Apocalipsis Zombie Y siguen las películas que adaptan best sellers para adolescentes. En esta oportunidad le tocó el turno a Rick Yancey, el último de los autores que ha creado un universo inspirado en clásicos de la literatura de ciencia ficción, y que imaginó para esta oportunidad un mundo devastado en el que los hombres, en este caso una joven, deberán luchar por su supervivencia frente a una invasión alienígena. La quinta ola (The 5th Wave, 2016) arranca con una vertiginosa escena en la que Cassey (Chloe Grace Moretz), en primera persona, ubica en contexto la historia tras la intempestiva llegada de una nave alienígena a la tierra, con una serie de “desastres” que castigan a la raza humana. Esos acontecimientos, conocidos como “olas” irán sumando el pánico y el terror. Cassey se mantiene en la clandestinidad luego de ver cómo su padre fue asesinado, y pese a esto, luchará por reencontrarse con su pequeño hermano Sam para así lograr, al menos, recuperar cierta fe y esperanza en el hombre. El film dirigido por J. Blakeson va configurando su narración con la exploración (a través del flashback) con la posibilidad discursiva de superar algunos escollos que la propia adaptación del libro de Rick Yancey planteaba. Si la utilización de la primera persona desaparece a los pocos minutos de iniciado el relato, es porque la misma característica cinematográfica de éste exige que su público, principalmente adolescente, sienta la adrenalina y la empatía con la joven que de un día para otro ve como su núcleo familiar, sus amigos y hasta su propio lugar, desaparecen. La película se inscribe dentro de las adaptaciones teens que potencian en su discurso una impronta relacionada al quiebre del status quo similar al de Los juegos del hambre (The Hunger Games, 2012), y ubica a su heroína como una especie de Rambo versión femenina, en su intento de sortear a como dé lugar, cada uno de los obstáculos que las circunstancias le presentan. La interpretación de Chloe Grace Moretz le otorga, como en cada película de la que participa, un plus a esta cinta, que sin ser perfecta cumple con cada una de las premisas narrativas que promete. ¿Hay lugares comunes? sí, ¿hay situaciones obvias y hasta la exageración de estereotipos que le juegan en contra?, también, pero en la reflexión que la propia protagonista hace en el comienzo “qué pensaría yo si me viera ahora” hay un corrimiento narrativo que permite, con la potenciación que generan los efectos especiales y la adrenalina de la acción, un entretenimiento honesto y simple para aquellos que quieran ver de qué se trata “la quinta ola”.
(Sin) sangre, sudor ni lágrimas La enésima adaptación de una novela distópica protagonizada por adolescentes podría haber sido un film sólido y entretenido, pero elige contar una historia poco interesante y de la peor forma posible. Hija dilecta de Los Juegos del Hambre, Divergente, Maze Runner y Los juegos de Ender, entre otros tantos exponentes recientes de esta tendencia, La quinta ola imagina un futuro devastador, con la población humana intentando resistir los embates de una invasión alienígena. Cassie Sullivan (Chloë Grace Moretz, demasiado frágil para este rol) es una estudiante común y corriente. Su rutina se interrumpe cuando toda la ciudad descubra una enorme nave espacial sobrevolándola. Enorme y familiar, ya que es idéntica a la que azotaba Johannesburgo en Sector 9. Esa es el primera de una serie de cuantiosas referencias que, durante la primera mitad del metraje, permite constituir una genealogía que va desde las mencionadas distopías adolescentes hasta otras más clásicas como Soy leyenda y la versión spielbergiana de La guerra de los mundos. Pasadas las primeras cuatro olas (shock electromagnético para acabar con la electricidad, un terremoto, un virus y la posterior infiltración), el ejército al mando de Coronel Vosch (Liev Schreiber, en su enésima interpretación de un soldado de su carrera) empezará a alistarse para el golpe final preludiado por el título reclutando a todos los chicos. Salvo a la protagonista, quien permanecerá en la clandestinidad después de ver cómo asesinan al padre y se llevan a su hermano menor. El film abrirá su segunda línea argumental centrada en los avatares del grupo durante el entrenamiento, al tiempo que acompañará a Cassie durante su travesía para rescatar al hermano. En el ínterin conocerá a un chico cuya conversión en interés romántico es síntoma de un film que, de todas las historias posibles, elige contar la menos interesante y de la peor forma. Esto es, el de la violencia límpida y el amorío adolescente y casto de Los Juegos del Hambre. Sería un error esperar los hectolitros de sangre de la última de Tarantino, pero aquí los personajes salen de las peores situaciones como si lo hicieran de un salón de bellezas: maquillados, siempre peinados y alineados. Ya sobre el desenlace, el film se tomará una serie de licencias narrativas imposibles de creer aun dentro de la lógica propuesta, marcando que se trata de un producto demasiado parecido a otros y que, para colmo de males, deja todo abierto para una secuela.
Una adolescente enfrenta una invasión alienígena en este relato que empieza con fuerza y se va desdibujando con el correr de los minutos. Una nueva franquicia de ciencia-ficción asoma en el firmamento cinematográfico. Otra franquicia asoma en el firmamento cinematográfico luego de Los juegos del hambre, un relato pensado para público adolescente y basado en la novela de Rick Yancey que coloca en el ojo de la tormenta a una adolescente de vida normal que debe enfrentar un Apocalipsis extraterrestre que amenaza con destruír la Tierra. Cassie -Chloë Grace Moretz, la actriz de Déjame entrar y Carrie- tiene dieciséis años y escapa sola por el bosque armada con un rifle. Mientras se prepara para la llegada de la mortal quinta ola, conoce a un joven que podría transformarse en su última esperanza. Por su parte, los invasores, conocidos como "Los Otros", merodean con forma humana y un grupo de resistencia integrado por jóvenes inexpertos es preparado por militares -con Liev Schreiber a la cabeza-. Allí está Zombie -Nick Robinson-, un ex compañero de colegio de Cassie que prepara su venganza luego de haber perdido a los suyos. Los temas de la supervivencia, la unión familiar y los códigos de la amistad son los móviles de este relato de ciencia-ficción que alterna presente y pasado a través de flashbacks que pintan los días previos a la llegada de la Primera Ola -y el consecuente corte de energía en todo el planeta-, entre el clima familiar alterado, el romance ingenuo del colegio y una historia que se irá plagando de apariencias engañosas. La lucha de la protagonista consiste no sólo en descubrir al invasor sino encontrar a su pequeño hermano separado en un campo de concentración militar. La película empieza con fuerza en la secuencia de la huída -buen inicio con Cassie y un muchacho al que encuentra herido- y de desastres masivos -la inundación- pero con el correr de los minutos se va tornando más dialogada, con menos intriga y un final que prácticametne se adivina a pesar que está estructurada -y pensada- para convertirse en saga si funciona bien en las boleterías. Chloë Grace Moretz es una buena actriz pero aparece desconcertada ante tanta tragedia y cambio familiar junto a un entorno de sospechosos al que hace frente su personaje, luciéndose sólo en algunos momentos y preparando el camino para lo que seguramente vendrá. Entre tiroteos, persecuciones y engaños, los invasores están de vuelta y controlan las mentes y los cuerpos humanos.
La peor película que vi en los últimos meses. Así de concreto y paso a explicar por qué: La quinta ola no es solo otra película para adolescentes situada en un futuro post apocalíptico, no es solo otra película cuya protagonista se encuentra en un triángulo amoroso entre dos pibes facheros y/o opuestos, no es solo otra película en donde el mundo adulto pareciera que no existe, no estimados, La quinta ola es una aberración incluso para el género que representa. Los diálogos de telenovela colombiana son pronunciados por personas que necesitan cursos intensivos de actuación. Pero aún así no lograrían hacerle creer algo a nadie. Ni siquiera Jennifer Lawrence podría legitimar a un personaje tan chato y lineal como Cassie, y Clohë Moretz, actriz a quien banco mucho, sale muy mal parada en el vano intento de querer darle una identidad. Más allá de los clichés, que son lógicos y esperables en este tipo de films, la inverosimilitud de algunas escenas se pasan de mambo tales como declaraciones amorosas paupérrimas en medio de tiroteos y edificios derrumbándose. Las arbitrariedades de guión son increíbles, tanto que en un momento te dejás de agarrar la cabeza para empezar a reírte de lo ridículo. Solo así la película se hace soportable hasta el final. Lo único bueno que logró el director es el opening. Los primeros veinte minutos incluso prometen, motivo por el cual la caída es más estrepitosa. Ojo que sé (como siempre remarco) que hay un público determinado para esta película y que miles de fans del libro la están esperando. Pero eso no es justificativo, se ha demostrado y con creces que se puede hacer buen cine de este tipo de novelas tal como lo fue la saga Los juegos del hambre. La verdadera culpa la tienen los productores por comprar derechos de cualquier basura que posea romances amorosos adolescentes en futuros distópicos. Estos tipos son los que tendrían que devolverle el dinero de la entrada a los pobres diablos que no sepan dónde se están metiendo cuando eligieron ver un film llamado La quinta ola.
Una ola de pavadas Hay un momento en el tercio final de La quinta ola donde uno de los personajes dice algo así como “¿no se dan cuenta que nada de esto tiene sentido? Yo no firmé para esto. Ya está, me voy”. Es como si la película misma se estuviera haciendo cargo de toda la tontería que nos estaba mostrando y contando, hablándonos a nosotros, espectadores, y diciéndonos que lo mejor que podríamos hacer es irnos, retirarnos, o más bien huir de la sala. Pero es apenas ese momento, sólo unos segundos, porque luego continúa tratando de sostener un universo narrativo que nunca alcanza el verosímil necesario. Ya los tráilers de La quinta ola preanunciaban que era un típico producto diseñado y calculado al extremo para captar al público adolescente, basándose en una novela YA -otra más- destinada al lector adulto juvenil y que es en verdad el inicio para una trilogía -otra más- cuyo objetivo es generar cuantiosos ingresos tanto en el mercado literario como el cinematográfico. En este caso, lo que hace el libro de Rick Yancey es procesar y hacer converger elementos de la ciencia ficción -especialmente los relatos de invasión extraterrestre- con el de cine catástrofe, ya pensándose desde la misma escritura para una adaptación cinematográfica que conecte con esos mismos fanáticos que hicieron de Maze runner, La Saga Crepúsculo, Los juegos del hambre y Harry Potter grandes éxitos. Así, el relato se centra principalmente en Cassie Sullivan (Chloe Moretz), una joven cuya tranquila adolescencia es interrumpida bruscamente cuando comienza una invasión alienígena -cuyos seres son rápidamente denominados “Los Otros”, porque siempre se necesita poner nombres- que a partir de cuatro Olas -así, con mayúscula, porque siempre se necesita poner nombres- de destrucción va masacrando a toda la humanidad. Falta una última Ola, la quinta del título, que es la que -se promete varias veces a lo largo de la película- va a terminar de arrasar con toda la especie humana. Todo esto se explica en los primeros minutos, que son los mejores, no porque sean esencialmente buenos -en realidad son los menos malos- sino porque el film se mantiene todavía en pie a pesar del tono lavado y sobreexplicativo, y notorios errores en la construcción del punto de vista. Pero cuando La quinta ola termina de plantear su conflicto y debe avanzar, comienza a desbarrancar en grande, acumulando errores por doquier, desdoblando la narración y construyendo -es un decir- una subtrama militarista donde se ve casi como algo natural que a niños menores de diez años los vistan con el uniforme del Ejército, les entreguen armas largas y los envíen a combatir al enemigo. Pero no sólo eso: también aparece el consabido interés amoroso de Cassie de manera totalmente forzada (con escena de la muchacha espiando al galán mientras se baña en un lago incluida), hay varios giros disparatados, baches inexplicables en la historia y unos cuantos personajes que podrían habitar una comedia al estilo Casa de mi padre si no fuera porque están en pose realmente seria en un relato con ínfulas de trascendencia. Pero los problemas de La quinta ola no sólo están en el guión, sino también en la dirección, porque pareciera que J. Blakeson se tomó todo en joda o ni siquiera asistió al rodaje. No sólo hay problemas narrativos y de puesta en escena graves, que se podrían haber solucionado fácilmente con un poco más de cuidado y conocimiento, sino también de dirección de actores. Principalmente con Chloe Moretz, una actriz de extremos, que cuando está bien, está muy bien (Déjame entrar), y cuando está mal, está muy mal (Carrie), y que aquí está pésima, sin transmitir absolutamente nada (y eso que su personaje en la primera media hora le pasa de todo: queda huérfana, pierde a su hermanito, mata por error a un inocente, es herida en una pierna…). Los únicos que se salvan son Maria Bello (que parece divertirse con un papel absurdo) y Liev Schreiber, que encarna a un coronel con la solidez y prestancia que lo caracterizan. La quinta ola es apenas mejor que Punto de quiebre (otra reciente película de diseño) gracias a sus momentos de humor absurdo (la mayoría de las veces involuntario), que le permiten ser un poquito menos seriota, pero es otra muestra de la forma en que fracasa Hollywood cuando calcula demasiado las cosas. Al final, tanto cálculo sólo termina generando sopor y hasta burla.
