Ya pasados 22 años desde el lanzamiento de la primera película de “Men in Black” y siete desde la fecha de estreno del último film de la saga, el universo protagonizado en su momento por Tommy Lee Jones y Will Smith, que aún sigue fresco en el recuerdo de algunos dando la divertida idea de que los extraterrestres viven entre nosotros. Por ello, al darse a conocer que la historia resurgiría, y esta vez a nivel mundial, más de uno se emocionó, pero la reacción al saber que los actores principales no retornarían a sus roles no fue del todo positiva para varios. Entonces, ¿qué podemos esperar de estos nuevos agentes trajeados? La recién reclutada “Agente M” (Tessa Thompson), al ser enviada a Londres para iniciar su trayecto como nueva “Hombre de Negro”, elige como primera misión acompañar al famoso “Agente H” (Chris Hemsworth) a ser guardaespaldas de un importante alienígena en una noche de fiesta. Sin embargo, lo que comenzó como un simple trabajo, llevará a nuestros protagonistas a realizar una travesía alrededor del mundo mientras se enfrentan a su mayor amenaza hasta la fecha: un infiltrado dentro de la organización de los “Men in Black”. La dupla originalmente vista en “Thor: Ragnarok” (2017) de Thompson y Hemsworth nos demuestra que su química en pantalla ha mejorado desde esa primera vez. No obstante, esta conexión se asimila mucho a la del film del universo cinematográfico de Marvel. Con una dinámica en la que las personalidades de los protagonistas chocan al principio para ir fluyendo y generando una buena relación hacia el final, se nos dificulta poder ver a los actores fuera de sus papeles como Thor y Valquiria, con la diferencia de que en este caso será el personaje de Tessa Thompson quien lleve el liderazgo, pudiendo sobrepasar la actuación de Chris Hemsworth y dándole paso a una mayor cantidad de “Mujeres de Negro” en el futuro. Él, por su lado, mantiene parte de su carácter asgardiano al que estamos acostumbrados y que podemos resumir en: peleas con chistes de por medio. Fuera del dúo principal, se destaca la participación de Liam Neeson y Rebecca Ferguson que no desarrollan plenamente su talento en la pantalla, contradictoriamente a Emma Thompson, quien vuelve a su rol de la “Agente O”, otorgándole, con unas pocas escenas, una gran dosis de elegancia y nostalgia a la vez, recordando las anteriores entregas, sumada a otras apariciones de personajes ya conocidos, aunque con la gran ausencia de los Agentes “K” y “J”. El director Félix Gary Gray (conocido por dirigir “Rápidos y Furiosos 8”) toma la posta en este film, contradictoriamente a las primeras tres obras de la franquicia que fueron dirigidas por Barry Sonnerfeld, manteniendo la esencia de la obra, con la impecable banda sonora de Danny Elfman, y del universo extraterrestre aprovechando el avance de la tecnología para llevar un paso más allá el detalle y desarrollo de los personajes espaciales. Por último, fue el guion, a cargo de Art Marcum y Matt Holloway (“Iron Man” 2008), el que nos dejó con mucho que desear haciendo que, aunque la película presente gags al estilo MCU, presente una trama previsible, sucesos convenientes para la historia y un final semiamargo. En síntesis, “Hombres de Negro: Internacional” actúa como un “lavado de cara” para la franquicia, ampliando su territorio, pero no llegando a la altura de la película que lo inició todo. Una obra divertida, con buenas actuaciones y que funciona nostálgicamente, pero falla ante la posibilidad de sorprender al espectador y en la originalidad de la trama.
Renovarse es vivir, y lo entendieron muy bien los hacedores de esta continuación de MIB en la que se incluye a Tessa Thompson como compañera de Chris Hemsworth, quien desde hace un tiempo hasta acá ha encontrado jugar al chico bonito tonto y seducir a la platea. Misterio, engaño, seres de otras galaxias en una aventura para grandes y chicos que se vuelca a la comedia y gana. Emma Thompson como la jefa de todos los MIB impecable.
El cine burocrático La Men in Black de Barry Sonnenfeld ya se había alejado leguas del cómic original de Lowell Cunningham publicado por Aircel en 1990. Los primeros tres números del cómic (cuyas publicaciones originales se transformaron en títulos de culto) tienen un espíritu mucho más oscuro y adulto que el de la comedia de 1997, año en que el título ya estaba en manos de Marvel. Las páginas de los primeros cómics están cargadas de una violencia y una onda que la saga cinematográfica nunca supo ni quiso tener. Además de que no sólo se basan en extraterrestres con pinta de insectos sino que explotan muchos más aspectos del fantástico, la ciencia ficción e incluso el policial negro así como varios tópicos tomados de las noticias de ese momento como las sectas ligadas a la experimentación con drogas duras y los narcos mexicanos. Esta cuarta adaptación cinematográfica llega incluso más pasteurizada que la versión de 1997, y cae además en un momento del cine mainstream plagado de reversiones de cómics (por desgracia no de los cómics para adultos sino de los de superhéroes más ligados al target infantil y encima licuados o basados en sus historias menos interesantes). Los productores -entre ellos Steven Spielberg y Sonnenfeld, quien dirigió las tres primeras partes- y el director F. Gary Gray (director de la muy buena Straight Outta Compton y la malísima The Italian Job), se subieron a la ola del momento y eligieron o dieron la venia para contar con Chris Hemsworth y Tessa Thompson, ambos de Thor: Ragnarok (2017) y Avengers: Endgame (2019), seguramente para captar al fiel público del Marvel Cinematic Universe. El tono encaja a la perfección con el target elegido porque el film es más de comedia que de ciencia ficción, e incluso la dinámica narrativa está mucho más cerca de los nuevos productos de Marvel que de la primera adaptación de Men in Black. Además de la celebración del digital y del cine inmaterial, el tipo de clímax y toda la cuestión de salvar al mundo también encastra perfecto con las nuevas aventuras de moda. El enorme Tommy Lee Jones (en las tres películas previas el Agente K) parece en primera instancia ser reemplazado acá por Liam Neeson (el Agente T), pero en realidad su papel equivale al de H (Hemsworth), y el del Agente J (Will Smith), al de M, Tessa Thompson como la novata que es guiada por el maestro cancherón. Esta vez para cumplir con el mandato de la coyuntura, la protagonista además de negra es mujer, e incluso hace un chiste con el nombre de la organización, tal como en la última X-Men, cuando Mystique (Jennifer Lawrence) dice que en realidad el grupo de mutantes debería llamarse X-Women. En esta cuarta versión la historia se desvía por el camino romántico y se tergiversa aún más el espíritu original. Si en la saga previa los monstruos tenían una cuota importante, y en el cómic primaba cierta sordidez, acá nos hacen poner el ojo en el camino triunfal de la Agente M a través de la representación de un nuevo/viejo sueño americano que es casi una contracara de la idea primigenia. El poco suspenso pasa por el enemigo interno y el humor recae en Pawney (Kumail Nanjiani), un mini alien que funciona como comic relief aunque en realidad no hay momentos de tensión que alivianar porque estamos ante una comedia romántica soporífera con escenas resueltas de manera burocrática.
Hombres de negro: Internacional tuvo la intención de expandir la franquicia con la presentación de nuevos personajes si bien se queda a mitad de camino en su objetivo, producto de la falta de ambición de los realizadores. A no confundirse, no es en absoluto la catástrofe que plantean muchas críticas del Club de Amigos del Ratón Mickey en Estados Unidos, pero cuando los créditos finales empiezan a correr en la pantalla queda la sensación que se podría haber hecho un esfuerzo mayor. Sobre todo después de la última entrega que tuvo un rodaje caótico y pese a todo brindó un espectáculo excelente. Hombre de Negro 3 fue una película que se hizo literalmente sin guión, ya que la trama la escribieron a medida que se desarrollaba la filmación y todos los inconvenientes que hubo nunca se notaron en el producto final. En esta oportunidad la producción fue más organizada y pese a todo decepciona por su falta de creatividad a la hora de explorar los nuevos personajes. El conflicto principal es extremadamente predecible a tal punto que si viste el tráiler podés adivinar con facilidad la resolución del misterio y la película carece de una identidad propia. En los primeros 10 minutos de este film, con la introducción de Tessa Thompson, encontramos los mejores momentos del trabajo del director F.Gary Gary. La presentación de la protagonista está muy bien construida y durante el primer acto la película tiene un enorme potencial. Sin embargo, una vez que la heroína se incorpora a la agencia de los Hombres de negro, los guionistas se quedan sin ideas y el film se encamina por un terreno demasiado familiar. Chris Hemsworth, quien interpreta una parodia de James Bond, se complementa muy bien con Thompson y juntos logran que el espectáculo al menos sea entretenido. La cuota feminista que hoy es menester en todas las producciones de Hollywood se trabajó con mucha moderación. Hay un par de chistes sobre el concepto de “Hombres de negro” pese a que la agencia cuenta con personal femenino pero no pasa de ese punto. En ese sentido la historia puede percibirse más conservadora de lo que se esperaba, pero por otra parte tampoco está mal darle un descanso al adoctrinamiento de la corrección política. Con respecto al contenido humorístico, en general es decente y encuentra sus mejores momentos a través de un nuevo alienígena que tiene intervenciones efectivas. La gran decepción de esta película para mí pasa por el tratamiento de la acción, donde se podía esperar mucho más de Gary Gray, quien brindó secuencias estupendas en la remake de la Estafa maestra y la última entrega de Rápidos y furiosos. Salvo por una persecución en moto que está bien lograda el resto de su labor en este campo es olvidable. En resumen, Hombres de negro: Internacional funciona para desconectarse un rato de la realidad cotidiana, pese a que no le aporta nada nuevo e interesante a esta saga del estudio Sony.
Olvidable regreso para los Hombres de Negro. Humor efectivo en cuenta gotas, un argumento que está desarrollado de mala manera y una esencia artificial conforman la peor entrega de la franquicia hasta el momento. Después de más de 20 años de la primera película de Hombres de Negro (Men in Black, 1997) la franquicia que terminó de consolidar el estrellato de Will Smith se suma a las innumerables sagas y franquicias que parecían terminadas. Imposible es que alguien se haya perdido la película original en las hermosas tarde de sábado en la pantalla del canal de aire de las tres pelotas, ya que la daban fin de semana por medio (no es una queja, vuelvan a esa grilla) pero para aquellos despistados, los llamados “Hombres de Negro” es el nombre de una organización secreta, con sedes en todo el mundo, que se encargan de la vigilancia, regulación y protección de la Tierra y el universo entero de sus amenazas. En la película original y sus secuelas (2002 y 2012) la historia transcurría en torno a las aventuras de los agentes J (Will Smith) y K (Tommy Lee Jones), en donde éste último, al ser el más experimentado y uno de los que tenía mejor valoración en la agencia, iba moldeando a J para que logre quedarse con su puesto. Luego de dos secuelas donde se alternaron buenas y malas, y la franquicia había encontrado un final dentro de todo digno, la industria decidió que era hora de que los Hombres de Negro regresaran a las salas, con una nueva pareja protagonista y que dependiendo de aceptación que tenga el público poder seguir ampliando este ¿universo? de alienígenas, artilugios tecnológicos y gente muy elegante a la que el negro le queda perfecto. Molly (Tessa Thompson) es una joven que creció toda la vida creyendo que hay algo más ahí afuera, algo que no se cuenta y que se esconde. Luego de un incidente bastante particular en su juventud, ella se preparó de la mejor manera para lograr entrar a ese espacio gubernamental secreto que se encarga de manejar cuestiones que nadie más puede explicar. En un intento descabellado para conseguirlo, Molly logra tener un careo con la agente a cargo de la sucursal de New York, la agente O (Emma Thompson), y así poder concretar su sueño. Para poder quedarse con el puesto, ahora la incipiente agente M deberá ir hasta Londres para estar a prueba y ver si puede con la presión de ser parte de MIB. Allí se encontrará con el agente T (Liam Neeson) y el irreverente agente H (Chris Hemsworth) quienes serán sus superiores y a los que deberá ayudar intempestivamente luego de que la seguridad de la Tierra esté en peligro al ser amenazada por unos extraterrestres de los que poco se sabe. M y H deberán hacer equipo y así enfrentar a un enemigo que los hará recorrer varias partes del mundo en busca de la paz intergaláctica. En ésta secuela/reboot (que nadie pidió) dirigida por F. Gary Gray (Fast & Furious 8, 2017) y escrita por la pareja de guionistas Matt Holloway y Art Marcum (Transformers: The Last Knight, 2017), queda en evidencia que ningunear las primeras tres películas de la franquicia es un error garrafal. Todo lo que se plantea en esta cuarta entrega de Hombres de Negro está mal. Se nota que el guion está diseñado exclusivamente para potenciar la pareja de Hemsworth-Thompson, que tan bien se vio en Thor: Ragnarok (2017), y lamentablemente aquí falla en el intento. Con chistes que no hacen gracia en casi ningún momento y una relación que no es llevada a cabo de una manera correcta, lo que parecía ser una buddy movie de aventuras, cómo las películas originales, termina asimilándose más a un mal show de stand-up. Toda la esencia que logró construirse de una manera tan natural en las otras pelis, acá se impone apresuradamente con ganas de recalcar todo el tiempo que esto es más de lo que se pudo ver. Todo se nota demasiado forzado y el enfoque en ciertos elementos así lo demuestra. Incluso el leitmotiv que había creado Danny Elfman y que tan arraigada estaba en la cultura popular, se ve modificada por la ganas de renovar los elementos clásicos e imponer un sello propio, que en éste caso no termina siendo para nada gratificante. Hay una constante muestra de armas, especies de alienígenas y de elementos espaciales que es demasiado abrumador y todo para tapar la trama tan pobre que se escribió. Previsible desde el momento inicial, con escenas de acción que intentan ser épicas pero que quedan en la nada y con un ritmo totalmente cansino se terminan redondeando dos horas entretenidas, pero totalmente olvidables consolidándola como la peor de la saga. Las actuaciones de la dupla protagonista no logra poder rescatar la película de su inminente derrumbe. Sus personajes no tienen desarrollo alguno y la mayor parte de sus líneas están dedicadas a hacer chistes entre sí. A pesar de la gran química que muestran, sus mejores momentos se ven cuando no comparten pantalla y cuando están junto a sus mentores. Emma Thompson y Liam Neeson si están a la altura de las circunstancias aprovechando cada momento que tienen y demostrando porqué tienen la carrera que tienen. El otro personaje que logra dar la talla es un personaje animado llamado Peón pero que cuenta con la voz de Kumail Nanjiani y que sin dudas es lo más parejo que tiene la película, el más gracioso y que más desarrollo tiene y el único que aliviana un poco el letargo que produce la película. Hombres de Negro Internacional choca el Ferrari que supieron manejar Will Smith y Tommy Lee Jones. Una franquicia que lograba entretener y hacer reír con un humor inteligente y efectivo gracias a una gran pareja protagonista encuentra su eslabón más débil en la que se suponía iba a destacarse por los chistes, las situaciones hilarantes y su pareja estelar de actores.
