Ya hemos hablado en otras ocasiones de Linterna Verde, uno de los máximos personajes del panteón de superhéroes de la DC Comics. Linterna Verde nació en 1940 y era basicamente un super héroe standard cuyos poderes venía de una linterna mágica. Como la premisa no sonaba interesante, nunca fue demasiado popular y el personaje terminaría siendo archivado en 1949. La segunda oportunidad llegaría a finales de los años cincuenta, cuando la Era de Oro del Comic cayera en una crisis irrecuperable. Terminada la Segunda Guerra Mundial, los superhéroes - que usualmente era representaciones alegóricas del espiritu norteamericano - ya no tenían enemigos de la vida real con quien pelear. Bah, las editoriales habían sustituído a los nazis con los comunistas rojos, pero el público había entrado en una etapa de saturación tal que resultaba imprescindible reinventar el género. Así es como la DC Comics decidió despacharse con un experimento, tomando algunos personajes menores (o archivados), y relanzándolos con profundos cambios como para ver cómo reaccionaba el público (y si ésa era la línea correcta para remodelar a los personajes estrella de la editorial como Batman y Superman). El primero en cruzar la línea fue The Flash en 1958 y le seguiría Linterna Verde en 1959, marcando el inicio de la llamada Era Plateada del Comic. Allí es cuando John Broome y Gil Kane tomaron el nombre del personaje pero elaboraron una historia completamente diferente, creando el cuerpo de élite, los Guardianes de Oa, la mitología de la energía verde y la energía amarilla, etc, etc; todo el folklore clásico de la historieta tal cual la conocemos hoy en día. Ahora llega esta versión para la pantalla grande de la mano de Martin Campbell, el responsable de rebootear exitosamente la saga de James Bond en dos ocasiones (con Goldeneye y Casino Royale). Si uno tuviera que elegir director para este proyecto, Campbell no es el primer nombre que se me viene a la cabeza - su experiencia más cercana con un super héroe (o algo parecido) ha sido con la saga de El Zorro, en donde la película original fue genial pero la secuela fue un bodrio mayúsculo -. Eso no quita que Campbell no deje de ser competente, que es lo que se deduce después de ver el filme. Acá todo es muy correcto y prolijo aunque algo insulso, y solo hay dos o tres escenas en donde la película dispara algo de adrenalina. Ciertamente uno de los méritos de Linterna Verde es que es respetuosa y fiel al original. Hay algunos cambios en el perfil de los personajes - por ejemplo la entidad Parallax, que en el comic era una forma de energía maligna que terminaba por poseer a una de las encarnaciones de Linterna Verde (precisamente Hal Jordan) y lo transformaba en un villano, y que aquí figura que es un antiguo guardián de Oa, deslumbrado por el poder de la energía amarilla -, pero la inmensa mayoría está ok. Como héroe está Ryan Reynolds, el que funciona muy bien tanto para las secuencias heroicas como para los momentos de comedia. Acá el héroe es bastante descartonado, siguiendo un perfil similar al que aparecía en la versión animada Linterna Verde: Primer Vuelo, y eso da pie a un par de secuencias cómicas logradas. También está el excelente Mark Strong como Siniestro, aunque su rol está severamente acotado. El papel de villano está dividido entre un CGI - la entidad Parallax - y Peter Sarsgaard, quien interpreta a Hector Hammond con mucha naturalidad. Posiblemente la perfomance de Sarsgaard sea lo mejor del filme, actoralmente hablando. Y si bien los efectos, la dirección y los actores son muy buenos, los problemas de Linterna Verde pasan por el libreto, que simplemente es chato. Considerando la cantidad de gente que le metió mano, resulta sorprendente que todos estos tipos no hayan escrito diálogos más inspirados o no hayan pulido un poco más las escenas. Por ejemplo, la secuencia en la que Abin Sur se estrella en la Tierra y es hallado por Hal Jordan es innecesariamente rebuscada - hubiera sido mejor que el alienígena chocara con Jordan durante la secuencia de la prueba de vuelo (tal como en el comic), en vez de que el protagonista termine el vuelo, se coma una reprimenda, visite a la familia y se pelee con la novia mientras el guardián galáctico está agonizando en otra parte del planeta durante días -. Del mismo modo el libreto se empecina en generar escenas en nuestro planeta, plagadas de personajes completamente desabridos (las participaciones de Tim Robbins y Angela Bassett son completamente nominales y no le importan a nadie), y forzando un romance insulso con la chica de turno. El tema es que Linterna Verde es un héroe galáctico y debería pasar todo el tiempo en Oa, entrenándose y escuchando apasionantes historias sobre las hazañas legendarias de los guardianes del universo... pero como hacer tantas secuencias en un planeta alienígena hubiera salido muy costoso, el libreto inserta con calzador escenas de relleno en la Tierra. Todo esto podría haberse podado, dando mayor intensidad al proceso de descubrimiento y entrenamiento del héroe, y dándole una perspectiva mucho más épica sobre lo que trata su tarea. Acá Hal Jordan va y viene de Oa como quien toma el colectivo 60 a Tigre, y nunca se lo ve demasiado deslumbrado por los recientes cambios que han afectado a su vida. El otro punto en contra es el villano, que es anónimo. Parallax es un CGI que habla poco y carece de profundidad, y Hector Hammond es un sicótico con una cabeza XXL, pero ninguno representa una amenaza decente. Y el que podría ser el antagonista principal - Siniestro - está "tapado" como para revelarse sobre la hora en una posible secuela. Todo esto no quita que haya momentos inspirados. La pelea contra Parallax es excepcional (aunque algo corta) y es la primera vez que un filme de superhéroes con actores logra captar la intensidad y el despliegue que caracteriza a las historietas del género. Si uno, por ejemplo, lo compara con las patéticas peleas con cables que tenía Christopher Reeve en Superman 2, el climax de Linterna Verde es glorioso. Linterna Verde es dispar, con cosas muy buenas y cosas ok. Yo hubiera traído a otro guionista para inyectarle vida a los diálogos y pulir escenas, y hubiera puesto a un director mas comiquero. En absoluto es un mal filme; simplemente toma una premisa de gran potencial y la ejecuta rutinariamente, lo cual tiene algo de decepcionante.
Tiene buenos efectos especiales, una historia bastante entretenida, buenas actuaciones, buena dirección, etc. etc. Todo muy lindo, pero no me terminó de llenar, y al final me resultó una más de tantas. Creo que el hecho de que Hollywood nos esté brindando tantas películas de este estilo con tan poco tiempo entre una y otra, hace que...
La maldición verde Hollywood piensa en verde, pero el color no le sienta bien: Hulk, El avispón verde y, ahora, otro despropósito como Linterna verde... Cuesta entender cómo a partir de una de las franquicias históricas y emblemáticas de DC Comic, de un muy generoso presupuesto de 200 millones de dólares y del aporte de un director que en otros casos se ha mostrado muy competente como Martin Campbell (trabajó en las sagas de El Zorro y James Bond) se haya llegado a este producto tan torpe, elemental, desabrido y que ni siquiera resulta demasiado atractivo en términos visuales (las CGI están bastante por debajo de la media). Y el 3D, otra vez, no agrega demasiado (bueno, sí, oscuridad a la pantalla). No busqué los antecedentes del amplísimo equipo de guionistas contratados para la ocasión, pero -como dice la jerga- "no se les cae una idea". La lucha entre el Bien y el Mal (en este caso, los integrantes del cuerpo intergaláctico de los Linternas Verdes contra el poderoso Parallax, que amanaza con exterminar la Tierra) es de lo más básica, pero el principal problema ni siquiera es ése. El desarollo (casi nulo) de los personajes, el escaso carisma de Ryan Reynolds en el papel protagónico, su "decorativa" relación con la bella Blake Lively, los vanos intentos de lograr distender la cosa con algún que otro destello de humor absurdo... Todo luce aquí feo y viejo. Uno de los hallazgos de todo film sobre superhéroes que se precie de tal suele ser el aporte de los personajes secundarios (los malvados, los sensibles, las chicas bonitas, los ridículos que sirven de cómic-relief). Aquí, en cambio, no hay ninguno con un mínimo de consistencia, jerarquía o interés. Por allí deambulan (con más pena que gloria) desde Tim Robbins en el papel de un senador hasta Angela Basset como una investigadora del gobierno, pasando por Peter Sarsgaard como un malvado y deforme científico al servicio de Parallax. El único consuelo luego de semejante fracaso artístico y comercial es que difícilmente haya precuelas, secuelas o remakes, al menos por bastante tiempo. Aunque en Hollywood nunca se sabe.
Un superhéroe deslucido Para todas aquellos ávidos fanáticos de los films sobre superhéroes, el estreno de este Linterna Verde (Green Lantern, 2011) es sin duda un momento para celebrar. Pero una vez que el momento llega, lo ideal sería que esté a la altura de las expectativas. Aquellos seguidores pueden sentir entonces un afecto especial por el film, más allá de sus falencias. Pero para el espectador al que sólo le interesa ver una película sobre superhéroes para divertirse un rato, este film podría ser obviado: como entretenimiento es apenas aceptable. Hal Jordan (Ryan Reynolds) es un piloto de pruebas. Un joven valiente, con un espíritu arriesgado, aunque con el recuerdo del accidente de su padre -también piloto- perturbándole la mente. Una noche Hal recibe de un alienígena un anillo verde que le otorga poder, que a su vez se recarga con una batería (la linterna del título). La misión de este extraño ser era encontrar en la Tierra a un individuo lo suficientemente idóneo para convertirse en un Linterna Verde, una fuerza espacial intergaláctica que mantiene la paz y la justicia en el Universo y su fuente de energía proviene de la voluntad. El miedo, por su parte, representa lo opuesto, o sea, la debilidad de estos individuos, de la que se alimenta el mayor enemigo de los Linterna Verde. Hal deberá demostrar que, a pesar de desconocerlo, la elección de Albin fue la correcta, y se enfrentará a su peor enemigo: el miedo. La relación de Hal con el nuevo desafío de ser un Linterna Verde se produce como un hecho casi natural. El extrañamiento es un detalle menor, como si convertirse en superhéroe fuera algo de este mundo. Aparentemente también es incuestionable por qué lo eligen a él. Son algunas incógnitas que dan a entender que el film está pensado sin ninguna problematización y en forma lineal. El director Martin Campbell resuelve las escenas referidas a su transformación de un modo bastante aburrido. La trascendencia de su cambio parecería ser menos importante que la relación con Carol Ferris (Blake Lively), la joven y bella piloto, hija del jefe de Hal, ex pareja del protagonista y su actual objetivo de conquista. Si bien Hal es un personaje controversial, pues sus debilidades humanas representan su mayor peligro, en el film apenas se destaca ese aspecto. Su condición no lo convierte en el candidato perfecto para ser un linterna verde y eso es un conflicto clave para el personaje. El director se apoya básicamente en el carisma del personaje, y en mostrar de qué manera su nuevo estatus lo ayuda con su conquista femenina. A pesar de tener un personaje tan rico todo se diluye en banalidades. Podría esperarse, entonces, que los nuevos universos y seres que conoce este héroe novato sean el fuerte del film, marcando la naturaleza de la película desde sus apabullantes efectos e ingeniosas imágenes. Sin embargo, esta esperanza se desvanece por completo y, así como las escenas del mundo humano se tornan chatas, el universo del cómic también se desaprovecha desde lo cinematográfico, pensándolo más bien como una mera ilustración -valga la redundancia- que como un film en sí mismo. Linterna Verde hace un enfoque meramente comercial, cuasi infantil, sin ninguna búsqueda más que usar un nombre conocido para hacer un film sin ambición. Así como Hal se permite arriesgar su vida, la película hace todo lo contrario. Resulta de esto un film pacato, obvio, y sin vuelo.
Sigue la lluvia de superhéroes Otro personaje de historietas que llega, discretamente, al cine. Hal Jordan, el joven que se convierte en Linterna verde, le cuadra cierta observación de Freud: “El hombre ha llegado a ser un dios con prótesis”. Jordan (un amable aunque anodino Ryan Reynolds) es un piloto de avión capaz pero irresponsable, que lleva una vida sin compromisos y esconde un trauma (la muerte de su padre, también aviador, en un accidente), hasta que desde otra galaxia le llega una pesada misión: convertirse en salvador, en héroe, a partir de un anillo que le entrega un alienígena en agonía. No es necesario relatar argumentos. Sólo recordar que ese anillo es un “arma” vinculada con la imaginación. Lo que desea Linterna verde se convierte en una módica realidad, salvadora en momentos de peligro. Por otra parte, para combatir a Parallax, poderoso villano que quiere destruir a la comunidad de los linterna verde, al superhéroe se le exige que no tenga miedo. Pero él, un hombre al fin, a pesar de su “prótesis” anular, confesará que tiene temor. Debilidad o, quién sabe, fortaleza humana Es cierto que, en el bombardeo de superhéroes de historieta que está lanzando el cine, Linterna verde -esta película- no cuenta con la munición más pesada. Su argumento, sus diálogos y sus imágenes, en comparación con las de otras grandes producciones, son sencillas. El resultado: discreto, pero no indigno. Sobre todo en los (breves) pasajes en que se imponen el humor y la humanidad en torno al protagonista. Un déficit marcado es que el realizador Martin Campbell, que dirigió las sagas de James Bond y El Zorro , no trabajó en profundidad los personajes secundarios. Así se pierde, por ejemplo, el trabajo de actores como Tim Robbins, quien interpreta a un senador cuyo hijo (Peter Sarsgaard) es un científico denigrado por el padre y convertido en enemigo de Linterna verde en la Tierra. Más allá de los resultados de este filme, hay promesa de saga: el amarillo, color de los villanos de la película, brilla después de los créditos finales.
Con poca luz Es sabido que DC está actualmente a años luz de lo logrado por Marvel en cuanto al traspaso de sus personajes al cine. Desafortunadamente el bueno de Hal Jordan/Linterna Verde no puede hacer mucho al respecto. La decisión artística tomada para llevar a este personaje a la pantalla no parece ser la más acertada. Empecemos por lo liviano del guión. Tres o cuatro gestos del protagonista y un flashbak poco sutil bastan para delinear con trazo grueso la personalidad de Jordan. Previamente, una voz en off nos cuenta que los "Linternas Verdes" son guardianes pacificadores intergalácticos, distribuidos en miles de sectores determinados en el espacio. Uno de esos guardianes cae herido mortalmente en la tierra, pero antes de perecer hace que su anillo busque a un digno poseedor. Sí, obviamente elige a Hal Jordan. El anillo en cuestión brinda a su poseedor la posiblidad de materializar todo lo que desee, además de dotarlo de fuerza sobrehumana. Esos poderes le serán necesarios a Jordan para combatir a Parallax, gigantesca amenaza para los Linternas. Si en "Spider-Man" aprendemos que con un gran poder también viene una gran responsabilidad, en este filme tratan de mostrarnos que el valiente no es el que no teme, sino quien supera el temor y se sobrepone a él. Sobre esta premisa pivotea la historia. Sigamos con los aspectos visuales. Los dibujos digitales remiten a una historieta más bien infantil, y no a esas novelas gráficas que tan bien le han hecho al universo del cómic. Que los trajes sean también digitales restan la movilidad humana que aporta una mínima credibilidad a la ficción. En conclusión, estamos ante una realización que mezcla dibujos animados con actores reales y el resultado no es favorable. Para resumir: "Linterna Verde" es lo bastante infantil en su planteo como para ser asociada con las dos producciones que DC tiene en producción. La tercera entrega de Batman a cargo de Christopher Nolan y la nueva oportunidad -¿final?- para Superman parecen estar muy alejadas de esta propuesta simplona y de poco vuelo. Tal vez, en esta falta de coordinación en cuanto formas de tratar el producto radique el motivo por el cual DC no logra alcanzar a Marvel.
