Tarea difícil la que lleva adelante esta película… no solo porque se estrena algunas semanas antes del fin del Universo Cinematográfico de Marvel como lo conocemos (pues claro, hablamos de “Avengers: Endgame“), sino porque: es la primera película en solitario protagonizada por una mujer, es una película de orígenes en momentos donde solo queremos saber cómo le van a patear el culo a Thanos, y porqué… básicamente tiene a varios trolls de internet en contra. Capitana Marvel es una película confusa, que navega entre recuerdos y orígenes, intentando salir del molde disneyniano (sic)… algo como lo que le sucede a la protagonista. La llegada (tardía) al empoderamiento Capitana Marvel busca continuar la fórmula que tan bien le resultó a “Wonder Woman“, pone a co-dirigir a una mujer (Anna Boden, junto a Ryan Fleck) y suma a sus filas una protagonista con ciertos pergaminos en su haber: Brie Larson (Room, Kong: Skull Island), quien dio muestras de manejarse bien en el drama y en la acción. Igual, siendo sinceros… un poco tarde. ¿La historia? Arranca con un recuerdo borroso y Vers (como se la conoce a la protagonista al principio) viviendo en Hala, el planeta de los Kree, una raza guerrera de sangre azul que están en guerra con los Skrull, una raza de cambiaformas que parecen aterrorizar el universo con una suerte de guerrilla e infiltración. No tiene recuerdos claros de quien es. En una misión liderada por Yon-Rogg (Jude Law), el mentor de la protagonista, Vers es secuestrada por Skrulls y obligada a surfear por sus recuerdos para buscar a una persona… alguien que parece tener una conexión con ella, alguien de la Tierra. Así que tanto Vers, sus secuestradores Skrulls, como Yon-Rogg y su ejército se reúnen en la Tierra durante 1995 buscando un “núcleo de energía”. A eso lo aderezamos con unos jóvenes Nick Fury (Samuel Jackson) y Phill Coulson (Clark Gregg) y tenemos una más de Marvel… No vamos a adelantar nada, pero nuestra protagonista descubre que su nombre real es Carol Danvers, y que nació siendo terrestre. Demasiado poder La película va y viene entre recuerdos (algunos falsos, otros verdaderos), una guerra que parece no tener sentido, y un juego cambiante de lealtades que van movilizando a Carol al punto de dejar de confiar en todo lo que la rodea. Y eso que enfrente tiene a extraterrestres que pueden convertirse en cualquier persona… La película funciona como una suerte de Capitán América 0.5, ya que no sólo se mete a explicar el origen de un personaje más poderoso que todos los personajes conocidos, sino que también es el origen de SHIELD, Fury, Coulson, alguna gema del infinito, la iniciativa Avengers (medio burdamente), Ronan, incluso de Korath (aquel que le preguntaba “¿Quién?” a Star Lord en “Guardianes de la Galaxia”)… lo que podría ser una suerte de entretenido relato parece algo forzado, buscando encastrar en una maquinaria demasiado formada y que parece no necesitar, datos que ayudan más a la trivia de “¿Cuánto sabes del Universo Marvel?” que a la historia en si. Pero claro, hay un gatito… y se lleva todas las miradas… ES PRECIOSOOOOO. Cargando contra los trolls Durante la etapa de prensa, Brie Larson dijo que estaba cansada que las minorías no tengan tanta presencia, y que ella iba a intentar privilegiarlas en las entrevistas… así que los hombres blancos entre 20 y 40 se puso de la cabeza, imaginate, se metieron con el patriarcado. Y llamaron a un boicot para arruinar la película, rompiendo Rotten Tomatoes en el medio. Claro que esto no va a hacer mella en una película de un estudio gigante, que obviamente tiene dos escenas post-créditos (y sí, una de ellas retoma el final de “Avengers: Infinity Wars“) y que va a inundar las salas de gordos nerds que van a comprar sus pochoclos a pesar que SE METIERON CON ELLOS. Capaz funcionaba mejor después de Endgame Capitana Marvel sufre tener tan cerca el final de la fase 3 del MCU, sufre una historia de orígenes diversos que muchas veces son burdos y forzados, sufre una protagonista que parece querer sacarse el papel de encima rápido, sin la pasión necesaria (estamos frente a gente como Samuel Jackson, que está desde el principio y parece disfrutar más), y sufre quedar un poco atrás en la ola verde de empoderamiento femenino (¡era por abajo, Palacios!, digo: ¡era antes con Black Widow!). Sin embargo es un gran entretenimiento con grandes efectos, un poco de buen humor y algunos conceptos muy interesantes para discutir con las nuevas generaciones (sobre todo el tema de la guerra, y de la capacidad del ser humano para levantarse siempre a pesar de todo)… y sobre todo UN GATITO QUE NO PODES NO AMAR.
Lo anodino no quita lo soporífero Y una vez más estamos frente a un típico producto de superhéroes en el que no sólo se repite la misma fórmula demacrada y aburrida de siempre sino que además está ausente cualquier tipo de paciencia narrativa/ dramática porque la única idea de fondo de estos tanques contemporáneos -craneados desde criterios bien despersonalizadores, cercanos a lo global multitarget- es saturar cada una de las películas de la insoportable cadena en cuestión con un discurso heroico hipócrita imperialista, chistecitos lelos de cotillón, escenas de acción interminables, protagonistas unidimensionales, 20 secuencias post créditos, un tono belicista/ militarista, un desarrollo de personajes que brilla por su ausencia, una constante apelación a la soberbia como una única forma de relacionarse con los semejantes, y un conservadurismo formal muy ajado que ensalza las aventuras tracción a toneladas de CGI. Se supone que el plan por detrás de Capitana Marvel (Captain Marvel, 2019) era tratar de segmentar un poco el público cautivo de turno, léase esas legiones de autómatas con sus cerebros entumecidos/ lavados luego de décadas de bombardeo publicitario ad infinitum, con vistas a construir un mamotreto que apunte ligeramente al enclave femenino, no obstante una vez más los tristes jerarcas de marketing que controlan los grandes estudios de nuestros días, los que por cada film yanqui basado en cómics dejan de hacer diez que podrían multiplicar una diversidad hoy por hoy casi desaparecida en el mainstream mega pomposo, terminan entregando la misma catarata de estereotipos y los mismos recursos quemados varios con los que vienen adormeciendo al público no infantilizado que se ríe de los que se ríen con las bromitas de estudiantina capada de estas películas anodinas actuales. Ahora la protagonista, interpretada por una Brie Larson desaprovechada y volcada en un cien por ciento a lo marimacho, es la encargada de transformarse en un hombre con vagina para seguir pateando traseros a lo largo y ancho de todas las galaxias conocidas y por conocer: la excusa es un motor superpoderoso que supuestamente está a punto de caer en manos de una raza/ grupo terrorista de metamorfos bien feos que amenazan la paz de los buenos caucásicos estándar. Para colmo la película echa mano de clichés complementarios como la amnesia de la heroína (en el comienzo ya tiene su poder, aparentemente unas ráfagas de fuego/ magnetismo/ “qué sé yo” que salen de sus puños, pero no recuerda su identidad) y el ardid de situar la acción en tiempo pasado reciente (la década del 90 es la elegida y da lugar -una vez más dentro del formato- a una nostalgia bobalicona higiénica). Sinceramente lo único bueno de esta propuesta dirigida por el matrimonio compuesto por Anna Boden y Ryan Fleck, y escrita por los susodichos y Geneva Robertson-Dworet, se reduce a la presencia de Ben Mendelsohn y Annette Bening en el elenco, sobre todo teniendo presente que el primero aporta el único personaje con una mínima progresión dramática detrás, Talos, quien resulta ser el líder de los villanos en una trama en la que la gran “sorpresa” se ve venir kilómetros a la distancia vía el mecanismo de intercambiar bandos, haciendo que los buenos sean malos y los malos buenos a mitad del metraje. Más allá de este detalle, el cual por momentos parece acercarse a un retrato muy en tentativas de los refugiados que pululan en todo el planeta cortesía del capitalismo especulador, fascista y hambreador, lo cierto es que el film es otra realización soporífera y olvidable al extremo que celebra el “glorioso” gobierno policial estadounidense y en la que nada es real porque la pose hueca ampulosa lo domina absolutamente todo, basta con decir que hasta el felino mascota de turno, Goose, es de CGI principalmente porque Larson es alérgica a los gatos…
El film #21 en integrar el MCU nos trae por primera vez una heroína como protagonista absoluta de la historia. Captain Marvel estuvo siendo cuestionada últimamente por los haters a raíz de las desafortunadas declaraciones de su protagonista, Brie Larson; pero como era de esperarse, Marvel Studios redobla la apuesta y nos presenta a Carol Danvers, ofreciéndonos una película fresca, divertida y que nos eleva el fanatismo por este Universo casi per fecto de superhéroes.
“Capitana Marvel”, la más reciente producción de los estudios que llevan su nombre, es un film particular en algunos sentidos, y no tan particular en otros. Esta película marca tanto el final de la “fase 3” de la productora como el puntapié inicial de su 2019. Pero lo que muchos consideran más importante, es su primera cinta de superhéroes protagonizada por un personaje femenino; lo cual puede verse como un desafío en distintos frentes. Por un lado, es hasta ahora la única “ventaja” que la productora DC le viene sacando a Marvel tras el estreno de “Wonder Woman” en 2017, con sus buenos resultados en crítica y taquilla. Sumado a esto, Capitana Marvel (interpretada por Brie Larson) tiene por delante el reto de presentar el origen de un personaje de cero, en una etapa avanzada de su universo cinematográfico – es decir un formato que la audiencia ya vio en reiteradas ocasiones. A su vez, por lo que se sabe, sobre ella va a recaer una parte importante de la acción en “Avengers: Endgame”. La historia, ambientada a mediados de lo años noventa, comienza en Hala, capital del imperio Kree. Carol Danvers – o Vers, como la conocen allí – es una guerrera a punto de embarcarse en su primera misión, bajo el mando de Yon-Rogg (Jude Law), en el conflicto que los Kree sostienen con los Skrull, una raza caracterizada por su capacidad de adquirir la forma de otros. Tras ser capturada por el líder Skrull Talos (Ben Mendelsohn), nuestra heroína descubre que la Tierra corre el riesgo de verse involucrada en la guerra, pero también que posee una conexión olvidada con nuestro planeta. Danvers escapa hacia la Tierra, donde con la ayuda de Nick Fury (Samuel L. Jackson) va a descubrir más verdades sobre su identidad y el origen de sus poderes, así como la naturaleza real del enfrentamiento intergaláctico. De por sí, “Capitana Marvel” no aporta muchas novedades al género de superhéroes, pero cumple dentro de su formato con varios aciertos. La dirección en conjunto de Anna Boden y Ryan Fleck (también a cargo del guión junto con Geneva Robertson-Dworet) funciona en líneas generales, y si bien el ritmo al comienzo pueda parecer un poco lento, logran darle un tono uniforme a la historia, con las dosis adecuadas de acción, drama y humor que se pueden esperar. El excelente despliegue visual pone al film a la altura de las otras cintas de Marvel Studios centradas en su costado “cósmico”, las entregas de “Guardians of The Galaxy” y “Thor”. Otro punto a favor es el elenco, en particular la química lograda entre Larson y Jackson, cuya interacción lleva adelante gran parte de la narrativa. No se puede cerrar esta nota sin dejar de referirse a cierta “controversia” que se generó por las críticas por parte de un sector del público que ven a esta producción como un intento de promover una “agenda feminista”, en detrimento la calidad de la obra. Lo cierto es que “Capitana Marvel” aborda esa temática pero integrada a la trama de forma orgánica, y no como una “bajada de línea” ni mucho menos. El producto final nos presenta una figura que puede sumarse sin problemas al conjunto de los “héroes más poderosos de la Tierra”, y que justo resulta ser una chica.
Este año promete mucho para el Universo Compartido de Marvel: la primera entrega de “Capitana Marvel”, “Avengers: Endgame” y “Spider-Man: Far From Home”. Esta era la primera y un verdadero enigma, ya que presentaba a un personaje nuevo, planeta nuevo con su respectiva cultura y, además, en otra línea temporal que el presente de los Avengers. A esto se le sumó un contexto confuso en las semanas previas al estreno mundial de “Captain Marvel”: críticas falsas para derrumbar el hype, polémicos comentarios sobre las poses de Brie Larson en posters y un fuerte activismo feminista por parte de la protagonista. Brie no solo pelea como Carol Danvers en el planeta Hala sino también por la igualdad de derechos en las funciones de prensa o sets de filmaciones. Y, tal como dice su personaje, ella no le tiene que demostrar nada a nadie. O sí: solo a los fans verdaderos. Y cumple con creces. Carol Danvers es el corazón de la película y el futuro del Universo Marvel. Brie Larson nos da un personaje con capas, confundido pero con una fuerza de voluntad arrolladora. Tiene carisma y mucho potencial para cambiar el panorama de las mujeres en el mundo de los superhéroes. Todas las películas de Marvel siguen cierta fórmula con personajes secundarios fuertes, con muchos gags divertidos y con gran peso emocional. Acá recae en unos rejuvenecidos Samuel J. Jackson (Nick Fury) y Clark Gregg (Agent Coulson), literalmente rejuvenecidos por CGI. La simpatía del protagonista de “Pulp Fiction” desborda la pantalla (en su mejor película en el rol) con su inesperada relación con Goose (se devora toda la película), el gato que se los unirá en sus aventuras. Ben Mendelsohn y Jude Law completan un reparto de lujo. La historia sigue a Carol Danvers en convertirse en uno de los héroes más poderosos de la Tierra y el Universo, mientras pelea en una guerra intergaláctica entre dos razas aliens. Ubicada en los ’90s (lleno de referencias muy graciosas), es un pantallazo bueno al personaje para dejarnos las bases para el conflicto final con Thanos en “Avengers: Endgame”. Se sabía que para dirigir la primera película de Marvel protagonizada por una mujer, la prestigiosa empresa comiquera quería una mujer tras las cámaras pero la elección de Anna Boden junto con Ryan Fleck fue una total sorpresa. Ya habían dirigido dos películas chicas (“Mississippi Grind” y “It’s Kind of a Funny Story”) en donde el resultado era muy positivo, aunque el peso de llevar un presupuesto tal alto era toda un presión. Hay que decir que hacen un gran trabajo, sentando las bases de un personaje complejo del Universo. Tiene todo lo que pretendes encontrar y, tal vez, eso sea negativo. Cuando se vuelven predecibles estas cintas pierden fuerza aunque la Capitana Marvel tiene mucho camino que recorrer y tiene todo para tomar el mando de Marvel. Gran soundtrack (incluye Nirvana y No Doubt), un Blockbuster, dos escenas post-créditos muy buenas y un homenaje a Stan Lee muy agradable.
Capitana Marvel: Más de lo mismo (y sin ganas). Luego de varias controversias (que parece más anti marketing que otra cosa) llega la nueva heroína del MCU con una fórmula ya gastada. Más de 10 años de películas. Escenas épicas. Y un desbarranque total que comenzó, para este humilde servidor, en Guardians of The Galaxy (2014), un film hecho pura y exclusivamente para ser una fantochada de héroes cósmicos que, en realidad, son mercenarios con más profundidad que en el mamotreto de James Gunn. Luego de más fallidos que aciertos, tenemos joyas (por decirlo de alguna manera) como Doctor Strange (2016) que, en su peculiaridad, entretiene y nos habla de algo más que el “camino del héroe”. Sin embargo, el rave parade que fue Thor: Ragnarok (2017) terminó por afianzar la ridiculización al máximo de uno de los personajes más poderosos del Universo Marvel. ¡Un Dios, por las barbas de Odin! No puede ser que para darle un grado de simpatía a un personaje que no lo tiene, porque no lo necesita, PORQUE ES UN FUCKING DIOS, y contentar a esa horda sub-normal de fans de más de 40 años necesitemos un vómito multicolor donde lo único que se destaca es la música de Led Zeppelin, ultrajada en dos escenas. Claro, a estas alturas nadie es tan “poderoso” en el MCU. Entonces pongamos a una mujer. Colguémonos de la ola feminista y saquemos de la galera un personaje que no es más que una imitación de Green Lantern y démosle el mote de “la más poderosa”. Hubiese funcionado, ¿por qué no? Si para ello no hubiesen utilizado la fórmula gastada que viene utilizando hace una década. Solamente hicieron que Carol Danvers tuviese amnesia como para que el estilo narrativo pase desapercibido…a un niño de 6 años. Quizás, vuelvo a insistir, estos films no están dirigidos a los boludones con pelo en pecho (como ya lo dije cuando se estrenó Spider-Man: Homecoming) sino a niños. De última, pre-adolescentes. Pero no los subestimemos tanto, amigos. La historia, comienza con Vers (Brie Larson), guerrera Kree que junto a su mentor Yon-Rogg (Jude Law) combaten las fuerzas del mal encarnadas por los Skrulls, unos bichos verdes que pueden cambiar formas. Todo se va al carajo cuando Vers es secuestrada en un emboscada y estos Skrulls comienzan a hurgar en sus recuerdos para encontrar un motor que, dicen, viaja a la velocidad de la luz. Ella escapa con sus poderes y va a parar a un Planeta Tierra en la década del 90, muy grunge y con un Nick Fury (Samuel L. Jackson) y Phil Coulson (Clark Gregg) novatos. Juntos comenzarán disparatadas aventuras mientras Vers intentará reconstruir su pasado terrestre como Carol Danvers, combatir a Talos (Ben Medelsohn) el líder Skrull, y convertirse en la Capitana Marvel. Mucha acción, muchas buenas escenas que no dan respiro para un argumento pobre que no hace brillar a su cuestionada protagonista. Todo fue para nada (¡¿Y por qué le cambiaron el background a Mar-Vell?!) Obviamente hay dos escenas post-créditos (como siempre una mejor que la otra) y un emocionante homenaje a la figura de Stan Lee desde el comienzo del film.
Por fin Marvel se digna a hacer una película con una mujer como protagonista, y la verdad que no decepciona para nada, espero que sea solo el comienzo de una larga lista de películas con super heroínas, Black Widow viene pidiendo hace años un film de ella sola. Es un film que sirve como ante última pieza de este rompecabezas llamado Universo Marvel. La imagen está casi terminada, sólo nos falta Avengers; Endgame y listo. Se termina una etapa para comenzar una nueva. Etapa en la que Carol Danvers va a ser una GRAN protagonista. Este personaje tiene todas las características de un líder nato. Ella puede ser la que reemplace a Tony o Steve al mando de los Avengers. También tranquilamente puede crear su propio equipo, es sabido que no tiene muy buena relación con los Avengers, al menos en lo que respecta a comics. Brie Larson es perfecta en este papel. En todo momento es creíble lo que le pasa al personaje. Ella es una gran actriz, pero este personaje la lleva a otro nivel. Dramática cuando tiene que serlo, socarrona cuando la ocasión lo pide. Perfecta. El resto del reparto está bien. Samuel haciéndolo bien como (casi)siempre. Jude Law haciendo un poco más de lo mismo, me pareció uno de los mas flojos en la actuación. El guion por momentos flaquea, deja muchas incógnitas. También es cierto que resuelve algunas otras, como por ejemplo que le pasó al ojo de Fury. Me hubiese gustado ver un poco más de Phil Coulson, parecía un buen regreso de este personaje. Las escenas de acción son fantásticas, sobre todo en las que vemos en acción a la Capitana en todo su esplendor, la última pelea del film es muy destacable. Tiene momentos divertidos, pero no se sienten forzados como en otros film del MCU. La banda sonora también es magnífica. Temas que entra en los momentos justos, dando otros significados a las escenas. La película dura 130 minutos, pero la verdad que no se sienten. Es lo suficientemente entretenida como para que no mires el celular en ningún momento. Hay que estar bien atentos porque quizás en algún momento parece enredada la historia. Como dije antes espero que este sea el puntapié para que haya más películas con mujeres al mando, dentro del mundo comiquero de Marvel tienen muchísimas mujeres para elegir hacer películas. Ahora solo nos queda esperar a que se estrene Avengers: Endgame para ver que nos depara el futuro dentro del MCU. Mi recomendación: Hay que verla, sigue llenando el rompecabezas, vale la pena pagar el cine para disfrutar de este film.
“Capitana Marvel”, de Anna Boden y Ryan Fleck Por Jorge Bernárdez Cuando en los minutos finales de Avengers: Infinity War Thanos, el villano de las galaxias hacía su ahora famoso chasquido con el guante en el que llevaba las gemas que dominan todo y se cargaba a la mitad de las vidas que habitaban el universo, los espectadores quedaron atónitos viendo como se volvían cenizas la mitad de los seres vivos, sin importar si eran héroes o no. Pero sobre el final, Nick Furry (el personaje que intemedia entre los superheroes y las Naciones Unidas), antes de convertirse en cenizas, agarra una especie de comunicador extraño y manda una señal que los muy conocedores de los comic en ese momento relacionaron con un personaje que hasta ese momento no se había hecho presente en el Universo cinematográfico de Marvel: ¡Capitana América! Desde ese momento hasta ahora todo ha sido agitación porque se supieron varias cosas: 1- El Universo Expandido de Marvel está por entrar en una nueva etapa. 2- Carol Danvers, La capitana Marvel, vendría a la Tierra para solucionar el lío . 3- Pero como la mayoría del público no conoce al personaje, había una película en proceso para contar su historia. Los meses traían más y más noticias y hasta una controversia alimentada en parte por la actriz Brie Larson (la Capitana en cuestión), que al tono con los tiempos que corren dejó entrever que la el personaje traía algo de equilibrio en lo que a géneros se refiere, al ser la primera mujer que tendría su propia película en el universo Marvel. Las declaraciones y algunas filtraciones agitaron el encono de algunos influencers, que no dudaron en acusar de feminazi al nuevo personaje. Paralelamente a esa pelea surgían rumores de que por razones bien terrenales -como el final de los contratos de algunas estrellas- y por necesidades empresariales surgidas de la compra de Marvel por Disney, los diez años con películas de Thor, Iron Man y todo el grupo llegarían a su fin con la próxima producción de los Avengers, así que Capitana Marvel serviría para presentarla a ella pero también como cabeza de playa de una nueva invación de la marca. Y llegó el día -en las vísperas del Día de la Mujer-, la película ya está en cartelera dando fin a los rumores y las filtraciones. En una galaxia lejana se desarrolla una lucha entre dos razas, los Skrull y los Kree. Los skrulls son verdes y reptilianos pero pueden adoptar cualquier aspecto, mientras que los Kree pueden tener la piel azulada o como la de los humanos. Los Kree son valerosos y nobles, los Krulls son retorcidos, malvados y de manera traicionera infiltran los planetas para invadirlos y quedarse con ellos. Todo eso es lo que la guerrera Vers, sabe sobre porque anda luchando por las galaxias aunque su memoria a veces le trae ramalazos de otra vida, sus jefes dudan en usarla para misiones mayores porque Vers no sabe dominar sus sentimientos. Así, en la primera misión de importancia, cae prisionera de los Skrulls y todo se vuelve más confuso. La guerrera se escapa y termina en la Tierra aunque para los Skrulls y los Kree se llama C53. Ya en la Tierra y en plena década de los 90, Vers entra en contacto con un agente de S.H.I.L.D.S que la va ayudar entre otras cosas a saber que ella en otra vida fue la aviador Carol Danvers. Una vez que las acción de la película toca el planet, la acción no se detiene y pasamos a otra fase donde se descubre que no todo es como Vers/Danvers pensaba y además, nos enteramos que la Tierra viene siendo el centro de operaciones de intentos de invasión desde hace rato. Para evitar entrar en la zona en que se revela mucho más que lo que el espectador avisado sabe, es mejor no avanzar con el relato de los hechos de la historia así que vamos a decir que Brie Larson es una muy buena Capitana Marvel, que Samuel L. Jackson vuelve a encarnar a un Nick Furry pero esta vez como un agente más joven, que va descubriendo lo que se juega a nivel galáctico y universal con los intentos de invasión a la Tierra. Brilla Ben Mendelsohn tiene un papel al que le regalaron distintos matices aunque se anticipaba que sería una especie de villano y también está Annete Benning con Mar – Vell y Jude Law cómo Yon Roog, que es el mentor Kree de la Capitana Marvel. Una mención especial para quien se convierte en un personaje central que es el gato que se pasea durante toda la película y que aterroriza a los Skrulls por razones que a los humanos nos parecen incomprensibles. La banda de sonido, las referencias a la cultura pop en general y en especial a cuestiones muy de esa década no tan lejana funcionan muy bien y no alcanzan a desviar al espectador del relato central. Bienvenidos los noventa a la mirada retro. Para los seguidores del Universo Expandido de Marvel, solo nos resta decirles que Capitana Marvel cumple las expectativas de sobra y explica lo que esperaban saber sobre como se va meter Carol Danvers en la que seguramente será la última aventura de algunos Avengers. CAPITANA MARVEL Captain Marvel. Estados Unidos, 2019. Dirección: Anna Boden y Ryan Fleck. Guión: Anna Boden, Ryan Fleck y Geneva Robertson-Dworet. Elenco: Brie Larson, Samuel L. Jackson, Ben Mendelsohn, Jude Law, Annette Bening, Lashana Lynch, Clark Gregg, Rune Temte, Gemma Chan, Djimon Hounsou. Producción: Kevin Feige. Distribuidora: Buena Vista. Duración: 124 minutos.
Un nueva película antes de la esperada “Avengers, End Game”, ésta vez protagonizada por primera vez por una mujer, en la época del emponderamiento femenino. La encargada de semejante reto es Brie Larson (Carol Danvers, Vers) (“The Room”, entre otras), quien es una guerrera Kree y vive en Hala (Planeta de los Kree) bajo la tutela de su mentor Yong-Rogg (Jude Law). El guión consiste en la lucha entre los Kree y los Skrulls, quienes pueden adoptar distintas formas. Vers no recuerda nada de su pasado, sólo tiene apariciones breves en su mente y cuando es enviada en una misión para rescatar a uno de sus espías, descubre toda SU verdad, quién es y para qué está en el mundo, además de encontrar su superpoder y asimilarlo. En la misión es secuestrada y vuelve a los 90´ donde se encontrará con los jóvenes Nick Fury (Samuel Jackson) y Phil Coulson (Clark Gregg) y donde lucha con el líder Skrull Talos (Ben Mendelsohn). Pero nada es lo que parece en éste film dirigido por Anna Boden y Ryan Fleck, que dura 130’ y donde buscan una energía especial. No conviene spoilear más. Sólo reconocer que es entretenimiento puro, que tiene buenos efectos visuales aunque se abuse del CGI, buenas actuaciones de Larson, Jackson y una enigmática Annette Bening, más el simpático gato llamado Goose. Excelente homenaje a Stan Lee al comienzo, y por favor, como siempre, esperen dos sorpresas después de los créditos finales. ---> https://www.youtube.com/watch?v=TmnyMplSFy4 ---> TITULO ORIGINAL: Captain Marvel ACTORES: Brie Larson, Jude Law, Samuel L. Jackson. Ben Mendelsohn, Lee Pace, Gemma Chan, Mackenna Grace, Annette Bening, Djimon Hounsou, Clark Gregg. GENERO: Comic , Aventuras . DIRECCION: Anna Boden, Ryan Fleck. ORIGEN: Estados Unidos. DURACION: 124 Minutos CALIFICACION: Apta mayores de 13 años FECHA DE ESTRENO: 07 de Marzo de 2019 FORMATOS: Imax, D-BOX, 4D, 3D, 2D.
