Un válido intento Luego del inesperado batacazo que fue La aventura Lego – La película (2014) y la buena recepción del Lego Batman era inevitable que el enmascarado nocturno tuviese su chance en forma de Legos. Ni cerca de lo que fue su predecesora de 2014, pero por lejos mucho mejor de lo que fueron los Minions (2015) en su versión solitaria. Con un arranque furioso, Lego Batman: La película (2017) cautiva tanto a grandes como chicos. Una fórmula que nunca falla: el Guasón desata el caos en Ciudad Gótica y con toda la galería de villanos a su disposición dejan lucir al Lego Batman, en la voz -en inglés- de Will Arnett (Gob Bluth en Arrested Development) de una forma que Ben Affleck todavía ni soñó para el mundo cinemático de Warner/DC Comics. Una vez pasado el primer acto, el film pierde fuerza y es allí donde todo se vuelve más apuntado para el público bajito. Aquí es donde radica la mayor diferencia entre La aventura Lego (2014) y Lego Batman (2017), el planteo de la predecesora, los diálogos y la historia -además de sostenerse por peso propio- lograba lo que hace tan bien Pixar, contar una historia que atrape a todas las edades: chicos, jóvenes y adultos, todos por igual. Tema aparte el tema doblaje, en castellano se pierde muchísimo nivel actoral en cuanto a las interpretaciones originales, en la versión en español perdemos las actuaciones por ejemplo de Zack Galifianakis como El Guasón, Will Arnett como Batman/Bruce Wayne, Chaning Tatum y Jonah Hill como Superman y Linterna Verde y Michael Cera como Robin/Dick Grayson. Sin embargo, las referencias al mundo DC Comics y los chistes que son exclusivamente para los grandes hacen que Lego Batman valga un poco más la pena y termine con los dos pies bien plantados. Lego Batman: La película (2017) no es un paso en falso como si lo fueron Batman v Superman (2016) o Suicide Squad (2016), pero sí queda corta para el público que La aventura Lego (2014) supo cautivar siendo un muy buen divertimento para los más chicos post vacaciones de invierno.
Batman es el héroe indiscutido de Ciudad Gótica. Además de ganarle a todos los villanos en reiteradas ocasiones, es amado por la gente y en especial los niños; pero como Bruce Wayne, es una persona bastante solitaria incapaz de crear vínculos con otros seres. Todo cambia hasta que la nueva alcaldesa Barba Gordon asume el control de las fuerzas de seguridad y el Guasón se rinde por voluntad propia. Batman ya no tiene sentido de seguir existiendo, por lo que elaborará un complicado plan para volver a ser el héroe que era, pese a que tenga que involucrarse sentimentalmente con otras personas. Luego del rotundo éxito de taquilla y críticas que resultó ser La Gran Aventura Lego, nos llega tres años después un film centrado en el Hombre Murciélago que tantas risas nos sacó en dicho film, y que Will Arnett dotó de tanta personalidad al grado de participar en un sketch con el Batman de carne y hueso. Pese a lo alocada que puede parecer la trama de Lego Batman: La Película, el film tiene bastante sentido al explorar uno de los eternos temas que siguen al mito del Murciélago y es su constante soledad, costándole confiar en otros o abrir su coraza para crear vínculos. Si a eso le sumamos las constantes referencias a Batman a lo largo del tiempo tanto en televisión como en el cine, podemos decir que pese a ser un film que se vende como para los más chicos, serán los más grandes y seguidores del encapotado quienes lo terminen disfrutando al 100%, sin perderse ningún homenaje. El estilo de animación es el mismo que vimos en la ya citada La Gran Aventura Lego, que quizás al principio pueda chocar un poco al ser tan poco convencional y llegar a ser sobrecargada en las escenas de acción, pero a los diez minutos uno se acostumbra y hasta termina riéndose de cómo esta usada en post de varios gags por parte del director Chris McKay. En cuanto al tan esperado trabajo de voces, no podemos decir nada con respecto al reparto original ya que la proyección a la que asistimos estaba doblada al español latino. Si bien el trabajo de los actores de doblaje es notable y saben dar personalidad a cada personaje, nos quedamos con bastantes ganas de escuchar a Will Arnet, Zack Galifianakis o el gran Ralph Fiennes como Alfred Pennyworth. Lego Batman: La Película es una cinta en extremo divertida, con buenas dosis de humor inocentón para los más chicos, pero cargada de nostalgia y referencias/homenajes para los más grandes de la casa. Con un humor que a veces es bastante mordaz, podríamos decir que Lego Batman: La Película es el mejor film de DC en mucho tiempo. Y eso habla bien de este proyecto y mal de los anteriores.
Tras los buenos resultados que tuvo Warner en 2014 con "La Gran Aventura LEGO" era de esperarse que rápidamente pusieran manos a la obra en traer una secuela e incluso expandir este universo conformado por estos bloques de colores creados en Dinamarca allá por los años 1932 y que en la actualidad siga vigente, los diseños de los LEGO tienen cientos de variedades, desde los Angry Birds, Harry Potter, Indiana Jones y hasta los personajes de Star Wars. En esta segunda película animada estará ambientada en los personajes de DC Comics, pero protagonizada por Batman, el encapotado de ciudad Gótica. Batman una vez mas choca puños con uno de sus máximos adversarios, El Guasón, que este ultimo esta empeñado con destruir toda Gótica con una bomba submarina, pero por suerte está el hombre Murciélago para salvar el día y así frustrar los planes de su antagonista. Como era de esperarse El Guasón siempre tiene una carta bajo la manga dispuesto a usarlo cuando sea el momento indicado. No siendo fanático de estas figuras LEGO ni tampoco gustándome la anterior película debo reconocer que con esta película lograron agradarme un poco más, debe ser porque se basan en personajes de DC Comics o también por cómo van llevando la trama a lo largo de toda la película teniendo a personajes como Batman, Robin, El Guasón, Batichica y hasta a los miembros de La Liga de la Justicia en determinados momentos, pero eso no es todo, el humor aquí funciona y gustará a todo el publico. Como dije,e l humor funciona y hace una de las mejores cosas en la cinta, también se hace lugar a las parodias de Batman a lo largo de toda su historia en el mundo del cine y sus series (te estamos hablando a ti Adam West) e incluso vemos a personajes de otras películas que están aquí teniendo sus momentos en el film. En la versión original el elenco es tremendo con actores como Will Arnett (Batman), Michael Cera (Robin), Rosario Dawson (Batichica), Ralph Fiennes (Alfred), Zach Galifianakis (El Guasón), Jonah Hill (Linterna Verde) y Channing Tatum (Superman). Quienes puedan verla en su versión original no se van a arrepentir. Lo bueno: Se nota el crecimiento con respecto a su antecesora, personajes bien desarrollados y queribles; y el uso de colores es un gran plus. Lo malo: Cae en situaciones absurdas (entretenidas), pero no podemos pedirle seriedad a una película animada.
El héroe que necesitamos Para salvar a Gotham City de los planes del Joker y todos sus enemigos, Batman debe de dejar de actuar en solitario y buscar nuevos compañeros para resolver problemas inconclusos del pasado. "Lego Batman: La película" sorprende a conocidos y extraños. En esta ocasión, la película no se limita y recorre, en un viaje intenso, divertido y autocrítico, los 77 años de historia de Batman desde los cómics, sus villanos, las grandes historias y todas las películas live-action. Lego Batman es una sátira de todo lo que el pensamiento colectivo creó alrededor del personaje en los últimos años, gracias a la trilogía de Nolan y la última interpretación de Ben Affleck en Batman Vs Superman: un héroe oscuro, imponente desde sus movimientos, armamento y hasta con su voz. Esa idea de un Batman tan grandioso que es capaz de resolver cualquier acertijo, reto o contrincante, tanto en viñetas como en la gran pantalla. La película toma esta imagen idealizada de Batman y la lleva a los extremos, a través de recursos cómicos, puntuales e hilarantes: un protagonista egocéntrico, inmaduro, soberbio e irreverente con todos los demás, ya que nadie logra alcanzar su status. El film decide seguir los pasos de La película de Lego (2014), la realización de Chris McKay continúa por esos laureles con un gran trabajo desde la imagen y lo narrativo. Así crea un producto entretenido, cercano y empático con el espectador. De allí, con una narración dinámica, entretenida y directa, Lego Batman no baja nunca el pie del acelerador en todo el film, ya sea desde el carisma del protagonista principal que avasalla al público con chistes simples para los niños y con guiños a grandes clásicos, como ocurre en pasajes con la serie de 1966 que tenía a Adam West como el encapotado. La primera secuencia es un ejemplo a la perfección de la esencia de Lego Batman: el protagonista pelea con sus históricos rivales, con todos a la vez, mientras canta una canción de rock pesado y los derrota en escasos minutos. Toda esta escena tiene una estética visual increíble, diálogos, respuestas precisas y acción a puro entretenimiento. Así, Lego Batman se ríe de sí misma, de cada aspecto y prejuicio que, a lo largo de su historia, deambuló por los cómics, la televisión y el cine. A su vez, el argumento fluye de manera natural y cambia de un tirón provocando un nuevo e inesperado escenario. La relación, simbiótica, cíclica y necesaria entre Batman – Joker es el detonante para el desarrollo de la historia, ya que Batman, impulsado por su egocentrismo y soberbia, le confiesa que no tiene ningún rival digno a su altura. Por otro lado, la esencia de héroe solitario que se creó a su alrededor –que el mismo también se creyó- es otro foco por el cual transcurre el relato: Batman siempre necesitó de un ladero con quien combatir el crimen. Desde allí, la película recorre un camino con miles de guiños y referencias a la vida del Caballero Oscuro y su mundo sin detenerse en las viñetas, frases, videojuegos y en las series de televisión. Lego Batman cumple con su principal objetivo: entretiene tanto a grandes como a chicos, mientras no deja de lado la responsabilidad de generar la buena interpretación de un personaje que ya tuvo demasiadas entregas óptimas. Lego Batman redobla la apuesta y marca en la personalidad de su protagonista un personaje único, inmaduro y atractivo, todo esto promovido por la idealización grotesca y caricaturesca del protagonista. Por Alan Schenone.
Una gran película de animación que deleitará a los chicos con su energía y acción; los grandes disfrutarán su sentido del humor y las referencias. Ideal para fans de Batman de todas las edades. En el 2014 La Gran Aventura Lego (The Lego Movie) fue una de las grandes sorpresas del año. Lo que en la previa parecía un burdo intento de capitalizar la popularidad de una marca comercial mundialmente reconocida para vender más juguetes y llenar las salas terminó siendo una de las mejores películas de animación de los últimos tiempos. El film no solo brindaba acción, emoción y chistes al por mayor para entretener a los más chicos sino que también se daba el lujo de crear una historia inteligente y con mucho corazón, desarrollar bien a sus personajes más importantes y principalmente recrear en la gran pantalla la sensación de creatividad que uno siente al construir con Legos. Este nuevo mundo hecho de ladrillos plásticos de colores inició muy bien su camino en la pantalla grande. Además de pedir una secuela a gritos, hay un personaje que se robó todas sus escenas y merecía su propio spin-off. No, no fue ni Emmeth (Chris Pratt), Wildstyle (Elizabeth Banks) o Vitruvius (Morgan Freeman) sino del genial Batman interpretado por Will Arnett.
