El humor disipa las penas (o el fin del mundo) Tras internarme 10 días viendo cine “independiente”, pasando del drama intimista contemplativo nacional con solo 20 planos en 80 minutos, al cine experimental de Narcisa Hirsch o de Raya Martín, del documental autobiográfico al cine de terror y ciencia ficción más bizarro e ingenioso, agarrar nuevamente una superproducción de Hollywood con la magnitud de Los Vengadores en menos de 12 horas, provoca un shock fuerte… encima en 3D (y pensar que hace 48 hs había visto una obra croata de artes marciales en SVHS). Lo primero que sale a la luz es la artificialidad que tienen estas megaproducciones, el cálculo, la manera en la que los hilos de la estructura quedan al desnudo, el golpe de efecto, el momento de humor exacto. La previsibilidad del montaje y los diálogos construidos en base a frases hechas o protocolos militares. El patriotismo. Pero cuando uno comienza a entrar en la propuesta de Joss Whedon, descubre que Los Vengadores supera en casi todo sentido a las últimas adaptaciones del mundo Marvel. La unión hace la fuerza. Whedon proviene de la televisión. Su estilo, al igual que el de Johnston o Favreu es completamente transparente. Visualmente, el director de Serenity no encuentra demasiado ingenio para innovar visualmente. Cumple con lo que espera cualquier fan que desea que sus personajes tengan mayor protagonismo que el director. No es como Kenneth Branagh que logró incluir escenas con impronta teatral shakesperiana. Sin embargo, la mano de Whedon se nota en el guión, la narración y el humor que le imprime a la historia, los personajes y los diálogos. Si hay algo que nunca me gustó de los superhéroes Marvel es que en algún momento se hacen demasiado morosos, sentimentales en niveles cursis, solemnes. Whedon prefiere dedicarse a la acción y al conflicto grupal. Genera bastante tensión. No hay espacio para el romance prácticamente (apenas unos besos de Tony Stark con Pepper Potts, y un cruce de miradas entre Hawkeye y la Viuda Negra), por lo tanto el nervio está puesto sobre la lucha de egos que se desarrolla en el grupo. Bruce Banner tratando de repeler al Hulk, Tony Stark aprendiendo a trabajar en equipo, Steve Rogers buscando la forma de no tomar el rol de soldado que solo sigue órdenes. Esta lucha permite que se alimente el poder de Loki, el villano de turno. Whedon aplica un equilibrio preciso para que cada personaje de desarrolle casi de igual forma. Loki termina por ser más tenebroso y poderoso en Los Vengadores que en Thor, por ejemplo. A pesar de no contar con demasiadas sorpresas (solamente hay algunos cameos muy divertidos), el film es entretenido, el suspenso está bien generado, y los efectos especiales toman protagonismo, pero no desorientan al espectador como sucede en los films de Michael Bay. Cuando Whedon hizo Serenity (adaptación de su fallida serie Firefly) ya demostró que sabe manejar equipos, que se puede generar comedia cuando se tiene a un grupo que funciona como una familia disfuncional. En medio de diálogos dramáticos, Whedon aplica comentarios irónicos de Stark y Banner, el Hulk genera voluntaria comicidad con sus peleas, e incluso hay un registro de autoparodia (“Parece un conflicto shakesperiano” dice Stark cuando ve a Loki luchando con Thor). De esta forma, las casi dos horas y media son precisas. Al film no le falta ni le sobra nada. El cálculo permite que todos se queden conformes y vivan la experiencia como un chico de 12 años (como dijo Iván Steinhardt). Hay incongruencias narrativas en el guión. Algunas vueltas de tuerca sin resolución, errores en la coherencia y verosimilitud misma de la historia, pero se perdonan. Pasan inadvertidas. Alan Silvestri da un gran apoyo musical en la acción, crea un leit motiva que queda horas en el oído. No busquen espontaneidad en los textos. La mayoría de los diálogos carecen de realismo, sin embargo los chistes funcionan. Si bien, ninguno de los actores, tiene una participación memorable, la mayoría está mejor que en sus propias películas. Es el caso de Tom Hiddleton, mucho más sólido y convincente que en Thor, Chris Evans, que parece comprender mejor su rol de Capitán América, los pocos minutos de Gwyneth Paltrow aportan una frescura que no había en las dos partes de Iron Man. Downey Jr. con menor participación logra destacarse, Ruffalo es más convincente que Edward Norton como Bruce Banner y Scarlet Johansson interpreta a una Natasha Romanoff más cálida y humana. Sorprende la frialdad de Jackson como Nick Fury (estaba más suelto y menos atado al guión en Iron Man), desaprovechados Stellan Skarsgard, Cobie Smulders y Jeremy Renner, y son muy nobles las pequeñas intervenciones de Clark Gregg o el veterano realizador polaco Jerzy Skolimowski Para distenderse, divertirse y relajar la cabeza después de romperse la cabeza reconstruyendo las tramas (o buscándole sentido) a más de 46 films, Los Vengadores cumple con las expectativas generadas. Un producto redondo y calculado. El riesgo habrá que buscarlo en Miguel Gomes o Guy Maddin.
El sueño del pibe comiquero hecho realidad. Probablemente al leer estas líneas todavía no viste la película y lo que puedo asegurarte es que Los Vengadores es todo lo que te imaginás y más. Hablamos de una de las fiestas pochocleras y comiqueras más importantes de las últimas décadas. Es muy loco porque estás en el cine sentado en tu butaca con los anteojitos y mirás a la pantalla y no podés creer lo que está sucediendo frente a tus ojos. Todos esos íconos populares del universo Marvel que siempre vimos juntos en el papel ahora cobraron vida en un film live action que para los amantes del género (tanto en la historieta como en el cine) es sencillamente inolvidable. La trama de Los Vengadores se vino construyendo desde la primera entrega de Iron Man y la virtud del trabajo del director Joss Whedon reside en que supo ensamblar a la perfección todos estos personajes fuertes para brindar una gran aventura épica de superhéroes. El film dura 142 minutos y no da respiro desde la primera escena. No pierden tiempo en presentaciones. Todo el mundo ya conoce los orígenes de los personajes y en este caso los reunieron para que trabajen juntos en una misión. La historia es super sencilla y clásica pero funciona por la manera en que te la cuentan. El director Whedon, desde mi punto de vista, consiguió darle el espacio necesario a cada personaje y de esa manera logró que el gran protagonista del film sea justamente el equipo que forman los héroes. Por ejemplo, Robert Downey Jr, no sólo es uno de los mejores actores que existen en el cine desde hace décadas, sino que además sobresalió como el mejor casting que se hizo de un superhéroe desde el Superman de Christopher Reeve. Lo que hace con Tony Stark es tan grande y soberbio que una película de Iron Man sin él hoy ya no sería lo mismo. Si este film no hubiera estado bien construido desde la dirección y el guión Los Vengadores tranquilamente se habría convertido en Iron Man y sus amigos por el tremendo carisma y talento de Downey Jr. Sin embargo, el director Whedon logró darle su espacio, donde tiene diálogos desopilantes, pero siempre dejando claro en la historia que Stark es un integrante más del grupo. Me encantó que dentro de la ficción Iron Man le cediera el rol de liderazgo al Capitán América y lo dejara comandar las acciones del equipo, que es como debe ser, por una cuestión de trayectoria y tradición comiquera. La película, al igual que los filmes de Iron Man, combina muy bien el humor con la acción y entre las escenas donde interactúan los héroes entre sí hay momentos fabulosos. En materia de acción la película es extraordinaria y Whedon brinda secuencias maravillosas, especialmente hacia el final donde te volvés loco. En un momento hay una toma en plano secuencia donde la cámara va siguiendo a todos los Vengadores en acción que es maravillosa. Hay algo de este estreno que merece un párrafo aparte. REVELACIÓN TOTAL DE LA PELÍCULA: HULK!!! Es loquísimo porque lo que no pudieron hacer dos largometrajes dedicados a este personaje Joss Whedon lo logró en el film de Los Vengadores. Hulk no sólo se roba mal la película, con un par de escenas memorables que quedarán en el recuerdo de los fanáticos, sino que además Marvel brindó la mejor interpretación que se hizo del personaje en el cine. En este film uno puede ver y disfrutar la cualidades que hicieron de este antihéroe uno de los personajes más queridos de este universo de ficción. Acá finalmente retrataron al Hulk zarpado y desatado que mucho de nosotros conocemos de las historietas y nunca terminaba de aparecer por completo en las otras producciones. El intercambio ideológico que en un momento el gigante verde tiene con Loki es sencillamente de antología. Con todo respeto, pero si esa escena no te roba una sonrisa deberías saber que sos un zombie o miembro de FIPRESCI, que para el caso es lo mismo. Es una pena que Edward Norton no regresara para interpretar a Bruce Banner porque la película hubiera sido perfecta, pero es justo reconocer también que Mark Ruffalo hizo un muy buen trabajo en el rol del científico. Los Vengadores es una fiesta que no tiene desperdicio y no se puede dejar pasar en el cine. Un auténtico bálsamo de felicidad para tu niño interior.
Hay equipo... La primera impresión que deja la película de Los Vengadores, el grupo superheroico del universo de cómics de la Marvel, es la de la tarea cumplida. Este fructífero género (al menos en términos de respuesta de público) que se sustenta en las acciones de personajes de historietas llevados al cine, tenía una cuenta pendiente en la pantalla grande: la conformación del grupo comando para la defensa del planeta. Si bien en Los 4 Fantásticos o en las X-Men de Bryan Singer se había trabajado ya (y muy bien) con el concepto del grupo metahumano, es en Los Vengadores donde ese conjunto se conforma a partir de películas y personajes preexistentes. El film de Joss Whedon (Buffy, la cazavampiros) aprovecha, en forma muy sólida, los 142 minutos de metraje para justificar la presencia de cada uno de los superpoderosos y sin que ninguno haga ruido. El asunto es simple: Loki, hermano bastardo de Thor, decide apropiarse de la Tierra a partir del uso del Tesseract, una fuente de energía que él controla y que le permite generar una suerte de agujero negro para la entrada de una raza alienígena aliada a sus oscuros objetivos. Así, la producción comienza con el ataque a la agencia paragubernamental SHIELD, al mando del espía entre espías Nick Fury (Samuel L. Jackson) quien, frente al peligro del planeta, intenta cohesionar al grupo de superhéroes que viene reclutando hace años. La base de este preludio se vino forjando durante los últimos años en las diferentes películas individuales de los personajes de Marvel. Whedon acierta en la dosificación en pantalla de cada uno de los superhéroes en cuestión, apoyándose en el eje de los dos principales referentes: Steve Rogers (Chris Evans), más conocido como Capitán América, héroe clásico en una era de la que se siente ajeno; y Iron Man, altert ego del megalómano e insufrible millonario Tony Stark (el gran Robert Downey Jr.). La combinación explosiva y tensión filosófica entre ambos es el motor de la historia y actúa como centro para la acción del resto de las atractivas figuras: Thor, Black Widow, Hawkeye y Hulk. El gran pulso narrativo de Whedon para la aventura se demuestra en la perfecta aparición en pantalla de cada uno de ellos en el momento indicado y siempre en función de ayudar a la riqueza del relato. La producción alcanza un objetivo muy alto dado que es sumamente difícil mantener una coherencia narrativa con una galería de personajes tan potentes y con tanta historia reconocible. Por supuesto, se pueden realizar algunas objeciones mínimas. Los Vengadores no posee la excelencia y las cualidades revisionistas de films como las dos primeras X-Men de Bryan Singer, las Batman de Christopher Nolan o las dos primeras Spiderman de Sam Raimi. La película de Whedon apuesta al entretenimiento más simple, conectándose con las historias basadas en personajes lineales y con diálogos ampulosos, pero nunca perdiendo el humor o cayendo en la solemnidad. De hecho, por caso, Los Vengadores funciona muy buen como film de grupo de superhéroes pero, también, como una buena entrega de sus personajes por separado: por ejemplo, es una mejor entrega sobre Iron Man que la secuela de ese film y es la mejor presentación de Hulk en cine. A su vez, el director crea un espiral interesantísimo en un film que siempre mantiene la acción a gran escala en un punto muy alto. El matiz se logra en el redoble de la apuesta, posibilitando que los efectos especiales (que los hay, y muchos, en calidad y cantidad) siempre estén subordinados a la historia principal y al eje argumental: ¿Pueden los superhéroes trabajar en equipo? Este interrogante lleva al espectador hasta la increíble escena final en Manhattan, uno de los mejores cuadros cinematográficos de la historia reciente del género superheroico en lenguaje cinematográfico. Obviamente, también la producción funciona en un tercer nivel: el de presentación de situación y de perfiles de personajes a fin de abrir una nueva franquicia con centro en el comando superheroico. Como se puede ver en la habitual secuencia posterior a los créditos finales parece que habrá Vengadores para rato.
Un súper equipo ¿Quién no soñó alguna vez de niño (y de grande también, seamos buenos entre nosotros) con ver a sus superhéroes peleando codo a codo, escudo a escudo y rayo a rayo para salvar la humanidad todos juntos en una película, ya sea de la mano de Dc Comics con Justice League of America o de Marvel con The Avengers? Bueno, Los Vengadores vendría a ser la película encargada de cumplir ese sueño con creces. Y hay que admitir que no la tenía fácil ya que estar a la altura de semejante sueño era complejo, pero gracias a su espectacularidad, su humor y principalmente su aprovechamiento de los personajes se puede afirmar tranquilamente que Los Vengadores es una de las mejores películas sobre superhéroes que se ha hecho jamás. Loki ha juntado demasiado poderío, gracias al ayudín de un ejército alienígena y a un cubo de energía proveniente de Asgard que se encontraba en investigación en la Tierra, y debe ser parado para evitar la destrucción de toda la humanidad. Esto solo será posible si Iron Man, Hulk, Thor, Capitán América, Hawkeye y Black Widow, trabajan juntos y luchan contra una invasión de extraterrestres comandada por el resentido y malvado hermano del mencionado dios del trueno. Los Vengadores es una gran película. Tiene todo lo necesario para ser recordada por años entre sus fanáticos y entre aquellos que vayan a buscar al cine puro entretenimiento del bueno. A lo largo de sus más de dos horas, que en ningún pasaje se hacen pesadas, encontraremos secuencias de peleas calibradas con excelencia y vértigo, escenas de acción plagadas de espectaculares y hermosas explosiones y grandes momentos de humor que descargan y aligeran su solemnidad. Pero especialmente lo que hace grande a esta película es la gran explotación que realiza Joss Whedon (muy buena labor de este "silencioso" realizador) de la "psicología" de los personajes y sus diferencias para desatar los conflictos entre las personalidades (y principalmente sus egos) de estos consagrados superhéroes. Es allí y en el párrafo siguiente donde radican las principales fortalezas de Los Vengadores. Chris Evans, Chris Hemsworth, Jeremy Renner, Mark Ruffalo, Samuel L. Jackson y el malvado Tom Hiddleston, además de los secundarios Cobie Smulders, Clark Gregg, Gwyneth Paltrow y Stellan Skarsgård, componen diez jugadores de este equipo de ensueño que ejecutan su rol en la cinta y se complementan a la perfección. Aunque como en todo súper equipo, siempre hay un fuera de serie, un crack, un Messi, un Riquelme, el encargado de darle ese toque de calidad a la jugada; y aquí ese importante papel lo juega el inmenso Robert Downey Jr. sin ningún tipo de duda. Cada aparición de Downey Jr. como Iron Man o Tony Stark levanta los ánimos por los cielos y termina con su carismático sello todas las buenas intenciones de la película, y además es el encargado casi exclusivo de marcar los tiempos humorísticos de la cinta. Es decir, si no contara con el actor de Chaplin, Los Vengadores sería una buena película pero con Downey Jr. sumado a lo expuesto más arriba estamos en presencia de una gran cinta de superhéroes que saciará por completo nuestras ansias de acción en la gran pantalla hasta que llegue la esperada Batman: El Caballero de la Noche Asciende. Los Vengadores llega a nuestras carteleras para cumplir nuestro sueño con creces y darnos una película fuera de serie que exprime a más no poder las virtudes de un súper equipo.
Era una de las películas más esperadas de los últimos años. La oportunidad para disfrutar en pantalla grande de uno de los más importantes dream team de los comics. Un acontecimiento cinematográfico que prometía la gloria absoluta. Y Los Vengadores no defraudaron.
Muchas eran las expectativas que se habían generado en torno a The Avengers. Teniendo en cuenta que cada uno de sus personajes ya había tenido su presentación en su respectiva película ( y en el caso de Iron Man, una secuela), la incógnita era si iban a poder conjugar juntos, o si sólo nos esperaba un simple festival de efectos visuales y nada más que eso. Me alegra decirles que dichas expectativas han sido ampliamente superadas. No exagero al decir que estamos ante el mejor film de superhéroes y tal vez el mejor exponente que el cine de acción ha dado en mucho tiempo. Joss Whedon ( con vasta experiencia en dirigir series de la Fox, como Buffy, Angel, Dollhouse y hasta Glee) nos trae 140 minutos de puro entretenimiento y del bueno, con impresionantes efectos y un correcto uso (no confundir uso con abuso) del 3D, siempre funcional y al servicio de la historia que se quiere contar. La misma, simple y sin complicaciones para que el espectador pueda disfrutar de lo que está dispuesto a ver, comienza cuando Loki (el hermano de Thor) hace su aparición en la agencia gubernamental SHIELD, destruyéndolo todo y apoderándose del Tesseract, un dispositivo fuente de energía que logra controlar y que le permitirá abrir un agujero de gusano capaz de traer una temible raza alienígina a destruir la tierra. Es por ello que Nick Fury (Samuel L. Jackson), quien a cargo de la agencia ya ha venido reclutando a los superhéros en las anteriores películas de Marvel, decide contactarlos a todos para emprender una batalla de proporciones gigantescas. Del más que sólido guión que el propio Whedon escribió, su mayor acierto es no destacar a ningún personaje por sobre otro, dándole a cada uno de ellos su espacio para lucirse, tanto solos como en forma grupal. Robert Downey Jr., Chris Evans y Chris Hemsworth lucen impecables como los personajes que ya habían interpretado anteriormente ( Iron Man, Capitán América y Thor respectivamente). Sin embargo, cuando pensamos que el gran error había sido suplantar a Edward Norton, hace su aparición un excelente Mark Rúffalo, entregándonos un brillante Banner/Hulk, capaz de hacernos olvidar a los anteriores y de regalarnos los momentos más graciosos del film (Para comprobarlo vasta ver en que circunstancias aparece Banner en plena Batalla, o cuando Hulk le dá una merecida lección a Loki). Pero estos cuatro muchachos no están sólos, sinó que cuentan con la ayuda de Hawkeye (Jeremy Renner) y de Natasha Romanoff/Black Widow (Scarlet Johansson), de quien por momentos se abren algunas incógnitas sobre su pasado y no sería ninguna sorpresa que pronto tengamos a La Viuda negra como protagonista de su propio film. Con una muy buena banda de sonido de Alan Silvestri, un trabajo de edición impecable y un ritmo que no decae absolutamente en ningún momento, "Los Vengadores" llegaron para quedarse. Y por más que cada uno va a continuar con su historia en sus respectivos films, vean la escena que está al finalizar los créditos. Tal vez haya Avengers para rato.
La suma de las partes Cada personaje del universo Marvel tuvo su lucimiento en sus respectivas películas y creaba expectativas la llegada de Los Vengadores, donde la suma de las partes de estos "gigantes de acero" hace la fuerza. El film presenta a los más poderosos superhéroes del cómic publicado por primera vez en 1963: Iron Man (Robert Downey Jr.); Thor (Chris Hemsworth); Capitán América (Chris Evans); Hulk (Mark Ruffalo, después de Erik Bana y Edward Norton) y a otros que cobran protagonismo como Ojo de Halcón (Jeremy Renner) y Viuda Negra (Scarlett Johansson). Ellos unen sus fuerzas para combatir a Loki, el villano de turno que surgió de la película Thor, bajo la mirada tuerta de Nick Fury (Samuel L. Jackson), el director de la Agencia Internacional para la paz, más conocida como SHIELD. Si algo queda claro desde el comienzo es que el director Joss Whedon (Serenity) supera los resultados de cineastas como Kenneth Branagh y Jon Favreau en Thor y Iron Man, respectivamente. Cada personaje tiene su momento (y su estrellato) en esta megaproducción que carga con los conflictos personales de los superhéroes y deja lo mejor para la secuencia final con la invasión de extrañas criaturas que atacan la ciudad. El despliegue es eficaz y vertiginoso en su resolución visual. Stark/Iron Man hace gala del humor en varios tramos del film y el doctor Banner lidia con su furia cuando se transforma en Hulk. El monstruo verde (más chico que en la última versión) tiene dos gags imperdibles y de golpe efectivo en la platea. El resto es pura explosión a lo largo de dos horas y media, en un universo que abre la puerta a la llegada del Mal. La trama se permite también un coqueteo final de Stark con su secretaria Pepper Potts (Gwyneth Paltrow) y presenta un agregado después de los créditos finales. La única pregunta que queda flotando es si el uso del 3D era necesario. Lo bueno está en la pantalla y sólo hay que disfrutarlo.