Una identidad arrebatada “Capitana Marvel” (Captain Marvel, 2019) es una película de superhéroes dirigida por Anna Boden y Ryan Fleck (Half Nelson), personas que también se ocuparon del guión junto a Geneva Robertson-Dworet. Protagonizada por Brie Larson (La Habitación, El Castillo de Cristal), el reparto se completa con Samuel L. Jackson, Jude Law, Annette Bening, Ben Mendelsohn (Ready Player One, Robin Hood), Lashana Lynch, Gemma Chan, McKenna Grace, Clark Gregg, Djimon Hounsou, Akira Akbar, entre otros. Siendo la vigésimo primera producción dentro del Universo Cinematográfico de Marvel, el film se alza como el primero dentro de la franquicia en tener a una superheroína como personaje central. La historia se centra en Vers (Brie Larson), una integrante de la unidad militar Kree (raza alienígena) que constantemente tiene flashbacks mezclados de su pasado pero no recuerda nada sobre él. Al embarcarse en una misión contra los Skrulls, extraterrestes metamorfos enemigos de los Kree, el grupo de Vers sufre una emboscada y la noble guerrera termina cayendo en el planeta C-53 (la Tierra) durante el año 1995. Junto al joven Nick Fury (Samuel L. Jackson), que en ese momento aún contaba con sus dos ojos, Vers irá eliminando a varios Skrulls que tomaron forma de humanos así como irá descubriendo la verdad de sus primeros años de vida. Mucho se viene comentando sobre la heroína que reparará el daño provocado por Thanos en Infinity War: hay quienes quieren que a la película le vaya mal en taquilla porque no confían en Brie Larson para un rol tan importante y están los fanáticos de los cómics que por fin podrán ver a su ídola en carne y hueso pateando traseros. Con la clara intención de llenar el vacío que había en Marvel al no tener poder femenino en un rol principal, la Capitana llega a las pantallas para inspirar a las mujeres. A su vez, el filme pretende desplegar nostalgia con sus elementos noventosos tales como el Blockbuster, las aparatosas y lentas computadoras de la época y alguna que otra canción. Aunque la película logra ser entretenida en variadas escenas, en especial en su primera mitad, su trama de origen (presentación de un personaje nuevo) es distinta a lo que estamos acostumbrados. Esto sucede porque aquí no vamos a conocer en detalle la infancia y juventud de la protagonista: como la historia está contada desde su punto de vista, solo veremos pequeños instantes de lo que a Vers le va surgiendo en su cabeza. Aunque después se comprende qué es lo que le ocurrió para no tener memoria, desde el principio se hace muy difícil conectar con una persona de la que sabemos poco y nada. Con la típica secuencia de lucha final completamente alargada, muchas explicaciones no son del todo claras y la cinta no logra tener un tono y cohesión definido, más bien es un rejunte de la camaradería que hay entre la Capitana y Nick Fury, la guerra entre los Krees y Skrulls, momentos tiernos con el gatito anaranjado Goose, Vers hallando su verdadera identidad y reconectando con una amiga de cuando ella estaba entrenando para convertirse en piloto, entre otras cosas. Aún así, la película tiene aspectos bien logrados que incluyen la capacidad de los Skrulls de tomar el aspecto de un humano, la fuerza de Vers, su flamante traje azul y rojo y un plot twist que resulta inesperado. Pese a que “Capitana Marvel” no es memorable ni genera empatía, su visionado, en especial su primera escena post crédito, resulta necesario para poder captar lo que se viene con “Avengers: Endgame”. Sin una banda sonora que se distinga y con algunos efectos que dejan que desear, la película se deja ver y consigue sacar alguna risa.
Con el estreno de Captain Marvel, el Universo Cinematográfico salda una deuda pendiente desde hace años, al poner a una mujer por primera vez al frente de una de sus películas. No fue Black Widow, como siempre se hubiera supuesto, la que sacó al MCU de su déficit sino que se introdujo a una superheroína poco conocida para quienes no son del mundo de los cómics. Carol Danvers es una poderosa y noble guerrera de habilidades inconmensurables, cuya única referencia dentro de este armado colectivo era su logo en el final de Avengers: Infinity War, cuando Nick Fury dedicó sus últimos instantes de vida para solicitar su ayuda. Inmediatamente establecida como la única capaz de equilibrar la balanza contra Thanos, necesitó su film individual para desarrollar sus habilidades e instalarse ante una audiencia global. Y lo hace, con lo que el objetivo puede darse por cumplido. Pero lo hace con una película que sigue los pasos de 20 anteriores, y que no ofrece demasiado cambio a una fórmula que ya es suficientemente familiar.
Marvel decidió que ya era hora de darle una película a una heroína y apostaron por Captain Marvel. Una historia de origen que, si bien tiene muchos clichés, se nutre de ellos y logra un resultado entrañable.
Capitana Marvel no es ni por asomo la mejor película del Universo Marvel ni rompe el molde de la trillada historia de origen del superhéroe, pero brinda una gran presentación de este personaje con un espectáculo muy ameno que se disfruta en el cine. Como mencioné en el video que hicimos con Chandler la semana pasada, el problema con Carol Danvers es que se trata de una heroína que en los cómics tomó el legado de un personaje establecido como era el alienígena Mar-Vell. Algo que no existía en la franquicia del cine. Por ese motivo esta película introduce una versión alternativa de Danvers que combina numerosos elementos de la historieta y consigue que funcionen muy bien. Pese a los cambios realizados, el rol de Brie Larson captura a la perfección todos los rasgos de la personalidad de Carol, inclusive aquellos que generaron que mucha gente no se enganche con ella en la historieta. Su impulsividad, esa confianza extrema en sí misma, que por momentos roza la arrogancia, la coraza emocional que construyó sobre ella para no mostrar sus verdaderos sentimientos, sumado a su temperamento explosivo cobran vida en una magnífica interpretación de la protagonista. El personaje está muy bien escrito a tal punto que quienes no la soportaban en la historieta no se reconciliarán con ella en el cine y aquellos que no terminen de engancharse con esta heroína en la película creo que tampoco lo harían con su revista. Una de mis grandes dudas con esta producción era Brie Larson porque se la notaba anestesiada en los avances, que por cierto, no le hicieron justicia a su trabajo. En el film se la percibe comprometida con el rol y consigue darle vida a la Capitana Marvel de los cómics. Paso a resaltar algunos de los aspectos positivos de este film. En principio los realizadores tuvieron el buen juicio de no contaminar la historia de Danvers con una forzada subtrama romántica que hubiera resultado fatal para este personaje. Gran parte de la película se desarrolla como una buddy movie entre Carol y Nick Fury que explota muy bien la excelente química que tiene la protagonista con Samuel Jackson. La dinámica que se gesta en la relación de sus personajes remite bastante al vínculo que tuvo el actor con Genna Davis en esa subestimada película de acción de Renny Harlin que fue El largo beso del adiós (1996). La camaradería entre Fury y Danvers representa el corazón de la película y la interacción entre ellos brinda algunos de los mejores momentos de este relato. La amistad de la heroína con su compañera del ejército María Rambeau también resulta un acierto para explorar la humanidad de la protagonista, pese al espacio limitado que le dieron a esa relación. Si bien el conflicto se desarrolla en los años ´90 y el espectador ya cuenta con la información sobre lo que ocurrirá en el futuro, el film añade algunos giros imprevistos que permiten sortear este obstáculo. La introducción de las razas alienígenas Kree y Skrull resulta interesante y tanto Ben Mendelson como Jude Law logran tener sus momentos destacados en estos roles. El tono general de la película remite bastante a lo que fueron las primeras producciones de Marvel que surgieron a partir del 2008 con Iron Man. Un tema que sobresale principalmente en el tratamiento del humor que para mi gusto estuvo bien equilibrado en la trama. Las situaciones más graciosas giran en torno a la tecnología que había disponible en los años ´90, pero a diferencia de Guardianes de la Galaxia 2 o Thor: Ragnarok los miembros del reparto no se desempeñan como comediantes de stand-up. El gato Goose es simpático y aporta algún momento humorístico, aunque las reseñas en Estados Unidos le dieron más relevancia de la que tiene. Salvo por un par de escenas puntuales donde faltó una pulida a los efectos especiales, en general la calidad de la película en este aspecto es muy buena y sobresale el rejuvenecimiento de Samuel Jackson que es brillante. Dentro de este género el espectáculo que propone Capitana Marvel se disfruta muchísimo en el cine, si bien la película cuenta con algunas debilidades que son imposibles de ignorar. En principio esta producción carece de esa impronta de cine de autor que tuvo Pantera Negra. La dirección de Ryan Fleck y Anna Boden no tiene personalidad y es bastante insulsa. Si en los créditos finales se mencionaba que la realización corrió por cuenta de Jon Favreau o Juan Campanella daba lo mismo porque el film no tiene una identidad propia. Por momentos el relato de estos directores se siente algo acelerado y la historia de vida de Carol Danvers, que es muy atractiva, no se termina de explorar a fondo, debido que el film abarca demasiados temas a la vez. Me quedó la impresión que se quedaron cortos con las secuencia de acción que permitan ver a la Capitana Marvel en su esplendor. En general las escenas que ofrecen si bien no están mal son bastantes genéricas. A esta película le faltó un momento épico que lograra quedar en el recuerdo de la gente, como la secuencia de Wonder Woman en las trincheras. Por esa razón creo que lo mejor de Carol Danvers lo vamos a ver en el futuro. Muy especialmente si el estudio delega el film en algún otro director o directora que presente un mayor dominio de la fantasía y la acción. En cuanto al contenido feminista de Capitana Marvel sobre el que tanto se debatió en los últimos meses llama la atención que no se jugaran un poco más con esta cuestión. Sobre todo al tratarse de la primera producción del estudio centrada en una heroína. Temáticas como la inequidad de género o el predominio de la cultura machista se trabajaron con mayor solidez en Wonder Woman que en esta película donde sorprende la moderación que presenta en estas cuestiones. La historia de Carol abraza por momentos la causa del empoderamiento femenino pero nunca se convierte en el eje central del film, que se enfoca en el más puro escapismo de fantasía. Algo que tampoco está mal ya que abundan en este momento las producciones de Hollywood que te taladran la cabeza con los mensajes de corrección política. Por esa razón toda la campaña de odio hacia esta producción y Brie Larson, por la supuesta agenda de ideología de género que se iba a imponer, resultó una estupidez orquestada por un grupo de tilingos, con exceso de tiempo libre, que buscan sumar suscriptores en sus canales de You Tube. El bautismo de fuego de la Capitana Marvel lo veremos en la próxima entrega de los Vengadores, ya en manos de los hermanos Russo, donde se confirmará el rol que jugará el personaje en el futuro de esta franquicia. Su primera película es apenas una introducción correcta de una heroína que tiene un enorme potencial y llegó para quedarse en este universo de ficción.
Capitana Marvel va a lo seguro, con una fórmula más que probada y eficaz, solo que esta vez encabezada por una mujer. O sea, un éxito asegurado. Tranquilamente podríamos afirmar que se trata de una película de la Fase 1 y que llegó más tarde. Su principal atractivo es el magnetismo de su protagonista y que nos dejan con ganas de más. Ahora bien, bajo ningún término es la mejor película (ni en el top 5) de la compañía, tal como muchos están vendiendo. Lamentablemente, esta producción quedó en el medio de mala prensa como consecuencia de unos tweets inentendibles, y que no vale la pena destacar aquí. También cabe recordar que no es la primera película de una superheroína, hubo unas cuantas, y sin ir más lejos en 2017 se estrenó Wonder Woman, cuya secuela llega el año que viene. La diferencia es que aquí todo transcurre en un universo que ya cuenta con más de 10 años y 20 películas. La magia de Marvel en todo su esplendor, y bien utilizada. Celebro mucho que no hayan abusado del humor, ni que los personajes secundarios sean molestos. Carece de un buen villano, y es bastante predecible. Pero compensa con la nostalgia noventosa (¿Acaso son los nuevos 80s?), muy bien dosificada, y que es imposible no identificarse si tenés más de 30 años. No hay ninguna sorpresa, y el film fluye sin problemas. La dupla de directores Anna Boden y Ryan Fleck hacen un laburo correcto, pero de fórmula, como sucede con casi todas las películas de Marvel. Hay una identidad de empresa que prima por sobre los realizadores, salvo excepciones. Tal como marcaba unos párrafos más arriba, Brie Larson es el gran atractivo de la película. Su Carol Danvers es espléndida en todo sentido, y muestra unas cuantas facetas, además de pegar buenas piñas. Punto a parte para Samuel L. Jackson, cuyo Nick Fury precuela le sienta más que bien. Es la primera vez que disfruté por completo su personaje. El resto del elenco está bien, pero ninguno dice mucho. Está bueno ver a un Greg Clark rejuvenecido, pero es solo eso. ¿Y Goose el gato? Me gustó, pero sin causarme la fascinación que le causa a muchos. No coincido para nada con eso de “tiene las mejores escenas”. Y ahí es donde está el quiebre y el tipo de cine de superhéroes que gusta a quién escribe y que difiere con muchos. Para mi ese personaje, y el humor que implica, le resta a la película. Dicho sea de paso, jamás leí un comic de Capitana Marvel, pero si estoy familiarizado con su antecesora Ms Marvel. En conclusión, es una buena origin story, le suma al universo, y quiero ver más de ella. Tanto en Endgame como en el futuro. Atención a las dos escenas post créditos, se escucharon gritos en la sala con una de ellas… Capitana Marvel le da una nueva (y buena) pincelada a este universo que no deja de crecer y expandirse.
Después de que un superhéroe negro tuviera filme propio (Pantera Negra), Marvel/Disney sigue poniéndose al día en la agenda de la corrección política: en la semana del Día Internacional de la Mujer llega la primera película de los estudios protagonizada por una superheroína, codirigida por una mujer (Anna Boden junto a su marido, Ryan Fleck), escrita por mayoría de mujeres y, lo más importante de todo, con mensaje feminista. La lección es que Carol Danvers supo sortear todas las barreras que los hombres intentaron imponerle: desde la infancia le dijeron que una mujer no podía cumplir ciertas tareas y, maestra de la resiliencia feminista, después de haberse caído mil veces, ella se levantó para demostrar que era tan o aún más competente que ellos. Y descubrir que, al contrario de lo que le repetían, sus emociones no son su debilidad, sino su fortaleza. ¿Cómo encaja esta enseñanza en el Universo Cinematográfico de Marvel? Sin inconvenientes. Que esta heroína del #MeToo haya venido a patear testículos no impide que su historia se integre con armonía a la franquicia que empezó en 2008 con Iron Man. Situada en los años ’90 (abundan los guiños de época), esta es una precuela de toda la saga. Tiene como coprotagonista a un Nick Fury con sus dos ojos sanos, encarnado por un Samuel L. Jackson rejuvenecido por la magia de los efectos especiales (al igual que Clark Gregg y su agente Coulson). La presencia de Jackson es clave, tanto en su función de eslabón con los Avengers como en ese toque humorístico y descontracturado necesario para evitar que estas historias caigan en las garras de la solemnidad. Algo que aquí se consigue a tiempo: el tono es equidistante entre la farsa de Thor: Ragnarok y la seriedad de Pantera Negra, por citar dos ejemplos recientes de la factoría Marvel. De modo que la gracia de Fury -y de una mascota que se agencia en el camino- compensan el tedio que acecha en las peleas coreografiadas y los diálogos explicativos. Parlamentos que abundan, por tratarse de una compleja aventura no lineal, que ubica a los humanos en medio de una guerra entre pueblos extraterrestres. Brie Larson es una correcta Capitana Marvel, con la estampa indispensable para ser creíble como heroína pero sin perder la humanidad. Aunque un poco más de mugre y menos de peluquería la habrían beneficiado: la batalla contra la dictadura estética tal vez sea la reivindicación feminista que le faltó aplicar.
La película codirigida por Anna Boden y Ryan Fleck comienza con un doble homenaje a Stan Lee, patriarca de Marvel recientemente muerto, y termina con las ya habituales dos escenas ubicadas durante y después de los créditos finales, que nos informan -entre varias otras cosas que es mejor no revelar- que la protagonista regresará (en menos de dos meses) en Avengers: Endgame. . Así como DC Comics produjo Mujer Maravilla, su rival responde ahora con Capitana Marvel. Las superheroínas han llegado para quedarse y terminar de una vez por todas con el monopolio masculino, que en varios aspectos exaltaban tramas y personajes decididamente machistas. Se hizo esperar, pero Brie Larson (ganadora hace tres años del premio Oscar por La habitación) consiguió la proeza de encabezar un film del Marvel Cinematic Universe (MCU) tras nada menos que veinte películas en la última década. Más allá del encomiable cambio de paradigma, Capitana Marvel es una apuesta bastante clásica y en ciertos aspectos convencional. En principio, narra el enfrentamiento entre los Kree y los Skrull (ese prólogo remite por momentos a Star Trek, Superman y ciertos toques de la también marveliana Guardianes de la Galaxia), después describe la crisis de identidad y los orígenes del personaje central de Carol Danvers (también conocida como Vers), una expiloto de la Fuerza Aérea (aquí hay homenaje a Top Gun incluido), y luego se convierte en una buddy-movie entre ella y el Fury de Samuel L. Jackson (muy rejuvenecido gracias a los generosos efectos digitales) que transcurre sobre todo en la Los Ángeles de 1995, lo que permite a la vez un despliegue de pura nostalgia con marcas como Blockbuster y RadioShack, tecnología hoy obsoleta como los radiomensajes o el CD-Rom y canciones de Nirvana, Salt-N-Pepa, Elastica, No Doubt y R.E.M., entre otras bandas de la época. Cualquier explicación de la trama implicaría un gigantesco spoiler porque aquí nada es lo que parece. Pero Capitana Marvel -que termina desaprovechando a intérpretes de renombre como Annette Bening o Jude Law en estereotipados personajes secundarios- nos regala algunas claves: que, en realidad, todo comenzó llamándose Mar-Vell, el origen del tan mentado (y buscado) Teseracto y cómo fue que Fury perdió uno de sus ojos. Delicias que los seguidores del MCU sabrán apreciar y disfrutar.
Justo para el Día de la Mujer, Stan Lee trae desde el cielo a una de las mejores heroínas del cine moderno. En esta “Captain Marvel” (el título es mejor, ya que la palabra “Captain” no revela el género) hay, sin embargo, bastante violencia de género: la primera escena empieza cuando la protagonista, Brie Larson, recibe un tremendo puñetazo en la cara propinado por su oficial superior, Jude Law. Y para tener idea de la diversidad de situaciones políticamente incorrectas, en una de las varias secuencias de acción la Capitana Marvel muele a patadas a una pobre ancianita (en realidad es un extraterrestre camuflado, pero el público del tren en el que viaja no puede saberlo). Este film está entre lo mejor que haya producido Marvel: por un lado es una contundente “space opera” (sólo un tercio de la trama transcurre en la Tierra); es una vertiginosa película de superacción con un par de secuencias de persecuciones y violencia imperdibles, sin duda inspiradas en el James Cameron de “Terminator 2” y “True Lies”(la acción está ambientada en la década del ’90, con referencias a la cultura pop de la era); hay momentos de humor y además incluye algunas imágenes fantásticas notables. Pero, a pesar de esto, algunas de las escenas más brillantes son naturalistas, como cuando una chica amnésica se enfrenta por primera vez al álbum de fotos que le recuerdan su vida. Bien al estilo del Hollywood de los años ’90, también hay una “pareja despareja” de héroes de acción, ya que la Capitana Marvel está acompañada por un joven jefe de SHIELD, un divertidísimo Samuel L. Jackson con un toque de botox digital, para decirlo del algún modo. Y el guión alcanza una creciente intensidad dramática a medida que la protagonista reconstruye su identidad borrada mientras es perseguida por un ejército de aliens que pueden transformarse en cualquier persona, al estilo de aquel Terminator digital de Cameron. Stan Lee está canonizado en uno de los nuevos créditos de apertura del estudio (y hace un cameo póstumo). Esta producción es imperdible, desde su comienzo a las dos típicas secuencias “sorpresa” que aparecen en los créditos del final.
Vers es miembro de un grupo guerrero del ejército Kree. Luego de que una misión sale mal, queda varada en la Tierra, esperando a sus compañeros, y cazando a unos Skrulls infiltrados en nuestro planeta. Pero a medida que investiga, irá develando detalles de su pasado, dándose cuenta quienes son los verdaderos enemigos, y qué lugar le toca jugar en esta guerra intergaláctica. Después de la laaaaaaaaaaaaaaaaaarga (y ya aburrida y cansadora) polémica que se armó detrás de esta película, al fin nos llega Capitana Marvel, con una pregunta casi unánime por parte de todo el mundo ¿Carol Danvers/Brie Larson, van a cerrar bocas? La respuesta es un sí, no rotundo, pero sí que va mostrar como no hay que juzgar una película antes de verla. El primer acierto de Capitana Marvel, es que siempre tuvo claro su objetivo, y que no cambiaron el rumbo del film a medio camino sólo por las críticas de determinados sectores. Esto se traduce a tener en pantalla una cinta de origen simple pero efectiva. También debemos decir el paso hacia adelante que tiene la producción con respecto a sus efectos especiales. Si bien algunos se sienten medio gomosos (cuando la Capitana lucha usando su máscara), en la mayoría de los casos es impecable; sobre todo en su tramo final donde la acción pasa a situarse en el espacio. Y si hablamos de los rejuvenecimientos, perfectos ambos, aunque se destaca más el de Samuel L. Jackson. Pero, así como recalcamos la acertada simpleza, foco y efectos de Capitana Marvel, debemos mencionar algo que llama poderosamente la atención por lo mal trabajado que esta. Y nos referimos a la música compuesta para el film. De la banda sonora utilizada “a lo Guardianes de la Galaxia” no podemos decir nada, pero la creada para la película, pasa tan desapercibida, que en más de un momento pareciera que es inexistente. Solo les pedimos que presten atención al clímax, que si bien a nivel visual es impactante, pierde toda la epicidad al carecer de un apoyo musical, haciendo parecer que estamos viendo dicha escena en mute. Es más que obvio que Capitana Marvelno es un paso hacia adelante en las producciones de Marvel Studios, pero tampoco es una involución; sino que se mantiene en el promedio de películas entretenidas, que agrandan al MCU. Y no podemos irnos sin decirles que Capitana Marvel cuenta con dos escenas post créditos; y como viene siendo una regla en las últimas películas, la imprescindible es la primera de ellas. Dato importante si van al cine apurados.
Capitana Marvel (Captain Marvel,2019)hoy es llevada al cine siendo la película #21 en el Universo Cinematográfico de Marvel , dirigida por Anna Boden y Ryan Fleck, protagonizada por Brie Larson, Samuel L. Jackson, Jude Law, Ben Mendelsohn , Lashana Lynch, Annete Benning y Gemma Chan, entre otros. La película nunca se aleja de la historia de origen, por eso de entrada conocemos a Vers ( Brie Larson) miembro, un tanto rebelde, de un grupo guerrero del ejercito Kree comandado por Yon-Rogg (Jude Law). Con la mente completamente en blanco sin rastros de memorias, sólo conoce su entrenamiento diario y que la raza de metamorfos llamados Skrull, son los enemigos mortales comandados por Talos (Ben Mendelsohn) Luego de una misión de rescate fallida, queda varada en la tierra a la espera de su grupo. Pero su aterrizaje no fue el único ya que los Skrulls también se instalan entre nosotros. Perfectamente situada en el año ’95 está llena de guiños a la época, desde el tan remarcado Blockbuster hasta las primeras computadoras, la música tiene ciertos baches por momentos y es un pequeño paso en falso para la cinta. Las escenas de batallas , principalmente las espaciales , tienen un despliegue visual impecable. Se hizo muchísimo eco del “POR QUÉ NO SONRÍE” o del “No tiene expresiones” y acá es donde Jessica Jones nos enseñó a romper cueAH NO PARÁ, Larson contrataca de la mejor manera porque la química que tiene con Jackson es simplemente hilarante y no deja de ser una persona con seis años completamente borrados. Pero hay espacio para la comedia y hasta para un par de lágrimas gracias a Lashana Lynch quien interpreta a María Rambeau. La espera fue larga y el tiempo de duración muy corto, por lo menos para mí, porque sentí esas dos horas deshacerse entre mis manos cual botella de agua en pleno verano. No puedo mentir porque fui con muchas expectativas y no sólo las supera, sino que me dejó pensando y repensando cada escena y/o plano inclusive hasta su mascota es fiel a las páginas, Goose la gata de raza Flerken. Sinceramente Capitana Marvel cumple con las expectativas y aclara aquella gran duda que nos dejó la escena post créditos de Infinity War. ¿ Que significaba ese bendito BEEPER? Yo les puedo decir que Thanos ha abandonado el grupo.
El cine de cómics le da, finalmente, la bienvenida a una esperada superheroína: Capitana Marvel. Con una película que no decepciona, Brie Larson entrega una historia entretenida pero sin grandes sobresaltos. ¿De qué se trata Capitana Marvel? Carol Danvers (Brie Larson) debe indagar en sus orígenes cuando la Tierra queda atrapada en medio de una guerra galáctica entre dos razas alienígenas, los skrulls y los kree. El momento de hacer un comentario sobre una nueva película de superhéroes, cuesta dejar de lado lo que viene con uno. El fan del cómic no verá “Capitana Marvel”, o cualquier otra, con los ojos del espectador común. En este sentido, me planto en la vereda del espectador común y lo que sigue es el comentario de quien no tiene especial debilidad por este tipo de cine. ¿Eso te hace pensar que la odié? Para nada. “Capitana Marvel” es ideal para quienes no estamos al tanto de todo este universo porque es, ante todo, una película de génesis, de surgimiento del personaje. La mayor parte de la historia transcurre en la Tierra, en 1995, lo que da pie a buenos gags y nostalgia por aquellos años pre-Instagram. Brie Larson está muy bien como esta chica superpoderosa, aunque el protagonismo se lo roban dos de sus compañeros de ruta: el gran Samuel L. Jackson y Goose, el gato que a partir de ahora todos vamos a amar. “Capitana Marvel” cumple desde lo visual sin ofrecer grandes sobresaltos: no es un peliculón, pero todo está en lugar y el resultado es positivo. Las nuevas dosis de girl power, por cierto, siempre son bienvenidas. Puntaje: 7/10 Título original: Captain Marvel Duración: 123 minutos País: Estados Unidos Año: 2019
Y finalmente la gente de Marvel se puso al día. Primero con un héroe negro y el exitazo de “Pantera Negra”. Y ahora, luego de la pegada de “Mujer Maravilla”,con la que DC comics se adelantó a la tendencia, llega por fin esta heroína mucha mujer, donde la buena actriz que es Brie Larson, se planta como portadora de “mensaje feminista” con sus puños llenos de rayos energéticos, pero por sobre todo contra todos los que le ponen piedras en el camino, comenzando por su papá y ni hablar con los seres de otras galaxias que la tironean en un juego de buenos y malos que ella tendrá que resolver, cuando ponga en orden sus secretos revueltos con malas intenciones. Una trama un tanto complicada, pero entendible, peleas previsibles a esta altura del partido y verdaderos hallazgos. Como se trata de una precuela con respecto a los Avengers, por efectos muy vistosos vemos rejuvenecidos a un maravilloso Fury Samuel L. Jackson y sus compañeros, y además un gato enigmático que es toda una sorpresa. La película dirigida por el matrimonio Anna Boden y Ryan Fleck tiene todo para entretener a los fanáticos de los héroes nacidos del cómic: Humor, intriga, muy poca solemnidad y gana de seguir viendo sus aventuras. El elenco se completa con Ben Meldenson, Jude Law, Annette Bening, Lashana Lynch, Clack Greff entre muchos otros. Un entretenimiento a tono con los tiempos actuales y bien hecho.
