No hay ni una sola cosa que esté bien en Aves de presa. De forma categórica la película entra, por derecho propio, entre las peores adaptaciones de comic que se hayan hecho jamás. Y para quien no sepa nada del personaje y su mundo, son los horrores formales los que dejarán atónito a quien pase por un cine a ver esta película fallida desde la escena final y hasta su desenlace. Dicho sea de paso, entre el comienzo y el final la distancia parece eterna, porque no es la clase de película mala que uno disfruta ver por la locura de sus errores, sino un producto fallido que intenta no arriesgarse nunca al mismo tiempo que vende rebeldía, una combinación fatal que le impide a Aves de presa dar aunque sea un paso en la dirección correcta. La película cuenta la historia de Harley Quinn, quien se acaba de separar de Joker (en versión de Suicide Squad, no la de Joaquin Phoenix) y a partir de allí no para de meterse en problemas, pasando de villana a casual heroína mientras arma una pequeña pandilla de mujeres que combina ladronas, vengadoras, policías y cantantes con dominio de las artes marciales. Una buena banda, con muchas posibilidades, pero que no consigue jamás funcionar como grupo. Es más bien un pastiche de corrección política y feminismo hecho a reglamento, sin riesgos, sin ambigüedades, sin complejidad y sin carisma. Incluso con grandes actrices, todas desperdiciadas por un guión y una dirección de actores que jamás consigue dar el tono. Suicide Squad tenía ya a Margot Robbie en el papel de Harley Quinn y se veía en aquel film las limitaciones del personaje como lo habían encarado. Pero aquella película, bastante floja también, parecía anunciar las posibilidades del personaje que allí no era aprovechado. Acá es mucho peor. La voz en off es lo más difícil de aguantar de la película. Ni un solo chiste funciona y el tono de la actriz es posiblemente la peor actuación de su carrera. Busca ser corrosiva pero luego es políticamente correcta. Desea mostrar una anarquía total y es finalmente un personaje manso y sin problemas. Amaga a ser una película fuerte y luego se vuelve blanda. No va a ningún lado y promete, para peor, una secuela, como también la tiene programada Suicide Squad. Me cuesta creer que esa secuela ocurra, pero eso lo decide la taquilla, no los méritos del film.
Feminismo modelo Hollywood Aves de Presa (Birds of Prey, 2020), algo así como un rip-off de la lamentable Escuadrón Suicida (Suicide Squad, 2016), es uno de esos productos del mainstream contemporáneo que consiguen la cada día más frecuente “proeza” de hacer agua por todos lados ya que literalmente resultan ultra deficitarios: el film pareciera querer ser una comedia de acción de aire ochentoso/ noventoso y enmarcada en un feminismo cool, sin embargo de cómico no tiene nada, las coreografías de las peleas son rutinarias y todo el mejunje posmo vetusto símil publicidad y videoclips empantana el relato y banaliza a las mujeres masculinizadas que le dan vida (hablamos de la edición hiperquinética, las sobreimpresiones, la música popera boba, las one-liners demacradas, los saltos temporales y una sobredosis de voz en off explicativa, tendiente al facilismo retórico de no narrar y sólo remarcar lo evidente). Precisamente, el feminismo modelo Hollywood de nuestros días -en términos concretos el proveniente de la redituable pata del cine de superhéroes, la acción y aledaños- se asemeja a lo que ya pudimos ver en Terminator: Destino Oculto (Terminator: Dark Fate, 2019), léase una multitud innecesaria de autorreferencias, unas señoritas homologadas a machos con vagina como si eso fuese una superación ideológica de algo y finalmente un elenco repleto de actores y actrices de los más variados orígenes étnicos con el objetivo de satisfacer los diferentes nichos del mercado global en una ecuación en la que no pueden faltar el latino, el negro, el asiático, la adalid blanca flaquita y este empoderamiento femenino de cotillón que reconfirma los clichés al trasladarlos de la figura masculina a su equivalente del otro sexo, sin que medie adaptación alguna o se cuestione cualquier faceta de lo establecido a priori. La historia es el único gran “chiste” de la película y pasa por recuperar un diamante que le fue robado a Roman Sionis alias Black Mask (Ewan McGregor), el capomafia de turno de Ciudad Gótica, por una ladronzuela de guante blanco llamada Cassandra Cain (Ella Jay Basco), lo que motiva que el hombre le encargue a Harley Quinn (Margot Robbie) la misión de dar con la joya y traérsela a cambio de no matarla por una infinidad de faltas de respeto -o algo así- del pasado. Como la chica se acaba de separar del Guasón, ya no cuenta con la protección tácita del susodicho y se convierte en blanco de maleantes que atacó, golpeó u ofendió a lo largo de su relación con un supuesto “príncipe del hampa” que aquí no hace acto de presencia y parece languidecer en favor de ese Sionis todopoderoso que tiene de ayudante a Victor Zsasz (Chris Messina), su sicario estrella adepto a despellejar. Quizás los dos mayores pecados de Aves de Presa sean el dar por sentado el hipotético carisma de la protagonista y su séquito y la omnipresencia de ese tono caricaturesco, baladí y redundante que recorre todo el metraje, como si la fascinación escénica se generase automáticamente y los remates de las situaciones y diálogos escapasen del terreno de lo intrascendente y superficial con el sólo hecho de desearlo o meter un poco más de sonrisas y/ o cámara lenta en las secuencias de acción. A decir verdad da vergüenza ajena ver a dos intérpretes muy talentosos como Robbie y McGregor tratando de sacar adelante personajes que nacieron muertos en el patético guión de Christina Hodson, ese que la directora Cathy Yan para colmo entierra con los latiguillos visuales y sonoros mencionados: como sucede con gran parte del cine industrial actual, la oquedad de la obra y su pose canchera forzada se estrellan con los magros resultados artísticos, la pobreza del armado retórico general y en especial un discurso que se maquilla de ambicioso pero cae en infantilismos permanentes…
DC continúa con sus intentos de establecer un universo cinematográfico con los grandes superhéroes y villanos de la compañía. En esta ocasión, recurrieron a un grupo no tan conocido de heroínas y a uno de sus grandes personajes del mundo Batman, Harley Quinn. Poco a poco, Warner y su alianza con DC Comics comienza a tomar valor, afianzándose con historias interesantes, entretenidas y manteniendo la visión de los directores a los que recurren. Algo que aprendieron luego del paso en falso a nivel narrativo que significaron «Batman Vs Superman» (2016) y «Suicide Squad» (2016), no así en el plano económico donde representaron un éxito. «Justice League» (2017) tampoco logró el reconocimiento que esperaban y allí arrancó un nuevo camino donde abordaron la situación con una nueva perspectiva, dejando de imitar a la competencia para brindar historias individuales más personales, cuya conexión con el resto de los relatos pasan a un plano secundario. Es por ello, que los siguientes relatos, «Wonder Woman» (2017), «Aquaman» (2018) y «Shazam» (2019), fueron éxitos rotundos que dieron la pauta del potencial de sus personajes. Ahora llegó el turno de este nuevo trío heroico y de una antagonista conocida que fue tan aceptada por el fandom que tanto la actriz que la interpreta, Margot Robbie, como los productores decidieron incluirla en esta primera aventura de «Birds of Prey». «Birds of Prey And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn» continua la historia de Harley Quinn (Robbie) luego de los eventos que vimos en «Suicide Squad». Tras aquellos acontecimientos, la villana decide separarse del Joker y arrancar un nuevo camino en solitario. El problema está en que sin la protección de su ex novio varios criminales y delincuentes de la ciudad deciden cobrar venganza. Entre uno de los adversarios que la busca está Roman Sionis (Ewan McGregor), conocido como Black Mask, un señor del crimen totalmente despiadado y violento que pide su cabeza. Para salvar su vida Quinn deberá unirse a tres heroínas que también se enfrentan al poderoso adversario que tiene una fijación con máscaras y obtiene placer sádico a la hora de torturar a sus enemigos. Este grupo improbable de luchadoras contra el crimen estará compuesto por Black Canary (Jurnee Smollett-Bell), una cantante que trabaja en el club nocturno de Sionis y que tiene grandes habilidades en artes marciales, Renee Montoya (Rosie Perez), una oficial de la policía que se encuentra armando un caso contra Roman y su relación con el crimen y Huntress (Mary Elizabeth Winstead), una experta en combate que presenta una gran habilidad con la ballesta y busca vengar a su familia. Entre las cuatro deberán enfrentar a Black Mask y proteger a una niña, Cassandra Cain (Ella Jay Basco), que se vio involuntariamente atrapada en la elaborada red delictiva de Sionis. El largometraje nos brinda 109 minutos de puro entretenimiento y no nos da respiro, valiéndose de la narración en primera persona de Harley Quinn, para contarnos de manera atractiva la primera aventura de este interesante cuarteto. Al ser un personaje peculiar con una psicología inestable, los guionistas utilizan el recurso de mostrar los acontecimientos de manera desordenada al antojo de la protagonista, enriqueciendo de esta manera un libreto que tiene algunas inconsistencias pero que se ven suplidas por este estilo y por la decisión de ir rompiendo la cuarta pared en diversos momentos. Es en estas cuestiones que nos recuerda por momentos a «Deadpool» (2016), un film/personaje con el que Harley comparte algunos puntos en común. No obstante, la película crea su propia personalidad en esas decisiones estilísticas y en otras tantas disposiciones estéticas que van en consonancia con el espíritu del personaje creado por Bruce Timm. Entre ellas, cabe destacar la secuencia inicial de la cinta elaborada completamente con animación tradicional que le dan una vuelta atractiva e interesante de recapitular los inicios de Harley. El tono cuasi caricaturesco que adopta por momentos la anti heroína funciona a la perfección en el verosímil que construye el film, que se distancia de la solemnidad para sumergirse en la locura, los gags, y en secuencias de acción repletas de violencia y sangre. Si bien por momentos el tono y el ritmo puede ser desparejo (algo que podría atribuírsele a la edición) la película funciona gracias a la interesante dirección/visión de Cathy Yan, a una puesta de cámara totalmente lograda y un trabajo coreográfico impecable. Las secuencias de lucha son totalmente sorprendentes e hilarantes a la vez. También hay que destacar a la pegadiza banda sonora que esta vez sí está bien empleada a diferencia de lo que pasó en «Suicide Squad» y a una estupenda dirección de fotografía de Matthew Libatique («Black Swan», «A Star is Born») que capta perfectamente la atmósfera que rodea a los personajes, con colores estridentes y reflejando sus personalidades desde el uso de la luz y la composición. Por el lado interpretativo, las aves de presa representan un grupo bastante sólido con una química evidente, aunque quizás por la corta duración de la cinta le falte desarrollo a algún que otro personaje, pero la actriz que verdaderamente se destaca es Margot Robbie. Robbie, quien además oficia de productora de la obra, vuelve a interpretar a su querible Harley, poniendo el alma y cuerpo para la ocasión logrando que sea muy difícil separar al personaje de su persona. Se nota su comodidad y pasión por componer a esta villana/superheroína y difícilmente podamos imaginar una decisión más acertada de casting. Por el lado del villano, McGregor hace una correcta labor para interpretar al opositor de turno cuyas motivaciones puede que no sean del todo convincentes pero que gracias a su carisma y entrega terminan logrando el objetivo. «Aves de Presa» es una película entretenida con mucha acción, humor y personajes memorables, donde la que principalmente se luce es Margot Robbie. El largometraje logra un atractivo visual y estético imponente gracias a la visión de la directora y un gran trabajo a nivel técnico. Un film que deja de lado ciertas inconsistencias del guion y da rienda suelta al potencial de su elenco y sus realizadores. La obra de Cathy Yan da paso a una nueva etapa de DC donde todo es más brillante y atractivo.
¡Aguanten las pibas! Había una vez un grupo de personas que decían que las mujeres no podían dirigir una película de acción y mucho menos escenas de alto impacto, gente supina que atrasa siglos. El caso es que Cathy Yan (Dead Pigs) hizo una película que mezcló a un grupo de heroínas de DC Comics con nada más y nada menos que Harley Quinn (personaje creado en 1992 por Bruce Timm y Paul Dini para la increíble serie animada de Batman) y el resultado es una bomba de acción y aventura más que entretenida. Pero eso no es todo, porque a ese combo le sumamos a Christina Hodson (Bumblebee) en el guion (persona encargada del guion de la inminente película de The Flash dirigida por Andrés Muschietti). En lo primero que pensé tras ver Birds Of Prey es en lo bien que están las escenas de acción a lo largo de toda la película, pero dicho eso no puedo obviar que el responsable es el director y stunt Chad Stahelski, un tipo que estuvo dirigiendo y supervisando las escenas de acción de John Wick, por ejemplo. Para arrancar voy a decir que estamos ante una película muy entretenida que mantiene un ritmo muy parejo en sus más de cien minutos, a los fans les digo que cumple, que tiene todos esos elementos necesarios en el ADN de la editorial que nos hacen reconocer casi de inmediato a nuestros queridos personajes. La historia retoma la actualidad de Harley Quinn post los sucesos de Escuadrón Suicida, ya distanciada de ese personaje que tanto daño le ha provocado, que generó en ella esa dependencia tan tóxica y que no hizo otra cosa más que aprovecharse siempre que pudo: el príncipe payaso del crimen Joker. Margott Robbie logra la encarnación perfecta de Harley Quinn y la película es una verdadera fiesta de acción. Seguiremos el camino de nuestra protagonista intentando ir hacia adelante en una Gotham que realmente se destaca por su estética. De poco iremos conociendo a las demás protagonista de esta historia de origen del conocido grupo de heroínas, que si bien no está completo, porque recordemos que al grupo original de los cómics lo conforman Bárbara Gordon (Oráculo) Dinah Lance (Canario Negro) y Helena Bertinelli (Cazadora), el grupo en esta historia de origen tiene unos leves cambios alternando a Renee Montoya (Rosie Perez) en el lugar de Oráculo y me parece una decisión acertada pensando a futuro y a sabiendas de que hay un Robin muerto a manos del Joker, en lo que queda del DCEU (veremos cómo resuelven ese agujero argumental). Hay un personaje que sirve como hilo conductor del entramado de venganzas, empoderamiento y traiciones que es Cassandra Cain (Ella Jay Basco), una joven huérfana que será el nexo de todas cuando por error le robe al asesino mafioso Roman Sionis. Ewan McGregor logra una sólida interpretación del villano destacando la violencia extrema en complicidad de su ayudante y algo más, Victor Zsasz (Chris Messina). Debo decir que me sorprendió el nivel de violencia que tiene toda la película y a los fans les anticipo que a pesar de los looks vistos en trailers, nuestros personajes del cómic están ahí en plena acción. Hay fan service, hay guiños, mucha comedia negra, pero sobre todo hay mucha acción; y la verdad siendo un grupo poco conocido aún para el público en general, dan ganas de ver mucho más de todas estas mujeres increíbles. Tanto Jurnee Smollett-Bell como Black Canary, y Mary Elizabeth Winstead como Huntress, cumplen muy bien y logran una química maravillosa, aunque la interacción de todas deje gusto a poco. Aves de presa es intoxicantemente entretenida, no hace gala de su función dentro del cine de acción íntegramente femenino, no necesita poses aunque con pequeños momentos se planta con una identidad tan única que enamora. Saldremos del cine con ese soundtrack demoledor sonando en nuestros oídos y el final guarda un pequeño detalle, así que pueden quedarse esperando. Todas sus preguntas respecto a esta fusión de personajes quedarán explicadas y pienso yo que de una manera correcta. Dan ganas de ver más pelis de este tipo sin ese humor berreta y acción simple, con una base sólida y buenas actuaciones, con villanos malos malos que puden tantear una buena acción sin cruzarse de vereda. ¡Aguanten las pibas de DC!