Otra vez, aliens invasores Otra aventura juvenil, sazonada con algunos elementos que remiten a la ciencia ficción, pero sin lugar a dudas un producto destinado más a los fanáticos de las primeras que a quienes se interesan seriamente por los creadores de ciencia ficción. Lo que equivale a decir que estamos aquí bastante cerca de Los juegos del hambre, Divergente y hasta de Día de la independencia o títulos similares, y que su público principal está entre los contemporáneos de los protagonistas. Que tendremos una heroína adolescente que al mismo tiempo que enfrenta a los invasores del caso relata esta historia posapocalíptica, con la ocasional ayuda de otros dos narradores, varones e igualmente jóvenes, con los cuales también comparte la acción. Y que llegado cierto punto de la fábula, tomada de la trilogía best seller de Rick Yancey convenientemente manipulada por sus tres adaptadores, cuando se esté acercando el final percibiremos que los autores empiezan a estar más preocupados por abrirles camino a los temas que se desarrollarán en la previsible secuela que por terminar de completar coherentemente su actual narrativa. Puede parecer en vano que se aspire a que a esa altura disminuya un poco la proporción de lugares comunes, y que el cuento incorpore alguna pizca de originalidad, pero debe reconocerse que la ficción, con todos sus altibajos, se las arregla para mantener el interés del novel espectador. La adolescente del caso es Chloe Grace Moretz, lo mejor del elenco salvo los dos adultos -Maria Bello y Lieb Schreiber, probablemente puestos para apuntalarlo-, y es la que debe enfrentar a los extraterrestres invasores que en los comienzos de la película han completado las primeras y terribles olas que fueron diezmando la población humana. La primera fue un apagón generalizado; la segunda, un descomunal tsunami que arrasó con todo, en especial en las zonas vecinas a las costas; la tercera, una plaga que destruyó cualquier señal de vida; la cuarta, un multitudinario ejército de asesinos encargados de terminar con los sobrevivientes. Y todavía falta la esperada quinta ola a la que se suma la pésima noticia de que los aliens pueden adoptar aspecto de humanos y mezclarse entre ellos. La chica y sus dos galanes tendrán bastante que hacer (ella seguirá tratando de recuperar a su hermanito) y aún les quedará tiempo para coqueteos amorosos. El relato no da demasiadas explicaciones ni brilla por su cohesión ni por su módica dosis de suspenso, pero no aburre. Es algo.
Una de las grandes sorpresas cinematográficas del 2009, dentro de la producción inglesa, fue La desaparición de Alice Creed. Un excelente thriller independiente que representó la ópera prima de J. Blakeson y fue muy elogiado también por el trabajo de Gemma Arterton. Este año Blakeson debutó en el cine Hollywoodense con La quinta ola, que brinda otra trillada propuesta juvenil destinada principalmente a las viudas de Crepúsculo. Las espectadoras que extrañaban a Edward Cullen ahora podrán conformarse con Evan Walker, un clon burdo del vampiro que acá cumple un rol similar. En esta producción asistimos al clásico caso de un cineasta independiente que es tomado por los grandes estudios y su talento como narrador desaparece por completo al ser controlado por sus empleadores. Blakeson demostró en su ópera prima un excelente dominio del suspenso que acá brilló por su ausencia al tratarse de un film que copia la misma fórmula trillada que vimos en los últimos estrenos destinados al público adolescente. En este caso cambiaron las sociedades distópicas y los gobiernos autoritarios por el concepto de la invasión extraterrestre, pero el conflicto que propone este estreno es más de lo mismo. La trama está inspirada en la trilogía literaria creada por Rick Yancey que hizo muy poco por presentar una propuesta diferente en el género juvenil. La quinta ola tiene un buen comienzo en la primera media hora donde se presenta el conflicto que en principio parece interesante. La idea no es novedosa pero en estos primeros minutos el film logra ser entretenido. Lamentablemente el trabajo del director Blakeson decae por completo cuando el tono de la historia se mete de lleno en el estilo de los filmes Crepúsculo, con el nefasto y trillado triángulo amoroso incluido, que termina por dilapidar los pocos elementos interesantes que se habían presentado en la introducción de la trama. Los diálogos son terribles, especialmente en las escenas románticas, y parecen haber sido concebidos para una telenovela de adolescentes. Con un trabajo pobre en materia de acción y suspenso hacia la mitad del film el espectador puede descubrir enseguida que La quinta ola es irremontable y no le queda otra que asistir a la conclusión de una mala película. Chloë Grace Moretz, que es una actriz talentosa a la que le rebotan todas las balas, logra salir bien parada con su trabajo, ya que ella logra que su personaje conserve cierto realismo dentro de un argumento tonto cuyo conflicto carece de sentido. Tal vez en la literatura esta propuesta sea mejor, la adaptación para el cine es claramente una mala película. Dentro de las propuestas juveniles que se estrenaron en el último tiempo La quinta ola es la más olvidable de todas y si la dejás pasar en el cine no te perdés nada relevante.
Ningún juego de niños Hubo un tiempo en que el cine para adolescentes se ocupaba de conflictos amorosos, competencias de baile o líos de secundaria. Ahora los chicos andan en revoluciones armadas o, como en este caso, en plena lucha contra extraterrestres. Todos sabemos que nada es porque sí, y la inocencia en Hollywood se perdió hace años, si es que alguna vez la tuvo. Cassie Sullivan (Chloe Moretz) tiene papá, mamá y un hermano menor. Su vida transcurre por los carriles normales de una adolescente que va a la secundaria y no tiene más preocupaciones que la de gustarle a algún chico. Pero, de pronto, un extraño objeto aparece en el cielo. No se sabe qué es ni de donde viene. Solo está ahí. Hasta que un día da la primera señal, envía un pulso electromagnético que deja sin electricidad al planeta y evita que los motores funcionen. Esa es la primera ola. Le seguirán tres más hasta llegar a la quinta, la que terminará con la vida en la tierra. Obviamente, Cassie es uno de los elementos fundamentales para evitar que la catástrofe suceda. El inicio es interesante pero pronto ese interés se diluye ante lo previsible y obvio que es el relato. Entre chicos convertidos en milicianos y protagonistas con las hormonas en ebullición, la trama se vuelve ridícula y pierde toda sorpresa. Lo peor es la instalación de chicos armados con fusiles antes la idea de que "otros" pueden invadirnos. Algo como volver a las fuentes, cuando en los cincuentas se hacían filmes como "La invación de los Usurpadores de Cuerpos" para hablar del peligro de la invasión comunista. Pero en esa época, al menos, dejaban el asunto en manos de adultos.
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Las sagas adolescentes/juveniles son moneda corriente por estos tiempos. Hace poco termino tal vez la más exitosa de la actualidad, “Los juegos del hambre”, mientras que otras como “Divergente” o “The Maze Runner” siguen vigentes. En esta oportunidad nos encontramos con “La quinta ola”, otra historia distópica, en la cual la sociedad sufre una invasión extraterrestre. Pero la particularidad es que se va dando por etapas o mejor dicho olas: primero se cortó todo tipo de electricidad; luego llegó la destrucción, en la cual subió la marea; en tercer lugar ocurrió una infección y la cuarta ola fue la invasión, donde los humanos no sabían quiénes eran los Otros y quienes no, porque todos tenían la misma apariencia. Es así como aumentaba la desconfianza entre todos. La película comienza a la espera de la quinta ola, presentándonos a la protagonista de esta historia, Cassie, la cual busca por todos los medios a su hermano menor debido a que se tuvieron que separar por una situación de fuerza mayor. Si bien volvemos a tener otra distopía y otra historia de adolescentes, la premisa del libro de Rick Yancey resulta bastante atractiva y creativa. Es la primera vez que nos encontramos con un ataque progresivo en etapas y que se introducen a los extraterrestres en argumentos de este estilo. En cuanto a las actuaciones, podemos destacar el papel protagónico de Chloë Grace Moretz, aunque por momentos podríamos no comprar lo que nos está vendiendo. Su personaje carece un poco de fuerza, pero a su vez probablemente sea más realista que en otras sagas. Una persona que se queda sola y debe aprender por sus propios medios a sobrevivir. Ocurre también, que algunas de las mejores escenas de la película se centran en los personajes secundarios y no en la protagonista, demostrando un poco esta carencia de fortaleza. Podemos encontrar algunas falencias en el guion, situaciones que se resuelven de una manera muy simple y tal vez no tan coherente, disminuyendo la verosimilitud de la historia. Además por momentos el drama amoroso resulta ser más importante que la situación límite en la cual están viviendo. De todas maneras, habría que ver si esto sucede también en el libro o si es algo meramente del film. Con respecto al ritmo de “La quinta ola”, comienza de un modo bastante potente y genera adrenalina y tensión en la mayoría del tiempo. A su vez, presenta buenos efectos visuales que ayudan a la credibilidad del argumento. Tenemos también una pequeña dosis de drama sentimental entre la protagonista y otro personaje que se encuentra en su camino, como suele ocurrir en este tipo de películas. Con algunos giros sorprendentes y un final que abre una puerta para una futura continuación, “La quinta ola” no es una película que sobresalga demasiado por encima de otras tantas sagas adolescentes/juveniles, pero propone una historia novedosa y creativa que sabrá entretener y atrapar al público que consume estos productos.