Dan-Vers Desde hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana, dos razas sostienen una legendaria batalla sin que nadie logre imponerse definitivamente. De los cambiaforma Skrull no había más que alguna referencia perdida, pero los Kree ya han aparecido otras veces en el universo Marvel, aunque hasta ahora no se había mostrado su planeta de origen ni a la conciencia colectiva artificial que los gobierna. En medio de este conflicto y sin recordar nada anterior a su llegada casi muerta a Hala, capital del Imperio Kree, Vers (Brie Larson) entrena con un equipo de operaciones de élite Kree ansiosa por tener una oportunidad de demostrar su valor en el campo. Esto finalmente se le cumple cuando se les encarga rescatar a un espía que corre peligro de ser capturado por el enemigo, misión que fracasa estrepitosamente y termina con ella capturada por un comando Skrull dispuesto a extraer de su mente toda la información útil que puedan encontrar. Esa información los pone rumbo a un primitivo planeta habitado por una raza que apenas ha logrado salir de su órbita, pero donde aparentemente una científica está desarrollando un propulsor tan avanzado que podría desestabilizar definitivamente el delicado equilibrio de la guerra en favor de quien lo consiga primero. Ajena a los grandes planes de los líderes, Vers solo pretende evitar que los Skrull se infiltren en un nuevo planeta, sin sospechar que será allí donde la esperan esos recuerdos de los que apenas tiene algunos fragmentos. Vení como sos La primera aparición de Capitana Marvel en el universo compartido ocupa al mismo tiempo la posición de precuela, historia de origen de un personaje poco conocido, y detonante de una anunciada renovación del elenco clásico de la franquicia, sin contar la demorada inclusión de un rol protagónico femenino. Esto agrega mucha información necesaria de incluir dentro de una trama que resulta en una primera mitad bastante más lenta. El protagonismo de Capitana Marvelno se asienta hasta que llega a la Tierra y el contexto cósmico queda debidamente presentado. Es a partir de ahí, con una efectiva dupla con el joven Nick Fury, que todo toma ritmo y va recorriendo varios tonos de forma orgánica. Porque antes de convertirse en una película de superhéroes clásica, es primero una buddy movie de espías, con un interesante enemigo capaz de tomar la forma de cualquier persona para infiltrarse o escapar. La elección de ponerle al lado a un personaje popular pero que nunca fue protagónico parece bastante acertada, aunque cuesta un poco reconocer a este Fury alegre y entusiasta como el mismo que una década más tarde vemos organizar a los Vengadores. La dupla entre ambos tiene buena química tanto para la acción como para la comedia, la cual está presente como en toda la franquicia pero sin tomar el rol protagónico que viene teniendo en la rama cósmica del MCU. Muchos de estos gags son alusiones a la época donde está situada la historia, de una forma quizás demasiado subrayada pero que igualmente funciona la mayoría de las veces. La trama en sí tiene algunos huecos que a fuerza de casualidades y decisiones poco explicadas se acomodan a lo que hace falta para que avance, pero todos los personajes principales tienen un mínimo de volumen suficiente como para que resulten interesantes y necesarios dentro de ella. Personalmente hubiera querido un rol más importante para Coulson, desaparecido de la pantalla grande desde la primera Vengadores, pero llevando desde entonces dignamente la antorcha en la TV con Agentes de S.H.I.E.L.D. Regalame una sonrisa Pero claramente el motivo por el que Capitana Marvel fue más criticada y esperada antes del estreno, es por la promesa de contenido social extra a una clásica historia de acción y aventuras, similar a lo que ocurrió con Pantera Negra un año antes. Ninguna de las dos pretende excluir público, pero están enfocadas en un sector que hasta entonces no estaba en el centro: en este caso con la intención de contar una historia con mirada feminista. Como parte de esa narrativa, vemos las distintas etapas en la vida de Carol Danvers y cómo tuvo que lidiar con hombres recordándole lo que podía o no hacer, esperando que resulte atractiva o emocional para encuadrar dentro de un patrón predeterminado. Su forma de enfrentarlo, además de con esfuerzo y mérito, es apoyándose en una amistad sólida y pareja con otra mujer en condiciones similares a las suyas, encontrando juntas un lugar que las satisfaga. Si bien toda esa bajada es clara, al punto que algunas frases amenazan con pasarse de obvias, tampoco está exacerbada ni puesta por delante de la historia que están queriendo contar. No ha de sorprender que esto resulte en una mayor conexión con las mujeres del público; es una intención evidente que no por eso se siente invasiva o forzada. Porque el componente de género es solo uno más de los escollos en el camino de una protagonista pretendiendo un destino que no es el que le fue trazado. La Capitana Marvel es una mujer fuerte y poderosa que no es invulnerable a las dudas e inseguridades que necesita sobrepasar para lograr su potencial completo. Así logra un mensaje de contenido más profundo que el de la otra heroína, esa que cronológicamente le ganó de mano en el protagónico.
Just a girl Tras 10 años y 20 películas en el Universo Cinematográfico de Marvel, llegó la primera protagonizada por una superheroeina y por casualidad o causalidad, se estrena en la semana del día de la mujer. Lo primero que hay que decir es que Brie Larson, en el papel protagónico, es de lo mejor de está película. Se la carga al hombro y en todo momento demuestra que era la opción ideal para interpretar a Capitana Marvel, uno de los personajes mas importantes de Marvel. Vale esta aclaración ya que desde antes del estreno ya varios trolls se encargaron de criticar la elección de la actriz por no demostrar la simpatía y carisma que caracteriza al personaje. Ahora, si hablamos de la película en si… es buena y está a la altura de lo que el MCU nos tiene acostumbrados, pero es una película más que entretiene durante las 2 horas de duración pero que para el futuro va a pasar como una película más, irrelevante en cuanto a su historia, y su importancia va a recaer exclusivamente en la presentación del personaje, algo similar a lo que sucede con Capitán América: El primer vengador. De hecho, el espectador va a salir del cine mas exaltado por la primer escena post creditos (de dos) que por la película en si, por que es ahí donde queda confirmado la importancia de Capitana Marvel para lo que vendrá. La historia nos presenta a una Carol Danvers viviendo en Hala, capital del planeta Kree, sin recuerdos de su pasado y luchando en una guerra contra los Skrulls. Tras una persecución cae en La Tierra y junto a un joven Nick Fury (Samuel L. Jackson) deberán descubrir que traman los Skrulls liderados por Talos (Ben Mendelsohn) mientras espera el rescate de su escuadrón liderado por Yon-Rogg (Jude Law), pero en esta guerra entre razas alienígenas no todo es lo que parece. Desde el comienzo la película se torna un poco obvia, pero con el transcurso de la trama descubrimos una vuelta de tuerca interesante en la cual, a pesar de que esa obviedad persista, también se agregan suceso que no eran esperados, sobre todos para los más fanáticos de los cómics. Mas allá de este giro que puede gustar mas o menos, como ya dijimos, la película es una película más, linda visualmente, con buenas escenas de acción y efectos visuales e importante para lo que significa que un personaje femenino pueda liderar una película de superhéroes, pero su trama no va a trascender en la historia mas que por ser la presentación de Capitana Marvel para lo que viene. Y eso que viene es ni mas ni menos que Avenegrs: Endgame…
Primer filme de superhéroes de la factoría Marvel enfocado en una mujer. "Capitana Marvel" tiene su primer gran acierto en esta protagonista, Brie Larson, que luego de hacernos estremecer en aquella película claustrofóbica llamado "La habitación", se destapa como la típica californiana dispuesta a todo, de una sola vuelta, amiga de los amigos y siempre dispuesta a ayudar. Carol Danvers fue piloto de combate de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y ahora está metida en una Fuerza Estelar, una de cuyas misiones se desarrolla en medio de una guerra intergaláctica de Kees y Skrulls. No es una chica como todas, claro está; es superpoderosa por haber sido víctima de un accidente que le inyectó ADN intergaláctico Kree, o sea que tiene toda la fuerza del mundo. Claro que en el momento en que se inicia el filme la memoria parece fallarle y no puede establecer verdaderamente su identidad y si algunos de los personajes que están o estuvieron a su lado son amigos o enemigos. Eso le pasa especialmente con el personaje de Annette Bening, que aparece una y otra vez a su lado y a la que solo podrá definir al final (no contamos de qué lado está la Bening porque es parte del suspenso de la historia). El filme, como todas las películas de superhéroes, abunda en efectos especiales, todo tipo de acción (recomendamos la lucha con la vieja en el subte), persecuciones, vuelos increíbles y enfrentamientos de todo tipo, pero es más una violencia de fuegos artificiales donde no se hace hincapié en víctimas y, como la sangre de la mayoría es verde, no hay problemas con el gore y los habituales colgajos colorados de otros filmes. La superheroína tiene un mentor superestrella, Yon Rogg (Jude Law), con el que se abraza y se golpea en varias escenas de efusión galáctica, mientras que la relación pasa por lo gracioso con Nick Fury (Samuel L. Jackson), de la prestigiosa agencia SHIELDS, ubicado en la época en que todavía conservaba ambos ojos. Un atractivo es la buena reconstrucción de la época de los "90 en que se desarrolla parte de la historia, con un típico videoclub bien surtido en una de las primeras escenas. Filme atractivo, sin novedades en su factura formal, con mucha humanidad en sus personajes (el entorno amistoso de Carol, María Rambeau, su pequeña hija Mónica), buenas dosis de humor y un gato que no es solo un felino, es un flecker y trae más de una novedad con su presencia (también mantenemos el silencio sobre su identidad). Un consejo: no moverse a pesar de los créditos finales porque hay dos escenas poscrédito de atracción para fanáticos.
Ahora los comics tienen cara de mujer Después del éxito que le reportó a DC Comics la exhumación de la Mujer Maravilla, los rivales de Marvel lanzan al ruedo predominantemente masculino de los superhéroes a su propio producto femenino, donde a pesar de su protagonismo esta Capitana no deja de ser un objeto. Precedida por una expectativa enorme, finalmente se estrena Capitana Marvel, la primera película de los estudios Marvel que tiene como protagonista a una súperheroína. Demora que no resulta nada extraña si se tiene en cuenta que el mundo clásico de los superhéroes es en esencia un espacio (otro) de amplio predominio masculino. El enorme universo cinematográfico que Marvel construyó en la última década sirve como botonazo de muestra. Dentro de una serie que ya acumula más de dos decenas de películas, Capitana Marvel es la primera en la que una mujer lidera la acción. La batalla femenina es además la primera que Marvel pierde frente a su rival de toda la vida, DC Comics, quien hace dos años picó en punta con el estreno de Mujer Maravilla, que se convirtió en uno de los títulos más exitosos de un catálogo que reúne a verdaderos pesos pesados del genero, como Batman o Superman. El surgimiento de la fuerza femenina es, claro, parte fundamental de Capitana Marvel. Porque si bien no se aparta de las estrictas recetas del libro de cocina de las películas de superhéroes, incluyendo cada condimento indicado en ellas, también es cierto que hay pequeños detalles que delatan un ligero corrimiento del punto de vista. Por supuesto no debe esperarse una película feminista (la conservadora Hollywood todavía no está preparada para tanto), pero si una que se permite cargar al machismo con algunas chicanas divertidas. Como la escena en la que los malos escanean a un gato, al que el proceso cataloga como una especie altamente peligrosa, pero cuando analizan a Samuel L. Jackson en el papel de Nick Fury (o Fury a secas), el resultado arroja que el nivel de peligro del macho humano es escaso o nulo. Por supuesto Fury tratará de dejar bien parado el honor de los muchachos, afirmando con cara de sorpresa que el escáner debe estar descompuesto. Media docena de chistes de tono similar confirma que se trata de un juego planificado para funcionar como reflejo oportuno del estado del mundo. Un elemento no tan novedoso es la explotación de las tendencias del retro y el revival. Una herramienta que Marvel ya utilizó con éxito en la saga de Los guardianes de la galaxia, que abrevaba con pasión fetichista en la fuente pop de los años ‘80. Producto de marketing al fin, Capitana Marvel, dirigida por la pareja creativa que integran Anna Boden y Ryan Fleck, explota la cultura popular de la década siguiente, haciendo que su historia transcurra en la dimensión de los ‘90. Decisión que impacta sobre todo en la banda sonora, integrada por clásicos que van de Nirvana a No Doubt, pasando por Garbage y REM, entre otros. Pero también en detalles de contexto, como las alusiones al grunge, a películas como Mentiras verdaderas (James Cameron, 1994), al VHS o la prehistórica conexión a internet vía módem telefónico. Cosas que ya casi nadie extraña y que acá son recuperadas para sumar pasos de comedia. Pero no es solo por estos detalles que Capitana Marvel es esperada con tanto nervio en el reino de “Nerdlandia”. También se trata de la primera producción de Marvel que se estrena tras la muerte de Stan Lee, factotum de esta verdadera fábrica de héroes y, por supuesto, hay homenaje. Además se sabe desde hace mucho que la figura de la heroína será clave en la trama de Endgame, la próxima entrega de los Avengers, que se estrenara partida en mitades entre este año y el próximo. Algo que se confirma en la primera escena de post créditos (hay una segunda al final de todo). Por suerte la película consigue trascender ese carácter de mero eslabón de transición para llegar al destino final (Endgame). Y lo hace a partir de argumentos sólidos, como dotar a los bandos enfrentados de suficientes claroscuros como para que los buenos tengan sus sombras y los malos sus virtudes. Por supuesto que el final de la película marca claramente quién es quién, separando a víctimas de victimarios, dejando de un lado a los héroes y del otro a los villanos, pero con matices que ayudan a enriquecer la construcción de varios personajes. De modo que, sin ser revolucionaria, Capitana Marvel se las arregla para no reproducir una mirada plana y unívoca de la realidad, algo que no es tan fácil de encontrar en este tipo de productos de alto impacto, surgidos de las fraguas del cine estadounidense.
Hacer una película tiene factores como guion, dirección, actuación, montaje. Estos pueden variar en calidad. Pero lo que casi siempre diferencia una buena cinta con otras, es el personaje, si es interesante o no. Más allá de todo el discurso positivo femenino que envuelve a Capitana Marvel, Carol Danvers es una figura muy llamativa. En vez de dejarte en claro que una mujer puede ser una heroína, te dice en la cara que no tiene tiempo para hacer eso ni le interesa, porque tiene que salvar el mundo. Situada en los años 90, y exprimiendo lo mejor de la década, la historia sigue Carol Danvers quien se encuentra atrapada en una guerra galáctica entre dos razas alienígenas: Los Kree y los Skrulls. Tras fracasar en una misión, la trama la llevará a la tierra donde comenzará un viaje en el cual podrá descubrir quién es realmente y como ponerle fin a la guerra. La premisa de, “¿Quién soy?” o dilemas morales del bien y el mal son los motores de la historia. Carol Danvers no consigue su lugar en el mundo y, al no recordar su pasado por un “accidente”, está sintiendo que le falta algo. La película es en parte el crecimiento del personaje quien consigue en la rebeldía una manera de escapar y al mismo tiempo luchar por el bien. Por otra lado se tocan temas como el racismo, la xenofobia y obviamente la discriminación de género, pero todo tocado bajo de una manera orgánica y que sirve para la trama. La película no te agarra y te dice a gritos que es bueno o malo. Claramente hay un discurso pero también se atreve a decirte, “Esto es la guerra, aquí no hay ni bueno ni malos”. En parte eso es lo más llamativo y sorpresivo de Capitana Marvel, a pesar que obviamente es parte de una campaña feminista, no lo muestra como algo extraordinario si no como algo normal. Esto se cumple con el siempre personaje principal, en las escenas en la tierra sí hay discriminación. Ejemplo: las mujeres en aquellos años no podían volar en la fuerza área, por ser mujer y ya. La historia y los sucesos también son muy buenos. Una guerra galáctica de por medio. Buenas peleas y persecuciones y, un plot twits muy interesante. Si analizamos de lleno el UCM, no hay muchos giros impresionante, por lo general se sabe que va suceder desde que ves el trailer, quien es el bueno y quien es malo. Capitana Marvel parece innovar en esto. A nivel reparto todos se van con buena nota. En especial Ben Mendelsohn que tendrá uno de los personajes más interesante de todo el UCM. Brie Larson por su parte nació para ser Carol Danvers y Samuel L. Jackson muestra un rosto más optimista que el Fury del presente. Quizás Jude Law sea el punto más bajo, porque termina siendo una figura que ni pincha ni corta. Por su puesto sigue siendo una película de Marvel. Hay chistes innecesarios, maneras de resolver conflictos o de responder cosas importantes de una manera muy básica (hasta tonta) y mucha pantalla verde. El fan de la franquicia la deberá amar mientras que el antiguo cinéfilo va a seguir criticando esos puntos. En conclusión, Capitana Marvel es una gran película que se mueve más por un personaje interesante, y una historia entretenida, que el discurso políticamente correcto. La mejor previa posible para Avengers: End Game. Ademas, tiene la mejor intro y, quizás escena post-crédito del UCM.
La mujer en el cine: o el símbolo del Ave Fénix. Carl Gustav Jung sostenía en uno de sus tantos estudios sobre la psique humana que el mito o símbolo del Ave Fénix, esa emblemática criatura alada que se alzaba de las cenizas envuelta en un fuego tan abrazador como el mismísimo sol, estaba ligado a la capacidad de resiliencia que tenemos para afrontar nuestros más profundos tormentos. Convertirnos en seres más luminosos, poderosos y bravos. El cine jamás escapó a esta analogía reivindicadora y reparadora, donde centenares de héroes de antaño en cualquier género se levantaron de las profundidades de un universo cuyas adversidades parecían imposibles desgracias que excedían los límites apenas soportables. Si quienes ponían el cuerpo a estos infortunios eran los hombres, siempre comandados por la figura emblemática y simbólica de John Wayne en una suerte de iconografía que marca la pauta total de la tradición cinematográfica norteamericana, es ya desde hace tiempo el turno para otro género: el femenino. Decir que Capitana Marvel expone como símbolo este mito no es para nada descabellado. Por suerte, en Capitana Marvel el feminismo pasa casi inadvertido, sin recurrir a cuestiones sectarias o segregacionistas, sin bajadas de línea con los más azarosos subrayados (como sí sucede en esa buena película que es Han Solo: Una historia de Star Wars, en donde una robot supuestamente femenina lanza líneas de diálogo tan obvias y literales que saturan el mensaje hasta volverlo una alegoría risible). Capitana Marvel narra la historia de Carol Danvers (Brie Larson), una ex piloto de combate de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos que, tras perder su identidad, es adoptada en otra galaxia por los Knee, raza alienígena que se halla en conflicto con los temidos Skrull. Vers (como se hace llamar bajo su nueva identidad) pertenece ahora al grupo militar de elite conocida como Fuerza estelar, bajo un rudo y estricto entrenamiento que la convierte paulatinamente en una de las armas más poderosas del universo. Ya en combate, comandada por el líder de la Fuerza estelar Yon-Rogg (Jude Law), Vers es secuestrada por los Skrull desconociendo el enorme poder que alberga. Vers escapa en una vaina y aterriza en la Tierra. Corre el año 1995, fin de milenio, y con ello el final de una era. Ya en la tierra, intentando recuperar su identidad, Vers se alía al agente de S.H.I.E.L.D Nick Fury (Samuel L. Jackson) con el que entablara uno de los pocos vínculos de confianza a lo largo de su estadía en el planeta. Mientras más se acerca a la verdad, más se dará cuenta que las cosas no son lo que aparentan. Capitana Marvel es un film singular porque bajo su apariencia simplona, de película de superhéroe genérica pasatista, alberga un vistazo sobre un pasado no tan lejano y con ello una interesante e irónica mirada hacia el cine de acción de aquellos tiempos. En ese sentido lúdico, autoconsciente y para nada cínico o distante, formula lecturas complejas sobre las formas de construir cine de género (el de acción) pasado por un filtro actualizado sobre las flagrantes demandas. Para empezar, Vers aterriza (cae del cielo) sobre un Blockbuster de manera violenta: aquella enorme franquicia devenida pieza museística esconde sin nostalgias reaccionarias una mirada irónica que yuxtapone aquellos tiempos con el presente. El mismo se halla en Los Angeles (¿recuerdan aquél enviado del cielo que aterrizaba en un aeropuerto en esta misma ciudad en la década de los ochenta y respondía al nombre de John McClane?) por lo que podemos deducir que esa fémina viene a “destruir” como Deus Ex machina las viejas franquicias del cine de acción saturadas de ínfulas patriarcales, o al menos una figura que respondía a conservar un cine comercial, el blockbuster. Si no creen en ello, vean cómo Vers dispara instintivamente a un cartel de Mentiras Verdaderas (1994), película ícono de acción e identidades cambiadas de los noventa, destruyéndolo por completo. Situar la acción en los 90 no hace más que clausurar la nostalgia ochentera saturada de hoy en día. El relato muta en una especie de buddy movie (subgénero exitoso en los 80 y 90) en medio de persecuciones cuya construcción cinematográfica (montaje, composición del plano, etc.) responde a formas que remiten al cine de acción de finales del milenio pasado, donde la operación estaba materializada sin tanto abuso de lo digital aun cuando el film abunda en trucos visuales de última generación. Dato interesante aparte: Samuel L. Jackson ese mismo año (1995) estaba protagonizando Duro de Matar 3: La venganza, dirigida por el genio que más impulsó el cine de acción en aquellos años, John McTiernan, y el gato que adopta Nick Fury se llama Goose, como el personaje de Anthony Edwards en Top Gun (1986). Hay, a lo largo del film, una interesante simbología relacionada al subconsciente (los sueños o pesadillas que Vers tiene), coherente perfectamente con la simbología del agua (un estudio más que fascinante y complejo). El investigador italiano D’Aloia argumenta: “La superficie del agua se refiere inevitablemente a la superficie de la pantalla cinematográfica. Cuando aparece agua en la pantalla, una superficie corta otra. El agua hace que la pantalla adquiera fluidez y conecte el presente y el pasado, el consciente e el inconsciente, el sueño y la vigilia, la vida y la muerte. Al igual que la pantalla que separa y une la ficción con el mundo real, el agua también forma un plano de la separación y conexión entre dos mundos diferentes pero no incompatibles” Esta teoría se ve reflejada en uno de sus sueños donde Vers es estampada contra una pared líquida que, al hundirse en ella, implica desde lo profundo una especie de pantalla cinematográfica que le revela parte de su pasado. Esta escena condensa perfectamente este estudio. Capitana Marvel entonces no solo es ese Ave Fénix que viene a poner en orden el cine de acción para que el género femenino adquiera más protagonismo; es una interesante mirada sobre una época cuya generación (X) es la conexión entre dos eras, entre dos siglos, dos miradas sobre el mundo (¿el fin del milenio era el fin de una visón ideológica sobre lo patriarcal?). Por suerte, el film recorre todo esto y lo antes mencionado con buenas armas. Algo más que digno para los tiempos que corren.
Girl power. Después de una larga espera finalmente tenemos en nuestras salas la última película del UCM (Universo Cinematográfico Marvel) antes de Avengers: Endgame, el final/comienzo de algo nuevo. ¿Eran necesarias las críticas de antemano de los haters? ¿Es Brie Larson una decepción como Carol Danvers/Capitana Marvel? Definitivamente no, pero tampoco estamos ante una obra maestra. Capitana Marvel no me generaba muchas expectativas y sentía que la inclusión era bastante forzada, algo que sus responsables supieron manejar más o menos bien… aunque no salen del todo airosos. Entiendo que el personaje no es precisamente alegre pero también, si vas a hacer una película de esta forma, ¿por qué hacer todo femenino? Me refiero al origen y esto ya excede la corrección política. Este es uno de los puntos que menos me gustó de la película, sumado a que por momentos me pareció estar viendo a Frozen. El concepto es el mismo: la amiga incondicional, la mascota estrella (sí, el gato Goose) y protagonista superpoderosa que estuvo exiliada. Sin embargo, no puedo matar a la película porque, pese a sus fallas argumentales, el filme promete y cumple; si tuviera que ubicarla en algún lado de esta megapelícula de Marvel la situaría en los primeros minutos donde, ¡por fin!, se nos revela el origen de todo. Lo más atractivo del filme: el homenaje a Stan Lee, los efectos especiales y el rejuvenecimiento digital que ya vimos en propuestas anteriores y que acá transcurre en toda la película con naturalidad. Conocer a un joven Nick Fury fue uno de los mejores momentos; cada escena, cada diálogo, me sacó una sonrisa, y los pasajes con Goose son más que destacables. La banda sonora y ambientación me trajo nostalgia y debo decir que más allá de las referencias de la época, la aparición de Blockbuster no pasa inadvertida. En cuanto al resto: los Skrull me encantaron y fueron la sorpresa los primeros minutos, pero a nivel argumental uno ya sabe de qué va la historia y eso se disfraza de los grandes efectos y algunas escenas de acción que no dejan de ser genéricas. En definitiva, no es una joya de Marvel que esté a la altura de Iron Man o Capitán América, pero sí funciona para sacar algunas dudas del UCM. No olviden las escenas post créditos que siempre aportan algo.
Capitana Marvel es una buena adición al rooster de personajes en el MCU, si bien tiene un comienzo lento, a medida que avanza la historia nos vamos enganchando más y más, las actuaciones de Lynch y Jackson son de lo mejor, así como la química de este último con Larson. Los efectos especiales están muy bien, así como la ambientación de los años 90. Vale resaltar la primera escena post crédito y el homenaje a Stan Lee.