VideoComentario (ver link).
Joss Whedon demuestra que puede manejar una megaproducción y no morir en el intento. Llegó el día: entre mañana y el viernes llegará a las pantallas latinoamericanas Los Vengadores, la última superproducción de Marvel dirigida por Joss Whedon. Aquí, los héroes de las anteriores películas se unen para formar un grupo de justicieros bajo las órdenes de S.H.I.E.L.D., una organización secreta de seguridad internacional. Para entender al cien por ciento la película, es necesario haber visto absolutamente todas las obras de Marvel hasta el momento, sobre todo Thor y Capitán América, ya que sus líneas argumentales van palmo a palmo con la de Los Vengadores. Paso a explicar: La película comienza con la gente de S.H.I.E.L.D. y el doctor Selvig (Stellan Skarsgård, visto en Thor) analizando los extraños comportamientos del Tesseract, el elemento con el que Hydra quería hacer un arma hiperpoderosa en Capitán América. Este cubo pertenece originalmente a la gente de Asgard, y es utilizado para transportarse de un mundo a otro, por eso - además de ser una potencial arma y fuente de energía ilimitada -también es un portal, y como todo portal, tiene dos lados. Del otro lado de ese marco está Loki (Tom Hiddleston), expulsado de Asgard y buscando revancha contra los terrícolas, que hicieron que su hermano Thor (Chris Hemsworth) "bajara a su nivel", olvidando su rango de deidad. Él hará un pacto con una raza alienígena belicosa llamada Chitauris, en el cual les promete el Tesseract a cambio del dominio del planeta tierra. Así, Loki llega al planeta a través del portal creado por el Tesseract y comienza su plan maestro: domina la mente de Clint "Hawkeye" Burton (Jeremy Renner) y de Selvig para tener fuerza y cerebro mientras prepara un portal más grande para que todo el ejército Chitauri venga a exterminarnos. Esto hará que S.H.I.E.L.D. vuelva a considerar la iniciativa Vengadores, un plan para reunir a los hombres y mujeres más poderosos del planeta en un escuadrón de defensa invencible. Pero a ellos no se los ve muy emocionados. Solo el Capitán América (Chris Evans) y Black Widow (Scarlett Johansson) permanecen en S.H.I.E.L.D. El primero porque no tiene lugar en donde caer, y la segunda porque es una agente fija. Tony Stark (Robert Downey Jr.) es Tony Stark, y no tiene el más mínimo interés de formar parte del grupito, Thor se encuentra en Asgard, por lo que es imposible comunicarse con él y el Dr. Bruce Banner (Mark Ruffalo), más conocido como Hulk, está en el corazón de la India, ayudando a personas humildes e intentando mantenerse lejos de todo lo que le provoque un pico de stress. Pero todo el escenario cambiará cuando Loki tome por sorpresa a un grupo de civiles en un coqueto evento en Alemania. Allí, Iron Man y el Capitán América lograrán detenerlo y llevarlo hacia S.H.I.E.L.D., pero también en el medio aparecerá Thor, que querrá regresarlo a su hogar. Pero sin el Tesseract eso es imposible, lo cual da pie a una serie de peleas internas, guerras de egos y demás cosas que Loki sabrá explotar a su manera. Contar más de Los Vengadores sería arruinar la película. El planteo es ese y todo lo que sigue es, como puede decirse, una película de superhéroes pura, dura y efectiva. A diferencia de las otras producciones de Marvel, el humor se hace más presente y con mucha más efectividad, y las escenas de acción son de lo mejorcito que pudo verse dentro de los canones Marvel. Además, y a diferencia de casi todas las demás películas de superhéroes, la oscuridad no tiene lugar. Si, claro que hay algo de drama y algo de "oh-no-soy-un-idiota", pero no verán almas sufridas ni atormentadas en esta cinta: solo tipos con superpoderes que saben como patear traseros de extraterrestres y dioses. Las fallas de la película son escasas (un pequeño hueco argumental por acá, un diálogo científico excesivo por allá, un 3D inexistente que me obliga a recomendarles que vayan a verla en 2D para ahorrar dinero) y no afectan a lo que es la producción en si, que termina convirtiéndose en todo lo que los trailers habían prometido, y mucho más. Lo más destacable, por el contrario, es la inteligencia con la que supieron manejar a los personajes, dejando su momento de gloria a cada uno y haciendo que el protagónico y eje de la película no sea ninguno de ellos, sino S.H.I.E.L.D. Claro que, en cuanto a carisma, Tony Stark se roba la película, y el Bruce Banner de Ruffalo sorprende y agrada mucho más que todos los Hulk vistos hasta el momento, pero eso no quiere decir que sean los únicos importantes. En definitiva, Los Vengadores es lo que es: una película de aventuras, de acción, con un visual excelente y un guión bien escrito que hace justicia a todo el universo Marvel conocido y que nos dan ganas de comernos baldes y baldes de pochoclo/palomitas de maíz. Ah, y como todas las películas de esta productora, tiene una escena post créditos, pero que solo los más fanáticos de los comics llegarán a entender del todo.
Por años el cine de superhéroes se preparó para este evento. Una de las grandes vertientes dentro del género que más ha crecido en el último tiempo ha estado orientada a una meta común, la puesta a punto de un ensamble en el que se vieran potenciados todas las figuras traspuestas desde los cómics. Con The Avengers, Marvel brinda por el objetivo cumplido, como lo hiciera con la mayoría de las entregas de X-Men, como no lo hizo con las pobres Fantastic Four. En marcha desde el 2008 con la primera Iron Man y The Incredible Hulk, ha supuesto que una serie de engranajes se pusieran en movimiento para desarrollar personajes e historias y establecer líneas argumentales, limpiando el camino de asperezas para que Joss Whedon demostrara sus capacidades, siempre reducidas al ámbito televisivo. Los años de experiencia en la pantalla chica han probado que el realizador es un enorme creador de protagonistas, capaz de enfatizar cualidades únicas que los convierten en parte de la memoria colectiva. La indiscutida genialidad de sus producciones, siempre condenadas a abruptos cierres por las demandas de la industria, han resultado en personajes inolvidables, sean cazadores, vampiros con alma o vaqueros espaciales. Las dudas en torno a qué podía generar a partir de trabajos ajenos se disipan con el correr de Los Vengadores, en la cual se da cuenta que explota las características del todo y de cada una de las partes. Para justificar este aspecto solo basta ir a los ejemplos: la entrega del mejor Hulk dentro de la serie, superior al de Eric Bana y, por mucho que pese, al de Edward Norton, de un Thor menos conflictuado y con lo mejor de la película de Kenneth Branagh, y a un Iron Man inspirado, más cercano al del film original que al de la secuela. Whedon y Zak Penn sostienen la historia en la tensión entre los miembros del equipo, en donde llevan la delantera Tony Stark, el Capitán América y su duelo de egos. El acierto central del director es el de lograr la unidad sin descuidar ni forzar a ninguno de sus integrantes, otorgando la oportunidad de que cada vengador tenga su desarrollo sin perder de vista el panorama general. Esta triunfa allí donde suelen tropezar ciertas producciones corales, llevando a que incluso personajes secundarios (con los que Whedon históricamente se ha anotado puntos) como Black Widow y Hawkeye, por naturaleza inferiores a los otros cuatro, estén a la altura de las circunstancias. Por esto pagará el precio de un lento arranque, con un ritmo calmo que se extiende durante buena porción de la primera hora, algo que se verá compensado con su explosiva segunda mitad, incapaz de tomarse un descanso. Las expectativas por The Avengers encuentran una producción cargada de altas dosis de acción y notables efectos especiales, a las que se suma aquel efectivo sentido del humor que ha caracterizado a las películas anteriores. Whedon elude tanto la artificialidad del mero impacto visual, en ningún momento hace a un lado a su historia, como el infantilismo de los diálogos, sin ambiciones reflexivas impulsadas por líneas "profundas". Al director no le tembló el pulso a la hora de llevar adelante una super-producción, y su resultado sin duda excede lo esperado. Con el visto bueno del público y la crítica, Whedon prueba estar listo para su demorado paso a las grandes ligas, ahora más que nunca con equipo confirmado.
La base está Después de las presentaciones en solitario de los superhéroes más iconográficos de la Marvel era lógico esperar que tras las irregulares películas, Los Vengadores resultara por lo menos mejor que Los cuatro fantásticos en sus dos presentaciones y equiparable a la saga X-men en cuanto a film coral de superhéroes. Más allá de las afinidades o no con cada una de las películas de los miembros de este dream team heroico (rocordemos dos películas para Iron man, dos películas para Hulk y una tanto para Thor como Capitán América), pergeñado por la mente del brillante historietista Stan Lee y Jack Kirby que debutara allá por 1963 en el comic, puede decirse con todas las letras no sólo que estamos en presencia de la mejor película colectiva de superhéroes sino que además la menos solemne y patriotera de la década, lo que a estas alturas ya es un valor agregado. La premisa que detona la idea de la unión para hacer la fuerza es tan sencilla como efectiva: llegado el hipotético caso de que existiese un enemigo para el planeta tierra, indestructible desde la acción individual, la solución no es otra que el agrupamiento de habilidades y destrezas de cada superhéroe para construir un equipo que en conjunto supere en poder al enemigo. Ahora bien, si la hipótesis encuentra asidero en la realidad habrá que ver qué es lo que pasa entre teoría y práctica durante una feroz lucha con resultado incierto. Ese es el eje temático que recorre la superficie de un relato que transita por las peripecias de toda película de superhéroes, léase presentación de cada uno por separado, reclutamiento, enfrentamientos internos y finalmente unión y sacrificio por el bien común, pero multiplicado por cuatro o cinco, depende la lectura que quera hacerse donde se pone en juego la idea de la obediencia, el sacrificio altruista, la soledad del héroe y la tensión constante entre la humanidad necesitada de salvadores y la humanidad responsable de su propia autodestrucción. Todas estas ideas desarrolladas con ritmo, diálogos simples y apuntes humorísticos certeros conforman la estructura narrativa de un guión que sabe dosificar el desarrollo de los personajes; las secuencias de despliegue visual y acción trepidante que no para un segundo y que encuentra los momentos adecuados para lucimiento de cada uno sin que ninguno sobre en la ecuación pero con el peso y la presencia justa por nivel de jerarquías. Para usar un término futbolero: en este equipo Iron man (Robert Downey Jr) viene a representar a Lionel Messi y Hulk (Mark Ruffalo) al flaco Schiavi porque corta con la dulzura y desarma cuanto equipo contrario intente penetrar la línea de defensa, coordinada por un Capitán América (Chris Evans) que dentro del grupo es el menos pragmático y está pasado de moda en completa coherencia con su historia particular. Pero Messi –para seguir con la metáfora futbolera- sin ayuda no podría distinguirse y eso en el film, dirigido a puro pulso por Joss Whedon, se respeta como esos códigos inviolables, así como la presencia de un antagonista a la altura de las circunstancias que bajo la arcaica estrategia de dividir para reinar genera el suficiente caos para dejar en claro que a veces el poder no se resume en la fuerza sino en la inteligencia. Sin anticipar mucho sobre la trama para que el público disfrute, basta con decir que el hermano bastardo de Thor (Chris Hemsworth), Loki (Tom Hiddleston), se apodera del cubo de energía ilimitada Tesseract para reinar sobre la tierra, protegida por su hermano Thor mientras el resto de los superhéroes, los ya conocidos y aquellos que se suman como Viuda negra (Scarlett Johansson) y Ojo de Halcón (Jeremy Renner) se encuentran alejados del mundanal ruido hasta que el espía Nick Fury (Samuel L. Jackson) a espaldas de sus superiores pone en marcha la iniciativa Vengadores a lo que puede ser la última batalla sobre la faz de la tierra. Inmejorable debut para una franquicia que de mantener el nivel de esta primera entrega ganará por goleada el campeonato mundial de superhéroes porque cuando la base está, el resto del equipo funciona.
Piña va, piña viene ésta sí entretiene Los superhéroes se pelean por entrar en cuadro. El viejo truco de los personajes superhéroes de doble personalidad tiene en Los vengadores su apoteosis. Los insignes defensores del Bien que provienen de los cómics de Marvel están, todos juntos, por espacio de casi dos horas y media, y en 3D, combatiendo contra Loki, el hermano malo de Thor y sus secuaces alienígenas. Pero reunir a tantos superhéroes y estrellas tiene sus riesgos. Como si se tratara de una película coral, hay que saber manejar y balancear no sólo egos, sino también los tiempos de exposición de cada uno, darles escenas en solitario para no defraudar a ningún fan de ningún personaje y, cuando comparten secuencia, exprimirlos (¿explotarlos?) lo mejor que se pueda. Y el director Joss Whedon (coguionista de Toy Story y creador de Buffy, la cazavampiros ) vaya que lo ha logrado. Son al menos ocho personajes centrales, y hay que saber qué darles para hacer. La excusa es Tesseract, una sustancia superpoderosa que está encerrada en un cubo que otorga energía y también sirve de portal hacia el espacio exterior -que, como ya sabemos, nunca trae nada bueno de ahí afuera-, y así llega Loki (Tom Hiddleston). Con su extraño poder, copta a Ojo de halcón (Jeremy Renner, que es tan ducho con el arco y la flecha que lo podrían llamar para la secuela de Los juegos del hambre ). Hay que defender a la Tierra del ataque exterior, y allí van nuestros héroes, reunidos por Nick Fury (Samuel Jackson) en una embarcación que puede surcar mares y elevarse por los aires hasta parecer invisible. Así como varios personajes tienen esa doble personalidad, el guión casi que los emparenta en pareja. La de Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.) con Steve Rogers/Capitán América (Chris Evans) es la clásica: se celan, se encaran y terminan ayudándose. Y están Natasha Romanoff/Viuda negra (Scarlett Johansson) y Bruce Banner/Hulk (Mark Ruffalo), y Thor (Chris Mesworth), que tiene mucho por qué pelearse con su hermano Loki (“es adoptado”, dice el rubión del martillo). Igual, el guión le depara las mejores líneas de humor (¿será por contrato?) al personaje de Downey Jr. La película tiene espectacularidad desde que arranca hasta que termina, con el ataque de Loki y sus guerreros alienígenas, capaces de destruir medio Manhattan, desde la Grand Central Station hasta cualquier edificio. Entretenida, divertida y con ritmo sostenido, por más que tantos personajes se peleen por aparecer en cuadro, Los vengadores tiene todo para convertirse en un gran éxito, que disfrutarán los fans y hasta aquellos que crean que Los vengadores son los sempiternos John Steed y Emma Peel, de aquella serie de TV de los ‘60.
Iron Man, Thor, Capitán América, Hulk y dos nuevos superhéroes en un film de pura acción Los superhéroes surgidos de las historietas de la editorial Marvel han tenido en los últimos años múltiples incursiones en el cine con resultados dispares (la mejor, sin dudas, fue la primera entrega de Iron Man). Más allá de varias decepciones, el interés por estos personajes nunca decayó y los millones de fans de todo el mundo aguardaban con ansias el encuentro de los seis Vengadores en un mismo film. La larga espera terminó. Y valió la pena. La película escrita y dirigida por Joss Whedon ( Buffy, la cazavampiros ) tiene muchos más hallazgos que carencias para un producto que es bastante más que una ingeniosa propuesta de marketing con todos ellos reunidos en un afiche promocional. La trama es sencilla: Loki (Tom Hiddleston), el despiadado hermano de Thor, llega a la Tierra y se roba el Tesseract, una fuente de energía que permite además la apertura de una suerte de agujero negro en el espacio que posibilita el acceso de invasores alienígenas. A Nick Fury (Samuel L. Jackson), el agente de la organización gubernamental Shield, no le queda otra alternativa que convocar al excéntrico millonario Tony Stark/Iron Man (un Robert Downey Jr. que aprovecha varios momentos para "robarse" el show), Steve Rogers/Capitán América (un Chris Evans con bastante protagonismo); Thor (Chris Hemsworth), Bruce Banner/Hulk (Mark Ruffalo) y dos personajes que hasta ahora no habían tenido su propia franquicia como la seductora Natasha Romanoff/Black Widow (Scarlett Johansson) y el arquero Clint Barton/Hawkeye (Jeremy Renner). Si bien entre la construcción del conflicto y la presentación de cada uno de los superhéroes el film tarda un poco en arrancar, luego Whedon se muestra sólido en el manejo de la estructura coral, dosificando con soltura el humor y el suspenso, y trabajando con convicción los celos y las lealtades entre los distintos protagonistas. Para el final, por supuesto, queda una larga batalla, una excelente secuencia de acción a puro efecto visual que se ubica entre lo mejor del cine de entretenimiento a gran escala de los últimos tiempos. Y, tras los créditos finales, lo que todos intuían: una invitación a una secuela que llegará después de los próximos films de Iron Man, Thor y Capitán América. Hay Vengadores para rato.
Todos juntos contra una amenaza exterior La reunión de varios de los más importantes personajes de la factoría de superhéroes Marvel –empezando por Capitán América, Iron Man y Hulk– sublima una de las fantasías fundacionales de los EE.UU. como imperio: combatir a un enemigo externo. Cuando se habla de cultura y arte pop, lo primero en que cualquiera piensa es en una lata de sopas Campbell o en la peluca de Andy Warhol. Si se insiste un poco, seguramente se llega a los cuadros de historieta de Roy Lichtenstein. Nada mejor que empezar por la historieta y el pop para hablar de Los Vengadores, la película que reúne en un mismo plano a varios de los más importantes personajes de la factoría norteamericana de superhéroes Marvel: Capitán América, Iron Man, Hulk, Thor, Ojo de Halcón (Hawkeye) y Viuda Negra. Y está bien decir varios, porque no son todos; también pertenecen a esta casa el Hombre Araña, los 4 Fantásticos, X-Men y con eso alcanza para darse cuenta de la importancia de Marvel dentro de la cultura popular norteamericana y por extensión, guste o no, también global. La apuesta del estudio Marvel, recientemente comprado por Disney, es muy fuerte, ya que apela a reunir a uno de los grupos de superhéroes más notorios, conocidos como “The Avengers” (los Vengadores del título), para conseguir un rendimiento de taquilla acorde con las expectativas. Basta recordar que los seis filmes en los que algunos de estos Vengadores aparecieron en solitario (dos de Iron Man, dos de Hulk, una de Thor y otra de Capitán América), recaudaron unos 2500 millones de dólares, y que si bien está lejos del Hombre Araña, que obtuvo una cifra similar sólo con tres películas, o de los mil millones de Christopher Nolan con su Batman, caballero de la noche, no deja de ser un negocio apreciable. Pop y negocio son entonces las palabras clave para pensar una película como ésta. La historia contiene todo lo que se espera encontrar en ella. Ante la amenaza de una inminente invasión extraterrestre encabezada por el dios Loki, una organización secreta de inteligencia llamada S.H.I.E.L.D. (escudo en inglés), se encarga de reunir a un ecléctico grupo de hombres de acción como vanguardia de la defensa planetaria. En pocas palabras: un escuadrón de súper soldados para combatir una amenaza externa, una de las fantasías fundacionales de los EE.UU. como imperio. No está de más invitar a leer War Stars, guerra, ciencia-ficción y hegemonía imperial, notable libro donde el norteamericano Bruce Franklin aborda el tema en detalle y cuya tapa ilustra justamente Capitán América, líder natural de esta tropa de élite. Pero antes de enfrentar a los malos, estos héroes de egos tan grandes como sus músculos deberán resolver cuestiones de cartel. Y será todos contra todos: Hulk contra Thor; Thor contra Iron Man; los dos contra el Capitán América, y así. Pero la libertad amenazada al fin los pondrá a trabajar en equipo. Los Vengadores es un clásico del comic cuyos seguidores hasta hace poco lo consideraban intransferible al cine. El estreno en 2008 de Iron Man, con Robert Downey Jr., marcó el comienzo de este sueño ahora cumplido. No es ocioso mencionar a Downey, porque sobre su gran trabajo en la personificación del excéntrico millonario Tony Stark y su metálico alter ego se cimenta gran parte del éxito de esa película. El ácido sentido del humor del personaje es tomado y amplificado por el director de Los Vengadores, Joss Whedon, consiguiendo lo que en las películas de los otros tres héroes centrales brillaba por su ausencia. Todo el humor que desbordan las dos Iron Man y que apenas aparece en Thor, bastante menos en Capitán América y nunca en las dos fallidas Hulk (fracasos económicos antes que artísticos, sobre todo en relación con el primero de ellos, dirigido por Ang Lee en 2003), es la herramienta más potente de Los Vengadores. Pero ya no es el personaje de Downey el único capaz de utilizarlo con solvencia. La nueva versión de Hulk, interpretado por Mark Ruffalo (el tercer doctor Banner, después de Eric Bana y Edward Norton), es sin dudas el gran hallazgo humorístico de la película. Whedon y su guionista Zak Penn aprovechan su irascible subnormalidad para hacerlo actuar muchas veces como poseído por el espíritu desquiciado de Tex Avery. Más pop que eso, casi imposible. A menos que se quiera mencionar el clásico traje chauvinista del Capitán América, diseñado en base a las barras y estrellas de la más pop de las banderas del mundo. Acaso por ahí venga lo menos valioso de la película. A esta altura, debe admitirse que esa necesidad de subrayar cada parte del discurso donde se afirma que en el Norte siempre se pelea por la libertad de todo el mundo ya es un poco cínica. Tanto como esa megalomanía tan norteamericana de fantasear invasiones y catástrofes que (casi) nunca les ocurren, pero que siempre se encargan de exportar a todas las latitudes. Pero esta vez ni eso alcanza para arruinar el buen momento de cine pop (y gran negocio) que representa Los Vengadores.
