Sólo puedo escribir esta crítica desde mi lugar: el de (algo así como “ex”) fanática de Harry Potter que, actualmente es una aspirante a editora audiovisual. Estas dos formas de mirar, una desde la nostalgia y otra desde la cinefilia actual, entraron en tensión a lo largo de las dos horas de visionado de Animales Fantásticos y dónde encontrarlos. Llegué hasta el día de la avant premiere sin haber visto ni un trailer; quería que todo fuera sorprendente. Esta primer película de la nueva saga parece recuperar el estilo naif de las primeras películas Potter, cuando Harry tenía tan solo 11 años, y sus lectores también. Creo que Animales Fantásticos está pensada ante todo para acercar a los niños al universo Potter; en esa búsqueda se pierde un poco la profundidad que había alcanzado el final de la saga, algo que a los viejos (también en edad) fanáticos nos puede decepcionar un poco por ser un retorno hacia una simplicidad cuya superación habíamos agradecido. De todas maneras hay una coherencia en la construcción del conflicto, de gran relevancia en estos tiempos, por lo que Animales Fantásticos puede ser vista como una crítica a la xenofobia. Como aspirante a editora audiovisual (o simplemente como cinéfila) no pude evitar notar una cierta torpeza en la narración, sobre todo en el manejo general del clima del film. Hay una hibridación de géneros (el policial negro, la comedia de enredos y el slapstick) que resulta incómoda, forzada. El manejo de las múltiples tramas oscila entre lo confuso y lo molesto por su heterogeneidad de registros y por la cantidad de personajes secundarios que tardan en cobrar relevancia. Quizás cada historia funciona por separado si se la ve linealmente, pero hay algo en el montaje alterno entre ambas que, en vez de potenciarlas, las entorpece y las hace sentir digresivas, aunque sobre el final comprendamos que afortunadamente no lo eran. Puede sonar contradictorio, pero rescato a la vez la efectividad interna de las secuencias cómicas, que hacen que el nivel de explicación que tiene el film por momentos no se haga agobiante. Como fanática de Harry Potter, y sospecho que para los no-fanáticos también, lo que nunca deja de ser un placer es la posibilidad de meterse en el maravilloso universo de J.K. Rowling. Ya sólo escuchar Hedwig’s Theme (el leit motiv más conocido, compuesto por Williams) al ver el logo de Warner me hizo sentir una emoción enorme, que realmente valoro. Animales Fantásticos nos sumerge en un universo que es el mismo y otro a la vez: coherente con lo anterior y lleno de novedades, con un montón de detalles, incorporando figuras arquetípicas de la Nueva York de 1926 y su idiosincrasia, además de la amplia variedad de criaturas mágicas que van desde lo adorable hasta lo ingenioso o lo grandioso. Quizás La Piedra Filosofal (2001) y Animales Fantásticos sólo son sostenibles desde la nostalgia, pero censurarla en nombre del purismo cinematográfico es no comprender el enorme peso que tiene la emocionalidad y el placer en el séptimo arte. Elijo, consciente del esfuerzo que implicó por momentos, mirar Animales Fantásticos como un regalo, tardío e inesperado, de unas horas más en este universo y como una promesa de un desarrollo en profundidad a futuro.
Los que están familiarizados con el universo de Harry Potter (especialmente el literario), saben que los alumnos de Hogwarts tienen entre los libros de texto “Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos”, de Newt Scamander. Una guía detallada que cataloga a cada una de las criaturas del mundo mágico, cortesía de este magizoólogo que pasó gran parte de su vida recorriendo el mundo para estudiarlas. A partir de este librito, también publicado por J.K. Rowling, nos llega una nueva aventura que expande el universo del “niño que sobrevivió”, está vez alejada de la escuela de hechiceros y de Gran Bretaña, donde las leyes son bastante diferentes para los magos y brujas. Estamos a mediados de la década del veinte, Voldemort no es un nombre que cause miedo, pero Europa está siendo azotada por un hechicero bastante tenebroso: Gellert Grindelwald. Preocupados, y temiendo a las represalias de los nomaj (muggles), del otro lado del charco, en los Estados Unidos, la comunidad mágica ha tomado las medidas necesarias, pero los ecos de la persecución empiezan a resonar por las calles de Nueva York de la mano de los Second Salemers, un grupo radical convencido de la existencia de brujas en su comunidad, encabezado por Mary Lou Barebone (Samantha Morton) y sus huerfanitos adoptados. En medio de estos desmanes, y los sobreproteccionismos del MACUSA (Magical Congress of the United States of America), un joven Newt Scamander (Eddie Redmayne) arriba a la Gran Manzana con una maleta cargada de bichitos, algo que está estrictamente prohibido en esta tierra. En un descuido, se le escapa un niffler (¿un qué?), y así se desencadenan una serie de enredos y confusiones que cruzaran al mago con un nomaj llamado Jacob Kowalski (Dan Fogler) y dos simpáticas brujas, las hermanitas Porpentina (Katherine Waterston) y Queenie Goldstein (Alison Sudol). Está de más decir, que de la valija se escapan otras tantas y criaturas y Newt va a pasar gran parte de su estancia tratando de atraparlas y limpiar los desmanes que hagan por el camino. Pero los inofensivos animalitos de Scamander no son los únicos que acechan la ciudad. Hay algo más oscuro y peligroso que tiene a la presidenta del MACUSA y a su mejor Auror, Percival Graves (Colin Farrell), bastante preocupados. “Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos” (Fantastic Beasts and Where to Find Them, 2016) se mueve en estos dos universos: por un lado la locura y la extravagancia de los animales y de Newt, todo un personaje en sí mismo, amante y protector de sus criaturas. Y por el otro, los miedos de ambos lados de la sociedad (humanos y magos) que deben afrontar el surgimiento y el ataque de algo bastante oscuro. David Yates se mueve como un pez en el agua cuando se trata de llevar a la pantalla la fantasía creada por J.K. Rowling (también guionista de la película). El responsable de las últimas cuatro entregas de Harry Potter, acá puede jugar con un lienzo diferente, más basto y más adulto -sin las alborotadas hormonas adolescentes-, incorporando los mismos temas que ya conocemos, y un montón de guiños que conectan con el resto de la saga. La historia, aunque ambientada setenta años antes que la de Harry, se siente natural y coherente. Yates nos muestra una sociedad mágica muy diferente donde, por ejemplo, está prohibido que magos y nomaj formen pareja. También nos muestra un festival de imágenes y criaturas desaforado, cargado de encanto y mucho humor con personajes que no temen hacer el ridículo. Cada uno tiene su personalidad, y los actores encajan muy bien en sus zapatos. “Animales Fantásticos” no va a cambiar las reglas del género, ni traer nada nuevo. Su función es expandir un universo conocido y agregar nuevos detalles, historias y personajes que no forman parte de los libros, al menos, por ahora. La trama de Newt resulta demasiado sencilla y el cruce con la verdadera amenaza, un poco agarrado de los pelos. Igual, hay algo de coherencia en este caos, aunque se apresure demasiado en la resolución del conflicto. El director se toma demasiado tiempo para presentarnos a los personajes y un sinfín de criaturas, dejando poco espacio para la trama más interesante que, al final, resulta un tanto confusa. Pero no le podemos pedir mucho más a una película que se llama “Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos”, para eso están las secuelas que, suponemos, se adentrarán en el oscuro pasado de Grindelwald. La magia está intacta, especialmente para los fanáticos que van a celebrar cada conexión con la saga de Harry. Esos niños lectores crecieron y ahora necesitan historias con personajes adultos, más acción y, de paso, un poco más de violencia y oscuridad. Es más de lo mismo, pero con otro contexto. La idea es recompensar al fan incondicional y traer nuevos adherentes a la causa. Cinco años después del final de la franquicia… all was well.
Los personajes entrañables y efectos perfectos llevarán a la audiencia a ese mundo de fantasía que esperaban. Nada más que lo prometido. Las adaptaciones en el cine casi nunca son un éxito absoluto. Sean de libros, videojuegos, series o comics, siempre algún fan saldrá disgustado de la sala quejándose de que recortaron tal parte, simplificaron personalidades o le pusieron al protagonista un suéter de color distinto al que usa en el libro. Es imposible complacer a todos, pero cuando el autor de ese libro que tanto les gusta es también quien escribe un nuevo guión original, nada (o poco) puede salir mal. Que el talento de J.K. Rowling para crear un mundo que convoca a tantos sea utilizado en un medio distinto al papel, seguramente también dejará disconformes a algunos, pero los resultados son innegables. Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos tiene todo lo necesario para ser uno de los éxitos más grandes de la próxima década. Newt Scamander (Eddie Redmayne) no es como cualquier otro mago: su corazón está con las criaturas mágicas que plagan el planeta. Al llegar a Nueva York, el británico se ve envuelto en un gran desastre, causado por el escape de algunos animales ilegales que llevaba en su valija. La comunidad mágica de la ciudad, incluso antes de este accidente, ya corría el riesgo de ser expuesta gracias a las constantes apariciones de un misterioso ser que destruye todo a su paso. Junto a Tina (Katherine Waterston), Jacob (Dan Fogler), un no-maj (como le dicen a los muggles en Estados Unidos) y Queenie (Alison Sudol), Newt deberá perseguir a sus bichos fugitivos y al mismo tiempo escapar de Percival Graves (Colin Farrell), un Auror que trabaja para el MACUSA (Congreso Mágico de USA) y debe detenerlo por su actividad ilegal. El equipo de Animales Fantásticos está muy atado a la franquicia de Harry Potter, tanto en los libros como en su adaptación a la pantalla grande. El director, David Yates, ocupó el mismo puesto en las cuatro últimas películas de la gran saga del mago. El guión estuvo a cargo de la mismísima J.K. Rowling, alguien que no necesita ninguna introducción. Ya reveló, por otro lado, que el plan es producir una trilogía de Animales Fantásticos. Que los productores (Neil Blair, David Hayman, Steve Kloves, Tim Lewis, la propia Rowling, Rick Senat y Lionel Wigram) sean los mismos que los de Harry Potter, ayuda a que Animales Fantásticos mantenga la imagen y estética que se había logrado en los filmes del mago. El reparto está dividido entre actores con mucha experiencia y otros con poca, pero ninguno decepciona y agregan rasgos interesantes y cómicos a la trama, además de que es una buena oportunidad para muchos de probarse en franquicias grandes. En el rol protagónico está el ganador del Oscar a Mejor Actor en 2014 por su trabajo en La Teoría del Todo, Eddie Redmayne. Lo acompañan Katherine Waterston (Inherent Vice, 2014) y Alison Sudol (Dig, 2015), que interpretan a las hermanas brujas que ayudan a Scamander en su búsqueda. El no-maj del equipo es encarnado por Dan Fogler (Secrets and Lies, 2015) un comediante que armoniza perfectamente con el personaje que le asignaron y hasta podría decirse que hizo la mejor actuación de todo el elenco. Cierra el círculo protagónico Colin Farrell (Phone Booth, 2002), al que no muchos le tenían fe pero que ocupó el lugar del villano con gran habilidad. Para papeles secundarios se eligieron a otro grupo de excelentes actores, como Ezra Miller, Jon Voight y Ron Perlman. En el universo de fantasía de Harry Potter los personajes suelen ser demasiado excéntricos y esta nueva entrega no es la excepción. El trabajo del equipo de vestuario es excelente. Lograr piezas y conjuntos que se vean a la moda tanto en 1920 como en la actualidad no siempre es fácil, pero ellos lo lograron. La manera en que construyen a los personajes a través de su indumentaria es poco sutil pero efectiva y da un acabado perfecto a sus personalidades. A pesar de que el guión está escrito por una de las autoras más famosas de la última década, no le faltan esos clichés cansadores que a veces hacen que una película sea igual a otras mil. A pesar de esto, algunos son necesarios. Algunas relaciones negativas muy específicas y otros asuntos de discriminación, ya utilizados hasta el hartazgo en el cine, vuelven a no sorprender a nadie. No dejan de ser entretenidos pero de J.K. Rowling se espera algo mejor. Estas ideas están muy gastadas, y sumadas a los complicados arcos de la película, pueden terminar generando gran confusión. Sin embargo, el cariño que los personajes se ganan apenas ponen un pie en la pantalla, logrará mantener la atención del espectador. Una película introductoria como esta, a pesar de sus atajos en el guión, es una buena manera de dejar el camino preparado para un futuro más creativo.
Erase una vez en América. Uno de los aspectos más entretenidos en las novelas de Harry Potter eran los pequeños detalles que constituían al universo ficcional donde se movían los personajes. Por cuestiones de economía narrativa esas pequeñeces fueron suprimidas o considerablemente reducidas en las adaptaciones cinematográficas en favor de un mayor desarrollo de la trama principal. Animales Fantásticos y dónde encontrarlos, la enciclopedia ficticia que ordenaba y categorizaba a las bestias del Potterverse (símil al Necroconomicon en Lovecraft o El libro de arena en Borges) era justamente una de estas minucias que hacían más atrapante al libro. Y más allá de las obvias intenciones económicas de Warner por ordeñar al extremo su saga más exitosa hasta la fecha, la idea de contar la historia de Newt Scamander, el zóologo fantástico y autor de esta falsa enciclopedia, es bastante interesante y ayuda a explorar ese mundo no tan abarcado en las películas del mago adolescente. El guión original de J.K.Rowling pone el foco en Newt Scamander (Eddie Redmayne) y sus aventuras durante su primer viaje a la Nueva York durante los años previos a la Gran Depresión. El joven Newt llevará consigo una valija llena de sorpresas y bestias excéntricas, que como podrán imaginar lo meterán en más de un problema con los muggles y también con los ocultos magos neoyorkinos. Scamander encontrará nuevos amigos en el camino y junto a ellos deberá impedir la destrucción de la ciudad a manos de una oscura entidad mágica. Problemas de franquicia: En la saga original, el outsider, el personaje que recibe la información al mismo tiempo que el espectador, siempre fue Harry. Esta es una de las funciones principales del protagonista en la narración clásica. Pero llamativamente Rowling decide darle este rol a un personaje secundario: Jacob Kowalski (Dan Fogler), un muggle de clase trabajadora, una persona común y corriente que se encuentra en medio del conflicto por casualidad. Jacob es uno de los mejores elementos de la película y es el único que recibe un desarrollo convincente. Sabemos sus motivaciones, sus emociones y se le otorga todo un arco argumental que cierra perfectamente. Asimismo, en Jacob se encarna uno de los temas más interesantes de la cinta, y de Harry Potter en general, que es la confrontación entre la ciencia y la magia. Tengamos en cuenta que hablamos de una era de avance tecnológico al servicio de la industria, una época donde un operario como Jacob no era más que una hormiga en un mundo desencantado. Ver a este personaje descubrir la magia por primera vez me animaría a decir que es uno de los aciertos más grandes del relato. Lamentablemente no podemos decir lo mismo del resto de los personajes. Sabemos que Newt, interpretado por un Redmayne con secuelas de la parálisis de Hawkings, es una persona bondadosa e inteligente pero aparte de eso es solo un tipo que hace cosas; no se profundiza en los causas de su comportamiento y apenas posee diminuta referencia sobre un pasado amoroso. Esto se extiende en absolutamente todos los participantes de la trama, están ahí de manera aleatoria y sin explicación, algunos directamente están allí ocupando metraje y nada más, sin ningún tipo de influencia en el resto de los acontecimientos. La razón por cuál estimo que sucede ésto es porque Animales Fantásticos y dónde encontrarlos más que una precuela, es el inicio de una nueva franquicia, un universo expandido que presume al menos la producción de cinco películas más. Teniendo en cuenta ello, Rowling se reserva historia y desarrollo para las futuras secuelas de manera exagerada (sacando la excepción de Jacob) generando así un panorama confuso y con eventos sin demasiada explicación. Incluso la amenaza de turno, que al principio parece presentar una vuelta de tuerca refrescante, termina siendo otra masa amorfa sin un fondo definido. Otro síntoma de franquicia, es el toque impersonal y plenamente funcional de la dirección de David Yates. El director inglés se ha destacado por llevar adelante los últimos episodios de la saga en forma correcta y eficiente pero su aproximación es tan ascética y mecánica que es difícil encontrar un plus en su forma de filmar. La estética de Harry Potter, que inició Cuarón con El Prisionero de Azkabán y se terminó de definir con Yates, está presente en Animales Fantásticos… pero configurada en la bella Nueva York de principios de siglo XX. En términos visuales no tiene nada que envidiarle al Príncipe Mestizo o Las Reliquias de la Muerte, el espectáculo, las peleas con varitas y los animales animados por computadora están ahí y en altas dosis. Conclusión: Animales fantásticos y dónde encontrarlos es una película entretenida y visualmente efectiva pero con ideas reducidas a simples adelantos de futuras secuelas. Una imperfecta aunque aceptable expansión del universo de Rowling.
