Las brujas también sangran Confieso que esta nueva moda de adulterar los cuentos de los Hermanos Grimm – o cuentos de hadas en general - no me atrae mucho. El año pasado tuvimos que soportar dos adaptaciones mediocres de Blancanieves, el anterior una de Caperucita Roja y ni siquiera la aventura épica con Heath Ledger y Matt Damon dirigida por Terry Gilliam terminó siendo demasiado atractiva, más allá del gran diseño artístico típico del animador de los Monty Pithon, y el humor inglés que le pudo aportar a un guión bastante pobre en ideas. La primera película del noruego Wirkola – realizador de una obra de culto sobre nazis zombies que regresan en la actualidad – sobre suelo estadounidense (en sentido figurativo, porque fue filmada en Europa), se acerca un poco más a la película de Gilliam que a los exponentes adultos más recientes. Y esto, en cierta forma, resulta positivo, ya que si hay algo que no se le puede dejar de reconocer al director de Doce Monos, es que a pesar de todo nunca ha perdido el humor negro, y en ese sentido, Los Hermanos Grimm resultaba exitosa más allá de la sobrecarga de efectos especiales, el previsible guión o las superficiales interpretaciones (aunque gracias a esta actuación, Ledger demostró que podía interpretar a algo más que una cara bonita). A pesar de darle otra lectura al clásico cuento infantil, Wirkola diseña un guión demasiado obvio, lleno de lugares comunes y personajes esquemáticos, imitando modelos acartonados del cine Blockbuster estadounidense de los últimos años, héroes reos, antipáticos con pasados torturados que deben aprender a superar sus resentimientos en el presente de la historia. El prólogo de la película nos muestra en forma sintetizada, similar a La Leyenda del Jinete sin Cabeza de Tim Burton (incluida la música de Danny Elfman), la historia de los dos hermanitos que son abandonados en el bosque y encuentran una casa hecha de dulces para atraer niños. Adentro, descubren una bruja, a la que cocinan rápidamente. Nada de migas de pan. Varios años después, los hermanos son adultos, y al mejor estilo Van Helsing, Cazador de Monstruos, viajan cazando brujas de pueblo en pueblo con un arsenal de armas demasiado modernas para la época. Todo va bien hasta que llegan a un sitio donde desaparecieron varios niños. La culpa es de una Gran Bruja – Famke Janssen, en piloto automático de una Jean Grey enojada – que descubrió una manera para sobrevivir al fuego, el elemento más efectivo para asesinar a las mujeres de su clase. Hansel y Gretel deben competir contra un siniestro sheriff local – el siempre maravilloso Peter Stormare – para recuperar a los niños y derrotar a Muriel, la gran bruja. Lo que más llama la atención de esta adaptación es que Wirkola no quiso hacer una versión para adolescentes y jóvenes, sino decididamente apunta a un público mayor, fanático del horror – como Joe Johnston pretendió hacer con la fallida El Hombre Lobo - más que de la fantasía o la aventura. No solamente hay sangre, sino verdadero gore: cabezas que explotan, cuerpos mutilados, insinuaciones sexuales (con una sugerente subtrama incestuosa). Se hace un poco hincapié en la “virginidad” de los protagonistas para incorporar otros personajes que consiguen separar a la pareja protagónica y abrirle otras posibilidades de relaciones. Por suerte, esto se explica en forma más sutil que discursiva. Nunca se pone se juzga el comportamiento de los hombres frente a las mujeres, sean brujas o no: no hay prejuicio moral en pegarles, quemarlas o torturarlas un rato. Wirkola no le teme a explotar la utilización de efectos visuales para mutilar seres humanos y de fantasía, y tirarle al espectador, partes de los cadáveres, aprovechando el efecto 3D. Y acaso, el mayor logro del director, es justamente la falta de pretensiones, divertirse con el material que tiene en las manos, no tomárselo demasiado en serio, aportarle alta dosis de humor negro y efectiva tensión. Acaso, por la ausencia de solemnidad y la omnipresencia de remates cómicos habría que agradecerle a Will Ferrell y Adam McKay, que sorprendentemente son productores del film. Ni Jeremy Renner – que a esta altura no logra diferenciar si está interpretando a Aaron Cross, Hansel o Hawkeye – así como la fría Gemma Arterton – la princesa inmutable de Príncipe de Persia y la empetrolada secretaria de Quantum of Solace – logran transmitir genuina comicidad o carisma a sus personajes. Pero tampoco desentonan (aunque si ellos son alemanes, Schwarzenegger es italiano). Sin duda, lo mejor del elenco es un Troll diseñado con CGI e interpretado en Caption Motion por Derek Mears – el último Jason, parece que no consiguieron el teléfono de Andy Serkis – que le aporta un poco de humanismo irónico y calidez al reparto. Tanto por el diseño de su rostro, como por la “bondad” que inspira el personaje, parece que Wirkolda lo sacó del Laberinto de Jim Henson. Aún con sus falencias narrativas y pocas ideas ingeniosas – hay un efectivo chiste referido a la “enfermedad” del personaje de Renner - Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas, se deja ver, es entretenida, dinámica, divertida sin demasiadas pretensiones y con mucha artificialidad. En esta adaptación, las brujas no logran asustar. Esperen a ver la secuela, cuando los protagonistas deban enfrentarse a sus respectivas suegras y ya veremos.
Aquelarre ultraviolento Sigue la tendencia de adaptar cuentos clásicos infantiles e imprimirles una vuelta de tuerca en su tratamiento. Ocurrió con Espejito, Espejito y luego con Blancanieves: la leyenda del cazador. Ahora es el turno de Hansel & Gretel: Cazadores de brujas, relato plagado de acción y buenos efectos potenciados con la tecnología 3D. que trae una visión mucho más oscura y violenta que la planteada por los Hermanos Grimm. Pasaron varios años luego de que sus padres fueran asesinados, y los hermanos Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Arterton) se convirtieron en un formidable equipo de caza que persigue y mata brujas alrededor del mundo. La villana de turno está encarnada por Famke Janssen, cuyo rostro maléfico va cambiando de acuerdo a las circunstancias. La película (no apta para chicos de corta edad) no ahorra truculencias pero su punto fuerte es que la acción no para a lo largo de sus 88 minutos. La trama incluye además algunos apuntes cómicos (Hansel se inyecta porque tiene mucho azúcar de tanto comer dulces) y otros más tiernos (Edward, el troll que se pasa de las fuerzas de la oscuridad al bando de Gretel) pero nunca abandona la atmósfera de pesadilla plasmada en los oscuros bosques. Acá el ejército de brujas monta ramas de árbol en lugar de escobas y se reúne en un aquelarre ultraviolento que deja la puerta abierta para una segunda parte. Entre secuestros de niños, quema de brujas, puertas construídas con dulces y un comienzo impactante, la película es una tentadora poción para el espectador que quiera acción vertiginosa.
El clásico cuento de los hermanos Grimm toma un giro inesperado en Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas 3D, la nueva película del director noruego Tommy Wirkola, quien hace un par de años sorprendió a más de uno con Dead Snow, film sobre un ejército de zombies Nazis situado en las altas cumbres nevadas de Noruega. Los ascendentes Jeremy Renner y Gemma Arterton encarnan a los hermanos del título en esta película que promete una buena dosis de acción para el verano. Un cuento clásico, un giro nuevo. Todos conocemos la historia de Hansel y Gretel, el hermano y la hermana que se pierden en el bosque y van a parar a una casa construida completamente de caramelos y chocolates donde habita una bruja que planea engordarlos con golosinas para luego comérselos. El film no se aleja mucho de eso, pero va un paso más allá. ¿Qué fue de los hermanos una vez mataron a la bruja que los tenia prisioneros? ¿Qué hicieron una vez que lograron escapar de aquella casa? Hicieron lo que toda persona que alguna vez fue raptado e intentado ser devorado por una bruja haría: ¡volverse un cazador de brujas! 15 años después los chicos crecieron y hoy son conocidos por ser los mejores cazarecompensas del lugar. Tan así que luego de la desaparición de varios niños en un pequeño pueblo, el alcalde decide llamarlos para que investiguen lo que suponen ser un nuevo caso de brujería. No pasará mucho tiempo para que Hansel y Gretel descubran que efectivamente una poderosa bruja está detrás de las desapariciones, sino que también cuenta con un malévolo plan y hasta con terrible secreto acerca del pasado de los hermanos. Film Fusion En lo últimos año se viene dando una moda que en gran parte de los casos, y por distintas razones, no venia funcionando. Estoy hablando de los crossover de géneros, una especie de fusión de dos géneros que, a simple vista, no son compatibles, pero eso no impide que Hollywood le dé una oportunidad. Así como Cowboys Vs. Aliens mezcló el western y la ciencia ficción y el año pasado Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros, mezcló el drama histórico con el terror, Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas 3D pretende hacer lo mismo con el cine fantástico y el de acción. En ese sentido el film del que vamos a hablar a continuación es el que mas aireoso sale de los tres. ¿Eso significa que es una gran película? Ni de casualidad, mis amigos. Si bien disfruté de Cowboys Vs. Aliens y Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros hasta cierto punto, hay algo que le critico a ambos: la falta de humor. Vamos a ver. A mi parecer, si uno va a tomar dos géneros absolutamente distintos y mezclaros para obtener un resultado un tanto “ridículo”, lo mínimo que se puede esperar del film es que no se tome en serio y que se divierta con la propuesta. Esto es algo que faltó en los dos films anteriormente mencionados pero es algo que está latente desde el primer momento en Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas 3D. Si bien la película ofrece algunas pocas carcajadas, ya que no es ni pretende ser una comedia propiamente dicho, hay algo en la actitud de los personajes y en la dirección del film que nos dice que lo que estamos viendo no está hecho ni para pensar ni para analizar, está hecho para nada más ni nada menos que entretenernos. Me complace decir que la película cumple su propósito en ese sentido. Jeremy Renner, a quien pudimos ver el pasado año en Los Vengadores, y la bella Gemma Arterton, ex chica bond en Quantum of Solace, dan dos correctas actuaciones en los papeles principales. Siempre serios, pero dejando lugar para el humor, son lo suficientemente creíbles y carismáticos para llevar adelante el film. Aunque es digno de mencionar que Tommy Wirkola hizo un buen trabajo con las escenas de acción (que son bastante más de lo que hubiera imaginado) también cabe aclarar que muchas veces son echadas a perder debido a la conversión 3D que sufrió el film. Si bien no soy un gran fanático del formato, hay películas que se ven beneficiadas por el uso del mismo y otras que no. Hansel y Gretel cae justo en el medio, tiene un buen uso del formato dando una asombrosa profundidad de campo en algunas escenas, pero tal como mencione antes, en las escenas de acción no hace más que crear confusión ya que muchas veces no tenemos idea que es lo que estamos viendo. El guión del mismo Tommy Wirkola y Dante Harper no se toma muchas molestias en plantear una buena historia. Luego de la presentación de los personajes, donde quedan claras sus motivaciones, la película pisa el acelerador y da la sensación de que no son más que un par de escenas de acción atadas por alguna que otra escena que lleva adelante la trama. Unos buenos efectos especiales y de maquillaje aparte de un muy buen diseño de producción también ayudan a llevar a este cuento a la pantalla y hacer un poco más amenos su disfrute. Conclusión Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas 3D es un film que definitivamente no quedará en la historia, pero que puede ser una buena opción para escaparle al calor este verano. Mucha sangre y mucha acción, aparte de dos buenos personajes principales, son suficientes para mantener un pobre guion que, aunque atado con alambre, logra su propósito de entretener.