Muchos héroes pero poca película Sin relato coherente y con un objetivo claramente ubicado en la taquilla, el film resulta una mezcla trabada de superhéroes que no encuentran su lugar dentro del guión. Un proyecto comercial gigante, pero sin valor artístico. Nick Fury, director de la agencia de seguridad Shield, reúne a un puñado de héroes con el fin de formar Los Vengadores, los únicos que pueden salvar a la tierra de una invasión comandada por el malvado Loki. Sinopsis pequeña para un film de gran tamaño. Y es así, finalmente el ambicioso proyecto de juntar a los héroes de Marvel se convirtió en película. Se supone que estamos frente al título más esperado de los últimos años, pero en mi opinión estamos frente al peor caso de inercia del cine contemporáneo. La expectativa era absurda porque era obvio que íbamos camino al desastre. Por separado, estos personajes funcionaron mejor o peor en sus películas. Cualquier persona medianamente atenta, sin embargo, habrá notado desde hace tiempo que unirlos era un proyecto muy comercial pero de escaso interés artístico. Y así es. ¿Qué pueden ofrecer juntos Iron Man, Capitán América, Hulk, Thor, Black Widow y Hawkeye? Poco, porque cada personaje tiene una identidad y sus universos tienen una lógica y una ética particular. Unirlos es un cambalache aburrido y molesto. Pero además de eso, el guión no puede ordenarlos a todos y los tiene que ir distribuyendo a lo largo de la trama de una manera tan forzada y ridícula que hay que ser demasiado benevolente o complaciente para aceptar semejante arbitrariedad. Cada cierta cantidad de minutos –y en medio de las batallas incluso– algún personaje queda “en suspenso” hasta que lo vuelven a meter en la trama. Y otro desastre: tantos héroes que han ganado tantas batallas se enfrentan a un villano que es un pusilánime de autoestima baja y una cara de perrito mojado que falla por completo. ¿Semejante dream team para pelear contra Loki? Los realizadores sumaron, calcularon, vieron que más personajes les sumarían más taquilla y no les importó nada más. Una verdadera pena pensar el cine en esos términos y una gran tristeza que los espectadores se dejen llevar por su fanatismo. Los superhéroes parecen agotados por el cine, pero no es así. El film de El Capitán América, el anterior a este proyecto, era bastante bueno. Ni hablar de los héroes fuera de Marvel como Batman, que desde hace años viene protagonizando grandes películas. La próxima vez –y me temo que habrá próxima vez– deberían poner menos héroes y mejores villanos, y construir un relato coherente, como el objetivo fuera hacer una buena película, no saquear los bolsillos de los espectadores del mundo. Por lo pronto, el personaje que merece una nueva relectura –en base a los visto acá– es Hulk. Su humor, desubicado en la película es, irónicamente, lo único que despierta dentro de este proyecto que nació falso y poco inteligente.
Los superhéroes de la Marvel, unidos Nick Fury (Samuel L. Jackson) es director de la unidad especial S.H.I.E.L.D, una agencia "de paz" que trabaja, en los hechos, para la Casa Blanca. La agencia tiene para sí nada menos que a figurones como Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.), Bruce Banner/Hulk (Mark Ruffalo), Thor (Chris Hemsworth), Steve Rogers/Capitán América (Chris Evans), Clint Barton/Hawkeye (Jeremy Renner) y Natacha Romanoff/Viuda Negra (Scarlett Johansson). Iron Man y Capitán América, dos potencias se saludan Iron Man y Capitán América, dos potencias se saludan Los héroes de la Marvel, en esta ocasión, unidos por primera vez en la pantalla grande, entran en juego cuando la humanidad corre riesgo debido a la llegada al planeta tierra de Loki (Tom Hiddleston), hermano de Thor y figurón peligroso para todo aquel que se le enfrente, quien además tiene la pretención de apoderarse del mundo y dominarlo. Esta extensa, muy extensa película de Joss Whedon (que viene de haber dirigido Thor en 2011), reune a algunos de los más eximios paladines de la justicia de Marvel en torno a la causa de defender Manhattan, ciudad, una vez más, representante del universo todo. En ese escenario es donde se lleva a cabo esta aventura de altísimo presupuesto y al mismo tiempo características propias tanto de lo más encumbrado del Hollywood multimillonario como del cine clase B de los años 70s y 80s, allá lejos, cuando los muñecotes estrafalarios y las luces porque sí estaban a la orden del día. El relato comienza con una muestra de que los villanos en cuestión viajan a la tierra para apoderarse de todo y, de paso vengarse del bueno de Thor, que eligió defender a la humanidad y luchar contra el mal. Poco después, en el Salón de la Justicia, sus líderes cranean cómo juntar a los super, que andan desperdigados haciendo sus vidas de conflictuados luchadores del bien. El quid de The Avengers está, por supuesto, en la reunión de lus superhéroes y su lucha conjunta contra Loki y su demencial ansia de poder. Sin embargo, a poco de comenzar, el centro de la atención se concentra en Tony Stark y su ráfaga de chistes todo terreno, como si en realidad la película funcionara más como una extensión de Iron Man que otra cosa. Pero sin embargo el film logra encausar la línea a tiempo y no termina por ser una nueva secuela de las aventuras del héroe de hierro, sino que consigue unir a los superamigos y redondear un buen link que conecta con los personajes de Marvelworld, más allá de que algunos (Hulk, Hawkeye) parezcan invitados especiales a una fiesta ajena. Esta primera película de Los Vengadores (ya hay una secuela confirmada) cumple con la línea histórica de la industria pesada del cine que consigue imponer la agenda cinéfila, que sin problemas hace la tapa de las noticias de la semana y dice que el cine pasa por ahì, por la lógica mainstream. Los superhéroes que llevan la firma de, entre otros, Stan Lee (que no se pierde su habitual cameo) ganan la partida pese incluso a una introducción a la que le sobran diálogos técnicos, con especificaciones innecesarias, como si hubiera que saldar cualquier posible duda respecto de protones, átomos o física cuántica. Los últimos 30 minutos del film justifican a las casi dos horas anteriores y dicen que sí, que la aventura se justificó en si misma y que el 3D trucho de una película que fue filmada en 2D y que apenas presenta un débil filtro de tridimensionalidad, es una nueva apuesta ganadora de la meca del cine multimillonario. Con la efectividad que lo caracteriza, Hollywood lo hizo de nuevo. Las quejas las dejamos para otra ocasión.
Los fanáticos, de parabienes. Los amantes del cómic esperaban este film y llegó, redondo y divertido, con todos los superhéroes juntos: el capitán América, un obediente y valiente Chris Evans. El único Iron Man que tiene en Robert Downey Jr. el mayor lujo del film, el musculoso y pintor Chris Hemsworth como Thor, el buen actor Mark Ruffalo como Hulk, más parecido a él que nunca, el intenso Jeremy Renner como ojo de halcón y la bella Letan Scarlett como la Viuda Negra, Juntos garantizan que los adultos se transformen en niños y se diviertan con los efectos, los bichos, la acción, pero sobre todo con los guiños de humor.
Gran cumbre de superhéroes Los superhéroes de Marvel vienen apareciendo en películas cada vez mejores. Pero aun si tomamos lo mejor de «Capitán América», «Thor», «Iron Man» o la segunda versión de «Hulk», de todos modos no se lograría transmitir lo bien que le salió este «The avengers», algo así como el sueño del fan del comic hecho realidad. «Los vengadores» resulta sorprendente no solo por maravillas más esperables como los alucinantes efectos especiales o el imaginativo uso del 3D digital, que aprovecha cada ángulo y encuadre para potenciar la estereoscopia como no se veía desde el «Avatar» de James Cameron. Estos rubros, o la música de Alan Silvestri y los efectos de sonido están excelentemente aplicados a esta historia de fantasía y superacción. Pero lo que sorprende es otro tipo de elementos, por ejemplo la construcción de un guión que se toma todo el tiempo necesario para armar bien la creación del sexteto de superhéroes protagónico (Iron Man, Hulk, Thor, Capitán América, Black Widow y Hawkeye) motivar al villano Loki o cuestionar los secretos del organizador del supergrupo, Nick Fury. Un ejemplo solo basta para explicar la calidad del film: la actuación de Mark Ruffalo como el suave, tranquilísimo Dr. Banner que supera incluso a un actor del nivel de Edward Norton con su último gran «Hulk», sin hablar del siempre eficaz Robert Downey Jr (cuyo Tony Stark que le dice «soy un admirador de su trabajo en física nuclear, y me encanta cuando se convierte en un monstruo verde que rompe todo») o la implacable Viuda Negra que encarna Scarlett Johansson especializada en hacerle creer a los villanos que la están torturando a ella cuando lo que hace es sacarles información engañosamente (una de las mejores escenas no es de acción, sino una intensa y dramática charla entre ella y el malvado Tom Hiddleston como Loki, por ejemplo). Por supuesto que detrás de todo esto están Marvel y Stan Lee (que como siempre hace un divertido cameo aplaudido por el público), pero sobre todo aparece por todos lados el talento del guionista de una obra maestra como «Toy Story», Joss Whedon, que como escritor y director logró combinar todos estos personajes famosos y darle el lugar adecuado a cada uno, no solo para que nadie se queje -todos los superhéroes y personajes secundarios tienen varios grandes momentos), sino también para que esto no sea uno de esos divertidos pero menores encuentros de monstruos de la Universal tipo «Frankenstein meets the Wolfman»,sino una historia en sí misma que potencia las características de cada uno de estos superhéroes ya no solo del comic sino a esta altura también del cine moderno. Igual que con Banner, no sabemos si el secreto de Whedon será «el yoga, el jazz suave o la marihuana», pero lo cierto es que logró un gran film con humor, emoción, maravillas visuales y creaciones fantásticas inéditas, además de un notable mensaje antifascista que es la esencia de esta película imperdible.
El desencanto Los Vengadores es una película de superhéroes que sintoniza con la época: lejos de la glorificación y defensa a ultranza de los protagonistas y su empresa, Joss Whedon los pinta como un grupo de personas torpes, egoístas, violentas y, por encima de todo, peligrosas. Más allá del carisma enorme que puedan tener, tarde o temprano los personajes se revelan más como una amenaza que como la salvaguarda de la humanidad. No hace falta que los Vengadores muestren su lado menos heroico para entender que se trata de un rejunte de criaturas demacradas, tontas o con un ansía desmedida de poder y reconocimiento. Un científico que vive enojado con todos y que se convierte en una bestia gigante imparable; un capitán que gusta desempeñar el rol del soldado ideal que sigue órdenes sin cuestionarlas y cuya fuerza se debe a un experimento de laboratorio más o menos exitoso; una espía y asesina que disfruta de su trabajo y que carga con un pasado demasiado oscuro; un dios poderosísimo cuyas habilidades no van de la mano con su estrechez de entendimiento; finalmente, la estrella del show: un multimillonario cínico que se define a sí mismo como filántropo y cuyo verdadero deseo es ser reconocido y admirado hasta el hartazgo, constantemente. A un costado, el personaje menos aprovechado que, al mismo tiempo, era uno de los que más prometía: Hawkeye, al que no se le conocen falencias ni rasgos de su personalidad y que parece más un duro de cine de acción que un héroe conflictuado de Marvel. Por encima de todos, el militar más patotero y manipulador de la historia del cine: Nick Fury, el jefe que mueve los hilos, sabe los secretos más terribles y no duda en mentir y falsear hechos con tal de inspirar a sus héroes-soldados. Varias veces se habló (un poco exageradamente) de lo cuestionable de muchos superhéroes que hacen el bien a la fuerza y por mano propia y, para colmo, se ubican por fuera del alcance de la ley que ellos mismos dicen proteger; en sus últimas películas el género viene ajustando cuentas de manera brutal con sus protagonistas y Los Vengadores es un buen ejemplo de esa tendencia. Sin embargo, es en ese lugar crítico que también reside el centro del interés de Whedon, porque el atractivo de sus personajes deriva precisamente del hecho de verlos en una situación que los supera y con la que no pueden lidiar si no es a las trompadas o martillazos. El conflicto del guión es más o menos básico: por diversos motivos, cada uno de los protagonistas es incapaz de trabajar con los demás, y las peripecias del relato se van en el aprendizaje que llevan a cabo hasta integrarse. Para eso necesitan conocerse y medirse, y algunas de las mejores escenas son las que muestran a dos o más vengadores engarzados en una pelea verbal o actuando como cómplices frente a algún otro. Se trata, en todo caso, de observar cómo unas criaturas imperfectas se matan para aparentar lucidez y conocimiento, para conseguir algo de respeto, y que solo en última instancia terminan comportándose como el superhéroe tradicional, es decir, peleando para defender a los débiles hasta sacrificar la propia vida. En Los Vengadores, una película de superhéroes posmodernos, reventados, desteñidos, hay bastante poco de esa voluntad de sacrifico, pero cuando ese ánimo aparece, bien cerca del final y por culpa de una muerte que será utilizada miserablemente por Nick Fury, las hazañas resultan creíbles y los éxitos merecen ser celebrados. Si en otro tiempo los superhéroes traían tranquilidad y seguridad a la ciudadanía, Los Vengadores, que no habla de uno o dos superhéroes sino de todo un gigantesco e invasivo aparato militar que los coopta y del que son apenas un engranaje más, parece decir que esos personajes de antaño ya no son compatibles con el desencanto y la paranoia frente al poder del presente. Pero al bajarlos del pedestal también se los humaniza y se les permite habitar el reino de las grandes historias sin la responsabilidad de tener que salvar el mundo de manera pulcra e intachable. En la actualidad, superhéroes como los Vengadores no son más (ni menos) que criaturas capaces de interesar y de producir emoción dentro de los límites precisos de un relato. Si en algún momento fueron proyecciones o deseos amplificados de una sociedad insegura, ahora ya no cumplen otra función que no sea la de moverse con libertad a través del mapa de una ficción con aires fantásticos que, felizmente, poco y nada le debe al mundo real. Para comprobarlo basta con ver cuál es el enemigo al que se enfrentan: un ejército que viene quién sabe de qué lugar del espacio sideral dirigido por Loki, el hermano-menor-adoptado-cósmico-en-vez-de-nórdico de Thor; aunque todos sepamos que el verdadero peligro son ellos y su tan infatigable como entretenida guerra de egos. Despojada del peso de un posible mensaje tranquilizador, Los Vengadores puede permitirse el lujo de hacer cine con, entre otras cosas, un millonario excéntrico que gusta meterse en una armadura con computadora y volar por el aire desprendiendo rayos de colores de sus manos.
“V de Vendeta” ¿Cómo encabezar un éxito masivo sin decir lo recién expresado, lo ya imaginado y lo previsto por una de las franquicias más poderosas de la industria cinematográfica y del comic, pero no en ese orden específico?.
No soy la persona mejor predispuesta del mundo para ver películas con súper héroes. A priori, no son lo mío. Los súper poderes suelen dejarme afuera, porque nunca me comprometo con el peligro en el que supuesta y ocasionalmente están estos seres. ¿Hasta cuánto pueden? ¿Cuál es el límite? Harry Potter no es un súper héroe pero en una de sus películas hasta volvía el tiempo atrás y cambiaba el relato, revivía un bicho amigo, suprema perversión de la lógica del cine, de su naturaleza (ver chiste baziniano de Truffaut en su corto Les mistons, 1957). Si se puede hacer eso, se puede hacer todo, por lo tanto nunca está en peligro el personaje. No le creo. No les creo. Algo así, en escala, suele sucederme con los súper héroes: desconfío con facilidad de estos ñatos con súper poderes: ¿cuánto vale cada sopapo? En algunas películas mal hechas a veces me gustaría ver, como en los videojuegos, el indicador de energía de cada contrincante para poder interesarme aunque sea superficialmente por la contienda. Pero en Los Vengadores, de alguna manera, los personajes suelen aparecer en peligro, hay indicadores, parciales, laterales, de lo que pueden hacer y de lo que no y, por otro lado y más importante, la película no se apoya tanto en una lucha ciega de fuerzas y poderes sino en la formación de una organización, de un grupo con lazos que vayan más allá del rejunte. La película, básicamente, muestra la formación de un equipo con estilo a partir de lo que al principio solamente era un grupo de buenos jugadores. Y esa amalgama era más complicada que meramente unir los personajes. Había, además, que hacer encajar las películas anteriores de cada personaje, de estilos y directores distintos. ¿Qué hacer por ejemplo con Thor, que venía de una película dirigida por Kenneth Branagh, que suele hacer descansar buena parte de su cine en Shakespeare, ya sea por adaptación, relación o diversos hipertextos? ¿Cómo combinar a ese rubio de vestuario viejuno, con aspecto y personalidad al borde de la auto parodia, con Iron Man, canchero, rápido y contemporáneo y cumbre creativa de Robert Downey Jr. y Jon Favreau? Bueno, el director y coguionista Joss Whedon carga los chistes sobre Thor: Iron Man lo gasta velozmente por Shakespeare. Y Thor y Hulk, bueno, se pelean un rato. Pero la acción clave de Hulk sobre Thor dura un segundo, o tal vez menos, y es un chiste visual y pirotécnico de antología. No lo voy a revelar acá, pero quiero destacar que ese momento fugaz es feliz y festivo, y es clave: corona el relato con cierta alegría de vieja matinée de aventuras. Una alegría de paquete de caramelos de dulce de leche mu-mu que Los Vengadores expone intermitentemente durante su primera mitad (mechada con “la introducción de cada personaje”) y que desata en su segmento final. A partir de que se juntan todos en la nave comienza un concierto de acción, ya sea con las partes ensambladas y, sobre todo, con líneas solistas que se van acoplando con otras. Los personajes se juntan, de a dos, de a tres, con planificación en la nave, con planificación o sorpresa en el enfrentamiento contra las aparentemente inagotables fuerzas del mal en Nueva York. La extensa secuencia en Nueva York es el plato fuerte, tiene impacto visual, gracia física, es comprensible (hay, además, no pocas referencias al legado narrativo de Star Wars). Whedon entiende perfectamente que destrucción, peleas y explosiones no necesariamente significan planos pegoteados y bochinche visual: así, lo que queda es adrenalina, emoción y diversión. Nada menos. Por último, más allá de que no puedo negar el poder de atracción visual que me genera Scarlett Johansson –sobre todo en su segmento cadera– con ese traje preparado para pegar patadas, que Gywneth Paltrow me gusta siempre, y que la morocha de pelo corto ayudante de Fury (Samuel L. Jackson) es deslumbrante, hay que decir que, como casi todas estas películas, el menú apolíneo masculino está a la orden del músculo: Capitán América, Thor y Hawkeye (Jeremy Renner, siempre magistralmente tenso) son casi casi de propaganda de calzoncillos. También Downey Jr., pero seguramente de calzoncillos más cool. Pero también está Hulk, que corta con todo este desfile de modelos. Hulk es el mejor personaje de la película, el de poder explosivo, el que tiene la capacidad de convertir a Los Vengadores en una película encendida. Para hablar del poder narrativo y descontracturante de Hulk (y de las películas más recientes con el personaje, y de porqué Mark Ruffalo, superador de los Hulk anteriores, es una gran elección para interpretarlo) debería escribir otra nota. Pero esta nota la cierro con esto: el verde de Hulk señala el camino de la diversión de Los Vengadores. No, su verde no debería teñirlo todo, pero es el aderezo fundamental de esta muy buena película, tal vez hasta excelente. Los Vengadores incluso me gusta más ahora, después de escribir sobre ella, que inmediatamente después de verla. Algo me dice que tendré que volver a verla: ¿quién puede conseguir esos viejos caramelos de leche en caja de cartón?