El infiltrado Hombres de Negro: Internacional (Men in Black: International, 2019) es una película cómica de ciencia ficción y acción dirigida por F. Gary Gray. Co-escrita por Matt Holloway y Art Marcum, esta nueva producción constituye un spin-off dentro de la franquicia de Hombres de Negro. Protagonizada por Chris Hemsworth y Tessa Thompson, el reparto se completa con Rebecca Ferguson (El Gran Showman, Life), Rafe Spall (Black Mirror), Liam Neeson, entre otros. Emma Thompson vuelve a interpretar a la agente O y en esta ocasión Kumail Nanjiani le da la voz a un nuevo alien, compañero de los personajes de Hemsworth y Tessa Thompson. La historia se centra en Molly (Tessa Thompson), una mujer que de chica tuvo contacto con un alienígena y vio desde su ventana cómo unos hombres vestidos de traje le borraron la memoria a sus padres. Ya de grande, lo que más desea Molly es pertenecer a ésta organización gubernamental que vigila la actividad extraterrestre en la Tierra. Sin ser reclutada, ella descubrirá por sí misma el cuartel general de los Hombres de Negro y no dudará en decirle a la jefa O (Emma Thompson) los motivos por los que le conviene contratarla como agente. Así es como Molly se calza el traje y tiene su primera misión dentro del período de prueba, una que incluye viajar hacia Londres y conocer al agente Henry (Chris Hemsworth). Los dos deberán descubrir quién es la persona que se introdujo de incógnito en la organización europea. En 1997 se estrenaba la primera entrega de Hombres de Negro, dirigida por Barry Sonnenfeld como también lo fueron la floja segunda parte de 2002 y la entretenida tercera parte que salió en 2012. Esos filmes funcionaban en gran medida gracias a las propias reglas que establecieron. Al unirse a la organización secreta, los miembros dejaban su vida completamente atrás, se les borraba sus huellas dactilares y ya no tenían documento de identidad, por lo que estaban fuera del sistema y pasaban a ser invisibles. Con lugares diseñados para que los extraterrestres pudieran entrar y salir del país, los Hombres de Negro tenían sus respectivas armas para mantener el orden del planeta o eliminar a cualquier alien que resultara una amenaza para los humanos. Además, esas películas contaban con dos protagonistas que conformaban una dupla ideal, tan graciosa como efectiva. Tommy Lee Jones y Will Smith (el mentor Kay y el agente J) eran el espíritu de Hombres de Negro y solo por la presencia de ellos en la pantalla el espectador deseaba verlos en una nueva aventura. Siete años después de la última entrega, Sony decidió expandir el universo de los Hombres de Negro armando una trama ambientada en Londres, Marruecos, Italia y Nueva York, con nuevos protagonistas pero manteniendo algunas referencias a las películas pasadas, tales como una pequeña aparición del perrito Frank o de los gusanos adictos al café. Aunque esta nueva película mantiene algunos elementos ya reconocidos de las anteriores, por ejemplo los famosos neuralizadores que borran la memoria, la respectiva vestimenta o la jerarquía dentro de la sociedad secreta, la esencia de Hombres de Negro aquí brilla por su ausencia. Esto se debe a que por más que la cinta cuente con un comienzo que atrapa al espectador, luego de los 20 minutos se hace muy fácil perder el interés por esta nueva aventura. Chris Hemsworth otra vez construye a un personaje chistoso, un poco arrogante y descuidado, el problema es que aquí las bromas no causan la risa esperada. Aunque el actor hace buena dupla con Tessa Thompson, primera mujer en ponerse el traje, se hace inevitable compararlos con Jones y Smith, y, como era obvio, estos nuevos protagonistas quedan en un puesto demasiado inferior con respecto a los protagonistas originales. Con escenas de acción que pretenden ser grandilocuentes pero más bien son aburridísimas, Hombres de Negro: Internacional se convierte en la peor película dentro de esta serie cinematográfica. Súper olvidable e innecesaria, lo único que puede llegar a sacar alguna que otra sonrisa son los comentarios de Peoni, un pequeño alien verde charlatán que tiene las mejores líneas dentro del filme.
La chica de negro En este spin-off no tan brillante de la saga, Tessa Thompson es la mujer que se suma a la Agencia que controla alienígenas. ¿Cuándo conviene comenzar a despedirse de una saga? Es algo que muchos adictos a las series por streaming debaten, mientas ven la quinta temporada, o quienes las ven todas de corrido. Y analizan que la tercera estuvo mejor que la segunda, y que la hubieran terminado en la cuarta, etc., etc., etc., etc. Con el cine pasa exactamente lo mismo, pero las películas duran mucho menos que las temporadas seriales, y cuando una idea que prendió empieza a hacer agua por el mero y simple hecho de que se agota en sí misma, de tanta repetición sobre lo mismo, se busca otra salida. No se deja de producir si fue y es un éxito. Se insiste. NEWSLETTERS CLARÍN En primera fila del rock | Te acercamos historias de artistas y canciones que tenés que conocer. En primera fila del rock | Te acercamos historias de artistas y canciones que tenés que conocer. TODOS LOS JUEVES. Recibir newsletter Hombres de negro MIB Internacional es más un spin-off que una secuela del trío que dirigió Barry Sonnenfeld y coprotagonizaron Will Smith y Tommy Lee Jones. Y de acuerdo a los tiempos que corren, los Hombres de Negro ahora tienen a una Mujer. Que no es la primera: ya en la película de 2012 aparecía la Agente O, Emma Thompson, quien aquí regresa como jefa de una de las divisiones de los MIB. Quienes se suman son Tessa Thompson (ningún parentesco con Emma), como la agente M, y Chris Hemsworth, como agente H. Sí, los actores de Thor: Ragnarok vuelven compartir elenco, y la química que tienen es lo mejor de esta película que es más tonta que las anteriores, menos creíble y la menos graciosa de la saga. Mirá también Crítica de “El Ártico”: Sobreviviendo La excusa argumental es endeble: Molly, cuando era chica, salvó a un tarantiniano (!), un pequeño extraterrestre azul, mientras un par de Hombres de negro le aplicaban el neuralizador a sus padres para que lo olvidaran. Pasan los años (casi los mismos que desde la primera Hombres de negro) y Molly cree que es la indicada para presentarse voluntariamente y ser una Hombre de negro (sí, los chistes sobre género no tardarán en aparecer en el guión). La agente O le da una misión para ponerla a prueba, y es en Londres (casi nada de Nueva York en esta película) donde conocerá a H y deberán resguardar a un alien que tiene la llave de un arma ultrapoderosa, que otros alienígenas querrán, y así. Mirá también Crítica de “Un amor imposible”: Así no hay corazón que aguante El problema con Internacional es que el director F. Gary Gray (y disculpen los ultrafanáticos de Rápidos y furiosos) no tiene la cintura ni la muñeca para manejar el humor y los efectos especiales que Sonnenfeld, el también director de Los locos Addams, ostentó. Y Art Marcum y Matt Holloway, dos de los guionistas de Iron Man, tampoco han dado en el clavo con la originalidad, ni refrescado el asunto. A la participación de Tessa Thompson se le agrega un Hemsworth que se está volcando más a la comedia de acción (recuerden el fiasco de la Cazafantasmas femenina y, bueno, ya muchos vieron en lo que se ha convertido Thor en la última Avengers y probablemente lo que vendrá con los Guardianes de la galaxia, ¿no?) Diversificarse es lo que hace Hemsworth, algo que a Hombres de negro no les salió tan bien como para decir que ésta es una película de otro planeta.
Chris Hemsworth y Tessa Thompson toman la posta para proteger la Tierra de la “escoria del universo”. Con fines de reciclarse, la franquicia Men in Black (MIB) nos ofrece una cuarta entrega, dirigida por F. Gary Gray; y con el apoyo en la producción nada menos que de Steven Spielberg. Lo que nos da la pauta que la aventura y los efectos especiales serán elementos claves de la cinta, y claro la química que se da entre los nuevos agentes protagonistas: Chris Hemsworth y Tessa Thompson. La sangre se renueva con el agente H y la agente M. Si, además de la agente O (Emma Thompson), llega otra mujer a MIB. Una mujer que a partir de una experiencia con un alienígena en su niñez, se obsesiona con el tema y con los hombres vestidos de negro que estuvieron en su casa. Inteligente e intuitiva, M encontrará la base secreta de los Men in Black, y gracias a su astucia se convertirá en uno de ellos. Impulsada por sus ganas y la curiosidad conoce al agente H, el más popular del lugar, nada menos que por haber salvado al mundo dos veces. Lo ayudará en una misión aparentemente fácil que desencadenará en la más difícil de todas: encontrar al agente infiltrado dentro de la organización, aliado de la fuerza extraterrestre más hostil y peligrosa, La Colmena. Hombres de Negro: Internacional, tiene la habilidad de despegarse de los argumentos de sus antecesoras, por lo que funciona de forma autónoma. La historia, bastante plana, se estructura a base de la acción y el sentido de aventura, con una dinámica que no nos da respiro. Estamos todo el tiempo sumergidos en viajes veloces e interestelares, luchas a punta de láser con parásitos alienígenas, intercalados con algún que otro gag cómico. El mayor acierto de la cinta es convocar a nuestros Thor y Valquiria, que gracias a su química logran sostener un relato que no aporta demasiada originalidad, saturado de efectos digitales y con bastantes baches de guion. Vale aceptar también que la película entrega lo que promete: dos chicos carismáticos que se entretienen cazando extraterrestres, atravesados por la espectacularidad que nos suele brindar una súper producción de esta índole.
7 años después de Men in Black 3 (2012) llega Men in Black: International, una nueva película sobre esta rama del gobierno secreta especializada en la vida extraterrestre. Sin Will Smith o Tommy Lee Jones esta nueva película es un comienzo de bastas ideas con notables pros y contras. El cambiazo empieza por el elenco y las cosas se ponen a tono al incluir a Chris Hemsworth y Tessa Thompson (aliados en el MCU desde Thor Ragnarok) en la piel de los agentes H y M respectivamente. Sin la complicidad de Jones y Smith como agentes principales, Hemsworth y Thompson funcionan gracias a la química iniciada en la saga de Disney; obviamente las cosas no marchan como un reloj pero Hemsworth y Thompson hacen que esta película funcione, ellos dos hacen que esta nueva Hombres de Negro entretenga sin llegar a ser algo memorable. El guión es un fastidio, una cosa agarrada a los tirones que no sabe para dònde ir hasta tocar el tercer y último acto de la película. A cargo del lápiz y papel están Matt Holloway y Art Marcum (guionistas de ese pequeño resurgir de Robert Downey Jr. llamado Iron Man), este dúo de guionistas plasman una historia densa, confusa (aún para los estándares de Hombres de Negro) que resulta cómoda por su linealidad pero obsoleta en todo los demás. Encontramos clichés y situaciones predecibles a lo largo y a lo ancho de la pantalla grande en esta película de casi dos horas, y esas dos horas, a pesar del esfuerzo de una dupla actoral sumamente eficiente, pesan y mucho. Liam Neeson, Emma Thompson, Rebecca Ferguson, Kumail Nanjani y Rafe Spall agregan algo de experiencia a este nuevo capítulo pero son criminalmente desaprovechados o sobre expuestos. El caso más serio es el de Ferguson que con lo poco que tiene y la nada que realiza es algo desalentador para la actriz; punto aparte, Neeson queda puesto como un simple medio para llevar a un resultado que se ve desde kilómetros. Desde ya los efectos especiales están a la orden del día y cumplen en lo que ofrecen además de sumar a ello una efectiva química entre sus dos protagonistas que funciona para revitalizar esta saga, no obstante con todo esto Men In Black: International se queda como el comienzo de una anécdota que no se sabe hacia donde va a llegar. Valoración: Regular.
A 22 años de la primer película de los Men In Black, llega esta nueva edición. Al haber transcurrido tanto tiempo entre esa adaptación y esta, uno como espectador puede preguntarse por qué ahora y si vale la pena. El film es correcto, tiene buenos efectos y es lindo reencontrarse con un mundo que se creía casi en el recuerdo. Pero al no verlos a ellos dos, Lee Jones y Smith, no es lo mismo. Esto no quita que la dupla de Thompson y Hemsworth no sea buena, de hecho es interesante verlos trabajar juntos nuevamente; pero el condimento de la nostalgia es difícil de sobrellevar. Al menos nos reencontraremos con Frank the Pug y los Worms. El reparto en general es agradable, reencontrando duplas, como comentábamos anteriormente. A Tessa Thompson y Chris Hemsworth, como en Thor. Y a Emma Thompson y Liam Neeson, como en Realmente Amor. La trama despierta un interés en el espectador, pero por momentos se dispersa o incluso se torna un poquito evidente cómo proseguirá, al usar mecanismos ya vistos en otros largometrajes. Resalto que en determinado momento se apela al afecto, y esa secuencia en particular resulta una mezcla entre tierna y simpática. Los recursos del humor, resultan cómicos, especialmente al tratarse ciertas diferencias entre Estados Unidos e Inglaterra, dos países que se conectan en el film. Claramente, retomar una historia de esta índole, no debe ser un proyecto sencillo, y supongo por eso tiene algunos detalles, que dejan a la película por la mitad. Pero siempre hay tiempo para prepararse para una segunda.
Una novata a prueba que rastreó durante años a la organización para poder ser parte de ella, el agente que dejó atrás sus días de gloria y ahora se queda dormido en el escritorio y una misión de la cual depende el futuro del universo. Men In Black: International es una nueva entrega de la famosa saga que funciona como secuela distante y, si bien no aporta nada nuevo, es una divertida película en la que sus protagonistas se lucen.