“Hansel & Gore-etel” De por sí conocida historia, de por sí conocido cuento, pero hacía falta una vuelta de tuerca tan aggiornada como riesgosa: como si alguna mente funesta llevara a Abraham Lincoln a combatir con vampiros, los hermanitos come dulces debían enfrentarse por carácter transitivo a una de las criaturas más explotadas de todos los tiempos por cine, la literatura y la realidad arcaica de los feudos en que se ambienta: Las brujas...
Reirse más ¡Que envidia no haber podido participar en esta película! Eliminando toda seriedad y depositando un alto grado de autoconsciencia, Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas le hace honor a su gracioso título. Es un film que desde los primeros minutos le avisa al espectador, a través de detalles cómicos excelentes, que lo que se verá a continuación será una fiesta. No es casual entonces que el film esté producido por, nada más ni nada menos, Will Ferrell y Adam McKay (director de Anchorman, Policías de Repuesto), creadores de los mejores exponentes de la llamada "Nueva comedia americana". Algunos de los elementos más representativos de esta ola se encuentran en el universo absurdo y totalmente querible que propone Hansel y Gretel..., entre ellos excelentes situaciones cómicas que bien podrían estar en las películas con Ferrell y de McKay...
Cuento de hadas sangriento El resurgimiento de clásicos cuentos de hadas reversionados en formatos más adultos -y en algunos casos violentos- es una de las modas más misteriosas de los últimos años. Pero está entre nosotros y hay que convivir con ella. El año pasado fueron dos películas sobre Blancanieves (Espejito, espejito y Blancanieves y el cazador), una que fue directo a DVD sobre la Bella y la Bestia (El corazón de la bestia), a lo que hay que sumarle películas sobre Caperucita Roja (La chica de la capa roja), la inminente Jack the Giant Slayery hasta, en otro sentido pero estilísticamente comparable, ese “mix & match” titulado Abraham Lincoln: cazador de vampiros. Aquí la fábula en cuestión es la de Hansel y Gretel, y su profesión cinematográfica es la de Cazadores de Brujas. Manteniendo el comienzo de la historia de los hermanos Grimm -los hermanos abandonados por sus padres queterminan en una casa hecha de dulces en la que una vieja bruja se los quiere comer-, la película los retoma ya adultos cuando se dedican a recorrer los bosques cazando violentamente a estas mujeres peligrosas y salvajes. Más cerca de Van Helsing que de cualquiera de las películas anteriormente citadas, este extraño artefacto dirigido por el cineasta noruego Tommy Wirkola es breve y conciso, aunque no se sabe bien si ese fue el deseo original o el producto fue muy cortado en montaje, ya que la historia parece pasar de una escena de acción a otra casi sin tiempo para nada más. Tampoco hay mucho más que eso: Hansel (Jeremy Renner, sobrando la película todo el tiempo) y la británica Gemma Arterton (versión 2.0 de Kate Beckinsale) portan enormes armas retrofuturistas con las que aniquilan brujas de todo tipo pero, claro, cuidando cierta corrección política tambiénle dan espacio a brujas buenas y terminan entendiendo que la revancha por la revancha misma no siempre es una buena idea. Famke Janssen encarna a la Bruja más poderosa, liderando a un séquito que parece escapado de un videoclip de Marilyn Manson, y es ella la que guarda un secreto familiar de los hermanitos. Hay lugar para un troll llamado Edward que no sólo es una combinación del monstruo de Frankenstein, una criatura que se quedó afuera del casting de alguna película de Peter Jackson y nuestro viejo amigo “Manos de Tijera”: la clásica bestia buena y leal que nadie quiere por su torpeza, brutalidad y aspecto. Así, mientras Renner hace bromas sin gracia alguna (“no me jodas”, nos dice cuando termina teniendo que volver a pelear en la casa de dulces en la que fue torturado de chico y Arterton repite la frase 10 segundos después por si no se entendió) y ambos convierten brujas en manchas de sangre (la película es bastante violenta, pero de tan exagerada se vuelve inocua), Hansel & Gretel: Cazadores de brujas 3D pasa, por suerte, con una velocidad tal que no permite que uno se fastidie del todo. Es un producto de acción de clase B para un público adolescente o de veintipico (es sólo apta para mayores de 16 años) que sigue perturbado por los libros troquelados que le leían de niño. El resto, abstenerse.
Los dulces los pusieron violentos Con el cuento de los hermanos Grimm muy pero muy lejano, Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas (Hansel & Gretel witch hunters, 2012) es otra excelente excusa para armar un despliegue visual en 3D con mucha violencia a partir de personajes conocidos. Y nada más. Resulta que Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Arterton) fueron atrapados de niños por la bruja mala en su casa de dulces. Eso dice el cuento y es sólo el prólogo para contar que los inocentes niñitos mataron a la malvada bruja y desde ese instante se convirtieron en jóvenes cazadores de recompensas asesinando a cuanta bruja secuestre chicos. Descripción de las brujas: son brujas si, la escoba y la cara de señora sin maquillaje lo demuestran, pero bien podrían ser zombies o vampiros, porque tienen fuerza sobre humana (no son humanas como aclara el film), movimientos violentos y una maldad inexplicable. Igual a los vampiros de Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros (Abraham Lincoln: Vampire Hunter, 2012) o a los zombies de Soy leyenda (I am legend, 2007). O sea que da igual, la idea es tener a seres despreciables merecedores del más brutal descuartizamiento. En esta línea transcurre Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas, lo demás son efectos, peleas coreográficas y sangre digital que brota de la pantalla cuan videojuego. Un dato gracioso: Hansel es diabético porque ingirió mucha azúcar en su secuestro de niño. También hay un ogro bueno (Trol en el relato) que se encariña con Gretel como King Kong, y no mucho más, para cerrar una historia que –por suerte- dura menos de una hora y media.
Con este nuevo exponente en la pantalla grande continúa la campaña de Hollywood por volver estúpidos a los clásicos cuentos de hadas. Menos mal que Charles Perrault, Hans Christian Andersen y los Hermanos Grimm descansan en paz porque se hubieran convertido en personas depresivas al ver lo que hace el cine actualmente con estos íconos de la fantasía. Los personajes literarios de este calibre son tan grandes que resisten cualquier cosa y pueden ser adaptados en todos los escenarios que te imagines porque los conflictos que los volvieron famosos son universales. Recientemente pudimos ver lo que hicieron en el cine coreano con la brillante Hansel y Gretel, una propuesta con neuronas, que trabajó este relato desde el terror psicológico. Es decir, si hay creatividad se pueden hacer cosas copadas. Lamentablemente en Estados Unidos la situación es distinta y si no refritan la misma basura una y otra vez parece que no se les cae una idea. Esta versión de Hansel y Gretel no es para nada un film desastroso pero presenta un enfoque completamente trillado que actualmente vive un desgaste y eso le termina por jugar en contra. Si viste Van Hellsing con Hugh Jackman o la infame Abraham Lincoln: Cazador de vampiros ya sabés de que se trata todo esto. Cambiá los vampiros por la brujas y es más de lo mismo. Hasta las bandas sonoras suenan iguales!! La película sigue la misma línea de ambientación que hace poco pudimos ver también en Caperucita Roja, con Amanda Seyfried, y Blanca Nieves con Kristen Stewart. De hecho, por momentos daría la sensación que las tramas de estos filmes transcurren en el mismo universo de ficción ya que los escenarios son prácticamente idénticos. Es justo destacar que entre estos títulos citados Hansel y Gretel dentro de todo es la que más se destaca en los aspectos visuales. El uso del 3D estuvo bien aplicado y las escenas sangrientas, que abundan en la película, estuvieron impecablemente realizadas igual que las secuencias de acción. Esto no sorprende demasiado ya que la dirección corrió por cuenta de Tommy Wirkola, quien ya se había destacado en estos aspectos en su película de zombies nazis, Dead Snow. Wirkola es un amigo del gore y las mutilaciones y acá se divirtió trabajando con las brujas, pero lamentablemente no tuvo un guión interesante con el que pudiera sostener estas cuestiones visuales. La película no da respiro en materia de acción y por esa misma razón con el transcurso de la trama Hansel y Gretel se termina por convertir en un producto insulso y aburrido. Todas la secuencias de peleas son iguales entonces más que el gore no hay nada que logre sorprenderte. Inclusive los actores tienen poco para hacer con el guión pobre que tuvieron disponible. En el caso de Jeremy Renner, el tipo hace exactamente lo mismo que en Los Vengadores con la diferencia que su personaje tiene otro nombre. El gran problema de esta versión de Hansel y Gretel es que la hicieron tarde. Unos años atrás este enfoque del cuento tal vez hubiera sido un poco llamativo pero ante tantas propuesta parecidas que vimos en el último tiempo este estreno se pierde en el olvido.