Aves de Presa: Las chicas solo quieren divertirse. Como no podía ser de otra manera, «Aves de Presa (Y La Fantabulosa Emancipación De Harley Quinn)» llega a cines con polémica. En esta review vamos a tratar de entender el por qué y a recomendarla. Sí, RECOMENDARLA. La nueva película enmarcada en el moribundo DCEU, Aves de Presa (Y La Fantabulosa Emancipación De Harley Quinn), llega con una nueva polémica pero, en este caso, las primeras impresiones en el exterior fueron más que positivas. ¿Qué pasó entonces? Es que tanto el Universo Cinematográfico de DC se ve bastante desordenado desde el comienzo: desde Man of Steel (2013) hasta la multipremiada Joker (2019), el rival de Marvel Cómics no ha tenido tanta suerte en sus adaptaciones a la pantalla grande de sus icónicas historias, o bien, ha sido bastante irregular en atraer al público. Si bien fueron irregulares también sus resultados, el más vapuleado fue el caso de Suicide Squad (2016) de David Ayer, un pastiche horrendo que no resiste ninguna clase de análisis y que tendrá su reboot/remake a manos de James Gunn. En este caso, el personaje que destacó (a pesar de todo) es el más atractivo desde su primera aparición allá por 1992 de la mano de Bruce Tim en Batman: la serie animada; Harley Quinn. Interpretada por Margot Robbie, la pareja del Joker (el de Jared Leto en el film), causó un furor impensado por algunos que ni siquiera sabían de su origen hasta el film de Ayer, pero aún así colmaron cualquier evento (sea geek o no) con sendos disfraces del personaje. Se habló de una secuela, un spin-off y quien sabe cuantas cosas más, hasta que la propia Robbie confirmó que se venía una película de, primero, «Gotham City Sirens», el grupo conformado por la propia Quinn, Poison Ivy y Catwoman. Pero la actriz de «I, Tonya» sentía que las icónicas villanas de DC Cómics eran ya muy conocidas por el publico en general, así que prefirió centrar esta nueva historia en mujeres fuertes que el gran público no tenía noción que existieran: «Las Aves de Presa». Así, Aves de Presa (Y La Fantabulosa Emancipación De Harley Quinn) nos cuenta la historia la otrora novia del Joker, su separación del villano y cómo su liberación de tal líder criminal la pone en la mira de otro antagonista igual o peor que el Príncipe Payaso: Roman Sionis, A.K.A., Black Mask (Ewan McGregor). Si bien la historia está contada en primera persona por la propia Harley, el nexo que unirá a ella con las demás será el propio Sionis, ya que el villano necesita un diamante que contiene un código que lo hará millonario y el más capo de los capos. Pero el problema es que una joven ladronzuela llamada Cassandra Cain (Ella Jay Basco) robó la piedra a su lacayo, Victor Zsasz (Chris Messina), y ahora tendrá que ir por la niña con todos sus recursos. En el medio, tenemos a Dinah Lance/Black Canary (Jurnee Smollett-Bell), una cantante del bar de Sionis que se unirá a la cruzada de HQ porque conoce a la pequeña y simpatiza con ella; Renée Montoya (Rosie Perez), una detective de policía que es menospreciada por sus compañeros y jefe, y que tiene un caso en contra de Black Mask; y Helena Bertinelli/Huntress (Mary Elizabeth Winstead), la hija de la familia que fue la dueña original del diamante, asesinada por otra familia mafiosa rival y, ella, convertida en asesina experta. Aves de Presa (Y La Fantabulosa Emancipación De Harley Quinn) en sí, es una película hecha para el publico en general, pero también con pequeños guiños al fan de las viñetas, con easter eggs al DCEU que, al mismo tiempo, enriquecen y hacen desprenderse de todo a esta historia. Todo lo mal que había en Suicide Squad (2016), aquí es corregido y funciona de manera orgánica y perfecta: la presentación de personajes, la banda de sonido, la fotografía, las coreografía de pelea. Todo, en torno a la protagonistas absoluta que es Harley Quinn, de la cual Margot Robbie se hace dueña para siempre. Si se puede hablar de algo «flojo» en el film dirigido por Cathy Yan es la sobreactuación de Ewan McGregor y como varios de los orígenes de los personajes cambian drásticamente. Aún así, el film funciona perfectamente dentro de su universo, además de entregarnos un excelente film que muchas veces recuerda a los clásicos policiales de los 80, y eso es lo que termina importando. Se habló del hate que viene cosechando Aves de Presa (Y La Fantabulosa Emancipación De Harley Quinn) en redes sociales y un posible boicot por ser una película feminista. Hablando estrictamente, el film protagonizado por Margot Robbie es el ejemplo perfecto de como se debe hacer una película con antiheroínas y un mensaje feminista marcado pero sin ser burdo, en contraposición con cierta película del MCU que pregonaba lo mismo y no le llega ni a los talones. Es más, Aves de Presa… habla sobre la «emancipación» en todo sentido, ya que el antagonista de McGregor también tiene un trauma relacionado a ello: en Gotham City no pueden verlo como un tipo que se hizo de abajo, por llevar el apellido Sionis, que conlleva una gran fortuna y prestigio atrás, aunque su familia lo haya dejado en la calle. Black Mask también busca emanciparse. Los lectores de cómics más avezados no entenderán por qué Harley Quinn está junto al grupo de heroínas más famoso de DC (ya que ella nunca fue integrante), pero si se fijan bien en el título y llegan hasta el final de la película, comprenderán que ya estaba todo digitado desde el comienzo. Aves de Presa (Y La Fantabulosa Emancipación De Harley Quinn) es una excelente nueva apuesta del DCEU que apuesta, arriesga y gana. Una historia sobre la emancipación en todo sentido, no solo el de las mujeres, pero también nos habla que no necesitamos ningún «Joker» para entretenernos y pasarla bien.
Esto es muy simple: si no te bancas la locura de Harley Quinn, seguí de largo. Birds of Prey (Aves de Presa) es una película que funciona muy bien en todos los puntos que quiere tocar. La comedia está en buen nivel, acompañada muy la par de la locura de su protagonista. La acción y coreografías de peleas están diez puntos, sumando mucho por el apoyo del responsable detrás de la acción en John Wick. Es dramática y oscura cuando lo requiere, teniendo a Black Mask con Ewan McGregor un gran punto fuerte en el film y un interesante Victor Zsasz. La fotografía me encantó. Nunca me saturó el cerebro como lo hizo Suicide Squad y la elección musical estuvo acorde al frenesí del relato. Las chicas pisan fuerte en esta película y en ningún momento de manera forzada por los tiempos que corren. Otro gran acierto de DC Comics.
"¿Sabes lo que tenemos que hacer? Tenemos que armar un maldito equipo. Los necesitamos rudos, moralmente flexibles, y lo suficientemente jóvenes como para cargarse esta franquicia por 10 o 12 años"
Divertida y cargada de acción comiquera, Aves de Presa se consolida como una de las películas más concisas de todo lo que ha propuesto DC en el último tiempo. Un gran labor de su directora y guionista, y un compromiso de parte de su elenco para con los personajes que se nota desde el primer momento son las claves principales para que ésta película funcione de manera correcta. Después del estrepitoso fracaso en críticas que sufriera Escuadrón Suicida (Suicide Squad, 2016) habían contados elementos de los que DC y Warner podrían aferrarse para continuar expandiendo su basto universo de personajes e historias. Uno de ellos fue la primera participación live action de la doctora Harleen Quinzel o mejor conocida como Harley Quinn. La siempre fiel acompañante del Joker tuvo una primera adaptación que despertó el interés del público a tal punto que desde esa explosión viral hace ya cuatro años, lo más normal es que en cualquier convención de cultura pop o fiesta de disfraces particular haya un disfraz de ella. Pero claro que para que el personaje tuviese tanta buena aceptación fue clave la actuación de Margot Robbie ya que la actriz desde el primer momento se involucró de lleno en el desarrollo del personaje y en varias oportunidades ella se ha manifestado declarando un amor por Harley. Pero claro, a pesar de recaudar millones en taquilla, a la película le fue muy mal en críticas y por eso era muy poco probable que volviésemos a verla en la gran pantalla por lo menos por un buen tiempo. Con decisiones editoriales en el medio y cambios en cuanto a la dirección del Universo DC y teniendo en cuenta que el personaje de Margot continuó siendo furor, una nueva oportunidad de ver a Harley Quinn se presentó y es por eso que ahora llega a los cines de todo el mundo Birds of Prey (and the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn). De la mano de Cathy Yan en la dirección y con un guion escrito por Christina Hodson, esta nueva aventura cuenta que fue lo que pasó con Harley Quinn (Robbie) luego de que el Joker se haya escapado con ella al final de los sucesos vistos en Escuadrón Suicida, pero lejos de toda la felicidad que en ese momento Harley creía tener, ella ahora estará separada para siempre del Payaso del Crimen y estará en la búsqueda de seguir sosteniendo su ritmo y estilo de vida pero ahora sin las ventajas que antes tenía con el Guasón. En este camino que ahora le toca transitar Harley terminará reunida con un grupo de mujeres compuesto por Helena Bertinelli/Huntress (Mary Elizabeth Winstead), Dinah Lance/Black Canary (Jurnee Smollett-Bell), la detective Renee Montoya (Rosie Perez) y Cassandra Cain (Ella Jay Basco), que en una primera instancia no tienen mucho que ver una con la otra salvo por un enemigo en común: Roman Sionis/Black Mask (Ewan McGregor) un empresario del bajo mundo de Gotham que por diferentes razones termina provocando el enfado de estas mujeres que buscarán acabar con él usando todos los recursos que tienen a su alcance, incluso la estrafalaria y particular locura de Harley Quinn. Partiendo de la base de que ésta película podría funcionar como secuela o spin-off del Suicide Squad eran lógicas las dudas que se podían tener en cuanto a su calidad como producto cinematográfico. Sin embargo una vez más el cine da muestras de que los prejuicios, por más razones que el público pueda llegar a tener, pueden ser refutados en apenas 110 minutos de material. Si bien la película comienza de manera tambaleante en cuanto a modo de narrar la historia, esas maneras se van aclarando con tal avanza el relato y una vez que se logran establecer todas las líneas temporales, juega mucho con el flashback, la historia propiamente dicha se aclara y deja el camino preparado para los eventos que realmente valen la pena ver. El guion con el que cuenta la película tiene como detalle particular que juega permanentemente con el espectador rompiendo la cuarta pared de una forma en la que no se lo nota pesada ni mucho menos aburrida. Como para poner un ejemplo, es lo más cercano que una película ha logrado estar a Deadpool (2016), ya que no sólo en la metatextualidad está su punto más alto sino también en el aspecto humorístico y en lo que a violencia explícita se puede considerar tomando todos los riesgos necesarios como para impactar al espectador creando escenas memorables. A pesar de que la historia per se no contenga una gran cantidad de giros o una complejidad demasiado desarrollada, los caminos que son utilizados ayudan a reemplazar esa falta de contenido y metiendo desarrollo de personajes secundarios como para balancear esa falta de historia con la necesidad de presentar todos personajes nuevos. Más por el lado de la dirección muchas críticas había recibido la directora con respecto a las escenas de acción, la mayoría utilizando el prejuicio de “las directoras no saben hacer películas de acción” y la verdad es que con la ayuda del director de John Wick para pulir todas las coreografías ya planteadas lograron concretar peleas que están a la altura de lo que una película de acción y comiquera requiere. Al mismo tiempo el ambiente que se logra generar gracias al buen uso de la fotografía, resaltando los colores y la oscuridad cuando es debido, y a la elección de temas musicales, aspecto que un poco se asemeja al de su predecesora, crean una experiencia disfrutable en todo momento del metraje. En cuanto a las actuaciones ya no hay discución con lo que Margot Robbie puede hacer gracias a su versatilidad como actriz y también por el cariño notorio que tiene para con el personaje y esa “relación” puede notarse desde el primer fotograma en el que aparece consolidando para ella una brillante nueva interpretación. Si bien el resto del elenco cumple con creces, a ninguna de las “Aves” se le puede reprochar nada ninguna logra destacarse por sobre el resto. El que si logra destacarse es Ewan McGregor en su rol de villano y aprovecha su oportunidad para pisar fuerte en el mundo comiquero. Él logra dar una gran interpretación de un personaje que no había sido encarado antes en cines y lo mismo en cuanto a lo que su personaje realiza, ya que las motivaciones de Black Mask son más “simples y cotidianas” que otros villanos pudiesen tener. Ese es un aspecto que las películas de DC, en el último tiempo, no habían abordado y en esta ocasión fue aprovechada al máximo. Aves de Presa llega como la primera película comiquera protagonizada por un grupo de mujeres y logró funcionar de una manera impecable pese a la simpleza de lo que la trama propone. Los caminos que utiliza su directora, el guion que aprovecha lo que tiene al máximo y una más que satisfactoria labor de sus intérpretes consolidan a ésta película como una de las más estables y concisas del Universo DC.
La Fantabulosa Emancipación de un Harley Quinn no es tan fantabulosa, se hace eco del mainstream actual, roza en lo cliché y se une a películas como Terminator: Dark Fate y Charlie's Angels, cometiendo los mismos errores.
La nueva película de DC Comics toma a Harley Quinn, a quien vimos hace cuatro años en Escuadrón Suicida, como el símbolo de la rebeldía en este universo plasmado con violencia y efectividad por la directora Cathy Yan. Harley Quinn -rol a cargo de una eficaz Margot Robbie- narra en off la historia que se adelanta o retrocede según la conveniencia y para comprender el comportamiento de algunos personajes. "Tenía que reinventarme" asegura la novia de Guasón, la mercenaria que no duda a la hora de volverse mortalmente divertida y está acompañada por una hiena como mascota. Cuatro crímenes perpetrados en Ciudad Gótica son investigados por la detective Montoya -Rosie Pérez- mientras Harley Quinn une fuerzas con Canario -Jurnee Smollett-Bell-, la cantante de un club nocturno y la Cazadora -Mary Elizabeth Winstead- con su ballesta a cuestas, para proteger a un niña que se tragó un diamante con valiosa información y es incansablemente buscada por el malvado rey del crimen, Máscara Negra. Este sádico villano encarnado por Ewan Mc Gregor -junto a un secuaz que despelleja a sus víctimas- se convierte también en el plato fuerte de la propuesta. Ya se verá por qué. La película resulta atrapante desde el comienzo -con un corto de animación-, acumula escenas de acción muy bien coreografiadas, persecuciones logradas y una visita a la planta química ACME con un desenlace ambientado en un lúgubre parque de diversiones. Aves de presa -y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn- revitaliza el universo de los comics de DC con su visión policromática y le insufla potencia, con un video clip -al ritmo de Madonna y Marilyn Monroe- a la vez que ostenta una envolvente banda sonora, en medio de una historia construída en base a venganza, traición y también unidad de grupo femenina con un considerable despliegue de luchas, tiroteos y artes marciales. El filme resulta más interesante que el anterior aunque por momentos redunda en sus explicaciones.
Y sucedió, aquello que sabíamos que iba a pasar finalmente se concretó, Harley Quinn tiene su propia película, una propuesta en la que está acompañada de cerca de un grupo de "heroínas" que no sólo la ayudarán a superar su separación de Joker sino que la asistirán en un raid delictivo de violencia y locura para encontrar un diamante (con características especiales) y poner fin a un siniestro plan que le puso precio a su cabeza. Locura, desparpajo, una primera hora con corrección política para desencadenar un festival de imágenes y música que no para un segundo. Atentos a la escena en la que "esnifa" por error algo.
Producida y protagonizada por Margot Robbie, un verdadero equipo de mujeres toma el timón de esta película de acción y delirio: Escrita por Chritina Hudson (Bumblebee) y dirgida por Cathy Yan se centra en la vida de Harley Quinn, la desquiciada novia de el Guasón de Jared Leto, después que él termina definitivamente ella. Una heroína dolida y violenta, desamparada y de armas tomas, vulnerable pero también temible. Luego de un comienzo un poco desconcertante se encuentra con un equipo femenino heterogéneo y comienza la diversión: con la cazadora Mary Elizabeth Winstead, Jurnee Smollett-Bell, una cantante portentosa y temible luchadora, y Rosie Perez una policía desencantada porque nunca le reconocen sus méritos, juntas son dinamita y además deben salvar a una adolescente Casandra Cain, encanada por Ella Jay Basco. Y tiene un villano muy bien logrado por Ewan MacGregor, seductor y desquiciado, violento y simpático. Mucha acción, vestuario colorido, edición frenética y todo lo necesario para ser un producto que enamorará a los adolescentes y que seguramente tendrá vida en secuelas. El personaje de Harley Quinn tiene todas las facetas para ganar: heroína de acción, enloquecida y práctica, egoísta y solidaria de a ratos, sobrevive como puede pero tiene ganas de perdurar.
Es, cómo no, un exceso. Todo, o casi todo. Tras Escuadrón Suicida era esperable que el único personaje que más o menos valía la pena seguir, el de Harley Quinn, tuviera su propia película en este renacimiento de DC Comics. Y con lo que nos encontramos es con una antiheroína del siglo XXI que, a diferencia de la Mujer Maravilla o Capitana Marvel, no sólo está desquiciada sino que es una irresponsable. Mucho cambió la guionista Christina Hodson (Bumblebee, otro spin-off, pero de los insalvables Transformers, que resultó mejor que los filmes de la saga, y está escribiendo adaptaciones de The Flash y Batichica) para que Cathy Yan no haga más que ordenar hacer planos cortos, romper mucho vidrio, regar las calles con agua, poner un poco de humo, todos efectos bien cinematográficos. El principal problema que tiene Aves de presa -que, con todo, es superior a Escuadrón Suicida-, es que lo que empieza como una actitud de rebeldía termina siendo un paso más en lo rutinario y acostumbrado. Harley Quinn (Margot Robbie, también productora) comienza la historia ya separada del Guasón (del que compuso Jared Leto, no el de Joaquin Phoenix). Así que esta psiquiatra a la que más de uno la tenía en la mira, ahora que está soltera no la va a pasar demasiado bien: como ella lo dice, no tiene quién la proteja. Pero se protegerá bien sola. Aves de presa se titula así (con el agregado de y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn) porque se formará una banda femenina -aquí es mujeres contra varones-, conformada por una policía de origen latino, una niña ladrona de ascendencia oriental, una mujer que desea vengarse de quienes masacraron a su familia adinerada y una cantante hija de madre afroamericana. Harley, ya vieron el poster, tiene como mascota a una hiena, que le puso Bruce por Bruce Wayne. Y el recontramalvado, porque de villana Harley pasó a ser la buena, es Roman Sionis, o Máscara negra (Ewan McGregor), que no luce porque no logra lo que los villanos tienen de atractivo: eclipsar al protagonista. Máscara negra necesita un diamante, con un código que lo hará millonario y dueño del hampa en Ciudad Gótica. Como esta película estuvo pensada desde el vamos para adultos, es decir, con la calificación R, como Deadpool -su primo, pero del Universo Marvel-, mucho han relojeado a la saga con Ryan Reynolds. No sólo porque ambos personajes tienen algo en común, acerca de ser indomable, el lenguaje y demás, sino porque hablan a cámara, al espectador, y explican situaciones apelando al rewind, al rebobinado. ¿A quién más le han tomado el pulso? Adivinaron: a Kill Bill, más que nada al personaje de La novia, el de Uma Thurman. Y yendo mucho más atrás, la película huele a aquellas de acción que protagonizaban en los ’80 Steven Seagal, Jean-Claude Van Damme o Chuck Norris. Esto es: pelea, salida cómica en la boca y a otra cosa, que es a esperar la próxima pelea cuerpo a cuerpo. Hay que resaltar, por ejemplo, ya que es un filme de acción, a la persona que coreografió las peleas, porque Aves de presa funciona según el standard de ¿qué hacemos entre una pelea y otra? Si hay o no una secuela de Aves de presa dependerá, como siempre, de cómo le vaya en la taquilla más allá de sus méritos artísticos. Ah. Quédense cuando termina la película, porque pasa algo después de los créditos. No mucho, como en la película.