Un mundo mágico no tan fantástico Cuando terminó la saga Harry Potter allá por el año 2011, los fanáticos se sintieron devastados porque creyeron que nunca volverían a visitar aquél maravilloso mundo mágico. Por suerte no tuvieron que angustiarse por mucho tiempo: Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos vino a su rescate. Dirigida por David Yates -director de las últimas cuatro películas de Harry Potter-, y escrita por la mismísima J.K.Rowling, la historia se sitúa en el año 1926, cuando el magizoólogo Newt Scamander (Eddie Redmayne) llega a la ciudad de Nueva York con un maletín repleto de animales mágicos. Allí se encuentra con una ciudad acosada por una fuerza oscura que destruye todo a su paso y un mago oscuro prófugo perseguido por el Ministerio. No parece una mala historia, ¿verdad? Pero por algún motivo, no termina de funcionar. Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos parece a medio terminar. El montaje es torpe y apresurado, casi como si la hubieran estrenado sin haberle dado una revisión final. Lo mismo pasa con el guión: algunas situaciones son totalmente forzadas e inexplicables. Las historias no terminan de conectarse de forma fluida, tanto que por momentos pareciera ser que Newt Scamander, quien debería ser el personaje principal, es apenas una excusa para darle vida a un nuevo mago oscuro. animales1 El problema más grande, sin embargo, es Newt Scamander. ¿Qué estaba pensando Eddie Redmayne, ganador de un Oscar por su grandiosa interpretación de Stephen Hawking, cuando se puso en la piel de Newt Scamander? Entendemos que es difícil hacer querible a un personaje que se auto define como insoportable (al menos en el libro) pero, se hace mucho más difícil para el público (acostumbrado a los grandes personajes de Rowling) sentir empatía por este Newt de ojos vidriosos que parece continuamente asustado. Pero no todo es malo en Animales fantásticos: la animación, esencial para una película en la que abundan seres mágicos inexistentes es soberbia e impecable. Resulta incluso más fácil empatizar con las criaturas que salen del maletín que con algunos de los personajes principales. Por otro lado, Jacob Kowalski (Dan Fogler), el No-Maj (término yanqui para los no magos) que acompaña a Newt en sus aventuras por la ciudad, aporta una cuota cómica y relajada que corta con el tedio de las interpretaciones acartonadas de los demás personajes. critica-animales-fantasticos-2 En conclusión, Animales Fantásticos tiene mucho para mejorar. Pero para ser sinceros, en sus inicios las películas de Harry Potter también dejaban mucho que desear y con el tiempo mejoraron significativamente. Cierto es que Harry Potter contaba con la gran ventaja de tener una historia armada y personajes ya queridos al momento de su adaptación a la pantalla grande; en cambio Animales Fantásticos tuvo que empezar de cero. Deberán entonces ajustar la historia de a poco para que las películas por venir lleguen a alcanzar el nivel de calidad que se espera de una historia de tal envergadura. De todas formas, no podemos dejar de expresar el verdadero placer que produce, luego de cinco largos años de espera, volver al fascinante mundo mágico creado por J.K.Rowling. Por Mariana Van der Groef
SIN POTTER LA MAGIA CONTINUA Después de cinco años de abstinencia desde la última película de Harry Potter llega esta precuela para alivio de los adictos. Y la buena noticia es que es entretenida, con buenos actores y efectos especiales al servicio de esos animales que Scamander cría amorosamente y guarda en su valija. El libro de J. K. Rowling es corto así que en este su primer guión, los agregados de personajes son fundamentales, igual que su visión antifacista de la sociedad neoyorquina de 1920. Una fanática cazadora de brujas y magos que arenga a los ciudadanos y castiga cruelmente a sus hijos adoptivos, un mago con secretos y sospechoso, un concejo del mundo mágico burocrático y rígido. Se lucen Eddie Redmayne en un hombre aniñado con mejor relación con animales que con los hombres, Katherine Waterston y Alison Sudol como hermanas particulares y Dan Fogler como el único humano no mágico aceptado en el club. Simpática la aparición de Johnny Depp. Entretenida, divertida y segura primera de una nueva saga.
La magia se renueva Si hablamos de Animales fantásticos y dónde encontrarlos (Fantastic Beasts and Where to Find Them), hay que hablar de Harry Potter y su franquicia. Es inevitable no hacerlo, van de la mano. Lo que puedo mencionar al respecto es que a pesar de que Harry y sus amigos son inolvidables, la nueva saga mágica podría, posiblemente no llegar a desbancarlo, pero sí estar muy cerca. La magia sigue, pero ahora es mucho más rápida, más eficaz y con un tono humorístico que venía siendo algo necesario. Los animales, y sobretodo las animaciones de los mismos, son fantásticas. Lo mejor del film. Otro dato a destacar es el gran movimiento de cámara que tiene toda la película y el elenco de enormes actores que fue convocado: desde Eddie Redmayne (Newt Scamander) y Colin Farrel (Percival Graves), a Dan Fogler (Jacob Kowalski), Ezra Miller (Credence), Jon Voight (Henry Shaw), Samantha Morton (Mary Lou) y la incipiente Katherine Waterston (Porpentina Goldstein). Y bueno el actor sorpresa del final, quien personifica a Grinderwald. En fin, vayan a verla, muy recomendable y mágica. Aquellos fanáticos de Harry Potter la van a aprobar.
El humanismo lúdico de J. K. Rowling sostiene el inicio de esta nueva historia Animales fantásticos y dónde encontrarlos fue en principio el título de un libro mencionado como texto escolar de Hogwarts en la saga de Harry Potter y en 2001 apareció como una guía de criaturas mágicas (sin desarrollo dramático) publicada exclusivamente con fines benéficos. Casi 15 años más tarde, aquella creación marginal se convierte en el inicio de un spin off que significó además el debut como guionista de la propia J.K. Rowling.Si el público espera una precuela de los siete libros y las ocho películas de Harry Potter hay que advertirle que las referencias y conexiones por ahora son mínimas (el nuevo protagonista, Newt Scamander, proviene de la célebre escuela de magia y por allí se nombra a Albus Dumbledore, quien en próximas entregas aparecerá en versión juvenil). Los personajes, la época (1926), la ciudad (Nueva York) y los conflictos son totalmente nuevos y -más allá de los nostálgicos de Harry, Hermione y Ron- es bueno que así sea. De todas maneras, la presencia de David Yates, director de las últimas cuatro entregas de la franquicia de Harry Potter, le otorga cierta continuidad, al menos en el estilo visual y el pulso narrativo. Newt Scamander (un Eddie Redmayne algo exagerado en su caracterización de mago torpe e introvertido) llega en barco desde su Inglaterra natal a la isla Ellis con los queribles animales fantásticos del título en su valija (así como leen). Pronto se topará con un "nomago" (un simpático repostero interpretado por Dan Fogler) y dos bellas magas que además son hermanas (Katherine Waterston y Alison Sudol), quienes lo acompañarán en sus múltiples desventuras y enfrentamientos con el Congreso de Magia de los Estados Unidos que conducen con mano dura Seraphina Picquery (Carmen Ejogo) y sobre todo Percival Graves (un inexpresivo malvado a cargo de Colin Farrell). Si Redmayne queda bastante lejos del carisma de los protagonistas de Harry Potter, la tensión romántica (con tintes de amor imposible) entre una maga y un "nomago" va ganando espacio e interés. La reconstrucción de época y el uso de los efectos visuales son extraordinarios (los 180 millones de dólares de presupuesto se notan, pero jamás se ostentan), las apariciones de las pequeñas o gigantescas criaturas mágicas no abruman y agradarán a los más pequeños, mientras que se agradece la apuesta humanista, lúdica y noble de Rowling en medio del cinismo y la solemnidad que han caracterizado a tantas películas recientes de superhéroes. Una nueva saga ha nacido (Johnny Depp aparece aquí brevemente y se convertirá en el principal antagonista de las próximas entregas) y el arranque, por suerte, está a la altura de las expectativas.
Hay magia antes de Harry Potter Derivado de la saga, el filme transcurre 70 años antes, en Nueva York, y mantiene el toque mágico. Una mina de oro como fueron los libros de Harry Potter y su traspaso al cine no podía quedar vacía ni desaprovechada. Así que J.K. Rowling retomó el universo mágico y a partir de Animales fantásticos y dónde encontrarlos, un “libro de texto” apenas mencionado en la primera novela y película, que luego la autora publicó, es el origen de una nueva saga. Iban a ser tres películas, pero confirmaron que serán -por ahora- cinco. Todas con guión de Rowling -que debuta en el mètier- y todas dirigidas por David Yates, un veterano en Potter, ya que dirigió las últimas cuatro películas del mago. Más que en el libro, Animales fantásticos..., la película, se centra en su autor, el “magizoólogo” Newt (por Newton) Scamander, un ex alumno de Hogwarts que por 1926 llega a la Nueva York preguerra mundial, pre Depresión y en plena era de la prohibición con una misión de conservación: liberar en la naturaleza una criatura que ha rescatado del cautiverio. Como uno de esos animales fantásticos que tanto lo obsesionan y que atesora en su maleta. Pero los magos americanos no están muy seguros de mostrarse ante los no magos, como los ingleses llaman a los muggles, y Newt llega justo en un momento en el que un oscurial está azotando las calles, los edificios, bah, la vida neoyorquina. Scamander cambiará sin querer su maleta con un no mago, Kowalski (Dan Fogler), que sólo quiere abrir una pastelería, y será ayudado por Tina Goldstein (Katherine Waterston), que trabaja en el Ministerio americano de Magia, y su hermana con poderes telepáticos (Alison Sudol). Colin Farrell ya peina algunas canas como Percival Graves, el jefe de seguridad del Ministerio. Contar el resto no sólo no tiene gracia, sino que hace perder el asombro de lo que vendrá. Eddie Redmayne, el mago inglés suelto en Nueva York, se mueve casi como uno de esos animales excéntricos. Con su jopo pelirrojo y su escasa sociabilidad -al comienzo-, se gana rápido la simpatía del público, para todo lo que vendrá. Pero por un lado, el universo de Potter estaba como encerrado en Hogwarts, y aquí todo transcurre en una ciudad, abierta, y del otro lado del océano. Y por otro, y tal vez todavía más importante, los personajes no son niños, ni siquiera adolescentes, como era la mayoría de los espectadores en la saga de Potter. No. Son adultos. Dentro del nivel de escapismo que posibilitan las tramas de J.K. Rowling, muy probablemente el público no haga esta diferencia de grado y se deje llevar por los personajes que, aunque grandes, muchas veces actúan como niños. El balance entre los elementos reconocibles de la saga Potter y aquellos que indefectiblemente muestran un nuevo costado o faceta del universo mágico de Rowling hacen al resultado. Al menos hasta que Johnny Depp haga su paso triunfal y se encamine como Gellert Grindelwald, el némesis de Dumbledore, con Newt dándole vueltas presumiblemente en París. Como aperitivo, vale.
Newton “Newt” Artemis Fido Scamander es un joven magizoólogo que llega recientemente a Nueva York junto a su maleta, en dicha maleta guarda una gran variedad de criaturas mágicas. Él llegó a América con el propósito de devolver una extravagante ave a su habitad natural, caminando por la gran manzana se cruza con Jacob, un Nomaj (persona sin magia), un hombre que anda en busca de un préstamo bancario para poder tener su propia panadería, accidentalmente este Nomaj libera a algunas de las criaturas encerradas en la maleta, Newt junto con Jacob emprenden esta búsqueda para lograr recuperar a estas criaturas devuelta a la maleta, ellos no estarán solos, son acompañados por las hermanas Porpentina y Queenie Goldstein mientras a las espaldas de ellos acecha un peligro inesperado. En los años en que Harry Potter estudiaba en Howarts unos de sus libros de estudio era “Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos”, libro en el que se detallaban criaturas mágicas y su nivel de peligrosidad. Warner Bros decidió poner manos a la obra y crear una nueva saga basada en los personajes creados por J.K. Rowling, de esta forma la autora se tomó la libertad de ella misma crear el guion de la película. También volvió el director David Yates, quien dirigió las últimas cuatro entregas del niño mago y quien se posicionó detrás de cámara a comandar esta precuela, también volvieron Steve Kloves y David Heyman en los roles de productores. El ganador del Oscar, Eddie Redmayne (La Teoría del Todo/La Chica Danesa), es quien personifica a Newt Scamander en la adaptación, el resto del elenco son Katherine Waterston (Porpentina Goldstein), Alison Sudol (Queenie Goldstein), Dan Fogler (Jacob Kowalski), Ezra Miller (Credence) y Colin Farrell como Percival Graves. Esta es la primera película de lo que en un comienzo se planeó como una trilogía, pero hace pocos meses nos enteramos que es la primera parte de cinco fims que saldrán a la luz, esta entrega podría ser el inicio y conclusión pero deja un pequeño indicio para qué lado apuntaría su futura secuela. El furor por J.K. Rowling está más vivo que nunca: Obra de teatro de “Harry Potter y el Legado Maldito”, el estreno de “Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos” y eso hay que sumarle que también están a la venta los guiones de la obra teatral y de la película, los fanáticos contentos. Lo bueno: Hay que darle gracias a J.K. Rowling por mantener la magia intacta y traer consigo a nuevos personajes y demostrar que el universo mágico es tan grande. Eddie Redmayne logra convencer con su personaje y esperemos que vuelva en las secuelas. Lo malo: Nada
ANIMALES SUELTOS Bajo la dirección de David Yates -también lo hizo con las últimas cuatro de Harry Potter- y el guión de la autora de la saga J.K. Rowling llega un spin off que pretende contar parte de la fauna que rodea el mundo mágico previo a todo lo que conocimos en los libros y las películas. El potencial de esta historia inédita será dosificado en una pentalogía (si dan los números de recaudación, claro). En esta entrega conoceremos apenas un puñado de los animales fantásticos, por sobre los ochenta y pico que hay en el libro -inventario original-, y grandes pistas acerca de las nuevas premisas. A falta de Voldemort, el lado oscuro será representado por Gellert Grindelwald, némesis del entrañable Dumbledore. Animales fantásticos y dónde encontrarlos fue un pequeñísimo libro que salió a la venta en 2001, plena pottermanía, rubricado por el escritor apócrifo Newt Scamander (alter ego de Rowling). Aseguraba en su contratapa que “hay un ejemplar (…) en casi todos los hogares de magos del país” y justamente se trata de una copia del mismísmo que tuviera Harry Potter, así lo indican sus anotaciones y las intervenciones en el correr de las páginas de sus amigos Ron y Hermione. Funciona como una guía realizada por Scamander con la descripción y ubicación geográfica de las bestias hasta el momento de su publicación (70 años que Harry y compañía llegasen al castillo de Hogwarts). Las publicaciones accesorias del best-seller que consagró a Rowling destinaron sus regalías a organizaciones benéficas que intentar erradicar la pobreza. Este nuevo comienzo planta bandera en Nueva York, allí un joven magizoólogo (Eddie Redmayne) llega desde Inglaterra para sanar una de las especies que posee dentro de una valija poco común, pero singular ante la vista de cualquier humano, y en un imprevisto termina perdiéndola junto a sus excéntricas mascotas que no tardan en desperdigarse alrededor de “la gran manzana”. Podemos encontrar grandes parecidos con las ilustraciones del libro y la materialización de los animales en la pantalla grande. Mediante la animación terminamos de sellar el acuerdo de complicidad y devoción hacia ellos. Hagamos memoria, la película que empezó con todo esto salió hace ya 15 años. Con una actuación más bizarra de lo que acostumbra, Redmayne irá incorporando como laderos a un ciudadano de pie (humano/muggle/no-maj) que sueña con poner una panadería y a dos mujeres de la comunidad mágica estadounidense. El personaje principal antes que lo echaran del colegio de magos perteneció a la casa Hufflepuff, será interesante ver cómo se reconstruye para alejarse de la eterna dualidad Gryffindor/Slytherin que nos fue impuesta. Quedan a años luz de distancia el histrionismo de Draco Malfoy o Severus Snape por sobre lo naif y medio pelele de las nuevas caras. Harry Potter jugaba de líbero en el universo Rowling: debía usar y con frecuencia estival la puerta giratoria que separaba el mundo mágico del real. Tal vez ese haya sido el comodín para convertirlo en un éxito juvenil colosal. En este caso, el personaje de un operario de fábrica con aspiraciones grandilocuentes termina cargando sobre sus espaldas esa responsabilidad; cuestiona la magia y la razón, desde adentro o afuera. Jacob Kowalski (Dan Fogler) también dejará grandes pasos de comedia para cortar los aires de solemnidad o momentos de mucha tensión. Al final, todos queremos ser como él. Los malos de esta historia pueden llegar a ser policías, dentro del MACUSA -el parlamento mágico de los yanquis- vemos tipos que están bastante lejos de inspirar confianza. De Grindelwald sabremos muy poco, algo de viejos mortífagos conocidos y quedará el terreno preparado para que las cosas se pongan más oscuras (despojando un poco la excitación adolescente, al fin). Ahí le damos la derecha a Yates que tomó muchos riesgos para innovar sobre un terreno de fanáticos nerds que creen saberlo absolutamente todo, visto en perspectiva gran parte de la historia personal de Scamander resta solidez en los momentos cruciales de la película y de más ambición. El montaje deja bastante que desear, no así la música que marca y con creces los tonos del film. El guión también tiene algunas mesetas, acentuadas en las líneas del personaje principal, pero termina saliendo adelante con el quilombo que hacen los animales en la ciudad y otras buenas actuaciones como el personaje de Fogler. También está Colin Farrell haciendo de Colin Farrell, que a eso se dedica desde hace un tiempo. Vale la pena para verla y también seguirla con el tiempo. Los niños que crecieron leyendo la saga Harry Potter merecen buenas películas y que no les tomen el pelo. Le pongo fichas a los animales nuevos, la historia de Grindelwald y el fin de Redmayne.
Ya todos sabemos que "no es Harry Potter", que no hay colegio, que no tenemos la rutina de cada año, que no veremos lo que leímos a lo largo de los siete libros, pero realmente se le acerca mucho a ese mundo fantástico que inventó JK Rowling. Animales fantásticos es como un encuentro con el pasado, es como escuchar un cuento cortito de JKR que nos quiere enganchar de nuevo, y vaya si lo logra en muchas partes. Para mi la realización fue impecable. Pese a las dudas iniciales sobre el elenco y el hecho de que transcurriera en Estados Unidos, todo se fue diluyendo. En una primera película, que realmente lo es aunque no necesitemos descubrir ciertas cosas que vienen de nuestro pasado (aunque en realidad es el futuro del mundo de los magos) es lógico que algunas cosas sean lentas para mostrar los nuevos personajes o ubicarnos en tiempo y espacio. Pero a la película le sobran 20 a 30 minutos fácil. Lo bueno es que termina muy arriba, con momentos muy bien logrados y con algo que es tremendo, que ojalá nadie sepa antes de entrar a la sala. La dirección de Yates es de taquito en este mundo que el tanto acompañó, la elección de actores me pareció correcta, los efectos muy buenos y todo el clima que logra está muy bien. Ahora sólo nos queda ver como irá evolucionando esta historia, pero como primera entrega está muy bien.