Tres años atrás, el departamento de animación de Warner Bros. se la jugó con el primer largometraje protagonizado por minifuguras de Lego, un formato que venía funcionando muy bien en videojuegos, series de TV y películas directas en formato hogareño. “La Gran Aventura Lego” (The Lego Movie, 2014) sorprendió desde su humor irreverente, su incorrección política y sus personajes, tanto originales como lo ya hartos conocidos por la cultura pop. El resultado fue un éxito inesperado que abrió la puerta para una secuela, una historia de Ninjago y “Lego Batman: La Película” (The LEGO Batman Movie, 2017). El Caballero Oscuro ya había robado cámara durante las aventuras de Emmet y compañía, era lógico que, tarde o temprano, se fuera a ganar su propia película en solitario porque, al fin y al cabo, es BATMAN. Phil Lord y Christopher Miller –responsables del primer film- se hicieron a un costado y dejaron que el Chris McKay, productor de “Robot Chicken”, entre otras cosas- se hiciera cargo de esta nueva versión del Hombre Murciélago, sin dejar de lado el universo que planteó “La Gran Aventura Lego”. Sí, aunque no lo parezca, “Lego Batman: La Película” se rige por las mismas reglas que su antecesora y, si bien ya no hace referencia “al más allá” y a los verdaderos responsables del juego, esa idea absurda sigue de algún modo latente en los habitantes de ciudad Gótica. Si la primera película basada en los encastres daneses apelaba al espíritu lúdico de grandes y chicos, a dejar volar la imaginación y a rebelarse contra las reglas; acá, esas normas ya están implícitas y la narración puede concentrarse en contarnos otra cosa. Curiosamente (o no), “Lego Batman: La Película” logra mostrarnos una de las mejores interpretaciones del encapotado. Entre mil chistes, referencias (a los cómics, las películas y otros tantos personajes), los gags y los subtextos, se esconde una de las historias más profundas y humanas del Caballero de la Noche. Chris McKay y los guionistas, entre ellos Seth Grahame-Smith, logran equilibrar la acción más desenfrenada, el humor sin respiro y varios conflictos que, desde hace 78 años, persiguen al personaje de Bob Kane y Bill Finger, sin la necesidad de esa solemnidad, la seriedad o la furia contenida de otras versiones de la pantalla grande. El Batman Lego no es la “versión definitiva”, pero con sus defectos y virtudes se acerca bastante a lo que más esperamos. Recién al terminar de ver la película nos damos cuenta de que acabamos de presenciar al mejor justiciero de todos los tiempos. No se puede decir mucho sin spoilear la mitad de las bromas, los chistes o los grandes cameos que tiene el film. La historia pasa por el mismísimo Bruce Wayne/Batman (voz de Will Arnett), demasiado acostumbrado a salvar el día por sí mismo y volver a su solitaria mansión a regodearse en sus logros. Su relación con el Joker, “su más grande enemigo”, no es tan exclusiva, lo que deprime al payaso del crimen quien, dolido por este desplante, decide entregarse a las autoridades junto al resto de los villanos, dejando al encapotado sin un propósito específico. Gotham está atravesando por varios cambios, incluyendo la llegada de una nueva comisionado de policía. Barbara Gordon (Rosario Dawson) viene a ocupar el lugar de papá Jim, y sus ideas sobre combatir el crimen son muy diferentes a las del justiciero. El planteo es simple y brutalmente honesto: si en todos estos años, con Batman a la cabeza, la delincuencia en Gotham no mermó ni un poquito, ¿por qué seguir a apañando a un vigilante que no logar que los criminales se queden mucho tiempo tras las rejas? Sin villanos que combatir, ni intenciones de trabajar en equipo junto a Barbara y el resto de la policía, Batman se refugia en su donde, de repente, debe intentar cambiar su estilo de vida y aceptar sus responsabilidades paternas, después de adoptar, sin querer queriendo, a un huerfanito hiperquinético llamado Dick Grayson (Michael Cera). El Batman de Lego es egoísta, arrogante, negador y bastante irresponsable cuando se trata de pequeñines, pero bajo toda esa ira acumulada y unos abdominales muy bien trabajados, hay un hombre que todavía necesita el amor de una familia, aunque se resista a aceptarlo. La construcción visual (¡je!) de la película es impecable. Un desparpajo de formas, colores, ladrillitos digitales y explosiones totalmente inocuas. El absurdo se da cita cada cinco minutos, pero nunca desentona dentro de este universo bizarro donde el Murciélago es un justiciero súper inteligente que gusta del rap metalero (¿?), Robin es un nene ingenuo que aprende rapidísimo y el Joker es un malvado cargado de sentimientos. Todo tiene sentido dentro de este hermoso sinsentido donde los efectos de sonido son tan “reales” como las emociones que destilan estos personajes plásticos. Hay acción, hay música y hay frases superadoras en medio de un festín de referencias que van a dejar a todos contentos: a grandes, a chicos, al fan de Batman y al hijo del vecino que nunca leyó un cómic en su vida, pero puede dejarse llevar por las locuras (y no tanto) que plantea esta historia 100% superheroica.
Modelo para armar Tras múltiples adaptaciones en cine y televisión, entre ellas Lego Batman: La película Los superhéroes se unen (Lego Batman: The Movie DC Superheroes Unite, 2013) realizada para televisón, llega LEGO Batman: La Película (The Lego Batman Movie, 2017), una nueva visita con frescura, originalidad e incorrección sobre el universo creado por Bob Kane, y DC Comics. LEGO Batman: La Película pone el foco en Batman y sus vínculos, comenzando por él mismo, el Guasón, el resto de los villanos, la Liga de la Justicia, Bárbara Gordon y Robin, por mencionar sólo algunos de los personajes que son parte del film, y cómo cada decisión que vaya tomando sobre éstos repercute en la dinámica diaria de ciudad gótica y el resto de los habitantes. El Guasón quiere el protagonismo (cuándo no!) y con un planteo algo extraño (“No hay nada especial en nuestra relación?”) le exige a Batman una respuesta acerca de lo que significa para él el estar hace tantos años jugando al gato y al ratón. Pero Batman, más que nunca, es presentado como un ser egocéntrico, megalómano, individualista, que no puede mirar más allá de sus narices y a quien lo único que le interesa es poder comer su langosta termidor al finalizar cada jornada de lucha contra el crimen. Ante la negativa de Batman por destacar la relación que tienen, El Guasón, asume un plan por medio del cual no sólo dejará de lado al resto de villanos y archienemigos del encapotado, sino que se entregará a la justicia para pasar sus días tras las rejas. En apariencia bien podría tratarse de cualquier episodio de la saga, pero esto es sólo el puntapié inicial para que la magia del cine transforme a los juguetes de la conocida empresa de entretenimiento infantil y los ponga al día en un producto que ofrece una puesta al día, irónica, irreverente, luminosa y divertida, trastocando los cimientos del universo DC y de la propia esencia del personaje encapuchado. El guión traduce el costado egocéntrico de Batman mencionado en noches de cine, viendo Jerry Maguire (1996), riéndose del sufrimiento del personaje ante su prometida, o en la negación a aceptar a Robin como su hijo. Cuando LEGO Batman: La Película juega, avasalla al espectador, sea niño, adulto, o ambos, con una multiplicidad de referencias a la cultura pop y al personaje en sí, algo que refuerza lo lúdico de la película y que supera, en algunos casos, a adaptaciones forzadas previas a esta realización. Si hay algo que criticar a la propuesta, es que si La Gran Aventura Lego (The Lego Movie, 2013) se mostró transgresora, acá ese avance del universo adulto sobre el infantil, en realidad, se contrae, para terminar generando un producto más estándar sin tanta incorrección. Igualmente esa ausencia se completa con la incorporación del Universo WB y una serie de villanos antológicos de films clásicos -Gremlins, King Kong, Harry Potter, etc.- que vienen para potenciar la historia al revertir la maldad de algunos enemigos y ligarlos a Batman. LEGO Batman: La Película es divertida, apelando al doble sentido, al gag y -lo más importante- el no tomarse en serio al clásico personaje, el que, en este contexto, deja de lado la oscuridad y se cambia a un lugar que ni él sabe adonde lo llevará pero que en el transcurso de la película se disfruta a pleno.
El héroe de las mil piezas El Batman psicodélico de Adam West, el Batman burtonesco de Keaton, el postmoderno del tándem Nolan/Bale, el Batfleck de Snyder… podrá sonar exagerado pero, de cierta forma, hay tantos Batmans como espectadores de cine. Entonces, ¿qué podemos esperar de un Batman en clave LEGO? Tras un cameo ampliamente celebrado en La Gran Aventura LEGO (The Lego Movie, 2014), el justiciero encapotado de Ciudad Gótica pone su nombre en lo más alto de la marquesina protagonizando su propio spin-off: LEGO Batman: La Película (The LEGO Batman Movie, 2017). En esta ocasión, la dupla de directores de la entrega anterior -Phil Lord y Christopher Miller- ceden la silla a Chris McKay, un hombre que supo hacer sus pinitos en un hito moderno de la comedia adulta animada, Robot Chicken (2005). El sexteto de guionistas entrega una historia dinámica con múltiples líneas de lectura, que van desde el puro entretenimiento y la diversión hasta tópicos más profundos como la conformación del núcleo familiar y la complejidad innata del comportamiento humano. Esta lectura con variedad de matices tiene lugar dentro de una historia en la que el Caballero Oscuro debe detener el más reciente y malvado plan de su archienemigo el Guasón, mientras se adapta al tutelaje inesperado de Dick Grayson, quien a posteriori se transformará en su clásico sidekick mejor conocido como Robin. Y listo, adentrarse en mayores detalles podría arruinar la diversión. El despliegue visual esta a la altura de su antecesora: un festival de colores y ese estilo particular de animación que podríamos definir como un stop motion 2.0. Todos somos conscientes que es CGI de principio a fin, pero generado de manera tal que busca emular la animación cuadro por cuadro. Las secuencias de acción respetan el espíritu elemental de aquello que significa jugar con LEGOS: armarlos, desarmarlos, desparramarlos por el piso y combinarlos de formas insospechadas, con la imaginación como único límite. De más está decir que sería agotador sostener 104 minutos de película apoyándose sólo en colores rimbombantes y despliegue de acción. Por eso, en medio de este festín para los ojos tenemos una historia que sutilmente presenta un costado de Batman no tan explorado en el cine: su compleja psicología, su perfil de justiciero solitario despojado de afecto, aquel que bajo su traje esconde mucho más que a un huérfano millonario con una infancia traumática. Este estudio profundo del personaje acompaña el costado más sensible del relato, que a pesar de estar sumamente logrado queda un escalón por debajo de la profundidad emotiva de La Gran Aventura LEGO. Y algunos números musicales extra no hubiesen estado mal, considerando lo bien que funcionaron previamente (todos vamos a seguir tarareando “Everything Is Awesome” hasta el final de nuestros días, ¿no?) Rompiendo constantemente la cuarta pared y referenciando en tono autoparódico las previas encarnaciones del murciélago, LEGO Batman: La Película es una feliz excepción dentro del mundo de las secuelas y spin-offs, demostrando que un concepto interesante puede permitirse una extensión y jugar un ratito más antes de guardar todo en la caja.
LEGO Batman: La Película – Ser un héroe animado no es fácil. Después del éxito de LEGO: La película (2014) le toca el turno a unos de los superhéroes más reconocidos del mundo DC: Batman. Una nueva aventura de animación para toda la familia que nos deja sin aliento. Existen muchas historias de Batman, lo vimos pasar por diferentes estilos y directores. Cada uno con una perspectiva diferente. Pero ¿Es necesario una nueva versión en forma de LEGO y animada? La respuesta es: Sí, absolutamente sí El director Chris McKay (Robot Chicken) junto a el novelista y guionista Seth Grahame-Smith (Orgullo, Prejuicio y Zombis) nos traen al verdadero Batman, a ese que está detrás de la máscara y que oculta sus sentimientos. El personaje que crearon del murciélago brilla por si mismo, con mucho ego, ¡cantante! y por sobretodo muy independiente. Muestra muy directamente la soledad continua en la que vive Bruce Wayne, luego de sacarse el traje. En su lujosa mansión solo viven él y Alfred, al llegar de trabajar nadie lo espera y sus días son absolutamente rutinarios. El relato nos lleva a una Ciudad Gótica llena de los villanos clásicos del cómic, una joven Bárbara Gordon asumiendo como comisionada y … descubrimos al pequeño huérfano de Robin. El Guasón intenta provocar a Batman -casi como en una relación amorosa- para que se de cuenta que ambos se complementan, uno no sería lo mismo sin el otro. Pero no, el Guasón termina con “el corazón de villano roto” y planea una venganza más grande y casi imposible contra Batman. Una preciosa moraleja hace entrar en razón a Batman y como todos sabemos, aunque intente “no tener sentimientos” en el fondo teme ser él mismo y sentirse vulnerable. El trabajo en equipo es fundamental para combatir el mal y por fin, el murciélago llega a tener una familia. Los actores que le ponen la voz a estos peculiares personajes son: Will Arnett (BorJack Horseman) como Batman, Ralph Fiennes (Harry Potter) es el mayordomo Alfred, Zack Galifianakis (¿Qué pasó Ayer?) es el Joker. Además entre otras participaciones de Channing Tatum, Jonah Hill y Rosario Dawson. Este tipo de spin off, llega a grandes y chicos, con chistes muy acertados y que llega a parodiar al personaje principal. La continua cantidad de referencias a sus “pasadas encarnaciones” desde Adam West hasta Ben Affleck, hasta la galería de atuendos que tiene en la baticueva u otros chistes referidos a Súperman o Iron Man. Rápida, divertida y eficaz “LEGO: Batman” es una gran opción para ir a los cines este jueves.