Tras el desastre artístico de Escuadrón suicida (2016), este spin-off resulta un salto de calidad dentro del universo DC Comics. No es que estemos ante una película demasiado sorprendente, pero la guionista Christina Hodson ( Bumblebee) y la directora Cathy Yan ( Dead Pigs) saben cómo explotar el concepto de unas chicas superpoderosas lideradas por Harley Quinn (Margot Robbie, en plan lúdico y seductor) contra antagonistas crueles y malvados, quienes desde los bajos fondos dominan a sangre y fuego Ciudad Gótica. Ya separada de su novio, que no es otro que el Guasón, Harley Quinn terminará abrazando el lado bueno de la ley acompañada por las Aves de Presa para salvar a la joven Cassandra Cain (Ella Jay Brasco). Este festival de imágenes hiperviolentas con Harley dándoles en cada lucha cuerpo a cuerpo su merecido a los hombres deviene un típico relato de venganza que resulta una mezcla entre John Wick con algo de Kill Bill, el humor irónico (rompiendo incluso la cuarta pared) de Deadpool, el look y la estilización de Sucker Punch, de Zack Snyder, y un ritmo digno de los Looney Tunes. Es muy valioso el aporte del director de fotografía Matthew Libatique ( Nace una estrella) para una película en la que muchas veces lo visual se termina imponiendo sobre la profundidad psicológica en una narración vertiginosa y estridente que los amantes del comic sabrán disfrutar. El resto, mejor abstenerse.
Some situations require a woman’s touch! Birds of Prey nace comic en 1996 (Chuck Dixon- Gary Frank), originariamente contando la historia de un grupo de heroínas dispuestas a patear villanos. En este film del núcleo duro del grupo solo aparecerán Canario Negro y La cazadora; resulta un verdadero misterio, dispuesto a ser resulto solo por las mentes más contemporáneas, el porqué de este menjunje de personajes aunados en una historia que tiene por protagonista a la peor versión de Harley Quinn. Cuando parecía que el olvido se comía la pesadilla que resulto Escuadrón suicida (2016), la tribuna infanto juvenil seguía pidiendo por más Margot Robbie en plan desquiciada. Ciertas improntas de fan-fiction inundan la propuesta de guion entregando una historia por demás sencilla y cargada de efectismo. ¿Quién fue y de dónde viene la popular arlequina? Apenas una olvidable animación nos distancia aún más de la fantástica creación de Bruce Timm y Paul Dini en la memorable Batman: La serie animada (1992). La Fantabulosa Emancipación de…. La hija de la lagrima nos deja un sabor edulcoradamente amargo. Mujer víctima de soledad, su corazón partido en dos, sabe que algo va a caer, tiene la intención de hacerlo explotar, pero aún no sabe muy bien qué. Entonces Hollywood con su feminismo acartonado, tanta super-sororidad, heroínas para inocular. Más allá de la recurrente amargura que el público adulto pueda tener, la película resulta entretenida, cargada de gags y escenas de acción con coreografías que palpitan brillantina. Por momentos brilla la Ciudad Gótica que sobrevivió estas últimas décadas en los juegos de Playstation, aquella ciudad distante de Nueva York, donde los escenarios toman dimensiones desproporcionadas y la psicodelia muestra su mueca perversa. Las carpas del circo abren sus bocas para hacer girar los personajes en enfrentamientos que no escatiman en sangre y brutalidad. Un punto más a favor por la fantástica participación de Rosie Pérez en el papel de Renée Montoya, sumándose a las Aves de Presa como uno de los mejores personajes que la película llega a desarrollar. AVES DE PRESA Birds of Prey. Estados Unidos, 2020. Dirección: Cathy Yan. Guión: Christina Hodson. Intérpretes: Margot Robbie, Mary Elizabeth Winstead, Ewan McGregor, Jurnee Smollett-Bell, Rosie Pérez, Bojana Novakovic, Chris Messina, Ella Jay Basco, Ali Wong, Charlene Amoia. Producción: Margot Robbie, Bryan Unkeless y Sue Kroll. Duración: 109 minutos.
La película es un spin-off de “Suicide Squad” de 2016 de la factoría DC, pero hecha por mujeres casi en su totalidad, ya que está dirigida por Cathy Yan y sus guionistas son Christina Hodson y Margot Robbie, la última es, además, la protagonista absoluta, Harley Quinn, y su productora. De lo que más se habla en “La Fantabulosa Emancipación de una Harley Quinn” es de su ruptura con el “Joker”, quien la abandonó, según sus propias palabras y no aparece ni un segundo, pero es mencionado todo el tiempo. Además de tratar de superar su crisis emocional y empezar una nueva vida, ya sin la protección de su novio, Harley y un grupo de mujeres están en la búsqueda de un diamante que busca el villano Roman Sinois, alias Black Mask (Ewan McGregor) y Harley debe conseguirlo para pagar errores del pasado. Esto implica persecuciones y escenas de acción bien coreografiadas. La ruptura amorosa de la singular pareja es el punto de partida para el comienzo de la aventura. Hay varios cruces entre personajes que hacen que el film sea dinámico. Mary Elizabeth Winstead es “La cazadora” y Jurnee Smollet-Bell es “Canario Negro”. Harley y su grupo de “colegas” deberá enfrentarse a la policía Renee Montoya (Rosie Perez) quienes siguen a Cassandra Cain (Ella Jay Basco) una joven huérfana que tiene el mencionado diamante y se convierte en la protegida de Harley Quinn. La forma de relatar la historia es lo más ingenioso, colores estridentes, animación, flashbacks y repeticiones, ahí se luce el verdadero cómic. Sin dudas, Margot Robbie es la estrella del film, su interpretación es lo mejor, divertida, desprejuiciada y empática, va a llegar al corazón de los amantes de la cultura pop. Lo peor es el pobre desarrollo que tiene el personaje de Mc Gregor. ---> https://www.youtube.com/watch?v=ihksRD_gjTg. - Birds of Prey ACTORES: Margot Robbie, Mary Elizabeth Winstead, Ewan McGregor. Jurnee Smollett-Bell, Chris Messina, Rosie Perez. GENERO: Policial , Aventuras , Acción . DIRECCION: Cathy Yan. ORIGEN: Estados Unidos. DURACION: 109 Minutos CALIFICACION: Apta mayores de 16 años FECHA DE ESTRENO: 06 de Febrero de 2020 FORMATOS: Imax, 3D, 2D.
Critica emitida al aire en Zensitive Radio
Pudo haber sido peor. Aves de presa resultó un film más decente de lo que auguraban los avances promocionales, pese a que quedará en el olvido entre las producciones clase B del Universo DC. Como era de esperarse, el concepto del cómic con la agrupación de heroínas que le da el título a esta película brilla por su ausencia, ya que se trata de una historia independiente de la insoportable Harley Quinn, centrada en la sobreactuación de Margot Robbie. La obra de la realizadora Cathy Yan, quien viene del cine independiente, no hizo el mínimo esfuerzo por explorar al personaje con alguna idea interesante y la supuesta emancipación emocional del Joker que atraviesa la protagonista se desarrolla de un modo bobo y superficial. El guión es malo, el humor no funciona y la musicalización, que parece armada con una playlist amateur de You Tube, es deplorable. Esta es la clase de película donde el director está obsesionado por no tener baches de silencio en su relato y satura su narración con canciones elegidas sin ningún tipo de criterio, que por lo general no pegan con las situaciones que se ven en la pantalla. Ahora bien, pese a todas estas desventajas, que en otro caso hubiera brindado una experiencia tediosa y decepcionante (y también otra calificación en la reseña), la aventura individual de Harley se vio salvada por ese caballero artúrico que es Sir Chad Stahelski. Delegar las secuencias de acción y coreografías de peleas en el realizador de la saga John Wick fue una de las mejores elecciones que tomó Warner en una producción de DC. La labor de Stahelski es excelente y consigue que la película sea mucho más entretenida. Los chistes no funcionan y al guión le faltó más dedicación, pero por lo menos no te aburrís y el trabajo de la directora Yan compensa al público en este aspecto. La secuencia de pelea que tiene Margot Robbie con un bate de béisbol en un momento de la trama supera por afano a todas las escenas de acción que presentó David Ayer en Escuadrón suicida con el mismo personaje. Sir Stahelski hace sobresalir a cada una de las actrices y se nota claramente que la coordinación de los dobles de riesgo estuvo a su cargo. Aves de presa es un ejemplo perfecto de un tema que resalté en la reseña de Los ángeles de Charlie. Si Elizabeth Banks hubiera contado con un colaborador de esta jerarquía para las secuencias de acción el destino de esa película hubiera sido diferente. No importaba que el guión fuera malo o se pasara de rosca con la corrección política, como propuesta del género al menos habría resultado más entretenida con un mayor lucimiento de las protagonistas. Si al film de Harley le quitás la labor de este director se derrumba por completo, ya que no hubo ninguna idea inspirada para trabajar a la villana de los cómics. Con respecto al tratamiento que tuvieron el resto de los personajes el balance es más satisfactorio de lo esperado. El origen que se brinda de Huntress es el mismo de la historieta y está muy bien integrado dentro del conflicto. Mary Elizabeth Winstead hace un buen trabajo con el rol cuando no tiene la presión de ser graciosa, pero le juega en contra la caracterización física que le dieron los productores. La anti-heroína de Gotham en este film usa una vestimenta que parece salida de una pasarela de Milán, con la colección primavera-verano 2020, y genera ruido. El look street wear fashion que le dieron no va con la personalidad de la justiciera. Jurnee Smollett-Bell por su parte le otorga mucha personalidad a Canario Negro, que ahora es una chica negra, pero corre con la desventaja que su personaje apenas tiene un mínimo desarrollo. La interpretación de la actriz está más en sintonía con las últimas versiones del cómic que escribió Brenden Fletcher. Rosie Perez como la policía Renee Montoya es puro corazón y la banco a muerte en este rol. Para una actriz de 55 años es muy difícil conseguir un papel de este tipo porque generalmente se buscan artistas más jóvenes. Ella lo tuvo claro y supo aprovechar la oportunidad. El tema de la edad es parte del arco argumental que tiene el personaje y Rosie le otorga una presencia sólida a la detective con una labor muy digna. Por el lado del villano, Ewan McGregor, en el rol más sobreactuado de su carrera, representa lo peor del film. Black Mask, que usa la máscara 20 segundos como mucho, es retratado como un misógino amanerado que podría ser el típico antagonista semanal de la serie Batwoman. La labor de McGregor es olvidable pero hizo lo que pudo con un guión mediocre que tampoco le daba tanto espacio para destacarse. El momento más inspirado de Aves de Presa tiene lugar en la secuencia de animación inicial, donde se resume el origen de la protagonista y el horror de su relato se contrasta con unos diseños de personajes muy simpáticos. ¿Vale la pena verla en el cine? No. Salvo que seas fan de Harley Quinn es una propuesta que se puede postergar para la televisión si te gusta el género y no tenés nada más productivo que hacer.
Harley Quinn se ha convertido en uno de los personajes de la cultura pop más importantes y predominantes a nivel mundial. Es un símbolo para muchos y era una cuestión de tiempo para que tenga su propia película luego de su introducción en Suicide Squad (2016). Este film generará algo de controversia tanto en la comunidad comiquera como en el público fan de films de superhéroes, porque es divertido pese a sus fallas pero dista mucho del comic del cual roba el título. Hay poco y nada de lo que vimos en la historieta homónima. Pero tampoco sorprende ya que desde las fotos promocionales y trailers lo sabíamos. Lo que sigue molestando es el look elegido para Black Canary y Huntress, ya que hoy en día en plena “era de películas de superhéroes” podrían haber llevado una adaptación más fiel a sus trajes característicos. Aquí lo que se quiso lograr es un conjunto de chicas fuertes unidas por una causa común, con mucha irreverencia, violencia y coyuntura. Creo que lo logra pero no llega a ser Deadpool, cuya fórmula imita demasiado rompiendo la cuarta pared y demás. El film está en perfecta continuidad dentro del DCEU, y si bien no aparece el Joker de Jared Letto, se lo nombra toda la película. Es la emancipación de Harley Quinn, su vida post ruptura con el Payaso del Crimen, por ahí pasa el hilo conductor y poco importa el resto. (Misma trama que en la actual serie animada) De ahí una de las grandes fallas de la historia: el villano y sus motivaciones no importan y como espectador no conectás nunca. Ni con las ganas que le pone Ewan McGregor como Black Mask. Más allá de eso, me gustó como está construido el resto. La directora Cathy Yan hace un buen laburo para narrar el mundo de Harley y consigue entretener bastante. Te reís en unas cuantas ocasiones. Y en cuanto a las escenas de acción, las mismas son muy buenas. El responsable es Chad Stahelski a quien conocemos por su magia en John Wick. Lo que da un buen combo de humor y violencia pero con toques comiqueros. Ahora lo obvio: Margot Robbie es lo mejor y lo único que importa. Podría haber un plano fijo y ella haciendo un monólogo y estaría bien. Su Harley es espectacular y aquí le da unas cuantas facetas más que antes no habíamos visto. No importa el resto, y cuando no está en pantalla la extrañás. El resto del elenco está bien pero nadie sorprende. Todas tienen química con ella. Me quedé con ganas de más Mary Elizabeth Winstead. ¿Easter eggs y referencias a DC? Unas cuantas, así que hay que estar atentos. Lo mismo al terminar la película: no se levanten de la butaca hasta el último segundo. Aves de presa y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn llega para seguir enriqueciendo la variedad de películas que puede ofrecer DC Comis, tal como lo hizo en sus últimos estrenos. Ya sea la Oscarizable Joker (2019), la kids friendly Shazam (2019) o la épica de aventuras Aquaman (2018). A Harley la veremos de nuevo el año que viene en The Suicide Squad de James Gunn y seguro que en otra película individual aún por anunciarse. Obvio que el film tiene sus vicios y sus fallas, pero entretiene y está bien realizada. Si a eso le sumamos el tremendo carisma de su protagonista nos da algo muy positivo. Tendrá sus detractores, pero Harley Quinn sigue creciendo.
Aves de Presa aprovecha la presencia de Harley Quinn (Margot Robbie), uno de los pocos personajes que aprobó en ese intento mal ejecutado que fue Suicide Squad (David Ayer, 2016), para brindar una historia en base de su pasado y la frágil unión que mantiene con numerosos personajes femeninos relevantes en el universo de DC. Dirigida por Cathy Yan (Down River, Last Night) Birds of Prey – título original – es un interesante punto de vista a los días de Harley. Sin embargo, a pesar de ser interesante la película sufre por un penoso guión a cargo de Christina Hodson (Bumblebee) que daña la integridad del proyecto. Las escenas relleno rodean a Birds of Prey como cuervos, las anécdotas de Harley – en voz en off de Robbie – inhabilitan que la historia principal se disfrute de principio a fin por el mero hecho de llenar espacios con acciones sin importancia. Además, los constantes juegos con flashbacks y flashfowards sirven para explayar una historia con sub-plots que no entretienen ni logran interesar. Pero el show de Harley se siente más presente que nunca… Margot Robbie demuestra nuevamente que nació para interpretar a Harley, la actriz australiana se da una panzada de casi 110 minutos aullando, gruñendo, riendo y sufriendo por su personaje; Robbie se come la cámara con cada acción a pesar de la mala ejecución del guión de Hodson. Lo lamentable con Birds of Prey es que el trato de su personaje es la excepción en un conjunto de desafortunados personajes pintados. El grupo «Aves de Presa» no importa en lo absoluto. Cada actriz falla por – nuevamente – la ineptitud de Hodson como guionista y cada actriz tiene – un supuesto – turno de brillar, pero Birds of Prey mantiene tanto la mirada en Harley que el resto del grupo (Rosie Perez, Mary Elizabeth Winstead, Jurnee Smollett-Bell y Ella Jay Basco) queda como guirnaldas panfletadas al fondo a la derecha. Mary Elizabeth Winstead es el único personaje secundario que muestra un arco prometedor, no obstante termina siendo una mera anécdota para llenar un abundante pastel de individuos sin importancia en la ciudad de Gotham. Lo peor de todo se lo lleva – lamentablemente – Ewan McGregor interpretando a Roman Sionis/Black Mask, el villano de turno. El personaje de Sionis – uno de los grandes villanos de DC – se desperdicia por ser un «fulano rico standard» en vez de una seria amenaza. Cada acción de McGregor es hilarante por el trato básico que recibe; lo único que sobresale de Sionis son los insultos constantes que exclama McGregor cuando un plan suyo falla – hasta los villanos de Batman 66′ presentaban objetivos más realistas que Sionis en Birds of Prey-. Insulto tras insulto McGregor se hunde con un personaje insufrible e inmemorable, directo a lo peor en interpretaciones del año. Para fans del personaje de Harley Quinn Birds of Prey ofrece más de lo que se busca y Cathy Yan, su directora, realiza un buen trabajo trasladando destacables escenas de acción a la pantalla grande. Pero es evidente que todo esto no termina de ser apreciado por el lamentable trabajo que Christina Hodson realiza con los personajes secundarios y en una historia tumultosa e indirecta que llega a donde quiere llegar sin sorpresas ni encanto, para resolver todo de la manera más vaga y menos sorprendente posible. Valoración: Regular.