Después de tantos años finalmente el sueño de muchos fans de Linterna Verde finalmente se concretó y el superhéroe llegó a la pantalla grande. Si bien la película es muy entretenida creo que no llega a estar al mismo nivel de Thor y Capitán América, por la sencilla razón que le faltó más dedicación y trabajó al guión que crearon para el cine. Es loco porque Warner en los últimos años viene haciendo cosas maravillosas con los largometrajes animados de superhéroes que realiza Bruce Timm, pero no logran armar equipos del mismo nivel, salvo por el caso de Batman o Superman, cuando tienen que desarrollar este tipo de producciones live action. Hace poco pudimos ver el desastre que hicieron con Jonah Hex, otro clásico de la editorial DC que ni siquiera llegó a los cines argentinos. Este film tiene sus virtudes, pero en general es una producción muy despelotada, donde el director intentó abarcar más cosas de las que podía manejar y en un punto la historia se le fue de las manos. En ese sentido, el largometraje animado (disponible en dvd) Linterna Verde: Primer Vuelo a nivel argumental presenta un trabajo superior a este estreno. La trama estuvo claramente inspirada en el cómic “Linterna Verde: Secret Origins”, de Geoff Johns, (excelente historieta, por cierto) que hace poco narró el origen definitivo del personaje. El gran problema de la película es que al director se le complicó equilibrar los momentos que el protagonista vive en el universo de los Corps y las situaciones que enfrenta en la Tierra. El personaje va y viene todo el tiempo de un lado para el otro y hay un montón de cosas que quedan en el aire. Por ejemplo, al comienzo del film se nos presenta a los hermanos y al sobrino de Hal Jordan que después nunca más vuelven a aparecer en la historia como si no hubieran existido. Luego de promocionar durante meses con posters a personajes entrañables y queridos por los seguidores del cómic como Killowog y Tomar- Re, en el film ambos tienen una breve participación. Esto es tal vez lo más decepcionante. Hal Jordan apenas interactúa con el resto de los Corps y su entrenamiento cuando recibe el anillo se resume en dos minutos. Todo el proceso del origen del héroe se narra demasiado rápido y Hal pasa de la nada, de ser un tipo común y corriente a un superhéroe que salva el mundo. Por otra parte, no se entiende que los productores convocaran a un actorazo de primer nivel como Geoffrey Rush, quien interpreta con su voz a Tomar-Re, y apenas tenga una escena para destacarse. Es una lástima porque el trabajo que hicieron con los efectos especiales es brillante. Todos los escenarios del planeta Oa y estos personajes mencionados, que fueron realizados por animación computada estuvieron excelentemente recreados. Lo mismo ocurre con el trabajo de los actores, Blake Lively (Carol Ferris), Peter Saarsgard (Hector Hammond) y Mark Strong (Sinestro), quienes capturaron a la perfección con sus actuaciones la personalidad de esos clásicos personajes. Ryan Reynolds dentro de todo hace un trabajo decente, pero es probable que los fans de este superhéroe encuentren su interpretación más cercana a Kyle Rayner, el Linterna Verde, que surgió en los ´90, que el tradicional Hal Jordan. La secuencia de acción final es totalmente épica y el 3D estuvo muy bien trabajado. Linterna Verde, en términos generales, es una buena película pochoclera y entretenida, pero la realidad es que por el material que brindaba la historieta se podía haber hecho un film superior. Linterna es un personaje muy importante que da para muchísimo más. Sus seguidores lo saben. No en vano el cómic sigue vigente desde hace 70 años, si bien Hal Jordan recién apareció en 1959. De todas maneras, si pulen estas cuestiones argumentales y le dan más espacio al resto de los Corps pueden hacer una gran secuela porque el material ya lo tienen y hay todo un universo de ficción muy interesante que queda por ser explorado.
La temporada de películas superheróicas oficialmente bajó la persiana. No fue un año que quedará en la retina de los fanáticos, tanto por la cantidad o por la calidad de los estrenos de protagonistas con capas, pero no fue para nada malo. Este cierre llega de la mano de Linterna Verde, el único héroe de la inmensa galería que tiene la editorial DC Comics –contraparte de Marvel- que estrenó película este año y uno de sus más representativos. En esta oportunidad nos situamos en un universo donde hay una fuerza intergaláctica de policías que controla cada uno su sector. Esta Policía Federal a escala universal se llama Cuerpo de Linternas Verde y esta conformada por seres tan variopintos como un insecto o un ente con cuerpo de piedras. Va a revivir su peor amenaza cuando, Parallax, un ser formado y alimentado por miedo -la sensación enemiga por antonomasía de los Linterna Verde- escape de su prisión con ganas de venganza. Dentro de este polvorín a punto de estallar espacial, Hal Jordan -un piloto aeronáutico de pruebas que tiene algunos asuntos de miedo irresueltos por la muerte accidental de su padre- es el primer humano seleccionado para formar parte del Cuerpo. La selección de Jordan (Ryan Reynolds) es motorizada a partir de la muerte a manos de Parallax de, Abin Sur, uno de los Linterna Verde más destacados. Como quien no quiere la cosa, el muchacho va a empezar a ser entrenado en su nuevo trabajo a escala universal para ser un miembro competente del Green Lantern Corps, tal es el nombre original. El poder de los Linterna Verde viene a través de la voluntad de cada usuario y canalizado a través de un anillo que recibe. Eso es en cuanto a la descripción argumental de la película, ahora tratemos de ver que es lo que le pasa a LV. No es aburrida. En ningún momento miré el reloj para ver cuanto faltaba para que termine, lo que ya es algo a favor. Pero de lo que sí peca es de cierta previsibilidad, el jugar a seguro. Convengamos que no hay muchas historias para contar en el cine, especialmente en el sub género superheróico. LV sigue el patrón del hombre de buen corazón, a quien se le da un poder y responsabilidad que acepta, luego renuncia por no sentirse adecuado, para terminar aceptando su suerte, superar el obstáculo que tenía y tomar el lugar que le corresponde. Casi como si fuese un juego de seguir los puntos en una revista infantil. A ver, me puede decir que pasa lo mismo en la Spider-Man 2 de Sam Raimi. Y probablemente tengan razón, pero Raimi saltea algunos puntos, vuelve sobre otros para llegar al final que todos sabemos que va a tener. En definitiva el trayecto es totalmente distinto. Linterna Verde da por momentos la sensación de no tomarse en serio ni a sí misma. Un amigo del protagonista, cuyo objetivo pretendía ser un comic-relief, le hace un chiste por su primera aparición pública y la ridícula elección que tomó para salvar a un grupo de personas. O el interés romántico, la absurdamente bella Blake Lively, le pregunta si realmente cree que un antifaz que cubre los pómulos y ojos le va a ocultar la identidad. Martin Campbell, director que trató de aunar los conceptos de media docena de guionistas acreditados y que ha sabido revivir la franquicia de 007 con Casino Royale, no logra que simpaticemos por Jordan en ningún momento. Lo deja al pobrecito Reynolds, que hace un buen trabajo con el material que le dieron, todo el trabajo. Los efectos especiales, especialmente cuando la acción se traslada al planeta del que los Linterna son originarios, Oa, donde nuestro protagonista empieza su entrenamiento y a entender que forma parte de algo muchísimo más grande que él es poco menos que brillante. Una vez más, flaco favor le hace el 3D a la película. No agrega ningún tipo de profundidad y puede llegar a estar justificado (léase bien usado) en el tramo del entrenamiento del Linterna novato. Se entiende a partir de que es el formato de 3D pero con la reconversión. Aquellos conocedores de la mitología del personaje quedarán esperanzados con el protagonismo que tomaría el personaje de un enorme Mark Strong, Sinestro en una posible –pero aun no confirmada- secuela como el villano de turno. Quizás haya sido porque el estándar en cuanto a este tipo de películas se haya levantado en los últimos años, pero Linterna Verde no es decididamente mala, aunque muy esta lejos de ser redonda.
La voluntad es energía Respetando la línea de las últimas adaptaciones cinematográficas de cómics longevos, aquí tenemos otra propuesta relativamente entretenida que si bien nunca llega a derrapar de manera grosera tampoco entusiasma demasiado ni nos invita a contemplar algo más que un melodrama eficaz de raíces griegas y recargado con mucha pirotecnia: este “estado de cosas” -vinculado en gran parte a una prolija exaltación de la medianía- de por sí no tiene nada de malo y permite afirmar que Hollywood está exigiendo a sus directores mayor homogeneidad general y menos “jugadas riesgosas” que puedan hacer tambalear la taquilla. El problema con este modelo de producción es que eventualmente el público se percata de los mecanismos intervinientes y comienza a rechazar convites simpáticos aunque cada vez más reiterativos: de hecho, Linterna Verde (Green Lantern, 2011) decepcionó en Estados Unidos y para colmo cuenta con numerosos puntos de contacto con sus “hermanas gemelas” Thor (2011) y Capitán América: El Primer Vengador (Captain America: The First Avenger, 2011). Hablemos de obras de DC o de Marvel, el eje principal a la hora de la traslación a la pantalla gira alrededor de no importunar a nadie y saturar el ojo con los CGI. La trama combina distintos pasajes de los macro períodos de la historieta para construir una mixtura agradable que por suerte no se toma muy en serio a sí misma: el piloto de pruebas Hal Jordan (Ryan Reynolds) es “elegido” por el anillo de un extraterrestre moribundo para ocupar su lugar junto a los Linternas Verdes, un cuerpo intergaláctico dedicado a defender la paz y la justicia. Mientras se somete al entrenamiento de rigor y trata de comprender aquello de que “la voluntad es energía”, en simultáneo escapa de su encierro Parallax, una entidad que se alimenta del miedo y que desea vengarse de la cúpula de nuestro escuadrón. Desde hace tiempo una de las estrategias predilectas de la industria -en cuanto a tanques sustentados en el apartado visual se refiere- es la de seleccionar a un actor con poco poder para que no imponga condiciones ni porcentajes y rodearlo de apellidos de prestigio con el fin de que los espectadores circunstanciales que desconozcan al personaje central no se sientan tan fuera de contexto. El presente film no es ninguna excepción y ofrece un elenco interesantísimo que incluye un catálogo de lo más variado (Tim Robbins, Geoffrey Rush, Angela Bassett, Mark Strong, Peter Sarsgaard, Jay O. Sanders y Michael Clarke Duncan). Como suele ocurrir en estos casos, la catarata de estereotipos de un guión previsible está compensada por la química de la pareja protagónica: un solvente Reynolds, quien viene de la magnífica Enterrado (Buried, 2010), y la hermosa Blake Lively, una verdadera revelación que hasta este momento había pasado algo desapercibida. A pesar de que la fórmula descubierta gracias al éxito de Iron Man (2008) y Hulk: El Hombre Increíble (The Incredible Hulk, 2008) empieza a mostrar su cansancio luego de tantas réplicas, la película aprovecha su propia levedad prescindiendo de redundancias y/ o diálogos altisonantes…
Anexo de crítica: A diferencia de otros films de superhéroes, el acierto de Martín Campbell fue saber agregar el humor a un guión muy poco interesante que pretende abarcar mucho, mezclando historias de los comics originales pero que se traiciona a sí mismo con altas cuotas de digresión y carencia de ideas. Los efectos especiales oscilan entre el exhibicionismo gratuito y la funcionalidad a favor de la historia, que muestra sus mayores defectos a nivel narrativo apelando siempre al carisma de Ryan Reynolds para superar los problemas estructurales de fondo. La lucha entre la voluntad y el miedo como parte del aprendizaje y entrenamiento de este superhéroe son el eje conceptual que no encuentra gran desarrollo entre la pirotecnia y la parafernalia visual, ni tampoco a partir del conflicto personal que arrastra un trauma infantil. Eso pareciera no importar tanto a los siete guionistas acreditados, quienes dieron más preponderancia al espectáculo -con un saldo irregular- que a la parte filosófica del relato, el cual si bien no abusa de solemnidad tampoco termina por explotar la figura de uno de los superhéroes menos interesantes de la historia de los comics...
Una película muy verde A más de dos meses de su estreno en Estados Unidos hace presencia en nuestras pantallas de cine Linterna Verde, el film del superhéroe creado por Dc Comics que en esta ocasión fue protagonizado por Ryan Reynolds. En resumidas cuentas Linterna Verde nos contará como Hal Jordan, un irresponsable piloto de avión, se hace con un poderoso anillo que lo convertirá en una especie de guardián del universo. Obviamente que el proceso de transición no será sencillo y Hal deberá superar sus propios miedos para llegar a vencer a un ¿temido? adversario que justamente se alimenta de ese sentimiento. Lamentablemente este film dirigido por Martín Campbell dista demasiado de ser la adaptación que el héroe verdoso merecía, debido a la falta de personajes secundarios que releven a Reynolds, al molesto subrayamiento de ciertas cuestiones "heredadas" de nuestro protagonista y principalmente a la falta de un enemigo realmente temible. En todo el film no existe ningún partenere, más allá de algunos momentos a cargo de Blake Lively, Peter Sarsgaard y Tim Robbins, que logre desviar nuestra atención por sobre el protagonista, que es realmente quien carga con la película todo el tiempo sobre sus hombros. Y cuando digo todo el tiempo, es todo el tiempo, ya que los momentos cómicos corren por cuenta de Reynolds, al igual que los dramáticos, los románticos y los emotivos. A lo largo de sus 114 minutos, Campbell se/nos cansará de mostrarnos una y otra vez por medio de algunos flashbacks, diálogos y otros recursos que nos demostrarán que los miedos que posee Hal Jordan son cuestiones surjidas ante el accidentado fallecimiento de su padre. No conozco en profundidad a todos los enemigos de Linterna Verde, pero me pareció un error gigante incluir como villano máximo a uno creado por CGI, debido a que el temor que debe generar este monstruo (en realidad es una nube negra con una cara fea) jamás se logra concretar. Incluso las apariciones de Peter Sarsgaard, en una muy buena interpretación como Hector Hammond, son mucho más temibles y turbulentas que las de quien lo controla. Y como si esto fuera poco la maduración de Jordan ni siquiera es bien llevada, porque si esto aunque sea se hubiera hecho bien estaríamos en presencia de un film algo más redondo. En aproximadamente unos 90 minutos se nos están demostrando las dificultades de Linterna Verde para superar sus problemas y hacerse cargo de su poder, para que en una escueta charla (carente de toda emoción) con la linda Carol Ferris logre dejar de lado sus miedos y enfrente al villano más malo de todos. Más allá de las intervenciones de los actores que mencionamos más arriba si fue una buena elección que Ryan Reynolds sea el encargado de portar el anillo, ya que es uno de los pocos valores positivos que tiene el film. Veremos si en la anunciada secuela Linterna Verde logra madurar, porque lamentablemente esta primera parte todavía está muy verde.