A esta altura ya se sabe que una de las reglas para hacer una película de superhéroes, es no hacer una “película de superhéroes”. Marvel lo sabe mejor que nadie (si prácticamente la inventaron!) y por eso retrocedieron hasta 1995 para buscar el género de película más popular de esa época: las buddy cop movies. Cuando el productor Kevin Feige dijo que iban a inspirarse en los blockbusters de los noventa para Capitana Marvel, no estaba mintiendo. Desde que se empezó a filtrar información desde el set de Avengers: Endgame, con los antecedentes de Infinity War y con Spiderman: Far from Home por delante (trailer incluido) no sabemos qué creer. Lo que sí sabemos es que venimos esperando la primera película de Marvel con una protagonista femenina desde hace rato y ya era hora. Mirando para atrás, parece casi imposible que hayan pasado 20 títulos del estudio antes de tener a una heroína encabezando su propia historia, pero pasó. Y a pesar de las postergadas promesas por la película de Black Widow, estamos felices de tener por fin a Capitana Marvel entre nosotros. Más allá de la típica historia de origen, que a esta altura está un poco desgastada, los directores Anna Boden y Ryan Fleck le encontraron la vuelta para contar algo distinto y fresco, respetando la fórmula. Conocemos a Carol Danvers en medio de su entrenamiento con los Kree, preparándose para luchar contra otra raza alienígena: los skrull. Sin memoria de su pasado y con un poder que no se sabe bien de dónde viene ni por qué lo tiene. Todo eso se va a ir develando paulatinamente a través de flashbacks de su vida en la Tierra, en una norteamérica noventosa llena de nostalgia, referencias y temones. La clave para entender a la verdadera Carol es su amiga María Rambeau, un personaje muy a la altura de las circunstancias que hace las veces de Bucky Barnes en Capitán América (2011), dándole a nuestra heroína la motivación suficiente para recuperar el tiempo perdido y salir adelante. Pero quien se lleva el papel de co-protagonista absoluto de Carol es Nick Fury, un rejuvenecido Samuel L. Jackson con sus dos ojos enteros y una actitud completamente distinta hacia el mundo que el director de SHIELD que conocimos, cuando era más joven e ingenuo. La química entre Samuel Jackson y Brie Larson es el motor de esta película, además del inmenso carisma que desprende la protagonista en todo momento y nos recuerda por qué Larson ganó un Oscar y fue elegida por Marvel Studios para tener la responsabilidad de ser la primera mujer en encabezar uno de sus tanques. Ya desde Avengers: Infinity War venimos anticipando que su participación en la guerra contra Thanos va a ser clave, si es que responde al llamado de ese pager enviado por Nick Fury en el último instante. Pero acá tenemos a una heroína mucho más joven e inexperta que recién se está descubriendo, y lo hace con gracia y muy poca modestia. No hay tiempo para las medias tintas, Carol tardó mucho en llegar y su historia de origen necesitaba ser efectiva, además de conectar con el universo que ya conocemos desde hace diez años. Todo lo que se vino construyendo, llevó a este momento. Estamos a menos de dos meses del final de la Fase 3 del Universo Cinematográfico de Marvel y el enfrentamiento final contra Thanos, que decide el futuro de nuestros héroes y de toda la humanidad. Y esta es la precuela perfecta, el necesario flashback para recapitular cómo llegamos hasta acá y cómo podemos seguir. Son diez años de invertir tiempo y emociones en nuestros superhéroes favoritos, diez años de verlos aprender y crecer, evolucionando como personajes. Capitana Marvel tiene una desventaja enorme en comparación, pero lo compensa con poderes nunca antes vistos y una personalidad que desborda la pantalla. El discurso que vimos mil veces repetido en películas que siguen el camino del héroe, de “no dejes que tus sentimientos te dominen” cobra otra dimensión y se reivindica en esta historia, permitiéndonos conectar con Carol y su viaje de auto-descubrimiento. Párrafo aparte para el gato Goose, un personaje que sin dudas va a conquistar el corazón de muchos marvelitas y cuya popularidad puede llegar a demandar nuevamente su presencia, futuros cameos, un Oscar a mejor actor de reparto (?) y etc. Para quienes hayan leído los cómics, hay algunos guiños muy divertidos, que pasan desapercibidos para el ojo no entrenado. Por último, la música es uno de los puntos más fuertes de la película, así como funcionaba con las Guardianes de la Galaxia de James Gunn y sus homenajes a décadas pasadas. Hay continuas referencias para los más nostálgicos de la época, mucho humor con un ritmo impecable en los momentos justos, y una escena post-créditos que es todo lo que veníamos esperando desde el año pasado. La segunda escena es uno de esos guiños divertidos de Marvel a los fans, pero es difícil saber si tiene alguna relevancia para la trama general. En resúmen, Capitana Marvel es una gran película de origen, una precuela necesaria y -más importante aún- un hito necesario en la representación de otro tipo de personajes, en un cine que cada vez llega a más gente y transmite un poderoso mensaje a una generación entera.
GRAN HEROÍNA, HISTORIA PEQUEÑA. El universo cinematográfico Marvel tardó nada menos que veinte films y una década de producciones para que finalmente un personaje femenino cumpla el rol de protagonista. Mejor tarde que nunca, la experta aviadora Carol Danvers (Brie Larson) llega a la pantalla con carisma y una fuerte presencia, aunque no es del todo acompañada por el guion, el cual se estructura de forma bastante débil en torno a la superheroína. Mientras que el film forja sus bases sobre la búsqueda de identidad de la protagonista y la nostalgia de mediados de los noventas, época en la que se sitúa la historia, son las problemáticas inconsistencias y la falta de dinámica de su guion las que hacen que la historia no cuente con un arco entretenido o relevante. El fin de llevar a la pantalla grande la historia de Carol Danvers, o la supuesta alienígena llamada Vers perteneciente a la raza Kree, no es otro más que el de contar una historia de origen. El camino de la heroína se desarrolla a la inversa de lo que se suele acostumbrar, siendo que el personaje ya posee sus poderes y tiene una misión a cumplir pero es por medio de ella que comenzará a aprender de su olvidado pasado. Y lo hace recurriendo a otro elemento noventoso formando una dupla de acción junto al agente Fury (un rejuvenecido Samuel L. Jackson). No Nicholas, no Joseph ni Nick, solo Fury. El dúo que intenta ponerle fin a la inminente guerra contra los Skrulls, una raza alienígena de metamorfos que adoptan la forma humana para pasar desapercibidos en nuestro planeta, es de lo más acertado como fórmula para que el film logre, al menos de a ratos, cierta agilidad y diversión. Una vez que la protagonista llega “por primera vez a la Tierra” es cuando el relato deja un tanto de lado su costado sci-fi no muy logrado para que haya una presencia mayor de acción y humor bien al estilo de los años noventa. A veces en busca del gag humorístico basado en referencias de la época —incluyendo el que quizás sea el mejor cameo de Stan Lee, practicando sus líneas de diálogo de la comedia Mallrats— y otras veces permitiendo que la historia avance sobre ruedas luciendo un ritmo ágil que no perdura en gran parte del relato. Gracias a los aciertos de dichos momentos es que se puede atestiguar una de las grandes, y pocas, secuencias de acción que alterna en paralelo una persecución vehicular con un enfrentamiento que tiene lugar en un tren en movimiento. Pero es un poco debido a que la historia no se esfuerza en adentrarse en lo que cuenta, y otro poco debido al hecho de que resulta irrelevante en comparación al vasto universo cinematográfico ya conformado desde 2008, que los buenos aciertos del film sean una especie de oasis en medio de una historia que tiene muy poco para decir. Y es que se termina denotando que lo que se escoge contar no está a la altura del poderío de su personaje y de lo que debía haber sido un buen ejemplo del empoderamiento femenino dentro de un género que suele carecer de mujeres en los roles protagónicos. La historia le queda chica al personaje y el film de Anna Boden y Ryan Fleck solo termina siendo una mera carta de presentación de la capitana para contar con su presencia y rol decisivo en Endgame, la última entrega de Avengers y el final de una era de superhéroes. Lejos de ser del todo un film fallido, Capitana Marvel es un film que con su inestabilidad logra ponerse de pie en reiteradas ocasiones al igual que Carol lo ha hecho ante todas las complicaciones de su vida, tanto en la Tierra como en el espacio. El brillo de su personaje se encuentra presente en escena pero es un breve fulgor y no la llama poderosa que debería de envolverla a ella y a su arco argumental. Con suerte en el futuro tal vez podamos ver todo el potencial de ese esplendor que de momento solo ha logrado ser un brillo no muy intenso dentro unos hechos que no quedarán en el recuerdo. Capitana Marvel volverá… y tal vez, en las manos adecuadas, no sea solo una herramienta en pos de algo más grande, sino alguien vital para ponerle fin a la guerra y brindarle un mayor lugar a personajes como ella.
Nueva expansión del multiverso Marvel, "Capitana Marvel", de Anna Boden y Ryan Fleck, no es más que un puente hacia el plato fuerte de Avengers Endgame. Pocas veces sucede esto de tener que ver toda una película de más de dos horas para finalmente ver lo que nos interesa, una escena post créditos, que todos saben de ante mano que va a estar, que conecte las cosas entre Avengers Infinity War y la próxima entrega Avengers Endgame. Pero bueno, así son las cosas en este gigante multiverso creado por Marvel Studios desde la primera Iron Man, allá por 2008. Pareciera que cada película, por lo menos en cuanto a las “individuales”, no importan por sí mismas, sino como eslabones hasta llegar a la próxima película del grupo ¿O acaso Pantera Negra antes de ser la primera película de superhéroes en ser nominada a los premios Oscar, no era recordada como la antesala a Avengers Infinity War? Capitana Marvel es, probablemente, la que menos disimula esta condición. Desde el post crédito de Avengers Infinity War – los que no la vieron y quieran hacerlo, saltéense este párrafo – en que apareció la llamada a Capitana Marvel en el dispositivo de Nick Fury, todos la esperan como “la salvadora”. Sin embargo, algo hay que disimular, y por lo tanto, también se intenta vender a esta película como la primera superheroína – por lo menos con película propia – del mundo Marvel. Probablemente no sea aleatoria su fecha de estreno entre el 7 y 8 de marzo. ¿Es Capitana Marvel una relectura feminista de este universo? Hasta se armo una suerte de ¿auto? boicot de supuestos fans machistas que se oponían a esta visión. Bueno, cálmense muchachos, Capitana Marvel está lejos de ser una película feminista, no alcanza con poner a una mujer en el rol central, si no le damos el contexto y encima, cada dos por tres, le andamos robando el protagonismo. De hecho, no es por acrecentar rivalidades, pero Mujer Maravilla, dos años atrás, aún con mucho para cuestionarle, parecía tenerla más clara. Más allá de esforzarse en complicarla, la cosa es bastante simple. Hay una guerra intergaláctica entre dos razas alienígenas. Un comando especial a las órdenes de una inteligencia superior (con el cuerpo de Annette Bening), y un grupo de rebeldes terroristas que desean derrocar ese orden. Vers (Brie Larson) forma parte del comando especial, dirigido por Yon-Rogg (Jude Law). Ella tiene algunas imágenes confusas en su memoria, y cuando la integridad del comando sea puesta en peligro por los rebeldes, ella deberá regresar hacia donde todo empezó. Esto la lleva hacia el Planeta Tierra, en la década del ’90, en el que deberá contactar a una mujer que ahora es la llamada Inteligencia superior. Además descubrirá su propio origen como Carol Danvers, piloto militar. Por supuesto, los del otro bando, también van a llegar a la Tierra. No sólo conoceremos el origen de la Capitana Marvel, que en verdad es Mar-Vell, sino que conoceremos la primera aparición de Nick Fury (Samuel L. Jackson), curiosamente, sin el parche en el ojo que caracteriza al personaje, en un incipiente S.H.I.E.L.D. que se unirá en la cruzada de la Capitana. Habrá alguna “sorpresa” (en verdad es bastante evidente), y algo más de desarrollo. Pero básicamente es eso. Una historia de viaje iniciático, orígenes, y descubrimiento de verdades, con un objeto que se dispútan los dos bandos. Ah, y un par de panfletos patrióticos obtusos remarcados a falta de los prometidos mensajes feministas. La cosa comienza bastante confusa, cuesta durante bastante tiempo adentrarse en qué es lo que está sucediendo, por esta estructura fragmentada, de comenzar adelante, ir hacia atrás, y presentar una ensalada de hechos y personajes. Pero a medida que avanza, veremos que toda esa confusión no es más que un envoltorio en el que se esconde un juego bastante básico sin mayor peso. Capitana Marvel no pareciera ser una película con peso propio, su historia es más bien una excusa para presentarla, y dejárnosla servida para lo que va a venir, es lo que ya dijimos. El viaje a los ’90 le servirá a la película para hacer todo tipo de ganchos sobre la cultura de la década, y ahí desplegar un humor que rara vez es efectivo. Los ¿chistes? Se basan en mostrarnos logos viejos de empresas actuales, o empresas que ya no existen, o hacer ver lo retrasada – sobre todo informáticamente – que era la vida hace veinte años (la acción transcurre en 1995). Por supuesto, en la vestimenta hay referencias, y la banda sonora abusa de canciones de la década, que la mayoría de las veces no tienen correlación con lo que ocurre en pantalla, solo están porque tienen que estar. Brie Larson no llega a dar nunca con la altura del personaje. Le falta carisma y presencia. Quizás también se deba a que la propia película no le depara toda la atención al personaje, pese a ser su película. Constantemente, Larson es eclipsada por un Jackson que desborda de carisma (como siempre), y un gato que logra los únicos dos o tres momentos realmente graciosos de la película. Hasta Annette Bening logra lucirse más en apariciones cortas, porque es Annette Bening y no necesita mucho para ser una gran actriz. Jude Law y Ben Mendelsohn como los líderes de ambos bandos también están bastante por debajo de sus trabajos habituales. En el medio, hay algo que hace recordar al clásico del videoclub y el TvCable Trancers, sólo que con más presupuesto y menos ingenio. La película se hace larga, carece de gracias genuina, y recién en su último tercio, toma algo de forma como película de superhéroes, nunca de superheroína. Capitana Marvel es presentada como una señora, bastante conservadora, seria, avejentada pese a sr joven; por más que su traje le marquen los pechos de modo sexista. Más allá del poder de los rayos saliendo de sus manos, su poderío nunca queda demostrado, y muy probablemente ocupe un rol secundario dentro del equipo liderado por hombres. Anna Boden y Ryan Fleck, es nada lo que pueden hacer dentro de este universo de películas, que, como todas las anteriores – salvo excepciones como ambas AntMan – carecen de espíritu propio, y parecen dirigidas por su productor Kevin Feige. Finalmente, después de algunas escenas de combates coloridas, no tan abrumadoras, pero mal resueltas, y con villanos que nunca encontraron su punto (otro eterno problema de Marvel, los villanos); llegamos a lo que todos fueron a ver. Quédense hasta el final que hay dos escenas, una inter y otra post créditos, una importante, y otra simpática; y eso es todo. Lo demás, adorno.
No contaban con su astucia Llega a los cines, tras veinte películas, la primera en solitario que es interpretada por una heroína de Marvel y parece mentira que Kevin Feige haya dejado pasar casi veinte años para hacerlo a sabiendas de las muchas buenas heroínas con las que cuentan entre sus filas. Tras la muy buena Avengers: Infinty War y con mayoría de bajas superheroicas sabíamos que el ultimo llamado de Nick Fury tras desaparecer de la faz de la Tierra había sido a ella y todos nos preguntábamos cómo iba a ser esa llegada. La película narra la historia de Vers (Brie Larson) una alienígena Kree que es entrenada por la Fuerza Estelar al mando de Yon-Rogg (Jude Law) con el fin de luchar contra las fuerzas Skrull, una raza con la que se baten en una antigua guerra y que tienen la particularidad de adoptar cualquier tipo de forma viviente. Ya en ese entrenamiento notamos los primeros indicios con respecto a las intenciones kree para con Vers, se siente cierta manipulación y el juego mental no se va a hacer esperar (guiño para los fans del cómic). Será en su primera misión tras los pasos alguien capaz de decodificar un arma capaz de parar con la guerra que Vers terminará en la Tierra en la década del noventa topándose con nada más y nada menos que un joven Nick Fury. Al ver la película la pasé bien y quizás la primer cosa que no me gustó tanto es el hecho de que hayan cambiado el origen de la Capitana con respecto a la obtención de sus poderes. Lo segundo cosa que no termina de gustarme es Brie Larson en su personaje: siento que en ningún momento me interesó mucho cualquier cosa que pudiera pasarle y habiendo visto la película pienso que no sé si la elección para el protagónico fue la más acertada, pero por suerte contaba con secundarios que cumplen muy bien con llevar la trama, como Samuel L. Jackson siempre correcto y la sorpresa de Ben Mendelsohn (Talos) que tiene los momentos más simpáticos junto al genial minino Goose. Sinceramente creo que Capitana Marvel no es la mejor de las películas de Marvel. Tiene problemas en el guion muy notorios en el segundo acto y se torna insulsa, a mi gusto carece de esa rebeldía que intenta dar en su mensaje. Algo que sí me parece acertado es que no entre de lleno al debate feminista del que quiso tildársele y se regodee más en dar por hecho el empoderamiento desde la concepción de un personaje femenino sin un interés amoroso. Los efectos especiales son correctos aunque por momentos lo digital opaca a los actores y es un defecto que noto en muchas de las películas no solo de Marvel sino de Disney en general. Llegado el final del tercer acto y con algunos momentos que van a satisfacer a los fans la película pero no se pueden obviar cosas que se sienten bastantes forzadas, siento que al momento donde la épica necesaria en toda película de superhéroes se escapa con peleas que no muestran a un supuesto personaje capaz de frenar al mismísimo Thanos. Esperaba ver a esta Capitana explotar en un momento emocionante y eso no llegó jamás. A rasgos generales Capitana Marvel no está mal, seguramante funcione y es un producto que los fans van a disfrutar mucho esperando el cierre de Avengers. Entretiene, cumple, pero no esperen mucho más.
Todo poderosa, autosuficiente, justiciera (por supuesto) y también sensible y buena amiga: estamos hablando de “Capitana Marvel”, una de las películas más esperadas para los seguidores de la saga y los fans del recientemente fallecido Stan Lee, que vive en cada creación “marveliana”, y sobre todo en esta película que le rinde homenaje. Protagonizada por Brie Larson (ganadora del premio de la Academia por “La habitación“), Samuel Jackson y Jude Law, esta entrega que precede a la próxima “Avengers: End game“, está co-dirigida por Anna Boden y Ryan Fleck y escrita por ambos junto a Geneva Robertson-Dworet. En el filme, en el que nos encontramos en un mundo futurista dividido por una batalla entre Skrulls y Krees, Vers (Larson), debe enfrascarse en una misión de alta complejidad junto a Yon – Rogg (Jude Law). Esa primera escena cargada acción, armas futuristas y seres metamorfos será el puntapié para conocer a “Vers/Carol/CapitanaMarvel”, su pasado, como llegó a ser quien cree que es, y demás cuestiones que no pueden revelarse. Marvel Studios’ CAPTAIN MARVEL..L to R: Maria Rambeau (Lashana Lynch) and Captain Marvel (Brie Larson) ..Photo: Film Frame..©Marvel Studios 2019 En la tierra, son los 90’s, y los rubros técnicos lo exponen muy bien, con música, vestuario y dirección de arte que traen cierto aire nostálgico como contrapunto de tanto futurismo en otros extraños sitios de la galaxia. En el marco de su aventura terrenal, Vers conoce a Nick Fury (Jackson), un agente S.H.I.E.L.D que la secunda a lo largo de los diferentes obstáculos y peligros que tiene que pasar. Marvel Studios’ CAPTAIN MARVEL..Nick Fury (Samuel L. Jackson) ..Photo: Film Frame..©Marvel Studios 2019 Los rubros técnicos, como la factoría Marvel nos tiene acostumbrados, son excelentes: los 90 y el futuro galáctico satisfacen lo visual y lo auditivo, por todo lo demás: persecuciones, personajes estereotipados, y todo el arsenal f bastante predecible desde lo narrativo, también está presente: nada nuevo que aportar salvo algún que otro personaje interesante que el espectador podrá o no descubrir. Si bien “Capitana Marvel” deja pocas cosas para que el espectador pueda imaginar, la película alcanza a cumplir con las expectativas del público que seguramente querrá encontrarse (y lo hará), con una super heroica capaz de batallar contra todos y todo.
A poco más de un mes del estreno de Avengers: Endgame llega Capitana Marvel al cine y, con ella, la dosis necesaria de acción y justicia (poética) que estábamos esperando. La película nos lleva a recorrer junto a Carol Danvers (también conocida como Vers o Capitana Marvel) su historia de origen, una historia fragmentada y por momentos difusa (al menos para su protagonista). Carol llega a la Tierra con una clara misión en mente: ponerle fin a la tiranía de los Skrull, una raza alienígena que se dedica a saquear, masacrar y conquistar distintos pueblos. Pero no todo es tan sencillo como parece y, tras cruzar camino con el agente de SHIELD Nick Fury, nuestra capitana deberá enfrentarse a una realidad mucho más compleja de lo que esperaba. Si bien la trama es muy entretenida, con la dosis de humor y acción necesaria, vale la pena destacar la construcción del relato a través de los personajes. Brie Larson hace un trabajo impecable dándole vida a Carol Danvers, la primera heroína marvelita en encabezar una película del MCU. ¿Bastante tarde? Sí pero también seguro. Contrario a lo que muchos suponían (en base a escenas que se mostraron en los distintos tráilers y adelantos), la capitana es un personaje fresco, carismático y, por sobre todo, muy poderoso. Y, a su lado, nos encontramos con otros dos roles femeninos fundamentales para el crecimiento de nuestra protagonista, María Rambeau, su mejor amiga y compañera de aventuras y la Dra. Lawson, su mentora. Juntas, este trío de féminas nos demuestra que el poder y la fuerza está en la unión, en la hermandad. A diferencia de otros relatos fílmicos encabezados por mujeres, ni Carol, ni ningún otro personaje femenino en la trama necesita de la aprobación del resto ni de la mirada masculina para seguir adelante con su misión y su vida. Un mensaje clave y muy acertado, teniendo en cuenta los tiempos que corren y la conquista de mayor espacio para heroínas de acción en nuestras pantallas y en nuestras vidas. Otro elemento a destacar es la ambientación en los noventa, con pequeños y memorables tributos a esa década, un vestuario que le va como anillo al dedo a Carol y una selección musical que acompaña de manera exquisita el espíritu de la época. En definitiva, Capitana Marvel es una película muy necesaria no solo para el MCU, sino para ayudar a seguir construyendo un canon de heroínas de la cultura popular que derriben mitos y estereotipos, ya sea arriba de una nave espacial, peleando junto a otros héroes o salvando al mundo de la mano de su mejor amiga y su gato.
Es conflictiva la función que cumple Capitana Marvel dentro del universo cinematográfico de Marvel. Tratándose de la vigésimo primera película del estudio, alarma su clasicismo. A su vez, dentro del esquema temporal de películas, se transforma apenas en un nexo para esa ambiciosa macronarrativa que llegó a su punto álgido con Avengers: Infinity War. Capitana Marvel, por su estratégica fecha de estreno, no logra autonomía, su visionado es en extremo dependiente al chasquido de dedos de Thanos. Black Panther, por ejemplo, se benefició al oficiar de antesala. Prueba del parasitarismo es el entusiasmo que provoca cada link al entramado del mundo Marvel: la aparición de Samuel L. Jackson rejuvenecido en su personaje de Fury es un arrebato de alegría, así como el McGuffin del Teseracto, clave para el futuro de la saga. Pero Capitana Marvel, personaje, pasado, identidad, no aportan un sello distintivo aunque Brie Larson se esfuerce por ofrendarnos su carisma. Todo luce como una película de superhéroes de la primera camada. Esto dispara una encrucijada: la acción transcurre en los años noventa, posicionándola en el grado cero de Los Vengadores. Como precuela absoluta de Marvel, que una superheroína siga los pasos obvios del género es conceptualmente atractivo; para el bagaje del espectador de la saga Marvel es un completo sinsentido, una reiteración agobiante, con una rítmica, estética y mensaje añejos. Otro problema al que se enfrenta la película es el poder desmesurado de la heroína. La tensión en los combates decisivos es nula: Capitana Marvel, ya en su faceta masculinizada, es capaz de aniquilar cualquier amenaza. La directora Anna Boden es conciente de este atributo y decide focalizarse en la vida anímica de Carol Danvers y su resiliencia, pero jamás obtiene el tono intimista adecuado. Cuando Carol se reencuentra con una amiga del ejército y desentraña su historia, la película ingresa en una meseta preocupante, una mini película que revela intensiones originales devoradas por el mandato de testosterona mainstream. También será obvio el oportunismo feminista. Hay una secuencia de montaje en donde muchas Carol Danvers se levantan del piso mirando aguerridas a cámara. Esto, no obstante, es un traspié menor. Capitana Marvel termina siendo el caso paradigmático para entender cómo un estudio va modificando el consumo de cine. Un rizoma seriéfilo obstinado en hacer de la sala de cine su lugar de visionado. Este mestizaje entre series y palículas quizás establezca el horizonte de la industria. En el medio del proceso habrá mutaciones fallidas. Capitana Marvel en este caso.
UN PISO Y UN TECHO MUY CERCANOS ENTRE SÍ A esta altura, con más de una década encima, el Universo Cinemático de Marvel –a diferencia del Universo Extendido de DC- tiene un cierto piso de excelencia, que garantiza que difícilmente pueda hacer una película fallida. Puede hacer, sí, films complacientes y facilistas (Pantera Negra) o polémicos en sus decisiones (Avengers: Infinity War) pero posee un molde narrativo del cual partir que es flexible y confiable a la vez. Capitana Marvel es una representación cabal de ese piso, aunque su techo no es demasiado alto. De hecho, su meta no va mucho más allá de presentar a Vers (Brie Larson), una guerrera Kree que, luego de una misión fallida, termina llegando accidentalmente a la Tierra durante la década del 90, donde se unirá con un joven Nick Fury –cuando todavía estaba lejos de ser la cabeza de SHIELD- en una odisea en la que irá descubriendo trazos de su pasado terrestre –cuando era la piloto Carol Danvers-, atando cabos en su memoria hasta ese momento fragmentada, para ir así hallando su verdadero propósito en el medio de una guerra galáctica. O sea, estamos ante un relato de construcción/camino del héroe (o más bien, heroína), en el que lo temporal juega un rol más relevante de lo habitual, no solo desde el pasado traumático de la protagonista, sino también desde lo que se intuye mirando hacia adelante, a ese futuro marcado por la Iniciativa Avengers y lo que después sería la Guerra Infinita. Si, por ejemplo, Spider-Man: de regreso a casa se apoyaba en los códigos de las historias escolares de John Hughes, Capitana Marvel extiende lazos hacia buena parte de la iconografía de los noventa –Blockbuster, Internet, etcétera-; convenciones instaladas por películas de pilotos como Los elegidos de la gloria y Top Gun; y hasta la estructura narrativa propia de las buddy movies, aunque luego se abra a dinámicas más propias de lo grupal. Ese compendio de referencias es utilizado con astucia y precisión por los realizadores Anna Boden y Ryan Fleck, pero no necesariamente con inteligencia y creatividad: la película nunca va más allá de lo predecible, aun cuando aplica unas cuantas vueltas de tuerca con un par de personajes clave que reelaboran la perspectiva de la protagonista. El camino seguro y lineal que el film transita desde lo estético y la puesta en escena le permite tener unos cuantos hallazgos: momentos de humor básico pero muy logrado; actuaciones más que correctas (Larson se calza sin problemas el traje de heroína y Samuel L. Jackson vuelve a demostrar que nació para el papel de Fury); un personaje como el de Ben Mendelsohn que va ganando en capas a medida que suma minutos; y una ligereza en el tono general, que incluso la aleja de la necesidad de bajar línea con consignas seudo-feministas, como la superficial Mujer Maravilla. Pero esa misma seguridad y linealidad reduce sus ambiciones al mínimo: Capitana Marvel no va a fondo con ninguna estructura genérica ni aporta lecturas novedosas al espectro de los superhéroes, más allá de colocar por primera vez en el centro de un relato a una mujer. Solo cumple con su función esencial, que es la de presentar a un personaje que seguramente va a ser fundamental en Avengers: Endgame y en la fase siguiente del Universo Cinemático de Marvel. De ahí que estemos ante apenas una pieza más de un gran engranaje y que la memoria recuperada por la heroína solo sea un pequeño elemento más dentro de un mundo mucho más extenso.