Cassie es una adolescente normal y promedio. Tiene a su familia que la quiere, su mejor amiga con la que viven mandándose whats app, le gusta un chico secretamente. Pero todo cambia repentinamente cuando hay una invasión extraterrestre, que con diferentes olas de ataque, fueron diezmando a la humanidad hasta casi extinguirla. Ahora Cassie está sola y deberá recuperar a la única persona en el planeta que aún quiere, su pequeño hermano Sammy, mientras “los otros” preparan la quinta ola. Bueno, nueva adaptación de una saga de libros juveniles y van… y esta vez, con la presencia de la actriz adolescente más de moda y querida por todos. Chloe Moretz. Y siendo malos, podríamos decir que ahí se termina lo bueno que tiene para ofrecer la película de La 5º Ola. Vale aclarar, que al menos en mi caso, soy consciente de lo que estaba por ver, y sé que a este sub genero de “pelis teen” no ha que juzgarlas como films de otros géneros o estilos; pero es que hasta dentro del mundo donde se mueve, y en lo que propone, el film es bastante malo, muy por debajo de la media de películas similares. Por un lado la tenemos a Chloe Moretz, que hace lo posible para cargarse el film a sus espaldas, pero no, no lo logra; y cuesta verla como heroína de acción siendo que ella se volvió famosa por interpretar a la amada Hit Girl; pero acá la construcción de su Cassie es pésima, y al poco tiempo nos deja de importar si logra o no su objetivo. Peor aún, en simultáneo se abre una sub trama que por su construcción resulta mucho más interesante que lo vivido por Cassie, pero queda demasiado en segundo plano, porque la protagonista absoluta es Chloe Moretz y por obviedad hay que darle mayor tiempo en pantalla. Lo malo es que todo lo referente a ella, es aburrido. En especial la trama de amor que sí o sí tiene que estar en estos films, y es algo entendible, pero desde este humilde lugar les pedimos a los guionistas que si el material original es pobre, traten de mejorarlo y no empeorarlo. Solo falta ver “el momento” donde Cassie se enamora para intentar contenerse la risa. La 5º Ola Por suerte en la película tiene bastantes momentos de acción, y si bien muchos de ellos nos recordarán a otras películas (2012 es la más evidente), están bien filmados y puestos en la trama como para cortar un poco con el sopor que genera La 5º Ola; además que es de las pocas ocasiones donde el director J Blakeson puede mostrar algunas cualidades a la hora de filmar, sin la necesidad de hacer primerísimos planos de la boca de Chloe Moretz. Poco queda para destacar de la La 5º Ola, porque las buenas ideas que plantea (y no son precisamente pocas), se desperdician a los pocos minutos, en post de contar algo que seguramente a la gran mayoría de los espectadores no les interese, y es ver de nuevo a “la chica normal enamorándose” mientras todo va de mal en peor. La 5º Ola es floja por donde se la mire, y ni siquiera el carisma de su protagonista ayuda a levantarla. Una pena, porque al menos a priori, parecía que íbamos a ver algo distinto a lo visto en las sagas protagonizadas por Katniss y Tris.
Destinada al público adolescente amante de las sagas literarias, llega una aventura futurista que promete varias secuelas. En La quinta ola, tras una planificada invasión extraterrestre de la Tierra que ha acabado con casi toda la humanidad, la joven Cassie Sullivan intenta encontrar a su hermano pequeño mientras trata de sobrevivir junto a otros adolescentes a lo que se presenta como el ataque final. Chloe Grace Moretz toma la posta de Jennifer Lawrence en Los Juegos del Hambre, para encarnar a otra heroína en un futuro apocalíptico. La película tiene un arranque original y plagado de suspenso, secuencias que incluyen un prólogo climático y tensionante pero con el correr del metraje todo se hace más previsible y los conflictos terminan resueltos a las apuradas. La actriz protagónica tiene carácter, y su presencia en pantalla llena el cuadro, pero el resto del elenco no parece estar a la altura y cada línea de diálogo, cada momento de acción, luce demasiado artesanal y poco creíble. Una buena idea desperdiciada, el material literario original no fue suficiente para J. Blackeson, un director que parece más preocupado por dejar abierta la puerta para una futura saga que en cerrar un argumento redondo y efectivo. Flojita.
Un derivativo y apenas entretenido ejercicio que se limita a cumplir con un tipo especifico de público. Las trilogías literarias para jóvenes adultos, al igual que sus adaptaciones cinematográficas (en cuatro partes), es un fenómeno que está lejos de extinguirse. A pesar de que, y en esto debo ser justo, hay algunas excepciones que resultaron en películas por lo menos dignas, lamentablemente la mayoría parece decir otra cosa. La Quinta Ola tiene lo necesario para ser un entretenimiento exclusivamente la cantidad de tiempo que aparece en pantalla, pero sus desaciertos bastan y sobran para calificarla como otra más del montón, como paso previo a caer en el olvido. La ola está de fiesta Cassie Sullivan es una adolescente típica de un pueblo norteamericano. Pavea con las amigas, con el celular, flirtea con el capitán del equipo de futbol, etc. Hasta que un día llegan unos extraterrestres mandando un pulso electromagnético que los hunde a todos en la más absoluta oscuridad. Resulta que esta es la primera ola, de cinco, que tienen el objetivo último de borrar a la raza humana de la faz de la tierra. En el medio de este desastre, Cassie tiene la tarea de rescatar a su hermano de un centro de reclutamiento que aparentemente tiene la tarea de vencer a estos seres. Cosa que se le complica ya que estos encontraron la manera de posar como seres humanos y se le complica en quien confiar. No leí la novela de Rick Yancey, así que hablar de fidelidad en la adaptación es, por lo menos en mi caso, al divino botón. Pero la narración es la narración y eso si entra en tela de juicio y debo decir que aunque tiene momentos entretenidos con algunas escenas de acción moderadamente bien armadas, lamentablemente el gran bulto de la trama es previsible y derivativa, por no decir que tiene algunos huecos de verosímil por los que puede pasar un camión cisterna. No pretendo herir sensibilidades de los habituales consumidores de este tipo de historias, pero yo no puedo admitir bajo ningún punto de vista que la protagonista de la película, con el mundo viniéndose abajo y su hermanito en peligro, se haga un tiempo para besarse y tener relaciones con un muchacho carilindo. Esto contribuye a dejar en claro que esta película tristemente adhiere a la idea de que un personaje femenino fuerte es una mujer de armas tomar y nada más. Que necesita que un hombre le salve las papas. ¿Les parece que me equivoco? Si fuera en verdad fuerte, no se pone a hacer el mambo horizontal en un auto. Primero el problema a resolver, luego el chaca-chaca. “No todo es c*ger en la vida”, como diría Yayo. Pero, seamos justos, cabe destacar que la historia con un desarrollo más o menos competente (aunque tiene sus buenas cuotas de cliché) es la subtrama con el capitán del equipo de futbol en el centro de adiestramiento. El sí que no tiene tiempo para taradeces, se lo nota comprometido, en constante peligro y en constante riesgo de perder su humanidad. Incluso a él se lo nota más desesperado por proteger al hermanito de Cassie (su compañero de escuadrón), que la propia hermana. Su desarrollo abarca y vende mucho mejor los temas de la película que la propia protagonista. A nivel técnico, la película está bien, con una fotografía, diseño de producción y efectos visuales a la altura profesional que se espera. Por el costado actoral tenemos una eficiente labor interpretativa de Liev Schreiber como el villano principal, y una María Bello, a la cual la Alta Definición no ayuda en lo mas mínimo. Chloe Grace Moretz hace lo que puede con lo que le toco trabajar, pero el guion no la ayuda y la dirección de actores de J Blakeson tampoco le aporta mucho. Conclusión La Quinta Ola es como si tomaran una olla e hicieran en un estofado lo siguiente: -El tsunami de Impacto Profundo –Los terremotos de 2012 –El desierto postapocalíptico de Soy Leyenda –Los villanos de Invasion of the Body Snatchers con la metodología de asimilación de Alien. –Un ejército militarizado de adolescentes como en Starship Troopers –El triangulo amoroso de Los Juegos del Hambre, pero con la protagonista de Crepusculo. Ahora sí, pasándoselos en limpio, La Quinta Ola es una película que tiene sus chances de dejar satisfecho al target adolescente al que apunta, pero sus falencias de guión no la van a ayudar para nada con el publico general, que es de quien verdaderamente dependen para que la película sea un éxito.
Siguiendo la moda de adaptación de libros de ciencia ficción para adolescentes, la 5º Ola tiene dos grandes problemas, primero que llegó tarde y segundo que es muy inferior a las otras películas del género como The Hunger Games, Maze Runner, etc…. Me tomé el trabajo de leer el libro antes de ver la película, algo que habitualmente hago para tener una mejor perspectiva sobre las adaptaciones, lamentablemente, el libro, que ya no es gran cosa, termina teniendo una adaptación muy pobre y desinteresada. La 5º Ola cuenta la historia de Cassie (Chloe Grace Moretz), una adoslecente normal, con los “problemas” que esa fase conlleva. A lo que se le suma que, un día su vida cambia drásticamente con la llegada de una nave alienígena a la Tierra, que con sus olas de destrucción mata siete mil millones de personas, dejando sólo algunos pocos humanos vivos en su 5º Ola, que es último ataque para finalizar el trabajo. Mientras intenta encontrar a su hermano menor, seguimos la historia de otro compañero de escuela que fue reclutado por el ejército para luchar contra los invasores. Básicamente esa es la historia que tiene la película, con el adicional obvio de que ese tipo de cuento tiene que tener, que es el triángulo amoroso. El gran problema también fuera del guión que consigue dejar de lado las “mejores” partes del libro, es que no tiene mucha creatividad. Usando y abusando de todos los clichés de este estilo de películas, después de los 30 primeros minutos que son los interesantes, consigue ser realmente pesado. La parte del amor adolescente, que en el libro es llevado de forma mucho más sutil, acá está exagerado y descarado en la forma que intentan crear el clima. La historia paralela de Ben, que en el libro es la “mejor” parte, la cortaron toda y transformaron a todos los reclutas en meros nombres sin ninguna importancia. Y como obviamente viene pensada para una trilogía, la película no tiene un final definitivo y también no nos genera ningún interés para seguir viendólas. Pobremente filmada, quedó con cara de producción barata, para sacar algo de los fans del libro sin entregar nada a cambio. Usaron todo el presupuesto en la primera parte donde muestran las Olas y no dejaron nada para el resto de la película. Con una dirección muy burocrática termina sin rastros de lo que pueda interesar al espectador.
Apocalipsis para principiantes. No hay manera mejor para describir a The 5th Wave que esa, un regular intento por un estudio grande de comerse otra tajada de platea juvenil que ya desde la concepción en papel y tinta de Rick Yancey fue considerada como Twilight pero con aliens. Ni siquiera una consagrada actriz joven como Chloë Grace Moretz está a salvo de la amenaza del mundo exterior ni de un rol que tristemente encasilló hace algunos años a Kristen Stewart en la saga vampírica anémica. The 5th Wave no comienza mal. Tiene un buen prólogo, lleno de suspenso, en donde la protagonista Cassie va narrando los diferentes embates que la humanidad fue sufriendo debido a unos visitantes de otro mundo. Con paciencia, uno puede adecuarse a un producto ideado desde el principio para los jóvenes adultos que seguro devoraron la novela a falta de más aventuras de Katniss Everdeen. El costado de ciencia ficción funciona siempre, pero no es cuestión de comer vidrio y, si para lo jóvenes resulta un espectáculo pasajero, para el resto supondrá una aventura de casi dos horas interminable. El joven director J Blakeson, trabajando claramente bajo las órdenes exclusivas de un estudio y sin muchas ideas propias, va encaminando la travesía de Cassie hasta que llega al escollo natural en donde todo se va a pique: el triángulo amoroso. Es entendible que sea un punto a seguir en las novelas del género, pero desde el momento que entra en escena el blando Evan Walker de Alex Roe, Cassie se anula a sí misma como protagonista aguerrida y se vuelve una lisiada mental, siempre damisela en peligro. Y es una pena, porque una actriz del talento de Chloë estaba para más. Es notable su incomodidad con el personaje y es una de las peores cosas que puede sentir el espectador. El otro costado de la película, donde la balanza se equilibra un poco, es cuando los jóvenes y niños son reclutados por el ejército para luchar contra los alienígenas. Dentro de esto caen el pequeño hermano de Cassie y su amor platónico de secundaria, interpretado por Nick Robinson. En un principio pensé que le iban a tener miedo a la violencia infantil, pero hay un par de escenas donde hay prácticas de tiro con chicos usando armas y hasta muertes -no gráficas, obvio- que le escapan un poco a la corrección política de Hollywood, pero hasta ahí llegó el atrevimiento. Después de todo, es una película con calificación PG-13. Este otro lado de la película funciona mucho mejor que los arrumacos de Cassie y Evan, que resultan agotadores y estúpidos en todo sentido. Y no me animo a hablar mucho del casi inexistente elenco adulto, con unos desperdiciados Liev Schrieber, Maria Bello y Ron Livingston, que firmaron contrato por la plata, seguro. The 5th Wave llega para recordarnos que Twilight le hizo mucho mal al género, y que era cuestión de tiempo hasta que le hiciera lo mismo a los aliens. El buen sabor de boca que dejó la saga The Hunger Games parece haber desaparecido y en su lugar tenemos esta tibia, casi fría, aventura juvenil que, espero, logre mejorar un poco su fórmula. Claro, por si no lo sabían, nos esperan dos libros y películas más si la presente llega a tener éxito.