Los súper amigos de la Marvel The Avengers: Los vengadores (The Avengers, 2012) es una de las películas más esperadas del año. Y no decepciona en lo absoluto, la reunión de todos los súper héroes cumple con el vaticinio esperado: acción al por mayor, efectos especiales, chistes entre los personajes, escenas memorables, todo en la dosis justa y sin tomarse demasiado en serio la trama para redondear una película perfecta para el público pochoclero. Un cubo de energía que abre portales entre los universos, el tesseract, es obtenido por Loki, el hermano villano de Thor, quien planea conquistar el mundo y dominarlo. Los súper héroes reunidos por Nick Fury (Samuel L. Jackson) deberán trabajar en equipo y convertirse en Los Vengadores para hacerle frente al mal. The Avengers: Los vengadores es un fenómeno de masas, a eso apunta y da en el clavo. Lo que puede esperarse de la reunión de Iron Man (el gran Robert Downey Jr.), Capitán América (Chris Evans), Hulk (Mark Ruffalo), La viuda negra (Scarlett Johansson) y Thor (Chris Hemsworth), sucede y a gran escala. Peleas entre ellos, peleas en conjunto contra invasores feos de otro planeta, escenas visualmente espectaculares y chistes de todo tipo en el momento exacto para suavizar el tono apocalíptico que la invasión supone. Y para eso nadie mejor que Tony Stark como eje de la trama, el mejor personaje de todos y con más onda, tomándose la invasión como una fiesta de disfraces y a sus compañeros como los amigos que siempre quiso tener. La escena que Stark lo ubica a Capitán América por ser tan políticamente correcto es sencillamente genial, al igual que sus incorrectas dosis de desubicación sobre el lugar del héroe. Estrenada en Argentina incluso antes que en Estados Unidos, The Avengers: Los vengadores camina a convertirse en uno de los mayores éxitos del año. El público aplaudiendo en la sala cada remate de escena lo confirma.
Luego de muchos años de espera, "Los Vengadores" llega al cine para brindarle al espectador una experiencia divertida, con un despliegue de efectos especiales que funciona como el principal atractivo visual de la propuesta, y con un destaque muy bueno de cada uno de los personajes en escena.
No era para nada sencillo plasmar un film que reuniera esta cofradía de superhéroes de Marvel, lograr empatía entre todos y que eso se transmita al espectador, y además contar con una buena historia que incluyera una amenaza contra el planeta y un villano acorde con la envergadura de estos gladiadores del Comic. Más allá de su esperable, superpoderoso, nivel de producción, The Avengers: Los Vengadores logra todo eso con buenas armas expresivas y visuales, ya que es bien sabido que no siempre un gran presupuesto da por resultado una gran película. Si bien en el film del Joss Whedon (con amplia carrera televisiva, conocimiento profundo de estas temáticas, y director de la interesante pieza de ciencia-ficción Serenity) todo está calculado hasta el mínimo detalle, la narración es fluida, y colabora en esto cierto desenfado de algunos personajes, que incluso tienen varios gags de un disfrutable buen humor. Los Vengadores incluye gran cantidad a referencias a las películas que se realizaron con los personajes individuales, como Capitán América, las dos Iron Man, y especialmente la Thor de Kenneth Branagh, cosa que será muy agradecida por los fanáticos, pero que a la vez no imposibilita que sea –relativamente- entendible para los neófitos. Resulta también elogiable el hecho que estén presentes en el film todos los actores que protagonizaron las películas mencionadas, con la sola ausencia de los que interpretaron a Bruce Banner (Hulk), Eric Bana o Edward Norton, pero a cambio los productores consiguieron a Mark Ruffalo, lo cual paradójicamente es uno de los mayores aciertos del film. Todos estos detalles se ensamblan a la perfección como que este mancomunado equipo de superdotados funcione sin fisuras a lo largo de más de dos horas y media de metraje muy bien aprovechados. Un entretenimiento espectacular para ver, con o sin 3D, sí o sí en el cine.
Hablar de cintas tan comerciales como lo son las películas de cómics siempre resultará un poco injusto, pues aunque la mayoría de las veces resultan ser productos atractivos para los consumidores, al mismo tiempo resultan en gasto excesivo de dinero que no siempre refleja la calidad de la película; y peor aún, siempre será difícil complacer a los miles de aficionados a las historias impresas que buscan fidelidad al momento de la adaptación a la pantalla grande. El ambicioso proyecto de Marvel comenzó allá por el año 2008 con la producción de Hulk e Iron Man, que, a pesar de ser producciones "independientes", es decir, no tenían nada en común mas que el productor y la casa de estudios (Paramount), las escenas post-créditos de ambas películas nos anunciaban que algo grande se venía: en Iron Man, la aparición de Nick Fury (Samuel L. Jackson) presentando la iniciativa "vengadores" y en Hulk, con el mismo Robert Downey Jr (Tony Stark a.k.a. Iron Man) presentando la misma iniciativa al hombre verde (en ese entonces Edward Norton y reemplazado este año por Mark Ruffalo). Y de ahí nos iríamos con Iron Man 2 (2010), Thor (2011)interpretado por un acartonado Chris Hemsworth y finalmente Capitán América: El Primer Vengador (2011) con un polémico Chris Evans, pues mucha gente se oponía a verlo con el traje rojo y azul al haber interpretado previamente la fallida 4 Fantásticos; donde ya era una completa realidad el ambicioso crossover de todos estos personajes, hablando incluso de un teaser trailer en la escena post-créditos del Capitán. Muchos creíamos este sueño algo completamente utópico, no por los efectos, porque hemos sido testigos de como la tecnología avanza día a día por la misma creación de estas películas, sino porque, hablar de una película con tantos héroes (X-Men, La liga extraordinaria) siempre termina por convertirse en un filme que no desarrolla por completo a los personajes, que no presenta muchas veces un reto que justifique la unión de tantos héroes, y sobre todo, que el líder siempre termina acaparando toda la atención y los secundarios parecen más de relleno que otra cosa. Sin embargo, Marvel planeó bien cada paso, justificando orígenes y problemas en cada filme individual para llegar al clímax anticipado que hoy nos llega a las salas de cine. Hay que destacar que, teniendo directores de la talla de Kenneth Branagh en la silla (Thor) o Jon Favreau (Iron Man 1 y 2, y el productor detrás de todo), hasta Louis Leterrier y Joe Johnston; decidieron dejar todo el paquete grande al casi inexperimentado Joss Whedon, que si algo tenía a su favor era ser el fanboy deseoso de participar en algo grande. La cinta, básicamente es un mero pretexto de ver reunidos a los personajes más populares de la casa de cómics, y muchos esperaban simplemente una película al estilo de Michael Bay: explosiones por doquier sin un guión convincente. Pero nada más lejos de la realidad. La película empieza con adrenalina, para relajarnos un poco mientras nos presentan una verdadera causa que requiera el ensamble de los "héroes más poderosos del planeta", encabezada por un brillante Loki (Tom Hiddleston, quizá el tercer mejor villano en cintas de cómics, el número uno de Marvel por su actuación), cuyo plan es simplemente apoderarse de la tierra con un ejército de aliens (Chitauri) que a cambio piden un precio alto. Es así como, siguiendo el fiel estilo de una película de héroes, empiezan bien, tienen un conflicto interno que resuelven para terminar siendo los que salven el día. Y hasta ahí esperamos una película mediana. Pero cuando llega el segundo acto es cuando todos nos convertimos en niños de nuevo. Los efectos son simplemente espectaculares, batallas en primer plano sin rayar en lo ideal (nada que no hayamos visto en otras películas) y con una total justificación de actuaciones, explosiones, amenazas y el ensamble de un equipo de gente "disfuncional" con la correspondiente dosis de humor (casi siempre cortesía de un inigualable Robert Downey Jr.) a la que nos tienen acostumbrados. No necesitamos el dramatismo de Nolan para lograr, a mi parecer, la mejor película de Marvel hasta la fecha y la segunda mejor de superhéroes (solo detrás de The Dark Knight, y a la espera de The Dark Knigh Rises). Entretenida, cómica, espectacular, con un 3D que sirve a la historia y le da, si se puede, un mayor asombro ante la complejidad visual que resulta de la presencia de tantos héroes. Se nota que los actores pusieron de su parte y el director solo tenía que decir acción para que cada uno supiera que hacer en equipo y en sus momentos de gloria (porque todos tienen uno donde lucirse), y que cualquier error de continuidad o incluso en efectos, pase desapercibido. Quizá la única crítica que podríamos encontrar se la dejamos a los puristas sobre todo con lo relacionado a Hulk, Hawkeye (un Jeremy Renner en crecimiento), Black Widow (Scarlett Johansson) y la formación del equipo. Y también a esa falta de liderazgo de Chris Evans que se ve completamente opacado ante Downey Jr. que, por más que lo intentó, Iron Man sigue siendo más genio y figura que el Capitán. Pero cumple, para entretener no solo a los más pequeños de la casa, sino a cualquiera que se jacte de ver una buena película, sea del género que sea.
SUPERPODEROSA Y llegó el día. Un día como ningún otro, en el que Marvel logró el objetivo que se había planteado hace más de cuatro años: llevar esa sensación de universo compartido que hay en sus historietas a la pantalla grande, todo un hito en el cine de superhéroes. “La Casa de las Ideas”, como se conoce a la compañía, había iniciado el ambicioso plan con las adaptaciones cinematográficas de sus cómics: IRON MAN: EL HOMBRE DE HIERRO (2008), HULK: EL HOMBRE INCREÍBLE (2008), IRON MAN 2 (2010), THOR (2011) y CAPITÁN AMÉRICA: EL PRIMER VENGADOR (2011). El resultado es muy satisfactorio: LOS VENGADORES (THE AVENGERS) es una película divertidísima, intensa, graciosa y con buenos momentos nerd. El director y guionista, Joss Whedon, pudo canalizar poderes y egos en una simpática superproducción (nunca mejor dicho), con efectos especiales sorprendentes. Para que fuera necesario convocar a los héroes más poderosos de la Tierra, la amenaza tenía que ser lo bastante grave. Y lo fue: luego de haber sido derrotado en THOR, el villano Loki aparece en las instalaciones de SHIELD y “hechiza” a Hawkeye (Jeremy Renner) para que lo ayude a robar el Tesseract (el poderoso cubo mágico visto en CAPITÁN AMÉRICA: EL PRIMER VENGADOR). Con este artefacto, el asgardiano tratará de abrir un portal dimensional que permita la entrada a nuestro mundo de una raza extraterrestre. Ante semejante quilombo, Nick Fury (Samuel Jackson) y Black Widow (Scarlett Johansson) reclutarán a los héroes para salvar el planeta: Iron Man (Robert Downey Jr), el Capitán América (Chris Evans) y Bruce Banner/Hulk (Mark Ruffalo). Después se unirá a ellos el dios del Trueno, Thor (Chris Hemsworth). El argumento del film es simpático, aunque simple. Algunas cosas se resuelven de manera demasiado fácil, como la vuelta de Thor a nuestro mundo: recordemos que el puente que unía Asgard con la Tierra se había destruido, algo que parecía muy grave, oh, cómo volveré a ver a mi Thor, se preguntaba Natalie Portman, buh, buh, y todo eso. Resulta que ahora es suficiente con una línea de diálogo para explicar el regreso del rubio. También es demasiado sencilla la forma en que se soluciona (¡SPOILERS!) el hechizo de Loki sobre Hawkeye: alcanza con un golpe en la cabeza (FIN SPOILERS). Sin embargo, se destacan los geniales diálogos, algunos a modo de homenaje al cómic o auto-referenciales. Además, es interesante que el relato trate sobre un supergrupo que no quiere serlo, una clara referencia a la historieta de Los Vengadores, donde nunca faltan los roces entre los miembros del equipo. Esto de que al comienzo no se banquen mucho entre ellos da lugar a divertidas escenas de discusiones y, obviamente, a impresionantes luchas cuerpo a cuerpo, nérdicamente disfrutables. Si bien la película está plagada de buenos momentos, hay para destacar dos grandes secuencias por su intensidad y por el asombro que generan: la que sucede a bordo del Hellicarrier, el portaaviones volador de SHIELD, y la alucinante batalla final, donde los efectos especiales y la buena dirección de Whedon logran introducir al espectador en el centro del caos. Lo mejor es la manera en la que el film alterna entre la acción y el humor, dos características siempre presentes en las películas de Marvel. Además, no faltan escenas para que se luzcan todos los personajes, incluidos los sin poderes (¡pobres!), pero es Hulk quien, sin dudas, se roba la película. Actoralmente, el excéntrico Tony Stark, del siempre efectivo Robert Downey Jr., es el personaje representado con más soltura. Pero también resulta acertada la conmovedora interpretación de Chris Evans como ese Steve Rogers totalmente fuera de su tiempo, si bien su voz de mando se hace escuchar de forma creíble cuando los Vengadores requieren un líder. El malvado Loki cobra vida gracias a un Tom Hiddleston de gestos despreciativos y soberbia divina en la mirada: el rol le sienta bien al actor, como ya lo demostró en THOR. Sorpresivamente, Samuel Jackson no aparece en su mejor forma como Nick Fury: el personaje es muy bad-ass, sí, pero en ocasiones expresa sus líneas de diálogo sin mucha convicción, como si no entendiera lo que dice (por ejemplo, cuando se refiere al Tesseract). Habría sido mejor verlo más suelto, como en IRON MAN 2, y no tan encorsetado por el guión. La película vuelta tan alto como Iron Man o Thor, impacta tanto como Hulk y nos inspira a creer en los héroes tanto como una arenga del Capitán América: LOS VENGADORES está totalmente a la altura de las expectativas. Se le podría criticar la ya mencionada simpleza del guión y que el formato 3D sólo se aprovecha en las escenas de vuelo de Iron Man o en el ataque de las naves extraterrestres (tranquilamente uno la puede ver en 2D sin perderse nada). Pero es un film con el superpoder de maravillar: Marvel replica en los cines lo que se lee en las viñetas y, de una historieta, hace historia.
La unión hace una superfuerza “Los vengadores” combina magníficos efectos especiales con diálogos punzantes y cargados de humor para construir un filme de primer nivel. Gran película del sello Marvel (que además de publicar historietas, desde hace unos años también produce películas), cuyo eje es la reunión de varios de los superhéroes más famosos de la firma para afrontar juntos una espectacular aventura. Indomable ritmo, magníficos efectos especiales, diálogos punzantes y cargados de humor, personajes bien definidos, lucido vestuario, purísima banda sonora, son algunas de las características de esta superproducción que prolonga la buena senda por la que vienen transitando los largometrajes de esta franquicia en los últimos años. El extraterrestre Loki, hermano renegado de Thor, llega a la Tierra para perpetrar su venganza: aplastar al tercer planeta en distancia al Sol. Tras fracasar el intento de defensa de los servicios secretos norteamericanos, el jefe Fury acudirá a un plan que hasta entonces los concejales del gobierno nunca le habían aprobado: reunir a los superhéroes que, desparramados, viven sus vidas como pueden en algunas ciudades del mundo, entre ellas Nueva York. La estrategia puede funcionar, pero para ello los poderosos Capitán América, Viuda Negra, Thor, Ojo de Halcón y Iron Man deben aprender a trabajar como equipo. Y este, precisamente, es uno de los vectores por donde viaja este buen guión escrito por el hombre que también dirigió la película: Joss Whedon. Los superhéroes, históricamente, han sido presentados como pasto de trabajo para los psicólogos. Ser diferentes, aunque ello se deba a la posesión de poderes especiales, es un obstáculo en el camino de la integración social, y muchas veces esta condición afecta la personalidad de estos individuos, volviéndolos hoscos y misteriosos. Whedon maneja este perfil del argumento con la misma habilidad con que reparte la acción y los enlaces entre los sucesivos clímax de la historia, y así logra que ésta esté respaldada por un dramatismo si bien superficial, bastante creíble. Resulta bastante lógico que así sea, al descubrir que Whedon es un escritor y director respetado de Hollywood, con una cierta especialización además en esta clase de historias. Ha sido guionista de obras como Alien: resurrección, o Titán AE, y director de Thor, la película, y, entre otras, de algunos capítulos de la serie Buffy, la cazavampiros.
Pura adrenalina Hace diez años que las películas de superhéroes se encuentran en decadencia. Causa de esto es el uso abusivo de efectos especiales, la falta de creatividad visual y la insistencia en plantear relatos convencionales y ya gastados en los que una fuerza exterior es derrotada por el valor estadounidense...
Esta no es una crítica para los fanáticos de superhéroes varios, aquellos que van a ir a ver la película sí o sí porque es lo que esperan desde hace años, sino para usted, que cree que todo tanque comercial estadounidense es pura basura y solo jura por el cine europeo. Este cronista cree que hay bueno y malo en todos lados, y descubre que “Los vengadores” es un film mejor que la mayoría de lo que Europa nos ha brindado en los últimos meses. En primer lugar, es una película bella, con imágenes “lindas” que nunca son vacías, sino que cumplen una función narrativa. En segundo, a pesar de tener muchas estrellas en el cast, es generosa para darle a cada una su tiempo y su peso, su momento de lucimiento, integrándolos naturalmente al relato. En tercero, la narración es firme, sin cabos sueltos, compleja en los detalles pero transparente para el espectador. Estas tres características implican, ni más ni menos, una dirección perfecta. Pero con eso solo no alcanza: lo que este film tiene, además de muchísimo humor y un respeto absoluto por el tono y el sentido de las historietas (siempre grandes sátiras del mundo, metáforas más grandes que la vida), es un corazón enorme. Al mismo tiempo, este film es “el sueño del pibe” que quería ver a sus héroes pelear “en serio” y un documental –sí, tal cual– para aquel que, negado para la historieta, no sabe cómo es ese mundo. Es decir, un director descubre, apasionado, un universo muy querido, para el espectador que lo desconoce. Una gran película para cualquier tipo de público.
Me es muy dificil comenzar a escribir esta review por muchas cosas. Primero, el clásico desafío de escribir sobre una película recién estrenada, que te gustó tanto, sin caer en spoilers ni contarles nada. Segundo, creo que jamás podré hacerle justicia con esta nota a semejante film. Y por último, no quedar como un agrandado o un "me la sé todas" afirmando que siempre supe que ésta peli iba a ser así. Pero vamos, muchachos, quien conosca a Joss Whedon y sepa de su prontuario, sabía que ésto iba a pasar. Sus fans hemos esperado AÑOS que le dieran el mando para hacer algo así de grande, con una superproducción atrás, que pudiera demostrar a todo el mundo de lo que era capáz. Si no conocés a Whedon o lo conocías pero no te cerraba, con ésta película te quedará absolutamente claro que el tipo ama lo que hace y que tiene el mejor manejo de equipos de todos los tiempos (lo ha demostrado antes tanto en sus series como en sus comics). The Avengers, desde el primer minuto, te propone volver a tu infancia, donde tu imaginación no tenía límites y todo lo que se te ocurriera podía pasar. Es un sueño hecho realidad para los lectores de comics y un deleite para el espectador. Pese a que me encantaría comentar muchísimas escenas puntuales de la película, con detalles, no lo voy a hacer, pero sin contarles nada, me voy a detener en algunos puntos destacables que no te queman la peli si no la viste. Más allá de mi fé ciega hacia Whedon, tenía algunos miedos pequeños con respecto a cosas que podían pasar en la peli. Pensaba que, como suele pasar, los productores meterían mucha mano (de hecho, lo vimos en los posters, con Iron-Man sin casco, por dar un ejemplo) con sus fines económicos y de apuntar siempre a los que ellos creen que más vende. Por suerte no fue así, o Whedon supo emparejarlo para que no nos demos cuenta. Yo pensaba dos cosas puntuales: Que podía terminar siendo una especie de Iron-Man 3 (con excesivo protagonismo de su parte) y que Loki se iba a quedar corto como único villano para tantos héroes. Por suerte, me equivoqué. Se consiguió un equilibrio armonioso para todos los héroes, sin dejar ninguno de lado, todos tienen su escena importante. Si bien algunos se destacan más que otros, queda a gusto personal del espectador. Fusionaron el origen tradicional de los Avengers con el origen Ultimate, más o menos, y quedó más que decente. Whedon, junto a Zak Penn, escribieron bien, y como en todo trabajo del primero, los diálogos la descosen, volviendo a los personajes frezcos y creíbles, logrando un clima perfecto. Un pecado para el crítico del diario sería: que el argumento es una excusa para que el fan se deleite con una pelota de peleas entre distintos personajes, reiteradas veces. Ése pecado es una gran virtud para el espectador, los críticos de diario, generalmente, no saben nada y van porque les pagan la entrada. El ritmo de la película es básicamente, el acelerador a fondo, desde que empieza hasta que termina, y te mantiene pendiente y espectante sin hacer que gires el cuello ni un grado. Escenas de acción que son como ver un splash page de George Perez hecho realidad, con gente de verdad y en movimiento. Si creías que el Capi América solo podía saltar así en los comics, no viste aún éste film. Hay un plano secuencia largo que va enfocando donde está cáda héroe haciendo lo que tiene que hacer, una de las mejores escenas que he visto en mi vida en el cine. Solo Whedon puede lograr que distintas escenas de acción separadas concluyan en los Vengadores unidos en pose y que no quede para nada forzado, es mágia cinéfila, no jodamos. Como si fuera poco, y no puedo dejar de mencionarlo, el director nos deleita con reiterados planos de Black Widow de espaldas. Infitas escenas memorables de Versus muy interesantes, y sobretodo, "clichés" marca Whedon, que los que lo conocemos sabemos como se maneja, y aún así nos sigue sorprendiendo. Para finalizar, les dejo un humilde consejo: No vayan a verla en 3D, si bien se vé perfecta, no vale la pena, creo que se puede disfrutar muchísimo más sin lentes y de modo tradicional. Lamentablemente, algunos la tenemos que ver obligagoriamente en 3D para poder verla subtitulada y el día del estreno, esperemos que eso cambie en algun momento. Y, claro, no se vayan apenas aparescan los créditos, que luego de los del cast, hay una escenita super-cebadora y aún más para los que conocemos los comics. Gracias por la Magia, Whedon.