“Película de comité”: el término se utiliza para aludir de forma despectiva a las películas creadas no por una visión artística sino por el deseo de un estudio de subirse a una moda y ganar unos pesos. Una película por encargo. Bueno: “Capitana Marvel” es una “película de comité”, se la mire por donde se la mire. Primero, es una película más en una pila de películas superheroicas, sin nada que la distinga de sus predecesoras: una historia de origen bastante convencional, con algunos diálogos lanzados al éter de sus dos horas de duración para intentar atar la tradicional narrativa del héroe a una historia de empoderamiento femenino. Segundo, es una película diseñada para unir “Infinity War”, tecera entrega de la saga de los Avengers, a “Endgame”, cuarta entrega vengadora que se estrenará en abril y donde Capitana Marvel será parte fundamental para derrotar a Thanos. Y en ese sentido, y tercero, es el intento de la comiquera de introducir un nuevo y poderosísimo personaje (casi trampa, a esta altura, al punto de que muchos se preguntan que hacía esta poderosa salvadora mientras la Tierra estaba al borde del colapso en los eventos de las primeras dos “Avengers”) para encabezar la cuarta fase de su universo cinematográfico, que comenzará tras “Endgame”, cuando a sus principales héroes se les terminen los contratos. Pero en cuarto lugar, sobre todo, “Capitana Marvel” intenta subirse a lo que hoy es tendencia: gracias al empuje de millones de mujeres, la audiencia ya no se identifica con el héroe que Hollywood nos dio por décadas, que es masculino, y pide otras heroicidades y, sobre todo, otros géneros para practicar el heroismo. Marvel se suma a la tendencia y parece que hay que aplaudir el hecho de que tras 21 películas, una mujer encabece una cinta de la comiquera, cuando en realidad hay poco de valiente, y mucho de calculado, de oportunista, al igual que su mensaje alegórico sobre los tiranos de la paz, las campañas del miedo y los refugiados. Mejor construida que la celebrada “Mujer Maravilla”, creada en el mismo de aprovechar el zeitgeist, Capitana Marvel es una historia de empoderamiento donde no todo termina a los golpes, replicando la resolución de problemas históricamente patriarcal, de aplastamiento del otro, como hiciera su contraparte de DC en su película. El personaje encarnado por Brie Larson es parte de un conflicto galáctico, sí, pero la historia de su evolución para correrse de debajo del yugo que la oprime y manipula su forma de pensar, es la historia de alguien que decide dejar de pelear, de aplastar, y se convierte en protectora. Acierto de Marvel. Y Larson está bien en el rol (aunque el canchero no le queda tan bien como a Robert Downey Jr.) y se divierten junto a Samuel Jackson, pero el “mensaje” parece manufacturado, poco orgánico: la historia de origen es de manual solo que actualizada para la era del #MeToo, y con un giro muy previsible. Y los chistes no son tan graciosos y son esporádicos: las películas de Marvel siempre fueron felices no por su acción sino por su tendencia al chascarrillo, por la química de su elenco, y en esta hay poco de eso y, otra vez, una serie de escenas de acción realizadas en piloto automático, visualmente chatísimas y con prevalencia de un CGI espantoso que le quita realismo, peso, a las batallas, y por lo tanto, que le quita riesgo, emoción. Ah: los trajes creados para la película son muy feos. Ojo: esto no quiere decir que la película sea imposible de mirar. Como todo producto cuidado de Marvel, la comiquera se encarga de dar a la audiencia lo que quiere, y aunque la cinta sea olvidable por su narrativa genérica, su humor demasiado ocasional y su acción desinspirada, nadie la pasa mal en las butacas. Pero sí señala lo que parece ser un problema creciente para Marvel y el cine de superhéroes en general. Tras 21 películas, al estudio le empieza a costar renovarse, encontrar historias nuevas, ideas nuevas. Está, además, atado por las historias que se narraron en el pasado y las que se contarán en el futuro, y encajar las películas dentro de esa meta-narración, un acto de malabarismo que quita autonomía y frescura a las películas. Esa frescura que sí han encontrado producciones de la competencia, que han encontrado caminos futuros para el cine de superhéroes, más libres, más desatados: DC fracasó estrepitosamente al intentar construir su propio universo, pero Fox entregó dos “Deadpool”, que llegaron en el momento justo para parodiar un género al borde del estallido, y la celebrada “Logan”, una historia autoconclusiva que exploraba nuevos géneros, mientras que Sony hizo explotar de creatividad visual y desafío a la convención una historia clásica, contada mil veces, como la de Spider-Man, en “Un nuevo universo”. Marvel, el rey del cine superheroico, se arrastra mientras tanto con estas producciones diseñadas para ser apenas piezas de un rompecabezas gigante, historias poco relevantes, recreos entre la historia principal. Bueno, funcionan como recreos. Y nada más.
Ya llegó a los cines la muy esperada "Capitana Marvel" para preparar la antesala del estreno de "Avengers: Endgame". Dirigida por Anna Boden y Ryan Fleck, el film no sólo inaugura una nueva franquicia liderada por mujeres, sino que también introduce a la primer directora en hacerse cargo de una película del Universo Cinematográfico de Marvel (Era hora), ayudando a romper con ese mundo de los superhéroes que históricamente se mostró como terreno para hombres y se encargó de sexualizar a las heroínas. Ambientada en la década de 1990 y llena de guiños a la época, "Capitana Marvel" es una historia sobre descubrimiento, empoderamiento y humanidad. Con un mensaje feminista, la historia sigue a Carol Danvers, a quien veremos convertirse en una de las heroínas más poderosas cuando la Tierra queda atrapada en medio de una guerra galáctica entre dos razas alienígenas. Si bien el guión se queda medio corto queriendo abarcar muchos temas en poco tiempo, lo que puede dejar algunas preguntas a un público no tan al día con las películas o los comics, sus protagonistas cumplen a la perfección. Brie Larson, a quien ya pudimos disfrutar en "La Habitación" o "Kong: La Isla Calavera", sorprende interpretando una Carol Danvers (Capitana Marvel) muy humana y poderosa (Cuidado @Thanos) junto con un Samuel L. Jackson joven (rejuvenecido con efectos especiales) como Nick Fury. Mucho más relajado, menos cínico y muy descolocado ante el descubrimiento de la existencia de vida extraterrestre, es Fury el mayor encargado del humor junto también con la magnífica interacción con Goose, el gato que se lleva la película sacando más de una sonrisa del público. La banda sonora de la película es quizás lo más emocionante, llena de hitazos de los ochenta y noventa que marcaron a una generación entera. Con la falta de un villano acorde a los poderes de Carol y sin secuencias de acción memorables, el film no llega a conmover y termina siendo solo una película más del MCU. Lo interesante está por venir y se llama "Avengers: Endgame" donde se medirán los mega poderes de Carol con el temible Thanos. Atención: a no irse de la sala cuando termina la película porque no hay una, sino dos escenas post créditos que a los verdaderos fanáticos les va a poner la piel de gallina. Por Matías Villanueva
Luego de una larga espera, se estrena el primer film de la productora Marvel/Disney que es protagonizado por una mujer. En este caso es la primera adaptación para cine de Capitana Marvel, personaje creado en los años ’60, y que es personificado por la ganadora del Oscar Brie Larson (Room). Acompañada en el reparto por Samuel L. Jackson, Jude Law, Ben Mendelsohn, Annette Benning y Gemma Chan; Capitana Marvel está escrita y dirigida por el dúo Anna Boden/Ryan Fleck. Se trata del típico producto de la factoría Disney: algo bien hecho técnica y narrativamente hablando, pero que no destaca en ninguno de sus otros rubros, especialmente el guión. Sí, tiene logrados momentos de humor y el arco dramático del personaje principal está bien logrado y las actuaciones son precisas, al igual que cualquiera de otros films de la factoría de superhéroes, pero resulta tan efímero como los menos recordados de este universo de comics adaptados a la pantalla grande. Capitana Marvel no cumple en lo que a banda de sonido original se refiere, ya que es bastante olvidable, con escenas de pelea poco memorables que no aprovechan que el film esté situado en los años ’90s para destacar siquiera el factor “nostalgia”. Utiliza recursos como el montaje y la fotografía a la manera de la época que retrata, pero de manera forzada y tan obvia que más que homenajear, molesta. Capitana Marvel cumple, pero deja con ganas de más. Lo que le falta al film es individualidad como para destacarse, o al menos un poco de coraje para imponerse con la potencia que su contrincante de género más reciente, Mujer Maravilla, supo contar para cautivar a los espectadores. Podrá agradar a los fanáticos del universo Marvel/Disney pero al resto del público le dejará un gusto amargo a demasiado poco.
Heroína de último minuto Capitana Marvel (Captain Marvel, 2019) es una especie de repaso o precalentamiento que anticipa la épica conclusión de las veintidós películas de Marvel Studios con Avengers: Endgame (2019), marchando el mes que viene. Funciona como una nota al pie de página del final más críptico de la anterior Avengers: Infinity War (2018), en el que Nick Fury (Samuel L. Jackson) revela a la epónima capitana (Brie Larson) como su arma secreta contra una invasión extraterrestre que ha dejado a los veintitantos Avengers fuera de combate. Los extraterrestres también invaden en Capitana Marvel, situada en 1995. Con ésta van cuatro o cinco invasiones extraterrestres, sin contar los robots. Capitana Marvel no tiene mucho para ofrecer que no se haya visto u oído antes. La gran novedad es la protagonista femenina, pero la campaña de marketing exagera el interés que la película tiene por el feminismo y habiendo tardado más de veinte películas - además del éxito alentador de la rival Mujer maravilla (Wonder Woman, 2017) - hay algo de insincero en pretender retroactivamente que ésta es la génesis de una mega franquicia cuando en realidad fue cultivada a lo largo de diez largos años y veinte films intercambiablemente masculinos. La primera hora cubre una guerra intergaláctica entre "krees" y "skrulls" en la que la Capitana - quien lleva seis años amnésica en un planeta alienígeno - pelea bajo un guerrero de nombre Lovecraftiano, Yon-Rogg (Jude Law). Es ciencia ficción de televisión en el mejor de los casos. Ella es capturada, su memoria rebobinada como una cinta de video (el pasado de la heroína resulta ser un enorme homenaje, parodia o plagio a Top Gun, 1986) y comienza la carrera entre buenos y malos por encontrar el MacGuffin de turno situado en algún lugar de la Tierra. El comienzo es confuso y apenas coherente pero eventualmente los jugadores quedan en posición dentro de un contexto claro y de vez en cuando llegan a trascender el entretenimiento mundano. Dirige el dúo Anna Boden y Ryan Fleck, oriundos del drama intimista pero aquí limitados a copiar la fórmula de acción, aventura, ciencia ficción y humor patente Marvel. El humor ahora se dirige a la nostalgia por los 90s en vez de los 80s, aunque lo que pasa por humor aquí son observaciones más parecidas a la primera mitad de un chiste que no se cuenta (las películas se alquilaban e internet era lentísimo, ¿y qué?). Para variar se aprecia una distinción clara entre las escenas dramáticas y las tendencias cómicas. El resultado es menos contraproducente que de costumbre. Annette Bening, Ben Mendelsohn y un rejuvenecido Samuel L. Jackson se roban sus escenas. El fuerte sigue siendo los personajes superpoderosos pero falibles y simpáticos: el de Brie Larson no recibe mucha personalidad pero cumple con los requisitos de ser una heroína llena de positividad y gallardía, alejándose del amargo y condescendiente prototipo maternal que encarnan Black Widow, Scarlet Witch, Wasp, Gamora, etc, siempre en referencia al varón inmaduro. Quizás el corte adolescente en las relaciones entre hombre y mujer en estas películas va de la mano con sus orígenes como cómics. Capitana Marvel no es exactamente una revolución, pero aunque sea deja ganas de una.
Tardó diez años y más de veinte películas, pero finalmente tenemos a la primera heroína protagonista del MCU. Thanos ya está sudando. “Tarda pero llega”, a esta altura, es una frase consuelo que utilizamos para justificar que “Capitana Marvel” (Captain Marvel, 2019) es la primera aventura del MCU protagonizada por una superheroína. Tuvimos casi VEINTE películas del Tony, el Capi, Thor, los Guardianes y los Avengers antes de que la Casa de las Ideas se diera verdadera cuenta que la representación en la pantalla sí importa; y nada de esto tiene que ver con una agenda política. Primero llegó de la mano de “Pantera Negra” (Black Panther, 2018) y su mega éxito, y ahora con la historia de origen de Carol Danvers (Brie Larson), un capítulo bastante postergado. Esta tardanza -al igual que la futura película en solitario de Black Widow- hace un poquito de mella a la hora de la percepción porque se siente que la Capitana llega un toque tarde a esta fiesta, rellenando baches dentro de la gran franquicia comiquera que es el Universo Cinematográfico de Marvel, antes del gran evento que será “Avengers: Endgame” (2019). No por nada, la relevancia de esa escena post-créditos al final de “Avengers: Infinity War” (2018), y una Carol que se nos presenta como el as bajo la manga a la hora de ponerle el pecho a los desmadres de Thanos. No hay spoilers si están al día con el MCU, pero sí mucha previsibilidad, aunque no quita que la película dirigida por la dupla de Anna Boden y Ryan Fleck -responsables de cositas independientes como “Una Divertida Historia” (It's Kind of a Funny Story, 2010)- pueda brillar por sí sola, aunque no con todo el fulgor que un personaje como Danvers se merece. Si queremos ser literales, estos sucesos funcionan como un flashback forzado entre Avengers 3 y 4 (gracias Fichi por la metáfora), una linda excusa para presentarnos a esta nueva heroína que (en este universo) viene dando vueltas desde 1995. Sí, mucho antes de que Stark se construyera un súper traje o que descongelaran a Steve Rogers, en un planeta llamado Hala florecía la civilización kree, ya conocidos en el MCU gracias a Ronan, el Acusador (Lee Pace) y Korath (Djimon Hounsou). En constante guerra con los skrull –una raza de metamorfos extraterrestres-, los kree cuentan con la Fuerza Estelar (Starforce), una elite de guerreros y héroes de la que forman parte Vers (Larson) y Yon-Rogg (Jude Law), su mentor, entre otros. Durante una misión para desbaratar los planes de Talos (Ben Mendelsohn), líder de los skrull, la chica cae prisionera y así descubre unos cuantos recuerdos de su pasado que solía confundir con simples pesadillas. Sus memorias un tanto revueltas y los planes de Talos confluyen en el llamado planeta C-53, la Tierra para nosotros, donde Vers va a parar sin escalas en busca de un proyecto de la doctora Lawson (Annette Bening), la única clave con la que cuenta para evitar que sus enemigos consigan un arma capaz de acabar con mundos enteros. Su aterrizaje en la Tierra no pasa desapercibido para un joven Nick Fury (Samuel L. Jackson) y un más que novato agente Coulson (Clark Gregg), dos oficiales de S.H.I.E.L.D. -en su versión primigenia-, a cargo de este extrañísimo caso que involucra a una chica caída del cielo y varios extraterrestres que pueden tomar la forma de cualquiera que se cruce por su camino. Fury prefiere seguirle el juego a Vers para entender sus planes y los del contrario; por el camino, juntos irán descubriendo que esconde el pasado de esta guerrera originalmente llamada Carol Danvers y, con mucha suerte, evitar un encontronazo entre krees y skrull en suelo terrestre. Carol modelo noventa “Capitana Marvel” es una historia de origen que, en vez de seguir el típico camino del héroe o la heroína, trata de ir armando uno juntando las piezas. A veces funciona, otras no tanto, metiendo demasiada información en apenas dos horas de película. Acá, la suspensión de la incredulidad debe estar a la orden del día, no sólo por el hecho de lidiar con diferentes mundos y criaturas, sino porque no todo tiene una explicación muy coherente que digamos. El guión de Boden, Fleck y Geneva Robertson-Dworet está plagado de bachecitos e inconsistencias, pero nada en gran escala que desluzca la química que logran Larson y Jackson, o los verdaderos mensajes de la película. Los realizadores nos entregan una buddy cop movie recargada de referencias noventeras (no molestan, pero tampoco aportan tanto, más que el típico humor marvelita y una gran banda sonora encabezada por chicas) y mucha locura espacial (a lo Guardianes de la Galaxia) que pronto choca de frente con la vulnerabilidad y los defectos de los seres humanos. Las emociones no son algo que se lleven bien con los kree, de ahí todas las disyuntivas y los grandes momentos que entrega Brie como protagonista en su camino hasta que saca a relucir su Capitana Marvel. La mezcla de imprudencia y temeridad le calzan como anillo al dedo a un personaje que, a pesar de las adversidades, nunca se rinde. Este es el mensaje “feminista” con el que carga la película, que muchos decidieron odiar, incluso, antes de verla. No conocíamos a este Fury con dos ojitos “Capitana Marvel” funciona desde el entretenimiento, no insiste tanto con el humor (algo que se da naturalmente de las diferentes situaciones), le da a las protagonistas femeninas un lugar bien merecido y para nada forzado (bien ahí Lashana Lynch y su Maria Rambeau), y mete personajes como Goose -un gato que tiene poco de felino- sin mucha explicación, aunque se roben gran parte de la película. Visualmente, cumple con los mínimos requisitos –ambientar una historia en la década del noventa no es un logro maravilloso-, aunque los efectos digitales siguen siendo de lo peorcito, incluyendo el “rejuvenecimiento” de sus actores. Su gran aporte, lamentablemente, está ligado a la franquicia y a un papel más grande que deberá cumplir en el futuro del MCU, incluso más allá de “Endgame”, cuando podamos disfrutar de sus aventuras sin ataduras. Esto no quita que Carol sea el centro de esta historia, pero una que no logra alcanzar esa épica que estamos esperando desde que la vemos enarbolar sus poderes. Ese momento llega de forma apresurada y sin el debido golpe de efecto, tal vez, es un requerimiento un tanto personal, pero que pesa en el conjunto. La seriedad de Larson es un mal montaje de los tráilers, la inexistente agenda feminista no tiene nada que ver con un personaje concebido de esta manera, la historia tiene varios giros interesantes bajo la manga y sí, a Thanos se le va a fruncir mucho más la cara cuando vea la primera escena post-créditos de “Capitana Marvel”.
Una chica poderosa sin nada que probar Brie Larson encarna a la primera heroína del universo cinematográfico Marvel. El filme habla del empoderamiento de una mujer pero tampoco precisa de un discurso formal para demostrar su punto. Comienza a sonar el divertido riff de “Just a girl”, mientras Carol pelea. Canción de No Doubt, pegadiza, bien de los 90, pero que a la vez habla de empoderamiento. “I’m just a girl, all pretty and petite, so don’t let me have any rights” (“Sólo soy una chica, toda linda y pequeña, así que no me dejes tener derechos”, dice la cantante Gwen Stefani, irónicamente). No hay música épica como suele haber en las secuencias de acción. Pero igualmente suena legendario. Así es “Capitana Marvel”, legendaria por su significado más allá de la estructura y narrativa fílmica. Carol (Brie Larson) vive en Hala, hogar de la raza alienígena Kree. Es utilizada como parte de las fuerzas especiales, lideradas por Yon-Rogg (Jude Law), que aprovecha un extraño poder que Carol tiene con sus puños. En una misión de rescate, se enfrentan a los terroristas skrull, es capturada y al escapar en una nave va a dar en la Tierra, en la década del 90 (de ahí la escena del Blockbuster que se ve en el trailer). Al llegar conoce a Nick Fury (Samuel L. Jackson), quien la ayudará a evadir a los skrull que la persiguen, mientras intenta volver a “casa”. Pronto se hará preguntas sobre su identidad y su mundo cambiará. Infelizmente, la película fue evaluada por muchas personas en varios sitios web de consulta, aunque no había sido vista. Por varios motivos, fue víctima del prejuicio. Esas “reseñas” negativas fueron una consecuencia de que Brie Larson, protagonista del largometraje, había hecho algunas declaraciones sobre la prensa y el mundo del cine en general porque decía que en todos lados había “demasiados hombres blancos”, pidiendo diversidad en todos los ámbitos. Por eso varios quisieron boicotear la película. Hay que entender a “Capitana Marvel” como una película que se mete en el universo de Marvel pero también era necesaria. No va a equilibrar cuestiones de género porque es la primera mujer en la franquicia en tener un filme en solitario, pero es el primer paso para lograrlo. El filme entretiene y emociona, pero lejos está de ser panfletario. Podría decirse que es feminista porque habla del empoderamiento de una mujer, pero tampoco precisa de un discurso formal para demostrar su punto. Sí hace gala de su significado dentro del universo, cuando en plena pelea, Carol dice “no tengo nada que probar”, algo que puede trasladarse a esta discusión sobre si la Capitana Marvel merecía su filme o no, si es oportunista, o si está a la altura, en tono comparativo.
Finalmente se estrenó la película de Capitana Marvel, la primera heroína de la Casa de las Ideas en conseguir un protagónico y una cinta en solitario. Como en toda cinta de estas características, la controversia y la polémica no le es ajena y lo que nos terminamos preguntando es: ¿Es una película a la altura de las circunstancias? ¿Verdaderamente es el largometraje que se merecía? A continuación analizamos algunas cuestiones. “Captain Marvel” (2019) es la película número 21 del Universo Cinematográfico de Marvel y la primera en centrarse en una protagonista femenina. 11 años tuvieron que pasar para presentar a una superheroina con una aventura en solitario, algo que su cuestionada competencia, DC, tardó bastante menos (4 películas y 4 años) en proponer. Además, de que “Wonder Woman” (2017) resultó ser un éxito arrollador en críticas (el más importante de la compañía hasta la fecha), el personaje de Diane Prince representa el mayor ícono feminista en la historia de los comics y es por ello que en este escenario Marvel la tenía más complicada. No era de extrañar que se haya generado una controversia alrededor de la calidad de la obra que se estrenó la semana pasada ni mucho menos, pero sí resultan sorprendentes las decisiones que Disney pareció tomar respecto del film en sí. Esta pieza audiovisual fue codirigida por Anna Boden y Ryan Fleck, la dupla detrás de “It’s Kind of a Funny Story” (2010) y “Mississippi Grind” (2015). Si bien ellos suelen dirigir juntos llama la atención que Disney/Marvel no se haya decidido por una directora en solitario para la tarea de llevar por primera vez a la heroína a la pantalla grande. Algo que sí paso en “Wonder Woman” con Patty Jenkins (“Monster”). Igualmente, dejando de lado esta cuestión podemos meternos a debatir sobre otras decisiones cuestionables intrínsecas al relato. El largometraje cuenta la historia de Vers (Brie Larson), una guerrera Kree que junto a su mentor Yon-Rogg (Jude Law) se ven atrapados en una guerra con otra raza alienígena, los Skrulls. El problema radica en que Vers presenta algunas lagunas mentales, generadas por una amnesia producto de un episodio dramático del pasado, provocando que algunas cosas no le terminen de cerrar en su rol actual como guerrera Kree. Así es como ella, por medio de la persecución a un grupo de skrulls, terminará en el planeta Tierra donde descubrirá que partes importantes de su pasado tuvieron lugar allí y donde acabará de formar su identidad que la llevará a convertirse en Carol Danvers y la Capitana Marvel. La historia tiene lugar en el año 1995 y Danvers deberá unir fuerzas con el Agente de SHIELD Nick Fury (Samuel L. Jackson) para poder atrapar a estos individuos que tienen la habilidad de transformarse en cualquier cosa que visualicen, algo que da infinitas posibilidades narrativas. Así es como el film pasa a convertirse en una especie de Buddy Movie, entre Danvers y Fury. Esta es otra de las decisiones que llaman la atención de Marvel, es casi como si no le tuvieran fe al personaje y hayan sentido la necesidad de emparejarla con Fury por miedo a fracasar. Resulta realmente irónico que estén buscando darles un lugar importante a los personajes femeninos pero que las tengan que emparentar con personajes masculinos. Es un detalle que sorprende más allá de que la dupla funciona y que nos otorga varios momentos divertidos y repletos de fanservice (junto con el personaje de Goose, un adorable gato que esconde un secreto enorme que lo lleva a ser el comic relief de la obra durante el tercer acto de la misma). Por el lado narrativo, si bien resulta ser una película bastante clásica, convencional y de fórmula en lo que respecta al origen de personaje y camino del héroe, sí logra ser atractiva la estructura que se le dio en el comienzo con un presente algo confuso y con flashbacks que van revelando partes de su pasado (aunque más adelante se incurre en un abuso de este recurso), algo que van desarrollando de buena manera, al mismo tiempo que el manejo del humor que no resulta excesivo como en otros relatos de Marvel. Es más, varios de los momentos cómicos están determinados por el tiempo y el espacio producto de cierta nostalgia de los años ’90. Por el lado de los efectos especiales, están muy bien logrados, al igual que las escenas de acción y las coreografías, aunque en esta ocasión se las nota algo deslucidas en comparación con episodios anteriores como los de “Avengers” o “Guardians of The Galaxy”. Como que le falta espectacularidad a las batallas y enfrentamientos. Respecto a la cuestión interpretativa, Brie Larson se luce como Carol Danvers y le imprime gran complejidad a este personaje que busca derribar tanto a sus enemigos como al sexismo y la falta de equidad de género. Un personaje que a pesar de su enorme poderío se muestra fuertemente humana y terrenal en varios aspectos. Jude Law nos brinda una correcta actuación que por momentos da en la tecla y por otros tambalea en la exageración. Quizás la peor parte se la lleve Annette Bening que fue sumamente desaprovechada en el relato. Samuel L. Jackson brilla como Nick Fury y su química con Larson es un pilar fundamental para el relato. Finalmente, otra de las carencias de la cinta tiene que ver con la presencia de un villano de peso, al presentar a una heroína súper poderosa es de esperar que su contrapartida u opositor posea características similares, y lamentablemente este no es el caso. Es como que el espectador nunca termina de sentir que ella corra peligro y esté ante la presencia de un rival de temer. Es realmente interesante que su conflicto y su drama sean internos pero después no vemos exteriorizados esos miedos o barreras en la presencia de un enemigo poderoso. Más allá de las críticas que se le pueda hacer tanto a la película como al estudio, “Capitana Marvel” es una película necesaria para la búsqueda de equidad de género en la pantalla grande y en las producciones de Hollywood, algo que había comenzado de mejor manera “Wonder Woman”, pero que igualmente Marvel intenta acompañar. Un film que no gana puntos en términos de innovación narrativa pero que igualmente cumple y se destaca por el mensaje feminista que se propone enarbolar y gritarle a las nuevas generaciones. Las heroínas llegaron para quedarse.