Cuando "The Lego movie" la rompió en la taquilla allá por 2014 (en su primer fin de semana en USA recuperó íntegramente su inversión), todos vimos lo que se venía: una exploración de este universo a la luz de tan auspiciosos resultados. Llega hoy entonces la primera de esta franquicia nueva, con la clara impronta de Chris McKay, a quien todos asociamos con la legendaria serie televisiva "Robot Chicken". "The LEGO Batman" es una historia a su medida. Mucho humor multinivel (para todos los públicos), gags que viajan más rápido que el Batimóvil en un día de poco tráfico en Ciudad Gótica y mucha incorrección política. Este Batman (jugado por Will Arnett en la versión original) es todo lo divertido y sutil que hubiesemos esperado apriori. Se muestra egocéntrico, sagaz, poco convencional y ama el peligro. Pero en el fondo, todos sabemos que es un niño perdido, buscando una nueva familia. Ese es el punto central de la narrativa que trae a nuestro encapotado. Combatir el crimen es una tarea muy solitaria y ejercerla, a Bruce Wayne le cuesta desde el primer momento. Si bien su relación con Alfred es satisfactoria, lo cierto es que la coraza interior que tiene nuestro protagonista, no es fácil de remover. McKay quiere mostrar que a pesar de que los aspectos técnicos te maravillen de a ratos (gran fotografía y animación de altísima calidad), lo que a él le importa es contarte una historia familiar, y divertirte y emocionarte con ella. Por eso bucea en las emociones de Batman y logra acercarse al espíritu del cómic que lo inspiró. No parece fácil cuando lo pensamos en término de piezas de Lego. Por eso, hay que reconocerle su capacidad de búsqueda y la manera en que describe el pequeño mundo de relaciones entre alguien turbado y noble, y el entorno que quiere ser parte de la aventura del trabajo colaborativo. Y funciona. Porque si bien podemos decir que su universo es colorido (aunque limitante para el trabajo con las emociones), la trama ofrece situaciones de mucho humor, resueltas con acierto y un dejo de ternura. Los nuevos integrantes de la banda, Batichica (la hija del comisionado Gordon, jugada por Rosario Dawson) y el joven maravilla (nada menos que Michael Cera, ideal para este tipo de rol) se unirán a Alfred (Ralph Fiennes, pueden creerlo?) para combatir nada menos que al Joker, simpática actuación vocal de Zach Galifianakis en escenarios de difícil imaginación. Yo ni siquiera era bueno con el Rasti y Mis Ladrillos, así que me abrumaron en pantalla! Si, hay más villanos. Y hay más héroes y sorpresas. Pero sólo puedo decirles que las premisas de entretenimiento están cumplidas con creces. "Batman Lego" es una súper aventura. No creí que la multiplicidad de guionistas (son cinco, nada menos) pudieran ensamblar una cinta y hacerla tan divertida de principio a fin. Pero lo hicieron y muy bien. Para todas las edades y ya esperando el devenir de la franquicia... quién será el próximo héroe a parodiar? PD: la próxima entrega es "The Lego Ninjago Movie" para setiembre en USA y el protagonista tiene la voz de ... Jackie Chan.
En construcción Esa película que tan gratamente nos sorprendió en el 2014 llamada La gran aventura Lego (The Lego Movie), encuentra este año una interesante sucesora. Y si bien en ese entonces ya se encontraba Batman entre los personajes, en esta oportunidad es el protagonista indiscutido. Lego Batman es una sátira acerca de Gotham City, donde vemos la realidad y psicología de ese superhéroe creado por Bob Kane y Bill Finger, quien en su lucha contra el crimen y la búsqueda incansable de la justicia, no deja de ser un hombre solitario, amargado y muchas veces insoportable. El Joker quiere el protagonismo absoluto y le exige a Batman que lo considere su peor villano y lo que significa para él. Pero para el encapotado el villano es uno más, no tiene nada de especial, y es allí cuando inicia el conflicto. Pero el caballero oscuro no está solo en esta encrucijada, sino que lo acompañan un montón de personajes que le otorgan dinamismo a la trama. El espectador va a encontrarse desde personajes del universo DC hasta de otros universos inimaginables. El film tiene claro a qué público se dirige, pero si bien es recomendable para niños, los grandes también podemos disfrutarla de principio a fin (existen todo el tiempo homenajes a las distintas versiones de Batman). Y si fuera poco con la continua acción que no se detiene, la banda sonora va por el mismo camino, arrancando risas a cada momento. Quienes puedan recomiendo vean la versión original subtitulada, con las voces de grandes actores como Will Arnett (Batman), Ralph Fiennes (Alfred), Michael Cera (Robin), Rosario Dawson (Batgirl), Zack Galifianakis (Joker) y la cantante Mariah Carey (la alcaldesa de Gotham). Lego Batman no es tan solo una película sobre gags detrás de gags. También se da el tiempo para dejar mensajes positivos como la aceptación de uno mismo, el trabajo en equipo y la importancia de la familia. Todo resuelto con un humor cínico, sin tomarse en serio a los personajes e impidiendo que el drama empañe la hora y media de esta genial película.
El superhéroe tiene algo más para decir. Comedia paródica, crea su universo a partir del famoso juego de piezas de encastre, en este caso para sumar un nuevo listón a la extensa filmografía del ícono cinematográfico. El film trabaja bien el tema de las dualidades, sacándole el jugo a la rivalidad entre Batman y el Guasón. Cuando el bien merecido éxito de una película empieza a generar subproductos, comenzar a sentir miedo por la posibilidad de que los responsables terminen borrando con el codo lo ya conseguido es una reacción normal. LEGO Batman: La película, dirigida por el debutante Chris McKay, se estrena tres años después de la grande y grata sorpresa que resultó La gran aventura LEGO (Phil Lord y Christopher Miller, 2014), que fuera nominada a Mejor Película Animada en la edición 2015 de los Oscars. Como aquella, esta película crea su universo a partir del famoso juego de piezas de encastre, en este caso para sumar un nuevo listón a la extensa filmografía del superhéroe más popular del cine, al menos en la cantidad de películas que lo tienen como protagonista, bien lejos de Superman, el Hombre Araña o cualquiera de sus primos de la hiperactiva casa Marvel. Y debe decirse que se trata de un capítulo válido, que más allá de su carácter de comedia paródica no debe ser excluido de la historia oficial del personaje, en tanto no resulta menos excéntrico que la inolvidable serie de televisión de los 60, en la que el absurdo y la psicodelia pop se daban la mano. Con ella comparten el humor como canal de expresión y el hecho de representar muy bien la época a la cual pertenecen. Porque así como el tono humorístico del Batman de Adam West resultaba moderno al punto de no ser entendido cabalmente como tal hasta pasados varios años (o décadas), LEGO Batman también marca tendencia en la utilización de los recursos de los cuales dispone para trabajar sobre el humor. Es cierto que en casos como este se puede llegar a pensar que la historia es lo de menos, ya que la gracia pasaría por otra parte, en particular por el modo en que el universo del personaje es recreado a partir de la lógica propia del juguete que le da nombre al film. Pero se trata de una suposición falsa: la historia siempre importa y LEGO Batman trabaja ese aspecto con esmero. La película comienza con el Guasón dispuesto a darle un golpe de muerte a Ciudad Gótica, a partir de un plan maestro que incluye la colaboración de todos los enemigos históricos del héroe. Pero Batman aparece a último momento y arruina los planes de su archienemigo, no sin antes dejarle claro que para él se trata de un rival como cualquier otro, sin nada de especial. Trabajada como una escena de ruptura amorosa, el Guasón huye con el corazón roto por el desengaño y, despechado, se jura a sí mismo volver por más. LEGO Batman recorre de manera eficiente el camino de la autoconciencia, citando y haciendo referencias a todas las apariciones en cine y televisión del personaje, incluyendo claro, la fallida Batman vs. Superman (Zack Snyder), estrenada el año pasado. Ese carácter reflexivo y la combinación de un humor que sabe hacer equilibrio entre lo infantil y un tono desaforado más próximo al absurdo y a la Nueva Comedia Americana, producen una larga lista de buenos momentos. Sin embargo lo más fino de la película sigue estando en ese juego de atracciones y repulsiones que surge entre el protagonista y su enemigo. Lejos de rechazar al villano de manera terminante, LEGO Batman lo aprovecha para trabajar sobre el tema de las dualidades. Como en La Ilíada, en la que Homero conseguía hacer de la valentía de Héctor una herramienta para tomar real dimensión del valor de las hazañas de Aquiles, aquí el Guasón logra que su lugar de némesis también sea revalorado y reconocido, consiguiendo además que el vanidoso superhéroe deba darse un buen baño de humildad. De ese modo traslada el asunto de la duplicidad incluso a un nivel interior, en el cual el protagonista se permite revisar y rehacer su vida, pero un poco más feliz que antes. Porque en el fondo, en LEGO Batman todo se trata de aprender y de aceptar. Eso sin permitir que el espíritu festivo se detenga en ningún momento a tomar aire y sin dejar títere con cabeza: de Superman a Iron Man, acá cobra todo el mundo.
Los muñecos animados que le devolvieron la alegría al Hombre Murciélago Si hay algo que define las películas de Batman en las últimas tres décadas es la solemnidad. Con mayor o menor fortuna artística, los directores Tim Burton, Joel Schumacher o Christopher Nolan siempre presentaron a este personaje torturado de forma grave y ampulosa. Por eso, que el regreso a la pantalla grande sea de una manera tan liviana, ligera, fluida y con un desafiante espíritu satírico como en esta versión animada construida con muñecos LEGO resulta una auténtica liberación, una apuesta lúdica que agradecerán no solo los niños. Tres años después de la también muy simpática La gran aventura LEGO, llega esta suerte de spinoff en el que aparecen no solamente Batman y los habituales personajes surgidos de esa clásica historieta sino también Superman, Linterna Verde, Flash y hasta King Kong, el Voldemort de la saga Harry Potter o el Sauron creado por J.R.R. Tolkien. Las bromas arrancan directamente desde el primer segundo, ya que la voz en off de Batman se burla hasta de los logos de Warner y DC Comics, los dos socios principales de esta apuesta por mixturar superhéroes, animación y comedia paródica. La película va de lo personal (los mil y un traumas que aquejan a Batman desde la infancia) a lo grupal (esa suerte de familia ensamblada que el enmascarado conforma con Alfred, Robin y Batichica), pasando por los guiños cinéfilos (bromas varias a las bastante fallidas Batman v. Superman: El origen de la justicia o Escuadrón suicida y un uso hilarante de la romántica Jerry Maguire: Seducción y desafío) y -ya para un público adulto- múltiples referencias a la actualidad política de esta nueva era Trump. Como ocurrió en muchos casos con las propuestas de la productora Pixar, LEGO Batman: La película maneja sabiamente un doble nivel de lectura: uno más superficial y elemental que tiene que ver con el despliegue de la hermosa animación digital y las escenas de acción; y otro más sutil con complicidades con los no tan chicos. En este sentido, quienes alcancen a ver la versión original subtitulada podrán apreciar los magníficos aportes vocales (expresivos) de Will Arnett (Batman), Ralph Fiennes (Alfred), Michael Cera (Robin), Zach Galifianakis (el Guasón), Rosario Dawson (Batichica), Channing Tatum (Superman) y decenas de otras figuras que regalan múltiples matices (ningún personaje es del todo bueno ni del todo malo). La diferencia con la copia doblada no es menor.