Una película tal como Animales fantásticos y dónde encontrarlos era inevitable. ¿O acaso Warner se iba a perder la oportunidad de seguir facturando con la que fue su saga más lucrativa? Pero por como vienen las cosas hoy en día en donde casi todo lo que vemos en cuestión de remakes y spinoffs es basura esta idea le podría haber hecho muy mal al universo Harry Potter pero por fortuna no lo hizo sino todo lo contrario. Su creadora y máxima autoridad, J. K. Rowling, escribió por primera vez un guión cinematográfico y lo hizo tan bien que los fans (y los espectadores ocasionales) podrán meterse y explorar mucho más ese mundo tan maravilloso que fue expandiendo en los libros, películas, parques temáticos y el site Pottermore. Si bien los nuevos personajes están bien definidos y tienen mucho potencial, al principio cuesta un poco entrarles porque veníamos muy acostumbrados al trío principal de siempre y sus secundarios en un mundo que nos es muy familiar. Pero con el transcurrir de los minutos nos vamos enganchando con ellos tanto con lo que aprendemos como con los misterios que dejan para el futuro. Newt Scamander es un gran protagonista con un comienzo muy soft que calculo que se irá endureciendo y profundizando un poco a lo largo de las futuras películas y Eddie Redmayne está muy bien aunque por momentos su composición parece rara sobretodo en sus gestos. Por su parte la dupla femenina de Katherine Waterston y Alison Sudol como las hermanas Goldstein es formidable, sobretodo esta última y su relación con el personaje interpretado por Dan Fogler, primera vez que un Muggle (o No-Maj) tiene tanta relevancia en este mundo. Ezra Miller hace un soberbio laburo (tal vez el mejor de todo el cast) y Colin Farrell está bien como el villano. Y hablando de villanos es un spoiler decir quien interpreta a Gellert Grindelwald así que lo dejaremos para la secuela. El director David Yates a esta altura ya es un veterano dentro de este mundo ya que fue el responsable de las últimas cuatro entregas de Harry Potter y se nota mucho en lo correcto de su realización tanto en la narrativa como en la fotografía. Lo único objetable es que tiene más de un final y por lo tanto el climax se prolonga de manera innecesaria. Animales fantásticos y dónde encontrarlos es una cinta muy entretenida que puede ser disfrutada por todo el público (mayores de 10 años por lo menos) y que da una sensación de pertenencia muy pocas veces vista en el cine. Nos quedan ocho años más de esta saga así que a disfrutar tranquilos porque la magia está intacta.
El hombre de Newt Scamander aparece, como autor de un libro de texto que deben estudiar los aprendices de mago en Hogwarts, en Harry Potter y la piedra filosofal, el primer libro de JK Rowling. Scamander es autor de una guía darwiniana, Animales fantásticos y dónde encontrarlos. Y un personaje misterioso y legendario. Ahora, después de la despedida de la saga Potter en el cine, con las últimas dos películas en el podio de las más taquilleras de la historia, Scamander se transforma en protagonista de un spin off que no será trilogía, como se había anunciado primero, sino cinco (¡cinco!). El británico David Yates vuelve a dirigir. "El protector del reino", como lo definió Colin Farrell, experto en el universo mágico de Rowling después de adaptar sus libros, trabaja ahora codo a codo con la millonaria autora, que esta vez es guionista. Su universo, imaginativo y vasto, enciclopédico, cruza ahora el atlántico y se traslada a Nueva York y a los años veinte, cuando Scamander (un chaplinesco Eddie Redmayne) llega a la isla Ellis con una maleta de dimensiones mágicas llena de animales fantásticos, unos más inofensivos que otros. Lo que sigue es una aventura abigarrada, llena de personajes y subtramas, en la que el mundo de la magia y el de los muggles (no-majs, en americano) volverán a mostrarse los dientes. Con todos los ecos biempensantes que esto conlleva. Los temas que ya estaban presentes en el mundo Potter: tolerancia, diversidad, aceptación del diferente y, en este caso con mayor fuerza, la protección y defensa de la naturaleza. El congreso de magia, MACUSA, enfrenta a un enemigo, hijo adoptivo de una mujer fanática enemiga de los segregados magos, mientras Newt se hace amigo de un pastelero no-maj, Jakob Kowalski que deja sin querer libres a sus criaturas, forzando la persecución del poderoso mago Percival Graves (Colin Farell, muy divertido). A ellos se sumará Propertina "Tina" Goldstein y su bella hermana Queenie, que lee la mente: un grupo muy simpático en el que rápidamente crecen la amistad y el amor. Los nuevos Ron, Hermione y Harry, para los desconsolados fans, el público al que en buena parte está diridiga esta nueva saga. Aún así, perteneciendo a los fans o no, el universo Pottermore tenía en la historia de Scamander una joya para pulir, una caja de pandora de buenas historias con tremenda potencia cinematográfica. Yates y Rowling le sacan provecho, y Animales fantásticos logra momentos realmente encantadores, aún entre la excesiva y algo agotadora mezcla de subtramas y acción fantástica durante más de dos horas. La Nueva York de los veinte aporta belleza, la mirada huidiza de Redmayne, si desconcertante al principio, suma misterio a un personaje que deja con ganas de conocer mejor. Y el paso de comedia, con el personaje de Kowalski -un gracioso Dan Fogler- aporta humor, ternura y simpatía marca de la casa. Párrafo aparte para las bestias y sus muy definidas morfologías y personalidades. Algunas entrañables pero temibles como elefantes en un bazar, empezando por el amigo parecido a un topo, adicto a todo lo que brilla. O el delicado híbrido entre vegetal y mantis religiosa que Scamander adora. Su indestructible amor por estas bestias -"le interesan más los animales que las personas", le dirá Tina- y la relación que tiene con ellas es uno de los motores centrales del corazón de la película. Que es grande.
Crítica emitida por radio.
Viaje fascinante a un universo irrepetible El mundo de J.K. Rowling, la autora de Harry Potter, se transporta a una extraña Nueva York de 1926 donde una especie de conservacionista de animales fantásticos, mitad mago mitad científico, llega con una valija que contiene un auténtico zoológico sobrenatural digno de "El libro de los seres imaginarios" de Jorge Luis Borges. El protagonista Newt Scamander (Eddie Redmayne) está por terminar su compendio de bestias fantásticas, libro que años más tarde leyó el mismo Potter en la famosa academia de magos de la saga. Este y otros detalles son las principales conexiones de esta nueva historia con el universo de Harry Potter. Pero, básicamente, "Animales fantásticos y dónde encontrarlos" es un relato totalmente distinto en tema y clima, y no sólo una nueva entrada indirecta en la taquillera franquicia de Rowling, aquí guionista y productora. Esta Nueva York de 1926 está inmersa en un conflicto general para el submundo de los magos, que ha sufrido distintos incidentes que exponen su presencia ante los humanos, por lo que la burocracia maga trata por todos los medios de que no haya más sucesos que llamen la atención de los llamados "no magos". En ese contexto, el arribo del experto en animales raros es un problema, sobre todo porque, no bien llega, se le escapa de su valija maravillosa un "escarapato", animal fascinado por todo lo que brille, empezando por joyas y monedas que, por supuesto, se acumulan en un banco neoyorquino donde empiezan los traspiés. La película mezcla muy bien el tono de comedia con los toques siniestros propios del lado oscuro del mundo de los magos, y ofrece imágenes alucinantes sin pausa. En un momento determinado del film hay un asombroso descenso al interior de la valija del protagonista que da lugar a una fascinante descripción de las criaturas del título, incluyendo todo tipo de seres verdaderamente indescriptibles. Y en realidad toda la película está llena de este tipo de escenas imperdibles, por ejemplo, la visita a un garito clandestino regenteado por un distorsionado Ron Perlman y que mezcla la mística de los locales de la era de la Prohibición con los problemas mágicos de marras. Del mismo modo, el score de James Newton Howard genera una atmósfera única al combinar elementos del jazz de la época con música épica digna de las catástrofes que caen sobre Nueva York. El elenco apoya aun desde papeles secundarios, con Colin Farrel como un eficaz villano y excelentes intervenciones de Jon Voight, Samantha Morton y hasta Johnny Depp, aunque el que se luce constantemente es Redmayne. Pero aquí las estrellas son los increíbles seres imaginarios, que cobran vida en serio gracias a una batería interminable de efectos especiales. Esto es por sobre todo lo que convierte a esta película en algo que merece verse más de una vez.
Que la magia nunca termine Así como George Lucas creó esos mundos anteriores y posteriores, tanto en tiempo como en espacio, de su saga inicial Star Wars, la autora J.K. Rowling hizo lo propio. Luego de las exitosas entregas de Harry Potter, emerge este spin off, producto de un manual de texto escolar que el mismo Harry utilizaba para estudiar en la famosa escuela de magos, Hogwarts. Así es como Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos (Fantastic Beasts and Where to Find Them, 2016) encuentra su lugar en las pantallas, por lo que parece ser con varias secuelas más (al menos cuatro confirmadas por Rowling). Bajo la dirección de David Yates, director de cuatro de las ocho películas sobre uno de los magos más famosos de los últimos tiempos, y estrenando a su autora en el rol de guionista, el resultado es simplemente perfecto. El film se sitúa en Nueva York durante 1926, con la llegada de Newt Scamander, un mago ecologista, amante de la naturaleza, quien llega a la ciudad con un propósito que se develará un poco más avanzada la película. Interpretado por Eddie Redmayne, el personaje encuentra varias similitudes con Harry Potter; imposible no entrar en comparaciones, y en esas coincidencias es donde también resulta imposible no empatizar con él. De aspecto tímido, con una ingenuidad y torpeza entrañable, Scamander ya en su inicio demuestra su aire distraído (teniendo en cuenta que lo que lleva en su pequeña valija es un mundo de fantásticas criaturas), y es en esa torpeza donde comienza el conflicto. En un cruce fortuito con Jacob Kowalski (Dan Floger), un panadero en busca de un préstamo para poder trabajar de lo que tanto le gusta, confundirán maletas, y así las criaturas se darán a la fuga en una ciudad pendiente de su cacería. Esta dupla bien formada deberá resolver este incidente. Para ello se le unirán en la aventura dos hermanas bastante particulares: Porpentina Goldstein (Katherine Waterston), y Queenie (Alison Sudol), algo así como los cuatro fantásticos en versión menos superpoderosa, pero con muy buenas intenciones y un espíritu loable que los destaca sobre todo los contratiempos que sufrirán. La comunidad mágica en Estados Unidos es bastante más rígida de aquella que conocemos en Inglaterra; siempre ante el temor del desenlace de una guerra entre no magos y magos, se le agrega el conflicto de una organización que teme por las brujas y está en constante cacería de las mismas. El argumento posee una dicotomía clara en cuanto a su aspecto infantil, dotado por la variedad de estos animales fantásticos, perfectamente compuestos y trabajados con la tecnología CGI, y su parte más oscura. El tema del abuso y violencia sobre menores se hace presente y deja la duda si realmente esta película es apta para el público infantil. Tal vez lo que pueda criticarse al relato es la cantidad de líneas argumentales que abre y expone, con el fin de presentar tantos personajes y de ir ubicando la historia para lo que vendrá. Se abusa un poco de ese recurso. Lo que no se puede dejar de mencionar es el fantástico universo que se ha creado con el texto de Rowling. Todo aspecto artístico y tecnológico de la película es superlativo, el despliegue visual de los efectos se impone ante la historia, sin opacarla, y estas criaturas mágicas son protagonistas de los momentos más tiernos y divertidos de la película. Queda, por otro lado, todo lo oscuro que de historia, con un personaje cruel como Percival Graves (Colin Farrell) y la inclusión de quien seguro será protagonista en el futuro: el tenebroso mago Gellert Grindelwald, y los obscurus, en un símil muy claro de aquellos dementores que chupaban el alma, en las tierras de Hogwarts. En un análisis más exhaustivo, Rowling vuelve a darle lugar a personajes que no se adaptan, a aquellos faltos de popularidad, y los convierte en héroes de manera fluida, siendo eso ya una marca registrada de la autora. La magia sigue intacta, la imaginación está plasmada de manera efectiva, y todos aquellos fanáticos encontrarán lo que fueron a buscar, y quienes den sus primeros pasos en este mundo de varitas y animales fantásticos, posiblemente se vuelvan parte de ese leal fanatismo.
En el arranque de “Animales Fantásticos y dónde encontrarlos” (2016), spin off de la saga Harry Potter, imaginada por J.K.Rowling en una suerte de agregado a los libros, Newt Scamander (Eddie Redmayne) baja de un barco y comienza a transitar el camino hacia migraciones en el puerto de Nueva York. Mientras camina, algo perseguido, quizás por el lugar al que está llegando, que lo intimida, o tal vez porque en su misteriosa y pequeña valija lleva algo que le puede significar el regreso inmediato a su país tras la deportación. Pero un pequeño mecanismo en el cierre de la misma le permite pasar el contendido para que sea visible sólo por muggles (no magos) y su paso por la aduana será tan rápido y efectivo como el imaginaba. Así arranca el filme de David Yates, quien además de dirigir las últimas entregas de la saga de Potter, fue el encargado de llevar este año a la pantalla grande una nueva versión de Tarzán, y quien logra, una vez más, trasponer el mágico universo de Rowling en una potente historia en la que la magia, el amor, el humor y las criaturas fantásticas le brindan la posibilidad de crear una de las historias más atrapantes del año. Recién llegado, Scamander tratará de introducir en el país las pequeñas criaturas que lleva en su valija, sabiendo que hay una persecución a los magos, tratará de ser lo más cuidadoso posible para poder lograr su cometido. Pero cuando uno de los animales fantásticos se escapa, comenzará una búsqueda que lo llevará a toparse con una fanática extremista anti magia (Samantha Morton), quien por un lado se muestra ante la sociedad como alguien bondadosa, cuidando a niños abandonados, pero puertas adentro castiga a uno de ellos en particular, Credence (Ezra Miller), una maga que trabaja para el consejo de magia (Katherine Waterston) y un misterioso oficial (Colin Farrell) que tratará a toda costa de impedir que Scamander pueda encontrar sus animales. Y mientras los busca, además, se topará con Jacob Kowalski (Dan Fogler), un obrero que desea poner su propia panadería, y con quien, a partir de una confusión de valijas, compartirá parte de su tiempo. Así, por un lado “Animales Fantásticos y dónde encontrarlos” trabajará con la pesquisa que el mago recién llegado debe hacer por toda la ciudad para dar con las criaturas que se escaparon, pero también buceará en los intentos de los magos por impedir que un siniestro “obscurus” (una suerte de ráfaga negra que arrasa, destruye y mata) termine con la ciudad. Una trama política, en la que el actual intendente de la ciudad (John Voight), ve como la sucesión del poder en su hijo debe ser necesaria, se introduce en el filme para poder trabajar con la idea de esa ráfaga que absorbe la energía de quien la domine. Así, la maldad ejemplificada en ese “aire asesino”, termina por configurar el panorama de “enemigos” necesario para generar el dramatismo que movilice parte de la narración. Yates dota al filme de una lograda puesta clásica, en la que el conflicto estalla, pero en la que el humor, clave en esta oportunidad, puede amoldar el relato hacia un lugar familiar sin perder de vista el fanatismo con aquello que está narrando y sobre lo que inspira su historia. Si Rowling en aquellas breves líneas en las que imaginó ese compendio de animales sentaba las bases de la continuidad de su universo, Yates pudo ir más allá potenciando con una lograda puesta y una serie de efectos visuales muy verosímiles que ponen en evidencia que habrá “Animales Fantásticos…” para rato.