Cinco olas y... nada En mayo del 2013, la editorial Penguin Group publicó "La quinta ola" ("The 5th Wave"), el primer libro de una trilogía escrita que mezcla la ciencia ficción y la, tan popular de los últimos años, literatura juvenil. A esta obra, que obtuvo mucho reconocimiento por parte del público y la crítica, le siguió "El Mar Infinito" ("The Infinite Sea"), publicado en septiembre de 2014. La tercera y última parte, "La última Estrella" ("The Last Star"), saldría en mayo de este año. El autor de esta saga, Rick Yancey, que sería la estrella invitada de la próxima edición de la Feria del Libro de nuestro país, cuenta en la primera novela una invasión alienígena narrada desde el punto de vista de Cassie Sullivan, alternando el relato en ocasiones con Ben Parish (el chico más popular de su colegio y su gran amor) y su hermanito Sam. Yancey vio coronada su obra cuando Sony Pictures adquirió los derechos para adaptar al cine la trilogía, lo que seguramente el escritor no sabía era que lo harían de una forma paupérrima. Cassie (Chloë Grace Moretz) es una típica adolescente que vive con sus padres y su hermanito menor. Su única preocupación es tratar de que Ben (Nick Robinson), el chico popular del colegio y de quien está enamorada, le preste atención. Claro que todo esto cambiará cuando aparezca en el firmamento una enorme nave extraterrestre. Al principio, "Los otros", como llaman a los alienígenas, no hacen absolutamente nada más que mostrarse y que todos sepan que están allí. Pero pronto eso cambia cuando empiezan sus feroces ataques denominados "olas". Con la primera ola dejan sin energía al planeta, con la segunda inundan las ciudades, la tercera se relaciona con una peste y la cuarta tiene que ver con la invasión. Tras todos estos embates, Cassey y su hermanito logran sobrevivir, pero él es llevado hasta una base comandada por el Coronel Vosch (Liev Schreiber) en donde entrenan a los niños para defenderse de la quinta ola e intentar acabar con el invasor. O al menos eso dicen. Cassey, con la ayuda de Evan (Alex Roe), un extraño que conoció en el camino, irá en búsqueda de su hermanito mientras decide si puede confiar o no en el joven que acaba de conocer. Lo que tenemos aquí es el típico caso de un film con una premisa atractiva y prometedora que a la media hora no se sostiene y empieza a caerse en picada. Al largometraje no le faltan buenos actores, pero los grandes talentos de Moretz, Schreiber y Bello se chocan con las performances de los demás que parecen salidos de una mediocre tira juvenil de la tarde. Pero el problema también radica en el guión, algo extraño porque tiene un buen trío de escritores (Susannah Grant, Akiva Goldsman y Jeff Pinkner). Algunos diálogos son inverosímiles cuando no tontos, obvios y hasta baratos. Se entiende que este largometraje apunte al público adolescente, pero tampoco es cuestión de subestimarlos. Tal vez haya sido la poca experiencia del director, J. Blakeson, el poco cuidado en la trama, o un mal casting, lo cierto es que cada una de estas cosas atenta contra una película que podría haber sido un hit si se le encontraba el rumbo adecuado. Una lástima por Chloë Grace Moretz, que siempre elige participar de proyectos interesantes o aceptar roles muy ricos. Un pifie en su carrera que esperamos que no vuelva a repetir. ¿Habrá una segunda y tercera parte? Difícil, pero nunca se sabe qué puede pasar en Hollywood. "La quinta ola" viene con la intención de destruir a la humanidad, finalmente logra matarla, pero de aburrimiento.
La nueva versión del fin del mundo Al final La quinta ola es todo lo que cualquiera con algo de cine en el pedigrí se puede haber imaginado al ver el trailer o los afiches de promoción callejeros. Una distopía que narra otra versión del fin del mundo a partir de un nuevo ataque extraterrestre, pero sin la gracia de, por ejemplo, Día de la independencia de Roland Emmerich. Pero puede ser peor. Porque es cierto que se trata del relato distópico de un apocalipsis alienígena sin el encanto del opus magnum del director alemán, pero también de una nueva saga de ciencia ficción basada en otra serie de bestsellers para chicos que, nunca mejor dicho, se sube a la ola que generaron los éxitos dispares de sagas previas como Los juegos del hambre, Maze Runner o Divergente. Dentro de ese grupo, el resultado final de esta propuesta queda más cerca del modelo conservador al que ha apostado la última de las mencionadas, que de los riesgos que se atrevieron a tomar los responsables de Los juegos..., al menos en sus dos episodios iniciales. Acá abundan las convenciones del subgénero (subtramas dramáticas y románticas; personajes heroicos y otros ambiguos; metáforas más o menos obvias, etc.), pero escasean los subtextos potentes y originales; las referencias que consiguen ir más allá de los límites genéricos y, sobre todo, los personajes atractivos y carismáticos.Por empezar La quinta ola se suma a la tendencia de las heroínas adolescentes y, siguiendo el esperable modelo de (otra vez) Los juegos del hambre, elige a una joven actriz que ya dio buenas muestras de talento para encarnar el rol protagónico. Si en aquélla ese lugar le cabía a la hoy superestrella Jennifer Lawrence, acá la elegida es la también prometedora Chlöe Grace Moretz que, si bien cumple con su parte, también es verdad que nunca consigue transmitir los sentimientos de nobleza, entrega y legítimo heroísmo que irradia su oscarizada colega. Aunque el film consigue algunos aciertos modestos, como cuando la voz en off de la protagonista afirma que “cuando estás en la secundaria todos los días te parecen el fin del mundo”, justo antes de que el verdadero apocalipsis se desate, del mismo modo cae en el burdo ejercicio de cumplir a rajatabla con los requisitos de este tipo de sagas para adolescentes del siglo XXI. Entonces, así como se hace girar el relato en torno a una chica, también se utiliza a los chicos como objetos de deseo de la manera más tosca. Es decir, haciendo que se bañen desnudos en un lago para que la protagonista pueda espiarlos escondida atrás de un pino. Exactamente el mismo juego que se daba en la saga Crepúsculo entre los personajes de Kristen Stewart y Taylor Lautner. Por último, una serie de referencias al militarismo estadounidense que carecen del humor y la autoconciencia satírica de la ya mencionada Día de la independencia, película que no siempre es valorada como lo merece, terminan de degradar a un producto de buena factura técnica pero que desde lo narrativo, paradójicamente, nunca consigue hacer olas.
Un nuevo eslabón en la cadena de adaptaciones al cine de novelas dedicadas al público “adulto joven” –el mismo que transformó en éxitos a LOS JUEGOS DEL HAMBRE y la saga DIVERGENTE— LA QUINTA OLA podría ser vista, casi, como una precuela o una “historia de los orígenes” de una serie de personajes que luego llegarán a la acción. A diferencia de esas otras series, que transcurren en universos futuristas o paralelos, las aventuras de LA QUINTA OLA –tras un flash forward inicial que nos pone ya en medio del caos– arrancan en unos Estados Unidos actuales y reconocibles, contando la historia de Cassie (Chloe Grace Moretz), una clásica adolescente de escuela secundaria con un interés romántico no correspondido y una familia típica: padres que siguen juntos y un hermano pequeño que duerme con su inseparable osito de peluche. Pero como queda claro desde el principio, esa paz familiar no durará demasiado… Adaptada de la primera de las tres novelas, la última aún sin publicar, de Rick Yancey, LA QUINTA OLA se refiere a las cinco etapas de una invasión alienígena a la Tierra. Cuando un ovni se deposita sobre Ohio, queda claro que las cosas ya no van a ser iguales pero no se sabe cómo se desencadenarán. Pronto, empezarán las “olas” de ataques: cortes de electricidad, maremotos e inundaciones y pestes masivas son las primeras tres olas, las formas en las que los extraterrestress liquidan al 97% de la población, dejando apenas a unos pocos tratando de sobrevivir como pueden. Entre ellos, a Cassie, su hermano y su padre. Pero todavía habrá nuevos e inesperados ataques que llevarán a la chica a tener que manejarse por su cuenta mientras militares y extraterrestres parecen estar combatiendo por la suerte del planeta. Y los niños y adolescentes tienen un rol central en la tarea. 5th_wave 2Pero no todo es lo que parece en LA QUINTA OLA ya que los modos de ataque para liquidar a los que quedan son un poco más tramposos y extravagantes que los prototípicos. Lo que la película hará será presentar la situación de esa quinta ola para concluir a la espera, clarísima, de las secuelas. Se trata de un filme ya armado como parte de una trilogía (o tetralogía, si es exitosa y dividen el último libro en dos como suelen hacer últimamente) y aquí sólo se plantea la situación y devela (¿y resuelve?) un primer problema y el resto to be continued. Sus diferencias formales con otras sagas basadas en similar tipo de literatura son meramente epidérmicas y duran poco, ya que pasada la media hora de película empezará a volverse excesivamente similar a, bueno, casi todas las otras, incluyendo las dos opciones de galán a elección de la protagonista y un universo de adolescentes militarizados (en este caso, hasta niños pequeños) que se parece mucho al del imaginario de todas las otras adaptaciones. 5th_waveLo mejor de la película está en sus primeros 40 minutos que la acercan más a la clásica narrativa de invasión extraterrestre, en este caso desde el punto de vista de una chica en un pequeño pueblo (aquí, a diferencia de DIA DE LA INDEPENDENCIA o productos similares, no hay gobernantes buscando soluciones ni mandando naves a atacar), pero esa perspectiva un tanto Shyamalan pronto se pierde y la película cae en fórmulas más conocidas, especialmente cuando aparece Evan Walker (Alex Roe), un joven que rescata a Cassie herida, cuyo look y forma de estar filmado (tipo videoclip sexy de ídolo pop adolescente) es directamente risible. Esa historia de amor empieza a marcar el desbarranco de una trama que parecía ser un poco más original. Y las supuestamente sorprendentes vueltas de tuerca de la última parte del relato tampoco sorprenden demasiado. El director británico J Blakeson (THE DISAPPEARANCE OF ALICE CREED) es relativamente competente para escenificar escenas de acción, pero parece un poco perdido en casi todo lo demás. Moretz y Liev Schreiber (que encarna al jefe militar) tienen el talento natural suficiente para salir bien parados en sus escenas, pero los otros actores (el insufrible teen idol Roe, la pobre María Bello a la que le tocó en suerte un papel que bordea el ridículo, y el impasible Zachary Sullivan, en el rol del pequeño hermano de Cassie) están librados a su suerte en una película cuya promesa se acaba más o menos al mismo momento en el que empieza la acción.