Los vengadores me ha dejado muy satisfecha por un lado pero un tanto descontenta por el otro. ¿Qué es lo que más me desilusionó?: El tema no me atrapó de cero. Con Capitán América, Iron Man, Hulk (la de Edward Norton) e incluso Thor, a los primeros minutos ya estaba muy metida con la trama, por lo tanto las buenas secuencias de acción no eran lo único que mantenían mi interés ...
Los superhéroes sean unidos Tiene varios méritos el director y guionista Joss Whedon, porque logró armar una historia entretenida a partir de la interacción de cuatro de los más famosos héroes de Marvel (Iron Man, Capitán América, Hulk y Thor) con dos nuevas figuras que seguramente pronto tendrán sus propios filmes como protagonistas (Viuda Negra y Ojo de Halcón). Si bien el interés del público estaba más que garantizado de antemano por la popularidad de los personajes, no era tarea fácil reunirlos y equilibrar las subtramas y el protagonismo de cada uno de ellos dentro de una historia coherente y capaz de mantener el interés del espectador a lo largo de casi dos horas y media de proyección. Whedon sale airoso del compromiso y logra redondear un relato en el que abundan las escenas de acción resueltas con gran espectacularidad y un notable despliegue de imágenes impactantes, aderezadas con toques de humor inteligentemente distribuidos a lo largo de la trama. Y además, el guionista y director se anima a "humanizar" un tanto a sus protagonistas, por lo que no duda en mostrarlos de a ratos como seres engreídos, egoístas, algo torpes y no siempre enfocados en la solución del problema que tienen entre manos. El esquema argumental es simple y ya bastante transitado: hay que recuperar el Tesseract, un cubo capaz de generar una descomunal energía, que el malvado Loki (hermanastro del semidiós Thor) quiere utilizar para abrir un portal dimensional que permitirá el desembarco sobre la Tierra de un ejército invasor alienígena. Los seis superhéroes que conforman esta suerte de liga fantástica tendrán entonces que desbaratar los planes del villano; pero antes, deberán comprender que ninguno de ellos será capaz de llevar adelante la tarea en soledad. El director no tiene que preocuparse por presentar a cada uno de los superhéroes; ya se sabe que son suficientemente conocidos por el público. Entra, entonces, de lleno en el relato, y pinta a cada uno de ellos desde una perspectiva bastante terrenal. En los chisporroteos que surgen por el choque de tamañas personalidades se encuentran algunos de los momentos humorísticamente más logrados (sobre todo los comentarios a cargo del siempre excéntrico Tony Stark - Iron Man, a cargo del eficiente Robert Downey, Jr). El resto es espectacularidad a escala industrial, efectos especiales que no dejan de sorprender (magnificados por el uso de la técnica del 3D) y alguna que otra bajada de línea política (sobre todo por parte del Capitán América) que hubiera dado material para varios volúmenes a Ariel Dorfman, aquel del setentista "Para leer al Pato Donald". Pero no es la intención del director ni de los productores poner el acento en este aspecto. El propósito está más que claro: entretener a la multitud de seguidores de los personajes de Marvel y, al mismo tiempo, inaugurar una nueva franquicia que, seguramente, convocará a multitudes en los cines de todo el planeta. El problema (menor, por cierto) es que, al menos en esta primera entrega, no se percibe un aporte de originalidad como para darle un giro refrescante al ya muy transitado tema de los superhéroes en el cine.
Es una película realmente notable, es la primera vez que reúne los superhéroes más importantes del Universo Marvel y se enfrentan en una batalla épica contra Loki y sus secuaces. Este film se encuentra producido por Marvel Studios y distribuida por Paramount Pictures, basado en el equipo de superhéroes del mismo nombre de Marvel Comics creados por Stan Lee y Jack Kirby, revisados por Joss Whedon en cine, recordado como guionista de la animación "Toy Story" y en TV director de la serie "Buffy, la cazavampiros". Todo comienza cuando un enemigo inesperado amenaza con poner en peligro la seguridad mundial, Nick Fury (Samuel L. Jackson), director de S.H.I.E.L.D., esta agencia internacional intenta mantener la paz, para ello deciden encontrar un equipo que salve al mundo. Surge la idea de formar un equipo, para proteger la tierra de Loki (Tom Hiddleston) el medio hermano de Thor que amenaza con destruir todo, es hora que se reúnan los superhéroes como: Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.), El Increíble Hulk/ Bruce Banner (Mark Ruffalo), Thor (Chris Hemsworth), Steve Rogers / el Capitán América (Chris Evans), Clint Barton/Ojo de Halcón (Jeremy Renner) y Natasha Romanoff / Viuda Negra (Scarlett Johansson). Ahora trabajarán juntos para salvar el planeta y además luchar contra una invasión de extraterrestres, destruirán Manhattan, plaza pública, Park Avenue, Central Park, el Puente Superior de Detroit, entre otros lugares y todo lo que se ponga en el medio de tanta batalla. El film tiene todo lo que los fanáticos de estos personajes buscan ver, acción, efectos especiales, explosiones, mucho humor y gags, divertida, espectacular, también alienígenas, puro entretenimiento a lo largo de más de dos horas, que no da respiro desde la primera escena, también tiene su momento el elenco secundario Cobie Smulders, Clark Gregg, Gwyneth Paltrow y Stellan Skarsgård, y después de los créditos quédate porque hay yapa, la podes disfrutar en 3D y 2D, subtitulada y doblada al español.
Todos los héroes Los últimos diez años de cine mainstream hollywoodense (digamos desde 2002 con el estreno de Spiderman), han sido la era de oro de los superhéroes. Se hicieron adaptaciones de casi todo lo más o menos viable que ofrecían las dos grandes y ya mitológicas empresas productoras de comics, Marvel y DC. Hubo también parodias, spin-offs, secuelas, pre-cuelas, reinicios (por ejemplo este año comienza una nueva saga de Spiderman desde su origen). Y la batalla por aceptación del público la va ganando sin dudas Marvel, a fuerza de múltiples films sobre sus personajes en general con bastante éxito. Mientras que DC contraatacará este año con la culminación de la saga de Batman de Christopher Nolan, Marvel concreta Los vengadores, un proyecto que venía insinuándose (y en el último período explicitándose) en las películas de sus personajes. Si se toma a Los vengadores como una saga podríamos decir que la componen: El increíble Hulk (la versión con Edward Norton), Iron Man 1 y 2, Thor y Capitán América: el primer vengador. Con todo esto, se eligió a Joss Whedon (creador de la serie noventosa Buffy: la caza-vampiros), y se le dio nada menos el desafío de unir a un montón de personajes e historias y construir algo que dé mucho dinero y que sea más o menos aceptable al ojo humano. Y Whedon responde con una gran pirotécnica y festiva película. Por suerte, muchos llegábamos a Los vengadores con las expectativas por el piso: esos tráileres triviales que se mostraban, los finales arbitrarios de las películas anteriores con algún tipo conocido que hablaba de Los vengadores, el estreno de la intrascendente y pequeña Thor no auguraban nada bueno. Entonces el hombre clave para el buen resultado de este proyecto es Whedon. En esta película al menos demostró saber filmar y contar una historia, con timing y sabiendo dosificar. La introducción es larga, casi una hora presentando los personajes y el conflicto (o los conflictos), hay pausa y hay acción, y se llega al intervalo en la mitad con la tensión necesaria, con la idea de que todo está por estallar o que debería estallar. Y en la segunda hora de Los vengadores todo estalla definitivamente por los aires, en un caos ordenado a puro buen montaje. Todos los personajes están allí, al mismo tiempo, nunca desaparecen lo suficiente, nunca están demasiado. Whedon es claro, no duda y eso se nota. La batalla final dura lo suficiente, es monstruosa y bien filmada (qué suerte que Michael Bay no tiene nada que ver con este proyecto). Como agregado magistral, esta batalla contiene un plano secuencia inolvidable y genial. Entre las buenas decisiones del director casi que debemos elogiar el tratamiento del personaje de Hulk. Bruce Banner (aquí Mark Ruffalo), o sea alter ego de Hulk, estuvo tapado en los tráiler, y está disfrazado de ser absolutamente racional durante la primera hora de la película. Todos sabemos que Banner no quiere ser Hulk, de hecho en Los vengadores lo llama “el otro” como si hubiera intentado psicoanálisis (entre otras cosas) para librarse de él. Pero también sabemos que la suficiente dosis de tensión e ira harán estallar la bomba que este personaje lleva adentro. Todos queremos que estalle, y cuando lo hace, la película entra en un divertido tubo vertiginoso que no se detendrá hasta el final. No quiero detenerme en la enumeración de cosas buenas y atributos de este elenco que claramente es muy bueno. Nadie iba a dudar de la efectividad de Downey Jr, Evans, Ruffalo, Hemsworth (Thor está mejor que en su propia película), Johansson, Renner y los demás. Si la película hubiera tenido graves fallas seguramente no hubiera sido por sus interpretaciones. Sí vamos a destacar la buena labor de Cobie Smulders (la querida Robin de How I meet your mother). Ya mencionamos el hombre clave del buen resultado de este film (Whedon), también el personaje clave (Hulk), tenemos por último al elemento clave: el humor. El sentido del humor y la autoconciencia atraviesan a Los vengadores, hay chistes sobre casi todo. Hay humor físico, verbal, referencias, ironía. La pantalla se divide entre el vértigo de la acción que se propone y las carcajadas y risas nerviosas de los chistes de desfilan como un bálsamo. Mi amigo y también critico de FANCINEMA, Mex Faliero, me dijo al salir de la función: “Hulk tiene la construcción moral del Demonio de Tasmania de la Warner”. Sin duda, el bestial comportamiento, la violencia injustificada y encendida de Hulk es uno de los mejores chistes de Los vengadores. Por todo esto, Los vengadores es un triunfo para las películas de superhéroes, y plantea la pregunta de fácil respuesta: ¿y ahora qué?. La respuesta: muchas secuelas hasta agotar la veta sin duda. Mientras tanto queda esta muy buena película para disfrutar y divertirse.
Seguramente nadie saldría defraudado con esta película. La importante tradición narrativa originada en las publicaciones del sello Marvel, se ha expandido en diversos formatos y géneros. Cada generación, a su tiempo, se vio seducida, influida, atrapada e integrada en alguno de los muchos formatos. La lectura directa de la historieta gráfica original, los dibujos animados televisivos o, más recientemente, las grandes producciones cinematográficas basadas en los héroes originales, todos estos formatos han sido el vehículo diverso para las aventuras de los superhéroes. Así, casi todos hemos sido influenciados por estos personajes y sus aventuras. De modo que un poco más o un poco menos cada espectador potencial tiene una concepción propia de esas aventuras. Cincuentones o más (entre los que se encuentra este cronista) o púberes e impúberes, todos tienen algún tipo de expectativa sobre la película. Y en ese sentido podríamos asegurar que casi nadie saldría defraudado con esta película. Conjunción de narrativas y poderes, presentación de actores que pueden conjugar presencia estelar con talento (especialmente Robert Downey y Mark Ruffalo), un guión consistente y un gran despliegue audiovisual, dan a la película una interesante unidad. Los vengadores es una historia de aventuras de superhéroes, ni más ni menos. La liga en formación, compuesta por Iron Man, Thor, el Capitán América, Hulk, Ojo de Halcón y la Viuda Negra es el gran protagonista de la trama. Porque gran parte de la película – y esto es un acierto – es el proceso de conformación, en la acción, del grupo de Vengadores. Y el final a toda orquesta, es la batalla por el dominio de la tierra contra los invasores que provienen de otras dimensiones. No pretenda el espectador encontrar en esta película ni otra cuestión fuera de la aventura, ni una profundización sobre la tradición de la aventura gráfica. Si acepta esta premisa de base, saldrá satisfecho.
The Avengers tal vez sea la más ambiciosa de las películas de superhéroes: junta a media docena de ellos, casi todos de perfil con la altura suficiente para la saga propia, en un relato que necesita ser equilibrado en la narración para no herir susceptibilidades relacionadas con el ego, la kriptonita de las estrellas. Pero cuando The Avengers despega se vuelve imparable y esa gran pelea final, esperadísima desde el primer minuto de película, no decepciona a nadie. Pero el gran mérito de Josh Whedon fue haber sido el primer cineasta que convirtió a Hulk en un personaje cinematográfico tan bestial como se merecía.
Loki (Tom Hiddleston), hermano de Thor, llega a la Tierra decidido a acabar con toda la humanidad en busca de la fuente de poder más asombrosa de todo el universo. Nick Fury (Samuel L. Jackson), director de la agencia SHIELD para mantener la paz mundial, decide poner en marcha la iniciativa “Los Vengadores”, un equipo que reúne a los principales superhéroes del planeta con el único fin de defendernos de las amenazas externas. Iron Man (Robert Downey Jr.), Hulk (Mark Ruffalo), Thor (Chris Hemsworth), Capitán América (Chris Evans), Hawkeye (Jeremy Renner) y la Viuda Negra (Scarlett Johansson) deberán aprender a convivir y a trabajar en conjunto para salvar nuestro planeta. Largamente anticipada mediante las escenas ocultas tras los créditos finales de las películas independientes de cada uno de los héroes Marvel, esta primera aventura del equipo fantástico nos permite vislumbrar todo el potencial que la saga podrá tener en el futuro. Con una secuela ya confirmada para el año 2014 (luego de que se estrenen la tercera parte del hombre de hierro y las segundas entregas del forzudo escandinavo y el emblemático capitán de la segunda guerra mundial), todo en esta cinta de acción funciona a la perfección. Con un sólido cast en donde destacan Downey Jr., Evans y Johansson, una cuidada factura técnica y una dosis exacta de acción y comedia, aquella emblemática historieta publicada por primera vez en 1963 tiene su futuro asegurado dentro de la cultura pop del siglo veintiuno.
Y finalmente llegó. Tras el largo (pero original) derrotero que antecedió a su producción y lanzamiento y que incluyó cinco películas, el largometraje de uno de los grupos de superhéroes más importantes del universo Marvel fue estrenado provocando una explosión de testosterona nerd alrededor del globo, que se traduce en una taquilla despedazada y medios no especializados haciéndose eco de una cinta de este tenor. Hulk, Iron Man, Thor, Capitán América, Hawkeye, Black Widow, Nick Fury, Loki y su ejército Chitauri transforman la pantalla en una enorme viñeta, o mejor aún, en una página doble repleta de detalles, héroes, explosiones y embebida en la más pura energía cinética. El resultado es un blockbuster monstruoso donde la acción y la comedia van de la mano y que se sostiene no solo por un guión previsible pero sumamente dinámico, una avalancha de bienvenidos FX, la interpretación de un Robert Downey Jr. que pareciera haber nacido para encarnar a Tony Stark y la excelente utilización de Hulk, personaje que los guionistas (al fin) comprendieron a la perfección, explotándolo desde todas sus aristas en un 100% y convirtiéndolo en uno de los puntos más elevados de la película.
The Avengers era desde el vamos un proyecto realmente ambicioso. Aun cuando estuviera basada en un comic bien conocido y que Marvel no se ahorra las ganas de adaptarlo todo, tantos superhéroes juntos se transformaba en una apuesta fuerte por parte de un estudio que tenía que encontrar a alguien bien capaz de distribuir muy bien el protagonismo de cada uno. Era un cara o seca, un vivir o morir, que aun cuando estuviera excelentemente maquetado en su publicidad podía sucumbir de un soplido. Pero el nombre de Joss Whedon no era para pasar inadvertido y aunque personalmente Thor no me haya parecido un film para echar porras, otros de sus títulos le daban un crédito más que fiable. Toda la popularidad que ganó en su momento Buffy, la cazavampiros, así como la buena acogida en general de Serenity se lo debíamos a él. El problema es cuando luego de su estreno pareciera que no hay un punto medio. Todo el mundo parece adorarla y hasta he llegado a leer por ahí que es una verdadera innovación del género. Pues bien, sin llegar a unos extremos tan taxativos debo reconocer que la cinta tiene sus aciertos. El primero es que justamente aunque sobresalga un poco más el personaje de Iron Man interpretado por el carismático Robert Downey Jr., cada uno tiene su momento, su rol bien definido y por supuesto, su importancia dentro del conjunto. Aquí el reparto destila buena química algo imprescindible para este tipo de uniones protagónicas. Nadie pisa a nadie y aunque honestamente me vienen sobrando las nuevas adquisiciones representadas por Scarlett Johansson como Black Widow y Jeremy Renner como Hawkeye en este aspecto la película gana al no otorgarles más de lo que el público seguramente pedía. Vamos, que los films que cada héroe tuvo individualmente como antecedente de esta unión hacía que el público se centrara en ellos se haya o no conocido el comic de donde nacen. Mención realmente especial merece acá el verdoso Hulk en la piel de Mark Ruffalo, actor que siempre me ha caído apenas simpático pero que aquí logra dotar al atormentado Bruce Banner de un muy buen carácter que bien le valdría otra oportunidad en la pantalla grande. Whedon logra un balance tan bien medido que hasta aquellos que nos hemos perdido alguno de los films precedentes, en mi caso Capitan America, nos entran las ganas de completar la serie. El segundo gran acierto de The Avengers es el humor. Sin llegar a ser una película de “ensamblaje” como The Expendables que no se toma en serio nunca, aquí tenemos continuos toques muy bien puestos de verdadera gracia. Si bien casi el sesenta por ciento de ellos pertenecen a la figura de Stark, todos en algún momento protagonizan alguna escena que nos arranca una risa espontánea, varias de esas risas vienen dadas por líneas de diálogo graciosas y muy atinadas que seguramente quedarán en el ideario de muchos. El film tiene mucho parloteo del que siempre se encuentra en una superproducción de este tipo, pero engalanados con mucha simpatía que levanta el ritmo narrativo de manera satisfactoria, porque si vamos al hecho, la acción real se desata sólidamente en la segunda hora de proyección, mientras que la primera puede que exaspere un poco al espectador ansioso. A partir de entonces me sorprendí de que la película me divirtiera tanto. Y si un film de estos gana en humor, el aspecto visual le otorga también una buena cantidad de créditos. De hecho creo que nunca llegué a pensar que terminaría recomendando que de ser posible paguen unos pesos más por verla en 3D, tecnología que aquí está realmente muy bien empleada. Mucha acción, insisto en esto de que sobretodo en la segunda mitad del film, mucha dinámica y mucho humor parecería que es suficiente, sin embargo el film, en lo que en argumento se refiere, no deja de ser una verdadera excusa, correctamente planteada eso sí, para presentar a este conjunto de superhéroes luchando juntos. El malo consigue un arma mortal, el mundo corre peligro, los únicos que pueden salvarlo son los vengadores. Lo demás, explicaciones sobre protones, iones y muchas computadoras que sostienen la inmensa excusa para sobrellevar la acción. No es algo que importe demasiado cuando el film no pretende ser más de lo que ofrece, buen entretenimiento y muchas peleas épicas. Pero para los más exigentes, o para aquellos que no sepan todos los dimes y diretes de las historias originales, bien pueden padecer algunos momentos en que el guión se vuelve una meseta importante. The Avengers hay que verla con ganas de divertirse, sin sumar grandes dosis de expectativas de lo que se diga por ahí, es un film correcto, bien armado, inteligentemente ofrecido, y sobre todo vendido, pero que no trasciende más allá de lo que el género de este tipo nos ha ofrecido hasta ahora. Super producción a gran escala que no ahorra nada, mucha espectacularidad visual que bien merece la pantalla grande. Una de las más esperadas del año ya ha pasado y me alegra que haya sido en forma satisfactoria. No se muevan del asiento hasta que pasen los créditos!! Dato curioso [sin riesgo de demasiado spoiler pero por las dudas atenerse sin no la vieron] Además de la escena pos créditos que está en todas las versiones, en Estados Unidos hay una más- no sé porqué acá se la ahorraron- en donde aparecen todos los vengadores entrandole con ganas a las Shawarmas, esta es una captura de baja resolución donde puede verse la escena.