La película": No todo es Pixar en animación El filme de Warner disputa la supremacía en un género que crece y mejora día a día y película tras película. Aviso: no lleguen un segundo tarde a la proyección de Lego Batman: La película. El Hombre Murciélago, en off, explica el por qué de los títulos, y ya nos prepara para lo que vendrá: más de hora y media de humor animado, parodia, sátira sobre el universo del cómic, Batman en particular, y Hollywood en general. Al margen de los rumores acerca de Robin, aquí lo central es el ego de Batman. Tiene un desorden narcisístico fenomenal. Siempre actuando solo para salvar a Ciudad Gótica, si un mensaje tiene Lego Batman es que es mejor trabajar en grupo, en conjunto. Difícil para quien vive solo -OK, Alfred le limpia la Baticueva-, se es huérfano y con el ego más inflado que un zeppelin. Pero ¿qué tal ingresar a la intimidad de Bruce Wayne? ¿Qué come, qué baila, qué ve en su enorme pantalla en su mansión? Bruce vive en una isla, literal y metafóricamente, habla con su “compu”, su password es Iron Man apesta y le gusta rapear, come langosta, es celoso y se enamora con facilidad. La película usa la animación digital para crear la ilusión de que está ambientada en un universo de ladrillos de Lego. Los personajes son muñequitos Lego con rostros pintados casi burdamente. Sus cuerpos y cabeza apenas se mueven, pero, y aquí la distinción, tienen más personalidad que si fueran actores humanos. Esto está reforzado por el doblaje original, las voces de un elenco de talentos difícil de reunir si tuvieran que actuar (es más fácil y barato doblar en jeans), por lo que recomendamos verla con subtítulos y, de ser posible, en 3D. La lista es larguísima, pero resumiendo están -muchos repitiendo roles de La gran aventura Lego (2014)- Will Arnett (Batman), Michael Cera (Robin), Ralph Fiennes (Alfred), Zach Galifianakis (El Guasón), Rosario Dawson (Batichica), más Seth Green, Channing Tatum, Jonah Hill, Mariah Carey y más. ¿Lego Batman, es para chicos? Sí. Y para grandes. Y así como La gran aventura Lego trataba sobre el consumismo -todos los muñequitos eran obreros y no les molestaba porque, según la canción Everythig is Awesome (Todo es asombroso)-, aquí hay una mirada a lo Pixar, pero con mucho más humor cínico. Para los fans: Mike Mitchell, director de Trolls, está rodando la secuela de La gran aventura Lego, para 2019. Lego Batman es más que un aperitivo.
EL HEROISMO RECONVERTIDO “Everyday people do everyday things But I can’t be one of them I know you hear me now We are a different kind We can do anything” De la canción Heroes (we could be), que se escucha en un momento hilarante del film. Cuando el universo cinematográfico de DC parece hundirse a poco de zarpar, a partir de la dubitativa Batman vs Superman: el origen de la justicia y la desastrosa Escuadrón suicida, más los problemas alrededor de las producciones de Mujer Maravilla, La Liga de la Justicia, The Flash y The Batman, la bocanada de aire fresco llega desde el lugar más inesperado. Es que Lego Batman: la película no sólo es un gran film animado, sino también un notable relato de superhéroes, que viene a aportar algo nuevo a un género en constante peligro de encasillarse. Recién estamos ante el segundo film del universo Lego, luego de La gran aventura Lego, pero ya se puede intuir una diferencia capital respecto al mundo cinemático de DC: hay indudablemente una continuidad estética y hasta de estilo narrativo entre una entrega y otra, pero como no hay una necesidad ineludible de concebir una gran serie de relatos interrelacionados, eso permite que cada film se sostenga por sí mismo, desarrollando una trama propia y cerrada en sí misma. Eso ha sido un trampolín para que las películas de Lego exhiban una libertad llamativa en sus formas y resignificaciones genéricas. En el caso de Lego Batman: la película, el foco es el hombre murciélago, haciéndose cargo no sólo de que es el héroe más popular, sino también el más emblemático, el que estableció un imaginario con el que dialogan todos los demás. El abordaje se da desde la comedia, pero no como una mera excusa para acumular capas paródicas, sino para enriquecer al personaje, al mundo que habita y claro, al género. El film de Chris McKay parte y avanza en base a preguntas, poniendo en crisis a un personaje como el de Batman, que cree tener todas las respuestas pero que de repente encuentra un límite a su rol cuando varias cosas empiezan a cambiar en Ciudad Gótica. Los interrogantes que se plantea no son fáciles, porque giran alrededor de lo que implica la soledad del héroe, las diversas construcciones vinculadas al heroísmo y las concepciones particulares que se pueden tener sobre la familia, la amistad y hasta la paternidad. Y la interpelación se realiza siempre desde los límites, examinando los grises, buscando los lazos que unen los supuestos opuestos. Lego Batman: la película es un film de interacciones y cruces, donde la acumulación de múltiples personajes va más allá del guiño arbitrario, porque cada uno tiene algo para decir, en función de ese centro que es Batman pero también de sí mismo. La comedia animada disparatada y brillante, con decenas de ideas y referencias por minuto que es Lego Batman: la película es también, tan paradójica como lógicamente, un drama cuasi existencial, un film que demuestra la capacidad de lo cómico como vehículo para potenciar lo dramático. Hay una bella y luminosa melancolía en una historia que avanza a mil por hora pero que en pasajes muy precisos, en el medio de toda la velocidad, detiene su trama para incorporar más capas de reflexividad. Es que la acción está marcada por los sentimientos: tanto Batman como los personajes con los que se cruza tienen emociones específicas que los movilizan y hasta posicionamientos éticos, llevándolos a recorrer caminos tan estimulantes como coherentes. No hay linealidad en Lego Batman: la película. Tampoco pose, por más que abunden las citas culturales de todo tipo. En su comicidad, el film pone en evidencia la arbitrariedad de mucho drama y discurso heroico que posee ambiciones políticas pero que en verdad no sale de lo banal, porque sólo se cimenta en conflictos superficiales. Y a partir de ahí, de la risa y la parodia, de lo absurdo, lo hilarante y hasta lo anárquico, encuentra el arco dramático necesario y fundamental, lo humano que subyace en lo heroico. En su apuesta por la diversión sin límites pero también por ciertas emociones profundas; en su alternancia entre lo individual y lo grupal, en su agrietamiento de las fronteras entre el bien y el mal o entre el amor y el odio, configura para sí misma una identidad propia, inconfundible. Y de paso nos entrega al mejor Batman, al superhéroe que entendemos en su infantil pedantería pero también en su fragilidad y necesidad de afecto. Al fin y el cabo, todos arrastramos pérdidas, inseguridades, errores, a los que tratamos de ocultar mediante nuestros egos. Ahí tenemos, por fin, al Caballero Oscuro definitivo, para oficiarnos de espejo y salvarnos de las malas películas de DC.
El éxito de “La Gran Aventura LEGO” (The LEGO Movie), en 2014, no sólo le permitió tener una secuela (posiblemente para 2019) sino también que Batman (quien apareció en esta película brindando los momentos más divertidos de todo el metraje) tuviera su propio largometraje animado dentro de este universo animado de minifiguras y bloques de construcción. Con el mismo tono irreverente y delirante, esta nueva aventura dirigida por Chris McKay (la serie “Robot Chicken”), expone la soledad y el vacío personal que el famoso superhéroe de DC Comics ignora en su vida, especialmente cuando llega a su excéntrica mansión luego de salvar diariamente a Ciudad Gótica, donde se están gestando grandes cambios: el comisionado Gordon (voz de Hector Elizondo) se jubila y asume el mando su hija Bárbara (voz de Rosario Dawson), pronto a convertirse en Batichica. Pese a sus convicciones, el justiciero enmascarado (voz de Will Arnett) debe dejar de lado la idea de trabajar solo y aprender a cooperar para detener al Guasón (voz de Zach Galifianakis), quien -ridículamente- está obsesionado por ser una parte importante en la vida del hombre murciélago como el primer y único villano. Los chistes sobre Superman en este asunto son geniales… y la contraseña para entrar a la Baticueva también (y tiene que ver con Marvel). Mientras toma en cuenta los consejos de Alfred (voz de Ralph Fiennes), trata de encontrar el amor y pertenecer a un grupo (es excluído de las reuniones de la Liga de la Justicia), el protagonista debe lidiar con la responsabilidad de criar al niño huérfano que adoptó, Dick Grayson (voz de Michael Cera), quien rápidamente se suma al equipo como Robin. Al igual que en “La Gran Aventura LEGO” todo es vertiginoso, colorido, repleto de música y bati-raps. Repleta de gags e hilarantes parodias sobre todas las adaptaciones que Batman ha tenido en cine y televisión (el de los ’60 de Adam West) “LEGO Batman: La Película” es un entretenimiento asegurado para chicos y grandes (si van solos elijan la versión subtitulada para apreciar mejor las actuaciones de muchos actores conocidos que prestan sus voces a una increíble cantidad de personajes).
Esta derivación de “La gran aventura Lego” es, al mismo tiempo, una parodia vertiginosa de “Batman” y una buena película de “Batman”, también. Juega con toda la mitología audiovisual del personaje y lo hace con enorme cariño, encontrándole los rincones cómicos y explotando los absurdos de la historia. Claro que algo falta: el asombro que generaba la perfecta animación del film de 2015, pero casi que es lo de menos. O, en todo caso, no es el reparo principal para este film: lo que le resta es que, en ciertas secuencias, no sabe ser oportuna para el chiste, o se hace la graciosa cuando no conviene. Es tan fuerte el deseo de divertirse y jugar con todos los chiches de la historieta, del cine y del Lego que a veces se le va la mano. De algún modo, ocupa el lugar que “Deadpool” tuvo el año pasado, y esa irreverencia respetuosa (sí, parece contradictorio, pero vea la película y va a comprender la precisión de la fórmula) está bien, de tanto en tanto, sobre todo cuando el espectáculo es digno de verse. Por supuesto que no es necesario ir con chicos a verla (desde aquí lanzamos la campaña “animación sin obligación infantil”: después de todo, es una forma más del cine, y en este caso, dada su plasticidad, la que permite tanto humor).
Ante el prejuicio de que una película de Batman hecha con personajes de LEGO no puede ser más que una excusa comercial de vacaciones sin demasiado que ofrecer, tenemos que decir que la película es una muy grata sorpresa. Más para aquellos que no vieron la primera película de este estilo. Aquí otra vez la creatividad está puesta justamente en burlarse de sí misma. Pero no sólo por guiños a personajes y escenas emblemáticas del cine, como ya estamos acostumbrados a ver durante las últimas décadas en cualquier comedia, sino por las referencias a la propia película, así como la habilidad para elaborar de manera novedosa los personajes que ya conocemos en miles de versiones. En este caso, la originalidad de que sean muñecos LEGO es un plus más que una limitación para las caracterizaciones caricaturescas que maneja el film. Es decir, no hay una pretensión de conseguir la sofisticación estética y dramática de Tim Burton o Christopher Nolan, pero tampoco la inocencia de la serie de los años ’60 o de un dibujo animado infantil. Es, en cambio, la versión de Batman más adecuada para el mundo de hoy donde no falta la ironía, el absurdo y referencias cinéfilas “retro” kitsch acompañado de una estética simpática. La historia muestra a Batman enfrentando al Guasón en medio de una crisis de su lugar como héroe en Ciudad Gótica y de la relación de rivalidad entre ambos. El enfrentamiento toma grandes dimensiones cuando el Guasón reúne a villanos de diversas películas en contra de su archienemigo encapuchado. Entre ellos pueden verse satirizados al ojo de Sauron de “El Señor de los Anillos”, Godzilla, King Kong, Los Gremlins, los velociráptors de Jurassic Park y Lord Voldemort de Harry Potter, entre otros. Los valores de la amistad y la familia terminan de dar el condimento para este Batman divertido y con mucha acción, aunque hay un momento de meseta. Pero en definitiva viene a dar un aire fresco a los superhéroes que copan las pantallas de grandes y pequeños. (A.S.)
