser una historia de ciencia ficción y aventuras, el foco de Caos El Inicio está puesto en el bombardeo constante de información y pensamientos por el que pasan nuestras mentes constantemente, usualmente sin que siquiera estemos conscientes de ello. Tal vez porque esa idea es tan abstracta y compleja de trasladar a imágenes, resultó que Caos El Inicio tuvo que pasar por las manos de varios guionistas sucesivos, algo que nunca es un buen indicio pues suele resultar en una composición de pedazos de textos cosidos entre sí para formar un Frankenstein que pueda sostenerse. Sin embargo, puede acusarse a Caos El Inicio de resultar genérica y de desaprovechar potencial mucho más que de resultar incomprensible o confusa. No necesita caer en sobre explicaciones para establecer las reglas de su mundo y es fácil seguirle el hilo sin conocer previamente nada de los libros, de los que solo toma la idea básica para luego hacer su propia versión de la historia, mucho más centrada en la acción. Por el contrario, toda la idea del Ruido y cómo afecta a quienes conviven con él -que podría haber sido lo que la convierta en una propuesta con mayor identidad y con un valor agregado por sobre el resto del género- es explorada de forma apenas superficial. También toca tangencialmente temas como el autoritarismo y el fanatismo religioso, pero una vez más son dos ejes que no tiene la voluntad de desarrollar realmente y quedan como temas laterales a la trama de aventuras sin aportar mucho. Quizás sea demasiado pedirle eso a una propuesta que está claramente apuntada al entretenimiento, pero son todas cosas que la misma película insinúa y después nunca desarrolla, quedándose a medio camino de todo lo que va prometiendo a lo largo de su transcurrir. Es allí donde se nota la mano de los diferentes guionistas superponiéndose. En cuanto al elenco, es de imaginarse que se encontraron frente a un desafío bastante extraño de llevar adelante, y no me refiero al hecho de que la dupla de protagonistas adolescentes sea interpretada por dos personas que ya están más cerca de los treinta que de los veinte; por más que es un detalle que salta a la vista y afecta bastante al verosímil, estamos aceptando que hay cosas más fantásticas en Caos El Inicio como para enfocar en eso una crítica. Me refiero al hecho de que la mitad de lo que actúa todo el elenco no lo expresan con sus cuerpos sino con el Ruido, sus propias voces e imágenes agregadas por encima posteriormente y que también forman parte de la actuación que deben interpretar para narrar sus personajes. caos el inicio Es en la interpretación de esa marea de ideas incontrolables y en su materialización donde se encuentra el punto más interesante de Caos El Inicio y donde más se luce Tom Holland como protagonista. También ocurre con Mads Mikkelsen como antagonista justamente por hacer todo lo contrario, porque en una realidad donde las ideas fluyen incontrolablemente a la vista de todo el mundo, nada es más aterrador que una persona que logra mantener el silencio.