En 1999 se estrenaba Hombres de negro (Men in Black), una película basada en un cómic de la editorial Malibu que cosechó un gran éxito en crítica y taquilla y que, junto a Tommy Lee Jones, terminó de consagrar a Will Smith luego de su salto de la TV al cine en Día de la independencia un año antes. Tal fue el éxito que la franquicia se expandió con 2 secuelas directas (2002 y 2012), que si bien lograr un éxito comercial similar, recibieron mayoría de críticas negativas, en especial la segunda. Ahora, 22 años después, la franquicia producida ni más ni menos que por Steven Spielberg presenta una nueva cinta que funciona como reboot. Es importante aclarar que Hombres de negro: Internacional no es una remake de las originales (no cuenta la misma historia) sino que al ser un reboot nos presenta una nueva historia original y con nuevos protagonistas pero que se ubica dentro del mismo mundo que las tres películas anteriores. En esta ocasión los nuevos protagonistas son Tessa Thompson como la Agente M/Molly, una flamante "hombre" de negro que tras descubrir en su niñez la existencia de la agencia se preparó toda su vida para ser una agente, y Chris Hemsworth como el Agente H, un ya experimentado agente de la organización considerado un héroe tras evitar una invasión alienígena unos años atrás junto con el Agente T (interpretado por Liam Neeson), el jefe de la sucursal de Hombres de negro en el Reino Unido. Ni Will Smith ni Tommy Lee Jones repiten sus papeles y ni siquiera son mencionados, más allá de verlos en un cuadro, por lo cual se nota la intención de presentar esta película de manera independiente para poder ser vista aún sin haber visto las entregas anteriores. La única que repite sus papel es Emma Thompson como la Agente O, la jefa de la sucursal estadounidense de los hombres de negro. Es un poco extraño volver a ver el mismo duo protagónico que hace apenas 2 años compartieron pantalla en Thor Ragnarok, pero se nota que desde ese primer encuentro crearon una gran química y logran separarse de los papeles del MCU. Además, a diferencia de Thor, acá quien tiene un papel más protagónico es Tessa y es quien saca adelante la película en varios momentos, quedando Chris Hemsworth como su acompañante, a pesar de ser él el experimentado. En cuanto a la película, nos encontramos con un sube y baja de escenas que intercalan algunas bastantes divertidas con otras un tanto aburridas y con personajes pocos aprovechados -como el caso de Liam Neeson o Rebecca Ferguson- en contraparte a los protagonistas que son quienes se roban toda la película y le hacen frente a un guion chato y poco trabajado. Sin llegar a la altura del film que inició esta franquicia, Hombres de negro: Internacional funciona como una película que sirve para pasar el rato y no mucho más. Cual un oxímoron, amplia el mundo de los Hombres de negro pero a su vez busca ser una película independiente que, si la taquilla la acompaña, intenta ser el inicio de una nueva saga.
El reboot de Hombres de negro es el mejor ejemplo de la "película de fan". No solo de fan de la saga que iniciaron Tommy Lee Jones y Will Smith en los 90, y que parecía perdida para siempre, sino de este nuevo mundo de películas que se cruzan y retroalimentan, con personajes que se hacen guiños y se nutren de todo el saber que el espectador construye alrededor de su propio fanatismo. "¿Eres fan de la verdad?", le pregunta la Agente O (inmejorable Emma Thompson) a la entusiasta Molly (Tessa Thompson) antes de asignarle su primera misión en Londres. Es que Molly entró en la elite de la seguridad universal no solo por su astucia y curiosidad -y su nula vida social-, sino también por la intensa obsesión que la define desde su niñez, cuando los extraterrestres visitaron su casa de Brooklyn y le insinuaron esa verdad tras la apariencia del mundo conocido. F. Gary Gray exprime lo mejor del guion en la primera parte, cuando parece interesado en el humor y las pasiones de sus personajes, más allá de los gadgets, los aliens y las peleas. Después se deja llevar por algunos torpes recursos de montaje, por las previsibles vueltas de tuerca, y desaprovecha a la villana soñada que podría haber sido Rebecca Ferguson. Pero Tessa Thompson y Chris Hemsworth (tan parecido a Thor que hasta tiene martillo) tienen probada química y ese cruce entre buddy movie y comedia romántica sostiene un derrotero de aventuras que, a fin de cuentas, es lo menos importante.
Decepcionante regreso de la icónica franquicia con un spinoff sin demasiados hallazgos. Vi esta MIB modelo 2019 pocas horas después de haber disfrutado del (falso) documental de Martin Scorsese sobre Bob Dylan. Sobre este film disponible en Netflix escribí para otro medio con interés y pasión cinéfila. Sobre esta película tardé casi un día en encontrar algún incentivo (intelectual) para sentarme frente a la computadora. Perdonen esta deriva personal, pero Hombres de Negro: Internacional es el tipo de productos que definen (para mal) a una parte significativa de la oferta de los grandes estudios: secuelas, precuelas o spinoffs de sagas de larga data que, vistos los resultados de estas operaciones de reciclaje, bien merecerían haber terminado donde habían quedado. Se sabe que es más fácil trabajar sobre franquicias que ya han tenido aceptación popular que construir una nueva. Por eso, la tentación de dar el manotazo a “conceptos” como el de Hombres de Negro está siempre ahí, latente. En este caso, ya no son “hombres” porque estos tiempos imponían una actualización, como la de incorporar como protagonista a una mujer (la agente M que interpreta la ascendente Tessa Thompson, vista en la saga de Creed y en algunas películas de Marvel en el papel de Valquiria). Algo similar al regreso de Los Cazafantasmas. Si bien en un principio son el agente High T (Liam Neeson) y el agente H (Chris Hemsworth) quienes encabezan la película con una escena de acción ambientada en París (en la Torre Eiffel, obvio), luego será el actor de Thor quien se reúna con Thompson para una pareja-despareja mixta. Que no haya demasiada química entre ambos es el menor de los problemas de este film ya no atado a fórmulas (aquí hay bastante de James Bond con un tour que, además de París, incluye locaciones en Londres o Marruecos) sino directamente mecánica y rutinaria. Los chistes no dan gracia, las vueltas de tuerca no sorprenden, los alienígenas no dan miedo ni entretienen (ni siquiera uno “simpático” llamado Pawny con la voz de Kumail Nanjiani)... El galán australiano Hemsworth, quien venía mejorando mucho sobre todo en su veta humorística, no tiene aquí demasiadas posibilidades de lucimiento. Y lo de figuras de renombre como Neeson, Rebecca Ferguson o Emma Thompson está directamente al borde del patetismo: la nada misma. Así, la película de F. Gary Gray (responsable de títulos bastante más logrados como La estafa maestra, Straight Outta Compton e incluso Rápidos y furiosos 8) extraña los momentos de gracia, la fluidez y el desenfado de las entregas anteriores de Barry Sonnenfeld. Will Smith y Tommy Lee Jones vuelvan, los perdonamos.
Molly tuvo un encuentro cercano del tercer tipo cuando era solo una niña, y por eso pasó los siguientes veinte años tratando de encontrar a esas extrañas personas con trajes negros que visitaron su casa aquella lejana noche. Lo que ella no sabía, es que se iba a topar con una verdadera agencia gubernamental que se encarga de manejar cualquier tipo de situación que incluya extraterrestres. Como verán en la sinopsis, Hombres de negro: Internacional, salvo algún detalle, sigue las bases argumentales de la primera entrega de esta ya franquicia de culto. Las sigue tan al pie de la letra, que nos deja con la gran pregunta de ¿Era necesaria esta película? Y la verdad es que no. Entendemos que esta apuntada a un público que no vio la original, pero eso no es excusa para copiar y pegar el argumento; además que nadie se murió por ver una película vieja. Además, que se ignora casi por completo a los personajes de la trilogía inicial, reduciéndolos a un cameo que da más vergüenza ajena que otra cosa. Pero ese no es el único fallo de Hombres de negro: Internacional. Pese al esfuerzo de Tessa Thompson y Chris Hemsworth, la película tiene una ausencia de chispa total. Al último se lo utilizó de forma exagerada, rozando casi lo insoportable y no sabiendo cuando es el límite entre canchero gracioso y canchero imbécil. En cuando a la ya citada Thompson, la chica no lo hace mal, pero le falta bastante como para sostener una película de aventuras a su espalda, y se la nota bastante forzada en más de una situación (las que tiene que terminar una secuencia con alguna frase ingeniosa). A esto debemos sumarle la ausencia de escenas de acción o aventura memorables. Si bien la saga en si nunca se caracterizó en este sentido, al menos podemos recordar un puñado de momentos de cada una de las entregas posteriores, pero en Hombres de negro: Internacional esto no pasa. Y si a eso le sumamos la ausencia de un villano intimidatorio en la mayoría del metraje… Hombres de negro: Internacional termina siendo un film mediocre, y bastante básico en su concepto. Con la clara intención de atraer a un nuevo público y ya, nunca se molesta en darle algo nuevo a los viejos fans de la saga; olvidándose de ellos de forma casi irrespetuosa. Demasiada vagancia tras un producto que tenía las suficientes herramientas como para volverse una saga querida por viejos y nuevos espectadores.
Parecido, pero no igual Siendo apenas una niña, Molly presenció cómo los dos agentes que buscaban al alienígena escondido en su habitación le borraron la memoria a sus padres. Creció siendo considerada delirante por contar esta historia, pero nunca dejó de creerla cierta y dedicó veinte años para comprobarla. Podría haber entrado al FBI como una novata brillante en todos los campos, pero solo le interesaba formar parte de esa sección de la que nadie había oído hablar. Su suerte cambió cuando su persistencia finalmente dio frutos. Rastreó una nave que acababa de aterrizar clandestinamente en la ciudad, dándole la chance de seguir a los agentes hasta su oficina secreta. Allí impresionó a la directora, lo suficiente como para tener una oportunidad de probarse en Hombres de Negro: Internacional con la identidad de Agente M (Tessa Thompson). Sin darle detalles, la envía a investigar algunos problemas en la oficina de Londres, donde junto al Agente H (Chris Hemsworth) queda implicada en una trama de intriga intergaláctica que puede resultar en la destrucción del planeta. Negro, Hombre de Negro Si hay algo que suena a la primera película, tiene sentido. Nada mejor para presentar un universo extraño que introducir a un personaje nuevo, uno que accede a ver detrás de las cortinas que esconden a los aliens viviendo en la tierra, metiéndolo de lleno en una misión que parecía sencilla pero se complica a niveles globales. De esa forma comparte la ignorancia y, de alguna manera, es nuestro representante desde el otro lado, porque Hombres de Negro: Internacional tiene que hacer equilibrio entre continuar la serie y al mismo tiempo volverla a presentar para ese público que quieren atraer sin obligación de que hayan visto las tres películas anteriores. Por lo tanto hay chistes y referencias a ellas, pero no hacen falta para entender lo importante de esta nueva historia, que es bastante simple y previsible pero no deja de ser entretenida. Hay algunos giros que se ven venir de lejos aunque pretendan esconderlos: sumaría que no los remarcaran tanto, o que al menos no repitieran detalles subestimando la atención o la comprensión del público, pero tampoco alcanza para arruinar el resto de la propuesta. Se nota también la voluntad de hacer un cambio de tono respecto a lo previo. Aunque existe el choque entre la novata rígida contra el agente caótico y canchero, el componente de comedia buddy-movie queda un poco en segundo plano, haciéndose más importante la trama de espionaje internacional con un estilo que recuerda al Bond pre-Craig, con traficante de armas en una fortaleza mediterránea y todo. Por suerte también abandona mucho de ese humor exagerado que aportaba Will Smith y que debería haberse quedado en el siglo pasado, reemplazado por otro un poco más sutil y visual. El guion tiene algunos agujeros y el CGI no es de lo más destacable, pero la buena química entre los protagonistas y una acción que no decae más que lo justo para explicar algunas cosas de la trama o los personajes, sostienen una propuesta que sin grandes pretensiones resulta entretenida. Hasta se permite tocar superficialmente la cuestión de género sin caer en el dramatismo ni en posturas fingidas o tribuneras como otros estrenos recientes.
Una nueva más de la saga, la cuarta, y con muchas novedades. Están todas las tradiciones que cosecharon innumerables admiradores en todo el mundo, el desarrollo de esos “protectores” de seres extraterrestres que pueden ser amigos o enemigos, graciosos o feroces. El tema es que ahora las caras son distintas y la elección de Cris Hemsworth es perfecta, el carilindo galán supo derivar esos personajes que le tocan en suerte con una ironía cómica, un humor, una gracia que son tan bienvenidas. Una broma particular hacia su pasado causará sensación entre los espectadores. A su lado una presencia femenina perfecta, Tessa Thompson, su socia en la acción, diminuta, graciosa e inteligente, para compensar los músculos y ciertas torpezas de nuestro héroe en cuestión. Liam Neeson como siempre aporta presencia y la cuota de legenda como hombre de acción, y Emma Thompson que solo necesita unas pocas escenas para demostrar que le pone lujo a cualquier film. El argumento que tiene un “agarre” en el pasado de la protagonista femenina, que seguirá en su presente y explica porque desea ser parte de la organización secreta, sigue con una amenaza global peligrosa para toda la humanidad, la visita de un soberano particular, la aparición de un arma que todos codician, dos asesinos letales y hasta con un infiltrado. Se compensa la actuación de los personajes con un muy vistoso bagaje de efectos especiales. Y además un final que insinúa más pelis con la pareja protagónica y cierta atracción. El director F.Gary Gray (“El negociador”, “´Rápido y furioso” del 2017) le pone el ritmo y el frenesí necesario, pero no se olvida que el humor y la empatía de los personajes no debe perder lugar. El resultado es un buen entretenimiento que no hará sentir nostalgia por Will Smith y Tommy Lee Jones que tienen dignos y encantadores sucesores. Lo que vaticina fácilmente que esto es el inicio de una nueva serie.
Relanzamiento de la clásica historia de los "Hombres de Negro" ("reboot" en inglés), "Hombres de Negro Internacional" presenta a nuevos públicos o fanáticos de la serie, otro capítulo sobre los agentes secretos que protegen el planeta controlando alienígenas. La serie que se inició en 1997 con Will Smith y Tommy Lee Jones continúa ahora sin cambios con el australiano Chris Hemsworth y Tessa Thompson, la pareja de "Thor Ragnarok". El problema es que se ha infiltrado en la organización secreta un espía que pone en peligro no sólo a sus integrantes sino al Universo. Esta vez los agentes H (Hemsworth) y M tienen que desplazarse por el mundo en la búsqueda del "topo", encomendada por el capo de la organización (Liam Neeson). A H lo conocemos por su desparpajo, facha y conquistas, M es una chica audaz que habiendo tenido un "encuentro cercano del tercer tipo" cuando niña, se autoconvoca a la organización y es aceptada por la jefa de la sucursal estadounidense (Emma Thompson). HUMOR Y BUEN RITMO La historia no difiere demasiado de las que ya conocemos. Eso sí, se desplaza por lugares como Londres, Marruecos, Italia y Nueva York, y muestra una serie de antros frecuentados por aliens, donde particularmente el agente H se siente cómodo y juega al truco desafiando mascotas de los extraterrestres que una y otra vez intentan envenenarlo. La aventura con un conocido intergaláctico, viejo fiestero con el que compartió secretas intimidades, provoca la curiosidad de la agente M, que desde el comienzo apuntó al agente en su libretita de posibles conquistas. "Hombres de Negro Internacional" exhibe un estupendo ritmo, brillante utilización de efectos especiales, atractiva música y algunos personajes que se destacan, desde "Los Twins", mellizos venidos de vaya a saber qué planeta, pero eso sí, con malas intenciones, estupendos bailarines de hip hop; y un tal Peoni, una suerte de enano de jardín, alien ignoto y un tanto demodé, que se convierte en la mascota de la agente M. La película de F. Gary Gray no difiere mucho de sus parientas, entretiene y tiene un incomprensible uso de muñequitos que parecen emigrados de la saga de Harry Potter. Hay escenas de acción muy bien resueltas, como la inicial en la Torre Eiffel y su ascensor; las persecuciones en un bólido tipo motocicleta y una en que se desmembra un auto, en cada una de cuyas partes hay un arma diferente. Para adictos a la franquicia.