No sabría decir cómo empezó esta moda, si fue Tim Burton en los ’90 con su estilo de cuento de hadas dark; si fue aquella sub valorada "Los Hermanos Grimm" de Terry William, la olvidable "Van Helsing" de Stephen Sommers, o la burlona de "Shrek" y las que le siguieron/imitaron; lo cierto es que hace un par de años Hollywood adoptó una moda que puede resultarle en taquilla, pero pocos resultados “artísticos” le ha traído. Adaptar los tradicionales cuentos infantiles que traspasaron de generación en generación desde hace siglos, a lo que se considera una visión adulta de los mismos... pero entendiéndose esto por recargar las tintas de la violencia, complejizar (supuestamente, en verdad la banalizan) la trama, quitarle la inocencia – fundamental en la fórmula – y agregarle un cierto contenido sexual o de pérdida de lo virginal. El pretexto es que, presumiblemente, en su origen estos cuentos fueron pensados para un público mayor, o que contenían otros mensajes o moralejas y con el tiempo se fueron “suavizando”. Cierto esto o no, dudo que en el Siglo XIX tuviesen la mirada “desangelada” que tienen hoy estos vacios productos Hollywoodenses. ?Entonces, del mismo lugar de donde salieron "La chica de la Capa Roja", "Espejito-Espejito" (aunque esta guardaba cierto espíritu infantil), "Blancanieves y el Cazador", y en menor medida la serie de TV "Once Upon A Time", llega ahora "Hansel y Gretel: Cazador de Brujas"; y como era de esperarse, el resultado es el mismo que en los anteriores (con la excepción de Once... que guarda ciertos atractivos aparte), la nada misma. A modo introductorio al principio se nos muestra a los pequeños Hansel y Gretel que son seducidos por una casa de dulces en donde los aguarda una bruja; como si nasda, estos se avispan más temprano que tarde y la cocinan; como un breve repaso frio y a las apuradas de lo que era el cuento. Rapidito pasamos a Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Attterton) ya mayorcitos y que, como se ve que les gustó el asunto de hornear damas malévolas, ahora se dedican a ir pueblo por pueblo cazándolas, como una suerte de cazarecompensas medievales pero high-tech. Pero claro, así como las cucarachas se van haciendo inmunes a los insecticidas, los hermanitos se cruzan con una bruja, Muriel, que evolucionó para hacerse inmune al fuego, y anda haciendo estragos con los niños de un pueblo; ah, la bruja tiene el bonito rostro de Famke Janssen. El director es el noruego Tommy Wirkola que viene de pegarla con "Dead Snow", un film sobre uno zombies nazis invadiendo un campamento militar; y hay que decirlo, por lo menos pudo respetarse a sí mismo (algo no muy usual cuando Hollywood chupa). "Hansel & Gretel" no tiene medias tintas, el film es salvaje, terrible, aún más que el film asiático estrenado el año pasado; y la utilización del 3D sí, es con el fin de lanzar miembros y partes humanas a cámara. No es de aventuras, es una película de terror, y aunque hay producción mantiene una suerte de espíritu clase B. Para dejar las cosas bien en claro en cuanto al tema de que no es cosa de niños, se le agrega una historia sexual, un presunto incesto, y un pasado tumultuoso. Los protagonistas, incluidos Jannsen y Peter Stormare que da vueltas por el elenco como un sheriff que se opone a los hermanos; tienen un interesante currículo de buenas interpretaciones, pero acá andan sueltos por la historia; los hermanos no tienen química ni fraternal ni sexual, Famke no asusta a nadie, y Stormare actúa como pensando en la próxima película que tiene que filmar... más allá de que nadie creeria que alguien del elenco es realmente alemán. Visualmente es llamativa, y tiene de bueno que es corta y entretiene a los que buscan acción. Pero sería bueno haberle cambiado el nombre a los protagonistas y que simplemente se llamase Cazadores de Brujas.
Bizarra por momentos, muy gore en otros, y no apta para menores de 10 años sería una rápida orientación para los que se pregunten que es Hansel y Gretel. Por el lado de los efectos especiales, la película es impecable, y hace maldecir aun más al final de la saga de Crepúsculo, porque si acá hicieron estos efectos, ellos los podían haber hecho igual. El uso del 3D es excelente y está bien planificado desde el vamos. Y es eso la película, buenos efectos y el 3D. Es un simple entretenimiento que además se apoya en el carisma de sus protagonistas. Don Jeremy Renner que siempre mantiene el mismo corte de pelo está con un papel a medida. Y luego la hermosa inglesa Gemma Arterton acompaña muy bien y viendo todas las películas que tiene en producción es una fija que la vamos a ver varias veces por año. La historia es simple y no hay que buscarle mucho detalle. La síntesis es que es pavota pero entretiene. Simplemente eso.
Continuando con la tendencia de adaptar los clásicos cuentos de hadas y darles un giro más oscuro y no tan infantil (así ocurrió con "La Chica de la Capa Roja" y "Blancanieves y El Cazador"), llega a nuestras salas la adaptación de "Hansel y Gretel", el relato creado por los hermanos Grimm que, de la mano del director noruego Tommy Wirkola y el guionista Dante Harper, nos los presentan de adultos y como cazadores de brujas. El argumento de la película toma la premisa del relato (los niños, interpretados por Cedric Eich y Alea Sophia Boudodimos, son abandonados por sus padres en el medio del bosque, motivo por el cual se pierden y terminan entrando a una casita hecha de dulces) y plantea qué sucedió después de que los niños matan a la perversa bruja que los había raptado allí para engordarlos y comérselos. De esta manera, esta producción transforma un antiguo cuento en una moderna narración épica de acción y aventura sin límites cuya historia se desarrolla 15 años después de esa experiencia que cambió las vidas de Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Arterton) para siempre... y que les dio un gusto por la sangre, ya que se han convertido en feroces y hábiles cazadores de recompensas dedicados a rastrear y eliminar brujas en cualquier oscuro bosque, plenamente decididos a impartir el justo castigo a estos seres con poderes sobrenaturales. Cuando una cierta cantidad de niños comienzan a desaparecer en el poblado de Augsburg, lo cual está relacionado con un ritual que la Gran Bruja Muriel (Famke Janssen), la villana de turno, debe llevar a cabo bajo la Luna Sangrienta, los protagonistas, repletos de un arsenal de armas y artilugios, afrontan la búsqueda de los pequeños (muy a pesar del Sheriff Berringer, encarnado por Peter Stormare) a la vez que descubren el secreto de su propio pasado. La revancha sabe mejor que un dulce. La película es super entretenida y su estética es muy parecida a la de "Van Helsing", en la que el personaje que interpretaba Hugh Jackman cazaba monstruos. Además de incluir los aspectos típicos del cuento, los realizadores se tomaron la libertad de añadirle a la trama otras peculiaridades como que Hansel es diabético por haber comido demasiadas golosinas que la bruja le obligó a ingerir. En cuanto a la utilización de la tecnología 3D, podemos decir que se hace un buen uso de la misma y de manera justificada, ya que la sangre salta a través de la pantalla.
Cuentos a la moda Adaptación truculenta de la historia de los hermanitos perdidos en el bosque. La onda viene siendo adaptar cuentos de hadas, pero en versión adulta. Aunque viendo los resultados de Espejito, espejito y Blancanieves y el cazador, sobre la princesita y los enanitos, y esta truculenta traslación de los hermanitos abandonados por sus papis en el bosque, más que adulta es una versión adolescente. Producida por MTV, aquí Hansel y Gretel comienzan igual que en el cuentito -por lo del abandono-, pero uno intuye que mamá y papá no los dejan porque no tenían con qué alimentarlos sino por otro motivo. Ya llegará el momento de la explicación en el filme. Mientras, los niños ingresan a la casa de dulces y allí una bruja más fea que verborrágica los tortura, hasta que ellos se liberan y la matan, quemándola viva. Sin que nadie diga chicos, no hagan esto en sus casas, ni que no hay que aceptar dulces de extraños, Hansel y Gretel crecen y con los cuerpos de Jeremy Renner ( Vivir al límite) y Gemma Arterton se convierten en cazarrecompensas -copyright para Quentin Tarantino y su inminente Django sin cadenas- cazando brujas y recuperandos niños raptados. Las brujas son realmente tremebundas, comandadas por Muriel, a quien Famke Janssen interpreta con maquillaje (horrenda) y sin (bella), se sabe que se viene una de apilar cadáveres, destrozando, quemando, clavando, explotando y cualquier verbo de primera declinación que lleve a la muerte de estas hechiceras que -dicen- “vuelan de noche y hacen pacto con el diablo”. Al noruego Tommy Wirkola hay que agradecerle que ruede las secuencias de acción con premura, luego utilice un montaje ríspido y que salte de una escena a otra casi sin mediar puente. De hecho, la película -que dura 88 minutos con créditos finales y todo- es una suma de esas escenas más que una historia con desarrollo. Está el sheriff presuntamente malo (Peter Stormare, que hace de villano esta semana en El último desafío), un troll de animación digital que ayuda a las brujas, pero que en el fondo tiene buen corazón, brujas perversas y alguna buena. Y Hansel dispara un arma ultra moderna mientras Gretel, pantalón de cuero negro ajustadísimo, descarga una ballesta a repetición, ayudados por un “fan”. Y de las brujas no dejan ni miguitas. Igual, hay que reconocer algo: el hecho de que el zurdo Hansel se haya vuelto diabético de tanto comer dulces, es síntoma de haber parado y meditado un segundo. Lástima que no pensaron más.
Un cuento de hadas bien sangriento Seguramente, las historias de los hermanos Grimm son de las más adaptadas para la pantalla grande, y eso sucede gracias a la popularidad que estos relatos atemporales tienen entre el público infantil. El director noruego Tommy Wirkola ha vuelto a uno de ellos sólo como punto de partida porque, se sabe, los chicos ya no son tan niños. Y tampoco lo son los hermanos de esta historia, dado que Wirkola -también guionista de esta versión- ubica la acción quince años después de que los pequeños fueran dejados en el bosque por su padre. Hansel y Gretel han crecido y son dos aguerridos cazarrecompensas que van capturando a las brujas que roban niños de cada localidad. Tarea que estas damas de rostro agrietado y poca sensibilidad realizan, como es de imaginar, con fines poco altruistas. El camino que los jóvenes recorren es acorde a la ruta que les plantea la cacería de estas malvadas señoras. Así llegan al poblado de Augsburgo donde, contratados por el alcalde, deberán desentrañar el enigma que ha llevado a la desaparición de muchos hijos del pueblo. A esa labor trata de contribuir el alguacil, pero enviando a la hoguera siempre a la gente equivocada. De tal forma, las malas artes de la bruja Muriel continuarán acechando a los pobladores hasta que Hansel y Gretel descubran el enigma que atormenta a la región. Y así comienza lo más encarnizado de la clásica contienda entre el bien y el mal, aquí con lograda imaginería visual en 3D, dirigida a los jóvenes adeptos a los efectos especiales y al morboso regodeo gore , o sea, donde miles de litros de sangre fluyen por doquier y los cuerpos fragmentados de las víctimas vuelan hacia el espectador. A la convencional pero correcta labor del director se añade un reparto que debe lidiar con una historia sin demasiados matices y bastante previsible, pero entretenida para los fanáticos del género. Jeremy Renner y Gemma Arterton personifican a los hermanos luchadores, pero será Famke Janssen (la Jean Grey de X-Men ) quien consiga darle especial relieve a su bruja Muriel, algo que también logra la partitura de Atli Örvarsson. Por momentos, la película intenta codearse con las superproducciones del género y, por otros, roza la cursilería que con toda intención ha buscado el cine B para este tipo de productos. Eso sí, quien pretenda algo de la fantasía de los Grimm deberá seguir rastreando los trocitos de pan en el suelo en busca de la ruta correcta.
