Una comedia romántica predecible, pero salvada por el carisma de sus intérpretes. La cuestión de la amistad entre el hombre y la mujer es una cuestión que está apareciendo con mayor frecuencia en las comedias románticas de los últimos años (cabe aclarar que esto no es novedad; ahem-When Harry Met Sally-ahem). Pero la innovación, si la hay se detiene ahí mismo, en su premisa, porque luego inevitablemente cae en todos y cada uno de los lugares comunes que han acompañado al género desde su surgimiento. Lo disfrutable, lo atractivo, está en el carisma y la empatía que pueda llegar a aportar el aspecto interpretativo, que es precisamente el caso de Solo Amigos. ¿Cómo está en el papel? what_if_xlgHa pasado un largo tiempo desde que Wallace (Daniel Radcliffe, Harry Potter) ha dejado la escuela de medicina a causa de haber agarrado a su novia in fraganti con un profesor. En una fiesta organizada por su mejor amigo, conoce a Chantry (Zoe Kazan, Ruby Sparks), obviamente pegan onda y obviamente hay un obstáculo: la señorita tiene novio y lleva conviviendo con él desde hace mas de cinco años. Así que Wallace decide ser su amigo, y en el proceso experimentaran muchas cosas entre los dos y se conocerán con una intimidad casi cercana a la de una relación. Lector, es bastante probable que al leer el argumento pueda prácticamente anticipar el final de la película, y no se equivocaría con su predicción si la hiciera. Pero esta película compensa esa predictibilidad con la idiosincrasia de sus personajes. Las situaciones cómicas están bien construidas, pero llegan a funcionar de todo por la idiosincrasia que impregna a los personajes ya desde la primera pagina. Es su única gran ventaja y la utilizan con sobriedad; llegando con los puntos justos a buen puerto. Un dato al pasar: Se nota que esta película recibió dinero irlandés, porque la escenas filmadas ahí —con la salvedad de una— no pinchan ni cortan al entramado de la peli como un todo. Si se las sacaba la trama podía avanzaba igual. ¿Cómo está en la pantalla? solo amigos 2Por el costado técnico, Solo Amigos no tiene nada que criticar ni nada que admirar; es una de esas películas donde lo interpretativo es rey ya desde el guion, y siendo así los excesos técnicos estarían de más. Cabe destacar que hay un buen uso de la música y el uso de la animación en algunas secuencias es decente en su elaboración, pero efectista en su inserción. El costado interpretativo es lo que más brilla en Solo Amigos. Daniel Radcliffe está creciendo muchísimo desde Harry Potter y aquí se nota. El carisma y la construcción de personaje que lleva a cabo este muchacho es notable. A pesar de su cinismo, se gana al espectador desde el vamos. Zoe Kazan, por otro lado, construye un personaje decente desde lo interpretativo y logra darle un poco mas de dimensionalidad al personaje de lo que el guion parecía ofrecer en un principio. Aunque por separado se desempeñan bien, es la química entre ambos intérpretes lo que hace a la película llevadera. Conclusión Con un guion predecible pero decente, Solo Amigos se hace llevadero gracias al carisma y la química de sus actores. Si queres una peli para ver con tu chica o chico, o ver como progresa Radcliffe en su carrera actoral tal vez quieras darle una mirada. Tal vez. Si la elegís, mal no la vas a pasar.
Solo Amigos? es una entretenidísima película, con mucho encanto y realismo, para público de cualquier edad. El guión tiene un excelente ritmo y todos los buenos clichés del género como para enganchar desde la primer escena a todos los románticos y a los que gustan de la típica historia rosa, pero encantadora, bien construida y con un tinte muy...
Una cuestión terminológica. Quizás la mayor faena de la comedia en general, ya no sólo contemporánea, es tratar de reciclar las mismas estructuras de siempre para aportar una mínima frescura narrativa que permita la aparición de unas sonrisas -a veces- escurridizas. Esa bendita “suspensión de incredulidad”, de la que tanto se vanaglorian la crítica y el público al momento de sopesar a los representantes de otros géneros, también se aplica a la farsa, su arquitectura y el cúmulo de leitmotivs que la apuntalan. Si hay una característica que sí ha marcado las últimas décadas es la recurrencia a latiguillos fatuos y groserías de distinta índole, siempre en consonancia con un regreso a los moldes más tradicionales del relato cómico y los chistes. Ahora bien, indudablemente la comedia romántica ha sufrido en demasía este dualismo, léase la falta de originalidad acompañada por una bastardización del contenido. Salvo excepciones como la reciente ¿Puede una canción de amor salvar tu vida? (Begin Again, 2013) o el neoclásico 500 Días con Ella (500 Days of Summer, 2009), lo que prima son las buenas intenciones que terminan yéndose a pique vía engranajes marchitos, novedades inexistentes y facilismos de todo tipo. ¿Sólo Amigos? (What If, 2013), la última realización de Michael Dowse, un especialista en bufonadas de medio pelo, cae en muchos de los problemas del mainstream actual, entre los que se destaca una pose cínica e inconducente. Para aquellos que no lo sepan, vale aclarar que estamos ante otro de los intentos de Daniel Radcliffe en pos de despegarse de Harry Potter y demostrar que puede desarrollar una carrera de “actor serio”; los ensayos anteriores fueron La Dama de Negro (The Woman in Black, 2012), Kill Your Darlings (2013) y la aún inédita Horns (2013). Nuevamente el título en castellano deja poco a la imaginación y dilapida la premisa central de la película, vinculada a un dúo de amigos y la posibilidad de que la relación pase a mayores: a pesar de que Chantry (Zoe Kazan) tiene novio y Wallace (Radcliffe) viene de una mala experiencia de pareja, entre ambos surgirá un cariño que se irá profundizando con el correr del tiempo. Aquí se dan cita todos los clichés esperables: tenemos al secundario piola que aconseja al protagonista sobre la conquista, un viaje al exterior del partenaire de Chantry para que Wallace pueda “avanzar”, una bromita que fuerza la intimidad, histeriqueo de ocasión y una buena andanada de diálogos bobos con vistas a que no decaiga el “tono canchero” de la propuesta. La química entre Kazan y Radcliffe, cierta autoconciencia indie del personaje del segundo y la inclusión de segmentos animados y detalles de humor físico mantienen a flote al convite e impiden el descenso hacia el tedio total. Las disquisiciones terminológicas sobre “amistad” y “noviazgo” conforman el núcleo conceptual más interesante del film…
Harry Potter se enamora... Con una historia sencillita pero bien ejecutada, la comedia indie canadiense Sólo amigos? (What if, 2013) se esmera en responder la siguiente pregunta cosmo: ¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer? Aquí, el film consigue diferenciarse de otros miles de bodrios del estilo, al utilizar una estética indie visualmente encantadora, y evitar caer en lugares comunes, (aunque en más de una ocasión pega en el palo). Wallace (Daniel Radcliffe, más conocido como Harry Potter) es un estudiante de medicina a quien acaban de romperle el corazón y que abandonó sus estudios para remplazarlos por un trabajo que detesta. Chantry (Zoe Kazan) es animadora gráfica y está en pareja desde hace más de cinco años con Ben (Rafe Spall). Cuando un amigo en común los presenta en una fiesta, ambos tomarán la decisión de empezar una amistad, que por supuesto, no será del todo sincera. En este tipo de películas, en donde un tercero intenta de algún modo romper una relación ya consolidada, el novio suele caracterizarse por ser un sujeto abominable y machista, y el “amigo” se beneficia al encontrarlos en medio de una crisis de pareja (podemos citar el caso de Bradley Cooper en Los Rompebodas por ejemplo), pero en Sólo amigos?, Ben es un hombre común y corriente y su relación con Chantry se muestra sólida, sin encontronazos ni conflictos de ningún tipo, dando a entender que Wallace no tendrá una tarea fácil por delante. Como mencionábamos antes, hay momentos en donde la película pareciera estar a punto de caer en el estereotipo (como en la escena en donde Wallace hace su discurso como Best man, o cuando acompaña a Chantry a buscar un vestido sexy), pero para nuestra sorpresa nunca llega a caer en él, tratando de buscar un escape un poco más original a lo que el espectador podría esperar de las dos situaciones enunciadas: en el primer caso, la vergonzosa declaración de amor en público, y en el segundo, el típico momento de perplejidad del protagonista ante la belleza de la chica. Quizás ella es un poco demasiado dulce y un poco demasiado inocente, y por momentos Wallace deja de ser divertido para hacerse el divertido, pero más allá de esto, la química entre ambos funciona, logrando buenos momentos que van acompañados de un guión en posesión de algunos diálogos y escenas divertidas. Otra característica a destacar, es la infaltable presencia de los mejores amigos que aconsejan, y que en este caso es muy acertada gracias a sus intérpretes, Megan Park (Charlie Bartlett), Mckenzie Davis (Las novias de mis amigos) y Adam Driver (Girls, TV show). Es indiscutible que la hermana de Chantry y la pareja de recién casados, aportanlas secuencias más cómicas, en especial Adam, que si bien cumple exactamente el mismo rol que en la serie Girls, a nadie le importa, ya que este es sin dudarlo, uno de los personajes más extravagantes y divertidos de la TV, y genera un contraste muy simpático con el introvertido de Wallace. En fin, Sólo amigos? lejos está de ser la película del año, pero para quienes disfrutan de las comedias románticas dulzonas, esta cumplirá las expectativas e incluso aportará algo nuevo a la mesa.