Hombres de negro (Men in Black, 1997) es una comedia de ciencia ficción producida por Steven Spielberg y dirigida por Barry Sonnenfeld. Este fil, protagonizado por Will Smith, Tommy Lee Jones y Linda Fiorentino tenía una clara postura política sobre Estados Unidos como un país receptor de inmigrantes, en un discurso contra los prejuicios xenófobos. Tuvo una simpática secuela esa película y luego un tercer film muy inferior cerró la historia. Ahora volvemos sobre esa organización secreta en una nueva entrega en la que aparecen algunos personajes de los films anteriores y un pequeño homenaje en forma de cuadro a los dos protagonistas de los primeros films. Los dos personajes principales ahora son la novata agente M (Tessa Thompson) y el atorrante y temerario agente H (Chris Hemsworth). Nos explican en un prólogo y una larga presentación como la Molly pasa de un encuentro cercano en la infancia a convertirse en esa agente M obsesionada con los MIB. También vemos al agente H salvando al mundo junto al agente High T (Liam Neeson). Algo raro pasa en Londres y la novata M es enviada por su jefa la agente O (Emma Thompson, por lejos lo mejor de la película) de Nueva York a la capital británica. Una misión sencilla que terminará en una amenaza para la organización y para el mundo. La trama no ofrece novedad alguna salvo que los chistes contra el racismo ahora son chistes contra el machismo. El guión de previsible a nivel insulto, con dos o tres obviedades que se ven venir desde la escena inicial. Incluso las vueltas de tuerca que se ven a miles de kilómetros de distancia son subrayadas con flashbacks, diálogos y aclaraciones, para que hasta un espectador que duerme media película o juega con su teléfono puede entender todo. Demasiado tiempo lleva todo para no llegar a ningún lado. Y el discurso sobre la inmigración del film original quedó en nada, por cierto. Lo único rescatable son los acentos de los actores y su dicción. A la deslumbrante Emma Thompson, por cuya voz es doblemente obligatorio ver el film en inglés, se le suma el gran Liam Neeson y los acentos de los protagonistas y los exóticos personajes secundarios. Y hablando de esto último, el alivio cómico del pequeño personaje de Pawny es un manotazo de ahogado que por su ridiculez sin sentido se parece a The Great Gazoo de la serie Los picapiedras. Otro de los muchos defectos de un film con grandes actores, demasiados efectos especiales innecesarios (los necesarios siempre son bienvenidos, aclaremos) y un guión simplemente lamentable.
De vuelta a los ‘90s. Es común que Hollywood de vez en cuando quiera refritar sus grandes éxitos que supieron conquistar un enorme público. Hombres de Negro no es la excepción. Recordemos que el filme se basa en el comic homónimo publicado en los ‘90s y tuvo su adaptación fílmica de la mano de Will Smith y Tommy Lee Jones. La novedad residía en los excelentes efectos especiales pero la química de Jones con Smith fue la que salió victoriosa. A siete años del fin de la trilogía -coincidamos que la saga se mantuvo más por la química de los protagonistas que por el contenido de sus historias y como suele pasar la falta de ideas-, llega una nueva entrega. ¿Podría sobrevivir Hombres de negro: MIB Internacional sin sus protagonistas originales? Esta década vimos como Jurassic Park pudo regresar sin contar con sus protagonistas originales sin necesidad de borrar lo ya visto anteriormente. MIB Internacional parece seguir esta misma senda. Creo que me explayé demasiado en la intro, pero valía la pena mencionarla. La flamante Hombres de Negro no ofrece nada nuevo a lo ya visto y deja un sabor a poco, que el director pudo haber arriesgado a más, que la promoción del filme en parte arruinó el resultado. ¿Por qué? Simple: algo que supo hacer Disney siempre fue mostrar lo justo y necesario, algo que las otras compañías parecen no entender y con la desesperación de querer vender hacen lo que sea. Si ves los avances vas a deducir de qué va la historia y cómo termina. Sin más. Sin embargo, no todo es malo en los Hombres de Negro: MIB Internacional y fiel a su predecesora se sostiene por la química entre sus protagonistas: Chris Hemsworth y Tessa Thompson, que vendría a ocupar una versión parcial de lo que fue Will Smith en la primera entrega. Mientras que Hemsworth, simplemente, es el típico niño bonito que se las manda. Liam Neeson y Rebecca Ferguson me parecieron desaprovechados y Emma Thompson nos recuerda que la agencia de Hombres de Negro al igual que los comics tiene alcance internacional. Vamos a ver cómo responde el público y ojalá que ofrezcan algo nuevo más cercano a los comics y no limitarse a los extraterrestres (en las viñetas enfrentan casos paranormales, demonios, entre otros, algo así como Supernatural y Los cazafantasmas combinados).
Un relanzamiento de la saga que surgió hace 22 años con el dúo conformado por Tommy Lee Jones y Will Smith llega ahora con aire fresco, lo que no significa que sea mejor que las anteriores, todo lo contrario. La nueva pareja, aunque al Agente H (Chris Hemsworth) le guste trabajar en soledad, la forma junto a la Agente M (Tessa Thompson) quien desde niña, al ver un extraterrestre en su cuarto tiene la obsesión de formar parte de los famosos “Hombres de Traje Negro”. Eso no fue lo único que vio, también fue testigo del aparato que usaron los agentes para borrar la memoria de sus padres. Por eso se prepara y cuando llega el momento logra adentrarse en la Organización que cuida el Universo de cualquier amenaza y es tomada a prueba en New York por la Agente O (excelente Emma Thompson) hasta que finalmente queda en el puesto. La primera misión es en Londres y además deberán descubrir quién es el infiltrado en la Organización de los Hombres de Negro, pero no hay mucho más. La cuota de humor está a cargo de un pequeño alienígena llamado Pawney (“Peoni”, Kumail Nanjiani) que trata a la Agente M como si fuera una Reina y es “el” personaje de la película. En Londres le rendirán cuentas al Agente High T (Liam Neeson) quien proteje al Agente H. Dirigida por Félix Gary Gray el film destaca a la Agente M poniéndola en un buen lugar, como una mujer astuta, valiente e inteligente. Las secuencias de acción son las que este tipo de películas nos tiene acostumbrados, la banda de sonido a cargo de Danny Elfman acompaña muy bien, cuenta con interesantes locaciones, además de las mencionadas, en París y Marruecos y el elenco no defrauda.De todas formas, no es de visión obligatoria. ---> https://www.youtube.com/watch?v=JRsKdc7e3Z0 ACTORES: Chris Hemsworth, Rebecca Ferguson, Tessa Thompson. Liam Neeson, Emma Thompson, Kumail Nanjiani. GENERO: Ciencia Ficción . DIRECCION: F. Gary Gray. ORIGEN: Estados Unidos. DURACION: 115 Minutos CALIFICACION: Apta mayores de 13 años FECHA DE ESTRENO: 13 de Junio de 2019 FORMATOS: Imax, 2D.
“Hombres de negro: internacional”, de F. Gary Gray Por Jorge Bernárdez Molly (Tessa Thompson) salvó siendo una niña a un extraterrestre de la especie de los tarantinianos y desde ese incidente en el participaron dos Hombres de Negro, vive obsesionada con encontrar esa organización y formar parte de ella. Todos la creen un poco perturbada ya que como sabemos los espectadores, los operativos de esta organización terminan borrando de la memoria de los testigos el incidente. En el caso de Molly eso no ocurrió, así que ella sabe que existe la organización y que los extraterrestres se pasean por la Tierra. Esa esa la anécdota que nos introduce de nuevo en la organización que conocimos gracias a Will Smith y Tommy Lee Jones. Molly será integrada a la organización en carácter de prueba por la jefa de la parte norteamericana y de inmediato la inquieta novata es enviada al Reino Unido, para que trate de ver si está pasando algo raro allá. En Londres la filial de la organización está dirigida por High T (Liam Neeson) y el agente estrella es H (Chris Hemsworth). Hay una visita intergaláctica que debe ser custodiada por H y Molly, también una intriga interna -la organización tiene un topo- y tanto el manejo del tráfico alienígena como la diplomacia galáctica están en peligro. La nueva Hombres de Negro trae de nuevo a Steven Spielberg como productor y recupera el espíritu de las películas anteriores, hay chistes internos y otros que hacen referencias al papel de Thor que Hemsworth encarna para Marvel. Lo cierto es que las aventuras, hay nuevas criaturas galácticas, y bastante acción, se suman a la fabulosa química que Tessa Thompson y Henswolrth, que ya mostraron en Avengers End Game donde Tessa interpreta a Valquiria. Rescatando el espíritu de la saga y haciendo pie en la magia del elenco, Hombres de negro Internacional es una película divertida de esas que se deben ver con un balde de pochoclo y espíritu de aventura. Es muy posible que haya más capítulos de la saga, quién sabe, pero este regreso es llevadero y se disfruta. HOMBRES DE NEGRO: INTERNACIONAL Men in Black: International. Estados Unidos, 2019. Dirección: F. Gary Gray. Guion: Matt Holloway, Art Marcum, Lowell Cunningham. Fotografía: Stuart Dryburh. Edición: Zene Baker, Christian Wagner, Matt Willard. Intérpretes: Tessa Thompson, Chris Hemsworth, Emma Thompson. Distribuidora: UIP. Duración: 115 minutos.
F. Gary Gray reinicia la franquicia de "Men in Black" con un nuevo par de agentes clandestinos para proteger a la Tierra contra la invasión alienígena y suceder a los personajes que Will Smith y Tommy Lee Jones hicieron famosos.
La cuarta entrega de la saga, "Hombres de negro: Internacional", esta vez dirigida por F. Gary Gray, crea una nueva historia, sin depender de las películas anteriores, dentro de un universo en el que también se puede homenajear a otras franquicias. El resultado, un eficaz entretenimiento. Hace veintidós años, "Hombres de negro" se convertía en un ¿inesperado? éxito de taquilla, y una suerte de clásico moderno instantáneo que dio pie a toda una franquicia a su alrededor. Si bien ya contaban con la base de los comics creados por Lowell Cunningham para Malibu Comics, la popularidad llegó con la película de 1997 que disparó una serie animada, relanzamiento de los comics, y dos secuelas que, entrega a entrega, se fueron diluyendo. Quizás sea que pasó demasiado entre las entregas, pero ni "Hombres de negro 2" de 2002 (más fiel a los comics pero menos efectiva como película), Ni "Men in Black 3" de 2012 (con un fallido intento por llevar la acción al pasado), lograron replicar ni el éxito, ni la trascendencia, ni la eficacia de la original que aún sigue siendo recordada como uno de los mejores tanques de la década del ’90. El lapso prolongado se repite otra vez, siete años después de la última, llega "Hombres de negro: Internacional"; con una apuesta de riesgo aún mayor. No solamente lo que implica un paso del tiempo con cambio generacional entre espectadores, cambio de actores (solo repite Emma Thompson de la tercera entrega, y alguna aparición ente los aliens), y también de director. ¿Podrá esta secuela romper la racha y reconquistar a una nueva audiencia? Claramente el desafío es ese. Más allá de que hay algo de la iconografía, y en los personajes aliens, "Hombres de negro: Internacional" apunta a un público que puede no saber de qué viene la cosa, puede o no haber visto las películas anteriores. Un público joven adolescente al que se intenta capturar con dos protagonistas extraídos de otra franquicia. Tessa Thompson y Chris Hemsworth, Valquiria y Thor del Universo Marvel, son los nuevos agentes del equipo. Luego de una escena parisina que nos adelantará algo de relevancia en la historia a futuro; conoceremos a Molly (Tessa Thompson), que de niña fue testigo de un contacto con un alien y hombres de negro; y por un descuido sus padres fueron neuralizados (el palito con luz incandescente para borrar la memoria), pero ella no. Esto hizo que Molly crezca obsesionada con los extraterrestres y la agencia secreta; claro, a costillas de ser tratada como loca y negarse una vida social. Molly quiere entrar a trabajar a esta agencia, aunque todos niegan su existencia. Pero persevera interceptando la señal de un satélite, y adelantándose a la llegada de un contacto. Cuando se cuele dentro de la organización, terminará demostrando que es apta para formar parte de ella. En su reclutamiento como Agente M, en período de prueba, será enviada a la dependencia de la agencia en Londres, lo cual marcará diferencia con las entregas anteriores, aquella que se anuncia desde el título. La acción se corre de Nueva York y nos muestra que tiene ramificaciones por todo el mundo. En Londres, la insistente Molly moverá los hilos para formar equipo con el que aseguran, es el mejor de la agencia, el galán Agente H (Chris Hemsworth), aquel que hace tres años salvó al mundo de La colmena junto al Agente T (Liam Neeson), actual jefe de la filial en Londres. Ambos deberán custodiar a un príncipe extraterrestre; y cuando las cosas no salgan muy bien, sospecharán de la existencia de un topo dentro de la agencia. "Hombres de negro: Internacional" se toma bastante tiempo para sentar sus bases, para narrar lo que ya está en su premisa o sinopsis. Algo que también hacía la primera entrega. Introduce a los personajes, nos cuenta de ambos; nos muestra el universo de convivencia humanos extraterrestres (no se olviden que esto está pensado para los recién llegados); plantea el conflicto principal, y recién ahí comienza la acción propiamente dicha, si bien durante toda la película hay clima de aventura. Quizás esto vaya a contramarcha de los tanques actuales que aceleran lo que más pueden de la historia para ir directo al grano. Algunos directamente se ahorran la introducción y van a los bifes. En Hombres de negro: internacional hay tiempo para todo en sus casi dos horas que siempre entretienen, divierten, y nunca se siente aletargada o pesada. El clima es bastante similar al de la primera entrega, se intenta maravillarnos con los extraterrestres y la parafernalia de la agencia; y se vuelve a un humor constante, actual, entre naíf y un poco más adulto que en las anteriores. Sí, tener a una Agente M, conlleva a que haya alguna lectura feminista bienvenida. Por suerte, no se siente remarcado, ni machado como bajada de línea constante, es tomado casi en clave de solfa sobre lo que hacen en otras franquicias. Tessa Thompson y Chris Hemsworth cuentan con el plus de ya conocerse, y logran llevar la química que crearon con sus otros personajes a esta película. No intentan imitar a Will Smith y Tommy Lee Jones, pretenden que no los extrañemos, y si bien no los superan, logran hacer su propio camino diferenciándose y convenciéndonos. Hemsworth ya tiene experiencia para este tipo de roles, ya se probó como comediante, y le sale bien ser un galán sarcástico que su burla de sí mismo. Tessa Thompson se prueba en un protagónico y supera el desafío, cuenta con el carisma suficiente como para liderar, solo resta que el público la conozca más. Liam Neeson y Emma Thompson son quienes les otorgan la cuota de “actor serio en taque”, Correctos en los suyo. Habrá que destacar también la labor de Kumail Nanjiani, como la voz de Peoni, un pequeño alien adorable y muy gracioso. "Hombres de negro: Internacional" se vale de su premisa cosmopolita para mas de una vez parodiar el universo de James Bond, algo que en las anteriores solo asomaba en la parafernalia de la agencia. Aquí, desde la tónica, los escenarios, el vestuario, y algo del refinado toque inglés, todo huele bondiano. En especial en la secuencia entera dedicada a la chica "Mision: Imposible" (y que pide a gritos ser Chica Bond) Rebecca Ferguson. Barry Sonnefeld abandonó el barco, es productor ejecutivo, y el control de dirección lo asumió el piloto de prueba F. Gary Gray, un director siempre efectivo, más en films de acción tradicionalistas. Aquí le imprime una cuota de aventura, y algo más de acción física que las entregas anteriores. El efectivo humor será más de gags guionados que un humor físico (a diferencia de Sonnenfeld, un director mas afín a la comedia pura). Comedia certera, aventura clásica, acción sin abrumar, algo de espionaje para la nueva generación, y una historia simple pero que no se apura; "Hombres de negro: Internacional" se ubica por encima de las dos secuelas anteriores, y tiene todo para capturar a una audiencia nueva, y convencer al público cautivo de hace veintidós años. Más allá de algún guiño, a veces hacer borrón y cuenta nueva, es bienvenido.