Burocrática invasión alienígena A la hora de invadirnos, estos aliens se toman su tiempo. Primero cortan la energía. Luego, nos mueven el piso con sismos, aunque se aprecian más los maremotos, o tsunamis, de hecho la mejor ola es la que azota Londres. El paso siguiente, enfermedades pandémicas, dengue, y cosas así. Todo esto para llegar a una cuarta ola que, desvergonzadamente, no es otra cosa que una variante no especialmente creativa de los "body snatchers" o "usurpadores de cuerpos" según el clásico de Don Siegel. Adaptando un best seller de ciencia ficción teenager, gente seria como Akiva Godman debería darse cuenta de que no hay motivo para que los marcianos no manden de frente march todas las olas juntas. Pero se ve que la burocracia es intergaláctica, y luego de momentos apocalípticos épicamente bien filmados, la cosa no sólo se vuelve muy poco original, sino bastante lenta e insípida. El aburrimiento se modera con diálogos bobos con cierta tendencia al humor involuntario. La heroína Chloë Grace Moretz se toma todo demasiado en serio, y un par de buenos actores como Liev Schreiber y María Bello ayudan un poco, pero no mucho. John Milius, cuyo "Red Dawn" parece haber inspirado algunos pasajes de este producto, hubiera sido más frontal con el mensaje de que para salvar el mundo, los adolescentes deben entrenarse cual guerrero ninja. El oleaje del comienzo zafa, pero para eso ya estaba "2012 "y otros apocalipsis digitales de Roland Emmerich.
Nos encontramos enfrentados a una historia dirigida a un público adolescente, los diálogos resultan intrigantes en un comienzo porque uno quiere saber de que se trata y como sigue pero cuando van pasando los minutos, va cayendo, Chloë Grace Moretz pone toda su fuerza aunque no alcance, el niño Zackary Arthur (“Transparent” -TV Series) no transmite su angustia, las escenas catástrofe no aportan demasiado ya se vieron en: “El día después de mañana”, “2012”, “Lo imposible”, “Terremoto la falla de San Andrés” y muchas más, tiene varias escenas de acción y hasta por momentos parece un videojuego.
La Quinta Ola, otro best seller juvenil llevado al cine. A no llamarse a engaño, la película no pertenece al género de cine catástrofe, aunque tenga un par de escenas con CGI, que a esta altura no causan ningún asombro, en las que se destruyen ciudades emblemáticas (como es el caso de Londres). Las olas a las que alude el título son mas bien eventos que comienzan con un corte de energía o del campo electromagnético que hace que caigan aviones, se corte la luz y se detenga la señal de celulares y toda clase de comunicación. La segunda es una subida de las aguas, que destruye todo sitio costero, la tercera es una plaga propagada por aves, la cuarta es un grupo de asesinos y la quinta… se develará en la trama, que tiene como protagonista a Cassey Sullivan. Ella es la clase de adolescente que vuelve a horario de una fiesta, pasa por el cuarto del padre a avisarle que llegó, el progenitor le levanta el pulgar, en señal de aprobación y luego va al dormitorio de su hermano menor, para asegurarse de que está durmiendo bien. Un encanto de chica que cuando las cosas se pongan feas, no dudará en recorrer kilómetros caminando, con el osito de peluche en su mochila, que el menor olvidó cuando la militarización los separó. Eso y un fusil. Lo que no sabemos es donde consigue los diferentes modelos de zapatillas que luce a lo largo de la película, que combinan con el resto de su vestuario. Lo cual sería un detalle menor en un relato cargado de lugares comunes, que por supuesto los adolescentes pasaran por alto. La quinta ola, Basada en el libro homónimo de Rick Yancey, que es el primero de una trilogía, cuya última parte se publicará este año, pertenece al género ciencia ficción y literatura juvenil, transformado en guión por Susannah Grant, Akiva Goldsman y Alex Pinkner. Lo que llama la atención es la naturalización del manejo de armas, en lugar de suplir con ingenio la defensa. Por mas que sea para protegerse de “Los Otros” (que son los alienígenas que causaron las olas), como si las tragedias de Columbine y otras similares no hayan existido. Sobrevuela cierto aire de “gatillo fácil” y daños colaterales. La glorificación de lo militar ante la pérdida de humanidad Chloe Grace Moretz es la heroína capaz de todo con el fin de reencontrarse con su hermano. Aunque jóven, es una veterana del cine y ya fue dirigida por Scorsese y Burton, entre otros, no tiene problemas a la hora de encarnar a la heroína . Maria Bello y Liev Schreiber son parte del elenco de los adultos con los que se trata de dar peso a la película, en personajes que no tienen consistencia. Alex Roe y Nick Robinson son los chicos carilindos, vértices de un triángulo amoroso a desarrollar en próximas entregas. La dirección de J. Blakeson en la quinta ola tiene un buen comienzo que rápidamente derrapa en la más convencional de las aventuras, que por momentos se transforma en una apabullante acumulación de situaciones estereotipadas. Es una ley de Hollywood, si un libro tiene millones de lectores, lo tendrá también su versión cinematográfica. Y si ese libro es una saga, como Los juegos del hambre, Crepúsculo y Divergente, entre otras, con mayor o menor suerte, la continuidad de la facturación está prácticamente asegurada, más allá de que los resultados cinematográficos sean abominables como en La quinta ola.
Adaptación del best-seller homónimo de Rick Yancey, La quinta ola es una nueva apuesta al subgénero de ataques extraterrestres, con ajustes al estilo young adult (Divergente, Crepúsculo) que demanda Hollywood. En un futuro cercano, el planeta resiste una serie de ataques que se presentan como “olas”: primero, un apagón generalizado; segundo, un ascenso del mar con oleajes descomunales; tercero, una plaga. Cuando las catástrofes terminaron diezmando a casi la totalidad de la población, una cuarta ola llegó en la forma de Silenciadores, asesinos destinados a cazar a los sobrevivientes. Finalmente, el posapocalipsis que atraviesa la adolescente Cassie (Chloe Grace Moretz), quien no se digna a vivir en un mundo casi igualito al de The Walking Dead. Hay más de un dato que comparte la película con la serie: las desoladas locaciones en el estado de Georgia, la clásica paranoia de todo film sobre zombis, el conflicto humano y el drama de la pérdida: en el intento de Cassie por recuperar a su hermano menor, este es el móvil de la película. La quinta ola se desarrolla mayormente en una base militar y un campo para refugiados de las catástrofes. La protagonista contará, primero, con la ayuda del coronel Vosch (Liev Schreiber); luego, aparecerá herida en una cabaña y conocerá al misterioso Evan (Alex Roe) y, hacia el clímax, a dos mujeres guerreras, Ringer (Maika Monroe, de Te sigue) y la sargenta Reznik (María Bello), un guiño carpentereano del director. Sin sorpresas, la película entretiene y deja el final abierto para las adaptaciones de El mar infinito y La última estrella, que cierran la trilogía posapocalíptica de Yancey.
Hace años venimos viendo sagas “teen” que nos hacen felices todos los años, desde Harry Potter hacía adelante las productoras de cine entendieron que ahí hay negocio. Y aunque no todas sean perfectas vimos buenas cosas de la mano de “Los Juegos del Hambre” o ahora con “Maze Runner”. Siempre que una saga termina tenemos una que la pueda reemplazar y el año que viene será el final de la creada por James Dashner y esperemos que la trilogía de Rick Yancey, de la cual todavía no se sabe su final, pueda ocupar ese espacio. Cassie es una adolescente promedio en un mundo normal, tiene una familia tipo compuesta por su madre, padre y su hermanito. Está enamorada de un chico que no la ve y sus problema más grave es controlar que la batería de su celular esté cargada.
Tierra invadida Dedicado a los adolescentes, es un producto de fórmula, con una trama forzada y flojas actuaciones. Hace un tiempo, alguien descubrió que los niños eran potenciales consumidores que, además, tenían la capacidad de arrastrar a sus padres al cine, y desde entonces no cesó el bombardeo de películas infantiles. Después, alguien descubrió que los adolescentes también eran un mercado a explotar, y de ahí que todos los años aparezcan sagas como Crepúsculo, Los juegos del hambre o Maze Runner. Basada en la novela homónima de un tal Rick Yancey, La quinta ola es el inicio de una nueva trilogía dedicada a esa franja etaria que los expertos denominan “jóvenes adultos”. He aquí un cóctel de ciencia ficción y cine catástrofe: unas misteriosas naves flotan sobre la Tierra y lanzan una serie de ataques -“olas”- con el fin de exterminar a los seres humanos. Se suceden terremotos, inundaciones y pestes que liquidan a la mayoría. Los sobrevivientes se encuentran en el clásico escenario post-apocalíptico al estilo Exterminio o La carretera, en el que deben aplicar conocimientos de boy scouts para no sucumbir. Hasta ahí, nada original, pero tampoco demasiado reprobable. Los problemas comienzan cuando aparecen los ingredientes que requieren este tipo de recetas, como el romance entre la protagonista y el carilindo -que, en la línea de unos cuantos galanes nacionales, trabajó más en el gimnasio que en las clases de actuación-, la pandilla de niños/púberes/adolescentes con sus estereotipadas personalidades, los villanos ridículos. Y todo empeora aun más cuando la trama se fuerza mediante mecanismos insostenibles y aparecen las poco cinematográficas explicaciones dialogadas. Ni siquiera los efectos especiales acuden al rescate, porque después de un principio a todo trapo, con un Nueva York inundada y otros chirimbolos digitales por el estilo, la acción transcurre entre decorados berretas. La mala noticia es que se supone que esto es sólo el principio. La buena, que difícilmente empeore.