Las reglas del amor Después de un postergadísimo estreno, al fin llega a los cines esta comedia romántica. La historia de What if… o ¿Sólo amigos? es muy simple: Una noche durante una fiesta Wallace (Daniel Radcliffe) conoce a Chantry (Zoe Kazan), la prima de su mejor amigo. Casi instantáneamente surge la buena onda entre ellos y bromas van, bromas vienen, pasan toda la noche hablando. Luego el se ofrece a acompañarla a su casa, por lo que pasan varias cuadras conversando. Antes de despedirse ella le propone seguir viéndose…como amigos; y agrega que por tener novio -con quien convive hace cinco años- se le dificulta hacer nuevos amigos. Ante esta fugaz declaración las expectativas amorosas de Wallace quedan automáticamente anuladas. Sin embargo las casualidades y causalidades los vuelven a reunir, y poco a poco ambos comienzan a pasar más tiempo juntos, ya sea para ir al cine, mantener videoconferencias por internet, hablar de cosas insólitas, salir a comer juntos, o bien realizar caminatas eternas por la cuidad. De esta forma, casi sin quererlo -pero sin poder evitarlo- los sentimientos de Wallace por la bella Chantry crecen cada vez más, mientras que ella comienza a confundirse y a sentir que la delgada línea que separa a la amistad del amor, es cada vez más pequeña. Obviamente la historia que presenta esta película se ha contado mil veces -su antecedente más recordado seguramente sea When Harry Met Sally- y desde ese punto de vista, ¿Sólo amigos? no innova demasiado, y cae en todos los lugares comunes de las típicas comedias románticas. A pesar de eso, el toque de originalidad, o el plus está por un lado en los toques cómicos del guión, y por otro en el encanto de ambos personajes, y en el carisma que plasman en la pantalla; además de una gran interpretación de la siempre genial Zoe Kazan, no así de Radcliffe, que pareciera no moverse con tanta soltura dentro de este género cinematográfico. En definitiva el film resulta una película “para pasar el rato” y no más que eso.
Una inflexión más de la formula chico-conoce-chica. ¿Sólo Amigos? no esconde nada, ya en pocos minutos tenemos a un perdedor, Wallace (Daniel Radcliffe), recientemente dejado por su novia y desorientado en una fiesta organizada por su mejor amigo Allan (Adam Driver), en la cual conoce a una chica extrovertida, Chantry (la adorable Zoe Kazan). Como suele suceder, el camino del “héroe” de estas comedias románticas no es recto y limpio, sino más bien oblicuo y plagado de obstáculos. El primero de ellos es que Chantry tiene novio, lo único que le queda a Wallace es ser el amigo de la chica y esperar la oportunidad. Viajes (la coproducción con Irlanda seguramente exigía la presencia de una locación de ese país), decisiones laborales trascendentales y situaciones afectivas inestables se barajan en la progresión de esta historia. Aquí el dueto principal no funciona, circunstancia representada por un Daniel Radcliffe algo insulso y casi opacado por el histrionismo justo de Zoe Kazan; y para peor, la química entre ellos ante la cámara es inexistente. El único remedio para esta falencia es la presencia de Driver y de su pareja ficcional, Mackenzie Davis: ambos conforman esa pieza fundamental en este tipo de fórmulas genéricas, es decir, la de la pareja amiga que rodea a la pareja principal. Mientras Wallace se regodea en su presente oscuro en el amor, la historia pisa cada baldosa de lo que se comprende como “comedia romántica”. Si algo nos demuestran los géneros es que la repetición de las estructuras no basta para atraer al espectador, más bien es la suma de eso y de las particularidades de cada caso, lo que incluye una dupla actoral carismática, una puesta en escena que se apropie de un espacio y el timing preciso de montaje (situaciones, diálogos, etc.). En ese aspecto está la falla más importante de ¿Sólo Amigos?, que se vuelve más monótona en el último tramo, cuando se despliega algo de drama. El realizador Michael Dowse parece preocupado por exponer la vida de la clase media canadiense, un pequeño contexto que no por lindo logra alzar la frazada bien alta para tapar los baches actorales o los lugares comunes que se repiten sin pudor. Tan solo funciona la gracia de Kazan para interpretar un puñado de diálogos ácidos e ingeniosos (algunos de ellos se aprovechan del patetismo del pobre Wallace). Si al terminar la proyección a alguno le queda rebotando en la cabeza la premisa de la historia, se dará cuenta que no existía nada que augurara una película entretenida ni mucho menos con rasgos relevantes.
Hace mucho tiempo que no disfrutaba una comedia romántica de la misma manera en la cual disfruté este estreno. Resulta que ¿Solo amigos? -cuyo real y más atinado título es What if pero que lamentablemente su traducción literal (Que tal si) no explica el concepto de lo que se quiere decir- es un verdadero placer a pesar de todos sus clichés. La fórmula “chico conoce a chica” está agotada por más que se le agregue que una de las partes ya está en pareja y que la relación nueva que se forma es de amistad (cosa que tampoco es novedad), pero está tan bien contada y manejada por una dupla con demasiada química que poco importa si es algo repetido. El director Michael Dowse ya había probado en Take me home tonight (2011) que sabía manejar el romance, el humor y la amistad, y aquí apuesta todo en un Daniel Radcliffe que se desprende de manera muy sólida de Harry Potter para convertirse en un joven entrañable, de aquel que uno sería amigo y que, cuando se cruza con Chantry, una excepcional Zoe Kazan, es imposible que no se enamore tal cual le sucederá al espectador con ella. De repente el público se encuentra tan inmerso en esa pareja que le va a ser muy difícil no reír y/o emocionarse con la misma. Más aún si hay cinéfilos en la sala que tengan un gusto particular por la joya de culto de Rob Reiner The Princess Bride (1987). ¿Solo amigos? Es una película que logra transmitir sentimientos y eso es algo innegable. Incluso si uno va sin pareja a ver la película tendrá que hacer un gran esfuerzo para reprimir las ganas de agarrar de la mano a la chica que se le sentó al lado. Que una comedia romántica pueda causar eso dentro de las propuestas que llegan últimamente es decir muchísimo. Si quieren amar y enamorarse en el cine vayan a verla.