El sentido de la palabra Sinergia ¡Alucinante!, es lo 1ro que voy a decir para aquellos que piensan que no hay manera de hacer un blockbuster de calidad y menos de superhéroes. "Los Vengadores" es una de las películas más entretenidas que he visto en años, que tiene un secreto que en realidad es muy básico y sencillo: Combina de manera extraordinaria el buen humor con calidad de efectos y acción vertiginosa. Se apela al enorme poder de la risa y de la sorpresa. Cuando menos lo esperamos, el director Joss Whedon introduce algún comentario sarcástico de Iron Man, alguna brutada de Thor, alguna ñoñada del Capitán América y acto seguido, da vida a las secuencias de acción más espectaculares que se hayan visto en pantalla. Tiene momentos en que la sala completa se despanzurra a carcajadas, con chistes físicos y no físicos que hacen que uno enseguida vaya eligiendo a sus personajes favoritos. Hay una escena de Hulk con Loki que se ganó a todo el público presente con sólo 10 segundos en pantalla... cuando la vean van a entender de que les hablo. La trama no es la más original, aunque es bien entretenida, está bien elaborada y cierra el ensamble de todos los superhéroes. Las personalidades se complementan a la perfección, sobre todo en este 1er planteamiento de batalla de egos y búsqueda de posicionamiento de cada uno dentro del equipo de defensores de la Tierra. Por otro lado, se respetan las historias de cada uno de los protagonistas, se mantienen las características distintivas de cada héroe y nos introducen en la historia de los 2 personajes nuevos, Black Widow y Hawkeye. Los momentos de peleas y batallas son increíbles, muy vertiginosos y bien planteados. Se notó un trabajo bien cuidado y pensado en este aspecto para diferenciarse de lo que hemos visto hasta el momento en este tipo de género. Uno se involucra con lo que pasa, se maravilla como loco, y a la vez no se produce esa mala sensación de algunas películas de acción donde se piensa "¡qué ridículo!, eso es asquerosamente exagerado" (Michael Bay, tome nota), sino que uno piensa... Hay que tener talento para cubrir las expectativas del público mundial, entretener a los amantes del cómic y a los que no lo son también. En conclusión, recomiendo totalmente este film, sobre todo si sos "héroe adicto" ya que te vas a retirar extasiado del cine. Si no sos del palo comiquero pero querés pasar un momento muy entretenido que va más allá de la típica de superhéroes, también te la recomiendo a vos. ¡Bravo Marvel y aplausos al Sr. Whedon!
Los fanáticos de las historietas con satisfacción y agradecimiento Se han estrenado una enorme cantidad de producciones basadas en historietas a lo largo de la historia del cine, pero claramente el siglo XXI es el que tiene la gran mayoría de estas adaptaciones. Las suficientes como para establecer un subgénero propio (ya he mencionado varias veces este punto de vista, pero estimo oportuno subrayarlo una vez más). Hollywood y Marvel estuvieron preparando en este último lustro el gran happening de superhéroes cuya cita se da en esta primera entrega de “Los Vengadores” (créame, va a haber más). Así, “Hulk” (2008), “Thor” (2011), “Capitán América” (2011) e “Iron Man” (2008 y 2010), cada uno con más o menos similares argumentos, ha logrado dibujar su personalidad, creencia e idiosincrasia, pero sobre todo son películas que han servido como introducción a esta parte del vasto mundo de la Marvel. Quitando a los fanáticos de los cómics (que no saldrán para nada defraudados), la pregunta sería si “Los vengadores” es una obra que puede adaptarse a cualquier tipo de público, o sea que pese a tratarse de éste género logra interesar y mantener el verosímil. La respuesta es sí, con creces. A diez minutos del comienzo queda todo muy claro. Loki (Tom Hiddleston), el medio hermano de Thor, anda envidioso y codicioso por ahí, haciendo pactos con entes para conquistar La Tierra y gobernarla. La amenaza es tremenda. Una especie de "cubo mágico" con luz celeste conformaría un portal para que entren por atrás ejércitos de seres horribles a meternos el capitalismo y acabar con nuestra democracia occidental, y con todas esas cosas cuya posibilidad de falta es lo que Estados Unidos utiliza como el gran cuco. ¿Y quién puede hacer frente ante tamaño poder? Un conjunto de cuatro seres pendencieros; ególatras; auto indulgentes, con poderes tremendos que es mandado a buscar por la gente de S.H.I.E.L.D. al mando de Nick Fury (Samuel L. Jackson). Con sus diferencias todo se ponen al servicio de la causa, del guión y del espectador para ofrecer un entretenimiento genuino, bien realizado y fiel al núcleo principal del cual nació y se alimenta: la historieta. Por eso no puede achacársele inconsistencia o ingenuidad en los diálogos. Lo desafío a que encuentre un vuelo distinto en las versiones de papel. Establecido luego de donde vienen y qué pito toca cada uno, la ira de Hulk (Mark Ruffalo), la vanidad de Ironman (Robert Downey Jr.), la nobleza de Capitan América (Chris Evans), y el honor de Thor, serán los rasgos que mejor funcionan cuando confrontan entre sí (la pelea entre Thor y Hulk es de antología), y a la vez le da sentido cuando se juntan a romper en pedazos todo el set el verdadero y el digital, aunque no todo son efectos esta vez (por suerte). El guión y la dirección de Joss Whedon (“Serenity”, 2005) usan un elemento crucial para el cine de aventuras y lo usa muy bien: el humor. Está latente en cada frase, pero sobre todo en ese gran actor que es Robert Downey Jr. quien, además de ser coherente con su trabajo en las dos Ironman previas, apuntala con su impronta al resto. Incluso a la viuda negra (Scarlett Johanson) y al Halcón (Jeremy Renner), quienes en realidad son de la partida de la organización. Habrá también lugar para los chistes políticos en medio de todo el tratamiento narrativo. Pobre Nueva York. Si su historia se estudiara sólo por el cine, desde 1933 a esta parte sufrió a King Kong (tres veces), a Godzilla (otras tantas), un par de terremotos; inundaciones, epidemias, robots gigantes, terroristas de toda clase y origen, congelamiento; guerras nucleares y, por si esto fuera poco, fantasmas (cazados maravillosamente por el trío Murray, Aykroyd y Ramis); vampiros; zombies, y la ciclotimia de Woody Allen. Es mucho para cualquier ciudad, así que suena lógico que vuelvan a romper Manhattan con gigantescas orugas voladoras y un ejército de bichos en aeromotos peleando contra un tipo enojado de piel verde, un ego maníaco vestido de acero, un ex milico de calzas azules y, sumados a ellos; uno alto, rubio y con un martillo pesado. Si me hubieran llevado a los 12 o 13 años a ver esta película habría salido enloquecido del cine, y sino me habría rateado para verla. Así que en aras de recordar viejas sensaciones, voy a buscar algún sobrino y una buena excusa para faltar al laburo. Esta vez vale la pena. “Los vengadores” es pura aventura.
Por lo general las cosas se dan al revés. Ante la perspectiva de una perdida multimillonaria, los productores hollywoodenses presionan para estandarizar los productos, volviéndolos rígidos, impersonales y rutinarios. Pero uno de los estrenos más esperados de esta temporada no sólo colma las expectativas sino que además resulta ser una de las películas de superhéroes más efectivas y divertidas hasta hoy filmadas. Primero un poco de historia: Los vengadores es un grupo de superhéroes creado en 1963 por Stan Lee y Jack Kirby, historietistas de la editorial Marvel. La eterna rival de Marvel, DC comics, había lanzado tres años antes la serie La liga de la justicia, reuniendo varios de sus personajes más importantes (Superman, Batman, Mujer maravilla, Flash, Linterna verde, Aquaman y Detective marciano), con gran éxito de ventas. En rigor, la primer respuesta de Marvel fue crear Los 4 fantásticos (Señor elástico, Mujer invisible, Antorcha humana y La mole), pero la verdadera reunión de héroes preexistentes se daría con Los vengadores. En esa primera época, los "fundadores" del equipo de superhéroes eran Thor, Iron man, Ant man, Avispa y Hulk, y con el correr de los años se irían reclutando otros a la franquicia. De hecho, los aquí presentes Capitán América y Ojo de halcón entrarían al equipo más adelante, y Viuda negra recién en los años setenta. La idea de llevar adelante esta película viene desde hace al menos seis años. Marvel Studios obtuvo una subvención por 525 millones de la compañía financiera Merril Lynch, y desde entonces se abocó a establecer las bases fundacionales. En el año 2008 se filmó la primera Iron man y, luego de los títulos de crédito finales, hacía aparición un Samuel L. Jackson ataviado por primera vez como Nick Fury, en su reclutamiento para lo que sería un emprendimiento sin precedentes. Luego vino El increíble Hulk, también en 2008, Iron man 2 en 2010, Thor y Capitán América en 2011. En las tres últimas aparecía Nick Fury anticipando de alguna manera esta película y la posterior reunión de todos ellos. Las estrategias para captar audiencia y promover la ansiedad del público se han vuelto una pieza fundamental para la industria hollywoodense. La gran apuesta a las primeras semanas de estreno, antes de que la piratería comience a fluir, requiere de una publicidad previa que puede desplegarse hasta años antes, como es éste el caso. No es desacertado pensar en esta película, Los vengadores, como un plan muy inteligente y como una apuesta monumental de energías, de tiempo, de dinero: Iron man costó 140 millones de dólares y su secuela 200, Thor y El increíble Hulk, 150 millones, Capitán América 140. Todas obtuvieron réditos más que sustanciales. Los vengadores costó más que ninguna: 220 millones -a lo que habría que calcular un centenar de millones más por concepto de publicidad- por lo que pasaría a ser la más cara del universo marvel, y una de las diez películas más costosas de la historia del cine. Con una semana de estreno en cines la cifra ya fue recuperada, y se estima que para el sábado la recaudación ascenderá a cerca de los 500 millones. Un desconocido en acción. Pero la apuesta más curiosa en esta película es el haberse jugado por el director Joss Whedon, un director totalmente inexperiente en lo que refiere a largometrajes multimillonarios. Había guionizado y dirigido series de éxito (Buffy la cazavampiros, Angel, Firefly y Serenity) y escrito los guiones para algunas películas -incluso se dice que fue él quien tuvo el buen criterio de impedir, como co-guionista, que Toy story fuese un musical- pero ningún precedente que se acerque a este megaemprendimiento. La incorporación a filas de este casi-desconocido fue uno de los mayores aciertos. Las expectativas son colmadas; lo que el público busca ver aquí es precisamente lo que esta película da. Acción, humor, superhéroes haciendo cosas de superhéroes -como salvar al mundo y otras pequeñeces- grandes presencias, grandes despliegues visuales, grandes amenazas, grandes contraofensivas. El que merece las palmas antes que nadie es Robert Downey Jr. quien logra una vez más al personaje más carismático del cuadro. El actor, también protagónico de la saga Sherlock Holmes, ocupa hoy un puesto preponderante en el cine de entretenimiento familiar, pudiendo presumir, como Harrison Ford (Star Wars, Indiana Jones) y Ian Mc Kellen (El señor de los anillos, X-Men) de estelarizar dos franquicias de éxito simultáneamente. Lo cierto es que toda la incorrección, la arrogancia, el egocentrismo y la genialidad del multimillonario Tony Stark vuelven a Iron man el superhéroe más desenvuelto y divertido. En un segundo lugar, aunque quizá no tan alejado, se encuentra otro gran acierto de casting, Mark Ruffalo como Hulk, una amenaza latente incluso para el mismo equipo, un incontrolable enlatado de TNT que podría destaparse en cualquier momento. La calma contenida de Ruffalo, su condena vital y su doble condición lo vuelven un personaje tan adorable como temible, y cada transformación en la imparable mole verde llama a la incondicionalidad inmediata. En un tercer lugar, la bellísima Scarlett Johansson es la asesina furtiva Viuda Negra, una de las superheroínas que no tiene poderes especiales sino pura y llana destreza corporal, más entrenamientos en las más diversas áreas. La acción al servicio de la historia. Precisamente uno de los puntos que los realizadores debían cuidar es que ninguno de los personajes sobresaliera demasiado, que cada cual estuviera dosificado lo justo, de modo de no opacar a los otros ni defraudar a los fans. Ninguno queda mal parado, todos tienen asignada una buena cantidad de metraje y diálogos y un desempeño crucial en la acción. La película regala, además, enfrentamientos entre ellos que oscilan entre lo desternillante y lo simplemente brutal, logrando que el infantilismo de algunos personajes se convierta en parte esencial del conflicto general. Iron man busca pelea con Capitán América constantemente, Thor se pelea con todo y todos y sus feroces contiendas con Iron Man y Hulk son inolvidables, y el encuentro final de este último con el archivillano de turno va directamente a la antología. Además de mantener la acción a gran escala en un punto siempre alto, el director Wheddon se las ingenia para que el accidentado desenlace a través de las calles de Manhattan sea tan impactante como caótico, y para lograr un notable plano secuencia que sobrevuela la contienda, en el cual se exhiben a los distintos personajes en acciones simultáneas. Si bien la anécdota es de manual y no hay nada novedoso en ella -el malo que quiere dominar al mundo, hacerse de una fuente de poder ilimitado y volcar en la tierra un ejército horrendo, y los vengadores que salen unidos a detenerlo- quizá el acierto esté en que se haya apostado al humor, que no se busque la solemnidad, que se confíe en la simpatía personal de los personajes, en sus diálogos, en que los efectos especiales estén subordinados a la historia y que no sean un fin en si mismos. Es verdad, no hay contenidos ocultos más que algún guiño para fans, no existe la posibilidad de encontrar múltiples lecturas en la línea argumental ni tampoco puede verse una intención de conducir el género hacia nuevos caminos. Pero Los vengadores goza de una frescura particular y despierta un placer poco frecuente: el de asistir a una historia clásica bien narrada, bien montada y bien resuelta; con el poder y la convicción de gente que sabe lo que busca y cómo transmitirlo.
Hay películas que se esperan mucho tiempo, Los Vengadores es una de esas, y nosotros tuvimos la chance de verla antes que nadie, se estrena el 26 de abril en todos los cines 2D y 3D UN POCO DE HISTORIA Los Vengadores fue un proyecto que se inicio hace 7 años, cuando Marvel diría que esta película tenia luz verde para ser filmada. Pasaron muchas cosas en esos 7 años, esas fueron las 4 películas anteriores que nos iban a presentar a los personajes principales. En orden cronológico vinieron, Iron Man (2008), The Incredible Hulk (2008), Thor (2011) y Capitán America: El Primer Vengador (2011). Todos los actores que actuaron en estas películas fueron respetados para que protagonicen The Avengers, excepto Edward Norton quien tenia diferencias creativas con la gente de Marvel, le dieron una linda patada y lo dejaron afuera del jueguito. Su reemplazo fue el genial Mark Ruffalo, quien fue el unico Hulk en intrerpretar las escenas de captura de movimiento el mismo. Para la Dirección se confío al (podemos decir) geek numero uno de los cómics (no, no es Kevin Smith) Joss Whedon, quien venia de hacer cosas como Buffy la cazavampiros, Angel y Firefly. También escribió Toy Story, Alien Resurrección y Titán A.E. Digamos un groso que contó con 220 millones de dólares, un vueltito. Argumento Alta Peli Resulta que S.H.I.E.L.D, el equipo que dirige Nick Fury, tiene un valioso cubo que fue robado de Asgard, el cubo mágico se llama Tesseract, es terriblemente poderoso y el que lo tenga obviamente va a tener el control de inconcebibles fuerzas. Loki el hermano adoptado de Thor se lo roba con el objetivo de traer un ejercito de otro planeta para que destruya la tierra y así tener el reino que siempre quiso. Pero a que no saben que… Nick Fury armo algo que se llama la Iniciativa Vengadores que va a ser el freno para que Loki no pueda lograr su objetivo. Lo Bueno, Lo malo y lo Feo. La película comienza excelente, presentandonos acontecimientos que luego van a ser importantes para la trama, digamos que en una película donde hay tanto lío de personajes es raro que funcione el guión a la perfección, (recuerden el caso de Spider-man 3, un asco). Pero la gente de Marvel ahora hizo bien los deberes y produjo 4 películas que presentaban a cada súper héroe de Los Avengers y esto ayuda a que la película pueda ser mas ágil y no centrarse tanto en cada uno. Definitivamente cuenta con secuencias de acción increíbles, (TIP: Prestenle atención cuando Tony Stark cambia el traje por uno mas avanzado), pero hay una seria referencia estética a la ultima película de Transformers: Dark of the Moon, inclusive a la no estrenada Battleship, se ve que la misma gente hace los efectos y se prestan los plugins unos a otros. Al principio el film tarda en tomar el problema como problema principal, y los conflictos subsidiarios se dan entre los buenos, ya sea por diferencias o por egos esto hace que, el problema real, ósea Loki contra la humanidad, se demore y nos tenga pendientes de cuando se va a largar la verdadera hecatombe. El film contrarresta estos momentos de planicie con buenas peleas entre los mismos Avengers y muy buenos gags, sobre todo del genial Robert Downey Jr, el cual lleva el ritmo de la película para que esta llegue a buen puerto. Los papeles secundarios como el de Jeremy Renner que es casi un desconocido para todos están bastante bien, buenas escenas de acción y pelea que no desentonan con el resto de los ya conocidos. En cambio Black Widow tiene un momento genial cuando pelea con cinco tipos, pero le quisieron crear un pasado que no se resuelve por lo tanto no aporta mucho. Algunos personajes de las anteriores películas hacen su aparición, es el caso de Peper Potts y el Erik Selvig, el cientifico que es amigo de Natalie Portman en Thor, pero esta ultima solo aparece como una fotografía, cosa que hace que su aparición sea ridículamente inexplicable ya que Thor la hubiera podido ir a ver un ratito y no le molestaba a nadie. A pesar de todo esto Whedon hace bien su trabajo, hay química entre los personajes y las escenas de acción son realmente épicas, dignas de cualquier cómic de Los Vengadores. Loki es tenaz en lo que quiere y tiene un ejercito bastante grande con que conseguirlo, definitivamente un solo héroe no podría contra todo esto. Nick Fury no tiene otra alternativa que juntar a estas volátiles personalidades para unirlas en un bien común. En conclusion, uno de los eventos cinematográficos del año que no se puede dejar pasar, sobre todo para calmar un poco la ansiedad para la llegada del Heroe Encapotado. Es una lastima que no llegue al IMAX de nuestro pais pero si la van a ver en 3D es sumamente disfrutable. No olviden quedarse después de los créditos ya que hay una sorpresita. Que ver antes: Es esencial que veas las anteriores películas de estos héroes, Iron Man (2008), The Incredible Hulk (2008), Thor (2011) y Capitán America: El Primer Vengador (2011), sino el film te va a parecer que carece de sentido.