¿Dónde estás E.T.? Si ya es mala la primera película de una nueva saga destinada al público adulto joven -básicamente adolescentes-, el panorama no podría ser más desolador. Con un nivel tan bajo, ¿qué expectativas podemos depositar en las continuaciones? La Quinta Ola cuenta con demasiados profesionales de gran capacidad en todos sus rubros para terminar siendo la decepción que indudablemente es. ¿Los motivos? Son varios. Entre ellos la subestimación de la inteligencia de un público que no necesita como condición sine qua non que la obra en cuestión funcione a partir de una fórmula agotada de tanto uso. En este caso una trama de invasión extraterrestre matizada con una subtrama romántica –el inefable triángulo amoroso- que en lugar de humanizar y darle relieve a los personajes lo único que logra es hundir la historia en el más banal de los lugares comunes. Sin ser ninguna maravilla el primer acto del filme interesaba lo suyo presentando a los protagonistas e introduciendo el conflicto principal. La cosa derrapa cuando aparece el actor Alex Roe que parece más un modelo publicitario de jeans y espuma de afeitar que un actor de cine. Como uno de los vértices del mentado triángulo este muchacho es el infortunado vehículo para expresar cinematográficamente las obsoletas ideas de los autores y el realizador. ¿Denotar tensión sexual con la imagen de un hombre bañándose en el lago y su objeto de deseo espiándolo desde atrás de un árbol? ¿En serio? ¿Se habrán enterado que estamos en el siglo XXI? ¿No sienten vergüenza? Parece que no. Creerán que lo compensan los millones de dólares. Allá ellos… En literatura un buen escritor puede usufructuar las posibilidades que le da la extensión del relato para disimular o hacer olvidar los clichés de la historia. Y aparentemente, si le vamos a dar crédito a los críticos, Rick Yancey lo es. El problema pasa por el traslado de esa novela a la pantalla grande. Ni siquiera gente tan talentosa como Susannah Grant (Erin Brockovich), Akiva Goldsman (ganador del Oscar por Una mente brillante) y Steve Pinkner (escritor veterano de excelentes series como Alias, Lost o Fringe) ha sido capaz de adaptarla sin caer en todo tipo de absurdos. Algunos derivados de la línea argumental, otros simplemente de la relación entre los personajes. Especialmente ridículos resultan los encuentros/ desencuentros entre Cassie (Chloë Grace Moretz) y Evan (Alex Roe). El tercero en discordia, Ben (interpretado por Nick Robinson), sale menos perjudicado porque aún no interactúa mucho con ellos. Pero que futuro negro le vemos… Si guionistas tan sagaces como los mencionados caen en errores de principiantes –previsibilidad en las acciones dramáticas, vueltas de tuercas que se ven venir de lejos, construcción nula de personajes tridimensionales, etc.- los sospechosos de siempre son los ejecutivos y los productores que deben haber metido más manos en ese guión de lo que indica la ficha técnica. No hay que ser un adivino para sacar esta conclusión. Nada más aplicar una pizca de sentido común. El mismo que le negaron a la película con tantas decisiones arbitrarias desde el comienzo hasta el final. La Quinta Ola narra una invasión alienígena cuyo objetivo primario es despoblar el planeta para hacerlo propio. La estrategia para el exterminio sistemático de la raza humana se va desarrollando en capas como una cebolla y abarca desde un pulso electromagnético que deja a la Tierra incomunicada hasta terremotos que devienen en tsunamis descomunales. Los extraterrestres esconden también otros planes maquiavélicos pero me los reservo por si el lector decide ver la película. Uno de los aspectos que debería haber jugado un rol clave es la paranoia que se desata en los sobrevivientes al revelarse que los aliens se alojan en un huésped humano y es imposible reconocerlos sin usar la tecnología (aquí surgen claras reminiscencias de dos de las más celebradas obras de John Carpenter: El enigma de otro mundo y Sobreviven). Lástima que ese detalle nada menor no sea explotado con más propiedad. Quizás se lo reservan para la segunda película. ¿Quién sabe? Aquí todo puede ser… Pese a que la verosimilitud trastabilla cada dos o tres escenas hay que confesar que esta Quinta Ola mantiene un ritmo constante, nunca aburre y arranca unas cuantas carcajadas que, si bien no están buscadas, con el ánimo adecuado podrían hacer más llevadero el periplo de Cassie. Una improbable heroína que anima con limitados recursos Chloë Grace Moretz, una actriz que cuando era más chica nos hizo creer que contaba con un amplio registro interpretativo que la realidad llevó a su justo lugar cuando sus mohines infantiles se quedaron olvidados en el tiempo. Ron Livingston, Maria Bello y en particular Liev Schreiber deben haber estado flojos de fondos para aceptar trabajar en este filme. Que de todos modos en comparación con Crepúsculo o alguna otra saga similar claramente está un peldaño más arriba. Consuelo de tontos pero consuelo al fin…
Terminó lo que se daba Ya hubo filmes sobrenaturales con vampiros adolescentes (“Crepúsculo”), distópicos (“Los juegos del hambre”, “Divergente”, “El dador de recuerdos”), posapocalípticos (“Maze Runner”), con zombies (“Mi novio es un zombie”). Ahora es el turno de los extraterrestres. Y otra vez, como en casos anteriores, hay detrás una muy exitosa saga de novelas destinada a ese segmento de lectores. Y como ya ocurrió en sus predecesoras, el amor y la recién descubierta sensualidad ya no encuentran conflictos corrientes, sino que puede surgir en medio de una catástrofe planetaria. Eso esboza “La quinta ola”, basada en el primer volumen de una trilogía escrita por Rick Yancey, y que a poco de ser publicada en 2013 fue incluida en la lista de best sellers del New York Times. Como advierte el final abierto del filme, las otras dos partes de la trilogía literaria -”El mar infinito” y “La última estrella”- podrían entrar pronto en la línea de producción. Las olas del título refieren a estrategia de extraterrestres que lanzan ataques planificados -las “olas”- que acaban, primero, con la energía del mundo, luego azotan el planeta con terremotos y tsunamis, después pandemias y posterior exterminio de los humanos residuales. Pero no contaban con la protagonista, una chica que hará lo imposible por recuperar a su hermanito en peligro y que pasará del amor platónico a un fusil. El filme se concentra en presentar a los personajes, sus circunstancias e intereses, de lo cual resulta un relato simplificado y previsible, aunque entretenido. Habrá que esperar que las próximas entregas hagan avanzar la ola hasta descubrir unos personajes que prometen más de lo que muestran.
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La quinta ola, la nueva saga literaria juvenil en pantalla, plantea una historia de adolescentes perseguidos por alienígenas y cae en varios lugares comunes. La fórmula de La quinta ola se parece a una receta de coctelería: un tercio de Crepúsculo, un tercio de Sinsajo y un tercio de Maze runner. Lo único más o menos original es la sacudida que mezcla todo y obtiene una historia de adolescentes perseguidos por alienígenas capaces de infectar a un humano y adquirir su apariencia física. Estos invasores son nombrados con el ya gastado eufemismo de "los otros" y han empezado a ocupar el planeta Tierra en una sucesiva serie de olas que traen virus, epidemias e inundaciones. Algo así como las siete plagas del Antiguo Testamento reducidas a cinco, más por falta de imaginación que por economía narrativa. En medio de ese caos, la familia Sullivan trata de vivir como puede, pero se supone que en el fin del mundo siempre son más los que mueren, y ellos no serán la excepción. En poco tiempo, Cassie (Chlöe Grace Moretz) –la adolescente protagonista– se queda huérfana y separada de su hermanito, quien fue reclutado por el ejército. Desde ese momento, La quinta ola se mueve en dos planos. Por un lado, las peripecias de la protagonista para sobrevivir en un mundo peligrosísimo. Y por otro la instrucción militar que reciben los chicos y chicas reclutados, entre ellos el hermanito de Cassie y un adolescente, llamado Ben Parish, al que ella que admiraba en la escuela, cuando todo era normal. Como no es la clase de película capaz de infringir el mandato de que guerra y amor van juntos, aquí también aparecen entrelazados. Y de una forma bastante retrógrada, por cierto, cuando la chica es rescatada por el bellísimo y musculoso Evan Walker (Alex Roe). La que nunca es rescatada de los lugares comunes y de las escenas obvias es la propia película de J Blakeson, un director que parece no haber reflexionado sobre los aspectos más obvios del material que tenía entre manos. ¿Cómo aparece un muerto a los ojos de una adolescente? ¿Qué ve los cadáveres? ¿Qué siente ante la pérdida de su amiga o de su madre? Salvo el momento en que el padre le entrega un revólver a Cassie -mal resuelto, pero intentado-, todas las demás situaciones son mostradas con esa absoluta falta de tacto que consiste en limitarse a seguir el manual de instrucciones del cineasta correcto. Se entiende todo, no se siente nada. La ideología –miliciana más que militarista– de La Quinta Ola es tan visible que termina volviéndose invisible, algo que uno puede obviar pulsando el botón mental correspondiente a "otra bajada de línea norteamericana", simbolizada aquí por el osito del hermano y el revólver del padre que Cassie lleva en su mochila para enfrentarse al mundo.
Un mundo postapocalíptico donde una joven se carga el destino de la Humanidad sobre la espalda y vamos que venimos. Esta vez es Chloé Moretz, mejor actriz teen que la mayoría -tiene películas como la primera Kick-Ass donde aparece con enorme potencial- pero desaprovechada en otro ¿nuevo? clon de mundo postapocalíptico donde una joven se carga el destino de la Humanidad sobre la espalda y vamos que venimos.
Estamos frente a una nueva saga apuntada, dedicada e inspirada en la moda universal de exponer a chicos y adolescentes en la picota de los medios, los mandos de poder y el sometimiento físico y mental por parte de un mundo adulto que no encuentra respuestas frente a los cambios que proponen las nuevas generaciones. Para esto hay ya todo tipo de metáforas entre “Divergente” (2014), “Los juegos del hambre”(2012-2015) y “Maze runner”(2014), entre otros ejemplos. “La quinta ola” aporta un elemento más al vasto universo que se propone plantear: El marco de una invasión extraterrestre. Rick Yancey ha escrito una trilogía de libros para completar la historia de Cassie (Chloe Grace Moretz), la niña que narra estos acontecimientos en los cuales grandes naves extraterrestres estacionan en el aire sobre las ciudades del mundo, y mandan cuatro ataques mortales sobre la humanidad. Todo este principio tiene grandes reminiscencias con “Día de la independencia”(1996) en cuanto a la instalación del verosímil y el cuadro de situación. Luego vendrá la famosa quinta ola que, intuimos, será la que extermine a la raza humana por completo. Justamente averiguar las características logísticas de este último ataque (y cómo lo transitarán los personajes) es de lo que se trata esta primera parte que, por supuesto, quedará abierta. La metáfora de la que hablábamos al principio comienza a funcionar a partir de entender que el ejército norteamericano está separando los chicos de los adultos llevándolos a refugio en donde comenzarán su entrenamiento como los nuevos soldados. Más allá de las alegorías del caso, la película del casi debutante J Blakeson tiende a perder los fuertes hilos de solidez narrativa que exhibe en los primeros minutos. De alguna manera pierde dimensión de catástrofe cuando el relato comienza a tener que, necesariamente, descansar en la protagonista. La invasión a nivel global pierde fuerza por haber abarcado más de lo que puede narrar y así, una sola línea narrativa sin sub-tramas de relevancia parece muy poco para poder llevar adelante el peso dramático de la historia. “La quinta ola” se intuye más de lo que concreta, aunque en términos de la acción tiene algunas buenas virtudes. Tal vez todo vaya cobrando más fuerza con la siguiente entrega, mientras tanto queda un signo de interrogación para el cual habrá que esperar.