Cuando Wallace (Daniel Radcliffe) conoce a Chantry (Zoe Kazan) en una fiesta, en la que no quería estar porque aún no logra superar la separación de su última pareja, cree que finalmente su suerte puede cambiar. Pero no. Porque en "Solo amigos" (Canada, 2013), de Mike Dowse, si el cambio se hubiese logrado el periplo amoroso entre ambos solo hubiese modificado una estructura que no podría contenerlos y que sólo en el transcurso de la narración termina de cerrar un círculo casi perfecto entre ambos. Con varios puntos en común con "500 días con ella" y una idea descontracturada sobre el significado de los filmes románticos (el bagaje está presente en cada frase y diálogo de la película), la cinta suma, para potenciar la trama, elementos de realismo mágico y animación. El pesimismo de Wallace (Radcliffe) se contrapone al optimismo de Chantry (Kazan) y entre ambos se construye una historia de idas y venidas amorosas con afirmaciones que construyen un universo personal y particularísimo en el que los detalles forjarán el sentido necesario para sostener la acción de esta comedia. Café/vino/caminatas/charlas/dibujos van conformando la cosmogenia sobre la que la pareja de “amigos” irán relacionándose, muy a pesar de Wallace, flechado por la joven pero que respeta a regañadientes el espacio y lugar de amigo que Chantry le asignó, imposibilitándole alguna esperanza de relacionarse de otra manera con ella. De perdedor que asume algo que no acepta, Radcliffe compone con grandeza el papel que Dowse le otorga y logra, una vez más, superar el estereotipo con grandes dosis de histrionismo (en “La dama de negro” también pudo hacerlo) generando identificación y empatía con su actuación. En esto de “resignarse” de Wallace obviamente no habrá mucho tiempo ni lugar que pase sin que intente, muy a su pesar suyo, transgredir el pedido de Chantry, por lo que la acción de la cinta se complicará cuando asuma su rol activo como “conquistador” de la joven y la siga hasta donde ella vaya para confesarle su amor. “Solo amigos” responde a un nuevo esquema de comedia romántica en el que es más importante el cómo se dice algo que aquello que se dice, explorando algunos puntos relacionados a hábitos o costumbres de los protagonistas que más tienen que ver con consumos y gustos personales (frituras, el sándwich perfecto) pero que afirman la personalidad de los personajes. En este esquema es importante el carisma y la interpretación de sus protagonistas, y si bien, volviendo a comparar con “500 días…” Radcliffe y Kazan no son Gordon Levitt y Deschanel, responden con oficio a la idea de estos amigos que sin decirse lo que realmente sienten van armando una red de detalles que los mantiene unidos sin acercarse sexualmente. Simpática y entretenida.
Comedia romántica tras los pasos de Harry y Sally Si esta película no se empeñara tanto en intentar acercarse de todas las maneras posibles a la decana de las "comedias románticas de amigos", la decepción que produce tal vez pasaría más inadvertida. Después de todo, a pesar de buscar hacernos pensar todo el tiempo en Cuando Harry conoció a Sally, la historia de Wallace y Chandry tiene bastante encanto por sí misma. Él, un estudiante de medicina con el corazón roto y una actitud más que cínica sobre el amor, la conoce a ella, una tierna animadora con la que enseguida congenia lo suficiente como para dejar de lado la amargura que lo acompaña desde que su antigua novia lo engañó. El problema, claro, es que Chandry tiene un novio del que está enamorada y su interés en Wallace es meramente platónico. Así se plantea el dilema: ¿es posible, o incluso aconsejable, llevar adelante una amistad sobre esas bases? La respuesta no importa tanto como el desarrollo del relato, en el que Wallace y Chandry empiezan a pasar mucho tiempo juntos y las líneas divisorias empiezan a ser cada vez más borrosas, al menos para él. Con más de un guiño tomado de (la mucho más interesante) 500 días con ella, ¿Sólo amigos? se despega del montón de películas románticas que no consiguen dar con la elusiva fórmula del éxito gracias a su elenco. Daniel Radcliffe le aporta a Wallace toda la energía nerviosa y la sensibilidad que el personaje requiere, mientras que Zoe Kazan logra contener el exceso de dulzura de Chandry. Aunque el que se roba cada escena es Adam Driver, como el siempre necesario mejor amigo del protagonista.
Una comedia simpática En el universo de films que se centran en la imposibilidad de la amistad entre un hombre y una mujer, ¿Solo amigos? sería algo así como un planeta chiquito o apenas un satélite. Sin embargo, será un astro pequeño o un planetoide, pero tiene una luz propia, continuando con la metáfora cósmica. Wallace (Daniel Radcliffe) viene golpeado después de que su novia lo engañara y abandona sus estudios de Medicina y se flagela con un trabajo mediocre, mientras que Chantry (Zoe Kazan) trabaja como animadora gráfica y está más o menos bien con su novio Ben (Rafe Spall). Wallace y Chantry se conocen en una fiesta y comienzan una amistad llena de malos entendidos, supuestos y claro, el enamoramiento que surge inevitable aunque los protagonistas no lo quieran reconocer. La pregunta es qué harán los personajes y la película con eso. Después de la experiencia ineludible de Harry Potter, Daniel Radcliffe emprendió la titánica tarea de despegarse de la saga del niño-adolescente mago. Así probó con el terror clásico en La Dama de Negro, visitó a la Generación Beat y fue Allen Ginsberg en Amores asesinos y ahora llega a la comedia romántica en plan Woody Allen británico –un poco torpe, un poco perdedor– de la mano del director canadiense Michael Dowse. Así, cuidadosamente, ¿Sólo amigos? muestra todos los mojones de este subgénero de la comedia romántica y los va sorteando con inteligencia. Wallace es el atormentado candidato que le promete sólo amistad a Chantry, que tiene una relación estable con Ben, un buen tipo que no se merece que le soplen la novia. Desde este lugar incómodo es que el héroe de la historia tiene que trabajar, aun cuando no lo reconoce, para ganarse a la encantadora Chantry, con tantas dudas como principios inquebrantables sobre la pareja, el trabajo y el futuro. Con muchos de los tips del cine independiente americano, sólidos secundarios –buen trabajo de Adam Driver, el de la serie Girls–, leve, fácil de ver, ¿Sólo amigos? es simpática, agradable e inofensiva. Un producto tan calculado como bien hecho.
Quienes son fans de Harry Potter, siempre van a apoyar las pelis de Daniel Radcliffe, y bien que lo hacen, porque es un actor que apuesta a personajes interesantes, una y otra vez. "¿Solo Amigos?" tiene un guión super ingenioso y una historia que tranquilamente puede pasarte en la vida real... bueno, ¿a quien no le pasó de enamorarse de una amiga/amigo? Grandes conversaciones (sin dudas lo mejor de la historia), decisiones y buena música acompañan a este elenco de jóvenes talentosos en una comedia romántica que tiene muchos momentos inolvidables. Sencilla pero para tener en cuenta si lo que buscas es pasar un excelente momento en el cine.
Cuando Wallace conoció a Chantry Wallace (Daniel Radcliffe) no está pasando por su mejor momento, acaba de abandonar la carrera de medicina, su novia lo engañó, y ahora vive con su hermana y su sobrino dedicando sus días a lamentarse sobre lo mal que lo ha tratado la vida. Pero como sucede en estas historias, todo cambia cuando uno menos lo espera. En la fiesta de un amigo, y de forma casual, Wallace conoce a Chantry (Zoe Kazan), la química entre ellos es instantánea y no paran de hablar durante toda la noche, tienen una visión similar del mundo que los rodea, muchas cosas en común y un sentido de la ironía con el que construyen diálogos muy entretenidos para el espectador. Todo sería perfecto si no fuera porque Zoe vive con su novio, y tienen una hermosa y estable relación, por lo que Wallace se ve obligado a ocupar el puesto de amigo, el único disponible. Los amigos la pasan realmente bien juntos, cada salida no hace más que reafirmar todo lo que tienen en común, Wallace sabe que quiere algo más, pero para Zoe es más complicado, por lo que la pareja se tambalea entre dudas, tensión sexual y negación mientras que cada día la pasan mejor juntos. La historia es predecible, pero está bien construida, no es pretenciosa, y trabaja sobre esa formula clásica de amigos que se vuelven más que amigos, con un buen guión, y especialmente buenos diálogos, cargados de ironía, y una pizca de cinismo aportada por su melancólico protagonista. En cuanto a la estética hay un clima indie que recorre toda la historia, la protagonista es ilustradora, lo que se aprovecho para mezclar algunas imágenes animadas que reflejan el animo de su creadora, y la ciudad de Toronto, donde transcurre la historia, es un buen escenario. Tanto Radcliffe como Kazan sostienen la historia con su carisma y sus muy buenas interpretaciones, y en cuanto al resto de las actuaciones son destacables las de Adam Driver y Mackenzie Davis, quienes componen a una pareja desestructurada que acompaña a los protagonistas.
Una simpática comedia sobre amigos que nacieron para estar juntos pero tardan una película (y muchos años) en darse cuenta. Simpáticos Daniel Radcliff y Zoe Kazan.