En tiempos en que las ideas escasean y las transposiciones florecen, sobre todo las de superhéroes, es raro encontrar una película que la tuviera tan junada como Green Lantern. Adaptaciones hay de todo tipo y para todos los gustos, pero es habitual que las que se basan en los grandes héroes de la historieta sean esperadas con grandes expectativas. En este caso la previa no fue buena, los efectos especiales que se mostraron inicialmente eran insuficientes, lo que deparó una inversión extra por parte del estudio, dando cuenta de inconvenientes ya desde la largada y de cierta debilidad del producto original. Fuera de este aspecto importante, el resto de las críticas de las que era blanco, orientadas hacia el traje, la máscara y demás aspectos superfluos, no eran base suficiente como para juzgar una producción. Detalles que no deberían comprometer a una realización que se compone de un cúmulo de elementos más importantes. El ejemplo que marca el camino es Watchmen, un monumento a lo minucioso que de tan fiel al original se pierde como película. Se puede decir de Linterna Verde que es una película que está un paso atrás. Algo atrasada en materia de efectos es una certeza, más allá de que estos hayan mejorado al punto tal de ser lo más destacable en ciertas escenas, pero principalmente se trata de un atraso a nivel historia. En una etapa en la que se busca humanizar a estos personajes, dar cuenta de sus debilidades, sus miedos, su pasado (el héroe torturado), aquí a esto se lo muestra en un breve pantallazo, luego se lo oculta y silencia. Para que un enmascarado exista, antes debió existir el hombre detrás de la máscara, y Hal Jordan es aquí solo un envase con poco contenido, incapaz de definirse por sí solo sino a través del ojo del otro. Él es un irresponsable y nada más. Que no se busque indagar con profundidad en los orígenes del personaje, puede corresponderse a una intención específica, pasar rápido a la acción, y sin embargo eso no ocurre, dado que esta se toma su tiempo en hacerse presente y cuando lo hace es en dosis medidas. De igual forma que sucedió con el Thor de Kenneth Branagh, Martin Campbell no supo llevar la estadía de su héroe en la Tierra. Tras un ínfimo entrenamiento en el Planeta Oa, Hal regresa a su hogar decidido a dejar la linterna verde atrás, hasta que comprende que su destino es en la lucha. Fuera de una lograda escena que transcurre en una fiesta, con un buen uso de la imaginación y de los 9 millones de dólares extra para los efectos, es poco lo que se puede apreciar dado que no hace más que girar en círculos. Nuevas demostraciones del poder del villano Parallax, el romance de los protagonistas que sigue sin concretarse, Hector Hammond sufriendo otra vez su transformación, son los tópicos sobre los que vuelve Green Lantern una y otra vez. Cuenta no obstante con un buen elenco, con nombres destacados que cumplen como el caso de Tim Robbins o Peter Sarsgaard, de quienes se conoce que pueden llevar bien sus papeles, aunque también hay buenos trabajos de Blake Lively, si bien roles menos rígidos le sientan mejor, y de Ryan Reynolds, cuya faceta cómica podría aprovecharse mejor siendo que el personaje le sienta como anillo al dedo. Los efectos por otro lado son algo irregulares, con fragmentos en los que su atraso es muy evidente, como en la presentación, u otros como las creaciones de las Linternas que están muy bien hechas. El 3D brinda además una experiencia interesante, dándole a todo un hermoso brillo esmeralda que se fija en la retina. Se trata de un producto que a fin de cuentas entretiene, aunque no deja de ser un trabajo estándar sumamente predecible, tanto que la escena tras los créditos es esperable, con tan buenas intenciones que peca de inocente. No es un dato menor que ya se piense en una secuela más oscura pero con otro director. Ocurre que en tiempos en que lo oscuro está bien visto, luces tan brillantes como la de esta linterna verde se pasan de infantiles.
Tarjeta amarilla (y no verde) para DC y Warner Parece que estamos en la era de las adaptaciones fílmicas de los comics. Esta velocidad que sentimos le viene imprimiendo la industria a sus desarrollos va empezando a mostrar sus lados flacos. Grandes presupuestos, costosos directores, enormes maquinarias publicitarias... Todo al servicio de la adecuada conversión de una historieta en fílmico. El problema es que en este afán de querer vender, hay cosas que se van dejando de lado peligrosamente cuando se encara una pre producción de esta envergadura: la supervisión. Es central cuando hay tanto dinero en juego ya que permite ir dando una pista de lo acertada o no que es la dirección que se le imprime al producto en cuestión. En ese sentido, a Warner y a DC se les escapó la tortuga. No entiendo cómo dejaron que un film tan chato y deslucido llegara a las salas. Todos sabíamos que el último corte de Martín Campbell estaba lejos de lo esperado pero... estrenar de cualquier manera? Dolorosamente debo decirles que ámbos estudios sabían de la calidad de esta versión de "Green Lantern" y prefirieron estrenar para equilibrar lo invertido y cambiar de enfoque para la segunda parte. Ellos hicieron el cálculo que los fanáticos del comic irían en masa a verla y con ellos solamente podrían reducir sus eventuales pérdidas. Lanzaron un fuerte campaña publicitaria y ya están pensando en el 2013, fecha de estreno para la secuela, obviamente, sin el mismo director y hasta quizás, sin Ryan Reynolds en el rol principal. Esta cinta está basada en el segundo Linterna Verde de DC, estrenado en 1959 y escrito originalmente por John Broome y Gil Kane en el que el rol central recae en el piloto de pruebas, Hal Jordan. Greg Berlanti (cuyo CV viene de la televisión y las series americanas de alto impacto) y otros cuatro guionistas (!!!) tuvieron a cabo la elaboración del libro que vemos en pantalla. Wow! Muchachos, no se que estuvieron haciendo pero no lo vuelvan a hacer. Al menos, si quieren seguir cobrando cheques de 6 o más cifras en sus salarios. Me cuesta creer que tantas cabezas no hayan podido darle sentido a un superhéroe tan claro como Linterna Verde. El resto de la responsabilidad se comparte entre Martín Campbell (quien viene de dirigir dos buenos títulos de James Bond) y Ryan Reynolds (Hal Jordan), quienes ofrecen pobres trabajos desde cada uno de sus roles. El primero conduce el film a un ritmo casi soporífero (algo preocupante en este tipo de blockbuster), sin operar en la dirección de actores (ni siquiera en los principales!) ni potenciar las posibilidades de su cast. Se apega a la línea que marca el libro y permite que sus humanidades sean unidimensionales. Nada les pasa, no reflejan emociones, parecen de cartón. Sus secundarios transitan por la pantalla como por obligación (pobre Tim Robbins!) y nadie acompaña el devenir de la trama y las transformaciones emotivas de Hal, dejándolo más solo que Adán en el día de la Madre... Reynolds había recuperado crédito con "Buried" el año pasado... Pero el mismo se fue rápidamente al repetir su típica actitud de galán deshinibido y torpe que lo llevó a ser detestado por la crítica especializada. Su Linterna no tiene pilas, casi que funciona a cuerda, es increíble la escasa fuerza con la que dota a su personaje. No parece un super héroe, ni siquiera al final. No vamos a contar mucho de la trama. Cae una nave espacial a orillas de un río y su piloto, un extraterrestre llamado Abin Sur, termina con heridas mortales. El viene del espacio y es uno de los famosos "Linterna Verde", cuerpo protector de la paz del universo. Hay un villano llamado Parallax que amenaza con destruir a todas las razas en este plano y ante esto, los esfuerzos de este equipo de guardianes, son inútiles. En este planeta, Abin Sur tiene que buscar alguien que lo reemplace y encarga a su anillo verde que de con él. Así es como Hal Jordan llega a la zona del accidente, donde puede intercambiar unas pocas palabras con él antes de su deceso. El anillo lo ha elegido como reemplazante del último Linterna Verde, pero Hal es... Bueno, es Ryan Reynolds. Simpático, despistado, carilindo e irresponsable. Bah, la faceta de Reynolds más conocida por el público... O sea, convertir a ese muchacho en Green Lantern no parecía tarea fácil pero... Hollywood todo lo puede. Sólo me resta decirles que es de las más anodinas películas de super héroes que ví en mucho tiempo y que hasta la CG parece flojita. Es bastante oscura y el 3D no aporta mucho al despliegue visual. Tiene dos o tres buenas escenas de acción y el resto, es fácilmente olvidable. El villano (Héctor - Peter Sarsgaard) es caicaturesco (no se me ocurre otra manera de definirlo) y la fémina de la que está enamorado, Carol (Blaek Lively) ni hablar, cero química, pose de modelo todo el tiempo. Fans acérrimos del cómic, supongo que tienen la obligación moral de ir a verla. El resto, hay muchas buenas opciones en cartelera para dejar sus 35 pesos en este título. Guardenlos en un papelito para la secuela, a ver si desde el gran país del Norte invierten un poco más en guionistas y menos en aparatos publicitarios. No tenía que decir eso no?
Linternas Verdes Fritas. Narremos aquellos detalles que no podemos mostrar, pero usemos el 3D para llenar las salas. ¿Suena prometedor? No, por qué preguntaremos entonces y una milésima de segundo después, la interrogante se responde a si misma y nos deja perplejos de su simpleza intrínseca: es Cine. Y el cine es imagen. Y lo antecedido es la base del filme que nos convoca. Citando tal vez a una de las más escuchadas frases del cine, tenemos “una noticia buena y otra mala”, y agregaré una tercera noticia a modo de homenaje. Empecemos entonces. El bueno. Más superhéroes a la pantalla, esta vez el verdoso amigo de la linterna y la liga que lo secunda por todo el Cosmos, reafirmando el poderío de la raza humana. Entonces recurrimos al camino del héroe, que DC y Martin Campbell narran con una soltura más que agradable, llevando el recurso de estilo al extremo y reafirmando cada paso del sendero que transita Hal Jordan, encarnado en Ryan Reynolds, y las peripecias que se suceden para elevarse como uno de los Linternas de la galaxia para proteger un sector del Universo compuesto por 36000 partes. Historia más que compleja, hiper recortada y cuasi-masticada para escupirla al espectador en un bolo verdoso de 114 minutos que, a pesar de las tijeras, resultan eternos por la conducción directiva un tanto dudosa, más allá del relato de carácter cuentito, para con el beneficiario. Un acierto en Linterna Verde es el casting que más allá de la pretensión infructuosa humorística de Reynolds, los personajes resultan acordes a la historia y funcionales, creemos que a y por el propósito de enaltecer la figura del héroe y rescatar todo aquello que lo hacia “la persona menos indicada, menos pensada, canchera y portadora de la facha”. Lamento decirlo, pero Tony Stark habrá uno solo. Fotográficamente hablando, es un hecho que toda película made in hollywood, contenga complejidades narrativas / cinematográficas puras o no, tendrá una riqueza visual por fuera de la tecnología FCS (Fusion Camera System), que lo más probable es que contraste respecto del paquete fílmico logrado, ya que últimamente “el arte” es la excusa perfecta que justifica la flojera cinematográfica contemporánea. Linterna Verde no es la excepción, y se desenvuelve a partir de planos amplios cargados de elementos que no llegan a definirse en el cuadro recordando a pesos pesados del cine bombástico y superfluo como Michael Bay y su saga Transformers (Transformers, EE.UU. 2007). El malo. Linterna Verde, si bien corresponde a la definición del mito que se sostiene por si mismo en todas sus adaptaciones, se circunscribe también a la simpleza de su traspaso al fílmico, es decir, la historia creada por DC es de lo más compleja y rica, ya sea desde la concepción de los guardianes del universo, como de la historia personal de Hal Jordan, para culminar con un crossover de proporciones bíblicas como lo es La Liga de la Justicia (La versión DC de Los Vengadores (The Avengers, EE.UU. 2012) de Marvel). Ahora bien, el cine parece quitarle las propiedades surgidas de la voluntad creadora y todo el relato carece entonces de giros, ritmo interno y protagónicos empáticos, que dan cuenta de la base de un buen filme, o por lo menos de uno decente. Por otro lado, la adaptación del universal defensor verde, dentro de la definición anterior, termina por forzar su propia tesis inicial para lograr un desenlace dentro del tiempo estipulado de proyección, es así que detalles y escenas que ganan por su fuerza interna, terminan siendo menos por la paupérrima importancia dentro de una unidad fingida que no termina de concretarse como género. El detalle que deja de ser detalle por su repetición inacabable y con pretensiones de generar el efecto Spiderman (Peter Parker) - Mary Jane, Superman (Clark Kent) – Louise Laine, Capitán America (Steve Rogers) – Peggy Carter, es el de “intentar” generar el romance entre Hal y Carol cuando eso existía por defecto desde el comienzo de la película. Es así que cada vez que el director recurre al cuadro romántico, el ritmo general cae y estanca el relato, lo que genera una complicación incluso directiva, ya que la constante ascendente se pierde y debe comenzar nuevamente a imbuir de tensión y sentimiento el relato. El Feo. Solo unas líneas que se repetirán incesantemente hasta que alguien se digne a crear un Avatar 2.0, no por la película en sí, sino por lo funcional al 3D que ésta resulta. Linterna Verde no escapa de la maldición de la taquilla, la cual seguramente llenará, pero a la vez perderá mucho del esplendor que se engarza en el celuloide a modo de CGI de relleno, no necesario, no funcional, no cinematográfico. Qué pasa entonces es la interrogante más importante y a la vez la que menor importancia tiene en relación a un todo general. Linterna Verde será un éxito por ya haberlo sido en el papel y lápiz y en la animación considerada en sí propia. Que podría haber dado mucho más cine, y consecuentemente que hablar, es cierto, pero las carreras contra el tiempo y contra el tanque padre de Iron Man (Iron Man, EE.UU. 2008), Capitán América (Captain America, EE.UU. 2011) y Spiderman (Spiderman, EE.UU. 2002), entre otros superhumanos, son duras y la primeridad de orden gana por sobre la calidad. Actualmente Marvel se anota otro poroto en el Bingo de los Superhéroes.