Para los que no lo saben, "The fifth wave" es el primer episodio de una trilogía escrita por Rick Yancey que fue un éxito global literario hacia 2013. La industria cinematográfica busca en forma constante sagas que puedan reemplazar a aquellas que ya han terminado ("The Hunger Games", sin ir más lejos), dentro de las preferencias de lo que ellos llaman "young adults": adolescentes y jóvenes, principalmente. Lo cierto es que este tipo de films tienen una potencial audiencia enorme y mueven mucho dinero, buscando consolidar una franquicia con todas las letras... No es algo malo ni bueno. Es. Sucede. Así se mueve el mundo, sencillamente. Sony y Columbia Pictures encargaron la tarea de dirigir la adaptación de "La quinta ola" a J Blakeson, (director de la interesante "La desaparición de Alice Creed"), pero serenos porque para el guión contaban con un equipo de lujo (Susannah Grant, Akiva Goldsman y Jeff Pinker, todos famosos por distintas cintas en los últimos años). La tarea era bastante compleja, como siempre en estos casos, dejar contentos a los fans de la obra literaria y equilibrar los elementos para no abrumar al espectador puro en la sala. "The fifth wave" logra a medias ese acercamiento. Es cierto que elige hace un recorte determinado, pero en esa dirección, algo se pierde en relación al personaje principal de la historia (Cassie). Mucho de la fuerza del libro original estaba basado en esa reflexión constante que ella hace sobre lo que le toca sobrellevar. Aquí, eso está presente, pero de manera acotada, sin desplegar la emocionalidad que tanto destaca en su forma literaria primaria. Si vieron el tráiler ya saben que "La quinta ola" es una película post-apocalíptica. Es más, no sólo es eso, sino que habla de una invasión extraterrestre con todas las de la ley. Cassie (Chloë Grace Moretz) es una chica de 16 años común y corriente que hace lo que todas las adolescentes de su edad hacen: van a fiestas, gustan de algún chico, cuidan a sus hermanos menores. Esa vida ideal, termina cuando el mundo recibe la llegada de visitantes de otro mundo. Lo primero que sucede es el ataque a todos los dispositivos electrónicos y la energía eléctrica del planeta. Se apagan las luces y se incomunica a los habitantes. Luego viene la modificación del accionar del mar, que destruye las costas y ciudades, matando millones de personas. A eso le sigue una enfermedad de carácter incurable que se lleva muchísimas personas (una especie de gripe aviar a la que pocos sobreviven) y después, la cuarta ola: los extraterrestres comienzan a aparecer entre nosotros, con forma humana. Todos sabemos que cada etapa va dejando pocos sobrevivientes y Cassie ha resistido a todas, unida a su papá (Ron Livingston) y su hermano Sammy (Zackary Arthur) ya que madre ha muerto por la enfermedad inducida poco tiempo atrás. La familia sabe que mantenerse unida es necesario, mucho más cuando víveres y seguridad escasean en forma constante. Es así que Cassie se encontrará pronto en un campo de batalla para el que no está preparada emocionalmente. Grace Moretz busca encontrar el registro que la ayude a darle carnadura a su personaje, a lo largo de todo el metraje de la cinta. La tarea que le toca es difícil, ya que no es ni niña ni adulta a tiempo completo. Su personaje deberá mutar de una sencilla adolescente, a una valiente guerrera, capaz de enfrentarse a los peligros de un mundo que sólo ofrece peligro y dolor. La quinta ola (que es la que da nombre al film) exterminará a los pocos habitantes del planeta que aún resisten la invasión, si la resistencia humana no logra impedirlo. Cassie deberá encontrar respuestas a muchos de los interrogantes que tiene sobre la naturaleza del ataque alienígena y cuidar a los suyos, a cada paso del camino. Debemos decir que los personajes del mundo masculino son complicados para ella (Nick Robinson y Alex Roe, ya veremos cómo) y si no logra decifrar que sucede en realidad, su plan de mantener unida a su familia fallará estrepitosamente. Cierto que "La quinta ola" intenta combinar varios géneros. Por un lado, abre con secuencias del género catástrofe, bien logradas para instalar su escenario. Después, muta en la típica película de supervivencia, post-apocalíptica, y vuelve a transformarse, bajo la cuestión de la invasión extraterrestre, en un universo militar. Pero cuidado, porque subyace todo el tiempo su centro, que no deja de ser un drama familiar con elementos de romance instalado en la adolescencia. Todo esto en un universo donde podemos encontrar influencias de series ("The walking dead"), blockbusters ("Maze runner", "Twlight" –sí y ya verán porqué-) y todo aquello que hoy nos atraviesa desde lo medial. Tal alquimia puede producirse más fácilmente en el mundo de las letras que en el de los audiovisuales. Por una cuestión de atención, detalle, velocidad, forma. Blakeson intenta que Moretz sea el corazón del film pero la sucesión de eventos le impide desarrollar ese dolor intrínseco que ella posee al procesar tantas cosas (las que le suceden en la ficción) en tan poco tiempo. Resultado, "The 5th wave" se vuelve más una sucesión de eventos unidas por un conector que una película que exponga o sostenga los principios más crudos de la obra literaria. Lo cual no está mal. Sucede. Dentro de las actuaciones, nada hay demasiado rescatable, ni Liev Schreiber ni María Bello ni ningún otro. A partir de la mitad de la cinta, los adolescentes y niños se vuelven importantes en la trama pero tampoco despliegan algo que altere el ritmo de narración demasiado. En el haber, los efectos especiales están correctos y la película nunca se siente densa sino que, con sus posibilidades, fluye y entretiene la mayor parte de su metraje. En definitiva, "The 5th wave" es un intento más para generar el nacimiento de una nueva franquicia, que la industria necesita siempre tener para que la maquinaria siga funcionando. No es un film destacado (sí el libro en que se inspira) pero puede verse sin mayores expectativas para quienes busquen un rato de distracción en clave sci-fi.
La orfandad postapocalíptica. En otro contexto histórico cinematográfico La Quinta Ola (The 5th Wave, 2016) hubiese comenzado con una escena centrada en un acto de crueldad que invitase a reflexionar -por lo menos, vagamente- acerca de la impiedad del mundo que construimos, no obstante los tiempos han cambiado y Hollywood prefiere convalidar el desconcierto paranoico e inofensivo que tanto factura a nivel mediático/ redes sociales: Cassie Sullivan (Chloë Grace Moretz) deambula sola entre las ruinas de lo que fue Estados Unidos, de pronto encuentra un supermercado, se abastece de alimentos y en un triste episodio de desconfianza termina asesinando a un hombre herido que pedía ayuda. Inspirándose en algunas recurrencias estéticas de The Walking Dead y con una trama que retoma elementos de La Huésped (The Host, 2013), la película es otra adaptación de un best seller para adolescentes y “aledaños”. Más allá de la saturación del rubro, el cual -a la manera del cine de superhéroes- ya sólo genera hartazgo en función de una seguidilla de productos intercambiables, no cabe duda de que el mainstream acusó recibo de las críticas en torno a Crepúsculo (Twilight) porque desde entonces viene elevando la calidad de las protagonistas elegidas para las franquicias, como lo demuestran Jennifer Lawrence en Los Juegos del Hambre (The Hunger Games), Shailene Woodley en Divergente (Divergent) y la propia Moretz en este puntapié inicial de lo que será una saga a futuro. Lamentablemente La Quinta Ola no aprovecha del todo los motivos de los relatos de supervivencia e infiltración (ahora con una arremetida alienígena minimalista de fondo) y de hecho se queda en la mediocridad de Divergente, ubicándose bastante lejos de los primeros y atractivos opus de Los Juegos del Hambre y Maze Runner. Por cierto llama mucho la atención cómo el Hollywood de las últimas décadas dedica tanto tiempo y esfuerzo a los reboots, dando a veces hasta libertad creativa a los responsables para que no acusen de “impersonal” a la epopeya resultante, para luego -al momento de las secuelas- tensionar la correa y pedir que se respete a rajatabla ese mismo repertorio de estereotipos que terminan destruyendo los puntos a favor acumulados (las convicciones ideológicas se difuman al ritmo de las explosiones, los romances y la violencia aséptica). No hace falta que nos concentremos exclusivamente en los best sellers para jovencitos, basta con recordar la eficacia de productos multitarget como GoldenEye (1995) y Casino Royale (2006), aquellas presentaciones en sociedad de Pierce Brosnan y Daniel Craig como 007, dos obras muy placenteras si las comparamos con la pobreza de sus continuaciones. Sin embargo hasta en propuestas como la presente siempre es posible hallar ingredientes interesantes, pensemos por ejemplo en la concepción de “masacre” que maneja La Quinta Ola, cuya historia gira alrededor de la estrategia extraterrestre de criar niños soldados símil Beasts of No Nation (2015), engañando a los huérfanos humanos para que maten a los sobrevivientes con la excusa de que están siendo controlados por un parásito alienígena. Esta truculencia digna de África o Medio Oriente, emparentada con la “limpieza étnica”, resulta más adulta que la perspectiva hueca de los bodrios contemporáneos. Vampirizando ítems de La Invasión de los Usurpadores de Cuerpos (Invasion of the Body Snatchers, 1956) y V, el film es muy esquemático pero cumple en cuanto al desarrollo de personajes, hoy en torno a esa trinidad compuesta por el ataque, la rebelión y la contrainsurgencia…
Una película que no será de lo mejor pero que se deja ver. La premisa no es mala, y por eso, a pesar de sus falencias, el relato es bastante llevadero. Además la buena y expresiva actuación de Chloë Grace Moretz ayuda a que este film...
Juventud, divino tesoro En estas páginas hicimos alguna vez una afirmación que se mantiene: es dentro del campo de la llamada “literatura juvenil” que la ciencia ficción se revitaliza, de manera distópica (como corresponde a su variante tardía) pero no por ello menos aventurera y hasta romántica (como lo exige la dinámica juvenil), lo que en alguna manera remonta a viejos tiempos de la sci-fi; al mismo tiempo, quizás esté entre las mas “adultas” de estas sagas. Porque nada más aventurero que unos jovencitos luchando contra sistemas que se vuelven opresivos. Pero avancemos. Rick Yancey unió en su novela “La quinta ola” (la primera de una trilogía cuya conclusión sale este año) varios tópicos conocidos: la heroína adolescente que evoluciona en guerrera mientras que se debate en un trío (¿o cuarteto?) amoroso, al estilo de “Los Juegos del Hambre” o “Divergente”; la Tierra despoblada y sin tecnología (entre “The Walking Dead”, “Soy leyenda” o “La carretera”); el grupo de adolescentes y niños que tiene que sobrevivir en un ambiente hostil y conspirativo (a lo “The Maze Runner”). Y fundamentalmente uno de los elementos más queridos para la vieja ciencia ficción: la invasión alienígena, implacable y vista de lejos. Si en “El Eternauta” se los llamaba simplemente Ellos, acá son los Otros (siempre que hay algo desconocido son Otros, como bien saben los fans de “Game of Thrones”). Y como en la historia de Oesterheld, la invasión arranca exterior, impersonal. En este caso la nave llegó un día, paralizó la Tierra con un pulso electromagnético (derribando los aviones y esas cosas), después asoló las costas con tsunamis y luego una enfermedad transmitida por las aves. Esas fueron las tres primeras olas de invasión. Hasta ahí “todo bien”, pero parece que los Otros están infiltrados entre nosotros. Madurar rápido Susannah Grant, el veterano Akiva Goldsman (ganador del Oscar por “Una mente brillante”) y Jeff Pinkner arremeten un buen trabajo en la adaptación del texto, manteniendo los dos personajes que llevan la acción: Cassiopeia “Cassie” Sullivan, una joven que tiene que atravesar territorio hostil hasta llegar a una base de la Fuerza Aérea donde está su hermanito Sam; y Ben “Zombie” Parish, un muchacho que perdió todo, puesto al frente de un pelotón de adolescentes y niños, que incluye a Sam. La historia terminará reuniéndolos, mientras que por su cuenta cada uno descubrirá parte de la verdad oculta en el conflicto: Cassie junto a Evan Walker, un muchacho granjero que oculta un secreto (que él mismo descubrió recientemente), y Ben gracias al desparpajo de Ringer, una especie de Lisbeth Salander adolescente, más buena tirando que haciendo amigos. Sobre eso, “J” Blakeson lleva la acción por los diferentes senderos, evita alguna cursilería que podría pasar en el medio y se centra en la crudeza de la historia de Cassie (la escena que abre la cinta, por ejemplo), introduce a Ben y su grupo oportunamente y va subiendo hasta la revelación y la convergencia final, que dejará la puerta abierta para los conflictos de la segunda parte, “El mar infinito”: los habrá contra los Otros (a los cuales se les pudo poner un rostro), y también entre los héroes. Hay un uso moderado de efectos digitales para las catástrofes, pero es fundamentalmente una película de espacios abiertos, de bosques y vías muertas, de autopistas con autos abandonados; con esa contradicción entre lo soleado y lo apocalíptico (aunque hay escenas nocturnas, como el bautismo de fuego del pelotón 53). Poné a los pibes En cuanto a los intérpretes, la elección es bastante acertada. Sabemos que en esta estructura lo central está en los jovencitos, mientras que los adultos deben resignarse a ser secundarios o villanos. Chloë Grace Moretz demostró en “La invención de Hugo Cabret” que podía dar mucho actoralmente, y desde entonces sigue creciendo, y desarrollando una belleza peculiar, algo aniñada. El contrapunto de esto sería la también ascendente Maika Monroe como Ringer: esta vez no le toca ser la chica linda en problemas, como en “El invitado” y “Te sigue”, sino una dura y pálida guerrera, y cumple muy bien. Del lado de los muchachitos, Alex Roe como Evan se ve atrapado en el rol del muchacho al que le bastan unos ojos tristes y un rato de torso desnudo para que la chica lo mire, mientras que Nick Robinson está mucho más intenso: su personaje fue un chico popular que sobrevivió a la enfermedad y lo perdió todo, y se le nota. Liev Schreiber casi no ha hecho un personaje querible en su vida, y su coronel Vosch no va a menos: su perfil va en la onda del de Aidan Gillen en “Maze Runner: Prueba de fuego”. De los otros adultos, Ron Livingston y Maggie Siff cumplen como los padres de Cassie, y Maria Bello tiene una pequeña aparición como la sergento Reznik. De los más niñajos, se destacan Zackary Arthur como el pequeño Sam, Talitha Bateman como Teacup (avispada a los siete años) y Tony Revolori como el simpático Dumbo. Curiosidad musical, el tema de créditos es “Alive”, la canción que Sia compuso con Adele para su disco “25”, que la última rechazó grabar al igual que Rihanna, y que Sia incluyó para su flamante “This Is Acting” (que seguro se verá reforzado gracias a la película). Por ahora hay un poco de tregua y tiempo para pensar. Pero todas las puertas están abiertas para el contraataque.