Dos a quererse (obvio) Michael Dowse dirigió hace un par de temporadas una película enorme llamada Goon. Inédito en estos pagos, el film seguía el derrotero de un jugador de hockey sobre hielo sin demasiadas bondades técnicas, pero con un corazón enorme. El resultado era una propuesta violentísima, sucia y de una carga humanista inhabitual para el género deportivo. Dos años después, el cineasta canadiense se despacha con una comedia romántica demasiado tradicional como ¿Sólo amigos? El film abre con Wallace (Daniel Radcliffe) en el techo de su casa escuchando un mensaje con la voz de su ex novia, con quien había cortado un año atrás. No pasa demasiado tiempo hasta que conoce a Chantry (Zoe Kazan) en una fiesta. La buena onda es instantánea, pero ella tiene pareja, obligándolo a él a hacerle el cuentito del mejor amigo. A partir de ahí, inician una relación cuyo desenlace se ve a mil kilómetros de distancia. Pero la previsibilidad no es un problema. Sería un error reclamarle a una propuesta leve y efímera como ¿Sólo amigos? el descubrimiento de una nueva fórmula cinematográfica. Basta recordar el caso reciente de ¿Puede una canción de amor salvar tu vida?, que partía de intenciones similares y, sin embargo, terminaba definiéndose como un producto mucho más redondo. La clave del fracaso de ¿Sólo amigos? está en la falta de química entre los actores, su carencia de gramaje, su falta de dobleces, factores que terminarán redundando en un vínculo carente de progresión. Y se sabe: sin empatía no hay comedia romántica que funcione.
DANIEL RADCLIFFE sigue creciendo como actor, y en esta película demuestra que puede plagar a sus personajes de muchísimos matices. El ex HARRY POTTER construye un personaje carismático, empatico y sobre todo creíble. La enorme química con su pareja de pantalla (ZOE KAZAN) sin dudas ayuda a tal faena. Cada vez que comparten escenas, estas se sienten naturales y cautivantes. El guión del filme cae en algunos clichés del género, pero nunca pierde el espíritu cautivante de las comedias románticas independientes.
Comedia romántica, tradicional y desangelada El antecedente más próximo del director Michael Dowse es una joya desconocida en estas tierras llamada Goon. Estrenado en un puñado de países a comienzos de 2012, ambientado en el marco de un deporte desconocido en la Argentina (el hockey sobre hielo) y con un par de rostros reconocibles pero no reconocidos ni mucho menos prestigiosos (Sean William Scott, Liev Scheider, Jay Baruchel, Eugene Levy), el opus seis del director canadiense es uno de los mejores films deportivos de los últimos años. Esto no sólo por su capacidad para aprehender cinematográficamente la esencia del juego, sino también porque ensucia las coordenadas simbólicas del género –ética, perseverancia, autosuperación– a fuerza de una oscuridad fibrosa, física y violenta, sin que esto implique una despreocupación por la suerte de sus personajes. Había razones, entonces, para esperar que su película siguiente volviera a construirse sobre la premisa de subvertir los códigos narrativos preestablecidos. Pero no: ¿Sólo amigos? arranca como una comedia romántica tradicional y desangelada a la que le sigue... una comedia romántica tradicional y desangelada. La traducción local del mucho más elusivo What if (“Qué pasaría si...”) recorta el marco sobre el cual podrían desenvolverse los protagonistas, circunscribiendo aquella infinidad de potencialidades a una respuesta invariablemente cerrada y, claro está, previsible. Lo que no representa un aspecto necesariamente negativo, ya que, como señalara la reciente El amor y otras historias, en este tipo de películas importa menos el desenlace que el recorrido previo. Siempre y cuando el primero sea consecuencia de lo segundo. ¿Sólo amigos?, en cambio, avanza sobre las bases de un vínculo carente de progresión, con una pareja protagónica marchando rumbo a un destino común inexorable. Porque no bien esa pobre alma en pena que es Wallace (Daniel Radcliffe, gélido e inexpresivo como nunca) conozca a Chantry (Zoe Kazan, ojazos de animé estilo Emma Stone) y se lleven bárbaro, compartiendo risas y complicidades en una de esas fiestas en amplios departamentos que sólo pueden suceder en el cine, se sabrá que no habrá conflicto capaz de interponerse entre ellos. Ni siquiera el novio de ella o la compungida timidez de él. ¿Sólo amigos? no es la primera ni la última película en cuadrarse ante una fórmula popular y probada, pero el muestreo retrospectivo marca que aquellos que sobrepasan la medianía lo hacen gracias a la creencia en el poder de empatía de los personajes y en su capacidad para hacerlos trascender la pantalla a través de sus aristas emocionales más auténticas. Como ejemplo, ver si no la reciente ¿Puede una canción de amor salvar tu vida?, otra comedia romántica planteada desde un interrogante, que conseguía disfrutarse gracias al oficio de Keira Knightley y Mark Ruffalo para interpretar seres humanos. Aquí, el pulso inseguro del realizador canadiense le impide relajarse sobre las espaldas de Radcliffe y Kazan, atándolos demasiado a los parlamentos de un guión más herrumbroso que de hierro y esfumando cualquier posibilidad de cercanía con el espectador. Así, no hay comedia romántica que funcione. Mejor que Dowse vuelva a los deportes, que le sientan tan bien.
Chico conoce chica Las comedias románticas que parten del encuentro amoroso entre dos seres de distintos sexo que eran amigos tienen, desde Cuando Harry conoció a Sally… un mojón arduo de mejorar. Y ¿Sólo amigos? comparte ese encuentro, pero como sus personajes son de edades diferentes a los de aquel filme se permite un humor algo soez, y también apunta a un público más joven que el de aquella genial comedia con Billy Crystal y Meg Ryan. Y no es que Daniel Radcliffe, que ya se sacó definitivamente la capa de Harry Potter, y Zoe Kazan (nieta de Elia) no compongan una linda parejita… de amigos que empiezan a enamorarse. Wallace conoce a Chantry en una fiesta, pegan onda y la acompaña a la casa. Antes de despedirse, ella le blanquea que tiene novio. Y él hace como que no le importa. Como todas las comedias románticas, llega un punto en que la trama necesita tomar un giro hacia lo dramático, y la secuencia chico conoce chica/ se enamoran/ se pelean/ vuelven a estar juntos, tiene que tomar necesariamente otro aspecto, porque aquí hablamos de dos personajes que estarían parejos. Una pareja despareja. En lo que el realizador Michael Dowse es equivalente es en darle a Wallace y Chantry momentos jocosos o emotivos. También, hace que descansen en personajes secundarios que pueden robarse, si no la película, al menos algunos momentos. Eso pasa con Adam Driver (Balada de un hombre común), aunque la “tensión” romántica no debería perderse entre los protagonistas. Radcliffe ya ha demostrado que es un buen actor, creció y no necesita una comedia para probarlo, pero en un registro alejado al que nos tenía habituados no sólo no desentona sino que es hasta, por momentos, comprador. La adaptación de esta obra teatral al cine es clásica, por lo que la puesta en cámara aprovecha los diálogos. Ligerita pero entretenida.
Una simpática comedia sobre las dificultosas relaciones platónicas Para Daniel Radcliffe, lo mas difícil es y seguirá siendo mantener una carrera después de haber interpretado casi exclusivamente al brujo adolescente más famoso de todos los tiempos. Una buena decisión post Harry Potter fue el excelente film de terror de la nueva Hammer Films, "La dama de negro", que le dio su primer papel adulto en un marco mucho más dark y aterrador que el de su famosa saga. Pero eso no sirvió para que la carrera de Radcliffe realmente despegue, y ahora se mete de lleno en una comedia romántica sobre amores imposibles y relaciones platónicas, que de algún modo podría describirse como una especie de "Cuando Harry conoció a Sally" pero de estilo más juvenil. Radcliffe interpreta a un chico un poco reservado que no ha tenido demasiada suerte en el romance, hasta que encuentra a la que parece ser la chica perfecta (Zoe Kazan, buena actriz, linda y muy carismática) y todo parece andar de maravillas hasta que ella menciona la palabra novio. Es que ella ya tiene un novio y el protagonista no es la clase de tipo que va a seducir a una chica que ya tiene pareja, por lo que ambos acuerdan, casi como en un trato de negocios, ser amigos. La dificultad de las relaciones platónicas, sobre todo si una de las partes en realidad espera que al final esa relación redunde en otra cosa más completa, es el tema que el director Michael Dowse maneja bastante bien, aunque por terrenos bastante familiares. Si bien la originalidad no es precisamente el fuerte de "¿Sólo amigos?" hay que reconocer que la película es divertida, con un par de gags que hacen reír, y sobre todo cuenta con un elenco juvenil de intérpretes no muy conocidos que hacen un buen trabajo. Si "¿Sólo amigos?" va a convertir a Daniel Radcliffe en un galán totalmente alejado de la hechicería es algo que no se puede saber, pero al menos sirve para darle un cambio de aire a su carrera, y lo cierto es que el actor cumple muy bien su papel en esta pequeña pero simpática comedia.