Margot Robbie conquista a puro western feminista .Crítica de Birds of Prey (And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn) Margot Robbie conquista a puro western feminista .Crítica de Birds of Prey (And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn) Florencia Fico Hace 48 mins 0 14 El spin – off del Escuadrón Suicida, “Aves de presa” tuvo mejor puntería al elegir una película de acción con mujeres donde la realizadora Cathy Yan aprovechó la brecha con actrices dispuestas a ser feroces. Además hubo humor entre villanas y superheroínas. Por. Florencia Fico. Margot Robbie in Birds of Prey: And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn (2020) El argumento de la cinta se sitúa luego de rompimiento amoroso con el payaso diabólico Joker, Harley Quinn a la que se le suman tres anti heroínas Canario Negro, Cazadora y Renée Montoya se juntan para auxiliar a una chica Cassandra Cain del malicioso Máscara Negra. La directora sinoestadounidense Cathy Yan desarrolla su visión de la ciudad Gotham y un universo lleno de inspiraciones basadas en los cómics en éste caso DC. Además extendió la posibilidad al mostrar no solo a Harley si no otras protagonistas sin tener la típica idea de amistad si no de supervivencia. Combinó con el realizador David Leitch darle a ésta película de aventuras algunos reshoots o retoques al mejor estilo John Wick. Asimismo contó con un coordinador de dobles Jonathan Eusebio quien dio grandes momentos con acrobacias y movimientos con esencia Jakie Chan. El guión de Chuck Dixon, Jordan B. Gorfinkel, Christina Hodson se anclaron en la historia de Greg Land aunque siguieron los lineamiento de Yan quien quiso representar el relato desde la perspectiva de Harley una mujer solitaria que no tiene más escapatoria que encontrar fuerza en otras. Asimismo jugar con elementos coloridos y fantásticos desde su duplicidad entre azul y rosa, psiquiatra y asesina. Dar cuenta de las ambigüedades es un excelente punto de exploración del personaje que encarna la actriz Margot Robbie. Un texto que evidenció sus aptitudes antagónicas y su mentalidad que roza lo sensato y lo enloquecido, disfrute y banalidad, inteligencia y corazón lo que le agregó matices y un punto focal complejo. En torno al reparto introdujo a otros personajes castigados como Harley aunque un poco más conectados a Tierra de forma separada. “Canario Negro” en la piel de la actriz Jurnee Smollett-Bell una protagonista que ya estaba delineada en los cómics hace 70 años y sale por primera vez en el cine. Smollett Bell le da su toque duro y una coraza en defensa propia, mantiene el potencial de sus poderes ya que es meta humana y Jurnee se atrevió con destreza a cantar. Margot Robbie como doctora Herleen Quinzel o villana “Harley Quinn” tuvo gran parte de la atención dado a su impredecible forma de presentarse a cámara, ahora sin tatuajes y dos nuevos vestuarios; su inseparable mazo y una insipiente femineidad aunque no llega al cliché de femme fatale. Ella se ubicaría dentro de los anti héroes, hacen algo bueno pero a la par no piden disculpas por sus fechorías, no son perfectos hay un desorden y al mismo tiempo están descifrando algo. Robbie se roba las escenas con una gestualidad muy humorística, osada pero atolondrada y salvaje en todas las tomas. La actriz Mary Elizabeth Winstead como Helena Bertinelli o “Cazadora” es una vigilante e hija de un mafioso sindicato Franco Bertinelli. La intérprete se destaca por su agilidad al matar a los malhechores, más parece un hobbie aniquilar. Ese costado retorcido es impecable desde su sonrisa y rareza. Su tono peculiar dio misterio en la película. La artista Rosie Perez como “Renée Montoya ” compone a una investigadora del Departamento de Policía de Gotham City es lesbiana, es subestimada en la agencia de detectives y se rebela en el momento que no le dejan seguir con un caso propio que está investigando. Ella se desenvuelve con una comicidad innata. La joven actriz Jay Basco como “Cassandra Cain” expone a una adolescente carterista de ascendencia asíatica hija de dos célebres supervillanos Lady Shiva y David Cain que corre riesgo su vida ya que la persigue “Máscara Negra” con la intención de obtener una joya muy cotizada. Margot Robbie and Ella Jay Basco in Birds of Prey: And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn (2020) El actor Ewan McGregor encarna a Roman Sinois o Máscara Negra da rienda suelta a su faceta como un jefe gánster asimismo líder de secta y desollador, su pasión es despellejar gente con su secuaz Victor Zsasz (Chris Messina). McGregor evidencia su maestría en el cinismo y un ser temible. La música de Daniel Pemberton ya emparentado con las películas de cómics ya que hizo la banda sonora de Spider-Man: Into the Spider-Verse y en éste caso la partitura no falló hubo muchos covers con letras distintas que iban al ritmo de lo que se contaba en la historia, el repertorio se llenó de voces femeninas desde Edith Piaf, Joan Jett y Lucy Woodward con It’s Oh So Quiet. Ewan McGregor and Chris Messina in Birds of Prey: And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn (2020) El encargado de fotografía es ni más ni menos que Matthew Libatique quien ha participado de “Venom”, “Star is a Born”,”Black Swan” e “Ironman”, sus tomas rompieron con la cuarta pared pero a estallidos, tomas en picado en los peores momentos de Harley, escenas brumosas y humeantes dieron impacto visual. En las tomas de acción hubo mucha utilización de grúas y arneses en algunos instantes donde Margot usa patines; casi llega a levitar en varias ocasiones. La película tiene la facultad para crear un western feminista donde las peleas no terminan y el género no se lamenta ya que son personajes que arrastran problemáticas como: desprotección familar. Un filme que deconstruye la imagen del arlequín una persona que le sirve a su amo, cada una de ellas rompe sus ataduras ya sean románticas, la intimidación machista y el abandono. El filme logró situar a una pandilla de chicas que batallan con distintos hombres a la vez donde el motivación nace del valor que yace en ellas. Tiene el atractivo circense que rememora a los cómics y animación.
Separada del Joker, Harley Quinn vagabundea por las calles de Gotham sin chaleco antibalas. Es que su relación con el villano más famoso del cine la protegía: ahora todos aquellos a los que le hizo algo quieren vengarse. Bien al estilo no-cronológico de Pulp Fiction, el personaje de Margot Robbie narra los acontecimientos que la llevaron a relacionarse con un empoderadísimo grupo de mujeres y a enfrentarse a Black Mask, el malo de turno.
La psicótica más particular está de regreso “Aves de presa y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn” (Birds of prey and the fantabulous emancipation of one Harley Quinn, 2020) es una película de superhéroes que funciona como spin-off de “Escuadrón suicida” (Suicide Squad, 2016). Dirigida por Cathy Yan y escrita por Christina Hodson, la cinta es la octava producción cinematográfica dentro del universo extendido de DC. Protagonizada y producida por Margot Robbie (Yo soy Tonya, Las dos reinas), el reparto se completa con Mary Elizabeth Winstead (Avenida Cloverfield 10), Rosie Perez, Ella Jay Basco, Jurnee Smollett-Bell, Ewan McGregor, Chris Messina, entre otros. Ya alejada de esa relación tóxica que mantenía con el Guasón, la ex psiquiatra Harleen Quinzel (Margot Robbie) se encuentra desprotegida en Ciudad Gótica, por lo que deberá esquivar a varios enemigos. Cuando Harley es capturada por el mafioso torturador Román Sionis (Ewan McGregor), éste le perdona la vida con una condición: dentro de las próximas 24 horas, Quinn debe encontrar y entregarle a Cassandra Cain (Ella Jay Basco), una niña asiática que robó un diamante súper valioso. Luego de hallar a la joven en la cárcel, Harley se dará cuenta que la joya no es tan fácil de recuperar: está localizada en el interior de Cass. Al pasar tiempo con la niña en su nuevo hogar (el piso de arriba de un restaurante chino), Harley tendrá que elegir de qué bando estar. Descabellada, absurda, bizarra, disparatada y, por sobre todo, explosiva. La nueva película de DC decide centrarse a pleno en el mejor personaje que nos dio la olvidable “Escuadrón Suicida”. Rompiendo la cuarta pared y en un principio dando mucha utilidad a la voz en off como forma de narrar qué está pasando en su vida, la neurótica e impulsiva Harley Quinn retorna a la pantalla grande con toda la locura que la caracteriza. Por este motivo, es clave aclarar que si el personaje de Quinn en años anteriores no era de tu agrado, no hay chance de que este film pueda llegar a gustarte. Con una banda sonora a puro poder femenino, en donde se destaca la interpretación de “It’s a Man’s Man’s Man’s World” de Canario Negro (Jurnee Smollett-Bell), la película sorprende por su nivel de violencia (es apta para mayores de 16 años) en las escenas de acción. Éstas resultan muy ingeniosas con respecto a las coreografías y elementos utilizados, gracias en gran parte a la ayuda del realizador Chad Stahelski, reconocido por su trabajo en “John Wick”. Por otro lado, a pesar de que la cinta tiene un comienzo bastante confuso debido a que Harley comienza a contar la historia a su antojo, pronto el conflicto central se entiende perfectamente, llegando a la conclusión de que en el argumento del filme prevalece la sencillez. Como ya habíamos visto, a Margot Robbie el papel de Harley Quinn le queda pintado. Esta vez con una directora al mando que decide no sexualizar al personaje, Margot está en su salsa en todo momento, lo que es muy divertido de ver por más inverosímil que sea. Junto a la ladronzuela Cass, la detective Renee Montoya (Rosie Perez), la vengativa Cazadora (Mary Elizabeth Winstead) y la cantante devenida en chofer Dinah Lance (Jurnee Smollett-Bell), la delirante antihéroe derrocha carisma a pesar de que no se pueda empatizar con ella. Con respecto al villano de turno, Ewan McGregor como Máscara Negra nos da un par de vistazos de lo sanguinario que puede llegar a ser; sin embargo, por culpa del guión, al actor no le fue posible exprimir su máximo potencial. Además, Jurnee Smollett-Bell tiene una de las escenas más desencajadas del filme, en especial para los que no están familiarizados con su personaje ni los cómics. En cuanto a los aspectos técnicos, no hay nada para reprochar. Un parque de diversiones abandonado, un puente plagado de niebla, las abarrotadas calles de Ciudad Gótica, explosiones de confeti que funcionan como arma, luces de neón y una paleta de colores vibrante hacen que “Aves de presa”, aparte de entretener, sea muy bella de ver. Con un ritmo que parece ir a mil por hora, este spin-off nos da una acertada representación de la personalidad compleja de Harley Quinn. Desquiciada, maníaca e irónica, la Harley de Margot Robbie sale airosa de su película en solitario.
Hace veintiocho años Paul Dini y Bruce Timm crearon a Harley Quinn con el fin de darle al Joker una sidekick. Su primera aparición fue en la épica BATMAN: THE ANIMATED SERIES, en la cual se la presentaba como la demente y sumisa novia del principe payaso del crimen, una novia capaz de dar la vida en protección de su abusivo Mr J. Probablemente toda historia la conozcan, el personaje alcanzo un rango de popularidad altísimo en la década pasada, culminando con su aparición estelar en SUICIDE SQUAD encarnada por Margot Robbie. El personaje multiplicó su popularidad por mil ya que era por lejos lo mejor de ese proyecto mal habido. Robbie se comprometió con el personaje y con ayuda de Warner comenzó a cranear éste proyecto que, de pasada, sirvió como historia de origen del grupo de heroínas gotamitas BIRDS OF PREY. La primera formación de ésta pandilla justiciera estaba compuesta por BLACK CANARY, THE HUNTRESS y BATGIRL, personajes que hasta tuvieron una serie live action propia a la cual no le fue nada bien. En éste film toman la versión mas moderna del grupo y sustituyen a Batgirl por RENEE MONTOYA, un personaje medio under de las viñetas de BATMAN que había agarrado cierto protagonismo gracias a la serie de cómics GCPD centrada en el cuerpo policíaco de GOTHAM CITY. Y como si éste quilombo fuera poco tenemos como villano a ROMAN SIONIS (Ewan McGregor), mejor conocido como BLACK MASK, uno de los muchos enemigos del murcielago que en éste caso cumple una función de gangster maldito de turno (en un principio se quiso poner al PINGUINO, pero Matt Reeves quiso usarlo en THE BATMAN (2021) encarnado por Colin Farrell). Tenemos también a VICTOR ZSASZ (Chris Messina) como matón de Sionis, un asesino conocido por hacerse una marca en el cuerpo por cada persona que se carga. Los trailers hacían que el dispositivo en el que se estaban viendo chorreen grasa, los colores y las explosiones combinados con los vestuarios y la acción demencial me dieron el presentimiento de que estabamos ante una SUICIDE SQUAD REMIX FT. BIRDS OF PREYS, y lo loco es que mí prejuicio estaba en lo correcto … pero resulto funcionando. A diferencia de su predecesora ésta película tiene un enfoque centrado y sabe a donde apunta, es coherente y verosimil dentro de su propia locura y no necesita atarse a personajes de las grandes ligas como BATMAN o ROBIN para funcionar. La narrativa es fresca y entretenida, ya que Harley narra la historia de forma desordenada presentando cronologicamente primero la acción y a los personajes después. El estilo de humor tiene mucho de DEADPOOL pero no se siente como un plagio, ya que la historia usa a Harley como un elemento que, si bien es central, resulta ser lo que ensambla al grupo que le da nombre al film y por ende pudieron mantenerla dentro de una zona oscura y criminal sin caer forzosamente en tratarla como una heroína reprimida. Ésto último le da a la película un toque especial y distintivo que ensambla inesperadamente bien con el resto de acciones y reacciones, asi que en lo que es narrativa la película garpa bastante. El punto negativo que le encuentro es que la historia se centra mucho en Robbie y su Harley, dejando de lado a Jurnee Smollett-Bell y Mary Elizabeth Winstead quienes no se llegan a apreciar como BLACK CANARY y HUNTRESS, un tema que es distrae ya que para los que conocemos al team de los cómics sabemos que este podría tranquilamente valerse por si mismo y se siente mas una excusa para hacerle un live action al personaje popular del momento. Otro problemita que tiene la película es la bajada de linea generica con la que cuenta. TODOS (absolutamente TODOS eh) los personajes masculinos son malos o traidores. Uno entiende que sea una película para chicas (y genuinamente una BUENA película para chicas) pero un mensaje así podría ser tomado como mensaje de odio por algunos grupos anti feministas que están surgiendo actualmente, grupos surgidos en forma de confrontación al otro extremo que me gusta llamar como FEMINISMO COOL que venden en los medios y en las grandes sagas … pero quizás ese sea el juego no? Crear un movimiento masivo extremista para que salga otro movimiento extremista no tan masivo que lo confronte y así generar una masa ridícula de enfrentamientos moralistas (al fin y al cabo los poderosos deben depositar mucho de su organigrama de control mundial mediante Hollywood, divide y reinaras), pero bah, puedo perdonar ésto teniendo en cuenta lo inevitable que se volvió, soportamos el exceso de nacionalismo yanqui post 11 de Septiembre, podemos soportar ésto. Con respecto a BLACK MASK me sentí muy estafado. McGregor se divierte en el rol y hace un laburo muy alocado en el mejor de los sentidos, pero me hubiese gustado ver a un villano hombre abiertamente homosexual. Tenía a Zsasz como pareja potencial y todo se quedo solo como una falsa publicidad que muestra como los estudios usan a los movimientos activistas para sacar provecho y, aún peor, como estos se conforman con tal poco. Recuerden que en RISE OF SKYWALKER también tuvieron la oportunidad de presentar el primer romance gay entre protagonistas con POE DAMERON Y FINN pero el propio Oscar Isaac confirmo que Disney no tuvo los huevos de hacer esto una realidad dejando como premio consuelo un beso lesbico de fondo. Yo soy de los que piensan que la sexualidad de los personajes no es algo extremadamente importante, lo que molesta es que se use de forma inescrupulosa y mentirosa para captar entradas, ya que durante toda la campaña de marketing ésto se vendió como un hecho. Cathy Yan funciona como directora, la puesta en escena y diseños de producción en general son muy interesantes, dejando en evidencia que la directora logro liderar todos los frentes con gran eficacia … excepto el de la acción, ya que para las peleas y tiroteos llamaron a David Leitch con el fin de que la película tenga el toque genérico blockbuster post JOHN WICK que tanto le gusta a mí generación. Si, no pense que diría ésto, pero disfrute BIRDS OF PREY (y la emancipación de blabla harley blabla). La banda sonora le da vida a una historia simple pero bien narrada, con un enfoque claro que reconfirma que Warner está apostando a la heterogeneidad con sus proyectos basados en cómics … ¿¿tendremos una película de LAS SIRENAS DE CIUDAD GÓTICA?? Veremos como le va en taquilla. Harley Quinn (Margot Robbie) volverá en THE SUICIDE SQUAD de James Gunn, estén atentis. Calificación 6.5/10
Mujeres al poder. Filme protagonizado por mujeres, con una directora mujer. Ok, en los tiempos que corren puede parecer un filme hecho para ser políticamente correctos. No se siente así y si hay algo que diferencia a DC de su competidora es eso. El hecho de ser calificación R es un plus donde también las libertades hacia la violencia son casi ilimitadas. Dicho esto, Aves de presa es un show que se disfruta por doquier: Margot Robbie es sin duda Harley Quinn, nació para el papel y se nota en pantalla. La película presenta a una recién separada Harley Quinn buscando su emancipación del Joker. En el camino conocerá a tres heroínas y juntas se unen para enfrentarse a un villano en común: Roman Sionis/Black Mask (interpretado por Ewan McGregor). Pese a que un grupo de chicas confronta a este villano caricaturesco, sin duda es Harley Quinn quien se roba la película y por momentos sentí que Aves de presa, como tal, solo tenía el nombre. Sin embargo no es nada malo y dependerá de la taquilla para que se realice una potencial secuela (incluso dado que el filme rompe la cuarta pared al mejor estilo Deadpool, se puede sacar provecho). "La fabulosa emancipación de Harley Quinn" hubiese sido el titulo más correcto, obviando a las aves de presa, que estuvieron correctas cada una en su rol. Ese es el punto más débil del filme donde sentí que fueron solo presentaciones de cada una (Cassandra Cain, La cazadora y Black Canary), aunque espero verlas de nuevo en un futuro no muy lejano. Si viste Crisis de Tierras infinitas (aquel crossover entre las adaptaciones de CW) que incluyó el cruce entre ambos Flash, cualquier cambio que se vea, aunque incluso existan errores de continuidad, está más que justificado. Aves de presa es un filme entretenido que, salvo el aspecto en el que Harley Quinn eclipsa a sus compañeras, se disfruta de todos modos. A los fans del comic les digo que de todas las adaptaciones que se hicieron (la serie del 2002 o el capítulo de Arrow dedicado a ellas) esta versión sale airosa y toma la formación de los comics más recientes. Por esos detalles y por el hecho de sorprendernos con propuestas con mujeres protagonistas o con filmes al estilo Joker, que están ligeramente basados en los comics, le doy mi voto de confianza al universo DC del cine, que supo dejar en el pasado sus fallas en Liga de la justicia o Escuadrón Suicida. Por lo pronto espero que la taquilla ayude y ruego por ver Gotham sirens en cine. ¿La próxima aparición de Harley? The Suicide Squad, dirigida por James Gunn. Solo resta esperar.