Tuvieron que pasar diez años y más de veinte películas para que finalmente llegara un largometraje de Marvel protagonizado por una mujer. Capitana Marvel (2019) carga injustamente con responsabilidades que no debían de atribuirle pero, dado el contexto social y político, éstas se vuelven reales y existenciales. ¿Carol Danvers estará a la altura de las circunstancias? ¿Cumplirá con la embestidura que tanto el estudio como la prensa trató de atribuirle? Título original: Captain Marvel Año: 2019 Duración: 125 min. País: Estados Unidos Dirección: Anna Boden, Ryan Fleck Guión: Anna Boden, Ryan Fleck Música: Pinar Toprak Fotografía: Ben Davis Reparto: Brie Larson, Samuel L. Jackson, Jude Law, Ben Mendelsohn, Gemma Chan, Annette Bening, Lee Pace, Mckenna Grace, Clark Gregg Productora: Marvel Studios Distribuidora: Disney Fecha de estreno: 7 de marzo de 2019 Una mochila demasiado pesada Para ubicarnos en lo que refiere al Universo Cinematográfico de Marvel, la película se sitúa en los ‘90 siendo una precuela para casi todas las películas del universo expandido, salvo Capitán América: El primer Vengador (2011). Así, el enfoque pasa por caer otra vez en la emoción relacionada a la nostalgia, ya en este punto oxidada debido al uso recurrente de la misma para generar empatía con el espectador. En su desarrollo narrativo, Capitana Marvel continúa con la formula Marvel de introducir y presentar a sus personajes desde una perspectiva cómica, humorística con algunos tintes de acción y drama. Sin embargo, el film carece de innovación y no genera complicidad. De Carol Danvers se esperaba que cumpla con el rol de lo que significa la mujer en esta nueva era feminista y luchadora: un símbolo, una actitud y posición que justifique el lugar que tanto el público como la prensa esperaba. Simplemente, la película no pasó de ser otra más en la nómina de Marvel Studios, dejando a un personaje mucho más simple, superficial y poco tridimensional. Tal vez tal expectativa le jugó en contra a la película y lo que necesitaba representar. Sin embargo, Brie Larsson no logró generar el carisma que necesita un personaje tan importante tanto en los cómics como ahora también lo será en las películas. En este punto en conflicto se destaca aún más la labor de Samuel L. Jackson como un Nick Fury más inocente, infantil, diferente al que conocimos en las primeras películas de Iron Man (2008) y Los Vengadores (2012). Por su parte, Jude Law cumple a la perfección con su rol aunque resulta evidente su accionar. En el giro del conflicto y su resolución ocurre un punto grave y complicado de Capitana Marvel: sin caer en spoilers, la idea argumentativa tanto para ambas razas –skrull y kree– queda a mitad de camino. Por un lado, cambia el paradigma en relación a lo que se conocía en los cómics sobre los skrulls y por el otro, no termina de justificar y desarrollar una especie tan diferente y especial como lo son los kree, cayendo en banalidades y desarrollos bidimensionales. Capitana Marvel entretiene pero la visión de la directora Anna Boden (Mississippi Grind) termina siendo redundante por una fórmula ya agotada, después de 10 años. Desde su producción, no hay ningún punto para atribuirle que genere algo diferente a lo ya visto en películas del género. Ni siquiera aporta algo realmente validero al MCU, llegando a forzar los diferentes guiños y detalles. Capitana Marvel termina en lugares comunes, frases vacías con poca profundidad para lo que se esperaba de ella. Capitana Marvel es una película más, común al resto y olvidable de cara al futuro. Sin embargo, las responsabilidades que cargaron al personaje, la película y la protagonista terminaron por pasarle factura a un film modesto, sin carisma ni brillo.
Espectacular, bien armada y se ve hasta el final. Amigos cinéfilos, tratemos de entender el Universo Marvel con un símil inexacto pero útil. En los años 40 y 50, la MGM creó un equipo de profesionales que inventó lo que conocemos como el musical clásico, con una paleta de colores propia, con sus convenciones y sus estrellas. Los personajes no iban de un film a otro, pero casi: Garland o Charisse, Astaire o Kelly eran personajes en sí mismos. Bueno, lo que ha hecho Marvel con los personajes (ya de más de medio siglo) de los cómics es un poco lo mismo. Así, cada película hay que pensarla en un estilo, un género y, además, una forma “de la casa”. “Capitana Marvel” (que en inglés es “Capitán”, mucho más interesante), tiene hilos con todas las otras películas y se supone que explica el deus ex machina necesario para la próxima “Los Vengadores-Endgame”. Es, de manera consciente, casi explícita, una película sobre el empoderamiento femenino. Pero lo que la hace divertida es algo que va más allá de todo esto: el juego entre Brie Larson y Samuel L. Jackson. Sí, claro que es espectacular, claro que está bien “armada” y se ve hasta el final. Pero lo que sostiene tanta gigantomaquia es la cualidad humana que aparece sobre todo cuando los actores entienden a sus criaturas y deciden compartirlas con el público. Sin eso, estaríamos ante la cáscara costosa de un espectáculo un poco a reglamento, un poco obligado por las circunstancias desbordantes del negocio. Con eso, vale la pena absolutamente.
La heroína que Marvel necesitaba llegó para quedarse y en tiempos de empoderamiento y girl power. Su dejo nostálgico, su espíritu retro y la irreverencia de la protagonista hacen volar a una propuesta simple y correcta.
Llegó “Capitana Marvel” finalmente. El nexo (desde la historieta al menos) entre Avengers y los X-Men, pero sobre todo la mujer que va a salvar el planeta del desastre que hizo Thanos el año pasado en “Avengers: Infinity War” exterminando la mitad de la vida en nuestro planeta. Claro que primero tenemos que saber quién es, de donde viene, como encaja aquí, etc. No alcanza con presentarla bien en la cuarta parte de la saga (se estrena éste año) usando el poder de síntesis que caracteriza a Hollywood. Hay que hacer toda una explicación de dos horas y por esa razón estamos escribiendo estas palabras. El primer error fáctico de los medios en general es informar que esta es la primera respuesta de Marvel a los tiempos de reivindicación de los derechos de la mujer, igualdad de género, etc, poniéndola como figura principal frente a tanta testosterona predominante pululando en el cine en general, y en el cómic hecho cine en particular. En todo caso es la primera desde que estalló el #NiUnaMenos, pero ya en 2005, mucho antes de eso, tuvimos la primera protagonista femenina exclusiva de este siglo en el mundo de los superhéroes. Fue Elektra, protagonizada por Jennifer Garner. Sería lógico no recordarla porque aquella de hace 14 años tiene un punto en común con el estreno de esta semana: es igual de floja. A esta altura del partido, y con tanto fan atento a ver si se traiciona o no la fuente original arriesgándose a un fracaso comercial, era lógico que los hechos narrados iban a ser fieles. Así, la historia de Carol Danvers (Brie Larson), una mujer piloto del ejército que entra en contacto con un material extraterrestre, producto de la guerra entre dos razas alienígenas, que le otorga super poderes inimaginables. Por otra parte, esa guerra entre los Kree y los Skrulls (seres que con su aparición expanden el universo nuevamente porque se concatenan con Los 4 Fantásticos) la tiene confundida. No sólo en su conciencia del espacio, sino del tiempo. Justamente aquí, en la primera media hora de “Capitana Marvel” es donde reside lo más interesante. La construcción del relato, desarmada como un rompecabezas cuántico, resulta original y muy entretenida de rearmar pues el espectador entra en el mismo desconcierto que sufre la protagonista, quien se encuentra en una galaxia entrenando con Yon-Rogg (Jude Law) mientras trata de entender esas imágenes o flashes de la memoria que cada vez más seguido invaden su mente. Un enigma que ella presiente como fuente de las respuestas que está buscando. Es más, dentro de ese contexto también funciona cuando el espectador llega a entender en qué momento del tiempo ocurren estos sucesos. Estamos en la década del ‘90 porque vemos a Vers atravesar el techo de un video club BlockBuster. De ahí en más todas la referencias culturales son un gag en sí mismo (la velocidad de internet, el CD-ROM, los teléfonos públicos, etc). Allí conoce a un joven Nick Fury (Samuel Jackson), agente de S.H.I.E.L.D que luego será el mentor de agrupar a los héroes. Este encuentro también juega a favor del relato por conocer detalles previos a lo que ya hemos visto. En este sentido hasta podría hablarse de una mini precuela, si se permite el término. Pero luego de estos primeros treinta, treinta y cinco, minutos de las dos horas y pico que dura es, primero una llamativa oscuridad general en la dirección de fotografía porque este argumento así planteado no parece necesitar de ese clima y, segundo, una dudosa extensión del relato en transiciones que aportan muy poco contenido emocional a las tribulaciones de Carol. En esto colabora una trabajo actoral de Brie Larson que no parece poder conectar a su actriz con el registro que pide este tipo de producciones. Por momentos la actriz asume posturas gestuales demasiado solemnes, manteniéndolas incluso cuando hay humor explícitamente colocado en el guión para garantizar empatía. Es muy fina la cuerda en la cual la ganadora del Oscar tiene que hacer equilibrio sin lograrlo, pero esto es más responsabilidad de la codirección entre Anna Boden y Ryan Fleck, dos jóvenes que prácticamente han hecho toda su carrera juntos pero adolecen del mismo problema: la dirección de actores. Es como si tuviesen temor de dirigirlos (o de dirigir figuras rutilantes), de darles indicaciones claras del rumbo adecuado para su trabajo. Además del caso de Brie Larson, sucede también con Jude Law y Anette Benning en este estreno: ambos tienen personajes determinantes en el texto y sin embargo aquí no parecen poder llegar a ese lugar, tal vez porque la construcción en el relato, también escrito por la dupla realizadora, carece de peso dramático. Lo que sí tiene a favor, además de la cuestión femenina del momento, son: la estética homenaje al cine clase B en el diseño de las razas extraterrestres (que remiten a las viejas producciones de Roger Corman); una buena factura técnica (esperable por cierto), una buena banda de sonido con temas de los ‘90 que plantan en época al espectador y, finalmente, el interés que genera el personaje en sí mismo por la significancia implícita en todo el universo Marvel que pasó por el cine. Es icónica su presencia y esta es la razón principal para creer posible que en su primer fin de semana de exhibición “Capitana Marvel” llegue cómoda a los 400 mil espectadores en nuestro país. Está claro: la boletería suele saludarse de muy buen grado con los superhéroes. El cine, no tanto.
Carol Danvers, alias Capitana Marvel, no es la primera mujer superhéroe que llega al cine con su propia película pero se siente como si lo fuera, porque sí es la primera que no está construida prácticamente en ninguno de sus rasgos desde una mirada masculina. Y eso es todo un hito. En 2005 se estrenó, con poca fortuna, la mediocre Electra, donde Jennifer Garner interpretaba a una asesina por encargo devenida heroína que, si bien esto no era central en la trama, se enamoraba del hombre que la habían mandado matar. La Viuda Negra de Scarlett Johansson apareció por su parte en varias películas de Marvel, y Wonder Woman tuvo su protagónico en una película de DC; las actrices siempre aparecieron enfundadas en trajes diseñados para resaltarles el culo y las tetas, como versiones de carne y hueso de esas heroínas de curvas imposibles, cintura de avispa y belleza clásica que son casi obligadas en la multitud de historietas pensadas en principio para un público masculino. De más está decir, además, que Scarlett Johansson, Jennifer Garner y Gal Gadot, que interpretó a la Mujer Maravilla, se acomodan sin esfuerzo en la categoría de belleza hegemónica (no por nada dos de ellas fueron modelos). Está bien, ya entendimos que las mujeres pueden mostrar el culo y ser poderosas al mismo tiempo pero, ¿tenemos que creer que no hay ninguna variante en el guardarropas de las heroínas? Por otra parte, y casi como si fuera la contracara de eso, a veces se hizo un esfuerzo por buscarles a las superheroínas características que las diferenciaran en tanto mujeres; el gran furcio de la película de la Mujer Maravilla, en ese sentido, fue hacerla pronunciar un discurso intragable sobre el amor que todo lo vence en el clímax de la batalla final, justo cuando estaba bajando enemigos a fuerza de piñas y con recursos que poco tenían que ver con el amor. En Capitana Marvel se siente desde el principio que hay algo distinto, y la película nunca decepciona en este punto. Ambientada entre la tierra y un planeta habitado por los kree, la historia está llena de idas y vueltas en el tiempo y la memoria pero básicamente tiene que ver con Vers (Brie Larson), una kree de sangre azul y puños que disparan fotones que se entrena para defender a su planeta en una guerra intergaláctica. Pero en un momento sabrá que tuvo un pasado como Carol Danvers en el planeta Tierra, donde fue piloto de avión en la Fuerza Aérea, y que debe investigar ese pasado para saber quién es. Arrojada a la ciudad de Los Ángeles en la década del 90, Vers se cruza nada menos que con Nick Fury (Samuel Jackson) con unos años menos, y ahí descubre que tiene no solo una historia sino también una especie de familia íntegramente femenina. Algo confusa en la profusión de datos sobre la guerra entre dos razas de extraterrestres, la película se vuelve más íntima y permite conocer mejor a su protagonista cuando la pone a interactuar con humanos, tanto con Nick Fury como con Maria Rambeau (Lashana Lynch). Y Brie Larson, con su actitud escéptica y su disposición para divertirse cuando se arma un equipo que recuerda a los Guardianes de la Galaxia en su heterogeneidad festiva, es algo digno de ver. Con los gestos cancheros de los pilotos en películas como Top Gun (1986) –además de jeans y una campera de cuero, remeras con inscripciones, pelo siempre desordenado–, algo de la irreverencia de Tony Stark y la remota posibilidad de que quizás sea la primera superheroína lesbiana (algo parece insinuarse al respecto en una pelea con Minn-Erva), esta chica se conoce por el nombre nada menos que de Capitana, su gesto más característico es la cara de enojo y los puños apretados, y en sus momentos de máximo poder, cuando atraviesa el aire envuelta en llamas, lleva un casco por el que el pelo rubio le asoma en una cresta. Porque basta con verla para saber que es fuerte, y porque lo es, la película no necesita cargar las tintas sobre su capacidad salvo por un momento, breve, en que musicaliza una pelea con Just a girl, de No doubt: nadie estaba pensando que la Capitana Marvel era solo una chica, pero valga la escena como remanente de un pasado muy cercano en el que fue necesario aclararlo.
Sus ojos desprenden fuego como dos soles y la pelea por su descubrimiento en el mundo de los superhéroes de Marvel son las campanas que suenan en su cabeza con control alienigena y su humanidad sin recuerdos. La directora Anna Boden y Ryan Fleck plantean en “Capitana Marvel” (Carol Denvers )una mujer que no se deja llevar por la corriente y desafiante; una narrativa que promete dejarte sorpresas en un intrincado entramado. Una película para lo inesperado y una muchacha que aparece para seguir el rompecabezas de los héroes. Sus ojos desprenden fuego como dos soles y la pelea por su descubrimiento en el mundo de los superhéroes de Marvel son las campanas que suenan en su cabeza con control alienigena y su humanidad sin recuerdos. La directora Anna Boden y Ryan Fleck plantean en “Capitana Marvel” (Carol Denvers )una mujer que no se deja llevar por la corriente y desafiante; una narrativa que promete dejarte sorpresas en un intrincado entramado. Una película para lo inesperado y una muchacha que aparece para seguir el rompecabezas de los héroes. A ella la llaman “Verse”, porque en su chapa como piloto de las Fuerzas Aéreas la chapa quedó cortada a la mitad con una identidad aún incompleta. En esa sociedad ella es graciosa, agresiva y competidora como humana devenida en Kree que adquiere habilidades como guerrera e intelectual, sin embargo su costado emocional la ubica en dos situaciones, por un lado su sentido instintivo y lógico. Ambos novatos en el Universo Marvel pero bien reconocidos por sus trayectorias como intérpretes. En el caso de Larson ella posee un Oscar como actriz en “La Habitación” y él británico en los BAFTA como mejor actor de reparto The Talented Mr. Ripley. Brie para éste personaje tuvo que sostener pesas de 100 kilos por 9 semanas, mover un Jeep de abajo hacia arriba en pendiente y como en su personaje hace de una piloto de la Fuerza Aérea hizo vuelos en jets F16. Se preparan para el ataque de los Skrulls otra comunidad alienígena quienes son pintados como criaturas despiadadas y nocivas para la sociedad Kree para Carol pero lo que encierra otro sub trama bien hilado en el guión con la aparición de Talos – Keller aquí se hacen notorias las sesiones de maquillaje y producción con máscaras, disfraces y efectos especiales en un alienigena. Los sets de maquillaje para éstos sujetos de otros planetas duraban 3 horas al menos. Larson como Carol y próximamente Capitan Marvel tiene recuerdos y se cuestiona de dónde provienen. Por ejemplo en un diálogo en sus sueños: “¿Donde tienes la cabeza?”le pregunta alguien y ella contesta: “En las nubes. Más rápido y veloz”. Hace un recuento de su trayecto en la Tierra estando en la locación de un circo. Su padre la menospreciaba, a su hermano lo dejaba conducir, aunque ella también tomaba el volante se caía pero se volvía a levantar. La cargaban cuando practica en las Fuerzas Aéreas cuando trepaba. Le decían “No eres para esto”, “no eres bastante fuerte, no tienes fuerza”, “No podrás” o “No es una piloto”. Un poco el mensaje que subyace la desigualdad de género y el bullyng frente a ello con dignidad, temple y firmeza luchaba contra los esterotipos machistas y misóginos. En una misión ella queda desorientada y se pierde en el planeta tierra y perfora el techo de un Blockbuster mira las películas no toma las románticas de hecho le dispara a un póster de una pareja porque no reconoce su pasado. Lo ve como un lugar desconocido a pesar de ser nativa de la tierra. Ve a un oficial que es seguridad del la estación de nafta y le consulta sobre como puede comunicarse con una nave del espacio. El la ve con su armadura y piensa algo raro de ella, y llama a la policía. Ella se comunica desde un teléfono público con la nave y le dice su ubicación a Jude Law: Yon-Rogg. “Los elegidos de la gloria” es un filme estadounidense de 1983, su título original expresa “lo que hay que tener”, en relación a la valentía involucrada al ponerse en situaciones riesgosas o conflictivas. La película es acerca de pilotos en ensayo tras la Segunda Guerra Mundial en los Estados Unidos. El filme ganó el Premio Oscar en 1984 en mejores efectos, al mejor montaje, a la mejor música y sonido. Ella el primer contacto que tiene en la tierra es cuando sale del BlockBuster y conversa con un oficial de seguridad de la estación de nafta cercana a la casa de videoclub a quien le consulta dónde está pero éste sospecha de una mujer vestida con una vestimenta tan avanzada pareciera una armadura de otro planeta y lo confunde aunque su rostro sea de una persona. Entonces decide llamar a la policía estadounidense; la persigue en una emboscada y le piden que se identifique y ella le dice como si fuera un robot su nombre Vers. Ella detecta presencia de un Skrull y lo mata. Toda esta secuencia de escenas mezclan humanos con especies metamorfas. El que se hace cargo de la investigación es llamado “Buchon Nocturno” o Nick Fury(Samuel L. Jackson) un oficial detective de S.H.I.E.L.D. y Pihil Coluson. Carol Va a un cyber, en las computadoras teclea letra por letra, como un autómata. “Bicho raro”, le dicen. Prevee la infiltración de los Skrulls a la tierra. El actor Samuel Jackson en ésta película saca toda su comicidad y se hace amigo de ella en compañía de su gato “Goose”(él le daño un ojo y he aquí la explicación de su parche). Es evidente que es el origen de su brigada para hallar otros superhéroes y ese encuentro con Carol en la persecución e invasión. Lo que gestará la saga de Los vengadores en un futuro desde un Iron Man hasta el final que pronto se estrenará “New Avengers: end game”. Samuel tiene 70 años pero aparenta un rejuvenecimiento facial en la compostura con peluca y marcas de edad son imperceptibles. Sus líneas lo hacen un personaje amigable y accesible “Reconozco a una soldado relegada cuando la veo. Nunca pensé que podía venir del cielo”, un gran elogio de tal envergadura a Carol. Un Fury cansado de su trabajo se ve sensibilizado y renovado con ella. Las charlas chistosas donde él se presenta como agente de S.H.I.E.L.D. con su gorra con logo, y ella se burla pero el remata: “dijo el soldado espacial que lleva un traje de goma”. Una invasión espacial. Una persecución. Sinceramente estaba por renunciar hasta que te conocí hoy. Los guiños al pasado son muchos ya desde que Carol se comunica desde una cabina telefónica pública, el uso de ordenadores con Internet lento, autos de época, la vestimenta con remeras impresas de la banda rockera “Guns and Roses”. El localizador de Nick en formato viper que es transformado por Denverse como un artefacto más sofisticado con capacidad y tecnología de otra generación capaz de traspasar planetas enteros para encontrar personas. Y en lucha contra Talos (Ben Mendelsohn) un cambia formar se hace pasar como el jefe de Fury Keller; en la invasión Sckrull a la Tierra. El que está trabajando de manera encubierta. Con el chasquido de sus dedos hace desvanecer a una persona hasta dejarla en cenizas y/o matarla como hizo en Avengers: Infinity War con Fury. Durante una misión para rescatar a un agente Kree encubierto se infiltra en un grupo de Skrulls forasteros con quienes los Kree han estado luchando durante siglos. Vers es secuestrada por el comandante Talos y sujeta por la fuerza a una sonda de memoria. Ella logra escapar y, sin darse cuenta, pilotar a la Tierra, estrellándose contra el techo de un Blockbuster, en Los Ángeles. Su presencia atrae la atención de los agentes de S.H.I.E.L.D., Nick Fury y Phil Coulson, cuya investigación se ve interrumpida por un ataque Skrull. En la persecución posterior, Vers recupera un cristal que contiene sus recuerdos extraídos y Fury mata a un Skrull que se hace pasar por Coulson. Fury luego se encuentra y acepta trabajar con Vers, mientras que Talos se disfraza de agente de S.H.I.E.L.D. Keller. Hay un cameo del animador fallecido Stan Lee sonriendo leyendo un comic. “La guerra es un idioma universal”, comenta Fury a Carol con el contexto de fines de la Guerra Fria(1991). El agente pone música en su auto con ella y la acompaña en su búsqueda por la verdad sobre su aparición en la tierra. El tiene sentido del humor, le va acercando sus sentimientos, sus recuerdos, y la hace acercarse a su costado humano. Como cómplices, amigos y luchadores por la justicia en el mundo. Van a ver a un archivo los expedientes de una científica pero descubren que es una humana y no una Kree que buscaban hacerla un arma que destruyera a una comunidad con su uso. Era piloto que cree que se murió con ella o su profesora su ejemplo a seguir. Pero ella se ve en las fotos con su vida pasada, lee su fallecimiento, sus pertenencias, sus amistades. Su mejor amiga “María Rambeau”(Lashana Lynch), mamá soltera, colega piloto y Carol es la madrina de su hija “Mónica”. Ve a su profesora en las imágenes es parecida a Inteligencia Suprema, su mentora en la comunidad Kree, asimismo científica y su docente en aviación. Los acompaña siempre un gato. Parece inocente y mimoso; pero es una bestia que devora como un pulpo todo lo que se le interponga. La mejor amiga la recibe en su casa quien puede convertirse con ella en agentes para parar ésta guerra. Con toda su preparación y energía. Aunque su amiga lo duda por su hija no la quiere dejar sola. Aunque su hija le da valor. Ella la encuentra a su amiga distante como si la desconociera, tiene que mostrarle sus pertenencias y ella empieza a enlazarse con el mundo su verdadero nombre. Carol Denvers y los flashes de su pasado vuelven como un flashback. Sus bailes juntas, sus andanzas, toda su vitalidad en la tierra la separa de la comunidad Kree. Ya que descubre que la Inteligencia Suprema de los Kree era una piloto muy engañosa. Algo había oculto. Una intención con ella, en particular darle poderes alienígenas para destrozar a otra comunidad los Skrulls. Ella ya pasa a ser: “Tía Carol”, le manifiesta la niña. Cuando ambas amigas se ponen al día emprenden su lucha contra toda fuerza negativa sea Talos o los Krees. María su amiga la reconstruye como mujer, Le dice que la extraño tanto y llora, se abrazan. Juegan en las carreras en Camaro. La pequeña Mónica la ve a Carol como una “una gran heroína” . Su sobrina le hace un traje nuevo con los colores de su remera y su lema es salvar vidas. “Terca hasta para morir”, un chiste sobre su personalidad. “El núcleo de energía le dio poderes” y pudo sobrevivir otra vez más murió y revivió. Y aunque le saquen un chip con la identidad Kree, ella renace con poderes propios que se le han hecho piel y fuente de energía para recalentar metales, volar, recubrirse de escamas en las profundidades marinas, enojarse con fuego en sus manos, una fuerza que al liberar sus emociones y sentimientos se impregnó de su valentía. Al reconocer que con cada caída, burla, chiste, risas y raspones ella se levantaba y se ponía de pie para seguir luchando con una mirada enfurecida y hasta en una edad de 6 años. Esa ira contenida se volvió una coraza para su espíritu intimidante. En cuanto a la musicalización Pinar Topark se situó en el surgiemiento del grunge que significa “Sonido de Seattle”, es una música cruda y rebelde, con versos siniestros continuados de un potente estribillo. Eso se dio con el tema “Come as you are” de Nirvana, “Just a girl” de la banda ska “No Doubt” y la banda femenina Hole con su rock alternativo o indie; por último “Garbage” con su vocalista Shirley Manson cuyo guitarrista y productor musical es el que realizó el disco “Nevermind” de Nirvana. Su vestuario típico es un jean, una camiseta de la banda de rock industrial Nine Inch Nails , una campera de cuero, zapatillas, una gorra y va en moto. Ella logra salvar a la tierra y aniquilar a los infiltrados reales los Kree y darles su verdadero hogar a los Skrulls; quienes solo sufren las mentiras de los Kree que los hicieron ver como los horrores o villanos de la película cuando ellos solo se defendían de sus constantes asesinatos. Pelea con todos ellos con su puño de acero, su mente despiadada y una convincente dignidad. Tras haber sido engañada por Inteligencia Suprema y solo formarla como soldado de sus filas Kree, y hacerla desaparecer de su vida en la tierra con sus afectos que tanto la hacen plena y vigorosa para no descartar todo lo que se viene en frente porque al otro se lo cuida hasta que se demuestre lo contrario). No era una máquina para matar, era una mujer desconectada con el amor que es más brillante que el sol como sus combates y formas de defensa. El avión de Carol Denvers lo nombro “Vengador” en inglés “Avenger”. El próximo proyecto de Fury “Los Vengadores” para encontrar más héroes como ella. La piedra infinita( del universo) en forma de cubo eléctrico brillante, creada por la doctora alias “Wendy Lawson”(Annette Bening), cabecilla de los Kree, asimismo científica le dieron los poderes ahora “Capitana Marvel “o Carol Denvers, no se los brindaron los Kree. Se trata de una investigación que hizo sobre un motor de velocidad de la luz. Éste personaje de tantas identidades distintas era Inteligencia Suprema perteneciente a los Kree y a su vez la jefe de las Fuerzas Aéreas; un ejemplo para Carol en el manejo de aviones. Annette su intérprete tuvo habilidad para ser una multifacética actriz desde una guía espiritual para “Denvers Starfoce”, el nombre Kree de Carol, una instruida doctora en ciencias, una enigmática presencia que se vuelve cada vez más oscura y engañosa, y la fundadora accidental de los dones de “Capitana Marvel”. Esto se ve plasmado en una conversación que la pone como impostora en el papel de “Inteligencia Suprema”; lider de los Kree. ” Eres solo una víctima de la invasión de Skrull que ha amenazado nuestra civilización durante siglos. Los impostores que se infiltran en silencio, luego se apoderan de los planetas”, le expresa a Carol con la meta de confundirla. Hay escenas con grandes tomas donde Ben Davis encargado de fotografía se destaca en una enmascarada Skrull vestida de abuela en un tren que hace secuencias dentro del transporte con planos generales y con guiños a las peleas a lo “Spider Man” esas coreografiadas escenas de pelea con movimientos de cámara de traveling. Tomas de espaldas de Carol que la muestran con gran porte y musculosa. Capturas de cámara en mano de la visión de Denver, primeros planos a la cara de la anciana inquietante, Todas las partes de batalla son tan detallistas y minuciosas que reflejan lo más vívido de la guerra. Se nota el despliegue de cámaras giratorias y grúas dando en la tecla 360°. La historia de la génesis en cómic de Carol Danvers fue en 1968 en el volúmen” Marvel Super-Heroes #13(Carol Denvers)”, luego en 1977 como “Ms. Marvel #1″ y posteriormente en 2012 como !Capitán Marvel”. Sus creadores fueron: Roy Thomas y Gene Colan. Sus talentos son: vuelo, fuerza superhumana y disparo de energía. El mensaje que deja ésta película es que ella es una heroína con los pies en la Tierra pero es una conexión entre el espacio y la humanidad terrestre que procura la justicia, verdad y el fin de las guerras. Frases del guión la componen a Carol ; “Más alto, Más lejos, Más bajo”(estratégica), “¡Alcánzame!” (movediza), “Sigo teniendo esos recuerdos, esas imágenes”(melancólica), “Creo que tengo una vida aquí. Pero no puedo decir si es real”(introspectiva), y “¿Dónde está la furia?” (efusiva y provocativa).