Grandilocuente y hueca, el personaje pierde su gran oportunidad En medio de la fiebre hollywoodense por trasladar al cine a los distintos superhéroes surgidos de la historieta, Linterna Verde merecía mucha mejor suerte. Es que esta legendaria creación de la editorial DC Comics, con más de siete décadas de vida e incursiones en la animación televisiva (en el marco de la serie Liga de la Justicia), tenía todos los elementos artísticos y las condiciones técnicas -empezando por un presupuesto de 200 millones de dólares- para una más que atractiva transposición. El director contratado para la ocasión fue nada menos que Martin Campbell, cuyos antecedentes marcaban más que dignos trabajos en las sagas de El Zorro y, sobre todo, de James Bond (la sólida GoldenE ye y la notable Casino Royale ). Sin embargo, en esta oportunidad el realizador neozelandés no logra jamás engarzar los diferentes niveles del relato: la aventura de ciencia ficción con el básico enfrentamiento entre el Bien (los 3600 integrantes del cuerpo intergaláctico de los Linternas Verdes) y el Mal (el cruel y poderoso Parallax), las contradicciones íntimas del piloto de pruebas Hal Jordan (Ryan Reynolds) que se convierte en superhéroe, pero que es incapaz de comprometerse afectivamente con la bella Carol (Blake Lively), y la búsqueda de liviandad y espíritu lúdico a partir de pinceladas (brocha gorda) de humor irónico. De todas maneras, el principal culpable no es Campbell, ya que las ideas que propusieron los cuatro guionistas (tres de ellos con sólidos antecedentes en el universo de las series de TV y el restante, guionista de Harry Potter y la Orden del Fénix ) distan mucho de ser originales o sorprendentes, mientras que el despliegue visual y los efectos en 3D tampoco lucen demasiado. En sintonía con el resto de los rubros, en el terreno actoral ni la pareja protagónica (tan carilindos como anodinos) ni los actores secundarios (entre ellos, Mark Strong, Angela Bassett, Tim Robbins y Peter Sarsgaard) consiguen "robarse" alguna escena que les permita un mínimo de lucimiento personal. Uno de los tantos desperdicios de esta grandilocuente y al mismo tiempo hueca película.
El nacimiento de otro héroe más El famoso personaje surgido en las historietas de DC Comics en 1940 finalmente llegó a la pantalla grande, con una producción de 200 millones de dólares. Como protagonista, está el ascendente canadiense Ryan Reynolds. Linterna Verde se suma a la larga lista de superhéroes que casi todas las semanas se asoman a la cartelera mundial. Este fenómeno está alcanzando su punto más alto y a pesar de estar al borde de la saturación, sigue consiguiendo suficientes espectadores como para seguir apostando a la misma fórmula. Linterna Verde, como Batman y Superman, pertenece al universo de los personajes de DC Comics. No hay un único Linterna Verde en el universo, sino que hay miles, pero la historia se centra en el que pertenece a la Tierra. En nuestro planeta será un superhéroe, pero será uno más entre todos los Linterna Verde que patrullan la galaxia. En Linterna Verde volvemos a presenciar todo el proceso de “nacimiento del héroe”. Esto, claro está, se lleva la mitad de la película. En cada uno de estos films, la aproximación al héroe va cambiando, las hay más efectivas y originales, como en Capitán América, o las hay aburridas y carentes de cualquier encanto, como ocurre aquí. Lo cierto es que si bien el film intenta construir con fidelidad el universo del personaje, no importa si lo logra o no, porque acá no estamos leyendo una historieta sino viendo una película. Fiel o infiel, si la película no funciona, entonces no sirve. Este héroe intergaláctico carece de todo carisma, la historia de amor está forzada de punta a punta, los villanos apenas si logran asomar como tales y se desdibujan a lo largo de una trama que nunca termina de arrancar. Aquí, el protagonista es Hal Jordan (Ryan Reynolds), un atrevido e irresponsable piloto de pruebas que vive con el trauma de haber visto morir a su padre, también piloto, en un accidente. Del proceso de superación de este trauma o de cómo se convertirá este joven en un superhéroe realmente la película no puede ni dar explicación ni hacerlo creíble. Se podrá argumentar que quienes hayan leído todas las historietas del personaje serán capaces de entender todos y cada uno de los detalles sutiles de la trama. Lo cierto es que sin leer ninguna historieta, los films de Batman siempre han funcionado, y lo mismo con otros héroes. Linterna Verde no tiene brillo propio, no arma nunca una historia que conmueva y no logra jamás que nos identifiquemos con el protagonista. Partiendo de esas limitaciones, es muy difícil llegar a construir una buena película.
La gran escuadra interespacial No pasa nada con el guión que es bastante flojo y las aventuras son las prototípicas de este tipo de filmes. Marvel Cómics y D.C. Cómics (Detective Cómics) son las más importantes editoriales de historietas que siguen entreteniendo a distintas generaciones. Si Marvel tiene a "Los cuatro fantásticos", "El hombre araña" o "Capitán América" entre otros; D.C. Cómics alberga a la "Mujer maravilla", "Batman", "Superman" y también los "Linterna verde", seres superpoderosos agrupados en una suerte de ejército interespacial que mantienen el orden galáctico y están provistos de anillos magnéticos y fuerza suficiente como manejar y concentrar el poder. El que se convertirá en Linterna Verde, protagonista de esta película es un piloto de prueba que por herencia de un extraterrestre que le entrega su anillo de poder, se convierte en el primer humano en integrar la escuadra. Así Hal Jordan se covierte en miembro del super team y debe enfrentarse a los malos muy malos, como Parallax y conservar la paz haciendo la guerra a los no pacíficos. RECONOCIDAS FIGURAS El filme es uno de los clásicos de superhéroes con un protagonista nada carismático, el canadiense Ryan Reynolds, luchas interespaciales, muchos efectos especiales, violencia al por mayor y donde hay "cameos" de figuras de primera línea como Tim Robbins (el gran intérprete de "Río Místico") como el senador Hammond o Angela Bassett en la doctora Waller, por no mencionar a uno de los principales, el Malo muy malo a cargo de Peter Sarsgaard, que alguna vez hiciera "Los hombre no lloran" o Kinsey. No pasa nada con el guión que es bastante flojo y las aventuras son las prototípicas de este tipo de filmes. Un director veterano, el neocelandés Martin Campbell, el mismo de "La máscara del Zorro" y "Casino Royale" se lanzó al mundo de los cómics cinematográficos, con buen ritmo, aunque no demasiada imaginación.
Uno de los más grandes superhéroes de DC fue utilizado en una de las peores adaptaciones de comics al cine. Desde el principio de los tiempos, el cuerpo de Linternas Verde maneja la seguridad del universo desde Oa, su planeta base. Allí, los sabios lideran un ejército de soldados provenientes de cada extremo de la galaxia armados con el anillo verde de poder, cuyo límite es la imaginación de su portador. Allí conocemos a Abin Sur (Temuera Morrison), el más valiente de los Linterna Verde que, hace mucho tiempo, logró encerrar a la criatura Parallax, poseedora del poder amarillo del miedo, en un planeta distante. Luego de un accidente, Parallax regresa con la intención de vengarse del cuerpo de Linternas Verde en general, y de Abin Sur en particular. En el ataque, Abin Sur huye hasta el planeta habitado más cercano, la Tierra, en donde encarga, moribundo, a su anillo la búsqueda de un nuevo portador. El elegido será Hal Jordan (Ryan Reynolds), un piloto de pruebas de la fuerza aérea norteamericana que se convertirá en el primer Linterna Verde humano. A su vez, el cuerpo de Abin Sur es hallado por el servicio secreto de los Estados Unidos, quienes lo toman para analizarlo. Pero en él hay un fragmento de la energía de Parallax. Un fragmento de maldad que irá a parar al doctor Hector Hammond (Peter Sarsgaard), que de a poco se convertirá en un villano que utilizará el resentimiento, el miedo y el odio como arma principal. Y eso no es todo, porque Parallax también viene en camino, listo para devorar a todos los seres vivos del planeta. Todo esto es lo que sucede en Linterna Verde 3D (Green Lantern, 2011), el debut en la pantalla grande de este héroe clave en el universo DC. Mucha expectativa y muchos rumores de fracaso rondaron en el mundo del espectáculo desde que se vieron las primeras (y poco prometedoras) imágenes. Y, lamentablemente, todo lo malo que decían era cierto: básicamente, es aburrida. Todo lo que sucede, sucede porque sí. Las excusas y las cosas que movilizan a los protagonistas son vanas y, en general, las actuaciones son más dignas de una comedia de Nora Ephron que de una película basada en un comic de DC. Lo que más se destaca, como se esperaba, son las actuaciones de Mark Strong como Sinestro, uno de los Linternas más fuertes e interesantes del cuerpo, y la voz de Michael Claire Duncan en Kilowog, que nos maravilla con su dureza en los entrenamientos con el “poozer” Jordan. En definitiva, Linterna Verde 3D vale poco y nada. Olvidando que la adaptación al comic está pesimamente realizada, el peor pecado que comete la película es aburrir. De hecho, las únicas partes divertidas son las que se ven en el trailer. El resto es relleno en forma de comedia romántica y la típica historia del héroe que tiene miedo hasta que entiende todo y se convierte en un gerrero legendario. Es una pena, porque el universo de Linterna Verde es tan vasto que tiene cientas de excelentes historias para adaptar, y es una pena que hayan inventado esta para presentar un personaje al público que todavía no lo conoce bien. Veremos que pasa en la (ya confirmada) secuela. Por ahora, Linterna Verde quedará en la historia como un superhéroe tonto y bonito al que las cosas le salen de pura suerte.
Con tanta película de comic, se ha llegado a un nivel de realización y de estructura misma que es difícil encontrar una que sea mala. Linterna verde tiene una realización impecable, con muy buenos efectos especiales, con una muy buena elección de casting y un Ryan Reynolds que le cae el trajer verde y el personaje en si, de mil maravillas. Todo eso lo tienen bien estudiado y por eso sacan muy bien las realizaciones. Hacen las películas de manual. Hasta todas tienen en el guión un "momento gracioso", y acá hasta lo hacen un poco mejor de lo habitual. Pero ya van varias historias que en el "primer capítulo", un poco se olvidan de la parte de entretenimiento. Esto no es un comic, no voy a leer 52 revistas para ver cuando llega la acción. En el cine es distinto. Por eso estaremos cayendo siempre en el "las secuelas son mejores", porque ya los personajes están definidos y presentados. Linterna verde tiene ese "síndrome del capítulo presentación", y por varias partes se hace un poco aburrida. Estimo que los fans la van a pasar bien, pero los que ya hayan visto muchas películas de superhéroes, notarán esto. La película está muy bien hecha, la imagen digital es muy buena, el 3D no se luce mucho pero también ahí creo que es una falla conceptual de cuando la hicieron. Linterna verde es un cómic más que llegó al cine, y cada uno sabrá tomarlo para el lado que quiera.
¿El Fracaso de la Voluntad? Existe un excelente “ensayo” del gran Julio Cortazar llamado “Instrucciones para Subir una Escalera”. Si tuviésemos que escribir un manual de instrucciones para usar una linterna, dos de las primeras 5 pautas serían: ponerle pilas y sobretodo, voluntad para encenderla. La voluntad supera todas las barreras. Necesitamos, incluso (y aunque muchos no lo crean así) para escribir una crítica cinematográfica. En Linterna Verde, la voluntad y la energía son dos elementos narrativos fundamentales para contar la historia del bien contra el mal, básicamente. Los Linternas Verdes creen que la voluntad vence al miedo, y la única manera de vencer al destructor de mundos (debe ser hermano del villano de la secuela de los 4 Fantásticos) es demostrando que hay voluntad. No importa cuan poderoso seas. Si tenés miedo, lo reconocés y hay voluntad, la energía para vencer nace sola. Este es el panfleto que nos quiere vender DC Comics en esta oportunidad. La moraleja de esta historia se repite más o menos escondida, o mejor dicho, más profundizada en la saga de Batman, e incluso de Superman. Vencer los obstáculos internos del héroe para poder vencer los externos, refiriéndonos a lo que amenaza con romper la “paz” de la sociedad. El problema de esta Linterna Verde es que Martin Campbell nos está vendiendo una película sin pilas, y lo que es peor sin voluntad. Admito que vi poco de este director y nada me ha fascinado. Sus dos intervenciones dentro del universo Bond fueron decepcionantes (apenas meros entretenimientos), con el Zorro ha sido discreto y de manual (la calidad la ponían sus intérpretes) y ni hablar del bodrio de acción con Mel Gibson que estrenó el año pasado, Al Filo de la Oscuridad. Pero Linterna Verde, es aun peor, porque conlleva un gran pecado para un film inspirado en un personaje de historietas: aburre. Sí, señor. Mi colega Nicolás dijo que él no se aburrió porque no tuvo que mirar su reloj. Yo tampoco, pero no es una cuestión de secuencias largas, densas, lentas o solemnes. Sino una repetición de escenas que no tienen emoción. Todo es tan industrial y fabricado que el resultado final es un film con sabor a hamburguesa de Mc Donalds. Claro, es una contradicción. Si alguno le siente sabor a una hamburguesa de los arcos dorados, lo voy a felicitar (y me refiero a la carne sin aderezos). Así, es esta pálida adaptación cinematográfica. Nada está bien explotado. Ryan Reynolds, al que considero uno de los actores más versátiles de hoy en día, trata de imponerle carisma a Hal Jordan, pero con diálogos como los que tiene que decir, sufre del síndrome “este no soy yo, ¿se nota?” Blake Lively, que brilló en Atracción Peligrosa convence pero se encuentra limitada, mientras que Peter Saarsgard, austero y minimalista hasta que se transforma en El Hombre Elefante, y por lo tanto ES MALO, gran actor, es desaprovechado también. ¿Así que actúan los nominados al Oscar: Tim Robbins y Ángela Basset? No me enteré. Y ni hablar de los personajes extraterrestres a los que Mark Strong, Geoffrey Rush y Michael Clark Duncan le ponen más voz que cuerpo, que no logran involucrarse lo suficiente para llamar la atención, ser creíbles y divertidos. No se despegan del fondo del decorado. Son parte de la gran cantidad de CGI usado para construir el planeta verde. Artificialidad pura, que se vuelve atractiva porque las escenas en el mundo “real” son monótonas. En lo narrativo, todo es demasiado obvio, discursivo y explicativo. ¿Era necesario un personaje relatando en off, para abrir y cerrar la película? ¿Qué le aporta? ¿Un carácter mítico? Thor, con la cual hay varias similitudes, tiene un carácter mítico, pero acá todo se ve nublado, impuesto, forzado para quedar a la moda de lo que genera Marvel. Sí, DC trata de ser Marvel y sale perdiendo. No porque los productos de la empresa de Stan Lee sean grandes maravillas, sino porque la mayoría fueron bien explotados cinematográficamente, gozan de complejos y ricos personajes. Acá, la relación padre e hijo está tan en primer plano que no genera tensión ni misterio ¡El misterio es porque ninguno de los tres personajes principales tiene madre! O sea, ni siquiera dicen: “Tu madre estaría orgullosa”. No, acá los padres concibieron, educaron e influyeron en toda la vida adulta de sus hijos. No hay golpes de efecto, no hay emoción, el 3D es menos impresionante que El Ultimo Maestro del Aire para que se den una idea. En lo técnico, un excelente Director de Fotografía como Dion Beebe no logra crear un clima distinto y tampoco ayuda la banda sonora de James Newton Howard. Salí del cine pensando, honestamente, que al menos Reynolds, Lively y Saarsgard se esforzaban un poco para que ellos, no quedaran tan mal parados con respecto a este decepcionante film, pero reflexionando habiendo pasado unos días, me doy cuenta que este aspecto no es suficiente para elevar el puntaje del mismo. Cuando me acuerdo de tantos estereotipos, tantos clisés, frases hechas, lugares comunes, no queda otra que empezar a dar vuelta la página. A ver… ¿que se estrena ahora? Quizás debería haber visto esta película en Enero. No sé, como dice Nicolás, estamos cansados. Es posible que llegamos a un instancia del año en que ya pasaron Thor, Capitán América, los Transformers, y no queremos ver más la Tierra a punto de ser destruida por seres fantásticos y siendo rescatada por seres más fantásticos aún. Por eso queremos tanto a Batman, donde los villanos quieren destruir personas, no escenarios geográficos. Pero bueno, siempre hay oportunidad de redimirse con una secuela (y un director con más personalidad). Como diría Thomas Wayne, en una frase que habla, justamente de la voluntad y la energía: “¿Por qué nos caemos, Bruce? Para volver a levantarnos.”