ROWLING LO HIZO OTRA VEZ Si existe un universo expandido de la saga de Star Wars, una serie de historias paralelas a la central que han alimentado y mantenido la memoria de la saga ante los seguidores originales pero sobre todo entre los nuevos adeptos ¿porque no iba a tener Harry Potter su propio cosmos? Esta película muestra la variedad y vastedad de historias que alimentan el mito de la historia del niño mago, que la escritora J.K. Rowling creó para acompañar el crecimiento desde la infancia hasta más de la adolescencia de una generación de escritores primero y de espectadores de cine después. Cuentan que cuando Warner se dio cuenta que terminada la historia de Harry Potter no tenía más ases en la manga, llamó a la autora de los libros originales y le rogó una coda. Rowling se negó a volver atrás en la historia y propuso hacer algo totalmente inesperado y creó un nuevo personaje, lo ubico en la década del veinte del siglo XX y creó un momento de tensión entre los magos. El nuevo personaje es Newt Scamander (Eddie Redmayne) y es un estudioso de los animales fantásticos que nutren al mundo de la magia. Newt los estudia pero a la vez trata de ser un defensor de ese universo que muchos magos no protegen particularmente. El film explica el delicado momento político que agita al mundo de la magia en el momento en que Newt viaja de Londres a Nueva York y eso marca el clima de todo el resto de la película. Raowling demuestra que tiene un imaginario frondoso, lo suficiente para que los espectadores de la historia de Harry Potter se olviden de aquella historia y se deje llevar por este universo extendido. Ni falta hace decir que a pesar de un comienzo fabuloso en el que los animales fantásticos se lucen, al poco rato se descubre que los animales son apenas un McGuffin (una excusa nunca explicada para hacer avanzar el relato) para contar la historia de magos adultos, recibidos de las academias del oficio, con problemas de relación, saliendo apenas de la adolescencia y aprendiendo a rozarse con el mundo que los rodea. Redmayne quizás sea demasiado actor para lo que a priori necesitaba la película, pero no está solo en esto de poner el cuerpo para asumir la historia que agita a su mundo y a los problemas de idiosincrasia y de relaciones entre el mundo real y el de los magos, además de las internas entre los mundos de los magos europeos y los de Estados Unidos. Newt no está solo en su aventura y para eso hay que decir que brillan tanto Katherine Wasterton cómo Don Flogger y Alison Sudol, que conforman junto al protagonista el grupo de aventureros clásico, con amores entre ellos y la necesidad de que el mundo de la magia no interfiera en el mundo real. La historia funciona y el espectador no iniciado puede fascinarse fácilmente con el mundo secreto de los magos. ANIMALES FANTÁSTICOS Y DÓNDE ENCONTRARLOS Fantastic Beasts and Where To Find Them. Estados Unidos/Reino Unido, 2016. Dirección: David Yates. Intérpretes: Eddie Redmayne, Dan Fogler, Ezra Miller, Katherine Waterston, Colin Farrell, Alison Sudol. Guión: J.K.Rowling. Duración: 133 minutos
Mucha magia para una valija. Todo lo que se sabía hasta ahora sobre Newton "Newt" Scamander estaba escrito en apenas una página y media, justo antes del prólogo del libro "Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos". El resto de las casi sesenta páginas del libro es un catálogo de criaturas fantásticas, muchas de ellas partícipes en este filme en el que Scamander (Eddie Redmayne) llega a Nueva York con fines de investigación, y en cambio provoca no pocos desmanes con las criaturas que lleva con él en su valija. Pero no es Scamander el único que saca a la ciudad de su rutina; una fuerza oscura está suelta y genera caos y zozobra entre los ciudadanos, una fuerza tras la cual está Percival Graves (Colin Farrell), un no menos oscuro funcionario del Ministerio de Magia. J.K. Rowling debió crear toda una nueva historia a partir de una pocas líneas, historia a la que agregó personajes que servirán de nexo entre esta primera mitad del siglo veinte y la historia de Harry Potter que todos conocemos. Suenan entonces nombres conocidos por los fanáticos y conocedores de la saga Potter, se hacen referencias a sucesos que serán determinantes en el futuro ya conocido, y se descorre el velo sobre cuestiones más desarrolladas en los libros; en definitiva, cuestiones que serán disfrutadas -o no- por los fans. En lo cinematográfico el director David Yates ofrece un inicio que por tedioso no predispone para lo mejor y solo se salva por la buena actuación de Dan Fogler -como el Sr. Kowalski-, que salva la situación junto a Eddie Redmayne, ambos a fuerza de carisma. El filme toma buen ritmo cuando el conflicto se presenta con claridad y todo el relato acaba alineado, no sin tropiezos, hacia una resolución que por previsible no pierde eficacia. Sin duda alguna, si hay algo que sostiene a este filme es el universo Potter, sus referencias, su magia y la musicalización a cargo de James Newton Howard. Todo esto sirve como red de contención a una propuesta que no tiene la fuerza de su saga predecesora, pero que al menos por cuatro filmes más seguirá usufructuando su magia.
El universo Potter busca una nueva franquicia Año 1926. El magizoólogo Newt Scamander (Eddie Redmayne) llega a la ciudad de Nueva York tras un extenso viaje que emprendió por el mundo. Durante todo ese tiempo se dedicó a encontrar, proteger y preservar una gran variedad de criaturas extraordinarias. Su único equipaje es con una enigmática maleta, que en su interior está repleta de los sorprendentes seres que encontró. Pero la comunidad mágica que reside en Norteamérica no está pasando por un buen momento, ya que un ente misterioso hace apariciones súbitas dejando un rastro de destrucción a su paso, algo que podría dejar al descubierto la existencia del universo de magia ante los Second Salemers, una congregación de nomagos (como llaman a los muggles en ese país) fanáticos que busca erradicar a todos los magos y brujas que pregonan que existen. A esto se suma que Gellert Grindelwald (Johnny Depp), un mago oscuro muy poderoso, desapareció sin dejar rastros tras haber causado un gran caos en Europa. Newt, que vive en su propio mundo y desconoce todo esto, tiene la mala suerte de confundir su maleta con la de un nomago llamado Jacob Kowalski (Dan Fogler) y todas sus criaturas logran escapar. Ahora ambos se verán obligados a trabajar juntos para recuperarlas, pero no estarán solos, ya que contarán con la ayuda de Porpentina Goldstein (Katherine Waterston), un ex auror que quiere recuperar su trabajo, y de su hermana Queenie (Alison Sudol). Sin embargo, todo se desvirtúa un poco con la intervención de Percival Graves (Colin Farrell), Director de Seguridad de Magia en Macusa (Congreso de Magia en EUA, por sus siglas en inglés), quien siembra un ambiente de sospecha en contra de ellos. De esto trata “Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos” (2016), la nueva película del universo del mago más famoso del celuloide: Harry Potter. Si bien los sucesos transcurren 70 años antes del primer film de la saga, este es un spin-off, no una precuela. El nombre de Newt Scamander aparece en la franquicia por primera vez en “Harry Potter y el Prisionero de Azkaban” (2004), en el Mapa del Merodeador. En mundo Potter es el autor del bestseller de 1927 “Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos” que utilizan los estudiantes de Hogwarts. De hecho la autora J.K. Rowling en 2001 lo hizo realidad escribiendo lo que sería la copia de ese libro para beneficio de entidad benéfica. Y hablando de la escritora, debuta aquí como guionista. Y también vuelve David Yates, que dirigió las últimas cuatro películas de Harry Potter. Si se preguntan cuántos años pasaron desde el último largometraje, fueron sólo cinco. La idea de este film es explotar esa nostalgia, esa falta, esa necesidad que tienen los fanáticos de más y más. Y lo hacen bien, porque se reconoce ese universo, la magia está intacta y los personajes tienen cierto atractivo. Pero todo se ve algo forzado, como que tiene que gustar y convertirse en una nueva franquicia, entonces el contenido decae. Está más latente la idea de ganar dinero que otra cosa. Harry Potter tenía un asidero en sus libros y tenía bases sólidas, y quieren instalar a Newt Scamander en el mismo lugar legendario, sin lograrlo por supuesto. No es que no la van a pasar bien viendo este film, al contrario; pero el tufillo a “ganar dinero” que tiene es demasiado fuerte. Es más, el mes pasado se confirmó la segunda parte para 2017 y la tercera para 2018... Y hay dos más sin fecha todavía. Sí, cinco en total van a hacer. Sólo algo más para terminar, un consejo que va con amor y con las mejores intenciones del mundo: Soltar, J. K. Soltar es bueno y hace bien. Dejá tus miedos y probalo. En verdad no pasa nada. Es hora de dejar seguir exprimiendo y exprimiendo con lo mismo, ¿no te parece?
El universo Potter en la tierra de Trump. La novelista británica sorprendió con una nueva línea que retoma el imaginario del joven mago para contar una historia paralela, trasladada con gracia a Estados Unidos. Es el comienzo de una nueva saga, que al menos tendrá otras cuatro partes: negocio redondo. Cuando se trata de convertir el cine en un negocio, parece que no hay nadie más eficiente que J. K. Rowling. Mérito doble, porque antes que eso la escritora escocesa hizo lo propio con el “negocio” de la literatura, componiendo una de las series de libros más exitosas de todos los tiempos: la de Harry Potter. Una vez transformados sus siete volúmenes en ocho películas, cuya recaudación global rondó los siete mil millones de dólares, parecía que la cosa quedaría ahí, grabada para la historia en el bronce de las estadísticas. Quienes creyeron que la prolífica Rowling se conformaría con eso se equivocaron. Cuando los fanáticos empezaban a aceptar que las aventuras de Potter fueran parte del pasado, la británica sorprendió con una nueva línea dentro de ese universo, que retoma su imaginario para contar una historia paralela. Un procedimiento que en el cine se denomina spin off. El estreno de Animales fantásticos y dónde encontrarlos es la adaptación cinematográfica de la primera novela de esta nueva serie, que regresa al universo mágico desarrollado en Harry Potter, pero en un nuevo contexto, con un nuevo foco narrativo y nuevos protagonistas. El primer episodio de al menos cinco que ya fueron anunciados. Negocio redondo. Rowling es inteligente y supo hallar la mejor forma de renovar su catálogo de creaciones sin perder la continuidad de lo construido, que le garantiza un público potencial muy numeroso. Si el relato de la saga Potter transcurría en tierras británicas, con toda su tradición mítica y cultural como soporte, la gran apuesta de Animales fantásticos... reside en trasladar toda esa parafernalia al Nuevo Mundo: Estados Unidos. El truco es simple, pero debe admitirse que se requiere de algún talento para realizarlo de manera exitosa, y no se le pueden negar a Rowling los suyos. El más notorio: su facilidad para crear personajes con los cuales es muy fácil vincularse, ya sea por simpatía, empatía o antipatía. Y el nuevo protagonista, Newt Scamander, se las arregla bien para cargarse la compleja tarea de calzar los zapatos de Harry. Se trata de un joven mago, exalumno de Hogwarts (la misma escuela donde transcurre la acción en las novelas de Potter), que llega a Estados Unidos en busca de animales fabulosos que están prohibidos en tierra norteamericana. Pero la naturaleza de las cosas hace que todo se complique, involucrando a un nomago (un ser humano común, lo que en la Gran Bretaña potteriana se conoce como muggle) y acaba arrestado por la autoridades mágicas de Nueva York. Encarnado por Eddie Redmayne, Scamander concentra en sí mismo la esencia de lo británico para hacer que se destaque entre lo estadounidense por contraste. A diferencia de otros papeles en los que el actor pelirrojo tuvo vía libre para sus excesos histriónicos hasta volverse insoportable, acá tiene la prudencia de atenerse a un perfil británico más contenido y flemático. Es decir, Redmayne no deja de sobreactuar, pero al menos no resulta (tan) exasperante. Rowling aprovecha bien el cruce del Atlántico para dar continuidad dentro de su imaginario a las diferencias culturales que existen entre estadounidenses y británicos en el mundo real, y lo hace con humor. Y utiliza la particularidad del nuevo escenario para definir un universo propio que se vaya despegando de la saga anterior. Ejemplo de eso es el movimiento antimagos, que reproduce las tradicionales cacerías de brujas asociadas al costado puritano de la historia norteamericana. Otro acierto es ambientar la historia en Nueva York entre 1920 y 1930, partiendo de una estética cercana al steampunk que recuerda al monumentalismo del Brazil de Terry Gilliam. Animales fantásticos... cuenta además con un gran reparto que ayuda a hacer que todo se vuelva aceptable. Incluso lo menos creativo de este trabajo de Rowling (y de todos sus trabajos en general), que son sus criaturas, nunca muy originales y siempre subsidiarias de lo ya imaginado antes por diversas mitologías. En ocasiones, hasta parece no haber ninguna razón demasiado sólida que justifique algunas de las apariciones que realizan las extrañas especies, más que la simple fórmula de romper la linealidad del relato cada tantas escenas, buscando distraer y asombrar a partir de un despliegue visual algo vacuo.
Esta es una gran aventura cinematográfica, se harán cinco películas y seguramente obtendrá una majestuosa recaudación. En la dirección David Yates, que hizo las últimas cuatro películas de Harry Potter. En la película “Harry Potter y la piedra filosofal” (2001) se hace una referencia a estos “Animales fantásticos”. Cuenta con un gran elenco, todo el carisma de Eddie Redmayne (Quien interpretó a Stephen Hawking en “La teoría del todo”), aquí interpreta al mago Newt Scamander encaja muy bien en el mundo de Rowling, llega a Nueva York con una maleta cargada de extrañas criaturas salvajes y fabulosas, algunas se escapan y lo hacen pasar situaciones inesperadas. Se encuentra con Jacob Kowalski (Dan Fogler) es un nomaj (es la denominación para aquellas personas normales sin poderes mágicos) este trabaja en una fábrica y su sueño es abrir una pastelería y le pone los toques muy divertidos, las hermanas Porpentina Goldstein (Katherine Waterston) y Queenie Goldstein (Alison Sudol), Credence (Ezra Miller), Percival Graves (Colin Farrell), muy escrupuloso frente a los nomajs. Además están las fuerzas oscuras de un poderoso mago malo, Gellert Grindelwald (Johnny Depp). Personajes secundarios: Ron Perlman, Jon Voight, Carmen Ejogo, Ezra Miller y Samantha Morton. Su desarrollo es muy ágil, con efectos visuales alucinantes, estupenda ambientación (calles, edificios, vehículos, vestuario, maquillaje, música, entre otros), actuaciones y todos los rubros técnicos excelentes. Contiene varios mensajes, lo que falla es un flojo guión y le sobran algunos minutos. En noviembre de 2018 llegará “Animales fantásticos y dónde encontrarlos 2” y la tercera para el 2020.
Regresa el mundo de Harry Potter, pero antes de su existencia, en el inicio de esta nueva saga cinematográfica llamada Animales fantásticos y dónde encontrarlos. Newt Scamander (Eddie Redmayne, un poco exagerado en mohines y tics en su actuación) es un magizoólogo, (mago que se especializa en animales fantásticos) que viaja a Nueva York para llevar a cabo algunas necesarias “reparaciones” para la vida de estos excéntricos bichos. Estamos en 1926 y de este lado de ultramar no se aceptan estos animales y además los magos deben permanecer ocultos ante el mundo o, por lo menos, no llamar la atención en virtud de mantener la paz en la que viven con los humanos (aquellos llamados muggles en Harry Potter). Newt encuentra a uno de ellos Jacob Kowalski (Dan Fogler) -que quiere abandonar su empleo rutinario y cumplir con el sueño de poner su negocio de panadería- de casualidad y por un equívoco de maletas y también halla a dos hermanas que trabajan en el Ministerio norteamericano de hechicería Porpentina “Tina” (Katherine Waterston) y Queenie Goldstein (Alison Sudol). Algo parece suceder en la gran ciudad que está poniendo a todos recelosos, especialmente a Percival Graves (Collin Farrell), el Director de Seguridad y mano derecha de la Presidenta, algo que finalmente ocasionará muertes que pueden desatar una lucha sin cuartel. El cuarteto de marginales o marginados (un joven tímido echado del colegio, una auror desplazada de su cargo, un no-maj y una joven voluptuosa y enamoradiza que lee la mente) deberá unir fuerzas para salvar de la acusación a los animales y desentrañar los misterios de las fuerzas maléficas que están por desatarse. Animales fantásticos y dónde encontrarlos es una suerte de spin off de Harry Potter (se nombra a Hogwarts, a Dumbledore y a la familia Lestrange, a través de Leta el primer amor de Newt) que permite volver o seguir desarrollando todo ese universo con nuevos personajes. J.K. Rowling, en su primera intervención como guionista, consigue mantener viva la llama de su imaginación y David Yates, el director, le da continuidad a la estética oscura y gris de las últimas cuatro películas de Potter tiñendo a ésta de la misma pátina de colores y tono, especialmente cuando se desata la lucha entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, de una forma cruenta y violenta, que “anticipa” lo que ocurrirá con la aparición de Lord Voldemort, que en este caso se llama Grindelwald (un personaje del que se habla y que aparecerá breve pero poderosamente para continuar la saga que ya se anunció compuesta de cinco filmes). El otro tono, más lúdico y juguetón, es para contar todo lo que tiene que ver con los animales extraños que pululan en la película y a los que hay que recuperar una vez que se escaparon de la maleta del protagonista. Y también para mostrar el desarrollo de la historia de Kowalski y Queenie que se van ganando un lugar más que importante en el filme y casi robándose la atención. Son además de cierta función de comic relief, la trama romántica que funcionaría como el otro lado de la de los protagonistas que nunca alcanzan a desplegarla ante la importancia más solemne con la que se los construyó, al menos en esta primera entrega. Más allá de cierta dificultad para desarrollar con la misma fluidez y lograr encadenar las historias en juego (especialmente la de la familia poderosa: padre dueño de los medios, un hijo político y el otro ninguneado, que parece asomar y se queda a mitad de camino o en la sala de montaje), o de “multiplicar” los finales, el inicio de esta saga (que en su origen sólo fue un pequeño libro a modo de enciclopedia que listaba animales -escrito con fines benéficos-, y de ser nombrado como texto escolar en los primeros años de colegio de Harry) Animales fantásticos y dónde encontrarlos es una interesante puerta de entrada para seguir disfrutando de más magia.