Los chicos crecen... y se cobran sus deudas El recurso de reconvertir cuentos infantiles en relatos que oscilan entre el horror y la acción comienza a agotarse a poco de empezar su explotación. Aunque hay que reconocerle cierto mérito a la constante lucha de Hollywood por intentar (y conseguir) sacar agua de las piedras, también debe decirse que muchas veces se trata de agua poco potable. Ocurre que cualquier dislate con un par de caras de moda y dos secundarios con oficio puede servir para mantener a Hollywood con vida, y entonces se vuelve obvio que películas como esta Hansel y Gretel: cazadores de brujas no son más que combustible ligero para conservar la maquinaria en marcha. Un cine hecho con el método de la cama caliente, casi sin pensar. Y si el cine fantástico y de terror fue siempre un gancho para público adolescente, uno de los que más dinero deja en las boleterías, se termina de entender el porqué de la insistencia por convertir a cualquier cosa en una de zombis o de monstruos. Esta versión retrofuturista del relato de los hermanos Grimm tiene profusos antecedentes en los últimos años, ninguno muy destacado. No vale la pena evocarlos aquí (apenas quizá la reciente Blancanieves y el cazador), pero sí decir que forman parte del espurio linaje de este film que representa el debut del director noruego Tommy Wirkola en los EE.UU. En este caso el traspaso es sencillo, en virtud de que en el cuento original los dos niños eran capturados por una bruja que los engordaba para el puchero. El mecanismo aquí hace que aquellos nenes que sobrevivieron a la olla se conviertan con los años en persistentes enemigos de las mujeres dadas al comercio con las fuerzas oscuras. Como si se tratara de un western, Hansel y Gretel trabajan como cazarrecompensas y son contratados por el alcalde de una típica aldea europea para poner fin a una ola de desapariciones de chicos, atribuida a las hechiceras. Aunque la historia transcurre en un tiempo que se intuye cercano a la Edad Media, la película hecha mano de una estética post-Matrix, permitiendo a sus héroes realizar proezas que desafían la física newtoniana, vistiéndolos de ajustado cuero negro. Jeremy Renner, cada vez más buscado como figura de acción, luce aburguesado dentro de ese atuendo, no es muy distinto del que usó el año pasado cuando formó parte de la troupe de Los Vengadores. Persecuciones, efectos especiales y anacrónicas armas de fuego completan la fórmula. Más allá de la imaginería visual, en la que Wirkola ya tenía experiencia (fue director de Dead Snow, una de nazis zombis), y de un par de chistes bastante buenos (uno de ellos relacionado con el exceso de azúcar al que los hermanitos fueron sometidos durante su cautiverio en la casita construida de golosinas), no es mucho lo que puede rescatarse de Hansel y Gretel: cazadores de brujas. Un film clase B flaco, al que ni los excesos le alcanzan para conseguir un impacto cinematográfico destacable.
La venganza de los niños Esta nueva versión de Hansel y Gretel comienza introduciéndonos en la tierna historia de los hermanitos abandonados en el bosque, quienes logran escapar de una bruja malvada que los atrapa en su casa hecha de dulces. El tiempo pasa, y ya creciditos, los hermanos aprendieron de su mala experiencia y se convirtieron en cazadores de estas malvadas señoras, una actividad tan intensa como lucrativa. Lejos de tener imagen de niños inocentes, en esta producción de MTV Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Arterton) son dos atractivos jóvenes vestidos de cuero, y llenos de armas sofisticadas que parecen un tanto difíciles de conseguir en la edad media. La historia comienza con la llegada de los hermanos cazadores a un pequeño pueblo donde son contratados para rescatar a varios niños que han sido secuestrados por las brujas. Así los hermanos comienzan una cacería, que resulta mas complicada de lo que esperaban, y en el camino se encuentran con un ritual extraño, en el que terminan descubriendo su propio pasado. La película tiene de todo, apenas podemos parpadear; acción, tiros, sangre, peleas coreográficas, brujas con habilidades inimaginables, y cazadores que parecen estar preparados para todo. La vuelta interesante que tiene la película, como ya viene pasando con otras del mismo género, es el agregado de humor absurdo, como un Hansel que quedo diabético luego de que la bruja lo obligó a comer tantos dulces, un troll al que lo resucitan con una descarga eléctrica, o un fan de los hermanos que los sigue a todas partes y termina convirtiéndose en su discípulo. Esa clase de humor es la que permite que entremos en el juego, y que disfrutemos sin pensar demasiado cómo estos hermanos consiguieron ametralladoras cuando apenas había ruedas. Es una historia llena de acción en 3D, con todos los atractivos físicos y visuales necesarios para atrapar la atención de los adolescentes, algún que otro lugar común, buenas actuaciones, y técnicamente impecable. La historia es redonda, y tiene un final abierto que parece anunciar una secuela.
La moda de los cuentos infantiles con acción y violencia invadió el cine (“Blancanieves y el cazador”) y la tele (“El Grimm”). Ahora, los hermanitos crecieron y se transformaron en sangrientos cazadores de brujas. Efectos especiales, armas y trampas a un ritmo de videoclip con banda de rock pesado hacen que sea un producto para adolescentes, los demás...
Este homenaje al cine clase b, pergeñado por el director TOMMY WIRKOLA es un festival de acción, aventuras y sangre. JEREMMY RENNER y GEMMA ARTERTON se lucen en las escenas de acción, en este filme que hace gala de una estética retro, digna de las películas de horror de bajo presupuesto. El maquillaje de las brujas, y los efectos manuales, a la vieja usanza, le otorgan un halo de frescura y simpatía que las nuevas producciones plagadas de efectos digitales carecen. El filme funciona del mismo modo que un “viejo tren fantasma” de parque de diversiones, es decir, sabemos que nada es real, pero aun así resulta adrenalitico, irresistible y muy divertido.
Los hermanitos quieren venganza. Había una vez, hace mucho mucho tiempo, dos chicos que fueron engañados por una bruja que vivía en una casita de dulces en el medio del bosque. La trampa estaba servida y Hansel y Gretel cayeron. Pero lo que la bruja no esperaba es que ellos respondieran a su ataque. Muchos años después, los hermanos crecieron, y ahora dedican su vida a buscar, encontrar y matar a estas mujeres despreciables que viven en base a una dieta balanceada de niños, porque ellos tienen un poder especial: los hechizos no funcionan en su contra. Todo es rutina (como dicen en Supernatural, "perseguir negocios, matar demonios...el negocio familiar") hasta que aparece una bruja especial, Muriel (Famke Janssen), que parece conocer a Hansel (Jeremy Renner) y a Gretel (Gemma Arterton), y que planea hacer un sacrificio masivo de chicos durante la festividad pagana denominada "Luna Sangrienta". Ahora, los hermanos no solo deberán enfrentarse a las brujas, sino también a su pasado. Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas (Hansel and Gretel: Witch Hunters, 2013) es una película clase B con alto presupuesto. El director, Tommy Wirkola (responsable de la genial Dead Snow), parece querer sacarse el trámite de encima rápido, y eso en parte es bueno, ya que la acción se sucede casi sin pausas no dejando lugar a huecos e, incluso, a historia, ya que no resulta tan atractiva. En si, la película no es mala, pero sufre algo similar a lo que le pasó a Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros. Usa y abusa del recurso de la extrema violencia sin gracia, y además desaprovecha el planteo bizarro que le da el mismísimo origen de la obra, tomándose muy en serio en algunas partes, y no siendo demasiado graciosa cuando debe serlo. Pese a esto, Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas es una película para ver entre muchos amigos y pasar un buen rato, sin pensar mucho en técnicas, formas y reglas del cine, y dejándose salpicar un poco por la bonita sangre CGI que salta de la pantalla 3D. No van a pasar un mal rato si se sientan predispuestos únicamente a eso. @JuanCampos85
Digamos que Hansel & Gretel: Witch Hunters no llega en el mejor momento: ya hemos tenido a varias figuras históricas o de fábulas transportadas a escenarios más oscuros y de resultados dispares como Red Riding Hood, las dos versiones de Blancanieves y Abraham Lincoln: Vampire Hunter, entre otras. ¿Qué cambia entonces con esta propuesta? Nada, son los mismos elementos combinados de manera similar pero con una cuota de diversión sangrienta que no pide permiso para elevar la cota de humor negro por las nubes. El noruego Tommy Wirkola no es ajeno a las historias descabelladas. El director de Dead Snow, una brutal y tóxica película de zombies nazis en la nieve, pegó el gran salto a Hollywood con esta versión steampunk de los adorables hermanos pasados de azúcar que nada tienen de dulces. Convertidos en imparables asesinos a sueldo, se verán contra su mayor desafío al enfrentarse a un aquelarre entero de brujas que intenta frenarles el paso de una vez por todas. Hansel & Gretel: Witch Hunters no es una película exigente ni mucho menos; toma inspiración de varias otras con cazadores famosos y criaturas sanguinarias, pero nunca intenta ser otra cosa, ni disfrazar sus intenciones. Wirkola se nota que se divierte muchísimo filmando escenas de acción bien coreografiadas y no exentas de golpes y disparos a quemarropa tanto para los enemigos como los protagonistas, que más de una vez terminan gateando en el suelo. Acá la dupla protagónica de Jeremy Renner y Gemma Arterton, si bien no tienen mucha conexión entre sí como hermanos, cumplen con su papel de vigilantes armados a la perfección, ella quizás más que él, que sigue en plan serio pero no aporta mucho carisma a su personaje. Por el lado de los villanos, Famke Janssen se despacha con soltura a una bruja sexy y malévola sin perder el hilo de la propuesta, mientras que la línea secundaria del sheriff de Peter Stormare se siente apurada y sin sentido. Quizás el 3D se vea forzado y distraiga bastante en las escenas de acción, pero la simple historia que tiene un par de vueltas en el camino no se vuelve pesada en ningún momento y se hace bien ligera. El mismo guión de Wirkola no se presta a ser un relato serio, sino que es consciente del producto que es y así el film es un festival en su propia ley. Hansel & Gretel es una violento y sangriento film con toques de terror -muy pocos, a decir verdad- que compone una buena opción de entretenimiento salvaje y desconsiderado. Quizás llegue tarde, pero nunca está de más un producto divertido y con bastante mala leche.
VideoComentario (ver link).