Tras ver como el Guasón se lleva siempre el crédito por los planes de ella, Harley decide abandonar a su novio; pero junto con eso, pierde toda la protección que tenía. Ahora media ciudad intenta matarla, por lo que llega a un arreglo con un peligroso criminal, Roman Saonis, pero Harley no será la única implicada. Estamos ante unos extraños casos donde el público en general aceptó un personaje, pero que nunca solicitó una película individual del mismo; pero de todas formas, nos terminan trayendo su largometraje. En el caso de quien les habla, tenía pocas expectativas con Aves de Presa y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn, y aun así, lograron decepcionarlo. El principal problema de esta película, es que se siente que no supieron que hacer con el personaje, más que explotar su fama en el cine, pero de forma bastante tardía, y con su boom ya habiendo pasado. Es por esto que la trama aparte de ser mega simple, por momentos no tiene sentido; teniendo que recurrir a un montaje que abusa de los flashbacks para ponernos en contexto y alargando el metraje sin necesidad. Todo mientras la propia Harley rompe la cuarta pared al más puro estilo Deadpool. A esto hay que sumarle la mala decisión de imitar a John Wick en las coreografías de peleas. Y esto lo decimos en un mal sentido, ya que las chicas protagonistas son casi invencibles, pese a que se enfrenten a gente que está con armas de fuego y ellas no, mal entendiendo que realismo, es ver como nuestro protagonista si recibe daño físico y aun así logra ganar el combate. Por suerte el trió protagónico, encabezado por Margot Robbie, logra cargarse la película a sus espaldas, incluidas las escenas de acción. Contrario a lo que pasó con Los Ángeles de Charlie, acá nunca se notan las dobles de riesgo, o la utilización de cables; y pese a que están mal planeadas, las escenas de acción logran sostenerse. Y si bien Margot Robbie ya debería alejarse lo máximo posible del personaje (suponemos que tiene un contrato que la ata), la australiana sigue poniéndole las mismas ganas que la primera vez, mostrando un grado de profesionalidad, que no vimos en otras actrices de otras franquicias heroicas pertenecientes a la competencia (y si, te miramos a vos Jennifer Lawrence). Aves de Presa y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn es una película que no solo no ofrece nada como producto individual, tampoco expande el ya muerto Universo Cinematográfico de DC; y para peor, no logra ser entretenido pese a que no llega a las dos horas de duración. Para el que sea verdadero fan de la serie, ahí tiene la serie animada, no nos agradezcan.
El personaje de Harley Quinn ha llegado muy lejos para ser un personaje que no surgió del lore publicado original de los villanos de Batman, y cuya primera encarnación cinematográfica es habitualmente definida como un buen trabajo interpretativo dentro de una película floja (según la opinión masiva y esto dicho siendo benévolos). Margot Robbie vio su salida mainstream en el papel de la intermitente pareja del Príncipe Payaso del Crimen, cuya seguridad le permite elegir con mayor frecuencia propuestas más arriesgadas. Ser productora de algunos de esos proyectos es un detalle a tener cuenta, y es el que en cierto modo contribuye a que Aves de Presa y la Fantabulosa Emancipación de una Harley Quinn saque -incluso con algunos defectos- un saldo comparativamente más digno que el de su antecesora. Arlequina Definida Aves de Presa y la Fantabulosa Emancipación de una Harley Quinn no es ni por asomo una obra maestra del guion cinematográfico, pero está provista de personajes en su mayoría carismáticos, un objetivo narrativo claro, piezas de acción bien construidas y una autoconciencia cómico-irónica que apunta a cierta complicidad con el público. También es necesario señalar que reitera el uso de los flashbacks, pero no lo hace sin razón ni faltándole el respeto al espectador. Plantan una pregunta para luego encontrar su respuesta en un flujo narrativo tan ágil como natural. Cada vez que vuelve al presente, lo hace con un pedazo de información nueva, lo que sumado al resultado de las piezas de acción, ayuda a avanzar la trama. No obstante, no todos son rosas para este guion. La travesía emancipadora de Harley entretiene, al igual que su cruce con las otras Aves de Presa y la odisea personal de cada una de ellas. Sin embargo, las acciones del villano son solo constantes demostraciones de cuán sanguinario es, en vez de ser contundentes palos en la rueda en el camino de las protagonistas: un detalle propio de un primer acto, más no de un segundo y/o un tercero. Esto hace de las peleas (tanto con los secuaces como con la policía) algo necesario y disfrutable por convenciones de género, pero que a la larga no colaboran al crecimiento de un clímax. La confrontación final está ahí solamente porque la película debe terminar. Esta crítica debe destacar la puesta en escena de Cathy Yan, una directora con un prolijo sentido del trazo escénico, uso de los colores y, particularmente, del montaje. Es una de esas realizadoras que, de cara a la isla de montaje, tiene claro cuando conviene NO cortar. Sabe dejar respirar un plano, que agote todo lo que tiene para ofrecer antes de cortar al siguiente. Esto se presenta en escenas tan sencillas como el primer encuentro de Black Canary con Cassandra Cain (Ella Jay Basco), que tiene solo un contraplano en toda su duración. Yan mueve la cámara, reencuadra, pone a las actrices de perfil, las acerca, agota todas las posibilidades, y recién ahí corta. Si bien el manejo eficaz de escenas pequeñas, casi intimistas, es bienvenido, nadie paga una entrada para ver eso en Aves de Presa y la Fantabulosa Emancipación de una Harley Quinn. La eficaz puesta en escena de Yan también se traduce a las escenas de acción, donde no solo destaca esa paciencia para dejar respirar a un plano, sino que tiene un gran sentido de la geografía de la escena, fundamental para que el espectador no se pierda. Resulta particularmente notorio cuando Harley Quinn irrumpe en la comisaria, pero más específicamente en una pieza de acción durante el desenlace que tiene lugar sobre un escenario giratorio. Cada una de las protagonistas pelea en un sector distinto, y cada una tiene una iluminación de un color acorde a su personaje. La orientación no solo viene del encuadre sino de la elección lumínica, que no pierde nada de coherencia al estar la escena ambientada en una atracción de feria abandonada.
Brillante puesta en acción de los personajes de DC Comics, la editorial de historietas de la década del "30 que juntó a Superman, Batman, Mujer Maravilla y tantos otros, "Aves de presa" elige a Harley Quinn como maestra de ceremonias de una corte de mujeres que se independizan de los hombres. Narrada por ella desde un comienzo escéptico que la presenta sola, luego de su alucinada relación con el Guasón que ha terminado, los espectadores son invitados a largarse por un tobogán de sensaciones y colores en el ámbito de Ciudad Gótica. Alejada de su condición de psiquiatra, pero apoyada en su condición terapéutica, Harley se lanza a ayudar a sus colegas femeninas metidas en líos varios, que de una manera u otra esclavizan su personalidad. Así aparecen la Cazadora (Mary Elizabeth Winstead), Canario Negro (Jumee Smollet-Bell) y detrás de ellas, la detective Montoya (Rosie Pérez), que las persigue a todas por violaciones contra la ley. No obstante, se van a unir para salvar a la pequeña Ella (Cassandra Cain) de Black Mask (Ewan Mc Gregor), el jefe del crimen de la ciudad. SORPRENDENTE RITMO Lo que sigue es un vórtice de violencia increíble y cromática donde cada lucha contra el enemigo es una clase de ballet y en que el pas de deux o los ejercicios de barra se traducen en puñetazos, apretones o dardos certeros salidos de los arcos de alguna de las mujeres. La increíble Margot Robbie se pone al frente de estas nuevas empoderadas contra la tiranía de Black Mask o cualquier afrenta que las desafíe y acciona con potencia y celeridad. Gran actriz, certera equilibrista, demoníaca maquinadora de imprevisibles venganzas, Hayley Quinn se manifiesta imparable en los peores antros de Ciudad Gótica. La avasallante personalidad de Robbie, digna excompañera del Guasón en el ámbito de la oscuridad, desplaza a toda persona que se le acerca, hasta al maldito Black Mask, una interesante caracterización de Mc Gregor. La directora Cathy Yan ambienta este espacio de Ciudad Gótica como una digna representante de la historieta, con colores brillantes en los espacios urbanos y en las vestimentas. No aparecen los globos característicos del género, pero se sienten esas onomatopeyas que al grito de "Paf" o "Bang" destrozan mandíbulas y fantasmas callejeros. Una de las mejores películas con super heroínas salvajes, que como Harley Quinn son capaces de hacer realidad el mal gusto de inmolarse por una hamburguesa, pero que pueden superar una crisis de pareja, nada menos que con el Guasón.
"Aves de presa": muñeca brava Harley Quinn, única novia conocida del archienemigo de Batman, es una de los pocas criaturas de DC que pasó de la pantalla a las viñetas y no al revés. No hay temporada de Oscar que pause el mundo de los superhéroes. Mientras Marvel ultima detalles de Viuda Negra, el arranque de la fase 4 de su Universo Cinematográfico luego de la clausura de la 3 marcada por Avengers: Endgame, desde la vereda de enfrente DC mueve las piezas con la película inmediatamente posterior a ese impensado éxito comercial, de crítica y premios –tiene once nominaciones para el Oscar del próximo domingo– que fue Guasón. Y como aquí parece que todo queda en familia, el honor recae en Harley Quinn, única novia conocida del némesis de Batman y cuya primera aparición data de un episodio de la serie animada del hombre murciélago de septiembre de 1992, para llegar al cómic un año más tarde: es, pues, una de los pocas criaturas de DC que pasó de la pantalla a las viñetas y no al revés. Pero ese origen no impide que el primer protagónico de esta muchachita de tez blanquísima, maquillaje desalineado, cabellera multicolor y atuendos estrafalarios, titulado con el kilométrico Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn), siga a pies juntillas los tópicos habituales de las películas que operan como lo que podría ser, siempre y cuando la taquilla acompañe, el inicio de una saga. De aquella reunión de consorcio de hombres y mujeres encapotados, en su mayoría con problemitas en la cabeza, que fue Escuadrón suicidaemergió esta versión de Quinn a cargo de la australiana Margot Robbie, a quien últimamente se la ve hasta en la sopa. Es cierto que no hacía falta demasiado, pero debe reconocerse que Aves de presa es una obra maestra al lado de esa película. Aunque recurra a algunas escenas rodadas para aquella ocasión, el film de Cathy Yan intenta despegarse lo más posible de su predecesora apelando a la coherencia interna, la homogeneidad, a una idea estética definida y un horizonte narrativo claro aunque limitado. Hay apenas una enumeración somera de las vivencias de esa ex psiquiatra que cayó en las redes amorosas del Guasón (o Mr. G, como se le dice aquí) cuando era su paciente y luego perdió todo atisbo de cordura metiéndose en una pileta con químicos, tal como narra a cámara en la primera de varias escenas donde rompe la cuarta pared. Aves de presa desanda la ruta más frecuentada por los vehículos audiovisuales que fungen como plataforma de despegue para un personaje sin demasiada trayectoria en la pantalla grande. A ese revisionismo histórico en primera persona –hablarle al espectador se ha convertido, desde Deadpool, en una norma del ala cool y canchera del cine de superhéroes– le seguirá un repaso veloz por las secuelas sentimentales de su relación con Mr. G y, finalmente, la llegada al relato del villano de turno. Nacido en cuna de oro y menospreciado por su padres -ay, los traumitas de la infancia-, Roman Sionis (aka Máscara Negra, interpretado por Ewan McGregor) es otro debutante en las películas de DC, y por lo tanto es necesario explicar de dónde viene, por qué es cómo es y qué lo motiva a elegir el camino de la villanía. Aquí está una de las máximas lecciones aprendidas de Guasón: para que la cosa funcione –en taquilla– es necesario recurrir a la tranquilidad de una maldad generada por factores externos antes que por una voluntad interna. ¿Será posible hoy una criatura como el Guasón de Heath Ledger de El caballero de la noche, un tipo que encontraba en la destrucción una retorcida fuente de placer? Difícil saberlo. Lo cierto es que Quinn y Sionis se cruzarán en uno de los boliches que regentea el segundo, y a raíz del robo de una joya iniciarán un largo juego de gato y ratón. Para eso Quinn contará con la ayuda de un grupo de mujeres tan distintas entre sí como complementarias a la hora de entrar en acción. Porque la película de Cathy Yan es, también, un nuevo eslabón de ese cine que piensa que para reivindicar la lucha de las mujeres alcanza con elegir a una directora y armar un elenco femenino que le patee el trasero al hombre de turno.
Femininjas al poder Un grupo de pibas marginales y marginadas se le paran de manos a un gangster matón y machirulo que busca hacerse de un costoso diamante para financiar y consolidar sus redes de influencia en Ciudad Gótica. Harley Quinn -acaso lo más rescatable de la inmirable Suicide Squad (2016)- es la protagonista excluyente de este filme explosivo, dinámico y divertido, que además reivindica la emancipación feminista en un mundo de hombres a través del único método eficaz para cambiar algo en la historia de la humanidad: la violencia. Es el fin. El momento tan temido por los productores de Marvel ha llegado: DC empezó a hacer buenas películas. Curiosamente (o no), las dos últimas entregas que recomponen un poco la magullada reputación de la franquicia (Joker y Birds of Prey) se sustentan respectivamente en las actuaciones sobresalientes de Joaquin Phoenix como the Joker y de Margot Robbie como Harley Quinn, dos personajes históricamente vinculados en términos amorosos.. Parece que sólo un loco o un payaso podían sacar del ostracismo a DC y liberarlo del yugo de su dependencia Marvelística. En Aves de Presa, la Directora Cathy Yan (Dead Pigs) construye una historia sumamente entretenida, articulada a partir de intensas y creativas escenas de acción, atractivas coreografías visuales, momentos de humor bien logrados y la actuación única y singular de Margot Robbie, que da vida a una Harley Quinn irreverente, carismática, desprejuiciada, encantadora y peligrosa a la vez. La película narra la historia de 4 mujeres que no logran encajar en el sistema: Harley Quinn, Black Cannary (Jurnee Smollett-Bell), The Huntress (Mary Elizabeth Winstead), y la detective Renee Montoya (Rosie Pérez). Todas ellas sufren (cada una a su manera) el ninguneo y la violencia física y simbólica de una estructura patriarcal que las excluye y las niega a cada instante del camino. Más por fortuna que por una búsqueda consciente, las 4 anti heroínas terminan uniendo fuerzas para proteger a la pequeña Cass del villano Roman Sionis (AKA Máscara Negra), que la persigue para hacerse con un diamante que le permitiría consolidar fuertemente su poder en Ciudad Gótica. Aves de Presa no se caracteriza por su sutileza. Transmite un mensaje potente y directo que cachetea al espectador y le dice que el mundo en el que vivimos no da para más. Y ese hartazgo, personificado en estas 4 mujeres guerreras, rápidamente sigue el camino de la emancipación, del reconocimiento de su posición dominada y de la toma de acción para cambiar esa situación. Es, en otras palabras, un proceso de liberación, y como tal no está exento de violencia, resistencia, lucha y hasta venganza (sobre todo en el caso de The Huntress). Pero detrás de la violencia, también hay lugar para la independización. Y ese es el recorrido dramático de Harley Quinn, que comienza siendo prácticamente un anexo del Guasón (su pareja que la protegía y le daba inmunidad), y a lo largo del filme va comprendiendo que su valía no proviene del hombre con el que está, sino de sus propios actos, proezas, aprendizajes y hazañas. Seguramente, nadie recordará a Aves de Presa por la fineza de su argumento (de a ratos se hace un poco confuso por la forma en la que está narrado) o por la elegancia de su banda sonora (por momentos aturde demasiado). En cambio, sí se destacará por ser un proyecto con gran presencia de mujeres en roles importantes (con lo difícil que es encontrar esto en la industria Hollywoodense). No solo el elenco protagónico y la dirección están integrados exclusivamente por mujeres (el pobre Ewan McGregor quedó pintado como villano), sino que también el guión corrió por cuenta de Christina Hodson y hasta la propia Margot Robbie participó del convite como productora. En ese sentido, Aves de Presa parece dar cuenta desde su relato y realización que el cambio ya no es algo lejano. Parafraseando al Indio Solari, podríamos decir que el futuro llegó hace rato, pero esta vez también llegó para quedarse.
Texto publicado en edición impresa.
#avesdepresa y la fabulosa emancipación de una Harley Quinn ( #birdsofprey inicia con un prólogo narrado en primera persona, la cual continuará todo el relato, que condensa desde la infancia toda la vida de #harleyquinn ( #margotrobbie ) la cual incluye un padre borracho, un colegio de monjas, su carrera de psiquiatra y posteriormente la ruptura del romance con el #joker. Para los fundamentalistas del comic se advierte que la película dista bastante de los mismos, así cómo también de la serie televisiva homónima del 2002-3. BoP escrita y dirigida por dos mujeres con corta experiencia Cathy Yan y Christina Hodson, si bien pretende tener perspectiva de género carece bastante de la misma. Aunque tenga elementos aparentemente feministas en su superficie, en su resultado total carece bastante del mismo. Si vamos a entender al feminismo como en medio de una pelea pasarle una colita de pelo a una compañera, qué problema. Tampoco el feminismo puede subsumirse a una simple lucha entre los sexos (como la batalla final de mujeres vs hombres). Por otro lado, el principal problema de BoP es su guion vacuo en todos los aspectos. La falta de profundidad de la psicología de los personajes, el desperdicio de un villano que solo un gran actor como Ewan McGregor puede sostener con un guión tan pobre. El único personaje que me resultó convincente en sus motivaciones y accionar es “Cazadora”, seguramente sea porque es una versión lavada de Beatrix Kiddo en Kill Bill. Si bien está mejor lograda a nivel argumental que la paupérrima #escuadrónsuicida (2016), la película individual de HQ presenta otras dificultades como grandes errores narrativos respecto a la voz-yo, y al tono cómico que pretende alcanzar. El error más grave está en el nivel de la enunciación, mientras que su voz proviene de otro plano diegético, por ejemplo, en un stop frame su “yo del pasado” habla a cámara y se superpone con la voz-yo que está en el otro plano estructural del relato.Además, que se abusa del recurso de interrumpir el relato constantemente para agregar otra información, lo cual quita fluidez a la acción y la sobre explicación subestima la inteligencia del espectador.