Animales fantásticos y dónde encontrarlos es un copetín ameno para matar el tiempo, mientras esperamos que el Ojo de Agamotto restaure la verdadera magia en los cines la semana que viene con la llegada de Doctor Strange. A modo de entremés la cartelera nos presenta la primera entrega de esta serie de precuelas forzadas que ante la falta de ideas creativas se volvieron moneda corriente en los estudios de Hollywood. De esa manera nos encontramos con esta clase de producciomes desesperadas por construir una nueva franquicia, en lugar de ofrecer una gran historia que justifique la expansión de los universos de ficción que trabajan. Obviamente si sos un fanático apasionado de Harry Potter esta cuestión no te importa en absoluto y vas a celebrar cualquier cosa que hagan, aunque se trate de la historia de los abuelos de Dobby. De hecho, Animales fantáticos está claramente dirigida a los fans adultos que en la última decada se criaron con la saga de Potter en el cine y la literatura. La gente que no esté familiarizada con los libros se va a quedar a fuera de muchos detalles que se trabajan en esta propuesta. Un tema que también está presente en el tono que el director David Yates le dio a la dirección. A diferencia de los primeros dos filmes de Potter que eran más familiares, la nueva película se mete en un terreno oscuro de muerte y violencia desde las primeras escenas. Ahora bien, para los espectadores que no son fan de la saga el film ofrece un cuento decente de fantasia que logra ser entretenido, si bien no está a la altura de los rídículos elogios exagerados de los fans y la prensa internacional. La película tiene algunas virtudes que me merecen ser destacadas. En principio la novedad más importante es que J.K.Rowling, como guionista de este proyecto revirtió una de las mayores debilidades de la saga Potter. Algo que siempre detesté de esta historia es que tanto los magos como los elementos fantásticos fueron retratados dentro de una comunidad amish que estaba recluida en sí misma. Ser mago sólo era relevante en el ambiente de Hogwarts, ya que la magia era obsoleta en el mundo real donde los personajes no tenían ninguna influencia notable. En Animales fantásticos Rowling abríó el juego y es interesante ver a los hechiceros interactuando en un mundo real donde sus acciones generan consecuencias graves. Ese aspecto de la historia está muy bien trabajado y le dio un matiz diferente al mundo de fantasía que propone la autora. El problema de este film es que está sostenido con personajes secundarios olvidables que no tienen la fuerza suficiente para genera entusiasmo por el conflicto que se presenta. Esa dinámica tan especial que tenía el equipo que conformaban Harry, Hermione y Ron acá está ausente y los protagonistas no son para nada atractivos. Al menos como para seguirlos en cuatro películas más como ya se anunció en los medios. Newt Scamander (Eddie Redmayne) es simpático y sus relación con los animales fantásticos resulta emotiva, pero es un personaje débil e irrelevante que podía haber sido un maestro más de Hogwarts en los filmes originales. No obstante, lo peor pasa por el decepcionante tratamiento que le dio Rowling a los personajes femeninos. Algo que llama la atención teniendo en cuenta que ella creó muy buenas heroínas y villanas en esta saga. Tina Goldstein (Katherine Wasterton) es un personaje insulso y aburrido que no trasnmite nada y peor resulta su hermana Queenie (Alison Sudol), cuya única función es la de servir de interés romántico al sidekick de Scamander. El equipo de héroes es muy pobre y no generan entusiasmo por verlos juntos en más historias. Por otra parte, Ezra Miller, quien interpreta al clásico personaje torturado de las obras depresivas de Rowling, se desempeña en una película diferente. Es decir tenés la historia de Scamander con sus animalitos y el rol de Miller aparece en otro conflicto aparte que dejá numerosas incógnitas sin resolver obviamente porque hay que vender las futuras continuaciones. David Yates hizo un trabajo decente con los aspectos visuales y las secuencias de acción, pero queda claro que este año su atención la puso en La leyenda Tarzán más que en este film que realizó en piloto automático. Probablemente a medida que la trama se meta de lleno en el reinado de terror de Gellert Grindelwald esta nueva saga se vuelva un poco más atractiva. Reitero el film es entretenido y se deja ver pero no es para nada una de las grandes producciones del año como se exagera en muchos medios de comunicación. Probablemente el fan de Potter la vivirá con otra intensidad, pero para el resto del público es una película más de fantasia.
Crítica emitida por radio.
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Presentando un nuevo mundo Poco queda por decir de la saga del joven mago más famoso del mundo, y cuando la gallina de los huevos de oro de J.K Rowling parecía haber dado sus últimas contribuciones a la pantalla grande, esta nueva andanada busca seguir aprovechando un interés nunca desaparecido en los fans de Harry Potter.
La llama de la pottermanía está lejos de extinguirse y JK Rowling lo sabe muy bien. La escritora realizó su primer guión cinematográfico para Animales fantásticos y dónde encontrarlos, el spin off de la saga de Harry Potter. Se abre una nueva puerta del universo mágico que está por cumplir 20 años, y lo que se vislumbra deja ganas de más. Quizás no para otras cuatro películas, como ya planeó Warner Bros, pero sí para una secuela.
Animales Fantásticos: hubo vida antes de Harry Potter Un nuevo film situado en el universo creado por J.K. Rowling busca seguir explotando el filón con toda una nueva galería de personajes La historia, escrita por la propia J.K. Rowling adapta de alguna manera el libro del mismo título que en la ficción (y en la realidad porque salió publicado como merchandising en 2001) es un compendio de todos las fabulosas criaturas que se viven en el mundo mágico que utilizan los alumnos del colegio Hogwarts como bibliografía obligatoria en el primer año de clases. Yendo a la película, el espectador deberá desechar completamente, para poder disfrutarla, cualquier idea de volver a ver a alguno de los personajes clásicos ya que la trama no sólo es completamente novedosa sino que inclusive se desarrolla en los Estados Unidos en 1926. Más disímil, imposible. "Animales Fantásticos" relata un viaje que hace Newt Scamander, un coleccionista de estas criaturas que las mantiene muy cómodas en una especie de zoológico que montó en su maletín de viajero, a la ciudad de New York en el año 1926 y coincide con el reinado de terror que viven los magos a raíz de los ataques perpetrados por Geller Grindewald, un mago tenebroso que desató una guerra global de magos. Pero Scamander tendrá que solucionar sus propios problemas cuando, tras una confusión de maletines, los animales que lleva se escapan por toda la ciudad. A partir de esta premisa, el director David Yates, que tuvo a su cargo la realización de las últimas cuatro entregas de Harry Potter y que retoma acá su tarea luego de la fallida "Tarzán". La historia tarda un rato en entrar en calor dada la afición del director de tratar de presentar a los personajes y recién a la mitad de la película la cosa se pone en movimiento con dos frentes de batalla para los protagonistas, Scamander y dos magas y un "muggle" que se le unen en su cruzada. Es la primera mitad de la película la que plantea quizá la apertura de tantos frentes lo que causa una cierta sensación de agobio mental ya que a medida que se van planteando los conflictos, el relato transcurre entre maravillosos efectos especiales que se llevan un gran porcentaje de la atención. Eso sí, cuando la cosa toma ritmo, el relato y la imaginería visual de Yates –que ya roza la perfección- se unen y todo parece ir sobre carriles, aunque para eso ya se "perdió" mucho tiempo. Lo bueno es que la historia funciona en dos ritmos: como film independiente que cuenta un episodio del pasado del mundo mágico y además como primer episodio de una trilogía de filmes que en los últimos días fue ampliada a una pentalogía que abarcará los siguientes 19 años de vida del protagonista. Y hablando de éste último, Scamander está interpretado por el ganador del óscar Eddie Redmayne, que no se resigna a encarnar a un personaje sin tics faciales. Su personaje es por demás particular y, aunque simpático, le falta un poco de carisma ante sus compañeros de elenco que logran mucho sin recurrir a fantochadas. "Animales Fantásticos" es, entonces, una película muy divertida para los fanáticos de J.K. Rowling, que reconocerán varios elementos de su obra literaria, y una buena opción para todo aquel que quiere conocer de qué trata todo esto y no sabe por dónde comenzar.
La magia sigue intacta Apabullante regreso del universo del mago más famoso y querido del cine. Gloriosa primera parte de una renovada secuela que promete mucho más que encantamientos patronus fuera de Hogwarts y bicharracos inimaginables. Hay películas que marcan a fuego el corazón de toda una generación de espectadores, como las que integran la saga de Harry Potter. El universo mágico de la obra maestra creada por J.K. Rowling sigue expandiéndose a paso firme. La historia se renueva y el regreso de ese mundo es tan fascinante como cualquiera de las ocho partes anteriores. En Animales fantásticos y dónde encontrarlos ya no están Harry, Hermione y Ron, ni la acción transcurre en las aulas de Hogwarts, el colegio de magia y hechicería dirigido por el profesor Albus Dumbledore. Sin embargo, en este inicio de lo que será la precuela de la popular saga, la magia sigue intacta, y por momentos hasta es más poderosa que en las películas anteriores. La idea es reactivar el mundo de Harry Potter a partir de un libro que salió publicado en 2001 como una guía de criaturas mágicas, libro que además formaba parte del programa de estudio de Hogwarts. Pero con una historia que comprenda los años anteriores a los de la saga del mago con anteojos. La película está ambientada en Nueva York en el año 1926. Empieza con el desembarco en la gran ciudad de Newt Scamander (interpretado por Eddie Redmayne) con una maleta movediza y sospechosa, como si llevara alguna mascota dentro. Newt se choca con un nomago (muggle), un tipo de mediana edad y regordete llamado Jacob Kowalski, quien también va por la calle con un maletín similar al de Newt. El choque entre ambos hace que una de las criaturas que Newt lleva en su valija se escape, lo que significa un problema tanto para la comunidad mágica como para los muggles (recuerden que acá el mundo se divide entre los magos y los nomagos, quienes no tienen que enterarse de la existencia de los primeros). Lo que sigue es una sucesión de problemas que se van encadenando hasta el final. El director David Yates, quien conoce como la palma de su mano el universo de Harry Potter, sabe cómo tiene que ir presentando a los personajes a medida que la acción avanza. Y en esta oportunidad tiene la ventaja de trabajar junto con J.K. Rowling, encargada del guión. La película da la misma oportunidad a todos los personajes para que se luzcan, y la mezcla de humor con el costado más oscuro del universo creado por Rowling es su gran logro. Eddie Redmayne en el papel de Newt Scamander, con su sonrisa torcida y su complexión desgarbada, compone un héroe distinto y querible. El enorme Colin Farrell, en la piel de un malo callado y misterioso, hace una primera aparición tímida pero que toma color (oscuro) a medida que avanza el filme. Mientras que el actor Dan Fogler, en el papel de Jacob Kowalski, se roba la película con su graciosa cara y su contagiosa sonrisa. La sorpresa actoral del final nos regala el plano del año. Animales fantásticos y dónde encontrarlos es un inmejorable relato fantástico en clave de aventuras, que petrifica con su varita de efectos especiales y que nos recuerda que el cine es un invento creado para entretener y encantar.
Esta nueva aventura en el mundo de magos y hechiceros creado por la escritora J.K. Rowling es una suerte de precuela de “Harry Potter” que transcurre en la Nueva York de los años ’20 y que apuesta por un clasicismo estético y narrativo a años luz de las más recientes superproducciones del cine de acción de Hollywood. El mundo de JK Rowling tiene códigos que solo pueden comprender en su totalidad los que han seguido su obra a lo largo de los años. Y no me refiero a los que, como yo, solo hemos visto las películas de HARRY POTTER y a esta altura solo recordamos media docena de personajes y similar cantidad de situaciones memorables. Como todos los “universos” literarios/cinematográficos (el de Marvel, mucho más expandido, es comparable) puede extenderse transversalmente de manera infinita para el deleite de sus fans y, por lo general, la confusión o el hastío de los casuales espectadores. Pero así como el mundo Marvel parece dominado por una eterna sucesión de crossovers y efectos especiales, la aparición de ANIMALES FANTASTICOS Y DONDE ENCONTRARLOS resulta, dentro de este contexto, bienvenida por dos motivos. Por un lado, más allá de que sean los elementos más promocionados en los trailers, no es una película atosigada por sus efectos. Es cierto que, cuando tienen que usarlos, los expertos en el tema sacan a relucir sus últimos trabajos de orfebrería digital, pero durante buena parte de la película desaparecen o son utilizados con una discreción y elegancia que se creían perdidas. Y, por otro, las diferencias temporales y de ubicación con respecto a los filmes de HARRY POTTER, al menos por ahora, no obligan al espectador a establecer demasiadas conexiones con aquellos filmes. Sí, es cierto, las palabras que Rowling inventó para el mundo de los magos siguen siendo igual de confusas que antes, pero no dificultan el acercamiento al filme de una nueva generación que puede no saber muy bien quien es Hermione… Hay otro importante punto a favor de la película da David Yates, el mismo director de las cuatro últimas aventuras de HP: su apuesta por cierto clasicismo narrativo. Al situar su película a mediados de los años ’20 en Nueva York, Yates entra a un universo cinematográfico bastante explorado en Hollywood (por momentos me hizo recordar a HUGO, de Martin Scorsese) y conecta con cierta lógica de los tiempos y personajes típicos del cine clásico, como lo son la rubia Queenie y el muggle Jacob (en EEUU, a los muggles se se los llama no-mags), que se cuentan entre los principales compinches de Newt Scamander, el british wizard y especialista en los animales fantásticos que ha llegado a Manhattan con algunas tareas por realizar. Pero en otro clásico enredo propio del “screwball comedy” de la época que el filme retrata, una valija se confunde con otra, los animales que Newt trae desaparecen causando todo tipo de estragos y el equipo que ellos forman (hay que sumar aquí a Tina Goldstein, una empleada de MACUSA, el Ministerio de Magia en versión norteamericana) se tiene que dedicar a buscarlos y volverlos a encerrar en el maletín. Pero esto es solo la excusa para algo mucho más importante que se anuncia apenas comenzado el filme: una misteriosa criatura visible solo como un viento atronador azota la ciudad destrozando todo a su paso y poniendo en peligro la ya de por sí difícil convivencia entre magos y no-magos. De hecho, hay una suerte de caza de brujas en pleno funcionamiento, con Samantha Morton a la cabeza, dueña de un orfanato que trae más conflictos que soluciones, ya verán porqué. Y los magos, como siempre, también tienen sus intrigas palaciegas, sus traidores y quienes no están muy de acuerdo con la idea de someterse al control o la represión de los humanos, como Percival (Colin Farrell), quien parece estar detrás de (o, al menos, interesado en) estos ataques brutales a los neoyorquinos. La trama de ANIMALES FANTASTICOS… es muy rica en lecturas políticas y sociales, especialmente en esta época post-Trump, donde los debates sobre las minorías, cualquier tipo de fascismo político y crecientes actos de rebeldía son noticia todos los días. Aún cuando la película precede al trumpismo, Rowling es consciente de esos ejes y su guión toca varios de esos temas (la “caza de brujas” es el más evidente) de una manera más inquietante que las películas de superhéroes que coquetean con esas temáticas pero prefieren ponerlas en segundo plano ya que lo más importante parece ser destruir planetas enteros. Aquí, los héroes pueden tener sus poderes, pero no son los “machos alfa” de ese tipo de película. Scamander es, más bien, su perfecto opuesto. No todo es redondo en la película de Yates. Pese a su clasicismo y su decisión por presentar una historia completa y compleja sin olvidarse de ella promediando la película para pasar a los golpes, hay momentos en los que sí apela a banales y evidentes ganchos de taquilla. Buena parte de la búsqueda de las criaturas fantásticas no es otra cosa que una versión bestial de un juego de Pokemon Go y más allá de la simpatía de algunos de estos bichos, el asunto se vuelve un tanto tedioso por un tiempo. Igualmente dudosa, al menos para mí, es la interpretación de Eddie Redmayne, el protagonista de la historia. Si bien es aplaudible la idea de que el héroe del filme sea un tímido y estudioso especialista en estas criaturas (con habilidades mágicas que no parecen ser superiores a las de cualquier otro) en lugar de una superpoderosa figurita de accion, Redmayne lo convierte en una suerte de freak similar a los que interpretó en otras películas: cabeza torcida, mirada hacia el piso, un susurro interno como voz. Debido a su interpretación pseudo Actor’s Studio, Newt está más cerca de parecer un autista sabio que otra cosa. Tal vez tenga que ver con el plan a largo plazo de la saga que, de no mediar un fracaso de público, promete incluir cinco películas, pero no encaja nunca con el espíritu clásico del resto del filme y le quita vitalidad. Newt puede ser lo que se llama un timorato “gusano de biblioteca”, pero Redmayne le pone tantos pequeños tics que lo vuelve un tanto insoportable. De todos modos, más allá de esas pequeñas objeciones, ANIMALES FANTASTICOS… es una muy sólida y noble película de aventuras para un público adolescente y adulto (como en las últimas HP, la apuesta de Rowling/Yates ya no es tanto para niños-niños) que logra evitar buena parte de los clichés de las superproducciones contemporáneas. O será que el mundo de los magos de la escritora británica, en unos pocos años, quedó como un remanso de clasicismo, control y organización narrativa frente a las cada vez más freneticas, explosivas e incomprensibles películas de accion de hoy.
Crítica emitida en Cartelera 1030-sábados de 20-22hs. Radio Del Plata AM 1030
Presentada como una suerte de precuela de Harry Potter (si bien la franquicia dará para cortar varios filmes más), en Animales fantásticos y dónde encontrarlos la novelista J.K. Rowling movió la magia de Hogwarts a Manhattan, y la adaptación de esta novela de 2001 hace a la mudanza bastante efectiva. Hay algo especialmente gracioso al ver a Newt Scamander (Eddie Redmayne) llegar al puerto de Nueva York en 1926 cargando una valija repleta de criaturas extrañas cuando, en un paralelismo ingenioso, Rowling cambia a la Ley Seca por una ley anti animales fantásticos. Scamander es un alumno de Hogwarts y, mientras busca a una suerte de pequeño ornitorrinco que escapó de su valija, desesperado por robar joyas, descubre la caza de brujas que hay en la ciudad. La organización MACUSA controla parte de Nueva York y evita por todos los medios que la magia se difunda; por tal motivo, los desmanes de Newt y sus animales, junto a las hermanas magas Tina y Queenie Goldstein (Katherine Waterston y Alison Sudol) y el no-mago Jacob Kowalski (Dan Fogler), serán objeto de persecución para la organización, y en especial para el mago manipulador Percival Graves (Colin Farrell). Los puntos flojos son la creación de un tímido y oprimido personaje, Credence, que al desatar su furia arrasa Manhattan en la forma de un ciclón digital (trayendo obvias comparaciones con King Kong, X-Men y demás) y la extensión de una película basada en un libro de apenas 126 páginas. En cambio, la dupla Newt/Jacob y sus pequeños animales son pura magia, y la propia magia de Nueva York, en cualquier década que sea ambientada, nunca decepciona.