Joss Whedon tenía una tarea complicada. Dirigir una película con cuatro personajes principales, con mucha expectativa, mucha presión, muchos ojos de lo mas exigentes posados en él. Sin embargo, Whedon, realizó un trabajo magnifico. Balanceó la importancia de todos sus protagonistas. Modeló a un par y les hizo mejoras, agregó a dos no tan importantes y les dio buenos momentos, y se ocupó de tener a un villano que haga que la película sea lo que es. “Avengers” es el modelo a seguir para una película de superhéroes (voy a dejar a las Batman de Nolan fuera de esto, por que para mi no son una película de superhéroes normales, están fuera de todo). Whedon subió la vara a un estándar muy alto. Generó una buena historia con la simpleza de un buen y solido McGuffin, levantó el carisma y la imagen del Capitán América y Thor, explotó a un personaje que fue desperdiciado en sus dos películas como Hulk, y se apoyó en el mejor logrado de sus personajes que es Iron Man. Mi opinión sobre las películas de Marvel que llevaron a esta ultima, es que las mejores de todas fueron las Iron Man. Aun siendo que “Iron Man 2? no es tan buena como la uno, creo que es mejor que “Thor” (por lejos) y esta cerquita de “El Capitán América”, que tampoco me gustó tanto. Whedon sabía esto, y se nota mucho en esta peli. Entonces que hizo?? se apoyo en las dos únicas fortalezas de todas esas pelis: Iron Man y Loki. Si, lo único rescatable de “Thor” fue la interpretación de Loki, que dio Tom Hiddleston. En “Avengers”, Loki esta impecable. Por que no es un simple villano. Es un villano inseguro, cagón, lo que le genera desconfianza en si mismo, aun cuando parece que tiene todo controlado. Hiddleston demuestra que es un buen actor, y le da esa fragilidad a Loki, que hace que sea un villano temible. El tiene tanto miedo de perder, tanta bronca adentro, que quiere alcanzar su meta de cualquier manera. Ahora por supuesto, Whedon sabia que tenia un arma poderosísima y es Robert Downey Jr. Iron Man es prácticamente el protagonista de la peli. De hecho es él, uno de los dos personajes que completa un arco. Whedon toma el arco de Tony Stark, desde la primera Iron Man, y acá Stark, llega a un crecimiento, hace un click en su cabeza, aprende el valor del sacrificio por los demás. Otro personaje que completa un arco, mucho mas acotado, es el de Scarlett Johansson, la sensual Viuda Negra, que quiere lograr borrar su pasado y redimirse. Que hizo Whedon dándole un arco a Viuda Negra?? Simplemente hacerla un personaje interesante, y no pasar desapercibida. Lo mismo logra con Ojo de Halcón. Logra hacerlo interesante, y no pasar desapercibido. No ser uno del montón. Ahora bien pasemos a Capitán América. Cuando fui a ver su peli, salí con la sensación de nada. No me inspiró nada un personaje que supuestamente tiene que ser inspiración de coraje, valor, justicia, honor. Bueno no me inspiró nada. Whedon hace algo muy inteligente. Hace que el “Capi”, inspire al agente Coulson (Clark Gregg), y con eso inspire a sus compañeros, y con eso a vos. Que estas ahí viendo la peli, sin darte cuenta sentís lo mismo que los demás. El Capitán América, acá hace honor a su rango. Es líder, ordena ese caos que son al principio los Avengers y da todo para salvar a la tierra cuando mas lo necesitan. Ahora Thor, que había quedado tan dañado en su película, acá demuestra ser mas groso de lo que fue en su propia película. Por favor, disfruten de la pelea entre Thor y Hulk, por que no tiene desperdicio. Y ahí llego al plato fuerte de esta película: Hulk. Este personaje se roba todo, incluso hasta sobrepasa a Iron Man en algunos momentos gloriosos que tiene. Pero todo no queda en sus escenas de acción (que son geniales) si no que también reside en la interpretación de un gran actor como Mark Ruffalo. El Banner de Ruffalo me animo a decir que es el mejor lejos, y su interacción con Stark es genial. Volvemos al apoyo de Whedon en ellos dos. Ya esto se hizo muy largo. Hablar de acción es sinónimo de esta película. No hay un momento que no pase nada y sobretodo, tiene lo que siempre pedí de una peli de superhéroes: a los héroes todo el tiempo en pantalla!!!. Es tan difícil eso??. Las secuencias de acción son exquisitas. La de la nave de Shield, la pelea final, la pelea con Loki en Alemania, la pelea entre Thor, Iron Man y el Capi, la pela entre Thor y Hulk, la escena entre Hulk y Viuda negra, el Capitán dentro de un edificio, bue y así me puedo pasar todo la critica. Esta es lejos mi critica mas larga. Voy a resumir. Tengan en cuenta esta es una peli pochoclera, no esperen una declaración sobre el libre albedrío ni nada por el estilo. Es pura y rabiosa acción que van a disfrutar. La tendrían que ver muchos y tomar nota: Kenneth Branagh, Michael Bay (aprende a como se hace un buen chiste, y cuando se usa), Stephen Sommers, y Zack Snyder. Pero Zack, la tiene que ver de otra manera. El sabe de acción. Es un gran director, lo que tiene que ver, es como iguala el estándar alto que impusieron los “Avengers”…. PD: para todos los que dijeron “Thor es buena por que es Shakespereana”, en la peli tienen lo que piensa Whedon sobre esa pavada. Ah! y quédense para la escena extra, y díganle a los boludos de el cine a donde vayan a verla, que no les prendan las luces, como los tarados del Village Recoleta.
Observando que Andrew fue mas que claro y no dejo nada por contar, seré escueto con mi crítica de la peli. “The Avengers” es todo lo que una película palomitera de super heroes tiene que tener. Quizas dejando baches argumentales, quizás haciendo interactuar a los personajes sin mucho preámbulo y hasta metiendo peleas con calzador. Ante esto me dirán: Che mamerto, hacen todo mal entonces !?!? No, Joss Wedon lográ que no reparemos en esas cosas, además de otorgarle a los heroes un despliegue de acción que no habian tenido en sus propias películas. Claro que Whedon tiene la ayuda de Robert Downey Jr, que se morfa la película como siempre. También quiero destacar la actuación de Mark Ruffalo, quien interpreta el mejor Bruce Banner que hubo hasdta ahora en la pantalla grande. En cuanto a Thor y al Capitán América creo que siguen un tanto desdibujados. En definitiva tras unos 20 minutos iniciales un tanto sosos, la película levanta y hasta el final es pura acción comiquera al máximo . Además la entrada se paga sola por ver a Hulk aplaudiendo el piso con un villano.
Los Vengadores es una bomba. Es imposible negarlo. Tiene acción a raudales, diálogos deliciosos y secuencias que lo dejan a uno con la boca abierta. Considerando que es la confluencia de cuatro películas taquilleras previas (!) (en una brillante y calculadísima jugada de marketing), el dinero inundará las arcas de los productores hasta aplastarlos. Es posible que recaude tanto - o más - que The Dark Night pero no nos confundamos; mientras que el clásico de Christopher Nolan se basa en la inteligencia, el exotismo y la sorpresa, Los Vengadores no es mas que un enorme, prolijo y hermoso espectáculo pochoclero cuya trama podría reducirse a una carilla y, aún así, sobraría espacio. La tira original data de 1963, y era la respuesta de la Marvel a la Liga de la Justicia de la DC Comics. Los 60 aún eran una época de frescura para las historietas, si bien las editoriales pronto entrarían en una espiral de competencia e imitación que terminaría por marcar la decadencia de las comics como tal. Piensen, sino, todas las ideas comunes que ambas editoriales terminaron aplicando con el paso del tiempo; superhéroes olvidables demasiado parecidos a los de su competidor, versiones adolescentes / femeninas de los héroes establecidos; universos poblados de versiones alternativas que terminarían décadas mas tarde en una purga general; melodramáticas muertes de algún prócer de la historieta... los cuales serían sospechosamente revividos unos meses más tarde y cuando las ventas comenzaran a declinar: y hasta "Watchmen-versos", en donde toda una casta de venerables personajes pasaba a la ilegalidad y culminaba en guerras intestinas entre superhéroes. Aún cuando la Marvel venía experimentando de hace rato con equipos de superhéroes - Los 4 Fantásticos; X-Men -, los Vengadores son la versión más acabada del modelo, simplemente porque contiene la flor y nata de la editorial. Esta versión de Los Vengadores viene de la mano de Joss Whedon, el mismo de Serenity y Buffy, la Cazadora de Vampiros. Whedon es un libretista brillante y ha demostrado tener muy buena mano para dirigir ciencia ficción, aunque tiene cierta tendencia a ser demasiado indulgente con su propio material. Por suerte colabora Zak Penn, el mismo de El Ultimo Gran Héroe y X-Men 2, el que pule las lineas de Whedon y les aporta sus propio salero. Entre ambos conciben una historia chiquita y fácil de seguir, dotada de un ritmo envidiable y salpicada de gloriosos diálogos. Si hay manera de definir la experiencia de alguna manera, Los Vengadores vendría a ser un híbrido entre La Gran Estafa y Transformers. Cada uno de los personajes desborda un carisma impresionante - verlos juntos en pantalla es una gozada - y poseen algunas de las mejores líneas de remate que uno haya visto en películas de superhéroes; por otra parte, cuando llega la orgía de destrucción, no hay edificio neoyorkino que quede intacto, y cada pulgada de la pantalla grande está recargada de explosiones. Pero - siguiendo con la analogía - ésta no vendría a ser la Ocean's Eleven original sino la segunda o la tercera secuela, en donde la historia de fondo es una excusa flojita para ver a estos ídolos interactuar en escena. Es simple: abren un portal con el cubo de energía que manejaba Hugo Weaving en Capitán América (y que posiblemente sea pariente de la caja de energía que manipulaba Anthony Hopkins en Thor), y aparece Loki en nuestro planeta. El tipo ya viene con plan de quedarse y dominar el mundo, razón por la cual hizo una alianza con unos aliens más malos que la peste. Como estos bichos tienen que revisar aceite, pasar por la estación de servicio y cargar nafta, etc, etc, no llegan enseguida, sino que deben esperar a que Loki - que es un dios todo poderoso - tenga sometido a un grupo de científicos para que le arme el dispositivo que pueda abrir el portal y los aliens lleguen a invadir la Tierra. Y como el cubito de energía apareció en varias películas, la gente de Samuel L. Jackson recluta a toda la gente que estuvo relacionada con el mismo (de una manera u otra): además de los ya mencionados Thor y Capitán América, está Tony Stark que lo encontró, Bruce Banner - que es el especialista en rayos gamma, la radiación que emite el cubo - y un par de agentes secretos que son más un adorno exótico que otra cosa. Esta gente se la pasa peleando verbalmente (y en algunos casos, físicamente) entre ellos y, cuando las cosas se ponen espesas, aúnan fuerzas y dejan los rencores de lado. Obviamente las mejores líneas le pertenecen por lejos a Robert Downey Jr, quien sigue siendo la voz cantante de todo el asunto. Su Tony Stark vendría a ser la versión lisérgica y descontracturada de Bruce Wayne en el universo Marvel. El resto tiene oportunidad de lucirse, aunque en un plano secundario y, en semejante ensamble, la gran novedad es el recién llegado Mark Ruffalo, el que da con el pie exacto para componer a Bruce Banner / Hulk. Al fin la mole verde tiene el perfil que se merece, mezcla de atolondrado, conflictuado light y ferocidad contenida, y supera por lejos a Eric Bana y Edward Norton juntos. El otro que destaca mucho es Tom Hiddleston, que se relame en gran forma con con su perverso Loki. No esperen que Los Vengadores sea una película inteligente; simplemente es rutina de comic escrita y dirigida con gran virtuosismo. Vienen los malos, los buenos se juntan y destruyen cosas por 90 minutos seguidos (aunque aquí el filme dure bastante más). Los chistes son para aplaudir, la acción es excitante y, lo que es mejor, se da el lujo de traer a la pantalla la orgía de destrucción que los filmes de superhéroes vienen adeudando de unas décadas a esta parte, comenzando por el climax insulso de Superman II. No hay sicología profunda, no hay intrigas inquietantes o sorprendentes; simplemente es gente con superpoderes haciendo bardo y divirtiéndose mucho en el intento. Y lo hacen tan bien que terminan contagiando su entusiasmo a la platea.
Tardé en ver la película, y lo hice junto a mi hija después que pasó el millón de espectadores. Por mi compañía la tuve que ver en castellano... Es complicado también entrar a verla después de leer tantos comentarios positivos. Uno espera realmente una obra maestra. Y lo primero que quisiera decir, es que no se hizo para eso. Su mayor mérito es que es una gran partuza de súper héroes y entretiene en gran parte de su desarrollo. El comienzo es algo lento después de la presentación de todos los personajes. Uno está ansioso de ver la gran acción que todos comentan. Pero cuando llega el desenlace... dios mio! no te da respiro. Es brillante la mezcla de humor y acción, muy pegada. Cuando uno se relaja medio segundo sucede una de las dos cosas. Geniales los diálogos y los chistecitos de cada uno de los personajes. En eso Iron Man es ideal para sus ironías y lo aprovecharon muy bien. Hulk tiene sus escenas para reconquistar al público y genera aplausos en la sala. Los vengadores es una película que no quedará jamás en el olvido y fue una brillante realización de Marvel para ser disfrutada por los amantes permanentes de estos personajes, como así también de los que al menos vieron una película de ellos.
Publicada en la edición impresa de la revista.
OFICIO, HUMOR Y FIDELIDAD El regreso del buen pochoclo En el año 2005 un inglés rubio y medio gordito, llamado Christoper Nolan me hizo literalmente emocionar con un regreso de Batman que superó todas mis expectativas. En Batman Begins podíamos ver ese perfil del murciélago que nadie había explorado fuera del comic. Un Batman oscuro, fóbico y con aires de venganza. Un personaje dinámico que lucha contra sí más que contra el crimen de Ciudad Gótica y que responde más a sus bajos impulsos y a tratar de encontrarse que al hacer el bien solo por hacerlo. Pero más allá de esto, lo que mas me conmovió es la fidelidad que Nolan tansformó en un compromiso al regalarnos un Batman auténtico (Elementos que estarían aún más presentes en su secuela El Caballero de la Noche). Ese mismo trabajo que hizo Nolan en la construcción del personaje y en la arquitectura narrativa, lo hizo Joss Whedon con Los Vengadores del otro lado de la moneda. ¿Cómo?...Pues siendo fiel a la narrativa clásica y a las motivaciones de este escuadrón de super héroes liderados por Tony Stark (Por que hay que ser sinceros, Iron Man es el verdadero lider, aunque Nick Fury les diga lo que supuestamente deben hacer). El Batman de Nolan y Los Vengadores de Whedon están diametralmente opuestos en forma y contenido, pero están unidos por la autenticidad y lealtad hacia la mística de los personajes que sus realizadores imprimieron en sendas cintas. Compré mis entradas por internet el 26 de abril (día del estreno) para sentarme en la butaca el sábado 28 a las 14:00 hs, ya que en todos los demás horarios la taquilla explotaba y la verdad es que no iba a esperar mucho más para verla. Llegué al cine y me encontré con un jardín de infantes al momento de ir a retirar mis tickets, pero me tranquilizó un poco el hecho de que había otras películas para niños en cartel y abrigué la esperanza de que aquellos infantes y pre adolescentes que estaban ahí por Los Vengadores, quisieran verla en su versión 3D, propuesta en la que yo no estaba interesado en lo más mínimo. Tuve suerte, la sala, aunque completa, no fue perturbada por grititos o exclamaciones. Cuando se apagaron las luces respiré hondo y entre en mi tubo de concentración para no perderme absolutamente ningún detalle, estaba seguro que la película estaría repleta de guiños a los héroes y a los villanos y no quería que se me escapara ninguno. Los Vengadores es realmente TRE-MEN-DA!!!... No para un segundo y, aunque nos parezca que el guión y la trama son realmente simples, ahí está su verdadero secreto. Cuando un relato nos envuelve y fluye por los caminos de lo sencillo es porque hay un gran trabajo narrativo. En lo que respecta al guión siempre prefiero una trama simple que no se detenga nunca (más allá de que conozcamos el final del camino) a algo enredado y complejo, y mucho más cuando hablamos de relatos de super héroes. Aquí, los malos son malos, bien malos, son super malos y los buenos son re buenos y quieren salvar a la humanidad, aunque tienen sus matices en la manera de hacerlo y eso es lo genial y lo que Whedon supo entender y representar: No es lo mismo El Capitán América con su solemnidad, patriotismo y casi inocencia que el irónico e irritable Tony Stark…los dos tienen los mismos valores, solo que los ponen en práctica de formas muy diferentes. En fin, la cosa se pone complicada cuando Loki, el malvado ¿hermano? de Thor llega a nuestro indefenso planeta y se prepara para que lo siga en su cruel misión una horda de alienígenas mucho más malos que él y así conquistar la tierra para someter a toda la raza humana. Punto. Fin. Eso es todo. Todo lo demás en la historia, cómo lo hace, a quien engaña para sus maquiavélicos planes, y cómo piensa llevarlo a cabo son solo excusas para que el cuento avance y cada personaje de Marvel sea explotado al máximo por el realizador, que también es el único guionista y tiene un pasado como escritor de historietas, además de dirigir durante años Buffy, La Cazavampiros, donde claramente mostró sus virtudes y oficio para manipular este género. Bien, como decía, de ahí en más, desde que Loki llega a la tierra, Nick Fury tiene que reclutar a los Vengadores para defender la tierra: Algo nuevo?, no…Algunos se sorprenden, a otros la propuesta no les parece del todo conveniente y uno de ellos ni siquiera puede hacerlo por que esta bajo el control mental de Loki. Algo nuevo?? No…Cuando finalmente se reúnen comienzan las discusiones entre ellos y hasta las peleas épicas entre Iron Man y Thor, entre Thor y Hulk, etc…algo nuevo?? No…Después, se dan cuenta que están equivocados y que deben unirse para luchar contra Loki y sus planes y salvar a la humanidad, pero llegan tarde y casi todo esta perdido, pero no, finalmente se enfrentan a los alienígenas en una batalla que parece no terminar nunca en el centro de Manhattan y teniendo casi como centro principal la imponente Torre Stark….algo nuevo??? No….Entonces ¿Qué es lo que hace tan buena a Los Vengadores?? Eso mismo!!! Todo eso es precisamente lo que la hace tener 8 estrellitas en mi escala que va de 1 a 10. Joss Whedon, con humor, fidelidad y oficio arma una mapa en donde cada uno cumple su papel con una sintonía que no mete ruido en ningún momento, ahí están entonces la maratónica seguidilla de chistes de Stark, los esfuerzos del Capitán América por adaptarse al siglo XXI, la sensualidad de la Viuda Negra, los martillazos de Thor y la timidez (y la ira) contenida de Bruce Banner. Pero la intenciones del realizador tienen un gran respaldo en el casting, por que, salvo algunos pifies de Chris Hemsworth, el rubio que interpreta a Thor, todos están realmente impecables. Ya había quedado probado esto principalmente con Robert Downey Jr, en las dos películas de Iron man, pero me llevé una muy buena impresión esta vez con Mark Ruffalo haciendo las veces del entrañable científico afectado por rayos gamma. Whedon nos invita a una montaña rusa que va siempre para arriba y filma cada plano, toma y escena con la estética y ritmo de un comic, sin dejar nada librado al azar dentro del cuadro y con un elemento esencial que separa a Los Vengadores del batallón de películas de super héroes que nos invadieron en los últimos años: Whedon le imprime humor y no solamente en los diálogos de Tony Stark, aquí hay humor casi de dibujos animados e incluso en momentos de gran acción (drama). Cuando pensamos que ya vimos todo, la película estalla en una batalla interminable y ahí el montaje, el sonido y las múltiples miradas de los héroes, que están separados apenas por calles en Manhattan, nos acercan a un climax tan entretenido como técnicamente perfecto. Todo esto es lo que hace a Los Vengadores una muy buena película de super héroes, por que, ya no vale la pena hablar de los efectos visuales…ya sabemos que los del norte con eso no fallan. Aquí lo importante es el espíritu, lo auténtico, el regreso de una historieta animada con personajes de carne y hueso y con una narrativa muy cerca de un camino que nos llevará seguramente a un final apotiótico si hablamos de comic: Los Vengadores es solamente el principio de lo que veremos al final en Guerra Civil. Espero que sepan de lo que estoy hablando.