Tras el éxito de la trilogía Batman de Christopher Nolan, el tándem Warner/DC Comics se ha propuesto el encarar las películas de sus personajes con un tono oscuro, pero accesible para todos los públicos (ergo, para los niños). Infortunadamente, el tiro les ha salido por la culata, exponiendo en más de una oportunidad la incompatibilidad de ambos conceptos. No obstante, tras severos desaciertos, el desembarco en las salas de Lego Batman: La Película prueba ser el primer proyecto del dúo donde este plan funciona, y lo consigue con la herramienta menos pensada: la comedia. Fobia a las “ciones”: El Guasón, como es habitual, se trata de apoderar de Ciudad Gótica, y Batman es el único que puede detenerlo. No obstante, en su cruzada por sacar de circulación al príncipe payaso del crimen (y a su descomunal séquito de malosos), tendrá que lidiar con la crianza de un joven que adoptó por accidente y con la flamante nueva comisionada de policía que no apañará ni por un segundo la justicia vigilante a la que Batman está adscripto. El encapotado tendrá que aprender a trabajar en equipo no sólo para conseguir su meta, sino para superar el peor de sus miedos. Lego Batman: La Película se ríe de sí misma y de todo el legado que construyó este personaje. No se salva nadie; las versiones del comic, cine y TV cayeron todas en esta picadora. Es una comedia que trata temas adultos como el temor al compromiso, mientras que sostiene un contenido apto para todo público. En una época donde el termino suele denotar “contenido para niños, que la verán con sus padres porque los tienen que acompañar”, el guión desafía estas expectativas y se preocupa en entregar chistes para, literalmente, todos los públicos posibles; esto sin tener que abarcar inocencias exageradas para el público infantil o un humor subido de tono más exclusivo del público adulto. El tono humorístico busca un balance justo, y una vez encontrado, consigue todas y cada una de las carcajadas que se propone; con referencias o sin ellas. Sobra decir que más allá de la temática y el uso del humor, la narración de la película, como un todo, es bastante fluida. Visualmente hablando, la película es la aventura de Batman que todos hubiéramos jugado con nuestros Legos, sólo que con una cuidada atención al detalle en el diseño de producción, una eficiente fotografía y un prolijo montaje. Todos apartados que destacan específicamente en las más que dinámicas escenas de acción. Conclusión: Si bien como película de acción y aventura Lego Batman: La Película llega a buen puerto con lo justo, consigue ser una experiencia cinematográfica superlativa por su inteligente uso de la comedia. Recomendable para ver con los chicos y sin los chicos, seas fan de Batman o no lo seas. Esta es una de esas escasas experiencias donde Apta para Todo Público realmente significa lo que el termino define, porque nadie que vea esta película se quedará afuera.
Lego Batman es la mejor propuesta familiar que se hizo con este personaje hasta la fecha. Desde la clásica serie animada del estudio Filmation de 1977, La nuevas aventuras de Batman, no había surgido hasta ahora una producción que estuviera pensada para entretener al público infantil de cuatro y cinco años. Las distintas propuestas de este género que vinieron después por lo general trabajaron a este superhéroe de DC con un grado mayor de complejidad en sus argumentos. Por el contrario, el dibujo animado de 1977 abordó el concepto de la Batman Family con personajes humorísticos, como el infame Bati-Duende, quien llegó tener sus 15 minutos de fama en aquellos días. La Batman Family es un concepto, que como tantas otras cosas en la compañía DC, impuso Wonder Woman en los años ´60 a través de su revista. Las historias se enfocaban en los personajes secundarios de Batman, donde el protagonista ocupaba un rol de figura paterna dentro del grupo. La película de Lego hace un hincapié importante en los vínculos personales que tiene Bruce Wayne con sus aliados más cercanos, al mismo tiempo que celebra todas las encarnaciones que tuvo el personaje en el cine y la televisión. Al ver el film se nota claramente que fue realizada con mucho cariño a la enorme figura que representa Batman en la cultura popular. Una sátira impecable que tiene la virtud de funcionar en distintos niveles. Es decir, esta es una película que la podés ver tranquilamente con tu hijo o sobrinos de cuatro años y ambos la disfrutarán a pleno por la manera en que fue trabajado el humor. El guión tiene situaciones graciosas para los chicos, pero también incluye numerosas referencias y diálogos para los adultos que son desopilantes. La dirección de este film corrió por cuenta de Chris McKay, uno de los realizadores más interesantes que surgieron en los últimos años dentro del circuito independiente. McKay fue responsable de las series de culto para adultos, Robot Chicken y la brillante Oral Morel, que contó la canciones de Britta Phillips, la voz de Jem and the Holograms. En Batman Lego hizo un trabajo soberbio con las secuencias de acción y todo ese mundo delirante que se construyó en torno a esta particular versión de Batman. Para los aficionados a los cómics hay numerosas referencias a los elementos icónicos del personaje, pero sobresale de un modo especial el tratamiento que le dieron desde la sátira a la relación de Bruce Wayne con el Guasón. No es un dato menor que todos los guiños hacia Superman en este film están relacionados con las películas de Richard Donner, mientras que la versión reciente de Zack Snyder quedó limitada a una única referencia visual. Parecería que el estudio ya empezó a organizar el partido homenaje de Snyder. Mi única objeción con este film pasa por el modo frenético en que el director distribuyó el humor en la historia. La película no da respiro con los chistes y cuando no terminaste de reír con una escena enseguida te tiran otra broma que deja en el olvido la situación previa. Por momentos Lego Batman resulta un poco abrumadora en ese sentido, sobre todo porque tiene varios chistes tontos que de haberse eliminado le daban un respiro al espectador. No obstante, la situaciones graciosas que funcionan son brillantes. Me gustó mucho esta nueva producción relacionada con los personajes de DC y vale la pena disfrutarla en familia.
Es posible que nos encontremos ante la mejor película de Batman y sino le pega en el palo. Ojo que no estaría bien juzgarla con la solemnidad y exigencias de productos tales como The Dark Knight (2008) o Batman vs Superman: El origen de la justicia (2016) porque nos encontramos ante una parodia animada. Pero dentro de ese mundo y con esas reglas es excelente Cuando se estrenó la película de Lego en 2014 Batman prácticamente se robó el show y aquí está todo al máximo exponente. Las referencias a los comics se cuentan por decenas y los fans delirarán. Todo en un marco muy gracioso que no le escapa a nada y que se mantiene siempre en una línea muy finita entre el apto para todo público y los mayores, gracias a licencias y dobles sentidos. Por ello está muy bien decir que es una película para toda la familia. Todos la pasarán bien. El director Chris McKay, quien viene de hacer esa genialidad llamada Robot Chicken tomó lo ácido y la rapidez de ese show para esta aventura encapotada. El film es totalmente autorreferencial y juega con el mito de Batman todo el tiempo. Desglosa muy bien al personaje y utiliza a todo su entorno de la mejor manera posible. Al momento de escribir la presente crítica aún no he visto el film en su versión original y lo lamento mucho porque todo el elenco la rompe. Los trabajos de Will Arnett y Michael Cera son formidables. Y en cuanto a la animación una de las características fantásticas de las películas de Lego es que no se le puede exigir la excelencia de una producción de Pixar sencillamente porque no encaja. Lego Batman es puro divertimiento tanto para chicos como para grandes pero que además tiene elementos que volverán locos a los fans del personaje. Una verdadera joya.
La Gran Aventura LEGO fue una real sorpresa al momento de su estreno en cines. Inventiva y brillante, supuso una comedia animada fresca, dinámica, recargada de humor y con incontables gags por minuto, que se permitía abordar temas como el consumismo, el capitalismo o las libertades individuales mientras hacía un original comentario sociopolítico. No solo supuso un éxito para la crítica y la audiencia, sino que además dio pie a la construcción de un universo cinematográfico a partir de estos bloques de plástico, que expanden su historia cual si se tratara de un niño creando diferentes mundos interconectables. The LEGO Batman Movie es la segunda película dentro de este armado y afortunadamente mantiene bien alta la vara en términos de lo que se podía esperar, en lo es la primera producción centrada en el Caballero Oscuro que se permite explorar su corazón y vulnerabilidad.
“LEGO Batman: La Película”, un superhéroe irreverente Hace un par de años llegaba a las pantallas de los cines “La gran aventura LEGO” (The Lego Movie, 2014), una película de animación que llamó mucho la atención por su humor, mordacidad y originalidad. En ese filme Emmet, el protagonista, era secundado por un Batman tan hilarante como efectivo a la hora de sacarle carcajadas a los espectadores. Tan buena recepción tuvo el personaje que logró este excelente spin-off titulado “LEGO Batman: La Película” (The LEGO Batman Movie, 2017). Batman es el ídolo de Ciudad Gótica, el superhéroe que siempre salva a todos en el último minuto, el hombre adorado por los niños y venerado por los adultos, y eso le encanta. No hay quien pueda vencerlo y él considera que no tiene un enemigo a su altura –salvo Superman (Channing Tatum), claro. Aunque el Encapotado no entienda que no es un villano–. Así se lo hace saber al Guasón (Zach Galifianakis) cuando frustra otro de sus maquiavélicos planes, rompiéndole el corazón. Esto hará que el payaso idee una venganza que esta vez sí puede llegar a resultar. Para que Batman pueda desbaratar su plan, deberá hacer algo que nunca hizo en su vida: dejar de trabajar solo y aprender a hacerlo en equipo. Para asistirlo están Alfred (Ralph Fiennes), su leal mayordomo; Bárbara Gordon (Rosario Dawson), la nueva Comisionado de Policía que tiene nuevas ideas para su trabajo; y Dick Grayson (Michael Cera), el joven huérfano que adopta Bruce Wayne sin que lo sepa y que muy pronto descubrirá la verdadera identidad de su nuevo padre. ¿Podrá Batman dejar de lado su tremendo ego y trabajar con todos ellos? Hay que aclarar algo importante antes de desmenuzar la película: la función de prensa fue con una copia doblada al español, así que como todo el mundo sabe se pierde bastante del humor original, guiños, juegos de palabras, etc. Así y todo el largometraje funciona y hace reír mucho. Aunque atractiva para los más pequeños por los juguetes LEGO, el filme funciona mucho más para los grandes. Los primeros 20 minutos son una ráfaga de chistes y situaciones cómicas que casi no le dan respiro al espectador. Es increíble además cómo el personaje rescata el espíritu oscuro, solemne, trágico y deprimente del personaje, construido meticulosamente a lo largo de los últimos 25 años, y se ríe de ello. Batman vive solo en su gran mansión, no tiene amigos, su única diversión es mirar películas románticas y en el fondo está triste; pero a la vez es tan egocéntrico, soberbio y agrandado que no podemos dejar de reírnos de eso. Nos reímos de lo que nos enseñaron era una carga terrible para el superhéroe y eso significa entender perfecto al personaje y saber qué y cómo mostrarlo para causar carcajadas. Es la ópera prima del director Chris McKay y acertó en todo, gracias también a una historia entretenida salida de un grupo de guionistas muy talentoso liderado por Seth Grahame-Smith. También contó con un elenco increíble de actores. A los ya nombrados se les suman: Jenny Slate (Harley Quinn), Conan O’Brien (El Acertijo), Billy Dee Williams (Dos Caras), Zoë Kravitz (Gatúbela), Eddie Izzard (Voldemort), Seth Green (King Kong), Jemaine Clement (Sauron), Jonah Hill (Linterna Verde) y Adam Devine (The Flash), por contar sólo algunos. Hay referencias históricas a las películas y series, hay golpes bajos para algunos fracasos de DC, hay irreverencia, hay excesos, hay cinismo, todo en su justa medida. “LEGO Batman: La Película” es una de las joyitas del año. Lo único que tienen que hacer es responder a la batiseñal, subirse a su batimóvil e ir a las salas de los cines.