Hombres de negro: MIB internacional es una película que da inicio al universo cinematográfico de Hombres de negro, porque está protagonizada por una pareja: los agentes H, Chris Hemsworth y M, Tessa Thompson. La dirección en este caso está a cargo de F. Gary Gray, y al elenco lo completan Emma Thompson, quien vuelve a interpretar a la agente O, dejando en claro que no se trata de un reinicio de la franquicia, Rafe Spall, Rebecca Ferguson y Liam Neeson como el agente T, director de MIB en Londres. En esta ocasión la historia se cuenta cómo Molly, una joven obsesionada por formar parte de los Hombres de negro se convierte en la agente M. Y en su primera misión debe trabajar junto al agente británico H, para salvar al mundo de un monstruo extraterrestre conocido como la Colmena, que amenaza con destruirlo. Para ello cuentan también con la ayuda de Pawny, una criatura extraterrestre diminuta pero noble y heroica que recuerda a Reepechep, el ratón de Las crónicas de Narnia: Principe Caspian. Lo primero que hay que destacar de esta película es la química que existe entre Chris Hemsworth y Tessa Thompson, que ya vimos en Thor Ragnarok, porque hacen funcionar esta buddy movie. Lo segundo es la diferenciación de estos personajes respecto de la trilogía original, convirtiendo al agente H en una parodia de James Bond, elegante y seductor pero a la vez impulsivo, lo que da lugar a buena parte de los gags. En cambio la agente M es una nerd obsesionada con conocer todos los secretos del universo, que aporta la otra parte luchando por lograr el empoderamiento femenino sin bajadas de línea con explicaciones que ralenticen la acción dramática. Otro aspecto que vale la pena señalar es este universo diegético, en el que al igual que en la saga de películas de Harry Potter hay un mundo desconocido dentro del nuestro, en el que convivimos con seres extraterrestres sin saberlo. Y esto les da una libertad enorme a los diseñadores de producción, maquillaje y efectos visuales para crear personajes extraterrestres de muchas razas diferentes, bases secretas o vehículos voladores cargados de armas, que si bien respetan el estilo de las anteriores lo mejoran demostrando así los avances tecnológicos propios del paso del tiempo. En conclusión, Hombres de negro: MIB internacional es una película que cumple con su objetivo de reiniciar esta franquicia apuntando a una nueva generación de niños y adolescentes que no necesariamente tienen que haber visto la trilogía original para entenderla. Y lo logra con eficacia, ofreciendo una película entretenida que tiene la dosis justa de humor y acción necesaria para convertirla en un posible éxito de taquilla.
La saga regresa con voluntad de comedia A tono con esa tendencia de volverse eternas que las sagas adquirieron con la llegada del siglo XXI, la de Hombres de Negro regresa después de darse una biaba importante. Claro que como todo retoque la cosa es notoria a simple vista, pero aún así más bien superficial. Es que salvo Emma Thompson, en el papel siempre secundario de mandamás de esta agencia secreta de asuntos intergalácticos que es la MIB (sigla para Hombres de Negro en lengua inglesa), todo el equipo protagónico ha sido renovado. En MIB Hombres de Negro: Internacional (MIB 4) ya no hay Tommy Lee Jones ni Will Smith, pareja emblemática que ha sido reemplazada invirtiendo el patrón étnico por Tessa Thompson y Chris Hemsworth, sumando al todoterreno Liam Neeson en el papel de responsable máximo de la filial europea del organismo. Aparte de eso, poco más o poco menos la canción sigue siendo la misma. Un poco menos si se la compara con la película original de 1997, dirigida por Barry Sonnenfeld, en la que se establecía un universo con reglas propias puestas al servicio de contar una historia simple pero efectiva. Incluso con el episodio tres de 2012, también de Sonnenfeld, que conseguía cierta eficacia al proponer un juego con el tiempo nada original pero bien resuelto. Bastante más si la comparación se realiza con la atroz secuela de 2002 (Sonnenfeld otra vez), en la que a duras penas sobrevivía la marca. MIB 4 tampoco se preocupa mucho por la historia. Una raza alienígena viene a alterar el equilibrio cósmico con espíritu de cantina de Star Wars que es la plataforma básica del universo MIB y los agentes vestidos de negro se encargan de hacerlos fracasar. Otra vez. En cambio la película se asume como mero pasatiempo, un objetivo menor pero no por eso despreciable y se preocupa por cumplir con él. Puede decirse que en general lo logra. Está claro que hoy no se puede juzgar a un blockbuster por sus escenas de acción, recurso que cualquier cineasta estadounidense debería manejar con oficio. Claro que hay excepciones como John Wick 3, donde hay un soberbio trabajo coreográfico, acrobático y mucha imaginación puesta al servicio del movimiento. No es el caso de MIB 4, que en ese terreno es una del montón. Pero hay acá una voluntad de comedia que entrega lo mejor de la película. La elección de Hemsworth, justificada por la popularidad que el actor se ganó en el papel de Thor dentro del universo Marvel, es fundamental para conseguirlo. El australiano es buen comediante y la química con Thompson (que también había sido probada por Marvel) funciona. Aunque algunos chistes con referencias al #MeToo hollywoodense o citas irónicas a criaturas de otras sagas apoyan la idea de pensar al cine estadounidense como un sistema cada vez más pendiente de sí mismo. Una habitación en la que se pretende meter a todos los espectadores posibles para después cerrarla por dentro, no sea cosa que se vayan a enterar de que hay otros cines ahí afuera.
ón de Hombres de Negro se debate entre continuar la trilogía o convertirse en una remake, con reglas narrativas ligadas más a la acción que al espionaje, y un sentido del humor más llano. Un vaivén entre tradición y autonomía no resuelto que empobrece su identidad. Por un lado, el imaginario de Hombres de Negro persiste como mezcla de Los Expedientes Secretos X y Misión: Imposible; por otro lado, se palpita un anhelo de cambio, un enroque marketinero, estruendoso y presupuestario, con locaciones que van de Marrakesh a París. Su nuevo director, F. Gary Gray, busca inyectarle a la saga frenesí y glamour turístico al tiempo que intenta rendirle tributo a Barry Sonnenfeld. Pero la astucia de la primera Hombres de Negro era jugar con el camuflaje, la idea de que detrás de cada borderline se escondía un alienígena. La torpeza de Hombres de Negro: Internacional es exhibirlo todo como muestra de virilidad digital: no hay lugar para la ambivalencia; se muestran extraterrestres y tecnología alienígena como si se tratara de una película de Star Wars. La noción de una agencia secreta que regula el tránsito interplanetario es desplazada por un zoológico de criaturas, la fanfarronería de exhibirle al espectador todos los bichos que lograron diseñar en el departamento de CGI. El nuevo tono de Hombres de Negro se debe en gran medida a la incorporación de Chris Hemsworth y su estilo actoral. Ni por un segundo la película pierde de vista que cuenta con uno de los hombre más bellos de la industria y lo encasilla en un personaje rebelde, carismático y heroico, un galán autoconsciente que jamás baja las defensas narcisistas. En Hemsworth todo es físico, la eterna mueca sensual. El actor lo sabe y no pierde oportunidad para actuar como en una publicidad de perfume. Este sex appeal omnipotente priva al filme de encontrar su propia seducción. Será una figura mainstream tiñendo de mainstream una saga. Hombres de Negro: Internacional agobia con su ritmo acelerado, sus resoluciones facilistas. Cada vez que suena la clásica melodía de Danny Elfman, el espectador se confunde entre la nostalgia y la incongruencia. Es Tessa Thompson como una pasante quien puede darle algo de interés a la historia, o al menos de humor, pero este pequeño oxígeno no es suficiente. Vos CARTELERA AGENDA CINE MÚSICA TEVE PERSONAJES ESCENA COMER Y BEBER MIRÁ ARTES MEDIOS LA VOZ MUNDO D Inicio Lo último Popular PUBLICIDAD CINE COMENTARIO DE CINE ¿Ver o no ver la nueva Hombres de negro? Hombres de franquicias y pocas ideas Con la incorporación de actores jóvenes, “Hombres de Negro” pierde identidad y delata el agotamiento de su fórmula. Por momentos es torpe, y a veces agobiante. lmoreno LUCAS ASMAR MORENO Viernes 14 de junio de 2019 - 21:04 La nueva versión de Hombres de Negro se debate entre continuar la trilogía o convertirse en una remake, con reglas narrativas ligadas más a la acción que al espionaje, y un sentido del humor más llano. Un vaivén entre tradición y autonomía no resuelto que empobrece su identidad. Por un lado, el imaginario de Hombres de Negro persiste como mezcla de Los Expedientes Secretos X y Misión: Imposible; por otro lado, se palpita un anhelo de cambio, un enroque marketinero, estruendoso y presupuestario, con locaciones que van de Marrakesh a París. Su nuevo director, F. Gary Gray, busca inyectarle a la saga frenesí y glamour turístico al tiempo que intenta rendirle tributo a Barry Sonnenfeld. PUBLICIDAD Pero la astucia de la primera Hombres de Negro era jugar con el camuflaje, la idea de que detrás de cada borderline se escondía un alienígena. La torpeza de Hombres de Negro: Internacional es exhibirlo todo como muestra de virilidad digital: no hay lugar para la ambivalencia; se muestran extraterrestres y tecnología alienígena como si se tratara de una película de Star Wars. La noción de una agencia secreta que regula el tránsito interplanetario es desplazada por un zoológico de criaturas, la fanfarronería de exhibirle al espectador todos los bichos que lograron diseñar en el departamento de CGI. El nuevo tono de Hombres de Negro se debe en gran medida a la incorporación de Chris Hemsworth y su estilo actoral. Ni por un segundo la película pierde de vista que cuenta con uno de los hombre más bellos de la industria y lo encasilla en un personaje rebelde, carismático y heroico, un galán autoconsciente que jamás baja las defensas narcisistas. En Hemsworth todo es físico, la eterna mueca sensual. El actor lo sabe y no pierde oportunidad para actuar como en una publicidad de perfume. Este sex appeal omnipotente priva al filme de encontrar su propia seducción. Será una figura mainstream tiñendo de mainstream una saga. Hombres de Negro: Internacional agobia con su ritmo acelerado, sus resoluciones facilistas. Cada vez que suena la clásica melodía de Danny Elfman, el espectador se confunde entre la nostalgia y la incongruencia. Es Tessa Thompson como una pasante quien puede darle algo de interés a la historia, o al menos de humor, pero este pequeño oxígeno no es suficiente. PUBLICIDAD La película reconoce su vaciamiento al incorporar un chiste sobre el nombre. ¿Por qué “hombres de negro y no mujeres de negro”? “Cambiarlo es complicado y burocrático”, responde el personaje de Thompson. Es así como la parodia de agentes de la CIA parece malformada por un nuevo paradigma feminista. La seriedad tristona de Tommy Lee Jones ya no tiene sentido. La frescura empoderada de Tessa, tampoco.