Codo a codo para salvar a la humanidad Un genio tecnológico multimillonario devenido en paladín; un gallardo dios vikingo del trueno; un súpersoldado que fue emblema de una nación; un científico brillante, que puede devenir en una fuerza irresistible; una espía de élite, tan seductora como imbatible y letal; y un arquero de puntería infalible, con flechas cargadas de sorpresas. ¿Quién se negaría a tener este equipo de su lado? Salvo que se trata de, respectivamente: un pedante individualista y megalómano; un pomposo y soberbio príncipe; un exiliado temporal con una particular visión del deber; un traumatizado que lucha contra su bestial personalidad oculta; una ex asesina profesional, con mucha sangre en las manos; y un agente que venía bien hasta que le lavaron el cerebro y lo usaron para el mal. Demasiados egos, demasiada necesidad de redención. No es raro que el consejo al que respondo la agencia SHIELD no haya autorizado la “iniciativa Vengadores” del director Nick Fury. Pero cuando el renegado asgardiano Loki consiga apropiarse del Tesseract (fuente de energía de Asgard, robada por la organización Hydra de Red Skull durante la II Guerra (y sepultada por décadas en el hielo junto al Capitán América) empieza a parecer interesante sumar a Tony Stark (Iron Man), Thor (hermano adoptivo de Loki), el descongelado Capitán (Steve Rogers), Bruce Banner (y su alter ego, Hulk), Natasha Romanoff (Black Widow) y Clint Barton (Hawkeye). Desconfianzas, indisciplinas, reticencias, choque de personalidades (y de puños) no tardan en aflorar. Sólo el sacrificio de un “verdadero creyente” (“true believer”, como diría Stan Lee) logrará ensamblar las piezas para armar un equipo capaz de resistir la invasión alienígena preparada por Loki (e inclusive el “fuego amigo”) y alcanzar algunzas redenciones en el camino. Tripulando el tanque Guionistas y directores de prestigio participaron de las películas previas que sirvieron de escalada a esta cumbre (valga el ejemplo de Kenneth Branagh en “Thor”), pero resulta acertada la elección de Joss Whedon, otro cerebro forjado en la televisión (como J.J. Abrams), creador de series de culto como “Buffy la Cazavampiros” y la incomprendida “Firefly”, capaz de tomarse en serio a los personajes de la Marvel y al mismo tiempo dosificar humor y el dramastismo. Se luce al poder tripular un barco gigante: una superproducción plagada de (necesarios) efectos especiales y a la vez un reparto con por lo menos ocho o diez nombres de primera línea, que brilla tanto como el despliegue visual. El cual, por cierto, alcanza picos de genialidad: el plano secuencia durante “la madre de todas las batallas” en el que dos paladines luchan codo a codo contra los invasores chitauri, para que luego un tercero le cubra las espaldas a otro así sucesivamente, es un orgasmo para el ojo (o para los dos ojos, ya que se exhibe en 3D). Todo esto en una Nueva York que, desde los atentados de 2001, es agarrada para el cachetazo por el cine de Hollywood (algo así como Tokio es devastada y reconstruida como una Neo Tokio en el mundo del manga y el anime, como resabio de los bombardeos de 1945). Superequipo actoral Por el otro lado, se puede disfrutar del humor ególatra de Robert Downey Jr. como Stark; la ortodoxia de Chris Evans como el Capitán América; la frágil y sensual fortaleza de Scarlett Johansson como Black Widow (creada por Stan Lee en los ‘60 como una espía rusa enemiga de Iron Man); el compromiso y la culpa de Jeremy Renner como Hawkeye (nacido en el cómic como un títere de aquella Viuda Negra); la lucha interior de Mark Ruffalo encarnando a Banner; la grandilocuencia y la inocencia de Chris Hemsworth en la piel de Thor; la insana sed de poder y venganza de Tom Hiddleston en su Loki; la sabiduría del Nick Fury interpretado por Samuel L. Jackson; y la fe y el coraje del agente Phil Coulson que encarna Clark Gregg (un actor de bajo perfil que con su personaje dio unidad a la serie de filmes). Como secundarios revisten Stellan Skarsgård como el profesor Erik Selvig (científico amigo de Thor), Gwyneth Paltrow como Pepper Potts (asistente devenida en pareja estable del otrora mujeriego Stark), la sugestiva Cobie Smulders como la agente Maria Hill y la voz de Paul Bettany (Jarvis, la computadora que asiste a Iron Man). Fortaleza de espíritu En la “Edad de Plata” del cómic de superhéroes, cuando además de ser editor en jefe de Marvel escribía personalmente los guiones de casi todas las series principales de Marvel y trabajaba con dibujantes míticos como Jack Kirby, Steve Ditko o John Romita Sr., Stan Lee (que en este filme también hace su consabido cameo, esta vez en un noticiero) redefinió el concepto del superhéroe: tan interesante como la lista de poderes o lo vistoso de sus trajes eran los traumas o debilidades que los acompañaba. El mensaje era que no importa cuán grande, fuerte o rápido puedas ser, sino cómo sobreponerse a las adversidades, e incluso a uno mismo (“tú no eres un héroe, tu trabajas para tí mismo”, desafiará el estrellado Capitán al metalizado empresario en la película). Ese mensaje no envejece, y por eso los personajes creados por “The Man” (Lee) resisten tan bien el paso de los años y las reinterpretaciones. Larga vida a Los Vengadores: en algún momento los volveremos a necesitar.
Una cuestión de egos Un pequeño milagro sobrevive en las salas cordobesas: el filme Un método peligroso, de David Cronenberg, sigue en cartelera tras varias semanas de enfrentar a los más variados tanques norteamericanos, por supuesto que justificadamente pues se trata de una de las mejores películas que se podrán ver este año (aunque la lógica no le augure mucho tiempo más de vida, seguramente hoy y mañana serán los últimos días para verla en la gran pantalla). Teóricamente lúcida y formalmente impecable, Un método peligroso registra el nacimiento de la ciencia emblemática del siglo pasado, el psicoanálisis, a partir de la histórica relación entre Freud (Viggo Mortensen) y Carl Jung (Michael Fassbender), aunque el eje de la película estará puesto en una paciente de ambos, conflictiva amante del segundo y al final de su vida reputada teórica, Sabina Spielrein (Keira Knightley). La maestría de Cronenberg consiste en su capacidad para enhebrar un relato tremendamente ambicioso con la simpleza del mejor clasicismo: su filme es capaz de mostrar con clarividencia el enfrentamiento de dos teorías diferentes sobre la psiquis humana y el espíritu, al mismo tiempo que registra la evolución de la metodología freudiana, la disputa sutil establecida entre sus protagonistas y la obsesiva relación entre Jung y Spielrein, vértice de un interesante triángulo de poder, sin perder por ello profundidad ni dinamismo. Un método peligroso se convierte así en un filme de época, que capta el fin de una era y los inicios, siempre conflictivos y apasionantes, de un nuevo mundo, el contemporáneo (significativamente, el filme finalizará con el inicio de la Primera Guerra Mundial). Pero como tenemos que hablar de estrenos, vale la pena abordar también la película que ha dominado el imaginario mediático en estos días, un tanque hollywoodense que reclama como pocos una crítica política: Los Vengadores es un filme que reactualiza las clásicas fantasías imperialistas de Estados Unidos, pero que también sintetiza el presente de su industria cultural. Típico producto de reciclado de otros productos, Los Vengadores es la concreción de un viejo sueño de Marvel, que consiste en reunir a sus más conocidos superhéroes en una misma película (y que viene siendo preparado hace años por sucesivas películas de la factoría). Una suerte de misticismo pagano recorre su argumento, puesto que la amenaza exterior que reunirá a sus filas heroicas proviene esta vez de un limbo superior: el Dios Loki, hermano renegado de Thor, vendrá a la tierra con el objetivo de apropiarse del mundo y ponerlo bajo su yugo. La amenaza reunirá al ecléctico grupo de superhéroes en cuestión (Capitán América, Iron Man, Hulk, Thor, Ojo de Halcón y Viuda Negra), bajo el manto de una organización secreta llamada SHIELD (escudo) para ensayar una desesperada defensa, probablemente destinada al fracaso ya que se trata más bien de un grupo de renegados, psicóticos infantiles enfrascados en sus propios delirios narcisistas. Esta es una de las particularidades que marca un cambio de época, un filón potencialmente interesante que el filme no se anima a explotar del todo: estos superhéroes no son los perfectos modelos de ética republicana del pasado, e incluso cada uno esconde un halo de oscuridad (a excepción del correcto Capitán América -Chris Evans – de apariencia más aria que la de sus tradicionales enemigos). Habrá entonces una lección que (volver) a aprender, y la película se detendrá cíclicamente en las peleas internas entre estos egos a la deriva, retrasando la batalla final. Sólo los mandos militares quedarán en entredicho, primero por querer utilizar la energía alienígena para crear armas militares “de defensa”, luego al lanzar una bomba atómica sobre Nueva York para acabar con el monumental ataque. Pero el (aburrido) desafío a los cánones del género no irá más allá, y pronto el propio Loki repondrá los conceptos propios de los productos de este tipo: la amenaza a la libertad de los humanos fungirá como lección y amalgama para estos héroes, y entonces sobrevendrá una apoteósica batalla contra la monumental amenaza externa en pleno Manhattan, escenario ideal para una secuencia que quedará en la historia de los efectos especiales (y donde la película adquiere su verdadera dimensión de gran tanque de entretenimiento). Pero más allá de la parafernalia digital están las ideas, y Los Vengadores no innova mucho que digamos en este terreno: los Estados Unidos sigue siendo la nación destinada a evangelizar y resguardar al mundo (“mi Dios no se vestiría de semejante manera”, le espeta el Capitán América a Loki antes de atacarlo), y la película misma constituye una oda acrítica al ideario occidental. Un chauvinismo cool que describe muy bien a la industria norteamericana contemporánea, así como también el hecho, sintomático por demás, de que todo el argumento pueda sintetizarse como una simple batalla de egos. Por Martín Iparraguirre
Dos filmes que apuestan a la espectacularidad y también la nostalgia. Uno va hacia el futuro y otro hacia el pasado. Los dos quieren rescatar algo que está en peligro. El humor se agradece, aunque no hay mucho más. Es un desfile de cosas sabidas trayendo personajes que dejaron su marca y siguen vendiendo. "Los vengadores" -un seleccionado de superhéroes que se deben esmerar ante un villano cinco estrellas- busca más la complicidad. Y al nuevo opus de "Hombres de negro" se le nota, por suerte, la influencia de Spielberg: propone un retorno, como siempre, al pasado para pagar viejas facturas y para emparchar un presente que pide algunas mejoras. Dos buenos productos.
Publicada en la edición digital de la revista.
Iron Man (Robert Downey Jr.), Thor (Chris Hemsworth), Capitán América (Chris Evans) y Hulk (ahora encarnado por Mark Ruffalo tras la decisión de Marvel de no contar con Edward Norton) se unen por primera vez en la gran pantalla. Tras haberlos visto en sus respectivas películas, las cuales fueron presentando a cada uno de estos personajes y abriendo el camino para este acontecimiento cinematográfico (el más esperado del año por muchos fanáticos de los comics), estos superhéroes ahora deben luchar todos juntos, al igual que en los comics creados por Stan Lee y Jack Kirby. Y lo hacen en "Los Vengadores", esta super entretenida megaproducción dirigida por Joss Whedon (creador de las series "Buffy, la Caza Vampiros", "Angel", "Firefly" y "Dollhouse"), quien se cargó al hombro no sólo estar al frente de la filmación sino también la difícil tarea, como guionista, de tomar todos los elementos importantes de aquellos filmes y combinarlos para hallar un equilibrio en lo que respecta a la narración y al desarrollo de los personajes, sumado a lo que tiene que ver con la acción de una historia independiente estructurada de forma tal que el público pueda verla y comprenderla sin necesidad de haber visto ninguna de las películas predecesoras... aunque es preferible hacerlo. En cuanto al argumento, sobre el que no se puede revelar mucho, podemos decir que al igual que en el primer ejemplar del comic editado en septiembre de 1963, Loki (destacada labor del británico Tom Hiddleston) es el detonante del conflicto que reúne a todos los Vengadores por primera vez para vencerlo, ya que este villano, luego de que su intento de derrocar el trono de su planeta Asgard se viera frustrado, desea vengarse no sólo de su hermano Thor (Hemsworth) sino contra la Tierra entera, amenazando la seguridad y supervivencia del planeta. A pesar de que la Iniciativa Vengadores ha sido descartada tiempo atrás, Nick Fury (Samuel L. Jackson), el director de S.H.I.E.L.D. (la agencia para el mantenimiento de la paz mundial), con la ayuda del agente Coulson (Clark Gregg) y Maria Hill (Cobie Smulders) se ve obligado a reclutar a los poderosos superhéroes para cumplir esta misión de la que también participan los agentes Black Widow (Scarlett Johansson), personaje que apareció en "Iron Man 2", y Hawkeye (Jeremy Renner), quien hizo lo propio en "Thor". Claro que no es fácil lograr que todos trabajen en equipo. El resultado es una propuesta formidable, repleta de escenas de acción que llegan a su punto máximo en una batalla final que se desarrolla en pleno Manhattan y con las dosis justas de humor que no opacan la tensión dramática del relato. Y lo mejor es que cada personaje, absolutamente todos, tienen su momento de protagonismo sin descuidar lo referente a la interacción entre ellos. Una JOYITA que no hay que dejar de ver, ya que se esperan más entregas, luego de "Iron Man 3" (actualmente en pre-producción), "Thor 2" y "Capitán América 2".
La unión hace a la fuerza Y llegó el día en que Marvel le dijo a DC Comics (su adversario eterno y hogar de personajes como Superman y Batman), “sí, soy capaz de hacer una buena película y poner TODA la carne al asador”. En pocas palabras, esto es lo que “La casa de las ideas” (como se la conoce a Marvel) hizo durante los últimos años para llegar a esta instancia. Marvel comenzó a preparar un ambicioso proyecto con la finalización del film IRONMAN. Al final del mismo conociamos a Nick Fury (Samuel L. Jackson) ofreciéndole a Tony Stark (Robert Downey JR.) la posibilidad de formar parte del proyecto AVENGERS THE INITIATIVE. Así, armando piezas con fragmentos de 5 minutos aproximadamente al final de sus largometrajes llegó a sentar las bases para que este ambicioso proyecto vea la luz y sea el éxito que es. La película nos cuenta la historia de S.H.I.E.L.D. y su lucha por mantener el orden en la tierra. Cuando una amenaza liderada por el hermano de Thor, Loki acecha la tierra y S.H.I.E.L.D. no puede hacer frente, Nick Fury pone en funcionamiento el proyecto Avengers y reune a los superheroes más poderosos de la tierra: Captain America, Thor, Iron-man, Hulk, Hawk eye y Black Widow. Si hay algo que destacarle a la película, es que lograron que los mismos actores que laburaron en sus respectivos films, volvieran para encarnar a los superheroes de Marvel. Las actuaciones están muy bien, me gustaron, representan muy bien las personalidad de los personajes que se definieron en el comic. Un punto a favor, es que la película es todo lo que un fan de Marvel puede desear y más. Mucha acción, algo de humor, momentos EPICOS. Marvel demostró que poner toda la carne al asador y salir airoso. Ahora el punto en contra, no me pareció que tenga correctamente distribuidos la exposición de los personajes. Así, las mejores escenas las tiene Ironman y Hulk, mientras que Captain America que es el lider queda un poco relegado, ni hablar de Thor y el resto. Muy buena peli, para juntarse y verla. Sobre todo para todos los fanásticos de MARVEL que ver esta unión es todo un sueño hecho realidad.
Publicada en la edición digital #2 de la revista.
Publicada en la edición digital #2 de la revista.
Publicada en la edición digital #2 de la revista.
Desde la aparición del primer numero de “Los Vengadores” (año 1963) en el universo del cómic de la mano de la editorial Marvel y desde su éxito con el paso de los años, podemos afirmar que siempre estuvo vigente en las cabezas de los seguidores y lectores de estas aventuras, la fantasía de poder ver a estos grandes héroes traspasar las viñetas y las páginas de una historieta para ocupar otros medios, tales como la televisión y el cine, por poner ejemplos. La primera formación de los vengadores estaba integrada por Thor, Hulk, Ant-Man, The Wasp y Iron-Man, quienes unieron fuerzas para enfrentar ni más ni menos que a Loki, hermano bastardo del dios del trueno. Sin embargo, no paso mucho tiempo para que el grupo de superhéroes más poderoso del mundo reuniera bajo su manto al Capitán América, a quien encuentran congelado en un tempano y que terminaría por convertirse en el líder del grupo, por cuestiones históricas que de más esta detallar. De hecho, dos años después de aquella primera publicación con las aventuras de estos personajes, salieron las series animadas individuales de Hulk, Capitán América, Thor, Iron Man y Namor, todas con sus respectivos éxitos pero todavía sin animarse a reunir a los vengadores dentro de la pantalla chica, algo que sucedería recién en 1994 y en el 2000, pero no de forma eficaz ya que ambas series no presentaban la formación original. Y el tiempo paso, paso y paso y el cine le fue abriendo cada vez más las puertas a los distintos personajes que venían de romperla en las páginas de sus respectivos cómics. Desde el “Superman” de Richard Donner (1978) que rompió con todos los prejuicios y miedos que tenia el cine acerca de los superheroes, pasando por el “Batman” de Tim Burton (1989), “Blade” de Stephen Norrington (1998) película más que clave para afianzar a los personajes de Marvel en el cine, “X-Men” de Bryan Synger (2000) el primer gran éxito de la mano de un grupo de superheroes en el cine, “Spiderman” de Sam Raimi (2002) el boom económico de Marvel, “Batman Begins” de Chris Nolan (2005) que fue la arremetida de DC Cómics y que daría pie a la mejor y más taquillera adaptación del hombre murciélago en el cine como lo fue “El Caballero Oscuro” (2008) también de Chris Nolan y, finalmente, hasta llegar a “Iron Man” de Jon Favreau (2008) también, una de las películas más taquilleras de la editorial creada por Stan Lee y que seria la base de todo sueño y proyecto futuro que involucraría a “Los Vengadores“. Aquel trabajo de Jon Favreau como piedra angular y sostén de distintas películas (Lease “Hulk” de Louis Leterrier, “Capitán América” de Joe Johnston, “Thor” de Kenneth Branagh y la respectiva secuela de “Iron Man“, también dirigida por Favreau) que se unían por pequeños guiños que dejaban en claro que la unión de estos superheroes estaba cada vez más cerca en el tiempo, y su respectivo éxito, repito, fueron piezas claves que no podemos dejar de mencionar a la hora de hablar de la película en cuestión. Finalmente este año, el 2012, fue el elegido de la Marvel para dar el primer gran paso de estos personajes en la pantalla grande, luego de años y años de pre-producción en los que hubo cambios verdaderamente significativos como ser el hecho de que la editorial que albergó durante años a estos superhéroes fuese comprada ni más ni menos que por el palacio del entretenimiento moderno, Disney, en la friolera suma de 4000 millones de dolares, allá por el año 2009. De esta forma, la casa de Mickey adquirió los derechos de más de 5000 personajes, incluyendo claro a los más populares, que a su vez, son los miembros claves de “Los Vengadores” y que, también a su vez, tomaron el impulso necesario para asaltar el cine. Todo este camino tuvieron que recorrer los personajes con los que nos criamos desde chicos y por los nos volvimos locos cada vez que escuchábamos de una posible nueva aventura, ya sea dentro de los cómics (su hábitat natural), la televisión y el cine. Y la espera valió la pena, ya que cuando uno ve “Los Vengadores” y el trabajo de Joss Whedon (su director) se da cuenta que la intención y el objetivo que persiguieron los responsables de este film fue ni más ni menos que retratar de forma objetiva y digna todas las sensaciones que produce leer un cómic con estos (u otros) personajes. El genero de aventuras puede ser el que mejor se adapte a los requisitos que propone la tarea de asignarle una categoría a este film, pero incluso también podemos decir que “Los Vengadores” va más allá y apunta a erigirse como la pionera de un genero propio, no incipiente, pero si original y necesaria como lo es el de los superhéroes. Por que si hay algo que define de principio a fin a esta película es esa frase, que sin ser demasiado corta ni demasiado extensa es lo suficientemente justa y acertada para describir todo lo que abarca este producto; “Los Vengadores” es una película de superhéroes, hecha para los amantes de los superhéroes y por los amantes de los superhéroes. Única por donde se la mire, pese a surgir básicamente de la unión de materiales que ya hemos visto (y disfrutado) anteriormente, la peli que reúne a los personajes más emblemáticos e importantes de la editorial Marvel tiene como responsable directo de esta situación a Joss Whedon, director de carrera casi intrascendente dentro del séptimo arte que supo adquirir su fama de geek gracias a sus creaciones televisivas que hicieron las delicias de la audiencia allá por los 90′s (“Buffy” es el caso más relevante). Whedon, a quien no sabíamos exactamente que pedirle a la hora de conocer que se haría cargo de esta película, cumple con creces la tarea más difícil que consistía básicamente en no perder la brújula y el rumbo dentro de una propuesta que cuenta con 4 personajes tan interesantes como lo son el Capitán América, Hulk, Iron Man y Thor que comparten pantalla desde principio hasta en final. Si bien el gigante verde, alter ego de Bruce Banner, interpretado por un convincente Mark Ruffalo es uno de los personajes que hace las delicias del publico a través de sus apariciones, no podemos dejar de mencionar los grandes momentos que ofrece Chris Evans y su inocente pero valiente Steve Roges, la arrogancia de Thor de la mano de un afianzado Chris Hemsworth y la siempre efectiva segunda cara de Robert Downey Jr conocida como Tony Stark, a quien disfrutamos cada vez más sin necesidad de tener el traje de Iron Man encima. A estos le sumamos los pequeños e interesantes aportes que realizan tanto Tom Hiddleston en la piel del villano Loki (altamente superior al que vimos en la peli individual de “Thor” dirigida por Branagh), Scarlett Johansson y su femme fatale vestida en traje de cuero conocida como la viuda negra, Jeremy Renner como Ojo de Halcon y Samuel L. Jackson, quien apenas se esfuerza, en el papel de Nick Fury. Todos y cada uno de ellos terminan por completar un combo perfecto, indispensable y esencial para sostener una película de este tipo. El apartado técnico, con unos efectos especiales que se imponen y deslumbran a cualquiera y una banda sonora que eriza la piel a cargo de Alan Silvestri, cierran la lista de puntos altos que se deben mencionar sí o sí a la hora de hablar de esta película. En definitiva, “Los Vengadores” es todo lo que alguna vez soñaste con estos personajes salidos de las historietas, pero multiplicado por 1000. Gracias Stan Lee. Gracias Joss Whedon. Gracias “Los Vengadores”. Gracias cine. Gracias, simplemente gracias!!!