La mística del universo Harry Potter sigue intacta en el nuevo film de David Yates. Indudablemente J.K. Rowling y David Yates hacen una muy buena dupla y Animales fantásticos y dónde encontrarlos lo termina de reafirmar. Después de tantas sagas, cuando parecía que todo estaba dicho, surge este spin-off de Harry Potter con un personaje fascinante: Newt Scamander. Newt es un joven magizoólogo abocado a preservar las especies mágicas del universo. Viaja por todos lados buscando nuevos ejemplares y dándoles refugio en su fantástica maleta. Dentro de esta hay una especie de reserva ecológica en donde cada animal tiene su hábitat adecuado para la supervivencia. Cabe que aclarar que la historia de Newt sucede 70 años antes de que nazca Harry Potter, en los años veinte. El film realiza una reconstrucción de época muy lograda: la escenografía, el vestuario, la música… la magia se tiñe de melancolía y una belleza inusitada. Todo comienza cuando el tímido Scamander (una brillante actuación de Eddie Redmayne) ingresa a la ciudad de New York en busca de un espécimen muy raro. Debido a un insólito episodio, sin embargo, algunos de sus animalitos escaparán y él terminará siendo el blanco de MACUSA (Congreso de Magia de los Estados Unidos). Animales fantásticos cierra por todos lados. Esta nueva aventura genera intriga y los personajes son tan adorables como oscuros. También es una gran comedia, Jacob Kowalski (Dan Fogler) es un genial compañero para Newt, al igual que las hermanas Porpentina y Queenie Goldstein, quienes hacen una excelente dupla. Todos juntos forman un cuarteto que da pie a situaciones dinámicas y divertidas y otorgan un gran ritmo a la cinta. Pero no todo es luminoso y de colores fluorescentes, también hay un flanco muy oscuro. El personaje de Credence (Ezra Miller) es cautivante, a pesar de su negrura tiene una humanidad y es de una sensibilidad pocas veces vista en la pantalla. Es en esta indefinición entre bondad y maldad en donde gana con creces la película. Al fin y al cabo los personajes de Rowling son seres sufrientes que lo único que necesitan es afecto, una demostración de amor. Por los excelentes efectos especiales, por contar una gran historia, por crear conciencia ecológica, por poder concebir un nuevo universo sin repetirse… por todo esto y mucho más hay Animales fantásticos y dónde encontrarlos para rato.
Mi zoológico favorito La marca Harry Potter es una mina que nunca se agota. La incansable J.K. Rowling fue capaz no sólo de crear una de las sagas más taquilleras de la historia del cine ?siete libros, ocho películas y más de 7 mil millones de dólares de recaudación en todo el mundo y tres libros más que complementan el universo Potter- sino que también inventó todo un universo que ya forma parte de la cultura popular de media humanidad. Ahora Rowling se lanzó también como guionista con "Animales fantásticos y dónde encontrarlos", la primera de cinco películas que funcionarán como una precuela sobre el niño mago. La historia transcurre en 1926 en Nueva York. Allí llega el mago Newt Scamander acompañado por parte de su extraño zoológico personal para, sin proponérselo, desatar un conflicto entre sus colegas de una ciudad asolada por una fuerza oscura y destructiva. Acá no están Harry, Hermione, Dumbledor o Voldemort, y tampoco se los extraña. Sí hay varitas y duelo de magos, personajes nuevos y secundarios con el potencial de eclipsar a los protagonistas, y Gellert Grindelwald, la tan promocionada aparición de Johnny Depp, como el mago de las artes oscuras mencionado al principio de la saga. El filme funciona de manera autónoma, pero los fans encontrarán una atmósfera familiar gracias a la dirección de David Yates, responsable de las últimas cuatro entregas. Y quien no sepa nada de Harry, Hogwarts y la magia, conocerá el genio de una escritora con la cualidad de crear personajes entrañables aun en su extrañeza.
El cine se ha vuelto un juego de franquicias, lo que de todos modos no implica que las películas sean buenas o malas. Basada en el universo de Harry Potter, esta película traslada la acción de Gran Bretaña a los Estados Unidos y narra las aventuras de Newt Scamander en busca de animales fantásticos. En Nueva York algunos escapan, aparecen los problemas y hay que ir, magia en mano -la magia en este mundo es una ciencia exacta, por otro lado- a resolverlo. Es decir, estamos en una película de aventuras más o menos clásica que aprovecha aquello que sabemos de un universo que se volvió de literario en fílmico. El resultado es dinámico y simpático, los personajes generan empatía y hay espectacularidad suficiente como para que el divertimento valga la pena. Pero la pregunta del millón consiste en saber si quedará en nuestra memoria, y allí el asunto no es tan sencillo. Tenemos un bastidor bien realizado, una historia bien contada y un mundo más o menos consistente, pero carecemos de un tema, de algo que vaya más allá y que fije sus imágenes como parte de nuestra experiencia. Sí, quizás son muchas palabras rimbombantes para decir que es “una película más”, pero alguna vez había que explicarlo. Se la pasa bien, pero no más que eso.
El mejor regreso al mundo mágico Estamos en 1926, plena entreguerras, cuando Nueva York empezaba a perfilarse como la megalópolis por excelencia. Allí desembarca Newt Scamander (el oscarizado Eddie Redmayne), con apenas una valija a cuestas. No es una maleta cualquiera, alberga un tesoro de seres fantásticos al que sólo la magia permite acceder. Seres únicos, maravillosos, adorables... y peligrosos. Salvo para Newt, quien se siente más cómodo entre ellos que interactuando con los humanos. Desde ese encabezado, en apenas un puñado de escenas, el universo creado por la británica J.K.Rowling queda expuesta con absoluta naturalidad. Como si esta historia, con otros personajes, en otro rincón del mundo y ambientada 70 años antes de la saga de Harry Potter, hubiera aguardado desde siempre su momento. Todo encaja con naturalidad y encuentra sentido en “Animales fantásticos y dónde encontrarlas”, y por eso es una película tan disfrutable. La propia Rowling escribió el guión -se encargará también de las próximas entregas de esta saga-, mientras que Peter Yates mantiene el control del proyecto. Ya había dirigido las últimas cuatro películas de Harry Potter y haber mantenido la estética y el tono de la serie es uno de sus aciertos. También el ritmo narrativo que emplea, a veces pausado, a veces trepidante. Yates parece haber nacido para este trabajo. Hay infinidad de guiños para los fans, pero también una alfombra roja para quienes descubren este universo. Porque a la par del componente fantástico, y este es el mayor mérito de Yates y de Rowling, lo que sigue predominando es la empatía que generan los personajes y su compromiso por la amistad. Más que deslumbrar, “Animales...” divierte y emociona, y eso es mérito de la química que fluye entre Newt, Kowalski (brillante Dan Fogler), Tina (Katherine Waterston) y Queenie (Alison Sudol). Juntos lucharán contra una fuerza malévola y destructora. Bienvenidos.
Un festival para la vista que sólo se puede disfrutar a pleno en pantalla grande. Aquellos que no hayan gustado de la saga de Harry Potter, no dejen de darle una oportunidad a esta producción, ya que si bien es de su misma autoría, creo que esta última....
Cuando J.K. Rowling anunciaba la realización de una adaptación basada en su libro Fantastic Beasts and Where to Find Them, todos se preguntaron qué podía salir de una enciclopedia ficticia sobre el universo mágico, al mismo tiempo que brotaba la alegría de los fanáticos por volver a disfrutar, aunque sea del aroma, a Harry Potter. Más noticias llegaron: el guión estaría escrito por la propia autora, el protagonista sería el investigador de criaturas Newt Scamander, se situaría 70 años antes de los hechos conocidos por todos, el terrorífico precursor de Voldemort, Gellert Grindelwald, podría tener cierto protagonismo; y, lo que más expectativa generaba, el relato nos introduciría en la sociedad mágica estadounidense. Si pensamos que todo estaba preparado para que la película triunfara por las remembranzas del famoso mago, nos equivocamos. El film se desliga, obviamente no de forma total, y nos presenta una historia extraordinaria, madura y que vuela por sus propios medios. Cuando el introvertido y extraño Newt pisa el suelo norteamericano, los problemas ya están a la orden del día. La radical sociedad mágica del país, encabezada por el MACUSA -el homólogo del Ministerio de Magia británico-, se encuentra sumida en una crisis que podría revelarlos ante los no tan escépticos nomaj (equivalente a muggles). Newt viene a representar un problema más, por el escape de sus criaturas. Y frente a todo esto, los magos responden agresivamente para intentar solventar el problemático evento que significaría ser expuestos ante la sociedad no mágica, ya sea por la amenaza de Grindelwald o los accidentes que puedan provocar estas bestias. A diferencia de sus hermanos ingleses, aquí la sociedad vive en completa distancia con el mundo corriente, algo que el film enfatiza de forma constante e inteligente. Los conflictos se van a ver envueltos permanentemente en el peligro que representa el ser descubiertos. Esta problemática funciona como más que un contexto, es el punto de partida a considerar de todas las decisiones que los personajes tomen y que genera en el espectador una incertidumbre subrayada por aquellos lideres nomaj, reticentes y decididos a eliminar cualquier rastro de experiencia mágica. critica-fantastic-beasts-and-where-to-find-them2 Aquí aparece en forma paralela Mary Lou Barebone, la líder nomaj de un grupo fundamentalista anti-magia conocido por el nombre de los Segundos Salemers -en clara referencia a la quema de brujas de Salem a finales del siglo XVI-, que busca concientizar a la sociedad de la hechicería y el peligro que esta representa. Si el film ya acarreaba un tono sombrío desde su introducción, aquí aparece el terror y la densidad representados en la figura de esta cabecilla, capaz de azotar a destajo a sus propios hijos adoptivos. Por el otro lado se encuentra la Presidente de Macusa, Seraphina Picquery, orgullosa pero decidida a dar caza a Grindelwald y proteger a su propio pueblo de una posible guerra bajo cualquier medio necesario, incluso llegando a la muerte, describiendo de forma perfecta el pánico y el extremismo de los magos norteamericanos. A su lado se encuentra un misterioso ¿auror? llamado Percival Graves, quién irá a relacionarse con Creedence Barebone, el hijo adoptivo de Mary Lou. Si esto no bastaba por si mismo, el escape de las criaturas de Newt vienen a generar otro problema con el cual las dos sociedades, mágica y nomaj, debe lidiar. Independientemente de cómo el mago británico intenta recuperar a sus amados animales fantásticos, la trama se encarga de presentar a grandes personajes que no hacen añorar para nada a Harry, Ron y Hermione. Uno es el propio Newt, extraño pero entregado y cariñoso con aquellos seres por quiénes daría la vida, bien interpretado por Eddie Redmayne. Además están las hermanas Tina y Queenie Goldstein, así como también un nomaj, Jacob Kowalski, que se verá accidentalmente involucrado en la fuga y por tanto en el mundo mágico, convirtiéndose en el comic relief del film. Este cuarteto no solo representa la trama principal, sino el entretenimiento y el humor que no satura la película y atenúa ese tono oscuro y malicioso tan propicio para una Nueva York sumida en el caos. critica-fantastic-beasts-and-where-to-find-them3 Claro que las criaturas no iban a pasar desapercibidas en el relato. Resultan queribles, carismáticas y amplían el universo mágico, dándonos una idea de las maravillas que podría contener y desarrollar en las próximas producciones de la saga. Por supuesto que hay ciertos detalles en estas bestias que apelan directamente a los conocedores de Harry Potter, que harán que estos lo disfruten más, igual que la narración de las otras tramas. De manera acertada estos detalles no forman parte del argumento, por eso mismo la película triunfa por sus propios méritos. Fanático o no, todo es presentado ante nosotros como si fuera la primera vez que nos exponemos ante el mundo mágico. Más aún, hasta los del primer grupo se verán sorprendidos. David Yates vuelve a la dirección de un film del universo mágico. Se encuentran ciertos rasgos tanto técnicos como narrativos -el final del film exagera por su melosidad-, que caracterizan a las últimas cuatro películas de Harry Potter -más que nada The Order of the Phoenix y The Half-Blood Prince-, pero salvando esto el realizador logra una gran maduración para mantener el ambiente de crisis e incertidumbre en todas las líneas del relato. Esto sería imposible sin el gran trabajo de producción para recrear la Nueva York de las primeras décadas del siglo XX, entre el amalgamamiento entre imagen real y CGI para los planos generales y las criaturas mayormente, manteniendo esta verosímil conjunción que existía en la mayor parte de los films del niño mago. Rowling debuta con un guión solido, clásico y un plot twist que deja la boca abierta y sienta las bases para la secuela. Fantastic Beasts and Where to Find Them excede a las criaturas que existen en el mundo nacido de la mente de la escritora, es al mismo tiempo un abrazo hacia la naturaleza y una crítica hacia la xenofobia. Como relato, muy profundo, con la presentación y el desarrollo de una problemática que conocíamos por los relatos anteriores pero que realmente descubrimos que trascendió a la sociedad mágica británica y que en sus pares norteamericanos impactó mucho mas profundo, convirtiéndose en el mayor acierto de una narrativa que seguramente, y con esperanza, impregnará y repercutirá en las demás culturas mágicas. Llegando al final de Harry Potter ya habíamos dejado de ser muggles. Aquí hay algo totalmente nuevo, volvemos a mirar a través de los ojos de un nomaj, como en la maravillosa y emocionante escena en que Kowalski descubre el universo que Scamander escondía en su maletín. De pronto caemos en la cuenta de que lo que se encuentra frente a nosotros es solo la punta del iceberg de un cosmos emocionante.
Jumanji mágico Dolió abandonar el mundo fantástico de Harry Potter en 2011. Más para aquellos que crecimos con la historia del Niño que Vivió, sus amigos y, por sobre todas las cosas, la colosal obra que se mandó J.K. Rowling. Cinco años después de decirle adiós al joven mago, las puertas vuelven a abrirse y corriendo a todo galope llega Fantastic Beasts and Where to Find Them, un vistazo al mismo mundo pero desde otra óptica. Si hay algo más que aplaudirle a la autora, es su ingeniosa capacidad -con ayuda del estudio por detrás, claro- de expandir un libro de texto ínfimo pero adorable en una inminente pentalogía, que explorará la mitología de la Gran Guerra en el Mundo Mágico muchos años antes del alzamiento al poder de Voldemort. En lo que marca su primer guión cinematográfico, su estilo y picardía siguen intactos como siempre, aparte de contar con una gran narrativa. Ayuda mucho también que el genial David Yates -que ya estaría olvidando el pequeño fiasco de The Legend of Tarzan de hace unos meses- vuelva a la saga con un sentido de obligación, para continuar el gran trabajo que ha venido logrando al adaptar las obras de la inglesa. critica-fantastic-beasts-and-where-to-find-them5 El año es 1926 y, en medio de un revuelo mundial por la amenaza del mago Gellert Grindelwald, el magizóologo Newt Scamander llega a Nueva York con una maleta llena de misteriosos animales mágicos que, a fuerza de una confusión bastante obvia pero no por ello menos disfrutable, terminan liberados en la ciudad. Causando gran alboroto y desesperación por parte del Ministerio Mágico local, estos son una amenaza para la frágil línea que separa a los humanos de los no-magos, y es cuestión de tiempo para que una crisis estalle por los aires. En este contexto es que se presenta al nuevo protagonista de la saga -esperemos- que significa el Newt de Eddie Redmayne. Él le pone el cuerpo y la voz a ese profesor alocado y vivaz, que lamentablemente queda relegado por el peso de la trama y el resto de los personajes. Su Newt es adorable pero el carisma que despide el actor no es muy diferente a otros personajes que ha compuesto en el pasado. Siendo más claros, es Redmayne con una varita en mano; y eso no es nada malo, que conste, pero se requería otro tipo de fineza para hacerlo más destacable. Lo mismo ocurre en cierta medida con la Tina de la ascendente Katherine Waterston, que tiene ciertos momentos pero no termina de encajar con su maga hambrienta de aventuras. Por otro lado, los que les roban protagonismo son el soberbio Jacob de Dan Fogler y la tierna pero sexy Queenie de Alison Sudol, verdaderas revelaciones que tienen una química abrumadora juntos. El cuarteto funciona muy aceitado en grupo, y la elección de actores prácticamente desconocidos en general ayuda a generar empatía con ellos. critica-fantastic-beasts-and-where-to-find-them4 Sin embargo, el gran destacado de la película es el mundo mágico por el que se mueven los personajes. Nueva York vibra con detalles, muy puntillosos, que no podían faltar en una obra con el sello de J.K. Los animales son -ejem- fantásticos, muy inventivos, con colores destellantes y diseños más que llamativos. La historia que los acompaña es agradable y sencilla, aunque tiene grandes pinceladas de lo que se vendrá en el futuro. A veces puede parecer un prólogo, pero es más que disfrutable por sí sola. Las maravillas hablan por ellas mismas. Es una versión más mágica, si se puede, de la icónica Jumanji, pero con un maridaje de animales raros y exóticos. Fantastic Beasts… es un gran puntapié inicial de lo que puede llegar a ser una excelente segunda saga mágica, que promete mucho con una historia más oscura que la original de Potter, pero nunca perdiendo ese costado gracioso, hilarante y tierno que sólo puede contener el universo de Rowling. Una vez más, gracias por tanta magia.