Un héroe arrancado verde “En un universo tan extenso como misterioso, una pequeña pero poderosa fuerza ha existido durante siglos. Protectores de la paz y la justicia ellos reciben el nombre de 'Green Lantern Corps', una hermandad de guerreros que han jurado mantener el orden intergaláctico donde cada Green Lantern lleva un anillo que le concede sus superpoderes.” O al menos algo similar dice el anuncio de este comic de DC, llevado a la pantalla grande con aspiraciones de moverles el piso a los personajes del universo Marvel. Pero poco a poco la película pasa de verde a verde claro. El argumento plantea un nuevo enemigo llamado Parallax que acaba con la vida de uno de los guerreros mas importantes de la hermandad y amenaza con romper el equilibrio en el universo. Un nuevo recluta, Hal Jordan (Ryan Reynolds), será el primer humano seleccionado para la hermandad de Los Lantern y quien reemplaze al guerrero caído en la lucha contra el mal. Hal es un piloto de pruebas con talento y deberá pelear contra sus miedos y ganarse le respeto de los demás, ya que nunca antes habían seleccionado a un humano para usar el infinito poder del anillo. Linterna Verde Con momentos propios del comic (rostros, villanos, vuelos, etc.) y otros fuera de época, el film no logra cumplir con las expectativas, quedando rezagado con films como IronMan, la resiente Capitán América e incluso el hallazgo de Kick Ass. Linterna Verde habla de esperanza y voluntad, de retos y oportunidades, pero las puertas de esta cinta no quedaron tan abiertas para una esperanzadora segunda parte. Obviamente los números lo dirán.
Linterna verde es mejor en el papel Aun en estos tiempos de presupuestos multimillonarios y efectos especiales de última generación, el guión sigue siendo la base a partir de la que se construye una película. «Linterna verde» tenía todo para ser una buena adaptación de un comic legendario, probablemente el que más esperaban ver convertido en film los fans de la historieta, y es una pena ver cómo un pobre equipo de guionistas lo arruinaron todo. Bueno, todo no. El personaje está razonablemente respetado y, la génesis a través de la que un temerario piloto de aviones caza se convierte en superhéroe está bastante bien resuelta, aun reconociendo que podrían haberle dado un poco más de ritmo al principio de la historia, que ya empieza mal con un prólogo cósmico digno de un film de animación infantil. Luego, el don de Linterna verde de materializar cualquier forma imaginándola y lanzándola con los rayos que surgen de su anillo extraterrestre está más o menos bien explicado, pero en vez de darle formas creativas a este superpoder, el protagonista Ryan Reynolds se limita a a lanzar rayitos y burbujas verdes a diestra y siniestra, muy por debajo de las elaboradas construcciones que formaban parte del comic original. Hay sólo una escena, el primer test de acción fantástica del superhéroe salvando un helicóptero de un desastre seguro arrojándole una especie de rampa de carreras de auto para que se deslice sin peligro hasta el suelo, que transmite algo de la diversión y la creatividad psicodélica de la historieta de culto de CD Comics. Luego, lamentablemente teniendo todo a su alcance, los guionistas limitan semejante superpoder a una serie de combates en laboratorios donde los dones de Linterna verde asumen su forma más elemental y poco atractiva. El uso permanente de montaje paralelo para contar dos cosas a la vez tampoco ayuda mucho, y el cast, si bien incluye buenos actores secundarios como Angela Basett y Tim Robbins, sólo hace buen uso de Mark Strong como Sinestro, el líder del cuerpo de Linternas verdes galácticos, que como todos los lectores del comic saben, termina siendo el gran archivillano de este superhéroe que debería haberse quedado tranquilo dentro de sus cuadritos de historieta.
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La luz de la voluntad La cultura de los superhéroes inventó su propia fórmula para sobrevivir en la imaginación popular. Nacieron en una época de alto índice de paranoia de los Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial y la era atómica, y fueron transformándose a lo largo de las décadas hasta que el desarrollo de los efectos especiales en el cine estuvo en condiciones de hacerles justicia. Linterna Verde es uno de los superhéroes más antiguos y más extraños surgidos de esa industria de la fantasía que fue y sigue siendo el cómic norteamericano. Este año llegó su turno de dar el salto a la pantalla grande. El resultado no es tan grandioso como en los casos de Superman, Batman o Iron Man, en su momento, aunque no deja de ser un producto entretenido, perfectamente orientado al público adolescente. Los linternas verdes son una patrulla de superhéroes encargados de mantener la paz en las galaxias. Fueron creados por un consejo de sabios y el único y esencial requisito para ser uno de ellos es no tener miedo. La película demora un minuto en explicar todo el asunto y enseguida pasa a la acción, a dos escalas: la sideral extraterrestre y la humana terrestre. En las estrellas están muy preocupados porque Parallax, el mayor enemigo del universo, acaba de liberarse y de herir de muerte a Abin Sur?, el Linterna Verde más valiente, que lo había atrapado y sepultado vivo en un planeta perdido. En la Tierra, la historia hace foco en Hal Jordan?, un aviador de prueba, encantador e irresponsable, que por primera vez se enfrenta a sus miedos en un combate aéreo simulado en el que termina destrozando su avión. Los dos mundos se conectan cuando la nave de Abin Sur cae en los Estados Unidos y su anillo debe buscar un hombre que lo reemplace. El elegido, por supuesto, es Hal. La narración obedece las reglas del cómic, lo que deriva en un maniqueísmo extremo, con los bandos del bien y el mal claramente definidos, ahora transpolados en la fuerza positiva verde de la voluntad y la negativa amarilla del miedo. Incluso el personaje más interesante, el científico que estudia el cuerpo extraterrestre de Abin Sur, termina convirtiéndose en un monstruo dominado por Parallax. Los efectos especiales (eficacísimos en 3D) y la simpatía de Ryan Rynolds como Hal Jordan/Linterna Verde hacen que la película no se asfixie en su propia ingenuidad y se mantenga en vuelo hasta el final.
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Víctima del cine agotador (Linterna Verde inicia) El estreno de Linterna Verde vuelve a poner en primera plana a ese subgénero nacido en los últimos años llamado “cine de superhéroes”. Y con tanta cantidad de adaptaciones a la pantalla grande de hombres con poderes, grupos que buscan salvar a la tierra por enésima vez de una amenaza intergaláctica o de solitarios individuos en busca de justicia, el proyecto termina siendo víctima del agotamiento. Es cierto que el guión del último filme dirigido por el respetable Martin Campbell (responsable de humanizar la figura de James Bond en Casino Royale, o de entregar un más que digno entretenimiento con La máscara del Zorro) hace agua en varias momentos. También es real que la traslación de una de las figuras más importantes de la DC Cómics abre demasiados temas y no profundiza en ninguno. Sin embargo, lejos está de ser el aburrido título que se indicó en varios casos y coqueteó con el fracaso comercial en los Estados Unidos. Linterna Verde tiene el suficiente atractivo para, al menos, salir de pie en comparaciones. Pareciera que el principal problema pasa por el momento de su estreno. Luego de (si no falla la memoria sobre este 2011) El avispón verde, X men: Primera Clase, Thor, Transformers, Soy el número cuatro y Capitán América, es necesario reflexionar acerca del desempeño de un nuevo exponente en las salas (tampoco sería inapropiado analizar la masiva llegada de estos superhombres, en el marco de un Hollywood post 11 de septiembre). ¿Es Linterna Verde una gran película? No. Pero supera con creces a paupérrimas adaptaciones como Daredevil, Elektra, Hulk, (sin dudas la más arriesgada), The Spirit, Gatúbela, Iron Man 2, Los cuatro fantásticos y cuánto ejemplo se les ocurra. La historia cuenta cómo Abin Sur, un alienígena que forma parte del Cuerpo Intergaláctico de Linternas Verdes estrella su nave en la tierra. Moribundo, le ordena al anillo que elija a un sucesor. Allí entrará en acción Hal Jordan (el siempre efectivo Ryan Reynolds), un piloto de avión que aún no supera la muerte de su padre en una fallida prueba de vuelo. Con el nuevo poder que le otorga “el arma más poderosa del universo”, Jordan deberá aprender todo sobre su nuevo rol y luchar ante dos fuerzas que amenazan con destruir la tierra. Honestamente, las apariciones secundarias de Tim Robbins, Peter Sarsgaard y Mark Strong son una mera justificación en la película. No hay demasiado tiempo para contar el basto mundo creado y publicado desde hace 70 años en poco menos de dos horas. Pero la esencia está allí. Valdrá la pena, entonces, esperar una secuela que ahora está en duda, para darle más desarrollo a varios de los personajes y situaciones que quedaron afuera (para conocer más en detalle, leer el cómic Linterna Verde: orígenes secretos). En resumen, la primera adaptación al cine de uno de los personajes fundamentales del bastión DC no es lo que se esperaba; de eso no hay dudas. Un guión por momentos ingenuo, un escasa profundización en las situaciones (a excepción de su padre, el resto de la familia de Jordan casi no aparece, su entrenamiento como héroe ocupa sólo algunos minutos, la vulnerabilidad ante el color amarillo), y efectos digitales que buscan predominar por sobre la historia son puntos a corregir. Pero gracias al buen desempeño del elenco, más una historia que se sigue con cierta gracia, el tropezón no llega a ser caída. Una película que, de haber llegado en otro momento, hubiese tenido mejor suerte.
Linterna apagada Luego de que varios comic de Marvel sean llevados al cine últimamente, con Linterna Verde de Martin Campbell le llega el turno a DC, aunque si los films adaptados de la primera firma de historietas como Thor de Kenneth Branagh o X-Men: Primera Generación de Matthew Vaughn eran un tanto mediocres, se puede adelantar que este nuevo estreno esta muy por debajo de los anteriores. Predecible, aburrida, esteriotipada, entre tantos otros adjetivos calificativos más que podrían llegar a determinar lo que es el film de Campbell, que aunque no tenga grandes obras detrás de su nueva película, hay que decir que al menos con GoldenEye o La Leyenda del Zorro presentó a héroes clásicos (James Bond y el Zorro) de una manera más convincente y al desarrollo de las acciones bastante más entretenido que en esta nueva oportunidad. La historia narra como el conjunto de los Linterna Verde, unos guardianes intergalácticos encargados de proteger el universo, deberán luchar ante Parallax, una fuerza maligna que amenaza la paz en todos lados, en tanto que el recluta más novato será el humano Hal Jordan (Ryan Reynolds), quién en gran parte será el encargado del destino de La Tierra y del cosmos. La cuestión es que cuando una película es tan básica como Linterna Verde todo tipo de sorpresa es inadmisible. Cada motivo por los que esta compuesto el relato seguramente será predecido por el espectador, o mejor dicho que a lo largo del film de Campbell nada resulta original, de antemano sabemos que el bueno va a superar sus conflictos internos para luchar contra el malo al cual seguramente derrote y como el mejor galán que es, después la “chica linda” de la película terminará entre sus brazos. A parte de su endeble valor narrativo, en lo que más falla Linterna Verde es en los recursos técnicos. El film pareciese ser un video juego, tanto la escenografía como los diversos efectos especiales están demasiado computarizados, lo cual hace que todo lo fantástico que transcurre a lo largo de la película resulte muy poco creíble y para nada atractivo. La obra nunca se sostiene a través de lo visual y hace que tanto los mundos, como los personajes y las acciones que recrea carezcan de valoración en la faceta creativa. Linterna Verde de Campbell es un film sumamente apagado y muy pobre por dónde se lo mire; tiene tantas insuficiencias narrativas como visuales que hasta en un punto se la podría ubicar como una de las peores películas basadas en un comic de DC junto a Batman & Robin de Joel Schumacher. En conclusión, resulta ser un trabajo para el olvido que no deja ningún saldo a favor en el marco de los súper héroes y el cine.