En un género donde prácticamente se han probado todas y cada una de las fórmulas posibles, y el éxito o fracaso depende de la química de sus protagonistas, estamos ante un éxito rotundo. Wallace (Daniel Radcliffe) y Chantry (Zoe Kazan) nos obsequian una encantadora historia romántica que salvando las diferencias puede ocurrirle a cualquiera. ¿Sólo Amigos? (What If) explora lo complejo de las relaciones humanas y lo maravilloso que es enamorarse a pesar de las circunstancias y las dificultades de la vida. Todo comienza en un tejado, en el que Wallace, luego de un año, elimina un mensaje de voz de su ex novia. Inmediatamente, en una fiesta conoce a Chantry, prima de Allan, amigo y anfitrión de Wallace. Después de acompañarla a su casa, conseguir su número telefónico y enterarse que lleva conviviendo un largo tiempo con su novio Ben, Warren decide no llamar y seguir adelante. Pero como no podía ser de otra manera, vuelven a encontrarse en la proyección de La Princesa Prometida (The Princess Bride) y ahora sí, honestidad de por medio, empiezan a formar una amistad… O quizás algo más. En honor a la verdad, no encontraremos elementos novedosos o vueltas de tuerca inesperadas pero la química entre los protagonistas es tan buena que no será necesario. El film se sostiene solo y al contar con un elenco joven se torna dinámico, por sobre todo actual. ¿Sólo Amigos? trata de muy bien la delgada línea que separa la amistad del amor. Particularmente está muy bien como trata la delgada línea que separa la amistad del amor, las charlas de chicas de Wallace y Allan, y como los sentimientos, ingobernables, a veces son injustos para con los demás. Otro gran acierto, es como el director Michael Dowse (Goon, 2011) se toma su tiempo y no apresura los acontecimientos, distanciándolos los unos de los otros considerablemente. En resumen, una hermosa comedia romántica, sin vicios o historias retorcidas, para el público en general.
Chico conoce chica, pero chica ya tiene novio. Esta es, básicamente, la trama de What If?, la nada novedosa pero igualmente encantadora comedia romántica que tiene como motores de arranque a un disfrutable Daniel Radcliffe y a una adorable Zoe Kazan, que ya venía de robarnos el corazón con la fantástica Ruby Sparks. Al igual que la siempre presente 500 Days of Summer, el punto de encuentro en el film de Michael Dowse es la sorprendente conexión que comparten en pantalla Radcliffe y Kazan, él como un estudiante de medicina todavía llorando su última relación y ella una vivaz diseñadora y artista que se encuentra en una relación duradera con un novio algo mayor que ella. La historia romántica de siempre cobra un nuevo y vibrante sentido a partir de un guión filosísimo de Elan Mastai, que utiliza la química de su pareja protagónica para apoyarse en una serie de personajes secundarios hilarantes y situaciones aún más descabelladas y graciosas. No se puede pasar por alto que muchas de estas situaciones involucran los estallidos de locura de la parejita de amigos de ambos interpretados por los ascendentes Adam Driver y Mackenzie Davis, que están a punto de reventar en pantalla y entrar en las grandes ligas. Sus Allan y Nicole tienen el desacato y la ligereza que Wallace y Chantry no poseen, y se pueden considerar los mejores momentos del film cuando ellos están presentes. Hay algo muy genuino en la manera de atravesar la historia, incluso en sus momentos más expositivos y comunes del género, donde la novedad se diluye en pos de situaciones conocidas, pero con un ligero toque de innovación. Radcliffe está en su salsa con nuevos papeles alejados del joven mago y Kazan parece haber nacido para hacer comedias románticas alternativas, una versión menos edulcorada de Zooey Deschanel que no genera ahogo con su incipiente rareza y ojos gigantes. Sumando los factores de un gran ojo de Dowse para hacer de Toronto la Nueva York de turno con sus lugares más importantes e intentar ganarle al cinismo del espectador, What If? es una pequeña joya que devuelve las esperanzas del amor contra el cínico y te despide con una sonrisa de lado a lado.
Crítica emitida por radio.
Las dos caras del amor Hay una superficie e inmediatamente debajo, como las corrientes de agua dulce debajo de algunos ríos, una segunda lectura de Sólo amigos, la comedia romántica que tiene al exniño mago de Harry Potter como protagonista. Por encima, Wallace (Daniel Radcliffe) y Chantry (Zoe Kazan) se conocen, se caen bien y ante la relación sentimental que ella tiene con un tercero deciden convertise en amigos, mejores amigos. Todo está empezando en sus vidas y por eso la cosa funciona. Wallace está a punto de recibirse de médico y su antigua manera de relacionarse con las mujeres está en crisis. Chantry, mientras tanto, está en una posición expectante en su trabajo: tiene chances de evolucionar y es el tipo de persona que tarde o temprano lo hará, pero otros asuntos la mantienen en vilo. Por ejemplo, su novio. El muchacho está haciendo carrera en la ONU, viaja todo el tiempo y parece que tardará un tiempo en asentarse en más de una cosa. De manera subterránea, fluye el lazo emocional que Wallace y Chantry trabaron no bien se vieron, jugando con unos imanes de una heladera en una fiesta. Ella descubre en él una energía en sintonía que en su novio no encuentra tal como la necesita. Y a él le ocurre algo similar. La película dirigida por Michael Dowse y escrita por Elan Mastai consigue fijar estos parámetros interiores mientras sabe entretener gracias a situaciones sorprendentes, diálogos chispeantes y retratos de personalidades que buscan ser originales. Este interés por diferenciarse de otras comedias románticas del estilo se hace bien explícito en el uso de dibujos animados o efectos especiales irónicos para romper cualquier molde indeseado que hubiera querido instalarse donde no debe. Tiene, además, una enmarcación amigable, un buena banda sonora y la metrópoli norteamericana fotografiada con un ojo sensible.