Este filme es un claro representante de aquello que en cine se establece como marca registrada. J.K.Rowling ya es exactamente eso, mal que me pese, con todo lo malo y lo bueno (que no es mucho, por cierto) que eso signifique. Es por ello que esta película, producida por la autora de la saga de “Harry Potter”, pero fuera de la franquicia, es más de lo mismo, con el agravante que no es una continuidad. Ese es el primer problema de los muchos que tiene el guión escrito por la mismísima Rowling, Transcurre casi en su totalidad en Nueva York. En ningún momento se constituye un universo propio, supuestamente lo trae de prestado desde Londres. ¿Por qué razón el espectador tendría que saber esto? ¿Y el concurrente nuevo? Por ende, si hay un verosímil por instalar se lo olvidaron en el viaje. La historia tiene como personaje principal, nunca bien presentado, menos establecido y mucho menos desarrollado, a Newt Scamander (Eddie Redmayne), es quien llega a la gran manzana, Nueva York, por supuesto, y en barco. Estamos en el año 1924, entre las dos grandes guerras. Nuestro héroe, que nadie conoce, está de viaje en busca de comprar algo que no está a la venta, a una persona que no existe. Esto se lo informan a los cinco minutos de comenzada la proyección. ¿Se entiende? No. No hay problema, sigamos. La ciudad está plagada de magos que son proscriptos, perseguidos, lo que se establece como la posibilidad de una guerra entre los magos y los no magos, (cualquier similitud con “X Men” no es pura coincidencia, es un hurto). Toma contacto, persiguiendo algo de lo que trajo en su valija, (los animalitos de Dios y del titulo), primero y de casualidad con Kowalski (Dan Folger), un no mago del que se hace amigo. Ya sabemos lo duro que es estar solo sin conocer a nadie en una gran ciudad, tendrías que ser mago para no sentir angustia. ¿Pero Newt es mago? No importa, es necesario que se necesiten. Luego entra en escena, Tina (Katherine Waterston), una maga caída en desgracia y que ve en el hecho de descubrir las intenciones de Newt, si las tuviera, su posibilidad de retorno al lugar de los elegidos, entre los magos, por supuesto. Todo el relato está plagado de personajes, ninguno bien presentado, menos desarrollado, la mayoría sin motivación ni justificación alguna por su presencia, pero constituyendo una posible sub trama que luego se diluye. El más importante de todos estos es Graves (Colin Farrell), un gran mago cuya intención primaria es atrapar a un “obscurus”, que sería algo así como la esencia del mal, para ello necesita de la ayuda de Credence Barebone (Ezra Miller), hijo adoptivo de Mary Lou (Samantha Morthon) la fanática anti magos por antonomasia. Hay muchos otros personajes interpretados por reconocidos muy buenos actores, que vieron luz, entraron, cobraron, y se fueron, tan rápido como sus figurantes. Todo el filme esta construido a base de escenas en las que los personajes despliegan acciones para resolver situaciones, a veces utilizando la magia que les pertenece, desde ahí justifican cualquier cosa, otras sin utilizar esa magia, pero sin decir las razones. Libre albedrío, diría uno, más certero seria “laisser faire” (dejar hacer), “vade retro” David Copperfield. Por lo que toda la narración se vuelve repetitiva, tediosa, para colmo es previsible. Un guión plagado de lugares comunes, clichés de todo tipo para el género fantástico en que quiere inscribirse, sumándole los diálogos superfluos, pueriles, lleno de neologismos sin explicar. Cuando por fin se establece una especie de conflicto (para llamarlo de alguna manera), no es desde el protagonista sino del que debería ser antagonista, y el protagonista pasa a ser antagonista de alguien que no sabe que lo es. Parece confuso pero no lo es, es tonto. Hasta se da tiempo para plantear distintas historias con (im) posibles romances, apelando otra vez al hurto de infinidad de películas como si el espectador no vaya a darse cuenta. No son guiños, eso queda claro. Reconozcamos que tiene una muy buena puesta en escena y dirección de arte, magnifica recreación de época, desde el vestuario hasta la escenografía, muy buena dirección de fotografía, lo mismo ocurre con el diseño de sonido y la banda sonora. Algo parecido sucede con las actuaciones, todas de muy buena performance, claro que hacen lo que pueden con lo que le dieron escrito, salvo Eddie Redmayne, que tiene todo el tiempo el mismo gesto, sonrisa estática, como si no hubiese otra posibilidad de registro que la compuso para hacer de Sthepen Hawking, por el que le dieron el premio de la academia. Bueno, siempre hace lo mismo, sólo que en aquella funcionaba desde la credibilidad, un poco mejor. Final abierto, una nueva saga que comienza, ya está la segunda entrega en etapa de preproducción, casi con el mismo equipo detrás de cámara Recémosle a Houdini para que, en principio, no funcione demasiado bien la primera, pues esto es otro gran golpe, no mortal, al cine como arte, pero si un camino seguro a derretir cerebros. Si eso no sucede, dupliquemos los rezos para que la tercera además, no la quiera dirigir la Sra. Rowling.
La magia continúa El primer guión original de J.K. Rowling, la autora de la saga de “Harry Potter”, vuelve a abrir las puertas del mundo mágico. El film está situado 70 años antes del nacimiento del joven hechicero. La delicia de volver a entrar al mundo de las varitas, los hechizos y las criaturas mágicas. Es que J.K. Rowling lo hizo de nuevo. Desplegó su talento para volver a atrapar al público, muchos de ellos convertidos en fans del mundo mágico y sus personajes. Hoy se estrena “Animales Fantásticos y dónde encontrarlos”, la película que ha generado mucha expectativa y emoción, en especial entre los seguidores de Harry Potter. Ellos principalmente (seguro no necesitan que se les recuerde), conocerán ese nombre como el título de un libro de texto que Potter, Hermione y Ron cargaban en sus mochilas para estudiar en Hogwarts (Escuela de Magia y Hechicería). El autor de este libro fue Newt Scamander, un mago que vivió muchos años antes de que estos jovencitos atravesaran el andén 9 3/4. Ese justamente será el contexto al que viajará este film, que aunque tiene el nombre del trabajo literario que explicaba el comportamiento de las criaturas que habitan ese mundo (una especie de bestiario), ahora se ha convertido en una historia original de la mismísima J.K. Rowling, que incursiona en el ámbito cinematográfico. La historia de “Animales Fantásticos...” se sitúa 70 años antes del nacimiento de Harry Potter, y se centra en el “magizoólogo” Newt Scamander, interpretado por Eddie Redmayne (“La teoría del todo”, “La chica danesa”), quien tras ser expulsado de Howarts se dedica a viajar por todo el planeta para descubrir nuevas criaturas mágicas. Sus peripecias arrancan cuando viaja a Nueva York con una valijita aparentemente inofensiva, sin embargo, en su pequeño equipaje esconde algunas criaturas que se escapan durante su estancia en la ciudad. Así conoceremos el mundo mágico desde otro continente, nuevas instituciones y escuelas que van más allá del ambiente europeo en que se ubicaban las otras películas. Scamander cuenta con la ayuda de las brujas Porpentina y Queenie Goldstein (Katherine Waterston y Alison Sudol), y con el “nomago” Jacob Kowalski (Dan Fogler), para solucionar el problema. El film, rodado en unos estudios en Londres muy bien ambientados en la Nueva York de 1920, está dirigido por David Yates (a cargo de las cuatro últimas películas de Harry Potter) y si bien no es una precuela de la saga, hay momentos en los que bien podría serlo por las reiteradas referencias a nombres y partes de la historia que se contó en los libros de Potter (les lectores sabrán entender) y que aquí se permite ser desarrollada. Y si hay tanta mención de Harry Potter, quien seguramente ni siquiera aparecerá en una película donde todavía ni había nacido, es porque su mundo ya había concluido. El conflicto contra el mago tenebroso más poderoso de todos los tiempos, Lord Voldemort, se contó a través de siete exitosos libros, que se convirtieron en ocho películas estrenadas con éxito apabullante entre 2001 y 2011. Pero desde el momento en que dividieron el último libro en dos cintas se entendió que una franquicia tan grande no iba a desaparecer tan fácil. Entre parques de diversiones, libros y demás, este año se produjo el regreso más formal. La obra de teatro “Harry Potter and the Cursed Child” (con libro incluido) y la nueva película son las primeras historias originales que se ven en cinco años. Un regreso a este mundo que pretendería ser una historia original, alejada de los personajes que ya conocemos. Una manera de dejar claro que el mundo mágico continúa. Un dato: la película recién se estrena y ya se anunciaron los planes de realizar cinco films en total. Rowling ya está trabajando en esta historia y se ha confirmado que Yates dirigirá al menos la segunda parte, que llegaría tentativamente en 2018. Y más noticias: Johnny Depp aparecerá en la secuela y su papel será el de Gellert Grindelwald, el mago oscuro que precedió a Voldemort. De él sí se tienen noticias en las otras películas y los libros, por lo que entonces, quienes estén más involucrados en este mundo, pueden comenzar a hacer sus teorías. Queda claro que si alguien podía competir contra Harry Potter, era él mismo. La fórmula parece ser ir a la cabeza que inventó este mundo y sacarle tantas nuevas películas como sea posible. Así que habrá que desempolvar capas y varitas, porque éste es solo el comienzo.
Podría comenzar hablando de cómo Warner Bros. Pictures, en su afán de recuperar una franquicia que significa más de 7.000 millones de dólares, forzaba la producción de nuevas películas sobre el universo de Harry Potter. O podría hablar de cómo Hollywood está falto de ideas y utiliza y reutiliza el concepto de remakes, precuelas, spin-offs y todo tipo de curro. Pero NO. Afortunadamente esta vez, y muy a pesar de los malévolos planes de Warner, el equipo creativo formado por J.K. Rowling y el director David Yates nos traen una aventura que no sólo tiene identidad propia, sino que se siente como algo nuevo. Ni hablar de sus personajes (a quienes sinceramente no les tenía mucha fe), que son fabulosos. Al ver Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos (o Fantastic Beasts and Where to Find Them en su inglés de origen), me pasó lo mismo que me pasó la primera vez que leí "Harry Potter y la Piedra Filosofal": sentí algo distinto, sentí interés por los personajes y curiosidad por lo que está por venir. En su debut como guionista cinematográfica, Rowling es fundamental. No solo establece esta nueva entrega como elemento canónico para el universo potteriano (y para los fans), sino que también ofrece una historia redonda, entretenida, mágica y oscura (sorprendentemente oscura). No es una película orientada a captar nuevos fana-consumidores, en absoluto. J.K. cuida a su bebé como nadie, y esta película está dirigida al público adulto que creció leyendo y viendo Harry Potter. Tras las cámaras, David Yates está totalmente integrado a este mundo tan particular, y sabe perfectamente qué y cómo mostrarlo. La fotografía es excelente y te mete todo el tiempo en situación. De hecho, creo que es su mejor película de la saga hasta la fecha (es la quinta película de Yates como director). Desde lo narrativo, el film se toma su tiempo en presentar a los personajes sin que esto resulte para nada molesto, ya que los mismos son geniales. Eddie Redmayne compone un Newt Scamander con el que simpatizás por ser tan introvertido, tímido y noble. El resto del reparto es lo mejor de esta propuesta. Dan Fogler interpreta a Jacob Kowalski, quien no solo resulta ser el alivio cómico sino que es el primer muggle (o no-maj, en esta ocasión) que tiene tanta importancia en el relato. Las chicas no se quedan atrás, y tanto Katherine Waterston (Tina) como Alison Sudol (Queenie) hacen unas adorables y rebeldes hermanas Goldstein. Por el lado de los antagonistas, Colin Farrell siempre garpa y le da un toque de misterio a todo. Pero, sin lugar a dudas, quien se lleva todos los aplausos es Ezra Miller (que ya nos compró como The Flash en el trailer de Justice League): su personaje sufre todo tipo de abusos, y te da mucha pena el maltrato que recibe. Miller lo plasma en pantalla a la perfección, sobre todo con la curiosidad que despierta. No voy a contarles absolutamente nada de la trama, pero los animales fantásticos a los que hace referencia el título son usados como hilo conductor para que la historia se desarrolle; un elemento de color que acompaña a lo que realmente importa en el plot. Y si bien hay muchos guiños a la saga original, el film tiene identidad propia. En ningún momento pasa a ser una historia forzada para encajar con el resto de las películas (como sí ocurrió con la trilogía de The Hobbit, por ejemplo); ocurre totalmente lo opuesto y se deja llevar para contarnos cómo era este mundo de magia en Norteamérica. Una vez resuelta la trama de los animales (ya todos saben que se escapan del maletín que porta Newt y hay que atraparlos), llega el tercer y oscuro acto: simplemente espectacular, y uno de los mejores de toda la serie. ¡Y atentos!, porque Rowling siempre tiene una vuelta de tuerca más y una sorpresa para el final... Lo único objetable es el hecho de que, justamente su final (o, mejor dicho, finales), se extiende más de lo necesario, sacando un poco al espectador del tremendo clímax que se consiguió minutos antes. A pesar de ser un negocio, Rowling entiende la importancia de dejar un mensaje. De eso se trata toda su obra y sobre todo esta película: el amor en todas sus formas. Ya sea de una pareja, amigos, familia o hasta una mascota. Porque al final eso que nos termina salvando es el amor. Aunque te deje una cicatriz en forma de rayo ;) No pierdan más tiempo. Vayan a ver Animales Fantásticos y enamórense como lo hice yo. VEREDICTO: 8.5 - ¡VOLVIÓ LA MAGIA! Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos es el regreso a todo trapo del universo creado por J.K. Rowling, quien logra re-engancharnos luego de tantos años. Para aquellos que leímos y vimos toda la saga de Harry Potter, es una experiencia totalmente nueva, ya que no sabemos qué es lo que está por ocurrir ni esperamos que tal escena aparezca o no. Para los que no están familiarizados, es la oportunidad ideal de ver una nueva historia, que no está forzada para encajar con las películas anteriores, y con personajes que te compran desde el primer momento. Abróchense los cinturones, porque esto recién comienza...
Sigan afanando que lo hacen con toda la onda… Setenta años antes del nacimiento de Harry Potter, el joven mago experto en animales fantásticos Newt Scamander (Eddie Redmayne) se verá envuelto en un conflicto geopolitico cuándo su maletín de criaturas se abra en una Nueva York atemorizada por un ser oscuro. Ahora, el nuevo héroe del universo creado por J.K Rowling, tendrá que atrapar a sus amados, pero peligrosos bichos mientras una guerra entre magos y muggles se huele en el aire. Por más que le de vueltas al asunto e intente ponerme en princesa criticando y remarcando los obvios defectos, la saga “Harry Potter” es uno de los condimentos que hicieron de mi niñez algo inolvidable. Cuando la parte 2 de la séptima película llego a su final, sentí un dejo de amargura bastante fuerte. Ese fundido en negro me hizo percatarme de que una etapa de mi vida había llegado a su final, que una de las cosas mas lindas de mi infancia había terminado y que una nueva era en mi estadía terrenal en este mundo comenzaba … lo que es la fuerza del cine ¿no? Cuándo “Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos” fue anunciada, mi interés se vio seducido, pero no mi atención no estaba enamorada. En un principio consideré que era solo un truco barato para seguir recaudando con el universo mágico y que ni siquiera iban a esforzarse en intentar contar algo nuevo. Claro que al ver la calidad de actores que se sumaban a la idea, las imágenes desde el set y los trailers, esto fue cambiando al tal punto de querer ver que era lo que estos locos de Warner tenían para ofrecer. Para empezar, lo mas inteligente que pudieron haber hecho fue contratar a David Yates como director del film. El cineasta británico fue el único que, en la saga original, tuvo la chance de aportarle a las adaptaciones un estilo propio. Esto se debe a su visión fue plasmada en cuatro películas seguidas, haciendo que se familiarice con el entorno y le tome cariño y respeto al universo.Ahora en esta nueva película, escrita por la mismísima J.K Rowling, Yates vuelve para hacer uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. Sí, “Animales Fantásticos” es una película EXCELENTE en todo sentido. El laburo de producción es mortal, la Nueva York de 1920 esta armada de una forma tan estética y tan hermosa que hace que uno se sienta que esta caminando por aquellos tiempos. Un tema polémico en el cine de hoy en día son los efectos, y en esta ocasión tengo que admitir que me fascinaron. Los bichos están diseñados y creados con un cariño y creatividad que hace rato no veo en una película de este calibre. Por ejemplo, en una escena los protagonistas entran a un bar y hay un elfo con una pinta de gangster pesuti del bajo mundo que es espectacular en mayúsculas, los gestos y los movimientos que lograron para este y los demás personajes digitales es soberbio y digno de un premio. Además es muy interesante como la mitología de el universo mágico se expande. En el film vemos como funciona la magia en América, podemos tener un acercamiento a las diferencias lingüísticas entre los estadounidenses y los ingleses, hasta hacen chistes en referencia a la clásica rivalidad entre Harvard y Oxford, pero nombrando a Hogwarts y a una escuela de magos en américa … es una maldita genialidad! Esto le da una riqueza enorme a la idea, le da personalidad y la vuelve algo mucho más grande de lo que ya es. Respecto al reparto, todos están muy bien. Redmayne le da una matiz muy enigmática a Newt y Colin Farrell, a pesar de no gustarme mucho cómo actor, hace de un villano manipulador y con un giro encima que los va a dejar meados en pleno cine. Por otro lado tenemos a Ezra Miller, el cual forma parte de uno de los elementos mas escalofriantes y perturbadores de la historia … elemento del cual no voy a hablar, ya que es demasiado bueno como para echárselos a perder. Katherine Waterston interpreta a un personaje femenino solido y tridimensional, con una buena historia y una gran personalidad. Todo esto que les cuento es genial, pero hay dos personajes que se ganaron mi corazón: la divina telepata Queenie Goldstein, interprerada por la cantante A Fine Freenzie, y el muggle (o nomag) Jacob Kowalski, interpretado por Dan Fogler. Ambos están tan bien escritos y tienen una química tan creíble y hermosa que da muchas ganas de saber que pasa con ambos. Los conflictos a los que se enfrentan crean desesperación y uno busca verlos juntos sea como sea, una pareja dispareja que va para el recuerdo. Hay defectos? Bueno, sí. El título es excesivamente largo a mi parecer, hubiese quedado bien una abreviación o algún tipo de titulo más simple. Y otro detalle medio irritante son los momentos emotivos, sin duda son buenos y creíbles … peeeero por momentos son muy exagerados y extensos. En fin, tienen que ver “Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos”. La historia es sólida y lo visual va a dejar a todos mas que satisfechos, hasta me atrevo a decir, y con esto me puedo ganar el odio de muchos, que supera a la primera ‘Harry Potter’ en calidad.Abran el maletín y encuentren a estos geniales animales fantásticos. Como información adicional, les cuento que el año que viene comienza el rodaje de la secuela. La historia se llevara a cabo en Paris y un joven Dumbledore aparecerá para enfrentarse al malvado Gridelwald, un mago oscuro que estará interpretado por el siempre fructífero para la taquilla.