GRAN RELECTURA DEL MURCIÉLAGO ATORMENTADO Es muy llamativo haber logrado que unos muñecos con algunas expresiones pintadas en el rostro puedan ser más carismáticos que muchos actores del momento. Lego Batman no deja indiferentes a grandes ni a chicos con una historia que explora facetas de Batman y su mundo sin caer en una solemnidad de hierro. Un toque de frescura para uno de los personajes más explotados del cine. Ciudad Gótica siempre está al borde del abismo por los ataques de docenas de villanos que oscilan entre lo creativo y lo ridículo –como el Rey Condimento, que hace su aparición estelar atacando con kétchup y mostaza-. Todo sería un caos si el jefe de la Policía no tuviera su botón con el que llamar a Batman para que se haga cargo de la situación. Sin embargo, fuera de lo que piensa la prensa, Batman no celebra con amigos toda la noche cada vez que salva la ciudad, sino que come langosta solo en su mansión. No obstante, su soledad está a punto de ser interrumpida. Cuando las cosas se tuerzan, sólo podrá salvarlo superar el miedo a volver a ser parte de una familia. Los nuevos enfoques que reciben todos los personajes, principalmente Batman y el Guasón, son refrescantes por haber abandonado el tono lúgubre por uno más lúdico y divertido. Todos queremos al Joker psicópata de Ledger, pero no tiene nada de malo disfrutar de una parodia más sentimental que lucha por ser el villano favorito de Batman y su contraparte como si se tratara casi de una cuestión romántica. Por otro lado, un Caballero Oscuro que goza su fama y hablar de sí mismo todo el tiempo –aunque con una voz muy profunda- también puede ser profundo al explorar, en un plano que los chicos pueden entender perfectamente, la soledad del personaje y sus motivos. Siempre se agradecen los guiños a los adultos que acompañan a los chicos, y los hay a montones. Desde videos del Batman de los 60 hasta la aparición de Sauron (El Señor de los Anillos), los Daleks (Doctor Who) y gremlins. La dinámica Lego –cosas que toman otras formas cuando se redistribuyen sus bloques- da una personalidad única al universo que está muy bien aprovechada. A su vez, se encastran partes de la personalidad única del Batman de todas las generaciones y traen gags simples pero efectivos a la mesa. Por último, cabe destacar que el trabajo de animación es excelente y que los mensajes que transmite son, aunque poco originales, muy positivos: desde el valor de la familia hasta el trabajo en equipo y la necesidad de dejarse apoyar por los demás. Sin dudas, una excelente opción para grandes y chicos. LEGO BATMAN: LA PELÍCULA The LEGO Batman Movie. Estados Unidos, 2017. Dirección: Chris McKay. Guión: Seth Grahame-Smith, Chris McKenna, Erik Sommers, Jared Stern, John Whittington. Edición: David Burrows, John Venzon, Matt Villa. Música: Lorne Balfe. Duración: 104 minutos.
La forma que se encuentra narrada va atrapar a adultos y chicos a partir de los ocho años aproximadamente. Apenas comienzan los créditos se escucha un comentario muy ingenioso de Batman (Will Arnett, además es Bruce Wayne), después comienzan a aparecer varias figuras: Catwoman (Zoë Kravitz); El Guasón (Zack Galifianakis); Superman (Chaning Tatum); Linterna Verde (Jonah Hill); Robin/Dick Grayson (Michael Cera); Batgirl / Barbara Gordon (Rosario Dawson); Alfred Pennyworth (Ralph Fiennes), entre otros. Batman se enfrenta a otras experiencias, trabajar con sus villanos para salvar a la humanidad, sufre porque no tiene una familia, descubre el amor y se le suma un hijo adoptivo. Tiene muchos chistes, posee toques de sátira y parodia, a lo largo de su metraje no para, acción y aventura continua, (aunque hay unos pequeños bajones). El doblaje la cambia un poco, le da otro dinamismo las voces originales.Te chocarás con personajes de otras franquicias a pura diversión. Con buenos mensajes para la familia, además de formar una y aquellos que están cerca de uno. Visualmente admirable, bien musicalizada, bellos colores, textura de los integrantes y su iluminación. Tenes que saber ingresar a este mundo. Nos resta esperar el estreno de “The Lego NinjagoMovie” (2017).
Batigolazo La secuela de La Gran Aventura LEGO llega tres años después como una más que correcta continuación que además cuenta con el protagónico del justiciero más famoso del mundo. Cuando la firma LEGO –que hasta hace unos años estaba al borde de la quiebra- optó por “venderse al sistema” y comenzar una fructífera relación con las franquicias más redituables del mundo, muy pocos imaginaron que esos acuerdos iban a concluir en una interminable serie de dibujos animados basados las versiones cúbicas de esos personajes. Lo cierto es que, fruto de tantos intentos televisivos, Warner Bros. apostó a lo grande con La Gran Aventura LEGO, una sorpresa cinematográfico que se estrenó en 2014 y generó legiones de admiradores alrededor del mundo y que ahora tienen una secuela a su disposición. Eso sí, como para que este nuevo film sea apto para los iniciados y los “nuevos”, esta secuela puede verse como un episodio diferente y está protagonizado por la revelación de la anterior entrega: nada menos que Batman. Lo cierto es que el legendario justiciero se robó la película anterior por lo que su elección –y la gran cantidad de películas directo a DVD que se han lanzado al mercado durante estos tres años con gran éxito- han terminado de definir esta suerte de “bati-estudio de mercado”. La película, dirigida por Chris McKay, no cuenta con esa analogía entre el mundo LEGO y el real que habían establecido Chris Miller y Phil Lord –los nuevos reyes de la comedia norteamericana, capaces de despacharse con dos entregas de “Lluvia de Hamburguesas” y otras tantas “Comando Especial”- en la película original, pero eso se debe a que el ritmo frenético de esta aventura no lo permite y no porque no se busque esa profundidad. La historia cuenta cómo el Joker, el enemigo más emblemático del encapotado, se lleva la desazón de su vida al descubrir que Batman no lo considera ni siquiera en el top 5 de sus problemas. Con el corazón roto, el villano pergeña un plan maestro para destruir la ciudad y demostrarle al murciélago que está equivocado. Este planteo tan simple se ve enriquecido por la simple razón de los productores del film han decidido meter todos y cada uno de los momentos más significativos del personaje a lo largo de sus casi 80 años de vida. De esta manera vemos desfilar a la mayor cantidad de villanos del comic de todas las películas del personaje, un repaso por todas las producciones cinematográficas estrenadas hasta el momento (Batman v Superman incluida) y una serie interminable de gags que a veces no respetan el espacio entre una risa y la otra, No está bien tratada la inclusión de Robin en la trama (sí, a esta altura de los acontecimientos, siguen haciendo chistes sobre la sexualidad del Joven Maravilla aunque de bajo tono para que los chicos no los entiendan) pero eso puede ser un punto a pasar por alto a favor de el abanico de posibilidades que abre su aparición. En definitiva, LEGO Batman: La Película es una muy recomendable opción para pasar una tarde a pura risa en compañía de los más chicos, o (¿por qué no?) con los amigos del Bati Fan Club.
La película animada del caballero de la noche en versión Lego solo se puede describir como Batifantástica. Llena de humor, parodias al universo DC y sátiras sobre el amplio mundo de los cómics, sabe captar la atención de grandes y chicos por igual. Al ritmo (y constante justificación) de la frase “Soy Batman”, popularizada en 2005 por la taquillera Batman Begins, el egocéntrico superhéroe del murciélago abre su película con un show de golpes y proezas físicas de carácter sobrehumano. Siempre superado en número por los villanos, este vigilante no solo no necesita de la ayuda de nadie, sino que tampoco de su compañía, pero en la intimidad de la Baticueva, su soledad cobra nuevas dimensiones. El fiel mayordomo Alfred y la nueva comisionada Bárbara Gordon intentan convencer a Batman de que trabajando en equipo todo podría ser más satisfactorio, pero él se niega a compartir sus aventuras y su identidad secreta, hasta que un huérfano (Robin) se cola entre ambos aspectos de su vida: el héroe narcisista y el triste millonario que no superó la muerte de sus padres. Al igual que su predecesora La Gran Aventura Lego (2014) el filme transmite un mensaje claro para los más pequeños: todo es mejor con amigos y familia. Durante una hora y media, llena de humor, complicados planes y mucha acción, el encapotado que vive rapeando, haciendo caprichos y menospreciando a los demás (Su contraseña es “Iron Man apesta” y detesta a Superman), aprende que la unión hace la fuerza y que cada persona en nuestra vida marca una diferencia (incluso el Guasón, con quien tiene una enfermiza relación Amor/Odio). La animación digital finge un falso “cuadro por cuadro” que le da un toque especial a la historia, (ambientada en un mundo de bloques de ladrillos lego) y se apoya en un gran reparto de voces como Will Arnett (Batman), Michael Cera (Robin), Ralph Fiennes (Alfred), Zach Galifianakis (El Guasón) y Rosario Dawson (Batichica). Es una película ideal para que padres fanáticos de los cómics compartan con sus hijos, porque tanto las referencias a las antiguas películas de Batman, como su alocada galería de villanos (Voldemort y Sauron entre otros) los harán descostillarse de la risa.
Un nuevo Batman animado Una vez que se ve la novedad de hacer una pelicula animando muñequitos con piezas de Lego la gracia se va perdiendo, y eso es exactamente lo que impide que esta "Lego Batman: la película" resulte tan entretenida como la anterior aventura "legolizada" del encapotado de Ciudad Gotica, que de todos modos no deja de tener buenos momentos de animación y gags divertidos. De hecho, el argumento da lugar a situaciones risueñas que funcionan especialmente bien cuando se centran en la personalidad solitaria del alter ego de Bruce Wayne, es decir Robin, en el aprendizaje del huérfano que se convertirá en el Joven Maravilla, y por supuesto la eterna lucha contra el archienemigo El Guasón. Pero al mismo tiempo la trama es demasiado compleja para ser interpretada con muñequitos, y provoca que todo el asunto se vuelva un poco cuesta arriba pasada la mitad del metraje de menos de dos horas que, en la práctica, parece más largo. Un punto fuerte del film es el talento actoral para las voces de los personajes gracias a lo que se podria definir como un elenco perfecto, con los tres protagónicos a la cabeza, Willa Arnet como Batman, Zach Galfianakis como el Guasón y Michael Cera como Robin, más muchos nombres famosos incluyendo a Ralph Fiennes como el mayordomo Alfred, Rosario Dawson como la Batichica, y Conan O'Brien en el papel del Acertijo, a los que hay que agregar a Chaning Tatum como Supeman y Jonah Hill haciendo la voz de Linterna Verde, ya que los otros superhéroes de DC Comics también aparecen para darle una mano al dúo dinámico. Pero claro, los que que vean la versión doblada al castellano ser perderán esta gran cualidad de la película, por lo que en ese caso se la podria recomendar solamente como recurso para mantener quietos a los chicos en vacaciones.