Aves de presa (Birds of Prey, 2020) rescata la única cosa sobresaliente de Escuadrón Suicida (Suicide Squad, 2016) - la interpretación de Margot Robbie como la caprichosa y desquiciada Harley Quinn - y le da su propia película, una comedia que descarta su tradicional relación abusiva con el Guasón y, siguiendo los pasos de los cómics, la reinventa como heroína de acción. Aves de Presa (y la fantástica emancipación de una Harley Quinn) Dirige Cathy Yan sobre guión de Christina Hodson. Ambas tienen la dura tarea de reflotar lo que Escuadrón Suicida hundió: la posibilidad de celebrar personajes marginales y villanescos, ofreciendo una contrapartida irreverente al prototipo heroico de Marvel. Lo logran a medias. Superficialmente Aves de presa es la experiencia multicolor, frenética y grandilocuente que Escuadrón Suicida pretendía ser. Tiene más energía, su composición es más llamativa, la violencia es más gráfica y las escenas de acción tienen el peso y la fluidez de buenas coreografías, cortesía de Chad Stahelski (creador de John Wick). De entrada existe cierta fricción entre las intenciones de la película, que son celebrar la emancipación y la independencia, y el hecho de que algunos personajes de ficción funcionan mejor en papeles secundarios que protagónicos. Harley Quinn es mejor compinche que protagonista y nada lo demuestra mejor que cuando finalmente une fuerzas junto a las demás “aves de presa”: Huntress (Mary Elizabeth Winstead), Black Canary (Jurnee Smollett-Bell), Renee Montoya (Rosie Pérez) y Cassandra Cain (Ella Jay Basco). Emulando al antihéroe de Deadpool (2016) Harley narra su propia película, marcando el ritmo de una historia dominada por distracciones e interrupciones que no le hacen ningún favor. La primera mitad de Aves de presa es un compilado incoherente de pausas, tangentes, correcciones, retrospectivas y falsos comienzos que avanzan y retrasan constantemente la narración, desinflando su inercia natural y complicándola al punto que cada escena flota en un contexto incierto. La trama no avanza porque gran parte se dedica a introducir y reintroducir personajes que puede o no que ya se hayan conocido entre sí, tan confuso es el hilo narrativo. Otra de las debilidades de la película es cuan poco interactúan sus protagonistas, que tienen una buena dinámica pero a quienes se aísla la mayor parte de la historia. Harley nunca es más cómica que cuando tiene a alguien que contraste su idiotez y efusividad, ya sea el Guasón o en este caso la sororidad de villanas y vigilantes intercambiables llamada Aves de Presa, ninguna de las cuales le tiene gran estima. ¿Cuán idiota o inteligente es Harley Quinn? La película no se decide. A veces depende de coincidencias alocadas, a veces de una astucia contradictoria con el resto de sus acciones. Hay algo de desesperación en la agresiva forma en que la película busca ser graciosa y en sus intentos por congeniar con su percepción de una demográfica joven y transgresora (su anticuada estética punk no va a impresionar a nadie a 50 años de la génesis de una subcultura que hoy en día sobrevive en formato publicitario). Su idea de transgresión es ironizar los mismos clichés que sigue a pie de la letra. Aves de presa tiene el espíritu de un adolescente que quiere ser diferente sin admitir que le importa, y el coeficiente intelectual de su protagonista. Es divertida. Es fastidiosa. Es "fantabulosa".
Ya separada de Joker, Harley Quinn (Margot Robbie) se une al Canario Negro, Cazadora y Reneé Montoya para salvar a una joven llamada Cass de las garras del nefastamente narcisista Roman Sionis (Ewan McGregor) y su asistente Zsasz. Las expectativas de esta película eran muchas ya que Margot está en un momento glorioso con su nominación a los Premios Oscar y además porque DC dejó una buena sensación con “El Joker”. La película comienza con un ritmo vertiginoso en donde explica todo lo que “Escuadrón Suicida” deja en la intemperie, logrando un mayor acercamiento al personaje de Harley Quinn, quien es hipnótica. De a poco se va volviendo una película graciosa y llena de momentos de acción muy bien logrados, demostrando que no tiene nada que envidiarle a Deadpool o John Wick. Por su parte, el elenco tiene muy buena química, los personajes son queribles y eso hace que la película fluya más. El que más me gusta – aparte de Harley – es el que logró Mary Elizabeth Winstead como La Cazadora, sinceramente me llegó mucho su actución. El resto de los personajes están bien logrados aunque el villano no terminó de cerrarme, son de esos que esperas que sea el más malo de todos y no lo es. Por otro lado, no quiero dejar de mencionar que la acción está por encima del promedio y la banda sonora es realmente asesina. Margot es brillante y hace que Harley sea linda, brutal, divertida, sangrienta y tonta, pero sobre todas las cosas hace que el personaje sea suyo – no te imaginas a otra actriz haciendo ese papel). Lo malo de comenzar una película muy arriba es que tienes que tratar de mantenerla y en estos casos se hace complicado, ya que la trama no es muy contundente. Lamentablemente fue lo que pasó con esta película – entra en un hueco de presentación a uno de los personajes que se hace largo y casi sin sentido alguno, para después ir presentando a los demás personajes pero a las apuradas. El final me resultó un poco apresurado, no le da oportunidad a una escena épica de cierre con el “villano”. En este caso usar un villano como Black Mask para no darle un gran espacio es un delito a quienes siguen los comics o simplemente saben sobre los personajes. En conclusión, “Aves de Presa” principalmente entretiene y se vuelve loca en ciertas escenas, con una actuación fabulosa de Margot Robbie. Excelentes pistas de apoyo, banda sonora alegre, acción divertida y ritmo rápido aunque no siempre funciona, pero tampoco hay un momento aburrido. Supera ampliamente lo que fue “Escuadrón Suicida”.
Texto publicado en edición impresa.
LA (FALLIDA) DEADPOOL DE DC La apuesta de Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn) puede resumirse con una simple descripción: busca ser la Deadpool de DC. No hay mucho más en una película que, pretendiendo arreglar todos los desbarajustes de esa predecesora impresentable que fue Escuadrón Suicida, quiere hacer foco en ese personaje un tanto sobrevalorado que es Harley Quinn, sin dejar de conservar un abordaje grupal. Lo hace contando un montón de cosas y desplegando toda clase de elementos estéticos y narrativos, aunque progresivamente se va revelando como un objeto vacuo y superficial en el que la acumulación resta. La historia de Aves de presa es la Quinn, quien luego de ser echada a patadas por el Guasón (quien convenientemente nunca aparece frente a cámara), queda a la deriva mientras la mitad de Ciudad Gótica quiere matarla; pero también la de Black Canary, Huntress y la Detective Renee Montoya, quienes terminan uniéndosele para salvar a una joven llamada Cassandra Cain de un enemigo común: Roman Sionis, alias Máscara Negra (un Ewan McGregor desatado), uno de los mafiosos más temibles y violentos de la urbe. Ahí ya tenemos un primer gran inconveniente de la película: muchos personajes nuevos a los que explica constantemente desde la palabra pero pocas veces desde la acción, como si solo pudiera desplegar un álbum de figuritas colorido pero finalmente estático, sin pulso verdaderamente cinematográfico. Quizás el gran problema de fondo del film de Cathy Yan sea ese intento por ser una reversión de Deadpool pero en clave femenina y feminista, con buena parte de la mitología de DC como base. Si ya la película de Marvel con Ryan Reynolds era una acumulación algo cansadora de guiños, canchereadas y chistes autoconscientes, donde la narración quedaba casi anulada en favor de la pose constante –aunque había una violenta energía que la salvaba de sus numerosos baches-, lo de Aves de presa es una repetición de ese esquema sin ninguna vuelta de tuerca que la haga mínimamente original. La voz over de Harley Quinn va pautando todo lo que pasa, hay un montón de idas y vueltas temporales, mucho colorinche, un montaje algo frenético, bastante sarcasmo, una banda sonora ciertamente gritona, unas cuantas puteadas y algo de humor físico, pero sin un propósito real y concreto. Tanto el guión de Christina Hodson como la puesta en escena de Yan son un permanente barajar y dar de nuevo, un arrojar ideas en la pantalla sin una verdadera direccionalidad, contando muchas cosas y a la vez ninguna, porque en el fondo no se anima a ir a fondo con ninguno de sus puntos de partida. Es cierto que Aves de presa es un film algo más coherente que ese caos narrativo y estético que era Escuadrón Suicida, cuya pretensión fallida era convertirse en el equivalente a Guardianes de la Galaxia pero en el Universo Extendido de DC. Pero lo logra al precio de ser un film donde prevalece un desorden calculado y artificial, donde las protagonistas se la pasan hablan de ser libres y tomar el mando de sus vidas, de emprender caminos propios, de romper los esquemas, mientras se conducen de manera extremadamente previsible. En Aves de presa no hay sorpresas ni creatividad, solo un ejercicio de autoindulgencia que no llega a irritar porque todo pasa tan rápido que ni siquiera permite la elaboración de sensaciones. Si DC, con Aquaman y Shazam!, venía amagando con crear algo propio y sin ataduras, vuelve a retroceder al cálculo y la copia.
Harley Quinn vuelve empoderada y con ganas de hacer todo lo posible para dejar atrás su relación con el muy controvercial 'Mr. J' de Jared Letto en "Aves de presa: Y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn", la nueva apuesta de DC cómics. Un personaje más que interesante que se vio opacado por una película un tanto mediocre. Más allá del éxito, "Escuadrón Suicida", dejó sabor a nada pero algo nos quedó claro: la entonces pareja del Joker merecía su propio metraje para poder desarrollar los pocos chiapazos de calidad que supo aportar a la pantalla. Tras la galardonada interpretación de Phoenix (y con Oscar casi en el bolsillo) la tarea no era fácil. Otra historia de villanos, mismo universo e igual expectativa. El film comienza con Quinn (Margot Robbie) asegurando que dejó su relación tóxica con el payaso de risa polémica. Cuando Cassandra Cain (Ella Jay Basco) es amenazada por el malvado criminal conocido como Máscara Negra (Ewan McGregor), Harley recluta a Black Canary (Jurnee Smolett-Bell), Huntress (Mary Elizabeth Winstead) y Renee Montoya (Rosie Perez) para ayudarla a protegerla. Dirigida por Cathy Yan, la cinta presenta un tono un similar al que supo conseguir "Deadpool" de Marvel y suma peleas al estilo "John Wick". Se siente como un gran viaje en montaña rusa narrado por la propia protagonista, con saltos en la temporalidad del relato, comentarios a cámara, momentos de mucha acción y actitud punk-rock. Lo visual juego un rol importante con una explosión de colores combinada con estallidos, fuegos artificiales y humo. Después de un comienzo muy movido, todo se torna un poco previsible y aburrido. Al villano el título de "El Padrino de Ciudad Gótica" le queda muy grande, las peleas son de mejor pero entre una y otra solo esperamos y la trama es sencilla. Eso sí, Margot Robbie no deja de sorprender con su versatilidad. Ella es la película. Su personaje es el mejor elaborado y nos contagia su diversión. El resto del elenco lo completan principalmente mujeres con un mensaje claro: "Saben protegerse solas". La presencia femenina se nota hasta en el vestuario donde no se necesitan escotes y shots minúsculos para captar nuestra atención. "Aves de presa" Es entretenida, actual, llena de glitter y acción. Se eleva por encima de "Escuadrón Suicida" pero no vuela tan alto como esperábamos. Por Matías Villanueva
Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn) Tras la mala recepción que tuvo “Escuadrón Suicida”, la película de David Ayer sobre el grupo de antihéroes conformado por Harley Quinn, Deadshot, Killer Croc, El Diablo, Enchantress, entre otros, Warner decidió comenzar de cero con este spin-off dándole total protagonismo al personaje interpretado por Margot Robbie, que por lejos fue el que mejor había funcionado. De esta manera, con Cathy Yan, nueva directora detrás del proyecto, y otra historia, “emanciparon” a Harley Quinn de lo que fue “Escuadrón Suicida” y una buena manera de este fresh start era terminar su relación amorosa con el Joker (el de Jard Leto, no el de Joaquin Phoenix). Y lamentablemente en eso se queda “Aves de Presa”, en buenas ideas. Tras su ruptura con el Príncipe Payaso del Crimen, Harley pierde su inmunidad frente a otros grupos mafiosos de Ciudad Gótica así como de la Policía. Al mismo tiempo, uno de los villanos más poderosos y narcisista, Roman Sionis (alias Máscara Negra), busca a una pequeña ratera llamada Cassandra Cain, quien le ha robado una preciada joya que aumentaría aún más su influencia en la ciudad. Sionis hace un trato con Harley, y a través de esta tarea su camino se cruzará con el de Cazadora, Canario Negro y la oficial Renée Montoya. El guión, con una historia sencilla y de baja calidad, busca que el espectador disfrute especialmente las escenas de acción, bien coreografeadas y con mayoría de planos cortos. El problema radica en lo que queda entre que termina una pelea y esperamos por la próxima. La historia está desordenada y se mueve con un ritmo frenético, siendo un fiel reflejo de la personalidad y manera de ser de Harley Quinn, y es contada a través de una voz en off de la protagonista, quien rompe en varias ocasiones la cuarta pared, al mejor estilo Deadpool -que dicho sea de paso tienen similitudes en la forma-. La directora Yan sabe bien como trasladar la forma de ser de Harley en imágenes, ayudada por una “fantabulosa” Margot Robbie quien vuelve realizar una actuación destacable en el papel de esta antiheroína, eclipsando al resto de los personajes. Quien tiene momentos para lucirse es Ewan McGregor, componiendo un villano divertido y enfermizo, rozando la caricatura. La fotografía, iluminación, el uso de los colores, además de la musicalización -con una estética más noventosa-, es otro de los aspectos que “Aves de Presa” busca destacar, como parte de su identidad, pero que al igual que la trama terminan cansando, independientemente de algunas escenas bien logradas. Siendo un poco mejor a “Escuadrón Suicida”, vale la pena decir que quizás la mejor opción habría sido una película en solitario de Harley Quinn. Por Federico Perez Vecchio Puntaje: 6/10
Harley Quinn, lo único rescatable de Escuadrón Suicida (2016) vuelve con una película hecha para ella... bueno, y un poquito para las "Aves de Presa" del título.
Harley se separó del Joker, esta vez para siempre. El problema es que sin la protección de su ex, se da cuenta de que sus enemigos son muchos. Birds of Prey reúne a la estrambótica villana con heroínas clásicas en una nueva y muy diferente interpretación del grupo femenino de DC. Una divertida aunque caótica película con grandes escenas de acción y muy buenos personajes que, por momentos, se pierde demasiado en el sinsentido.
Llega a cartelera la nueva propuesta de DC. Aves de presa y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn está dirigida por Cathy Yan y pretende encaminar al personaje favorito de Escuadrón Suicida. Ni siquiera un fracaso como Escuadrón Suicida fue suficiente para que la saga de personajes salidos de cómics continúe expandiéndose. Y si hubo alguien que al menos logró aportar carisma a su personaje en aquella olvidable película, fue Margot Robbie con su Harley Quinn. Ahora dirigida por Cathy Yan, Aves de presa… muestra qué pasa con ella cuando su querido Guasón la deja y cómo conoce a un grupo de mujeres con las cuales lucharán contra un antagonista en común. Harley Quinn es temida y respetada porque es la novia del Guasón. Eso le permite hacer lo que quiera y sembrarse un ejército de enemigos que no pueden hacer nada… hasta que todos se enteran que ya no son más pareja, que ahora está sola y no es más que una muchacha un poco rara y pícara. Que no esté más con el Guasón significa que no tiene protección y hay más de uno que esperaba ese momento para poder vengarse de las maldades que ha hecho. Por eso cuando una chica que tiene problemas en su familia, y que roba más por diversión que por necesidad, se hace con un diamante que pertenece al mafioso más poderoso de Ciudad Gótica, encuentra la oportunidad perfecta para salvarse: si consigue recuperar el diamante, Roman Sionis (Ewan McGregor) le promete protección de por vida. El problema es que no será la única que quiera conseguir ese diamante. La película apuesta a un tono divertido y por momentos un poco más irreverente pero durante gran parte del relato se queda en el intento. El hecho de jugar con la cuarta pared podría rememorar a Deadpool, pero acá nunca se anima a ir tan lejos con el humor ni el metalenguaje. A la larga, en cuanto a tono, al uso del humor, se termina pareciendo más a Shazam, demasiado infantil, simplón, aunque se contradiga con algunas escenas un poco más violentas. Hay mujeres al frente, hay una Harley Quinn menos sexualizada que la de Escuadrón Suicida, hay un coqueteo con el homoerotismo en dos personajes masculinos que no pasa de eso. El villano que presenta Ewan McGregor es unidimensional y no termina de aprovecharse, aunque aun así el actor entrega unos buenos momentos, en especial junto a Chris Messina. Pero lo más eficaz del film se da cuando las Aves de Presa por fin se encuentran juntas, ya más cerca del último tercio. Hay buena química entre ellas, tienen divertidos intercambios y permite a Mary Elizabeth Winstead desarrollar mejor su enigmático e intrigante personaje. La narración por momentos es caótica y durante otros se ve estancada. En cuanto a las escenas de acción, tienen un estilo que DC ha incorporado desde Zach Snyder, momentos videocliperos con varias ralentizaciones en medio de rápidas escenas pero acá hay un mayor hincapié en las coreografías probablemente a causa de Chad Stahelski, director de Jonh Wick, que estuvo a cargo de algunas retomas.