La adaptación del libro The Knife of Never Letting Go de Patrick Ness Debo decir que esta era de una de las películas que más ganas tenía de ver… pero todo lo que podía salir mal, pasó. Chaos Walking, la adaptación cimematográfica del libro “The Knife of Never Letting Go” de Patrick Ness dirigida por Doug Liman (Edge of Tomorrow), sigue a Todd Hewitt (Tom Holland), un joven que vive en un planeta distante y que un día se encuentra con Viola (Daisy Ridley), “una chica misteriosa que aterriza en su planeta, donde todas las mujeres han desaparecido y los hombres están afligidos por ‘el Ruido’, una fuerza que pone en evidencia todos sus pensamientos”. Con un guion pésimamente ejecutado a esta película no la salva ni Daisy Ridley ni Tom Holland. Dura menos de 2 horas y sentí que ese tiempo le juega muy en contra porque cae en miles de clichés ya conocidos en este tipo de películas de ciencia ficción y se hace insostenible. Hay elementos que plantea la trama que resultan interesantes pero ya a la media hora se vuelven muy repetitivos y de una ejecución muy simplona. La química de los protagonistas no es muy creíble y no llegamos a sentir empatía por ningún personaje de esta película. Lo más flojo que tiene es sin dudas el arco narrativo de los personajes que se cae a pedazos pasada la media hora y no remonta de ninguna manera, Ni siquiera Mads Mikkelsen (Hannibal la serie, 2013) haciendo de un villano tan estereotipado que cuando llega un momento no causa el impacto que trata de generar: intenta ser un villano temible pero termina siendo el típico de una película de menor presupuesto de ciencia ficción. La dirección y la fotografía tampoco se destacan: no parece una película de Doug Liman, y falta ese toque de acción y momentos épicos, que para el comienzo de una trilogía se queda en nada. Incluso hay planos raros y movimientos de cámara que no ayudan y una fotografía buena pero que tampoco se destaca. En fin, Chaos walking es una película olvidable y que no se destaca en ningún aspecto. La pésima ejecución en todas las ramas la hace una más del montón, sin nada mencionable de forma positiva. Ojalá Doug Liman pueda dejar atrás esta película y enfocarse en algo más interesante y no tan cliché.
A veces nos encontramos con películas que pasan de largo y quedan en el olvido a pesar de tener grandes talentos en su elenco y dirección, aquí está el ejemplo perfecto. Protagonizada por Tom Holland, Daisy Ridley, Mads Mikkelsen y Nick Jonas, Caos: El Inicio dirigida por Doug Liman es una película que no trae caos y además no es un muy buen inicio. Situada en El Nuevo Mundo, un planeta alienígena recientemente colonizado por el humano en el cual los hombres adquirieron un don llamado el ruido y las mujeres fueron exterminadas misteriosamente en una guerra interplanetaria, la historia se centra en Todd Hewitt (Tom Holland), un joven pesimista que en un accidentado día cruza su destino con Viola (Daisy Ridley), una joven que no posee el don del ruido y que presenta un conflicto de intereses con el Mayor Prentiss (Mads Mikkelsen), el villano de turno en esta película. A pesar de poseer una interesante trama en un mundo novedoso, la película de Doug Liman no sale de lo genérico en todos sus aspectos. Vemos una posibilidad de enganche en esta habilidad llamada ruido pero después de unos minutos no hay sorpresa alguna… es como si toda una cena completa se agotara en la entrada. Nada sorprende y las cosas se tornan aburridas muy rápidamente. De todas formas hay destellos de buenas actuaciones. Este apartado claramente es dominado por Mads Mikkelsen y Demián Bichir, dos actores experimentados y carismáticos que hacen lo que pueden con el rol que se les ofrece; Mikkelsen siempre domina con su versatilidad además de su presencia y en esta película el actor danés es quien más más se destaca y queda mejor parado; por el contrario Holland quien es el first billed de Chaos sufre en su performance por la terrible química que muestra en pantalla junto a Ridley. Esos roles pudieron ser casteados por dos actores jóvenes con menor renombre pero con una mejor interacción en la pantalla. Con un ritmo estático la película se muestra muy densa con tan sólo 109 minutos de duración. No importa nada de lo que sucede, es más, sinceramente cuesta entender que idea Liman quiso darle a esta adaptación literaria ya que las cosas se podrían resumir en una mezcla de Fled (1996, Kevin Hooks) con cualquier película de ciencia ficción dominguera que muestra más un ecosistema que el argumento en si. Cuesta encontrar algo memorable para destacar en Caos: El Origen si quitamos un penoso golpe bajo que funciona simplemente por el bien del desarrollo pero cae pésimo por el trato que se le da. Podría haber sido algo tierno y sentimental y Liman elige mostrar un momento insoportable en el recuerdo de un personaje. Desde ya todo tiene un por qué: el guion fue reescrito por numerosos guionistas y constó de varios reshoots desde el 2018 hasta el año 2019 por una pobre recepción en los test screeners con público. Una verdadera pesadilla de realización con más de diez años de ideas que llevo a una regular ejecución. La película va en tono pero es mejor resuelta que varios bodriazos teens de moda que se fueron dando desde el año 2008… una moda que gracias a Dios ya quedó atrás. A pesar de ser innovadora en su idea y con aciertos gracias al elenco de reparto Caos: El Inicio va a quedar en el olvido muy rápidamente. Valoración: Regular.