El guerrero de la luz En los últimos años hubo una avalancha de superhéroes de todos los colores y formas, sumado al anunciado estreno de Los vengadores para el 2012, que ha apurado un poco los lanzamientos. En cuanto a las adaptaciones cinematográficas, DC Comics ha apostado más por reflotar a sus personajes fuertes (Batman, Superman) en lugar de la diversidad, como sí lo ha hecho su competidora Marvel. Desde que salió el tráiler, Linterna verde no prometía mucho, y el nombre de Martin Campbell no era garantía de nada, excepto quizás de alguna que otra escena de acción bien filmada, pero no como alguien capaz de llevar a buen puerto una adaptación de superhéroes. Muestras de ello habían sido La máscara del zorro y La leyenda del zorro. No obstante, Casino Royale resultaba interesante al girar 180 grados el espíritu de las películas de James Bond. Posiblemente los fans del cómic salgan medianamente conformes, pues el film busca ser más fiel a la historieta, en vez de hacer algo remotamente parecido al cine. El planeta Oa está habitado por unos guardianes intergalácticos, los Linternas verdes. En medio de un combate con una entidad maligna que se alimenta del miedo (Parallax), uno de ellos es herido (Abin Sur) y aterriza en la Tierra, donde debe buscar por medio de un anillo de poder a un nuevo recluta. Es así como el mismo anillo selecciona (en una bochornosa secuencia) a Hal Jordan, un piloto de aviones militares, quien recibe el anillo y con ello la responsabilidad de dichos poderes para proteger al planeta Oa que se encuentra amenazado por Parallax. La película sigue el curso esquemático de todo lo que ya se ha visto en el género: la asimilación de los poderes, la moralina aleccionadora, el entrenamiento y la confrontación final con el villano de turno. Para quienes no conozcan demasiado el cómic, Linterna verde termina resultando bastante anodina, entre el guión y las aguadas actuaciones (Ryan Reynolds no tiene el talento ni el carisma para ser un superhéroe, y Blake Lively es una cartulina con movimiento), con la excepción de Mark Strong (Siniestro), ya que su ambigüedad le da un poco de profundidad al personaje, llevándolo por arriba de la media. Tim Robbins y Angela Bassett sólo figuran para sumar nombres importantes al póster. Es difícil seguirle el ritmo a Linterna verde, y no porque se mueva rápido sino porque va a los tumbos. Más que una película, es un conjunto de escenas hechas a desgano, y con su falta de imaginación -pese a que intervinieron seis guionistas- desaprovecha desde lo visual (otra más en la que el 3D no se luce, y van…) el atractivo del poder de nuestro héroe, que es capaz de generar con su anillo cualquier cosa que se le cruce por la mente. La mitad de la historia transcurre por fuera de la Tierra, con estos guardianes verdosos de razas diferentes, que no le temen a nada, porque los Linternas estos “tienen voluntad, y la voluntad es poder”, según repite uno de ellos como si lo leyera de un libro de Paulo Coelho. Sin embargo, el filme tampoco se toma demasiado en serio e intenta -sin éxito- descomprimir un poco por el costado humorístico. Se entiende que sin el CGI nunca se podría haber hecho la versión cinematográfica de Linterna verde, pero se le notan demasiado las costuras (por algo James Cameron se tomó un tiempo en hacer Avatar) y la chatura con la que están esbozados los personajes. La película termina siendo otra más del montón, como pasa siempre que se le encargan estos productos a directores que no tienen marca autoral.
Un superhéroe más para la lista La idea de llevar al cine a los héroes de historieta ha significado una formidable fuente de ingresos para la industria cinematográfica, pero el recurso está mostrando evidentes señales de agotamiento. Cuando se anuncia la llegada de uno más de estos personajes, las aguas se dividen: los fanáticos de la historieta se regocijan (aunque los resultados del filme, a la larga, terminen por decepcionar a algunos) y los que no lo conocen (o a los que les resulta indiferente) no van al cine o esperan una historia que los atrape y los divierta. En este caso, puede afirmarse que el director Martin Campbell no va a lograr un aporte significativo a las filas de los fanáticos del personaje. Sin embargo, la historia está bien contada, con rasgos de humor y escenas en las que intenta exitosamente cierta descontracturación del personaje; además, los efectos especiales están bien manejados y aportan espectacularidad al filme. Los problemas centrales están en un guión pobre, que no desarrolla los personajes secundarios (a pesar de tener buenos actores como Tim Robbins?, Angela Basset? o Peter Sarsgaard? en el elenco) y que, fundamentalmente, desperdicia la oportunidad de ofrecer un villano consistente. En este tipo de filmes, suele ocurrir que el antagonista (que representa a las fuerzas del Mal) resulta tan o más fuerte que el propio protagonista. En este caso, Parallax es una suerte de espectro en forma de nube oscura y ominosa, que se nutre del miedo de los seres a los que somete. El caso es que, precisamente, la característica central de los Linternas Verdes es que no conocen el miedo. Hay, además, algunas cuestiones como que el traje y el antifaz del héroe aparecen mágicamente (el pobre Superman tenía que apelar a una oportuna cabina telefónica para cambiarse), o que es justamente el único ser humano entre miles de colegas superhéroes el que tiene que salvar al Universo; y una apenas sugerida relación amorosa. Después, a esperar la segunda parte, que seguramente vendrá.
El "Linterna Verde" de la peli es en realidad el segundo personaje con ese nombre que creó la compañía de comics DC. Es de los años 60 (el primero es de los 40) y tiene particularidades cósmicas retomadas en este filme. Hal Jordan es un piloto de aviones irresponsable que es elegido por un cuerpo de defensores del orden intergaláctico para portar el anillo del poder. Es el primer humano en esa condición debido a que los otros habitantes del universo desconfían de los pobladores del planeta Tierra. Pero será exactamente esa humanidad que porta el protagonista la llave para detener a un monstruo que, alimentándose del miedo de sus víctimas, espera dominar el cosmos. Con muy buenos efectos especiales y un relato simple, la película entretiene al plantear desde el principio la historia del personaje y su primera misión. Y si bien esa llanura argumental puede resultar inconveniente, en verdad ayuda a la comprensión del objetivo final: dotar al Linterna Verde de acá de valores que todo el universo luego celebrará.
DC se saca de la cara el color esperanza. Desde hace unos años, en el mundo de los lectores de comics, un superhéroe que siempre fue secundario, empezó a ganar terreno, incluso superando a Batman y Superman. Estamos hablando de Linterna Verde. La gente de DC Comics y Warner notaron esto, y viendo las posibilidades que dan los efectos especiales hoy en día, la adaptación no tardó en llegar. Es una pena que no se viera trasladado el mismo entusiasmo a la hora de realizar el film y nos llegara una película de tan baja factura. Material original había, se contaba con buenos actores, un buen presupuesto, un director conocido, de cierto prestigio y sobre todo competente; pero en el cine, más, no significa bueno o mejor. El peor defecto que tiene el film es el guión. Si bien el cine de superhéroes tiene ciertas libertades o licencias, ya se demostró que puede construirse un universo verosímil para que la gente deje de preguntarse cosas durante la película y solo la disfrute; los más cercanos ejemplos los tenemos en X Men Primera Generación y Capitán América. Uno de los tantos fallos de la película sobre el verdoso superhéroe es que el guión nunca logra ese verosímil, las cosas ocurren por inercia, da igual si no hay coherencia o todo sucede rápido. Otro punto flojo es la construcción de personajes, ninguno tiene carisma y logra crear un vínculo con el espectador. Incluso el protagonista parece sacado de un molde, demostrando una total falta de esfuerzo para hacerlo sobresalir de los demás superhéroes. Quizás, y en lo personal, el personaje mejor logrado, que tiene más trasfondo para mostrar el porqué de su comportamiento sea Hector Hammond, bastante desperdiciado por una historia que va y viene sin rumbo. Si a esto le sumamos que a nivel actoral, salvo el mencionado Peter Sarsgaard, el resto de los actores dan una actuación mediocre, muy a tono con la construcción de sus personajes. Es alarmante también, y sobre todo por tratarse de este género, lo carente de ritmo que es el film. Cuando parece levantar y ponerse intenso, decae estrepitosamente, recurriendo como una constante a una historia de amor sin conflicto, problemática o tensión. La dirección de Martin Campbell es correcta, su talento queda evidenciado en una pequeña secuencia donde Jordan hace frente a tres asaltantes. Pero sinceramente, la película deja esquirlas de que estuvo recortada, será interesante en otra ocasión ver el corte del director. Lo más logrado del film es sin lugar a dudas el CGI. Los tramos del film donde Hal Jordan viaja al espacio, o los pequeños momentos en la Tierra ya transformado en Linterna Verde son seguramente los lapsos donde el espectador mejor la pasara. Es una lástima que la acción dure tan poco en post de otros elementos mal construidos, En conclusión, Linterna Verde desperdicia el potencial del comic, así como los recursos que contaba para hacer algo más que una película que pasara a la historia con más pena que gloria.
Warner Bros, siguiendo la tendencia de realizaciones basadas en comics lanzó la película de “Green Lanterns” (“Linterna Verde”), un guardián humano de la paz intergaláctica, que es un personaje de historieta de la editorial DC comics pero no tan popular como lo son Batman y Superman, que también son superhéroes de esa casa editora. Según las historietas hay cuatro Linterna Verde humanos, pero en la película se toma sólo a uno de ellos, a Hal Jordan, a quien como Green Lanterns se le asignó el Sector 2814, donde se encuentra el planeta Tierra. Comentario sobre la película Pasar un personaje de la historieta al cine significa una ardua tarea para elaborar una adaptación que deje conforme tanto a los fans de los comics como a los cinéfilos, porque éstos exigirán encaje técnico mientras que aquellos preferirán la fidelidad narrativa. El equipo de guionistas tuvo en cuenta que muchos espectadores desconocerían al personaje, sobre todo en su faz humana, y realizaron una extensa presentación del perfil de Hal Jordan que ocupa un metraje considerable de la historia. Así, parte de la platea podrá conocer al personaje, pero a los fans les pueden resultar tediosas las reiteradas escenas que tratan sobre los miedos del muchacho, aunque el mensaje subliminal del filme sea que trabajar en la superación del miedo es el primer paso que permitirá a un humano convertirse en su propio héroe. La primera parte de la realización desarrolla una comedia con marcados tintes irónicos y finalmente llegan las batallas en medio del espacio exterior, hasta en agujeros negros que curiosamente no desmaterializan al protagonista. Los combates son cortos aunque llenos de efectos especiales y el “timeline” que usó el director Martín Campbell es casi más rápido que las estrellas fugaces que se ven en pantalla, todo es muy vertiginoso y dura muy poco. El sistema 3D está por postconversión así que en las batallas no hay nada que “salte a la platea” y haya que esquivar. Ryan Reynolds tiene el physique du rol para interpretar al protagonista, pero tiene un notorio mayor rendimiento cuando “hace de humano” que cuando “hace de héroe”. Hay pasajes en que se lo nota disociado y se mantiene a la expectativa, evidentemente no tuvo la dirección actoral necesaria para tantas escenas en croma. Blake Lively interpreta a Carol Ferris, la mujer que mantiene con Hal una relación que se parece a una ambigüa prolongación de un noviazgo; su papel no está desarrollado totalmente y no le permite mucho lucimiento. Quien se destaca en el elenco es Peter Sarsgaard en su composición del Dr. Héctor Hammond. Tim Robbins y Angela Bassett aparecen, y provocan mucho interés en los espectadores, en roles que poseen un cierto desarrollo que los aleja del mero cameo. Conclusión Se recomienda a los espectadores no retirarse antes de que finalicen los créditos para que no se pierdan el adelanto de la secuela de “Linterna Verde” que ya se está preparando. Es una película que conformará a los fans de los comics y será mayormente disfrutada por los amantes de los efectos especiales y por los seguidores del cine de acción.
El color de la (des)esperanza Habría que investigar por qué los superhéroes verdes definitivamente no funcionan en Hollywood. Hulk (en sus dos fallidas y recientes versiones), el Avispón y ahora Linterna Verde. Un estudio simplista, llano y rápido concluiría afirmando que fallan (tanto en la taquilla como en recepción crítica) porque, mirándolos con benevolencia, son films mediocres. Pero... ¿no hay acaso películas peores, nocivas incluso, que terminan siendo éxitos mundiales? Despejar la incógnita de la ecuación no es tan fácil como parece. No es la intención aquí analizar por qué Linterna Verde es un fracaso (más allá de la tibia recepción en taquilla, dudo que hagan una secuela; mucho menos planes para Justice League, donde se reúnen todos los héroes de DC). En primer lugar, lo que hace que Linterna Verde sea un film fallido son las posibles secuelas. Aquí toda la mitología del humano que es reclutado por guardianes intergalácticos para convertirse en un protector del universo, se siente demasiado reciclada, apurada, e infradimensionada. Comienza como si fuera un cuento: oímos la voz de Tomar-Re (Geoffrey Rush) quien nos informa sobre la historia de la Green Lantern's Corp. Luego vemos a Hal Jordan (Ryan Reynolds) durmiendo con una chica mientras se da cuenta que está llegando tarde al trabajo. El tono parece ser el de Iron-Man: un film más bien cómico, con un mujeriego empedernido, bastante irresponsable, que descubre que hay cosas más importantes que uno mismo. Pero luego cambia, y se intercalan imágenes muy torpes sobre su pasado (esos flashbacks demasiado explicativos y poco prolijos) con momentos que difícilmente tengan correlación con el cuento de hadas que se proponía al principio. Green Lantern: First flight, un film animado lanzado a video, resume y narra mucho mejor los inicios del héroe. Hay más ideas en los primeros minutos de esa película, que en toda esta. Comparemos: en First Flight, Hal Jordan están volando, literalmente, en imágenes generadas por una computadora (aunque nosotros, al principio, creamos que es el cielo real). Aún así avergüenza a su compañera de equipo. Abin-Sur (el extraterrestre malherido) llega a la Tierra y el anillo hace que la máquina simuladora de vuelo realmente despegue, en busca del anillo. En Linterna Verde, Abin-Sur se estrella contra la Tierra, y tenemos que ver secuencias de la vida cotidiana de Hal (donde se subraya lo que ya sabíamos: que es un tipo irresponsable) para que, en plena luz del día, un globo verde lo encierre y lo haga volar hasta el lugar del aterrizaje. Pero la fantasía en ningún momento funciona: no llegamos a creer que eso puede pasar. Linterna Verde debería abrazar una amplia gama de colores en pantalla. En cambio, se las ingenia para ser realmente fea de ver. No sólo porque el CGI es bastante malo (¡la cara de Reynolds flotando sobre un cuerpo digitalizado!) sino porque la fotografía de Don Beebe no parece ayudar a otra cosa más que al caos tonal. Cuando está con la chica: atardecer romántico. Cuando pelea contra el villano: habitaciones oscuras. Todavía no hablé de los villanos. Hay dos. Hitchcock decía que si hay más de uno, es porque uno de ellos debería suplir las falencias del otro. Así tenemos los dúos: el cerebro y los músculos. Pero acá no: Parallax (una nube -¿no aprendieron de Los cuatro fantásticos y Silver Surfer?- con tentáculos) sería el villano principal. Pero casi no aparece. Entonces, es Hector Hammond (Peter Sarsgaard) pero... aparece muy poco también. Entonces es Sinestro (Mark Strong). Pero tampoco: si bien Mark Strong y su personificación de Sinestro es lo mejor, los guionistas se guardan un as bajo la manga, tan arbitrario, que lo arruina por completo. Y es lo mejor del film. Hay muchísimos errores en Linterna Verde: la estructura del superhéroe se siente no cansada, sino agotada La primera pelea entre Hal y Hector carece de imaginación, emoción y conflicto genuino. Sospechando estas cosas, se agregan personajes innecesarios (con grandes actores, como Angela Basset y Tim Robbins) y para peor, tríos amorosos que más que aportar, restan. Martin Campbell es un buen director de cine de acción. Pero aquí no tiene idea de dónde está parado: lo suyo es el realismo "sucio" (si así se puede decir de una superproducción cuidada hasta en el más mínimo detalle) de Casino Royale o El Zorro. No filmar secuencias donde un sujeto está parado frente a una pantalla verde. Él no es el único que falla: vean el elenco, los créditos del montajista, director de fotografía, compositor y hasta diseñadora de vestuario para entender cómo la suma de individualidades no hace un todo. No hay mucho para halagar, de verdad. Las secuencias en Oa se pasan demasiado rápido -como si algún productor gritara pensando en el presupuesto- con cameos de personajes clásicos de la serie (Kilowog merecía un mejor trato que este) y los aciertos pronto son sepultados bajo la misma torpeza de los creadores. En definitiva, Linterna Verde, y no sólo por la (sobre)carga de efectos visuales, es un film feo de ver. Y en el cine no hay peor crítica que decir que una película se ve fea. Es el mundo de las imágenes bonitas y la fantasía. Ninguna de las dos existen en Linterna Verde.