Los pajaritos, sin rumbo y sin alas Harley Quinn llegó al cine con "Escuadrón Suicida", una de las peores películas de superhéroes. Al parecer, esa etiqueta ahora quedará para "Aves de presa". Conocimos a esta Harley Quinn (Margot Robbie) en “Escuadrón suicida”, una de las peores películas de DC y del subgénero de superhéroes. A pesar del fiasco que fue ese film, la villana cayó simpática y logró su propia película. Con poquísimos largometrajes estrenados de heroínas o villanas mujeres en los últimos años, “Aves de presa” era muy esperado, porque el personaje del cómic, novia del Guasón, destilaba, en principio, anarquía y locura. Podría haber salido algo, al menos, decente. Pero no. La historia es la de, como reza el subtítulo, “la emancipación de Harley Quinn”. La joven, separada del Guasón (el de Jared Leto que muchos tratan de olvidar y enterrar) quiere comenzar una nueva vida, pero ni bien todos se enteran de su ruptura, policía y criminales quieren cobrarse las maldades y los delitos que cometió Harley, que antes contaba con inmunidad gracias al alto grado de peligrosidad de su pareja. De esta manera se va cruzando con algunas mujeres en situación similar a la de ella, La Cazadora (Mary Elizabeth Winstead), Canario Negro (Jurnee Smollett-Bell), Renee Montoya (Rosie Perez) y Cass (Ella Jay Basco), mientras algunas trabajan para/escapan de/intentan matar a Roman Sionis (Ewan McGregor), un peligroso criminal que quiere formar un ejército para tomar el poder en Ciudad Gótica. Un guion atado con alambre al que se le notan demasiado las fallas, con sólo dos o tres ideas que valen la pena y algún que otro chiste que funciona, es en resumen todo lo que es “Aves de presa”.
Unos tres años y medio después de haberse estrenado “Escuadron suicida” llega esta suerte de desprendimiento de la historia más que secuela de la misma. ¿Cómo es posible que la gente detrás del universo DC Comics, la competencia directa de Marvel, sea tan heterogénea en ideas y resultados? Por supuesto que en estos tiempos la diversidad es absolutamente necesaria, pero no hablamos de cuestiones socialmente inclusivas sino en el armado de equipos de trabajo que persigan la misma idea global. Marvel tiene directores tan disímiles como Kenneth Brannah y Jon Favreau por ejemplo, que establecen parte de su sello pero siempre el objetivo es el mismo, conectar de forma coherente un espectro muy amplio de personajes con orígenes y contextos distintos. ¿Qué tiene que ver “Aves de presa y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn", el estreno de marras, con Mujer Maravilla, Aquamán o Guasón, multi-nominada al Oscar este año? Peor aún, ¿Qué tiene que ver incluso con el producto del cual se despega? Nada. Nada conceptualmente, y si apuramos el análisis hasta hay puntos vitales de su base que se desdicen alejándose inconvenientemente de la orilla y sin salvavidas que ayuden a evitar el naufragio. Un poco de historia recordará que en “Escuadrón suicida” (2016), un grupo de los más peligrosos e inadaptados criminales de Ciudad Gótica son reclutados por una agencia gubernamental para cumplir la misión de salvar al mundo, entre ellos el Guasón (interpretado entonces por Jared Leto) y Harley Quinn (Margott Robbie), su novia, digamos. La personalidad de ésta última estaba pintada como una mujer desprejuiciada, liberal, extremadamente violenta, sádica, con apariencia de colegiala perversa, narcisista y embelesada por el líder de toda esta banda de malhechores. El primer cambio importante desde aquel estreno a esta parte es el protagónico y el punto de vista. “Aves de presa” tiene a Harley Quinn como protagonista exclusiva y, por si fuera poco, como relatora en off de todo lo que pasa. Anda de capa caída, si es que alguna vez la tuvo, porque su novio le echó flit. La dejó, bah. Este dolor por la pérdida la lleva a un estado de violencia exacerbada que aquí pretende, sin éxito, ser divertido a partir del humor negro que intenta manejar. No obstante su tristeza, el hecho que nadie sepa de su ruptura le da via libre para varios desmanes amparada en el miedo que genera a cualquiera meterse con la novia del Guasón. ¿Quién más anda dando vueltas en este guión? Montoya (Rosie Pérez), oficial de policía con mucha bronca por el descrédito de un caso rutilante cuyo reconocimiento fue a parar a manos de su compañero, y ahora jefe de ella. También están Canario Negro (0); Cassandra (Ella Jay Basco), una nena punga de rasgos orientales, y Cazadora (Mary Elizabeth Winstead). Eventualmente estas cinco mujeres, a priori casi enemigas entre sí, unirán fuerzas para enfrentar a un jefe del hampa llamado Román Sionis (Ewan McGregor). La mejor de todas las intenciones que tiene este estreno, es decir, aprovechar la popularidad que el personaje central generó en la primera entrega para apuntalar el empoderamiento de la mujer, no sólo queda sepultada en la tonelada de incoherencias de forma y fondo aglutinadas en esta producción, sino que también se autogenera un efecto bumerang. Al tener una construcción de personaje narrado por sí mismo en off que dice extrañar a su ex y por eso lo imita tanto en su forma de locura como en el maquillaje y en los chistes malos, Harley no termina siendo otra cosa que la versión machirula de ella misma. Aunque estemos frente a la película que sin dudas entrará al libro “Guiness” de los récords en cantidad de patadas a los testículos en las coreografías de peleas, no servirá ni siquiera como simbolismo pop del discurso. Este sería el mayor problema conceptual de “Aves de presa y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn", pero no es el único. El guión de Christina Hodson, culpable también de la espantosa “Mío o de nadie” (2017) sobre otra mujer despechada que se descarga contra la nueva novia de su ex, comete el error de subestimar la inteligencia del espectador. Creyendo tal vez que caería simpático por la actitud de hago-lo-que-se-me-antoja de la protagonista, la voz en off de Quin nunca llega a ser narración. Es, desde el minuto uno, una explicación irritante, estridente y descriptiva de las acciones que vemos, de las que vamos a ver, y como guinda del postre, de sus estados de ánimo y de las características y antecedentes de varios personajes. De modo tal que la actuación, o sea el trabajo actoral, es un simple subrayado gestual de la impronta de cada rol. Un mamarracho nunca visto. Apenas algunos momentos de rebeldía de Ewan McGregor sacan alguna sonrisa y dignifican la profesión. Si a eso le agregamos las rupturas injustificadas de la cuarta pared en una pésima imitación de “Deadpool” (2016), las inconexiones entre texto y ritmo narrativo con remates que se ven venir a kilómetros y el pobrísimo desarrollo individual que impide la generación de empatía; estamos frente a lo peor de año. Razzies 2021, teléfono. A la casi debutante Cathy Yan la dirección de este proyecto le queda gigante. En ningún momento parece haber podido tener las cosas bajo control. Ni siquiera lo esencial de un producto de este tipo que es básicamente el de entretener. Es cierto que se descubre cierta pericia para las escenas de acción, pero por más dirección de arte y encuadres de historieta que se puedan lograr no alcanza sino se sabe cómo encastrar esos elementos para que resulten armónicos. En este sentido hay un desbalance total entre las redundantes transiciones y el vértigo. Se hace muy difícil guiar el barco, aunque sea a mal puerto. Sólo algunos rasgos de la dirección de fotografía y las canciones de la banda de sonido encuentran conexión con lo visto hace más de tres años. Va a ser complicado encontrar un producto basado en historieta con tantos desaciertos. La emancipación de éste personaje, sólo está en el título.
En épocas de risas escasas, es necesario agradecer cuando aparecen. O cuando una película se hace cargo de su propio absurdo. “Aves de presa”, que sigue una aventura de Harley Quinn (el personaje que hizo Margot Robbie en la pésima “Suicide Squad”, pero ella estaba muy bien), la constitución de un grupo de superheroínas, la pelea contra un villano tremendo (Ewan McGregor, que parece divertirse con lo que está haciendo) y unas pocas cosas más, se parece bastante a “Deadpool” pero en clave subrayadamente femenina. Ninguna de las dos cosas representa un problema, por cierto: Robbie sigue dándole cada vez más lustre al personaje de chica sexy que se ríe de ser chica y de ser sexy, y aquí tiene el protagonismo completo porque el film opta por narrarse desde su mente desquiciada. Es una buena coartada para la arbitrariedad, y en lo que se diferencia de “Deadpool” no es en la “ruptura de la cuarta pared” sino en que se toma ciertas cosas en serio. El personaje, aunque en cuentagotas, logra transmitir cierto aliento patético –en el sentido menos popular y más griego del término–, lo que le otorga un espesor interesante a la película, por lo demás clara en las secuencias de acción y más o menos en lo narrativo. En cierto punto (el fan de los cómics lo entenderá mucho más), parece una respuesta paródica al realismo lúgubre de Guasón. Más que un ave de presa, y con la similitud apuntada, una rara avis para el tanque contemporáneo.
El film, basado en un cómic de DC, es un colorido y confuso relato centrado en las aventuras de Harley Quinn (Margot Robbie) y sus nuevas amigas. Un refrito de ideas visuales de los años ’90 con efectos digitales de última generación. Uno de los problemas del cada vez más utilizado «embargo» para las críticas (lo que sucede cuando las distribuidoras te piden no publicar textos sobre una película hasta una fecha y hora determinadas) es que, si uno no se tomó el trabajo de escribirla al rato de terminar de ver el film en cuestión, posiblemente ya no tenga nada para poner sobre él una o dos semanas después. El primer y más obvio motivo es que gran parte de estas superproducciones son tan similares entre sí que es difícil recordar algo a las pocas horas de haber terminado la función. Y el segundo es que, aún si eso no sucede, ya son pocas las ganas y las ideas que generan la mayoría de estas películas. Me refiero, en este caso, a AVES DE PRESA (no voy a incluir el subtítulo porque me parece insólito), una de las tantas películas basadas en personajes de cómics que me producen una parálisis casi absoluta de los sentidos. De no ser por Margot Robbie, uno podría reducir en su memoria la película toda como una masa informe de ruidos y colores sin ningún trazado visible, como si a alguno lo hubieran sacado de la cama para meterlo en una psicodélica fiesta de disfraces a las 3 de la mañana donde casi todos están un poco pasados de rosca. Lo que genera la experiencia es un fuerte dolor de cabeza, momentos de alto fastidio y, llegado el caso, hasta alguna descompostura física. Acaso no sea la peor película del género en su variante DC (por lo menos no tiene la extrema y pomposa gravedad bíblica de BATMAN VS. SUPERMAN o LA LIGA DE LA JUSTICIA) y, dentro del mismo universo, es un poco más tolerable que ESCUADRON SUICIDA, pero no se mueve de esos parámetros repetidos, una mezcla un tanto noventosa de thriller cínico a lo (imitador de) Tarantino con videoclip de Marilyn Manson con un toque de humor absurdo y guiño de ojo al espectador en plan DEADPOOL feminista. Una suerte de colorido carnaval carioca (no necesariamente «brasileño», pero ustedes entienden la idea) en versión violenta que estalla, repetidamente, en la cara de cualquier espectador que tenga más de, digamos, 20 años. Y si bien Robbie es memorable –es difícil que pase desapercibida en ningún lado–, lo es por los motivos incorrectos. El de Harley Quinn es un papel en el que no parece sentirse del todo a gusto, como si estuviera necesitada todo el tiempo de gritarlo, de sobre-enunciarlo y exagerarlo, desde la voz en off hasta cada músculo del rostro. Una actriz más que talentosa reducida aquí a sobreactuar a una chica bastante intragable, algo que hace gesticulando excesivamente a razón de tres movimientos de cejas por segundo. Sí, es cierto, Quinn es un personaje desatado y maníaco, pero Robbie no llega a traspasar esa frontera y encontrar algo más ahí, quizás porque a la película tampoco le interesa ese recorrido. Más allá de lo que cada uno pueda pensar del trabajo de Joaquin Phoenix en JOKER, al menos ahí había una idea compartida (entre actor y director) de ir mucho más a fondo con la locura del personaje, lo que le daba sustento a sus desbordes actorales. Acá eso no existe más allá de algunos cliches sobre girl power y cosas por el estilo. ¿De qué va AVES DE PRESA? ¿De veras quieren saber? Seré breve. Harley Quinn se ha separado de Joker (de Jared Leto, no de Phoenix) y pasa por un mal momento personal o algo así. Maníaca, alcohólica, medicada, un tanto violenta, la chica se toma su explosiva revancha y pronto se enreda en una serie de problemas. Por un lado la persigue una policía (Rosie Pérez) y, por otro, un mafioso (Ewan McGregor) que la involucra en la tarea de recuperar un diamante que le ha robado Cassandra Cain (Ella Jay Basco), una ladronzuela que no tuvo mejor idea que tragarse el coso. Pronto Harley tendrá a su lado a un grupete de mujeres que se dispondrá a enfrentar al mafioso en cuestión (Roman Sionis AKA Black Mask) y ofrecer su versión violenta de algún grupo de pop-punk femenino de los ’90: un poco glam, un poco hardcore, un poco aniñado y otro tanto agresivo. A pura agresividad pop, con rotura de huesos, comentarios ácidos ad hoc y otras variantes del género en su versión solo apta para mayores de 16 años, las chicas –entre las que se incluyen Mary Elizabeth Winstead (Huntress), Jurnee Smollett-Bell (Black Canary) y la propia Cassandra– funcionan como una suerte de Lado B de la «Liga de la Justicia». La directora norteamericana de origen chino Cathy Yan puede haberse visto influenciada por cierto cine de asiático de acción (hay algo en el film que remite a algunas películas de Hong Kong de los años ’90), pero no parecen ser más que algunos significantes –cierta iluminación, uso del color, caracterización, vestuario– vacíos de cualquier tipo de contenido. La estética semi-circense de la película, unida a un guión tan básico y previsible, termina agotando a cualquiera. Y los «temas» del film, ligados a la exteriorización brutal de cierta rabia femenina, se vuelven casi tan vacíos como la estética, especialmente si se piensa que buena parte de la furia de Harley está ligada al hecho de haber sido dejada por un tipo. Si antes comentaba que Robbie está un poco excedida en su rol, mejor ni hablar de McGregor, que está al borde de parecer una literal caricatura de sí mismo, llevando su personaje a tal extremo que habría sido más fácil dibujarlo y que el hombre le ponga solo la voz. De hecho, salvo alguna que otra excepción, toda la película podría haber sido animada. Hay algo de la propia lógica colorinche y violenta de la película, de piñata con heridos, que se lleva mejor con cierto tipo de «animación para adultos» en su variante oriental. Y, quien sabe, quizás mediante ese recurso, AVES DE PRESA podría haber resultado un tanto, tan solo un tanto, más recordable.
SI AMAS ALGO DÉJALO LIBRE Aves de Presa es alocada y violenta como su protagonista Antes de volver a juntarse con sus compañeros "suicidas", Harley Quinn hace nuevas amistades y emprende su independencia alejada del Joker. Desde el fracaso (comercial y crítico) de “Liga de la Justicia” (Justice League, 2017), Warner Bros. y DC Comics decidieron replantearse todos sus planes comiqueros para la pantalla grande, desmembrar la franquicia compartida que intentaban replicar, y dotar a cada una de sus películas de una identidad más personal. Este último detalle y la visión particular de cada realizador parecen ser la clave del éxito de “Aquaman” (2018), “Shazam!” (2019) y “Guasón” (Joker, 2019), tres historias que poco y nada tienen en común, aunque comparten personajes y un universo superheroico más extenso y reconocible. Más allá del traspié de “Escuadrón Suicida” (Suicide Squad, 2016), la aventura de David Ayer dejó bien en claro que la Harley Quinn de Margot Robbie tenía el voto positivo de la audiencia, y que podía explorar su impredecible personalidad sin necesidad de su payasesco compañero de andanzas. Este magnetismo se convirtió en el germen para que la mismísima Robbie llevara sus ideas derechito a las oficinas de los directivos del estudio con la intención de crear una historia alrededor de su personaje, justamente, alejado de la sumisión y de esa relación enfermiza y tóxica que supo definirlo muchas veces. “Aves de Presa y la Fantabulosa Emancipación de una Harley Quinn” (Birds of Prey: And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn, 2020) no es la típica película de “superhéroes”. Es (más bien) una declaración de independencia desde el punto de vista de esta simpática villana que, tras el rompimiento amoroso, decide salir al mundo y valerse por sí misma… algo que no resulta tan sencillo sin la protección de Mr. J. Este es el punto principal a tener en cuenta cuando hablamos de esta aventura: un relato alocado, violento (muy violento), explícito, espontáneo, aniñado por momentos, y bastante desordenado (de manera intencional) como las ideas en la cabeza de esta protagonista. En esta estructura caótica -que poco a poco va cobrando sentido e incluyendo a los demás personajes en la trama- reside una de las mejores decisiones narrativas de la guionista y también productora Christina Hodson, responsable de “Bumblebee” (2018). Junto a la casi debutante directora Cathy Yan pergeñan un estrafalario viaje en montaña rusa, divertidísimo y frenético, que no para hasta llegar a destino, siempre tripulado por la carismática arlequina. La voz de Harley marca el ritmo constante de esta odisea empoderadora y caricaturesca, en el mejor de los sentidos, que no se inmuta cuando se ríe de sí misma, de los géneros y sus lugres comunes, y hasta de la tragedia más sangrienta. Margot y un personaje que le uqeda pintado “Aves de Presa” no enarbola la bandera feminista, pero deja bien en claro que esta es una ‘historia de chicas’. Chicas (y mujeres de cierta edad) cansadas de no encajar en el sistema construido (mayoritariamente) por los hombres, y que entienden que la única manera de sobrevivir es hacerles frente, tirar las estructuras abajo y, en lo posible, crear las propias dejando los modales de lado. Acá no hay damiselas en peligro ni bandos de buenos y malos. En Gotham, todos están un poco salpicados por la corrupción, y los héroes (o heroínas) son aquellos que intentan hacer una pequeña diferencia. Venganza, moral, ambición y supervivencia son los factores que van a cruzar a estas protagonistas tan diferentes entre sí, forzadas a trabajar en equipo para salvaguardar su propio pescuezo y a la pequeña Cassandra Cain (Ella Jay Basco), ladronzuela que robó lo que no debía de manos de Roman Sionis (Ewan McGregor), líder criminal sádico y egomaníaco que controla a los matones de las afueras de la ciudad. Un diamante es la excusa ¿y el Macguffin? para reunir a la recién separada Harley, Cass, la detective Renee Montoya (Rosie Perez) -quien intenta armar un caso contra Sionis-, la entrenada asesina Helena Bertinelli (Mary Elizabeth Winstead) -también conocida como The Huntress-, y a Dinah Lance/Black Canary (Jurnee Smollett-Bell), cantante y empleada de Roman que no siempre aprovecha todo su potencial. ¿Quién se le atreve a las chicas? La trama es bastante básica, pero las realizadoras lo compensan con una estructura narrativa que le calza como anillo al dedo, y una puesta en escena en función a esta misma manera de contar. La fotografía de Matthew Libatique (colaborador habitual de Darren Aronofsky) es la mejor herramienta para representar los momentos más fantasiosos y lisérgicos que se cruzan por la cabeza de Harley, haciéndonos dudar (muchas veces) si es realidad o ficción. También el montaje frenético durante las perfectamente coreografiadas escenas de acción, acompañadas por una banda sonora que se luce en sí misma, aunque puede convertirse en un estorbo debido a la saturación. Lo mejor de “Aves de Presa” es su singularidad, los riesgos que toma y la química que se establece entre estos cinco personajes femeninos, todos con sus momentos para brillar y “emanciparse” a su manera. La película deja bien en claro que hay mucho más para contar sobre este grupo que apenas se está conociendo y, entre sus virtudes, está nos deja con las ganas de presenciar más aventuras. Lo más flojito es un villano que no siempre cae bien parado en la caricatura, más cuando se acerca peligrosamente a ciertos estereotipos que cayeron en desuso. Otro villano resentido Llama la atención que un producto que rompe tantas barreras -estamos ante la primera gran producción superheroica con un elenco mayoritariamente femenino, al igual que las impulsoras detrás de las cámaras- y se la juega con una historia no apta para menores, caiga en estos modelos dañinos para reforzar la villanía del antagonista. McGregor se luce más cuando le toca ser más extremo y se desata violentamente, aunque no provoca el mismo efecto su lado más caricaturesco, ligado a la representación LGTB+. Igual, estos detalles no logran opacar el conjunto de la película, una extraña oda a los cómics y los superhéroes más bizarros, que se sostiene en su propio universo, aunque no reniega de, por ejemplo, “Escuadrón Suicida”. Esta es una instancia diferente y el espíritu anárquico de la historia y sus personajes nos invitan a unirnos a la diversión y la celebración de independencia de estas protagonistas que lejos están de ser las perfectas heroínas, pero hacen su mejor esfuerzo para demostrar que el futuro bien puede ser femenino.