Azúcar rojo sangre En una misma semana llegan dos películas que buscan tratar de recuperar cierto disfrute puro de los géneros, haciéndose cargo de las mixturas, pero tratando a la vez de alejarse de la solemnidad o los argumentos enrevesados. Una es El último desafío, con Schwarzenegger retornando a su mejor forma en una cinta de acción con mucho también de western y comedia. La otra es Hansel y Gretel: cazadores de brujas, que como bien reza su slogan, le da un nuevo giro al clásico cuento de hadas. El giro en cuestión es en realidad un acto de sinceridad para con el material de origen. O sea, estamos hablando de dos hermanos pequeños que sin darse cuenta terminan en la casa de una bruja, quien los alimenta con el objetivo de devorarlos, pero a la que finalmente asesinan quemándola viva en un horno. No es precisamente algo lindo y bonito, ¿no? La verdad de la milanesa es que la delicada prosa de los Hermanos Grimm disimulaba la brutalidad del relato, pero dejaba entrever un mundo siniestro, donde lo desconocido era una amenaza y la fantasía era un agujero negro donde residían los peores temores, funcionando a la vez como un espejo deformado (o no tanto) de las opresiones y represiones de la vida rural en Europa. El film lo que hace es básicamente explicitar y poner en imágenes aquello que asomaba en el cuento, al que utiliza como punto de partida. Lo que vemos a continuación es a los dos hermanos ya crecidos y como expertos cazadores de brujas, las cuales existen y hacen estragos en distintas villas, secuestrando niños, realizando hechizos malignos y otras maldades por el estilo. Un gesto saludable de la película es nunca tomarse realmente en serio todo el asunto, sino apostar al disparate, convirtiendo al relato en un vehículo de acción muy sangrienta, sin ahorrar tampoco en comicidad, referencias pop e insultos varios, con una pareja protagónica que no teme en ningún momento putear y patear traseros. Pero además, Hansel y Gretel: cazadores de brujas no deja de lado el terror, convirtiendo los espacios familiares en atemorizantes, con efectos especiales y de maquillaje que por evidenciar su artificio no dejan de ser funcionales a un universo tan crudo como barroco. En este caldo de cultivo repleto de ingredientes pero sumamente apetitoso intervienen unos cuantos nombres propios de manera productiva. En primera instancia, el guionista y director noruego Tommy Wirkola, quien ya había demostrado previamente que no temía realizar combinaciones un tanto inusuales en Dead snow, una comedia de horror que presentaba un escenario con zombies nazis, y que aquí parodia en el buen sentido los cuentos de hadas, respetando sólo lo que vale la pena. En segundo lugar, los productores Adam McKay y Will Ferrell, quienes siempre se han caracterizado en sus creaciones conjuntas por abordar distintos géneros desde una mirada que repiensa y problematiza las reglas hollywoodenses, incluso desde lo ideológico. Y finalmente, al elenco, encabezado por Jeremy Renner y Gemma Arterton, pero completado además por Famke Janssen, Peter Stormare y Thomas Mann, todos en el tono justo y requerido. Con mucho espíritu clase B (aunque mayores recursos en la producción), pasión por la aventura y mucha sangre salpicando la pantalla, Hansel y Gretel: cazadores de brujas consigue recordarnos que los cuentos de hadas son tan funestos como divertidos. Diversión tan dulce como sangrienta.
“Hansel y Gretel” profesionalizados De las nuevas historias de hadas convertidas en películas de terror teenager, este delirio violento sin duda es la mejor. Mientras que «Caperucita roja» o «Blancanieves» no daban demasiada cuerda a un producto fantástico realmente atractivo, el concepto de brujas almorzándose niños de este relato infantil, de origen bastante cruento, es más apropiado para una aventura terrorífica, aun cuando ese concepto prácticamente sólo aparece en el potente prólogo con Hansel y Gretel, perdidos en el bosque y atrapados por una feroz bruja en una casa hecha de caramelo (en el prólogo sólo faltan las miguitas que los chicos iban arrojando en el cuento para no perder el camino). Luego todo toma forma de delirio, con los hermanos ya adolescentes convertidos en una especie de caza-recompensas de brujas, a quienes atacan como verdaderos ninjas medievales, ya que estas harpías vuelan realmente rápido en sus escobas y esconden trucos violentos de todo tipo. Famke Jansen es una Gran Bruja difícil de controlar, en especial cuando planea un gran aquelarre la noche de un ecplise que, siguiendo un antiguo ritual, le dará poderes aun mayores. No sólo las brujas son malvadas, también hay un sheriff malísimo, celoso por la intrusión del dúo estelar en la lucha de poderes de su aldea. Este villano da lugar a algunas de las mejores escenas del film, y Peter Stormare recibe un castigo más ejemplar que el que le propina Schwarzenegger en «El último desafio», también estrenada hoy, y donde del mismo modo actúa haciendo de mal tipo. El arte y los efectos especiales, además del uso del 3D. son sin embargo los puntos fuertes de esta lunática versión «gore» de «Hansel y Gretel», que tiene momentos culminantes de truculencia que permiten, por ejemplo que las tripas y gusanos de un estómago exploten en 3D y parezca que lanzan una catarata aberrante contra el extasiado publico. Jeremy Renner puede parecer un poco ridículo como Hansel, pero sin duda esta película es divertidísima y esta destinada a convertirse en objeto de culto igual que otros film previos del realizador noruego Tom Wirloka, auteur de «Zombis nazis».
Tomándose una revancha vieja Formalmente lograda, desde el punto de vista temático, los anacronismos deben aceptarse como regla para este nuevo universo. El imaginario popular creó a lo largo de distintas épocas, leyendas, mitos, cuentos, que estudiosos se ocuparon de recopilar para que la tradición oral no se perdiera. Fue el caso de los investigadores alemanes, Jacob y Wilhelm Grimm, populares, especialmente, por la reelaboración de historias como la de Cenicienta, Blancanieves, Pulgarcito, o Hansel y Gretel. La primera parte de esta historia, la de Hansel y Gretel, es tomada en el filme. Dos niños, abandonados en el bosque por sugerencia de su madre, llegan a una casa de caramelo, donde son apresados por una bruja que los quiere comer. Los chicos logran meterla en el horno y parece que se les fija en la mente esta escena que repetirán en el tiempo. Serán "cazadores de brujas". VERSION COREANA Ya el coreano Pil-Sung Yim había elegido la historia hace seis años atrás y construyó un delirio, bello estéticamente, pero problemático en los contenidos. Si el director coreano le otorgó a su película una marcada importancia formal con algo de gore (visceras y sangre); Tommy Wirkola, el realizador de la versión que nos ocupa, se da un banquete de violencia, con predominio de lo sangriento y algo de humor. En "Hansel y Gretel: Cazadores de brujas", se muestra la adolescencia de los hermanos Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Arterton), que hicieron de la caza de brujas su oficio. Son publicitados en los "medios" como tales y requeridos por fuertes sumas en los pueblos medievales para rescatar niños robados. Por supuesto, tienen sus enemigos, pero ellos ignoran el miedo y coleccionan armas y conocimientos contra las brujas para próximos ataques. EFECTOS ESPECIALES "Hansel y Gretel: Cazadores de brujas" muestra un logrado diseño de producción, originales efectos especiales y un muy buen uso del maquillaje. Nunca el cine tuvo brujas tan feas y variadas, escapadas por el bosque al galope de poderosas escobas en la mejor tradición Quidditch (competencia de Harry Potter, con escobas mágicas). Ni explosiones tan espantosas y desmembramientos tan brutales. El espectador que la vea en 3D, deberá esquivar hachas, mazas, bolas de púas, cadenas varias que los violentos hermanos -Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Arterton)- parecieran arrojar a la platea. Formalmente lograda, desde el punto de vista temático, los anacronismos deben aceptarse como regla para este nuevo universo. Pero también el filme nos habla de hadas buenas y presenta una de cabello muy colorado, que seduce a Hansel (Jeremy Renner), ingenuo y diabético, de tanto comer dulces en la casa de mazapán de la infancia. Lo que sigue llamando la atención por más efectos especiales que haya, es ese uso exacerbado de la violencia y la utilización casi maniática de todo tipo de armas. Nunca hubo en versiones de cuentos infantiles llevados al cine y destinados a adolescentes, semejante desfile de armamento como ocurre en este filme, correctamente protagonizado por Gemma Arterton (Gretel) y Jeremy Renner (Hansel).
Una versión deslucida del cuento Cierta torpeza visual, el humor mecánico y escenas de violencia bastante descuidadas atentan en conjunto contra la película. Un film que se suma a la relectura de los clásicos de la literatura sin lograr un resultado óptimo. La relectura de los cuentos de hadas es desde hace un tiempo una pequeña moda que evidentemente da muy buenos resultados en taquilla. No es la primera vez que esto pasa, pero está claro que es la ola más exitosa de cuentos de hadas adaptados al presente. Incluso hasta el libro Alicia en el país de las maravillas tuvo su versión siglo XXI. Espejito, espejito; Blancanieves y el cazador y ahora Hansel & Gretel cazadores de brujas son ejemplos de cómo el cine parte de personajes de cuentos de hadas clásicos para convertirlos en grandes héroes de acción. No hay nada de malo en esto, siempre y cuando las películas construyan algo, luego de destruir el material elegido. Los cuentos de hadas abrevan en una larga tradición popular, congelada (y en muchísimos casos mejorada) cuando gente como los hermanos Grimm decidieron compilar estos relatos de forma ordenada y con criterio estético. También, estos cuentos tenían una función importante en el crecimiento de los chicos y por eso no es lo mismo la versión de los hermanos Grimm que los mamarrachos posteriores. Aun así, respetando el derecho a una versión libre de los cuentos de hadas, Hansel y Gretel cazadores de brujas no falla solamente por esto. Al comienzo, el film despliega cierto juego anacrónico intencional (como por ejemplo, dibujos de niños perdidos atados a botellas de leche) pero no va con fuerza en esa dirección. Posee algo de humor aunque generalmente muy mecánico y se apoya fuertemente en la violencia gore, es decir, en la sangre a baldazos y las amputaciones en cámara. Estos elementos, que lo haría más cercano a un cine clase B, bien guarro y a la vez encantador, no le alcanza a la película para funcionar. Muchas escenas están resueltas con particular torpeza visual, y la imagen es realmente pobre a pesar de las muchas posibilidades que tenía. Algunos apuntes divertidos, como un Hansel diabético (por haber comido demasiados dulces), podrían servir de enseñanza a los niños. Pero esta no es una película para niños. Lo que asombra es que aun así se haya estrenado con varias copias dobladas. No es culpa de los realizadores este doblaje, pero parece ser que en todo el mundo la gente lee poco y tal vez por eso se estaría conformando con tan poco.