Siendo Linterna verde un personaje que puede materializar lo que sea con solo imaginarlo, el filme sorprende por su falta de imaginación. Más allá de Batman, DC Cómics no ha logrado transpolar con acierto su universo de superhéroes al cine, como sí lo han hecho los productos de Marvel. Y si tenemos que compararlo con lo que ha pasado este año, pierde por goleada. Si bien Thor no ha sido ninguna maravilla, le alcanza y sobra con su simpatía para ser mucho más que esta opaca Linterna verde: ya no hablemos de X-Men: primera generación o Capitán América: el primer vengador, que al lado del film de Martin Campbell parecen verdaderos estudios sobre la psiquis de las personas especiales. Como la mayoría de las películas de superhéroes que se producen, Linterna verde es un aburrido paseo por los tópicos habituales -un tipo común se topa con poderes extraordinarios, y tiene que aprender a utilizarlos, haciéndose cargo de la responsabilidad a la vez que salva el mundo-, sin mayor imaginación o creatividad, y desperdiciando un enorme presupuesto de 200 millones de dólares para no crear una sola imagen o secuencia recordable. Ryan Reynolds es Hal Jordan, un aviador de la Fuerza Aérea, tipo bastante irresponsable que no termina de hacer pie en su vida, ensombrecido un poco por la fatal muerte de su padre que, como él, también era piloto. En paralelo, el filme narra las desventuras del muchacho y lo que ocurre en un planeta lejano, donde un ente que se alimenta del temor, llamado Parallax, amenaza con destruir todo. Pero para detenerlo está la sociedad de los Linterna verde que tiene que encontrar un sucesor de los poderes de un anillo especial, que le ponga fin a los malvados planes de esta cosa inmunda que avanza a diestra y siniestra. Los Linterna verde tienen una particularidad: integrada por seres de diversas razas, nunca un humano estuvo allí, fundamentalmente porque los creen débiles y sin valor. Para demostrar lo contrario estará Jordan, quien es elegido por el anillo como el sucesor. Claro que él también tendrá que demostrarse cosas a sí mismo y a su entorno. En materia de desarrollo dramático, Linterna verde no ofrece ninguna novedad: en eso, los personajes de DC Cómics han sido siempre mucho más lineales que los de la competencia. Entonces, a lo que nos enfrentamos es al lógico y rutinario recorrido del protagonista, de hombre común a superhéroe: descubrimiento, sorpresa, disfrute, decepción, educación, heroísmo final. El problema no son los lugares comunes en sí, sino que los mismos son transitados con total abulia, sin humor, sin creatividad, sin sorpresa. A esta altura, está claro que una película de superhéroes no puede funcionar bien si detrás de cámaras no hay un director con un mínimo de personalidad: Capitán América luce precisamente por el clasicismo y la hechura de artesano que Joe Johnston podía darle. De Campbell (Goldeneye, Casino Royale, Límite vertical) esperábamos grandes escenas de acción, pero el director no estuvo a la altura ni en eso. Preocupado en querer generar un mundo autónomo (se nota el esfuerzo del batallón de guionistas por querer construir un sub-Avatar), Campbell olvidó lo que mejor sabe hacer. Incluso sorprende por su falta de imaginación, especialmente en la historia de un superhéroe que tiene como máximo poder la capacidad de hacer material todo lo que imagina. Uno de los problemas del cine actual es que muchos creen que el CGI sirve para crear cualquier imagen: Linterna verde lo intenta, pero luce totalmente artificial y distante. Una súper intrascendencia.
El mundo de los comics da para todo, y desde que Hollywood se enteró que, tecnología digital mediante, una historia intergaláctica con un hombre verde volando y protegiendo el Universo gracias a un anillo con poderes ya no era imposible de adaptar a la pantalla grande, la maquinaria se puso en movimiento en acaso el proyecto más ambicioso de DC Comics/Warner Bros hasta la fecha. Después de Batman, claro, cuyo principal desafío autoimpuesto fue cómo darle un tono realista. Nada más opuesto respecto a ésto último que el héroe color esperanza: con un exorbitante presupuesto de más de 200 millones de dólares (dificiles de recuperar, a juzgar por la taquilla del film en su país de origen), el Señor del Anillo que todo lo puede vuela por los aires, imagina soluciones que materializa con su poder, combate un villano de otra galaxia y, de paso, se queda con la chica de turno. Hay, sin embargo, una pequeña genialidad muy realista que derriba -¡por fin!- un tremendo mito del cine de justicieros enmascarados: cuando el hombre devenido en héroe se presenta con su antifaz frente a su chica y apela al misterio, ésta lo reconoce y le dice “¿cómo no te iba a reconocer, si hasta te vi desnudo?”. Adios para siempre al anonimato absurdo. Pero fuera de éste y algún que otro momento, no hay mayores sorpresas en Linterna Verde, pero sí, hay que reconocerlo, mucha diversión interplanetaria que, salvando las distancias, recuerda a los delirios sci-fi de Flash Gordon (no, no el otro superhéroe de rojo de la DC, sino el intergaláctico inmortalizado en la canción de Queen). La historia parte de la segunda camada de comics del temarario héroe, esa que tiene como protagonista a Hal Jordan y no al original -y olvidado- Alan Scott, y conecta al piloto de aviones con el ex-guardían del Universo Abin Sur, quien herido en batalla cede el mando al terrícola intrépido. El villano de turno es Parallax, un ente que representa el miedo en su totalidad, y para colmo encuentra un involuntario aliado en Hector, un científico que sin quererlo se ve contaminado por el poder del temor. Una sobredosis de colores saturados inunda al film del director Martin Campbell, el mismo de Goldeneye, Casino Royale y El Zorro, quien aquí parece haber perdido la pulceada contra los productores que se encargaron de tijeretear el film a gusto, mientras que el carisma de Ryan Reynolds es suficiente para rescatar al héroe de lo que pudo ser un desastre: Linterna Verde recibió lapidarias críticas alrededor del mundo y, si bien hay que reconocer que tiene sus fallas, resulta más entretenida que varias adaptaciones de historietas que se toman a sí mismas demasiado en serio.
Hal Jordan (Ryan Reynolds) es un experimentado piloto aéreo que se gana la vida probando nuevos desarrollos creados especialmente para mejorar el equipamiento bélico de Estados Unidos. Tras una prueba que casi termina en desastre, una noche es abducido por una veloz luz verde que lo deposita a los pies de una nave intergaláctica: dentro de ella un guerrero del cuerpo de Linternas Verde le explica que su destino está en unirse a esta fuerza espacial para defender al universo de Parallax, una amorfa criatura que se alimenta del miedo de sus presas y que amenaza con destruir el balance perfecto entre planetas. Hal es el primer humano en ser reclutado para esta misión y junto con la ayuda de su colega y compañera de entrenamiento Carol (Blake Lively, Gossip girl) deberá enfrentar sus propios temores para no desmoronarse frente a Parallax y ayudar a los otros 3600 linternas verde a salvar el universo. Bajo las órdenes de Martin Campbell (Casino Royal), llega por primera vez a la pantalla grande este personaje surgido de las páginas de DC Comics y que jamás, salvo como parte del equipo de la Liga de la Justicia, había tenido la chance de estar en el centro de la escena. Reynolds y Lively están más preocupados por verse bien en pantalla y demostrar lo atractivos que son para sus respectivas plateas, que en componer personajes sólidos… algo que en definitiva no importa demasiado aquí. La acción es constante, salvo por una pequeña meseta en la cual no sabemos hacia dónde se dirigirá la historia, y hace honor a un personaje del que poco conocemos. Contar el surgimiento de un superhéroe desde su génesis no es tarea sencilla, y sin llegar a ser el mejor ejemplo de cómo se logra hacerlo, este debut protagónico de Linterna Verde tampoco decepciona del todo.
"Piloto Prueba" Linterna Verde es la nueva adaptación al cine del super héroe que lleva el mismo nombre, una historia de DC Comics conocida por su complejidad, imaginación y su público, cercano a la onda "nerd". En esta ocasión se concentra en la llamada "Edad de Plata", más precisamente en el llamado del piloto terrícola Hal Jordan a formar parte del Cuerpo de los Linternas Verdes y su 1ra misión en la cual demostrará que tiene madera de guardián del universo. Para salvar Oa, el planeta de los Guardianes del Universo y cuartel central de los Linternas Verdes, y a la vez a nuestro planeta, la Tierra, deberá enfrentar al espectro más temido, Parallax, una entidad que utiliza el poder amarillo del miedo. Dirige el talentoso Martin Campbell, responsable de películas como "Al filo de la Oscuridad" (Mel Gibson), "Casino Royale" y "GoldenEye", 2 de las mejores exponentes de la últimas sagas de Daniel Craig y Pierce Brosnan encarnando al agente 007. En este caso creo que se quedó medio corto... quizás la presión de los estudios Warner Bros fue muy fuerte, pero se nota que el director se contuvo con su estilo, que cada vez se iba refinando más, a la vez que se enseriaba. En Linterna Verde podemos ver parte de ese talento, en escenas muy bien diagramadas, con el humor, el drama y la acción justa, pero en otras vemos claramente un producto dirigido a niños con ganas de ver explosiones verdes y extraterrestres volando. Al final de la película no estaba seguro si me había gustado o no, y creo que eso fue consecuencia directa de los altibajos que se presentaron durante los 114 minutos de duración, que no fueron densos en general. Un elemento que para mí no funcionó tan bien, fue el tema de los villanos... Parallax no infunde el miedo que debería, y su par terrícola tiene algunos momentos vergonzosos... y eso que me cae bien Peter Sarsgaard. La historia de amor entre Hal Jordan (Ryan Reynolds) y Carol Ferris (Blake Lively) me pareció que estuvo bastante bien lograda, de manera sutil, aunque por momentos un poco infantil de más. Es como si Campbell no se decidiera entre ser más adulto y calculador, o más inocente y pirotécnico. Creo que los fans de Linterna Verde van a disfrutar ver a su héroe en el cine, pero no se si saldrán muy convencidos con la construcción de la historia. Los demás Linternas (Sinestro, Kilowog y Tomar-Re) además de Hal Jordan, tienen poco protagonismo y eso creo que se le va a volver bastante en contra. Si bien es entendible que la 1ra parte de la saga debe introducir todo el universo del comic y eso resulta difícil, en este caso se aplica la frase de que "el que mucho abarca, poco aprieta". Quizás deberían haberse concentrado en menos elementos, dándole mas profundidad y no mareando al público. Ojalá en la 2da vuelta se les de más cabida a los personajes que acompañan a Hal Jordan, y se presente una trama más profunda y oscura, más adulta y siniestra, como corresponde a los comics de DC. Un ejemplo a seguir de esto es el Batman de Nolan.
Los Linterna Verde son un grupo de guerreros que han jurado mantener el orden galáctico. Su fuerza proviene tan solo de tres elementos: un anillo, una linterna y la propia voluntad de quienes los usan. El mayor desafío para estos superhéroes comienza con el renacimiento de Parallax, una fuerza enemiga que recibe su poder del miedo y que, encarnada en el cuerpo de Hector Hammond (Peter Saarsgard), amenaza con romper el orden y la paz del universo. Para enfrentarlo, llega a los Linterna Verde un nuevo recluta: Hal Jordan (Ryan Reynolds), un piloto de pruebas algo engreído y quien despierta la impaciencia del grupo convencido de que los humanos son demasiado débiles y tienen una existencia muy corta en el universo como para poder ponerse a cargo de semejantes propósitos. Sin embargo, Hal sorprenderá a todos con su fuerza de voluntad y humanidad, y logrará mediante la ayuda de su amor de la infancia Carol Ferris (Blake Lively) ser no solo el elemento clave para derrotar a Parallax, sino que también podrá convertirse en el mejor Linterna Verde. Si le preguntáramos a Carol Ferris acerca de Hal Jordan, de su personalidad, de cómo llegó a ser un superhéroe o de la historia de amor entre ambos, seguro nos contaría cosas maravillosas, únicas, mágicas, inolvidables. Pero lo cierto es que, más allá de todo, Carol Ferris es protagonista de esta historia (y por lo tanto tiene una visión más enriquecida de los hechos), sin contar que, además, está perdidamente enamorada de Hal. A la salida del cine, la versión parece ser totalmente opuesta: el encanto de Hal Jordan no llega mucho más allá de su cuerpo esculpido, de igual forma en que no alcanza su historia (ni como superhéroe ni en relación a Carol), llevada al cine por Martin Campbell y a pesar de los esfuerzos de Reynolds, Lively, Saarsgard y, por qué no, del supervisor de efectos especiales Jim Berney (Soy leyenda), para transmitir la historia. La película termina siendo (desde el guión y hacia todo lo demás) lo opuesto a la visión de la pretendiente de Hal Jordan: mediocridad y poca magia. El desalentador resultado descansa sobre todo en la debilidad y la liviandad con la que se construyen diferentes componentes como los personajes, diálogos, las diversas cuotas de humor o romanticismo que, de haber sido más sólidos o mejor diseñados, podrían haber generado otros efectos. Es como si, en cierto modo, se simplificara o redujera el mundo Linterna Verde; sin tomar riesgos ni agregar otro tipo de valores a sus personajes y situaciones (como sí han sabido hacerlo otras películas como Batman: El caballero de la noche o X-men: primera generación, tal vez culpables de generar mayores expectativas para con los posteriores superhéroes en el cine), y abandonando a los Linterna Verde al grupo de aquellos seres únicos que soportan todo tipo de desafíos excepto el de una adaptación cinematográfica y que dejan, como en este caso, una sensación mezcla de poca sed (de una segunda parte) y estomago lleno (de vacío verde). Puede que Carol Ferris, sin embargo, esté contemplando esa estrella que alguna vez Hal Jordan le señaló como la más brillante de todas, hogar de los superhéroes de la voluntad y la esperanza: estrella que aquí no solo no brilla todo lo que puede sino que, en un cielo repleto de miles, es tan solo una más.
Basada en las populares creaciones de Bill Finger y Martin Nodell para DC Comics, esta es una película en la que, si bien se respeta a los personajes y en líneas muy generales a partes de la historia, abundan los efectos especiales sin emoción o profundidad, con un guión hablado muy superficial y débil, y con un argumento que no encuentra su rumbo ni introduce de manera atractiva e interesante al superhéroe protagonista.