En un momento de ¿Solo amigos? se dice que hay que salir del cinismo que se burla cómodamente del amor, y se sugiere que los que adoptan esa pose no son más que seres maltrechos por algún romance pasado y movidos por el resentimiento antes que por alguna clase de lucidez que al resto se le escaparía. El argumento parece una defensa algo corporativa de la comedia romántica, pero si se ojean las críticas sobre la película, la defensa termina sonando más que justa. Pasan los años, las décadas, y la crítica sigue teniendo problemas con el género; es cierto que ahora la acepta más que antes, pero todavía le resulta un objeto difícil de pensar, al que se le reprocha la repetición de fórmulas y propuestas (o sea, se le cuestiona su carácter un género) mientras que a otros igualmente populares, como el terror o el cine de acción, parece disculpárselo con mucha más facilidad. A ¿Solo amigos? se la acusa, por ejemplo, de reproducir los lugares comunes de la comedia romántica sin introducir ninguna novedad, y los textos, en parte conscientes de la debilidad del postulado, tratan de zanjar la cuestión señalando supuestos problemas difíciles de verificar o directamente inhallables, como que Daniel Radcliffe aparece inexpresivo, o que la pareja que forma con Zoe Kazan no funciona (a su vez, sorprende que una buena parte de los críticos locales haya defendido ¿Puede una canción de amor salvar tu vida?, que sí tenía una pareja imposible y que, salvo por la presencia luminosa de Keira Knightley, no pasaba de una lectura del género mal ejecutada que trataba de legitimarse declamando con gravedad acerca de la música y la industria discográfica). Se equivocan. Radcliffe no solo se muestra lo suficientemente preparado como para romper con el personaje de Harry Potter al que estuvo confinado durante años (durante toda su carrera, casi), sino que también se adapta perfectamente a estas nuevas coordenadas urbanas y más naturalistas: con su acento inglés subrayado, siempre nervioso y atolondrado, hablando tan rápido que apenas se le entiende, compone sin problemas a un neurótico que, más que a un estereotipo del género, parece remitir a la estirpe de criaturas mortificadas de Woody Allen. La velocidad de los diálogos es notable, y los intercambios fugaces, rapidísimos que mantiene Radcliffe con sus compañeros, en especial con Adam Driver y Kazan, develan la eficacia del guión y la mano del director Michael Dowse para la dirección de actores: en sus mejores partes, ¿Solo amigos? parece una screwball comedy hecha con adolescentes tardíos, inteligentes e hipersensibles obligados a habitar un mundo adulto al que no pertenecen plenamente. Ese efecto curioso se debe a que la película, en vez de reenviar al universo de la comedia romántica tradicional, prueba suerte apropiándose de la estética del cine indie norteamericano, en especial de sus comedias un poco dislocadas con jóvenes torpes y familias disfuncionales, siempre puntuadas por un tono entre ridículo y cursi y, a veces, también un poco freak (¡el sandwich!). Ese aire entre inocente y levemente trágico, que toma el humor como espacio de resistencia desde el cual apechugarse para hacer frente a una sociedad hostil, aparece en la película de Dowse conjugado con uno de los motivos más simpáticos del cine indie: el humor negro, que poco tiene que ver con la comedia romántica ortodoxa y que incluye, entre otros, chistes sobre cuadriplegia, enfermedades terminales y deformidades (así, también se nota la huella de la obra de los hermanos Farrely, otrora responsables de renovar los aires viciados de la comedia mainstream con un huracán de incorrección política). La película se contenta (y no hay nada de malo en eso) con jugar con las convenciones más comunes y esperadas, a veces con más éxito que otras: el último tramo, donde la relación parece terminarse definitivamente, tiene menos brillo que el resto, como si a Dowse y su equipo les costara inclinarse por el drama después de toda una película de humor y desparpajo. El encanto y la gracia naturales de Zoey Kazan (que trabajó en muchísimas películas haciendo papeles secundarios) parecen difíciles de balancear, pero el guión nutre al ex mago niño Radcliffe con una buena ración de frases envenenadas y de tics con los que emparda enseguida el duelo interpretativo. La diferencia entre las armas de los dos se percibe rápido en la manera en que la película contextualiza la vida de cada uno: Kazan necesita ser mostrada en su casa junto a su novio y su vida deslucida, hay que verla allí incómoda pero queriendo ser feliz, mientras que el pasado lastimoso de Radcliffe, una criatura construida más desde el guión y los diálogos que desde las imágenes, es resumido en apenas una línea introductoria, en la primera escena, cuando Allan presenta a los dos protagonistas; ese recurso deja ver, ya desde el vamos, la velocidad casi lumínica a la que se mueve el guión. De paso, hay que aclarar que si bien el guión respeta los códigos de la comedia romántica, también se saltea e incluso se ríe de varios de ellos: por ejemplo, de la carrera del protagonista, preferentemente al aeropuerto y que puede incluir también un viaje de último minuto, que acá aparece desmontada en apenas un par de planos con un remate a lo slapstick que funciona como comentario sobre algunas de los hábitos más anquilosados del género. En cambio, en la reunión final, los personajes están juntos, uno al lado del otro, no tienen que correr ni que viajar, les alcanza con solo pararse un poco más cerca del otro para encontrarse definitivamente. Así, con ese tándem de seres golpeados, incompletos y poco aptos para la supervivencia amorosa, ¿Solo amigos? ensaya una cruza poderosa que oxigena un poco el género al tiempo que sabe conservar sus mejores recursos.
La delgada línea de la amistad El espíritu indie sobrevuela inevitablemente sobre ¿Sólo amigos?, comedia romántica que llega a nuestros cines por, uno intuye, la sola presencia de Daniel Radcliffe, ex Harry Potter. Prácticamente todas sus características parecen gritarlo: coproducción entre Irlanda y Canadá; su director canadiense, conocido por su trabajo con The new pornographers; un cinismo de manual que se extiende a lo largo de la película a pesar de su salida abrupta y tradicional -con lo cual, no es muy distinto de lo que sucede con la música indie en la actualidad-; una buena banda sonora y, finalmente, alguna audacia visual que rompe una puesta en escena demasiado esquemática (algún jugueteo inofensivo con la animación que no resulta sumar demasiado). Pero habría que preguntarse si, al menos, no es auténtica en sus propios términos: en ese caso uno podría plantear que el verosímil flaquea pero que, después de todo, juega con frescura en la línea de películas como (500) días con ella o Nick and Nora’s infinite playlist, entre otras que, sin traer nada nuevo al mundo de la romcom, han logrado actualizar sus tópicos centrales. Golpeado por el abrupto final que le puso a la relación con su ex novia Megan por un engaño, Wallace (Radcliffe) encuentra que su vida es gris tras, al mismo tiempo, su abandono de la carrera de medicina. Deprimido, asiste a una fiesta donde juguetea con una heladera poniendo frases relativas al sinsentido del amor porque, después de todo, nuestro protagonista está herido. En la misma fiesta, llama la atención de una chica, Chantry (Zoe Kazan), que también juguetea con las frases de la heladera y eso da lugar a que se conozcan y establezcan cierta química hablando de la vida en general. Pero, oh sorpresa, Chantry tiene novio y eso la lleva a plantearse la posibilidad de una amistad mientras Wallace pretende, desde el primer momento, algo más. Podríamos plantear que ese es el asunto de la película, la pregunta, ya que en verdad lo que menos interesa es la respuesta. Lo que ¿Sólo amigos? hace resonar es la tensión que hay entre los dos ante distintas situaciones aunque, y aquí quizás está el mayor problema del film, esas situaciones suenan irremediablemente forzadas para terminar planteando lo que podríamos llamar la respuesta: un casamiento, una foto feliz entre Wallace y Chantry. Por esa salida forzada, que obliga necesariamente a una grosera elipsis, es que uno se queda con el problema, el conflicto que plantea, antes que con su resolución. Resulta provechoso que Radcliffe y Kazan (que tiene esa sensibilidad tan indie que la pone en la liga de las Zooey Deschanel) luzcan con ligereza para sostener momentos donde a veces el guión puede resultar demasiado avasallante, ya que es gracias a ello que uno puede “olvidar” adonde lleva la resolución. Por lo pronto una comedia romántica entretenida que encuentra a partir de sus virtudes el motivo para verla: una sensibilidad indie con un final previsiblemente feliz que coquetea con el cinismo para otorgar una respuesta que puede sonar demasiado sencilla. Pero a pesar de ello, nadie puede dejar de admitir la insoportable tensión entre Wallace y Chantry que sobrellevan a lo largo del desarrollo, que es donde la película encuentra su norte y su singularidad.
Hechizo de amor... Películas y sitcoms que hacen hincapie en posibles relaciones entre amigos abundan en la cultura estadounidense, y al mismo tiempo es prácticamente un clisé temático del género “comedia romántica”: chico conoce chica, chico se enamora, ella rechaza, él lucha hasta que ella se enamore de él, se pelean, se reconcilian, se casan, tienen hijos, etc. Si nos ponemos a enumerar todas las películas que apelaban a estos lugares comunes en esta década, posiblemente nos encontremos con más títulos de los que podamos imaginar. Y si acaso, Zack y Miri hacen una porno de Kevin Smith no salía de las convenciones, al menos traía un poco de frescura con la inclusión cinéfila de Rogen y Smith. Pero en esta nueva comedia del “Indie” Michael Dowse, como dice la ley de Murphy –y ante la duda consulten Interstelar- todo lo que puede pasar, va a pasar. No hay lugar para errores. Un estudiante de medicina está deprimido porque su novia lo dejó. Durante una fiesta se enamora a primera vista de la prima de su mejor amigo. Hay buena química, pero un problema: la chica tiene novio. Wallace –Daniel Radcliffe- comprende que la única opción que le queda es mantener una relación amistosa con ella; hasta que el novio de Chantry se muda a Londres, y él la debe “consolar” mientras ella intenta seguir con una relación a la distancia. Diferentes circunstancias, pondrán a prueba la estabilidad emocional de Wallace para conseguir reprimir sus sentimientos hacia ella y mantener la amistad. rs_560x415-140728140800-1024.what-if-film-2 Apelando a cada estereotipo del género, desde la timidez de Wallace hasta el desenfreno sexual de la pareja amiga conformada por Adam Driver –en un estado similiar al de la serie Girls- y Mackenzie Davis –la nueva nerd de la televisión- Solo amigos? es una obra a la que le cuesta mucho separarse del relato clásico -tampoco pretende hacerlo- pero al menos despegarse de otras obras similares, incluso, muchas veces mejores. Inclusive, tampoco aprovecha el furor de las redes sociales como vehículo temático/narrativo. Si bien Zoe Kazán es una actriz simpática, agradable y carismática para este tipo de comedias, a Radcliffe todavía se le nota la intención de asumir roles que lo saquen del encasillamiento como Harry Potter. Realmente no puede, no le sale. Cuánto más perdedor, intenta ser, menos creíble resulta, y al mismo tiempo no logra generar química con su co protagonista femenina. Comedia previsible que atrasa décadas –y esto es un peyorativo- Solo amigos? es simpática y genera sonrisas esporádicas, pero también tiene una notoria ausencia de ideas creativas, tanto desde un punto de vista visual como narrativo. Imposible enamorarse de ella y mucho menos lograr una amistad.