Los peligros del azúcar El intento de Hollywood por "darle un giro" a los cuentos infantiles es algo que a esta altura ya está instaurado, por lo tanto, ya no resulta novedoso. Teniendo en cuenta esto último imagino que todo espectador que se aventura a ver Hansel and Gretel: Cazadores de Brujas tiene bien en claro a lo que se expone. Este tipo de relatos ya forman parte de un estilo (aún en gestación por supuesto) y este film en particular tiene elementos que se apoyan en lo hecho en estos films hasta ahora y otros elementos que se despegan de la media. Hansel and Gretel: Cazadores de Brujas es un film que a pesar de venderse como adulto no deja de ser un film apuntado a adolescentes y tal vez más precisamente al adolescente que comienza a descubrir el cine gore y se jacta por eso. Nada hay en este film que recuerde por ejemplo a Hansel y Gretel de Pil-Sung Yim, ese film en mi opinión si proponía un nuevo giro, un giro oscuro realmente, Hansel and Gretel: Cazadores de Brujas, sin embargo, está lejos de esa oscuridad. Lo primero que uno siente cuando ve las aventuras de estos cazadores es que tanto la costurera como el fabricante de armas son los mismos que vistieron y armaron al Van Helsing que protagonizó Hugh Jackman, ambos films tienen una especie de estética steampunk (bastante diluida por cierto) en cuanto al diseño de armas y vestuario de los protagonistas que en mi opinión, tiene como fin último tratar de borrar el marco histórico del relato para que la trama no haga aguas. Sus personajes (en este caso Jeremy Renner y Gemma Arterton) son pura pose al igual que lo eran los de Blancanieves y el Cazador y La Chica de la Capa Roja, las escenas de acción tienen las mismas coreografías y el mismo montaje rápido que la ya nombrada Van Helsing (apuntado a que no se entienda mucho qué pasa) y los villanos, en este caso las brujas y particularmente el personaje de Famke Janssen, están tan estereotipados que dan lástima por sobre cualquier otro sentimiento. Estos elementos deben estar en alguna especie de manual porque se repiten en cada uno de los films de este estilo. Esto se suma a una trama que no es sólo astronómicamente previsible sino que por momentos carece de sentido en cuanto a qué buscan los "buenos" y qué buscan los "malos". Con todos estos elementos, sin embargo, Hansel and Gretel: Cazadores de Brujas sale por momentos mejor parada que sus predecesoras y esto se debe a que justamente esta película es más autoconsciente que las anteriores y usa el humor negro para burlarse de sí misma. En esos momentos en que la película se vuelve irónica es donde toma mayor fuerza, usa el 3D para tirar sangre y tripas a la cara del espectador, se burla de la propia historia de Hansel y su "enfermedad" derivada de su primer encuentro con una bruja y hasta coquetea arriesgadamente con la relación entre los dos hermanos. Todos estos elementos del film pudieron haber llegado a un mejor puerto si la película se hubiese alejado del conformismo y hubiese abrazado la visión "Clase B" de Tommy Wirkola que venía de hacer Dead Snow, una de zombies-nazis, que por cierto no me agradó pero al menos se la notaba más genuina.
Abandonados y furiosos Para los que no sepan bien de qué se trata, Hansel y Gretel es un cuento de hadas "de" los hermanos Grimm, publicado en 1812. El "de" es porque estos dos literatos alemanes no escribían cuentos, sino que los recopilaban desde la cantera oral, como también hicieron con relatos como Blancanieves, La Cenicienta o La bella durmiente. No tan difundido es el hecho de que los Grimm sufrieron numerosas censuras en su trabajo. Esto, porque los cuentos que manejaban era duros y crueles. Para tratarse de literatura infantil, decían algunos, era demasiado. Hansel y Gretel es un ejemplo más. ¿En qué tipo de sensibilidad cabe que un niño puede salir indemne de una historia que comienza cuando un padre abandona a sus hijos en mitad de un bosque? A partir de ahí, el cineasta Tommy Wirkola hizo su versión de la leyenda, un filme de acción, terror, y gore, que no debería provocar demasiada sorpresa. En este historia, Hansel y Gretel ya tienen alrededor de 20 años y no buscan a sus padres con la inocencia de antes. Una hechicera los mantuvo en cautiverio cuando eran niños y desde entonces la principal ocupación de los chicos es atraparla y liberar a los pueblerinos del reinado de terror que les imponen. En realidad, el argumento es muy sencillo. No hay ningún volumen en los personajes, ni relación emocional entre ellos. Hansel y Gretel: cazadores de brujas es una película puramente visual, estética, de sensaciones, donde brillan los efectos visuales y sonoros, el vestuario, el maquillaje, la fotografía de escenarios y de situaciones. Nada es novedoso ni revolucionario, pero está realizada en muy alta calidad. Lógicamente, para ello trabajaron empresas de primer nivel, como Spectral Motion, responsable también de los efectos de maquillaje de la saga Hellboy, o personas como Marlene Stewart, que anteriormente hizo el vestuario de Terminator 2. Hay brujas que se transforman en bellas mujeres, que emiten rayos mortales desde sus manos, o que vuelan sobre gruesas ramas. Hay un troll gigante y rincones de ensueño dentro de los bosques, o casas de madera y roca que transportan al espectador varios siglos al pasado. Hay escenas de luchas casi escabrosas, resueltas por intermedio del gore (ese cine que hace una comedia de lo escatológico). Hay motivos para, sin arrancarse los pelos, ver Hansel y Gretel: cazadores de brujas.
El lector quizás no lo sepa, pero en la década de los años 80, Tim Burton realizó una versión del tradicional cuento de los nenes perdidos con actores japoneses y peleas de kung-fu. Un poco detrás de esa idea, aparece este film que es una pequeña sorpresa. Hansel y Gretel tienen la particularidad de ser inmunes a los encantamientos de las brujas y utilizan esa característica para cazar y matar a cuanta se les cruce por un precio. El arsenal es fantástico y va del arco y la flecha a la ametralladora. ¿Humor? Claro que es una versión humorística, pero es también un cuento de terror (hay mucha sangre, como corresponde) y no escapa siquiera al sexo. Sin embargo, en medio de tal disparate veloz -el film parece durar diez minutos, sin tiempos muertos; siempre va al punto sin digresiones inútiles- aparece un tema (el amor) declinado en amor de pareja, fraternal, familiar y amistoso. Aunque quizás Gemma Atherton no está a la altura de la “dureza” que requiere su Gretel, Jeremy Renner comprende el juego perfectamente bien y crea un Hansel con mucho de western. Lo mejor del film es que ese disparate lleno de chistes de segundo grado que amenaza apropiarse de la pantalla en los primeros minutos (el reflejo “Scary Movie”, digamos) cambia por la comedia de acción y aventuras que no se burla ni de sus personajes ni de su mundo. Pequeña sorpresa.
El fin de la magia Hansel y Gretel, sí, esos niñitos inocentes que tras perder el rastro de las miguitas de pan para volver a su hogar fueron capturados por una bruja malvada que los quería engordar para comérselos, no son los que pone en pantalla la nueva adaptación del cuento de los hermanos Grimm de la mano de Tommy Wirkola. Su calificación apta mayores de 16 años es una explícita advertencia que lo que se verá está muy lejos de un cuento infantil. “Hansel y Gretel, cazadores de brujas” es una historia signada por la violencia brutal (extra) sangrienta y se ve hasta un desnudo total. El filme se sitúa 15 años más tarde de que los hermanos lograron sobrevivir a la bruja y su casa de golosinas. E intoxicados por la sed de venganza, Hansel y Gretel se dedican profesionalmente al exterminio de brujas. Con guiños al cine gore, la película hace uso y abuso de los episodios violentos de principio a fin, donde corren litros de sangre por doquier, el uso de las armas es moneda corriente y la brujería queda bloqueada por las armas ultra modernas. Ésta, como otras adaptaciones de clásicos infantiles como “Blancanieves y el cazador”, “Espejito, espejito” marcan, lamentablemente, una tendencia a violentar las historias y sobrecargarlas de efectos especiales para que parezcan actuales, despojándolas de todo rastro de ingenuidad que tenían las versiones originales, si bien eran historias crueles y trágicas. Esta película suplanta los poderes sobrenaturales por las armas, señalando el fin del poder de la magia. La fantasía ausente en la pantalla grande, ahora es exclusiva de los libros de cuentos, donde la violencia sólo queda librada a la imaginación.
Parece que se acabaron los héroes de historieta, pero la gente igual va al cine, así que hay que inventar otra cosa. La maquinaria no para nunca en estos tiempos modernos, con perdón de Chaplin. Ahora llegó la moda de adaptar clásicos cuentos de hadas, esos que nos contaban cuando nos íbamos a dormir. Ya pasaron “La chica de la capa roja” (2011) y “Blancanieves y el cazador” (2012). Vienen varias más. Ahora es el turno de dos chicos alemanes: Hansel y Gretel. No crea ni por ventura que verá una versión romántica en la adaptación del relato de los hermanos Grimm. No, nada de eso. Eso dura exactamente once minutos. Una introducción rápida para que nadie se quede afuera. No hay tiempo ni siquiera para las migas de pan. Nada. Acá lo que importa es lo sucedido 20 años después de que los chiquitos achicharraran a la bruja en la cabaña hecha de caramelo. Sepa que se volvieron mercenarios a sueldo de cualquier comarca dispuesta a “garpar” para eliminar a las brujas de turno, que por lo visto abundaban en la época en la que se sitúa la historia. Es más, yo ya la ví y no pienso volver a hacerlo, pero estoy seguro que si usted lee estas líneas, luego va al cine y se molesta en hacer la cuenta, con extras y todo, le va a dar una bruja cada 3 habitantes, más o menos. Pero esto no es relevante. A esta altura creo que se trata de entender el código de los guionistas de este tipo de producciones. Gente con el suficiente tiempo libre como para ponerse a pensar qué hubiera pasado después del final “y vivieron felices para siempre”. La cantidad de ceros en el cheque puede ser la gran diferencia entre lo pretencioso y mediocre versus cierta inventiva combinando acción con humor. Salvando algunos detalles, ese es el caso de “Hansel y Gretel: cazadores de brujas”. La mejor fórmula para matar una bruja es quemándola. Sabiendo esto, Muriel (Famke Janssen) encuentra una receta efectiva para lograr la invulnerabilidad al fuego. Depende de cierto ritual involucrando niños y algo con la luna en una noche determinada. Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Aterton) serán los encargados de impedirlo. Cada uno con sus problemas. Ella sigue siendo virgen, y él (irónicamente) es diabético. Son los mayores guiños humorísticos de una aventura plagada de balas, cachos de persona volando hacia los anteojos 3D, mucha acción y poca sorpresa, aunque uno se pregunta por qué habría de esperar eso si ya de por sí todo el verosímil se rompe desde el póster. En todo caso sería mejor preguntar por qué se confía la dirección a novatos en lugar de ir a fondo con gente que bien podría ofrecer un toque distinto a lo previsible, como Sam Raimi por ejemplo. La pregunta queda descartada de plano con otra. ¿Por qué Sam Raimi haría esto? Aún ante el pavor de pensar en una secuela, vuelvo al principio de este comentario. Si se entra en el código de estas adaptaciones, esta realización se instala como lo mejor hecho hasta ahora, que no es gran cosa, por cierto.