Lego Batman es la mejor película sobre Batman de los últimos cinco años, al menos desde El caballero de la noche. Todos los males que se les achacan a Batman asciende, de Nolan, y a la insufrible Batman vs. Superman, como el tono grave, la solemnidad o la oscuridad impostada, Lego Batman los derriba ya desde los créditos iniciales cuando, desde el off, el protagonista explica el rol que cumple cada logo corporativo. De entre el mar de referencias que despliega el director Chris McKay, se destaca la serie de televisión de los 60, como si la película de Lego, con su gusto por la parodia, el humor tonto, el colorinche y la autoconciencia, dialogara con ese show lisérgico y las dos compartieran una misma tradición, la de la comedia, que el universo fílmico del encapotado en algún momento interrumpió y nunca volvió a retomar (seguramente a partir del Batman de Tim Burton). El humor es un arte de la inteligencia y la ligereza ayuda a pensar y a moverse mejor: Batman Lego, al igual que la película de Lego de 2014, dispara una cantidad altísima de ideas y chistes por segundo, tanto que a veces hay que esforzarse para seguirle el ritmo. El mapa de referencias es sobreabundante y algo exagerado, en la trama entra casi cualquier franquicia que pertenezca a Warner, ya sea El señor de los anillos, Harry Potter, King Kong o los distintos personajes de DC; el director asemeja un nene que pone a jugar juntos toda clase de juguetes diferentes. El relato funciona mejor en la primera parte, cuando se trabaja más con el miedo de Batman a formar una familia y con su pose de superhéroe como manera de lidiar con el problema (un rejunte de lugares comunes psicologístas que se ríen de las películas y de la historieta). Cuando el Guasón da inicio a su plan maestro para destruir Ciudad Gótica, la película descuida un poco su mundo y todo se vuelve una carrera agotadora de chistes, guiños y burlas dirigidas contra la narración clásica. A partir de ahí, Lego Batman muestra sus límites, su horizonte más bien escueto (algo parecido pasaba en Lego: La película, que del musical ambicioso del comienzo, se transformaba en un objeto más bien gris sobre la mitad y perdía el brillo del principio). La animación, sin embargo, sigue siendo un espectáculo que vale por sí mismo: salvo por el agua, el humo y algún otro elemento, todo en la película, desde un rayo gigante hasta un mar de lava, está recreado con fichas Lego, y si bien la técnica es digital, el trabajo puesto en las dimensiones, la luz y la textura de cada pequeña parte hace que todo parezca filmado, como si se estuviera ante un prodigio del stop-motion. Algunos gags se construyen sobre una notable aleación de montaje, elaboración de los planos y materialidad, como cuando Alfred le dice a Bruce Wayne que tiene que ir a una fiesta, y el millonario se niega mientras se arrastra por el piso y sube las caleras sin despegarse del suelo y haciendo berrinches. O cuando Batman regresa la baticueva y todo le devuelve el eco de su soledad: el silencio, el vacío de los encuadres o los pasillos mal iluminados de la mansión construyen la comicidad de la escena. Por otra parte, hay que decir que el doblaje se deja escuchar y hasta permite que varios chistes funcionen, aunque uno nunca llegue a olvidarse de que se está perdiendo las voces Will Arnett, Zack Galifianakis o el acento british de Ralph Fiennes. El argumento para justificar el doblaje en estos casos es que se trata de cine dirigido a un público infantil, pero en la sala (jueves a la tarde) había varios adultos sin niños, y es sabido que una buena parte de los seguidores de las películas y las series de Lego está formado por espectadores que jugaba con los Lego cuando era chicos (o sea: que son adultos ahora). Como si eso fuera poco, la película exige una atención y un conjunto de saberes sobre el cine y la cultura en general que interpelan a un público adulto: durante la proyección, me cansé de escuchar comentarios de nenes que no entendían nada de lo que pasaba (les preguntaban todo a los padres) y que casi nunca se reían con los chistes, incluso con los gags más físicos y menos complejos. La cuestión es saber si no se está clasificando como infantil una película que no lo es solo por una decisión mercantil (junto al de los jóvenes, es el nicho que más vende), y si en un futuro cercano será posible que los adultos y los jóvenes (los que pueden leer dos líneas de corrido sin perderse, al menos) tengamos la opción (alguna) de ver películas animadas en su idioma original.
Después de La gran aventura Lego, ahora es Batman el que tiene su propia película ensamblada. Y valió la pena el intento. Cada tanto aparecen películas que proponen visionados distintos, nuevos desafíos para el espectador. Cuando se estrenó La gran aventura Lego, nadie depositó expectativas, quizás por el vacío temático de estos muñequitos ensamblados. Sin embargo, desde la carencia de identidad, el filme relució un potencial furioso, convirtiéndose en un collage alucinado, un retorcimiento de lugares comunes dentro de una trama que aprovechaba la condición genérica de los juguetes para rearmarse cuantas veces quisiera. Los productores tomaron de esta perla a uno de los personajes secundarios, Batman, y le inventaron su propia película. Podría objetarse que le falta la virginidad de La gran aventura Lego, aunque también debe resaltarse que mantiene el libertinaje posmoderno que hizo tan especial al filme del 2014. Ya desde su inicio, una voz en off decreta la autoconsciencia cómplice que habilita un vale todo narrativo. De hecho, su guion es como un delgado y gigantesco bloque subterráneo que unifica infinitas piezas absurdas. Hasta su conflicto básico es un chiste: Batman no logra reconocer a un otro que lo defina existencialmente, manía filosófica que suele entorpecer los argumentos de DC. Así que este superhéroe de plástico no registrará ni al Guasón, ni a Alfred, ni a Robin. La disyuntiva del personaje es lo menos atractivo para una película majestuosa gracias a su colapso visual. No hay un solo fotograma desabrido; el diseño cromático viene saturado al límite, es un torbellino de neón. Esta rabia pictórica comulga con la furia mental del filme. Los chistes se suceden a una velocidad inusitada, en efecto de yuxtaposición. Es como si la parodia se parodiase a sí misma, desmontando la lógica una y otra vez para empezar de cero. El espectador hallará dos estados: o sorpresa perpetua o desconcierto nauseabundo. Quienes pacten con la soberbia kitsch del guión, obtendrán diversión en caída libre. Los restantes, aunque se mareen, también reirán, porque Batman Lego: La Película maneja códigos de humor múltiples. De su acumulación algún chiste prende por descarte. Resulta obligatorio ver la copia subtitulada con las voces de Will Arnett (Batman), Michael Cera (Robin), Zach Galifianakis (Guasón) y Ralph Fiennes (Alfred). Por el mismo frenesí del filme, sólo la fonética original logra adaptarse al complicado diseño sonoro. En su versión doblada, los diálogos desafinan, suenan muy impuestos para una película que calculó tan milimétricamente su locura.
Vídeo Review
Olvídense de Batman vs. Superman, y de varias de las últimas franquicias. Todo el cinismo, el absurdo y la incorrección política latentes en el personaje de DC explotan en esta maravilla animada, con un Batman miniaturizado como Lego que es pura ponzoña. El canadiense Will Arnett, un especialista en voces de animación, es en cierto sentido el mejor Batman de la pantalla (grande y chica). “He envejecido maravillosamente”, se jacta mientras un monitor muestra a las distintas versiones de Hollywood en formato regresivo, desde Ben Affleck hasta Michael Keaton, terminando en la versión panzona de Adam West –y a la luz de toda la bilis y el humor derramados en los minutos previos, sin duda que envejeció mejor–. Todo es ingenioso en Lego Batman: su llegada a la mansión en la Baticueva (después de batirse con toda clase de villanos y monstruos legendarios en composé de ladrillos, incluyendo a Godzilla y King Kong), el modo displicente (siempre con la máscara a cuestas pero –eso sí– con medio pecho al aire, en descanso doméstico) con que cocina en el microondas, la parsimonia con que se acomoda en su enorme microcine para ver una de Tom Cruise, sus risas y comentarios sobre la película, y, sobre todo, su peculiar relación con el Joker vociferado con igual genialidad por Zach Galifianakis. Este Joker ha puesto en vilo a Gotham City tan sólo dejando una bomba bajo el suelo, que desparramaría a la ciudad cual castillo de naipes (claro, es una ciudad armada con Lego); pero antes que la maldad, lo que distingue a este Joker es que se siente ofendido. ¿Cómo osó Batman a entreverarse con Superman? ¿Acaso no es él su peor némesis? Joker estaría dispuesto a desbaratar la operación tan sólo con el reconocimiento de esta primaria enemistad. “En 76 años, nunca me dijiste, ‘te odio’”, le reprocha, despechado, al hombre murciélago. Pero este Lego Batman es egocéntrico al extremo; se encogerá de hombros y, antes de ceder a un pedido, armará su liga junto a Robin (Michael Cera), Batgirl (Rosario Dawson) y su mayordomo Alfred (Ralph Fiennes, con acento inglés). No todo brilla como oro en la versión de Lego. Las batallas son remolinos, varias imágenes por segundo que vuelven difícil focalizar lo que está ocurriendo; es, sin duda, el absurdo lo que subraya la idea, pero en este caso falla. Los diálogos, las parodias, en cambio, son implacables. Atentos a eso, la película es una perla de animación para grandes y chicos (pero sobre todo para los primeros).
Animación y aventura repleta de adrenalina y buen ritmo para divertirse en familia. Si bien el Lego Batman es bastante disparatado, es por lejos muchísimo más atractivo y "humano" que el que interpretó Ben Affleck, más cercano a un...