Crepúsculo con ataques marcianos Perdón por la ignorancia, pero fui al cine a ver esta película invitado por mi hermano y mi cuñada pensando que se trataba de un film de ciencia ficción e invasión alienígena, hasta que con el correr del metraje me di cuenta de que esta historia estaba en realidad lejos de esto. Se trata de otra saga juvenil romántica maquillada con temática apocalíptica, a la onda "La Huésped", "El dador de recuerdos" o incluso la mismísima "Crepúsculo", todas sagas malísimas, al menos en su paso por el cine. Si ustedes ven bien el trailer, la variable triángulo amoroso no aparece en absoluto, de hecho se enfoca en el ataque alienígena y por ahí deja ver un beso de la protagonista con un flaco. Si no conocés el libro que se escribió, ni te imaginas que se puede llegar a tratar de un culebrón adolescente de amor. Así que si no sos del palo, te recomendaría informarte un poco más antes de malgastar tu dinero. La fórmula es la misma que hemos visto varias veces, sin ir más lejos en la franquicia de "Los Juegos del Hambre". La protagonista se debate entre la seducción de dos tipos, uno que es el chico que siempre le gustó desde el colegio y el otro es un misterioso granjero que conoce en medio del apocalipsis marciano. Cliché. Cuando comenzó el metraje, los primeros 20 minutos no fueron tan malos, pero a medida que iba avanzando, la trama real comenzaba a asomar. Las primeras cuatro olas de ataques que son parte del título son las mismas que se develan en el trailer promocional, siendo la producción y efectos especiales utilizados bastante aceptables pero no una cosa de primera calidad. Estos cuatro momentos pasan demasiado rápido, de manera accesoria, para que comience a tomar fuerza la verdadera esencia de la historia, el triángulo amoroso. Por supuesto hacia el final de la película se devela cuál es la quinta ola del plan de exterminio de los aliens y si no diste cuenta hasta los 40 minutos de metraje es porque no estabas prestando mucha atención, ya que la narración se encarga varias veces de tirar pistas torpes y obvias. Uno podría llegar a decir que si bien la novela es buena, su adaptación al cine puede no serlo. En este caso el libro ya presenta la quinta ola, que debería ser la más importante e impactante, pero en cambio es la más ridícula de todas. Es inverosímil, su justificación es una bobada y está pensada torpemente. No quiero spoilear, pero cuando vean la película se van a dar cuenta de lo que estoy diciendo. ¿Por qué los invasores con todo su poderío y capacidad de destruir a los humanos pondrían en marcha una quinta ola como la que presenta la historia? Es sumamente ridícula la premisa y parece que a medida que avance la saga se profundizará sobre el culebrón amoroso. Le sumo unos puntos por la presencia de Chloe Grace Moretz ("Kick-Ass", "Hugo") que viene demostrando que es una buena actriz y tiene el carisma suficiente para estar al frente de un film, pero la verdad es que está para más que una saga juvenil pobre como esta. No la recomiendo salvo que seas consumidor habitual de este tipo de historias.
Las acciones de la Literatura para Jovenes Adultos - último curro de la industria del entretenimiento en Hollywood - vienen en baja y La Quinta Ola es el último exponente de semejante decadencia. Con una flagrante falta de originalidad y una dirección hiper tibia, no hay nada aquí que resulte mínimamente excitante o seductor como para que alguien tenga ganas de ver siquiera la suerte de estos héroes en un segundo capítulo de la saga. Honestamente, el problema no es que se trate de chicos corriendo aventuras en mundos utópicos, sino que todos estos autores de pacotilla carecen de calidad como para escribir algo realmente original, y se dedican a tomar por asalto clásicos de la literatura fantástica, chupando ideas de cuanto libro o película conocida encuentren a mano. Aún cuando encuentren un setup interesante, el esquema es tan repetitivo - héroe / heroina pendex envuelto en triángulo amoroso; chico / a que se sale de la norma y va a liderar revolución libertadora que hará caer a régimen corrupto; profecía del chosen one en donde sólo un flaco es capaz de alterar el orden inalterable desde hace siglos; descubrimiento de una verdad oculta tras la fachada de un régimen implacable - que satura inmediatamente. Por el mismo camino ya mordieron el polvo El Dador de Recuerdos, Soy el Numero Cuatro, The Mortal Instruments: City of Bones y tantos otros títulos que no pasaron de la primera instancia, un desperdicio tan grande de dinero y esfuerzo que demuestra a las claras que el género está agotado. La tibia recepción de los capítulos finales de Divergente es otra clara señal que marca el fin de un ciclo. Bastan cinco minutos para que el espectador promedio perciba que La Quinta Ola es una mezcla de V, Invasión Extraterrestre, Dia de la Independencia, Invasión a la Tierra: Batalla Los Angeles, y cuanto filme de invasiones alienígenas conozca, comenzando por las naves masivas posadas sobre ciudades, tipos con implantes cerebrales, visitantes que se pasan de bando, amén del tradicional triángulo amoroso de los protagonistas y que es un cliché del género desde Crepúsculo y Los Juegos del Hambre. Sinceramente, lo que más me impresionó del filme es Maria Bello. ¿Qué diablos le pasó a esa mujer?. Parece un zombie pintarrajeado, está reenvejecida y no convence como uniformada ultradura que adiestra a los niños en la lucha contra los extraterrestres. El resto es bastante aburrido y previsible: la Moretz corretea por los bosques con su boquita torcida y una M16, la tirotean, la recoge (euh!) el único granjero que parece salido de la tapa de Sports Illustrated, ella se babea con él antes de saber que es un infiltrado y, mientras tanto, se dirige a la base militar mas cercana para liberar a su hermano pequeño al cual enrolaron a la fuerza para exterminar aliens. Claro, hay un sentido oculto detrás de todo esto (alerta spoilers) y es que los militares están infectados por los alienígenas, los cuales enrolan a los chicos como fuerza de choque para matar a los humanos remanentes (haciéndoles creer que son extraterrestres). La Moretz se infiltra en la base militar para sacar a su hermano, pero detrás de ella va el granjero pintón, que resulta ser un alien que está recaliente con la piba. Las explicaciones de turno ("nos dijeron que el amor no existe, que es una mentira humana") son tan estúpidas como el hecho de que el granjero sea una especie de MacGyver intergaláctico y ataque él solito toda una base militar infestada de soldados hiperentrenados, bombardéandolos como si hubiera puesto bombas atómicas. El climax es tan absurdo e inflado que pulveriza las escasas virtudes que tenía la película hasta ese momento (fin spoilers). La Quinta Ola no es un filme horrendo, pero es tan predecible que aburre. No hay un problema de actores o perfomances, sino de libreto chato (gracias, Akiva Goldsman!). El género ya dió todo lo que tenía que dar y es hora de archivarlo para buscar otro vellocino de oro... el cual estará en manos de tipos muchos mas creativos que los responsables de esta obra tan chata como insulsa.
¡Sálvese quien pueda! Una nueva adaptación novelesca llega a la gran pantalla para capitalizar el éxito de este género que ya dio muy buenos resultados de taquilla, Pero parece que esta vez se confiaron demasiado. Ahora que la llamada Saga Crepúsculo y los dramáticos Juegos del Hambre terminaron su andadura en la pantalla grande, y mientras la frenética Maze Runner se acerca a su inexorable final, los adolescentes cinéfilos reciben una catarata de propuestas salidas directamente de novelas escritas para ser adaptadas a la pantalla grande con el objeto de convertirse en el nuevo éxito. La Quinta Ola (The 5th Wave) es uno de esos productos escritos para introducir a los jóvenes en lecturas pasatistas que no aportan mucho pero que tampoco restan y que ya han tenido exponentes poco exitosos en el séptimo arte como Hermosas Criaturas y Soy el Número 4, que no pasaron de un filme inicial . Este pareciera ser el destino de esta película dirigida por el casi debutante por J. Blakelson –que sólo tiene un filme de 2009 interesante pero no estrenado en el país- que está basado en una trilogía de novelas bastante exitosas escritas por Rick Yancey de la que este año se publicará la última entrega. El argumento ya de entrada no es original (¿pero qué lo es en estos tiempos?) y relata cómo una raza extraterrestre llega a la Tierra para exterminar a la raza humana exaltando a las fuerzas de la naturaleza y luego esparciendo una epidemia desde el aire que aniquila a un gran porcentaje de la población. La "quinta ola" de la que habla el título es la última etapa de aniquilación que llevarán a cabo los aliens. Por su parte, los sobrevivientes de todas estas calamidades se reúnen en capamentos escondidos y hacia uno de ellos van la adolescente Cassie Sullivan y su pequeño hermano Sam junto a su padre para refugiarse. Sin embargo, la llegada de tropas militares dispuestos a albergarlos en una base termina por separar a los hermanos y entonces Cassie deberá emprender su camino a pie hasta donde se han llevado al pequeño En el camino, conocerá a Evan (Alex Roe), un muchacho que poco a poco se va ganado su corazón pero que guarda un extraño secreto. De esta manera, ambos inician un camino por un mundo post apocalíptico. Yendo al filme directamente, se puede decir que, si bien comienza muy dignamente y capta el interés de todo tipo de público (esto es adolescentes y adultos), a la media hora derrapa por completo y se transforma en una suerte de drama juvenil que busca emular el futuro apocalíptico al estilo del de Los Juegos del Hambre pero con una fórmula similar a, por decirlo de alguna manera y con perdón a los que no lo conocen, Verano del ´98 o su contrapartida Dawson´s Creek, es decir un culebrón sin sentido ni razón de ser. La actriz Chloe Grace Moretz hace lo que puede con un personaje que si bien tiene una motivación inicial, luego se desdibuja en una trama en la que los humanos (y aliens) parecen estar ubicados como personajes unidimensionales e inmaduros, algo que se explica en el hecho de que el multifacético Akiva Goldsman sea uno de los responsables del libreto. Para explicarlo mejor, Goldsman se ha transformado en uno de productores más prolíficos de Hollywood pero en base a poner su nombre en guiones como los de Perdidos en el Espacio o la Batman & Robin protagonizada por George Clooney y Arnold Scharzenegger hace casi 20 años. ¿No la recuerda? Seguro que su psiquis la almacenó en un rincón muy profundo de su inconsciente. De todas maneras, la incontable cantidad de ejemplares vendidos alrededor del mundo, le asegurarán al filme un colchón de taquilla que incluso podría permitirle una secuela. Ojalá que no.