¿Cuento de hadas o engendro insufrible? Hansel y Gretel es un cuento popular infantil recopilado por Jacob y Wilhelm Grimm, más conocidos como los Hermanos Grimm. Trata sobre un niño y una niña que sus padres abandonan en un bosque, donde son capturados por una bruja, aunque finalmente lograr escapar. Esta versión difiere sustancialmente del original. Conservan los nombres, pero el relato los asume quince años después de aquel episodio de su infancia, convertidos en audaces cazadores de brujas, que pueblan los bosques cercanos a la aldea de Augsburgo. Ante la ineficacia del comisario, el alcalde contrata a Hansel (Renner) y Gretel (Artenton) para combatir la plaga de brujas que en los últimos días secuestraron a once niños. Hansel padece de diabetes por el exceso de dulces consumidos durante su cautiverio. Ambos visten pantalones y chaquetas de cuero negro, portan armas sofisticadas y cobran por su trabajo. La época es imprecisa, pero remota en el tiempo y con seguridad posterior a la invención de la imprenta por Gutemberg en 1450, pues uno de los personajes recopila recortes de diarios que hablan de las proezas de los dos protagonistas. Según el concepto popular, bruja es la mujer que posee poderes mágicos obtenidos mediante un pacto con el diablo. Las de este filme tienen la capacidad de transformar sus rostros, se movilizan preferentemente de noche y pueden volar montadas sobre escobas a velocidad supersónica. Hansel y Gretel deducen que es inminente un nuevo rapto y que todos los niños serían sacrificados en la noche de la "Luna de Sangre", en ocasión de una gran reunión de brujas. La misión de los cazadores es evitar el secuestro y recuperar a los once niños robados. Una tarea nada fácil, porque las brujas están dotadas de poderes supranormales. La "bruja reina" es Muriel y por su intermedio, Hansel y Gretel se enteran que sus padres no los abandonaron por falta de alimentos, como ocurre en el cuento, sino por otro motivo que debe descubrir el espectador que se atreva a ver este nuevo mamarracho de la Meca del Cine. La película ofrece violencia a granel y todo potenciado por el formato en 3D. Hay cuerpos que explotan, personas quemadas vivas o demolidas por un trol gigantón que trabaja para Muriel. La iluminación es expresionista, inclusive porque la mayor parte de las secuencias ocurren de noche, pues a las brujas les molesta la luz solar. Los intérpretes, incluidos los protagonistas, sobreactúan a mansalva y la puesta en escena se sustenta sobre el "todo vale". El resultado es una farsa alevosa, porque además de su mala construcción, utiliza a dos figuras de la tradición literaria infantil para componer un engendro insufrible, enancado sobre esta perversa nueva moda de adaptar cuentos de hadas para públicos adultos.
Con espíritu ultra bizarro Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas recrea el cuento clásico de los hermanos Grimm con fines inconfesables y en mi opinión, contra todos los pronósticos, se sale con la suya. Justificar este aserto, sin embargo, puede caer en el subjetivismo absoluto. El filme del noruego Tommy Wirkola (Dead Snow) de algún modo se sobrepone a los prejuicios en ciernes después de las malas experiencias que vivimos recientemente con las recreaciones de las historias de Caperucita Roja y Blancanieves. Creo que la gran diferencia con La Chica de la Capa Roja y Blancanieves y el Cazador es la personalidad explosiva de Wirkola que mezcla sin titubeos el gore más impactante visto en una sala de cine de un tiempo a esta parte con la acción desaforada que le permite una producción holgada aunque en rigor el espíritu de la clase “Z” sobrevuela constantemente el relato. De acuerdo a cómo puedan asimilar los espectadores las características extremas de esta aventura con elementos de horror magníficamente ensalzada por el uso del 3D, se disfrutará más o menos del convite. Almas sensibles y buscadores de filmes de qualité: esta no es su película. Sépanlo. La trama desarrollada por el propio Virkola junto a D.W. Harper es poco fiel al cuento de hadas y sólo respeta parcialmente su punto de partida. Recordemos que los hermanos, siendo apenas unos niños, son abandonados en el bosque por sus padres. Luego de esa escena en Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas hay una elipsis que deja afuera el regreso a casa a través del camino de piedras, y el segundo abandono con el plan del sendero de migas de pan malogrado por los pájaros hambrientos. Corte al hallazgo de la casa de la bruja construida en base a caramelos, chocolates y diversos dulces y la posterior captura de los chicos. La muerte de la anciana en el horno es la última coincidencia con la famosa historia recopilada por los Grimm. A partir de esta confrontación la adaptación toma por carriles insólitos. El concepto a vender: pasaron unos cuantos años y Hansel y Gretel ya son adultos y se dedican al pingüe negocio de cobrar una recompensa por cazar y matar brujas. Es un trabajo sucio pero alguien lo tiene que hacer… ¿o no? Ya cómodamente instalados en este particular universo medieval lleno de anacronismos (por ejemplo las armas de fuego sofisticadas que utilizan los hermanos), Virkola no pierde ni medio segundo de la vertiginosa hora y media de metraje para dar rienda suelta a una imaginación tan salvaje como sus personajes principales. El nudo central del guión narra la llegada de Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (la sexy británica Gemma Arterton) a un pueblo donde impiden la ejecución de una mujer (Pihla Viitala) acusada de bruja por el sheriff del lugar (el especialista en villanos Peter Stormare que aquí le va peor que en la prodigiosa El último Desafío). Convocados por el intendente Engleman (Rainer Bock) los cazadores se muestran ante la población tan arrogantes como confiados en su fuerza conjunta. Gretel exhibe sus buenos modales partiéndole la nariz de un cabezazo a Berringer y Hansel padece de una enfermedad en la sangre por la cantidad de golosinas que lo obligó a comer la bruja en su niñez (!). Para combatirla se inyecta un preparado cada tantas horas que le estabiliza el metabolismo. Cualquier semejanza con la diabetes… El motivo de la contratación de estos posmodernos cazarecompensas es la desaparición de varios niños. Detrás de estos secuestros se encuentra una Gran Bruja, la maléfica Muriel (una decente Famke Janssen), quien desde hace siglos intenta llevar a cabo un ritual que le permita resistir -a ella y a sus congéneres- el único elemento que las destruye: el fuego. Paralelo a esto se van produciendo revelaciones sobre el origen de Hansel y Gretel que no serán de una creatividad abismal pero que al menos le agregan un par de vueltas de tuercas al lineal argumento. Una criatura solitaria magníficamente diseñada por el que Virkola y su socio merecen una nota sobresaliente (hago extensible la felicitación al equipo de efectos) es el troll Edward (la voz pertenece a Robin Atkin Downes) que se roba varias escenas con total justicia. Edward no sólo resulta creíble sino que también emociona. No se puede decir lo mismo de ningún otro personaje de la película. Los actores humanos superados por una creación digital. El futuro llegó, señores… Esta versión pop bizarra de Hansel y Gretel es tan absurda que no se preocupa por lo ridículo que se ve Jeremy Renner, una elección de casting harto improbable para el rol protagónico masculino, al lado de su “hermana” Gemma Arterton. El actor de Vivir al límite le lleva quince años de edad a la inglesita. Esta peculiaridad refleja cabalmente la irreverencia con que Virkola ha tratado su material. La apuesta era riesgosa pero al noruego el capricho le salió bien: la película es realmente divertida.
Una historia con mucha acción, terror absurdo y escenas gore. Mucho conocemos el cuento “Hansel y Gretel” de los hermanos Grimm, los protagonistas eran los hijos de un pobre leñador. Era tanta la pobreza que sufrían que la madre de estos niños convence a su marido de abandonarlos en el bosque, ya que ellos no los podían alimentar. Si nos situamos en la época, era tanta la miseria que sufrían varias familias, que algunas de ellas casaban a sus hijos a corta edad. Hoy esta fábula es llevada al cine parece que muchos son los productores que sienten la necesidad de llevar estos cuentos infantiles a la pantalla grande, ya paso con otros como por ejemplo “Espejito, Espejito”; “La chica de la capa roja”; entre otros. A este cuento clásico se le dio como a otros un formato para adolescentes y más adulto, más violento, con toques de terror (que no asustan), misterio, suspenso, secretos, acción, persecuciones, una buena ambientación y maquillaje. Pero ni las armas que utilizan, ni los diálogos pertenecen a la época. El film está lleno de efectos especiales y se utiliza toda la tecnología que aporta el formato en 3D. Lo que se mantiene es el comienzo de la historia: los niños Hansel (Cedric Eich) y Gretel (Alea Sophia Boudodimos) son abandonados en el bosque por su padre a pedido de su madre Adrianna (Kathrin Kühnel), ellos terminan en una casa hecha de dulces, y allí los espera una vieja bruja que solo quiere comérselos, ellos logran escapar y matan a la bruja. Dicen que aprendieron la lección, que su padre no volverá y que nunca deben comer una casa de dulces y que si te encontras con una bruja debes quemarla. Pasan varios años,y los hermanos Hansel (Jeremy Renner, con 42 años) y Gretel (Gemma Arterton, 27 años), salen en los periódicos, y se hicieron famosos recorriendo los bosques y son “cazadores de brujas”, fuertes, dinámicos, decididos y conocen muy bien su profesión. En medio de todo esto Él sufrió una consecuencia, es diabético, por comer tantos dulces en su infancia. En el pueblo se encuentran políticos corruptos y aquellos que quieren hacer valer su autoridad a cualquier costo, uno de estos hechos se produce cuando una mujer ,Mina (Pihla Viitala) es acusada de bruja, pero aparecen en acción Hansel y Gretel y la salvan, ellos las conocen bien. La aldea está siendo atacada por brujas que se llevan a los niños, la cara de los mismos aparecen en las botellas de la leche (dato de la actualidad), la villana de turno es la cruel Muriel (Famke Janssen), su rostro se va transformando de acuerdo a las circunstancias; su plan es llevarse la niña número doce para realizar un ritual y todas las brujas de esta manera serán inmortales. Esta es la gran misión de los hermanos, traer a los niños de regreso a sus hogares y hacer desaparecer a todas las brujas, es cuando se enfrentan a todo tipo de peligros y luchan con diferentes brujas. El espectador no tiene descanso .Pasan de una escena de acción a otra, es vertiginosa en todo momento. Tiene su momento tierno entre Gretel y el monstruo Edward (Derek Mears) y otro momento cuando ingresan totalmente desnudos Mina y Hansel a un lago. A lo largo de sus 88 minutos no da respiro, tantas luchas y batallas, objetos que vuelan, mutilaciones, bien sangrienta, por momentos bizarra, y con una alta dosis de humor. Los protagonistas bien elegidos con papeles a su medida: para ellas Jeremy Renner y para ellos la hermosa inglesa Gemma Arterton. El joven cineasta de 33 años noruego Tommy Wirkola ("Kill Buljo: The Movie, 2007" Una parodia noruega de Kill Bill; "Død snø, 2009" la amenaza eran zombies nazis), la deja abierta para una segunda parte.