Cuando Harry conoció a Chantry Desprovisto de anteojos y efectos especiales, cuesta imaginar a Daniel Radcliffe, el pequeño actor que todo el mundo asocia con Harry Potter, como protagonista masculino de una comedia romántica. Y sin embargo, el pequeño actor británico logra un personaje creíble, un loser algo cínico que se enamora a primera vista de una chica con novio. Radcliffe es Wallace, un estudiante de medicina que abandonó la carrera junto a su novia, con quien compartía prácticas de hospital. Tras meses de reclusión, en una fiesta Wallace conoce a Chantry (Zoe Kazan); la acompaña a su casa, consigue su teléfono, pero la chica le anticipa que sale con alguien. A diferencia de otras comedias románticas con un nudo similar, Chantry no se lleva mal con su novio; es más, ninguno está dispuesto a traicionar al otro. Ben (Rafe Spall) viaja por el mundo como asesor de derecho internacional y eso permite que entre Wallace y Chantry se desarrolle una amistad al estilo Cuando Harry conoció a Sally. Hay un amigo canchero interpretado por Adam Driver, pero el mayor acierto del film son las escenas donde Wallace duda en continuar la amistad, como su intervención para ayudar a Chantry en un probador de ropa. ¿Sólo amigos? no apunta más que a hacer pasar un buen rato, y lo consigue.
Sin despeinarse. Así se podría definir la realización de “¿Sólo amigos?” En términos futboleros podría ser “de taquito”, pero aunque suena a lograr fácilmente lo complejo también puede interpretarse como algo sin demasiado vuelo o que se hizo sin mucho esfuerzo. Que el título tenga un signo de pregunta de tono picaronamente inquisidor ya anticipa casi todo. Si al menos hubiera más gente en el afiche se podría dejar algo librado a la intriga, pero hay dos nomás. Daniel Radcliffe, intentando hacerle olvidar al público sus doce años como Harry Potter, y Zoe Kazan, aquella destacada actriz de “Ruby, la chica de mis sueños” (2012). Como casi siempre, las comedias románticas obedecen a la constante necesidad de perpetuar en el tiempo la idea de que las almas gemelas están destinadas a encontrarse e inevitablemente enamorarse. También para ratificar la veracidad de que los opuestos se atraen, el amor todo lo puede, nunca es tarde para el amor, y otros axiomas fundamentales. No es la excepción ésta producción que narra la historia de Wallace y la simpática Chantry, encarnados por la dupla anteriormente mencionada. Él viene con el corazón destrozado, luego de haber comprobado la razón del crecimiento de las protuberancias puntiagudas que emergen de su frente provocadas por su ahora ex-novia. Ella se disculpa por teléfono, pero ya es tarde. Al bajar del techo en el que lo vemos al comienzo y volver a la fiesta que se desarrollaba más abajo, conoce a la muchacha en cuestión en el primero de los tantos diálogos filosos, ocurrentes y graciosos que mantendrán a lo largo de esta historia. No faltará oportunidad para que, tanto de un lado como del otro, haya una diferencia en lo que sienten. Básicamente ella está en pareja bastante estable, y él no anda escéptico respecto de las mujeres en general. Lo cierto es que para cuando Wallace admite estar hasta las manos con su nueva amiga, ésta le propone ser amigos y nada más que eso. Sin ninguna intención de originalidad, ni el en guión de Elan Mastai ni en la dirección de Michael Dowse, “¿Sólo amigos?” se apoya en la química entre los actores. Lo bien que hace porque ambos funcionan como un relojito. Como si hubieran hecho cientos de funciones de la obra de teatro en la cual se basa la película. Adicionalmente, el resto del elenco construye muy bien las subtramas de apoyo. En especial Adam Driver y Mackenzie Davis, cuya relación funciona en el sentido opuesto al de los protagónicos ayudándolos a contrastar mejor. La selección musical le da frescura a algunos pasajes del relato y también a un ritmo narrativo que en general no decae ni decepciona. Habrá que ver cómo anda en términos de convocatoria por la presencia de Radcliffe. Por suerte el producto cumple con los seguidores del género y no depende de la estrella para lograr entretener.
Un director de comedias Después de anunciarse y atrasarse algunas veces y algunos meses, se estrenó finalmente el 30 de octubre What If, aquí titulada Sólo amigos?, comedia romántica protagonizada por Daniel Radcliffe y Zoe Kazan sobre la que escribí acá. Por supuesto, poca -poquísima- gente fue a ver la película. Es decir: fracasó a lo bestia y ya no está en cartel. Una lástima, porque es muy buena y sobre todo porque marca y reafirma una tendencia: se estrenarán cada vez menos de estas comedias. La película, más allá de sus méritos, tiene cualidad particular, algo que la distingue, una seña: es una película de esas que nos hacen buscar qué otras hizo el director. Y Michael Dowse tenía varias películas previas. La anterior a Sólo amigos? es Goon. Vamos a Goon, otra película particular, otra película no estrenada en Argentina. Goon: con guión de Jay Baruchel y Evan Goldberg. Baruchel: comediante con decenas de películas, para que lo ubiquen: es el amigo de Seth Rogen en Este es el fin. Goldberg: quien hizo junto a Seth Rogen el guión de Superbad y los guiones y la dirección de Este es el fin y la inminente The Interview. Goon es una película de estructura extraña, apenas tiene introducción. Doug Glatt es un empleado de seguridad, un poco matón, un poco obligado por las circunstancias pero de gran corazón, y con gran consciencia de ser estúpido. Esa aceptación, en una cena con sus padres y su hermano, es una evidencia crucial del gran acierto del extraño tono de la película: crudeza emocional + comicidad bruta + sinceridad extrema. Los personajes hablan y se hablan sin vueltas: Goon es una comedia deportiva más -parcialmente- una comedia romántica más una película de superación del héroe que maneja todos diálogos con un estilo directo, sin recovecos ni gran metaforización. A jugar / a hacer esto / a hacer lo otro / soy esto. Uno de los grandes aciertos de la película es obviamente la solidez en la construcción del protagonista: una construcción que es tan clara desde afuera y desde el propio personaje que hasta podríamos negar esa idea de “superación”. El héroe no debe cambiar o esforzarse en demasía, apenas debe acomodarse un poco: es así, poco aprende, poco podría: sabe que no está capacitado para aprender demasiado. Doug Glatt sabe también que no tiene nada, hasta que por una pelea en la que se luce es convocado a jugar al hockey. Al hockey sobre hielo, y así pasará del pueblo de Orangetown en el estado de Nueva York a la liga semi profesional canadiense. Este hockey se presenta aquí como un deporte que tiene institucionalizado -y como parte fundamental del espectáculo- el cagarse a trompadas. La película explota esa violencia con una fruición constante, incluso hasta cuando muestra el dolor y la destrucción o la autodestrucción. Goon hace comedia con violencia deportiva y nunca pierde la noción del juego. Un juego brutal, sangriento, incluso desesperante, pero un juego al fin. Goon se apoya en buena medida en la capacidad de Seann William Scott para apagar por completo su mirada, y para cerrar el gesto hasta dar una imagen de poca actividad cerebral, cercana a nula. Seann William Scott, es decir, Stifler de American Pie, un actor que claramente no tiene una enorme variedad de papeles posibles en su menú, pero tiene algo único cuando interpreta a estos personajes con anteojeras mentales muy estrechas. Scott dota a la película de una electricidad y una energía particulares. Pero la película es más que un actor: de hecho está Liev Schrieber (Ross Rhea), un actor de extraordinario carisma que ha tenido una carrera inferior a la que merecía. Pero Goon es más que los actores, y más que la necesidad de meter chistes sexuales-violentos-deportivos (esos chistes básicos sobre la motivación en el deporte llevados a su forma más básica, desnuda, sonrojante). Goon es una película que parece moverse con comodidad para describir un ambiente entre monstruoso y decadente. Hay una cercanía notable, una forma muy directa de mostrar estas vidas, estos lugares: Halifax, Quebec, Newfoundland. No hay la menor intención de meter un solo plano turístico, de hecho más bien todo lo contrario: según los encuadres de la película no hay belleza alguna en estas ciudades, o más bien no le importa exhibirla. La mayor belleza, por cómo es Goon en términos de encuadres y montaje, está en esa cancha: ahí la película se deslumbra con esos golpes, con esas caídas luego de un topetazo o con alguien que arrasa a otro con el brazo extendido. Hay algo muy disfrutable en la velocidad, en la crudeza, en la cercanía, en el uso de la música menor al del promedio de las películas deportivas o comedias deportivas de “superación”. Hay un genuino cariño por lo descerebrado y por lo brutal que puede ser este deporte. Hubo críticas que se centraron en quejarse por cómo Goon presentaba al hockey, o a este hockey. En fin, poco entiendo de hockey pero esta película está basada en un caso real de uno de esos jugadores-pegadores como Doug Glatt o Ross Rhea (se ve en los créditos del final). De todos modos, poco importa si el hockey sobre hielo en Canadá es o no es así. Importa que Goon y What If son comedias de un director capacitado para la comedia y para mirarla y hacerla desde ángulos distintos.