Hombres de Negro Internacional: Volvemos a empezar. «MIB International», como es su título en inglés, llega a los cines con la esperanza de mantener a los trajeados en pantalla. Hace ya mucho tiempo, la primera entrega de Hombres de Negro llegaba a los cines con una premisa muy simple pero muy novedosa: los extraterrestres viven entre nosotros y hay una organización que se encarga de mantener el orden y la paz…y el secreto. Con los años, esa película se volvió un clásico de culto. Ahora, en esta entrega, la idea es volver a las bases sin literalmente rebootear la serie (aunque las opiniones están divididas sobre las secuelas que siguieron a esa joya). La idea en esta ocasión es llevarnos más allá de lo que conocemos del mundo de MIB de Nueva York. ¿Cómo lograrlo? La idea es partir de lo conocido y llevarnos a un lado nuevo de esta división que es tan secreta que ni el gobierno sabe, oficialmente que existe. ¿Cómo lograrlo? Con una recluta nueva, fresca, que pueda ayudar en la división de Londres. Así es como Moly (Tessa Thompson), o la agente M de ahora en adelante, se ve de golpe introducida en el mundo desconocido que es la sucursal Londinense de Hombres de Negro. Obviamente, no sin antes preguntarle a su jefa, O (Emma Thompson), sobre el nombre de la organización. En Londres, el jefe de la división es High Tea (y para los que sepan inglés, sí, es un chiste), interpretado por Liam Neeson, y su mejor agente es H, interpretado por Chris Hemsworth. Pero hay cosas que no cuadran entre los ingleses y cuando la idea de un complot empieza a surgir, puede haber mucho más en juego que solo el destino de la tierra. ¿Nuestra opinión, sin rodeos? Es una película Ok. Pero vayamos por partes. Por un lado, la trama tiene una lógica, que logra ser lo suficientemente misteriosa sin derivar en esos films eternos que dan tantas vueltas que no sabés ni en que sí la estás viendo. La duda está, se fomenta y te deja inseguro sobre quién es de verdad confiable, lo cual ya es decir mucho. Por el lado de los personajes, M y H tienen sus momentos pero no son santos de mi devoción. Molly me gusta porque es la primer persona en buscar ser parte de MIB por voluntad propia y sin necesidad de ser reclutada. Es inteligente, segura y se siente bastante real, aunque le falta ese no sé qué que convierte a un personaje en EL personaje. Algo similar pasa con H. Lo presenta como el agente que salvó al mundo solo con «su astucia y su deatomizadora serie 7», pero se siente como si hubieran intentando mezclar a James Bond con Tony Stark en Iron Man dos, cuando se emborracha en su fiesta. Se siente un poco cliché y repetitivo. O y High Tea son otra historia, porque sabemos que hay más que contar ahí, pero como su función a nivel historia, valga la redundancia, es más informativa que otra cosa, nos quedamos con las ganas. La sorpresa fue el desarrollo de C (Rafe Spall), a quien aún no había mencionado, y quien es la mano derecha de T. Es correcto, santurrón y si pudiera, hubiera mandado a volar a H hace rato. Pero lo que sí tiene es desarrollo. Su interés, más allá de su desdén por el personaje de Hemsworth, está en hacer su trabajo, hacerlo bien y proteger al mundo. Y para cuando todo se va de verdad al traste, resulta ser un aliado interesante. Y por último tenemos a Pawni, que se sintió como un intento de reemplazar a Frank. Es entretenido, eso es todo lo que puedo decir de él. Al menos no abusaron de los gusanos, que cuando los ví aparecer en pantalla me preocupé, pero no hizo falta. Fueron más cameo que otra cosa. La intención fue buena: dejar a K y a J atras para buscar otros horizontes. El producto final no es malo. Tiene buen ritmo, es bastante entretenida y hay una historia que contar. Pero también se siente como que se perdieron a mitad de camino entre una buena historia y una buena película. Los efectos, que en un film de este estilo abundan y quizá cegaron la dirección de la historia en su totalidad, como no es tan inusual que pase (aunque uno esperaría que a esta altura los efectos ya no deslumbraran tanto). Dentro de todo, se nos presentó un film con un comienzo nuevo sin necesidad de borrar lo que vino antes pero sin necesidad de quedarse atados al pasado y abriendo el panorama. ¿Hay cosas para mejorar? Sí. ¿Tiene futuro? Puede ser. Es cuestión de esperar y ver a dónde nos llevan la próxima vez estos Hombres de Negro.
"Un viaje de mil años empieza con un gran paso"... Esta frase icónica en la película es un claro ejemplo del camino recorrido por el director F. Gary Gray a la hora de lograr que "MIB Hombres de Negro: Internacional" se acople bien a la franquicia, que desde 1997 es comandada por Tommy Lee Jones y Will Smith. Aunque en esta película ellos ya no son parte del reparto, la elección de Chris Hemsworth y Tessa Thompson fué muy acertada. Recordemos que este dúo tuvo buenas críticas en "Thor Ragnarok" donde Chris explotó su lado cómico y divertido. El guión se podría decir que no es el mejor y que cuenta una historia poco llamativa en la primera parte de la cinta haciéndonos extrañar lo que fueron los verdaderos Hombres de Negro, pero como ya comenté, el nuevo reparto no tiene nada que envidiarle al anterior. Los protagonistas tienen escenas muy buenas y la mayoría son en conjunto. Ninguno es opacado por el otro ya que cada uno cuenta con su momento y muy bien balanceado. Por otra parte, el plot twist generado para Liam Neeson deja al espectador un poco perdido y ansioso pero como siempre su actuación no deja de ser buena. La comedia llega a sobrepasar la acción y se convierte en el centro de todo. Esto lejos de ser malo acompaña perfectamente la historia y genera risas en el espectador. A nivel producción estuvo bien a pesar de contar con algunos problemas de continuidad en las expresiones de los actores. La paleta de colores fue acertada y logró despegar a los característicos trajes negros del fondo incluso en escenas oscuras. En conclusión la historia es sólida en su totalidad y aunque algunos extrañamos algunos personajes icónicos de las entregas anteriores, quizás en esta nos llevemos algunas sorpresas (aunque tampoco tantas). Eso sí, no vayan a ver la película esperando que el resultado sea el mismo que en las anteriores porque no les dejará apreciar bien esta nueva entrega. "MIB Hombres de Negro: Internacional" es muy agradable y cómica de ver, y si nunca viste ninguna de la saga pero te gusta la ciencia ficción, la comedia, y los aliens, ni dudes en elegirla. Por Keila Ayala
La película estadounidense abre sus puertas a las mujeres de traje blanco y negro es el caso de Tessa Thompson quien personifica a la "Agente M". El filme hizo apertura a una nueva camada de detectives intergalácticos y gran animación en los seres alienígenas. La proyección cinematográfica cierra la época de los intérpretes Tommy Lee Jones "Agente K" y Will Smith "Agente J". Ambos personajes no poseen identidad y tampoco dependenden gubernamentalmente. Los objetivos de éstos empleados son no demostrar la existencia de extraterrestres en el planeta. La historia está badasa en el cómic de Lowell Cunningham. Éste espacio se consagra como una intitución oculta que registra y comanda las tareas alienígenas en la Tierra. En ésta cuarta entrega con "Men in Black: internacional" ya en su presentación de la icónica productora Columbia Pictures la mujer que tiene la antorcha ahora se pone los lentes oscuros; una clara referencia a la vestimenta usual de los Hombres de Negro originales. Se escucha la reconocida canción "Closing Theme" por Danny Elfman que engloba la orquestación del filme un gran acierto en musicalización de Chris Bacon y Danny que mexclan instrumentación con percusión a partir de triángulos, campanadas, coros fantasmales, bajos y una gran intervención de elementos musicales de aire. El resumen de ésta película se da por el nuevo desafío de los Hombres de Negro(Men In Black) quienes combatirán a una inmenso peligro un buchón en la organización MIB. La película dura 115 minutos es dirigida por F. Gary Gray y guionada por: Arthur Marcum, Matt Holloway. En fotografía Stuart Dryburgh dio grandes tomas de la torre torre Eiffel en París ya sea desde su base hasta su cúpula brillante y en su ascensor. En ese lugar aparecen Chris Hermsworth como "Agente H" y Liam Neeson "Agente T"; los oficiales que en apariencia son los mejores y triunfantes salvadores del mundo de una amenaza como lo es "La Colmena"; un grupo de villanos que toma la forma humana. Por un lado también el gran despliegue de tomas generales y abiertas en zonas como: Italia, Marruecos, Nueva York y Londres. En Marrakech la cámara se zambulle en sus laberínticos pasajes con tiendas con diferentes productos y la inmensidad del desierto en capturas panorámicas. En la locación londinense se vieron escenas más íntimas con gran montajes urbanos y en la central de Men in Black(MIB); subterráneos animados, referencias a alienígenas del pasado como los gusanos y Frank el canino raza Pug que le hace ingresar a Molly de forma no autorizada como lo hizo con Will Smith en su momento. Aunque no finalizan los problemas y ahí viene "Molly" una muchacha que trabaja aburrida en un call center en atención al cliente. En su infancia se topa con una especie alienígena la protege de unos agentes que portan el histórico "desmemorizador" ésta escena no la puede borrar de su memoria y la marca de por vida para ser una ruda e incansable justiciera. Molly Wright es de Brooklyn un barrio con familias tradicionales y ella rompe con esas estructuras. Molly es descartada por algún motivo de los entes más importantes de seguridad en Estados Unidos ya sea el FBI y la CIA por algún ítem en los que encuentran que ella es un poco inestable psicológicamente. Nada más absurdo y desmerecedor de su talento como: detectar actividades de objetos no reconocidos, su astucia detectivesca, su investigación minuciosa, el manejo de la tecnología y reparación de motos aéreas. Es algo innato su olfato en las misiones que le tocan con el "Agente H"; su mentor. El género predominante fue la ciencia ficción con la creación infinita de diferentes especies donde lo curioso es el hallazgo de nuevos seres de otros mundos encubiertos y sobrevivientes por la asistencia y colaboración con los MIB. Asimismo acción con diferentes persecuciones entre fuerzas malignas o anti extraterrestres y los agentes de MIB. La comedia es el gran fuerte de del guion y la dirección en la película la mixtura entre Tessa y Chris como nueva dupla de generan dos personajes que se complementan. Molly y Henry son opuestos que se atraen, ella una gran analista él un descuidado agente fanfarrón que por su mérito cree que puede arrogarse cualquier logro. Ella tensará el hilo de éste agente a quien pondrá en ridículo, ella propagará confianza con los alienígenas que le darán poderes que él jamás obtuvo un arma capaz de demoler hectáreas de tierra. Un vestigio queda de la química entre Valquiria y Thor sus antiguos personajes en la trilogía fílmica sobre superhéroes y traidores. Otra de las grandes discusiones que da la obra fílmica es el ubicar a la mujer como eje de cambio para las mentalidades de los hombres que por su brutalidad, ambición de liderazgo e ineptitud dan paso a nuevas guerras en vez de concluirlas. Las figuras de Tessa como “Agente M” y Emma Thomson como líder de la organización MIB en Nueva York empiezan a abrir camino a las Mujeres de Negro Emma como “Agente O” vuelve a la saga de MIB y descubre en Molly un interés en común: “ La verdad del universo”. Tanto la autoridad como la agente a prueba dan el marco para visibilizar la capacidad de mando, entrega e inteligencia en distintos puestos. Dentro del campo de batalla y por fuera ideando lógicas de entrenamiento y capacitación. No solo fue agregarle una pollera al traje de los agentes si no darle contenido a esa protagonista tan llena de curiosidad. El reparto estuvo compuesto por los siguientes actores:Chris Hemsworth, Tessa Thompson, Liam Neeson, Rebecca Ferguson, Emma Thompson, Kumail Nanjiani, Rafe Spall, Tuncay Gunes, Davina Sitaram, Nasir Jama, Viktorija Faith, Penelope Kapudija, Stephen Wight, Anatole Taubman, Natasha Culzac, Ruth Horrocks, Bern Collaco, Marcy Harriell, Hiten Patel, Rene Costa, Adrian Alvarado, John Kamau, Stephen Samson y Jeff Kim. La producción estuvo a cargo de: Columbia Pictures, Amblin Entertainment, Original Film, Sony Pictures Entertainment (SPE), Parkes+MacDonald Image Nation, The Hideaway Entertainment y Tencent Pictures. PUNTAJE: 80
Se estrenó un nuevo episodio de la saga creada en 1997 por Lowell Cunningham. Este spin-off tiene como protagonistas a Chris Hemsworth y la ascendente Tessa Thompson bajo la dirección del discreto F. Gary Gray. Cuando Barry Sonnenfeld, denominado a mediados de los ’90 como uno de los directores más ingeniosos y ácidos del cine industrial, tomó el oscuro cómic de Cunningham que sólo tuvo tres destacados números, eran muchos los que se preguntaban qué tipo de película haría. Con el apoyo de Steven Spielberg, Tommy Lee Jones (actor serio) y el ascendente Will Smith (que venía de sorprender en Día de la Independencia), el film de 1997 sorprendió en la taquilla gracias a su humor y la empatía que generaba la pareja protagónica. En 2002 llegó la secuela, pero los resultados fueron decepcionantes. Faltaba la frescura del film original y, sobre todo, las ideas que convirtieron a la predecesora en un clásico de esa década. Diez años después, el mismo trío regresaría con una fría tercera parte. Josh Brolin interpretó al joven K (en lugar de Jones) y la trama incluía viajes en el tiempo. Lamentablemente, otra vez el guión sería tan o más frustrante que el de la secuela de 2002. Tampoco Sonnenfeld tenía las ideas visuales que caracterizaron su estilo irónico en los ’90. Demasiado ingenua, demasiado familiar, la tercera parte llamaba a neuralizar con urgencia la saga. Borrón y cuenta nueva. Pasaron siete años, y tras amagar con un crossover con la saga de Comando especial (¡qué buena idea dejaron pasar!) llega la esperada cuarta parte. Y otra vez los resultados no están a la altura. ¿Qué pasó esta vez? Básicamente el mismo problema de las tres predecesoras. Se contrata a guionistas que no entienden el material que tienen entre manos. Ed Solomon tiene una trayectoria implacable. Es uno de los creadores de la saga de Bill & Ted (ahora está desarrollando la tercera parte) y supo encontrarle el tono perfecto al film de 1997, que iba acorde a la visión cínica de Sonnenfeld. Matt Holloway y Art Marcum tienen como antecedentes la escritura de la primer Iron Man (la peor de todas) y la última Transformers. A esto hay que sumarle que F. Gary Gray es un director con muy poca identidad cinematográfica, que tiene un par de productos interesantes (El mediador, La estafa maestra)- pero no aporta una mirada autoral, un sello distintivo como lo hacía Sonnenfeld. Por lo tanto, sin ingenio creativo detrás de cámaras, lo que queda es un producto en piloto automático. Que los protagonistas se pongan la película sobre los hombros y hagan el milagro de llevarla a buen puerto. En frío, la pareja Thompson-Hemsworth, que venía de demostrar una excelente química en Thor Ragnarok y Avengers: Endgame, tenía todo para sacar adelante un spin-off sin traicionar el espíritu de las que hicieron Jones y Smith. Hemsworth demuestra que es un actor todo terreno. Aprovecha su sex appeal para ridiculizarse. Thompson, en cambio, tiene una versatilidad sorprendente. Pero ninguno de los dos es comediante natural como Smith y, al mismo tiempo, ninguno tiene esa templanza de pocos amigos como Jones. Por lo que el carácter de ambos termina por fusionarse. “La clave de una buena pareja cómica es que uno de los de los dos debe ser un intérprete dramático y otro, comediante”. Así definió Sonnenfeld el éxito del film de 1997 y el motivo del fracaso de Las aventuras de Jim West. Claro, detrás de Thor Ragnarok estaba Taika Waititi, que en este momento tiene ese ingenio que tanto le adularon en los ’90 a Sonnenfeld. Habría sido una excelente opción para escribir y dirigir esta cuarta parte. Pero también vale recordar que la pareja principal de la tercera parte de “el hijo del trueno” eran Hemsworth-Ruffalo. En fin, la historia muestra a Molly (Tessa Thompson), una chica que desde su infancia sigue las andanzas de los MIB por todo Brooklyn hasta que, por fin, entra en el famoso recinto de la saga y la recibe la Agente O (la Thompson británica) que, reconociendo sus habilidades, y luego de un rápido entrenamiento, la manda a una misión de prueba en Inglaterra. Allí es recibida por el Gran T (Liam Neeson), en completo piloto automático, que le pide que se asocie a su mejor agente, el torpe H de Chris Hemsworth. La pareja recorrerá medio mundo, primero como guardaespaldas de un buscado alien, y después intentando salvar una poderosa arma capaz de destruir la galaxia. La primera hora del film es bastante entretenida y tiene algo del humor que distingue la saga, pero en la segunda mitad la historia se enreda previsiblemente. Hay varias coincidencias narrativas y geográficas con la última John Wick, aparece un pequeño y divertido aliado de otra dimensión, pero realmente es poco lo que aporta esta cuarta entrega a un saga agotada. A medida de que avanza el film, el entusiasmo inicial se va disipando y lo que queda es un clímax final sin emoción. La premisa intenta crear un aura de misterio, pero se van tirando tantas pistas sobre la marcha que la resolución resulta obvia y previsible. Todo muy ingenuo, casi infantil. Hay guiños, muy pequeños, a las entregas previas, pero no esperen un cameo de los personajes originales. Aparecen los gusanos y Frank, el perro, pero es tan decepcionante su participación así como el resultado final del film. La frescura y buena química que le aportan Hemsworth y Thompson se ve mitigada por la ausencia de un guión ingenioso y un trabajo de dirección apático, sin ideas conceptuales o visuales concretas. Los efectos especiales y personajes CGI se destacan, pero no llegan a sostener una película original. Más que el regreso de Jones y Smith, lo que se necesita es el regreso de Solomon y Sonnenfeld detrás de cámara.