Negro. Todas las películas importantes empiezan con la pantalla negra. Y música. Terrible, atemorizante musica que hace que los padres y los ejecutivos del estudio se pongan nerviosos. Y logos. Largos y dramáticos logos. Warner Bros. ¿Por qué no Warner Brothers?. No lo sé. DC. La casa que Batman construyó. ¿Qué?. ¿Superman? Vamos, hermano. Yo soy su kriptonita. Humm, no sé que hace RatPac pero ese logo es bien macho. Investigaré. Ok, prepárense para algo... como leer. "Si quieres hacer al mundo un mejor lugar, mirate a ti mismo y haz el cambio". Oh, nooo... Ah!. Lo dije yo. Batman es muy inteligente. También tengo unos pectorales enormes y 9 abdominales. Si, tengo un músculo extra. Ahora empecemos el filme. Hace tiempo que la Warner Brothers / DC Comics está intentando descontracturarse, sacarse toda esa costra dura y burocrática que le impide tener un masivo éxito de taquilla y critica en el cine de superhéroes y lo acerque mínimamente al podio imbatible que exhibe la Marvel / Disney hasta ahora. Primero hizo las paces con la icónica serie de Batman de 1966, permitiendo que Adam West y Burt Ward tuvieran un regreso animado (y con toda la gloria) en el universo DC (amén de zanjar diferencias con la Fox y habilitar la salida en video - luego de 50 años! - de la famosa tira); después se despachó con ese engendro a medio cocinar que es Powerless, una sitcom ubicada en el universo de los superhéroes y dispuesta a mofarse de ellos; y ahora habilitando esta versión cómica para la pantalla grande de uno de sus héroes mas venerados (aunque Lego ya venía poniendo al encapotado en varias de sus peliculas directas a video aunque, claro, estaba destinada al público infantil). Lego Batman: la Pelicula es un filme glorioso en mas de un sentido: no sólo es una comedia brillante sino que es una cinta escrita por (y para) amantes del personaje, quienes han respetado (y homenajeado) a cada versión existente del mismo (incluyendo los seriales de los años 40). Y, por si fuera poco, han tomado un tema central de Batman - su soledad, la ausencia de familia, el estoicismo de su acción heroica para camuflar el dolor que inunda su ser - y lo han tratado con una altura sorprendente. Es triste afirmar que éste es el mejor filme que DC Comics ha producido desde que Christopher Nolan clausurara la memorable trilogía de El Caballero de la Noche. Y de eso, claro, ya han pasado 5 años. Siendo una secuela de La Gran Aventura Lego, es inevitable compararla con ella. Lego Batman no es tan pulida e innovadora (muchos de los discursos sentimentales de Batman con el Joker se hacen eternos y redundantes) pero es mas sofisticada. Hay muchos chistes pensados para adultos y para fans del personaje. Si Lego: la Pelicula es la Misión Imposible: Protocolo Fantasma de la franquicia, entonces Lego Batman es Rogue Nation: una secuela igual de excitante, que no llega a la altura del original ya que no inventa la fórmula sino que la copia, y donde uno reconoce la maestría de los responsables de esto mas allá de un par de pifias menores. Honestamente la gracia del filme reside en verlo en versión original subtitulada. Es glorioso escuchar a Will Arnett diciendo burradas con el mismo tono de voz que Michael Keaton (hubiera sido fantástico reclutar al Batman original para parodiarse a sí mismo, ahora que está de moda). El otro que sorprende es Michael Cera, que hace de Robin ingenuo y festivo. Cada vez que dice "Patre" (en realidad es Padre en español, pero parece que sonara así) la risa es inevitable. Ralph Fiennes está increiblemente bien en el rol de Alfred, ya que mantiene el tono sin importar los idioteces que pasen en la pantalla. El resto está pasable - Rosario Dawson es bastante estoica como Barbara Gordon, Hector Elizondo pasa desapercibido como el comisionado, hay uno del elenco que se divierte imitando al Bane de Tom Hardy - y, desde luego, está Zach Galifianakis... quien llega con lo justo. Cuando habla está ok, pero su risa es olvidable. Definitivamente no es el mejor Joker que haya escuchado (¿estaba muy ocupado Mark Hamill para contratarlo?). El filme desborda de acción pero a veces toda esa parafernalia de efectos especiales termina por aturdir, ya sean las construcciones mutantes que se despacha Batman o las explosiones - todas hechas con ladrillos Lego -. Mención aparte son los sonidos de los disparos y explosiones, que los actores hacen con su voz (es ridículo escuchar a Arnett haciendo "pium! pium! bang!" cada vez que le dispara algo desde el Batimóvil). Cuando llega la acción, el filme va a dos mil por hora y se alterna entre excitante y mareante. Donde Lego Batman se desempeña mejor es en las escenas mas tranquilas. Ahí es cuando conocemos a este Batman - una especie de Johnny Bravo disfrazado; fanfarrón y un cretino de aquellos que vive mirándose los abdominales al espejo y está confiado en sí mismo al 110% - que, en la inmensidad de la mansión Wayne, comienza a sentirse solitario (come solo, se la pasa mirando Jerry Maguire una y otra vez). Las palabras del Joker le han tocado - "tu me completas!; reconoce que soy tu mas grande enemigo!" (el filme está plagado de citas de otros filmes de Batman, sean los de Burton o Nolan) - y, sumado a la nueva comisionada que quiere evitar las andanzas nocturnas ilegales del encapotado en su ciudad, todo esto termina por deprimirlo. Son esos cinco minutos diarios en donde ve la foto en donde está con sus padres justo antes de que los asesinaran, y en donde comienza a añorar lo que pudo haber sido - esa vida normal y familiar rodeado de cariño, y dedicado a cosas mas mundanas -. Sorprendentemente los momentos en que Batman habla de su soledad son conmovedores. Sea porque se le bajan los escudos, o porque Alfred y Robin le sacan el tema, lo cierto es que el personaje transmite tristeza. No sólo el libreto trata el tema con un gran sentimiento sino que la perfomance de Arnett termina por emocionar. Por supuesto el resto es pura locura. Sorprendentemente el filme prende mas de una vela al Batman de Adam West. El batimóvil tiene como bocina la tonada de la serie de 1966, el famoso repelente de tiburones está en la baticueva, está la foto de Batman intentando deshacerse de una bomba en un mal día, y hasta tenemos un grand finale con onomatopeyas saliendo de los golpes y patadas que Batman y Robin propinan a los malos (como diría Alfred "esa alocada época que vivió usted a mediados de los 60"). Por otro lado la banda sonora es genial y, cuando es instrumental, suena como un licuado de Danny Elfman, Neal Hefti y Batman Arkham en onda electrónica. Hay millones de "huevos de pascua" que aluden a filmes pasados de Batman, ya sea el "si vamos a ponernos locos, ¡pongámonos locos!" que gritaba Michael Keaton en 1989, hasta la colección de batimóviles que tiene el encapotado en la baticueva. Incluso el disfraz de batichica de Barbara Gordon es el mismo de Ivonne Craig de la serie de 1966. Honestamente no sé si el filme funciona tan bien para un neófito en el tema - por ejemplo, para un público de chicos de 10 años -. Uno se rie porque conoce todo lo que se ha filmado de Batman y sabe cuales son sus temas, pero como filme infantil me imagino que el 70% de los chistes le pasaran a los pibes a kilómetros de distancia por encima de su cabeza. Por otra parte, la pelicula cae en momentos sentimentales que son demasiado serios para los niños (no abrumadores pero sí aburridos). Lego Batman no es tan equilibrada como las cintas de Pixar (que operan en todos los niveles) sino que da la sensación de ser una parodia para adultos y fans a la cual le metieron cosas mas infantiles para camuflarla. El detalle, por ejemplo, de que en la Zona Fantasma estén los Daleks (esos tachos de basura alienígena que son parte esencial de la mitología del Dr Who), Lord Voldemort de la franquicia Harry Potter, King Kong, Sauron de El Señor de los Anillos y hasta el Kraken de Furia de Titanes (se ven que recolectaron todos los monstruos y villanos que tiene la Warner bajo su techo) es mas un chiste privado para los nerds que para los niños. Lego Batman: la Película seguramente se convertirá en un filme de culto para los adultos, y a los niños les venderemos las animaciones con ladrillos Lego. Al final de cuentas somos nosotros los que decidimos, pagamos la entrada y hacemos billonaria una franquicia supuestamente infantil. En todo caso es un brillante show nerd, plagado de delirantes referencias pop, que nos camuflaron en envase colorinche como para convencer a nuestros hijos de verla... aunque el público primario seamos nosotros, los adultos que adoramos a Batman en todas sus versiones y ahora estamos dispuestos a divertirnos con una versión cómica del mismo, tan brillante e imperdible como respetuosa e informada.
Todo lo que está bien en el mundo El personaje de Batman es mundialmente reconocido por todos, grandes y chicos, hombres y mujeres, lectores de comics y gente ajena al tema. Durante más de 70 años, el personaje ha logrado cautivar al público con su sentido de la justicia estricta, su oscuridad tanto estética como psicológica y su siempre eficaz inteligencia (por algo es llamado el mejor detective del mundo). El año pasado, el personaje se vio adaptado por Zack Snyder, quien si bien logro darnos un Batman decente, fallo como director al entregarnos un film mediocre. Pero siempre se puede dar una segunda oportunidad a una casa productora como es Warner, y a los creadores mismos del personaje, Dc Comics. Lego Batman: La Película (The Lego Batman Movie) nos introduce dentro de un aspecto muy interesante del encapotado: nos lleva a través de quien es Batman detrás de la máscara y como lidia día a día con la pérdida de sus padres y su miedo a que aquello le vuelva a ocurrir. Por supuesto Batman, al ser un superhéroe, debe ocultar todos estos sentimientos para no mostrar vulnerabilidad. Y es divertido como el director Chris McKay toma la popularidad del hombre murciélago para exagerarla y hacerlo ver como un héroe totalmente soberbio. Con Lego Batman: La Película, Dc demuestra que puede hacer las cosas bien. Quizás la película desborde de humor, a veces demasiado, pero hay que admitir que la mayoría de los chistes no tienen desperdicio. Tiene autorreferencias al mundillo del murciélago a través de los años, situaciones incomodas, humor irreverente y ridículo, y es bueno destacar que todo funciona a la perfección. Claro que todo el humor siempre está girando alrededor de la actitud de Batman, quien de alguna manera convence a Ciudad Gótica de que su presencia es totalmente necesaria y existencial para ella. A partir de esto surge la divertida actitud del personaje que parodia a la cultura popular y su sentir respecto a él mismo. Con este film, Dc demuestra que puede hacer las cosas bien, siempre y cuando se las tome con calma y sin forzar las cosas. Porque esta es una GRAN película, el nivel de animación, el arco del protagonista, la paleta de colores y el humor. Todo coordina perfecto para que Lego Batman: La Película se corone como una de las mejores películas del personaje, sin exagerar. Lego Batman: La Película abre con grandeza un año fílmico que promete bastante, y si así es como arrancamos no puedo más que estar emocionado por lo que vendrá.
Lego Batman Movie Amada por los fans y una sorpresa para otros Luego del gran éxito que fue el estreno de “Lego Movie” en 2014 y el impacto que ocasiono la aparición de Batman en dicha película casi al instante se confirmó una película individual del encapuchado en formato Lego. De esta manera en medio de las polémicas que genera entre fans y críticos el universo extendido DC llegó a los cines Lego Batman Movie orientada para el público infantil pero no dejando de lado al público adulto y por supuesto, un golpe directo al corazón de los fans. Esta película implementa en el argumento una fórmula que nunca falla y que todos deseamos ver: en primera instancia la fuerte aparición del Joker y su interacción con Batman, y toda la gran galería de villanos. Si bien la película tiene un argumento simple en donde vemos el típico ataque del Joker a Gotham City y todos los intentos de Batman por detenerlo, el film se sumerge en la relación de Batman con el Joker, en los dramas internos de Batman, su relación con Alfred y toda persona ajena a su mundo con mucho humor y algo de doble sentido. Siempre riéndose del mismo personaje, y homenajeando la historia de Batman a lo largo del tiempo. La película está repleta de referencias al mundo DC Comics y los chistes que son exclusivamente para los grandes hacen que Lego Batman valga la pena y termine con las piezas en su lugar. El doblaje en castellano es un tema aparte ya que nos perdemos de apreciar el nivel actoral en cuanto a las interpretaciones originales de Zack Galifianakis como El Joker, Will Arnett como Batman/Bruce Wayne, Chaning Tatum y Jonah Hill como Superman y Linterna Verde y Michael Cera como Robin/Dick Grayson… tendremos que esperar la versión en Blu ray para verla con sus voces originales. En pocas palabras “Lego Batman Movie” es una película que supo entretener a los más pequeños y cautivar a los fans, con mucho humor y un homenaje a la historia de un personaje tan querido como sus villanos. ¿Tendremos secuela? Puntaje: 8/10
Crítica emitida por radio.
El hombre murciélago en su mejor versión salva a Ciudad Gótica "Lego Batman" trata sobre las aventuras del superhéroe hecho de bloques de plástico para arruinar los maléficos planes del Guasón. Yendo de un disparate a otro y aprovechando la inimputabilidad de ser una parodia, la película es una joya entre los filmes de entretenimiento. El Batman de “La película de Lego”, que nos había sorprendido y hecho reír en 2014, regresa con película propia para salvar a Ciudad Gótica de los maléficos planes del Guasón, que se unirá a los villanos más temibles del mundo para vengarse del hombre murciélago. Si bien el film comienza con mucha acción y comedia, y Batman salva el día como es costumbre, todo cambia cuando le dice al Guasón, con el drama de una relación romántica, que él no significa nada en la vida del superhéroe. Comienza entonces una historia hilarante de venganza por despecho. El giro dramático de la historia lo tendrá la aparición de un huérfano que Batman, sin quererlo, termina adoptando y se interpondrá entre él y su misión de salvar al mundo. Yendo de un disparate a otro, valiéndose de su inimputabilidad por tratarse de una comedia animada hecha con bloques para jugar, “Batman Lego” resulta una joya entre los filmes de entretenimiento del año que comienza. Para todas las edades, para todo género, para todo el que disfrute sin culpas de reírse -incluso a carcajadas- durante dos horas. Incluso en clave de parodia, este Batman nos hace olvidar la mala versión de “Batman vs. Superman” de hace un año.