Su desarrollo se encuentra ambientado en la década de 1990; esta es otra de súper héroes pero ahora la protagonista es una mujer, Carol Danvers / Captain Marvel interpretada por Brie Larson la ganadora del Oscar por “La habitación”. Se luce en su papel. La superheroína tiene increíbles poderes de fuerza, velocidad y resistencia sobrehumanas, puede volar por donde quiera y absorber energía. Circunstancialmente cuando llega a la Tierra la acompaña a lo largo de esta sensacional aventura Nick Fury (Samuel L. Jackson, su trabajo es brillante, tiene un gran carisma y le realizaron un buen rejuvenecido digital). Ambos tienen muy buena química, le ponen mucho humor y mantienen buenos diálogos que ayudan a la trama, hay varias críticas, toda la gracia en distintas secuencias se las da un gato muy especial llamado Goose. Una parte de la historia se cuenta a través del flashback, allí no solo conocemos mas del personajes principal y de su vida, además de algunos personajes y el de la científica Mar-Vell (La actriz cuatro veces nominada al Oscar, Annette Bening. Se pone en la piel de dos personajes diferentes entre sí, pero resulta algo desaprovechada su participación). Otro de los personajes que participan son: Talos /Keller (Ben Mendelsohn), Korath (Djimon Hounsou), Ronan (Lee Pace), y Yon-Rogg (Jude Law), entre otros. Nos encontramos con grandes escenas: cuando cae en un Blockbuster, hay alusiones a Terminator, la secuencia del tren fantástica, deslumbrantes batallas espaciales, peleas muy bien coreografiadas, lucha con los extraterrestres, transformaciones, momentos intensos y dramáticos. Un gran trabajo de la diseñadora de vestuario Sanja Hays (Star Trek: Más allá) impresionante y la banda sonora sensacional. Como casi todos saben esta historia continua por lo tanto tiene dos escenas post créditos. Resulta una buena presentación del personaje, sin sorpresas y sin demasiadas pretensiones.
Crítica emitida en radio. Escuchar en link.
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Esperadísima por los más variados motivos (su relación con Avengers End Game, las declaraciones de su protagonista, los infaltables comentarios de los haters que odian las cosas antes que existan, etcétera) Capitana Marvel nos terminó dejando un sin sabor enorme. Se siente más como una oportunidad desaprovechada que como un triunfo. Triunfo de cualquier cosa eh, del feminismo, del estudio o de su propia protagonista. En breves palabras, Capitana Marvel es una clásica historia de orígenes: la heroína que tiene poderes pero que debe aprender a controlar sus emociones para usarlos, la identidad propia y de los verdaderos amigos, una amenaza urgente que resolver y una victoria a través de la resolución de conflictos internos. Nada nuevo. Pero, estos tópicos antiquísimos a veces son presentados bajo formas novedosas. Bueno...tampoco es el caso. El que mucho abarca... Uno de los principales problemas es que, por la cantidad de información que tiene que incluir, se siente como una producción incluída a la fuerza en el MCU. Todo lo visto anteriormente, salvo algunas pequeñas excepciones, da cuenta de un diseño orgánico y construído con paciencia a lo largo de los años. Y, en ese contexto, una película que cuente los orígenes, vínculos, el descubrimiento de si misma y una primera aventura (con todo lo mencionado antes asumido y resuelto) de quien supuestamente tiene un papel central en End Game... es cuanto menos extraño. O al menos, para quien no ha consumido los comics (recordemos que las películas no están dirigidas solamente al mega fan que lee los comics desde el útero de su madre, sino que también operan como puerta de entrada a las historias en papel – y al merchandising – de quienes conocieron el universo a través de la pantalla grande), la existencia de la película en este momento del cronograma de estrenos del MCU genera una especie de pálpito de deus ex machina que baja un poco incluso las expectativas de lo que vendrá después. Y, además de lo forzado, es increíble pero aburre. En particular sentí como que estaba empezando una película nueva al menos cinco veces, y en cada oportunidad tenía que hacer el esfuerzo de concentrarme desde cero. Entonces, a pesar de que está bien construída respecto a la intención de crecimiento de intensidad dramática uno se involucra poco. Para explicarme mejor sobre esto cito un ejemplo: Wonder Woman tiene un enfrentamiento lleno de adrenalina por la mitad, y como el final es un embole genera la sensación que la película se pincha. Acá no. Nunca te enganchas del todo, pero lo poco que sube la tensión lo hace, por suerte, promediando el tercer acto: donde debería de hacerlo. Lo que sí rescato de la estructura es que nunca pierde el foco de su dirección. No tiene tiempo por ejemplo para irse a pelotudear sin sentido a un casino en otro planeta. El objetivo tanto de la película como de los personajes está claro desde el primer momento y todas las cosas que pasan lo apuntalan sin distracciones. La Larson Brie Larson ha sabido hacer cosas brillantes pero aquí está desperdiciada. Su Capitana se puede dividir, incluso, en dos personas diferentes: la que está de buen humor, jocosa, haciendo chistes o tirando miraditas, que un poco, la verdad, te compra. Una sonrisa en algún momento te saca. El problema está en la heroína en sí. El código en que actúan los superhéroes en la pantalla grande, por llamarlo de alguna manera, exige una serie de caras solemnes, miradas profundas y pequeños gestos que construyen (ayudados por la música y los movimientos de cámara, claro está) la sensación de que estamos ante alguien zarpado en poderoso. Y acá no sucede. Se la ve incluso incómoda en las escenas de acción, como si sintiera que está haciendo el ridículo. Una pena. Resto del mundo A ver, en pocas lineas el resto de la película. Los villanos siguen siendo de cartón, y en este caso se suma en los skrulls un combo CGI + maquillaje que se aparta del realismo que se había logrado en Avengers Infinity War. En particular, me dio un poco de bronca este punto, eh: si ya habían aprendido a hacerlo bien, ¿por qué volver a rozar lo teatral? Igual, el tema de lo débiles de los villanos en general me disparó otra pregunta ¿no será que los vemos débiles porque los analizamos siempre desde una perspectiva de guión clásica, y en realidad, estas películas se desarrollan bajo otro canon? ¿Será que la fuerza antagónica está dividida entre el villano de turno y el héroe en si? KOMO ZAVER. Lo mejor sin dudas es Goose, el michi. A esta altura ya no deberían sorprenderme a título personal los animales que “actúan”, pero no lo puedo evitar. Es el personaje más interesante de todos. Posta, eh. ¡Queremos un spin off! Redondeame, Ayita, redondeame. Capitana Marvel no es un desastre. No es inmirable, y no arruina la infancia de nadie. Sigue la linea de “peliculas individuales aburridas” que se inició con Black Panther. Después de ver End Game sabremos si era o no necesaria a esta altura, pero no puedo evitar el presentimiento de que si lo es. Larson está desaprovechada, los efectos retroceden en calidad y la trama en su totalidad aburre un poco. Véale y después me cuenta, yo le doy 6/10.
Capitana Marvel cuenta la historia de Carol Danvers (Brie Larson), piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y la obtención de sus poderes superhumanos; estos mismos poderes hacen que Danvers sea una candidata ideal de las tropas galácticas Kree y el as bajo la manga (el arma secreta) contra los Skrull. La historia es eso, algo simple que se complementa con flashbacks del misterioso pasado de la protagonista con muchos guiños y referencias de la época que transcurre toda esta historia: la década de los 90’s. En ese recorrido de búsqueda interior nos encontramos con un guión tedioso, cansino y superfluo a cargo de sus directores Anna Boden, Ryan Fleck plus Geneva Robertson-Dworet que se esfuerza demasiado en transmitir un mensaje correcto. El recurso de mezclar lo cool con estilo no funciona para nada en esta película y lamentablemente estamos ante una película que se siente como una transición forzada, el típico juego de encastrar piezas en un rompecabezas y conectar todo a la fuerza, porque sí y por placer culposo. Brie Larson (actriz ganadora del oscar que sufre del síndrome Sebastian Estevanez en todas sus expresiones) logra calzar de forma correcta un rol demasiado grande para ella. Larson se mete de lleno en un rol físico, con pocas o nulas chances de brillar en elegancia actoral. Funciona pero el personaje no se vuelve relevante a pesar de que se venda como “la más poderosa”; la campaña de marketing no engaña, sino el contenido de la propia película se muestra regular, finito, para lo que se prometía. Además la película no encuentra el equilibrio entre factor entretenimiento y espectacularidad. Samuel L. Jackson cumple (como siempre) con el rol que se le da (además se nota que se divierte haciendo de Fury) y gracias a él la película no se convierte en un bodrio taquillero. En secundarios: Ben Mendelsohn humilla como siempre y Jude Law se muestra censurado y se interna en el panteón de “grandes talentos para clichés” que la firma Marvel viene trayendo hace tiempo película tras película. SPOILER: todo gran nombre en películas Marvelianas conlleva a tener una agenda traicionera, y a estas alturas eso ya no funciona. Pero la fruta del postre es ver como gigantes del cine se arrastran en roles sin sentido que muestran majestuosidad en una exhibición falsa para celebrar aquellos “años dorados”. En Capitana Marvel es el turno de Annette Bening y señoras y señores a Bening la arrastran como nunca ofreciéndole un rol clave pero básico y vacío. Todo un clásico en repertorio de películas de Marvel. (Se sospecha que la pobre Annette tuvo que pagar los platos rotos que su esposo, Warren Beaty, dejo en una entrega de oscars pasada y la única forma de consolidar un acuerdo era actuando en Capitana Marvel) Capitana Marvel es un paso atrás en una larga serie de éxitos, es como el episodio mediocre que necesitamos ver para entender la serie. La película tiene sus momentos, pero sabemos que todo esto es para juntar plata y completar la torta de la manera que sea. Valoración: Regular.
El debut de Capitana Marvel en el MCU es más que auspicioso, pese a tener que lidiar con momentos que podrían demostrar lo contrario. Carol Danvers llegó para quedarse y es la antesala perfecta para lo que será Avengers: Endgame. Cuando en Avengers: Infinity War el chasquido de Thanos eliminó a la mitad de la población mundial, los héroes más poderosos del mundo quedaron desahuciados, divididos e internamente destrozados, al igual que la gran mayoría de los espectadores que vieron como Spider-Man, Star-Lord y el Doctor Strange, entre otros, iban convirtiéndose en polvo y uniéndose con el viento. Pero cuando nada podía ser peor y la chance de que Iron Man y compañía hubiesen sido al fin derrotados, Nick Fury dejó caer un bipper noventoso de un bolso y con solo mostrar un símbolo, llenó de esperanza a muchísimos fans que estaban esperando algún tipo de señal que les indicase que ese no era el fin todavía. Ese símbolo era una estrella dorada sobre dos colores, azul y rojo, así y sin más preámbulos o especulaciones, el logo de Captain Marvel fue desvelado al mundo cinéfilo/comiquero en quizás el momento de mayor sufrimiento pochoclero de los últimos tiempos. Claro que presentar a esta heroína no era ninguna tarea sencilla, ya que el personaje tiene un pasado muy fuerte en lo que a comics se refiere pero por sobre todo, y teniendo en cuenta el contexto social que atraviesa el mundo, un presente que la tiene como máximo referente de las niñas y mujeres que aman y disfrutan de este género. La historia de Captain Marvel tiene muchos inicios y muchos personajes que han llevado el rotulo de “Capitana”, pero claro que no siempre ha sido mujer, la traducción exacta de la palabra no define ningún género y es por eso que este “traspaso de súper poderes” ha sabido tener a hombres y mujeres por igual. Sin ir más lejos, el primero fue Mar-Vell un guerrero muy poderoso de la raza alienígena conquistadora Kree y desde ese entonces (1967) seis han sido los cambios de nombres de este ser cósmico súper poderoso. Ahora la historia se centrará en Carol Danvers un personaje que se hizo del rotulo de capitana allá por el 2012, pero que ha tenido participación activa en los comics desde casi la misma época que Mar-Vell con diferentes nombres y responsabilidades, pero que siempre ha estado ahí. De esta manera Captain Marvel (2019) será la primera película en solitario, y de origen, de una superheroína de la casa de las ideas. Ambientada en la década de los 90s, la historia gira en torno a Vers/Carol Danvers (Brie Larson) una guerrera del imperio Kree que forma parte de una fuerza de elite llamada Star Force. Dicho grupo está liderado por Yon-Rogg (Jude Law), mentor de Vers y su oficial de rango más alto. En niveles superiores, este grupo está bajo las ordenes de la Inteligencia Suprema, un ente cósmico que rige a todo el impero Kree y lidera una lucha interminable entre su raza y los Skrulls, la otra gran especie extraterrestre que lucha por adueñarse de todo el universo. Luego de un combate entre ellos, un grupo de Skrulls termina llegando a la Tierra para hacerse de un artefacto que podría garantizarles la victoria en su guerra, pero Vers irá tras ellos separándose de su grupo y aliándose con un joven Nick Fury (Samuel L. Jackson) que descubrirá que el universo es mucho más grande de lo que él piensa. Así, Vers deberá utilizar todos sus conocimientos para usarlos en batalla y al mismo tiempo deberá ordenar los conflictos que tiene en su mente, con recuerdos borrosos sobre su origen que la han estado atormentado por años. Esta película es dirigida por Ryan Fleck y Anna Boden, una dupla que ya ha sabido trabajar juntos en películas de menor presupuesto y que hacen su primera incursión en el cine comiquero y ni más ni menos que con una de las películas más complejas para hacer. No solo por lo que el personaje representa, que es mucho, sino por el momento en el que este vasto universo cinematográfico se encuentra y por lo que se les viene a nuestros queridos Avengers. Por suerte para todos los marvelitas la película cumple y supera las expectativas que se han sabido generar desde que se supo que esta película se estaba diseñando. Al tratarse de una película de origen, el guion podría haber seguido los pasos y procedimientos que este universo ha propuesto con anterioridad, por suerte da una vuelta de tuerca y se saltea las etapas que son de relleno para proponer una aventura desde que empieza hasta que termina. Esto también produce que haya todo un trasfondo que no es desarrollado, pese a que se menciona. Esta elección no es para nada nueva, ya que de la misma manera trataron el asunto del Tío Ben en Spider-Man Homecoming (2017). Siguiendo con cuestiones de guion y que ahora no son tan favorables, el humor es reiterativo y bastante tonto, haciendo alusión permanentemente a la época de los 90 y sacándole todo el jugo posible. La trama tiene el problema de pecar de obvia por algunos pasajes, desde pequeños detalles hasta grandes cambios, haciendo que el plot twist que se lleva a cabo no tenga la sorpresa necesaria. Así su función no sirve de mucho. Otra cosa con la que aquí se jugó es con la continuidad temporal, hay algunos sucesos que acá se cambian y no son explicados y otros que se resuelven así nomas para que esta historia termine siendo bien introducida al MCU. Algo que si está perfectamente llevado a cabo es el tono del girl power que fluye de manera natural y no se nota ningún tipo de secuencia que fuera puesta por pura corrección política. En cuanto a manejo de cámara no hay nada demasiado destacable, salvo algunos momentos donde se notan las ganas de hacer una película más “personal” y no tanto un simple encargo. Los efectos visuales la película están muy bien, sobre todo la parte cósmica y espacial, que sin llegar a ser todo lo que se pudo ver en Guardianes de la Galaxia 1 y 2 (2014, 2017) o en Thor: Ragnarok (2017) presenta un buen resultado. Distinto es cuando toca ver lo hecho en cuanto a los poderes de Carol Danvers, donde los colores se mezclan, no se logran ver del todo nítidos y hasta parecen ser una mancha que está volando. Los efectos con CGI para rejuvenecer a Fury son impecables y casi parece que el actor volvió en el tiempo. No así con Clark Gregg, que pese a su corta participación ese rejuvenecimiento tecnológico no queda del todo satisfactorio. Otro de los grandes puntos a favor es la utilización de efectos prácticos o maquillaje para crear a los Skrulls y Krees, se nota la utilización del mismo y eso da un salto de calidad que es instantáneo. Las actuaciones están muy bien, sobre todo de su actriz protagonista. Mucha fue la polémica (injustificada) por la elección de Brie Larson como Capitana Marvel/Carol Danvers pero la ganadora del Oscar 2015 a Mejor Actriz, tira a la basura a cuanto hater se ponga a criticar su labor. Con actitudes propias de una súper heroína hecha y derecha, Larson demuestra que no solo era capaz de encarar este proyecto, sino que también brinda una actuación que la puede colocar como la personificación de Carol Danvers definitiva. Junto con ella, el siempre confiable Samuel L. Jackson da una clase de como debe ser un personaje secundario. Por momentos robándose sanamente el protagonismo y liderando los momentos cómicos con solo miradas o silencios. El que se ve un poco desaprovechado es Jude Law quien tuvo un papel no demasiado importante y que cuando se lo ve en pantalla si bien tiene actitud y compromiso, no tiene un desarrollo suficiente como para colocarlo como parte fundamental de la trama. Caso contrario lo que sucede con Ben Mendelsohn, quien aprovecha todo sus momentos en cámara y termina realizando una labor más que aceptable. De esta manera Capitana Marvel hace una más que correcta primera aparición en el MCU y que promete mucho más de lo que ofrece en su primera aventura en solitario.
La intensidad de los análisis y las críticas alrededor de los films de Marvel pueden ser una invitación a ignorar por completo estos films o simplemente festejarlos sin lectura alguna. Las olas favorables o desfavorables que los rodean son agotadoras, pero aun así, siguen siendo un elemento que está fuera de los films. La prepotencia con la que se le exige a los espectadores tener una competencia cultural para ganarse el derecho a decir una sola palabra no debe intimidarnos ni preocuparnos. En este monumental proyecto que ha encarado hace unos años Marvel será digno de grandes estudios cuando finalice, pero por ahora cada película tiene un vínculo con las otras y a la vez vida propia. De Capitana Marvel se pueden tomar ambas cosas, porque es una pieza clave para Avengers: End Game pero a la vez es una gran película que funciona de forma autónoma. Capitana Marvel tiene un elemento que la convierte en una de las más sofisticadas e interesantes de todas las películas de Marvel: un excelente personaje protagónico. Vers, así la conocemos al comienzo de la película tiene un agujero en su memoria y no sabe quién es ni cuál es su destino. Marvel tiene toda clase de personajes, pero son pocos los que genuinamente tiene tridimensionalidad humana. Muchas veces la grandeza de los proyectos convierte a los personajes en caricaturas, aun para los códigos del cine de superhéroes. Vers tiene grandes poderes, por momentos incomparables a los de cualquier otro héroe, pero tiene una vulnerabilidad que poco a poco irá asomando. Vers, Capitana Marvel, es en esencia un personaje que está solo, desclasado, fuera de todos los mundos. La película busca pertenecer a todos los tonos de Marvel, a la fantasía interplanetaria más desaforada, a la comedia retro con referencias pop –en este caso la década del 90- y también al heroísmo de la vieja escuela, la más tradicional y seria. No todo funciona a la perfección, tal vez lo mejor es una mezcla de heroína seria y valiente, donde su época, la mencionada década del 90, le da un marco musical y cultural divertido, que logra conectar con los personajes. A diferencia de La mujer maravilla, que hace un esfuerzo obvio por verse (y ser) feminista, Capitana Marvel lo consigue de manera más ligera pero concreta. No es un feminismo de otro planeta, de otra cultura, de una sociedad aislada, sino uno de personajes fuertes, valientes, solidarios entre sí, inteligentes y heroicos. No es un feminismo teórico, está probado en cada escena. Finalmente hay que decir que la condición de precuela que tiene Capitana Marvel no la limita, al contrario, la hace funcionar perfectamente. A pesar de ser una pieza clave en el universo Marvel, la película está estructura de forma fluida y entretenida, no todo el tiempo preocupada por referencias a los demás films. Cómo único defecto a resaltar hay que decir que un poco de exceso en algunos chistes, tienden a buscar con cierta demagogia la aprobación de un público que no quiere un trabajo completamente serio y complejo. Aun con eso, Capitana Marvel (excelente a actuación de Brie Larson) es uno de los mejores films que el estudio haya producido. Si, como es de imaginar, los espectadores desean seguir viendo films de Marvel, esta es una pieza clave que no les puede faltar.
El año cinematográfico oficialmente empezó con el gran estreno de “Capitana Marvel”, protagonizada por Brie Larson y dirigida por Anna Boden y Ryan Fleck. La historia es la de Carol Danvers (Brie Larson), una chica con una vida normal que era piloto de avión en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. A pesar de todos los prejuicios por los que ha pasado por ser mujer, pudo hacerles frente y lograr su sueño de volar, lo cual es un tema muy importante, especialmente en estos tiempos.
(Nota: el filme comienza con un sentido homenaje a Stan Lee, fallecido el año pasado. Gracias Stan.) Consideren la locura de la siguiente movida: durante años estuviste construyendo una máquina de hacer millones y ahora, en el momento mas crucial de tu historia (y cuando estás a punto de pegar el mayor batacazo del siglo), el éxito de semejante golpe depende de una pieza nueva, creada por un equipo nuevo e inexperto, presentado en sociedad apenas un puñado de días antes y sin margen de maniobra en caso de error. ¿Exceso de confianza o maniobra suicida?. En todo caso lo que ha probado Marvel – en todos estos años de un éxito tras otro – es que se ha erigido en una fábrica de productos en serie, manufacturados bajo una estricta serie de reglas básicas despersonalizadas (aunque con margen suficiente para la creatividad, de manera de poder diferenciar los productos entre sí y darles personalidad propia) y supervisados bajo un estricto control de calidad. Si lo del principio fue suerte – cuando rodaron Iron Man en el 2008, nadie podía imaginar que Marvel iba a filmar 20 películas mas, interconectadas todas entre sí, y convirtiéndose en un gigantesco éxito de crítica y taquilla -, ahora es un mecanismo súper aceitado. Es posible que hayan tomado (y mejorado) el modelo que aplicaron los productores de los filmes de James Bond en los años 90, cuando empezaron a traer a los directores mas dispares – tipos que venían del drama, el nicho indie o la comedia – y los manejaban de tal forma que seguían la fórmula sin chistar, dando a luz el producto que exactamente querían. Pero aún con todo ello las cosas podían salir mal y, lo que es peor, podían afectar la suerte en la taquilla de Avengers: Endgame de manera letal. Por suerte Capitana Marvel sale airosa, aunque no sin algunos rasguños (sorry Nick por el chascarrillo) y con cierta urgencia de pulir en el futuro los mecanismos narrativos de la saga. En sí, la historia de origen del personaje (en el comic) es bastante desprolija. Es como si les hubiera costado un montón encontrarle un público para la historieta, razón por la cual sufrió un montón de cambios. Si Superman siempre fue Clark Kent y Batman Bruno Díaz, la gente de Marvel suele mutar personajes y a veces fusionarlos entre sí o hacer que otros porten el disfraz hasta encontrar una versión que los deje satisfechos. La editorial está plagada de ejemplos como estos, ya sea con el Capitán América muerto y Bucky Barnes o Luke Cage tomando su lugar, o generando versiones afroamericanas de Ironman y Spiderman, o poniendo a Hawkeye con identidades alternativas – como Ronin, que es quien supuestamente vemos en el trailer de Avengers: Endgame -. Al principio el “Capitán Marvel” era un tipo – Mar-Vell, creado por Stan Lee & Gene Colan en 1967 -, el cual era un científico alienígena radicado en la Tierra y que vino a desarrollar un motor para viajar a la velocidad de la luz, algo requerido por sus superiores de la raza Kree (un detalle que el filme conserva de manera textual). El tipo eventualmente se transformaba en un superhéroe intergaláctico – mezcla de Superman y Linterna Verde – y se dedicaba a defender a la Tierra de amenazas de todo tipo del espacio exterior. En esa historia Carol Danvers tenía un rol secundario pero, como la tira no vendía mucho, pasó por varios autores hasta llegar a Roy Thomas y Gene Colan, quienes modernizaron la historieta, mataron a Mar-Vell y le dieron súper poderes a Danvers en 1977. Pero, por algún chifle creativo del momento, los tipos de Marvel no estaban convencidos de darle un rol tan poderoso a una mujer, y a Danvers la llamaron genéricamente Miss Marvel mientras el título de Capitán Marvel sería disputado consecutivamente por cinco personajes distintos, ninguno de los cuales dejaría una marca memorable. Danvers tendría que esperar 35 años hasta que se hiciera justicia y le dieran el título oficial de Capitana Marvel en el 2012. Por si todo esto no fuera lo suficientemente confuso, el nombre del personaje tampoco era original y ya existía un Capitán Marvel previo, publicado por otra editorial (Fawcett Comics) entre 1939 y 1953. En ese caso el tipo era un clon de Superman con mucho mas onda (las historietas eran cómicas) y se convirtió en un fenómeno muy popular hasta el punto que en un momento vendían mas ejemplares que el Hombre de Acero. Esto enfureció a la gente de DC (en ese momento se llamaban Detective Comics) que empezó a litigar contra la Fawcett en 1941 alegando que el “Capitán Maravilla” era un plagio de Supie, y enfrascándose en una seria pelea legal que terminaría asfixiando financieramente a la Fawcett en los años 50. Ciertamente el argumento del plagio era ridículo y podía defenderse a muerte en los juzgados pero la Fawcett era una editorial pequeña, no disponía de los mismos recursos que la DC y, para colmo, en los años 50 el género de comics de superhéroes estaba en franca decadencia, con lo cual las ventas eran muy pobres para enroscarse en un costoso duelo judicial contra una empresa mas grande. Muchas tiras de superhéroes fueron canceladas en aquella época y serían mas tarde revividas – con nuevo estilo, diferentes poderes e historias frescas – a finales de la década, inaugurando la Era de Plata del comic. Pero para ese entonces el Capitán Marvel de la Fawcett estaba muerto y archivado, y así lo seguiría (con tal de no ofender a la DC) durante las siguientes dos décadas. Al no seguir siendo publicado su nombre quedó en dominio público y así fue como Marvel lo registró para sí en 1967. El detalle curioso es que la DC después terminaría absorbiendo a Fawcett Comics en 1972 e intentaría revivir al personaje… pero se toparía con la mordaza legal de Marvel para poder usar su antiguo nombre. DC terminaría rebautizando al personaje como Shazam! (por la palabra mágica que usaba el protagonista para transformarse en el superhéroe de marras) e intentaría por décadas – y sin éxito – recuperar la enorme popularidad que tenía la tira en los años 50. Esta versión de Capitana Marvel llega a la pantalla grande después de dar vueltas durante casi una década en los laboratorios de Marvel Studios. Lo que aceleraría su salida del aguantadero sería el formidable éxito de Mujer Maravilla (2017), demostrando que había un masivo público femenino dispuesto a ver historias de superheroínas. Marvel – que a partir de ese momento fue tildada de ser un “club de machos”, donde no había ninguna mujer en cargos creativos importantes en las veinte películas producidas por el estudio hasta la fecha, y con escasos personajes femeninos relegados a roles secundarios – apuró el trámite y llamó a dos directores indie (Anna Boden & Ryan Fleck, de Half Nelson, Una Divertida Historia y Sugar) y los puso a cargo del proyecto, no sin antes ponerle una estricta tutela para que saliera todo tal cual lo tenían planeado. A primera vista la impresión era confusa – si no conocieras la historia previa de esta dupla pensarías que Fleck es un empleado de Marvel y la Boden está simplemente de testaferro para acreditar presencia femenina en la sección creativa -, e incluso grupos reaccionarios comenzaron a trollear fuerte contra el filme a meses de estrenarse (sobre todo, con el surgimiento de los primeros trailers de la película, los cuales eran medios flojos para la hinchada), aduciendo que era una película feminista e inundando foros y sitios de cine con toneladas de críticas malintencionadas y otorgándole puntajes bajísimos a la cinta. Hasta RottenTomatoes tuvo que intervenir en la movida y se vió obligada a ajustar sus algoritmos de evaluación de reseñas del público, descartando p.ej. anomalías tales como que 5.000 usuarios le dieran puntaje cero en un mismo día y de manera casi consecutiva a un filme en temporada de preestreno o con exhibiciones reservadas (o sea, pendiente del estreno masivo a nivel nacional). Mas allá de esta telenovela y de todos los temores de los fans del género (me incluyo), Capitana Marvel supera de manera bastante airosa toda la negatividad previa. Si uno considera los equipos creativos “frescos” que Marvel ha montado en los últimos tiempos (Jon Watts, John Francis Daley & Jonathan Goldstein de Spiderman: Homecoming, sin ir mas lejos; tipos salidos de la nada, con cero de experiencia previa en el género y que terminaron generando productos súper sólidos con una clara idea del proyecto), te da la impresión que la dupla de Boden & Fleck es una de las mas flojas de su staff, mostrando en los minutos iniciales que no tienen una idea muy clara de cómo comandar al personaje. Los primeros veinte minutos se ven bastante chatos y genéricos, con una Brie Larson que se ríe demasiado y cancherea mucho (perseguida, quizás, por el estigma de Tony Stark y Stephen Strange, como si el snobismo fuera una marca de fábrica de muchos personajes de Marvel), y uno empieza a temer lo peor, especialmente si la Larson se decide a copiar la onda de Angelina Jolie en Lara Croft: Tomb Raider (2001) donde la ex señora Pitt se hacía la ultracool en una historia boba y plagada de secuencias heroicas sobreinfladas. Por supuesto, si hay algo que yo amo es a los actores que adoran a sus personajes, tipos que estuvieron deseando durante años un papel o participar de un género (caso de Pierce Brosnan con 007) porque, cuando lo agarran, lo amoldan enseguida a su personalidad y lo interpretan con gusto. Acá yo creo que el problema es mas de los directores que de la Larson, que está chocha de ser la Supergirl de Marvel. También es cierto que, en el comic y en dibujos animados (donde uno pudo ver a la Capitana Marvel en acción, caso de Vengadores Unidos de Marvel) el personaje destilaba soberbia y prepotencia, como si fuera una especie de Capitán América mucho mas estoica y con menos tacto. Acá la Larson desparrama soberbia y sonrisas cancheras por todos lados, antes de poder justificar si semejante ego es merecido – haciendo alguna cosa formidable -. Gracias a Dios logra probarlo con creces cuando le toca escaparse de la prisión Skrull donde estaba atrapada, revoleando monos aún cuando tiene sus superpoderes anulados, y disparando la adrenalina del filme que venía medio letárgico hasta ese momento. No sólo es una pelea coreografiada como los dioses, sino que la Larson ruge y destila una fiereza que uno aplaude. Luego cae a la Tierra y sigue por algunos momentos la sensación de incomodidad con el personaje pero eso se va desvaneciendo con el tiempo por tres motivos: mas escenas de acción donde la Larson se mueve muy bien, la aparición de un digitalmente rejuvenecido Samuel L. Jackson (que tiene una química brutal con Larson) y el proceso de descubrimiento de la verdadera identidad de la protagonista, en donde Larson está mas cómoda como humana común y corriente (en los flashbacks) que como noble heroína guerrera Kree. PortalColectivo, tu guia de colectivos urbanos en internet: recorrido de lineas de Capital Federal, Gran Buenos Aires y principales ciudades del interior de Argentina En sí, el filme tiene un sabor vintage que no está explotado como debiera. Como transcurre en 1995, las referencias pop de la época abundan (caso de la música o Blockbuster), pero son mas anecdóticas que parte integral de la historia o del personaje (al contrario de lo que pasaba con Peter Quill de Guardianes de la Galaxia). En cambio el aspecto de buddy cop está mas logrado – recuerden que en esa época estaban de moda las películas de parejas desparejas de policía al estilo de Arma Mortal y cientos de clones posteriores – con Jackson y Larson sacándose chispas en pantalla. Mientras la Larson va entrando en calor y demuestra que es una heroína con gracia natural, el otro plus que cimenta la historia es Ben Mendelsohn, que a esta altura puede hacer un villano hasta en sueños pero acá le toca uno con mucho sentido del humor y cierto aspecto emotivo que termina por comprarte. Aliados por las circunstancias (y con la suma de Lashana Lynch como la mejor amiga de Danvers cuando vivía en este planeta) forman un gran equipo para la acción y el humor. Y sí; cuando Carol Danvers entra en acción, patea traseros a lo grande, en especial en el espectacular climax. Wow!; cuidáte Thanos que acá viene Carol a ponerte un supositorio de fotones!. El drama con semejante puesta en escena es que Danvers parece invencible… y no hay nada peor que un personaje – Dios carente de debilidades. Si a Superman le tuvieron que inventar un talón de Aquiles como la kriptonita para generar tensión dramática, acá el punto débil de Danvers brilla por su ausencia. Espero que en el futuro ese detalle (así como el histrionismo exacerbado de la Larson) sean corregidos para darle a la franquicia un carácter propio, fuerte, equlibrado y admirable en vez de ser simplemente un elaborado deus ex machina para ganarle la batalla final a Thanos en Endgame. Capitana Marvel satisface, pero tiene su cuota de detalles a pulir. La Larson es simpática, destila furia y es genial en acción, pero le faltan cosas para ser tridimensional. Del resto Jude Law exuda ferocidad y Annete Benning sabiduría y paciencia, pero es el trío de Larson, Jackson y Mendelsohn los que llevan la batuta. Marvel sigue sin meter la pata y sigue dando a luz formidables espectáculos pochocleros, pero acá el apuro por rodar esto devino en algunas desprolijidades. Hay tiempo para madurar y corregir lo que puede ser la épica de un gran personaje – una versión femenina de Linterna Verde destinada a imponer la paz en la galaxia – en los años que faltan hasta la llegada de la pertinente secuela.