Green Lantern es uno de los personajes mas interesantes de Dc luego de la sagrada trinidad Superman , Batman, Wonder Woman. Hace años muchos fanáticos esperabamos una pelicula de Linterna Verde, sabíamos que era muy difícil lograrla por que los efectos deberian ser extremadamente creibles y eso no se lograba en la época de las maquetas o protesis de goma . El film fue castigado con ensañamiento por la prensa en los Estados Unidos y eso quizas provocó el flojo arranque de taquilla que tuvo Green Lantern y que luego no remontó más. La película es entretenida ,Martin Campbell la lleva de taquito, tiene buenos toques de humor ( Linterna presentandose por primera vez en el balcón de su enamorada, ) aunque algunas veces cae en diálogos llenos de lugares comunes. El film cuenta con un gran despliegue visual, que quizás peque de un “Efecto Croma” en algunos pasajes .El 3D? Mmmm, ahórrense unos pesos, ya que no le aporta nada al film. En lo que quizás falla y mucho es en tratar de contar muchas cosas del universo Linterna Verde para el público que no es fanático del personaje, y al que quieren captar para llenarse los bolsillos. Esto provoca que todo quede a medio camino , es el problema en general de las películas que cuentan el origen de un superheroe.El origen del personaje fue mejor encarado en la película animada “Green Lantern:First Flight” recomiendo que la vean. Pasando a los actores Ryan Reynolds hace del Ryan Reynolds que conocemos ,el pibe desbolado , simpático y que se lleva siempre a la minita de turno … para los fanáticos del comic , esta manera de comportarse es mas digna de Flash que del Linterna Verde del período Hal Jordan. Uno se queda con ganas de ver mas de Killowog (Michael Clarke Duncan) , Tomar- Re (Geoffrey Rush) y por supuesto mas de Mark Strong haciendo de Sinestro . La batalla final esta a la altura de un superheroe como Linterna Verde y nos deja un buen sabor en la boca que nos ayuda a olvidar algunos errores del film. Para el final, y como nos tienen acostumbrados últimamente las películas, luego de los creditos (cortos en este caso) nos despedimos del cine con una escena que deja todo servido para una secuela , si es que Warner no se deja amedrentar por los despiadados críticos y la cruda taquilla. En conclusión, los que no son fanáticos de las pelis de comic abstengansé de verla , a los que les gusta como a mi ir a ver cualquier peli de superhéroes que haya dando vuelta , vayan para sólo pasar un momento agradable .
Voy a ser breve, con esta critica. “Linterna Verde” es una película de superhéroe buena, si con “clichés”, pero entretenida. La peli nos cuenta el génesis del superhéroe que lleva como lema que la voluntad vence al miedo que paraliza, y eso esta muy claro en la película. Campbell hace hincapié en esto y lo marca muy bien con el héroe (Hal Jordan) y su antagónico (Héctor Hammond). Linterna Verde es la voluntad, la acción y Hammond es el miedo, el pensar y pensar para nunca hacer nada, de ahí las habilidades de uno y de otro son marcadas. Mientras que Linterna verde vuela y crea cosas a voluntad, Hammond tiene el poder de la mente, pero esta paralizado en una silla de ruedas. En ese aspecto la peli esta bien llevada por Campbell. El director también cumple en la acción, que esta muy bien distribuida, y mantiene el ritmo alto de la película. Además Linterna Verde esta casi todo el tiempo en pantalla. Con respecto a las actuaciones Ryan Reynolds me vendió su carisma (a diferencia de Chris Evans en Capitán America), me vendió que es un superhéroe en formación, y me convenció cuando finalmente entiende su misión como Linterna Verde. Peter Sarsgaard también esta muy bien como el villano, y lleva muy bien su proceso de transformación. Blake Lively acompaña bien a Reynolds, pero su personaje quizás no termina de tener mucho protagonismo. También me hubiese gustado que Mark Strong, tuviese mas tiempo en pantalla, ya que interpreta un Siniestro muy interesante. Para cerrar, coincido con que la peli hace malabares con muchas cosas y no cuenta todo, y si, esta llena de lugares comunes que restan, pero la peli me entretuvo más que “Thor”.
Era hora que DC se pusiera las pilas con el tema de las películas; esta bien que en general supera a Marvel en animación (y hasta ahí; como ya vimos acá la Maravillosa Competencia también tiene lo suyo) y se puede discutir durante años si las historietas son mejores o no en pero hablando de la pantalla grande Marvel ya transladó (directamente o través de licencias a otros estudios) las más grosas de sus franquicias y casi siempre con buenos resultados mientras DC viene desde hace años dando pena solo con Superman y Batman, apenas arriesgándose con alguna cosa relacionada (¿Catwoman?? Arghhh) o algunos proyectos bien alejados del genero superheroico y casi siempre con malos resultados de calidad y público (Constantine, Jonah Hex, The Losers) Hubieron dignas excepciones como V for Vendetta o Watchmen y claro está, Batman al menos les sigue funcionando pero era hora que abrieran el juego, que vieran todo el potencial que tienen otros personajes del DCU y busquen una nueva gallina de los huevos de oro. Y por supuesto, con todo el impulso que le dio el guionista Geoff Johns a los comics de Green Lantern se caía de verde (cuack) cual seria el próximo personaje en dar el salto multimedia. ¿Funciona Green Lantern?¿Es una peli bien entretenida y realizada que nos deja cebados con posibles secuelas y la promesa de un posible universo DC cinematográfico al estilo del de Marvel? La respuesta seria un "NI". Se nota un gran esfuerzo, hay mucho respeto por el comic, muchos verdes (otrooooooo cuack) puestos en el presupuesto y los efectos especiales son excelentes más allá de que gusten o no... pero le alta un golpe de onda, un empujoncito en el guión para que los personajes no sean tan acartonados y que cobren esa pequeña vida que nos permite identificarnos con ellos durante dos horas. No es culpa de los actores que hacen lo mejor que pueden; incluso se nota un gran esfuerzo de Ryan Reynolds por no ser el típico irresponsable chistoso que aprende la lección y la responsabilidad de ser un héroe... en 2 minutos de película. Tampoco se le puede hechar toda la culpa a los guionistas que hacen lo mejor que pueden por ser fieles al comic y meter lo más que puedan de la mitología del personaje sin descuidar que todo debe girar alrededor de Hal Jordan. De hecho es una historia muy superior al primer film animado del mismo personaje. Y ni se me ocurriría acusar al director Martin Campbell (el mismo de Casino Royale y Mask of the Zorro) que es el principal responsable de que todo tenga buen ritmo y no aburra a pesar de tanta solemnidad y diálogo malo. Ese creo que es el principal problema: hay tanto esfuerzo en contar una historia que perdieron de vista a los personajes, las relaciones entre ellos y el peso que tienen en la trama. Es terrible ver lo secundarios que quedan Amanda Waller y peor aún, todos los Green Lantern Corps. Es cierto que aparecen todos y la secuencia del entrenamiento de Jordan en Oa esta muy buena pero mirando la peli sin el lente del fanatico cualquiera se da cuenta que sobran totalmente, que ni Sinestro ni Kilowog ni Waller tienen otro rol que explicar la "lógica" del contexto y que si te contaban que solo hay un Green Lantern (Abin Sur) y un solo guardián del Universo (Parallax que en la adaptación "evoluciono" de identidad emocional a guardián renegado) hubiera sido casi lo mismo. Tener tantos personajes buenos desperdiciados es sin duda lo más flojo junto con los intentos de humor forzados para que la peli se parezca a la primer Iron Man y termine teniendo mas la poca onda de Iron Man II, otro film que pierde con tanto chistecito tonto. Poniéndome un poco más amable, que a fin de cuentas yo también quiero que la película funcione y tenga una secuela más pulida, es un entretenimiento efectivo, que mirado con pochoclo y cero ojo critico sale bien parado. Lo que no resiste es una comparación con una verdadera historia trabajada como, por mencionar algo también de DC, The Dark Knight. Y como otro punto a favor, no conocía a la señorita Blake Lively que hace de Carol Ferris y la verdad que justifica el cariño que le tienen todos los hombres de la historia. Muy linda a la vista y sin duda más atractiva que el perrito bulldog en que basaron la cabeza de Kilowog.
El Señor del Anillo…. Verde Las criticas en internet han destrozado a esta película, quizás porque la comparan con películas del género como Ironman 2, Spiderman o la gran Dark Knight. La realidad es que considero que la misma ha sido injustamente calificada como “MALA” cuando realmente es una muy buena película de Superheroes a su estilo. Y eso no lo digo como cinéfilo, lo digo como lector mensual de Green Lantern desde el 2003 hasta la actualidad. Empecemos por las actuaciones de Ryan Reynolds y Blake Lively. Ryan interpreta a un inexperto Hal Jordan con un problema de responsabilidad. La interpretación es muy buena y como el grosso de Reynolds me cae muy bien me gustó mucho la forma en que balanceó la seriedad del personaje con el humor fruto de la inexperiencia. Blake nos brinda una actuación decente que sólo se compara a la de Megan Fox en Transformers; si bien participa en escenas importantes la belleza de Lively es lo que acapara la pantalla y no su floja interpretación de Carol Ferris. Por otro lado tenemos a Peter Sarsgaard que está realmente irreconocible como Hector Hammond y cuya interpretación es mejor que la de Blake pero no llega a superar a Ryan. Por último, tenemos a Mark Strong, y que no decir de su EXCELENTE actuación. Mark interpreta al mejor Green Lantern de los Corps, Sinestro. Strong, no sólo se fundió en imagen con el personaje sino que logró captar la esencia misma del personaje, sin dudas lo mejor de la película. Green Lantern nos cuenta la historia de Hal Jordan (intepretado por Ryan Reynolds) un piloto de pruebas de Ferris Air Craft que recibe un anillo y una linterna de un alienigena en su lecho de muerte. Pronto, Hal se da cuenta que el anillo acarrea una gran responsabilidad cuando se entera que aceptando el mismo ha ingresado al cuerpo de policia intergaláctica conocida como los Green Lantern Corps. La película no toma como base ninguna historia de los comics. Toma en cuenta las premisas seteadas en el comic y desarrolla una historia. El personaje esta muy bien cuidado por quien lo trajo a la gloria en el 2003 y los mantuvo en la actualidad en el top 5 de los mejores comics de DC Comics: Geoff johns que produce la película. Muchos fanáticos creo que esperaban con ansias esta encarnación de este superheroe a la pantalla grande y no serán decepcionados. Repito, la misma fue muy maltratada por la critica pero no es MALA película, todo lo contrario es bastante buena. Considero que parte de las malas críticas se relacionan con la ansiedad de que la historia llega al pico ue es la caida de Sinestro. Por ello, la ansiedad creo que le produjo a los críticos el “sindrome de la primer película” (la primer película es aburrida porque lo que prepara para la segunda es muy muy bueno a.k.a. “las segundas partes siempre son mejores”). La vi en 3D y si bien el mismo no era muy destacado dado que la película no fue filmada en 3D, sino convertida. Es una película que definitivamente vale la pena ir a verla al cine y disfrutarla como se merece: con anteojitos, una gaseosa y muuuucho pochoclo!!! Es una película de Superheroes que recomiendo verla en cine. Está buena y prepara el camino para la secuela que según se rumoreó Warner en los primeros días de Agosto dio “Luz Verde” al draft del guión para la Segunda parte de Green Lantern. Es una peli super pochoclera. Mi calificación es la siguiente….y por cierto, quedense al final de los créditos…no digan que no se los adverti!!!!
"Crisis energética" El cine como industria atraviesa una crisis muy amplia y duradera que seguramente se resolverá cuando se tomen las medidas necesarias y los responsables no se precipiten a buscar el dinero fácil. El respeto hacia el público a través de mejores contenidos con el paso del tiempo se ha ido perdiendo y el problema se potenció desde la re-aparición del 3-D que solo ofrece un espectáculo visual llamativo, pero que a nivel argumental hace aguas por todos lados. Lamentablemente eso es lo que ocurre con “Linterna verde” de Martin Campbell; Visualmente es impactante como ninguna, pero carece de un guion lo suficientemente sólido como para justificar semejante despilfarro. Una verdadera lástima, sobre todo para aquellos que conocen al personaje y entienden que se están desaprovechando los puntos más altos que ofrece. Recursos no le faltaron a Warner; De arranque nomas contó con un director de renombre como Campbell, que acumula éxitos taquilleros y de crítica tales como “Casino Royale” y “Edge of Darkness”, que en esta ocasión poco pudo hacer para solucionar las falencias del guion. Por otro lado hay un gran elenco, compuesto por Ryan Reynolds como Hal Jordan, Blake Lively como la chica de turno, Peter Sarsgaard, Mark Strong y Tim Robbins, entre otros. Sin embargo están desaprovechados y puestos en situaciones ridículas, casi sin sentido, con diálogos infantiles como hacía mucho no veía. Si ponemos como ejemplo a Reynolds, su personaje pronuncia durante gran parte del film “Cool”, “Yeaaaah”, “Supercool” y todo un repertorio de idioteces que no vale la pena mencionar. ¿Está claro donde falla el film? Sí. Y si hace falta repetirlo u aclararlo lo hacemos a continuación: el patético guion escrito en un principio por Greg Berlanti y Michael Green, que posteriormente seria “re visionado” por Marc Guggenheim y Michael Goldenberg. Es difícil entender como 4 guionistas que trabajan para los estudios más grandes de Hollywood no pudieran sacar algo bueno de un personaje muy rico en historia y que a su vez es representativo hasta por los codos para un público muy amplio. Inexplicable. Como así también el grotesco error de los productores al llevar este guión a la pantalla grande con un presupuesto superior a los 225 millones de dólares. De ahí que se habla de esta peli como uno de los grandes fracasos de este año. Una verdadera lástima, ya que no solo desaprovecharon una gran oportunidad para relanzar un personaje de gran potencial al mundo del cine (de hecho, es la primera adaptación que se hace) sino que también se ensucia el panorama para las posibles futuras secuelas, que de tener el visto bueno, tendrán que mejorar radicalmente su calidad para llamar nuevamente la atención del público. ¿Es todo malo lo que tiene para ofrecernos “Linterna Verde”? No, está claro que no. Como dijimos al principio, visualmente estamos frente a un espectáculo digno de ser visto en la pantalla grande y sobre todo en 3-D, ya que le otorga mayor importancia y realismo a los distintos escenarios y en las distintas secuencias de acción. Toda la primera parte del film que transcurre en Oa (el universo de los green corps) es magnífica y la secuencia final que comprende la lucha entre Hal y Parallax te deja sin aliento, porque le sobra espectacularidad. El problema letal, claro, radica en todo lo otro que compone al film; diálogos sin sentido, idas y vueltas “amorosas” innecesarias, situaciones cómicas ridiculísimas y todo un sinfín de relleno que quitan espacio y tiempo al desarrollo adecuado de una historia que tenía mucho para ofrecer en la pantalla grande pero que fue desaprovechado en gran medida por la falta de un buen guión. Una lástima. Difícil de recomendar.