SILENCIO "Con Charlie Kaufman encabezando al equipo de guionistas, realmente esperaba mucho más. Abundan las reminiscencias y si bien, la Dirección, Producción y lo espectacular de los filmes yanquis, están presentes, en este caso, no consiguen la armonía y fluidez para que funcione." Chaos Walking, 2021. El Director Doug Liman nos relata una historia que sucede en un futuro no muy lejano, en un mundo donde las mujeres han desaparecido y los hombres han sido afectados por "el ruido" -una fuerza que exhibe todos sus pensamientos- Todd Hewitt (Tom Holland) se encuentra con Viola (Daisy Ridley), una joven misteriosa que ha aterrizado en su planeta. Con Viola bajo riesgo, Todd jura protegerla y ponerla fuera de peligro. Para salvarla Todd tendrá que controlar su “ruido”, descubrir su propia fuerza y desbloquear todos los oscuros secretos que guarda su planeta y su comunidad. SOBRE EL RODAJE: Gran parte de CAOS se filmó a dos horas de las afueras de Montreal, en un bosque remoto y montañoso. Allí, Doug Liman pudo capturar completamente la dura existencia de los personajes. Al mismo tiempo, el equipo se maravilló ante el singular e impresionante bosque virgen y el paisaje extraterrestre de la zona. Mejorar la sensación majestuosa de este mundo forestal rico y vibrante fue el trabajo del director de fotografía Ben Seresin. El destacado director de fotografía también tuvo el desafío de dejar espacio alrededor de cada personaje, para su respectivo Ruido. "Plantear la premisa en un futuro, no fue una buena elección. El guion es predecible, el protagonista y su antagonista, no logran el enfrentamiento necesario, consiguiendo la misma fuerza y quitándole credibilidad y confusión para el espectador. Sin embargo, tiene un buen ritmo, entretenido de seguir, contrastes interesantes que destacan más a la heroína, entre los maravillosos verdes de las locaciones canadienses, y como de todo se aprende, los mensajes que deja son universales: estamos atrasados como humanidad con respecto al despertar, aún nos estamos buscando como individuos, permitiendo que los otros creen nuestra vida según su criterio, nuestra entrega como seres humanos, es completa hacia los animales y no hacia las personas, entre otros." CLASIFICACIÓN: 7/10 Ficha Técnica: Título original: Chaos Walking Año: 2021 Duración: 109 min. País: Estados Unidos Dirección: Doug Liman Guion: Charlie Kaufman, Gary Spinelli, Lindsey Beer, John Lee Hancock, Andrew Gottlieb, David Rosen. Novela: Patrick Ness Música: Marco Beltrami, Brandon Roberts Fotografía: Ben Seresin Productora: Quadrant Pictures, Bron Studios, Creative Wealth Media Finance. Distribuidora: Lionsgate Género: Ciencia ficción. Aventuras. Fantástico | Distopía Reparto: Tom Holland, Daisy Ridley, Mads Mikkelsen, David Oyelowo, Nick Jonas, Cynthia Erivo, Demián Bichir, Kurt Sutter.
Ciertamente, la adaptación al cine de la trilogía escrita por Patrick Ness (autor de «Un monstruo viene a verme» y «Los demás seguimos aquí» por mencionar algunas de sus obras) llamó mi atención inmediatamente, y más aún cuando se supo que Charlie Kaufman (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, Anomalisa, I’m Thinking of Ending Things) y John Lee Hancock (The Little Things) estaban involucrados en el proyecto; y aún cuando en su desarrollo desaparecieron de los créditos y solo se mencionó a Christopher Ford (Spider-Man: Homecoming) seguía sonando interesante ver cómo este encararía el sucio western de ciencia ficción y algo de fantasía, en el que también se dibujaban varios escarceos políticos.