Mercenarios fallidos Es una lástima realmente, "Hansel & Gretel, cazadores de brujas" es un film que quería que me gustara, que me había interesado desde el lanzamiento de su 1er trailer y que esperaba me devolviera un poco a esas aventuras doradas de espíritu fantasioso como "Leyenda" o "Willow" con un toque de modernidad, o por lo menos a lo "Underworld" (la 1 y la 2, las otras son flojas)... estaba pidiendo demasiado. Este trabajo del noruego Tommy Wirkola es un mero producto comercial, diseñado específicamente para sacarle provecho al formato del 3D (cuestión que no logra) y atraer como polillas a la lámpara a esos espectadores que no se resisten al mix de fantasía, efectos especiales y aventuras. El problema de este tipo de espectador es que, como la polilla, no se da cuenta a tiempo de que esa luz es engañosa y está yendo hacia un final trágico, en este caso, la pérdida de tiempo y dinero en algo que no vale mucho la pena, sumado a la decepción de incorporar otro título mediocre a su biblioteca cinéfila mental. No es tanto lo que se pide señores, una mínima complejidad y profundidad en la historia, que involucre, que interese, que nos convenza de que no sólo hemos pagado una entrada al cine para ver flechas en cámara lenta y cuerpos descuartizados en CGI. Me la tiro de guionista y les digo, podrían haber creado alguna relación más interesante entre la gran bruja negra y la gran bruja blanca... con alguna retrospectiva que ilustrara esa relación problemática, un parentesco, algo! Nos plantean una rivalidad de la que no sabemos nada y esperan que nos involucremos con eso.. Hay otro personaje llamado Edward (un troll) que podría haber sido mucho más divertido y relevante, sin embargo le dan un rol pésimo y al último nos lo quieren imponer de héroe de acción... flojo! Parece extraño, pero capto una creciente audiencia consumidora de films sin contenido, cuyo único objetivo es desplegar habilidades en materia de efectos visuales y lucrar sólo con eso... La gran recaudación de la mayoría de los bodrios de terror que se estrenaron en 2012 en Argentina lo demuestra. "Hansel & Gretel" se suma a esta lista. Ok, está bien que es autoconciente de su trama ligera y humorística, y a la vez no pretende ser "LA" película del género como sí sucedió con algunos títulos del año pasado que se la tiraban de "estrenos del año" y eran un moco total, pero la realidad es que entretiene tibiamente, deja sensación de vació emocional y hace que uno rece para que dejen de arruinar cuentos clásicos de la literatura. Le doy sólo algunos créditos extras por el carisma de sus protagonistas, sobre todo Famke Janssen.
Ir al cine a ver Hansel & Gretel, cazadores de brujas, es garantía de entretenimiento pochoclero. Dentro de esta última camada de cuentos infantiles para adultos que ha llegado de Hollywood, este es el mejor en lo que respecta a lo visual, y si bien hay bastante gore, no es del estilo casi repugnante que a varios los descompone o les obliga a quitar sus ojos de la pantalla. En este caso...
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Una edición del tráiler tan buena como tramposa La clásica y conocida historia de aquellos hermanitos cuyo padre abandona en el bosque con una vuelta de tuerca: en vez de tomar las piedras preciosas de la bruja que les intentó tender una trampa (como reza el cuento original), estos aguerridos pequeños cambian su rumbo para convertirse en cazadores de aquellas hechiceras que se les interpongan en su andar. El tráiler fue tan prometedor y adrenalínico que generó expectativas sobre todo en amantes de la acción. Pero realmente resultó más engañoso aún que la emboscada que aquella bruja les quiso propender a los protagonistas de la famosa fábula. Es que la dinámica que se nos aseguraba en la difusión del spot del film lejos queda de acecharnos y de dejarnos sin respiro. Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas cuenta con la capacidad de entretener al espectador en la medida justa, sin más, sumado a una admirable puesta de fotografía bastante oscura con efectos visuales impactantes. Y ahí tenemos los puntos positivos. Quizás la destreza de las enemigas en cuestión le pone un poco más de pimienta al asunto, pero la película flaquea con un guión soso, algo inocentón y con resoluciones bastante evidentes. Las interpretaciones están bien, Jeremy Renner cumple con el objetivo pero sin brillar como para que sea recordado por esta cinta. En líneas generales, la idea de darle este giro al relato tradicional no está mal, pero falla en la aplicación, en ese intento de hacer un film algo más que bueno, cosa que queda trunca por completo. LO MEJOR: efectos, la estética que se le imprime. LO PEOR: no entretiene cómo se esperaba. La acción no dice constantemente presente, intrascendente. PUNTAJE: 5,5
Publicada en la edición digital #247 de la revista.
SOY LO QUE SOY Todos los que fueron a ver ABRAHAM LINCOLN: CAZADOR DE VAMPIROS (2012) y se desilusionaron al encontrarse con un film que no le hacía justicia a su bizarro y prometedor nombre, tienen una nueva oportunidad para ser parte de una experiencia cinematográfica (ahora sí) tan excéntrica y poco seria como su propio título. Me refiero a HANSEL & GRETEL: CAZADORES DE BRUJAS (2013), la nueva película del director que convirtió en zombies a un ejército de nazis: el noruego Tommy Wirkola, de DEAD SNOW (2009). Con los ascendentes Jeremy Renner (LOS VENGADORES, EL LEGADO BOURNE) y Gemma Arterton (EL PRÍNCIPE DE PERSIA: LAS ARENAS DEL TIEMPO) como los ya adultos hermanitos del cuento de hadas, el realizador entregó sin muchos problemas (ni muchas sorpresas) un film realmente entretenido y nada serio, que cumple lo que prometían sus avances y su nombre. Sí, hay desmembramientos y cabezas estallando. Sí, también ametralladoras bendecidas, puteadas y brujas en escobas. Y sí, curvas de bellas mujeres, una espeluznante villana (Famke “Jean Grey” Janssen) y otras locuras. Eso sí. El film cuenta con un libreto predecible, repleto de personajes chatos, lugares comunes y vueltas de tuerca que se perciben a kilómetros de distancia; escenas de acción de poco asombro; intentos de aportar elementos del cine de terror, pero sin causar miedo; una sub-trama con un Troll (sí, leyeron bien) medio empalagosa (sí, sí, leyeron bien de nuevo); y una química entre sus protagonistas que no está aprovechada - una lástima, ya que rara vez se ve a dos hermanos pateando culos juntos en un film de acción -. Pero, ¿importa? Si son de los que buscan un film intelectualoide que cambie sus vidas y perdure en sus mentes por siempre, les va a importar. Porque HANSEL & GRETEL: CAZADORES DE BRUJAS en ningún momento es eso o aspira a ser algo más que pura y sádica diversión, con dos protagonistas queribles aunque muy mainstream. Los films previos de Renner le sirvieron de práctica ya que aquí cumple casi con los ojos cerrados el papel de Hansel, el héroe de acción imparable. Lástima que su personaje sea solo eso. De hecho, la única dificultad que tiene es ser - no es joda - diabético (consecuencias de la dieta durante su estancia en la casa de dulces cuando era pequeño), ya que ni los hechizos de las brujas lo detienen. Ah, y Arterton cumple de manera sobresaliente el papel de estar buena. Así que, si se atreven a ver HANSEL & GRETEL: CAZADORES DE BRUJAS, no esperen más que un perverso y (¿demasiado?) clásico cuento de locura, violencia y acción. Porque la película reconoce que es algo tonta o ridícula, pero no lo esquiva como ABRAHAM LINCOLN: CAZADOR DE VAMPIROS, que intentaba ser madura o fiel a la historia del presidente. Está orgullosa de ser así, y se divierte con eso. Hay diseños cool y armas steam-punk a lo VAN HELSING (2004); litros de sangre digital; maquillajes bien logrados; un intento de darle un giro novedoso al cuento de hadas; humor negro y un 3D para nada artístico pero si efectivo. Nada más. Pero, a veces, nada más hace falta.
Hansel & Gretel, Cazadores de Brujas es el debut hollywoodense de Tommy Wirkola, el director responsable de Dead Snow - esa comedia con zombies nazis perdidos en Noruega -, lo cual debería haber sido una garantía de espectáculo demente, bizarro y entretenido. El problema es que el filme nunca termina por funcionar como corresponde, y todo se ve superficial y hueco. Ciertamente con un título tan disparatado como éste uno no espera que se trate de Hamlet, pero al menos podría haber sido un delirio de ésos que solía rodar Sam Raimi en sus comienzos de su carrera. Ciertamente las intenciones de Wirkola de imitar a Raimi están; los personajes son bizarros y hay abundantes masacres - las cuales rebosan de sangre y tripas -, pero lo que se ha perdido en el camino es la gracia. En si, Hansel & Gretel, Cazadores de Brujas se siente como una versión moderada de Van Helsing - aquel excesivo festival de efectos especiales dirigido por Stephen Sommers - , con tipos fanfarroneando, usando armas anacrónicas y matando demonios mientras mantienen la pose. Mientras que toda esta gente aparentemente vive en la Edad Media, por otra parte usa escopetas, ametralladoras Gatling, gramófonos y hasta una primitiva versión de taser - esa pistola que dispara una carga electrificada de tan alto voltaje que te voltea -, artilugios que son propios de los siglos XIX o XX. Ciertamente uno no va a buscarle el pelo al huevo - al final de cuentas, éste es un mundo de fantasía y el director / guionista puede crear lo que se le ocurra -, pero hay momentos en que uno siente que Wirkola parece haberse inspirado más en Los Picapiedras que en Van Helsing. Una de las características de Los Picapiedras era la de mostrar aparatos, costumbres y otros elementos de la vida cotidiana moderna, recreados en versiones antediluvianas - como el troncomóvil, las brontohamburguesas, o el diario hecho en piedra que Pedro Picapiedra recibía en su casa todos los días -. Acá - por ejemplo - tenemos a un fan / acosador de la pareja protagonista, el cual ha armado un album de recortes de periódico (que en la Edad Media no existían!) con los reportes sobre sus andanzas. O tenemos a Jeremy Renner dándose inyecciones de insulina, ya que se ha empachado con tanto azúcar de las casas de las brujas que ha matado que ha terminado por volverse diabético. El problema es que ninguno de estos toques de color despierta la sonrisa que debiera en la audiencia, y sólo sirve para mostrar las limitaciones del director a la hora de vendernos la propuesta. Los protagonistas tampoco se ven muy convincentes. Todavía estoy buscando un rol en donde Jeremy Renner muestre dureza, y éste definitivamente no lo es. Por otra parte Gemma Arterton será la mujer con quien todos nos queremos casar (o realizar actos más impuros y menos legales!), pero sigue permaneciendo en su eterno rol de despistada / altiva / torpe / simpática con el que hizo pie en el cine en Quantum of Solace. Ninguno de ellos parece poner demasiado empeño en tomarse en serio el asunto, y las frases de remate - onda Schwarzenegger - terminan resultando demasiado blandas en sus labios. Por contra, los únicos que se relamen con sus roles son Famke Jansen y Peter Stormare, lo cual compensa la desabrida puesta en escena. Hansel & Gretel, Cazadores de Brujas es un filme que podría haber funcionado mucho mejor con otro director - ¿Timur Bekmambetov? - que con el blando Tommy Wirkola. En los últimos 10 minutos las cosas toman otro cariz - cuando los héroes se meten de lleno a arrasar un aquelarre compuesto por demonios de todo tipo y color que parecen salidos de Razas de Noche -, pero ya es tarde. La historia es hueca y superficial, y la dirección es blanda y poco inspirada. Ok, se deja ver, pero definitivamente no entusiasma a nadie como para una segunda visión de la película y, si los rumores de los ejecutivos del estudio resultan ciertos - y hay una secuela -, la continuación debería caer en manos de gente con un poco más de nervio para manejar las cámaras.