Individuos de negro El subtítulo sugiere una expansión audaz hacia territorio desconocido, pero no hay nada que no se haya visto ya tres veces en Hombres de Negro: MIB Internacional (Men in Black: International, 2019). Esta suerte de secuela lateral hace a un lado a los Agentes J y K (Will Smith y Tommy Lee Jones) para iniciar a los lozanos Chris Hemsworth y Tessa Thompson en los papeles de H y M, pero los creadores han agotado la inspiración en el casting y el resultado es una película tan insulsa y olvidable que neutraliza a quien la vea. Hemsworth y Thompson demostraron cierta química en Thor – Ragnarok (2017), pero a falta de un elenco secundario divertido, una dirección artística atractiva y la energía lúdica e irreverente de aquella colaboración nada de lo que hacen o dicen aquí sirve de mucho. Los protagonistas quedan librados a sesiones de improvisación cómica en las que las risas son raras y los chistes accidentales. Cuando se apegan al guión es peor, con un torrente de líneas cliché tipo “El mundo no se va a salvar solo”, “¡Eso es a lo que me refiero!” y, haciendo sincero eco del peor parlamento de las precuelas de Star Wars, “Odio la arena”. La trama es esencialmente la misma de siempre: una carrera entre los Hombres de Negro y alienígenas invasores por apoderarse de una misteriosa y poderosa tecnología, sólo que la magia de la pantalla verde transporta a los protagonistas por una serie de distintos países, reconociendo superficialmente el subtítulo del film. Una pequeña variación introduce la posibilidad de que alguien dentro de la organización es un infiltrado pero la solución es tan evidente como el propósito de las primeras dos escenas de la película, las cuales establecen una falta de tacto y sutileza que se sostiene hasta el final, colmado de flashbacks y revelaciones obvias. Hay un intento a medias de tratar la relación entre lenguaje e igualdad de género, inspirando la única parte creativa de la película (un chiste recurrente sobre el lugar de la mujer dentro de los Hombres de Negro), lo cual refleja la propia inseguridad de Sony sobre cómo resolver la cuestión. Otro destello de ingenio trata sobre el cuestionamiento y desmitificación del discurso hegemónico, pero como el resto de las ideas de la película, asoma unos segundos antes de perderse en un tour express de acción y comedia banal. Quizás el problema es que la franquicia siempre fue inalienable de los personajes de Will Smith y Tommy Lee Jones. Más allá de la química que pueden llegar a tener Hemsworth y Thompson sus personajes simplemente no poseen una dinámica muy graciosa. La base de la trilogía original son los intentos del hombre más cálido y extrovertido del mundo por quebrar al hombre más frío e introvertido del mundo, y en este sentido el casting fue inmejorable. Es una fórmula de vodevil infalible. Hemsworth y Thompson estarán planteados como pareja dispareja pero en realidad ambos son igual de irritables y comparten la misma naturaleza infantil: él por su arrogancia, ella por su inocencia. Hay fricción pero nunca hay choque; eso los hace molestos, no graciosos.
Y que nos borren la memoria... Siete años después del fallido tercer intento de la saga, se estrena un cuarto film que nadie pidió y que todos querrán olvidar. Todos recuerdan con mucho cariño a Tommy Lee Jones y a Will Smith vestidos de traje y usando lentes de sol, combatiendo alienígenas, ayudando a proteger al mundo y mantener la paz en el universo. Aquella película de 1997, una comedia de acción para toda la familia, fue un gran éxito de taquilla y crítica, y, por qué no, un clásico dentro del género. Sin embargo, su segunda parte fue mala y ni hablar de la tercera. La franquicia murió tras ese tercer intento, en 2012, cuando no supieron cómo continuar la historia a pesar de contar con sus dos protagonistas originales. Nos acostumbraron tanto a las reversiones forzadas, a la reinvención del éxito, a la ganancia sin originalidad, que siete años más tarde llega “Hombres de Negro Internacional”. El regreso que nadie pidió y que ahora todos exigirán que acabe de una vez con la franquicia y nos borre la memoria como el artefacto que usan los agentes para preservar secretos. Una pequeña descubre en su casa a un extraterrestre y es testigo de cómo dos Hombres de Negro les borran la mente a sus padres. Por ello, se obsesiona con el tema, el funcionamiento del universo y el descubrimiento de diferentes especies alienígenas. Tan obstinada es, que de adulta (Tessa Thompson) logra convertirse en uno de los Hombres de Negro (hay un gag que se burla de esa contradicción). Su primera misión como Agente M será en Londres, en donde conoce al Agente T, a cargo de la sede de Inglaterra, y al agente H (Chris Hemsworth), con quien termina trabajando en la misión. Juntos descubren que dos seres buscan en la Tierra un arma poderosa que justamente cae en manos de esta dupla de agentes. Por ello, deberán escapar y averiguar qué es lo que traman antes de que sea demasiado tarde. La dupla Hemsworth y Thompson, que ya vimos en “Thor: Ragnarok”, funciona a medias: si bien logran destacarse por momentos, individualmente y como pareja, dentro de una trama que repite vicios, virtudes y defectos de sus antecesoras, sus apariciones son lo único rescatable. El mayor problema de la película fue haber sido concebida, cuando nadie, ni siquiera los fans de la primera entrega, la esperaban y necesitaban.
Estos nuevos Men In Black tiene mucho más entusiasmo, así que se trata de un humor más blanco, menos irónico y, en cierto sentido también, menos profundo. La serie “Hombres de negro” siempre fue algo un poco aparte en el cine de franquicias millonarias. Comedias de aventuras con elementos totalmente surrealistas justificados por el hecho de que, bueno, en la Tierra refugiamos extraterrestres, colocaba el norte en la simpatía y la relación humana –muy humana– entre los personajes. Las tres anteriores, las que colocaron a Will Smith en el mapa estelar de Hollywood, las hizo Barry Sonnenfeld y eran en gran medida un canto de amor a una ciudad –Nueva York– y su entorno multicultural. Empezar de nuevo implica ir hacia otra parte, y aunque aquí tenemos una trama que toma préstamos de aventuras anteriores, hay novedades. El enemigo es interno (un infiltrado), los héroes son hombre y mujer (la pareja Hemsworth-Thompson, que ya mostró gran química en Thor-Ragnarok) y hay más acción que humor. ¿Por qué? Porque no hay un personaje como el de Tommy Lee Jones, que combatía aliens como un empleado de correos que ponía sellos, adusto y aburrido aunque siempre moralmente justo. Estos nuevos Men In Black tiene mucho más entusiasmo, así que se trata de un humor más blanco, menos irónico y, en cierto sentido también, menos profundo. Pero el espectáculo está ahí y vale la pena: estamos viendo el nacimiento de una (potencial) gran pareja cómica mixta de las que el cine ha visto poquísimo. Ah, sí: no se eluden referencias como que Hemsworth use un martillo, porque no hay película de Hollywood que no nos tome por tontos al menos en un plano.
Sin Will Smith ni Tommy Lee Jones, la saga extraterrestre vuelve a los cines con nuevos protagonistas y aventuras, pero con bastante menos chispa. Son varias las razones por las que un estudio decide rescatar/rebootear una franquicia después algunos años y fracasos. La plata que pueda llegar a recaudar es una de ellas, por supuesto, pero también hay una clara intención de utilizar la nostalgia para atraer al viejo público, al mismo tiempo que se genera la expectativa suficiente para sumar nuevos seguidores. Por suerte, nadie recuerda el estreno de “Hombres de Negro III” (Men in Black III, 2012), lo que le da cierto changüí a esta nueva instancia que cambia completamente de protagonistas y director, convirtiendo la saga fantástica de Barry Sonnenfeld en una historia de “espías” cosmopolita, con alienígenas de por medio. Como bien lo dice su título, “Hombres de Negro: MIB Internacional” (Men in Black: International, 2019) nos lleva de paseo por varios continentes sin un propósito muy claro. Ya no tenemos a Tommy Lee Jones y Will Smith para salvar al mundo (apenas una pequeña referencia por aquí y por allá a aquella primera y exitosa película de 1997), pero sí una nueva pareja despareja que hace las veces de agente novato/agente experimentado, que debe hacer yunta para frenar una amenaza del espacio exterior. Acá no hay muchas novedades en cuanto a argumento, incluso se sigue alejando a pasos agigantados del material original -el cómic homónimo de Lowell Cunningham-, olvidándose completamente de esa lectura entre líneas sobre los inmigrantes ilegales en los Estados Unidos. No, no esperen nada de eso (bah, no esperen mucho), en cambio sí rebosa de acción, efectos especiales y saltos de país en país, para que veamos que lindos que son los paisajes de Londres, Italia, Marruecos y Nueva York. F. Gary Gray, quien tiene cosas descerebradas como “Rápidos y Furiosos 8” (The Fate of the Furious, 2017), pero también películas interesantes como “Letras Explícitas” (Straight Outta Compton, 2015), toma el testigo de la franquicia para contarnos uno de sus capítulos más carente de narrativa. Todo arranca en 2016, en París, cuando High T (Liam Neeson) y el Agente H (Chris Hemsworth) consiguen salvar al mundo de la invasión de La Colmena, convirtiéndose en héroes de la división MIB de Londres. Muchos años antes, la pequeña Molly tiene un extraño encuentro cercano con una criatura alienígena, lo que va a marcar para siempre su futuro. En la actualidad, Molly (Tessa Thompson) intenta unirse a ESA agencia en particular que se dedica a lidiar con misterios del espacio, pero ni la CIA, ni el FBI la toman muy en serio, rechazando su solicitud, a pesar de contar con todos los requisitos. Su perseverancia da frutos cuando finalmente se cruza con los Hombres de Negro y logra convertirse en la Agente M, un efectivo a “prueba” que debe viajar al país británico para su primera asignación. Como muchos/as en la oficina, la chica queda absolutamente cautivada por el Agente H, un langa irreverente y negligente que se las sabe todas pero que, admitámoslo, también hace muy bien su trabajo. Después de que una de sus misiones encubiertas no sale según lo planeado, H queda bajo la estricta supervisión de su mentor (Hgh T) y debe hacerle de niñera a un extraterrestre con muchas credenciales. Acá es donde empiezan los problemas: por un lado, una extraña amenaza alienígena que va dejando demasiados cadáveres y destrucción por el camino; por el otro, la posibilidad de que haya un infiltrado dentro de MIB, propiciando el regreso de La Colmena. Tenemos nueva dupla para la franquicia Olvídense del misterio, “Hombres de Negro: MIB Internacional” no deja mucho a la imaginación y se despacha con una historia demasiado sosa y predecible. Matt Holloway y Art Marcum, responsables de este guión y del de “Transformers: El Último Caballero” (Transformers: The Last Knight, 2017) (ups), sólo encuentran excusas para llevarnos de aquí para allá y desplegar todos los efectos digitales en aparatosas escenas de acción y aventura cosmopolita, pero poco se concentran en el desarrollo del conflicto (uno inexistente) y sus personajes, apenas un poco más que meros arquetipos. Todo ese encanto y química que Hemsworth y Thompson despliegan en “Thor: Ragnarok” (2017), acá no da señales de vida inteligente, dejando que ella haga todo el trabajo duro dentro de esta pareja, mientras él pone caritas de canchero y tipo lindo. Espero que estén contentos porque rompieron una gran dupla cinematográfica, que nunca encuentra esos grandes momentos para destacarse. ¿Lo mejor? Las breves intervenciones de Emma Thompson como la Agente O, y Kumail Nanjiani prestándole la voz a Pawny, un simpático y diminuto extraterrestre que aporta casi todo el humor a esta insulsa entrega. La cuidadosa presentación de los diferentes escenarios y personajes de este extenso universo, y el hecho de que, a pesar de todo, sus casi dos horas de duración se hacen llevaderas porque la acción nunca para, saltando de situación en situación, sin detenerse a pensar en cosas básicas como las motivaciones de los protagonistas. La vieja fórmula del novato y el agente experimentado Claro que “Hombres de Negro: MIB Internacional” no aporta absolutamente nada (ni a la saga ni a un mercado plagado de películas olvidables), y desaprovecha la posibilidad de hacer un cambio radical en la franquicia teniendo a Thompson como fuerte protagonista. En serio, dejen de forzar feminismo y, en cambio, desarrollen buenos personajes femeninos. Se ve que la intención es captar a esa nueva audiencia más familiarizada con las caras de Chris y Tessa gracias a sus aventuras superheroicas más recientes, y no preocuparse por contar historias atrapantes y llamativas sobre este simpático universo que muestra la convivencia pacífica (y secreta) entre humanos y alienígenas. Una lástima. Nos vemos en el próximo reboot.