Esta adaptación de la primera parte de una trilogía de novelas de ciencia ficción jamás funciona pese a tener algunas ideas interesantes y un elenco encabezado por Tom Holland, Daisy Ridley y Mads Mikkelsen. Este combo de western y ciencia ficción es, en algún punto, tan mediocre y repetitivo, que resulta más interesante la historia ligada a su complicada producción que la película en sí. Es una de esas historias que deberían volverse legendarias a modo de cuento con moraleja acerca de «todo lo que puede salir mal» en una producción de Hollywood. La saga de tres novelas de Patrick Ness titulada CHAOS WALKING tenía el lógico atractivo de esas series de acción para adolescentes que se pusieron muy de moda en la década del 2000 a partir del éxito de CREPUSCULO, LOS JUEGOS DEL HAMBRE y otras derivadas. Publicadas entre 2008 y 2010, no solo tenían los condimentos habituales de este tipo de historias sino que ofrecían un contenido bastante audaz e inteligente. La productora Lionsgate compró los derechos de la trilogía en 2011 y eligió nada menos que a Charlie Kaufman para adaptar el primero de ellos, llamado EL CUCHILLO EN LA MANO. Quizás pensaron que el guionista de QUIERES SER JOHN MALKOVICH? podría encontrarle la vuelta a la curiosa idea central de la saga que involucra que la gente pueda escuchar los pensamientos de los otros. Pero al parecer no fue así, ya que el tipo abandonó el proyecto y para 2016 ya había pasado por media docena de manos y varios directores. Todo parecía abandonado hasta que apareció el interés de la entonces «novedad» de STAR WARS Daisy Ridley y del recién incorporado SPIDER-MAN Tom Holland y el proyecto revivió con Doug Liman como director, se filmó en 2017 y luego volvieron los problemas. Malos testeos, refilmar escenas (con Fede Alvarez a cargo) en 2019 y luego… pandemia. Al final, la película se terminó estrenando tarde, en medio del caos virtual y apenas ha recuperado una mínima parte de su presupuesto de más de 100 millones de dólares. El tema principal de la novela –y de la adaptación– es de todos modos bastante interesante y se podría definir como una película cuyo eje es la misoginia, el odio/miedo a las mujeres. Y la estructura que Ness ideó para hablar del tema es imaginar un futuro posible en el que un grupo de hombres habita un planeta distante en el que sus pensamientos pueden ser escuchados por los otros, como si los dijeran en voz alta. Por algún motivo, las mujeres no han caído víctimas de este procedimiento, lo que hace que a ellas no se les pueda escuchar lo que piensan. Pero cuando empieza el film ya no quedan mujeres allí. ¿El motivo? Tras una invasión de lo que hoy llamaríamos los «pueblos originarios» de ese planeta, todas fueron masacradas. La idea es interesante ya que sirve para analizar cómo se construye cierto «machismo» o algún tipo de idea patriarcal de cómo hacer funcionar al mundo. Los habitantes del planeta son ahora todos hombres y, a sabiendas que se escuchan entre sí, parecen haber adoptado algún tipo de religiosidad violenta que los lleva a «pensar» siempre en términos de acción, de no tener miedo y de no mostrar debilidades. El líder de ese grupo es un tal David Prentiss (Mads Mikkelsen), su hijo es el tontuelo amenazante Davy (Nick Jonas), el más fanático parece ser el religioso Aaron (David Oyelowo) y los demás se comportan en un estilo rugbiers del espacio. Hasta el propio Todd Hewitt (Holland) sabe que tiene que ocultar sus dudas y nervios ante la presencia de los otros, que los detectarán enseguida. En la película, cuando escuchamos a los personajes pensar, una suerte de humareda fluorescente sale de sus cabezas (es la mejor idea que tuvieron para «representar» visualmente