“Pánico y locura en Gotham” Aves de presa es una película de acción basada en superhéroes, en este caso, siendo esta ubicada en el DCEU, como continuación de Suicide Squad (2016), según los eventos que se ven narrados en el film. La cinta está dirigida por Cathy Yan (Dead Pigs, 2018) y escrita por Christina Hudson (Bumblebee, 2018), basado en el personaje creado por Paul Dini para la serie animada de Batman en el año 1992, Harley Quinn. Birds Of Prey (2020), relata los sucesos ocurridos posterior a Suicide Squad (2016), en donde Harley Quinn (Margot Robbie) se separa del Joker y a raíz de esto, perderá su inmunidad en la ciudad, siendo el blanco de varias personas que irán tras ella, entre ellos, Black Mask (Ewan Mcgregor). A su vez debe reunirse con un grupo de heroínas, Cazadora (Mary Elizabeth Winstead), Canario Negro (Jurnee Smollett-Bell) y Renee Montoya (Rosie Perez), que en conjunto deberán proteger a Cassandra Cain (Ella Jay Basco) del mismo Black Mask. La dirección de la película es muy acertada, brinda muy buenas secuencias y escenas en donde se desarrolla todo el carisma de Margot Robbie como Harley Quinn, y hace brillar las escenas de acción que tiene la película, en donde se basa su punto fuerte, unas coreografías muy bien ejecutadas y fluidas. Esto mismo hace que la película sea basta en recursos de ritmo. Inicia muy bien y continúa su ritmo sin decaer en ningún momento, con una narración vertiginosa y a la vez entretenida. Sin duda lo más cuestionable es el guión, muy flojo para el desarrollo de su trama y muy rebuscado por momentos y predecible. Otro aspecto a destacar es la fotografía de Matthew Libatique (A star is born, 2018) que enfatiza la tentativa de la película a ser llamativa en cuanto a paleta de colores durante toda la película e iluminación, todo esto aporta el caos que acompaña la historia. Otro aspecto que se puede apreciar como negativo es la sobresaturación de soundtrack, canción tras canción lo que resulta agobiante para el espectador. Las actuaciones se puede destacar como siempre a Margot Robbie en el papel que le calza perfecto, y la sorprendente Mary Elizabeth Winstead como Huntress, dando un papel muy empático. "En fin, Birds Of Prey es entretenimiento puro, no aburre, y pasa sin más. Para los fans del universo DC es un camino a seguir, que por lo visto, está mejor encaminado, y para familiarizarse con algunos conceptos comiqueros también esta muy bien, sin dudas aún hay detalles que pulir en estas producciones, pero se agradece el poder darle más personalidad a cada una de ellas."
Divertida y caótica. Aves de Presa (o la Fabulosa Emancipación de la Unica Harley Quinn) brilla en los momentos de acción, en los chistes y en las perfomances pero la narrativa es un desastre (al menos durante la primera mitad del filme), simplemente porque la directora Cathy Yan no sabe como resolver con limpieza la entrada de tantos personajes extraños a la historia de Harley. Cada uno tiene su historia y, lo que es peor, se van enredando entre ellos de manera secreta en el tiempo real, así que tenemos flashbacks del presente, flashbacks del pasado y a veces flashbacks de flashbacks, lo cual es un dolor de cabeza. Hay uno de estos flashbacks en especial que dura una eternidad – y que involucra a Harley Quinn apresada entre dos bandas rivales en un callejón – el cual es tan excesivo que, cuando la directora Yan vuelve con el relato al momento del callejón, uno ya daba por terminada dicha escena. Pero no sé si es tanto la culpa de Yan como de la libretista Christina Hodson, la cual debería haber visto algunas de las primeras películas de los X-Men (o bien, de El Señor de los Anillos) para ver como se introduce un elenco multitudinario con mínimos recursos y en poco tiempo. La historia es tremendamente simple y el licuado de flashbacks pretende hacerla mas compleja de lo que es. Hay un mafioso, un diamante robado que quiere recuperar (y que tiene data grabada de cientos de cuentas secretas de la mafia, recargadas de dolares), Harley en el medio, y un montón de futuras aliadas que tienen cuentas a cobrarse con el mafioso. En el interín hay una niña avispada, carterista y rebosante de cultura callejera, que se hace con el diamante y tiene a medio mundo a mal traer. Nop, no es Interstellar o una de Bergman. Sin embargo a veces te da la sensación de que perdés el hilo de lo que está pasando en la pantalla en ese momento. Como la historia es breve, el libreto le manda relleno. Otro flashback, esta vez para contar el origen de Harley Quinn – lleno de dibujos animados así no muestran en pantalla al horripilante Joker de Jared Leto de Escuadrón Suicida – y un larguísimo voice over para explicar que la Quinn acaba de romper con su budincito. Por mas que la Robbie sea una delicia actuando (y confirme que es la Harley Quinn definitiva de la pantalla grande), uno se desespera para que las historias del rompimiento entre ella y el señor G. se terminen de una vez y comience la trama real del filme. Yan se embelesa con el detalle, total es el componente Rom Com de la trama… pero llega un momento en que te pudre. Ohh, otra vez, ahí vamos con el lamento, el luto por el noviazgo perdido… Las cosas se ponen interesantes cuando Ewan McGregor y Chris Messina entran en pantalla. McGregor hace de Máscara Negra, uno de los villanos mas temibles de la mitología de Batman, y acá el inglés se devora el papel con alma y vida, componiendo a un cretino ególatra obsesionado con las máscaras y la tortura, gracioso casi todo el tiempo… hasta que decide hacerse respetar y le arranca la cara a alguien. No, no es un villano a la altura del Joker (Nicholson, Hamill, Ledger, Phoenix… elija su propia versión) sino un malo medio pelo pero está interpretado con gusto. En cambio Messina es Victor Zsasz, el sicario que tiene un bromance con McGregor y quiere que su jefe esté siempre contento. Como el duelo entre Máscara Negra y la Quinn sería desparejo, el libreto decide meter con calzador a las Aves de Presa – un equipo de superheroínas que vimos alguna vez en una fugaz serie televisiva cerca del 2000 – con algún que otro cambio en el staff. Cazadora ya no es mas la hija de Gatúbela y Batman sino de un mafioso que Máscara Negra mandó matar, Canario Negro ahora es una cantante morena del cabaret que regentea McGregor (un cambio al canon del comic que resulta inspirado) y, en vez de Oráculo / Batichica jubilada y postrada, tenemos a Renée Montoya, la cual tiene un serio problema de casting ya que Rosie Perez se ve demasiado vieja y enana para el rol que, además, es demandante en lo físico y un área en donde ella no resulta creíble (¿acaso no estaba disponible Rosario Dawson para el papel??). Mary Elizabeth Winstead está pasada de tubos y se ve como un camionero (¿dónde quedó esa belleza de Scott Pilgrim, la precuela de The Thing y 10 Cloverfield Lane de la cual estaba enamorado?), y al menos Jurnee Smollett-Bell rebosa de energía y carisma, tanto que le daría una película a ella sola. La invitada a la fiesta es Ella Jay Basco, la que desborda de picardía con 13 años y es la compañera ideal de viaje para las locuras de Harley Quinn. Está visto que la Quinn seguirá camino con otra película propia y que acá quisieron presentar a las Aves de Presa para su propia franquicia, cosa que dudo que prospere porque – por mas buenas críticas que haya tenido – el filme no llegó a los 200 millones de dolares de recaudación, un vuelto comparado con los standares que recaudan las películas de superhéroes. ¿El por qué del fracaso?. Quizás porque el melodrama del rompimiento de Harley devora demasiado tiempo… o quizás sea porque el de los superhéroes es un club de varoncitos, donde solo pueden tener éxito historias como la de Capitana Marvel, que es una standard de superhéroes pero sin pito. Quizás el feminismo en este género pase por otro lado – no por cuestiones del corazón como en Aves de Presa -, sino porque una superheroína puede tener una visión mas humana del mundo que la de los hombres, que es la razón por la cual brilló tanto Mujer Maravilla. Aves de Presa es muy muy divertida si uno no le presta demasiada atención a la liviandad de la historia, a los enredos narrativos y al exceso de personajes sin trasfondo dramático. Cuando patean traseros es genial – cortesía del mago Chad Stahelski -, y cuando acierta con el humor es la bomba. Margot Robbie es deliciosa todo el tiempo – por favor, que alguien le mande una nota a Brie Larson sobre cómo interpretar con gusto a un personaje de comic que usa calcitas -, el tono es mucho mas zarpado que su predecesora Escuadrón Suicida (y por eso arranca mayores risas), y es muy llevadera. No, no es la versión DC y femenina de Deadpool (aunque quisieron hacer algo parecido) ni el filme que revolucionará el género; pero si te metes entre las cuatro paredes de un cine la vas a pasar bien, aunque sea tan solo por admirar el desparpajo de la Robbie, la cual es una ladrona de escenas constante que se merece nuestro mejor aplauso.
Las fallas más evidentes como la ridiculez del villano o lo intrascendente del conflicto se contagian de un cocktail popero que por momentos divierte. Rescatable el carácter infantil a lo Looney Tunes de Margot Robbie.
Hasta hace algún tiempo, sagas como “Superman” o “Batman” poseían una presencia en pantalla y una contundencia que hoy día no se encuentra; pareciendo que el traje de superhéroe se lo calza cualquiera. El rejunte de héroes del cómic que super transitan la cartelera contemporánea en “The Avengers”, parece más un intento taquillero, furioso y desmedido que un proyecto serio, consecuente y acabado. Tan impensado como el desaprovechado talento dramático de Robert Downey Jr. y su (no tan) nueva etiqueta de héroe de acción del cómic, una desproporción gigantesca. Siguiendo las pautas que las moda indican, la flamante “Aves de Presa” retoma la historia luego de “Escuadrón Suicida” (2016), recurriendo a la cada vez más frecuente moda de los spin offs, en donde personajes secundarios de determinada historia ven evolucionar de determinada manera que acaban convirtiéndose en héroes populares y protagonistas de historias independientes. Este fenómeno ocurre muy a menudo en el cine de super héroes, como sucediera con “Wolverine” de X-MEN (en “Logan”, de James Mangold) o más recientemente con “Guasón”, de Todd Phillips. Justamente, “Aves de Presa” cuenta la historia de la secuaz y compañera de ‘Joker’ (el rol que interpretara el músico y actor Jared Leto); se trata de Harley Quinn, quien se une a las super-heroínas para salvar a sus compañeras de un malvado criminal. El personaje de la ‘chica superpoderosa’, toma las riendas de la historia en una suerte de empoderamiento femenino, protagonizado por Margot Robbie (recientemente nominada al Oscar por “El Escándalo”) y su inclusión otorgó algo de prestigio a esta secuela a la irregular película de David Ayer, constituyendo uno de los títulos más esperados de los seguidores de la saga. Warner Bros encaró este nuevo proyecto, con dirección de la realizadora asiática Cathy Yan, en relación a esta serie de personajes de DC Comics que cuenta con Ewan McGregor como el villano ‘Black Mask’. De modo absolutamente previsible, la trama se debate entre superhéroes de fantasía y batalla por super poderes: la guerra contra del sistema está declarada. Como suele ocurrir en este tipo de propuestas, la eterna lucha entre el bien y el mal por la supervivencia cobrará vida cuando la oscuridad parece cernirse sobre los protagonistas de esta fábula, interpretados por un elenco sin mayor relevancia, salvo los nombres ya apuntados. “Aves de Presa” dista de ser un homogéneo producto de acción, sin cumplir a la altura de lo esperado. ¿Será su leve tránsito en cartelera el remanido anuncio de un siguiente capítulo por venir?
Un cóctel light de DC Bueno, luego de haber visto la esperada ''Birds of Prey'' puedo decir que el resultado final no es ni MUY, MUY, ni TAN, TAN. Se dividieron bastante las aguas a la hora de reseñar este film, tanto entre los críticos especializados como entre los espectadores. Por un lado están los que dicen que es una película excelente, de gran acción y humor negro desvergonzado que enaltece la figura del personaje de Harley Quinn. Del otro lado del ring, tenemos a los que la mataron, que dicen que es otro film basura justo un poquito por encima de ''Suicide Squad'', con poca alma y aburrida. Creo que es algo más bien entremedio. ¿Qué tiene de buena este película? Creo que en términos generales, DC ha logrado ordenarse mucho con respecto a las historias que quiere mostrar. La era Snyder era muy profunda y con mucho contenido para mostrar en 2 horas de duración. Si bien a mí me gustaron mucho sus trabajos, entiendo la crítica general que se le hacía en la que se resaltaba que habían tantos elementos donde vueltas en el guión que muchos espectadores terminaban por saturarse o sintiéndose emocionalmente agotados. Había mucha densidad de los personajes y sus historias, y quizás se quería abarcar mucho. Con los últimos lanzamientos como ''Wonder Woman'', ''Aquaman'' o ''Shazam'', se notó un cambio de dinámica hacia contenidos más livianos, breves y ordenados. Esto se ve reflajado en el guión de ''Birds of Prey''. No quiere ser la mejor película de DC, ni del universo cinematográfico de los superhéroes, simplemente quiere ser un producto entretenido con algunos plus que la levantan en calidad. Entonces aquí no van a encontrar una densidad de personaje super compleja. Lo que van a encontrar es un personaje principal con mucho carisma, que se las arregla para seguir gustando mucho a su público y a los espectadores ocasionales que quisieron ver de qué va la vida de Harley Quinn. Se van a encontrar con situaciones imposibles de acción que son conscientes de sí mismas y no se toman tan en serio, pero que a la vista resultan muy atractivas. Se van a encontrar con idas y vueltas en el tiempo que mantienen atento al público para que termine de armar bien el rompecabezas. Se van a encontrar con mucho color y heroínas más bien terrenales, medias freakys, torpes y sin demasiados aires de ''salvadoras de la humanidad''. Todos estos elementos creo que son buenos y refrescantes para el cine de superhéroes. Ahora, esa historia liviana y ordenada que presentan la directora Cathy Yan y la guionista Christina Hodson, tampoco es una maravilla que vuela la cabeza. Está bien pensada y logra el cometido de entretener sin tomar al espectador por tonto, punto. No hay mucho más que resaltar en este sentido, y por eso no es una propuesta de la que se puedan emitir demasiadas loas. No es ''The Dark Knight'' ni pretende ser un producto de esa envergadura. Y esto engancha con los aspectos más negativos de la propuesta. Uno es la falta de trascendencia de ''Birds of Prey''. Realmente no es una historia de la que nos vamos a acordar demasiado. Otra cuestión es el peso de los personajes que participan de la trama. Harley Quinn se lleva casi toda la atención, y al menos yo me quedé esperando más participación de las demás heroínas. Es básicamente una película de origen en cuanto al equipo que terminan formando, pero creo que quedaron desproporcionadas las participaciones. The Huntress (Mary Elizabeth Winstead) por ejemplo, que es un personaje muy copado, acá tiene muy poco minutos en pantalla. Creo de hecho que es la que menos aparece. A Black Canary (Jurnee Smollett-Bell) le faltó polenta, más mística de héroe y menos detective cantante. Los personajes de Renee Montoya (Rosie Perez) y Cassandra Cain (Ella Jay Basco) digamos que están bien. Otro que resaltó bastante bien fue Black Mask, el villano interpretado por Ewan McGregor. Diría que este junto al de Harley Quinn son lo mejorcitos. En fin, creo que ''Birds of Prey'' no es de lo mejor de DC ni de lo más flojo. Entretiene y presenta una historia ordenada y prolija, pero falla en lograr un efecto duradero en el público que se retira de la sala con un gustito a medio poco.
"Más y más Harley Quinn". Si bien se presenta como un film sobre un grupo de heroínas, Margott Robbie vuelve a destacar con su clásico personaje de "chica mala" Dieciocho años han pasado desde la última vez que Warner Bros. adaptó el comic de Birds of Prey, aunque en aquella ocasión lo hizo de manera mucho más fiel al comic original, con un escuadrón compuesto por Bárbara Gordon (la hija del comisionado y ex Batichica), Canario Negro y Cazadora (Huntress, hija de Batman y Catwoman).