RENOVACIÓN ANTICUADA No deja de ser un poco paradójico: la primera entrega de Hombres de Negro dejaba abiertas las puertas para muchas secuelas, a partir de un mundo que parecía tener muchísimo para ofrecer desde esa agencia cósmica que formaba parte de un esquema multi-galáctico. Sin embargo, las dos entregas posteriores carecieron de la misma fuerza e impacto, a pesar de procurar indagar más en los dilemas -pasados y presentes- de sus protagonistas, particularmente en el caso de Kay (Tommy Lee Jones). Ahora llega Hombres de Negro: Internacional, una especie de spinoff-continuación, con otros personajes que presuponen un intento de renovación, pero que está lejos de revitalizar la saga y hasta luce anticuada para los tiempos actuales. El film de F. Gary Gray –un realizador demasiado acostumbrado a trabajar a reglamento, como lo prueban Rápidos y furiosos 8 y Días de ira– tiene un arranque que procura explorar los pasados de los protagonistas, aunque solo termina funcionando como un mero recurso del guión para hacer avanzar la trama. Tenemos a M (Tessa Thompson) que en su infancia vio a unos integrantes de los Hombres de Negro haciendo de las suyas pero no le borraron la memoria, y desde ahí ha estado buscando integrar la organización; y a H (Chris Hemsworth) que es el típico agente estrella que se sale con la suya más por carisma y suerte que por verdadera pericia. Ambos deben lidiar con un caso donde rápidamente se intuye que hay un infiltrado dentro de los Hombres de Negro que trabaja en pos de la destrucción del planeta. Efectivamente, todo se intuye demasiado rápido en Hombres de Negro: Internacional. No hay misterio o sorpresa, no solo en los giros que va tomando la aventura de M y H (la identidad del traidor se ve venir muchos minutos antes de su revelación), sino también en esa especie de universo paralelo en el que deben moverse. La fascinación o el descubrimiento no llegan a tener un peso específico dentro de la trama; tampoco el aprendizaje o el crecimiento de los personajes. Es que si el guión de Matt Holloway y Art Marcum no sale nunca de los lugares comunes de la franquicia, la puesta en escena de Gray no se dedica a contar los conflictos, sino a administrarlos y enumerarlos, como si fueran obstáculos a superar para llegar al final del relato. En el medio, se pierde uno de los rasgos esenciales que hacían disfrutable a la primera parte –y que ya fallaba bastante en las dos películas siguientes-, que es la comedia: casi no hay chistes rescatables, el timing cómico es sumamente fallido y la única revelación es una simpática criatura llamada Pawny con la voz de Kumail Nanjiani. Con todas sus carencias a cuestas, el único soporte de Hombres de Negro: Internacional termina siendo el carisma de su elenco: no solo de Hemsworth y Thompson, que explotan todo lo que pueden la química que exhibieron previamente en Thor: Ragnarok; sino también de Emma Thompson y Liam Neeson haciendo todo de taquito pero con solvencia en sus papeles de jefes; y Rebecca Ferguson poniéndole entusiasmo a su rol de villana circunstancial. No hay más que eso, por más que la película promueva un desfile de nuevos paisajes para la saga, como Londres, París o Marruecos, que en verdad lucen como una acumulación antojadiza para disfrazar la falta de ideas potentes. Todo luce ya visto y rutinario en Hombres de Negro: Internacional, que quizás termine enterrando por un buen tiempo a la franquicia a la que pretendió revivir.
Los Hombres de Negro siempre han protegido la Tierra, Will Smith y Tommy Lee Jones fueron los protagonistas de las tres primeras películas entre 1997 y 2012. Ahora estos personajes no están más y tenemos dos agentes: la Agente M (Tessa Thompson, Vengadores: Endgame) y el Agent H (Chris Hemsworth, Vengadores: Endgame, Thor: Ragnarok). Todo comienza en las alturas de la Torre Eiffel con una gran batalla épica con el experto Agente T (Liam Neeson) y el Agente H (Chris Hemsworth) hay planes oscuros bajo una amenaza interplanetaria llamada “La Colmena” que cambia de tamaño, forma, color y estado físico. En esta gran aventura intergaláctica, el director se va tomando sus tiempos para ir presentando a cada uno de los personajes, está el personaje de Agent O (Emma Thompson) que se relaciona rápidamente con la nueva Agente M (Tessa Thompson) y junto con el Agente H investiga la presencia de alienígenas malvados en la Tierra y en esa gran aventura además introducen elementos de otras franquicias. Las imágenes son muy atractivas, es visualmente impactante y posee efectos especiales superlativos. La película sigue manteniendo el alma de la franquicia, con una nueva pareja de agentes secretos, continúa siendo puro entretenimiento, conserva la música de Danny Elfman y está llena de humor, posee un elenco sólido, mantiene en todo momento su ritmo, con monstruos de todo tipo, bichitos simpáticos, su guión es básico, lineal y sin sorpresas y nos encontramos frente a su relanzamiento cuyo presupuesto se estima en alrededor de $ 110 millones dólares. Por lo tanto la posibilidad de un “Men in Black 5” es probable.
De todas las sagas industriales que ha producido Hollywood en los últimos 20 años, la de Hombres de negro es probablemente la menos atendida en términos de justificación argumental para su continuidad. Es más, hasta se podría decir que gracias a Will Smith y la química con Tommy Lee Jones hubo una segunda parte tolerable. Ya cuando en la tercera apareció el viaje en el tiempo todo se desmadró estrepitosamente, al punto de hacer perder todo interés en ese universo paralelo que se proponía originalmente. También se perdió, por abuso del recurso, ese gustito a homenaje-guiño al cine e historietas de la década del ‘50 que servía como colchón humorístico mezcla de kitsch, bizarro y naif. En este contexto, los creadores insisten con una cuarta entrega de los “defensores contra la escoria del universo”, pero sólo algunas cosas salen moderadamente bien, la maquinaria de producir plata no se detiene. Luego de una introducción en la Torre Eiffel la historia retrocede 20 años para hacer esto. Va al momento en que Molly ve un extraterrestre por primera vez, y desde entonces no sólo sueña con el espacio exterior sino con entrar a la división Hombres de negro. Su vida y su deseo crecen, así que un tiempo después, ya grande,, logra por gracia de la jefa (Emma Thompson) ser parte de su familia por elección, como la agente M. Dentro de la organización manda Gran T (Liam Neeson), quien finalmente será el encargado de formar la dupla M - H (Chris Hemsworth) con la misión de encontrar a los aliens responsables de la próxima hecatombe. Dos entes eléctricos que andan por ahí, como los gemelos de Matrix Recargado (Larry y Dana Wachowski, 2002). El guión de Matt Holloway, Art Marcum y Lowell Cunningham no solamente traiciona algunos parámetros instalados en las anteriores (por ejemplo que la gente vea armas y cosas raras sin aplicar la famosa lapicera “borra memoria”); también adolece de esa impronta cómplice y necesaria en producciones que se apoyan en una dupla o trío protagónico. Tessa Thompson y Chris Hemsworth ya habían hecho un dúo interesante en “Thor ragnarok” ( 2017), pero esto no asegura continuidad de química en otras producciones, y acá se encuentra en dosis muy escasas. La estrella de “Avengers” (2012) ha encontrado una veta en la comedia anteriormente, y Tessa Thompson, por su lado, claramente tiene algo nato que la pone en ese género. Hay que decirlo, las escenas de acción en conjunción con los efectos visuales son un fuerte aquí, son de una buena factura técnica. Hay un par de gags que funcionan bien, pero en su visión global, “Hombres de negro MIB, internacional” atraviesa los minutos poco amalgamada entre las piezas que la componen. Con todo esto, más los protagonistas originales fuera del proyecto, ¿qué interés puede generar otra entrega que además ni siquiera es un relanzamiento?
La secuela de la exitosa saga que se inició en 1997, con Tommy Lee Jones y Will Smith, tiene a Europa como escenario. Y un elenco vistoso, encabezado por el ex Thor, Chris Hemsworth. Como contrapunto, ese juego gracioso que sucedía entre los dos protagonistas de antes, aquí está Tessa Thompson, una chica que sueña desde niña con entrar a ese cuerpo especial y secreto del FBI que se encarga de lidiar con fenómenos alienígenas. Una especie de MI6, comandado por otra mujer (Emma Thompson), en el que rápidamente demostrará que es capaz de ganarse el puesto de titular. La aventura, que tiene una vuelta de tuerca bastante previsible, los llevará por distintos lugares del mundo, que en realidad podría ser cualquiera, porque no tienen un peso real en el argumento. Claro que ese no es el principal de los problemas de este relanzamiento, otra vez generoso en pruduct placement, chistes (no muy eficaces) y efectos especiales nacidos del cómic que le da origen. Como divertimento simpático y no mucho más, MIB cumple, aunque no es demasiado entretenida y tiene menos gracia de la que promete. A tenerlo en cuenta para enfrentar sus casi dos horas.
Neuralizado. Como si los aparatitos que muestran en la película funcionaran de verdad, así caí yo, desmayado y con pérdida de memoria. Anestesiado por la blabletería inerte y sin sentido del filme, despertándome recién cuando los protagonistas llegan a Marruecos. No es una muestra de que me esté volviendo gagá sino de que el filme aburre. Ok, tiene algunos momentos pero son tan dispersos aquí y allá que no logran mantenerte lúcido la mayor parte de su duración. Acá hay un gran despliegue de efectos especiales y una gran cast y aún con todo ello Hombres de Negro: Internacional es deprimente. Es hueca, sin chispa, carente de la magia que tenía el filme original de 1997. Dejando de lado de si están o no Will Smith y Tommy Lee Jones, éste es un producto que podía dar spin offs tranquilamente y sin embargo nadie parece saber cómo engendrarlos de manera exitosa. Ni la dos ni la tres fueron potables (o llegaron con lo justo) y MIB: International definitivamente no va a revivir la franquicia. Se fue Barry Sonnenfeld pero el reemplazo es aún mas chato. ¿Qué pachó?. Que Thor y Valkiria estén de regreso no implica necesariamente que puedan repetir la magia de Thor: Ragnarok. Chris Hemsworth se ve reducido a una caricatura machista y todo el film pareciera tener una sutil agenda feminista en donde los únicos personajes interesantes son las mujeres. Desde la discusión de la misógina designación “Hombres de…” hasta poner una jefa (Emma Thompson, lo mejor del tercer filme y que acá regresa lamentablemente por muy poco tiempo), una co protagonista sabionda y corajuda (una Mary Sue, término que nació en el mundo Trek y que se refiere a esos personajes de relleno que toman un protagonismo inusitado porque se vuelven el alter ego del autor – generalmente un fan que escribe una fan fiction de su serie favorita, ya no con propósitos artísticos sino como fantasía personal -, saben de todo de manera inexplicable e incluso terminan siendo mas importantes que otros personajes icónicos de una franquicia – ¿alguien dijo Rey en la nueva trilogía de Star Wars? -), y una traficante de armas que puede hacer trampa tranquilamente jugando al truco. Se nota que las mujeres del filme disfrutan los roles – la Thompson (Tessa), que se ve mas relajada acá que en Ragnarok, y como tiene rango de sobra, puede ser tan seria o simpática como quiera; Rebecca Ferguson gozando como loca el rol de femme fatale / traficante de armas con un brazo extra; la mencionada Emma Thompson -, pero los hombres van en piloto automático. Lo de Liam Neeson es increíblemente anónimo, ni que hablar de Rafe Spall. Kumail Nanjiani saca unas cuantas carcajadas pero está reducido a ser un mísero CGI. La trama es innecesariamente complicada, con idas y vueltas tanto en la historia como en el tiempo – el filme comienza con un flashback de hace seis meses… y luego mete otro flashback de algo ocurrido hace 20 años (!?); ¿el director sabe lo que significa “una narración ordenada”? -, en donde los villanos de turno buscan el MacGuffin de turno por una causa (la de turno) que a nadie le importa o a la cual los libretistas ni se calientan en darle algún peso. Hemsworth es un zopenco mujeriego y borrachín que contradice su fama de ser el agente top de la sucursal inglesa de la agencia secreta de marras. Al menos la historia de origen de la Thompson (Tessa) comienza de manera interesante, con ese fanatismo de los locos que vieron una vez algo muy raro y dedicaron su vida entera a perseguirlo hasta descubrir la verdad. Siguiendo tabloides y leyendas urbanas la Thompson (Tessa) da con la entrada real a la oficina de los Hombres de Negro y, mostrando toda su audacia y conocimiento a la Thompson (Emma), ésta decide que tiene unos días para probar si vale la pena como agente de campo. Lamentablemente todo ese entusiasmo e inocencia se esfuman y a los 5 minutos la Thompson (Tessa) opera con la eficiencia plena de cualquier oficial veterano del cuerpo. Hay cositas perdidas por ahí, sea un obvio gag sobre Thor y los martillos, la secuencia en el desierto (donde Nanjiani matiza las cosas) o la llegada a la isla hipersecreta e increíblemente mortal que regentea Rebecca Ferguson, pero el resto bordea el bostezo. Ni siquiera el clímax te mueve un pelo. Es posible que Hombres de Negro: Internacional esconda un filme potable, pero alguien lo enterró tan profundo que después no supieron como encontrarlo. La historia de la Thompson promete, la conspiración no, la acción es rutinaria y los chistes no están inspirados. Ni siquiera cuando se resuelven las cosas queda claro en qué situación quedan Thompson y Hemsworth (si, ya sabemos que ella es gay en la vida real pero ¿por qué su personaje no puede vivir algún romance de algún tipo?). Es simplemente un filme torpe, burdo y chato aniquilado por un director aburrido y un par de libretistas sin vuelo alguno.
Un intento de recupero que no sirve Bueno, volvió la saga de ''Men in Black'' para renovar lo último que se había visto en 2012 con ''Men in Black 3''. La verdad es que mis expectativas ya de por sí eran bajas ya que la saga fue muy irregular, y el estreno de esta nueva entrega sólo confirmó que este producto prácticamente está en coma. No ofrece nada nuevo, no ha avanzado en el desarrollo de su historia y lo único que ha hecho es cambiar el cascarón técnico de aliens y efectos especiales. La dinámica sigue siendo la misma de siempre, con la dupla protagonista de agentes, el jefe de división que les imparte las misiones y el villano que está siempre más cerca de lo que uno se imagina, va... en realidad, te das cuenta a los 5 minutos de inicio del film. En esta historia, tenemos una nueva recluta que va descubriendo desde que era niña que hay un mundo ampliado lleno de extraterrestres viviendo en la Tierra, que deben cumplir con ciertos convenios de convivencia para poder establecerse o transitar por nuestro planeta. En este caso, y atendiendo al creciente pedido de más protagonistas femeninas en Hollywood, la nueva recluta es una mujer (la actriz Tessa Thompson), que tuvo su primer encuentro cercano con los Hombres de Negro cuando aún era una niña y desde ese entonces quedó obsesionada para siempre con este escuadrón de élite. El compañero de dupla de la agente M, es el agente H, un Chris Hemsworth fresco y en modo humorístico que aporta nivel a la aventura, pero que no la logra salvar de la falta de contenido y originalidad. Tessa también está bien, pero la verdad es que me convence más en roles dramáticos. Acompañan Liam Neeson y Emma Thompson, otros dos actores de primera línea que están super desaprovechados en esta historia. El mayor problema de la propuesta es la redundancia con respecto a sus antecesoras y además una guión que parece haber sido escrito de un día para el otro. No hay sorpresas, no hay vueltas de tuerca que descoloquen al espectador, no hay situaciones nuevas. Básicamente cae en el cliché total. Hay un complot para acabar con el planeta y los Hombres de Negro deben vencer a los villanos y protegernos del fin. ¿No podían inventar algo más original? No se les cayó una idea. Una nueva decepción que espero de fin a una saga que al parecer está más que agotada.