el pensamiento) y la experiencia se vuelve rápidamente agotadora. A lo largo de un buen tramo del film los hombres hablan y piensan y tratan de ocultar lo que piensan. Todd, por ejemplo, no hace más que repetir su nombre constantemente para que no puedan adivinar qué pasa por su cabeza. Todo parece ir por esos carriles hasta que una nave espacial cae en una zona del planeta y la única sobreviviente del accidente es Viola, una mujer (Ridley). A Viola no se la escucha pensar aunque ella sí puede oír, entre sorprendida y espantada, a los hombres hacerlo. Los más jóvenes jamás han visto una mujer y se desesperan. Y David tiene sus propias ideas respecto a qué hacer con la chica, por lo que a Todd no le queda otra que sacarla del medio y tratar de llevarla a un lugar seguro. Todo esto en la película es cansino y trabajoso, raramente funciona y pese a tener un crossover de celebridades del cine de Disney/Marvel/Lucasfilm como protagonistas y un realizador con un interesante recorrido como Liman (que dirigió la primera BOURNE y AL FILO DEL MAÑANA, entre otras), CAOS: EL INICIO nunca funciona en términos cinematográficos. Aquí y allá uno puede verle los hilos de lo que pudo haber sido o lo que los múltiples cerebros involucrados pensaron en un principio (algún tipo de versión pop de EL CUENTO DE LA CRIADA, digamos), pero no siempre las ideas que resultan interesantes escritas en una novela logran trasladarse al lenguaje del cine. Lo que acá sí tiene su lugar más o menos lógico son las escenas de acción, pero cuando estas llegan –en su segunda mitad, de una manera narrativa tan arbitraria como confusa y con personajes claramente abandonados en el montaje final– es tan poco lo que nos importa la suerte de los protagonistas y el mundo en el que habitan que ya no hay mucho que esas peleas y persecuciones puedan lograr para convencernos de que el asunto valió la pena. Quedan dos novelas más en la trilogía, pero todo parece indicar que el asunto, por suerte, se cerró acá.
Película demorada por años, producto nacido a destiempo desde su mera concepción y auténtico pandemonio reinante en interminables lapsos de rodaje interrumpidos, repletos de vicisitudes. Poca homogeneidad puede ofrecer esta cinta situada en un futuro distópico. Puede leerse el pensamiento de los seres humanos. ¿Adivinaremos la falta de criterio de los productores responsables de este despropósito? En “Caos: el inicio” el orden social se presume extinguido. Es el espacio de huida perfecto para que dos extraños generen un lazo, aunque la química entre sendos protagonistas se convierta en un lastre duro de sobrellevar. Bajo la intención de una trilogía, se pone en marcha este auténtico caos caminante, si es que vale el intento lúdico por colocar las palabras de su título original en el incómodo lugar al que pertenecen. El tema de los pensamientos expuestos, como disparador argumental en la saga literaria novelada autoría de Patrick Ness, merecía mejor tratamiento. Cuesta creer que, detrás de cámaras, la ausencia de ambición por llevar a buen puerto la propuesta recaiga en Doug Liman, un experto del cine sci-fi gracias a películas como “Al Filo del Mañana”. Más pronto que tarde, el metraje se verá poblado de revelaciones sofocadas e impacto narrativo minimizado. El material ha sido francamente dilapidado. La aventura dinámica y emotiva se topa con sus propias limitaciones, finalmente maniatada y desdibujada. Un flujo de imágenes, palabras y sonidos atraviesa el verosímil de toda criatura viviente. Un noise virtual que dice mucho acerca de los tiempos que vivimos, regulados por barata consumición y viral consumación de lo vacuo y endeble como ley primera.
Reseña emitida al aire en la radio.