Los protagonistas son dos jóvenes, Wallace que acaba de romper su relación y Chantry. Ellos se conocen ocasionalmente, él todo un caballero la acompaña hasta la puerta de su departamento y ella esa misma noche blanquea su situación sentimental confesando que vive en pareja y que este la está esperando. Es una comedia romántica con los típicos toques, el espectador a los pocos minutos rápidamente se da cuenta de cómo viene la historia y como termina. Tiene buenos diálogos, infaltables los encuentros y desencuentros, buena fotografía y banda sonora. Podría funcionar muy bien como obra de teatro.
El débil límite entre amistad y amor "What if" es una comedia romántica con aura de cine indie, moderna, pero que ofrece una historia que ya hemos visto un par de veces en el cine. Es decir, su envoltorio, la dinámica expuesta y sus intérpretes principales son cool, pero la trama central es bastante común y no aporta nada nuevo al género. Aún así, logra entretener y mantener interesado al espectador. Wallace (Daniel Radcliffe) es un joven inteligente, locuaz y divertido que está tratando de superar el hecho de que su ex novia lo haya engañado con un compañero de trabajo. Por otro lado tenemos a Chantry (Zoe Kazan), una mina divertida pero poco social y un tanto extraña, actualmente en una relación de cinco años con Ben (Rafe Spall). Por casualidad se conocen en una fiesta de un amigo en común, el loquito Allan (Adam Driver), y comienzan una amistad que desde su inicio grita a todos los vientos: ¡Problemas! A partir de ese momento cada vez se van uniendo más y más, tratando de evitar que posibles sentimientos amorosos arruinen la amistad que tienen. Por supuesto, lo que sigue es un enredo amoroso involuntario previsible. Paralelamente, también se puede disfrutar de la alocada relación amorosa que surge de esa fiesta entre Allan y una chica llamada Nicole (Mackenzie Davis). Como positivo debo decir que lo mejor de la película pasa por sus dos protagonistas, Radcliffe y Kazan, quienes logran transmitir buena química romántica y nos divierten con sus neurosis acerca de las relaciones. Radcliffe está muy bien y hace que el espectador se pueda identificar con él mientras que Kazan aporta frescura y mucha esencia de mujer al dúo amigo/amoroso. Otra cuestión interesante tiene que ver con el recurso audiovisual animado que surge de la imaginación de ambos, por momentos representado en unos dibujos, que acompañan sus estados de ánimo y suman a este aura independiente del que hablaba al principio de la reseña. Se está poniendo de moda que las películas mainstream tengan algunos toques indie o "locos", para no parecer tan industriales. Personalmente, creo que si esto sirve para que los estudios se fijen un poco más en los aspectos artísticos de sus propuestas y no tanto en las explosiones, chistes fáciles y efectos visuales espectaculares, bienvenido sea. Lo más flojo pasa por la previsibilidad que que demuestra la trama. Cuando por un momento pensamos que quizás no sea tan predecible el desenlace, rápidamente el director nos vuelve a la senda y sí... termina como todos sospechan que terminará. Una propuesta que si bien no es de lo mejor en materia de comedias románticas, se defiende bien y mantiene entretenido al espectador.
Publicada en la edición digital #267 de la revista.
Cuando Wallace conoció a Chantry, amistad vs. amor Una nueva comedia romántica sobre los delicados límites del vínculo femenino-masculino coloca a una fresca Zoe Kasan frente al "mago" Daniel Radcliffe. Vale, a modo de prólogo, hacer el siguiente apunte: desde que ...Harry conoció a Sally, allá por 1989, resulta muy complejo para los cinéfilos --testigos de aquel romance antológico-- despegar de él cualquier historia de amistad hombre-mujer devenida en amor de pareja. Sucede que --más allá de las circunstancias tempo-espaciales-- el director Rob Reiner paseó a Harry (Billy Crystal) y Sally (Meg Ryan), por todos los estadios posibles de una relación de esta naturaleza, desde el rechazo absoluto, a la amistad incondicional, la confusión de sentimientos y la definitiva declaración de amor romántico. Películas más recientes, como Amigos con beneficios, de Ivan Reitman (Natalie Portman y Ashton Kutcher) y Con derecho a roce, de Will Gluck (con Mila Kunis y Justin Timberlake), ambas de 2011, redoblaron la apuesta colocando al sexo en medio, como si el sexo por sí solo y con los sentimientos rondando, o la amistad entre opuestos que invariablemente se atraerán, no fuesen cuestiones complejas de por sí. ¿Sólo amigos? no llega tan lejos. Prefiere quedarse en las emociones más "puras" y contarnos la historia de como Wallace (Daniel Radcliffe) --desertor de la escuela de Medicina por razones absolutamente sentimentales-- conoció a Chantry (Zoe Kasan), una jovencísima diseñadora gráfica y animadora de carrera brillante, que prefiere rechazar un ascenso para mantener el statu quo de una vida profesional y personal satisfactoria. El encuentro sucede en casa de un amigo-primo, en común, cuando Chantry asiste sola a la fiesta porque su novio Ben tenía otros planes. Aunque ambos se sienten atraídos la idea de conocer al otro un poco más, Chantry se encarga de poner diplomáticamente el límite, y Wallace lo acepta: "sólo amigos" es la consigna. Ahora, "¿qué pasaría si..?" es la pregunta del título original. Y las variables que tuercen la ecuación, necesariamente y para bien del cuento, aparecen. El guión que dirige Michael Dowse coloca a sus personajes en algunas alternativas que aquellos Harry y Sally conocieron muy bien, como los paseos, almuerzos y hasta compras de ropa compartidos y amenizados con conversaciones que van desde encrucijadas personales hasta la reencarnación del cangrejo, porque lo que importa marcar es la manera, imperceptible al menos para una de las partes, en que el universo se confabula para unir destinos. Para favor de la historia, los personajes, más o menos maduros, tienen que hacer un camino de superación individual antes de encontrarse. En el tránsito, Zoe Kasan, fresca y encantadora, peca de homenajear a la Meg Ryan de los '80. Daniel Radcliffe, en cambio, hace su magia y se despega de personajes similares. La experiencia de acompañarlos resulta agradable, y la sorpresa de un "hada protectora" que la sobrevuela la enfatiza aún más.