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"Capitana Marvel" es el primer tanque de los estudios Marvel que tiene como protagonista a una superheroína. Y por eso había tanta expectativa con esta película, que intenta asentar una diferencia en un espacio de amplio predominio masculino. Las diferencias, claro, son sólo de formas y nombres. Esto es entretenimiento, y del grande, y en el fondo "Capitana Marvel" es otro filme de superhéroes de estructura clásica y atada a la fórmula del éxito: rastrear los orígenes del personaje, mechar buenas escenas de acción y agregar un poco de humor para aligerar el tono. Los directores Anna Boden y Ryan Fleck (realizadores que vienen del cine independiente) tomaron este patrón para contar la historia de Vers, una mujer con superpoderes (y pérdida de memoria) atrapada en una guerra entre dos razas alienígenas. Mediante flashbacks, Vers irá recordando su pasado como Carol Danvers, una piloto de la Fuerza Aérea de EEUU que después se convertirá en la Capitana. La película funciona en las referencias feministas (light, por supuesto), en algunos guiños a los años 90 (aunque abusa de este recurso) y sobre todo en el conocido personaje de Nick Fury (un Samuel L. Jackson rejuvenecido por efectos especiales), que aporta el humor necesario para que el relato no derrape en lo solemne. Brie Larson (ganadora de un Oscar por "La habitación") sale airosa como la Capitana, aunque todavía está lejos de brillar en el traje del personaje.
Capitana Marvel y la corrección política Las consecuencias profundas del conflicto político que ha desatado hace ya algún un tiempo el movimiento de mujeres están todavía por verse. La magnitud de sus efectos –la dimensión real de la transformación que han inaugurado a fuerza de movilización– pertenece al orden del misterio. Acaso sea esa una de las características que defina, entre otras, su radical fortaleza. Esto es: la incertidumbre que provoca su convocatoria y cada una de sus conquistas cotidianas. La transgresión definitiva de verdades a priori incuestionables. Lo que sí es posible registrar de inmediato es la notable influencia que el conjunto de reivindicaciones feministas ha conquistado en el mundo entero –no solo en el territorio social y político, sino también en el artístico–. Fundamentalmente una de ellas, acaso la más urgente: la ocupación de espacios históricamente vedados. Influencia que asimismo arrastra, indefectiblemente, un problema que amenaza con debilitar su potencia crítica: la corrección política. El ruidoso estreno de la nueva película de Marvel Studios –junto con su gigantesca campaña de promoción internacional– permite, en ese sentido, una discusión acerca de cómo el cine de Hollywood y sus superhéroes dialoga –o más bien discute– en la contienda feminista. Capitana Marvel (2019), de Anna Boden y Ryan Fleck, ofrece como preámbulo una serie de circunstancias definidas por su carácter inédito. Por un lado, y después de que DC Comics –su rival en el mercado– realizara Mujer Maravilla (Patty Jenkins, 2017), presenta a la primera superheroína al frente de una producción del llamado Universo Cinematográfico Marvel, luego de una década de superhéroes masculinos. Anna Boden es, a su vez, la primera cineasta en dirigir en ese Universo. Capitana Marvel inaugura así un nuevo período de películas lideradas por mujeres. Ahora bien, ese mismo fervor declarativo y superfluo, en tanto diseñado por un innegable sentido de oportunismo, va a determinar desde el principio y hasta los créditos finales el desarrollo del film de Boden y Fleck. La historia narra el devenir de Vers (Brie Larson), una agente en ascenso en Starforce, ejército liderado por el comandante Yon-Rogg (Jude Law) que se propone defender la civilización Kree de los ataques terroristas de los Skrull, presuntos villanos de una guerra intergaláctica sinfín. Durante la década del 90, y como consecuencia de una invasión al Planeta Tierra encabezada por Talos (Ben Medelsohn), carismático líder Skrull, Vers se (re) encontrará con las huellas olvidadas de su existencia previa, un conflicto de identidad que la acosa a partir de sueños y pesadillas. La pregunta acerca de quién fue antes de convertirse en quien pronto será: una superheroína, galáctica y orgullosamente vestida con los colores de la Fuerza Aérea norteamericana. Una mujer que descubre una mentira y sale furiosa –y con un poco de culpa– en defensa de los desterrados. Como si fuera la expresión sin fisuras de un enunciado demócrata, Capitana Marvel se presenta ante los espectadores como la guardiana no tanto de la galaxia, sino de los valores estadounidenses que supuestamente se han perdido y que resulta indispensable recuperar, tras la avanzada totalitaria de otro supervillano, cuyo discurso se acerca ostensiblemente al que despliega quien gobierna en la actualidad al mundo. Guardiana entonces de un mensaje que se procura universal. Durante el transcurso del film, florecerán sin mucha gracia recuerdos del pasado de la protagonista en Estados Unidos, accidentes durante su niñez, una adolescencia complicada en su formación como pilota de la Fuerza Aérea. Un conjunto de dificultades ocasionadas principalmente por el hecho de ser mujer en las que debe sobreponerse. La exhibición recurrente del mensaje repercutirá negativamente en la trama que intenta construir el relato. Malversará su fluidez y consolidación emotiva. Todo avance se verá, ante ese espejo, forzado y redundante. Ni siquiera las escenas de acción lograrán alcanzar algún tipo de eficacia visual, más allá de su intento por circunscribir su estética a las películas de acción de su festejado período de referencia. Porque el centro de atracción –y de humor– del film tan solo podrá vislumbrarse, y muy tímidamente, en la caracterización nostálgica y fetichista de la época en la cual transcurren los acontecimientos. En la sobreexposición a-crítica de aquellos elementos que definieron esa década. La protagonista desfilará asi por cibercafés y videoclubes. La banda de sonido estará definida por Nirvana, No Doubt, R.E.M, etc. No mucho más. Tal vez demasiado poco. La manifestación de buenas intenciones y, sobre todo, la respetuosa continuidad que el film demuestra a través de la repetición de cada una de las convenciones que rigen las películas de superhéroes producirá, a fin de cuentas, una historia desinflada, sin hallazgos. Capitana Marvel promueve por eso mismo un planteo decisivo acerca del sentido último –y hasta las últimas consecuencias– de la ocupación de un espacio. Si la apropiación –en este caso cinematográfica– de una tradición no persigue, en última instancia, una reformulación que sea capaz de fundar una nueva perspectiva, cualquier proyecto corre el riesgo cierto de convertirse en una simple e inofensiva muestra de corrección politica.
Luego de apostar el año pasado por Pantera Negra (primer superhéroe negro de la franquicia), Marvel continúa con la línea de corrección política y pone sus fichas en Capitana Marvel, la primera película de este universo cinematográfico en ser protagonizada por una mujer. Desde que se anunció su rodaje, la película no estuvo exenta de cientos de críticas. Sectores retrógrados (principalmente hombres fanáticos de los cómics y antifeministas) cuestionaron absolutamente todo, aun cuando ni siquiera se había estrenado un tráiler. Parece que el hecho de tener una superheroína al frente molestó a más de uno. Para tranquilidad de este sector (nótese el sarcasmo), Capitana Marvel no cuenta con un mensaje feminista explícito, pero sí rompe con ciertos clichés en cuestiones de género que destacaban en este tipo de entregas. Capitana Marvel se sitúa en los años noventa -previo a todo lo acontecido en Los Vengadores, Iron Man, Capitán América, Thor, etc-. Brie Larson se pone en la piel de Carol Danvers (mejor conocida como Vers), una guerrera Kree -una raza de “nobles guerreros” liderada por Yon-Rogg (Jude Law)-, que se dedica a aniquilar a los peligrosos Skrulls, una especie de alienígenas verdes capaces de convertirse en cualquier cosa que tenga ADN. Tras un enfrentamiento con estos bichos intergalácticos, la heroína termina en el planeta Tierra (o como es mencionado en la película, Planeta C-53). Una vez en este planeta, la protagonista formará equipo con el agente Nick Fury (un Samuel L. Jackson rejuvenecido mediante CGI, del cual se nos permitirá conocer más su historia), con el que luchará para atrapar a los Skrulls que se infiltraron en la Tierra. Vers, además, deberá hacer frente a imágenes de un pasado que no logra recordar, pero que invaden su mente a cada momento. Todo parece indicar que la joven ya estuvo en el Planeta C-53. Es así que comenzará un viaje para descubrir la verdad sobre su pasado y quién es realmente. Pese a ser la primera película de este universo en ser protagonizada íntegramente por una mujer, Capitana Marvel no tiene un mensaje feminista como eje central. Aun así, consigue romper ciertos estereotipos que caracterizaban a estos personajes. Partiendo desde lo básico, el personaje no cuenta con uno de los tradicionales trajes de superheroína en donde sólo se busca sexualizar la figura de la mujer. Tampoco se la cuestiona por su sexo: ella es fuerte y punto, nadie pone en duda su capacidad (ni en cuanto a su accionar, ni en cuanto a su combate). En las películas de superhéroes, los protagonistas suelen tener una principal motivación: un interés romántico. Capitana Marvel se aleja de este molde (¡por fin!) y no cuenta con un romance forzado de fondo. El actuar de esta heroína se basa, pura y exclusivamente, en un autodescubrimiento personal. Sus motivaciones no se deben a una relación romántica -como sí ocurrió con el caso de Mujer Maravilla en DC-. Marvel, en esta ocasión, hace a un lado el cliché del amor romántico (siempre heterosexual, cabe destacar). Carol se apoya en sí misma, no necesita de alguien (un hombre) que le diga palabras de aliento para poder destruir a los villanos y tener el tan anhelado final feliz junto a su amado. A diferencia de películas como Deadpool (que todo tipo de espectadores puede disfrutar), Capitana Marvel es una película hecha para los amantes de los superhéroes. Las escenas de acción son divertidas, dinámicas y, como viene siendo costumbre en el UCM, acompañadas por una gran banda sonora. El humor en esta ocasión es algo soso, pero funciona de forma eficaz. Luego del éxito de Guardianes de la Galaxia, Marvel comenzó a explotar más este aspecto dentro de sus películas -inclusive en Thor (¿¿??)-. Por suerte entendieron que no todos los personajes de esta franquicia destacan por ser cómicos. Si bien en Capitana Marvel se recurre a chistes básicos, estos son colocados en el momento justo y consiguen el efecto deseado: la risa del público.
"Capitana Marvel”, la 21° película del Universo Cinematográfico de Marvel, posee muchos aspectos para destacar como uno de los blockbusters (taquillazos) más esperados de 2019. Tiene la responsabilidad de ser la primera cinta de esta empresa protagonizada de manera exclusiva por un personaje femenino, dirigida por el tándem conformado por Anna Boden y Ryan Fleck y presentada como la pieza de engranaje inmediatamente anterior a “Avengers: Endgame”. Tampoco pasa desapercibida la fecha elegida para estrenar este film, 8 de marzo (en Argentina el 7), un momento tan reivindicativo como el Día Internacional de la Mujer. En esta película se nos cuenta la historia de Vers, una guerrera perteneciente a un grupo de élite militar Kree que termina cayendo en La Tierra, donde el planeta se ve en el centro de un conflicto intergaláctico de dos razas aliénigenas, los ya mencionados Kree y los Skrull. Nuestra protagonista, interpretada por una carismática, poderosa y convincente Brie Larson realiza mucho más que un simple viaje en el que encontrará mayor información acerca de su identidad. La cinta está ambientada en los ´90, demostrándonos que todo lo contado es anterior a la formación de Los Vengadores, y éste es uno de sus puntos más fuertes. El abrazo nostálgico a muchos elementos de la época, como una tienda de Blockbuster, ropa, estilos, diferentes artefactos y una estupenda selección de canciones, que incluso sirven para elevar mucho más las escenas, te hacen sentir que estás en esa década. Punto a favor, ya que referencias sobre los ´80 hemos visto en varias producciones recientes. El humor está presente en todo momento con pequeños apuntes que funcionan muy bien en la línea habitual de Marvel, y gran parte de eso se debe a la excelente química entre Brie Larson y Samuel Jackson. En esta cinta, tenemos bastantes datos sobre el pasado de Nick Fury. Dentro del terreno interpretativo, también mencionamos a Bel Mendelsohn, (quien usualmente personifica a villanos) y aquí hace un gran trabajo como Talos, líder Skrull, y al siempre eficiente Jude Law, como Yon-Rogg. Mención especial para "Goose", el gatito que tanto ha llamado la atención y ha sido clave en las estrategias de marketing. Por otro lado, las escenas de acción no terminan de convencer, quizá por la poca experiencia de sus directores en este ámbito, con tomas cercanas y demasiado veloces. En esta historia, se le da más lugar al peso dramático, a comparación de otras películas similares. Los efectos especiales se mueven en la línea de otras obras del Universo Marvel, como “Guardianes de la Galaxia”, y en general no se destacan tanto, a excepción del fabuloso traje de nuestra protagonista. En definitiva, “Capitana Marvel” se ajusta a los parámetros de las obras del MCU, con una historia emotiva, cómica y bien contada. La importancia de la cinta dentro de la interconexión de obras de cara a “Endgame” -a estrenarse el 26 de abril- le suman un valor agregado para ser una película que uno no se puede perder ¡Atención, como siempre, a las escenas post-créditos! Puntaje: 7/10 Federico Perez Vecchio
Una introducción no tan poderosa "Capitana Marvel" es la nueva película de la factoría Disney-Marvel que introduce al nuevo gran personaje de la saga. Es la heroína que se supone viene a salvar las papas en el cierre de Los Vengadores, o al menos así la vendieron en una de las escenas post créditos de Infinity War, por lo cual se generó gran expectativa detrás de este estreno. Creo que la mayoría se esperó una historia de origen fuerte que derivara finalmente en el desarrollo de un personaje muy fuerte, a la par de popularidad de héroes como Iron Man, Capitán América o Thor. La realidad es que eso nunca llega en "Capitana Marvel", ya que si bien el film es entretenido y tiene sus momentos de buena acción y comedia, no logra esa conexión que se dio entre los fans con los super héroes más famosos y queridos de Marvel. Podrán decir que es por el timing y porque ya las películas de este tipo están saturando el mercado y el impacto no es el mismo, pero la verdad creo que pasa más por un guión perezoso que no logra entregar una historia más redonda y carismática. El origen del personaje se cuenta con flashbacks que no logran mayor profundidad, ni conectar demasiado con el público que no llega a empartizar con lo que le sucede a Carol Danvers (Brie Larson) durante su viaje a la Tierra, en el cual descubre la verdad sobre su pasado. A su vez la personalidad que le dieron es una mezcla de inocencia artificial con fémina superpoderosa, algo que tampoco llega a funcionar del todo. Otro tema que no llega explotar, es el equipo de compañeros Kree de Danvers durante su tiempo con el Starforce. El enfoque sobre el equipo es muy genérico, sin mayores personalidades o momentos para rescatar. Sobresale un poco el personaje de Jude Law, pero más por la fuerza del actor que del personaje. En cuanto al desenlace de la trama, sumo un punto por la vuelta de tuerca que le dieron al villano, que si bien era un tanto predecible, está bien contruida. Hay un cambio de roles que va tomando forma con el correr del metraje que le agrega un atractivo a un guión que en general me pareció un tanto vago. Si hablamos de lo momentos de acción y los efectos especiales, son de muy buena calidad como ya nos tiene acostumbrados Marvel, con algunos higlights de pelea de la capitana como Veers, y luego ya en su fase de conversión total en Capitana Marvel. También hay buena química entre la capitana y Nick Fury, al que podemos ver en su juventud y con los dos ojos sanos. Esa interacción funciona muy bien y nos brindan los mejores momentos de comedia que también ya son un sello de la factoría. En conclusión, diría que el balance es un tanto tibio. No es una gran película de acción, pero entretiene y mantiene el estándar Marvel. Si tuviera que ponerla en un ránking, diría que es una peli mitad de tabla, a la par con "Ant-Man" o "Iron Man 3".
Empoderada Capitana Marvel introduce a la última heroína de Stan Lee, un personaje complejo que abre la puerta al próximo film de Los Vengadores. Hay demasiada energía en Capitana Marvel, en los rayos que despiden sus puños, en las llamas de su traje cuando está en la última y más poderosa etapa de su transformación, en un arma radioactiva que es el Santo Grial para dos razas intergalácticas. Esa energía son como los fuegos artificiales con que Marvel celebra su primera película del año, porque además es el nexo que conecta a la película con la esperada segunda parte de Los Vengadores: Endgame. No hay ningún spoiler en decir eso. Para ser una heroína que debuta en pantalla grande, el plano temporal en que aparece hace de esta película una precuela de Los Vengadores. Después de todo, puede verse en los tráilers a Nick Fury (Samuel L. Jackson) sin el parche en su ojo izquierdo, liderando las fuerzas de S.H.I.E.L.D. Pero arrojar muchos más datos sí sería entrar en los pantanosos terrenos del spoiler. Hay dos cuestiones que sobresalen en Capitana Marvel. La primera es su estética, al menos en su primera parte, redolente de los personajes de Star Trek; tal es así que en varios pasajes la película (si bien todo se origina en Stan Lee) parece un universo ajeno al del cómic. La segunda son sus diversas capas, que demoran en encontrar un hilo narrativo, como también en decidir cuál es la naturaleza del personaje, dónde está el origen del bien y del mal. Los Skrull –que hacen su aparición en un número de The Fantastic Four de 1962– son una raza de extraterrestres metamorfos, con rostro de lagarto, que amenazan con invadir la galaxia; a ellos se enfrenta otra raza de extraterrestres, los Kree, suerte de humanos poderosos de sangre azul. En medio de la realeza Kree vive la guerrera Vers (Brie Larson), una discípula del principesco Yon-Rogg (Jude Law). Ambos entrenan en luchas hasta que Vers es secuestrada por un comando Skrull para ser interrogada. Durante el interrogatorio, la guerrera revive escenas de vida en la Tierra que no cuajan con su pasado Kree. Haciendo uso de sus poderes, Vers se libera de sus captores, escapa de la nave Skrull y va a caer en el planeta C-53. Que no es otro que la Tierra, en 1995. Pese a lo que sugiere el film, no hay saltos temporales sino un desarrollo cronológico. Perseguida por lagartos que toman forma humana, Vers se topa con Nick Fury, por entonces un agente federal, mucho antes de la formación de Los Vengadores. Mientras Fury tarda en convencerse de que está en el medio de una batalla extraterrestre, la película hace circular un desfile de emblemas culturales de los noventa, algunos realmente graciosos. Hay un Blockbuster, rastreos en internet con el navegador Altavista, conexiones vía dial-up que demoran más de lo razonable y un playlist de canciones, siendo “Come As You Are” de Nirvana la más emblemática. También, para cartón lleno, hay una persecución bizarra entre un auto y un tren que recuerda a Terminator 3: La rebelión de las máquinas. La clave del origen de Vers está en las múltiples personalidades de una entidad que se le aparece en estado de trance como Inteligencia Suprema, y que en su paso por la Tierra se conoció como Doctora Lawson (Annette Benning). Durante los ochenta, Lawson dirigió un equipo de formación de aviadoras al tiempo que investigaba una energía capaz de hacer posibles los viajes a la velocidad de la luz, y buscando fotos suyas en un archivo Vers se identifica a sí misma en un retrato de 1989. Vers y Fury indagan el paradero de Lawson, y reciben la respuesta de que la entrenadora desapareció en un último vuelo junto a su copilota, que era Carol Danvers; o sea, Vers. La siguiente búsqueda es localizar a la única testigo de ese vuelo, Maria Rambeau (Lashana Lynch). Encontrar a Maria será una caja de Pandora para Vers, ahora Carol, tras descubrir su pasado humano. Maria le afirmará ese pasado; poniendo emoción (todo lo que niega Yon-Rogg, en busca de la perfección Kree), le hará ver la real historia: Carol es humana, pero en ese accidente se liberó el núcleo de la fórmula de los viajes en el tiempo y lo absorbió su cuerpo, volviéndola un ser casi indestructible, como Superman. ¿Es todo eso posible? ¿Acaso Carol no era poderosa por ser Kree? ¿Estuvo siendo manipulada por Yon-Rogg? Al tiempo que sus habilidades crecen, el personaje central, los Kree y los Skrull inician una desesperada búsqueda del Teseracto, el dispositivo de Lawson –una Kree cuyo verdadero nombre es Mar-Vell– que pondría fin a la lucha intergaláctica. Y los interrogantes de Carol terminan en la duda del espectador: ¿Quiénes son, realmente, los buenos y los malos de la película? Pero la pregunta más importante es si Capitana Marvel es un personaje de peso o sólo un deus ex machina que facilita el desenlace del nuevo episodio de Los Vengadores. Todo hace pensar que es lo primero. Brie Larson tiene empatía con los múltiples trajes de Carol/Vers/Capitana Marvel, Samuel L. Jackson tiene líneas tremendamente graciosas y hasta existe un gato con poderes especiales. Y pese a un abuso de los CGI, hacia mitad de la película la línea argumental fluye, entusiasma. Una cosa es segura, Marvel tiene a su Wonder Woman. Y el personaje todavía tiene por dar lo mejor.