Animales fantásticos y dónde encontrarlos nos envuelve de nuevo en ese mundo mágico lleno de vida, esperanza, oscuridad, personajes únicos y este caso en particular: bestias. Esta precuela de la saga de Harry Potter escrita por su creadora J. K. Rowling nos brinda una buena oportunidad para seguir disfrutando de este universo mágico.Newt Scamander (Eddie Redmayne) un “magizoologo” es el gran protagonista de esta película. Newt goza de ser sumamente singular, diferenciándose considerablemente del trio de amigos que todos conocemos, él es tímido y de pocas palabras, pero extremadamente leal hacia su pasión: el cuidado y protección de las bestias. Desde el comienzo del film, situado en Nueva York a mediados de 1920, Newt se encuentra en problemas al cruzar caminos con un no-maj/muggle llamado Jacob (Dan Fogler en un papel que pone a el resto del reparto en el olvido), desde ese momento la vida de este dúo no va a ser la misma.Animales fantásticos y dónde encontrarlos consigue despertar interés gracias al uso extremadamente efectivo de estos “animales fantásticos”, entre ellos se destaca un ornitorrinco o “Niffler” que literalmente se roba todo objeto brillante – y la película en sí -, un rinoceronte con cara de anciana y un mono peludo que predice futuros cercanos, entre otros. Todo momento en que se cuenta con la presencia de estos “Bichos raros” la película brilla. Lo que no brillan demasiado son los “humanos”. A los ya mencionados Redmayne y Fogler, se suman los nombres de Colin Farrell, John Voight, Ezra Miller, Samantha Morton y Ron Perlman al reparto, y acá viene el problema; pueden ser grandes nombres, pero por la combinación de mal casting y un pobre trato en el desarrollo de los personajes, la película no consigue trasmitir algún interés por ellos, los ejemplos más claros son los de Miller, Farrell y el propio Redmayne. Miller caracteriza a un personaje que literalmente falla en todos los aspectos de su humanidad, es insufrible y cada vez que está en pantalla uno ruega que se le termine el contrato en unos pocos minutos. Redmayne cae en lo que se puede denominar “síndrome de ganador del oscar”, esto es, repetir un papel que le dio la gloria máxima hasta el cansancio, y aquí en Animales Fantásticos,él es simplemente Stephen Hawkings en sus años dorados sin silla de ruedas y, también esta Farrell, él brinda una buena actuación, pero su personaje está demasiado descuidado y no se explora lo suficiente sobre él. Animales fantásticos es un must see para todo fan de Harry Potter, que anima pero con lo justo.
Antiguos nuevos héroes Ya para las dos partes en que se adaptó al cine “Harry Potter y las reliquias de la muerte”, Joanne Kathleen Rowling cambió su relación con el mundo cinematográfico, involucrándose como productora (ahora puede agregar las siglas de la Producers Guild of America a su nombre). De sólo relacionarse a través de la escritura (dijo más de una vez que la saga audiovisual del joven mago no interfirió en su escritura, salvo cuando incorporó en su cabeza la imagen de Evanna Lynch como Luna Lovegood) ahora, más suelta de cuerpo al encarar otra faceta de su mundo mágico, se animó a escribir el guión de “Animales fantásticos y dónde encontrarlos”, inspirada en un libro suyo del mismo nombre. Decimos inspirada porque en el mundo potteriano ese título corresponde a una obra enciclopédica escrita por el magizoólogo Newt Scamander, y la cinta es la primera de una (supuesta) pentalogía que narra las aventuras del investigador mientras lo elaboraba. Ambientada en 1926, no sólo es un viaje hacia el pasado del mundo mágico, sino que lateralmente acompaña la saga generacional propuesta por la autora británica: los que pasaron de niños a adolescentes a la par que Harry, Ron y Hermione, acá entran al mundo adulto con los nuevos héroes. A la americana Equipo que por supuesto está encabezado por el propio Scamander, extraño personaje con mucho de nerd: tengamos en cuenta que es científico y mago al mismo tiempo, todo un quebradero de cabeza. El buen Newt ama a las criaturas fantásticas y las estudia para poder explicárselas a su comunidad, aunque su andar antisistémico le ha valido una expulsión de Hogwarts (aunque tiene el apoyo de Albus Dumbledore para seguir investigando). Llegado a Nueva York por motivos relacionados a su trabajo, involucra sin querer a un muggle (Jacob Kowalski), que por un equívoco de comedia de enredos termina liberando algunas criaturas. Los disturbios ocasionados se mezclan con otros de una índole más ominosa, así que el magizoólogo caerá en la volteada, involucrándose con Porpentina “Tina” Goldstein, una auror suspendida en funciones al servicio del Macusa (Magical Congress of the United States of America). Porque claro, en los prosaicos Estados Unidos, no hay Ministerio de la Magia, sino una cámara legislativa y una presidente afroamericana (Seraphina Picquery); una maga puede ser judía (Goldstein), y los aurores lucir como los Intocables de Elliot Ness; y llamar no-majs (no-magos) a los muggles. En plena época de la Prohibición (como se llama todavía en Estados Unidos a la Ley Seca), las criaturas mágicas se reúnen en sus propios speakeasy, diríase que más saludables que los que funcionaron en el mundo terrenal; y la brujería es perseguida por los Segundos Salemers, proyecto de grupo persecutorio puritano heredero de los que quemaban brujas. En síntesis: parece que Rowling ha entendido bastante de qué se trata eso que llamamos Estados Unidos. Paralelamente, ya de entrada se nos cuenta con una secuencia de recortes periodísticos (ingeniosa idea para meterle información en la cabeza al espectador a alta velocidad) de las tropelías de Gellert Grindelwald, una especie de Magneto de esta franquicia: alguien que está harto de esconderse, y quiere desatar una guerra. ¿Qué tiene que ver esto con lo que veníamos contando? La mejor forma de averiguarlo es ir a ver la cinta (sí, ya sabemos que es una proyección digital pero permítanos, amigo lector, conservar la palabra para mayor riqueza del lenguaje). Lo que sí diremos es que el buenazo de Newt y la espabilada Tina, acompañados por el simpático Jacob y Queenie, la graciosa hermana legilimens (lectora de mentes) de Tina, tendrán que armar equipo cuando les tiren de todos lados. Entre dos mundos Desde el punto de vista visual, David Yates (el que llevó la mayor y más consistente parte de la saga de Harry) da un volantazo: más que un contrapunto entre el mundo muggle y el mágico, aquí apuesta al segundo insertado en el primero, con persecuciones por la Nueva York de los años ‘20: quizás porque ese mundo es para el espectador tan fantástico, y tan construido por el cine, como la Escuela Hogwarts. Stuart Craig y James Hambidge, como diseñadores de producción, tienen la tarea de liderar a los responsables estéticos para esta reconstrucción de época con el agregado hechiceril; entre las cabezas visuales destaca la de la mítica vestuarista Colleen Atwood, que a lo mejor aquí no tiene ninguna creación grandilocuente, pero juega con la paleta para que uno los identifique en un afiche a una cuadra (el abrigo azul sobre marrón de Newt, el gris de Tina, el abrigo claro de Queenie, el cuero en los sobretodos de los aurores, el negro en la ropa de Credence, entre otros). De yapa, está la música de James Newton Howard, que agrega orquestaciones abiertas y climas de aventura. Rostros A la hora de pensar en un elenco, Yates combina sorpresas con confirmaciones. La elección del ascendente Eddie Redmayne como Newt resulta precisa: el coloradito recicla en otra clave varios de los tics que explotó en “La chica danesa”: las sonrisas incómodas y el modo especial en que esquiva el contacto visual son parte de la clave de este héroe parte tímido, parte pelmazo y parte entrañable. De igual modo, recurrir a Ezra Miller como el joven Credence Barebone (clave en la historia) es un buen as en la manga: después de “Tenemos que hablar de Kevin” y “Las ventajas de ser invisible”, es número puesto para jovencito problemático, y da cosita. En otro extremo, sorprende ver a Katherine Waterston en la piel de la voluntariosa y recatada Tina, si la recordamos como la hipersensual Shasta Fay de “Puro vicio” (Rowling podría jugar un torneo de nombres contra Thomas Pynchon: Nymphadora Tonks, Bellatrix Lestrange y Luna Lovegood contra Shasta Fay Hepworth, Petunia Leeway y Japonica Fenway). Es que el papel de “rubia de New York”, de “boquita pintada”, es para la cantante Alison Sudol, que le pone onda a su Queenie. Dan Fogler usa todas sus dotes de comediante para animar a su Kowalski, el “rol bufo” de la trama, con solvencia. El resto acompaña: Colin Farrell pone facha y gravedad al agente Graves, el mismo que esconde un secreto. Carmen Ejogo es una Picquery imperativa, Samantha Morton hace de taquito a Mary Lou, la temible líder de los Segundos Salemers, Ron Perlman se divierte como el taimado Gnarlack, puesto más fulero que al natural gracias a los efectos. Hay una aparición del mítico Jon Voight como para engalanar la cosa, y dos cameos de personajes que serán claves en el futuro... Sólo diremos que Yates ya trabajó con uno de los fetiches de Tim Burton (Helena Bonham Carter) y ahora con el otro. La cosa va por el lado de Grindelwald: sabemos cómo terminó, y cómo su vida se relacionó con las de Dumbledore y Voldemort (ahora lo podemos nombrar sin miedo). Lo que resta es descubrir el camino que cruce el siglo XX en el reverso de nuestro poco fantástico mundo: el viaje no ha hecho más que comenzar.
Vídeo Review
Vuelve la magia potteriana "Animales fantásticos y dónde encontrarlos" es un gran comienzo para una nueva aventura mágica que devolverá la alegría a los fans de la saga de Harry Potter y atraerá a nuevos adeptos. La escritora J.K. Rowling se pone la camiseta de guionista y hace equipo con el ya experto en el universo potteriano, David Yates (Las Reliquias de la Muerte Parte 1 y 2, El Misterio del Príncipe y La Orden del Fénix), para relanzar una nueva y exitosa franquicia que, sin ser una historia fabulosa, entretiene mucho, es elegante, visualmente impresionante y nos devuelve esa magia linda que hace que todos queramos ser magos. Lo mejor de este nuevo producto es sin duda alguna la novedad. Tenemos a un gran grupo de seres mágicos nuevos, tanto humanos como animales, que renuevan nuestras ganas de meternos de lleno en el universo mágico y alimentan nuestra curiosidad de saber cuál será el destino de cada uno. Entre los personajes protagonistas tenemos a Newt Scamander (Eddie Redmayne), Jacob Kowalski (Dan Fogler), Tina y Queenie Goldstein (Katherine Waterstone y Alison Sudol). El más simpático y que me animo a decir le robó la película Redmayne, es Dan Fogler. Su personaje es adorable en todos los niveles. Su humor, su frescura, su personalidad, hicieron que el espectador se conecte enseguida. Newt está bien, pero creo que aún nos falta descubrirlo bastante más. Las hermanas Goldstein creo que le aportan un equilibrio femenino que es muy bueno, sobretodo el personaje de Queenie que es muy fresco y sexy. Los demás actores que acompañan hacen un buen laburo, destacándose los personajes de Colin Farrell y Ezra Miller, Graves y Credence respectivamente. La gran vedette son los animales fantásticos que son imponentes y divertidos, aunque creo que a muchos nos hubiera gustado un poco más de desarrollo por ese lado. Hay algunas bestias realmente interesante de las que terminamos sabiendo poco. Confío en que Rowling nos va a ir dando cada vez un poco más. Otra cosa que no me agradó demasiado fue el hecho de revelar al villano en los trailers promocionales. Es verdad que hay una vuelta de tuerca sobre el final, pero apenas comienza el film ya sabemos quien es el malo de la historia que encima en los adelantos fue revelado. Con esto de la promoción ya casi no quedan sorpresas para el estreno, aunque estoy consciente de que es una movida que se viene aplicando a todas las promociones de tanques de recaudación. Un comienzo con el pié derecho que espero siga madurando para regalarnos una saga incluso mejor que la de Harry Potter.
De la mano de David Yates (director de las últimas seis películas de Harry Potter) y de J. K. Rowling podemos ir confiados porque nada puede salir mal.
De la mano de David Yates (director de las últimas seis películas de Harry Potter) y de J. K. Rowling podemos ir confiados porque nada puede salir mal.
Harry Potter encuentra a Carrie. Hay algo muy oscuro que subyace en el spinoff de la saga del niño mago Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos, que lo vuelve tan fascinante y sofisticado como, a la vez, poco excitante. Demonios poseedores de niños a los cuales terminan matando, huérfanos golpeados salvajemente por su cruel madre adoptiva (he allí la referencia al filme de Brian DePalma), fanáticos religiosos que presagian (con tanta convicción que asusta) un apocalipsis mágico, supermagos racistas que creen que es hora de aplastar el mundo del hombre. Y mientras que todo esto está salpicado con una creatividad desbordante, el problema es que el barco está timoneado por un nerd y su apocada compañera de aventuras. Es una gran perfomance de Eddie Redmayne, sin lugar a dudas, pero no sé si esta versión autista de Hugh Grant era el héroe que precisamos ahora. El olor a codicia y oportunidad de negocios está latente en la piel de Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos; los 8 billones de dólares que recaudó Harry Potter no es moco de pavo y, si la máquina de esciribir aún está caliente, aún estamos a tiempo de agarrar a J.K. Rowling en su mejor momento. En todo caso el intento oportunista de Fantastic Beast... termina convirtiéndose en otro Rogue One: un spin off que salió de la nada, que esperábamos lo peor y que termina siendo una deliciosa sorpresa. Como si J.K. Rowling respondiera a los ruegos de la Warner, ahora ha inventado una escuela de magos (y un mundo mágico) en la desabrida Estados Unidos. Europa es la tierra de Merlin, los dragones milenarios (y los caballeros de ilustre armadura que salen prestos a combatirlos), Drácula y otros demonios de la noche, el Golem y quichicientas criaturas mas de diverso porte y origen; pero en la industrializada nación norteamericana no existen semejantes tradiciones y leyendas a menos que cuenten, claro, a las leyendas indias y a la quema de brujas en Salem. Meter un Hogwarts yanqui es extremadamente traído de los pelos (y aquí hay una confederación que elige democráticamente a sus miembros, en este caso una morena en plenos - y retrógados - años 20!), pero responde a una imperiosa necesidad del departamento de marketing en complacer al público mayoritario que hace los billones de dólares en la taquilla. Al ubicar la acción en los años previos al crack bursátil de 1929 camufla bastante la falta de estilo que evidencia los Estados Unidos. La historia es mas simple de lo que parece: torpe especialista en criaturas mágicas llega a EEUU para estudiar las bestias autóctonas del continente norteamericano. Al flaco se le escapan unas cuantas y, en su afán de recuperarlas, involucra a un humano (Dan Fogler) que le ayuda a atraparlas aunque no pueda creer lo que están viendo sus ojos. Una torpe policía de la confederación de magos los apresa y los lleva ante las autoridades, pero éstos están mas ocupados con la presencia de una entidad demoníaca que asola Nueva York a plena luz del dia. Pronto los tipos creen que se trata de una criatura mas que se le escapó al especialista inglés, razón por la cual lo apresan y lo interrogan. Ahí el británico descubre que una de las autoridades (Collin Farrell) tiene un interés excesivo en encontrar a la fuerza demoníaca, quizás con el fin de obtener todo su poder para sus oscuros fines personales. El british, el muggle Fogler, la policía mágica y su seductora hermana apañan el escape y van a ubicar al demonio mientras éste parece mas desatado que nunca. Y mientras tanto Farrell tiene su propia pesquisa sobre el bicho, el cual parece estar relacionado con un grupo de fanáticos religiosos (desciendentes de los inquisidores de Salem) que están convencidos de que las brujas existen en pleno siglo XX y hay que perseguirlas. Una de las mejores cosas de Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos es el despliegue visual y creativo que hace. Las criaturas fantásticas son realmente asombrosas, las visitas al bajo mundo neoyorkino de los magos es fascinante, el casting tiene un par de agradables sorpresas, y el tono va de lo intenso a lo cómico. Incluso Farrell - que es un tipo tan intenso que a veces raya en lo camp - termina con honores en un rol de villano que le exige clase (algo inusual para él pero que logra cumplir con creces). Los secundarios son fantásticos - la deliciosa Alison Sudol como la pícara hermana de la protagonista, capaz de leer las mentes y poner en aprietos a mas de uno; y un formidable Dan Fogler que se roba todas las escenas en donde aparece, dando el toque humano (y cómico) que el filme precisaba -, pero la dupla principal deja que desear. El problema no es la perfomance, que es muy buena, sino cómo han escrito estos caracteres. Harry Potter era heroico porque era un tipo común que llevó una vida desgraciada y que hoy se encontraba con el reto de superarse para poder enfrentar al letal asesino que liquidó a sus padres; pero aquí Redmayne es Rain Man con varita mágica, un tipo de buen corazón pero tan esquivo y antisocial que resulta dificil congraciarse con él - no es el héroe mas excitante del mundo -. Lo mismo pasa con Katherine Waterston, que es bastante tímida e insulsa. Los duelos de estos dos con Farrell son mas efectistas que efectivos, rutinas de efectos especiales carentes de emoción. Por contra los cinco minutos finales del filme son mucho mas emocionantes simplemente porque todo se reduce a estos personajes - no varitas, no rayos de luz ni criaturas digitales - cuatro tipos que dejan brotar sus emociones a flor de piel, se aprecian y se extrañan con locura en el momento de la partida. Hubieran creado algo parecido a mitad del filme, y estos personajes nos hubieran resultado mas cercanos y apasionantes. Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos es una pelicula sólida y espectacular - una de las mejores del universo Potter -. Tiene momentos oscuros que la hacen mas para adolescentes que para niños; pero J.K. Rowling y David Yates han demostrado que no le han perdido la mano y han creado una obra inteligente y original, con el unico detalle que sus héroes son demasiado palurdos como para ser simpáticos... aunque al final hay señales de que parece haberle agarrado la mano como para hacerlos potables y capaces de evolucionar. ¿Si vale esto toda una nueva franquicia?. El dinero manda. Hay un Voldemort de segunda en la figura de Johnny Depp - el cual es bastante amenazador en los dos segundos que está en pantalla, demostrando que el pirata borrachín sigue siendo un actor de la hostia cuando quiere - y eso anticipa lio para rato. La verdad es que no me desagradaría ver una segunda entrega, aunque le pediría a Rowling que haga a su Newt Scamander menos Sheldon Cooper y mas Luke Skywalker, un ingenuo que termina transformándose en un guerrero que combate el mal sin perder la sencillez de su esencia.